La fiesta de la mansión - RV Gakuen
+10
Tak
Giniroryu
Seth
Raven
Trish
LEC
Sevent
Isma
Harek
Kanyum
14 participantes
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
La fiesta de la mansión - RV Gakuen
03/04/23, 10:22 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La casa estaba de las últimas dentro de la urbanización privada, pero incluso si alguno no tenía la dirección exacta sería fácil saber cual de todas era. Había tantas luces encendidas dentro y fuera del edificio que brillaba en la distancia. Según se fueran acercando al destino los invitados notarían la vibración de la música en el ambiente, que dadas las dimensiones de los terrenos del resto de viviendas no debería suponer un problema para los vecinos. A pesar de ser una urbanización antigua las calles parecían totalmente nuevas, casi todas las casas eran de estilo victoriano e iban de chalets a mansiones pasando por putos palacetes, y si bien la de los hermanos no era la más grande no se quedaba atrás en impresionante: parecía una casa señorial sacada de la Habana. Las verjas eran altas pero permitían ver el interior, bordeadas de arbustos de hibiscos, palmeras y otras plantas tropicales, un inmenso sauce llorón asomaba por detrás de la construcción y el portón estaba abierto de par en par en un exceso de confianza por la seguridad del vecindario. La imagen podría parecer de otra época si le restabas que estuviera sonando Bad Bunny a todo trapo o que en la calle ya hubiera varios coches de este siglo aparcados.
En las escaleras que daban a la puerta principal Kahlo atendía a los recién llegados mientras esperaba a que todos sus invitados apareciesen. La chica estaba perfectamente maquillada para la ocasión y llevaba el pelo -teñido de blanco como ya venía siendo habitual- recogido en un elaborado moño trenzado. Vestía con una camisa blanca con rayas muy abierta (no era a posta, el primer botón estaba a la altura en la que estaría el 3er o 4to botón en una camisa normal), unos pantalones de talle alto y unos zapatos con un poco de tacón. En las orejas llevaba los aros de oro más grandes que tenía, una cadena de oro que encajaba con el escote, uno o dos anillos por cada dedo de su mano izquierda, las uñas pintadas de un rojo muy oscuro y tantísimas pulseras y brazaletes como para que cualquier gesto que hiciera con esta sonase como el trineo de Papá Noel.
Al sol le faltaba muy poco para ocultarse del todo y la brisa hacía que apuntase a ser una noche de verano perfecta… si su hermano y sus amigos no la liaban.
Y pensando en el rey de Roma, apareció detrás suya. Vestía parecido a ella, aunque había rebajado el nivel de elegancia: una camisa veraniega negra con estampados de hojas de palma y flores rojas, de momento cerrada hasta arriba, unos pantalones marrones y unas vans negras. Llevaba dos anillos en cada mano, un colgante con una moneda de oro y sus aretes de siempre. Ya tenía pintalabios en la mejilla, y por lo pronto solo en la mejilla.
—¿Cuántos faltan?
—A mi que me cuentas, Nohlem. No me has dado una lista de gente —dijo lamiéndose el pulgar para borrarle el pintalabios como si de un niño manchado de helado se tratase—. Yo estoy esperando a los míos y diciéndole a tus amigos que se ahoguen en la piscina.
—I mi qui mi cuintis Nihlim- espera, ¿les estás diciendo qué?
A Kahlo se le escapó una risa con el tono preocupado que puso.
—Solo hazme el favor de no perderte tan pronto, que la gente llega y no sabe donde estás. Y si rompen algo es responsabilidad tuya.
No me hago responsable de lo que ocurra en este tema.
La casa estaba de las últimas dentro de la urbanización privada, pero incluso si alguno no tenía la dirección exacta sería fácil saber cual de todas era. Había tantas luces encendidas dentro y fuera del edificio que brillaba en la distancia. Según se fueran acercando al destino los invitados notarían la vibración de la música en el ambiente, que dadas las dimensiones de los terrenos del resto de viviendas no debería suponer un problema para los vecinos. A pesar de ser una urbanización antigua las calles parecían totalmente nuevas, casi todas las casas eran de estilo victoriano e iban de chalets a mansiones pasando por putos palacetes, y si bien la de los hermanos no era la más grande no se quedaba atrás en impresionante: parecía una casa señorial sacada de la Habana. Las verjas eran altas pero permitían ver el interior, bordeadas de arbustos de hibiscos, palmeras y otras plantas tropicales, un inmenso sauce llorón asomaba por detrás de la construcción y el portón estaba abierto de par en par en un exceso de confianza por la seguridad del vecindario. La imagen podría parecer de otra época si le restabas que estuviera sonando Bad Bunny a todo trapo o que en la calle ya hubiera varios coches de este siglo aparcados.
En las escaleras que daban a la puerta principal Kahlo atendía a los recién llegados mientras esperaba a que todos sus invitados apareciesen. La chica estaba perfectamente maquillada para la ocasión y llevaba el pelo -teñido de blanco como ya venía siendo habitual- recogido en un elaborado moño trenzado. Vestía con una camisa blanca con rayas muy abierta (no era a posta, el primer botón estaba a la altura en la que estaría el 3er o 4to botón en una camisa normal), unos pantalones de talle alto y unos zapatos con un poco de tacón. En las orejas llevaba los aros de oro más grandes que tenía, una cadena de oro que encajaba con el escote, uno o dos anillos por cada dedo de su mano izquierda, las uñas pintadas de un rojo muy oscuro y tantísimas pulseras y brazaletes como para que cualquier gesto que hiciera con esta sonase como el trineo de Papá Noel.
Al sol le faltaba muy poco para ocultarse del todo y la brisa hacía que apuntase a ser una noche de verano perfecta… si su hermano y sus amigos no la liaban.
Y pensando en el rey de Roma, apareció detrás suya. Vestía parecido a ella, aunque había rebajado el nivel de elegancia: una camisa veraniega negra con estampados de hojas de palma y flores rojas, de momento cerrada hasta arriba, unos pantalones marrones y unas vans negras. Llevaba dos anillos en cada mano, un colgante con una moneda de oro y sus aretes de siempre. Ya tenía pintalabios en la mejilla, y por lo pronto solo en la mejilla.
—¿Cuántos faltan?
—A mi que me cuentas, Nohlem. No me has dado una lista de gente —dijo lamiéndose el pulgar para borrarle el pintalabios como si de un niño manchado de helado se tratase—. Yo estoy esperando a los míos y diciéndole a tus amigos que se ahoguen en la piscina.
—I mi qui mi cuintis Nihlim- espera, ¿les estás diciendo qué?
A Kahlo se le escapó una risa con el tono preocupado que puso.
—Solo hazme el favor de no perderte tan pronto, que la gente llega y no sabe donde estás. Y si rompen algo es responsabilidad tuya.
- Nota:
Podéis llegar ahora o haber llegado ya. Pegaos a alguien con coche o moto, sino los mellizos os pagan el taxi. Para llegar apenas serían unos 20 minutos de carretera respecto al campus, pero sin vehículo propio o alguien que les acerque no hay otra manera más rápida de acceso: está en las afueras, rodeada de bosques, campos de cultivo y otras urbanizaciones privadas igual de pijas.
Sed libres de inventaros la disposición de la casa y los npcs que haya por ahí.
Hay una piscina, un porche, un estanque con carpas a pies del sauce llorón y la sala abierta que da al jardín tiene un piano y un billar dentro. La decoración es muy art nouveau, mucha madera, plantas blabla, igualmente aquí os dejo un tablero de pinterest pa referencia.
- ♪♫♬:
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
13/04/23, 01:37 pm
Los comentarios de Amira, aunque obviamente eran de broma, hicieron pensar al ruso. Se miraba mucho su polo, extrañado. No estaba tan mal, aunque fuese para una fiesta veraniega. No quería generar una mala impresión a su amiga Kahlo y por el piedo a cagarla, la cagó aun más. Intentaba convencerse de no oir el pensamiento intrusivo, forzando una sonrisa boba ante su amiga. Comiendo ya el cuarto canapé, no pudo evitar arrimar el oido a lo que Chromsa preguntaba. Era un poco feo, pero lo que antes dijo le generó dudas y la pregunta que le hizo a Amira lo destruyó ya por completo, quedándose mirando al vacío infinito. ¿A Chromsa le parecía también demasiado?
—N-nos vemos —se despidió de Rick con los restantes ánimos que le quedaban, con la mirada gacha.
Observó a los amigos de Rick, todos iban cómodos y a su estilo. Alzó una ceja curiosa al ver a Ethan, vaya que sí vino libre y además el de la cresta le daba un muy buen rollo su estilo, era muy fan. Él mismo se veía ya un poco ridículo, soltando todos los botones del cuello del polo para “encajar” un poco más mostrando un poco del pecho por la zona de la clavícula. Usando el móvil, cambió un poco su peinado para no parecer que una vaca le dio un lenguetazo optando por algo más moderno y dejando caer unos pocos mechones en su frente. Conservando lo humillante, repitiendo en su coco una y otra vez el “¿me he pasado también?” de su novio, agarro un vaso y lo llenó de cerveza dando ligeros sorbos. Viendo el otro grupo, él no sería menos.
Al menos, la buena noticia de ver a Lethe sorpresivamente en la fiesta lo alegró. No se esperaba a la enderth en una fiesta de este estilo.
—¡Hola! ¿Cómo es que al final aceptaste venir? Creía que no era lo tuyo estos ambientes —temía ser algo sobreanalítico conforme a las decisiones de la mujer pájaro, sorbiendo de nuevo el vaso yendo por la mitad y aflojando aun más el cuello del polo—. Igualmente es un placer que hayas venido Lethe —su presencia le subió los ánimos ciertamente, reflejado en una sincera sonrisa cuando Chromsa mencionó el poncho que ella llevaba.
—N-nos vemos —se despidió de Rick con los restantes ánimos que le quedaban, con la mirada gacha.
Observó a los amigos de Rick, todos iban cómodos y a su estilo. Alzó una ceja curiosa al ver a Ethan, vaya que sí vino libre y además el de la cresta le daba un muy buen rollo su estilo, era muy fan. Él mismo se veía ya un poco ridículo, soltando todos los botones del cuello del polo para “encajar” un poco más mostrando un poco del pecho por la zona de la clavícula. Usando el móvil, cambió un poco su peinado para no parecer que una vaca le dio un lenguetazo optando por algo más moderno y dejando caer unos pocos mechones en su frente. Conservando lo humillante, repitiendo en su coco una y otra vez el “¿me he pasado también?” de su novio, agarro un vaso y lo llenó de cerveza dando ligeros sorbos. Viendo el otro grupo, él no sería menos.
Al menos, la buena noticia de ver a Lethe sorpresivamente en la fiesta lo alegró. No se esperaba a la enderth en una fiesta de este estilo.
—¡Hola! ¿Cómo es que al final aceptaste venir? Creía que no era lo tuyo estos ambientes —temía ser algo sobreanalítico conforme a las decisiones de la mujer pájaro, sorbiendo de nuevo el vaso yendo por la mitad y aflojando aun más el cuello del polo—. Igualmente es un placer que hayas venido Lethe —su presencia le subió los ánimos ciertamente, reflejado en una sincera sonrisa cuando Chromsa mencionó el poncho que ella llevaba.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
13/04/23, 04:04 pm
Lethe seguía en su mundo, con la mirad fija en el estanque que tan absorta la tenía, pero no había sabido qué más hacer. Se estaba planteando si tal vez debería volver una vez saludase a la varmana cuando escuchó una voz familiar que la sacó de su ensimismamiento. Sintió cierto alivio al reconocerla como la voz de Amira, que además también iba acompañada de Chromsa y Adam. Los tres se acercaron a ella y les sonrió. Los comentarios acerca de que se alegraban de verla allí le hicieron sentirse querida y por un instante desapareció la sensación de sentirse totalmente fuera de lugar, aunque ya sabía de sobra que el sentimiento era mutuo.
