Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

se oyen chillidos en la planta baja, siento que algo malo hay abajo pero me digo << si a entrado algún bicho lo enfrentare aquí arriba >> me quedo unos segundos parado con el torso tocando el suelo y sigo haciendo flexiones cuando los chillidos se paran. Tengo la caja delante, me había costado mucho encontrarla dado que no sabia donde la habían dejado cuando entre aquí paralizado, siento como me atrae
- ¿cuando estaré preparado? – digo esperando una respuesta que nunca llega

Me despierto al oir ruidos abajo.Bajo corriendo y veo a Caín y a Jack abajo.
-Hola- saludo. Veo a los murcielagos muertos en el suelo y grito. Joder, que susto. Y encima me dan miedo... Me siento en un puff lo más alejado posible de los bichos y miro al techo, intentando no distraerme con los cadáveres. Tendríamos que sacarlos de aquí...
-¿Alguien va a sacar a esos bichos de aquí? -pregunto al aire.

Pensaba pasarme un día tranquilo, vagueando y recuperando fuerzas para seguir con el entrenamiento intensivo lo antes posible.

Pero un ruido de cristales rompiéndose, seguido de unos terribles chillidos, y un mal presentimiento me obligan a lebantarme.

Para cuando llego adonde Cain y Jack, no quedan mas que cadáveres y sangre por todos lados.

-¿¡Pero que diantres ha pasado aqui?!

Llega otro chico, mejor dicho, un chico-gato. Pregunta que qu´q ha pasado.
-No lo sé, pero esos bichos me dan miedo.- digo.-Tendríamos que sacarlos de aquí, lo único que puede pasar con unos cadáveres en el burdel es que enfermemos y atraigamos a algún carroñero.
Digo, acercandome lentamente a uno de los murciélagos. Me dan miedo, pero hay que sacarlos de aquí. Miro al chico-gato.
-¿Me ayudas?- caigo en la cuenta de que no le conozco.-Por cierto, soy Kaila, ¿Cómo te llamas?

-Freejey, Freejey Iteca.

Otra persona mas en el burdel, para no variar, pero esta chica parce maja.

-Lo mejor sería alejar a estos bichos lo suficiente y cuanto antes mejor, esta ciudad está llena de carroñeros a los que les encanta la sangre.

Sería muy arriesgado que se quedasen dentro, si los dejamos en la puerta, nos arriesgamos a que algún bicho se quede con hambre y busque comida dentro del burdel, y si nos alejamos demasiado, quizás no podamos dejar los cadáveres lo suficientemente lejos antes de que nos ataque algo...

Cain respira entrecortadamente. Se da cuenta de que está desnudo, así que coge una tela cualkiera para taparse, ya se quitaría luego la sangre. Se sienta en el suelo y mira los dos cadáveres.
-Hay que... congelarlos- dice- Mañana los sacaremos de aquí... es un suicidio salir ahora y si están congelados el olor se anulará- No estaba seguro de poder congelar a uno solo, mucho menos a dos, se sentía agotado, aquellos maltitos bichos le había arruinado el baño y ahora de nada serviría intentar relajarse

Caín dice que hay que conjelarlos, pero se le ve muy cansado.
-Los congelaré yo, no hay problema.- digo mientras cojo un puñado de cristales. Hago el hechizo y no pasa nada. Respiro hondo y vuelvo a intentarlo. Esta vez funciona. Me siento cansada, pero hay que congelar al otro bicho. Repito los pasos del conjuro y el otro murcielago se congela. Dejo los cristales en el suelo al lado del puff dónde me siento. Estoy cansada, supongo que será por la magia...No iba a salir ilesa tras congelar a dos murcielagos.

-Bueno yo voy... er... a lavarme...- dice Cain. Baja a las termas de nuevo y se limpia la sangre. Esta vez no se mete en las termas... ¿para qué? No serviría de nada, era imposible que se relajase después de eso... Si el perímetro del Estigma no abarcaba el burdel, si era incapaz de protegerles... ¿qué iban a hacer? Cain se tira de los pelos y se da un chocazo contra la pared, que es efectivamente parado por su carcelero particular. Se seca y se viste para volver arriba, a su cuarto, donde se encierra asegurando puertas y ventanas. El cansancio puede con él y se desploma, y en ese mismo instante, Estigma se expande de nuevo y todas las criaturas que ya casi arañaban la puerta del burdel retroceden a toda prisa.

