Torreón Maciel (Archivo VIII)
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Rocavarancolia Rol
Lumichen
LEC
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Léthe0
Leonart
Bellota
Alicia
Dal
Neith2
Aes
Naeryan
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20 participantes
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Torreón Maciel (Archivo VIII)
15/02/16, 09:43 pm
Recuerdo del primer mensaje :
-Cuando los encontremos sabremos cuales de las opciones son la verdad. -Dijo encogiéndose de hombros. La única parte que esperaba que fuese así era la de otro suministro de agua.
-Te seguimos hermanito.
Y con sonrisa a Eriel se puso en camino con el resto mientras se terminaba su desayuno cuando Dafne le pidió un favorcillo. -Ah, sin problema, le hice bastantes a Bri y no es algo complicado, aunque te tendrás que conformar con algo sin muchos adornos me temo. -Le sonrió. -Cuando vuelva haremos uno cada uno de madera, a no ser que encuentre hueso por el camino o alguna forma de malear metal mejor que acercar mis manos a la hoguera. Nos vemos a la vuelta. -Se despidió.
Siguieron a su hermano un cacho y como este dijo acabaron encontrando casas en algo de mejor estado aunque ahí en medio no parecían mucho más seguras que las mazmorras. Des pues de ir mirando y hablando sobre algunas de ellas como posibles acabaron divisando algo apartado de las casas que parecía un mini fuerte. Se acercaron por curiosidad con cautela para ver que se trataba de un torreón azulado con una muralla y en medio de un foso.
-¿Es eso un nido de seres voladores hecho encima de un esqueleto de animal enorme en lo alto de la torre o me ha sentado mal el desayuno? -Se calló un momento mientras observaba la situación, aquel lugar le parecía sacado de las historias rocavarancolesas, no había ninguna construcción así en su mundo pero era lo más seguro que habían encontrado con bastante diferencia. -El puente esta bajado y parece que se puede cruzar... Diría por esas cuerdas que hay un sistema de poleas para elevarlo e impedir así el paso, si es así y aún funciona dudo que encontremos algo más seguro que esto. -Miró hacia las estirges. -No parece que quieran hacernos algo, pero cuidado con los bichos voladores. -Se dió cuenta de que podía haber ofendido a Sinceridad así que giró su cabeza hacia ella. -Sin ánimo de ofender. -No era la mejor manera del mundo de arreglar eso, pero era mejor que nada. -En fin, vamos allá, con precaución por favor. -Agudizó los sentidos y agarró su cuchillo. Esperaba no tener otra sorpresa como la de hace unos días, pero no se fiaba de su suerte.
-Cuando los encontremos sabremos cuales de las opciones son la verdad. -Dijo encogiéndose de hombros. La única parte que esperaba que fuese así era la de otro suministro de agua.
-Te seguimos hermanito.
Y con sonrisa a Eriel se puso en camino con el resto mientras se terminaba su desayuno cuando Dafne le pidió un favorcillo. -Ah, sin problema, le hice bastantes a Bri y no es algo complicado, aunque te tendrás que conformar con algo sin muchos adornos me temo. -Le sonrió. -Cuando vuelva haremos uno cada uno de madera, a no ser que encuentre hueso por el camino o alguna forma de malear metal mejor que acercar mis manos a la hoguera. Nos vemos a la vuelta. -Se despidió.
Siguieron a su hermano un cacho y como este dijo acabaron encontrando casas en algo de mejor estado aunque ahí en medio no parecían mucho más seguras que las mazmorras. Des pues de ir mirando y hablando sobre algunas de ellas como posibles acabaron divisando algo apartado de las casas que parecía un mini fuerte. Se acercaron por curiosidad con cautela para ver que se trataba de un torreón azulado con una muralla y en medio de un foso.
-¿Es eso un nido de seres voladores hecho encima de un esqueleto de animal enorme en lo alto de la torre o me ha sentado mal el desayuno? -Se calló un momento mientras observaba la situación, aquel lugar le parecía sacado de las historias rocavarancolesas, no había ninguna construcción así en su mundo pero era lo más seguro que habían encontrado con bastante diferencia. -El puente esta bajado y parece que se puede cruzar... Diría por esas cuerdas que hay un sistema de poleas para elevarlo e impedir así el paso, si es así y aún funciona dudo que encontremos algo más seguro que esto. -Miró hacia las estirges. -No parece que quieran hacernos algo, pero cuidado con los bichos voladores. -Se dió cuenta de que podía haber ofendido a Sinceridad así que giró su cabeza hacia ella. -Sin ánimo de ofender. -No era la mejor manera del mundo de arreglar eso, pero era mejor que nada. -En fin, vamos allá, con precaución por favor. -Agudizó los sentidos y agarró su cuchillo. Esperaba no tener otra sorpresa como la de hace unos días, pero no se fiaba de su suerte.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
26/09/17, 06:10 pm
Eriel no tardó en llegar a Maciel con paso acelerado, le dolía tener que alejarse de aquella luz que lo había llamado, esos días de espera para su vuelta se le harían eternos. Encontró el puente subido y cuando ya estaba frente a la puerta dios un grito.
-Eh, bajad el puente que quiero entrar - les dijo. No tardó en oír el rechinar de las cadenas y ver el puente descender. Charlie le abrió la puerta y Eriel entró con tranquilidad en el salón.- Charlie, avisa al resto. Tengo algo importante que contaros.
-Voy - le respondió el humano contento de que hubiese vuelto a salvo.
Mientras el chico salí de la sala Eriel hacía lo propio en dirección al sótano, dejó sus armas allí y luego volvió a la cocina para prepararse algo de comer.
Se sentó con parsimonia en la mesa del comedor a esperar por los demás mientras comía.
-Eh, bajad el puente que quiero entrar - les dijo. No tardó en oír el rechinar de las cadenas y ver el puente descender. Charlie le abrió la puerta y Eriel entró con tranquilidad en el salón.- Charlie, avisa al resto. Tengo algo importante que contaros.
