La fiesta de la mansión - RV Gakuen
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Tak
Giniroryu
Seth
Raven
Trish
LEC
Sevent
Isma
Harek
Kanyum
14 participantes
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
La fiesta de la mansión - RV Gakuen
03/04/23, 10:22 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La casa estaba de las últimas dentro de la urbanización privada, pero incluso si alguno no tenía la dirección exacta sería fácil saber cual de todas era. Había tantas luces encendidas dentro y fuera del edificio que brillaba en la distancia. Según se fueran acercando al destino los invitados notarían la vibración de la música en el ambiente, que dadas las dimensiones de los terrenos del resto de viviendas no debería suponer un problema para los vecinos. A pesar de ser una urbanización antigua las calles parecían totalmente nuevas, casi todas las casas eran de estilo victoriano e iban de chalets a mansiones pasando por putos palacetes, y si bien la de los hermanos no era la más grande no se quedaba atrás en impresionante: parecía una casa señorial sacada de la Habana. Las verjas eran altas pero permitían ver el interior, bordeadas de arbustos de hibiscos, palmeras y otras plantas tropicales, un inmenso sauce llorón asomaba por detrás de la construcción y el portón estaba abierto de par en par en un exceso de confianza por la seguridad del vecindario. La imagen podría parecer de otra época si le restabas que estuviera sonando Bad Bunny a todo trapo o que en la calle ya hubiera varios coches de este siglo aparcados.
En las escaleras que daban a la puerta principal Kahlo atendía a los recién llegados mientras esperaba a que todos sus invitados apareciesen. La chica estaba perfectamente maquillada para la ocasión y llevaba el pelo -teñido de blanco como ya venía siendo habitual- recogido en un elaborado moño trenzado. Vestía con una camisa blanca con rayas muy abierta (no era a posta, el primer botón estaba a la altura en la que estaría el 3er o 4to botón en una camisa normal), unos pantalones de talle alto y unos zapatos con un poco de tacón. En las orejas llevaba los aros de oro más grandes que tenía, una cadena de oro que encajaba con el escote, uno o dos anillos por cada dedo de su mano izquierda, las uñas pintadas de un rojo muy oscuro y tantísimas pulseras y brazaletes como para que cualquier gesto que hiciera con esta sonase como el trineo de Papá Noel.
Al sol le faltaba muy poco para ocultarse del todo y la brisa hacía que apuntase a ser una noche de verano perfecta… si su hermano y sus amigos no la liaban.
Y pensando en el rey de Roma, apareció detrás suya. Vestía parecido a ella, aunque había rebajado el nivel de elegancia: una camisa veraniega negra con estampados de hojas de palma y flores rojas, de momento cerrada hasta arriba, unos pantalones marrones y unas vans negras. Llevaba dos anillos en cada mano, un colgante con una moneda de oro y sus aretes de siempre. Ya tenía pintalabios en la mejilla, y por lo pronto solo en la mejilla.
—¿Cuántos faltan?
—A mi que me cuentas, Nohlem. No me has dado una lista de gente —dijo lamiéndose el pulgar para borrarle el pintalabios como si de un niño manchado de helado se tratase—. Yo estoy esperando a los míos y diciéndole a tus amigos que se ahoguen en la piscina.
—I mi qui mi cuintis Nihlim- espera, ¿les estás diciendo qué?
A Kahlo se le escapó una risa con el tono preocupado que puso.
—Solo hazme el favor de no perderte tan pronto, que la gente llega y no sabe donde estás. Y si rompen algo es responsabilidad tuya.
No me hago responsable de lo que ocurra en este tema.
La casa estaba de las últimas dentro de la urbanización privada, pero incluso si alguno no tenía la dirección exacta sería fácil saber cual de todas era. Había tantas luces encendidas dentro y fuera del edificio que brillaba en la distancia. Según se fueran acercando al destino los invitados notarían la vibración de la música en el ambiente, que dadas las dimensiones de los terrenos del resto de viviendas no debería suponer un problema para los vecinos. A pesar de ser una urbanización antigua las calles parecían totalmente nuevas, casi todas las casas eran de estilo victoriano e iban de chalets a mansiones pasando por putos palacetes, y si bien la de los hermanos no era la más grande no se quedaba atrás en impresionante: parecía una casa señorial sacada de la Habana. Las verjas eran altas pero permitían ver el interior, bordeadas de arbustos de hibiscos, palmeras y otras plantas tropicales, un inmenso sauce llorón asomaba por detrás de la construcción y el portón estaba abierto de par en par en un exceso de confianza por la seguridad del vecindario. La imagen podría parecer de otra época si le restabas que estuviera sonando Bad Bunny a todo trapo o que en la calle ya hubiera varios coches de este siglo aparcados.
En las escaleras que daban a la puerta principal Kahlo atendía a los recién llegados mientras esperaba a que todos sus invitados apareciesen. La chica estaba perfectamente maquillada para la ocasión y llevaba el pelo -teñido de blanco como ya venía siendo habitual- recogido en un elaborado moño trenzado. Vestía con una camisa blanca con rayas muy abierta (no era a posta, el primer botón estaba a la altura en la que estaría el 3er o 4to botón en una camisa normal), unos pantalones de talle alto y unos zapatos con un poco de tacón. En las orejas llevaba los aros de oro más grandes que tenía, una cadena de oro que encajaba con el escote, uno o dos anillos por cada dedo de su mano izquierda, las uñas pintadas de un rojo muy oscuro y tantísimas pulseras y brazaletes como para que cualquier gesto que hiciera con esta sonase como el trineo de Papá Noel.
Al sol le faltaba muy poco para ocultarse del todo y la brisa hacía que apuntase a ser una noche de verano perfecta… si su hermano y sus amigos no la liaban.
Y pensando en el rey de Roma, apareció detrás suya. Vestía parecido a ella, aunque había rebajado el nivel de elegancia: una camisa veraniega negra con estampados de hojas de palma y flores rojas, de momento cerrada hasta arriba, unos pantalones marrones y unas vans negras. Llevaba dos anillos en cada mano, un colgante con una moneda de oro y sus aretes de siempre. Ya tenía pintalabios en la mejilla, y por lo pronto solo en la mejilla.
—¿Cuántos faltan?
—A mi que me cuentas, Nohlem. No me has dado una lista de gente —dijo lamiéndose el pulgar para borrarle el pintalabios como si de un niño manchado de helado se tratase—. Yo estoy esperando a los míos y diciéndole a tus amigos que se ahoguen en la piscina.
—I mi qui mi cuintis Nihlim- espera, ¿les estás diciendo qué?
A Kahlo se le escapó una risa con el tono preocupado que puso.
—Solo hazme el favor de no perderte tan pronto, que la gente llega y no sabe donde estás. Y si rompen algo es responsabilidad tuya.
- Nota:
Podéis llegar ahora o haber llegado ya. Pegaos a alguien con coche o moto, sino los mellizos os pagan el taxi. Para llegar apenas serían unos 20 minutos de carretera respecto al campus, pero sin vehículo propio o alguien que les acerque no hay otra manera más rápida de acceso: está en las afueras, rodeada de bosques, campos de cultivo y otras urbanizaciones privadas igual de pijas.
Sed libres de inventaros la disposición de la casa y los npcs que haya por ahí.
Hay una piscina, un porche, un estanque con carpas a pies del sauce llorón y la sala abierta que da al jardín tiene un piano y un billar dentro. La decoración es muy art nouveau, mucha madera, plantas blabla, igualmente aquí os dejo un tablero de pinterest pa referencia.
- ♪♫♬:
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
04/05/23, 12:01 am
Había que ser tan tonto como Colmillo para no saber de donde venía ese comentario. Conocer a Ethan solo lo hacía más extraño e impropio, y más si todos los motivos llegaban a un puerto con el mismo nombre: celos. Pero, ¿por quién? ¿Por Tayron, por él? ¿A quién se lo estaba echando en cara? Sus pupilas seguían finas por la incertidumbre, pero se redondearon con aquel remate: “solo un amigo, por ahora”. Por ahora. Le miró con los ojos bien abiertos y el nacimiento de una sonrisa tan tensa como esperanzada que dios supo cuanto tiempo se mantuvo en su cara. Luego llegó el pensar en el pobre Abel, como le había sacado la pata del barro solo para hacérsela meter en una trampa para osos en lo que era el malentendido más estúpido del mundo, y por supuesto, la nula reacción de Ethan a su guiño, ¿cómo de cabreado estaba con él? Al menos el español solo se puso rojo. Solo le faltaría que llorase por la presión.
—¿Un beer pong? Uyy —arrastró una risa. Le aleteaba el corazón—. Me apunto a un bombardeo. Os advierto que tengo buena puntería —y para dar énfasis apuntó con una bola imaginaria a un vaso, haciendo el efecto sonoro “cloc” con la lengua—. ¡Por favor sí! Sírveme otra compadre, alguien me tiró el long island por el camino. Voy demasiado limpio. Hay que beber tanto como quieras, Abel. Y como te obligue el juego, claro —rió entredientes.
