Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

-Jack, los entrenamiento nunca son bromas, me retiro al tejado si necesitas algo llámame…*dogo sin muchas ganas*-Voy a la última planta y de un salto me subo al tejado.

Una vez allí vuelvo a mirar a la ciudad y me quedo un largo rato mirándola sin más mientras una leve brisa me alborota el pelo y el Kimono…luego me pongo a practicar movimientos en solitario en el tejado, pero algo extraño me pasa…siento me falta algo pero no es el qué…

Alguien llama a la puerta...
Bueno, puesto que nadie va, soy yo quien me acerco y la abro.

Me abre una chica a la que no vi la vez anterior.
-Hola...disculpa, creo que no sé quién eres. Yo me llamo Aníbal.-me presento.

- Martalar- respondo.- ¿También vives aquí?

Estoy a punto de llagar al cuarto, pero pensándolo mejor vuelvo a la cocina, es demasiado poco para la hora que es, así que preparo un filete de gran tamaño, lo dejo poco hecho, que sangre, y lo pongo en un plato con unos pocos boniatos fritos y un huevo, lo añado a la bandeja y ahora si vuelvo al cuarto de Cain ...
-Buenos días - saludo después de llamar y entrar - ... servicio de habitaciones, le traigo la comida y una lectura para que se entretenga - los ojos me chispean divertidos - ... aunque veo que el señor ya esta bien acompañado - digo sonriendo al ver a Erika - ...
Dejo la bandeja y el libro en las piernas de Cain y cojo los platos de la cena de ayer ...
-Retirare esto para que coma cómodo - digo dirigiéndome a la puerta - ...
Al pasar al lado de Erika me llega un olor curioso y mis ojos destellean levemente ...
-Vaya señorita - digo algo cohibido - ... huele usted muy bien - aclaro abriendo la puerta, una bocanada de aire fresco me da en la cara desde el pasillo - ... vuelvo en un rato - digo mas despejado - ...
Bajo hacia el primer piso para lavar los platos ...

-Es que ayer...paso algo...bueno, un poco, extraño.- Solo de recordar lo de la noche pasada hacia que me pusiese colorada. No me fijo que entre tanta preocupación no le he preguntado a Cain si necesitaba algo.- ¿Quieres algo de comida o de bebida?- Si no le habían visitado en todo el día tendría que estar hambriento.
Pero de repente entra Vacuum con una bandeja repleta de comida, me saluda y yo le respondo igual. Antes de irse me menciona lo del olor, <<¿Qué huelo bien>> eso me recordaba a aquella extraña fragancia que había ayer en la habitación.

-No, yo vivo en un torreón algo lejos de aquí.-respondo-. O vivía, porque nos hemos tenido que trasladar a unas ruinas por no se qué accidente que incluía una ballena voladora...-digo, consciente de lo ridículo que suena.
Paso dentro del edificio.
-Al menos aquí hay gente despierta...-digo en voz baja. En mi grupo todos estan dormidos, como siempre.

- ¿Una ballena voladora?- pregunto. Luego, añado-: La verdad, llevo no sé cuanto tiempo inconsciente, y no me entero de nada... Pero al parecer, sí que me he perdido cosas interesantes.
Mis pensamientos se desvían hacia esas termas que ya he oído mencionar varias veces. Realmente, me gustaría ir allí...
Entonces, despierto de mi ensoñación y soy consciente de que Aníbal continúa allí.
- En fin... ¿qué te trae por aquí?- le pregunto.

-Podría acostumbrarme a esto- ríe Caín al ver entrar a Vacuum con la bandeja. Si hubiese estado solo habría engullido como un desesperado, pero no era plan... Comió pausadamente, disfrutando del sabor de la carne. ¿Como sabía que le gustaba poco hecha? Oyó el comentario de Vacuum sobre Erika y le resultó curioso, tanto qu ele hizo recordar algo... pero apartó esa idea de su mente inmediatamente. Cuando acabó de comer, le echó un vistazo al libro que le había traído ''para que se entretuviera'' y lo reconoció al instante.- Como espera este tío que me entretenga?- preguntó mostrándole el contenido del catálogo a Erika, divertido- Será pervertido!