-Voy - le respondió el humano contento de que hubiese vuelto a salvo.
Mientras el chico salí de la sala Eriel hacía lo propio en dirección al sótano, dejó sus armas allí y luego volvió a la cocina para prepararse algo de comer.
Se sentó con parsimonia en la mesa del comedor a esperar por los demás mientras comía.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
26/09/17, 08:03 pm
Rádar no contestó a la última frase de su compatriota, no sabiendo qué decir. Lamentaría si Eriel desaparecía, pero en cuanto a su hermano no podía pensar lo mismo: todo sería mucho más fácil con Barael muerto. Un escalofrío lo recorrió entonces, preguntándose si eso era algo propio de él o un pensamiento invasivo, empozoñado por aquella ciudad perversa.
«No soy un monstruo» quiso decirse, apretando los puños. «Solo es lógica. Si desaparece de nuestras vidas entonces no tendremos que preocuparnos de si nos matará». A pesar del razonamiento el tipo E no podía dejar de sentir una sensación desagradable y viscosa ante aquel pensamiento. Se daba cuenta de que algo así debía dictarlo un juez, alguien con una autoridad correcta que hubiera probado que merecía esa responsabilidad, no Rocavarancolia. «Tampoco yo» se dijo, recordando las palabras en la cicatriz y las de Sox. Se preguntó si aquello significaba que su compatriota había tenido razón.
Lo siguiente a lo que dedicó su tiempo, una vez se había hecho con un tentempié, fue a entrenar su cuerpo de diversos modos. El entrenamiento con la espada iba bien, pero Rad sabía que había que entrenar todos los músculos y capacidades corporales, y aún dedicaba parte de su tiempo a aquello. Además, todavía pensaba que era una buena forma de dejar salir la frustración.
Tuvo que parar el entrenamiento, sin embargo, cuando un movimiento repentino le provocó un calambre en todo su bíceps derecho. Rad contuvo una mueca de dolor y paró para masajearse la zona, mirando al reloj que ocupaba el patio. Era extraño que lo interrumpiera un calambre, hacía años que sus hábitos eran lo suficientemente buenos como para evitar la mayoría de sus posibles causas. «La libertad de Rocavarancolia también ha acabado con eso» pensó con una mueca incómoda.
El reloj mostraba la estrella casi en la posición de las nueve menos cinco. Y Rádar no necesitaba hacer ningún cálculo para saber qué significaba eso. «Ochenta y cinco días» pensó, preguntándose si aquel sería un punto de inflexión tan brutal como el de aquel día en el que Trazo le había secuestrado. «Ochenta y cinco eternidades, más bien» aquella ocurrencia fue acompañada de un gesto de fastidio. A pesar de poseer aquel extraño reloj interno que marcaba el tiempo a Rádar aquel día se le estaba haciendo eterno.
Le llegaron entonces las voces de Charlie y Eriel. El corazón le dio un vuelco por el alivio que sintió. No se había dado cuenta, pero el tipo E había estado temeroso desde hacía un rato. L posibilidad de tener que añadir un muerto más al recuento le afectaba más de lo que querría admitir ante los demás. Y peor habría sido la desaparición, la falta de información, como había sucedido con Eorlir e Inna.
El carabés se acercó como los otros al salón, preguntándose cuáles eran aquellas novedades.
«No soy un monstruo» quiso decirse, apretando los puños. «Solo es lógica. Si desaparece de nuestras vidas entonces no tendremos que preocuparnos de si nos matará». A pesar del razonamiento el tipo E no podía dejar de sentir una sensación desagradable y viscosa ante aquel pensamiento. Se daba cuenta de que algo así debía dictarlo un juez, alguien con una autoridad correcta que hubiera probado que merecía esa responsabilidad, no Rocavarancolia. «Tampoco yo» se dijo, recordando las palabras en la cicatriz y las de Sox. Se preguntó si aquello significaba que su compatriota había tenido razón.
Lo siguiente a lo que dedicó su tiempo, una vez se había hecho con un tentempié, fue a entrenar su cuerpo de diversos modos. El entrenamiento con la espada iba bien, pero Rad sabía que había que entrenar todos los músculos y capacidades corporales, y aún dedicaba parte de su tiempo a aquello. Además, todavía pensaba que era una buena forma de dejar salir la frustración.
Tuvo que parar el entrenamiento, sin embargo, cuando un movimiento repentino le provocó un calambre en todo su bíceps derecho. Rad contuvo una mueca de dolor y paró para masajearse la zona, mirando al reloj que ocupaba el patio. Era extraño que lo interrumpiera un calambre, hacía años que sus hábitos eran lo suficientemente buenos como para evitar la mayoría de sus posibles causas. «La libertad de Rocavarancolia también ha acabado con eso» pensó con una mueca incómoda.
El reloj mostraba la estrella casi en la posición de las nueve menos cinco. Y Rádar no necesitaba hacer ningún cálculo para saber qué significaba eso. «Ochenta y cinco días» pensó, preguntándose si aquel sería un punto de inflexión tan brutal como el de aquel día en el que Trazo le había secuestrado. «Ochenta y cinco eternidades, más bien» aquella ocurrencia fue acompañada de un gesto de fastidio. A pesar de poseer aquel extraño reloj interno que marcaba el tiempo a Rádar aquel día se le estaba haciendo eterno.
Le llegaron entonces las voces de Charlie y Eriel. El corazón le dio un vuelco por el alivio que sintió. No se había dado cuenta, pero el tipo E había estado temeroso desde hacía un rato. L posibilidad de tener que añadir un muerto más al recuento le afectaba más de lo que querría admitir ante los demás. Y peor habría sido la desaparición, la falta de información, como había sucedido con Eorlir e Inna.
