Torreón Maciel (Archivo VIII)
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Rocavarancolia Rol
Lumichen
LEC
alpeca
Léthe0
Leonart
Bellota
Alicia
Dal
Neith2
Aes
Naeryan
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20 participantes
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Torreón Maciel (Archivo VIII)
15/02/16, 09:43 pm
Recuerdo del primer mensaje :
-Cuando los encontremos sabremos cuales de las opciones son la verdad. -Dijo encogiéndose de hombros. La única parte que esperaba que fuese así era la de otro suministro de agua.
-Te seguimos hermanito.
Y con sonrisa a Eriel se puso en camino con el resto mientras se terminaba su desayuno cuando Dafne le pidió un favorcillo. -Ah, sin problema, le hice bastantes a Bri y no es algo complicado, aunque te tendrás que conformar con algo sin muchos adornos me temo. -Le sonrió. -Cuando vuelva haremos uno cada uno de madera, a no ser que encuentre hueso por el camino o alguna forma de malear metal mejor que acercar mis manos a la hoguera. Nos vemos a la vuelta. -Se despidió.
Siguieron a su hermano un cacho y como este dijo acabaron encontrando casas en algo de mejor estado aunque ahí en medio no parecían mucho más seguras que las mazmorras. Des pues de ir mirando y hablando sobre algunas de ellas como posibles acabaron divisando algo apartado de las casas que parecía un mini fuerte. Se acercaron por curiosidad con cautela para ver que se trataba de un torreón azulado con una muralla y en medio de un foso.
-¿Es eso un nido de seres voladores hecho encima de un esqueleto de animal enorme en lo alto de la torre o me ha sentado mal el desayuno? -Se calló un momento mientras observaba la situación, aquel lugar le parecía sacado de las historias rocavarancolesas, no había ninguna construcción así en su mundo pero era lo más seguro que habían encontrado con bastante diferencia. -El puente esta bajado y parece que se puede cruzar... Diría por esas cuerdas que hay un sistema de poleas para elevarlo e impedir así el paso, si es así y aún funciona dudo que encontremos algo más seguro que esto. -Miró hacia las estirges. -No parece que quieran hacernos algo, pero cuidado con los bichos voladores. -Se dió cuenta de que podía haber ofendido a Sinceridad así que giró su cabeza hacia ella. -Sin ánimo de ofender. -No era la mejor manera del mundo de arreglar eso, pero era mejor que nada. -En fin, vamos allá, con precaución por favor. -Agudizó los sentidos y agarró su cuchillo. Esperaba no tener otra sorpresa como la de hace unos días, pero no se fiaba de su suerte.
-Cuando los encontremos sabremos cuales de las opciones son la verdad. -Dijo encogiéndose de hombros. La única parte que esperaba que fuese así era la de otro suministro de agua.
-Te seguimos hermanito.
Y con sonrisa a Eriel se puso en camino con el resto mientras se terminaba su desayuno cuando Dafne le pidió un favorcillo. -Ah, sin problema, le hice bastantes a Bri y no es algo complicado, aunque te tendrás que conformar con algo sin muchos adornos me temo. -Le sonrió. -Cuando vuelva haremos uno cada uno de madera, a no ser que encuentre hueso por el camino o alguna forma de malear metal mejor que acercar mis manos a la hoguera. Nos vemos a la vuelta. -Se despidió.
Siguieron a su hermano un cacho y como este dijo acabaron encontrando casas en algo de mejor estado aunque ahí en medio no parecían mucho más seguras que las mazmorras. Des pues de ir mirando y hablando sobre algunas de ellas como posibles acabaron divisando algo apartado de las casas que parecía un mini fuerte. Se acercaron por curiosidad con cautela para ver que se trataba de un torreón azulado con una muralla y en medio de un foso.
-¿Es eso un nido de seres voladores hecho encima de un esqueleto de animal enorme en lo alto de la torre o me ha sentado mal el desayuno? -Se calló un momento mientras observaba la situación, aquel lugar le parecía sacado de las historias rocavarancolesas, no había ninguna construcción así en su mundo pero era lo más seguro que habían encontrado con bastante diferencia. -El puente esta bajado y parece que se puede cruzar... Diría por esas cuerdas que hay un sistema de poleas para elevarlo e impedir así el paso, si es así y aún funciona dudo que encontremos algo más seguro que esto. -Miró hacia las estirges. -No parece que quieran hacernos algo, pero cuidado con los bichos voladores. -Se dió cuenta de que podía haber ofendido a Sinceridad así que giró su cabeza hacia ella. -Sin ánimo de ofender. -No era la mejor manera del mundo de arreglar eso, pero era mejor que nada. -En fin, vamos allá, con precaución por favor. -Agudizó los sentidos y agarró su cuchillo. Esperaba no tener otra sorpresa como la de hace unos días, pero no se fiaba de su suerte.
- Bellota
Ficha de cosechado
Nombre: Mónica Gutiérrez.
Especie: Humana (Española, madrileña de las afueras).
Habilidades: Espontaneidad, automotivación, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
01/08/16, 09:03 pm
La española siguió balanceándose aferrada al cuerpo, mirando con ojos ausentes el torpe intento de Vampy por consolarla.
-No sabíamos…- repitió una vez más en voz baja volviendo a mirar el cadáver que sostenía, sin secarse las mejillas por las que no dejaban de resbalar lágrimas.
“Ella ya no es ella. Ya no. Es una carcasa. Una carcasa nada más” pensó todavía más ida de lo normal.
Ante el comentario de soltar el cuerpo Mónica se agarró con más fuerza a él por acto reflejo, haciendo sin querer que la poca sangre que seguía manando todavía manchara sus pantalones y su sujetador, pegajosa. Sin embargo la voz autoritaria del amigo de Vampy hizo que relajara los dedos poco a poco. Una vez le quitaron el cadáver de la niña las manos de la chica cayeron en su regazo mientras ella miraba hacia abajo, sin poderse levantar del suelo.
–Lo siento, Nad. Perdóname por haberte ignorado. Perdona- susurró. Después miró hacia arriba, todavía sentada en el suelo, todavía con la expresión vacía. -¿Y ahora qué?
-No sabíamos…- repitió una vez más en voz baja volviendo a mirar el cadáver que sostenía, sin secarse las mejillas por las que no dejaban de resbalar lágrimas.
“Ella ya no es ella. Ya no. Es una carcasa. Una carcasa nada más” pensó todavía más ida de lo normal.
Ante el comentario de soltar el cuerpo Mónica se agarró con más fuerza a él por acto reflejo, haciendo sin querer que la poca sangre que seguía manando todavía manchara sus pantalones y su sujetador, pegajosa. Sin embargo la voz autoritaria del amigo de Vampy hizo que relajara los dedos poco a poco. Una vez le quitaron el cadáver de la niña las manos de la chica cayeron en su regazo mientras ella miraba hacia abajo, sin poderse levantar del suelo.
–Lo siento, Nad. Perdóname por haberte ignorado. Perdona- susurró. Después miró hacia arriba, todavía sentada en el suelo, todavía con la expresión vacía. -¿Y ahora qué?
- Los motes:
Por ahora aquí están los motes que Mónica ha ido poniendo a la gente, aún quedan algunos personajes por tener el suyo. (A ver si se le ocurren pronto, leches).
-Barael: Roño.
-Daerhien: Gominola.
-Dafne: Lerdafne.
-Eorlir: ¿?
-Eriel: Cenizo.
-Innadriel: ¿?
-Lorenzo: Íñigo Montoya.
-Nad: Zanahoria/Zana.
-Rádar: ¿?
-Sakrilt: Krit.
-Siete: Tritón.
-Sinceridad: Doña Plumitas.
-Sox: Vampy.
-Tayron: T-fichas.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
01/08/16, 10:59 pm
Los ojos de Siete empezaron a seguir la conversación, ayudando a sus oidos a que la informacion calase. Todavía estaba aturdido por sus propios recuerdos, por el pensamiento ocurrente de que era él quien merecía una sentencia de muerte, pero las emociones de los demás eran también parte del dialogo y lo empujaron por fin a moverse. Se arrodilló al lado de Mónica y le cogió las manos con suavidad.
- Te creemos. Ahora vamos a limpiarte. Después nos ocuparemos de lo demás.
Hizo presión en su hombro al tiempo que tiraba de ella con cuidado, para que se levantara. Lanzó una mirada al grupo antes de rodearla con un brazo y guiarla escaleras arriba, hacia el baño. Agarró la toalla disponible y envolvió a Monica con ella. Usaría cualquier otra cosa para secarla después; la idea habia sido apartar la sangre de la vista, mientras pensaba en los detalles.
- ¿Puedes quitarte la ropa tu sola? Iré a por agua. Si no, esperame aquí. Seré rápido- prometió. Después de momentos visibles de duda, el idrino posó una mano en la cabeza de la chica-. No lo sabías. No eres responsable de esto. Se que es confuso y horrible y nada hará que mejore, pero ya ha sucedido. Ya ha terminado. Espera por mi. Voy a intentar ayudar.
