Torreón Letargo (Archivo VI)
+16
Giniroryu
Zarket
Lobo_Negro
Hiss
Rocavarancolia Rol
Kanyum
Seth
Naeryan
Lathspell
Evanna
Kial
Manasard
Yber
Jikan11
Red
Muffie
20 participantes
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.Personajes : Hyun-su: el medio coreano medio estadounidense, serio, callado, cobarde, enclenque y egoista impulsado por su miedo.
altura: 1,77m
peso: 67 kg (estilizado)
edad: 15 años
Heridas/enfermedades : -Cicatrices en: mano, pecho, hombro y mejilla.
-Cojera por herida a medio curar en gemelo.
Torreón Letargo (Archivo VI)
22/11/15, 09:34 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La chica a la cual le había dado el martillo utilizó éste para arrancar, de uno de los edificios en ruinas, una puerta un tanto podrida y así utilizarla de escudo <<no era el uso que esperaba que le diera>>. Una vez tuvo la puerta le devolvió el martillo.
Milo inició la carga contra las bestias avanzando seguros y a un paso ligero. Una de las ratas tiró una primera espina causando el sobresalto de Hyung. Si podían disparar nada les paraba de acribillarles a todos ellos. Claramente les superaban las ratas en número. Hyung se asombró, sus compañeros seguían avanzando, no se esperaba semejante envalentonamiento. Los que se habían quedado detrás empezaron a lanzar huesos y piedras que cogían del suelo << ¿¡Pero que hacen!? ¿¡Quieren que nos disparen a nosotros!?>>. Hyung se aparto del grupo alarmado esperando una lluvia de espinas hacia ellos. La mirada hacia él de una de las ratas al apartarse un poco le provoco un sobresalto. Sin embargo poco le importó a la bestia Hyung pues se giró de nuevo hacia los que se dirigían a las cestas. La estrategia de distracción había hecho poco pues todos ellos seguían sin haber recibido un disparó y las ratas se centraban en Milo, Rox y Rena. Finalmente llegaron y empezaron a agarrar las cestas, Rox perdió una debido a una espina que quedó cerca de darle en la mano. Consiguieron cinco y tiraron el resto distrayendo a unas cuantas ratas.
Tocaba huir, Los niños empezaron a correr Hyung aceleró << ¡no puedo quedarme atrás!>>. Hyung fue todo lo rápido que pudo dejando atrás a los demás. Frenó una vez una vez oyó el grito eufórico de Rox; estaban a salvo. La celebración de la victoria de Rox le provoco una risa tímida y bajita a Hyung. Era contagiosa su felicidad y por muy poco que hubiera hecho Hyung él también consideraba eso su victoria. El grupo se tomo un rato para recuperar el aliento y decidirse en que iban a hacer ahora. La atención de varios se dirigió a una especie de torre no muy lejos de allí. Finalmente se decidieron por avanzar hacía ésta para verla mejor.
Llegaron a la torre fácilmente. Menos mal no tuvieron problemas al continuar su camino hacia ésta. Hyung se paró ante ella y echó un vistazo largo. Aquel edificio de gran tamaño debía de tener un total de al menos tres plantas de bastante altura. Se encontraba rodeado de una franja de tierra y cubierto de enredaderas escondiendo lo que parecía la puerta, identificada como tal debido a que ésta daba a un puente levadizo que conectaba el torreón con la calle.
-Eso debe de ser la puerta. Aunque no estoy muy seguro.- dijo en un tono bajo. - Si queréis entrar ir vosotros primeros, pero tener en cuenta que allí podría haber cualquier cosa.
La chica a la cual le había dado el martillo utilizó éste para arrancar, de uno de los edificios en ruinas, una puerta un tanto podrida y así utilizarla de escudo <<no era el uso que esperaba que le diera>>. Una vez tuvo la puerta le devolvió el martillo.