El carabés se acercó como los otros al salón, preguntándose cuáles eran aquellas novedades.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
26/09/17, 08:35 pm
Nadie había sido capaz de arrancarle una historia al nuevo. No decía nada, pero también parecía inofensivo. Sox tampoco había esperado otra cosa, dado el estado en que le habían encontrado en la brecha: manchado de sangre y, como luego comprobaron, a un paso de las lágrimas. El rubio maniobró con discreción por la cocina lo justo para prepararse algo de comer, atento por el rabillo del ojo hasta que Hyun subió a darse un baño caliente. Lavó el plato que había dejado el humano por mantenerse ocupado. El tiempo transcurría de forma indefinida y mientras esperaban al regreso de los hermanos el carabés no podía evitar acordarse de los sinhadres, la última separación de grupos imprevista que habían sufrido, y preguntarse si no acababan de provocar otra por una discusión que podrían haber evitado. ¿Estaría siendo paranoico y preocupándose antes de hora? No acertaba a decidir si prefería sentir con precisión el paso del tiempo, como Rad, o si ser consciente de él sólo le habría puesto de los nervios.
En algún momento Charlie avisó a voz en grito de que Eriel había vuelto, y el sonido del puente levadizo se encargó de informar de ello al resto del torreón. Sox se detuvo en lo que estuviera haciendo para dejar que le invadiera una fina pátina de alivio, que no tuvo tiempo en solidificarse en nada más antes de encontrar una incongruencia. ¿Sólo Eriel?
Intentó espantar la inquietud mientras bajaba las escaleras al encuentro del nublino, que los estaba convocando a todos. Barael tenía que estar al caer. Nunca se encontraba a uno muy lejos del otro.
Miró al nublino de arriba abajo, interiorizando lo tranquilo que estaba.
—Estás entero —odiaba ser el que dijera la obviedad de turno, pero oírlo en voz alta lo hacía más real y más reconfortante. No habían recibido una sorpresa desagradable, por una vez—. ¿Qué pasa? ¿Dónde has estado?
En algún momento Charlie avisó a voz en grito de que Eriel había vuelto, y el sonido del puente levadizo se encargó de informar de ello al resto del torreón. Sox se detuvo en lo que estuviera haciendo para dejar que le invadiera una fina pátina de alivio, que no tuvo tiempo en solidificarse en nada más antes de encontrar una incongruencia. ¿Sólo Eriel?
Intentó espantar la inquietud mientras bajaba las escaleras al encuentro del nublino, que los estaba convocando a todos. Barael tenía que estar al caer. Nunca se encontraba a uno muy lejos del otro.
Miró al nublino de arriba abajo, interiorizando lo tranquilo que estaba.
—Estás entero —odiaba ser el que dijera la obviedad de turno, pero oírlo en voz alta lo hacía más real y más reconfortante. No habían recibido una sorpresa desagradable, por una vez—. ¿Qué pasa? ¿Dónde has estado?
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
26/09/17, 09:28 pm
El enfado no quería irse por más que intentara relajarse o Dafne le hiciera cosquillas en el antebrazo mientras miraban el techo de la habitación. Tay solo le daba vueltas a lo mismo. Desear la muerte de Barael era más sencillo que intentar convivir con él. Al nublino no le vendría mal una pequeña lección, lo necesario para hacerle sufrir sin morir necesariamente. Sin embargo, aunque quisiera evitarlo era consciente de aquella parte escondida en su interior que no hablaba con voz, pero se pronunciaba con más fuerza. Si Barael no volvía no sería él quién lo lamentara, no como antes, al menos.
La llamada del estadounidense los hizo incorporarse rápido, después de mirarse mutuamente decidieron bajar para encontrarse con el resto. El humano se alegró de ver a Eriel de una pieza pero solo lo mostró al dejar escapar el aliento con fuerza. Después comenzó a prepararse la comida por extraño que fuera tener hambre en un momento como aquel.
-¿Dónde está tu hermano?- exigió saber sin dar muchos rodeos, después de todo ya tendría tiempo para explicar su situación, ahora le daba más importancia al hecho de que no llegaran juntos. "Por favor, que haya decidido pirarse al faro para siemore". Pensaba.
La llamada del estadounidense los hizo incorporarse rápido, después de mirarse mutuamente decidieron bajar para encontrarse con el resto. El humano se alegró de ver a Eriel de una pieza pero solo lo mostró al dejar escapar el aliento con fuerza. Después comenzó a prepararse la comida por extraño que fuera tener hambre en un momento como aquel.
-¿Dónde está tu hermano?- exigió saber sin dar muchos rodeos, después de todo ya tendría tiempo para explicar su situación, ahora le daba más importancia al hecho de que no llegaran juntos. "Por favor, que haya decidido pirarse al faro para siemore". Pensaba.
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.
Torreón Maciel
28/09/17, 06:14 pm
Le habían calentado el agua y hecho comida, trataban demasiado bien al chico que parecía mudo, pensaba. <<No lo mereces>>. La sangre de Bandrael caía con el agua a cada pasada y sin controlarse empezó a llorar. Sus berridos serían escuchables por todo el torreón. Estaba limpiándose lo que le quedaba de sus amigos, había renunciado a ellos, se había ido a otro torreón <<Eres un traidor>>. No solo le había ganado su cobardía, además de fallar a sus amigos los había traicionado. Y seguía limpiando.
Habían pasado horas, el agua estaba fría y marrón y el coreano en silencio. Sus manos arrugadas. Ignorando el frio que sentía salvo aquellos escalofríos temporales que le recorrían recordándole lo que merecía. Tardaría un rato más en salir a ver por quien habían bajado el puente, y cuando lo hiciera se quedaría junto a las escaleras en silencio atento a lo que decían
Habían pasado horas, el agua estaba fría y marrón y el coreano en silencio. Sus manos arrugadas. Ignorando el frio que sentía salvo aquellos escalofríos temporales que le recorrían recordándole lo que merecía. Tardaría un rato más en salir a ver por quien habían bajado el puente, y cuando lo hiciera se quedaría junto a las escaleras en silencio atento a lo que decían
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
28/09/17, 08:57 pm
Eriel vio aparecer a sus compañeros mientras comía, cada vez más aprisa. Faltaba su hermano y el nuevo, pero era normal que él no se presentase, debía estar descansando.
