Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

Observo la carne del plato, no se cuanto tiempo llevo sin comer pero tampoco quería, era como si tuviese un nudo en el estomago.
Me fijo en el libro que trae Vacuum y me rio:
-Bueno, estaras un rato entretenido algo es algo, ¿No?

-¿Termas? ¿Dónde?-pregunto, sorprendido-. Nadie me dice nada de nada...me entero ahora de que hay termas en esta ciudad. La verdad es que a mí no me importaría darme un baño ahi...-digo, imaginándome el estar relajándome ahi.
-¿Sabes dónde están?-pregunto.

- Ni idea... Soy tan oportuna que me quedé inconsciente cuando iban a decírmelo...- respondo, sin dejar de sonreír. A pesar de que acabo de conocer a aquel chico, ya me cae bastante bien.- Hay dos opciones: o le preguntamos a alguien, o a buscar.

Doy por finalizado el baño cuando noto que se me arrugan los dedos y salgo del agua, me seco en un periquete y me lío una toalla a la cintura y me dirijo a los cubos donde puse mi ropa en remojo, saco las prendas una por una y las voy poniendo a secar tras hacer un tenderero improvisado atando el látigo a dos vigas. Después me pongo la muda y el kimono limpios, las deportivas y subo al salón. Allí hay dos personas, un chico y una chica, al chico no le he visto nunca y a la chica creo que la vi herida...Me encojo de hombros y saludo
-Hola. Soy Jack. A ti no te conozco y a ti...tampoco.-digo mirando primero al chico y luego a la chica.-<<El tipo no estaba en el torreón del otro día...¿Dónde vivirá?>>-He escuchado algo de buscar...¿Qué estáis buscando?

Sonrío.
-Pues ¿a qué esperamos? Las termas no se van a encontrar solas...-digo. Empiezo a abrir puertas al azar a ver si, por algún casual, la fortuna me sonríe y doy con ellas.
-¿Y dices que te quedaste inconsciente? ¿Así de repente?-pregunto, algo preocupado.
Viene un chico que no conozco.
-Hola...me llamo Aníbal. Y buscamos las termas, que no sabemos donde estan.

- Tenía un golpe en la cabeza... Cuando huímos de una serpiente gigante debió caerme algún escombro...- murmura, estremeciéndome ante mis propios recuerdos. Entonces, veo a Aníbal dirigirse a otro chico.- Soy Martalar- digo, volviendo a sonreír.

-Aníbal...me suena de algo ese nombre...Y Martalar. De acuerdo. ¿Las termas?-señalo la escalera a mi espalda.-Por ahí. Tened cuidado si os laváis de hacerlo fuera, que no caiga espuma en la poza.
Luego les sobrepaso y empiezo a subir las escaleras hacia la segunda planta, quiero ver cómo está Caín. Llego a su cuarto, llamo y me asomo, le veo despierto y saludo sonriendo mientras paso al interior:
-Buenos días. ¿Estás mejor? Se te ve mejor al menos.-<<Y no es mentira, le veo mejor>> Pero...no está solo. -Hola...Erika...-digo nervioso, me tiemblan las manos como ayer y no quiero decir nada raro. <<Sal del cuarto YA>> pero no es plan salir de pronto y me quedo en el sitio.

Ya no quedaba mas que un hueso de la fruta que había comido.

Normalmente no hay tanta actividad en el burdel a estas horas, pero yo tengo cosas que hacer así que me dirijo a por mi lanza y luego me voy al Dojo.

Esto está infestado de enemigos (imaginarios), parece que se han acumulado durante mis días de descanso... Tengo mucho trabajo esta tarde.

Me meto en mi fantasía bélica y comienzo a atacarle al aire, perdido en mi mente pero atento de no confundir a algún compañero del burdel con una de mis imaginaciones y ensartarlo por error.

Asiento y sonrío.
-Gracias.-le digo. El chico se va.
Martalar y yo nos dirigimos a las termas. Al cabo de un rato, nos estamos bañando. Por primera vez desde que estoy en Rocavarancolia, me permito relajarme.