No es que quisiera emborracharse (necesitaba hacer buen uso de sus facultades) pero sí lo justo para perder la vergüenza, no el cuello. Ya servido le dedicó una mirada asesina al lémur cuando este le dijo que se fuera con el equipo contrario (“oh, serás zorra”), mal maquillada con una sonrisa que se hizo nula cuando le tiró una ficha a Ethan en toda su cara. Ah, a lo mejor sí que iba a perder a un follamigo. No quería verbalizar sus celos, pero bendita fuera otra de las amigas de su hermana (la pájara borde) por aparecer y exponer entonces lo que él desconocía por llegar tarde.
—Uy Tay, si sales a cazar al menos disimula que vas a dos bandas, amigo. Pero tampoco mucho, vaya a ser que no se enteren todas tus presas —y lanzó una mirada burlona a Colmillo.
Ahora que estaban montados los grupos, que Amira y Connor intercambiaban piques y que la cara de Tayron se estaba poniendo del color de las amapolas, Nohlem aprovechó para dirigirse a Ethan.
—Oye —dio un sorbo a su nueva bebida. Evitaba mirarle directamente y hablaba en voz baja, nervioso sin demostrarlo. Tenía que lanzarse—. Tú no eres solo un amigo —no hubo titubeos en su voz—. Podríamos ser muchísimo más que eso —le dedicó una breve mirada de pupilas redondeadas mientras tiraba de la moneda de oro que colgaba de su cuello, un fingido aspecto relajado que claramente indicaba todo lo contrario—. Cuando quieras hablamos... O bailamos cuando os hagamos morder el polvo.
Aquello lo pronunció con fuerzas renovadas tras el magistral tiro de Amira y el fallo de Connor, la seriedad de su tono rebajada con una sonrisa que quería ser zorruna pero se quedó en torpe. Fue a por la pelota con el corazón en la garganta, la limpió contra su camisa sin mucho pudor y se puso en su zona de la mesa. No cometería el error de burlarse de sus compas, fuera a fallar y hacer el ridículo estando tan inquieto.
Tirada
1-50: acierta
51-100: falla
Hizo dos tientos con la mano antes de lanzar. La bola rebotó, rozó un vaso pero no entró. Nohlem arrugó el morro, chasqueó la lengua e hizo un gesto con ambas manos mientras se volteaba a su equipo.
—¡Ah manda pinga! ¡Lo siento Colmillo, creo vas a tener que besarle la boca a Tayron sobrio! Duro —sonrió de lado mientras negaba con pesar, viendo que el bobo de su amigo quería ser el siguiente.
En ese momento apareció la persona non-grata por excelencia, Serena, a la cual dedicó una silenciosa mirada de advertencia, reclamando al mismo al que había puteado. No la quería allí, le daba igual que se notase. Nohlem apenas conocía a Abel como para sentir preocupación real por él si se iba, pero aún así…
—¡Ya sabes donde estamos, chamo!
—¿Un beer pong? Uyy —arrastró una risa. Le aleteaba el corazón—. Me apunto a un bombardeo. Os advierto que tengo buena puntería —y para dar énfasis apuntó con una bola imaginaria a un vaso, haciendo el efecto sonoro “cloc” con la lengua—. ¡Por favor sí! Sírveme otra compadre, alguien me tiró el long island por el camino. Voy demasiado limpio. Hay que beber tanto como quieras, Abel. Y como te obligue el juego, claro —rió entredientes.
No es que quisiera emborracharse (necesitaba hacer buen uso de sus facultades) pero sí lo justo para perder la vergüenza, no el cuello. Ya servido le dedicó una mirada asesina al lémur cuando este le dijo que se fuera con el equipo contrario (“oh, serás zorra”), mal maquillada con una sonrisa que se hizo nula cuando le tiró una ficha a Ethan en toda su cara. Ah, a lo mejor sí que iba a perder a un follamigo. No quería verbalizar sus celos, pero bendita fuera otra de las amigas de su hermana (la pájara borde) por aparecer y exponer entonces lo que él desconocía por llegar tarde.
—Uy Tay, si sales a cazar al menos disimula que vas a dos bandas, amigo. Pero tampoco mucho, vaya a ser que no se enteren todas tus presas —y lanzó una mirada burlona a Colmillo.
Ahora que estaban montados los grupos, que Amira y Connor intercambiaban piques y que la cara de Tayron se estaba poniendo del color de las amapolas, Nohlem aprovechó para dirigirse a Ethan.
—Oye —dio un sorbo a su nueva bebida. Evitaba mirarle directamente y hablaba en voz baja, nervioso sin demostrarlo. Tenía que lanzarse—. Tú no eres solo un amigo —no hubo titubeos en su voz—. Podríamos ser muchísimo más que eso —le dedicó una breve mirada de pupilas redondeadas mientras tiraba de la moneda de oro que colgaba de su cuello, un fingido aspecto relajado que claramente indicaba todo lo contrario—. Cuando quieras hablamos... O bailamos cuando os hagamos morder el polvo.
Aquello lo pronunció con fuerzas renovadas tras el magistral tiro de Amira y el fallo de Connor, la seriedad de su tono rebajada con una sonrisa que quería ser zorruna pero se quedó en torpe. Fue a por la pelota con el corazón en la garganta, la limpió contra su camisa sin mucho pudor y se puso en su zona de la mesa. No cometería el error de burlarse de sus compas, fuera a fallar y hacer el ridículo estando tan inquieto.
Tirada
1-50: acierta
51-100: falla
Hizo dos tientos con la mano antes de lanzar. La bola rebotó, rozó un vaso pero no entró. Nohlem arrugó el morro, chasqueó la lengua e hizo un gesto con ambas manos mientras se volteaba a su equipo.
—¡Ah manda pinga! ¡Lo siento Colmillo, creo vas a tener que besarle la boca a Tayron sobrio! Duro —sonrió de lado mientras negaba con pesar, viendo que el bobo de su amigo quería ser el siguiente.
En ese momento apareció la persona non-grata por excelencia, Serena, a la cual dedicó una silenciosa mirada de advertencia, reclamando al mismo al que había puteado. No la quería allí, le daba igual que se notase. Nohlem apenas conocía a Abel como para sentir preocupación real por él si se iba, pero aún así…
—¡Ya sabes donde estamos, chamo!
- Rocavarancolia Rol
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
04/05/23, 12:01 am
El miembro 'Kanyum' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 69
'Dado de 100 caras' : 69
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
04/05/23, 09:23 am
Fleur escondió una risita, en parte porque le hacía gracia los comentarios de Kahlo hacia los supuestos bufones y en parte porque era algo nuevo contemplar cómo se manejaba en una situación así. Ella en su lugar habría deseado que se la tragara la Tierra, e incluso más que por el terrible espectáculo del que Serena había hecho gala... habría sido por el estropicio de Abel, que, aún no teniendo culpa de que le engañaran podría haberse marchado sin tener que romper nada ni destrozar las pertenencias de los anfitriones.
La francesa repuso dos sonrisas, una cargada de tranquilidad hacia Kahlo en la que su intención era trasmitirle que todo saldría bien, y la otra brotó por culpa de la misma al halagarla de nuevo. Fleur enrojeció un poco, mientras dejaba aflorar una dulce risa desde su garganta y pensaba en que si ellas eran reinas... Kahlo debía ser toda una emperatriz suprema.
—¡Oh, encantada! —dijo emocionada, siguiendo a la chica mientras volvía agarrarse al brazo de su novia. Lo cierto es que la casa y sus habitaciones eran toda una delicia.
Llegado el momento Fleur tuvo que separarse para ir al baño, se alejó compartiendo una mirada severa y significativa con Maila que la aludía a portarse bien, aunque luego su rostro mutó a una expresión burlesca porque claramente eso era lo que menos deseaba. Volvió a bufar divertida y ya para ella misma mientras cruzaba el pasillo hacia los baños del servicio. Vaya, no había parado de reír desde que había llegado, a lo mejor tenía que frecuentar más ese tipo de fiestas.
—Oh, perdón —el aseo estaba cerrado a cal y canto con pestillo y tuvo que esperar apoyada en un lateral de la pared a que quien fuera que se encontrara dentro dejara de ocuparlo. Retiró la mano del pomo e hizo tiempo en instagram mientras le salían videos de cisnes bonitos en los que mostraban cómo buscaban una pareja "para todaaaaaa la vidaaaaaa". ¿Qué aburrido, no? Le dio a me gusta, ella le daba like a todos los reels de animales. Tras ignorar los cientos de audios que le mandaba su madre reparó en el mural de historias, casi todas ellas eran de la fiesta que se estaba llevando a cabo. Era un poco abrumador pero no le sorprendía en absoluto. Los hermanos eran La Créme de La Créme.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando se abrió la puerta, casi fue ignorante de la situación por culpa de tener el móvil en la mano, pero al tratar de guardarlo en su bolsito su radio de atención se volvió más amplio al reconocer a la figura que trataba de escapar de allí como si nada.
Era Kalna, la chica que según Kahlo bebía los vientos por la pelirroja. Fleur balbuceó algo incomprensible al ser consciente de que había estado llorando o algo mucho peor. Incluso con el maquillaje corrido seguía siendo hermosa de una manera intimidante, le sacaba varias cabezas.