Se le rompió un poco la voz al final, y se dio la vuelta con rapidez, a buscar cubos que cargar hacia arriba. No se molestó en calentar el agua o explicar sus acciones. Regresó tan pronto como pudo a la humana, limpiandola con un paño mojado. Buscaría ropa de repuesto después.
Cuando hubiera terminado de atender a Monica, haría el otro servicio del que era capaz y cocinaría. No imaginaba a nadie queriendo comer después de la muerte de una niña, pero era todo en lo que sabía contribuir.
- Te creemos. Ahora vamos a limpiarte. Después nos ocuparemos de lo demás.
Hizo presión en su hombro al tiempo que tiraba de ella con cuidado, para que se levantara. Lanzó una mirada al grupo antes de rodearla con un brazo y guiarla escaleras arriba, hacia el baño. Agarró la toalla disponible y envolvió a Monica con ella. Usaría cualquier otra cosa para secarla después; la idea habia sido apartar la sangre de la vista, mientras pensaba en los detalles.
- ¿Puedes quitarte la ropa tu sola? Iré a por agua. Si no, esperame aquí. Seré rápido- prometió. Después de momentos visibles de duda, el idrino posó una mano en la cabeza de la chica-. No lo sabías. No eres responsable de esto. Se que es confuso y horrible y nada hará que mejore, pero ya ha sucedido. Ya ha terminado. Espera por mi. Voy a intentar ayudar.
Se le rompió un poco la voz al final, y se dio la vuelta con rapidez, a buscar cubos que cargar hacia arriba. No se molestó en calentar el agua o explicar sus acciones. Regresó tan pronto como pudo a la humana, limpiandola con un paño mojado. Buscaría ropa de repuesto después.
Cuando hubiera terminado de atender a Monica, haría el otro servicio del que era capaz y cocinaría. No imaginaba a nadie queriendo comer después de la muerte de una niña, pero era todo en lo que sabía contribuir.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
02/08/16, 01:22 am
Lorenzo
Al llegar Tayron explicole todo a Sox, quien entonces empezó a racionalizarlo todo, a ojos de Lorenzo. Habia emoción en el muchacho, pero entre el dolor, el cansancio y tristeza, non pegole más ojo.
Mónica, sin embargo, andaba peor a cada paso. Podiasele considerar a el Alma en Pena, pero sin duda la jóven madrileña era un espíritu en vela, en constante llanto por la muerte de la niña. Consiguio tan solo que el diestro estremecierase, mientras hacia intentona de acercarsele y recogerla en sus brazos, otros hicieronlo primero, dejandole tenso y mal aguado. Preocupación comenzó a nublar el su juicio.
Llegó entonces Siete, quien atendiola, comprensivo, aunque tan solo empático esperabase Lorenzo. Tamaño seria el gañan que aprovechasese de tal señorita desvalida. Pero al parecer sus intenciones nobles eran. Tan cansado estaba, que ya comenzaba a pensar mal de los demás nenos.
Agarrose la testa, pues dábale la cabeza mil vueltas. Mal presentimientos, dolor y sufrimiento. Desplomose en parte contra una pared cuando toda la tesión desvaneciose. Parpadeó lentamente, mirando al extraño cielo sobre sus cabezas. ¿Quien hubierale dicho que tal desgracia ocurriria aquel día, como cualquier otro?
—Debe ser enterrada.—dictaminó el español. Sonaba tranquilo y, a la vez, indómito y tozudo en aquel punto, cual patriarca decidiendo por la su familia, Lorenzo tenia ya claro que haria todo lo que estuviera en su mano por proteger y preservar el alma pura de la niña.—Tierra verde o marron da igual. Su cuerpo ha de conocer descanso. No es otro nuestro deber: Si tieneis algún aprecio a su inocencia, tanto de crimen alguno como de pecado mortal, hareis lo que es correcto y darla un buen sepulcro.—
No podia caberse en mente otra cosa, repetiase. Lentamente, dedicó otra mirada al cadaver y vínose abajo. ¿Por que ella? ¿Por que aquel monstruo tan solo quebrole el cuerpo? ¿Que tipo de criatura, infernal o no, dictamina que un ser como el, color alcatrán, debia vivir mientras que una paloma inocente y virgen como la pequeña Nad debia con pagar con su vida un crimen no reglado?
Interrumpiendo sus pensamientos algo lacónicamente, el joven mozo de nombre Barael acercosele. Debiasele de notar en el rostro o quizas tan solo el rapaz era considerado. Dispuesto a disuadirle de procurarle atenciones, apenas pudo encontrarse con fuerzas para negarse y acabó arrastrandose tras el, pues colgabale el brazo y doliale a cada segundo, un infierno. No podia dejar de pensar en Nad.
—Guiadme pues.—murmuró.—Siento que via caerme del espanto si tengo que dormir así.—bromeó, sin sonrisa, ni humor. Tan solo como costumbre ante el dolor.
Sintiose que habia sido en mal gusto, sobretodo dada la situación y decidiose morder la lengua, casi literal.
Al llegar Tayron explicole todo a Sox, quien entonces empezó a racionalizarlo todo, a ojos de Lorenzo. Habia emoción en el muchacho, pero entre el dolor, el cansancio y tristeza, non pegole más ojo.
Mónica, sin embargo, andaba peor a cada paso. Podiasele considerar a el Alma en Pena, pero sin duda la jóven madrileña era un espíritu en vela, en constante llanto por la muerte de la niña. Consiguio tan solo que el diestro estremecierase, mientras hacia intentona de acercarsele y recogerla en sus brazos, otros hicieronlo primero, dejandole tenso y mal aguado. Preocupación comenzó a nublar el su juicio.
Llegó entonces Siete, quien atendiola, comprensivo, aunque tan solo empático esperabase Lorenzo. Tamaño seria el gañan que aprovechasese de tal señorita desvalida. Pero al parecer sus intenciones nobles eran. Tan cansado estaba, que ya comenzaba a pensar mal de los demás nenos.
Agarrose la testa, pues dábale la cabeza mil vueltas. Mal presentimientos, dolor y sufrimiento. Desplomose en parte contra una pared cuando toda la tesión desvaneciose. Parpadeó lentamente, mirando al extraño cielo sobre sus cabezas. ¿Quien hubierale dicho que tal desgracia ocurriria aquel día, como cualquier otro?
—Debe ser enterrada.—dictaminó el español. Sonaba tranquilo y, a la vez, indómito y tozudo en aquel punto, cual patriarca decidiendo por la su familia, Lorenzo tenia ya claro que haria todo lo que estuviera en su mano por proteger y preservar el alma pura de la niña.—Tierra verde o marron da igual. Su cuerpo ha de conocer descanso. No es otro nuestro deber: Si tieneis algún aprecio a su inocencia, tanto de crimen alguno como de pecado mortal, hareis lo que es correcto y darla un buen sepulcro.—
No podia caberse en mente otra cosa, repetiase. Lentamente, dedicó otra mirada al cadaver y vínose abajo. ¿Por que ella? ¿Por que aquel monstruo tan solo quebrole el cuerpo? ¿Que tipo de criatura, infernal o no, dictamina que un ser como el, color alcatrán, debia vivir mientras que una paloma inocente y virgen como la pequeña Nad debia con pagar con su vida un crimen no reglado?
Interrumpiendo sus pensamientos algo lacónicamente, el joven mozo de nombre Barael acercosele. Debiasele de notar en el rostro o quizas tan solo el rapaz era considerado. Dispuesto a disuadirle de procurarle atenciones, apenas pudo encontrarse con fuerzas para negarse y acabó arrastrandose tras el, pues colgabale el brazo y doliale a cada segundo, un infierno. No podia dejar de pensar en Nad.
—Guiadme pues.—murmuró.—Siento que via caerme del espanto si tengo que dormir así.—bromeó, sin sonrisa, ni humor. Tan solo como costumbre ante el dolor.
Sintiose que habia sido en mal gusto, sobretodo dada la situación y decidiose morder la lengua, casi literal.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
02/08/16, 04:56 pm
Barael volteó la cabeza para cerciorarse de que Lorenzo lo seguía, y así era, lo oía, pero no le escuchaba.
-Siéntate ahí. -No era una orden, su voz sonaba más como una sugerencia vaga.
Se quitó su armadura, desatándose las amarras y dejando las piezas encima de la mesa, junto a su bastarda. No se había fijado en Lorenzo en el trayecto por lo que se le acerco y lo miró directamente, preguntándole donde le dolía. Una vez averiguado se puso a trabajar, la preocupación por su hermano seguía retumbándole en la cabeza, cosa que le hacía ir más lento de lo normal.