—Buenas noches, pollos —devolvió los saludos con un tono ligeramente jocoso—. La verdad es que yo también pensaba que ya no vendría —añadió con sarcasmo—. Pero quería al menos saludar a Kahlo y agradecerle su invitación. Gracias, Chromsa —le dijo al fauno cuando comentó acerca de su nuevo poncho—. Tu, eh... —tuvo que hacer una pausa para contemplar bien la vestimenta de los tres: Amira estaba preciosa, pero las pintas de Adam le impedían comentar de forma general acerca de la elección de vestuario de sus amigos— me gusta tu bufanda, es muy de tu estilo.
Al menos eso podía decirlo: el atuendo de Chromsa no resultaba tan dañino a la vista como el de su acompañante. Le hubiese gustado hacerle un cumplido a la valkyria también, pero no quería que fuese demasiado obvio que no quería hablar sobre el aspecto del pegaso. Tal vez el tacto no fuese su fuerte, pero desde luego no quería herir a un amigo que además había mostrado un entusiasmo tan genuino al verla. Adam era demasiado bueno para su propio bien, además. Lo cierto era que al fauno le pasaba lo mismo y quizás por eso hacían tan buena pareja.
>>Bueno, supongo que querréis ir al meollo del asunto, ¿no? —añadió señalando hacia la piscina con un movimiento de cabeza—. Yo entre tanta gente no creo que me meta, la verdad. Pero si queréis acercaros a charlar en algún momento... bueno, puedo esperar un poco más contemplando las carpas. Ya me entretendré con algún juego en el móvil.
Un juego de pesca, por supuesto.
—Buenas noches, pollos —devolvió los saludos con un tono ligeramente jocoso—. La verdad es que yo también pensaba que ya no vendría —añadió con sarcasmo—. Pero quería al menos saludar a Kahlo y agradecerle su invitación. Gracias, Chromsa —le dijo al fauno cuando comentó acerca de su nuevo poncho—. Tu, eh... —tuvo que hacer una pausa para contemplar bien la vestimenta de los tres: Amira estaba preciosa, pero las pintas de Adam le impedían comentar de forma general acerca de la elección de vestuario de sus amigos— me gusta tu bufanda, es muy de tu estilo.
Al menos eso podía decirlo: el atuendo de Chromsa no resultaba tan dañino a la vista como el de su acompañante. Le hubiese gustado hacerle un cumplido a la valkyria también, pero no quería que fuese demasiado obvio que no quería hablar sobre el aspecto del pegaso. Tal vez el tacto no fuese su fuerte, pero desde luego no quería herir a un amigo que además había mostrado un entusiasmo tan genuino al verla. Adam era demasiado bueno para su propio bien, además. Lo cierto era que al fauno le pasaba lo mismo y quizás por eso hacían tan buena pareja.
>>Bueno, supongo que querréis ir al meollo del asunto, ¿no? —añadió señalando hacia la piscina con un movimiento de cabeza—. Yo entre tanta gente no creo que me meta, la verdad. Pero si queréis acercaros a charlar en algún momento... bueno, puedo esperar un poco más contemplando las carpas. Ya me entretendré con algún juego en el móvil.
Un juego de pesca, por supuesto.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
13/04/23, 05:15 pm
Riendo alegre por la broma de Kahlo, no perdió el tiempo despidiéndose de los dos hermanos. Estaba bastante seguro de que los vería dentro de nuevo en cuanto terminaran en la puerta y tampoco quería acaparar todo su tiempo ahí.
Colmillo, como un hombre con una misión, enfiló la sala de la mansión cruzándola casi sin mirarla con el objetivo del jardín en mente y las voces y música que podía oir como guía.
-¡Pero qué puto grande es esto, la virgen! -exclamó en cuanto cruzó las puertas que conducían al porche y a la piscina.
Para Colmillo no era nada desconocido que algunos de sus amigos nadaban en dinero y aunque había apreciado totalmente el tamaño de la finca y la casa al llegar a ella, todavía tenía la capacidad de sorprenderse por la opulencia y el tamaño de... bueno, todo.
Pero por muy sorprendido que estuviera, Colmillo seguía siendo un hombre con una misión y no había venido hasta el culo del monte a apreciar las putas palmeras. Solo necesitó un barrido por el lugar para localizar su objetivo. Una cresta rosa acompañada de dos morenos, todos reunidos al lado de una mesa a rebosar de alcohol. Win-win.
-¿¡Qué pasa, peña!? -saludó acercándose, casi dando saltos-. Vaya como se las gasta el puto pijo, ¿eh? -comentó mientras abrazaba uno por uno a Connor, Ethan y Rick, acompañando los abrazos con golpes en los brazos, quizás un poco más fuertes de lo que normalmente hacía por la emoción-. Joder, cómo promete la noche. ¿Qué tenemos por aquí? -preguntó observando por encima la mesa de bebidas-. ¡Ojojo! Aquí hay mierda de la buena -se contestó a sí mismo en cuanto empezó a ver la variedad de bebidas y marcas-. ¿Qué? ¿Hay cojones de empezar con un Long Island bien cargado? -preguntó mientras levantaba el vodka, el tequila, el ron y la ginebra a la vez, dos botellas en cada mano.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
13/04/23, 05:54 pm
Maila llevaba días deseando que llegara la ansiada fiesta. Nada más recibir la invitación de su amiga Kahlo había ido de compras en busca de qué ponerse. Obviamente se había llevado a su hermana consigo, que siempre quería acompañarla a todos sitios. Mana era como una versión miniaturizada de la propia Maila, pero con la energía inagotable de la propia niñez y una curiosidad insaciable. Sus dos hermanos no fueron con ellas, Arthur Jr. era demasiado pequeño y Api demasiado adolescente. Se había negado a ir porque eso eran "cosas de chicas". La hawaiana no lo había educado así pero el chico era muy cabezota como para cambiar de opinión, en eso sí que se parecía a ella. Tras muchas prendas y múltiples negativas por parte de su hermana pequeña al fin dieron con algo que era del agrado de las dos. Porque obviamente primero antes que nada la ropa debía pasar por el crítico ojo de la niña.
Y con ese mismo look iba a la fiesta ahora, una semana después. Maila iba por completo de blanco llevando un traje de chaqueta. Ésta la llevaba abierta, dejando ver el palabra de honor blanco que había debajo. Los pantalones eran de pinza, y se cerraban algo por encima de la cintura. Como calzado iba con unas sandalias con tiras de cuero entrelazadas, y que se sujetaban en torno a sus tobillos. Llevaba el pelo negro y rizado suelto a la altura de la clavícula, peinado con espuma para darle un toque más fresco y rizado aún. Llevaba un colgante en el cuello y algunas pulseras y brazaletes en las muñecas y los hombros. Todos éstos accesorios venían con piedras preciosas doradas, que aunque lo parecían no eran reales ni mucho menos. No tenía tanto dinero para permitirse unas de verdad pero a Maila le daba igual, eran bonitas y punto. Por último portaba una mochilita de cuero en el hombro, donde escondía bastante bien el trikini dorado que pensaba ponerse después en la piscina.
Fleur por su parte iba maravillosa y a la hawaiana le costaba apartar la mirada de ella. Después de varios meses su relación se había formalizado hacía un tiempo y Maila estaba más que contenta con ello. Por eso aquel día debía ser uno inolvidable junto a su novia. Por otro lado habían acordado tener una noche más "flexible" y a las dos les parecía bien. Le pilló de improviso el comentario travieso de la francesa y se puso algo nerviosa, pero si algo sabía hacer ella era poner nerviosa a Fleur. Así que la miró con una sonrisa atrevida antes de hablar.
-Me parece genial, pero recuerda...soy bastante competitiva en todo. Puede que tengas que apuntar todas mis experiencias de esta noche en una libreta.- Le dijo con tono burlón, haciendo un pequeño gesto de pena con la cara. Obviamente no pensaba en ello como un desafío entre las dos, y solo buscaba picar a Fleur. Luego sonrió divertida y se acercó a su oído.- Y repetirlo conmigo después...-
Tras aquella insinuación se dirigió expresamente a Kahlo con una sonrisa, sabiendo que tendría que haber puesto bastante nerviosa a Fleur con ese comentario.
-¡Pero qué guapa vas, Kahlo!- Saludó cuando llegaron juntas hasta ella, dándole un par de besos y luego un afectuoso abrazo. La verdad es que su amiga iba espléndida y no podía negar que le ponía un poco nerviosa.- Y bueno vuestra casa es preciosa, estoy alucinando.- Dijo con una sonrisa sincera.
Y con ese mismo look iba a la fiesta ahora, una semana después. Maila iba por completo de blanco llevando un traje de chaqueta. Ésta la llevaba abierta, dejando ver el palabra de honor blanco que había debajo. Los pantalones eran de pinza, y se cerraban algo por encima de la cintura. Como calzado iba con unas sandalias con tiras de cuero entrelazadas, y que se sujetaban en torno a sus tobillos. Llevaba el pelo negro y rizado suelto a la altura de la clavícula, peinado con espuma para darle un toque más fresco y rizado aún. Llevaba un colgante en el cuello y algunas pulseras y brazaletes en las muñecas y los hombros. Todos éstos accesorios venían con piedras preciosas doradas, que aunque lo parecían no eran reales ni mucho menos. No tenía tanto dinero para permitirse unas de verdad pero a Maila le daba igual, eran bonitas y punto. Por último portaba una mochilita de cuero en el hombro, donde escondía bastante bien el trikini dorado que pensaba ponerse después en la piscina.
Fleur por su parte iba maravillosa y a la hawaiana le costaba apartar la mirada de ella. Después de varios meses su relación se había formalizado hacía un tiempo y Maila estaba más que contenta con ello. Por eso aquel día debía ser uno inolvidable junto a su novia. Por otro lado habían acordado tener una noche más "flexible" y a las dos les parecía bien. Le pilló de improviso el comentario travieso de la francesa y se puso algo nerviosa, pero si algo sabía hacer ella era poner nerviosa a Fleur. Así que la miró con una sonrisa atrevida antes de hablar.
-Me parece genial, pero recuerda...soy bastante competitiva en todo. Puede que tengas que apuntar todas mis experiencias de esta noche en una libreta.- Le dijo con tono burlón, haciendo un pequeño gesto de pena con la cara. Obviamente no pensaba en ello como un desafío entre las dos, y solo buscaba picar a Fleur. Luego sonrió divertida y se acercó a su oído.- Y repetirlo conmigo después...-
Tras aquella insinuación se dirigió expresamente a Kahlo con una sonrisa, sabiendo que tendría que haber puesto bastante nerviosa a Fleur con ese comentario.
-¡Pero qué guapa vas, Kahlo!- Saludó cuando llegaron juntas hasta ella, dándole un par de besos y luego un afectuoso abrazo. La verdad es que su amiga iba espléndida y no podía negar que le ponía un poco nerviosa.- Y bueno vuestra casa es preciosa, estoy alucinando.- Dijo con una sonrisa sincera.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
13/04/23, 10:14 pm
Más y más amigos de su hermano empezaron a llegar de golpe. Por mil troncos podridos, tenían que hacerlo ahora que Nohlem no estaba con ella en la puerta, ¿¡verdad!? Se cansó a los pocos minutos de la sonrisita de niña buena y los saludos cariñosos, y es que hubo alguno que hasta la confundió con su mellizo al grito de “¿¡CAPULLO TE HAS TRAVESTIDO!?”. Se sintió una falsa por reirse y quitarle importancia cuando lo que realmente quería era cruzarle la cara con sus uñas recién hechas. A él y a su hermano por haber ganado al piedra papel y tijeras, y ya puestos, por haber tenido la suerte de compartir hueco en el útero. Ya se estaba mentalizando para tener que sonreír otra puñetera vez y mandar otra cuenta de taxi a Nohlem de los palerdos que bajasen del coche cuando la sorprendieron dos chicas hermosas. Pero no dos chicas hermosas cualquiera: SUS chicas hermosas.