—Disculpa —su mano se posó en la muñeca de Kalna con suavidad para intentar retenerla, aunque si hacía intento de continuar su camino no sería ella quien se interpusiera—. Lo siento... sé que no me incumbe pero... ¿te encuentras bien? —su preocupación era de verdad y genuina.
¿Estaría afligida por lo que había ocurrido antes?
La francesa repuso dos sonrisas, una cargada de tranquilidad hacia Kahlo en la que su intención era trasmitirle que todo saldría bien, y la otra brotó por culpa de la misma al halagarla de nuevo. Fleur enrojeció un poco, mientras dejaba aflorar una dulce risa desde su garganta y pensaba en que si ellas eran reinas... Kahlo debía ser toda una emperatriz suprema.
—¡Oh, encantada! —dijo emocionada, siguiendo a la chica mientras volvía agarrarse al brazo de su novia. Lo cierto es que la casa y sus habitaciones eran toda una delicia.
Llegado el momento Fleur tuvo que separarse para ir al baño, se alejó compartiendo una mirada severa y significativa con Maila que la aludía a portarse bien, aunque luego su rostro mutó a una expresión burlesca porque claramente eso era lo que menos deseaba. Volvió a bufar divertida y ya para ella misma mientras cruzaba el pasillo hacia los baños del servicio. Vaya, no había parado de reír desde que había llegado, a lo mejor tenía que frecuentar más ese tipo de fiestas.
—Oh, perdón —el aseo estaba cerrado a cal y canto con pestillo y tuvo que esperar apoyada en un lateral de la pared a que quien fuera que se encontrara dentro dejara de ocuparlo. Retiró la mano del pomo e hizo tiempo en instagram mientras le salían videos de cisnes bonitos en los que mostraban cómo buscaban una pareja "para todaaaaaa la vidaaaaaa". ¿Qué aburrido, no? Le dio a me gusta, ella le daba like a todos los reels de animales. Tras ignorar los cientos de audios que le mandaba su madre reparó en el mural de historias, casi todas ellas eran de la fiesta que se estaba llevando a cabo. Era un poco abrumador pero no le sorprendía en absoluto. Los hermanos eran La Créme de La Créme.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando se abrió la puerta, casi fue ignorante de la situación por culpa de tener el móvil en la mano, pero al tratar de guardarlo en su bolsito su radio de atención se volvió más amplio al reconocer a la figura que trataba de escapar de allí como si nada.
Era Kalna, la chica que según Kahlo bebía los vientos por la pelirroja. Fleur balbuceó algo incomprensible al ser consciente de que había estado llorando o algo mucho peor. Incluso con el maquillaje corrido seguía siendo hermosa de una manera intimidante, le sacaba varias cabezas.
—Disculpa —su mano se posó en la muñeca de Kalna con suavidad para intentar retenerla, aunque si hacía intento de continuar su camino no sería ella quien se interpusiera—. Lo siento... sé que no me incumbe pero... ¿te encuentras bien? —su preocupación era de verdad y genuina.
¿Estaría afligida por lo que había ocurrido antes?
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
04/05/23, 01:49 pm
El ataque de ansiedad duró lo que le parecieron horas. Poco a poco su respiración había vuelto a la normalidad y había dejado de llorar, pero el corazón le seguía latiendo con fuerza y temblaba tanto que no quería levantarse del suelo. Si por ella fuera, se hubiera quedado allí sentada el resto de la noche, pero era imposible. Más que nada porque era un baño en una fiesta y la gente querría usarlo, como le recordaban los golpes en la puerta.
Gimoteó lastimeramente, levantándose del suelo en un esfuerzo más mental que físico, y se miró al espejo. Tenía la cara roja, enmarcada por el maquillaje negro restregado en torno a los ojos, que delataban que había estado llorando. Se veía tan patética que quería volver a echarse a llorar. Abrió el rifo y se quitó los restos de maquillaje de las manos, para luego secárselas con cuidado y volver a mirar el móvil.
Deslizó las notificaciones de redes sociales para no leerlas y no tener que verlas, sin poder evitar que sus ojos parasen un segundo en un mensaje de whatsapp de “tía donde estas???” de una de sus amigas. Abrió la aplicación de llamadas y buscó el contacto, nerviosa. Quería volver a casa, pero… Una mirada más al espejo. Ya bastante iba a tener con que la vieran saliendo así de casa de los gemelos, y no quería quedar débil y penosa delante del servicio también. Descartó llamar al chófer: iría a casa andando, con suerte mientras llegaba se relajaba lo bastante como para que lo único que pudiera delatar el mal rato fuera el maquillaje corrido.
Bloqueó el teléfono y salió del baño, y sus pupilas se hicieron enormes al ver quien estaba fuera. No tanto porque Fleur fuera muy guapa (que lo era), sino por el miedo. De todas las jodidas personas que podían haberla visto tenía que ser ella. Notó de nuevo el nudo en la garganta, y se mordió el labio tratando de no volverse a echar a llorar. Estaba siendo tan amable, con aquel contacto suave que la hacía querer quedarse y no salir corriendo… Soltó un quejido lastimero ante sus palabras.
—Y-yo… Estoy b… No nec… —las palabras no le salían, y no solo por el estado mental deplorable en el que estaba. Decir que estaba bien y no necesitaba ayuda eran unas mentiras tan obvias cuando su aspecto físico denotaba todo aquello que era estúpido incluso decirlas en voz alta.
Se secó una lágrima que le caía por la cara con la mano que no estaba tocando Fleur, temiendo que si perdía aquel contacto fuera a echarse a llorar de nuevo.
—La he jodido —musitó en un hilo de voz —. Quiero irme a casa.
Miró a Fleur fijamente, buscando un mínimo de apoyo en ella. No esperaba encontrarlo, porque había sido testigo de todo y seguro que la odiaba, pero no podía evitar hacerlo igualmente. Era la primera vez que se permitía ser vulnerable delante de alguien, y aquello solo la hacía sentirse más débil y penosa. Se guardó para si misma el decir que ahora todos la odiaban, porque no quería oír la reacción de Fleur: o la decía la verdad y que era así y lloraba, o la mentía y recibía una compasión que tampoco quería.
Respiró hondo, intentando controlar los pensamientos intrusivos que volvían a arremolinarse. Quería salir de aquel pasillo, que nadie más la viera, pero tampoco quería quedarse sola. Se sentía como un gatito pequeño y asustado, más que como la pantera que se suponía que tenía que ser.
Gimoteó lastimeramente, levantándose del suelo en un esfuerzo más mental que físico, y se miró al espejo. Tenía la cara roja, enmarcada por el maquillaje negro restregado en torno a los ojos, que delataban que había estado llorando. Se veía tan patética que quería volver a echarse a llorar. Abrió el rifo y se quitó los restos de maquillaje de las manos, para luego secárselas con cuidado y volver a mirar el móvil.
Deslizó las notificaciones de redes sociales para no leerlas y no tener que verlas, sin poder evitar que sus ojos parasen un segundo en un mensaje de whatsapp de “tía donde estas???” de una de sus amigas. Abrió la aplicación de llamadas y buscó el contacto, nerviosa. Quería volver a casa, pero… Una mirada más al espejo. Ya bastante iba a tener con que la vieran saliendo así de casa de los gemelos, y no quería quedar débil y penosa delante del servicio también. Descartó llamar al chófer: iría a casa andando, con suerte mientras llegaba se relajaba lo bastante como para que lo único que pudiera delatar el mal rato fuera el maquillaje corrido.
Bloqueó el teléfono y salió del baño, y sus pupilas se hicieron enormes al ver quien estaba fuera. No tanto porque Fleur fuera muy guapa (que lo era), sino por el miedo. De todas las jodidas personas que podían haberla visto tenía que ser ella. Notó de nuevo el nudo en la garganta, y se mordió el labio tratando de no volverse a echar a llorar. Estaba siendo tan amable, con aquel contacto suave que la hacía querer quedarse y no salir corriendo… Soltó un quejido lastimero ante sus palabras.
—Y-yo… Estoy b… No nec… —las palabras no le salían, y no solo por el estado mental deplorable en el que estaba. Decir que estaba bien y no necesitaba ayuda eran unas mentiras tan obvias cuando su aspecto físico denotaba todo aquello que era estúpido incluso decirlas en voz alta.
Se secó una lágrima que le caía por la cara con la mano que no estaba tocando Fleur, temiendo que si perdía aquel contacto fuera a echarse a llorar de nuevo.
—La he jodido —musitó en un hilo de voz —. Quiero irme a casa.
Miró a Fleur fijamente, buscando un mínimo de apoyo en ella. No esperaba encontrarlo, porque había sido testigo de todo y seguro que la odiaba, pero no podía evitar hacerlo igualmente. Era la primera vez que se permitía ser vulnerable delante de alguien, y aquello solo la hacía sentirse más débil y penosa. Se guardó para si misma el decir que ahora todos la odiaban, porque no quería oír la reacción de Fleur: o la decía la verdad y que era así y lloraba, o la mentía y recibía una compasión que tampoco quería.
