Torreón Letargo (Archivo VI)
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Giniroryu
Zarket
Lobo_Negro
Hiss
Rocavarancolia Rol
Kanyum
Seth
Naeryan
Lathspell
Evanna
Kial
Manasard
Yber
Jikan11
Red
Muffie
20 participantes
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.Personajes : Hyun-su: el medio coreano medio estadounidense, serio, callado, cobarde, enclenque y egoista impulsado por su miedo.
altura: 1,77m
peso: 67 kg (estilizado)
edad: 15 años
Heridas/enfermedades : -Cicatrices en: mano, pecho, hombro y mejilla.
-Cojera por herida a medio curar en gemelo.
Torreón Letargo (Archivo VI)
22/11/15, 09:34 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La chica a la cual le había dado el martillo utilizó éste para arrancar, de uno de los edificios en ruinas, una puerta un tanto podrida y así utilizarla de escudo <<no era el uso que esperaba que le diera>>. Una vez tuvo la puerta le devolvió el martillo.
Milo inició la carga contra las bestias avanzando seguros y a un paso ligero. Una de las ratas tiró una primera espina causando el sobresalto de Hyung. Si podían disparar nada les paraba de acribillarles a todos ellos. Claramente les superaban las ratas en número. Hyung se asombró, sus compañeros seguían avanzando, no se esperaba semejante envalentonamiento. Los que se habían quedado detrás empezaron a lanzar huesos y piedras que cogían del suelo << ¿¡Pero que hacen!? ¿¡Quieren que nos disparen a nosotros!?>>. Hyung se aparto del grupo alarmado esperando una lluvia de espinas hacia ellos. La mirada hacia él de una de las ratas al apartarse un poco le provoco un sobresalto. Sin embargo poco le importó a la bestia Hyung pues se giró de nuevo hacia los que se dirigían a las cestas. La estrategia de distracción había hecho poco pues todos ellos seguían sin haber recibido un disparó y las ratas se centraban en Milo, Rox y Rena. Finalmente llegaron y empezaron a agarrar las cestas, Rox perdió una debido a una espina que quedó cerca de darle en la mano. Consiguieron cinco y tiraron el resto distrayendo a unas cuantas ratas.
Tocaba huir, Los niños empezaron a correr Hyung aceleró << ¡no puedo quedarme atrás!>>. Hyung fue todo lo rápido que pudo dejando atrás a los demás. Frenó una vez una vez oyó el grito eufórico de Rox; estaban a salvo. La celebración de la victoria de Rox le provoco una risa tímida y bajita a Hyung. Era contagiosa su felicidad y por muy poco que hubiera hecho Hyung él también consideraba eso su victoria. El grupo se tomo un rato para recuperar el aliento y decidirse en que iban a hacer ahora. La atención de varios se dirigió a una especie de torre no muy lejos de allí. Finalmente se decidieron por avanzar hacía ésta para verla mejor.
Llegaron a la torre fácilmente. Menos mal no tuvieron problemas al continuar su camino hacia ésta. Hyung se paró ante ella y echó un vistazo largo. Aquel edificio de gran tamaño debía de tener un total de al menos tres plantas de bastante altura. Se encontraba rodeado de una franja de tierra y cubierto de enredaderas escondiendo lo que parecía la puerta, identificada como tal debido a que ésta daba a un puente levadizo que conectaba el torreón con la calle.
-Eso debe de ser la puerta. Aunque no estoy muy seguro.- dijo en un tono bajo. - Si queréis entrar ir vosotros primeros, pero tener en cuenta que allí podría haber cualquier cosa.
La chica a la cual le había dado el martillo utilizó éste para arrancar, de uno de los edificios en ruinas, una puerta un tanto podrida y así utilizarla de escudo <<no era el uso que esperaba que le diera>>. Una vez tuvo la puerta le devolvió el martillo.
Milo inició la carga contra las bestias avanzando seguros y a un paso ligero. Una de las ratas tiró una primera espina causando el sobresalto de Hyung. Si podían disparar nada les paraba de acribillarles a todos ellos. Claramente les superaban las ratas en número. Hyung se asombró, sus compañeros seguían avanzando, no se esperaba semejante envalentonamiento. Los que se habían quedado detrás empezaron a lanzar huesos y piedras que cogían del suelo << ¿¡Pero que hacen!? ¿¡Quieren que nos disparen a nosotros!?>>. Hyung se aparto del grupo alarmado esperando una lluvia de espinas hacia ellos. La mirada hacia él de una de las ratas al apartarse un poco le provoco un sobresalto. Sin embargo poco le importó a la bestia Hyung pues se giró de nuevo hacia los que se dirigían a las cestas. La estrategia de distracción había hecho poco pues todos ellos seguían sin haber recibido un disparó y las ratas se centraban en Milo, Rox y Rena. Finalmente llegaron y empezaron a agarrar las cestas, Rox perdió una debido a una espina que quedó cerca de darle en la mano. Consiguieron cinco y tiraron el resto distrayendo a unas cuantas ratas.
Tocaba huir, Los niños empezaron a correr Hyung aceleró << ¡no puedo quedarme atrás!>>. Hyung fue todo lo rápido que pudo dejando atrás a los demás. Frenó una vez una vez oyó el grito eufórico de Rox; estaban a salvo. La celebración de la victoria de Rox le provoco una risa tímida y bajita a Hyung. Era contagiosa su felicidad y por muy poco que hubiera hecho Hyung él también consideraba eso su victoria. El grupo se tomo un rato para recuperar el aliento y decidirse en que iban a hacer ahora. La atención de varios se dirigió a una especie de torre no muy lejos de allí. Finalmente se decidieron por avanzar hacía ésta para verla mejor.
Llegaron a la torre fácilmente. Menos mal no tuvieron problemas al continuar su camino hacia ésta. Hyung se paró ante ella y echó un vistazo largo. Aquel edificio de gran tamaño debía de tener un total de al menos tres plantas de bastante altura. Se encontraba rodeado de una franja de tierra y cubierto de enredaderas escondiendo lo que parecía la puerta, identificada como tal debido a que ésta daba a un puente levadizo que conectaba el torreón con la calle.
-Eso debe de ser la puerta. Aunque no estoy muy seguro.- dijo en un tono bajo. - Si queréis entrar ir vosotros primeros, pero tener en cuenta que allí podría haber cualquier cosa.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mental
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
27/08/17, 12:07 pm
En un principio Guille se iba a enfadar, pero vio a Hyun y no vio ningún peligro solo vio un niño como el un poco más mayor pero igual de asustado, y con muchas más calma de la que hubiera pensado Guillermo que podia tener comenzó a hablar.
-No soy idiota... o puede que si no lo sé-dijo con una pequeña sonrisa- pero si se que cuando alguien esta llorando hay que ayudarle-y Hyun tenía pinta de necesitar mucha.
Ignoró el comentario para echarle, era consciente de que Hyun no era la persona con la que mejor se llevaba del Torreón, eso era obvio, pero no estaba en la naturaleza de Guille abandonar a alguien llorando.
Se quedó alado suya dejando una distancia de más o menos un metro, dejo que el silencio circulará entre ellos. La intervención de Adru le sirvió para saber que le pasaba, había tenido una pesadilla, y sin pensarlo hizo lo mismo que le hacía a su mamá cuando tenía una pesadilla, se acerco a él y le abrazó.
-No pasa nada por llorar.-dijo Guillermo, copiando las palabras de su hermano.
-No soy idiota... o puede que si no lo sé-dijo con una pequeña sonrisa- pero si se que cuando alguien esta llorando hay que ayudarle-y Hyun tenía pinta de necesitar mucha.
Ignoró el comentario para echarle, era consciente de que Hyun no era la persona con la que mejor se llevaba del Torreón, eso era obvio, pero no estaba en la naturaleza de Guille abandonar a alguien llorando.
Se quedó alado suya dejando una distancia de más o menos un metro, dejo que el silencio circulará entre ellos. La intervención de Adru le sirvió para saber que le pasaba, había tenido una pesadilla, y sin pensarlo hizo lo mismo que le hacía a su mamá cuando tenía una pesadilla, se acerco a él y le abrazó.