Kahlo se echó hacia atrás aprovechando que aún no la habían visto, encendió la cámara selfie de su móvil y se arregló el pelo rápidamente. El corazón le daba brincos y tenía ganas de emitir un sonido demasiado agudo para este mundo, el cual terminó soltando igualmente. Intentó que no se le notase la energía en la cara al asomarse de nuevo, pero estaba siendo difícil.
—¿Fleur? ¿Maila? ¡Fleur, Maila! —santos, estaba siendo horrible contener los sonidos de murciélago que se le acumulaban en el cuerpo. Ya de por si esas dos eran lindísimas, pero esa noche iban vestidas de manera que cualquier duda seria que hubiera tenido años atrás sobre su sexualidad quedaba relegada a “anécdota patética”. Y quizás estaba descubriendo que también era un poco voyeur porque estaba deseando ver a esas dos liarse—. ¡No! ¡No llegáis tarde llegáis perfectas! ¡En todos los sentidos!
Le ardían las mejillas, y cuando Maila la saludó con dos besos le ardieron aún más. La estrujó con el mismo afecto, momento en el que para su desgracia la hawaiiana escucharía como un leve pero constante ronroneo salía de la garganta de la varmana. Era algo involuntario, solo pasaba bajo ciertos estímulos, cuando su cerebro se relajaba -o en este caso derretía- demasiado y mandaba vibraciones difíciles de frenar a sus cuerdas vocales. Era el tic más molesto y vergonzoso del mundo. A eso encima le sumaba el saber que tendría las pupilas tan redondas como su hermano al ver a sus amigos y… Carraspeó. No quería censurar su alegría pero si mantener la elegancia, por favor.
—¡Gracias amor! —le contestó a Maila con más acento del habitual—. Estáis… estás impresionantes. De verdad —se puso ambas manos en las mejillas para ver si así las enfriaba un poco. Le dolía la cara de tanto sonreír, ya en serio—. ¡Pasad por favor, pasad!
A la puerta le iban a dar por culo. Las guió a la entrada y siguió con ellas.
—Hay comida y bebida para tres días enteros, y la lista de música es pública… Mi hermano lo ha montado extremadamente bien, la verdad. La piscina tiene hasta luces de colores, si habéis traido bañador. Y si en algún momento os cansáis de la gente nos podemos meter en mi cuarto —no iba con segundas, pero si lo entendían así… no sería ella quien las corrigiera—. ¡Ya están Chromsa, Adam y Amira dentro! Me falta Lethe, pero no sé si va a venir al final. También han venido Kalna y Serena y ¡buuf! ¡Como vienen las dos!
Pensó muy fuertemente en Rick, pero el corazón se le iba a expresar su parte más sáfica ahora mismo. A él también trataría de secuestrarlo de algún modo, aunque sabía que no iba a ser fácil estando su hermano en medio.
Kahlo se echó hacia atrás aprovechando que aún no la habían visto, encendió la cámara selfie de su móvil y se arregló el pelo rápidamente. El corazón le daba brincos y tenía ganas de emitir un sonido demasiado agudo para este mundo, el cual terminó soltando igualmente. Intentó que no se le notase la energía en la cara al asomarse de nuevo, pero estaba siendo difícil.
—¿Fleur? ¿Maila? ¡Fleur, Maila! —santos, estaba siendo horrible contener los sonidos de murciélago que se le acumulaban en el cuerpo. Ya de por si esas dos eran lindísimas, pero esa noche iban vestidas de manera que cualquier duda seria que hubiera tenido años atrás sobre su sexualidad quedaba relegada a “anécdota patética”. Y quizás estaba descubriendo que también era un poco voyeur porque estaba deseando ver a esas dos liarse—. ¡No! ¡No llegáis tarde llegáis perfectas! ¡En todos los sentidos!
Le ardían las mejillas, y cuando Maila la saludó con dos besos le ardieron aún más. La estrujó con el mismo afecto, momento en el que para su desgracia la hawaiiana escucharía como un leve pero constante ronroneo salía de la garganta de la varmana. Era algo involuntario, solo pasaba bajo ciertos estímulos, cuando su cerebro se relajaba -o en este caso derretía- demasiado y mandaba vibraciones difíciles de frenar a sus cuerdas vocales. Era el tic más molesto y vergonzoso del mundo. A eso encima le sumaba el saber que tendría las pupilas tan redondas como su hermano al ver a sus amigos y… Carraspeó. No quería censurar su alegría pero si mantener la elegancia, por favor.
—¡Gracias amor! —le contestó a Maila con más acento del habitual—. Estáis… estás impresionantes. De verdad —se puso ambas manos en las mejillas para ver si así las enfriaba un poco. Le dolía la cara de tanto sonreír, ya en serio—. ¡Pasad por favor, pasad!
A la puerta le iban a dar por culo. Las guió a la entrada y siguió con ellas.
—Hay comida y bebida para tres días enteros, y la lista de música es pública… Mi hermano lo ha montado extremadamente bien, la verdad. La piscina tiene hasta luces de colores, si habéis traido bañador. Y si en algún momento os cansáis de la gente nos podemos meter en mi cuarto —no iba con segundas, pero si lo entendían así… no sería ella quien las corrigiera—. ¡Ya están Chromsa, Adam y Amira dentro! Me falta Lethe, pero no sé si va a venir al final. También han venido Kalna y Serena y ¡buuf! ¡Como vienen las dos!
Pensó muy fuertemente en Rick, pero el corazón se le iba a expresar su parte más sáfica ahora mismo. A él también trataría de secuestrarlo de algún modo, aunque sabía que no iba a ser fácil estando su hermano en medio.
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Personajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
14/04/23, 11:26 am
Al entrar al lugar no pudo evitar soltar un silbido animado ante el panorama. Una cosa era visitar el lugar para recoger esporádicamente a Nohlem o saludar a su respectiva familia y otra muy distinta deleitarse con un porche perfectamente decorado. El sitio era tan espectacular que casi lamentó no haberse traído bañador, pero siendo sinceros no pensaba meterse de igual manera.
Cuando Connor localizó a Rick no pudo evitar unirse al griterío animado de ver como la pandilla se estaba juntando. Ante el choque de manos le devolvió un fuerte abrazo riendo cuando ni siquiera Rick pudo evitar hacer un comentario sobre su ropa.
-Oh por favor, prometo que si llego a saber que llamaría tanto la atención me habría tapado más. -Replicó con una indignación fingida, cargada de humor para lidiar con la vergüenza que le estaba generando la situación. -Ha no te preocupes Rick, si nosotros poco tenemos que decidir.
Como si lo hubieran invocado, un Colmillo salvaje apareció ante la mención de alcohol. El cuarto en discordia ya estaba allí lo que significaba que ahora sí estaban listos para empezar la marcha. Después de devolverle el abrazo con la misma efusividad se quedó atónito viendo cómo de rápido querían empezar. En otras ocasiones habría bajado el ritmo de entrada antes que seguir a los locos de Connor y Colmillo en su carrera por ver quién alcanza el coma etílico primero, pero por dios, necesitaba alcohol en vena para quitarme de la cabeza toda la timidez que le quedaba.
-Ah, creo que moriré por dejar que seas TU quien cargue las bebidas. Pero por dios dale, hay que calentar motores rapido.
Por si acaso, localizó rápidamente las mesas con comida. Siempre podía hacer un poco de trampas para que el alcohol le resultará más llevadero, porque ni de coña iba a seguirles el ritmo a los dos psicópatas que tenía como compañeros. Así que una vez encontrado el lugar de canapés se acercó a Rick para dejar que los otros dos empezaran a servir alcohol como animales.
-De esta no salimos pero bueno… ¿Llevas mucho por aquí? ¿Ya has localizado a alguna chica bonita? -Aprovecho esa breve pausa para dedicarle una sonrisa traviesa. Aún sin diferenciar bien quienes eran, Rick se había despedido de otro grupo. Y, él tenía primicias que seguro le alegraba la noche al chico. -Te aviso, que por tu derecha, se está acercando una polizona que seguro te anima las vistas. -Le hizo un sutil gesto con la cabeza, para evitar que el Neoyorkino girara de forma muy cantosa. Ethan estaba viendo como Serena aparecía en la mansión acompañada y sí algo sabía es que entre Rick y ella siempre había existido un pique muy extraño.
Después del comentario burlón, no puedo evitar seguir cotilleando la entrada. No solo era una buena posición para catar el mercado, si no que en parte guardaba la esperanza de que una vez el afluente de gente se cortará Nohlem apareciera. Sabía que sería realmente raro que no se les perdiera la mitad de la noche, pero oye era una fiesta a lo grande, uno tenía que mantener los sueños a la misma altura.
-Joder chicos, la madre que pario al puto pijo que tenemos como amigo. Ha invitado a media uní el cabronazo.
Cuando Connor localizó a Rick no pudo evitar unirse al griterío animado de ver como la pandilla se estaba juntando. Ante el choque de manos le devolvió un fuerte abrazo riendo cuando ni siquiera Rick pudo evitar hacer un comentario sobre su ropa.
-Oh por favor, prometo que si llego a saber que llamaría tanto la atención me habría tapado más. -Replicó con una indignación fingida, cargada de humor para lidiar con la vergüenza que le estaba generando la situación. -Ha no te preocupes Rick, si nosotros poco tenemos que decidir.
Como si lo hubieran invocado, un Colmillo salvaje apareció ante la mención de alcohol. El cuarto en discordia ya estaba allí lo que significaba que ahora sí estaban listos para empezar la marcha. Después de devolverle el abrazo con la misma efusividad se quedó atónito viendo cómo de rápido querían empezar. En otras ocasiones habría bajado el ritmo de entrada antes que seguir a los locos de Connor y Colmillo en su carrera por ver quién alcanza el coma etílico primero, pero por dios, necesitaba alcohol en vena para quitarme de la cabeza toda la timidez que le quedaba.
-Ah, creo que moriré por dejar que seas TU quien cargue las bebidas. Pero por dios dale, hay que calentar motores rapido.
Por si acaso, localizó rápidamente las mesas con comida. Siempre podía hacer un poco de trampas para que el alcohol le resultará más llevadero, porque ni de coña iba a seguirles el ritmo a los dos psicópatas que tenía como compañeros. Así que una vez encontrado el lugar de canapés se acercó a Rick para dejar que los otros dos empezaran a servir alcohol como animales.
-De esta no salimos pero bueno… ¿Llevas mucho por aquí? ¿Ya has localizado a alguna chica bonita? -Aprovecho esa breve pausa para dedicarle una sonrisa traviesa. Aún sin diferenciar bien quienes eran, Rick se había despedido de otro grupo. Y, él tenía primicias que seguro le alegraba la noche al chico. -Te aviso, que por tu derecha, se está acercando una polizona que seguro te anima las vistas. -Le hizo un sutil gesto con la cabeza, para evitar que el Neoyorkino girara de forma muy cantosa. Ethan estaba viendo como Serena aparecía en la mansión acompañada y sí algo sabía es que entre Rick y ella siempre había existido un pique muy extraño.
Después del comentario burlón, no puedo evitar seguir cotilleando la entrada. No solo era una buena posición para catar el mercado, si no que en parte guardaba la esperanza de que una vez el afluente de gente se cortará Nohlem apareciera. Sabía que sería realmente raro que no se les perdiera la mitad de la noche, pero oye era una fiesta a lo grande, uno tenía que mantener los sueños a la misma altura.
