Torreón Letargo (Archivo VI)
+16
Giniroryu
Zarket
Lobo_Negro
Hiss
Rocavarancolia Rol
Kanyum
Seth
Naeryan
Lathspell
Evanna
Kial
Manasard
Yber
Jikan11
Red
Muffie
20 participantes
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.Personajes : Hyun-su: el medio coreano medio estadounidense, serio, callado, cobarde, enclenque y egoista impulsado por su miedo.
altura: 1,77m
peso: 67 kg (estilizado)
edad: 15 años
Heridas/enfermedades : -Cicatrices en: mano, pecho, hombro y mejilla.
-Cojera por herida a medio curar en gemelo.
Torreón Letargo (Archivo VI)
22/11/15, 09:34 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La chica a la cual le había dado el martillo utilizó éste para arrancar, de uno de los edificios en ruinas, una puerta un tanto podrida y así utilizarla de escudo <<no era el uso que esperaba que le diera>>. Una vez tuvo la puerta le devolvió el martillo.
Milo inició la carga contra las bestias avanzando seguros y a un paso ligero. Una de las ratas tiró una primera espina causando el sobresalto de Hyung. Si podían disparar nada les paraba de acribillarles a todos ellos. Claramente les superaban las ratas en número. Hyung se asombró, sus compañeros seguían avanzando, no se esperaba semejante envalentonamiento. Los que se habían quedado detrás empezaron a lanzar huesos y piedras que cogían del suelo << ¿¡Pero que hacen!? ¿¡Quieren que nos disparen a nosotros!?>>. Hyung se aparto del grupo alarmado esperando una lluvia de espinas hacia ellos. La mirada hacia él de una de las ratas al apartarse un poco le provoco un sobresalto. Sin embargo poco le importó a la bestia Hyung pues se giró de nuevo hacia los que se dirigían a las cestas. La estrategia de distracción había hecho poco pues todos ellos seguían sin haber recibido un disparó y las ratas se centraban en Milo, Rox y Rena. Finalmente llegaron y empezaron a agarrar las cestas, Rox perdió una debido a una espina que quedó cerca de darle en la mano. Consiguieron cinco y tiraron el resto distrayendo a unas cuantas ratas.
Tocaba huir, Los niños empezaron a correr Hyung aceleró << ¡no puedo quedarme atrás!>>. Hyung fue todo lo rápido que pudo dejando atrás a los demás. Frenó una vez una vez oyó el grito eufórico de Rox; estaban a salvo. La celebración de la victoria de Rox le provoco una risa tímida y bajita a Hyung. Era contagiosa su felicidad y por muy poco que hubiera hecho Hyung él también consideraba eso su victoria. El grupo se tomo un rato para recuperar el aliento y decidirse en que iban a hacer ahora. La atención de varios se dirigió a una especie de torre no muy lejos de allí. Finalmente se decidieron por avanzar hacía ésta para verla mejor.
Llegaron a la torre fácilmente. Menos mal no tuvieron problemas al continuar su camino hacia ésta. Hyung se paró ante ella y echó un vistazo largo. Aquel edificio de gran tamaño debía de tener un total de al menos tres plantas de bastante altura. Se encontraba rodeado de una franja de tierra y cubierto de enredaderas escondiendo lo que parecía la puerta, identificada como tal debido a que ésta daba a un puente levadizo que conectaba el torreón con la calle.
-Eso debe de ser la puerta. Aunque no estoy muy seguro.- dijo en un tono bajo. - Si queréis entrar ir vosotros primeros, pero tener en cuenta que allí podría haber cualquier cosa.
La chica a la cual le había dado el martillo utilizó éste para arrancar, de uno de los edificios en ruinas, una puerta un tanto podrida y así utilizarla de escudo <<no era el uso que esperaba que le diera>>. Una vez tuvo la puerta le devolvió el martillo.
Milo inició la carga contra las bestias avanzando seguros y a un paso ligero. Una de las ratas tiró una primera espina causando el sobresalto de Hyung. Si podían disparar nada les paraba de acribillarles a todos ellos. Claramente les superaban las ratas en número. Hyung se asombró, sus compañeros seguían avanzando, no se esperaba semejante envalentonamiento. Los que se habían quedado detrás empezaron a lanzar huesos y piedras que cogían del suelo << ¿¡Pero que hacen!? ¿¡Quieren que nos disparen a nosotros!?>>. Hyung se aparto del grupo alarmado esperando una lluvia de espinas hacia ellos. La mirada hacia él de una de las ratas al apartarse un poco le provoco un sobresalto. Sin embargo poco le importó a la bestia Hyung pues se giró de nuevo hacia los que se dirigían a las cestas. La estrategia de distracción había hecho poco pues todos ellos seguían sin haber recibido un disparó y las ratas se centraban en Milo, Rox y Rena. Finalmente llegaron y empezaron a agarrar las cestas, Rox perdió una debido a una espina que quedó cerca de darle en la mano. Consiguieron cinco y tiraron el resto distrayendo a unas cuantas ratas.
Tocaba huir, Los niños empezaron a correr Hyung aceleró << ¡no puedo quedarme atrás!>>. Hyung fue todo lo rápido que pudo dejando atrás a los demás. Frenó una vez una vez oyó el grito eufórico de Rox; estaban a salvo. La celebración de la victoria de Rox le provoco una risa tímida y bajita a Hyung. Era contagiosa su felicidad y por muy poco que hubiera hecho Hyung él también consideraba eso su victoria. El grupo se tomo un rato para recuperar el aliento y decidirse en que iban a hacer ahora. La atención de varios se dirigió a una especie de torre no muy lejos de allí. Finalmente se decidieron por avanzar hacía ésta para verla mejor.
Llegaron a la torre fácilmente. Menos mal no tuvieron problemas al continuar su camino hacia ésta. Hyung se paró ante ella y echó un vistazo largo. Aquel edificio de gran tamaño debía de tener un total de al menos tres plantas de bastante altura. Se encontraba rodeado de una franja de tierra y cubierto de enredaderas escondiendo lo que parecía la puerta, identificada como tal debido a que ésta daba a un puente levadizo que conectaba el torreón con la calle.
-Eso debe de ser la puerta. Aunque no estoy muy seguro.- dijo en un tono bajo. - Si queréis entrar ir vosotros primeros, pero tener en cuenta que allí podría haber cualquier cosa.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
27/01/18, 02:21 pm
Hay momentos para los que nunca llegas a estar preparado. Ser elegido para viajar a un sitio que prácticamente era inalcanzable, ver a tus amigos desaparecer frente a tus ojos...no había muchos mas de esos momentos en la vida de Zob, pero de lejos, este se llevaba la corona. Incluso la sangre de su grisáceo cuerpo parecía querer huir lejos de allí abandonando la piel del pequeño mientras su cerebro asimilaba de golpe la situación. Cortarle la pierna a Eitne. Sin más.
Había vivido algunas situaciones parecidas con el ganado de su mundo pero de ninguna manera podían...y sin embargo, era lo lógico. El tierno Eitne que pintaba cosas en las paredes y lanzaba hechizos sin propósito en el patio. Antes de que pudiera notarlo los demás ya estaban moviéndose, era mejor no perder tiempo después de todo. Pero en algún lugar dentro de Zobriel, algo no quería moverse. Normalmente hubiera saltado y corrido y hecho cualquier cosa para ayudar a sus amigos, pero ahora non solo era capaz de seguirlos y hacer algunas acciones mecanicas mientras llevaban al daeliciano arriba. El mundo pasaba demasiado lento y la vez rápido frente a él. Caminaban y todos parecían destrozados. Pero a diferencia de ellos, Zob no era capaz de desahogarsede alguna forma en aquel momento.
No lloro, ni se desespero, por fuera al menos, solo se quedo con los ojos abiertos, sin parpadear desde hace rato. Se sentía sobrepasado por todo. Miro a Milo y a Eitne, a Pam y a Eitne, al suelo y a Eitne. Solo se quedo allí parado cerca de la cama sin mudar la expresión de su rostro esperando por la respuesta del pequeño mientras la boca se le secaba mas y mas y el nudo de su garganta se cerraba dolorosamente.