Me encojo de hombros.
-Estoy de visita. En las ruinas todos duermen y me aburria...-respondo.
Me doy cuenta de que parece un poco ida.
-Oye, estás bien?-pregunto preocupado.

Entrenando en solitario, acabo haciendo un movimiento brusco con la espada y la detengo justo a tiempo para no clavarla en el suelo <<Muerto>> Después la apoyo en la pared y voy al cuarto de desuello a coger las toallas que puse a secar, para luego bajar corriendo a las termas. Estoy sudando y huelo demasiado raro, así que me lavo con fruición todo el cuerpo, haciendo quizá demasiada espuma, pero sigo frotándome hasta que el olor desaparece. <<Tengo que investigar esto...>> Cuando me aclaro y me meto en la poza, suspiro mientras noto cómo se va relajando la musculatura y desaparecen un poco los nervios. Aunque sigo temiendo el próximo encuentro con Erika <<¿Qué pasará? Hum...>> Pero de momento, prefiero relajarme en el agua, de nada sirve preocuparse, ya me ocuparé.

- Sí, solo con ganas de ir a las famosas termas- contesto, riendo.
Me siento bastante estúpida nada más decirlo. En un mundo mágico lleno de monstruos y cosas raras y lo único que cabe en mi cabeza es... unas simples termas. Sin embargo, al instante mi pensamiento se desvía de nuevo hacia un chorro de agua caliente que me quite todas las telarañas que debo llevar encima.

Observo la carne del plato, no se cuanto tiempo llevo sin comer pero tampoco quería, era como si tuviese un nudo en el estomago.
Me fijo en el libro que trae Vacuum y me rio:
-Bueno, estaras un rato entretenido algo es algo, ¿No?

-¿Termas? ¿Dónde?-pregunto, sorprendido-. Nadie me dice nada de nada...me entero ahora de que hay termas en esta ciudad. La verdad es que a mí no me importaría darme un baño ahi...-digo, imaginándome el estar relajándome ahi.
-¿Sabes dónde están?-pregunto.

- Ni idea... Soy tan oportuna que me quedé inconsciente cuando iban a decírmelo...- respondo, sin dejar de sonreír. A pesar de que acabo de conocer a aquel chico, ya me cae bastante bien.- Hay dos opciones: o le preguntamos a alguien, o a buscar.

Doy por finalizado el baño cuando noto que se me arrugan los dedos y salgo del agua, me seco en un periquete y me lío una toalla a la cintura y me dirijo a los cubos donde puse mi ropa en remojo, saco las prendas una por una y las voy poniendo a secar tras hacer un tenderero improvisado atando el látigo a dos vigas. Después me pongo la muda y el kimono limpios, las deportivas y subo al salón. Allí hay dos personas, un chico y una chica, al chico no le he visto nunca y a la chica creo que la vi herida...Me encojo de hombros y saludo
-Hola. Soy Jack. A ti no te conozco y a ti...tampoco.-digo mirando primero al chico y luego a la chica.-<<El tipo no estaba en el torreón del otro día...¿Dónde vivirá?>>-He escuchado algo de buscar...¿Qué estáis buscando?

Sonrío.
-Pues ¿a qué esperamos? Las termas no se van a encontrar solas...-digo. Empiezo a abrir puertas al azar a ver si, por algún casual, la fortuna me sonríe y doy con ellas.
-¿Y dices que te quedaste inconsciente? ¿Así de repente?-pregunto, algo preocupado.
Viene un chico que no conozco.
-Hola...me llamo Aníbal. Y buscamos las termas, que no sabemos donde estan.