-Joder chicos, la madre que pario al puto pijo que tenemos como amigo. Ha invitado a media uní el cabronazo.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
14/04/23, 01:11 pm
Nohlem tenía demasiado entusiasmo en el cuerpo para ser bueno, y con demasiado hablo del punto en el que ya no era capaz de concentrarse en una sola cosa. Se detuvo un segundo delante de un espejo para peinarse y arreglarse el cuello de la camisa, luego fue a la cocina a por algo que olvidó tras unos segundos plantado en medio como un pasmarote. Volvió sobre sus pasos hasta el espejo como si se hubiera dejado la cabeza en este y desabrochó un segundo botón para -¿por qué no?- dejar más al aire sus clavículas, momento en el que una chica guapa de su clase se adelantó a los amigos que la acompañaban para abrazarle por la espalda. Le saludó efusivamente con la voz aguda por la emoción y le dio un beso en la mejilla peligrosamente cerca de la boca, a lo que Nohlem respondió con el mismo cariño, procurando, eso sí, que no se le vieran las costuras al no caer en como se llamaba: joder, se había liado con ella hace nada, era Marta, ¿María…? Por si acaso no dijo su nombre.
Tras despedirse del grupo volvió a la cocina. Comerse el coco por el nombre de la muchacha liberó el recuerdo de lo que quería de ahí: un puñetero cubalibre, eso. Podía preparárselo fuera que es donde estaba la gente y el alcohol ya empezado, pero necesitaba jugar con un poquito de margen. Entre echar el hielo, la coca cola y el ron se dio unas palmaditas en las mejillas para infundirse templanza: no quería quedarse en blanco otra vez (especialmente con Connor o Ethan, podía contar con los dedos de una mano las veces que el británico le había devuelto las fichas), y salió tras un buen sorbo a su vaso. No volvió a pasar una tercera vez por el espejo del pasillo para fortuna de su tiempo y “desgracia” de su cara, pues volvía a tener chiquita mancha de pintalabios gracias a Marimarta.
Dio un pequeño rodeo para salir por la habitación contigua, donde estaban el piano, los discos de vinilo que coleccionaban su padre y él y la mesa de billar. La puerta corredera de cristal estaba cerrada, asi que la abrió con su manojo de llaves.
—¡SE ABRE EL BILLAAAR! —gritó al asomarse.
Antes de partir, no obstante, escribiría una nota bien grande y la dejaría sobre las teclas del instrumento: “Al que toque el piano le corto los dedos con una lata serrada por la mitad -♡N”. Tenía unas ganas locas de salir a bailar, pero asegurarse de la integridad de su hijo era superior a todo eso.
Por fin el varmano salió al jardín, haciendo reverencias teatrales, guiñando ojos y lanzando besos a los que le saludaban, así como devolviendo baile a los que le bailaban por el camino. No tenía vergüenza alguna que quitarse de encima, ni alcohol que le hiciera falta para entrar en el mood. Con sus amigos y sus ralladas mentales, no obstante, era distinto. Dio un pequeño trago al verles para aclararse la garganta y las ideas, abrió bien los brazos en su dirección y sonrió con picardía.
—¡COMPADREEEES! ¡Prometí que estaría con vosotros! ¡¿He cumplido o no!? —rodeó los hombros de Rick y Colmillo con un brazo—. ¡Epa cabrón, cuidado con mi hermana, que te tiene echado el ojo! ¿Tú no sabes que cuando los gatos nos encaprichamos de algo ya lo tenemos que cazar sí o sí? —se rió, y de la manera menos discreta posible le dedicó una larga mirada a Ethan, con una sonrisa zorruna apenas simulada tras el vaso. Al acabar el trago carraspeó.
>>¡Connor! —llamó su atención y le lanzó una llave del mismo manojo que había usado antes—. Mira ahí —señaló una nevera de viaje bastante grande bajo una de las mesas. Tenía un candado en la puerta—. Esa nena es toda tuya, amigo. Aunque veo que vais finos… —por supuesto se refería a lo que Colmillo llevaba encima—. ¡Pero venga hombre! ¿¡Solo queréis emborracharos a lo hooligan?! ¡No tenéis salsa en el cuerpo!
Tras despedirse del grupo volvió a la cocina. Comerse el coco por el nombre de la muchacha liberó el recuerdo de lo que quería de ahí: un puñetero cubalibre, eso. Podía preparárselo fuera que es donde estaba la gente y el alcohol ya empezado, pero necesitaba jugar con un poquito de margen. Entre echar el hielo, la coca cola y el ron se dio unas palmaditas en las mejillas para infundirse templanza: no quería quedarse en blanco otra vez (especialmente con Connor o Ethan, podía contar con los dedos de una mano las veces que el británico le había devuelto las fichas), y salió tras un buen sorbo a su vaso. No volvió a pasar una tercera vez por el espejo del pasillo para fortuna de su tiempo y “desgracia” de su cara, pues volvía a tener chiquita mancha de pintalabios gracias a Marimarta.
Dio un pequeño rodeo para salir por la habitación contigua, donde estaban el piano, los discos de vinilo que coleccionaban su padre y él y la mesa de billar. La puerta corredera de cristal estaba cerrada, asi que la abrió con su manojo de llaves.
—¡SE ABRE EL BILLAAAR! —gritó al asomarse.
Antes de partir, no obstante, escribiría una nota bien grande y la dejaría sobre las teclas del instrumento: “Al que toque el piano le corto los dedos con una lata serrada por la mitad -♡N”. Tenía unas ganas locas de salir a bailar, pero asegurarse de la integridad de su hijo era superior a todo eso.
Por fin el varmano salió al jardín, haciendo reverencias teatrales, guiñando ojos y lanzando besos a los que le saludaban, así como devolviendo baile a los que le bailaban por el camino. No tenía vergüenza alguna que quitarse de encima, ni alcohol que le hiciera falta para entrar en el mood. Con sus amigos y sus ralladas mentales, no obstante, era distinto. Dio un pequeño trago al verles para aclararse la garganta y las ideas, abrió bien los brazos en su dirección y sonrió con picardía.
—¡COMPADREEEES! ¡Prometí que estaría con vosotros! ¡¿He cumplido o no!? —rodeó los hombros de Rick y Colmillo con un brazo—. ¡Epa cabrón, cuidado con mi hermana, que te tiene echado el ojo! ¿Tú no sabes que cuando los gatos nos encaprichamos de algo ya lo tenemos que cazar sí o sí? —se rió, y de la manera menos discreta posible le dedicó una larga mirada a Ethan, con una sonrisa zorruna apenas simulada tras el vaso. Al acabar el trago carraspeó.
>>¡Connor! —llamó su atención y le lanzó una llave del mismo manojo que había usado antes—. Mira ahí —señaló una nevera de viaje bastante grande bajo una de las mesas. Tenía un candado en la puerta—. Esa nena es toda tuya, amigo. Aunque veo que vais finos… —por supuesto se refería a lo que Colmillo llevaba encima—. ¡Pero venga hombre! ¿¡Solo queréis emborracharos a lo hooligan?! ¡No tenéis salsa en el cuerpo!
- ♪♫♬:
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidadPersonajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
14/04/23, 01:37 pm
Lo habían descubierto. A cierta distancia, se alzaban sus perseguidores. Además, el reptil parecía haberlo reconocido parcialmente y ahora intentaba precisar su identidad. No solamente hacía eso, sino que además señalaba que su disfraz no era adecuado y la persona peliazul que se encontraba a su lado tampoco dudaba en burlarse de él.
Abel estaba tan rojo como las rosas de su ramo. Quería morirse, desaparecer y que se olvidasen de él, por lo que no paraba de pensar soluciones para la situación tan peliaguda en la que se encontraba. La única respuesta que se le ocurrió tan absurda como peligrosa, pero tenía que ganar tiempo para salir de ahí y dar su verdadera identidad no era una opción.
- No… Entender…– dijo con un marcado acento extranjero y una voz más que temblorosa, mientras se tapaba la cara con el velo y el ramo de rosas – Secreto… Fiesta… Boda… Sorpresa… Aquí…
Quería dar a entender que era parte de una sorpresa de los anfitriones y que no metiesen más las narices en ello, ya que una boda es algo muy serio y fácil de arruinar. Además, metió lo del acento para que entendiesen que no se conocían de antes y que no se podrían comunicar bien. De esta manera, hizo una minúscula reverencia a modo de despedida y salió con rapidez hacia la casa. Caminaba veloz y sin pausa hacia una puerta en la que no había nadie, cerca de la piscina. Abel tenía la mirada tan baja y estaba tan concentrado en meterse en la casa que no se dio cuenta de si había o no alguien a su alrededor. Ya no importaba, lo único que sí que era clave era encontrar ropa para cambiarse y salir de ahí sin llamar la atención.
Sin saberlo, los pétalos de rosas marcaban de nuevo el camino que este seguía
Consiguió meterse en una habitación en la que había un piano. La cerró y puso la pesada silla del piano frente a la puerta, para que hiciese de tope. De tal forma, empezó a buscar ropa desesperado. No encontraba nada, pero no paraba de abrir todos los armarios y cajones que había por la habitación. Hasta que al final, se apoyó levemente en el piano para descansar y pensar que hacer, dado que en el lugar que se encontraba no había ni pizca de ropa.
Abel estaba tan rojo como las rosas de su ramo. Quería morirse, desaparecer y que se olvidasen de él, por lo que no paraba de pensar soluciones para la situación tan peliaguda en la que se encontraba. La única respuesta que se le ocurrió tan absurda como peligrosa, pero tenía que ganar tiempo para salir de ahí y dar su verdadera identidad no era una opción.
- No… Entender…– dijo con un marcado acento extranjero y una voz más que temblorosa, mientras se tapaba la cara con el velo y el ramo de rosas – Secreto… Fiesta… Boda… Sorpresa… Aquí…
Quería dar a entender que era parte de una sorpresa de los anfitriones y que no metiesen más las narices en ello, ya que una boda es algo muy serio y fácil de arruinar. Además, metió lo del acento para que entendiesen que no se conocían de antes y que no se podrían comunicar bien. De esta manera, hizo una minúscula reverencia a modo de despedida y salió con rapidez hacia la casa. Caminaba veloz y sin pausa hacia una puerta en la que no había nadie, cerca de la piscina. Abel tenía la mirada tan baja y estaba tan concentrado en meterse en la casa que no se dio cuenta de si había o no alguien a su alrededor. Ya no importaba, lo único que sí que era clave era encontrar ropa para cambiarse y salir de ahí sin llamar la atención.
Sin saberlo, los pétalos de rosas marcaban de nuevo el camino que este seguía
Consiguió meterse en una habitación en la que había un piano. La cerró y puso la pesada silla del piano frente a la puerta, para que hiciese de tope. De tal forma, empezó a buscar ropa desesperado. No encontraba nada, pero no paraba de abrir todos los armarios y cajones que había por la habitación. Hasta que al final, se apoyó levemente en el piano para descansar y pensar que hacer, dado que en el lugar que se encontraba no había ni pizca de ropa.
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
14/04/23, 09:21 pm
-Joder, si ahí viene el puto caballero- Le contestó con una leve sonrisa a Rick, cuando se acercó saludándoles con un choque de manos. El chico iba bastante veraniego y cómodo con aquella camisa, pero conservando esa elegancia que siempre llevaba encima. Aquella noche tenía pinta de ser una de esas legendarias, y que el neoyorquino se hubiera unido a la fiesta solo confirmaba que sería así. Cuando mencionó la vestimenta de Ethan y éste dijo que tendría que haber ido más tapado el canadiense soltó una risotada.- Los cojones, Ethan. Sí lo estás disfrutando cabronazo.- Contestaría negando con la cabeza y una sonrisa en los labios, después se dirigiría nuevamente a Rick. -Yo lo tengo claro. Quiero mi puta cerveza.- Informaría por segunda vez en la noche, y probablemente no sería la última.