-No pasa nada por llorar.-dijo Guillermo, copiando las palabras de su hermano.
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
27/08/17, 07:34 pm
Vergüenza, por haber cedido, por ser debil. Esa compasión que en parte deseaba ahora solo era una pieza más del bochorno que sentía, pues ésta se le antojaba más como una pena falsa por alguien patético como lo era el coreano. Y aunque deseaba decirles que se fueran, que le dejaran solo, era incapaz de articular palabra entre sus lloros. Se sentía frustrado y cabreado, encima con el niño que se quedaba ahí contra lo que Hyun había dicho, cada segundo poniéndose más en evidencia con sus llantos constantes. Y solo iba a peor, con la respuesta del insoportable enano, las preguntas de adru a las que no podía responder. Y cuando el rubio se acerco a abrazarle Hyun no pudo más.
- Guille, por favor, vete.- Por fin consiguió articular palabra. Y, aun con una voz entrecortada y débil, pudo decir lo que quería con severidad. se había librado del abrazo y ahora le cogía los brazos al niño no con demasiada fuerza. Se estaba controlando. No solo se había quedado allí viendo como se humillaba pasando por completo de lo que el coreano le había dicho, además había tenido el valor, un niño pequeño, de tratarlo con condescendencia, y para rematar le había intentado abrazar contra cualquier deseo propio. Los abrazos eran algo muy personal, el último que había recibido era de su hermana y ahora el niño también había pisado eso, como el resto de los límites del coreano. No quería ser condenado más veces por la gente del torreón por ser "malo" como ya le habían definido antes, estaba harto de ello, era otra cosa más en la que era débil; doliéndole cada uno de los juicios de sus compañeros por los que pasaba porque era incapaz de mandarlos a la mierda, porque en el fondo deseaba su aprobación, la de una gente que nunca lo había valorado. Pero ese niño tenía que irse.
- Guille, por favor, vete.- Por fin consiguió articular palabra. Y, aun con una voz entrecortada y débil, pudo decir lo que quería con severidad. se había librado del abrazo y ahora le cogía los brazos al niño no con demasiada fuerza. Se estaba controlando. No solo se había quedado allí viendo como se humillaba pasando por completo de lo que el coreano le había dicho, además había tenido el valor, un niño pequeño, de tratarlo con condescendencia, y para rematar le había intentado abrazar contra cualquier deseo propio. Los abrazos eran algo muy personal, el último que había recibido era de su hermana y ahora el niño también había pisado eso, como el resto de los límites del coreano. No quería ser condenado más veces por la gente del torreón por ser "malo" como ya le habían definido antes, estaba harto de ello, era otra cosa más en la que era débil; doliéndole cada uno de los juicios de sus compañeros por los que pasaba porque era incapaz de mandarlos a la mierda, porque en el fondo deseaba su aprobación, la de una gente que nunca lo había valorado. Pero ese niño tenía que irse.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
27/08/17, 09:26 pm
Adru esbozó una sonrisa cuando Guille se acercó a abrazar a Hyun, que murió enseguida ante la frialdad con la que el coreano recibió el gesto. Ella también abrazaba a Neil cuando tenía pesadillas, pero Hyun ni siquiera le había respondido a su pregunta por lo que no sabía cómo actuar. Se rascó la cabeza con el brazo sano, insegura sobre sus siguientes movimientos. <<Guille solo intenta animarte…>> repitió en su cabeza, pues ya se lo había dicho hacía escasos segundos.
—Bueno… No… No sé qué has soñado pero no tiene por qué hacerse realidad.
Aquella frase había sonado aún menos convincente y consoladora si cabía en voz alta que en su mente: ella sí había visto como una pesadilla se volvía real en parte al menos, por lo que no se atrevía a mentir. Pero tampoco pretendía asustar aún más a Hyun.
—Bueno… No… No sé qué has soñado pero no tiene por qué hacerse realidad.
Aquella frase había sonado aún menos convincente y consoladora si cabía en voz alta que en su mente: ella sí había visto como una pesadilla se volvía real en parte al menos, por lo que no se atrevía a mentir. Pero tampoco pretendía asustar aún más a Hyun.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mental
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
28/08/17, 04:34 pm
-Lo siento- fue lo único que dijo Guille antes de irse, se soltó de las manos de Hyun y se dirigió a la cocina.
En la cocina se puso a limpiarse las manos y la boca, guardo su diente en un bolsillo, "lo dejaré debajo de la almohada" y espero al desayuno.
Guille pensó ahí sentado, pensó en Hyun, en que le negara el abrazo, en qué no iba a conseguir ayuda si no la aceptaba. Pensó en el huésped, en Eitne, en Rox, en Adru, en el torreón, en su casa, en Rocavarancolia "la ciudad sin Luna" llena monstruos y cosas maravillosas. Llegó a una conclusión "tengo que terminar los regalos de Navidad".
En la cocina se puso a limpiarse las manos y la boca, guardo su diente en un bolsillo, "lo dejaré debajo de la almohada" y espero al desayuno.
Guille pensó ahí sentado, pensó en Hyun, en que le negara el abrazo, en qué no iba a conseguir ayuda si no la aceptaba. Pensó en el huésped, en Eitne, en Rox, en Adru, en el torreón, en su casa, en Rocavarancolia "la ciudad sin Luna" llena monstruos y cosas maravillosas. Llegó a una conclusión "tengo que terminar los regalos de Navidad".
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
28/08/17, 05:19 pm
El cabreo del coreano le había permitido librarse en parte de los sollozos y articular palabras; estas iban frenadas cada rato por bocanadas de aire involuntarias y gemidos entrecortados.
<<Das asco>> Pensaba para sí solo con imaginarse el como le verían los de fuera. Hyun ya había dejado atrás cualquier dignidad que le quedara, era patético.
- E-ra real, lo era, llevaba meses sin verte, sin ver a nadie. Los niños me mataron. El muro...- No era capaz de conectar bien sus palabras, y sin poder evitarlo volvió a llorar, volvieron a pasar segundos en los que no era capaz de escapar. La cabeza le ardía y sus lágrimas le calentaban durante unos segundos para luego acariciar su barbilla con un suave frio. Lentamente fue relajando los gemidos hasta que se volvieron un lloro silencioso.
- No lo puedes saber.- Dijo finalmente en respuesta a lo que dijo la sinhadre.
<<Das asco>> Pensaba para sí solo con imaginarse el como le verían los de fuera. Hyun ya había dejado atrás cualquier dignidad que le quedara, era patético.
- E-ra real, lo era, llevaba meses sin verte, sin ver a nadie. Los niños me mataron. El muro...- No era capaz de conectar bien sus palabras, y sin poder evitarlo volvió a llorar, volvieron a pasar segundos en los que no era capaz de escapar. La cabeza le ardía y sus lágrimas le calentaban durante unos segundos para luego acariciar su barbilla con un suave frio. Lentamente fue relajando los gemidos hasta que se volvieron un lloro silencioso.
- No lo puedes saber.- Dijo finalmente en respuesta a lo que dijo la sinhadre.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
28/08/17, 06:45 pm
Tras oír la disculpa de Guille, Adru tomó una determinación para cuando hubiese terminado de hablar con el coreano, pero primero escuchó sus palabras completamente inmóvil. Sin pensarlo, negó varias veces con la cabeza a pesar de que el humano no le estaba mirando a la cara. Ver a Hyun llorar de nuevo la entristecía, pero había algo muy incorrecto en todo aquello.
—Lo sé —respondió sin dudar un instante—. Lo sé porque aunque el muro los haya engañado, ellos nunca te querrían hacer daño. ¿No has visto cómo se preocupaba por ti Guille, acaso? Incluso se disculpó aunque no ha hecho nada malo —hizo un amago de cruzarse de brazos con expresión seria, pero el dolor que sintió al mover bruscamente el brazo en cabestrillo modificó su gesto enseguida—. Y si tienes miedo de otras cosas, yo te protegeré… Cuando me recupere, claro —añadió suspirando.