Había vivido algunas situaciones parecidas con el ganado de su mundo pero de ninguna manera podían...y sin embargo, era lo lógico. El tierno Eitne que pintaba cosas en las paredes y lanzaba hechizos sin propósito en el patio. Antes de que pudiera notarlo los demás ya estaban moviéndose, era mejor no perder tiempo después de todo. Pero en algún lugar dentro de Zobriel, algo no quería moverse. Normalmente hubiera saltado y corrido y hecho cualquier cosa para ayudar a sus amigos, pero ahora non solo era capaz de seguirlos y hacer algunas acciones mecanicas mientras llevaban al daeliciano arriba. El mundo pasaba demasiado lento y la vez rápido frente a él. Caminaban y todos parecían destrozados. Pero a diferencia de ellos, Zob no era capaz de desahogarsede alguna forma en aquel momento.
No lloro, ni se desespero, por fuera al menos, solo se quedo con los ojos abiertos, sin parpadear desde hace rato. Se sentía sobrepasado por todo. Miro a Milo y a Eitne, a Pam y a Eitne, al suelo y a Eitne. Solo se quedo allí parado cerca de la cama sin mudar la expresión de su rostro esperando por la respuesta del pequeño mientras la boca se le secaba mas y mas y el nudo de su garganta se cerraba dolorosamente.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
27/01/18, 04:14 pm
La señal ya estaba dada. Irónicamente, las palabras de apoyo de Milo eran su pistoletazo de salida, y aún sabiéndole mal tras aquel "estamos aquí contigo", Rox no pretendía quedarse de espectadora ni un segundo más. Con discreción, abandonó la habitación, allá donde la escena no estuviera en su campo de visión.
Nime había salido antes que ella y la duda le abarcó. No quería estar en la habitación con el resto, pero tampoco quedarse a solas mientras pasaba. Sin embargo, quizás fuera soledad lo que la menor buscaba. Finalmente, la necesidad de calor humano le pudo, y siguió los pasos de la libense con precaución.
Era como si volviera a tener 5 años y acabara de despertar de una pesadilla en medio de la noche, esperando a los pies de la cama de sus padres, con miedo a recibir una regañina por despertarlos, pero con más miedo aún de volver a su cuarto.
Había conseguido encapsular relativamente bien sus sentimientos gracias al shock, mas al ver a la morena llorar en silencio, todos y cada uno de ellos se volvieron contra ella como si de un enjambre de avispas se tratase.
—Nime—masculló finalmente. Aquello había sido tan difícil como lo había sido preguntar a sus padres si podía dormir con ellos.—¿Me puedo sentar contigo?
Era más una pregunta retórica, puesto que ni esperaba respuesta ni pensaba obligarla a responder. Tomó asiento a su lado y, despacio, pasó un brazo por su hombro, atenta a cualquier gesto para apartarlo o no. De repente se sentía culpable, muy culpable, por haberse enfadado con todos.
Nime había salido antes que ella y la duda le abarcó. No quería estar en la habitación con el resto, pero tampoco quedarse a solas mientras pasaba. Sin embargo, quizás fuera soledad lo que la menor buscaba. Finalmente, la necesidad de calor humano le pudo, y siguió los pasos de la libense con precaución.
Era como si volviera a tener 5 años y acabara de despertar de una pesadilla en medio de la noche, esperando a los pies de la cama de sus padres, con miedo a recibir una regañina por despertarlos, pero con más miedo aún de volver a su cuarto.
Había conseguido encapsular relativamente bien sus sentimientos gracias al shock, mas al ver a la morena llorar en silencio, todos y cada uno de ellos se volvieron contra ella como si de un enjambre de avispas se tratase.
—Nime—masculló finalmente. Aquello había sido tan difícil como lo había sido preguntar a sus padres si podía dormir con ellos.—¿Me puedo sentar contigo?
Era más una pregunta retórica, puesto que ni esperaba respuesta ni pensaba obligarla a responder. Tomó asiento a su lado y, despacio, pasó un brazo por su hombro, atenta a cualquier gesto para apartarlo o no. De repente se sentía culpable, muy culpable, por haberse enfadado con todos.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
27/01/18, 06:37 pm
No se equivocó, la respuesta de Milo no le gustaba. Conforme hablaba el irrense, el daeliciano negaba con más insistencia y lloraba más fuerte.
—N-n-no, no, no, n-no, no —era todo lo que salía de su boca.
Eitne quería huír de aquella escena, saltar de la cama y correr lejos; pellizcarse hasta despertarse o saltar por la ventana. En su lugar, en un impulso inconsciente, con el último atisbo de esperanza que albergaba, levantó la manta y deseó que las palabras de Milo se revelaran como la gran mentira que eran. En su lugar, el vacío de su estómago cogió carrera y Eitne sufrió arcadas. Su pierna... La ropa estaba llena de sangre, de sangre azul, de la que daba miedo, de la suya. Y su pierna... Tapó la manta entre arcada y arcada y no se esforzó en limpiar el hilo de babas que colgaba de su boca.
—No, por favor, no quiero... No, no, no —los mocos le hicieron pompas en la nariz.
Su llanto cogió fuerza, el niño se llevó las manos a la cara y berreó de manera inconsolable. ¿Y si no volvían nunca? ¿Y si no tenía la opción de viajar a Irraria? Iba a quedarse roto para siempre, iba a quedarse cojo; inútil. Sintió una punzada de rencor hacia todos sus compañeros: hacia los que estaban con él por no haberle ayudado antes y mejor; hacia los que se quedaron en Letargo por no haberles acompañado en una salida tan peligrosa; hacia Guille, por haber insistido en arriesgarse por cuatro niños muertos; hacia Milo, por ser el portador de la mala noticia; hacia los que estaban cerca y no hablaban y hacia los que se habían ido de la habitación...
Sin embargo, la angustia de Eitne no discriminaba, y el mayor rencor lo sentía hacia sí mismo. Hacia las palabras que había soltado como un estúpido esa misma mañana y que ahora le roían el cráneo desde dentro. «Nada sale bien aquí. Nada sale bien. Nada sale bien», se repetía mientras lloraba.
—N-n-no, no, no, n-no, no —era todo lo que salía de su boca.
Eitne quería huír de aquella escena, saltar de la cama y correr lejos; pellizcarse hasta despertarse o saltar por la ventana. En su lugar, en un impulso inconsciente, con el último atisbo de esperanza que albergaba, levantó la manta y deseó que las palabras de Milo se revelaran como la gran mentira que eran. En su lugar, el vacío de su estómago cogió carrera y Eitne sufrió arcadas. Su pierna... La ropa estaba llena de sangre, de sangre azul, de la que daba miedo, de la suya. Y su pierna... Tapó la manta entre arcada y arcada y no se esforzó en limpiar el hilo de babas que colgaba de su boca.
—No, por favor, no quiero... No, no, no —los mocos le hicieron pompas en la nariz.
Su llanto cogió fuerza, el niño se llevó las manos a la cara y berreó de manera inconsolable. ¿Y si no volvían nunca? ¿Y si no tenía la opción de viajar a Irraria? Iba a quedarse roto para siempre, iba a quedarse cojo; inútil. Sintió una punzada de rencor hacia todos sus compañeros: hacia los que estaban con él por no haberle ayudado antes y mejor; hacia los que se quedaron en Letargo por no haberles acompañado en una salida tan peligrosa; hacia Guille, por haber insistido en arriesgarse por cuatro niños muertos; hacia Milo, por ser el portador de la mala noticia; hacia los que estaban cerca y no hablaban y hacia los que se habían ido de la habitación...
Sin embargo, la angustia de Eitne no discriminaba, y el mayor rencor lo sentía hacia sí mismo. Hacia las palabras que había soltado como un estúpido esa misma mañana y que ahora le roían el cráneo desde dentro. «Nada sale bien aquí. Nada sale bien. Nada sale bien», se repetía mientras lloraba.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
27/01/18, 10:27 pm
Adrune se mordía el borde del pulgar mientras atendía a la explicación acerca de lo que ocurriría con la pierna de Eitne. Dirigió varias miradas alternativas y preocupadas de Milo y Rena al inconsciente daeliciano, a veces también a Neil y a alguno de sus compañeros cercanos. No hacía falta pensar mucho para saber que al pequeño no iba a gustarle la idea. A ella, desde luego, le hubiese horrorizado que le dijesen que tenían que cortarle la pierna. No tanto por lo doloroso que sonaba, que incluso para alguien tan temerario como la edeel resultaba una perspectiva aterradora, si no por todo lo que implicaba perder la extremidad. No obstante, en el estado que estaba la pierna del pequeño… se podría decir que incluso con los limitados conocimientos de la sinhadre sobre anatomía y medicina no le costaba creer que lo que había explicado Milo tenía sentido.