-No tengo ninguna hierba medicinal para aplacar el dolor algo así que te va a doler mucho. -Dejó un trozo de pan duro encima de la mesa. -Cuando te diga muérdelo. Podrías tener fracturas más leves que no notes aún así que por precaución te inmovilizaré todo el brazo. -Hizo una pausa. -Tampoco esperes que obre milagros.
Iba buscando en la madera lo que quería, los trozos más adecuados si es que se pudiera decir eso los acabó por moldear a su gusto, cortando y tallando aparte bajó tela para tener de sobra. El tiempo pasó despacio, se le notaba distraído, era un contraste muy obvio en comparación a que siempre se le veía directo, rápido y eficaz en cada tarea. Se quitó su propia camisa y la usó como tela adicional, total, ya estaba rota.
Lo primero eran las costillas, cortó y dobló tela para la presión.
-Se que va a doler, pero necesito que inspires y expires regularmente. -Colocó tela doblada bien pegada cuando expiró en las costillas inferiores. -Sujeta. -le vendo la zona, con una tira larga sacada de alguna sábana. Una vez acabado prosiguió con el brazo.
Le acercó el pan a la boca y se dispuso a su trabajo, entablillando el antebrazo, vendándole la muñeca, montando el cabestrillo, con fuerza y suavidad, adaptándose a la necesidad de cada parte.
-Necesitamos magia. -Dijo mientras trabajaba. -Esto tardará al menos tres meses en curarte de lo contrario. Y con las costillas rotas es peligroso que te muevas por ahí, así que te vas a tener que quedar quieto una temporada.
-Y necesitamos los dones de la luna. Matarlo con magia únicamente sería difícil, si es que encontramos algún modo de hacerla antes de la fecha.
-Siéntate ahí. -No era una orden, su voz sonaba más como una sugerencia vaga.
Se quitó su armadura, desatándose las amarras y dejando las piezas encima de la mesa, junto a su bastarda. No se había fijado en Lorenzo en el trayecto por lo que se le acerco y lo miró directamente, preguntándole donde le dolía. Una vez averiguado se puso a trabajar, la preocupación por su hermano seguía retumbándole en la cabeza, cosa que le hacía ir más lento de lo normal.
-No tengo ninguna hierba medicinal para aplacar el dolor algo así que te va a doler mucho. -Dejó un trozo de pan duro encima de la mesa. -Cuando te diga muérdelo. Podrías tener fracturas más leves que no notes aún así que por precaución te inmovilizaré todo el brazo. -Hizo una pausa. -Tampoco esperes que obre milagros.
Iba buscando en la madera lo que quería, los trozos más adecuados si es que se pudiera decir eso los acabó por moldear a su gusto, cortando y tallando aparte bajó tela para tener de sobra. El tiempo pasó despacio, se le notaba distraído, era un contraste muy obvio en comparación a que siempre se le veía directo, rápido y eficaz en cada tarea. Se quitó su propia camisa y la usó como tela adicional, total, ya estaba rota.
Lo primero eran las costillas, cortó y dobló tela para la presión.
-Se que va a doler, pero necesito que inspires y expires regularmente. -Colocó tela doblada bien pegada cuando expiró en las costillas inferiores. -Sujeta. -le vendo la zona, con una tira larga sacada de alguna sábana. Una vez acabado prosiguió con el brazo.
Le acercó el pan a la boca y se dispuso a su trabajo, entablillando el antebrazo, vendándole la muñeca, montando el cabestrillo, con fuerza y suavidad, adaptándose a la necesidad de cada parte.
-Necesitamos magia. -Dijo mientras trabajaba. -Esto tardará al menos tres meses en curarte de lo contrario. Y con las costillas rotas es peligroso que te muevas por ahí, así que te vas a tener que quedar quieto una temporada.
-Y necesitamos los dones de la luna. Matarlo con magia únicamente sería difícil, si es que encontramos algún modo de hacerla antes de la fecha.
- Bellota
Ficha de cosechado
Nombre: Mónica Gutiérrez.
Especie: Humana (Española, madrileña de las afueras).
Habilidades: Espontaneidad, automotivación, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
02/08/16, 07:59 pm
Mónica miró hacia arriba cuando Tritón agarró sus manos hablándole con voz suave y asintió dándose cuenta algo sorprendida de que estaba cubierta de sangre, ahora fría y coagulada. Una parte de su mente entró en pánico por ello, pero aún se sentía tan anestesiada que no pudo mover ni un músculo sin ayuda. El idrino la condujo al baño con cuidado cubriéndola con una toalla a la que la chica se aferró con fuerza, y volvió asentir con la cabeza cuando el chico le dijo que se marchaba un momento. Se quitó los pantalones y las deportivas con movimientos mecánicos, dejándose la ropa interior, y se metió en la bañera todavía aferrada a su toalla, esperando en silencio.
Cuando Tritón volvió la ayudó a limpiarse con un paño mojado en agua bien fría. Mónica comenzó a temblar no por el frío, sino al ver cómo el agua se teñía de rosa con cada pasada de la toalla, tensando el cuerpo cada vez más a pesar del cuidado con que Tritón la estaba tratando.
-Gracias- musitó cuando no pudo aguantar más. -Te… ¿te importa dejarme sola?- le preguntó con voz ronca al chico. –Querría quedarme aquí un poco más, por favor.
El idrino accedió a su petición y la dejó allí cerrando la puerta tras él. Mónica entonces, asegurándose de que estaba sola, se despojó de la ropa interior y, temblando cada vez más violentamente, alcanzó su bolso-riñonera, que había dejado en el suelo al quitarse la ropa, buscando con manos inestables el jabón que siempre guardaba en él.
-Tengo que limpiarme, tengo que limpiarme, tengo que limpiarme- un toque de desesperación despuntó en su voz mientras hacía espuma tratando de cubrir toda la bañera con ella. A pesar de ello, seguía viendo la sangre en su mente. Trastornada por ello Mónica comenzó a frotarse con las uñas la piel, dejándose marcas rojas e inflamadas, intentando deshacerse de cada resquicio de suciedad. Después, poniéndose en pie y agarrando lo que quedaba de agua, se lo echó por encima tiritando tanto que parte de ese agua salpicó el suelo, volviéndose a frotar la piel con una toalla limpia aunque mojada, haciéndose alguna quemadura por la fuerza con la que la estaba usando.
La chica salió de la bañera, empapada y trastornada, y frotó frenéticamente el suelo con la ropa machada intentando sacar del suelo y de su mente los restos de agua en la que la sangre de Nad se había diluido, pero se le agotaron las fuerzas a la mitad: se agazapó en el suelo sobre sí misma con los ojos muy abiertos y abrazándose las rodillas, cubierta por esa toalla mojada, mordiéndose los nudillos. La chica comenzó a reírse de modo histérico pero de inmediato su risa mutó en un agudo lamento, ahora por fin sin lágrimas.
Cuando Tritón volvió la ayudó a limpiarse con un paño mojado en agua bien fría. Mónica comenzó a temblar no por el frío, sino al ver cómo el agua se teñía de rosa con cada pasada de la toalla, tensando el cuerpo cada vez más a pesar del cuidado con que Tritón la estaba tratando.
-Gracias- musitó cuando no pudo aguantar más. -Te… ¿te importa dejarme sola?- le preguntó con voz ronca al chico. –Querría quedarme aquí un poco más, por favor.
El idrino accedió a su petición y la dejó allí cerrando la puerta tras él. Mónica entonces, asegurándose de que estaba sola, se despojó de la ropa interior y, temblando cada vez más violentamente, alcanzó su bolso-riñonera, que había dejado en el suelo al quitarse la ropa, buscando con manos inestables el jabón que siempre guardaba en él.
-Tengo que limpiarme, tengo que limpiarme, tengo que limpiarme- un toque de desesperación despuntó en su voz mientras hacía espuma tratando de cubrir toda la bañera con ella. A pesar de ello, seguía viendo la sangre en su mente. Trastornada por ello Mónica comenzó a frotarse con las uñas la piel, dejándose marcas rojas e inflamadas, intentando deshacerse de cada resquicio de suciedad. Después, poniéndose en pie y agarrando lo que quedaba de agua, se lo echó por encima tiritando tanto que parte de ese agua salpicó el suelo, volviéndose a frotar la piel con una toalla limpia aunque mojada, haciéndose alguna quemadura por la fuerza con la que la estaba usando.
La chica salió de la bañera, empapada y trastornada, y frotó frenéticamente el suelo con la ropa machada intentando sacar del suelo y de su mente los restos de agua en la que la sangre de Nad se había diluido, pero se le agotaron las fuerzas a la mitad: se agazapó en el suelo sobre sí misma con los ojos muy abiertos y abrazándose las rodillas, cubierta por esa toalla mojada, mordiéndose los nudillos. La chica comenzó a reírse de modo histérico pero de inmediato su risa mutó en un agudo lamento, ahora por fin sin lágrimas.