—Lo sé —respondió sin dudar un instante—. Lo sé porque aunque el muro los haya engañado, ellos nunca te querrían hacer daño. ¿No has visto cómo se preocupaba por ti Guille, acaso? Incluso se disculpó aunque no ha hecho nada malo —hizo un amago de cruzarse de brazos con expresión seria, pero el dolor que sintió al mover bruscamente el brazo en cabestrillo modificó su gesto enseguida—. Y si tienes miedo de otras cosas, yo te protegeré… Cuando me recupere, claro —añadió suspirando.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
28/08/17, 07:39 pm
Y el tiempo paso para Zob, unas veces lento, como suspiros de angustia al anochecer, mirando con inseguridad las paredes grisáceas que ya no le daban seguridad. Respirando despacio mientras dejaba que el cansancio venciera a las preocupaciones y temores antes de dormir. Otras veces pasaba fugaz como una risa o una comida caliente. como una mañana en el patio que terminaba sin darse cuenta. Rocavarancolia podía sorprender aun en pequeños detalles. Incluso el temor que había tenido de contar todo a sus compañeros se estaba disipando en el, presa del olvido y de las cosas cotidianas. Su madre le había dicho alguna vez que o había mejor manera de matar un temor que con la rutina. Parecía medianamente eficaz, pero no allí.
Había cocinado, ayudado a limpiar, intercambiado palabras con los demás, alguna que otra vez, incluso volvió a ver con añoranza el jardín, y a pesar de que la ausencia del ente que hablaba por las paredes ya no se presento mas, el nublino prefirió no participar en la limpieza de las paredes. Secretamente estaba feliz de que su teoría probablemente fue cierta y al dejarlo sin comida, el hechizo había desaparecido, jamás se lo dijo a Huyng ni a Eitne, por supuesto. Aquellos días fueron raros para el nublino, una calma tensa en la que no sabía si confiarse y tranquilizarse o mirar sobre su espalda cada segundo. Hablo con el pequeño daeliciano varias veces y asistía religiosamente a el lanzamiento de los pulsos purpuras. hasta que paso lo del dedo muerto. Era evidente para Zobriel que de todos ellos, la magia producida por el pequeño era la mas...¿descabellada? ¿tangible? ¿Rocavarancolesca? no acertaba a elegir una palabra. No creía como Nime que el hechizo estuviera roto, pero, entre un hechizo de protección que comía, un pilar de fuego y un dedo muerto...pues.... Su mente racional le susurraba creencias Fuy cada vez mas fuerte. ¿Acaso el pequeño y dulce Eitne se volvería un demonio? jamás desconfiaría de su amigo, ¡jamás!, pero asintió ante la sugerencia que dejara de lanzar ese hechizo.
El mismo no lo usaba, pero repetía cada noche sobre sí mismo el hechizo de curación. Esperaba que alguna acción de su día a día, como la comida o el cansancio, modificaran el resultado, pero no podía apreciar nada nuevo ni distinto, y acababa durmiendo cada noche con un suspiro y sin pesadillas.
Y justo por eso, el grito que sacudió a todos esa madrugada no lo sorprendió tanto. Muy a pesar suyo estaba esperando que algo pasara. Deseaba que no pasara nada, que todo se mantuviera así de sereno, que ya no les cayeran mas demonios ni catástrofes, pero dentro de el había algo que no lo dejaba. Era como una piedrita en su alma diciéndole que ninguna prueba era tranquila, y mucho menos en aquella ciudad. Se levanto restregándose los ojos y lastimándoselos un poco antes de salir de la cama. Se mantuvo callado mientras se acercaban los pequeños y los mayores. Y también se mantuvo callado cuando se retiro despacio escaleras abajo. No podría dormir entre tanto alboroto, y mucho menos pensando en que, si bien un dedo muerto no parecía muy amigable, quizá un hechizo que empuja por las paredes funcionaba bien, al menos defendiendo a los más pequeños de allí.
Había cocinado, ayudado a limpiar, intercambiado palabras con los demás, alguna que otra vez, incluso volvió a ver con añoranza el jardín, y a pesar de que la ausencia del ente que hablaba por las paredes ya no se presento mas, el nublino prefirió no participar en la limpieza de las paredes. Secretamente estaba feliz de que su teoría probablemente fue cierta y al dejarlo sin comida, el hechizo había desaparecido, jamás se lo dijo a Huyng ni a Eitne, por supuesto. Aquellos días fueron raros para el nublino, una calma tensa en la que no sabía si confiarse y tranquilizarse o mirar sobre su espalda cada segundo. Hablo con el pequeño daeliciano varias veces y asistía religiosamente a el lanzamiento de los pulsos purpuras. hasta que paso lo del dedo muerto. Era evidente para Zobriel que de todos ellos, la magia producida por el pequeño era la mas...¿descabellada? ¿tangible? ¿Rocavarancolesca? no acertaba a elegir una palabra. No creía como Nime que el hechizo estuviera roto, pero, entre un hechizo de protección que comía, un pilar de fuego y un dedo muerto...pues.... Su mente racional le susurraba creencias Fuy cada vez mas fuerte. ¿Acaso el pequeño y dulce Eitne se volvería un demonio? jamás desconfiaría de su amigo, ¡jamás!, pero asintió ante la sugerencia que dejara de lanzar ese hechizo.
El mismo no lo usaba, pero repetía cada noche sobre sí mismo el hechizo de curación. Esperaba que alguna acción de su día a día, como la comida o el cansancio, modificaran el resultado, pero no podía apreciar nada nuevo ni distinto, y acababa durmiendo cada noche con un suspiro y sin pesadillas.
Y justo por eso, el grito que sacudió a todos esa madrugada no lo sorprendió tanto. Muy a pesar suyo estaba esperando que algo pasara. Deseaba que no pasara nada, que todo se mantuviera así de sereno, que ya no les cayeran mas demonios ni catástrofes, pero dentro de el había algo que no lo dejaba. Era como una piedrita en su alma diciéndole que ninguna prueba era tranquila, y mucho menos en aquella ciudad. Se levanto restregándose los ojos y lastimándoselos un poco antes de salir de la cama. Se mantuvo callado mientras se acercaban los pequeños y los mayores. Y también se mantuvo callado cuando se retiro despacio escaleras abajo. No podría dormir entre tanto alboroto, y mucho menos pensando en que, si bien un dedo muerto no parecía muy amigable, quizá un hechizo que empuja por las paredes funcionaba bien, al menos defendiendo a los más pequeños de allí.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
28/08/17, 07:50 pm
Cuando Adru hizo reunión con los más pequeños, Rox se encontraba en la habitación, escuchando en silencio. Una de sus urgencias era darle un abrazo a la sinhadre, decirle que estaba orgulloso, quitarle la culpabilidad de encima, pero cuando esta se tumbó el coreano entendió que necesitaba un rato de calma, calma que no iba a interrumpir.
Había madurado, y aunque le gustase pensar que la Adru que acometía de cabeza contra las puertas se hubiera moderado drásticamente, un cambio por shock no era para nada lo que habría deseado. Nadie debería de tener que pasar por eso, y menos tan joven. Como si de una patata caliente de culpabilidad se tratase, el coreano se sintió responsable de aquello.
Para los próximos días Rox no dio indicio alguno de mejorar, si bien todo lo contrario. A la mañana siguiente despertó con el pie derecho notablemente agarrotado, y supo que era cuestión de tiempo que terminase igual de inútil que su brazo. Al creciente miedo por su propia salud se le sumaba la presunta presencia de un espíritu en el torreón, el malestar de todas las discusiones que habían tenido lugar en un solo día, su rencor a las palabras de Zobriel y el encontronazo con Hyun. En un arrebato de valor, puesto que era incapaz de soportar la ansiedad que le provocaba el asunto, buscó a su compatriota y habló con él. A pesar de que se había puesto en las peores situaciones, la conversación con el otro coreano superó sus expectativas con creces, permitiéndose ser sincero y tener paz en al menos uno de tantos problemas. Informó a Rena y Milo de lo sucedido, animado a poder contarlo más adelante al resto.