Respiró hondo, intentando controlar los pensamientos intrusivos que volvían a arremolinarse. Quería salir de aquel pasillo, que nadie más la viera, pero tampoco quería quedarse sola. Se sentía como un gatito pequeño y asustado, más que como la pantera que se suponía que tenía que ser.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
04/05/23, 08:01 pm
Alejándose de ellas y dándoles la espalda Fleur parecía irreal, como si la hubieran sacado del plano de una película en la que por supuesto era la actriz principal, y ella tan solo un medio para que narrasen su historia. No era algo malo precisamente, dado el tipo de historia que era. Apretó los labios al pensar en las palabras de la hawaiiana. Su familia tenía una relación cordial de amistad con los Camus, por supuesto con muchos intereses de por medio, pero hasta a sus padres les producían “respeto”. Y eso era muchísimo hablar, porque respeto era la forma en la que Sehrina, su madre, se refería al miedo sin mentarlo.
Ella tenía sus propios problemas, como tener que luchar por la libertad de escoger con quien casarse (¡en pleno siglo XXI!), pero al menos los noviazgos pasajeros no parecían importarle a sus padres, o al menos a él. Sabía que su padre había tenido novios en el pasado, o que su madre era muy buena “amiga” de la mujer que vivía sola unas calles abajo, pero independiente de eso para Sehrina el matrimonio era una cosa entre hombre y mujer. Ya le había insistido tanto a su hermano como a ella que quería nietos, y que no se conformaría con que solo uno se los diera. Se acarició el brazo izquierdo de arriba a abajo como si así pudiera arrastrar fuera toda la repulsión y los malos pensamientos que le generaba aquello. Ojalá vivir en la ignorancia y ser incapaz de ponerse en el pellejo de sus amigas.
—Sí, lo sé… —musitó.
No le importaba aquel tema, después de todo eran sus amigas y ella todo oídos, sobre todo con temas que le tocaban la piel de forma tan directa y con los que podía empatizar tanto, pero Maila se encargó de que las cosas no fueran por aquellos derroteros. La pilló con la guardia baja justo por eso. Los ojos de la varmana se abrieron de par en par, su boca quedó entre abierta y sus pupilas pasaron de finas a gruesas por la impresión. La miró de lado, sin atreverse a establecer contacto directo -algo que la hawaiiana facilitó buscando polillas en las paredes-, mientras el rubor se expandía por sus mejillas como tinta sobre agua.
“Ah. ¡Ah! ¡¡AAH!!” Kahlo metió una mano en el bolsillo de su pantalón y se enrrolló un dedo con un hilito suelto dentro del mismo de puro nervio. No podía ser real, ¿lo decía en serio? ¿O se estaba quedando con ella? ¿Las dos? ¿Flexibles? ¿Por una noche? Ah santos. Santísimos. No le dio tiempo a responder a Maila antes de la segunda pregunta, y para cuando esta la miró a los ojos su expresión era una amalgama de pura energía y nerviosismo que se sostenían gracias a su saber estar. Augurios caídos, podía mantener el semblante de una estatua renacentista delante de mil insultos, que la declaración de una chica guapa -y no cualquiera, MAILA- la rompía. No le salía ni balbucear. Necesitaba chillarle a una almohada.
—¡Ah! ¡Bueno! —le ardían las orejas. ¡Mierda! ¿¡Cómo hacía su hermano para devolver esos comentarios!? Joder, le tenía envidia a Nohlem por muchas cosas pero no esperaba que ESA fuera a ser otra de ellas—. Alguna… alguna persona tengo, sí. Rick, el chico de antes, me llama bastante… También están los dos chicos que me hicieron la prótesis… —se ruborizó un poco más, pero solo porque esa era la parte fácil, y con las manos inquietas haciendo girar cada anillo que pillaba sobre su vientre miró a otro lado: por donde había desaparecido Fleur, concretamente—. Y alguna que otra más… Pero creo que es bastante obvio de quienes me refiero.
Hizo énfasis en el plural en una muestra de fuerza que sacó del fondo de su estómago. La miró a los ojos durante dos segundos que le hicieron más mal que bien: una risa tan tímida como torpe le hizo taparse los labios y mirar al suelo, delatada.
—¡Hm… Bueno! ¡Pero… que buenas noticias!
Ella tenía sus propios problemas, como tener que luchar por la libertad de escoger con quien casarse (¡en pleno siglo XXI!), pero al menos los noviazgos pasajeros no parecían importarle a sus padres, o al menos a él. Sabía que su padre había tenido novios en el pasado, o que su madre era muy buena “amiga” de la mujer que vivía sola unas calles abajo, pero independiente de eso para Sehrina el matrimonio era una cosa entre hombre y mujer. Ya le había insistido tanto a su hermano como a ella que quería nietos, y que no se conformaría con que solo uno se los diera. Se acarició el brazo izquierdo de arriba a abajo como si así pudiera arrastrar fuera toda la repulsión y los malos pensamientos que le generaba aquello. Ojalá vivir en la ignorancia y ser incapaz de ponerse en el pellejo de sus amigas.
—Sí, lo sé… —musitó.
No le importaba aquel tema, después de todo eran sus amigas y ella todo oídos, sobre todo con temas que le tocaban la piel de forma tan directa y con los que podía empatizar tanto, pero Maila se encargó de que las cosas no fueran por aquellos derroteros. La pilló con la guardia baja justo por eso. Los ojos de la varmana se abrieron de par en par, su boca quedó entre abierta y sus pupilas pasaron de finas a gruesas por la impresión. La miró de lado, sin atreverse a establecer contacto directo -algo que la hawaiiana facilitó buscando polillas en las paredes-, mientras el rubor se expandía por sus mejillas como tinta sobre agua.
“Ah. ¡Ah! ¡¡AAH!!” Kahlo metió una mano en el bolsillo de su pantalón y se enrrolló un dedo con un hilito suelto dentro del mismo de puro nervio. No podía ser real, ¿lo decía en serio? ¿O se estaba quedando con ella? ¿Las dos? ¿Flexibles? ¿Por una noche? Ah santos. Santísimos. No le dio tiempo a responder a Maila antes de la segunda pregunta, y para cuando esta la miró a los ojos su expresión era una amalgama de pura energía y nerviosismo que se sostenían gracias a su saber estar. Augurios caídos, podía mantener el semblante de una estatua renacentista delante de mil insultos, que la declaración de una chica guapa -y no cualquiera, MAILA- la rompía. No le salía ni balbucear. Necesitaba chillarle a una almohada.
—¡Ah! ¡Bueno! —le ardían las orejas. ¡Mierda! ¿¡Cómo hacía su hermano para devolver esos comentarios!? Joder, le tenía envidia a Nohlem por muchas cosas pero no esperaba que ESA fuera a ser otra de ellas—. Alguna… alguna persona tengo, sí. Rick, el chico de antes, me llama bastante… También están los dos chicos que me hicieron la prótesis… —se ruborizó un poco más, pero solo porque esa era la parte fácil, y con las manos inquietas haciendo girar cada anillo que pillaba sobre su vientre miró a otro lado: por donde había desaparecido Fleur, concretamente—. Y alguna que otra más… Pero creo que es bastante obvio de quienes me refiero.
Hizo énfasis en el plural en una muestra de fuerza que sacó del fondo de su estómago. La miró a los ojos durante dos segundos que le hicieron más mal que bien: una risa tan tímida como torpe le hizo taparse los labios y mirar al suelo, delatada.
—¡Hm… Bueno! ¡Pero… que buenas noticias!
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
06/05/23, 09:38 pm
No hacía falta ser un lumbreras, cosa que Colmillo no era, para darse cuenta que la cosa estaba muy tensa entre Nohlem e Ethan. Desde hacía tiempo había notado cierta tensión sexual entre los dos, pero sus sonrisas, la falsa de Ethan y la tensa de Nohlem, en ese momento hablaban de un conflicto con el potencial de tambalear los cimientos de su grupo. Lo cual a Colmillo no le gustó ni un pelo.
Moviéndose de forma un poco nerviosa, sus ojos saltaron entre sus dos amigos y Connor, el cual tenía un ceño fruncido que coincidía con los sentimientos de Colmillo por la situación y por el que se decidió a apartar al motero en algún momento en que el próximo juego les permitiera. No es que estuviera muy seguro de qué decirle, pero sabía que ambos compartían el sentimiento de protección por el grupo y quizás entre los dos podrían planear algún tipo de intervención o plan para que aquello que estaba pasando entre Ethan y Nohlem no terminara en tragedia. “Para esta mierda sesuda probablemente necesitemos a Rick” pensó con muy buen tino mientras preparaba la bebida que Nohlem le había aceptado.
Para cuando Colmillo ya había terminado la mezcla de su amigo y se la había entregado, los equipos ya se habían hecho con Tayron uniéndose a Connor, Ethan y él, lo que no pareció hacerle mucha gracia ni a Connor ni a Nohlem, lo cual mostraron de distintas formas, pero ambas sutiles. Colmillo, en un intento de apaciguar los ánimos y sin querer que su juego favorito se volviera algo incómodo, se dispuso a ofrecerse para explicar las normas a Tayron y a todo el que tampoco las supiera por extensión, pero en ese momento llegó una amiga de Amira acusándolo por su aparente ceguera.