-¿Cómo que dónde está mi hermano? - preguntó extrañado.- ¿No estaba con vosotros? - una sospecha germinó en la mente del nublino, su hermano le había perseguido y se había perdido. <<Es que no sabe dejarme sólo ni cuando lo pido. Ésto es culpa suya>>.
-Bueno, no importa, es mayor, sabe cuidarse solo - dijo con una calma que en realidad no sentía. Una cantidad de escenarios a cada cual más terrible pasaron por su mente. <<Joder, como le pase algo Sox y Rad van a tener que preocuparse por un nigromante de verdad>> pensó respirando hondo.
-No sé cómo contaros ésto, la verdad - empezó una vez se hubo calmado interiormente.- Me separé de vosotros y salí corriendo, ni siquiera sabía muy adónde iba, me dejé guiar por el instinto. Ahora sé que no fue el instinto - dijo de forma críptica.- Llegué al lugar donde habíamos peleado con las hienas, y estaba decidido a volver al torreón cuando sentí... algo, algo que me llamaba con fuerza. La cosa es que decidí seguir esa pulsación y terminé en una pequeña plaza... con un bendecido.
-La cosa es que no había sido él quien me había llamado. Era otra cosa, una especie de luz en el cielo y él la estaba observando. Tuvimos un pequeño intercambio de palabras, dijo que era un nuevo nacimiento y que era una aurora - les contó sin mucha pausa.- Debí de decir algo que le molestó porque se fue pero antes me dijo que volviese en unos días. Lo dijo por que yo comenté que me gustaría ver esa luz una vez hubiese "nacido". ¿Me acompañaréis? - les preguntó sin muchos rodeos.- Quizá pueda ser algo importante.
-¿Cómo que dónde está mi hermano? - preguntó extrañado.- ¿No estaba con vosotros? - una sospecha germinó en la mente del nublino, su hermano le había perseguido y se había perdido. <<Es que no sabe dejarme sólo ni cuando lo pido. Ésto es culpa suya>>.
-Bueno, no importa, es mayor, sabe cuidarse solo - dijo con una calma que en realidad no sentía. Una cantidad de escenarios a cada cual más terrible pasaron por su mente. <<Joder, como le pase algo Sox y Rad van a tener que preocuparse por un nigromante de verdad>> pensó respirando hondo.
-No sé cómo contaros ésto, la verdad - empezó una vez se hubo calmado interiormente.- Me separé de vosotros y salí corriendo, ni siquiera sabía muy adónde iba, me dejé guiar por el instinto. Ahora sé que no fue el instinto - dijo de forma críptica.- Llegué al lugar donde habíamos peleado con las hienas, y estaba decidido a volver al torreón cuando sentí... algo, algo que me llamaba con fuerza. La cosa es que decidí seguir esa pulsación y terminé en una pequeña plaza... con un bendecido.
-La cosa es que no había sido él quien me había llamado. Era otra cosa, una especie de luz en el cielo y él la estaba observando. Tuvimos un pequeño intercambio de palabras, dijo que era un nuevo nacimiento y que era una aurora - les contó sin mucha pausa.- Debí de decir algo que le molestó porque se fue pero antes me dijo que volviese en unos días. Lo dijo por que yo comenté que me gustaría ver esa luz una vez hubiese "nacido". ¿Me acompañaréis? - les preguntó sin muchos rodeos.- Quizá pueda ser algo importante.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
29/09/17, 06:19 pm
Siete se encogió un poco en el sitio al oír llorar al chico de fondo. No hacía mucho que había limpiado la sangre de los del torreón, en el patio, y recordaba haber ayudado a Mónica con lo mismo, hacía una eternidad de distancia. Era una imagen que recordaba también de si mismo, metiendo las manos en la fuente, después de que se cayeran del edificio. La sangre seca y el polvo disolviendose y perdiendose después venía asociada a malos recuerdos. Hyun tendría los suyos propios, y estaba solo. Siete no se atrevió a subir para interrumpirlo. Tampoco creía poder decirle que lo entendía.
El caldo que le había recalentado no valdría para toda la comida del día, pero prefirió esperar a hacer nada. El pensamiento lo asustó un poco por lo resignado, pero quería estar seguro de cuantos serían a la mesa antes de hacer nada.
Con el baño ocupado y el ánimo plomizo, salió al patio por moverse. Acabó asomado al pozo, observando el fondo. La distancia, por una vez, le preocupaba poco. Más tarde se sentó al lado, reclinado en la piedra y bajo el sol. En consecuencia, estaba al lado de la entrada al patio cuando recibieron a Eriel. Echó una mirada comprobatoria a Hyun, pero estaba lejos como para nada más. Notó de pasada que seguía mojado y se preguntó de qué mundo era.
La conversación seguía sin él. Cuando quedó claro que Barael seguía perdido, y Eriel terminó de contar lo que le había pasado, Siete todavía se tomó unos segundos para pensar. "Podría ser peligroso" era una observación redundante en Rocavarancolia.
- Sí- dijo en cambio.
"¿Estará Barael muerto?"
El caldo que le había recalentado no valdría para toda la comida del día, pero prefirió esperar a hacer nada. El pensamiento lo asustó un poco por lo resignado, pero quería estar seguro de cuantos serían a la mesa antes de hacer nada.
Con el baño ocupado y el ánimo plomizo, salió al patio por moverse. Acabó asomado al pozo, observando el fondo. La distancia, por una vez, le preocupaba poco. Más tarde se sentó al lado, reclinado en la piedra y bajo el sol. En consecuencia, estaba al lado de la entrada al patio cuando recibieron a Eriel. Echó una mirada comprobatoria a Hyun, pero estaba lejos como para nada más. Notó de pasada que seguía mojado y se preguntó de qué mundo era.