No tardó en escuchar otro grito y el motero se dio la vuelta sonriendo al saber quién venía. Se trataba de Colmillo y de todos sus amigos era con el que más se sentía identificado a la hora de vestir, al ver la chupa de cuero que llevaba puesta. En eso y seguramente en que probablemente serían los dos que más acabarían puestos hasta las cejas de alcohol.<< Estaré limpiando las motos de los huevos de todo el club, pero he hecho bien en no perderme la puñetera fiesta.>> Pensó, cada vez más optimista con cada nueva aparición que tenía lugar.
-Eh, Colmillo... Maldito hijo de puta, no te pierdes ninguna fiesta si hay birra, ¿eh?- Bromearía mientras le devolvía el abrazo con fuerza y le daba varias palmadas fuertes en la espalda.- Me sobran cojones con el Long Island, pero antes quiero mi puta cerveza.- Diría por tercera vez, y probablemente no sería la última.
Finalmente parecía que Nohlem se había escapado de atender en la puerta, porque apareció dirigiéndose a ellos mientras se marcaba algunos bailecitos por el camino. Connor lo observó durante el trayecto con los brazos cruzados y una sonrisilla por eso y por la marca de pintalabios que llevaba en la mejilla. Aunque él no pensaba decirle nada sobre eso último. No se le escapó la nueva indirecta que le marcó a Ethan tampoco, pero no le sorprendía conociendo como era el felino y teniendo en cuenta la provocativa vestimenta del británico.- Es eso así, ¿Rick? ¿Vas robándole hermanas a la gente? Joder...- Dijo para echar más leña a la broma del varmano. Cuando le lanzó las llaves el canadiense frunció el ceño confuso mientras las agarraba al vuelo, pero una vez le señaló la nevera no pudo evitar soltar una sonora carcajada.
-¡Nohlem! ¡Pedazo de capullo estirado!- Soltó dándole varias palmadas fuertes en el hombro, para luego dirigirse hacia la nevera y agacharse.- Eres un puto ricachón de mierda y pijo, pero joder, te has coronado con esto.- Dijo en tono jocoso. Sus amigos sabrían que ésta era la manera más sincera y pura de agradecimiento que podía transmitir el motero. Cuando quitó el candado y abrió la nevera descubrió su contenido. Dentro había cerveza, la ansiada cerveza. -¡Colmillo, ven aquí! Tengo más mierda para meter en tu Long Island.-
No tardó en escuchar otro grito y el motero se dio la vuelta sonriendo al saber quién venía. Se trataba de Colmillo y de todos sus amigos era con el que más se sentía identificado a la hora de vestir, al ver la chupa de cuero que llevaba puesta. En eso y seguramente en que probablemente serían los dos que más acabarían puestos hasta las cejas de alcohol.<< Estaré limpiando las motos de los huevos de todo el club, pero he hecho bien en no perderme la puñetera fiesta.>> Pensó, cada vez más optimista con cada nueva aparición que tenía lugar.
-Eh, Colmillo... Maldito hijo de puta, no te pierdes ninguna fiesta si hay birra, ¿eh?- Bromearía mientras le devolvía el abrazo con fuerza y le daba varias palmadas fuertes en la espalda.- Me sobran cojones con el Long Island, pero antes quiero mi puta cerveza.- Diría por tercera vez, y probablemente no sería la última.
Finalmente parecía que Nohlem se había escapado de atender en la puerta, porque apareció dirigiéndose a ellos mientras se marcaba algunos bailecitos por el camino. Connor lo observó durante el trayecto con los brazos cruzados y una sonrisilla por eso y por la marca de pintalabios que llevaba en la mejilla. Aunque él no pensaba decirle nada sobre eso último. No se le escapó la nueva indirecta que le marcó a Ethan tampoco, pero no le sorprendía conociendo como era el felino y teniendo en cuenta la provocativa vestimenta del británico.- Es eso así, ¿Rick? ¿Vas robándole hermanas a la gente? Joder...- Dijo para echar más leña a la broma del varmano. Cuando le lanzó las llaves el canadiense frunció el ceño confuso mientras las agarraba al vuelo, pero una vez le señaló la nevera no pudo evitar soltar una sonora carcajada.
-¡Nohlem! ¡Pedazo de capullo estirado!- Soltó dándole varias palmadas fuertes en el hombro, para luego dirigirse hacia la nevera y agacharse.- Eres un puto ricachón de mierda y pijo, pero joder, te has coronado con esto.- Dijo en tono jocoso. Sus amigos sabrían que ésta era la manera más sincera y pura de agradecimiento que podía transmitir el motero. Cuando quitó el candado y abrió la nevera descubrió su contenido. Dentro había cerveza, la ansiada cerveza. -¡Colmillo, ven aquí! Tengo más mierda para meter en tu Long Island.-
- Trish
Ficha de cosechado
Nombre: Serena
Especie: Humana
Habilidades: Astucia, agilidad y habilidad manualPersonajes : Serena: humana (1,60 cm)
Unidades mágicas : 5/5
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
15/04/23, 02:22 pm
Una vez dentro de la limusina Serena confirmó sus sospechas: definitivamente no pertenecía a ese mundo lleno de lujos. Pero eso era algo que iba a cambiar esa noche, estaba segura de ello. Se estaba repitiendo a sí misma esto último, como si se tratara de un mantra, cuando la limusina dio un frenazo en seco. Se quedó paralizada en el asiento, viendo cómo Kalna bajaba a hablar con el niño que había provocado el accidente, y que ahora estaba tendido en el suelo. Aunque más que hablar, la expresión corporal de Kalna dejaba claro que al chico le estaba cayendo una buena reprimenda. La escena le permitió un momento de alivio, al menos quería decir que no había pasado nada grave.
—Venga, no dejes que esto te ponga de mal humor —dijo suavemente cuando Kalna volvió a sentarse, acariciándole la rodilla para tratar de transmitirle un poco de calma—. Estoy segura de que esta noche va a ser inolvidable.
Llegaron a la mansión sin más imprevistos y se le cortó la respiración al ver la imponente fachada junto a las palmeras y plantas tropicales que la rodeaban. Cuando avanzaron hacia la entrada pudo reconocer a cuatro personas: los dos hermanos anfitriones, Connor y Ethan. Este último, para alegría de Serena, había optado por un crop top con rejilla que era igual o incluso más atrevido que su propia ropa. No había intercambiado más de un par de frases con ninguno de ellos, pero lo único que le preocupaba en esos momentos era que nadie mencionara que no estaba invitada.
—¡Kahlo, Nohlem, pero qué elegantes! —Serena sonrió con confianza, como si no fuera consciente de que no pintaba nada en esa fiesta—. Anda, y qué alegría veros a vosotros aquí —añadió dirigiéndose hacia Connor y Ethan.
«Qué alegría veros a vosotros aquí. ¿Puedo ser más estúpida?», se maldijo Serena, como si lo extraño no fuera que ella hubiera aparecido sin avisar. Al menos tuvieron la decencia de no mencionar nada al respecto. Al contrario, Kahlo le habló con total normalidad, mientras Serena no podía evitar admirar el peinado y la blusa que la chica había elegido para la ocasión.
Se acercó más a Kalna cuando entraron a la mansión, sintiéndose completamente insegura frente a aquellas personas tan elegantes y refinadas y con las que no tenía ningún tipo de relación. Buscó entre la gente a Abel pero, aunque no tenía ninguna pista del disfraz que había escogido, no había ni rastro de él. Comenzó a preocuparse por si le había pasado algo, debería haber llegado bastante antes que ellas.
—Voy a buscar el baño, ¿vale? —dijo dirigiéndose hacia Kalna—. Vuelvo ahora mismo.
Quería saber dónde estaba Abel, pero tampoco hacía falta que nadie notara que estaba preocupada por él. Avanzó por la casa buscando en cada rincón, estaba segura de que estaría apartado de cualquier grupo que se hubiera formado. Estaba a punto de rendirse, lo más seguro era que se hubiera arrepentido de ir en el último momento, cuando vio una figura vestida de blanco corriendo hacia una de las habitaciones.
«No me fastidies, esto es demasiado bueno para ser verdad», pensó Serena. Tuvo que taparse la boca con una de sus manos para ocultar la risa que se le había escapado. ¿De verdad había elegido un vestido de novia para ir a la fiesta? A Kalna le iba a encantar cuando se lo contara.
Se acercó hacia la habitación con la sonrisa dibujada aún en la cara, pero cuando intentó abrir notó que la puerta estaba bloqueada.
—¿¡Hola!? —Dio varios golpes a la puerta, por si Abel no podía escucharla por culpa de la música, pero no obtuvo ningún tipo de respuesta—. ¡Abel! Te he visto entrar, ábreme. —De nuevo, no hubo ninguna respuesta—. Si vas muy guapo, anda, no seas tonto.
Serena comenzó a impacientarse, ya hacía varios minutos que había dicho que iba al baño, por lo que su excusa pronto comenzaría a perder sentido.
—Venga, no dejes que esto te ponga de mal humor —dijo suavemente cuando Kalna volvió a sentarse, acariciándole la rodilla para tratar de transmitirle un poco de calma—. Estoy segura de que esta noche va a ser inolvidable.
Llegaron a la mansión sin más imprevistos y se le cortó la respiración al ver la imponente fachada junto a las palmeras y plantas tropicales que la rodeaban. Cuando avanzaron hacia la entrada pudo reconocer a cuatro personas: los dos hermanos anfitriones, Connor y Ethan. Este último, para alegría de Serena, había optado por un crop top con rejilla que era igual o incluso más atrevido que su propia ropa. No había intercambiado más de un par de frases con ninguno de ellos, pero lo único que le preocupaba en esos momentos era que nadie mencionara que no estaba invitada.
—¡Kahlo, Nohlem, pero qué elegantes! —Serena sonrió con confianza, como si no fuera consciente de que no pintaba nada en esa fiesta—. Anda, y qué alegría veros a vosotros aquí —añadió dirigiéndose hacia Connor y Ethan.
«Qué alegría veros a vosotros aquí. ¿Puedo ser más estúpida?», se maldijo Serena, como si lo extraño no fuera que ella hubiera aparecido sin avisar. Al menos tuvieron la decencia de no mencionar nada al respecto. Al contrario, Kahlo le habló con total normalidad, mientras Serena no podía evitar admirar el peinado y la blusa que la chica había elegido para la ocasión.
Se acercó más a Kalna cuando entraron a la mansión, sintiéndose completamente insegura frente a aquellas personas tan elegantes y refinadas y con las que no tenía ningún tipo de relación. Buscó entre la gente a Abel pero, aunque no tenía ninguna pista del disfraz que había escogido, no había ni rastro de él. Comenzó a preocuparse por si le había pasado algo, debería haber llegado bastante antes que ellas.
—Voy a buscar el baño, ¿vale? —dijo dirigiéndose hacia Kalna—. Vuelvo ahora mismo.
Quería saber dónde estaba Abel, pero tampoco hacía falta que nadie notara que estaba preocupada por él. Avanzó por la casa buscando en cada rincón, estaba segura de que estaría apartado de cualquier grupo que se hubiera formado. Estaba a punto de rendirse, lo más seguro era que se hubiera arrepentido de ir en el último momento, cuando vio una figura vestida de blanco corriendo hacia una de las habitaciones.