-Merluzo… -susurró tan confuso y shockeado por todo lo que había dicho la chica que su mente se había bloqueado en la parte menos importante por unos segundos-. Espera, no, estás equivocada -contestó todavía con el rostro en blanco de alguien en shock, pero con la mente lo suficientemente espabilada como para conectar dos pensamientos juntos, por muy estúpidos que estos fueran-. Joder, ya me gustaría a mi, pero yo no soy Ethan, yo soy Colmillo. Este es Ethan -explicó señalando a su amigo-. Él está ligando con Ethan… ¿no? -terminó preguntando dubitativo al ver la cara de sus amigos.
En ese momento Connor se rió y le agradeció a la chica por decírselo cuando él no se estaba dando cuenta, a lo que Colmillo contestó jadeando traicionado. “¿¡Connor también lo piensa y no me ha dicho nada el cabrón!?” Pero tampoco tuvo tiempo de reclamarle nada, porque al momento Amira comentó que ella pensaba que no contestaba a los avances de Tayron porque era hetero.
-¿¡Pero qué coño!? ¡Qué no! ¡Qué el hetero es Rick! ¡Soy como tres putos tonos de piel más oscura que Ethan y Rick! ¿Por qué cojones estoy siendo confundido con ellos? -se quedó con indignación, como si todo fuera una gran confusión de la que nadie excepto él se estaba dando cuenta, pero de un momento a otro su mente pareció hacer finalmente el click correcto y con los ojos como platos y el color subiéndole a las mejillas se giró hacia Tayron-. Espera, ¿estabas ligando conmigo?
Ante este nuevo giro de los acontecimientos, las mejillas de Colmillo se incendiaron por la vergüenza y, en un intento de evitar la mirada de Tayron, pero mirarlo disimuladamente a su vez, dio un trago a su bebida mientras se rascaba la cabeza, fingiendo que miraba hacia otro lado sin engañar a absolutamente nadie. Sin poder evitarlo, se le escapó una risa avergonzada que intentó reprimir con todas sus fuerzas, lo que solo consiguió avergonzarlo aún más, porque, joder, Tayron era muy guapo y él se estaba comportando como si le faltara un hervor.
Con una sonrisa más tímida de lo que le hubiera gustado porque arruinaba la imagen que quería dar y armándose de estúpida valentía (la única valentía que era capaz de reunir, por otro lado), se dispuso a imitar uno de los movimientos suaves y encantadores que le había visto hacer a Nohlem en varias ocasiones, pero justo en ese momento Connor le zarandeó diciéndole que no le fallara, a lo que contestó asintiendo torpemente y derramando un poco de su bebida, sin saber muy bien a qué estaba contestando. Hasta ese momento, Colmillo ni siquiera se había dado cuenta que el juego había empezado, pero en seguida se puso al día dejando su bebida sobre la mesa más cercana y tomando un par de respiraciones profundas de forma disimulada.
-Si, hmm, me toca -contestó aclarando su garganta en un intento de disimular completamente en vano su confusión.
"Tú puedes, Colmillo, naciste para esto. Tayron te está mirando, sé cool, ¡SÉ COOL!" se dijo a sí mismo mientras tronaba el cuello y se sacudía un poco el cuerpo antes de coger una de las pelotas. Con una respiración profunda, Colmillo cerró los ojos en un intento de conseguir una máxima concentración durante unos segundos, para luego abrirlos y mirar fijamente a los vasos, con al expresión de alguien que tenía un enfoque perfecto.
...
...
...
Patético.
-Sí, je, es que... El viento... -murmuró como intentando salvar el ridículo que acababa de hacer delante de Tay y de todos los demás, casi sin querer mirar la pelota que rodaba inocentemente por el suelo.
Ni la mesa había rozado la muy hija de puta.
1-70: acierta
71-99: falla
100: da doble
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Rocavarancolia Rol
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
06/05/23, 09:38 pm
El miembro 'Muffie' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 83
'Dado de 100 caras' : 83
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
07/05/23, 12:56 pm
Rick se alegró de que fuera bien acogido. -¡Perfecto!- asintió con una sonrisa mientras los tres se empezaron a dirigir a una de las mesas para tomar algo. Ante la pregunta de Serena, el chico empezó a mirar las botellas que había antes de darle su opinión: -Pues depende de si quieres algo cargado o algo más suave. Algunas no me suenan, pero estas no están nada mal para empezar.- Señaló unas cuantas botellas, sacando una ligera información de lo que había aprendido con sus amigos y... estaba más nervioso de lo que esperaba. La explicación se le alargó más de lo que debería y no estaba ni a la mitad cuando la chica ya se hecho una copa. -(Bien hecho, genio)- se criticó mentalmente.
La noche parecía darle una tregua cuando Kalna se excusó para ir al baño. Era una oportunidad para poder hablar con Serena, aunque la actitud de las dos antes de que se fuera le dejó cierta duda. ¿Le pasaba algo a Kalna? No sabía como de prudente sería preguntarle luego, pero tampoco le parecía correcto dejar que se le chafara la fiesta por algo. Entre eso y los nervios, cuando él y Serena se quedaron solos intentó buscar alguna forma de romper el hielo sin mucho éxito. A pesar de su soltura habitual, cuando la persona con la que hablaba era su crush le pasaba bastante eso. -(Venga, hombre. No te quedes ahí como un pasmarote. Piensa algo)- Se le ocurrió algo, pero cuando iba a abrir la boca la escocesa se marchó. La miró justo dirigirse al grupo de sus amigos, buscando de entre todas las personas a Abel. Se marcharon de hecho juntos. No tenía ni idea de a qué dios había hecho enfadar, pero sin duda lo odiaba a muerte. -Vaya nochecita. Joder.- dijo frustrado antes de dirigirse de vuelta con sus colegas. Al menos contaba en que les subieran el ánimo. Pasar un buen rato y olvidar tantos dramas.
Mientras tanto, Chromsa se encontraba con una duda existencial. -¿Qué es el beer pong?- preguntó mirando primero a Adam y luego al resto. Parecían todos muy ilusionados con el juego, aunque él no lo había escuchado nunca. Sin embargo la posible explicación que pudiera tener aparte de ver cómo iban a utilizar vasos y pelotas no llegó porque Lethe se acercó. El ochrorio se alegró de verla, pensando que tal vez se había animado a socializar. La enderth no tardó en darles el verdadero motivo. Chromsa miró algo sorprendido a Colmillo y a Tayron, aunque también en Nohlem y Ethan. Ahora que lo pensaba, los dos primeros no eran los únicos que tenían tensión amorosa. -Pues... la verdad es que parece que sí.- respondió a las nerviosas preguntas del chico. No negaba que a él le costaba ver las fichas de vez en cuando, pero aquello era muy descarado ya.
Después de aquel curioso incidente, la partida empezó tras hacer los grupos. Chromsa miró atento cómo se jugaba, aplaudiendo el magistral acierto de Amira. -¡Qué bien hecho!- la animó alegre. De momento iban ganando, aunque su turno se acercaba y no estaba del todo seguro de si lo haría bien. Iba a divertirse igual aunque fallara, pero ya que estaban podían intentar ir a por todas. Para su suerte, fue en ese momento cuando Rick volvió.
-Bueno, bueno, ¿como están los chavales? Ya estoy por aquí- anunció en un intento de recobrar los ánimos que había perdido con lo ocurrido con Serena. -¡Anda! ¿Beer pong? Pobres los que van contra Colmillo, es un as- comentó observando de primeras los equipos sin haber visto el último lanzamiento.
-Hola, Rick. Justo me toca a mí. A ver que tal se me da- le saludó el ochrorio ya con la bola preparada. Le habría preguntado sobre las reglas del juego, pero después de tantos lanzamientos más o menos le quedaba claro cómo iba. El ochrorio tomó posición y se dispuso a lanzar.
1-20: acierta
21-89: falla
90-100: mete en propia
Contra todo pronóstico, el ochrorio lanzó con la fuerza justa para que la bola cayera dentro de uno de los vasos a media distancia de forma bastante limpia. Una gran sonrisa apareció en su rostro mirando a su equipo: -¡Ah, que bien! ¡Ha entrado, ha entrado!- Estaba muy emocionado, su primer tiro en su primera vez que jugaba y había salido genial. Fue hasta Adam y dio un par de saltitos de la ilusión.
Rick contempló la jugada sorprendido. -Ostras, buen tiro Chromsa. ¿Es la primera vez que juegas de verdad?- le felicitó todavía pensando en el lanzamiento. Los grupos estaban hechos ya, así que se quedaría de momento observando cómo se desarrollaba el partido y animando indistintamente a un grupo y a otro (es lo que tenía que fuera amigo de la mayoría). Eso y la tensión que había en el ambiente entre varios del grupo.