Se dejó llevar, figuradamente ya que seguía los pasos de su aurva de forma automática, al piso de arriba tras las indicaciones que dio Pelusa. Se sentía incapaz de tomar decisiones en aquel momento, por lo que agradeció que le dijeran todo lo que debía hacer. Se dejó curar la herida por Neil sin hacer comentarios y sin ser capaz de apartar la vista de cómo metían a Eitne en una cama. Se sentía muy impotente, una vez más. Tanto por la situación como por saber que no iba a poder hacer nada más que observar. Y Drusar aparecía en sus pensamientos de tanto en cuanto, aunque la preocupación por el daeliciano era más apremiante en aquellos momentos.
Varios salieron del cuarto cuando Eitne se despertó, pero ella no fue capaz de moverse ni un solo centímetro mientras Milo le explicaba al pequeño lo que tenían que hacer. El irrense había sido directo y, según le parecía a Adru, elegido bien las palabras, pero el rechazo de Eitne no se hizo esperar. Todavía inmóvil mientras el pequeño sufría un ataque de pánico predecible, tardó un buen rato en empezar a reaccionar. Con la mirada fija en un punto en el vacío finalmente se movió, levantándose de la cama donde estaba sentada y acercándose a la del daeliciano. Se agachó para ponerse a su altura a un lado de la cama y finalmente le miró.
—¿Confías en Rena y Milo, verdad? Ellos siempre saben lo que es mejor para nosotros… —Hizo una pausa larga, tragando saliva visiblemente. Le costaba que la voz no le temblase—. Sé que es desagradable, pero deberías fijarte en cómo está tu pierna. No se puede curar tal y como está y es muy peligroso dejarla así. Tienes que ser valiente, no podemos perder a nadie más. Yo te daré la mano todo el tiempo para darte fuerzas.
Estiró levemente el brazo posándolo sobre la cama, al alcance de Eitne y giró la cabeza, no queriendo que el niño viese las lágrimas que habían comenzado a brotar de uno de sus ojos a pesar de sus esfuerzos.
Se dejó llevar, figuradamente ya que seguía los pasos de su aurva de forma automática, al piso de arriba tras las indicaciones que dio Pelusa. Se sentía incapaz de tomar decisiones en aquel momento, por lo que agradeció que le dijeran todo lo que debía hacer. Se dejó curar la herida por Neil sin hacer comentarios y sin ser capaz de apartar la vista de cómo metían a Eitne en una cama. Se sentía muy impotente, una vez más. Tanto por la situación como por saber que no iba a poder hacer nada más que observar. Y Drusar aparecía en sus pensamientos de tanto en cuanto, aunque la preocupación por el daeliciano era más apremiante en aquellos momentos.
Varios salieron del cuarto cuando Eitne se despertó, pero ella no fue capaz de moverse ni un solo centímetro mientras Milo le explicaba al pequeño lo que tenían que hacer. El irrense había sido directo y, según le parecía a Adru, elegido bien las palabras, pero el rechazo de Eitne no se hizo esperar. Todavía inmóvil mientras el pequeño sufría un ataque de pánico predecible, tardó un buen rato en empezar a reaccionar. Con la mirada fija en un punto en el vacío finalmente se movió, levantándose de la cama donde estaba sentada y acercándose a la del daeliciano. Se agachó para ponerse a su altura a un lado de la cama y finalmente le miró.
—¿Confías en Rena y Milo, verdad? Ellos siempre saben lo que es mejor para nosotros… —Hizo una pausa larga, tragando saliva visiblemente. Le costaba que la voz no le temblase—. Sé que es desagradable, pero deberías fijarte en cómo está tu pierna. No se puede curar tal y como está y es muy peligroso dejarla así. Tienes que ser valiente, no podemos perder a nadie más. Yo te daré la mano todo el tiempo para darte fuerzas.
Estiró levemente el brazo posándolo sobre la cama, al alcance de Eitne y giró la cabeza, no queriendo que el niño viese las lágrimas que habían comenzado a brotar de uno de sus ojos a pesar de sus esfuerzos.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
29/01/18, 01:20 am
No es que Neil confiara mucho en sí mismo, y menos teniendo en cuenta el estado en el que se encontraba, pero había tenido la vaga esperanza de que el hechizo consiguiera sanar la pierna de Eitne lo suficiente como para que la curación fuera posible con el tiempo. No solo el hechizo no había logrado curarlo, sino que además la única solución era amputar su pierna. Si quería que Eitne viviera tendría que ver cómo le quitaban la pierna. Aquella terrible noticia hizo temblar de miedo al aurva.
Con un asentimiento mecánico y llorando en silencio, el sinhadre cumplió la orden que le había dado Pam y guió a su edeel al piso superior donde procedió a curarla intentando no mirar hacia el lugar en el que habían recostado al daeliciano, pero eso no evitó que escuchara como Milo le explicaba que tenían que cortarle la pierna.
Mientras Eitne suplicaba por su pierna, Neil solo podía quedarse sentado donde hasta hace poco había estado curando a Adru, mirando en dirección contraria a sus compañeros, llorando en silencio y susurrando para si mismo "Lo siento" una y otra vez, consciente de que si él no fuera un inútil quizás Eitne podría haber mantenido la pierna y Drusar no hubiera caído por aquel agujero.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
01/02/18, 07:38 pm
La respuesta de Eitne, desesperada y aterrorizada, encogió el corazón del irrense hasta el punto de que tuvo que apoyarse contra el borde de la cama para no venirse abajo.
—No te preocupes, no haremos nada que tu no quieras... —murmuró, su voz demasiado débil para hacerse oír por encima del llanto del daeliciano. La mirada que les dirigió a todos el pequeño, cargada de resentimiento y miedo, dolía muchísimo.
Fue Adru la que intervino, tratando de tranquilizarlo con palabras amables a pesar de que ella también lo estaba pasando mal, y Milo se lo agradeció en silencio apretándole el hombro con suavidad. La herida de Eitne empezaba a oscurecerse debido a la falta de circulación, las primeras señales de la necrosis, pero si el niño no daba su brazo a torcer solo les quedaba la magia, Aquella solución, sin embargo, acabaría empeorando la situación a largo plazo. El irrense no insistiría, a pesar de todo, y no dejaría que nadie lo presionara en ese sentido a pesar de que el tiempo se les escurría como arena entre los dedos.
—No te preocupes, no haremos nada que tu no quieras... —murmuró, su voz demasiado débil para hacerse oír por encima del llanto del daeliciano. La mirada que les dirigió a todos el pequeño, cargada de resentimiento y miedo, dolía muchísimo.
Fue Adru la que intervino, tratando de tranquilizarlo con palabras amables a pesar de que ella también lo estaba pasando mal, y Milo se lo agradeció en silencio apretándole el hombro con suavidad. La herida de Eitne empezaba a oscurecerse debido a la falta de circulación, las primeras señales de la necrosis, pero si el niño no daba su brazo a torcer solo les quedaba la magia, Aquella solución, sin embargo, acabaría empeorando la situación a largo plazo. El irrense no insistiría, a pesar de todo, y no dejaría que nadie lo presionara en ese sentido a pesar de que el tiempo se les escurría como arena entre los dedos.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mental
Personajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
02/02/18, 01:14 am
Masticaba el silencio de su propia estupidez, le golpeaban cada una de las caras y los pensamientos de cada uno de sus compañeros. No quería mirarlos a los ojos no quería tener que verlos, ya que sabía lo que iba a encontrar, el desprecio, la culpa, la responsabilidad.
Siguió ahí encerrado dentro de sí mismo, quieto, desenado desparecer, ¿y si él no hubiera existido? ¿Serian todos más felices? Podría haber estado encerrado para siempre en su pensamiento, si no fuera porque un puñal de palabras cruzó su oído y llegó a su pensamiento.
“No…no…no…Eitne necesita su pierna, como va a saltar o correr? ...Tiene que haber alguna magia que funcione…”
Cada parte de su cuerpo temblaba por culpa del miedo de escuchar cada uno de los gritos de Eitne negándose a que le cortaran la pierna.