- Los motes:
Por ahora aquí están los motes que Mónica ha ido poniendo a la gente, aún quedan algunos personajes por tener el suyo. (A ver si se le ocurren pronto, leches).
-Barael: Roño.
-Daerhien: Gominola.
-Dafne: Lerdafne.
-Eorlir: ¿?
-Eriel: Cenizo.
-Innadriel: ¿?
-Lorenzo: Íñigo Montoya.
-Nad: Zanahoria/Zana.
-Rádar: ¿?
-Sakrilt: Krit.
-Siete: Tritón.
-Sinceridad: Doña Plumitas.
-Sox: Vampy.
-Tayron: T-fichas.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
02/08/16, 08:32 pm
Lorenzo
Siguió al rapaz a donde indicóle. Preguntole por dolencias y el diestro tan solo fue señalando donde dolíale. Pudo, además, apreciar ciertas similitudes a otras heridas que habia sufrido en el pasado, aun a pesar que notabasele ausente, como era comprensible.
Obedeciole en lo que dijo, excepto en lo de morder. No lo consideraba oportuno. Sabia para que fin querialo y aseguroselo que non seria necesario. Si acaso, bien recibido el dolor físico era. Viole preparar nas tablillas cuyo proposito, supuso el español, fue el de inmovilizarle el brazo. Jamás recordaba tener la muñeca tan dolorida, pero no era un dolor comparable al de las costillas. Quizás porque ahi no se habia acostumbrado su cuerpo a sufrir. Resopló brevemente cuando pusolo todo en su lugar. Sujetole donde pidio y mantuvo compostura, aun a pesar que el dolor notábasele en el rostro, aguanto de un palmo.
A continuación fue al cabestrillo y, mientras hizolo, fue comentando, aunque pareciese más para si mismo que para el español. Sin embargo, creyó conviniente el dar sus opiniones al respecto.
—Non me fiaria yo de ningun truco o santeria mágica o milagrosa, si es que aqueso existe nesta tierra o en la vuestra.—maldijo entonces cuando el latigo del dolor crujió.-...mismo para aquellos dones de que hablais. Non los quiero ni regalados. Malfortunio y escarnio para todo lo que esta ciudad representa o defiende. Lo que necesitamos, es luchar como uno solo, entrenados, listos y preparados, aunque signifique que las nenas tengan que tomar las armas tambien. Non se volvera a repetir lo de hoy, prometerlo hago.-
Sin embargo, mientras que estaban, hubiera preferido cambiar el tema y así que lo hizo.
—Alla dónde venis ¿erais acaso un aprendiz de apotecario o cirujano?—preguntole. Parecia tener cierto control como auxiliar medico.
Siguió al rapaz a donde indicóle. Preguntole por dolencias y el diestro tan solo fue señalando donde dolíale. Pudo, además, apreciar ciertas similitudes a otras heridas que habia sufrido en el pasado, aun a pesar que notabasele ausente, como era comprensible.
Obedeciole en lo que dijo, excepto en lo de morder. No lo consideraba oportuno. Sabia para que fin querialo y aseguroselo que non seria necesario. Si acaso, bien recibido el dolor físico era. Viole preparar nas tablillas cuyo proposito, supuso el español, fue el de inmovilizarle el brazo. Jamás recordaba tener la muñeca tan dolorida, pero no era un dolor comparable al de las costillas. Quizás porque ahi no se habia acostumbrado su cuerpo a sufrir. Resopló brevemente cuando pusolo todo en su lugar. Sujetole donde pidio y mantuvo compostura, aun a pesar que el dolor notábasele en el rostro, aguanto de un palmo.
A continuación fue al cabestrillo y, mientras hizolo, fue comentando, aunque pareciese más para si mismo que para el español. Sin embargo, creyó conviniente el dar sus opiniones al respecto.
—Non me fiaria yo de ningun truco o santeria mágica o milagrosa, si es que aqueso existe nesta tierra o en la vuestra.—maldijo entonces cuando el latigo del dolor crujió.-...mismo para aquellos dones de que hablais. Non los quiero ni regalados. Malfortunio y escarnio para todo lo que esta ciudad representa o defiende. Lo que necesitamos, es luchar como uno solo, entrenados, listos y preparados, aunque signifique que las nenas tengan que tomar las armas tambien. Non se volvera a repetir lo de hoy, prometerlo hago.-
Sin embargo, mientras que estaban, hubiera preferido cambiar el tema y así que lo hizo.
—Alla dónde venis ¿erais acaso un aprendiz de apotecario o cirujano?—preguntole. Parecia tener cierto control como auxiliar medico.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
02/08/16, 10:57 pm
Siete asintió, cohibido. Salió con lentitud, sin llegar a alejarse, simplemente porque no sabia a donde ir o que hacer. Se retorció las manos y cruzó los brazos hasta que casi se abrazaba. Se sentía débil e inutil. Las preguntas le seguían martilleando. ¿Podía uno arrastrar la desarmonía consigo? Quizás estaba maldito por haber interrumpido el ahogo de Sirce. Era imposible saber si el torreón lo consideraría culpable, pero sabía cual era la respuesta en su clan. Sabía que a la gente como él se le mataba. La idea le provocaba sudor frío. Se frotó los ojos, como si asi pudiera borrar la imagen de Nad de ellos. "Di algo". "Di la verdad". Pero no era el momento, y Siete era consciente de que quizás no lo fuera nunca.
Una risa y un gemido lo sacaron del circulo vicioso que suponía repasar los ultimos minutos de la tarde. Con el estómago todavia hecho un nudo llamó a la puerta y abrió con cuidado, sin esperar respuesta. Se agachó para imitar el lenguaje corporal de Monica, y pasó un brazo sobre ella.
- Monica- susurró. Tardó en encontrar algo que decirle, porque no quería prometer nada que no supiera. Así que se quedó encogido con ella en silencio hasta que se le ocurrió como empezar de nuevo. Era demasiado cobarde como para hablarle de si mismo-. Yo me desharé de la ropa, si tu quieres, no hace falta que sea ahora. Vamos a salir del baño. Estas limpia, y viva y a salvo. Y te creo ¿vale? Sabemos que no viste nada. Nunca has sido responsable de Nad, no eres tan mayor. Nadie va a pedirte que hagas el trabajo de todos. Somos un grupo ahora.
Abrazó con un poco más de firmeza a la chica, aunque su voz seguía insegura.
- Esta bien si lloras. O si tienes pesadillas. Pero no lo hagas aqui en el suelo. Te vas a hacer daño en las rodillas.
Una risa y un gemido lo sacaron del circulo vicioso que suponía repasar los ultimos minutos de la tarde. Con el estómago todavia hecho un nudo llamó a la puerta y abrió con cuidado, sin esperar respuesta. Se agachó para imitar el lenguaje corporal de Monica, y pasó un brazo sobre ella.
- Monica- susurró. Tardó en encontrar algo que decirle, porque no quería prometer nada que no supiera. Así que se quedó encogido con ella en silencio hasta que se le ocurrió como empezar de nuevo. Era demasiado cobarde como para hablarle de si mismo-. Yo me desharé de la ropa, si tu quieres, no hace falta que sea ahora. Vamos a salir del baño. Estas limpia, y viva y a salvo. Y te creo ¿vale? Sabemos que no viste nada. Nunca has sido responsable de Nad, no eres tan mayor. Nadie va a pedirte que hagas el trabajo de todos. Somos un grupo ahora.
Abrazó con un poco más de firmeza a la chica, aunque su voz seguía insegura.
- Esta bien si lloras. O si tienes pesadillas. Pero no lo hagas aqui en el suelo. Te vas a hacer daño en las rodillas.
-
- Bellota
Ficha de cosechado
Nombre: Mónica Gutiérrez.
Especie: Humana (Española, madrileña de las afueras).
Habilidades: Espontaneidad, automotivación, imaginación.
Personajes : ● Mónica: Bruja de los espejos. Terrícola.
Heridas/enfermedades : ● Mónica: Pequeñas cicatrices por el cuerpo.
Manos heridas, chichón en la cabeza.
Armas : ●Mónica: Bolsito de pompones rosa multiusos.
Cuchillo del pan.
Espejos.
Status : «En busca de 12.: el romance».
Humor : No.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
03/08/16, 12:26 am
Tritón irrumpió en el baño interrumpiendo su quejido. Mónica siguió mordiéndose los nudillos para no comenzar a gritar mientras el idrino la abrazaba, sin poder contener los hipidos y los temblores que la recorrían. Asintió a la propuesta de la ropa porque no se veía capaz de hacer nada.
-No era responsable de ella pero no la hablé durante este tiempo. Fue por egoísmo- le dijo con voz entrecortada, casi inteligible por seguir con las manos en la boca. –Quiero irme a la cama.