La conversación seguía sin él. Cuando quedó claro que Barael seguía perdido, y Eriel terminó de contar lo que le había pasado, Siete todavía se tomó unos segundos para pensar. "Podría ser peligroso" era una observación redundante en Rocavarancolia.
- Sí- dijo en cambio.
"¿Estará Barael muerto?"
-
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
30/09/17, 12:17 am
Y la sorpresa desagradable llegó. Un escalofrío recorrió la espalda de Sox al comprender que si los dos hermanos no habían llegado a encontrarse Barael había tenido que perder de vista a Eriel muy pronto. ¿Sería posible que bastase doblar una esquina en aquella ciudad para que algo te atrapase?
—No —dijo, con la garganta repentinamente seca—. Salió detrás de ti nada más te fuiste. Creímos que estaba contigo.
"Algo" le había llamado. Sox apretó los labios. Igual que "algo" observaba a Tay, "algo" le decía la hora a Rad. Demasiados indefinidos que iban amontonándose, y el mismo testimonio de Eriel añadía otro más.
—¿Una aurora? —"más cambios." Al oír al principio de la descripción había creído que el nublino hablaba de una estrella. ¿Aparecerían más cuerpos extraños en el cielo según pasaran los días?
—Sí —suspiró. Había demasiadas cosas en la ciudad, plasmadas en las páginas del libro, que todavía no habían visto o que en su día no habían comprendido. Evitarlas sólo les mantenía en la ignorancia—. Qué diablos. No parecía peligrosa, ¿no? —odiaba tener que preguntarlo, porque en el fondo sabía que Eriel no tenía forma fiable de contestarle.
—No —dijo, con la garganta repentinamente seca—. Salió detrás de ti nada más te fuiste. Creímos que estaba contigo.
"Algo" le había llamado. Sox apretó los labios. Igual que "algo" observaba a Tay, "algo" le decía la hora a Rad. Demasiados indefinidos que iban amontonándose, y el mismo testimonio de Eriel añadía otro más.
—¿Una aurora? —"más cambios." Al oír al principio de la descripción había creído que el nublino hablaba de una estrella. ¿Aparecerían más cuerpos extraños en el cielo según pasaran los días?
—Sí —suspiró. Había demasiadas cosas en la ciudad, plasmadas en las páginas del libro, que todavía no habían visto o que en su día no habían comprendido. Evitarlas sólo les mantenía en la ignorancia—. Qué diablos. No parecía peligrosa, ¿no? —odiaba tener que preguntarlo, porque en el fondo sabía que Eriel no tenía forma fiable de contestarle.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
01/10/17, 10:39 am
La respuesta que obtuvo no fue la esperada. Tayron alzó las cejas con sorpresa ante la calma impasible de Eriel por su hermano, debía tener mucha confianza en las habilidades de Barael para sobrevivir o de lo contrario el nublino sería un manojo de nervios.
Procedió a escuchar lo siguiente que tenía que decir, golpeando el suelo con el pie sin seguir un ritmo en particular.
-Es mejor que vayamos pero no en un par de días- aventuró a decir, reflexionando sobre la información. ¿Una aurora?. ¿Pero por qué se asombraba con todas las cosas que habían visto?- para no coincidir con ese tipo, claro
Procedió a escuchar lo siguiente que tenía que decir, golpeando el suelo con el pie sin seguir un ritmo en particular.
-Es mejor que vayamos pero no en un par de días- aventuró a decir, reflexionando sobre la información. ¿Una aurora?. ¿Pero por qué se asombraba con todas las cosas que habían visto?- para no coincidir con ese tipo, claro
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
03/10/17, 05:12 pm
Eriel negó con la cabeza.
-No, no parecía peligrosa. Más bien misteriosa - respondió pensativo.- No sabría explicarlo Sox, era algo raro pero bonito, como si demandara atención.
-No creo que vuelva, Tay - le dijo.- Es una sensación. Casi parecía triste cuando se fue de allí.
Luego de eso la gente empezó a dispersarse. Eriel salió al patio y buscó un caracol hasta que dio con uno. Lo cogió en la mano y lo puso a la altura de la cara.
-Dile a Tersa que lamento lo de su amigo - dijo al caracol.- No quería hacerle sentir mal - dejó al animal en la pared y volvió a entrar en el torreón.
A Eriel que una chica pudiese hablar con los caracoles ya le parecía lo más normal del mundo. La Luna daba muchos dones, aquel sólo era uno más.
El nublino se pasó la mayor parte del día arisco y cuanto más tiempo pasaba, y más bajo estaba el sol, peor se ponía. Podía adivinarse la preocupación en cada uno de sus movimientos. Finalmente arrastró un sillón hasta ponerlo frente a la puerta del edificio y se sentó allí, a esperar.
Su espera fue en vano. Negros pensamientos pasaban por su cabeza. Se negó en rotundo a subir el puente aquella noche, si su hermano aparecía en medio de la noche tenía que poder entrar. A diferencia de Sox y Tay no podía levitarse a sí mismo. El propio nublino se quedó sentado en su sillón esperando.
De vez en cuando daba una cabezada pero por lo general se pasó la noche sin dormir. Eso hizo que al día siguiente estuviese más irritable aún. No tardó en proponer salir a buscar a su hermano. Sakrilt y Charlie se apuntaron de inmediato.
Después de unas horas infructuosas de dar vueltas por la ciudad Eriel volvió al torreón de mal humor.
-¡Joder! - soltó lanzando su arco contra el sofá.- ¡Yo lo mato! Menudo gilipollas - dijo y pasó a usar la jerga de Sak para algunos insultos aún más variopintos.- No quiero ni una palabra - le dijo al resto mirando especialmente a Rad y a Tay.
Se pasó el resto del tiempo sentado en el sillón mirando la puerta mientras afilaba la alabarda, fantaseaba con que su hermano entrase por la puerta y el golpe que le iba a dar con la contera del arma. Esa noche si se terminó durmiendo en su asiento, estaba agotado.