Alguien entra en el cuarto, no me giro solo espero que hable para reconocerle. Nos saluda a ambos pero a mi con un tono de voz diferente, Jack.
Me giro lentamente y le miro, parece nervioso pero yo también lo estoy:
-Gracias por dejarme la ropa esta mañana.- Me callo en seguida, Cain no sabía nada de ayer.
Me levanto de la cama y me quedo de pie, con los brazos cruzados.

Menciona lo de la ropa y me cuesta responder, estoy empezando a sentirme como anoche otra vez y no puede pasar...no debe pasar nada, está Caín descansando y Dirke durmiendo...Así que respondo nervioso perdido
-De...de nada...Yo...-<<Diantre, ¿por qué me pasa esto? Ataca la situación, sobreponte a la situación>> Pero no es tan fácil, no puedo dejar de mirarla, mis manos todavía recuerdan el tacto de su piel y no dejan de temblar. <<Maldita sea, maldito yo, maldición...¡¿Qué me pasa?!>>

Una vez acabo de bañarme, entra Martalar. Me dirijo al salón y me siento. Al poco rato viene. Por fin estoy limpio y relajado.
Entablamos conversación. Sin embargo, mis pensamientos vuelven cada poco rato a Abi. Estoy preocupado por ella.

Le veo nervioso, mucho. Lo mejor será que uno de los dos se vaya de la habitación, y tendre que ser yo ya que el ha venido a ver a Cain, y yo ya he terminado. <<Tal vez debería decirle que quiero hablar con el en privado>>, pero solo tal vez, a lo mejor lo único que hace es ponerle más nervioso:
-Me voy ya, os dejo solos.- Me levanto de la cama y con una sonrisa me despido de Cain .- Recuperate pronto, que se te echa de menos.
Al pasar al lado de Jack intento hablar lo más bajo posible para que Cain no me oiga:
-Tengo que hablar contigo en privado, te espero en el pasillo.- Salgo de la habitación y por fin les dejo a solas, ya en el pasillo me quedo esperando a Jack tal y como he prometido.

Cain va pasando las hojas del catálogo lentamente, sin prestar demasiada atención a las imágenes, pues ya se las conocía... Miraba de reojo de vez en cuando a Erika y a Jack, que acababa de entrar. Ambos estaban nerviosos... muy nerviosos, y reconocía este nerviosismo. Posó su mirada en el frasco vacío de perfume de feromonas que tenía sobre la mesita. <<No habrás tenido nada que ver?>> le pregunta al frasco mentalmente

Me levanto y termino mi conversación con Martalar. Le pregunto dónde puedo encontrar libros de medicina. Ella me señala un edificio a lo lejos, y me dice que es una bublioteca. Le agradezco la información y me despido de ella. Salgo del burdel y me dirijo allí.
(SIGUE EN LA BIBLIOTECA MÁGICA)

Miro a Erika temblando y asiento cuando me dice lo de hablar en el pasillo. Luego miro a Caín
-Esto...¿Entonces estás bien? ¿No? Pues...me alegro...-aún sigo respirando agitadamente y no puedo centrarme en Caín, algo tira de mí hacia fuera.-Yo...Que te mejores pronto. Si necesitas algo, da un grito..
Luego agarro el pomo de la puerta y salgo al pasillo.
Ahí está Erika, justo como acaba de decirme. Me cruzo de brazos, no vayan a jugármela mis nerviosas manos y miro a la chica a los ojos
-No sé qué me pasó anoche ni qué me pasa ahora...-digo para empezar, pero no sé seguir y no sé si quiero. Y tengo que intentar relajarme, me tiembla todo el cuerpo y me cuesta hablar, así que intento respirar hondo, pero me da ganas de toser y lo dejo. <<¿Qué me pasa? Joer...>>

Apenas habían pasado minutos cuando Jack sale de la habitación. Escucho lo que tiene que decirme, miro a ambos lados del pasillo y le agarro del brazo:
-Ven conmigo.- Tiro de el y le llevo a mi habitación, cuando pasamos cierro la puerta.- Mejor hablar aqui.
<<¿Y ahora por donde empiezo?>>, intento encontrar las palabras adecuadas, pero me pongo nerviosa y me cuesta:
-Verás, yo tampoco se lo que me paso anoche, entramos en esa habitación como compañeros y terminamos...bueno, ya sabes como terminamos. Lo que todavía no entiendo es como acabamos asi.- Doy vueltas en la habitación, mientras le miro.