Se obligó a no huir a ver y escuchar aquello de lo que en parte era culpable, una parte quería huir, volver a casa antes que todo pasará, aunque él sabia que eso era más imposible que la magia que curará la pierna a Eitne.
“¿Qué puedo hacer? ¿Para que sirvo? ¿Por qué estoy en esta ciudad?”
Siguió ahí encerrado dentro de sí mismo, quieto, desenado desparecer, ¿y si él no hubiera existido? ¿Serian todos más felices? Podría haber estado encerrado para siempre en su pensamiento, si no fuera porque un puñal de palabras cruzó su oído y llegó a su pensamiento.
“No…no…no…Eitne necesita su pierna, como va a saltar o correr? ...Tiene que haber alguna magia que funcione…”
Cada parte de su cuerpo temblaba por culpa del miedo de escuchar cada uno de los gritos de Eitne negándose a que le cortaran la pierna.
Se obligó a no huir a ver y escuchar aquello de lo que en parte era culpable, una parte quería huir, volver a casa antes que todo pasará, aunque él sabia que eso era más imposible que la magia que curará la pierna a Eitne.
“¿Qué puedo hacer? ¿Para que sirvo? ¿Por qué estoy en esta ciudad?”
- ☽◯☾:
BRUJA 1.ªHabla.BRUJA 2.ªPregúntanos.BRUJA 3.ªÁ todo te responderemos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
03/02/18, 01:18 pm
Nime se había abrazado a sus propias piernas, pero las punzadas de su espalda le impedían estar cómoda. Todo salía mal, nunca salía bien nada allí. ¿Cómo pudo pensar siquiera que tenía lo que hacía falta para pasar aquella prueba?
En aquel momento parecía que el mundo fuese a dejar de girar, ya que Nime no veía sentido a entrenar, a fortalecerse, que había sido hasta ese día su motivación más grande. Se había esforzado, y había salido despedida igualmente.
Entonces escuchó los pasos y se asomó entre sus brazos sin querer enseñar la cara. Reconoció a Rox, pero volvió a esconderse. Pese a todo, se avergonzaba de que la pillasen así. Ante la pregunta del coreano tardó un poco en responder, lo suficiente para asentir despacio cuando él ya había tomado asiento a su lado. No se resistió cuando sintió su brazo. No era capaz.
Aunque normalmente le costase admitirlo, sabía perfectamente lo reconfortante que era que alguien te apoyase. En aquel momento habría deseado que su padre estuviese allí, con todas sus fuerzas. Siempre sabía elegir las palabras que necesitaba oír. Al menos tenía a sus nuevos amigos.
Durante un rato no supo qué decir, o si debería decir algo, sin más. Se dio cuenta de que la presencia de Rox le ayudaba a ganar un poco de entereza, así que no pudo evitar pensar en Eitne. No se veía capaz de estar con él en el momento en que más necesitaba el apoyo de todos. No era capaz de mirarle a la cara.
Espero a ser capaz de hablar sin trabarse, y murmuró sin levantar la cabeza:
—¿Qué va a pasar ahora?
Con Eitne y en general. «¿Qué va a pasar con todos nosotros?».
En aquel momento parecía que el mundo fuese a dejar de girar, ya que Nime no veía sentido a entrenar, a fortalecerse, que había sido hasta ese día su motivación más grande. Se había esforzado, y había salido despedida igualmente.
Entonces escuchó los pasos y se asomó entre sus brazos sin querer enseñar la cara. Reconoció a Rox, pero volvió a esconderse. Pese a todo, se avergonzaba de que la pillasen así. Ante la pregunta del coreano tardó un poco en responder, lo suficiente para asentir despacio cuando él ya había tomado asiento a su lado. No se resistió cuando sintió su brazo. No era capaz.
Aunque normalmente le costase admitirlo, sabía perfectamente lo reconfortante que era que alguien te apoyase. En aquel momento habría deseado que su padre estuviese allí, con todas sus fuerzas. Siempre sabía elegir las palabras que necesitaba oír. Al menos tenía a sus nuevos amigos.
Durante un rato no supo qué decir, o si debería decir algo, sin más. Se dio cuenta de que la presencia de Rox le ayudaba a ganar un poco de entereza, así que no pudo evitar pensar en Eitne. No se veía capaz de estar con él en el momento en que más necesitaba el apoyo de todos. No era capaz de mirarle a la cara.
Espero a ser capaz de hablar sin trabarse, y murmuró sin levantar la cabeza:
—¿Qué va a pasar ahora?
Con Eitne y en general. «¿Qué va a pasar con todos nosotros?».
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
04/02/18, 04:37 pm
No pudo mas que aceptar la petición de Nime de no curarla por el momento, asegurándose de decirle que la revisaría luego, para atender expectante al despertar de Eitne y a las palabras de Milo explicándole la situación.
El llanto de Eitne le rompió el corazón, la frustración y las miradas de sus compañeros llenas de tristeza y preocupación le provocaron un nudo en el estomago. Sentía que los ojos le ardían deseando llorar pero Pam se contuvo, sin poder evitar pensar en algún rincón de su mente donde la situación no llenaba todos sus pensamientos, en la cantidad de veces que sus lagrimas le habían vencido en su estancia con ellos. Las emociones le habían superado mas con esos extraños que se habían vuelto importantes de algún modo para ella, que en toda su vida. Pero aun así Pam no lloró, ni se desmorono, como veía que el resto que aun quedaba en la habitación intentaba no hacer con toda la fuerza de voluntad que les quedaba.
Sus ojos no se despegaron de Eitne y de su llanto, podía entender su dolor en menor medida. El miedo a morir si no hacían algo, la evidencia de que nada sería igual si aceptaba que le cortasen la pierna. Ella se había pasado mas de una semana incapacitada debido a las quemaduras de sus pies, dependiente de otros y había sido horrible, así que entendía su miedo. ¿Como no podría estar asustado sabiendo que ya no existiría una parte de ti con la que habías nacido y vivido?. No era una elección fácil, pero Pam sabría cual escogería de estar en esa situación, por que simplemente la mona del queso había vivido con la certeza de que cada día viviendo era un regalo de la suerte. No iba a rendirse por una mano o una pierna menos y permitiría que Eitne lo hiciera. Uno puede recuperarse de dolor, de la perdida, mas no de la muerte.
<< Voy a quedar como la mala sin corazón, pero no me importa. Enfrentarle a esa elección es algo demasiado duro para un niño tan activo como el... >> pensó Pam acercándose a la cama de este. El miedo y el resentimiento era tan fuerte en Eitne que cortaba el aliento Pero Pam respiro hondo ante de mirarlo, serena, seria.
-Eitne, lo haremos- dijo con un tono suave pero tan claro y directo que difícilmente podría ser obviado- Lo haremos, porque confió en Milo y Rena, porque incluso sin tu pierna, hay posibilidades de vivir aun - dijo con una suave, llevando su mano a su cabeza mientras se aupaba un poco sobre la cama, acariciando sus cabellos- Mientras vivas, buscaremos una forma de no pierdas tu movilidad...pero necesitas no morir para ello y cada minuto que transcurre sin que hagamos algo, eso se vuelve mas difícil- indico la mona del queso mirándole atentamente sin vacilar- Y no puedo permitirlo, incluso si llegas a odiarme por ello- dijo mirándole de forma seria pero con los ojos aguados sin poder evitarlo- No quiero perder a nadie mas, Eitne - añadió con una expresión seria, serena casi inexpresiva mientras la lagrimas caían sin control por su rostro, no escondiéndolas como siempre hacia. De nuevo habían vencido sus emociones.
-Prefiero que me odies por escoger, a que mueras- susurro la mona del queso besando suavemente su frente antes de alejarse un poco y mirar de forma fija al resto. Sus palabras podían sonar duras y hasta crueles, pero eran coherentes, era supervivencia, ni mas ni menos. Eitne podía aun salvarse y eso debían intentar hacer, no podían seguir esperando a que Eitne decidiera algo tan difícil de escoger.