-No, no parecía peligrosa. Más bien misteriosa - respondió pensativo.- No sabría explicarlo Sox, era algo raro pero bonito, como si demandara atención.
-No creo que vuelva, Tay - le dijo.- Es una sensación. Casi parecía triste cuando se fue de allí.
Luego de eso la gente empezó a dispersarse. Eriel salió al patio y buscó un caracol hasta que dio con uno. Lo cogió en la mano y lo puso a la altura de la cara.
-Dile a Tersa que lamento lo de su amigo - dijo al caracol.- No quería hacerle sentir mal - dejó al animal en la pared y volvió a entrar en el torreón.
A Eriel que una chica pudiese hablar con los caracoles ya le parecía lo más normal del mundo. La Luna daba muchos dones, aquel sólo era uno más.
El nublino se pasó la mayor parte del día arisco y cuanto más tiempo pasaba, y más bajo estaba el sol, peor se ponía. Podía adivinarse la preocupación en cada uno de sus movimientos. Finalmente arrastró un sillón hasta ponerlo frente a la puerta del edificio y se sentó allí, a esperar.
Su espera fue en vano. Negros pensamientos pasaban por su cabeza. Se negó en rotundo a subir el puente aquella noche, si su hermano aparecía en medio de la noche tenía que poder entrar. A diferencia de Sox y Tay no podía levitarse a sí mismo. El propio nublino se quedó sentado en su sillón esperando.
De vez en cuando daba una cabezada pero por lo general se pasó la noche sin dormir. Eso hizo que al día siguiente estuviese más irritable aún. No tardó en proponer salir a buscar a su hermano. Sakrilt y Charlie se apuntaron de inmediato.
Después de unas horas infructuosas de dar vueltas por la ciudad Eriel volvió al torreón de mal humor.
-¡Joder! - soltó lanzando su arco contra el sofá.- ¡Yo lo mato! Menudo gilipollas - dijo y pasó a usar la jerga de Sak para algunos insultos aún más variopintos.- No quiero ni una palabra - le dijo al resto mirando especialmente a Rad y a Tay.
Se pasó el resto del tiempo sentado en el sillón mirando la puerta mientras afilaba la alabarda, fantaseaba con que su hermano entrase por la puerta y el golpe que le iba a dar con la contera del arma. Esa noche si se terminó durmiendo en su asiento, estaba agotado.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
04/10/17, 12:53 am
Esperaron. Era más fácil que Barael volviese por cuenta propia que encontrarlo en el laberinto de calles que conformaba la ciudad, pero la noche cayó sin que ni una cosa ni la otra llegase a suceder. El recién llegado les confirmó que se quedaba, pero no ofreció más detalles sobre su procedencia y hablaba con frases parcas cuando se le interpelaba. Sox percibía más silencio del anticipado en el torreón ese día.
Bien avanzado el día siguiente el nublino tampoco había vuelto: la capacidad del mayor de los hermanos para despertar tensiones parecía funcionar tanto en su presencia como en su ausencia. Eriel fue lógicamente el que terminó por perder la paciencia y salir a buscarle, y Sox se unió al grupo espoleado por la inquietud y una suerte de sentido del deber. Independientemente de quién fuera y de los problemas que hubiera dado, la posibilidad de que a alguien le hubiese pasado algo horrible mientras estaba separado del grupo era otro recordatorio de que no podían bajar la guardia al salir. Que Eriel saliese solo habría sido arriesgarse a comprar otra boleto en la lotería macabra que era aquella ciudad.
Cada vez aguantaba menos la inmovilidad, o más bien ésta le calmaba menos. No había nada en que abstraerse allí que no fuese actividad física, a excepción de aquel libro colmado de malas noticias caducadas y el otro cuyo idioma desconocían, y que cuyo descifrado Sox daba cada vez más por imposible. Aunque sabía que el peligro estaba fuera tampoco no era capaz de hacer como Rad y quedar satisfecho golpeando los muñecos de prácticas. Así que salía con el peso sobre la conciencia de que se estaba arriesgando sin necesidad, pero a sabiendas de que esperando en el torreón sólo se pondría más nervioso: una especie de limbo intermedio en el espacio de sus decisiones. Le disgustaba intensamente aquella indecisión, pero no conseguía salir de ella. Hacía tiempo que en Rocavarancolia cada vez le costaba más encontrar la seguridad en sus elecciones que antes le acompañaba con tanta facilidad.
El carabés volvió de dicha salida infructuosa con un mal sabor de boca, que no hizo más que agravarse conforme cayó la noche y seguía sin haber rastro del nublino. Era la misma sensación que le había embargado a medida que pasaban las horas, meses atrás, y seguía sin haber rastro de los sinhadres.
Eriel se había dormido en el sillón y Sox hizo una mueca empática al imaginarse la contractura con la que iba a levantarse a la mañana siguiente. Parecía haber caído ya en sueño profundo, sin embargo, así que no le despertó.
Llegó un poco más tarde de lo acostumbrado al desayuno esa mañana. No había dormido muy bien aquellos dos últimos días, y bostezó de nuevo una vez se sentó a la mesa. La mandíbula le crujió audiblemente y Sox se llevó una mano a la zona con una mueca, aunque en realidad no le había dolido. Había bajado el libro de historia consigo, pero por la forma en que clavaba la mirada en la misma página tanto tiempo era obvio que no lo estaba leyendo.
Bien avanzado el día siguiente el nublino tampoco había vuelto: la capacidad del mayor de los hermanos para despertar tensiones parecía funcionar tanto en su presencia como en su ausencia. Eriel fue lógicamente el que terminó por perder la paciencia y salir a buscarle, y Sox se unió al grupo espoleado por la inquietud y una suerte de sentido del deber. Independientemente de quién fuera y de los problemas que hubiera dado, la posibilidad de que a alguien le hubiese pasado algo horrible mientras estaba separado del grupo era otro recordatorio de que no podían bajar la guardia al salir. Que Eriel saliese solo habría sido arriesgarse a comprar otra boleto en la lotería macabra que era aquella ciudad.