«No me fastidies, esto es demasiado bueno para ser verdad», pensó Serena. Tuvo que taparse la boca con una de sus manos para ocultar la risa que se le había escapado. ¿De verdad había elegido un vestido de novia para ir a la fiesta? A Kalna le iba a encantar cuando se lo contara.
Se acercó hacia la habitación con la sonrisa dibujada aún en la cara, pero cuando intentó abrir notó que la puerta estaba bloqueada.
—¿¡Hola!? —Dio varios golpes a la puerta, por si Abel no podía escucharla por culpa de la música, pero no obtuvo ningún tipo de respuesta—. ¡Abel! Te he visto entrar, ábreme. —De nuevo, no hubo ninguna respuesta—. Si vas muy guapo, anda, no seas tonto.
Serena comenzó a impacientarse, ya hacía varios minutos que había dicho que iba al baño, por lo que su excusa pronto comenzaría a perder sentido.
No existen los finales felices; son espejismos. No te cuentan que siempre, al final, todos mueren.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
15/04/23, 03:40 pm
Amira
En cuanto Chromsa se dirigió a ella por lo bajo con una pregunta no pudo evitar mirarle de arriba abajo. No sabía como salir bien de la situación, porque aunque desde luego habían pillado lo que era ir a una fiesta pija, lo de que era casual se les había ido totalmente. Al menos iba mejor que Adam, desde luego.
—Con los pantalones mejora algo, es que los chinos esos… —«¿Quién lleva chinos a una fiesta en la piscina?» — Y el pañuelo es muy chulo.
Esperaba que con aquello se tranquilizara algo, porque tampoco pretendía que le dieran vueltas toda la noche a algo que había sido una pequeña coña. Se despidió de Rick con un gesto de la mano.
Lethe iba monísima también, con aquel poncho nuevo, y no le sorprendió que quisiera no meterse en pleno follón de gente. De hecho, desde que había visto el estanque con carpas suponía que la encontraría ahí.
—Totalmente comprensible, la verdad. Es posible que vaya a hablar contigo unas cuantas veces, si sigues por aquí —le dijo. No era una sorpresa para nadie que las multitudes de desconocidos a veces eran demasiado para ella, así que agradecía tener una excusa para salir y hablar con alguien.
—¡Ah! —la mención al móvil de Lethe le había recordado algo — Saquémonos unas fotos, ¡hay que recordar esto! —dijo, sacando el suyo propio.
Que las subiera o no ya dependería de lo que quisieran sus amigos, pero igualmente las quería de recuerdo para ella.
Kalna
Sonrió con un poco de malicia al ver a Ethan sonrojado y siguiéndole la broma. La verdad es que el chico tenía estilo, y aquella noche lo estaba demostrando. Sabía bien que a Ethan le iban otras cosas, por lo que no interpretó sus cumplidos como indirectas y solo le respondió con un “vaya si vas a verlo”.
A Connor, por otro lado, estaba intentando no prestarle demasiada atención. Sabía que era amigo de Nohlem, pero era un malhablado sin modales y un bruto, y no en el buen sentido. De hecho iba vestido casi como siempre, así que tampoco era que pudiera soltarle un cumplido como sí podía con Ethan.
Su sonrisa pícara se acentuó al ver a los mellizos, especialmente aquellas pupilas dilatadas de Kahlo y cómo se abanicaba. Su hermano estaba bien, pero ella era otra cosa.
—Kahlo, querida, no hace falta alfombra roja, con tu presencia es más que suficiente —le lanzó una indirecta que, teniendo en cuenta que sus ojos tenían que ser más negros que amarillos, tenía más pinta de directa.
El pobre Nohlem no sabía a donde mirar, cosa que le hacía mucha gracia y que estaba disimulando lo mejor que podía, y había ignorado que Serena no estaba invitada en un inicio, lo que era maravilloso, porque no quería tener que montar un follón tan temprano y delante de Kahlo.
—Estaré por aquí, ¡nos vemos ahora! —le dijo a Serena cuando esta se marchó al baño, y se quedó en el jardín dudando un poco. Podía ir con Nohlem, que estaba con Colmillo, Connor y Ethan, a los que más conocía en esos momentos…
Pero Kahlo se había quedado atrás, ahora con Fleur y Maila. A la primera la conocía de sobra, venía de una buena familia y se notaba, sabiendo con quien juntarse, y sabía que la segunda era su novia, con quien tenía mucho menos contacto. «Y a quién le importa esta noche», se dijo, mientras miraba los modelitos de ambas. Iban las dos preciosas, por lo que no pudo evitar acercarse a las tres mientras hacía tiempo para que Serena volviera.
—¡Fleur, Maila! Que gusto veros —y tanto que gusto, como se pasase tanto tiempo con las pupilas así iban a pensar que se había drogado—. Vais preciosas.
Sonrío, dirigiéndose a Kahlo.
»¿Os importa si me quedo con vosotras?
En cuanto Chromsa se dirigió a ella por lo bajo con una pregunta no pudo evitar mirarle de arriba abajo. No sabía como salir bien de la situación, porque aunque desde luego habían pillado lo que era ir a una fiesta pija, lo de que era casual se les había ido totalmente. Al menos iba mejor que Adam, desde luego.
—Con los pantalones mejora algo, es que los chinos esos… —«¿Quién lleva chinos a una fiesta en la piscina?» — Y el pañuelo es muy chulo.
Esperaba que con aquello se tranquilizara algo, porque tampoco pretendía que le dieran vueltas toda la noche a algo que había sido una pequeña coña. Se despidió de Rick con un gesto de la mano.
Lethe iba monísima también, con aquel poncho nuevo, y no le sorprendió que quisiera no meterse en pleno follón de gente. De hecho, desde que había visto el estanque con carpas suponía que la encontraría ahí.
—Totalmente comprensible, la verdad. Es posible que vaya a hablar contigo unas cuantas veces, si sigues por aquí —le dijo. No era una sorpresa para nadie que las multitudes de desconocidos a veces eran demasiado para ella, así que agradecía tener una excusa para salir y hablar con alguien.
—¡Ah! —la mención al móvil de Lethe le había recordado algo — Saquémonos unas fotos, ¡hay que recordar esto! —dijo, sacando el suyo propio.
Que las subiera o no ya dependería de lo que quisieran sus amigos, pero igualmente las quería de recuerdo para ella.
Kalna
Sonrió con un poco de malicia al ver a Ethan sonrojado y siguiéndole la broma. La verdad es que el chico tenía estilo, y aquella noche lo estaba demostrando. Sabía bien que a Ethan le iban otras cosas, por lo que no interpretó sus cumplidos como indirectas y solo le respondió con un “vaya si vas a verlo”.
A Connor, por otro lado, estaba intentando no prestarle demasiada atención. Sabía que era amigo de Nohlem, pero era un malhablado sin modales y un bruto, y no en el buen sentido. De hecho iba vestido casi como siempre, así que tampoco era que pudiera soltarle un cumplido como sí podía con Ethan.
Su sonrisa pícara se acentuó al ver a los mellizos, especialmente aquellas pupilas dilatadas de Kahlo y cómo se abanicaba. Su hermano estaba bien, pero ella era otra cosa.
—Kahlo, querida, no hace falta alfombra roja, con tu presencia es más que suficiente —le lanzó una indirecta que, teniendo en cuenta que sus ojos tenían que ser más negros que amarillos, tenía más pinta de directa.
El pobre Nohlem no sabía a donde mirar, cosa que le hacía mucha gracia y que estaba disimulando lo mejor que podía, y había ignorado que Serena no estaba invitada en un inicio, lo que era maravilloso, porque no quería tener que montar un follón tan temprano y delante de Kahlo.
—Estaré por aquí, ¡nos vemos ahora! —le dijo a Serena cuando esta se marchó al baño, y se quedó en el jardín dudando un poco. Podía ir con Nohlem, que estaba con Colmillo, Connor y Ethan, a los que más conocía en esos momentos…
Pero Kahlo se había quedado atrás, ahora con Fleur y Maila. A la primera la conocía de sobra, venía de una buena familia y se notaba, sabiendo con quien juntarse, y sabía que la segunda era su novia, con quien tenía mucho menos contacto. «Y a quién le importa esta noche», se dijo, mientras miraba los modelitos de ambas. Iban las dos preciosas, por lo que no pudo evitar acercarse a las tres mientras hacía tiempo para que Serena volviera.
—¡Fleur, Maila! Que gusto veros —y tanto que gusto, como se pasase tanto tiempo con las pupilas así iban a pensar que se había drogado—. Vais preciosas.
Sonrío, dirigiéndose a Kahlo.
»¿Os importa si me quedo con vosotras?
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
15/04/23, 07:45 pm
Chromsa
La verdad era que el ochrorio compartía algo de la sorpresa de Adam y Amira. Su amiga no es que fuera muy dada a las fiestas como aquella (de hecho, a él mismo tampoco es que le entusiasmaran mucho), pero independientemente de aquello le hacía ilusión que hubiera decidido asistir aunque fuera un rato.
-Ay, muchas gracias- le respondió con una sonrisa sincera sin caer demasiado en cuenta en la pausa que había hecho la enderth. Estaba orgulloso por cómo le había quedado, ya que le había costado moldear su dominio más que cuando hacía figuras, y sumado a que Amira también había tranquilizado sus dudas estéticas, estaba más tranquilo por su aspecto.
Asintió a las palabras de la francesa, añadiendo: -Lo mismo digo. Ya que estás aquí al menos te haremos compañía. Además, nunca viene mal desconectar de tanto alboroto.-
A Chromsa se le iluminó la cara con la idea. -¡Claro! Seguro que quedan genial con el estanque de fondo- dijo ilusionado mientras se colocaba cerca de Lethe y Adam preparándose para la foto.
Rick
El chico rio tanto con la contestación de Ethan como con la claridad del objetivo de sus dos amigos. -Ya veo, ya. Lo tenéis muy claro- comentó.
Un nuevo grito marcó la llegada de otro de sus compañeros. -¡Ey, Colmillo! ¡Que bueno verte por aquí! Ya pensaba que no ibas a llegar a tiempo de la primera copa.- le saludó con ganas devolviéndole el abrazo. El entusiasmo del chaval por empezar tan fuerte le preocupaba, pero no le sorprendía. Él tenía cierto aguante, pero Colmillo y Connor estaban en otra liga. -Wo,wo,wo. La idea es sobrevivir a la noche, no quedarnos K.O. en una hora- bromeó antes de terminar -Pero venga, dale.-
Tuvo la misma idea que Ethan de buscar con la mirada la mesa con los canapés, iban a necesitarlos para contrarrestar tanto alcohol. -Que va. He llegado hace unos minutos antes que vosotros, ha sido un trayecto... curioso.- respondió a la pregunta dejando la puerta abierta por si quería ahondar en los horrores que había vivido en el viaje hasta la mansión. Sin embargo, el siguiente comentario del joven le hizo levantar una ceja de la curiosidad. -¿Uhm?- dejó salir mientras muy discretamente miraba hacia la dirección que le había dicho. Le costó enormemente no abrir la boca de la impresión: Serena acababa de llegar y estaba preciosa, con un vestido que no esperaba en absoluto que llevara. Intentando recuperar la compostura, aunque con las mejillas claramente encendidas, respondió a Ethan: -No... sabía que iba a venir.- Por la universidad habían coincidido bastante y no tenía muy claro el motivo exacto, pero le llamaba mucho la atención esa chica. A pesar de los continuos piques y ciertas actitudes frías que tenía, algo de Serena le embelesaba desde hacía tiempo. Si algo sabía Rick es que, a pesar de lo abierto que era, declararse o acercarse más en serio se le hacía algo más cuesta arriba. Le encantaría contarle como se sentía, pero no tenía claro que fuera correspondido. Al fin y al cabo, pasaba mucho tiempo con Kalna y ya había escuchado algún que otro rumor que aseguraba que eran algo más que amigas. Tal vez, aunque le doliera, era mejor desistir de esa posibilidad antes de que fuera a peor. -(Creo que al final si me apetece empezar por algo fuerte)-
De vez en cuando echaba alguna mirada discreta en dirección a la chica. Se había separado de Kalna e iba y venía por el jardín sin un objetivo, lo cual le extrañaba. Iba a avisar a sus amigos que se ausentaba un momento cuando llegó por fin el último del grupo. Ya se preocuparía de ella más tarde y aprovecharía para saludar, ahora mismo le reclamaban de momento sus compadres. -Justo a tiempo, ya estos dos iban a empezar a arrasar con todas las botellas- le contestó bromeando. Mientras que el brazo del varmano no le molestaba en absoluto, lo que dijo le pilló de imprevisto. Que Connor añadiera más peso al asunto hizo que se le enrojecieran un poco las mejillas de nuevo, mirando en otra dirección de brazos cruzados. -Venga ya, ha sido un comentario cortés solo. Era algo objetivo, cualquiera podría darse cuenta- se excusó. No podía negar que Kahlo, lo poco que había hablado con ella, parecía interesante y bastante maja, pero de ahí a buscar un rollo...no es que se negara, pero...