La chica agachó de nuevo la cabeza. Necesitaría ayuda para llegar a la cama, y una vez allí se tumbaría acurrucada sobre su costado y no comería ni se la vería moverse, negándose a hablar. Sin embargo, si alguien se fijaba en ella, vería cómo cada vez tenía más verdugones y arañazos en el cuerpo ya que seguía rascándose y frotándose de modo inintencionado al recordar la sangre que la había cubierto. Las pesadillas comenzarían una vez la chica durmiese, haciéndola gritar cada noche. No hubo más lágrimas.
-No era responsable de ella pero no la hablé durante este tiempo. Fue por egoísmo- le dijo con voz entrecortada, casi inteligible por seguir con las manos en la boca. –Quiero irme a la cama.
La chica agachó de nuevo la cabeza. Necesitaría ayuda para llegar a la cama, y una vez allí se tumbaría acurrucada sobre su costado y no comería ni se la vería moverse, negándose a hablar. Sin embargo, si alguien se fijaba en ella, vería cómo cada vez tenía más verdugones y arañazos en el cuerpo ya que seguía rascándose y frotándose de modo inintencionado al recordar la sangre que la había cubierto. Las pesadillas comenzarían una vez la chica durmiese, haciéndola gritar cada noche. No hubo más lágrimas.
- Los motes:
Por ahora aquí están los motes que Mónica ha ido poniendo a la gente, aún quedan algunos personajes por tener el suyo. (A ver si se le ocurren pronto, leches).
-Barael: Roño.
-Daerhien: Gominola.
-Dafne: Lerdafne.
-Eorlir: ¿?
-Eriel: Cenizo.
-Innadriel: ¿?
-Lorenzo: Íñigo Montoya.
-Nad: Zanahoria/Zana.
-Rádar: ¿?
-Sakrilt: Krit.
-Siete: Tritón.
-Sinceridad: Doña Plumitas.
-Sox: Vampy.
-Tayron: T-fichas.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
03/08/16, 03:00 am
No... no bastaría. -Afirmó el nublino. -Nos barrerían como a aquella pared.
Se cercioró de que todos los nudos estuviesen firmes y que su brazo estuviese bien pegado a su pecho.
-A decir verdad considero la magia y los dones una mera herramienta, muy útiles, todo depende de qué fin les des. -Un último retoque. -Con una navaja puedo tallar un juguete para mis pequeños, pero al mismo tiempo puedo usarla para matar a alguien.
-Ya debería estar. -Confirmó, irguiendo la espalda con un quejido y estirándola, la factura de haber cargado con Mónica se traducía en dolor muscular. Empezó a mover el hombro para calmarlo. -Ni se te ocurra levantarte y venir. -Le advirtió, aunque el tono cansado no era demasiado autoritario.
-En cuanto a tu pregunta... Simplemente aprendí un poco de todo. Supongo que siempre quise poder ayudar en todo momento... -Decidió hablarle en un tono más personal puesto que él le había estado entrenando todo este tiempo y había adquirido cierta confianza. Se sentó cerca suya. -En Nubla mi hermano y yo nacimos en una familia de ganaderos nómadas, que yo sepa lo más común allí, dos familias distintas viajan juntas todo el año para mantener al ganado, básicamente. Ser el primer hijo de ambas me lo tomé muy a pecho, quería ser un ejemplo para mis hermanos pequeños, así que trabajé y aprendí. Mi abuelo paterno me enseñó a tallar, reparar carros, a trabajar con madera y algo de metal en general, mi madre a pescar y a cosechar y labrar el campo, mi padre a distinguir las hierbas, plantas y flores... -Su voz se apagaba, sumido en recuerdos que tallaban una triste sonrisa en su rostro. Suspiró. Sabía que aquellos tiempos simples se habían disuelto en aquel humo verde. -Aprendí porque me gustaba, a tallar para hacerles juguetes a mis hermanos, a coser para arreglarles la ropa, a preparar medicinas y curas para el cuerpo por si se hacían daño, incluso a comerciar para obtener lo que necesitara y conseguirles cosas a mi novio y a mi novia. Pero en fin, más temprano que tarde tendría que formar una familia.
Se levantó de la silla en busca de una nueva camisa para salir a cavar, pero primero se dirigió a la habitación de su hermano.
Se volteó un instante. -Busca un sitio cómodo para sentarte o echarte, ya vas a tener unas cuantas malas semanas, no lo empeores. -Y subió las escaleras para ir con su hermano.
Se quedó unos momentos delante de la puerta, no quería entrar, no sin saber que decir o hacer para animarlo, pero no tenía otra opción, ir sin avisar ni siquiera se contemplaba. Abrió la puerta suavemente y la cerró tras de sí, avanzando hasta su hermano, hasta apoyarse de lado de él y tocarle el hombro.
-Eri. -Dijo con mimo y suavidad. -Vamos a ir a enterrarla. ¿Quieres venir? -La negativa de su hermano le sorprendió, una parte de él suponía que quería ir, pero al parecer no era así. -Está bien. No te preocupes. -Le arrascaba la cabeza con la mano mientras le hablaba. -Ninguno tiene la culpa. -Se acerco y le besó donde pudo. -Descansa Eri, volveré enseguida. -Dejó la habitación con el mismo cuidado con el que entró.
<<¿Que puedo hacer?>> -Seguía martilleando en su cabeza.
Antes de darse cuenta ya estaba colocándose su bastarda a la espalda. Dirigiéndose a la salida.
-He acabado. -Informó. -¿Listos?
Se cercioró de que todos los nudos estuviesen firmes y que su brazo estuviese bien pegado a su pecho.
-A decir verdad considero la magia y los dones una mera herramienta, muy útiles, todo depende de qué fin les des. -Un último retoque. -Con una navaja puedo tallar un juguete para mis pequeños, pero al mismo tiempo puedo usarla para matar a alguien.
-Ya debería estar. -Confirmó, irguiendo la espalda con un quejido y estirándola, la factura de haber cargado con Mónica se traducía en dolor muscular. Empezó a mover el hombro para calmarlo. -Ni se te ocurra levantarte y venir. -Le advirtió, aunque el tono cansado no era demasiado autoritario.
-En cuanto a tu pregunta... Simplemente aprendí un poco de todo. Supongo que siempre quise poder ayudar en todo momento... -Decidió hablarle en un tono más personal puesto que él le había estado entrenando todo este tiempo y había adquirido cierta confianza. Se sentó cerca suya. -En Nubla mi hermano y yo nacimos en una familia de ganaderos nómadas, que yo sepa lo más común allí, dos familias distintas viajan juntas todo el año para mantener al ganado, básicamente. Ser el primer hijo de ambas me lo tomé muy a pecho, quería ser un ejemplo para mis hermanos pequeños, así que trabajé y aprendí. Mi abuelo paterno me enseñó a tallar, reparar carros, a trabajar con madera y algo de metal en general, mi madre a pescar y a cosechar y labrar el campo, mi padre a distinguir las hierbas, plantas y flores... -Su voz se apagaba, sumido en recuerdos que tallaban una triste sonrisa en su rostro. Suspiró. Sabía que aquellos tiempos simples se habían disuelto en aquel humo verde. -Aprendí porque me gustaba, a tallar para hacerles juguetes a mis hermanos, a coser para arreglarles la ropa, a preparar medicinas y curas para el cuerpo por si se hacían daño, incluso a comerciar para obtener lo que necesitara y conseguirles cosas a mi novio y a mi novia. Pero en fin, más temprano que tarde tendría que formar una familia.
Se levantó de la silla en busca de una nueva camisa para salir a cavar, pero primero se dirigió a la habitación de su hermano.
Se volteó un instante. -Busca un sitio cómodo para sentarte o echarte, ya vas a tener unas cuantas malas semanas, no lo empeores. -Y subió las escaleras para ir con su hermano.
Se quedó unos momentos delante de la puerta, no quería entrar, no sin saber que decir o hacer para animarlo, pero no tenía otra opción, ir sin avisar ni siquiera se contemplaba. Abrió la puerta suavemente y la cerró tras de sí, avanzando hasta su hermano, hasta apoyarse de lado de él y tocarle el hombro.
-Eri. -Dijo con mimo y suavidad. -Vamos a ir a enterrarla. ¿Quieres venir? -La negativa de su hermano le sorprendió, una parte de él suponía que quería ir, pero al parecer no era así. -Está bien. No te preocupes. -Le arrascaba la cabeza con la mano mientras le hablaba. -Ninguno tiene la culpa. -Se acerco y le besó donde pudo. -Descansa Eri, volveré enseguida. -Dejó la habitación con el mismo cuidado con el que entró.
<<¿Que puedo hacer?>> -Seguía martilleando en su cabeza.
Antes de darse cuenta ya estaba colocándose su bastarda a la espalda. Dirigiéndose a la salida.
-He acabado. -Informó. -¿Listos?