Milo inició la carga contra las bestias avanzando seguros y a un paso ligero. Una de las ratas tiró una primera espina causando el sobresalto de Hyung. Si podían disparar nada les paraba de acribillarles a todos ellos. Claramente les superaban las ratas en número. Hyung se asombró, sus compañeros seguían avanzando, no se esperaba semejante envalentonamiento. Los que se habían quedado detrás empezaron a lanzar huesos y piedras que cogían del suelo << ¿¡Pero que hacen!? ¿¡Quieren que nos disparen a nosotros!?>>. Hyung se aparto del grupo alarmado esperando una lluvia de espinas hacia ellos. La mirada hacia él de una de las ratas al apartarse un poco le provoco un sobresalto. Sin embargo poco le importó a la bestia Hyung pues se giró de nuevo hacia los que se dirigían a las cestas. La estrategia de distracción había hecho poco pues todos ellos seguían sin haber recibido un disparó y las ratas se centraban en Milo, Rox y Rena. Finalmente llegaron y empezaron a agarrar las cestas, Rox perdió una debido a una espina que quedó cerca de darle en la mano. Consiguieron cinco y tiraron el resto distrayendo a unas cuantas ratas.
Tocaba huir, Los niños empezaron a correr Hyung aceleró << ¡no puedo quedarme atrás!>>. Hyung fue todo lo rápido que pudo dejando atrás a los demás. Frenó una vez una vez oyó el grito eufórico de Rox; estaban a salvo. La celebración de la victoria de Rox le provoco una risa tímida y bajita a Hyung. Era contagiosa su felicidad y por muy poco que hubiera hecho Hyung él también consideraba eso su victoria. El grupo se tomo un rato para recuperar el aliento y decidirse en que iban a hacer ahora. La atención de varios se dirigió a una especie de torre no muy lejos de allí. Finalmente se decidieron por avanzar hacía ésta para verla mejor.
Llegaron a la torre fácilmente. Menos mal no tuvieron problemas al continuar su camino hacia ésta. Hyung se paró ante ella y echó un vistazo largo. Aquel edificio de gran tamaño debía de tener un total de al menos tres plantas de bastante altura. Se encontraba rodeado de una franja de tierra y cubierto de enredaderas escondiendo lo que parecía la puerta, identificada como tal debido a que ésta daba a un puente levadizo que conectaba el torreón con la calle.
-Eso debe de ser la puerta. Aunque no estoy muy seguro.- dijo en un tono bajo. - Si queréis entrar ir vosotros primeros, pero tener en cuenta que allí podría haber cualquier cosa.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
24/10/16, 04:59 pm
Rena se preocupó más cuando oyó la voz cortada de Nime respondiéndole. Tuvo un desagradable dejà vu.
-No voy a reirme de ti, Nime, solo quiero ayudarte- respondió, tratando de sonar calmada y resistiendo las ganas de abrir la puerta antes de esperar ninguna respuesta de la niña- Dime qué ha pasado, por favor.
El orgullo era uno de sus defectos y parecía serlo también de la libense. Se cruzó de brazos y aguardó a que la niña abriera la puerta, pegando la oreja por si oia algo más. No obstante, la paciencia no era lo suyo, y si veía que tardaba demasiado entraría igualmente.
-No voy a reirme de ti, Nime, solo quiero ayudarte- respondió, tratando de sonar calmada y resistiendo las ganas de abrir la puerta antes de esperar ninguna respuesta de la niña- Dime qué ha pasado, por favor.
El orgullo era uno de sus defectos y parecía serlo también de la libense. Se cruzó de brazos y aguardó a que la niña abriera la puerta, pegando la oreja por si oia algo más. No obstante, la paciencia no era lo suyo, y si veía que tardaba demasiado entraría igualmente.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
24/10/16, 07:07 pm
Nime, en vez de responder, alcanzó el tirador de la puerta y abrió una rendija. Le hizo una señal a Rena para que entrase, con la intención de cerrar la puerta de nuevo. No sabía cuánta gente podía haberse enterado de lo que acababa de pasar, pero cuanta menos, mejor.
Gateó hasta donde había estado acurrucada y se sentó de nuevo, abrazada a sus rodillas, evitando mirar directamente a Rena para que no viese su cara probablemente roja.
