Burdel de Dama Espasmo (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Elegante, era la palabra apropiada para el edificio. Cain no estaba seguro de que Dirke supiese realmente donde les había llevado, pero eso ya no importaba. El lugar parecía deshabitado, y desde hace bastante tiempo, a juzgar por su aspecto dejado. Pero ese aire decadente hacía del sitio un lugar...
-Mágico...- susurró Caín dejando su cesta en el suelo
Nada más llegar, los chicos se habían dejado caer en los divanes y cojines del suelo, agotados por la carrera.

-Gracias - le digo a Erika, pero no me siento, estoy bien de pie - ...
Todos los demás se presentan y yo me quedo algo ensimismado, pero Cain me hace una pregunta, señalando mi guitarra ...
-Bueno, ... si es una guitarra - respondo algo distraído - ... ¿sabes tocar? - le pregunto - ...
Me vuelo a fijar en sus auriculares, puedo oír la música tronar ...
-No Jesus Christ - murmuro para mi - ... ¿te funciona? - le pregunto señalando sus auriculares - ... el mio a muerto - digo sacando mi mp4 - ...
Miro el aparato ... sin batería, lo guardo con un suspiro ...

Me siento en los cojines que hay en el suelo y observo a todos los nuevos. Escucho la conversación entre Cain y Vacuum.

-No, no se tocar ningún instrumento- responde Cain. Se saca el mp4 del bolsillo y se lo muestra; en la pantalla, sobre el icono de la batería, parpadea el símbolo de infinito- No lo he apagado desde que llegué. ¿Te gusta Seether?

Miro a Elliot y al otro chico pequeño que no se ha presentado, me acerco a ellos:
-Si queréis relajaros os puedo llevar a las termas.- Sonrio.

Veo a todos hablando... Incómodo, me siento apoyado en la pared... Y miro cabizbajo al suelo...
Escuchando la mezcla de todas esas voces...

-Que suerte tienes - le digo apenado - ... a mi no me ha pasado eso - digo señalando su mp4 - ...
Saco la guitarra de la funda y se la enseño ...
-Me la regalo mi tía - le explico - ... ella era la única que cuidaba de mi y me enseño la música, piano y guitarra - le aclaro sonriendo - ... pero no puedo llevar un piano a cuestas, al menos no un piano bueno - digo con una sonrisa en la cara - ...
Me hace una pregunta, y me doy cuenta de que lee los labios ...
-Curiosa habilidad la tuya ... lees lo labios ¿verdad? - pregunto - ... y si, me gusta Seether, entre otros muchos ...

Me sorprende un poco la respuesta de Elliot:
-¡Oh, vale!- Dibujo una media sonrisa.
Me siento de nuevo en los cojines y me tumbo:
-¿Cuanto lleváis aquí? Nosotros llegamos ayer...

Me acerco a Elliot por la espalda y agarro un pliegue de su manga sin darme cuenta. Observo a los muchachos que tan acomodados están en su nueva casa sin decir una palabra.
Los pufs parecen cómodos. Miro a la chica, la que me pareció más amable, y doy un pasito adelante sin soltar a Elliot. Pero cuando me ve aparto la vista. Mejor me quedo donde estoy por ahora.

- Hola a todos- digo. Había estado empanada y no me había enterado de casi nada.-Yo soy Kaila.

Miro al niño que todavía no se ha presentado:
-¡Vaya, que rico!, ¿Cuántos años tienes?
Oigo a Kaila saludar:
-¡Buenas noches Kaila!- Saludo con la mano, pero también la indico un hueco a mi lado para que se siente.

-¡Vaya!, eso es bastante tiempo, tenéis que ser bastante fuertes para haber sobrevivido en este sitio. El burdel lo encontramos de milagro, tuvimos la suerte de que estaba bien equipado.

Oigo murmullo abajo y dejo varias tablas de madera que había encontrado por el edificio, algunas medio podridas, en mi habitación; ya les daría uso más adelante. Bajo a donde están todos y abro los ojos como platos al ver tal multitud, con la esperanza de encontrar a alguien que me entienda.
-[Alemán]Esto... yo... Hola... ¿Alguno de vosotros me entiende?-pregunto emocionado, olvidándome de las presentaciones. Acabo de preguntar, pero me entra tal nerviosismo, en parte por la pequeña esperanza comunicativa, que empiezo a sudar como un descosido y comienzo a girar tontamente el reloj de mi muñeca.

La chica a la que he mirado se interesa por mi edad. Aprieto un poco más fuerte la manga de Elliot y le respondo, tragando saliva.
-Doce años -murmuro.

Luego siguen hablando y llegan dos personas más, otra chica y un chico. Este último farfulla en algún idioma extraño, parece nervioso. Me intereso por su extraño idioma.
-¿No has bebido de la fuente? -pregunto. Qué tontería, si es así no me entendería.

Corríamos como si la vida nos fuera en ello, de hecho la muerte nos perseguía y nos pisaba los talones. Martalar y yo íbamos delante sorteando paredes, columnas y restos de torretas que se sucedían en nuestro intrincado camino- Más rápido, ya esta cerca- O eso creía, desde allí no podía distinguir bien los edificios, es mas, tampoco podía pararme a pensar. Norou iba atrás parecía querer mantener a la serpiente a ralla y con un vara oxidada propinaba golpes en el aire aleatoriamente para distraerla de nosotros dos, la presa fácil.
Entre los caserones en ruina puede distinguir un edificio de 5 plantas, intuía que sería ese aunque pocas alternativas teníamos, debíamos probar suerte y sino pues…
Game Over.
-Hacia ese edificio, el más alto. Me adelantare para facilitar la entrada- Corrí como nunca, ahora comenzaba a dar sus frutos el club de atletismo de la escuela de Berlín.

Agarre el picaporte fuertemente y tire, pero la puerta estaba cerrada por mas que forcejeaba esta no cedía. Fue entonces cuando sentí la presencia de persona en su interior- ABRID POR FAVOR, ABRIDNOS… COREED, DAOS PRISA!!!!- Grité a todo pulmón esperando una respuesta alentadora…

-Sí, bebió, pero no el agua de la fuente no le afecta...Una pena, porque ahora no podemos hablar con el, no le entendemos.
Me quedo en silencio, creo oir ruidos a fuera, en la puerta. Me acerco un poco más y así es, hay alguien aporreando la puerta y parece urgente.
La abro rápidamente y fuera me encuentro a unos cuantos chicos algo asustados.