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
04/08/16, 06:05 pm
Lorenzo
Pusose el rapaz a hablarle de dones y magia. Muy esceptico, el diestro mantúvose callado sin necesitar el decir nada. No haria uso de tales cosas, de ser reales. Tan solo queria volver a casa cuanto antes, pero no antes de recuperar su espada y tomar venganza ante todo el dolor y muerte que habian causado.
Luego le instó a no venir, aunque no parecia demasiado ferreo en ello. Quisolo bien asi Lorenzo, quien por todas formas iba a ir, tanto si algunos oponíanse como sino.
Poco despues, contóle de su historia. Non esperabase saberselo con pelos y detalles, pero agradeció a sus adentros la confianza que demostrabale. O quizás, todos las sus gentes fuesen asin.
Dijole de reposo. Rio hacia dentro. Asi que encuanto dejó escena, escabullose por el lado y salió con los demás, entablillado, cosido y empanado, el diestro poseia una determinación única.
Rio
Pusose el rapaz a hablarle de dones y magia. Muy esceptico, el diestro mantúvose callado sin necesitar el decir nada. No haria uso de tales cosas, de ser reales. Tan solo queria volver a casa cuanto antes, pero no antes de recuperar su espada y tomar venganza ante todo el dolor y muerte que habian causado.
Luego le instó a no venir, aunque no parecia demasiado ferreo en ello. Quisolo bien asi Lorenzo, quien por todas formas iba a ir, tanto si algunos oponíanse como sino.
Poco despues, contóle de su historia. Non esperabase saberselo con pelos y detalles, pero agradeció a sus adentros la confianza que demostrabale. O quizás, todos las sus gentes fuesen asin.
Dijole de reposo. Rio hacia dentro. Asi que encuanto dejó escena, escabullose por el lado y salió con los demás, entablillado, cosido y empanado, el diestro poseia una determinación única.
Rio
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
04/08/16, 07:28 pm
Pensar en enterrarla le puso los pelos de punta de una forma no del todo irracional. Épocas pasadas, libros de historia le habían hecho crecer con la posibilidad de la nigromancia sobre su cabeza, todas las cosas depravadas que podían hacerse con ésta. Habían visto una torre de carne muerta erigirse imposiblemente en el lugar donde todos los días iban a por provisiones. El pensamiento de que alguien desenterrase a Nad y la volvieran a ver como un cadáver caminante le revolvía las tripas.
Pero era lo más lógico. Sox no sería el que apoyara una hoguera para incinerar en condiciones que ninguno de ellos sabría controlar.
Bajó él también a por otra pala. Tiempo después, cuando Barael hubo terminado de entablillar a Lorenzo y el ambiente en el torreón era sombrío pero estable, se pusieron en marcha.
Sigue en el Río.
Pero era lo más lógico. Sox no sería el que apoyara una hoguera para incinerar en condiciones que ninguno de ellos sabría controlar.
Bajó él también a por otra pala. Tiempo después, cuando Barael hubo terminado de entablillar a Lorenzo y el ambiente en el torreón era sombrío pero estable, se pusieron en marcha.
Sigue en el Río.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
04/08/16, 08:53 pm
Eriel no se echó en la cama para descansar, se encontraba mal. En sus oídos se repetía el sonido de la flecha surcando el aire, no dejaba de ver la expresión de la niña, el olor a sangre en sus fosas nasales no cesaba y no podía olvidar el tacto de la sangre resbalando por su brazo.
Lo peor de todo era que daba igual cuanto se esforzase el nublino en cerrar sus ojos o en tapar sus oídos, aquello no era real sino una jugarreta de su mente, aquello era lo único que no podía bloquear.
Cuando su hermano subió a decirle que iban a enterrar a la niña se negó a ir. Sentía que no podría darle una despedida adecuada en su estado.
No supo cuándo se durmió, fue un sueño tenebroso el que lo hizo despertar. El cuerpo de Nad lo perseguía por el torreón acusándolo de su muerte. Volvía a ver el cuerpo de la niña clavado a la silla pero cuando se acercaba para recoger su cuerpo muerto era ella misma la que se libraba de la saeta, se ponía violenta y saltaba sobre el chico gritando que era culpa suya.
Eriel se despertó sobresaltado empapado en sudor, se sentó en la cama para despejar un poco la mente y luego bajó a la cocina donde empezó a comer lo primero que encontró que fuera comestible. No comía por hambre, lo hacía por estrés. Lo hacía cada vez que estaba nervioso, era de las pocas cosas que conseguía calmarlo y, en efecto, pronto empezó a sentirse mejor.
Cuando terminó de comer empezó otra vez a darle vueltas a la muerte de la niña. <<Ha sido culpa mía>> pensó por centésima vez. <<¿Pero de verdad ha sido culpa mía?>> se rebeló una pequeña parte de su mente, <<Sí, yo elegí la casa y fui el primero en entrar, pero yo no disparé la flecha. Yo no la maté, fue él. Pudo haber disparado a cualquier otra parte o dar cualquier otro tipo de aviso. Él disparó a matar, él eligió matar, ¿por qué me culpo a mí entonces? Yo no la maté>>.
Siguió madurando aquella idea en su mente y poco a poco se fue sintiendo mejor, menos culpable. Poco a poco se fe quitando un peso enorme de encima.
Se arrepintió de no haber ido a enterrar a la niña pero ya era tarde, no tenía ni idea de adónde habrían ido. Decidió que al día siguiente le iría a presentar sus respetos.
Lo peor de todo era que daba igual cuanto se esforzase el nublino en cerrar sus ojos o en tapar sus oídos, aquello no era real sino una jugarreta de su mente, aquello era lo único que no podía bloquear.
Cuando su hermano subió a decirle que iban a enterrar a la niña se negó a ir. Sentía que no podría darle una despedida adecuada en su estado.
No supo cuándo se durmió, fue un sueño tenebroso el que lo hizo despertar. El cuerpo de Nad lo perseguía por el torreón acusándolo de su muerte. Volvía a ver el cuerpo de la niña clavado a la silla pero cuando se acercaba para recoger su cuerpo muerto era ella misma la que se libraba de la saeta, se ponía violenta y saltaba sobre el chico gritando que era culpa suya.
Eriel se despertó sobresaltado empapado en sudor, se sentó en la cama para despejar un poco la mente y luego bajó a la cocina donde empezó a comer lo primero que encontró que fuera comestible. No comía por hambre, lo hacía por estrés. Lo hacía cada vez que estaba nervioso, era de las pocas cosas que conseguía calmarlo y, en efecto, pronto empezó a sentirse mejor.
Cuando terminó de comer empezó otra vez a darle vueltas a la muerte de la niña. <<Ha sido culpa mía>> pensó por centésima vez. <<¿Pero de verdad ha sido culpa mía?>> se rebeló una pequeña parte de su mente, <<Sí, yo elegí la casa y fui el primero en entrar, pero yo no disparé la flecha. Yo no la maté, fue él. Pudo haber disparado a cualquier otra parte o dar cualquier otro tipo de aviso. Él disparó a matar, él eligió matar, ¿por qué me culpo a mí entonces? Yo no la maté>>.
Siguió madurando aquella idea en su mente y poco a poco se fue sintiendo mejor, menos culpable. Poco a poco se fe quitando un peso enorme de encima.
Se arrepintió de no haber ido a enterrar a la niña pero ya era tarde, no tenía ni idea de adónde habrían ido. Decidió que al día siguiente le iría a presentar sus respetos.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- alpeca
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
08/08/16, 11:36 pm
Eorlir se pasó la mano por la cara, suspirando. Llevaban relativamente poco tiempo en ese lugar, pero se había empezado a confiar un poco. Había empezado a salir algunas veces con los demás, con Ina cogida de la mano, y nunca había pasado nada importante. Lo único que más o menos había cambiado era la confianza de Ina con sus compañeros. Al menos hablaba con ellos y no les tenía tanto miedo. Cada vez que la veía relacionarse con los demás sonreía, procurando que no le viera. Estaba orgulloso del progreso de su aurva, aunque no se lo dejara ver mucho.
Y ahora, el grupo que había salido a dar una excursión más larga, volvía con un cadáver y un herido. Casi se le salió el corazón del pecho al pensar que alguno de esos dos podría haber sido él mismo. O aún peor, Ina. Apenas pudo mantener su actitud fría cuando llegaron. Lo único que le contuvo de salir corriendo fue su aurva, que se puso a llorar nada más ver a la niña muerta. Tenía que estar ahí para ella, o las cosas podrían acabar realmente mal.
Ellos dos eran de los pocos que se habían quedado. Ina no había querido salir del torreón, la muerte de su compañera de torreón le había afectado mucho. La estaba abrazando, intentando confortarla.
-Tranquila, Ina. Eh, vamos. Tranquila. No nos va a pasar nada. Nos prepararemos todos bien, ¿de acuerdo? Por algo nos estamos entrenando con los estoques... -le sonrió con dulzura mientras palmeaba el suyo propio. No le gustaba pelear demasiado con él, pero era lo que más cómodo le parecía- además, estás mejorando... "aunque sigues cortándote sin querer... bueno, mejorarás y aprenderás... eventualmente..."
