Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

- Creo que no se alegran mucho de que haya tanto gente "nueva" - le digo a Bonnie mientras me señalo a mí misma, pero veo que está distraída - ¿Estás pensando en algo importante, verdad?

-Encantada, Abigail
Me fijo en la nueva. Me sorprende que tenga es pelo tan largo, yo nunca me lo dejé muy largo, me molestaba.
-Yo soy Kaila.-me presento.-Me gusta tu pelo, Bonnie.

-Abi, Kaila ¿me acompañáis? Voy a ponerle ungüento en el brazo a León. Muchas gracias, Kaila... Lo cierto es que me lo dejé crecer a partir de los 13 años, cuando... -Callo un momento, y una sombra cruza mi lívido rostro. -Cuando logré superar el cáncer.
Digo yo, intentando parecer resuelta y tranquila.

- Pues claro - le contesto mientras le hecho una mano a Bonnie con el chico que está herido.
Respiro profundamente.
- Lo siento, Bonnie, debió de ser muy duro.

-Sí, bueno... -Digo mientras vuelvo a dejar las hierbas en su sitio. -Pero una vez que pasas algo así te sientes más fuerte... más valiente. A demás, puede que no tenga muchos amigos, pero los que tenía eran buenos... y siempre han estado conmigo... No sabéis cómo los echo de menos... daría lo que fuera por que estuvieran conmigo.
Intento no llorar. Llevo todo el día dándole vueltas al tema, y ahora he tenido que desahogarme...
-Pero bueno, no hablemos de penas. -Digo yo, intentando sonreír. -Kaila, yo soy de Irlanda... ¿Y tú?

Me quedo con cara de póquer cuando dice lo del cáncer. Debió ser muy duro para ella, tal vez deba decir algo. No sé como reaccionar, nunca tuve amigos, nunca hablaba con nadie, salvo con mi familia. Y en los últimos cinco años hablaba en contadas ocasiones con mi hermano.
-Esto, em, yo soy de Austria-digo, saliendo de mi ensimismamiento.

- Yo soy de Nápoles - le contesto a Kaila ya que Bonnie ya sabía de dónde era - me alegro de que así haya sido Bonnie, vales mucho me alegra tenerte de apoyo por aquí.
Me fui acomodando más y más en el puf, que no es de extrañar que me entrara sueño y me durmiera.

(Al final no puedo quedarme así que pongo al pj a dormir que seguramente no vuelva hasta mañana, adiós!)

-Oh, ¡de Austria! Ojalá pudiera ir allí... Me encantaría... Bueno, ahora ya... qué más da. Con un poco de suerte podremos salir de aquí el año que viene. Hay que ser fuertes y resistir.

Sacudo la cabeza y me dirijo al grupito:
-Vaya,cuanta gente nueva,ni que esto fuera un puticlub,espera,lo es.Oye Bonnie,¿Sabes dónde anda Cain?

-Oh, ha salido. -Digo yo dirigiendo la mirada hacia el chaval. -Lo que no sé es a dónde...

-Seguiré mi instinto...-digo sin mucha convicción.
Salgo del burdel.

Continúa en Plaza Colaespina.

El sonido de mis tripas quejándose por la falta de comida me recuerda que debo dejar el diccionario de vez en cuando... Llevo desde que me levanté esta mañana con él. Quizá por lo que me molesta ser incapaz de comunicarme, quizá por pura terquedad; no sabría decir, me he tomado lo de aprender rocavarancolés como algo personal (Es decir, más personal de lo que ya es de por sí). Y es que siento que el hecho de no entender a mis compañeros me aísla un poco de ellos. Porque aunque ellos no lo hayan podido adivinar, dadas las circunstancias, yo siempre he sido bastante más sociable que lo poco que he podido mostrar con ellos hasta ahora.

Sacudo la cabeza y me levanto. Me estiro como buenamente puedo y guardo la púa de colaespina (con la que había estado tonteando mientras leía diccionario) antes de tomar las escaleras y llegar hasta la habitación donde está Leon con sus problemas y el resto de gente. Esto es otra... Cada día que pasa hay más gente nueva. Veo a la chica que vino con el gato pendiente de Leon, y al gato y una chica (que veo por primera vez desde que estoy aquí) durmiendo. Saludo a la chica de pelo largo con la mano y paso a la cocina a por algo de comer.

Rebusco en los cajones y veo que no hay mucho apaño... <<La comida se gasta demasiado rápido>> pienso mientras pesco una pieza de fruta que no me recuerda a nada que haya comido antes.

Me quedo leyendo el libro de hechizos. Tal vez hubiese alguno que ayudase a que Leon mejorase, pero después de estar un rato buscando y no encontrar nada, desisto. Me quedo mirando al infinito hasta que oigo unos pasos. Me giro en dirección al sonido y veo a Dirke.
-Hola, Dirke, ¿Qué tal estar tú?- le pregunto, para que me entienda, pero sintiéndome estúpida al hablar así.

-¿Yo? ¡Bien!-le contesto a Kaila con la seguridad de haberlo hecho bien. Hoy he descubierto que había estado confundiendo las palabras "sí" y "no" con "bien" y "mal"-. ¿Tú?-le pregunto alegremente. Me fijo en el libro que ha estado leyendo-. ¿Magia?-le vuelvo a preguntar curioso.

-También bien.- le respondo, sonriendo.-Sí, magia. Yo intentar buscar hechizo para curar a Leon.Pero no encontrar nada.-le digo. Dirke está mejorando con el idioma, pronto podrá comunicarse mucho mejor.
-¿Qué tal pasar tú la noche?-

A pesar de que no he entendido todas las palabras, parece que está buscando algo para ayudar a Leon. Me pregunta algo, que entiendo a medias, y le respondo más al azar que con seguridad.
-Bién, dormir mucho-luego, me quedo pensando en lo de la magia y me viene la fugaz idea de que tal vez yo también pueda-. Eh... ah... ¿Prestar libro, magia?-le pido todo lo amablemente que puedo sonar en mi circunstancia-. Querer probar.

A falta de manos, Cain llama a la puerta dando patadas. Miró a su espalda las alimañas que les habían seguido el rastro y dio otra patada por si acaso. No quería gritar por si eso atraía más monstruos <<Vamos, vamos, vamos...>>