El llanto de Eitne le rompió el corazón, la frustración y las miradas de sus compañeros llenas de tristeza y preocupación le provocaron un nudo en el estomago. Sentía que los ojos le ardían deseando llorar pero Pam se contuvo, sin poder evitar pensar en algún rincón de su mente donde la situación no llenaba todos sus pensamientos, en la cantidad de veces que sus lagrimas le habían vencido en su estancia con ellos. Las emociones le habían superado mas con esos extraños que se habían vuelto importantes de algún modo para ella, que en toda su vida. Pero aun así Pam no lloró, ni se desmorono, como veía que el resto que aun quedaba en la habitación intentaba no hacer con toda la fuerza de voluntad que les quedaba.
Sus ojos no se despegaron de Eitne y de su llanto, podía entender su dolor en menor medida. El miedo a morir si no hacían algo, la evidencia de que nada sería igual si aceptaba que le cortasen la pierna. Ella se había pasado mas de una semana incapacitada debido a las quemaduras de sus pies, dependiente de otros y había sido horrible, así que entendía su miedo. ¿Como no podría estar asustado sabiendo que ya no existiría una parte de ti con la que habías nacido y vivido?. No era una elección fácil, pero Pam sabría cual escogería de estar en esa situación, por que simplemente la mona del queso había vivido con la certeza de que cada día viviendo era un regalo de la suerte. No iba a rendirse por una mano o una pierna menos y permitiría que Eitne lo hiciera. Uno puede recuperarse de dolor, de la perdida, mas no de la muerte.
<< Voy a quedar como la mala sin corazón, pero no me importa. Enfrentarle a esa elección es algo demasiado duro para un niño tan activo como el... >> pensó Pam acercándose a la cama de este. El miedo y el resentimiento era tan fuerte en Eitne que cortaba el aliento Pero Pam respiro hondo ante de mirarlo, serena, seria.
-Eitne, lo haremos- dijo con un tono suave pero tan claro y directo que difícilmente podría ser obviado- Lo haremos, porque confió en Milo y Rena, porque incluso sin tu pierna, hay posibilidades de vivir aun - dijo con una suave, llevando su mano a su cabeza mientras se aupaba un poco sobre la cama, acariciando sus cabellos- Mientras vivas, buscaremos una forma de no pierdas tu movilidad...pero necesitas no morir para ello y cada minuto que transcurre sin que hagamos algo, eso se vuelve mas difícil- indico la mona del queso mirándole atentamente sin vacilar- Y no puedo permitirlo, incluso si llegas a odiarme por ello- dijo mirándole de forma seria pero con los ojos aguados sin poder evitarlo- No quiero perder a nadie mas, Eitne - añadió con una expresión seria, serena casi inexpresiva mientras la lagrimas caían sin control por su rostro, no escondiéndolas como siempre hacia. De nuevo habían vencido sus emociones.
-Prefiero que me odies por escoger, a que mueras- susurro la mona del queso besando suavemente su frente antes de alejarse un poco y mirar de forma fija al resto. Sus palabras podían sonar duras y hasta crueles, pero eran coherentes, era supervivencia, ni mas ni menos. Eitne podía aun salvarse y eso debían intentar hacer, no podían seguir esperando a que Eitne decidiera algo tan difícil de escoger.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
05/02/18, 12:37 am
Eitne escuchó a todo el mundo, pero solo a medias; sus propios sollozos, sus sorbos de nariz sonoros y el dolor no le permitían prestar más atención. El niño empezó a entender el horror en el que había quedado atrapado cuando la mano de Adru posó cerca de él. Eitne extendió la suya y se agarró a la sinhadre con la poca fuerza que le quedaba en el cuerpo después de haber sido arrastrado y comido por un ser monstruoso.
Entonces habló Pam y, como ella cuando se peleó con Hyun, Eitne también sintió un martillazo, escondido en el beso de la mona. Lloró más fuerte, sin soltar a Adru, y balbuceó sin cesar algo que sonaba parecido a "no quiero, no quiero, no quiero". Eitne no quería quedarse cojo, no quería ser un tullido. ¿Cómo iba a ayudarles sin una pierna? ¿Cómo iba a limpiar el torreón? ¿Cómo iba a jugar? ¿Cómo iba a bailar al son de las canciones de su abuela cuando volviera a casa? ¿Cómo iba a hacer siquiera pis o caca a partir de ahora? Sin una pierna, Eitne sabía que se convertiría en un estorbo, en un lastre para el grupo. Sabía que iba a necesitar apoyo constante, a unos niveles que nadie jamás le entregaría, porque la ciudad no era buena nunca y cada vez serían menos y estarían peor. Y aun así...
—No quiero morirme —logró hacerse oír. Sus palabras sonaron claras entre sus gimoteos, tan claras como la decisión que acababa de tomar.
Pam, Adru, Milo... Todos tenían razón: mejor cojo que muerto.
Entonces habló Pam y, como ella cuando se peleó con Hyun, Eitne también sintió un martillazo, escondido en el beso de la mona. Lloró más fuerte, sin soltar a Adru, y balbuceó sin cesar algo que sonaba parecido a "no quiero, no quiero, no quiero". Eitne no quería quedarse cojo, no quería ser un tullido. ¿Cómo iba a ayudarles sin una pierna? ¿Cómo iba a limpiar el torreón? ¿Cómo iba a jugar? ¿Cómo iba a bailar al son de las canciones de su abuela cuando volviera a casa? ¿Cómo iba a hacer siquiera pis o caca a partir de ahora? Sin una pierna, Eitne sabía que se convertiría en un estorbo, en un lastre para el grupo. Sabía que iba a necesitar apoyo constante, a unos niveles que nadie jamás le entregaría, porque la ciudad no era buena nunca y cada vez serían menos y estarían peor. Y aun así...
—No quiero morirme —logró hacerse oír. Sus palabras sonaron claras entre sus gimoteos, tan claras como la decisión que acababa de tomar.
Pam, Adru, Milo... Todos tenían razón: mejor cojo que muerto.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- alpeca
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
05/02/18, 06:29 pm
Eorlir no dijo nada mientras veía a Eitne llorar cada vez más fuerte, negando lo que le proponían. No podía culparle, nadie quiere quedarse tullido, y sin embargo, no podía hacer más que estar de acuerdo con las palabras de Pam. Por muy cruel que fuera cortarle la pierna a un niño, no tenían medios ni conocimientos para salvarsela. Miró a Pam, cogiendose más fuerte las manos y rezando para que lo que harían con su extremidad no acabara matándole también.
Cuando oyó la decisión final de Eitne, entre gimoteos, cerró los ojos. El ataque de ansiedad que había logrado controlar antes volvía a la carga. Sabía que no sería capaz de presenciar lo que venía a continuación, por mucho que fuera lo correcto en esa situación.
-Yo... voy a salir... -El sinhadre estaba muy pálido-. Necesito aire.
Bajó las escaleras como pudo y salió al patio del torreón, centrándose en respirar con normalidad para evitar hiperventilar. Apretaba fuerte la mano de Ina, que había bajado con él, tratando de tranquilizarla. Tenía la sensación de que todo lo que estaba sucediendo era una pesadilla. "Ojalá lo fuera..."
Cuando oyó la decisión final de Eitne, entre gimoteos, cerró los ojos. El ataque de ansiedad que había logrado controlar antes volvía a la carga. Sabía que no sería capaz de presenciar lo que venía a continuación, por mucho que fuera lo correcto en esa situación.
-Yo... voy a salir... -El sinhadre estaba muy pálido-. Necesito aire.
Bajó las escaleras como pudo y salió al patio del torreón, centrándose en respirar con normalidad para evitar hiperventilar. Apretaba fuerte la mano de Ina, que había bajado con él, tratando de tranquilizarla. Tenía la sensación de que todo lo que estaba sucediendo era una pesadilla. "Ojalá lo fuera..."
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
06/02/18, 02:30 pm
Lo había dicho el mismo, y de alguna manera eso lo hacía peor. El pálido Zob había estado tentado a acercarse a su amigo y consolarlo pero todo era demasiado real para él. Pam tenia razón, Milo y Rena tenían razón. Eitne podía salvarse pero sin su pierna. Y la abrumadora verdad era que aquel sitio no los dejaría respirar ni pensar bien las cosas. Tenían que salvar al daeliciano como sea. Y si como sea implicaba tratar con la agonía del niño en sus oídos, el estaría allí pasara lo que pasara.