Contra todo pronóstico, aunque el dolor siguiera allí y el aspecto no fuera agradable, su herida estaba cicatrizando. A Rox le hubiera encantado tomar esa señal como síntoma de que todo iba a ir mejor, de que no podía seguir empeorando, pero sus articulaciones en cada vez más deplorable estado le dejaban claro que no valía la pena mentirse a si mismo.
Al principio Rox se dejó hacer. Tenía miedo de decir lo obvio, necesitaba agarrarse a cualquier esperanza y toda ayuda era bienvenida. Milo y Pam revisaron su herida, limpiando y cambiando las vendas cada poco tiempo para mantener la zona limpia, mientras que Rena le ayudó a moverse por el torreón desde el momento en el que su pierna derecha dejó de funcionar por completo. El tiempo que pasaba en cama iba aumentando según su cuerpo se negaba a cooperar, y de la misma forma, su paciencia disminuía.
Exceptuando el pastel con chocolate que hizo Neil, las cosas de ahí en adelante no fueron a mejor.
Al igual que otros del torreón, Guille y Eitne (a veces acompañados de Nime) le daban conversación cuando le encontraban en cama. No es que tuviera nada mejor que hacer, claro, y era un detalle que el coreano "apreciaba"; o por lo menos lo hacía hasta que las charlas se tornaban monólogos dignos del guión de Dora la Exploradora. Y es que, de no apreciarlo, es posible que les hubiera obligado a comer la almohada con tal de callarles de una bendita vez.
Lo siguiente en empeorar fue su pierna izquierda, pronto seguida del brazo restante.
Como si de un perro callejero herido se tratase, pasados los días no quiso que nadie más estuviera encima suya para vendar o desvendarle. Si el mordisco estaba cicatrizando bien y la magia no funcionaba ni tan siquiera en las ampollas de Pelusa, aquello que le estaba matando se encontraba, sin duda, muy lejos de las manos de sus compañeros. A sus ojos, que le toquetearan el hombro no era sino una pérdida de tiempo y un recordatorio desagradable e inútil de la situación en la que se encontraba, y no necesitaba más de esos.
Sin embargo, algo que no pudo negar por mucho apuro que le diera estar sin ropa delante de nadie, fue la ayuda de Rena para asearse. Por suerte a la irrense el desnudo parecía traerle sin cuidado y, llegados a este punto, al coreano también. Con las preocupaciones en otro lado y la locomoción reducida, ni siquiera se dio cuenta de que su iPod, su objeto más preciado, había desaparecido. Cosas que habrían sido un dilema en su momento ahora no eran más que una pequeña piedra en el zapato.
Para finales de semana su situación había pasado de "mala" y "peor" a crítica. En algún momento de la tarde anterior la fiebre había aparecido, y llegada la medianoche su respiración se había transformado en jadeos por norma. Ya no se trataba de la imposibilidad de moverse, sino del miedo a la misma muerte. La noche fue un verdadero infierno para el australiano. Había dejado de ser consciente de que hora era e incluso de donde estaba, resumiendo el acto de dormir a "cerrar los ojos y esperar a que pase el tiempo" sin llegar realmente a descansar.
Cuando el grito de Hyun rompió la noche, el joven había perdido toda noción de la realidad.
Había madurado, y aunque le gustase pensar que la Adru que acometía de cabeza contra las puertas se hubiera moderado drásticamente, un cambio por shock no era para nada lo que habría deseado. Nadie debería de tener que pasar por eso, y menos tan joven. Como si de una patata caliente de culpabilidad se tratase, el coreano se sintió responsable de aquello.
Para los próximos días Rox no dio indicio alguno de mejorar, si bien todo lo contrario. A la mañana siguiente despertó con el pie derecho notablemente agarrotado, y supo que era cuestión de tiempo que terminase igual de inútil que su brazo. Al creciente miedo por su propia salud se le sumaba la presunta presencia de un espíritu en el torreón, el malestar de todas las discusiones que habían tenido lugar en un solo día, su rencor a las palabras de Zobriel y el encontronazo con Hyun. En un arrebato de valor, puesto que era incapaz de soportar la ansiedad que le provocaba el asunto, buscó a su compatriota y habló con él. A pesar de que se había puesto en las peores situaciones, la conversación con el otro coreano superó sus expectativas con creces, permitiéndose ser sincero y tener paz en al menos uno de tantos problemas. Informó a Rena y Milo de lo sucedido, animado a poder contarlo más adelante al resto.
Contra todo pronóstico, aunque el dolor siguiera allí y el aspecto no fuera agradable, su herida estaba cicatrizando. A Rox le hubiera encantado tomar esa señal como síntoma de que todo iba a ir mejor, de que no podía seguir empeorando, pero sus articulaciones en cada vez más deplorable estado le dejaban claro que no valía la pena mentirse a si mismo.
Al principio Rox se dejó hacer. Tenía miedo de decir lo obvio, necesitaba agarrarse a cualquier esperanza y toda ayuda era bienvenida. Milo y Pam revisaron su herida, limpiando y cambiando las vendas cada poco tiempo para mantener la zona limpia, mientras que Rena le ayudó a moverse por el torreón desde el momento en el que su pierna derecha dejó de funcionar por completo. El tiempo que pasaba en cama iba aumentando según su cuerpo se negaba a cooperar, y de la misma forma, su paciencia disminuía.
Exceptuando el pastel con chocolate que hizo Neil, las cosas de ahí en adelante no fueron a mejor.
Al igual que otros del torreón, Guille y Eitne (a veces acompañados de Nime) le daban conversación cuando le encontraban en cama. No es que tuviera nada mejor que hacer, claro, y era un detalle que el coreano "apreciaba"; o por lo menos lo hacía hasta que las charlas se tornaban monólogos dignos del guión de Dora la Exploradora. Y es que, de no apreciarlo, es posible que les hubiera obligado a comer la almohada con tal de callarles de una bendita vez.
Lo siguiente en empeorar fue su pierna izquierda, pronto seguida del brazo restante.
Como si de un perro callejero herido se tratase, pasados los días no quiso que nadie más estuviera encima suya para vendar o desvendarle. Si el mordisco estaba cicatrizando bien y la magia no funcionaba ni tan siquiera en las ampollas de Pelusa, aquello que le estaba matando se encontraba, sin duda, muy lejos de las manos de sus compañeros. A sus ojos, que le toquetearan el hombro no era sino una pérdida de tiempo y un recordatorio desagradable e inútil de la situación en la que se encontraba, y no necesitaba más de esos.
Sin embargo, algo que no pudo negar por mucho apuro que le diera estar sin ropa delante de nadie, fue la ayuda de Rena para asearse. Por suerte a la irrense el desnudo parecía traerle sin cuidado y, llegados a este punto, al coreano también. Con las preocupaciones en otro lado y la locomoción reducida, ni siquiera se dio cuenta de que su iPod, su objeto más preciado, había desaparecido. Cosas que habrían sido un dilema en su momento ahora no eran más que una pequeña piedra en el zapato.
Para finales de semana su situación había pasado de "mala" y "peor" a crítica. En algún momento de la tarde anterior la fiebre había aparecido, y llegada la medianoche su respiración se había transformado en jadeos por norma. Ya no se trataba de la imposibilidad de moverse, sino del miedo a la misma muerte. La noche fue un verdadero infierno para el australiano. Había dejado de ser consciente de que hora era e incluso de donde estaba, resumiendo el acto de dormir a "cerrar los ojos y esperar a que pase el tiempo" sin llegar realmente a descansar.
Cuando el grito de Hyun rompió la noche, el joven había perdido toda noción de la realidad.
- ♪♫♬:
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.Personajes : Hyun-su: el medio coreano medio estadounidense, serio, callado, cobarde, enclenque y egoista impulsado por su miedo.
altura: 1,77m
peso: 67 kg (estilizado)
edad: 15 años
Heridas/enfermedades : -Cicatrices en: mano, pecho, hombro y mejilla.