Para cambiar de tema apresuradamente se sumó al varmano: -Estoy contigo. Hay que empezar por algo más fino, al menos hasta que la gente ya vaya con unas cuantas copas encima.-
La verdad era que el ochrorio compartía algo de la sorpresa de Adam y Amira. Su amiga no es que fuera muy dada a las fiestas como aquella (de hecho, a él mismo tampoco es que le entusiasmaran mucho), pero independientemente de aquello le hacía ilusión que hubiera decidido asistir aunque fuera un rato.
-Ay, muchas gracias- le respondió con una sonrisa sincera sin caer demasiado en cuenta en la pausa que había hecho la enderth. Estaba orgulloso por cómo le había quedado, ya que le había costado moldear su dominio más que cuando hacía figuras, y sumado a que Amira también había tranquilizado sus dudas estéticas, estaba más tranquilo por su aspecto.
Asintió a las palabras de la francesa, añadiendo: -Lo mismo digo. Ya que estás aquí al menos te haremos compañía. Además, nunca viene mal desconectar de tanto alboroto.-
A Chromsa se le iluminó la cara con la idea. -¡Claro! Seguro que quedan genial con el estanque de fondo- dijo ilusionado mientras se colocaba cerca de Lethe y Adam preparándose para la foto.
Rick
El chico rio tanto con la contestación de Ethan como con la claridad del objetivo de sus dos amigos. -Ya veo, ya. Lo tenéis muy claro- comentó.
Un nuevo grito marcó la llegada de otro de sus compañeros. -¡Ey, Colmillo! ¡Que bueno verte por aquí! Ya pensaba que no ibas a llegar a tiempo de la primera copa.- le saludó con ganas devolviéndole el abrazo. El entusiasmo del chaval por empezar tan fuerte le preocupaba, pero no le sorprendía. Él tenía cierto aguante, pero Colmillo y Connor estaban en otra liga. -Wo,wo,wo. La idea es sobrevivir a la noche, no quedarnos K.O. en una hora- bromeó antes de terminar -Pero venga, dale.-
Tuvo la misma idea que Ethan de buscar con la mirada la mesa con los canapés, iban a necesitarlos para contrarrestar tanto alcohol. -Que va. He llegado hace unos minutos antes que vosotros, ha sido un trayecto... curioso.- respondió a la pregunta dejando la puerta abierta por si quería ahondar en los horrores que había vivido en el viaje hasta la mansión. Sin embargo, el siguiente comentario del joven le hizo levantar una ceja de la curiosidad. -¿Uhm?- dejó salir mientras muy discretamente miraba hacia la dirección que le había dicho. Le costó enormemente no abrir la boca de la impresión: Serena acababa de llegar y estaba preciosa, con un vestido que no esperaba en absoluto que llevara. Intentando recuperar la compostura, aunque con las mejillas claramente encendidas, respondió a Ethan: -No... sabía que iba a venir.- Por la universidad habían coincidido bastante y no tenía muy claro el motivo exacto, pero le llamaba mucho la atención esa chica. A pesar de los continuos piques y ciertas actitudes frías que tenía, algo de Serena le embelesaba desde hacía tiempo. Si algo sabía Rick es que, a pesar de lo abierto que era, declararse o acercarse más en serio se le hacía algo más cuesta arriba. Le encantaría contarle como se sentía, pero no tenía claro que fuera correspondido. Al fin y al cabo, pasaba mucho tiempo con Kalna y ya había escuchado algún que otro rumor que aseguraba que eran algo más que amigas. Tal vez, aunque le doliera, era mejor desistir de esa posibilidad antes de que fuera a peor. -(Creo que al final si me apetece empezar por algo fuerte)-
De vez en cuando echaba alguna mirada discreta en dirección a la chica. Se había separado de Kalna e iba y venía por el jardín sin un objetivo, lo cual le extrañaba. Iba a avisar a sus amigos que se ausentaba un momento cuando llegó por fin el último del grupo. Ya se preocuparía de ella más tarde y aprovecharía para saludar, ahora mismo le reclamaban de momento sus compadres. -Justo a tiempo, ya estos dos iban a empezar a arrasar con todas las botellas- le contestó bromeando. Mientras que el brazo del varmano no le molestaba en absoluto, lo que dijo le pilló de imprevisto. Que Connor añadiera más peso al asunto hizo que se le enrojecieran un poco las mejillas de nuevo, mirando en otra dirección de brazos cruzados. -Venga ya, ha sido un comentario cortés solo. Era algo objetivo, cualquiera podría darse cuenta- se excusó. No podía negar que Kahlo, lo poco que había hablado con ella, parecía interesante y bastante maja, pero de ahí a buscar un rollo...no es que se negara, pero...
Para cambiar de tema apresuradamente se sumó al varmano: -Estoy contigo. Hay que empezar por algo más fino, al menos hasta que la gente ya vaya con unas cuantas copas encima.-
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
16/04/23, 12:38 am
Adam se rió un poquito ante el sarcasmo de su amiga, sorbiendo un poco más de cerveza de su vaso que, entre sorbo y sorbo se había quedado vacío. Lethe había halagado la bufanda de Chromsa, la verdad es que le quedaba genial al fauno a ojos del pegaso. Bueno, a sus ojos todo le quedaba bien a su novio.
—Lo mismo digo también —aportó a lo que Amira y Chromsa dijeron—. Mientras estés cerca de la fiesta estaremos juntos, cualquier cosa ya nos das un toque por el móvil sin problema —tener a más amistades cerca le alegraba, igualmente.
Adam, mirando el vaso vacío y saboreando la cerveza cara en sus labios le provocaron ganas de llenarlo de nuevo. Se acercó discreto a la mesa, dispuesto a ir a por más cerveza cuando la francesa mencionó algo sobre hacer una foto.
—¡E-espera ya voy! ¡Vamos a hacernos una foto, si! —con el vaso a desbordar se acercó al grupo—. Por aquí, ¿no? —le gustaba el sitio, teniendo un fondo precioso. Se acercó para entrar en el encuadre, al lado de Chromsa y agarrando su hombro rodeándolo con el brazo. Sacó una de sus mejores sonrisas alzando el brazo con el vaso en mano.
—Lo mismo digo también —aportó a lo que Amira y Chromsa dijeron—. Mientras estés cerca de la fiesta estaremos juntos, cualquier cosa ya nos das un toque por el móvil sin problema —tener a más amistades cerca le alegraba, igualmente.
Adam, mirando el vaso vacío y saboreando la cerveza cara en sus labios le provocaron ganas de llenarlo de nuevo. Se acercó discreto a la mesa, dispuesto a ir a por más cerveza cuando la francesa mencionó algo sobre hacer una foto.
—¡E-espera ya voy! ¡Vamos a hacernos una foto, si! —con el vaso a desbordar se acercó al grupo—. Por aquí, ¿no? —le gustaba el sitio, teniendo un fondo precioso. Se acercó para entrar en el encuadre, al lado de Chromsa y agarrando su hombro rodeándolo con el brazo. Sacó una de sus mejores sonrisas alzando el brazo con el vaso en mano.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
16/04/23, 06:03 pm
Sus amigues habían alucinado con su aparición y Tawar brillaba de alegría... mientras perseguían al fantasma. Definitivamente le estaban viniendo bien las horas extraescolares que estaba dedicando a aprender del Sr. Sabandija, un profesor misterioso que les inculcaba métodos y formas de pasar desapercibides, algo que le estaba siendo fácil y asequible (tenía una muy buena nota media) para alguien tan chiquite como Tawar.
La aparición misteriosa resultó ser un gigante que le sonaba del campus, que iba ataviado para una boda y que hablaba de forma extraña. No pudieron detenerle ni indagar más pues se coló y encerró en una de las habitaciones.
—Pues estamos apañades... ¿Qué hacemos, vamos a buscarle o entramos a la fiesta? ¿El resto ha llegado ya? ¿Y Nohlem? Aún no les he visto, solo he escuchado jaleo por la mansión —dijo, pensative. ¿Quizás...?—. ¿Me he perdido la bienvenida? No quiero que Nohlem me odie y me usen para especiar las bebidas —añadió después, entre risas.
La aparición misteriosa resultó ser un gigante que le sonaba del campus, que iba ataviado para una boda y que hablaba de forma extraña. No pudieron detenerle ni indagar más pues se coló y encerró en una de las habitaciones.
—Pues estamos apañades... ¿Qué hacemos, vamos a buscarle o entramos a la fiesta? ¿El resto ha llegado ya? ¿Y Nohlem? Aún no les he visto, solo he escuchado jaleo por la mansión —dijo, pensative. ¿Quizás...?—. ¿Me he perdido la bienvenida? No quiero que Nohlem me odie y me usen para especiar las bebidas —añadió después, entre risas.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
17/04/23, 01:00 am
-No me jodas, Connor. Podemos beber puta cerveza todos los putos días, ¿pero cuándo coño vas a poder mezclar un jodido Macallan de 18 años con puta Coca-Cola? -preguntó levantando el suso dicho whisky-. Nunca, joder, porque tendrías que empeñar la moto y yo tendría que empeñar mi vida. Y probablemente algún puto sibarita de los cojones nos mataría por hacerle eso al whisky del bueno. ¿Pero ves algún puto sibarita por aqui? ¡No! -terminó con una amplia sonrisa que dejaba de ver todos sus dientes como si lo que más le hiciera feliz en el mundo es que no iba a haber en la fiesta ningún enterado que juzgara sus elecciones de mezclas-. Y, joder Rick, la duda ofende. Ya deberías saber que la primera copa no se sirve hasta que no he llegado yo -le dijo guiñandole un ojo mientras distribuía cinco vasos en la mesa.
Con la experiencia que le daba ser un universitario, Colmillo mezcló las bebidas como todo un profesional y con toda la concentración de la que fue capaz sin quererse perder la conversación tampoco.
-Joder que sí -le contestó a Ethan, sin perder de vista la cantidad de tequila que estaba echando en uno de los vasos-. Es posible que haya invitado hasta a gente de otras unis, el muy capullo.
Casi como si lo hubieran invocado, Nohlem apareció al momento poniendo sus brazos sobre sus hombros y los de Rick.
-Joder, Rick, y te lo tenías tan calladito -se unió a las pullas-. Aunque si es por hermanas, yo te ofrezco una de las mías, que tengo un jodido montón donde elegir. Aunque también deberías saber que la mitad son unas perras y la otra mitad son aún más perras si cabe.
Aunque Colmillo ya casi había terminado la mezcla, se emocionó más aún cuando Nohlem lanzó unas llaves a Connor y le señaló una nevera.