Miró a la entrada del torreón, esperando al resto. Miró a los dibujos que había hecho durante esas semanas y volvió a suspirar. Se sentía algo inútil, a pesar de contribuir creando mapas de las zonas que iban explorando. Sin embargo, no era tan idiota como para creerse que hubieran podido ser héroes y salvar a la muerta de haber ido con ellos. Seguía sin saber qué les hacía especiales. "Quizá necesiten pintores que les alegren las casas en esta ciudad. De hecho los necesitan... está todo hecho un desastre, y el interior de las casas... bueno, son bastante... penosas"
Y ahora, el grupo que había salido a dar una excursión más larga, volvía con un cadáver y un herido. Casi se le salió el corazón del pecho al pensar que alguno de esos dos podría haber sido él mismo. O aún peor, Ina. Apenas pudo mantener su actitud fría cuando llegaron. Lo único que le contuvo de salir corriendo fue su aurva, que se puso a llorar nada más ver a la niña muerta. Tenía que estar ahí para ella, o las cosas podrían acabar realmente mal.
Ellos dos eran de los pocos que se habían quedado. Ina no había querido salir del torreón, la muerte de su compañera de torreón le había afectado mucho. La estaba abrazando, intentando confortarla.
-Tranquila, Ina. Eh, vamos. Tranquila. No nos va a pasar nada. Nos prepararemos todos bien, ¿de acuerdo? Por algo nos estamos entrenando con los estoques... -le sonrió con dulzura mientras palmeaba el suyo propio. No le gustaba pelear demasiado con él, pero era lo que más cómodo le parecía- además, estás mejorando... "aunque sigues cortándote sin querer... bueno, mejorarás y aprenderás... eventualmente..."
Miró a la entrada del torreón, esperando al resto. Miró a los dibujos que había hecho durante esas semanas y volvió a suspirar. Se sentía algo inútil, a pesar de contribuir creando mapas de las zonas que iban explorando. Sin embargo, no era tan idiota como para creerse que hubieran podido ser héroes y salvar a la muerta de haber ido con ellos. Seguía sin saber qué les hacía especiales. "Quizá necesiten pintores que les alegren las casas en esta ciudad. De hecho los necesitan... está todo hecho un desastre, y el interior de las casas... bueno, son bastante... penosas"
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
09/08/16, 12:03 am
Innadriel
Innadriel se miró la mano derecha, cubierta de vendas caseras hechas con retazos de tela, mientras flexionaba los dedos. Los cortes le escocían y le costaba apretar el puño a veces, pero debía aprender a usar un arma si quería sobrevivir allí. Dejaba que Eorlir le enseñara, sabiendo que no iba a ser ni bonito ni fácil, y que a él le iba a faltar paciencia siendo ella como era. Solo había que darse cuenta de la cantidad de golpes que tenía como para saber que, de momento, no había mejorado mucho.
Al menos ya no le tenía tanto miedo a sus compañeros de torreón. Hablaba con ellos, con algo de timidez aún, pero siempre con sonrisas e intentado ser amable. Hasta había dejado de temer tanto a la pajarraca, aunque no le inspiraba aún demasiada confianza. La ciudad seguía inspirándole temor, mucho. A veces salía, si se iba cerca, e iba mirando a todos lados casi paranoica, con la mano en la empuñadura del estoque, temiendo que algo les saliese al paso.
Aquel día se había quedado en el torreón, dado que no quería ir a explorar demasiado lejos. Y, cuando llegaron, con aquel cadáver en brazos, la niña no supo reaccionar. Sentía como las lágrimas se le agolpaban en los ojos, como una presión en el pecho le impedía respirar, mientras miraba fijamente a sus compañeros sin poder apartar la mirada. Sentía un nudo en la garganta y las piernas le temblaban tanto que no hubiera podido mantenerse en pie de no haber estado sentada. «Ha muerto. Una niña. Y si hubiéramos estado ahí, tal vez…tal vez…» Ni siquiera fue consciente de cuando empezó a llorar, solo que de pronto le corrían lágrimas por la cara. En cuanto Eorlir la abrazó, enterró la cara en su pecho y lloró. Lloró hasta cansarse, hasta quedarse seca, hasta el punto de no saber por qué seguía llorando.
— ¡Mientes! ¡Van a pasar cosas. Cosas malas. Vamos a morir y y y nunca volveremos a casa y… y no he mejorado, sigo siendo malísima —miró a su edeel por primera vez a los ojos en mucho rato. Ya no lloraba, pero tenía los ojos rojísimos y le picaban, y su voz tenía aún un deje tembloroso. «Ni siquiera hemos ido a su entierro…un momento, ¿de qué color tenía los ojos? ¿Deberían haberla incinerado?» Innadriel se acurrucó en su sitio, abrazándose las piernas y mirando sus pies descalzos como hipnotizada. «Ni siquiera la conocía lo bastante como para acordarme de ello…»
Innadriel se miró la mano derecha, cubierta de vendas caseras hechas con retazos de tela, mientras flexionaba los dedos. Los cortes le escocían y le costaba apretar el puño a veces, pero debía aprender a usar un arma si quería sobrevivir allí. Dejaba que Eorlir le enseñara, sabiendo que no iba a ser ni bonito ni fácil, y que a él le iba a faltar paciencia siendo ella como era. Solo había que darse cuenta de la cantidad de golpes que tenía como para saber que, de momento, no había mejorado mucho.
Al menos ya no le tenía tanto miedo a sus compañeros de torreón. Hablaba con ellos, con algo de timidez aún, pero siempre con sonrisas e intentado ser amable. Hasta había dejado de temer tanto a la pajarraca, aunque no le inspiraba aún demasiada confianza. La ciudad seguía inspirándole temor, mucho. A veces salía, si se iba cerca, e iba mirando a todos lados casi paranoica, con la mano en la empuñadura del estoque, temiendo que algo les saliese al paso.
Aquel día se había quedado en el torreón, dado que no quería ir a explorar demasiado lejos. Y, cuando llegaron, con aquel cadáver en brazos, la niña no supo reaccionar. Sentía como las lágrimas se le agolpaban en los ojos, como una presión en el pecho le impedía respirar, mientras miraba fijamente a sus compañeros sin poder apartar la mirada. Sentía un nudo en la garganta y las piernas le temblaban tanto que no hubiera podido mantenerse en pie de no haber estado sentada. «Ha muerto. Una niña. Y si hubiéramos estado ahí, tal vez…tal vez…» Ni siquiera fue consciente de cuando empezó a llorar, solo que de pronto le corrían lágrimas por la cara. En cuanto Eorlir la abrazó, enterró la cara en su pecho y lloró. Lloró hasta cansarse, hasta quedarse seca, hasta el punto de no saber por qué seguía llorando.
— ¡Mientes! ¡Van a pasar cosas. Cosas malas. Vamos a morir y y y nunca volveremos a casa y… y no he mejorado, sigo siendo malísima —miró a su edeel por primera vez a los ojos en mucho rato. Ya no lloraba, pero tenía los ojos rojísimos y le picaban, y su voz tenía aún un deje tembloroso. «Ni siquiera hemos ido a su entierro…un momento, ¿de qué color tenía los ojos? ¿Deberían haberla incinerado?» Innadriel se acurrucó en su sitio, abrazándose las piernas y mirando sus pies descalzos como hipnotizada. «Ni siquiera la conocía lo bastante como para acordarme de ello…»
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
09/08/16, 04:37 pm
Por suerte no hubo más problemas con las alimañas. Rad devolvió la espada a Barael, volviendo al torreón en silencio. Seguía preguntándose qué normas y planes podrían realizar para minimizar el número de muertes, y deseando que el resto del torreón tuviera el mismo sentido común, aunque a juzgar por lo que había hecho Lorenzo ni este ni el autocontrol estaban extendido entre todos sus compañeros. Por su parte pensaba agenciarse una espada y salir en más ocasiones. Tenía que admitir ante sí mismo que había hecho demasiado poco, y que aquella falta no era ya corregible. Solo podía cambiar su actuación a partir de entonces.
Cuando llegó al torreón fue hacia las cestas para hacerse una comida rápida. Miró de reojo a su otro compañero carabés. Desconocía qué pensamientos cruzarían por su mente, aunque imaginaba que probablemente eran similares a los suyos. Los magos de tipos superiores molestaban mucho a Rad por las facilidades que tenían, pero sabía que aun así no eran menos competitivos que el resto.
El tipo E sonrió un poco. Sabía que necesitaban la magia, pero aun así le hacía cierta gracia que su compañero se viera forzado a prescindir de ella. Y admitir la utilidad de la herramienta no hacía que le frustrasen menos aquellos capaces de usarla.