-Cojera por herida a medio curar en gemelo.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
29/08/17, 08:46 pm
Incluso en su peor momento, incluso sin dignidad, a la gente le importaba más el enano que Hyun. Adru podía mirar al coreano en crisis y decirle no tenía razón, que el niño no había hecho nada malo. Hyun no le debía nada al niño, nadie salvo él mismo puede decidir quien le abraza, es su cuerpo y su cariño violados contra sus deseos. Ese niño que hace unos días, meses para Hyun, le insultaba, ese niño que sudo de que le tirarán por las escaleras por su culpa, ese niño no tenía derecho a abrazarle y mucho menos a tratarle con condescendencia; su compasión eran solo una actuación, una falsa. Hyun no quería ya más compañía, quería que Adru se fuera. Estaba harto de que nadie le quisiera, estaba harto de su vida y las palabras de la sinhadre, las pocas que intentaban animarle caían en saco roto. Estaba indignado, pero seguía roto, seguía llorando. Pensaba para sí, dramático, que ojala se le fuera todo el agua y muriera sin más. Hyun lloraba y lloraba de nuevo y con fuerza, y solo tras mucho rato, volvió a decir.
-No sabes.-
-No sabes.-
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
29/08/17, 09:27 pm
Hyun no parecía haber oído prácticamente nada de lo que había dicho y la sinhadre no se encontraba en las facultades físicas ni mentales requeridas para tratar de insistir ante alguien que no quería escuchar sus intentos por animarle.
—Estaré arriba si necesitas hablar más —le dijo con tono cansado tras unos segundos sin saber qué hacer.
Pero antes de subir se dirigió a la cocina, donde se había refugiado Guille y se acercó al pequeño humano.
—No has hecho nada malo, Guille. Pero Hyun no parece querer escucharnos ahora mismo, seguramente necesita estar solo. Vuelve al cuarto, aún no ha amanecido—. No se trataba de una orden, si no de una recomendación, ya que sabía que los demás no podían ver apenas nada en la oscuridad y no estaba segura de que los niños estuviesen a gusto allí abajo, con el coreano todavía llorando inconsolables—. ¿Tú tampoco quieres subir, Eitne?
Independientemente de lo que hiciesen el daeliciano y el humano, la edeel volvería a su cama hasta que Neil le dijese que era hora de desayunar.
—Estaré arriba si necesitas hablar más —le dijo con tono cansado tras unos segundos sin saber qué hacer.
Pero antes de subir se dirigió a la cocina, donde se había refugiado Guille y se acercó al pequeño humano.
—No has hecho nada malo, Guille. Pero Hyun no parece querer escucharnos ahora mismo, seguramente necesita estar solo. Vuelve al cuarto, aún no ha amanecido—. No se trataba de una orden, si no de una recomendación, ya que sabía que los demás no podían ver apenas nada en la oscuridad y no estaba segura de que los niños estuviesen a gusto allí abajo, con el coreano todavía llorando inconsolables—. ¿Tú tampoco quieres subir, Eitne?
Independientemente de lo que hiciesen el daeliciano y el humano, la edeel volvería a su cama hasta que Neil le dijese que era hora de desayunar.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
30/08/17, 06:33 pm
No vio venir a Adru, hasta que comenzó a hablar, salto de un brinco, y grito, mientras ponía las manos en forma de equis enfrente suya.
-Danza mortal del pez!! Salpicadura!!!- y se tira al suelo donde empieza a hacer movimientos de un pez en la tierra.-si creo que voy a volver a la cama- dice a Adru, no quería que pensara que estaba triste, Adru tendría muchas cosas mas importantes que pensar.
Y tumbado, desde el suelo habla con Etnie.
-¿Nos vamos a dormir, o quieres hacer el pepino de mar conmigo?- hablando completamente enserio.
-Danza mortal del pez!! Salpicadura!!!- y se tira al suelo donde empieza a hacer movimientos de un pez en la tierra.-si creo que voy a volver a la cama- dice a Adru, no quería que pensara que estaba triste, Adru tendría muchas cosas mas importantes que pensar.
Y tumbado, desde el suelo habla con Etnie.
-¿Nos vamos a dormir, o quieres hacer el pepino de mar conmigo?- hablando completamente enserio.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
30/08/17, 07:05 pm
Eitne no fue capaz de cruzar la línea entre espectador y actor. Se quedó en el descansillo de la escalera mirando confuso toda la escena. La culpa y la pena y el miedo eran criaturas extrañas y se parecían tanto que el niño no las podía distinguir en aquel momento. Sin embargo, las sentía a todas peleándose en su estómago, como un batiburrillo de arcadas y malos sentimientos. <<Nos portamos mal con él>>, se decía mientras se mordía las uñas. <<Pero ahora él se está portando mal con Guille>>. También se portó mal con el propio Eitne y sabía que si se acercaba, no iba a salir mejor parado que el otro niño.
Al final, se limitó a esperar hasta que Adru y Guille se acercaron de camino a las habitaciones.
—Mejor sí... —respondió a la sinhadre. Cuando Guille le habló, Eitne necesitó pensárselo. Al final, sin embargo, decidió que era mejor jugar que tratar de resolver un conflicto que le quedaba grande—. N-no tengo mucho sueño —reconoció, a pesar de que era solo una verdad a medias—. ¿El pepino de mar se hace en el suelo? Po-podemos irnos arriba para no molestar a nadie.
Arriba era, para Eitne, el penúltimo piso del torreón. Un piso vacío y poco aprovechado durante las últimas semanas: perfecto para jugar.
Al final, se limitó a esperar hasta que Adru y Guille se acercaron de camino a las habitaciones.
—Mejor sí... —respondió a la sinhadre. Cuando Guille le habló, Eitne necesitó pensárselo. Al final, sin embargo, decidió que era mejor jugar que tratar de resolver un conflicto que le quedaba grande—. N-no tengo mucho sueño —reconoció, a pesar de que era solo una verdad a medias—. ¿El pepino de mar se hace en el suelo? Po-podemos irnos arriba para no molestar a nadie.
Arriba era, para Eitne, el penúltimo piso del torreón. Un piso vacío y poco aprovechado durante las últimas semanas: perfecto para jugar.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
02/09/17, 11:51 pm
Milo apenas durmió la primera noche tras la charla sobre el Huésped y estuvo muchas horas dando vueltas bajo las sábanas. No podía dejar de pensar en todo lo que había sucedido y la sensación de estar siendo vigilado era muy intensa, pero lo que realmente le quitaba el sueño era la preocupación por sus compañeros. La cantidad de heridos era alarmante y la tensión en el grupo tras destapar el secreto de los más pequeños era tangible, pero debían sobreponerse o todo sería más difícil. El irrense había aplaudido en silencio el discurso de Adru, sintiéndose orgulloso de su entereza, pero al igual que Rox se sentía culpable porque la muchacha se hubiera visto obligada a madurar tan rápidamente. El norteño, en el fondo, esperaba que la sinhadre no cambiara su forma de ser por tenerle miedo a aquella ciudad ruinosa: su faceta nerviosa y alocada siempre habían sido un soplo de aire fresco para él.
Al día siguiente el hacker amaneció ojeroso, pero se levantó pronto a pesar de todo y empezó a trabajar sin mediar palabra. Con tanta gente incapacitada había que arrimar más el hombro y el moreno se aplicó el cuento con decisión, estableciéndose una rutina de tareas.
Todas las mañanas preparaba el desayuno y después subía a echar un vistazo a las heridas de los convalecientes. Cambiaba los vendajes con cuidado y les daba conversación con tono despreocupado para que no se les hiciera tedioso el proceso. Acordó con los demás que siempre hubiera alguien en las habitaciones para atender sus peticiones o hacerles amenas las horas, pero la vida en Letargo debía continuar. El norteño se turnaba en la cocina con Neil para que el aurva pasara mas tiempo con su edeel, seguía el ejemplo de Hyun con las tareas de limpieza y entrenaba por su cuenta cuando tenía tiempo libre. Las salidas a por comida siguieron haciéndose con el nuevo grupo sin ningún incidente, aunque no volvieron a encontrar chocolate en las cestas, y Milo se sentía más confiado con cada nueva expedición exitosa.