Cuando algunos empezaron a salir, su cuerpo fue consciente de la tensión y el miedo que estaba en el. Querría salir, dar mil vueltas alrededor del pozo hasta no poder mas y solo dormir para olvidarse de todo. Pensó en lo que había debajo de su querido jardín y aunque los parpados estaban esforzándose para cerrarse y mojar sus ojos, lo evito y frunció el ceño. no dejaría que Eitne acabara en ese trozo de tierra. Miro lo que Eorlir había llevado y sintió de nuevo el vacio en su estomago que le recordaba que estaban solos allí. Dio un par de pasos y jalo del brazo a Milo suavemente. Con las últimas fuerzas que tenía su garganta dejo salir un poco de aire muy despacio.
- Yo me...quedo. Por favor, quiero....ayudar... - No podía decir más. quería añadir un "Hare lo que me pidan pero déjenme ayudarlos a salvarlo, es mi amigo." Pero simplemente no podía articular más cosas por el nivel de pánico que tenia.
Paso la mirada del irrense al chico que estaba llorando en manos de Adru . Las lagrimas caían por los ojos de su amigo y el sin saber porque sintió una chispa de ira. Dejarlos solos...¡y una mierda! El maldito escorpión ese había matado con sus manos y su magia. pero la momia que había dudado de su valor... Eitne llegara a la Luna, y todos. ¡maldita sea! Aunque sabía que estaba pensando estupideces por la sensación de inutilidad que tenia, cerro la mano apretando a la ropa de Milo y volviéndolo a mirar para confirmar su solicitud de quedarse con ellos allí pasara lo que pasara.
Cuando algunos empezaron a salir, su cuerpo fue consciente de la tensión y el miedo que estaba en el. Querría salir, dar mil vueltas alrededor del pozo hasta no poder mas y solo dormir para olvidarse de todo. Pensó en lo que había debajo de su querido jardín y aunque los parpados estaban esforzándose para cerrarse y mojar sus ojos, lo evito y frunció el ceño. no dejaría que Eitne acabara en ese trozo de tierra. Miro lo que Eorlir había llevado y sintió de nuevo el vacio en su estomago que le recordaba que estaban solos allí. Dio un par de pasos y jalo del brazo a Milo suavemente. Con las últimas fuerzas que tenía su garganta dejo salir un poco de aire muy despacio.
- Yo me...quedo. Por favor, quiero....ayudar... - No podía decir más. quería añadir un "Hare lo que me pidan pero déjenme ayudarlos a salvarlo, es mi amigo." Pero simplemente no podía articular más cosas por el nivel de pánico que tenia.
Paso la mirada del irrense al chico que estaba llorando en manos de Adru . Las lagrimas caían por los ojos de su amigo y el sin saber porque sintió una chispa de ira. Dejarlos solos...¡y una mierda! El maldito escorpión ese había matado con sus manos y su magia. pero la momia que había dudado de su valor... Eitne llegara a la Luna, y todos. ¡maldita sea! Aunque sabía que estaba pensando estupideces por la sensación de inutilidad que tenia, cerro la mano apretando a la ropa de Milo y volviéndolo a mirar para confirmar su solicitud de quedarse con ellos allí pasara lo que pasara.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
18/02/18, 11:49 pm
Al final, gracias a las palabras de Adru, Eitne acabó dando su consentimiento, y aunque aquella decisión no hizo menos horrible la situación si que mejoró las posibilidades de supervivencia para el daeliciano.
—Va a doler, Eitne, pero solo será un momento —le dijo con suavidad, decidido a no mentirle—. Luego todo ira bien, ya verás. —afirmó apretándole con suavidad el hombro para transmitirle toda su confianza. Milo temblaba por dentro, pero no quería que los demás se dieran cuenta, por eso cuando Zob se ofreció a ayudar el irrense se limitó a asentir con la cabeza y darle una suave palmada de agradecimiento en el hombro.
A partir de aquel momento el irrense guardó silencio, aunque antes le dijo a Guille que era mejor que saliera de la habitación, y comenzó a mentalizarse para lo que tenían que hacer a continuación. Había mantenido una breve conversación con Rena para decidir quien iba a amputar la pierna del niño y al final se iba a encargar él, pues su compatriota podría controlar mejor a Eitne si este se sacudía en mitad del proceso. El norteño conocía el proceso y lo había visto en persona en operaciones de emergencia, pero nunca había hecho nada parecido y se sentía mareado. Se decía una y otra vez que era necesario y eso le mantenía en el sitio, pero lo único que le apetecía era salir corriendo de aquella habitación.
—Muerde esto con fuerza —le dijo al niño antes de empezar pasándole un trozo de tela grueso—, seré muy rápido. —murmuró, indicándole a sus compañeros con un gesto que le mantuvieran sujeto a la cama.
Milo sujetó con firmeza el afilado cuchillo de caza que Eorlir había subido de la armería tras esterilizarlo con fuego y procedió apretando los dientes con fuerza. El daleliciando gritó en cuanto la hoja empezó a separar la carne, pero acto seguido cayó desmayado y aquello facilitó enormemente la sangrienta tarea. Solo hicieron falta otros dos cortes firmes para separar el miembro por completo, pero cuando este rodó sobre el colchón las piernas del hacker flaquearon.
—Hay que cerrarle la herida con el hechizo de restauración, pero antes tenemos que asegurarnos de que está completamente limpia. —logró decir conteniendo las nauseas, dejando el cuchillo a un lado y envolviendo la pierna mutilada con una toalla ensangrentada.
—Va a doler, Eitne, pero solo será un momento —le dijo con suavidad, decidido a no mentirle—. Luego todo ira bien, ya verás. —afirmó apretándole con suavidad el hombro para transmitirle toda su confianza. Milo temblaba por dentro, pero no quería que los demás se dieran cuenta, por eso cuando Zob se ofreció a ayudar el irrense se limitó a asentir con la cabeza y darle una suave palmada de agradecimiento en el hombro.
A partir de aquel momento el irrense guardó silencio, aunque antes le dijo a Guille que era mejor que saliera de la habitación, y comenzó a mentalizarse para lo que tenían que hacer a continuación. Había mantenido una breve conversación con Rena para decidir quien iba a amputar la pierna del niño y al final se iba a encargar él, pues su compatriota podría controlar mejor a Eitne si este se sacudía en mitad del proceso. El norteño conocía el proceso y lo había visto en persona en operaciones de emergencia, pero nunca había hecho nada parecido y se sentía mareado. Se decía una y otra vez que era necesario y eso le mantenía en el sitio, pero lo único que le apetecía era salir corriendo de aquella habitación.
—Muerde esto con fuerza —le dijo al niño antes de empezar pasándole un trozo de tela grueso—, seré muy rápido. —murmuró, indicándole a sus compañeros con un gesto que le mantuvieran sujeto a la cama.
Milo sujetó con firmeza el afilado cuchillo de caza que Eorlir había subido de la armería tras esterilizarlo con fuego y procedió apretando los dientes con fuerza. El daleliciando gritó en cuanto la hoja empezó a separar la carne, pero acto seguido cayó desmayado y aquello facilitó enormemente la sangrienta tarea. Solo hicieron falta otros dos cortes firmes para separar el miembro por completo, pero cuando este rodó sobre el colchón las piernas del hacker flaquearon.
—Hay que cerrarle la herida con el hechizo de restauración, pero antes tenemos que asegurarnos de que está completamente limpia. —logró decir conteniendo las nauseas, dejando el cuchillo a un lado y envolviendo la pierna mutilada con una toalla ensangrentada.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mental
Personajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
19/02/18, 11:43 pm
Guillermo estaba ahi parado mirando sin pensar, su mirada perdida era la de un muñeco roto. Esto es lo que habia conseguido.
Rompiendo sus defensas Milo le miro y le dijo que se saliera, Guillermo por primera vez en mucho tiempo instintivamente le miro a los ojos, se sintió tan pequeño y se puso rojo, queria acompañar a Eitne habia sido su culpa, pero otra vez solo era un estorbo y salió, con la cabeza baja cobarde sabiéndose menos.
Una vez fuera vio que el animo no era mejor, no era solo el todos estaban preocupados. Siguió a Nime, Se sentó cerca, alrededor también estaba Rox y algunos mas. Pasado un rato de silencio. Con todas sus fuerzas se pego dos sonoras bofetadas a la vez con las dos manos, ya estaba bien de compadecerse, pero lo estaba pasando Eitne "no te adueñes de su dolor".