—Tuve un sueño. Tuvo que ser un sueño. Pero era real. Te juro que no te estoy mintiendo… es como dijeron los demás aquel día... Yo creía que no se podían tener pesadillas así, y, y… Estaba en un torneo, y tenían prisionero a Ain y querían hacerme pelear con un bicho pájaro que hablaba. Y no queríamos pelearnos y… y todo se volvió en nuestra contra. Me perseguía un felino, me quería matar… y en el mar un monstruo horrible… me mató. Me ahogué, me golpeó, ¡y dolía! —Se frotó la cara con las manos al notar que volvían a salir lágrimas de sus ojos—. Recuerdo cómo me morí, lo recuerdo todo como si pasase de verdad. Vas a pensar que me lo invento, vas… ¡ah! —Levantó la cabeza y la miró—. Hasta me acuerdo del hechizo que me hicieron aprender, ¿te lo demuestro? Lo podría repetir las veces que sean porque no me lo estoy inventando. ¡No lloraría por una pesadilla tonta normal!
El hechizo era tan corto que lo recitó sin necesidad de escarbar demasiado en sus recuerdos.
Gateó hasta donde había estado acurrucada y se sentó de nuevo, abrazada a sus rodillas, evitando mirar directamente a Rena para que no viese su cara probablemente roja.
—Tuve un sueño. Tuvo que ser un sueño. Pero era real. Te juro que no te estoy mintiendo… es como dijeron los demás aquel día... Yo creía que no se podían tener pesadillas así, y, y… Estaba en un torneo, y tenían prisionero a Ain y querían hacerme pelear con un bicho pájaro que hablaba. Y no queríamos pelearnos y… y todo se volvió en nuestra contra. Me perseguía un felino, me quería matar… y en el mar un monstruo horrible… me mató. Me ahogué, me golpeó, ¡y dolía! —Se frotó la cara con las manos al notar que volvían a salir lágrimas de sus ojos—. Recuerdo cómo me morí, lo recuerdo todo como si pasase de verdad. Vas a pensar que me lo invento, vas… ¡ah! —Levantó la cabeza y la miró—. Hasta me acuerdo del hechizo que me hicieron aprender, ¿te lo demuestro? Lo podría repetir las veces que sean porque no me lo estoy inventando. ¡No lloraría por una pesadilla tonta normal!
El hechizo era tan corto que lo recitó sin necesidad de escarbar demasiado en sus recuerdos.
- Rocavarancolia Rol
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
24/10/16, 07:07 pm
El miembro 'Tak' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 86
'Dado de 100 caras' : 86
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
24/10/16, 07:50 pm
Rena entró en el cuarto de baño y se sentó cerca de Nnime para oirla hablar sin problema. Aun con la oscuridad podía confirmar que Nime había estado llorando.
<< Otra más>>
Le puso un poco nerviosa. Estaba claro que esos sueños no tenían nada de normales, que algo estaba influyendo en ellos. Escuchó con atención, imaginando el miedo que habría pasado con el sueño, y antes de que terminase de hablar la abrazó con el brazo no-metálico.
-No hace falta que me demuestres na-
Pero lo hizo, y Rena estornudó con violencia separándose de Nime y de la nube de especias que había estallado entre ellas. Estornudó una segunda vez, y una tercera, y los ojos empezaron a llorarle. A pesar de todo sonrió, riendo a duras penas entre el llanto involuntario.
-¡Joder, magia! ¡Has hecho magia! Como AAAAAGH-se llevó las manos a los ojos y se los frotó, algo de lo que se arrepintió inmediatamente.- ¡Joderrrrrr como escueceeeee! ¡Puta mierda! Nime, ayúdame a llegar abajo.
Lo poco que había aprendido de sus trastadas era que el agua para las sustancias irritantes en los ojos no era una buena idea. Bajó a trompicones por las escaleras hasta la cocina y pidió leche para echársela en los ojos.
<< Otra más>>
Le puso un poco nerviosa. Estaba claro que esos sueños no tenían nada de normales, que algo estaba influyendo en ellos. Escuchó con atención, imaginando el miedo que habría pasado con el sueño, y antes de que terminase de hablar la abrazó con el brazo no-metálico.
-No hace falta que me demuestres na-
Pero lo hizo, y Rena estornudó con violencia separándose de Nime y de la nube de especias que había estallado entre ellas. Estornudó una segunda vez, y una tercera, y los ojos empezaron a llorarle. A pesar de todo sonrió, riendo a duras penas entre el llanto involuntario.
-¡Joder, magia! ¡Has hecho magia! Como AAAAAGH-se llevó las manos a los ojos y se los frotó, algo de lo que se arrepintió inmediatamente.- ¡Joderrrrrr como escueceeeee! ¡Puta mierda! Nime, ayúdame a llegar abajo.