No todo fue trabajo durante aquella semana, sin embargo, pues el irrense confirmó por fin que era capaz de hacer magia. Le costó bastante llevar acabo el hechizo que le había enseñado Neil, pero consiguió congelar completamente el agua de un vaso con el conjuro térmico. Después se sintió agotado, pero animado por los esfuerzos de los demás y los experimentos de Eitne con el pulso púrpura continuó practicando con los otros sortilegios. Cada vez que veía a Rena, sin embargo, se sentía culpable por ser capaz de hacer algo que, a diferencia de su compatriota, nunca había deseado.
Sobre el Huésped no volvieron a tener noticias, pues parecía que se había marchado. Milo no confiaba del todo en dicha posibilidad, pues había demostrado ser un embaucador, pero una conversación con los más pequeños un par de días después del incidente le saco de dudas. Los niños le confirmaron que se había ido mientras les ayudaba a limpiar los ojos que habían pintado en las paredes. El irrense se sintió aliviado, por supuesto, pero se lo guardó para si y aprovechó un descanso para hablar con ellos sobre todo lo que había ocurrido en los últimos días. Fue una charla amigable, nada que ver con la encerrona que les habían preparado tiempo atrás, y al final de la misma el hacker estaba bastante seguro de que les había abierto los ojos con respecto al Huésped.
Que todo pareciera ir bien, sin embargo, resultó ser un espejismo.
La herida que había sufrido Rox mejoró como las de sus compañeros convalecientes, pero a diferencia de los demás el medio australiano empezó a quedarse paralizado de forma progresiva. Sus músculos se agarrotaron poco a poco y sus extremidades dejaron de responder sin razón aparente, pues su hombro destrozado estaba cicatrizando bien y no había señales de infección. Nadie sabía el motivo, pero a finales de semana el coreano no era capaz de moverse sin ayuda y el norteño empezó a temer por su destino.
Milo se sentía impotente y su característica sonrisa desapareció, sustituida por una perpetua expresión de preocupación. Su habitual buen humor se ensombreció notablemente y empezó a reaccionar mal ante cosas que días atrás no le habrían afectado en absoluto. Respondía con mordacidad cuando alguien le dirigía la palabra, como si estuviera enfadado con todo el mundo, y aunque se arrepentía al instante de sus palabras era incapaz de pedir disculpas. Saber que nada de lo que hacía servía para que Rox mejorara estaba minando su moral por completo y le asustaba la posibilidad de que el humano corriera la misma suerte que sus dos compatriotas.
Aquel última día no había sido capaz de conciliar el sueño hasta bien entrada la noche, atormentado por la dificultosa respiración del medio australiano, y no llegó a despertar con el grito de Hyun. Horas mas tarde, sin embargo, recuperó la consciencia de forma brusca. Tardó unos segundos en comprender que le preocupaba tanto, pero cuando lo hizo se lanzó de cabeza hacia la cama del rubio.
—¿Rox? —le llamó en voz alta con los ojos muy abiertos. Un ligero roce de su frente le confirmó que tenía mucha fiebre—. No, no, no... —murmuró aterrado, comprendiendo que estaba completamente inconsciente.
Su mente, a pesar del shock inicial, trabajaba a toda potencia, buscando una solución que parecía inalcanzable. Tuvo una idea, sin embargo, y aunque le resultó improbable se aferró a ella como a un clavo ardiendo. Los hechizos que había traducido Pam no habían servido para curar al coreano, pero tal vez había más enterrados entre los escombros bajo los que habían hallado los primeros.
—Yo voy a salir ya, ¿quién me acompaña? —preguntó con más firmeza de la que sentía en cuanto puso al tanto a los demás de lo que había planeado.
No sabía si aquella salida iba a servir de algo, pero prefería fracasar habiéndolo intentado que sentarse a esperar lo inevitable.
Al día siguiente el hacker amaneció ojeroso, pero se levantó pronto a pesar de todo y empezó a trabajar sin mediar palabra. Con tanta gente incapacitada había que arrimar más el hombro y el moreno se aplicó el cuento con decisión, estableciéndose una rutina de tareas.
Todas las mañanas preparaba el desayuno y después subía a echar un vistazo a las heridas de los convalecientes. Cambiaba los vendajes con cuidado y les daba conversación con tono despreocupado para que no se les hiciera tedioso el proceso. Acordó con los demás que siempre hubiera alguien en las habitaciones para atender sus peticiones o hacerles amenas las horas, pero la vida en Letargo debía continuar. El norteño se turnaba en la cocina con Neil para que el aurva pasara mas tiempo con su edeel, seguía el ejemplo de Hyun con las tareas de limpieza y entrenaba por su cuenta cuando tenía tiempo libre. Las salidas a por comida siguieron haciéndose con el nuevo grupo sin ningún incidente, aunque no volvieron a encontrar chocolate en las cestas, y Milo se sentía más confiado con cada nueva expedición exitosa.
No todo fue trabajo durante aquella semana, sin embargo, pues el irrense confirmó por fin que era capaz de hacer magia. Le costó bastante llevar acabo el hechizo que le había enseñado Neil, pero consiguió congelar completamente el agua de un vaso con el conjuro térmico. Después se sintió agotado, pero animado por los esfuerzos de los demás y los experimentos de Eitne con el pulso púrpura continuó practicando con los otros sortilegios. Cada vez que veía a Rena, sin embargo, se sentía culpable por ser capaz de hacer algo que, a diferencia de su compatriota, nunca había deseado.
Sobre el Huésped no volvieron a tener noticias, pues parecía que se había marchado. Milo no confiaba del todo en dicha posibilidad, pues había demostrado ser un embaucador, pero una conversación con los más pequeños un par de días después del incidente le saco de dudas. Los niños le confirmaron que se había ido mientras les ayudaba a limpiar los ojos que habían pintado en las paredes. El irrense se sintió aliviado, por supuesto, pero se lo guardó para si y aprovechó un descanso para hablar con ellos sobre todo lo que había ocurrido en los últimos días. Fue una charla amigable, nada que ver con la encerrona que les habían preparado tiempo atrás, y al final de la misma el hacker estaba bastante seguro de que les había abierto los ojos con respecto al Huésped.
Que todo pareciera ir bien, sin embargo, resultó ser un espejismo.
La herida que había sufrido Rox mejoró como las de sus compañeros convalecientes, pero a diferencia de los demás el medio australiano empezó a quedarse paralizado de forma progresiva. Sus músculos se agarrotaron poco a poco y sus extremidades dejaron de responder sin razón aparente, pues su hombro destrozado estaba cicatrizando bien y no había señales de infección. Nadie sabía el motivo, pero a finales de semana el coreano no era capaz de moverse sin ayuda y el norteño empezó a temer por su destino.
Milo se sentía impotente y su característica sonrisa desapareció, sustituida por una perpetua expresión de preocupación. Su habitual buen humor se ensombreció notablemente y empezó a reaccionar mal ante cosas que días atrás no le habrían afectado en absoluto. Respondía con mordacidad cuando alguien le dirigía la palabra, como si estuviera enfadado con todo el mundo, y aunque se arrepentía al instante de sus palabras era incapaz de pedir disculpas. Saber que nada de lo que hacía servía para que Rox mejorara estaba minando su moral por completo y le asustaba la posibilidad de que el humano corriera la misma suerte que sus dos compatriotas.
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Aquel última día no había sido capaz de conciliar el sueño hasta bien entrada la noche, atormentado por la dificultosa respiración del medio australiano, y no llegó a despertar con el grito de Hyun. Horas mas tarde, sin embargo, recuperó la consciencia de forma brusca. Tardó unos segundos en comprender que le preocupaba tanto, pero cuando lo hizo se lanzó de cabeza hacia la cama del rubio.
—¿Rox? —le llamó en voz alta con los ojos muy abiertos. Un ligero roce de su frente le confirmó que tenía mucha fiebre—. No, no, no... —murmuró aterrado, comprendiendo que estaba completamente inconsciente.