Ya era mayor seguramente hubiera cumplido los diez años sin darse cuenta, tenia que empezar a hacer cosas que enmendaran sus actos.
-Era se una vez, hace mucho mucho tiempo, donde no existia ni la tristeza ni el dolor, nadie se hacia viejo, ni se hacían heridas. Pandora era un niña buena y amable pero muy curiosa. Y el dia que su padre la trajo una caja sellada, no podía contenerse, necesitaba saber que habia en la caja, pero su padre la habia dicho que no debia abrirla pues eso le habían dicho los dioses.
-Una vez sola Pandora miro la caja por todos los lados, quizas si la abrir un poquito nadie lo notaria, lo suficiente como para ver que había dentro, pero antes de ver lo que habia la cerró rápidamente y se puso a hacer cosas por la casa, pero desde la caja escucho un aleteo, Pandora penso que era una animal, asi que le pareció cruel dejarlo ahi dentro y entonces escucho una voz desde dentro "Pandora déjanos salir el mundo nos necesita, el mundo no esta completo sin nosotros".
-Entonces Pandora se acerco, rompio el sello y abrí la caja. Derrepente un monton de bichos y animales terribles salieron, dejando las palabras de miedo, odio, ira a su paso, una babosa dejaba la envidia a su paso, un mosquito a su paso trajo el hambre, y una avispa el dolor. Pandora fue corriendo a cerrar la caja "Tonta, ya no puedes detenernos, somos las cosas malas de este mundo".
-Aun así corriendo Pandora cerro rápidamente la caja aunque de ella habia conseguido salir la enfermedad, la muerte, la ira y lo celos. Pandora se sentó en el suelo, en la calle se escuchaban peleas y gente llorando. El mundo se habia vuelto feo malvado y horrible. Entonces Pandora escucho una diminuta voz que venia de la caja "Pandora, Pandora no me dejes aquí sola, el mundo me necesita, el mundo no esta completo sin mi" Pandora desconfío ya la habían engañado una vez pero la voy era tan triste, tan pequeña, que Pandora al final la abrió, al abrirla salio una pequeña mariposa blanca, y al verla Pandora se sintió mas tranquila, era la esperanza, que salio a enfrentarse con todos los males.
Rompiendo sus defensas Milo le miro y le dijo que se saliera, Guillermo por primera vez en mucho tiempo instintivamente le miro a los ojos, se sintió tan pequeño y se puso rojo, queria acompañar a Eitne habia sido su culpa, pero otra vez solo era un estorbo y salió, con la cabeza baja cobarde sabiéndose menos.
Una vez fuera vio que el animo no era mejor, no era solo el todos estaban preocupados. Siguió a Nime, Se sentó cerca, alrededor también estaba Rox y algunos mas. Pasado un rato de silencio. Con todas sus fuerzas se pego dos sonoras bofetadas a la vez con las dos manos, ya estaba bien de compadecerse, pero lo estaba pasando Eitne "no te adueñes de su dolor".
Ya era mayor seguramente hubiera cumplido los diez años sin darse cuenta, tenia que empezar a hacer cosas que enmendaran sus actos.
-Era se una vez, hace mucho mucho tiempo, donde no existia ni la tristeza ni el dolor, nadie se hacia viejo, ni se hacían heridas. Pandora era un niña buena y amable pero muy curiosa. Y el dia que su padre la trajo una caja sellada, no podía contenerse, necesitaba saber que habia en la caja, pero su padre la habia dicho que no debia abrirla pues eso le habían dicho los dioses.
-Una vez sola Pandora miro la caja por todos los lados, quizas si la abrir un poquito nadie lo notaria, lo suficiente como para ver que había dentro, pero antes de ver lo que habia la cerró rápidamente y se puso a hacer cosas por la casa, pero desde la caja escucho un aleteo, Pandora penso que era una animal, asi que le pareció cruel dejarlo ahi dentro y entonces escucho una voz desde dentro "Pandora déjanos salir el mundo nos necesita, el mundo no esta completo sin nosotros".
-Entonces Pandora se acerco, rompio el sello y abrí la caja. Derrepente un monton de bichos y animales terribles salieron, dejando las palabras de miedo, odio, ira a su paso, una babosa dejaba la envidia a su paso, un mosquito a su paso trajo el hambre, y una avispa el dolor. Pandora fue corriendo a cerrar la caja "Tonta, ya no puedes detenernos, somos las cosas malas de este mundo".
-Aun así corriendo Pandora cerro rápidamente la caja aunque de ella habia conseguido salir la enfermedad, la muerte, la ira y lo celos. Pandora se sentó en el suelo, en la calle se escuchaban peleas y gente llorando. El mundo se habia vuelto feo malvado y horrible. Entonces Pandora escucho una diminuta voz que venia de la caja "Pandora, Pandora no me dejes aquí sola, el mundo me necesita, el mundo no esta completo sin mi" Pandora desconfío ya la habían engañado una vez pero la voy era tan triste, tan pequeña, que Pandora al final la abrió, al abrirla salio una pequeña mariposa blanca, y al verla Pandora se sintió mas tranquila, era la esperanza, que salio a enfrentarse con todos los males.
- ☽◯☾:
BRUJA 1.ªHabla.BRUJA 2.ªPregúntanos.BRUJA 3.ªÁ todo te responderemos.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
21/02/18, 03:05 am
Si de algo iba aquel día, era de mirar a los ojos al dolor más horrible y decirle: "estás obsoleto, te he encontrado reemplazo". Eitne temblaba, a pesar de que cogía la mano de Adru, a pesar de que tanto ella como Neil, Pam, Zob, Rena o Milo velaban por él. Sintió una punzada de dolor, del otro, cuando pidieron a Guille que saliera. Él también era un niño, también era demasiado pequeño para contemplar algo así. Lo vio irse y quiso acompañarlo, no quería ser espectador de lo que iba a sufrir su propio cuerpo. Él también era demasiado pequeño para vivir lo que iba a pasar en aquella habitación fea. Pero iba a pasarle a él y a nadie más.
Con la tela separando sus dientes y los ojos anegados, llegó el remplazo. Duró un instante en el que todos sus músculos se tensaron, apretó la mandíbula con tanta potencia que supo el por qué de aquel trapo. Se aferró a la mano de Adru con toda la fuerza que jamás había usado y chilló, dejándose lo poco que aún quedaba bien en su garganta. Luego se acabó el instante y se cumplió su deseo: Eitne dejó de ser espectador de la carnicería que protagonizaba.
Con la tela separando sus dientes y los ojos anegados, llegó el remplazo. Duró un instante en el que todos sus músculos se tensaron, apretó la mandíbula con tanta potencia que supo el por qué de aquel trapo. Se aferró a la mano de Adru con toda la fuerza que jamás había usado y chilló, dejándose lo poco que aún quedaba bien en su garganta. Luego se acabó el instante y se cumplió su deseo: Eitne dejó de ser espectador de la carnicería que protagonizaba.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
22/02/18, 09:16 am
Empezar de nuevo. Nueva gente, nuevo torreón, su timidez de por medio. Volvía a ser difícil hablar, sentirse cómoda en las salas comunes. La presencia de otros sinhadres lo mejoraba, pero tampoco mucho al principio. Le costó acostumbrarse, aunque menos de lo que le había costado hacía meses, cuando empezó a convivir con gente que no era ni siquiera de su planeta. Se levantaba a mediodía y ayudaba en lo que hiciera falta, siempre con una sonrisa tímida en la cara. También siguió entrenando con Eorlir: había mejorado mucho y estaba animada de seguir con la esgrima. Había pasado de ser una torpe que no podía dar un par de estocadas sin perder el equilibrio a ser medianamente decente.
La confianza para salir a la calle fue volviendo progresivamente, mientras los recuerdos del día que se perdieron iban siendo relegados al fondo de su memoria. No quería recordarlo eternamente, y guardaba algo de esperanza en encontrar su viejo torreón y a sus compañeros vivos.
También notaba como su piel cambiaba a un tono más oscuro. Esto la tenía preocupada, y no dejaba de compararla con la de Eorlir para cerciorarse de que verdaderamente le estaba cambiando el color de la piel y no se estaba volviendo loca ella.