Cada vez aguantaba menos la inmovilidad, o más bien ésta le calmaba menos. No había nada en que abstraerse allí que no fuese actividad física, a excepción de aquel libro colmado de malas noticias caducadas y el otro cuyo idioma desconocían, y que cuyo descifrado Sox daba cada vez más por imposible. Aunque sabía que el peligro estaba fuera tampoco no era capaz de hacer como Rad y quedar satisfecho golpeando los muñecos de prácticas. Así que salía con el peso sobre la conciencia de que se estaba arriesgando sin necesidad, pero a sabiendas de que esperando en el torreón sólo se pondría más nervioso: una especie de limbo intermedio en el espacio de sus decisiones. Le disgustaba intensamente aquella indecisión, pero no conseguía salir de ella. Hacía tiempo que en Rocavarancolia cada vez le costaba más encontrar la seguridad en sus elecciones que antes le acompañaba con tanta facilidad.
El carabés volvió de dicha salida infructuosa con un mal sabor de boca, que no hizo más que agravarse conforme cayó la noche y seguía sin haber rastro del nublino. Era la misma sensación que le había embargado a medida que pasaban las horas, meses atrás, y seguía sin haber rastro de los sinhadres.
Eriel se había dormido en el sillón y Sox hizo una mueca empática al imaginarse la contractura con la que iba a levantarse a la mañana siguiente. Parecía haber caído ya en sueño profundo, sin embargo, así que no le despertó.
Llegó un poco más tarde de lo acostumbrado al desayuno esa mañana. No había dormido muy bien aquellos dos últimos días, y bostezó de nuevo una vez se sentó a la mesa. La mandíbula le crujió audiblemente y Sox se llevó una mano a la zona con una mueca, aunque en realidad no le había dolido. Había bajado el libro de historia consigo, pero por la forma en que clavaba la mirada en la misma página tanto tiempo era obvio que no lo estaba leyendo.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
04/10/17, 09:41 pm
Eriel se despertó con el sonido de platos, esperanzado miró buscando a su hermano pero sólo era Sox. Se desperezó y se levantó también a hacer algo de desayunar.
Se sentó con su comida al lado del carabés y lo observó mirar el libro.
-Debería ser yo el que estuviese distraído - le dijo para atraer su atención.- ¿Te pasa algo?
Se sentó con su comida al lado del carabés y lo observó mirar el libro.
-Debería ser yo el que estuviese distraído - le dijo para atraer su atención.- ¿Te pasa algo?
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
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- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
04/10/17, 10:32 pm
El cielo sabía en qué estaba tan abstraído, porque en la historia que supuestamente estaba leyendo desde luego que no. Aún así la voz de Eriel le pilló por sorpresa y el carabés levantó la mirada del libro. Se masajeó el entrecejo para despejarse, renunciando definitivamente a concentrarse en la lectura. No estaba consiguiendo nada.
—Nada importante —fue la respuesta por defecto. Cerró la tapa y dejó el volumen a un lado, y el resto de la respuesta surgió de forma natural—. Tengo muchas cosas en la cabeza y noto que por mucho que piense en ellas no llego a ninguna parte. Es una sensación frustrante.
Y nueva, y sobrecogedora. Como todo en aquella ciudad.
—Creo que son los cambios últimamente —aventuró—. Es raro sacar la cabeza por la ventana y que de un día para otro haya más estrellas. Me hace no saber qué esperar, y encima con lo de Barael... —hizo un gesto vago hacia la puerta—. Las paranoias de siempre.
¿Serían todas las sorpresas buenas? O más bien, ¿cuándo llegaría alguna desagradable? Eran preguntas ya muy mascadas, que seguramente habían cruzado por las mentes de más de uno varias veces en aquellos últimos meses. Sox tenía la sensación de que no era capaz de sacudírselas de encima.
—Nada importante —fue la respuesta por defecto. Cerró la tapa y dejó el volumen a un lado, y el resto de la respuesta surgió de forma natural—. Tengo muchas cosas en la cabeza y noto que por mucho que piense en ellas no llego a ninguna parte. Es una sensación frustrante.
Y nueva, y sobrecogedora. Como todo en aquella ciudad.
—Creo que son los cambios últimamente —aventuró—. Es raro sacar la cabeza por la ventana y que de un día para otro haya más estrellas. Me hace no saber qué esperar, y encima con lo de Barael... —hizo un gesto vago hacia la puerta—. Las paranoias de siempre.
¿Serían todas las sorpresas buenas? O más bien, ¿cuándo llegaría alguna desagradable? Eran preguntas ya muy mascadas, que seguramente habían cruzado por las mentes de más de uno varias veces en aquellos últimos meses. Sox tenía la sensación de que no era capaz de sacudírselas de encima.
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- Dal
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Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
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Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
04/10/17, 11:07 pm
-Sí, entiendo lo que quieres decir - respondió tras tragar la comida.- Empezarán a aparecer más estrellas, esa aurora... ¿pero qué más vendrá?
Eriel bajó la mirada pensando en su hermano. ¿Dónde estaría? ¿Estaba bien? Luego miró al carabés y sonrió.
-¿Sabes? Al principio nunca te sentabas a la mesa a comer - le dijo con un atisbo de sonrisa.- Parece que te has acostumbrado a ello.
Eriel bajó la mirada pensando en su hermano. ¿Dónde estaría? ¿Estaba bien? Luego miró al carabés y sonrió.
-¿Sabes? Al principio nunca te sentabas a la mesa a comer - le dijo con un atisbo de sonrisa.- Parece que te has acostumbrado a ello.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Naeryan
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- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
04/10/17, 11:27 pm
—Dímelo tú —respondió Sox con un atisbo de humor—. Los nublinos sois los que habéis llegado sabiendo historias de esta ciudad. ¿No te sabrás alguna que no sea deprimente por casualidad?