Lo poco que había aprendido de sus trastadas era que el agua para las sustancias irritantes en los ojos no era una buena idea. Bajó a trompicones por las escaleras hasta la cocina y pidió leche para echársela en los ojos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
25/10/16, 12:34 am
Llevaba tanto tiempo sin sentir la cercanía de nadie que no tuvo ningún problema en dejarse abrazar por Rena. Era un poco como volver a estar en casa, tener a su familia cerca para apoyarla cuando lo necesitaba. Y en ese momento lo necesitaba, y mucho.
No esperaba nada de la demostración que hizo, solamente resultar un poco menos patética, y sin embargo de pronto había una sensación nueva recorriendo su cuerpo y buscando una salida. No habría sido capaz de describirlo si tuviese que ponerle palabras. Se quedó atónita presenciando la explosión de especias, que pronto se le metió en la nariz y, en menor medida que a Rena, también en los ojos. Mientras estornudaba, y por el desconcierto, no fue consciente del ligero agotamiento que empezaba a sentir.
—¿Ha sido…? ¿De verdad? —Por fin fue capaz de sonreír un poco, aún con los ojos hinchados y las especias pegadas a sus mejillas mojadas—. ¡Es imposible!
Se levantó y cogió a Rena de la mano para bajar juntas las escaleras, ambas con los ojos entrecerrados.
—¡He hecho magia! —exclamó al llegar a la planta baja. Solo tenía una ligera idea de quién estaba presente porque todos parecían borrones. Cada vez que se frotaba los ojos, el picor iba a peor.
El mal cuerpo que le había dejado el sueño seguía ahí, y también el cansancio acumulado, pero Nime creía que aquella noticia merecía ser contada de inmediato. «Al menos ahora parece que tengo así la cara por las especias» pensó. No sabía ni qué explicar. Era tan absurdo que costaba encontrarle el sentido: de casualidad un sueño le había revelado un hechizo para algo tan ridículo como conseguir hierbas aromáticas. Parecía una broma. Se habría preguntado seriamente si lo era de no haber sentido aquella energía en sus propias carnes.
—¡Mirad! —dijo para llamar la atención de los presentes. Quería repetir el espectáculo, pero al volver a recitar el hechizo lo hizo de forma atropellada y algo no terminó de funcionar, por lo que no pasó absolutamente nada—. ¿Eh?
Las mejillas de la niña se encendieron al instante.
No esperaba nada de la demostración que hizo, solamente resultar un poco menos patética, y sin embargo de pronto había una sensación nueva recorriendo su cuerpo y buscando una salida. No habría sido capaz de describirlo si tuviese que ponerle palabras. Se quedó atónita presenciando la explosión de especias, que pronto se le metió en la nariz y, en menor medida que a Rena, también en los ojos. Mientras estornudaba, y por el desconcierto, no fue consciente del ligero agotamiento que empezaba a sentir.
—¿Ha sido…? ¿De verdad? —Por fin fue capaz de sonreír un poco, aún con los ojos hinchados y las especias pegadas a sus mejillas mojadas—. ¡Es imposible!
Se levantó y cogió a Rena de la mano para bajar juntas las escaleras, ambas con los ojos entrecerrados.
—¡He hecho magia! —exclamó al llegar a la planta baja. Solo tenía una ligera idea de quién estaba presente porque todos parecían borrones. Cada vez que se frotaba los ojos, el picor iba a peor.
El mal cuerpo que le había dejado el sueño seguía ahí, y también el cansancio acumulado, pero Nime creía que aquella noticia merecía ser contada de inmediato. «Al menos ahora parece que tengo así la cara por las especias» pensó. No sabía ni qué explicar. Era tan absurdo que costaba encontrarle el sentido: de casualidad un sueño le había revelado un hechizo para algo tan ridículo como conseguir hierbas aromáticas. Parecía una broma. Se habría preguntado seriamente si lo era de no haber sentido aquella energía en sus propias carnes.
—¡Mirad! —dijo para llamar la atención de los presentes. Quería repetir el espectáculo, pero al volver a recitar el hechizo lo hizo de forma atropellada y algo no terminó de funcionar, por lo que no pasó absolutamente nada—. ¿Eh?