[…]
Aquel día no salió. No tenía ganas de madrugar para ello, así que se quedó durmiendo hasta tarde. Ayudó en lo que hiciera falta mientras el resto estaba fuera, y cuando vio que no hacía falta hacer más cogió una tabla de madera y un carboncillo y se puso a dibujar. Hacia demasiado que no lo hacía, aunque le gustase. No es que el material sobrase en aquella ciudad, y prefería que lo usase Eorlir, que verdaderamente tenía talento, no como ella, que se consideraba más bien mediocre. Se recostó contra la pared y dibujó de memoria Firande, tratando de recordar todo lo posible de su ciudad. La echaba de menos. «Ojalá poder volver…»
Cuando llegó la mona del queso corriendo a explicar que tenían un herido, dejó el dibujo a un lado y siguió sus órdenes…hasta que vio a Eitne. Se puso pálida y dejó lo que estaba haciendo, sin poder reaccionar apenas. Empezaba a sentir como le empezaban a sobrevenir las náuseas y tuvo que correr a la letrina para vomitar. Le costó volver al torreón tras ello, tratando de recomponerse del impacto mental que le había causado la escena. Miraba a Eorlir, destrozado, sin saber que hacer. No quería quedarse allí viendo lo que iba a pasar, pero tampoco quería dejar solo a Eitne. No fue hasta que su edeel decidió salir que ella consiguió a fuerza mental para irse. —¿Qué…vamos a hacer? —le costaba hablar. Se rascó la nuca, sin saber que decir a Eorlir para tranquilizarle.
La confianza para salir a la calle fue volviendo progresivamente, mientras los recuerdos del día que se perdieron iban siendo relegados al fondo de su memoria. No quería recordarlo eternamente, y guardaba algo de esperanza en encontrar su viejo torreón y a sus compañeros vivos.
También notaba como su piel cambiaba a un tono más oscuro. Esto la tenía preocupada, y no dejaba de compararla con la de Eorlir para cerciorarse de que verdaderamente le estaba cambiando el color de la piel y no se estaba volviendo loca ella.
[…]
Aquel día no salió. No tenía ganas de madrugar para ello, así que se quedó durmiendo hasta tarde. Ayudó en lo que hiciera falta mientras el resto estaba fuera, y cuando vio que no hacía falta hacer más cogió una tabla de madera y un carboncillo y se puso a dibujar. Hacia demasiado que no lo hacía, aunque le gustase. No es que el material sobrase en aquella ciudad, y prefería que lo usase Eorlir, que verdaderamente tenía talento, no como ella, que se consideraba más bien mediocre. Se recostó contra la pared y dibujó de memoria Firande, tratando de recordar todo lo posible de su ciudad. La echaba de menos. «Ojalá poder volver…»
Cuando llegó la mona del queso corriendo a explicar que tenían un herido, dejó el dibujo a un lado y siguió sus órdenes…hasta que vio a Eitne. Se puso pálida y dejó lo que estaba haciendo, sin poder reaccionar apenas. Empezaba a sentir como le empezaban a sobrevenir las náuseas y tuvo que correr a la letrina para vomitar. Le costó volver al torreón tras ello, tratando de recomponerse del impacto mental que le había causado la escena. Miraba a Eorlir, destrozado, sin saber que hacer. No quería quedarse allí viendo lo que iba a pasar, pero tampoco quería dejar solo a Eitne. No fue hasta que su edeel decidió salir que ella consiguió a fuerza mental para irse. —¿Qué…vamos a hacer? —le costaba hablar. Se rascó la nuca, sin saber que decir a Eorlir para tranquilizarle.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
24/02/18, 01:06 pm
Las palabras de Pelusa parecieron terminar de calar en Eitne y, para su alivio, el pequeño cedió a que llevasen a cabo aquella operación terrible. La sinhadre estaba tan asustada como el resto ante lo que iba a ocurrir a continuación, pero tenía claro que era mejor eso que dejar que Eitne se muriera. Un repentino recuerdo sobre aquella pesadilla horrible que había tenido le hizo aflojar el agarre en la mano del daeliciano momentáneamente, aunque se recompuso enseguida. No, no podían permitir que la vida de Eitne corriese peligro.
Era mucho más fácil repetirse aquella cantinela que realmente soportar aquella situación, no obstante. Algunos salieron del cuarto, pero ella no podía. Cuando llegó el momento hizo más firme el cierre de su mano sobre la de Eitne y tendió la otra hacia Neil que ya se acercaba para elaborar magia que pudiese ayudar al pequeño. No podía darle la mano o su aurva no sería capaz de hacer hechizos, eso lo sabía, pero la dejó caer sobre su espalda y trató de infundirle un ánimo irreal con la mirada. Probablemente no lo consiguió, porque no había rastro de positivismo en su interior en aquel momento.
Entonces comenzó. La edeel sintió como Eitne apretaba cada vez más y más su mano. Le hacía daño y parecía casi imposible que un niño pequeño pudiese llegar imprimir tanta fuerza, pero en ningún momento retiró la mano. Se obligó a observar la operación de Milo; no podía dejarlo solo en aquello, se decía, pero cuando le sobrevino una náusea tuvo que apartar la mirada. Obviamente resultaba desagradable de ver debido al aspecto, pero lo que de verdad retorcía las entrañas de Adru eran los gritos de Eitne. Sabía que el daeliciano gritaba por el dolor, pero sobre todo ella escuchaba en sus gritos que no podría volver a caminar y correr como antes. Se le empezó a nublar la vista y los ojos le ardían, al borde de las lágrimas. Apartó la mano de la espalda de Neil para frotarse rápidamente los ojos y volver a colocarla en su sitio, apoyando a su aurva.
Cuando todo acabó apenas escuchó la voz de Milo, ni siquiera estaba segura de lo que había dicho. Todavía sujetaba a Eitne. El pequeño hacía rato que había dejado de apretar, al perder el conocimiento, pero todavía se podía observar el sufrimiento del niño en las manos de ambos, enrojecidas y doloridas. Adru temblaba y se balanceaba ligeramente. Comprendió con retraso lo que había pedido el irrense e intentó moverse del sitio para ayudar con lo que pudiera. Pero no podía. Tan solo volvió a alargar el brazo hacia Neil. De todas formas su aurva era el único que podía ayudar de verdad. La impotencia, una vez más, se apoderaba de ella.
Era mucho más fácil repetirse aquella cantinela que realmente soportar aquella situación, no obstante. Algunos salieron del cuarto, pero ella no podía. Cuando llegó el momento hizo más firme el cierre de su mano sobre la de Eitne y tendió la otra hacia Neil que ya se acercaba para elaborar magia que pudiese ayudar al pequeño. No podía darle la mano o su aurva no sería capaz de hacer hechizos, eso lo sabía, pero la dejó caer sobre su espalda y trató de infundirle un ánimo irreal con la mirada. Probablemente no lo consiguió, porque no había rastro de positivismo en su interior en aquel momento.
Entonces comenzó. La edeel sintió como Eitne apretaba cada vez más y más su mano. Le hacía daño y parecía casi imposible que un niño pequeño pudiese llegar imprimir tanta fuerza, pero en ningún momento retiró la mano. Se obligó a observar la operación de Milo; no podía dejarlo solo en aquello, se decía, pero cuando le sobrevino una náusea tuvo que apartar la mirada. Obviamente resultaba desagradable de ver debido al aspecto, pero lo que de verdad retorcía las entrañas de Adru eran los gritos de Eitne. Sabía que el daeliciano gritaba por el dolor, pero sobre todo ella escuchaba en sus gritos que no podría volver a caminar y correr como antes. Se le empezó a nublar la vista y los ojos le ardían, al borde de las lágrimas. Apartó la mano de la espalda de Neil para frotarse rápidamente los ojos y volver a colocarla en su sitio, apoyando a su aurva.
Cuando todo acabó apenas escuchó la voz de Milo, ni siquiera estaba segura de lo que había dicho. Todavía sujetaba a Eitne. El pequeño hacía rato que había dejado de apretar, al perder el conocimiento, pero todavía se podía observar el sufrimiento del niño en las manos de ambos, enrojecidas y doloridas. Adru temblaba y se balanceaba ligeramente. Comprendió con retraso lo que había pedido el irrense e intentó moverse del sitio para ayudar con lo que pudiera. Pero no podía. Tan solo volvió a alargar el brazo hacia Neil. De todas formas su aurva era el único que podía ayudar de verdad. La impotencia, una vez más, se apoderaba de ella.
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