Primer sueño de Nery's

Arqueó una ceja extrañado y curioso mientras seguía mimándola. ¿Que condena sería esa? Aunque bueno, nada importaba si era una ciudadana de Rocavarancolia. Sin embargo se fue poniendo cada vez más y más pálido según la acusada y el juez hablaban.

-¿Q-? -Intentó preguntar algo pero no pudo, aquellas palabras le habían golpeado como un martillo y se encontraba confuso, agarrándose firmemente a su hermana como si la fueran a separar de ella en cualquier momento.

-¿De que superestáis hablando? -Había terror y confusión mezclados con cierta  ira en las palabras del drocarbury.

Los molestos chillidos de los abogados eran apenas murmuros en la cabeza del Drocarbury. Con su mirada clavada en el velo de aquella extraña escuchó claramente la voz en su cabeza. Aquello solo confirmaba sus sospechas y afianzaba su miedo.

Se levantó de su asiento sin soltar la mano de Aery´s y se puso entre ella y la extraña. Como en cualquier situación en la que necesitaba que se le respetase aún más lelvaba unas plataformas que afianzaban aún más la diferencia de altura entre el y el resto de los de  su raza.

-¿Quien hay tras ese velo? Rocavarancolesa. ¿Y porque todo esto? ¿Qué sentido tiene siquiera para ti estar aquí?

Por otra parte pensaba deprisa. Podría intentar llamar a algún transformado en la ciudad o al secretario del consejo de turno y pedir protección para él y su hermana. Si tan solo Sealhy´s o Raelene estuviera por frivo...

Aguantó el porte mientras la extraña paseaba y hablaba por la sala mientras empujaba a su hermana detrás suya en su desesperado intento de protegerla. Y así todo estalló a su alrededor. Sus esperanzas, sus deseos, sus sueños.

El drocarbury quedó paralizado mirándose las manos el cuerpo y simplemente gritó, gritó y vomitó y maldijo contra ella al caer de rodillas desesperado mientras los recuerdos se abalanzaban sobre el mezclándose con aquel sueño. Y al igual que su mente todo se rompió. El suelo partió en dos bruscamente como si hubiera habido un desplazamiento de placas tectónicas bajo sus pies y de la grieta empezó a brotar agua tintada de verde por las algas. Las ventanas estallaron vertiendo aún más del agua de mar frivy como fuentes a la sala y pequeñas partes del suelo se hundieron hacia un vació creando cascadas y de cada una de ellas salía un grito con la voz de Aury´s formando un coro de desesperación.

Nery´s atrajo hacia así los cachos de Aery´s que se hundían a su alrededor mientras temblaba y sollozaba, cubriéndole cada vez más el agua.

Comenzó a gritar por encima del coro que se la devolviera. Que le devolviera a su familia y lo dejara en paz. Ya no solo a ella si no al mismo destino. Una y otra vez. Sin embargo la vísceras que recogía simplemente lo manchaban dándole la sensación de humedad, estrellándose contra el suelo cuando se caían en el aire donde para él había mar. No había más gritos que el suyo, reverberando con su voz por una sala que sería perfectamente normal de no estar teñida de la sangre derramada. El drocarbury temblaba como un niño en medio de sus alucinaciones sin tan siquiera buscar por su medicina. tan solo desgarrándose la garganta entre la ira y la frustración.

Podía sentir el suave frio de las aguas templadas de frivo  golpeando su piel con cada ola formada en aquel caos. El olor del mar y de la sangre se mezclaban mientras seguía intentando aferrarse a los trozos de su hermana cuando estos desaparecieron  y en un quejido más alto que el resto chapoteó en aquel mar totalmente enlodado en algas en busca de una vez más algo que ya no estaba ahí.

Las palabras de ella se difuminaban en el coro y a penas entendió su primera frase. Las emociones se revolvían junto a él junto a los recuerdos del torreón y su pasado. Más y más pozos se abrían haciendo que se unieran nuevos gritos al coro hasta que finalmente uno se abrió delante suya. Y como un director marcando el final de la orquesta un golpe sordo contra el suelo que reverberó por toda la sala acalló el siniestro coro.

Normalmente no miraba. El terror que le provocaba el borde del pozo era suficiente para hacerle encogerse sobre sí mismo. Pero esta vez no. Recordó el puente y los días de después. Su miedo se había esfumado por arte de magia.

Y miró. Y vomitó. Y sonrió. Una sonrisa adornada por las lágrimas que caían sin cesar.