La noche parecía darle una tregua cuando Kalna se excusó para ir al baño. Era una oportunidad para poder hablar con Serena, aunque la actitud de las dos antes de que se fuera le dejó cierta duda. ¿Le pasaba algo a Kalna? No sabía como de prudente sería preguntarle luego, pero tampoco le parecía correcto dejar que se le chafara la fiesta por algo. Entre eso y los nervios, cuando él y Serena se quedaron solos intentó buscar alguna forma de romper el hielo sin mucho éxito. A pesar de su soltura habitual, cuando la persona con la que hablaba era su crush le pasaba bastante eso. -(Venga, hombre. No te quedes ahí como un pasmarote. Piensa algo)- Se le ocurrió algo, pero cuando iba a abrir la boca la escocesa se marchó. La miró justo dirigirse al grupo de sus amigos, buscando de entre todas las personas a Abel. Se marcharon de hecho juntos. No tenía ni idea de a qué dios había hecho enfadar, pero sin duda lo odiaba a muerte. -Vaya nochecita. Joder.- dijo frustrado antes de dirigirse de vuelta con sus colegas. Al menos contaba en que les subieran el ánimo. Pasar un buen rato y olvidar tantos dramas.
Mientras tanto, Chromsa se encontraba con una duda existencial. -¿Qué es el beer pong?- preguntó mirando primero a Adam y luego al resto. Parecían todos muy ilusionados con el juego, aunque él no lo había escuchado nunca. Sin embargo la posible explicación que pudiera tener aparte de ver cómo iban a utilizar vasos y pelotas no llegó porque Lethe se acercó. El ochrorio se alegró de verla, pensando que tal vez se había animado a socializar. La enderth no tardó en darles el verdadero motivo. Chromsa miró algo sorprendido a Colmillo y a Tayron, aunque también en Nohlem y Ethan. Ahora que lo pensaba, los dos primeros no eran los únicos que tenían tensión amorosa. -Pues... la verdad es que parece que sí.- respondió a las nerviosas preguntas del chico. No negaba que a él le costaba ver las fichas de vez en cuando, pero aquello era muy descarado ya.
Después de aquel curioso incidente, la partida empezó tras hacer los grupos. Chromsa miró atento cómo se jugaba, aplaudiendo el magistral acierto de Amira. -¡Qué bien hecho!- la animó alegre. De momento iban ganando, aunque su turno se acercaba y no estaba del todo seguro de si lo haría bien. Iba a divertirse igual aunque fallara, pero ya que estaban podían intentar ir a por todas. Para su suerte, fue en ese momento cuando Rick volvió.
-Bueno, bueno, ¿como están los chavales? Ya estoy por aquí- anunció en un intento de recobrar los ánimos que había perdido con lo ocurrido con Serena. -¡Anda! ¿Beer pong? Pobres los que van contra Colmillo, es un as- comentó observando de primeras los equipos sin haber visto el último lanzamiento.
-Hola, Rick. Justo me toca a mí. A ver que tal se me da- le saludó el ochrorio ya con la bola preparada. Le habría preguntado sobre las reglas del juego, pero después de tantos lanzamientos más o menos le quedaba claro cómo iba. El ochrorio tomó posición y se dispuso a lanzar.
1-20: acierta
21-89: falla
90-100: mete en propia
Contra todo pronóstico, el ochrorio lanzó con la fuerza justa para que la bola cayera dentro de uno de los vasos a media distancia de forma bastante limpia. Una gran sonrisa apareció en su rostro mirando a su equipo: -¡Ah, que bien! ¡Ha entrado, ha entrado!- Estaba muy emocionado, su primer tiro en su primera vez que jugaba y había salido genial. Fue hasta Adam y dio un par de saltitos de la ilusión.
Rick contempló la jugada sorprendido. -Ostras, buen tiro Chromsa. ¿Es la primera vez que juegas de verdad?- le felicitó todavía pensando en el lanzamiento. Los grupos estaban hechos ya, así que se quedaría de momento observando cómo se desarrollaba el partido y animando indistintamente a un grupo y a otro (es lo que tenía que fuera amigo de la mayoría). Eso y la tensión que había en el ambiente entre varios del grupo.
- Rocavarancolia Rol
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
07/05/23, 12:56 pm
El miembro 'Harek' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 9
'Dado de 100 caras' : 9
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Personajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
07/05/23, 03:03 pm
Nohlem se dio de bruces con un londinense que le juzgaba en silencio, cruzado de brazos y con un rostro impasible a la espera de lo que quisiera decirle. No aguanto mucho.
Su figura se destenso en el preciso momento en el que empezó a hablar, dejando la boca entreabierta ante la sorpresa y acompañándola con unos ojos negros que por primera vez en mucho tiempo permitían ver prácticamente la circunferencia de sus iris. Ethan enmudeció, incapaz de procesar lo que acababa de ocurrir.
¨Podríamos ser muchísimo más que eso¨
El alcohol hizo lo suyo convirtiendo la estupefacción en euforia. El rubor de sus mejillas, que ya empezaba a suavizarse se vio alimentado como las llamas de un incendio forestal. Solo que él, era el bosque y tan pronto como su rostro estaba adquiriendo nuevos matices rojizos, la sensación de calidez inició su descenso. Invadió su cuello y se cobijó en sus hombros, empezando a generar un calor asfixiante.
Ethan desvió la vista a su entorno, la fiesta estaba iniciando a buen ritmo y con tanta acumulación de gente la brisa de la noche que tanto buscaba había desaparecido para dejar paso al efecto burbuja que se daba en ese tipo de eventos. Tenía calor, se moría de calor y todo era culpa del felino que sonreía desde el lado contrario de la mesa.
Por ello entre el nerviosismo, el agobio y una felicidad que iba abriéndose camino de forma apabullante tiró ligeramente del cuello de su top, para permitirse de forma moral algo más de aire. No satisfecho con el nulo resultado, Ethan dejó que su chaqueta se deslizara sobre sus antebrazos. Dejando al descubierto los tatuajes negros que adornaban parte de la clavicula. Nada, seguía ardiendo.
Y esa sensación continua luchaba en una sucesión de conflictos e ideas entremezcladas. La valentía que le brindaba el alcohol le gritaba que se acercara a Nohlem para apartarle de ahí y poder disfrutar de él a solas, mientras que el raciocinio que aún conservaba su mente luchaba por alejar esa idea para centrarse en el juego que tenía delante.
Aquel galimatías emocional se convirtió en una energía desbordante y una amplia sonrisa, contenida cuando se mordió el labio para tratar de disimular la alegría del momento. La partida había comenzado y con ella una sucesión de turnos donde su equipo estaba perdiendo de forma miserable. Como buen amigo que era Ethan acompañaba cada derrota con una sucesión de risas incapaz de creerse lo penosos que podían llegar a ser sus compañeros de equipo.
Entre Colmillo fallando al ser consciente (Gracias chica pájaro random) de las fichas que le lanzaba Tay y Connor fallando después de hacer gala de su increíble orgullo no daba a basto, le dolían las mejillas de tanto reírse de ellos.
-¡Ay madre mía, Colmillo yo confiaba en ti para sacarnos de esta! -Se acercó al perro para apoyarse en uno de sus hombros, empujándolo con suavidad en el sitio antes de hablarle en un tono de voz más bajo, sin llegar a susurrar. - Bueno di que si perdemos, siempre te quedará otro tipo de victoria que poder reclamar. -Con esto último le señaló a Tay mientras le daba una ligera palmadita tras la nuca. -Todo tuyo campeón.
Chromsa anotaba otro punto y Ethan decidió por su propia cuenta que ese turno era suyo, para así darse la excusa de poder beber. Apartando la bola y levantando el vaso para acabarse de una el contenido. Iba a necesitar esa ayuda extra.
-¡¿Rick, cuando regresaste?!, luego nos tienes que contar que tal fue toodo. ¡Y no les animes que nos están apalizando! Es más si quieres, yo te cedo el turno de Connor y nos quitamos a un inútil del equipo. -Le comento burlón, dedicando una sonrisa al pobre afectado del pelirosa. Pero vamos, ahí se le intentara negar que no era un paquete.
Con el ánimo subido, parte de las dudas disueltas y un juego roto por las directas tan claras que le había lanzado Nohlem, el asiatico se dirigió a la mesa, inclinándose un poco sobre la misma para fingir que tenía cierta idea de lo que hacía. Tomó la pelotita entre sus dedos y dedicándole una mirada picarona al gato depositó un suave beso sobre la misma.
-Esta va por ti gatito
Y tras guiñar el ojo, procedió a lanzar...
1-20: acierta
21-89: falla
90-100: mete en propia
Obviamente falló. La bola rebotó contra la mesa con demasiada fuerza, lo que hizo que saltara sobre los vasos y acabara chocando contra el abdomen del gato, perdiéndose al seguir su camino contra el suelo. Menudo desastre de tiro.
-Ah mierda... Quizá te la dediqué con demasiadas ganas... -Canturreo burlón mientras se llevaba una mano a cubrirse la boca. Fingiendo de forma inocente que ese resultado le había sorprendido antes de regresar con sus compañeros con la misma sonrisa dibujada. Que más le daba el resultado del beer pong, el acababa de ganar hace rato ya.
Su figura se destenso en el preciso momento en el que empezó a hablar, dejando la boca entreabierta ante la sorpresa y acompañándola con unos ojos negros que por primera vez en mucho tiempo permitían ver prácticamente la circunferencia de sus iris. Ethan enmudeció, incapaz de procesar lo que acababa de ocurrir.