Cuando llegó al torreón fue hacia las cestas para hacerse una comida rápida. Miró de reojo a su otro compañero carabés. Desconocía qué pensamientos cruzarían por su mente, aunque imaginaba que probablemente eran similares a los suyos. Los magos de tipos superiores molestaban mucho a Rad por las facilidades que tenían, pero sabía que aun así no eran menos competitivos que el resto.
El tipo E sonrió un poco. Sabía que necesitaban la magia, pero aun así le hacía cierta gracia que su compañero se viera forzado a prescindir de ella. Y admitir la utilidad de la herramienta no hacía que le frustrasen menos aquellos capaces de usarla.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
09/08/16, 09:44 pm
La roquense no entendía nada. ¿Por qué habían llevado el cuerpo al torreón? Ya no era Nad, no era más que un cadáver. Deberían haberlo dejado allí mismo, que sirviera de alimento a algún bicho o cualquier cosa... menos traerlo a casa. ¿Para qué?
Pues bien, descubrió sus intenciones poco después de llegar al torreón y que contaran lo que había ocurrido. Seguía pensando que había sido tanto culpa suya por querer un toque de atención como culpa de los nublinos por haber querido entrar, pero aquello le dio igual cuando supo el destino del cuerpo: querían enterrarlo. Más incomprensión. ¿Para qué? ¿Para qué tanto lío con lo fácil que habría sido dejarlo allí? <<Encima ahora van a ponerse en peligro porque por aquí no es que haya mucha tierra... No aprenden, no aprenden>>
Allí arriba, mientras les veía marchar, cayó en algo. Le había puesto Silencio de deseo a la cría. Silencio... Ahora sí que guardaría silencio, pero para siempre. ¿Y si la había condenado desde el primer momento que decidió llamarle así? ¿Y si el detonante había sido querer que les pasara algo para que no se confiaran tanto? ¿Habría dioses de verdad en aquella ciudad, distintos y por encima de los ciudadanos monstruosos? Rápidamente, revisó todos los deseos que les había puesto a sus compañeros que pudieran ponerles en peligro si alguna entidad superior les observaba. Solo encontró uno "peligroso": Rad era "Callado"... <<¿No perderá la voz o algo así...?>> Pero tampoco sabía cómo llamarle. "Rad" no significaba nada para ella. <<¿Y si le llamo carabés? Significa que es de su mundo y ya...>> Lo llamaría así por si acaso. No sabía qué tipo de "cosas" vivían en aquel mundo y no quería tener nada que ver con más muertes (a no ser que empuñara ella misma el arma y las intenciones).
Tampoco se lamentaría si les pasaba algo en el "entierro", igual que no se lamentó por la muerte de la hembra. O no mucho, al menos... Porque sí que era verdad que no era más que una cría... Pero la ciudad ya les había dicho de una u otra forma qué tipo de gente sobrevivía allí. Al menos había sido rápido. <<Mejor muerta de un flechazo que desmembrada o muerta de hambre>> Pero claro, no podía expresar en voz alta lo que sentía. ¿Cómo iba a decirles "una boca menos que alimentar" después de que hubieran arriesgado su vida por enterrarla? Ni hablar.
Así que decidió quedarse, obviamente, mientras hacían aquello. Les vio marcharse desde la última tronera del torreón, eso sí, para al menos saber en qué dirección habían ido. Para colmo, algunos de los que se habían quedado estaban demasiado afectados en su opinión. Tampoco había pasado tanto tiempo como para que tuvieran un vínculo tan fuerte con la criatura... O a lo mejor la muerte no era tan normal en sus mundos. Quizá fuera eso. No tardó mucho en volver al interior, pero solo para coger algo de comida e irse a entrenar. No se le daba bien consolar a la gente por algo que no entendía o, mejor dicho, no compartía. Sí que entendía que llorasen una muerte, pero... <<No sirve de nada darle más vueltas, dejémoslo>>
Pues bien, descubrió sus intenciones poco después de llegar al torreón y que contaran lo que había ocurrido. Seguía pensando que había sido tanto culpa suya por querer un toque de atención como culpa de los nublinos por haber querido entrar, pero aquello le dio igual cuando supo el destino del cuerpo: querían enterrarlo. Más incomprensión. ¿Para qué? ¿Para qué tanto lío con lo fácil que habría sido dejarlo allí? <<Encima ahora van a ponerse en peligro porque por aquí no es que haya mucha tierra... No aprenden, no aprenden>>
Allí arriba, mientras les veía marchar, cayó en algo. Le había puesto Silencio de deseo a la cría. Silencio... Ahora sí que guardaría silencio, pero para siempre. ¿Y si la había condenado desde el primer momento que decidió llamarle así? ¿Y si el detonante había sido querer que les pasara algo para que no se confiaran tanto? ¿Habría dioses de verdad en aquella ciudad, distintos y por encima de los ciudadanos monstruosos? Rápidamente, revisó todos los deseos que les había puesto a sus compañeros que pudieran ponerles en peligro si alguna entidad superior les observaba. Solo encontró uno "peligroso": Rad era "Callado"... <<¿No perderá la voz o algo así...?>> Pero tampoco sabía cómo llamarle. "Rad" no significaba nada para ella. <<¿Y si le llamo carabés? Significa que es de su mundo y ya...>> Lo llamaría así por si acaso. No sabía qué tipo de "cosas" vivían en aquel mundo y no quería tener nada que ver con más muertes (a no ser que empuñara ella misma el arma y las intenciones).
Tampoco se lamentaría si les pasaba algo en el "entierro", igual que no se lamentó por la muerte de la hembra. O no mucho, al menos... Porque sí que era verdad que no era más que una cría... Pero la ciudad ya les había dicho de una u otra forma qué tipo de gente sobrevivía allí. Al menos había sido rápido. <<Mejor muerta de un flechazo que desmembrada o muerta de hambre>> Pero claro, no podía expresar en voz alta lo que sentía. ¿Cómo iba a decirles "una boca menos que alimentar" después de que hubieran arriesgado su vida por enterrarla? Ni hablar.
Así que decidió quedarse, obviamente, mientras hacían aquello. Les vio marcharse desde la última tronera del torreón, eso sí, para al menos saber en qué dirección habían ido. Para colmo, algunos de los que se habían quedado estaban demasiado afectados en su opinión. Tampoco había pasado tanto tiempo como para que tuvieran un vínculo tan fuerte con la criatura... O a lo mejor la muerte no era tan normal en sus mundos. Quizá fuera eso. No tardó mucho en volver al interior, pero solo para coger algo de comida e irse a entrenar. No se le daba bien consolar a la gente por algo que no entendía o, mejor dicho, no compartía. Sí que entendía que llorasen una muerte, pero... <<No sirve de nada darle más vueltas, dejémoslo>>
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
10/08/16, 02:19 am
Sin palabras. Así entró al torreón, directo a por comida pues llevaban casi todo el día sin comer. El ambiente hubiera seguido igual a ojos de cualquiera, pero para Barael no era así, su hermano lucía mejor y eso era todo lo que importaba.
Eso le animó, pero sabía de sobra que eso no bastaba, así que se puso a preparar las cosas. Pese a todo, no había olvidado lo que le había dicho por la mañana. Trabajaba lento, no había descansado nada en estas horas y su cuerpo le exigía ya reposo, pero no había tiempo para tonterías, había que hacer lo que tenía que hacerse, y más en una situación así. No era la primera vez que preparaba un baño caliente ni sería la última, de eso estaba seguro, era tedioso pero como todo lo que hacía, cuanto más esfuerzo requiriese mejor recompensa lograba al final.
Ignoraba casi al resto preparando cubos y asegurándose de que la bañera estuviese libre en ese momento, con los ánimos como estaban, no era difícil. Al tenerlo todo listo, fue a buscarle.
Un ligero agarre y un débil tirón en el brazo fue lo que avisó a Eriel de que su hermano quería algo.
-Es hora del baño. -Su voz era cansada al igual que su sonrisa.
Eso le animó, pero sabía de sobra que eso no bastaba, así que se puso a preparar las cosas. Pese a todo, no había olvidado lo que le había dicho por la mañana. Trabajaba lento, no había descansado nada en estas horas y su cuerpo le exigía ya reposo, pero no había tiempo para tonterías, había que hacer lo que tenía que hacerse, y más en una situación así. No era la primera vez que preparaba un baño caliente ni sería la última, de eso estaba seguro, era tedioso pero como todo lo que hacía, cuanto más esfuerzo requiriese mejor recompensa lograba al final.
Ignoraba casi al resto preparando cubos y asegurándose de que la bañera estuviese libre en ese momento, con los ánimos como estaban, no era difícil. Al tenerlo todo listo, fue a buscarle.
Un ligero agarre y un débil tirón en el brazo fue lo que avisó a Eriel de que su hermano quería algo.
-Es hora del baño. -Su voz era cansada al igual que su sonrisa.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
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