Se enderezó en la silla mientras le daba vueltas de todas formas a la pregunta. Parecía que el cielo iba a seguir llenándose de estrellas, a aquel ritmo. La aurora que había descrito su compañero podía describirse también como luminosidad, aunque fuese a ras de suelo...
—¿Habrá algo nuevo en el mar? Remolinos de colores o algo así —propuso—. No se me ocurre ningún otro sitio de la ciudad donde puedan aparecer luces nuevas.
Parpadeó ante lo último que le señaló Eriel.
—Es verdad —admitió tras pensar un poco en ello. La cocina estaba abierta para todos, como los comedores comunitarios, pero era cierto que si buscaba conversación a determinadas horas lo más fácil era coger un plato de lo que fuera y sentarse con los que estuviesen almorzando a mediodía, por ejemplo—. Pero me sigue poniendo nervioso el rato tan largo que os tiráis para comer para luego tiraros horas sin picar nada. ¿No os ruge el estómago otra vez en mitad de la tarde?
Se enderezó en la silla mientras le daba vueltas de todas formas a la pregunta. Parecía que el cielo iba a seguir llenándose de estrellas, a aquel ritmo. La aurora que había descrito su compañero podía describirse también como luminosidad, aunque fuese a ras de suelo...
—¿Habrá algo nuevo en el mar? Remolinos de colores o algo así —propuso—. No se me ocurre ningún otro sitio de la ciudad donde puedan aparecer luces nuevas.
Parpadeó ante lo último que le señaló Eriel.
—Es verdad —admitió tras pensar un poco en ello. La cocina estaba abierta para todos, como los comedores comunitarios, pero era cierto que si buscaba conversación a determinadas horas lo más fácil era coger un plato de lo que fuera y sentarse con los que estuviesen almorzando a mediodía, por ejemplo—. Pero me sigue poniendo nervioso el rato tan largo que os tiráis para comer para luego tiraros horas sin picar nada. ¿No os ruge el estómago otra vez en mitad de la tarde?
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
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- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Dal
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Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
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Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
04/10/17, 11:49 pm
-¿Historias felices? - le preguntó, se quedó un rato pensando y luego sorprendentemente negó con la cabeza.- Creo que en todas muere alguien - respondió con un suspiro.- Hay una bonita pero triste por si quieres oírla - le dijo al carabés.
-Pues no lo sé - terminó contestando.- Si quieres un día vamos a verlo. Nunca había visto el mar hasta que llegamos a la ciudad.
-Claro que nos ruge - dijo tras unas carcajadas.- Por eso está el tiempo de la merienda. Se come algo entre la comida y la cena, así evitamos eso.
-El tiempo de la comida y la cena se usa para ponerse al día con la familia - explicó con la voz cargada de añoranza.- Se pregunta qué tal ha ido el día, se cuentan anécdotas. Son divertidos. Lo cierto es que nosotros somos un poco como una familia también, una familia rara pero familia al fin y al cabo.
-Pues no lo sé - terminó contestando.- Si quieres un día vamos a verlo. Nunca había visto el mar hasta que llegamos a la ciudad.
-Claro que nos ruge - dijo tras unas carcajadas.- Por eso está el tiempo de la merienda. Se come algo entre la comida y la cena, así evitamos eso.
-El tiempo de la comida y la cena se usa para ponerse al día con la familia - explicó con la voz cargada de añoranza.- Se pregunta qué tal ha ido el día, se cuentan anécdotas. Son divertidos. Lo cierto es que nosotros somos un poco como una familia también, una familia rara pero familia al fin y al cabo.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
05/10/17, 12:29 am
—Joder —se le escapó a Sox. No había esperado una negativa tan directa—. ¿Es que en esta ciudad nunca pasa nada bueno o qué?
Asintió sin mucho convencimiento ante la oferta de ir a ver al mar.
—Yo todavía no lo he visto —el día de aquella salida había preferido quedarse en casa. No había caído en la cuenta de ello hasta ahora, o más bien no le había parecido importante—. ¿Lo habías visto tú antes de venir aquí?
Él sólo lo había observado en proyecciones en clase, nunca en persona; su ciudad estaba asentada en el interior de Carabás. A Sox la idea del océano no le despertaba especial curiosidad: lo conocía como algo gélido donde no había mucho que hacer salvo investigar si te dedicabas a eso, con corrientes y nombres que había que aprenderse y poco más.
Hizo una mueca inconforme ante el tema de la merienda pero lo dejó ahí. "Sigue sonando a poco". Aunque comiese entre horas el carabés también prefería llevarse consigo un bocadillo si salían a algún sitio e ir consumiéndolo a bocados cada poco tiempo. Se acodó sobre la mesa con un resoplido, preparado para oír la historia que tuviese en mente Eriel.
—Venga, dispara de todas formas. Peor que la de la fundación o la de la catedral no puede ser.
Asintió sin mucho convencimiento ante la oferta de ir a ver al mar.
—Yo todavía no lo he visto —el día de aquella salida había preferido quedarse en casa. No había caído en la cuenta de ello hasta ahora, o más bien no le había parecido importante—. ¿Lo habías visto tú antes de venir aquí?
Él sólo lo había observado en proyecciones en clase, nunca en persona; su ciudad estaba asentada en el interior de Carabás. A Sox la idea del océano no le despertaba especial curiosidad: lo conocía como algo gélido donde no había mucho que hacer salvo investigar si te dedicabas a eso, con corrientes y nombres que había que aprenderse y poco más.
Hizo una mueca inconforme ante el tema de la merienda pero lo dejó ahí. "Sigue sonando a poco". Aunque comiese entre horas el carabés también prefería llevarse consigo un bocadillo si salían a algún sitio e ir consumiéndolo a bocados cada poco tiempo. Se acodó sobre la mesa con un resoplido, preparado para oír la historia que tuviese en mente Eriel.
—Venga, dispara de todas formas. Peor que la de la fundación o la de la catedral no puede ser.
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