-¡Sí, joder! ¡Mezcla explosiva! -vitoreó que ahí había más cosas que meter a la mezcla.
Dos minutos más tarde, Colmillo repartió los vasos ya mezclados a los que, en honor al motivo de la reunión, les había puesto sombrillas de colores.
-¡Un brindis! ¡Por Nohlem! ¡Que ha tenido la buena voluntad de gastar la calderilla de sus bolsillos en que nos podamos poner ciegos y abusemos de su piscina! ¡Salud! -exclamó alzando el vaso y bebiendo justo después-. ¡Sí, joder, puta gloria!
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
17/04/23, 02:01 am
Airi le restó importancia a las disculpas de Räg antes de echar a correr tras el fantasma fugado. El susto también le había cogido por sorpresa y arrugó el haori de su amigo a tirones, pero había confianza suficiente para que aquello no tuviese importancia.
Cuando encontraron a la persona del vestido blanco Räg pareció reconocerle. Era un chico, además, así que Airi no sabía si pensar que había perdido una apuesta o algo del estilo. Aunque también podía ser que su amigo tuviese razón con su comentario sobre Samhein.
No acababa de reconocer al chico, porque además trataba de taparse con el demacrado ramo de flores mientras fingía ignorancia de la forma más burda que había visto jamás. Airi estaba haciendo un gran esfuerzo por no reírse, a ver si el chaval les contaba de una vez por todas qué estaba haciendo, pero ni siquiera eso le funcionó muy bien. Con una rapidísima reverencia volvió a desaparecer a toda velociadad, esta vez hacia el interior de la mansión.
Airi miró a sus amigos con desconcierto, empezando a preguntarse si aquello era una broma planeada por alguno de los hermanos, pero Tawar les recordó entonces que había entrado de polizón sin saludar a los anfitriones.
—Oh… Seguramente ya no están en la puerta, nosotros llegamos bastante tarde, ya casi estaba todo el mundo dentro —explicó al repoblador—. ¿Seguimos a la novia cadáver adentro? A lo mejor de camino nos topamos a Nohlem —sugirió, señalando en dirección a la casa.
Cuando encontraron a la persona del vestido blanco Räg pareció reconocerle. Era un chico, además, así que Airi no sabía si pensar que había perdido una apuesta o algo del estilo. Aunque también podía ser que su amigo tuviese razón con su comentario sobre Samhein.
No acababa de reconocer al chico, porque además trataba de taparse con el demacrado ramo de flores mientras fingía ignorancia de la forma más burda que había visto jamás. Airi estaba haciendo un gran esfuerzo por no reírse, a ver si el chaval les contaba de una vez por todas qué estaba haciendo, pero ni siquiera eso le funcionó muy bien. Con una rapidísima reverencia volvió a desaparecer a toda velociadad, esta vez hacia el interior de la mansión.
Airi miró a sus amigos con desconcierto, empezando a preguntarse si aquello era una broma planeada por alguno de los hermanos, pero Tawar les recordó entonces que había entrado de polizón sin saludar a los anfitriones.
—Oh… Seguramente ya no están en la puerta, nosotros llegamos bastante tarde, ya casi estaba todo el mundo dentro —explicó al repoblador—. ¿Seguimos a la novia cadáver adentro? A lo mejor de camino nos topamos a Nohlem —sugirió, señalando en dirección a la casa.
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
17/04/23, 02:36 am
El rubor de Rick consiguió sacarle una sonrisa, que adorable le resultaba la reacción de su amigo. Al menos no sería el único sufriendo esa noche con sus respectivos amoríos.
Que hablando de sufrir, para eso ya estaba el matarratas que Colmillo les había dado. Viendo el vaso, no tardó en arrepentirse de su rápida decisión. No dudaba en la maestría de su compa, más bien en los años de vida que le quitaría dar un sorbo a semejante mezcla.
Pero con la aparición exclusiva del anfitrión (Flirteando indiscretamente) y la ilusión del mismo Colmillo no iba a ser quien se echara para atrás. Bah, de igual manera algo fuertecito era el mejor empujón que podría recibir en ese momento. Levantó el brazo para acompañar el brindis compartiendo la efusividad en el proceso.
-¡Por nuestro puto pijo de mierda! -Vitoreo adoptando un tono de voz que era la sátira perfecta de Connor. En cuanto los vasos chocaron, este bebió su primer trago sin pensar. Agradeció la frescura del momento pero tenía otra bebida localizada o más bien, a una persona a la que devolverle el ataque pertinente.
Con el apoyo psicológico que le brindaba el saber que ya había cierto alcohol en su cuerpo, apoyó el vaso sobre la mesa y recortó distancias con Nohlem.
Desconocía si aún conservaba las mejillas sonrojadas, pero si no era así daba igual, pues solo la cercanía lograría volverlas a colorear. El felino había cumplido, le tenía prácticamente en primicia y aunque desconocía si era por ellos o por celebrar la fiesta en su hogar, no quería desaprovechar la ocasión. Con una sonrisa un tanto tímida, propia de un niño que sabía que iba a cometer una trastada, le devolvió la misma mirada que hace unos minutos no se había atrevido. La verdad, es que viéndolo así de cerca se quedó brevemente hipnotizado. Siempre le había resultado precioso el turquesa de sus ojos, pero era una pena que no combinara una mierda con el pintalabios mal borrado de su mejilla.
-Darling -Empezó a hablar en un intento de salir de su propio estupor. Puñetero gato sexy-. Si vas a coquetear, asegúrate al menos de que tu ¨presa¨ no sepa que estás cazando a varias bandas.
El comentario lejos de sonar molesto, iba cargado de sátira. Para enfatizar el gesto, la sonrisa se tornó en una burlona cuando su mano se posó con suavidad sobre la mejilla del pelirrojo. Apoyó el dedo gordo sobre la marca de pintalabios y en un gesto dulce lo desplazó para que se borrara aún más. Poco le importó que este decorara la comisura y que, al hacer el movimiento su pulgar recorriera parte del labio inferior de Nohlem. Fue una única vez, lo que no sirvió para quitar la marca del todo, pero si para enseñarle el color que se le había impregnado en la piel. Como prueba incriminatoria y, justificación rápida.
Ah, pero bueno. Con su objetivo cumplido Ethan volvió al lado de Rick, dando un ligero sorbito a su nueva bebida. El cubata era bastante mejor inicio y su sabor era exquisito. Quizá le resultaba tan agradable por la embriagadora victoria. No esperaba que resultara tan fácil robarle la bebida a Nohlem en su cara. Una distracción, una fichita y prácticamente tenía el vaso al borde de que se le cayera. Tuvo que contener una risilla cuando se dirigió al Neoyorkino, como si no acaba de ocurrir absolutamente nada.
-Mira yo no he estado presente en tu entrada, pero te puedo asegurar que enamoras a más chicas de las que tu te piensas. -Reafirmó chocando con suavidad el vaso, para que se centrará en la bebida-. Bebe un poco que animará el ambiente anda… Bueno, sin pasarte que Colmillo esta puto loco.
Esperaba que una chispita pudiera ayudar a su amigo ante la indecisión, y si no, pues ya estaban ellos para animar.
Se giro para dirigirse al resto del grupo, levantando la voz para captar bien al atención de todos. -¡Venga cabronazos menos ponerle ojitos al alcohol y más recordarle a Rick lo buenorro que está! ¡¡Que si no se nos viene abajo, y esto no puede ser!!
Esta vez sí sonó como una reprimenda humorística. Mientras le daba unos ligeros golpecitos en el hombro para meter a Rick en el centro de los cuatro. Aquí si era necesaria, se hacía intervención de los buddys.
Que hablando de sufrir, para eso ya estaba el matarratas que Colmillo les había dado. Viendo el vaso, no tardó en arrepentirse de su rápida decisión. No dudaba en la maestría de su compa, más bien en los años de vida que le quitaría dar un sorbo a semejante mezcla.
Pero con la aparición exclusiva del anfitrión (Flirteando indiscretamente) y la ilusión del mismo Colmillo no iba a ser quien se echara para atrás. Bah, de igual manera algo fuertecito era el mejor empujón que podría recibir en ese momento. Levantó el brazo para acompañar el brindis compartiendo la efusividad en el proceso.
-¡Por nuestro puto pijo de mierda! -Vitoreo adoptando un tono de voz que era la sátira perfecta de Connor. En cuanto los vasos chocaron, este bebió su primer trago sin pensar. Agradeció la frescura del momento pero tenía otra bebida localizada o más bien, a una persona a la que devolverle el ataque pertinente.
Con el apoyo psicológico que le brindaba el saber que ya había cierto alcohol en su cuerpo, apoyó el vaso sobre la mesa y recortó distancias con Nohlem.
Desconocía si aún conservaba las mejillas sonrojadas, pero si no era así daba igual, pues solo la cercanía lograría volverlas a colorear. El felino había cumplido, le tenía prácticamente en primicia y aunque desconocía si era por ellos o por celebrar la fiesta en su hogar, no quería desaprovechar la ocasión. Con una sonrisa un tanto tímida, propia de un niño que sabía que iba a cometer una trastada, le devolvió la misma mirada que hace unos minutos no se había atrevido. La verdad, es que viéndolo así de cerca se quedó brevemente hipnotizado. Siempre le había resultado precioso el turquesa de sus ojos, pero era una pena que no combinara una mierda con el pintalabios mal borrado de su mejilla.
-Darling -Empezó a hablar en un intento de salir de su propio estupor. Puñetero gato sexy-. Si vas a coquetear, asegúrate al menos de que tu ¨presa¨ no sepa que estás cazando a varias bandas.
El comentario lejos de sonar molesto, iba cargado de sátira. Para enfatizar el gesto, la sonrisa se tornó en una burlona cuando su mano se posó con suavidad sobre la mejilla del pelirrojo. Apoyó el dedo gordo sobre la marca de pintalabios y en un gesto dulce lo desplazó para que se borrara aún más. Poco le importó que este decorara la comisura y que, al hacer el movimiento su pulgar recorriera parte del labio inferior de Nohlem. Fue una única vez, lo que no sirvió para quitar la marca del todo, pero si para enseñarle el color que se le había impregnado en la piel. Como prueba incriminatoria y, justificación rápida.
Ah, pero bueno. Con su objetivo cumplido Ethan volvió al lado de Rick, dando un ligero sorbito a su nueva bebida. El cubata era bastante mejor inicio y su sabor era exquisito. Quizá le resultaba tan agradable por la embriagadora victoria. No esperaba que resultara tan fácil robarle la bebida a Nohlem en su cara. Una distracción, una fichita y prácticamente tenía el vaso al borde de que se le cayera. Tuvo que contener una risilla cuando se dirigió al Neoyorkino, como si no acaba de ocurrir absolutamente nada.
-Mira yo no he estado presente en tu entrada, pero te puedo asegurar que enamoras a más chicas de las que tu te piensas. -Reafirmó chocando con suavidad el vaso, para que se centrará en la bebida-. Bebe un poco que animará el ambiente anda… Bueno, sin pasarte que Colmillo esta puto loco.
Esperaba que una chispita pudiera ayudar a su amigo ante la indecisión, y si no, pues ya estaban ellos para animar.
Se giro para dirigirse al resto del grupo, levantando la voz para captar bien al atención de todos. -¡Venga cabronazos menos ponerle ojitos al alcohol y más recordarle a Rick lo buenorro que está! ¡¡Que si no se nos viene abajo, y esto no puede ser!!
Esta vez sí sonó como una reprimenda humorística. Mientras le daba unos ligeros golpecitos en el hombro para meter a Rick en el centro de los cuatro. Aquí si era necesaria, se hacía intervención de los buddys.
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