Su mente, a pesar del shock inicial, trabajaba a toda potencia, buscando una solución que parecía inalcanzable. Tuvo una idea, sin embargo, y aunque le resultó improbable se aferró a ella como a un clavo ardiendo. Los hechizos que había traducido Pam no habían servido para curar al coreano, pero tal vez había más enterrados entre los escombros bajo los que habían hallado los primeros.
—Yo voy a salir ya, ¿quién me acompaña? —preguntó con más firmeza de la que sentía en cuanto puso al tanto a los demás de lo que había planeado.
No sabía si aquella salida iba a servir de algo, pero prefería fracasar habiéndolo intentado que sentarse a esperar lo inevitable.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
03/09/17, 07:54 pm
Nime se quedó en cama, sin ganas de abandonar el calorcito de las mantas a aquellas horas intempestivas. Aún no había salido el sol y las cosas ya estaban demasiado ajetreadas. El barullo la desveló, y terminó por levantarse a ver qué hacían Guille y Eitne solo para volver a la cama poco después a esperar a que amaneciese.
La niña seguía despierta cuando Milo se incorporó y examinó a Rox. Su respiración dificultosa estaba clavada en la cabeza de Nime, pero no había nada que ella pudiese hacer, salvo preocuparse. Se apuntó a la salida de ese día por dos motivos, y ambos tenían que ver con Rox. Necesitaba sentir que hacía algo útil, que podía ayudar. Si se esforzaban todos mucho, igual podían curar a Rox. El segundo motivo era que estar cerca del humano incrementaba su nerviosismo exponencialmente. Parecía un anciano en su lecho de muerte, pero sin arrugas.
Lo que no le acababa de gustar era que Hyun fuese con ellos. Se preguntó incluso si tramaba algo, pero luego se dio cuenta de que ya era hora de que dejase al chico en paz. Tal vez solo quería ayudar. Solo esperaba que no diese problemas, obviando que ella misma también podía ser una fuente importante de ellos. Después, la niña bajó a la cocina y desayunó picando de lo que pudo para tener energía para el día. En la armería se agenció una daga y una coraza de cuero roído, que no parecía que fuese a ayudar mucho, pero que la hacía sentirse un poco como una guerrera, y eso le daba algo de confianza en sí misma. Para salir necesitaba encontrar el valor que no tenía, y si tuviese pinturas, también se habría pintado la cara para tratar de ganarlo. Quería ser fuerte y hacer las cosas bien, quería que en Libo pudiesen estar orgullosos de ella, por muchas veces que hubiese metido la pata ya.
La niña seguía despierta cuando Milo se incorporó y examinó a Rox. Su respiración dificultosa estaba clavada en la cabeza de Nime, pero no había nada que ella pudiese hacer, salvo preocuparse. Se apuntó a la salida de ese día por dos motivos, y ambos tenían que ver con Rox. Necesitaba sentir que hacía algo útil, que podía ayudar. Si se esforzaban todos mucho, igual podían curar a Rox. El segundo motivo era que estar cerca del humano incrementaba su nerviosismo exponencialmente. Parecía un anciano en su lecho de muerte, pero sin arrugas.
Lo que no le acababa de gustar era que Hyun fuese con ellos. Se preguntó incluso si tramaba algo, pero luego se dio cuenta de que ya era hora de que dejase al chico en paz. Tal vez solo quería ayudar. Solo esperaba que no diese problemas, obviando que ella misma también podía ser una fuente importante de ellos. Después, la niña bajó a la cocina y desayunó picando de lo que pudo para tener energía para el día. En la armería se agenció una daga y una coraza de cuero roído, que no parecía que fuese a ayudar mucho, pero que la hacía sentirse un poco como una guerrera, y eso le daba algo de confianza en sí misma. Para salir necesitaba encontrar el valor que no tenía, y si tuviese pinturas, también se habría pintado la cara para tratar de ganarlo. Quería ser fuerte y hacer las cosas bien, quería que en Libo pudiesen estar orgullosos de ella, por muchas veces que hubiese metido la pata ya.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
04/09/17, 12:36 am
Aun no había amanecido cuando Pam despertó, pero aun así fue incapaz de volver a dormirse, mirando a ninguna parte en la oscuridad de la habitacional mientras sus compañero se levantaba, el movimiento se reactivaba y y su disgusto aumento. Aquella semana había sido horrible para la mona del queso, apenas había salido de la habitación y ahora tenia aquella pesadilla. Estaba harta de estar imposibilitada.
Y esa sensación aumento cuando la voz de Milo capto su atención. Ni se había percatado de cuando había amanecido. Pam giro su cabeza para mirar a Milo junto a Rox...y basto un simple vistazo al humano para percatarse de que la cosa haba terminado por empeorar del todo. Pam apretó los dientes y cerro los puños con fuerza mientras escucha a Milo explicando lo que ocurría, advirtiendo de que debía salir urgentemente, mientras la niña solo tenia ojos para Rox.
Sus esfuerzos por ayudarle, la magia que había traducido, nada de eso había servido para ayudar a Rox. ¿Existiría de verdad algo que pudiera salvarle en ese estado? Parecía que la muerte se cerniera sobre el, esperando a llevarse su ultimo aliento cuando no mirasen. << No, no , de ninguna manera...habrá algo allí afuera que lo salve, tiene que haberlo >> pensó Pam que por mas que deseaba apuntarse a la comitiva en búsqueda de algo que salvara a Rox no podía hacerlo. Se sentía pequeña, frustrada e inútil y ese maldito sueño donde era devorada por una araña y traicionada por una mariposa, no le parecía muy buen presagio tampoco. ¿Era realmente solo una pesadilla o querida decirle algo? ¿Alguien moriría? ¿Alguien en quien confiaran los traicionaría? Sus ojos no pudieron evitar posarse en Rox ante ese pensamiento. Pam había escuchado ya demasiadas cosas de las pesadillas de sus compañeros como para simplemente dejarlo a un lado como un simple sueño, por mas que lo deseara, su miedo no le ayudaba a pensar con racionalidad.
El no poder hacer nada por ayudar al humano no ayudaba tampoco. No tenían hechizos para salvarle y aun de tenerlo no estaba en sus manos el poder hacerlos, estaba hastiada de su situación, de la situación general en la que se encontraban, teniendo un compañero enfermo y solo pudiendo verlo morir lentamente. Realmente era como estar en una tela de araña con la muerte acechandoles.
-Yo me quedare con el...incluso sino puedo curarle ni devolverle la conciencia, no le dejare solo- dijo Pam mirando a Milo y haciendo un esfuerzo, lo veía como una especie de penitencia por haber sido tan inútil todo ese tiempo, se sentó junto a Rox agarrando la mano de su brazo bueno con fuerza. Que mas daba un poco de dolor cuando un compañero iba perdiendo la vida frente a sus narices. Realmente se sentía como una niña pequeña en esos momentos.
Y esa sensación aumento cuando la voz de Milo capto su atención. Ni se había percatado de cuando había amanecido. Pam giro su cabeza para mirar a Milo junto a Rox...y basto un simple vistazo al humano para percatarse de que la cosa haba terminado por empeorar del todo. Pam apretó los dientes y cerro los puños con fuerza mientras escucha a Milo explicando lo que ocurría, advirtiendo de que debía salir urgentemente, mientras la niña solo tenia ojos para Rox.
Sus esfuerzos por ayudarle, la magia que había traducido, nada de eso había servido para ayudar a Rox. ¿Existiría de verdad algo que pudiera salvarle en ese estado? Parecía que la muerte se cerniera sobre el, esperando a llevarse su ultimo aliento cuando no mirasen. << No, no , de ninguna manera...habrá algo allí afuera que lo salve, tiene que haberlo >> pensó Pam que por mas que deseaba apuntarse a la comitiva en búsqueda de algo que salvara a Rox no podía hacerlo. Se sentía pequeña, frustrada e inútil y ese maldito sueño donde era devorada por una araña y traicionada por una mariposa, no le parecía muy buen presagio tampoco. ¿Era realmente solo una pesadilla o querida decirle algo? ¿Alguien moriría? ¿Alguien en quien confiaran los traicionaría? Sus ojos no pudieron evitar posarse en Rox ante ese pensamiento. Pam había escuchado ya demasiadas cosas de las pesadillas de sus compañeros como para simplemente dejarlo a un lado como un simple sueño, por mas que lo deseara, su miedo no le ayudaba a pensar con racionalidad.