Freejey quiso ayudar con la congelación para que no tuviese que hacer Kaila todo el trabajo, pero para cuando se quiso dar cuenta, ya no había nada que congelar...

<<Jo... nunca tengo objetivos para los hechizos más interesantes>>

Ya hacía varios días que había memorizado el hechizo de parálisis, y aun no había podido hacerlo.

<<Bueno, creo que es bueno que no haya tenido que recurrir al hechizo...>>

Caín baja a las termas y sube al rato, pero va directo a su cuarto. Me quedo con Freejey en la habitación y noto algo en su rostro, como si se hubiese quedado con ganas de hacer algo.
-¿Quieres probar algún hechizo?- le pregunto. Tal vez él pudiese hacer magia, y podríamos repartirnos para hacer hechizos y no cansarnos tanto.

Enfilamos un callejón y desembocamos en frente del burdel .. no me sorprendo, esta mas cerca que el torreón, con los últimos vestigios de adrenalina llego a la puerta, alzo la mano y descargo mis tres golpes característicos, con mi ritmo particular ... apoyo la frente en la puerta un momento y luego miro hacia atrás ... todos me han seguido, y no parece que halla ningún bicho en la calle ... bueno, si los hay, pero el aura de Cain les mantiene alejados ...
-Vamos - digo para mi - ...
Me estoy mareando levemente, el brazo izquierdo me cuelga inerte, son el escudo aun enganchado en el ... la espada y la guitarra están a mi espalda, intactas ... y todo mi costado derecho esta dolorido ... debo tener unos moratones enormes, y unos rasguños que escuecen ... suspiro, mientras espero que la puerta se abra ... los limites de mi visión se nublan ligeramente ...

-Oh, bueno, la verdad es que quiero practicar algunos desde hace dias, pero todos necesitan objetivos, y nadie se ofrece nunca voluntario para dejarme que lo paralice.

Pongo carita de pena:

Spoiler:

-Solo duraría un ratito, no tengo fuerza para hacerlo muy duradero ni aun que lo intente...

Espero una respuesta, la verdad es que creo que la paralisis no duraría ni 10min , si es que llega a los 5...

Oigo que llaman a la puerta, me acerco y veo que son los de Letargo.

-¿Otra vez vosotros? (Abro la puerta) Últimamente no salís de aquí, parece que os gusta nuestro acogedor burdel jajaja

Sonrío ampliamente, evidentemente hablaba de broma, me gusta que haya gente animando este sitio, y no solo gente durmiendo y homoerotismo pedófilo...

Dejo el arco en el suelo, un ruido de cristales rotos inunda la habitación. Bajo por las escaleras y en el salón me encuentro a todos hablando, parece todo normal:
-¿Me he perdido algo? He oido un ruido de cristales rotos pero he tardado un poco en bajar.

Un chico gato nos abre, debe ser nuevo ...
-Buenas noches - digo con una sonrisa - ... la verdad es que acabamos aquí de casualidad ... Vacuum - digo tendiéndole la mano buena - ... encantado ... si, estoy bien - le digo a Elliot con voz tenue - ...
Pasamos adentro y dejo la espada y el escudo en el suelo ... veo algo de desorden en el interior, y un par de monstruos en un rincón ... me pongo tenso, pero parece que están congelados ...
-Hola - saludo sin ver a los que están en el salón - ... bonita noche - digo con una sonrisa idiota, mientras la adrenalina se me escapa y me tambaleo peligrosamente, cayendo de cara sobre un puff ... mi visión es borrosa ...
-Estoy bien - logro decir con un murmullo - ...

Estrecho la mano del tal Vacuum, parece muy educado. En cambio, a su lado hay una humana que no lo es tanto.

-¡Olle! No me llames gato, ¿Te gustaría que te llamase a ti chimpancé?

Pues eso, no me apetece discutir, espero a que entren todos y cierro la puerta, después me dirijo otra vez a donde estaba Kaila