¨Podríamos ser muchísimo más que eso¨
El alcohol hizo lo suyo convirtiendo la estupefacción en euforia. El rubor de sus mejillas, que ya empezaba a suavizarse se vio alimentado como las llamas de un incendio forestal. Solo que él, era el bosque y tan pronto como su rostro estaba adquiriendo nuevos matices rojizos, la sensación de calidez inició su descenso. Invadió su cuello y se cobijó en sus hombros, empezando a generar un calor asfixiante.
Ethan desvió la vista a su entorno, la fiesta estaba iniciando a buen ritmo y con tanta acumulación de gente la brisa de la noche que tanto buscaba había desaparecido para dejar paso al efecto burbuja que se daba en ese tipo de eventos. Tenía calor, se moría de calor y todo era culpa del felino que sonreía desde el lado contrario de la mesa.
Por ello entre el nerviosismo, el agobio y una felicidad que iba abriéndose camino de forma apabullante tiró ligeramente del cuello de su top, para permitirse de forma moral algo más de aire. No satisfecho con el nulo resultado, Ethan dejó que su chaqueta se deslizara sobre sus antebrazos. Dejando al descubierto los tatuajes negros que adornaban parte de la clavicula. Nada, seguía ardiendo.
Y esa sensación continua luchaba en una sucesión de conflictos e ideas entremezcladas. La valentía que le brindaba el alcohol le gritaba que se acercara a Nohlem para apartarle de ahí y poder disfrutar de él a solas, mientras que el raciocinio que aún conservaba su mente luchaba por alejar esa idea para centrarse en el juego que tenía delante.
Aquel galimatías emocional se convirtió en una energía desbordante y una amplia sonrisa, contenida cuando se mordió el labio para tratar de disimular la alegría del momento. La partida había comenzado y con ella una sucesión de turnos donde su equipo estaba perdiendo de forma miserable. Como buen amigo que era Ethan acompañaba cada derrota con una sucesión de risas incapaz de creerse lo penosos que podían llegar a ser sus compañeros de equipo.
Entre Colmillo fallando al ser consciente (Gracias chica pájaro random) de las fichas que le lanzaba Tay y Connor fallando después de hacer gala de su increíble orgullo no daba a basto, le dolían las mejillas de tanto reírse de ellos.
-¡Ay madre mía, Colmillo yo confiaba en ti para sacarnos de esta! -Se acercó al perro para apoyarse en uno de sus hombros, empujándolo con suavidad en el sitio antes de hablarle en un tono de voz más bajo, sin llegar a susurrar. - Bueno di que si perdemos, siempre te quedará otro tipo de victoria que poder reclamar. -Con esto último le señaló a Tay mientras le daba una ligera palmadita tras la nuca. -Todo tuyo campeón.
Chromsa anotaba otro punto y Ethan decidió por su propia cuenta que ese turno era suyo, para así darse la excusa de poder beber. Apartando la bola y levantando el vaso para acabarse de una el contenido. Iba a necesitar esa ayuda extra.
-¡¿Rick, cuando regresaste?!, luego nos tienes que contar que tal fue toodo. ¡Y no les animes que nos están apalizando! Es más si quieres, yo te cedo el turno de Connor y nos quitamos a un inútil del equipo. -Le comento burlón, dedicando una sonrisa al pobre afectado del pelirosa. Pero vamos, ahí se le intentara negar que no era un paquete.
Con el ánimo subido, parte de las dudas disueltas y un juego roto por las directas tan claras que le había lanzado Nohlem, el asiatico se dirigió a la mesa, inclinándose un poco sobre la misma para fingir que tenía cierta idea de lo que hacía. Tomó la pelotita entre sus dedos y dedicándole una mirada picarona al gato depositó un suave beso sobre la misma.
-Esta va por ti gatito
Y tras guiñar el ojo, procedió a lanzar...
1-20: acierta
21-89: falla
90-100: mete en propia
Obviamente falló. La bola rebotó contra la mesa con demasiada fuerza, lo que hizo que saltara sobre los vasos y acabara chocando contra el abdomen del gato, perdiéndose al seguir su camino contra el suelo. Menudo desastre de tiro.
-Ah mierda... Quizá te la dediqué con demasiadas ganas... -Canturreo burlón mientras se llevaba una mano a cubrirse la boca. Fingiendo de forma inocente que ese resultado le había sorprendido antes de regresar con sus compañeros con la misma sonrisa dibujada. Que más le daba el resultado del beer pong, el acababa de ganar hace rato ya.
- Rocavarancolia Rol
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
07/05/23, 03:03 pm
El miembro 'Raven' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 33
'Dado de 100 caras' : 33
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Personajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
07/05/23, 04:27 pm
Maila no pudo evitar mostrar una sonrisa con las reacciones nerviosas de Kahlo, de vez en cuando la miraba a los ojos y otras asentía con la cabeza mientras fingía observar con detalle alguna decoración. Se estaba divirtiendo, para qué negarlo. Su amiga era una chica que parecía ser alguien que siempre lo tenía todo controlado. Era evidente que sus padres la habían criado con ese "protocolo de ricos" que tanto le recordaba a Fleur, o al menos esa era la explicación que le daba la hawaiana.
Así que se estaba divirtiendo poniéndola nerviosa. Lo que no se esperó fue el contra ataque de la varmana. Y debería haberlo esperado, ¿no? Al fin al cabo por eso estaba diciéndole todas esas cosas a la felina. Porque había acordado con Fleur una noche de liberaciones y porque Kahlo era demasiado Kahlo como para dejar escapar la oportunidad. Maila giró rápidamente la cabeza en su dirección y ésta vez fue ella la que no supo qué decir. <<"Es bastante obvio de quiénes me refiero"... Eso ha dicho...¿Por qué me altero tanto? ¡Es lo que buscaba!>> La hawaiana empezó a notar como subía el calor y sus mejillas ardían, evitando mirar a los ojos a Kahlo.
Se consideraba una chica con bastante experiencia a la hora de encajar fichas como aquellas. Pero cuando quién las decía era Kahlo esas fichas se convertían en fichazas del tamaño del faro donde vivía.
-Eh... si... yo...- Empezó a decir sin mucha correlación. <<¿Qué haces estúpida? Llevas desde que has llegado tirándole la caña y ahora te quedas en blanco>>. Se reprendió así misma, fingiendo que había algo en un jarrón que llamaba su atención, todo para estar un poco más lejos de la varmana en aquellos instantes. -Es normal que te guste Rick, es un chico guapo y educado...- Comentó, aunque luego con un acelerón de latidos se dio cuenta de que podría malinterpretarse.- ¡Bueno ya sabes, a mí no me gustan los chicos! Me gustan las chicas como tú... ¡Quiero decir "CHICAS",no tú en especial! ¡Qué no es que seas fea, ni nada! ¡Más estás bien estás tremenda!- Cada frase empeoraba más aún la situación, así que Maila decidió callarse la boca y rezar (por primera vez en su vida) para que Fleur volviera cuanto antes. Se quedó observando la decoración con una tensión y nervios palpables.
Para desgracia de ella, había perdido algo de práctica en todo el asunto del ligoteo. Y aquel era el peor momento para darse cuenta. <<Maldita sea esto se me daba mejor antes de salir con Fleur... Me he convertido en Devoss cuando intentan ligarle>>. Pensó recordando a su compañero del club de deporte, aunque éste se encargaba del equipo de fútbol.
Así que se estaba divirtiendo poniéndola nerviosa. Lo que no se esperó fue el contra ataque de la varmana. Y debería haberlo esperado, ¿no? Al fin al cabo por eso estaba diciéndole todas esas cosas a la felina. Porque había acordado con Fleur una noche de liberaciones y porque Kahlo era demasiado Kahlo como para dejar escapar la oportunidad. Maila giró rápidamente la cabeza en su dirección y ésta vez fue ella la que no supo qué decir. <<"Es bastante obvio de quiénes me refiero"... Eso ha dicho...¿Por qué me altero tanto? ¡Es lo que buscaba!>> La hawaiana empezó a notar como subía el calor y sus mejillas ardían, evitando mirar a los ojos a Kahlo.
Se consideraba una chica con bastante experiencia a la hora de encajar fichas como aquellas. Pero cuando quién las decía era Kahlo esas fichas se convertían en fichazas del tamaño del faro donde vivía.
-Eh... si... yo...- Empezó a decir sin mucha correlación. <<¿Qué haces estúpida? Llevas desde que has llegado tirándole la caña y ahora te quedas en blanco>>. Se reprendió así misma, fingiendo que había algo en un jarrón que llamaba su atención, todo para estar un poco más lejos de la varmana en aquellos instantes. -Es normal que te guste Rick, es un chico guapo y educado...- Comentó, aunque luego con un acelerón de latidos se dio cuenta de que podría malinterpretarse.- ¡Bueno ya sabes, a mí no me gustan los chicos! Me gustan las chicas como tú... ¡Quiero decir "CHICAS",no tú en especial! ¡Qué no es que seas fea, ni nada! ¡Más estás bien estás tremenda!- Cada frase empeoraba más aún la situación, así que Maila decidió callarse la boca y rezar (por primera vez en su vida) para que Fleur volviera cuanto antes. Se quedó observando la decoración con una tensión y nervios palpables.