El no poder hacer nada por ayudar al humano no ayudaba tampoco. No tenían hechizos para salvarle y aun de tenerlo no estaba en sus manos el poder hacerlos, estaba hastiada de su situación, de la situación general en la que se encontraban, teniendo un compañero enfermo y solo pudiendo verlo morir lentamente. Realmente era como estar en una tela de araña con la muerte acechandoles.
-Yo me quedare con el...incluso sino puedo curarle ni devolverle la conciencia, no le dejare solo- dijo Pam mirando a Milo y haciendo un esfuerzo, lo veía como una especie de penitencia por haber sido tan inútil todo ese tiempo, se sentó junto a Rox agarrando la mano de su brazo bueno con fuerza. Que mas daba un poco de dolor cuando un compañero iba perdiendo la vida frente a sus narices. Realmente se sentía como una niña pequeña en esos momentos.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.Personajes : Hyun-su: el medio coreano medio estadounidense, serio, callado, cobarde, enclenque y egoista impulsado por su miedo.
altura: 1,77m
peso: 67 kg (estilizado)
edad: 15 años
Heridas/enfermedades : -Cicatrices en: mano, pecho, hombro y mejilla.
-Cojera por herida a medio curar en gemelo.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
04/09/17, 05:54 pm
Al final se quedo solo. No estaba seguro de que fuera lo que quería, pero la compañía no había sido algo que le complaciera. Quizás porque esperaba que fuera de gente a la que de verdad le importase. Así que las horas pasaron, y Hyun pensó sin parar en todo lo que había vivido, en lo que significaba. Se dio tiempo, para procesar, para asimilar. Y aunque al principio solo trataba de su lo triste que era su vida. Al final, como las lágrimas, esa tristeza también se secó. No desapareció, pero como la sal aderida a sus mejillas, era un suave escozor que acabo pasando por alto. La hidra que vio, la que guardaba su cama, se volvió el centro de sus preocupaciones. Su presencia resultó cálida incluso en aquel momento de puro pánico ¿Sería verdad?¿Le protegería todavía? Y aunque se repetía que era una alucinación, que estaba perdiendo la cordura, aquel sueño había sido real, no era discutible, lo había vivido. Y en el fondo le confortaba pensar que de verdad le protegiera lo más mínimo, que de algún modo siguiera ahí.
La paz que había construido el silencio hasta ese momento, entonces se rompió, y el escapismo que habían significado los pensamientos de Hyun por primera vez en rocavarancolia también se acabó. Los chicos del torreón bajaron mientras Milo explicaba que debían salir. Rox estaba peor que nunca, iban a por una cura. Al coreano le volvió el nudo a su garganta, culpable, culpable de no haberla ni visitado, de considerarse su amigo y no hacer nada. Dio un último vistazo a las paredes del torreón que en otro momento quizás le protegieron, pero que ahora solo acumulaban tantos días de sufrimiento, el odio de sus compañeros y el miedo que significaba el muro. Las paredes solo recordaban lo penoso que era y por una vez lo vio claro.
- Yo voy- Dijo. Quizás así Rox no le odiaría como el resto. Quizás el aire lo liberara aunque fueran unas horas. Quizás compensara algo. Aunque el miedo le acompañaba cada paso fuera, sabía que tenía que hacerlo o se pudriria. El cobarde de letargo.
La paz que había construido el silencio hasta ese momento, entonces se rompió, y el escapismo que habían significado los pensamientos de Hyun por primera vez en rocavarancolia también se acabó. Los chicos del torreón bajaron mientras Milo explicaba que debían salir. Rox estaba peor que nunca, iban a por una cura. Al coreano le volvió el nudo a su garganta, culpable, culpable de no haberla ni visitado, de considerarse su amigo y no hacer nada. Dio un último vistazo a las paredes del torreón que en otro momento quizás le protegieron, pero que ahora solo acumulaban tantos días de sufrimiento, el odio de sus compañeros y el miedo que significaba el muro. Las paredes solo recordaban lo penoso que era y por una vez lo vio claro.
- Yo voy- Dijo. Quizás así Rox no le odiaría como el resto. Quizás el aire lo liberara aunque fueran unas horas. Quizás compensara algo. Aunque el miedo le acompañaba cada paso fuera, sabía que tenía que hacerlo o se pudriria. El cobarde de letargo.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
05/09/17, 08:59 pm
Zob se detuvo faltando pocos escalones para llegar a la planta baja, algo no iba bien arriba. Los murmullos y la llamada de Milo a Rox terminaron de romper la calma que ya se estaba desmoronando en su interior. Subió rápidamente los escalones arrastrando sus manos por la pared para escuchar lo que decían, pero con algo nuevo dentro de el revolviéndose en su alma. Ni siquiera el ofrecimiento de Huyng lo impresiono tanto como lo que su mente le susurraba.
Verael había puesto a Rox así, un nublino camino a ser un demonio había mordido a su amigo, y parecía que había algún veneno en esa mordida. ...Y su otro amigo invocaba dedos muertos. - Y serán todos así. NO. Serán demonios. NO. Jamás volverás a Nubla VOLVERE No eres digno de estar aquí. LO SOY Demonios.... ¡NO!
- ¡Iré! - Dijo Zobriel asustado. La casa incendiándose y la muerte de Ain lo habían dejado en shock cuando paso, imposibilitado de gritar o susfrir en ese momento. Pero esto era menos cortante. Más profundo y cercano al corazón del nublino. Se aferraba siempre a sus amigos. Y a que siendo al final todos serian gloriosos dioses. - Iré con ustedes.- dijo sintiendo la boca pastosa.
Por primera vez sintió un miedo visceral de su siguiente acción. Si los dioses los habían elegido y los ponían a prueba ....¿ Por qué los demonios no hacían eso? ¿A eso se refería Verael cuando les dijo que les mintieron? ...pero el iba por salvar a Rox, porque era su amigo. Porque así todos serian elegidos. Porque quieres demostrarte que no eres como el otro nublino PORQUE ES MI AMIGO . Asintió con la cabeza para si mismo esperando que los demás salieran. No iba a dejar a Rox así, Coreano, humano, nublino, daba igual era su amigo y lo ayudaría como pudiera.
Verael había puesto a Rox así, un nublino camino a ser un demonio había mordido a su amigo, y parecía que había algún veneno en esa mordida. ...Y su otro amigo invocaba dedos muertos. - Y serán todos así. NO. Serán demonios. NO. Jamás volverás a Nubla VOLVERE No eres digno de estar aquí. LO SOY Demonios.... ¡NO!
- ¡Iré! - Dijo Zobriel asustado. La casa incendiándose y la muerte de Ain lo habían dejado en shock cuando paso, imposibilitado de gritar o susfrir en ese momento. Pero esto era menos cortante. Más profundo y cercano al corazón del nublino. Se aferraba siempre a sus amigos. Y a que siendo al final todos serian gloriosos dioses. - Iré con ustedes.- dijo sintiendo la boca pastosa.
Por primera vez sintió un miedo visceral de su siguiente acción. Si los dioses los habían elegido y los ponían a prueba ....¿ Por qué los demonios no hacían eso? ¿A eso se refería Verael cuando les dijo que les mintieron? ...pero el iba por salvar a Rox, porque era su amigo. Porque así todos serian elegidos. Porque quieres demostrarte que no eres como el otro nublino PORQUE ES MI AMIGO . Asintió con la cabeza para si mismo esperando que los demás salieran. No iba a dejar a Rox así, Coreano, humano, nublino, daba igual era su amigo y lo ayudaría como pudiera.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
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