Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

El grito de Leon me despierta de entre los cojines. <<Genial... me he quedado frito>> A este paso no aprenderé el idioma en la vida. Me levanto corriendo y lo veo tirado en el suelo. Me acerco a él, algo mareado por el levantamiento tan repentino, y me quedo sin saber que hacer.
-¿Estar bien?-le pregunto.

Saco la cabeza de detrás del libro, parece que Leon se ha caido.
Me acerco y le ayudo a sentarse donde estaba.

-¿Que te ha pasado?

no contesto inmediatamente, y lo digo en un murmullo
- no me funcionan bien las piernas ... - desvio la mirada

-Oh, vamos, no te preocupes, seguro que solo ha sido un mareo, Cain te curó la pierna en cuanto te trajimos.

Un gesto de pena cubre por completo mi cara cuando contesta Leon. Si he entendido bien, no puede usar bien las piernas... Le pongo una mano en el hombro cuando el chico gato lo ha ayudado a sentarse y me quedo a su lado un rato, callado sin saber que decir.
-¿Querer comida?-pregunto súbitamente-. ¿Beber? ¿Bañar? ¿Tumbar? Yo ayudar a ti-me ofrezco.

Cain llama a la puerta del burdel y espera que abran. Se ríe al ver como los cangrejos tratan de pellizcar a Norou, que juega a ver si puede apartar los dedos a tiempo.

Miro a Leon preocupado, la cosa puede ser seria, pero me acerco a la puerta cuando llaman y miro por la ventana.

-Ah, eres tú Cain, ahora abro... (abro)... lo bueno de que haya tanta gente aqui es que no tienes que esperar en la puerta jajajajaja

Sé que a Cain no le gusta que nos hayamos quedado a vivir, pero me cae bien, asi que no voy a permitir que no llevemos mal por esa tontería, en Rocavarancolia, cuantos mas aliados, mejor.

hago acopio de fuerzas y me muevo hasta el sofa de nuevo
- ¿cuanto va a durar esto? - digo irritado y rechazo la ayuda de dirke - no gracias estoy bien ... vale no estoy de culo pero tranquilo no necesito ayuda

Bajo al salón, y me encuentro con Leon, Dirke, Freejey y Cain.

-Hola a todos... ¿Cómo van las cosas?

Veo que Leon rechaza con algo de amabilidad mi intento de ayudarle y trata de hacerse el duro. Mi madre ya me había hablado de este tipo de personas, tan orgullosas que prefieren hacerse daño a sí mismas antes que aceptar la ayuda de alguien... <<Pues ala, que se quede ahí con su orgullo y su semiparaplejia>>.

Me giro al ver llegar a Cain y la chica que sabe hacer algo de magia y les saludo alzando la mano, como suelo hacer.
-¡Hola!-escucho su pregunta, creo que la he entendido... ya empiezo a quedarme con la copla del rocavarancolés de andar por casa-. Bien. ¿Y tú estar cómo?

Me río ante el rocavarancolés que habla Dirke... Pobrecito, qué pena que no pueda hablarlo... se debe de sentir tan solo a veces...

-Yo bien. ¿Cómo se encuentra León?

Me despirto encadenado,me habré dormido otra vez,pero ahora no tengo sueño. Encuentro la llave y me libero,pero guardo las esposas igual otro día me son útiles. Voy al salón y saludo a la gente.
-Hola a todos.

- ¿como crees que estoy? - digo levantando una ceja, intento mover las piernas pero casi no responden
- estúpida iguana algún día are que te tragues tu veneno

-Bueno... al menos ya te mueves. Ya hablas... -Comento yo.

-Hola, Alex... ¿Hoy dónde te has despertado? -Digo yo amagando cierta risita.

Cuando voy a responder a la chica del pelo largo, se me adelanta Leon. Me encojo de hombros y luego le dedico una sonrisa triste. La situación es complicada.
-¿Cómo llamar tú?-le pregunto, ya que no consigo recordar su nombre, si es que me lo había dicho antes.
Al llegar el tipo que se corta mientras cocina le saludo con la mano.

Veo que los demás están a lo suyo, así que me vuelvo al libro de magia, quizás hoy consiga hacer algo, aun que sea una chispita.

Cain y Norou entraron y saludaron a ls que estaban en el salón.
-No lo sé, hasta que expulses todo el veneno, supongo. Por cierto, ¿a quién le gusta le marisco?- preguntó señalando los cangrejos que traía Norou

(la llave estaba en la cocina y tu en el salon...)