Miraba fijamente aquel trozo de suelo que para él era mucho más y con cuidado, con mimo, empezó a apartar el vomito del suelo con su mano, limpiándolo. Se rio sus palabras. Una risa quebrada, seca y dolorosa pero aún así burlesca.

-¿Verdad universal? -Volvió a reír cortamente. -Que megasabremos nosotros de eso...

-¿Donde flochy´s hiperstoy? ¿Para qué ultra me has traído aquí? -Su voz se tornó más seria pese a seguir rota. Para él aquella mujer estaba disfrutando intoxicada de su propia posición y poder. No la culpaba, el había sentido lo mismo en su mundo.

El frivy miraba a través del suelo algo más calmado, suelo que para él era un cristal hacía decenas de cadaveres estrellados contra el suelo de la plataforma petrolífera. Reconocía a muchos de los informes que había tenido que rellenar para cubrir a los rocavarancoleses y en el centro estaban Aury´s, Nexy´s y su hermana. A la cual no dejaba de mirar con ternura a través del cristal.

Hacia tanto tiempo que no la veía tan de cerca... En muchas ocasiones le preocupaba olvidarla. Verla tan solo como la captaban las cámaras en los videos que grabaron. Irónicamente aquellos ataques le permitían verla de nuevo, en todo su esplendor y fuerza. Y por eso no podía evitar sonreír con mimo a aquella imagen devastadora. Le era extraño a su vez estar ahí encima del borde y no sentir el miedo.

Podía verlo todo... tan claro.

-Nunca he sido fuerte, no como Aery´s. Ella siempre fue y será la que me anima y permite seguir adelante. Me temo que si lo del veneno es cierto te equivocaste de mellizo. -Hablaba de nuevo sin florituras ahora con sus recuerdos puestos en su sitio. Y apartando la mirada de aquel agujero a sus pesadillas y anhelos se levantó despacio solo para sentarse abatido en uno de los bancos del juzgado.

-Pero. -Dijo antes de que ella volviera a hablar. Entonces tomó aire y apoyándose en aquel banco se irguió de nuevo.

-Pero aún así hice que se me reverenciara. - Hablaba de manera calmada, mientras con un andar cansado pero firme se empezó a acercar a aquella mujer. -Aun así tomé lo que tenía consiguiendo reunir toda la fortuna de los Ar y hacerla despegar como ninguno de mis apalancados familiares había visto jamás. Y ellos y varios de los Total Diseñadores me temieron. -Llegó hasta delante suya. Pero su porte no era autoritario o desafiante. Tan solo un joven con un cansancio tal que parecía ir a caerse ahí mismo.

Pero no lo hacía.

-Puse a un mundo entero a mis pies. El pueblo me adora y quiere, los líderes me respetan y temen, incluso odiándome. Deberías haber visto sus caras de alivio, las posturas relajadas. Muchos esperan que no vuelva. Pero lo haré. Seguiré como sigo siempre y disfrutare de estas vacaciones, este pequeño respiro en mi vida, para relajarme con mis compañeros. Quizás no sea fuerte pero eso nunca me ha detenido. Y seguiré hasta que con todo lo que haga sea recordado como el que guió a Frivowaldanny a una nueva prosperidad. Quizás incluso otros mundos. Quizás incluso Rocavarancolia. Para que al final cuando muera todo el mundo llore desconsolado mi pérdida y se muestre en las pantallas una foto de mí y mi hermana, para que nuestros nombres se recuerden por toda la eternidad.

Tomó aire tras el discurso. Nuevos coros de agonía se formaban, nuevos pozos y rupturas y ahí estaban el jugando con ella muerta. Si fuera tan fácil como calmarse no necesitaría medicina. Lo sabía demasiado bien.

-Me temerán los que me tengan que temer pero el resto. El resto me adoraran y amarán. Y con una sonrisa trabajaran para mí. Gustosos no solo de recibir sus beneficios si no de apoyar aquel que les anima y ayuda, que les brinda calidez en los tiempos difíciles. Y ahora que ya creo haber dejado clara mi postura...

-Su cansancio pareció desaparecer y con una sonrisa impecable y un tono totalmente cordial y amable preguntó. -¿Serías tan amable de decirme quien eres y que hago aquí? -Según terminó la frase aquel efímero acto se esfumó y volvía a ser aquel joven cansado, cuyos ojos se paseaban por la sala y denotaban terror al mirar a ciertos sitios.