Para desgracia de ella, había perdido algo de práctica en todo el asunto del ligoteo. Y aquel era el peor momento para darse cuenta. <<Maldita sea esto se me daba mejor antes de salir con Fleur... Me he convertido en Devoss cuando intentan ligarle>>. Pensó recordando a su compañero del club de deporte, aunque éste se encargaba del equipo de fútbol.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
07/05/23, 04:32 pm
Beer Pong, Beer Pong… ¿Que juego es ese? Adam estaba con la mirada medio perdida, intentando recordar si alguna vez jugó algo parecido siquiera. Se encogió de hombros y bajó sus morros cuando Chromsa le preguntó con la mirada, no tenía respuesta para aquel juego tan misterioso. Sin embargo, estaba curioso por ver como sería y tenía ganas de probar cosas nuevas en la fiesta al menos para acercarse a lo más popular.
Lethe hizo acto de presencia de nuevo para su sorpresa, y no lo hizo de otra forma que señalando la obvia caña enorme que el de la cola rayada estaba tirando a Colmillo, regañándolo con el término “merluzo”. Adam tuvo que voltearse, le dio un ataque de risa por ello y menos mal que nadie le estaba mirando, tuvo que suspirar y todo para calmar ese parraque involuntario. Prefirió no decir nada ante Colmillo, no quería descojonarse de vuelta y generar un malentendido.
La partida por fin había empezado y se ordenaron los turnos. Agradeció ser de los últimos para poder ver bien como se jugaba a esa cosa. Era… ¿difícil? Amira desde luego demostró una puntería que flipas, encastando la pelota sin mucha dificultad pero el resto no paraba de fallar. Connor falló, Nohlem, que era de su propio equipo, también falló. Hasta Colmillo, que parecía curtido en el tema, falló y se lamentó mucho.
—Buff… está difícil —dijo por lo bajo, no quería hacer el ridículo pero vaya, parecía complejo y encestarlo no sería fácil—. ¡Animo Chromsa, tu puedes! —quitando eso, dio unos sonoros ánimos a su pareja que, de hecho, lo acertó también. Celebrando con él, se alegró mucho de que su equipo fuese bien.
Y ya por último fue el turno de Ethan. Con algunas segundas de por medio hacia su “gatito”, no logró su cometido y también falló. Buff, sería un mal día para ellos.
—Ojú, me toca —agarró la pelotita con no demasiada confianza en sí mismo. ¿Pero qué diantres? Era un juego e iban genial de hecho—. Bueno, allá vamos. No me traiciones pelota —apuntando con muchas ganas y cerrando un ojo lanzó con toda la delicadeza que le permitía su pulso firme.
1-40: acierta
41-89: falla
90-100: mete en propia
No pudo creerlo. El esférico dio un pequeño rebote y cayó casi que en el centro de vasos limpiamente.
—¡CYKA! ¡No me lo puedo creer! ¡Otra dentro! —se fue para su equipo, le faltaba dar saltos—. Ostia que paliza, ¿no? —susurró a estos.
Lethe hizo acto de presencia de nuevo para su sorpresa, y no lo hizo de otra forma que señalando la obvia caña enorme que el de la cola rayada estaba tirando a Colmillo, regañándolo con el término “merluzo”. Adam tuvo que voltearse, le dio un ataque de risa por ello y menos mal que nadie le estaba mirando, tuvo que suspirar y todo para calmar ese parraque involuntario. Prefirió no decir nada ante Colmillo, no quería descojonarse de vuelta y generar un malentendido.
La partida por fin había empezado y se ordenaron los turnos. Agradeció ser de los últimos para poder ver bien como se jugaba a esa cosa. Era… ¿difícil? Amira desde luego demostró una puntería que flipas, encastando la pelota sin mucha dificultad pero el resto no paraba de fallar. Connor falló, Nohlem, que era de su propio equipo, también falló. Hasta Colmillo, que parecía curtido en el tema, falló y se lamentó mucho.
—Buff… está difícil —dijo por lo bajo, no quería hacer el ridículo pero vaya, parecía complejo y encestarlo no sería fácil—. ¡Animo Chromsa, tu puedes! —quitando eso, dio unos sonoros ánimos a su pareja que, de hecho, lo acertó también. Celebrando con él, se alegró mucho de que su equipo fuese bien.
Y ya por último fue el turno de Ethan. Con algunas segundas de por medio hacia su “gatito”, no logró su cometido y también falló. Buff, sería un mal día para ellos.
—Ojú, me toca —agarró la pelotita con no demasiada confianza en sí mismo. ¿Pero qué diantres? Era un juego e iban genial de hecho—. Bueno, allá vamos. No me traiciones pelota —apuntando con muchas ganas y cerrando un ojo lanzó con toda la delicadeza que le permitía su pulso firme.
1-40: acierta
41-89: falla
90-100: mete en propia
No pudo creerlo. El esférico dio un pequeño rebote y cayó casi que en el centro de vasos limpiamente.
—¡CYKA! ¡No me lo puedo creer! ¡Otra dentro! —se fue para su equipo, le faltaba dar saltos—. Ostia que paliza, ¿no? —susurró a estos.
- Rocavarancolia Rol
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
07/05/23, 04:32 pm
El miembro 'Isma' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 2
'Dado de 100 caras' : 2
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
08/05/23, 10:10 pm
Lo último que esperaba es que Maila no supiera como seguir, no después de la soltura que había tenido. La evidente torpeza de la hawaiiana le hizo llevarse una mano a la boca para cubrir, tardíamente, un bufido de risa bastante cantoso. Los titubeos, las frases incompletas, la manera en la que huía de su mirada a pesar de que ella había sido la primera en ponerla nerviosa, pudo con esos detalles más o menos bien, pero lo que terminó de romperla fueron los cumplidos, con los que se encogió sobre su estómago entre pequeñas risas. A Kahlo no le cortaba el rollo que Maila hubiera pasado de la soltura de una diva a la timidez de una santa, si bien todo lo contrario: sin coserlo ni beberlo había creado una zona de comfort donde no se sentía la única tonta con el cerebro licuado. Miró al suelo entre risitas, abanicándose con la otra mano con la que no tapaba su boca.
—¡Perdón, perdón! —dijo con la voz una octava más aguda y lo que se veía de sus mejillas encendidas en rojo. Su acento cubano era mucho más notable que antes, dándole un deje cálido e informal—. ¡Gracias, caray! ¿Creo? Tú también… ¡tú también estás tremenda!
Liberó sus labios para reirse con más ganas. Se acercó a la otra y, apagando su parte más racional, la que juraba y perjuraba que eso estaba mal por ser su amiga y encima la novia de su amiga, rodeó su cadera con el brazo irrense por un lado. Se inclinó sobre ella, buscó su rostro con una sonrisa de las que hacen que te duela la cara y de manera tierna le besó la mejilla.
—Es que no me extraña que Fleur se haya enamorado de ti. Eres lindísima —le apartó esos rizos tan bonitos del rostro tras una oreja para verla mejor. Estaba nerviosa, vaya que sí lo estaba, pero saber que no era la única le daba margen a recuperar las riendas—. Entonces… ¿seguro que puedo…? ¿Poneros en mi punto de mira? Porque si es así… —se acercó a su oído y susurró—: Miau.
Cerró la boca a tiempo de, con un pequeño espasmo, apartarse y reír con una distancia de seguridad donde no le aturdiese el tímpano.
—¡Perdón, perdón! —dijo con la voz una octava más aguda y lo que se veía de sus mejillas encendidas en rojo. Su acento cubano era mucho más notable que antes, dándole un deje cálido e informal—. ¡Gracias, caray! ¿Creo? Tú también… ¡tú también estás tremenda!
Liberó sus labios para reirse con más ganas. Se acercó a la otra y, apagando su parte más racional, la que juraba y perjuraba que eso estaba mal por ser su amiga y encima la novia de su amiga, rodeó su cadera con el brazo irrense por un lado. Se inclinó sobre ella, buscó su rostro con una sonrisa de las que hacen que te duela la cara y de manera tierna le besó la mejilla.
—Es que no me extraña que Fleur se haya enamorado de ti. Eres lindísima —le apartó esos rizos tan bonitos del rostro tras una oreja para verla mejor. Estaba nerviosa, vaya que sí lo estaba, pero saber que no era la única le daba margen a recuperar las riendas—. Entonces… ¿seguro que puedo…? ¿Poneros en mi punto de mira? Porque si es así… —se acercó a su oído y susurró—: Miau.
Cerró la boca a tiempo de, con un pequeño espasmo, apartarse y reír con una distancia de seguridad donde no le aturdiese el tímpano.
- ♪♫♬:
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
11/05/23, 08:28 am
1-50: Acierta
51-99: Falla
100: La pelota rebota épicamente y la mete en propia.
51-99: Falla
100: La pelota rebota épicamente y la mete en propia.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Rocavarancolia Rol
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
11/05/23, 08:28 am
El miembro 'Aes' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 46
'Dado de 100 caras' : 46
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