Las mejillas de la niña se encendieron al instante.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
26/10/16, 04:15 am
Aquel día no salieron del torreón, y el descanso fue bien recibido por todos en opinión de Zobriel. La presencia de la ciudad era ominosa y raramente dejaba de hacerse sentir, pero día tras día una rutina medianamente tensa, había hecho que el nublino se tomara las cosas con más calma a la fuerza. Dejo de ver sobre el hombro cada segundo y sus músculos apreciaron el que dejara de adoptar la filosofía de un resorte bajo presión.
Incluso una mañana había lanzado una minúscula cascara de fruta a Nime, lo que conllevo a un mayúsculo conflicto en la cocina, varias frutas sacrificadas en un holocausto de jugos y algunas miradas desaprobatorias.
Se había tomado su entrenamiento bastante en serio, practicaba con arco a diario coincidiendo muchas veces con Adru y los demás. Aunque no todos eran días buenos, notaba que tanto el como los otros mejoraban de a pocos. También pasaban por su cabeza ideas de como seria practicar magia como la de aquel nefasto cuento. Las flechas eran una cosa, pero lanzar bolas de fuego una y otra vez ya le parecía muy raro.
El preciado jardín del torreón también había dado sus frutos, no era la gran cosa, pero unos retoños ya estaban brotando. Zob había conseguido unas ramas escuálidas que esperaba pudieran crecer un poco. Además que las q no llegaban a sobrevivir, correctamente secas, eran siempre bien recibidas por el pequeño Eitne. El día que el daeliciano empezó a pintar por todo lado con los demás, Zob estaba dando vueltas y vueltas como un gato a punto de ser echado a una bañera con agua fría, mientras miraba el jardín y esperaba q no decidieran decorarlo en tropel.
Después de unos cuantos días ya había recuperado la costumbre de levantarse temprano así que cuando oyó algunos ruidos provenientes de la otra habitación, no se preocupo (no mucho) ni tuvo q salir corriendo. Termino de cambiarse tranquilamente y camino hacia el otro cuarto. Los ruidos lo habían dejado atrás y ya estaban en la cocina.
- Bu-Buenos diaaas – dijo mientras bostezaba y se encogía de hombros. Bajo paso a paso la escalera con toda la pereza del mundo. Cuando llego a la cocina Rena estaba sufriendo alguna clase de cosa en los ojos pero alguien dijo aquella palabra q lo dejo congelado en la entrada. - Magia...como... ¿de verdad? Rena, tu, por eso... ¿Cómo lo hiciste? – dijo sentándose en la mesa y mirando a chica muy fijamente. Se le había pasado el sueño y bien podría olvidarse del desayuno dos veces. – repítelo todo leeeentamente – parecía que lo que fuese que afectaba a Rena también tenia un poco de efecto sobre la libense, eso no podía ser coincidencia. Aquello iba en serio, así que añadió - ¿Por favor?
Incluso una mañana había lanzado una minúscula cascara de fruta a Nime, lo que conllevo a un mayúsculo conflicto en la cocina, varias frutas sacrificadas en un holocausto de jugos y algunas miradas desaprobatorias.
Se había tomado su entrenamiento bastante en serio, practicaba con arco a diario coincidiendo muchas veces con Adru y los demás. Aunque no todos eran días buenos, notaba que tanto el como los otros mejoraban de a pocos. También pasaban por su cabeza ideas de como seria practicar magia como la de aquel nefasto cuento. Las flechas eran una cosa, pero lanzar bolas de fuego una y otra vez ya le parecía muy raro.
El preciado jardín del torreón también había dado sus frutos, no era la gran cosa, pero unos retoños ya estaban brotando. Zob había conseguido unas ramas escuálidas que esperaba pudieran crecer un poco. Además que las q no llegaban a sobrevivir, correctamente secas, eran siempre bien recibidas por el pequeño Eitne. El día que el daeliciano empezó a pintar por todo lado con los demás, Zob estaba dando vueltas y vueltas como un gato a punto de ser echado a una bañera con agua fría, mientras miraba el jardín y esperaba q no decidieran decorarlo en tropel.
Después de unos cuantos días ya había recuperado la costumbre de levantarse temprano así que cuando oyó algunos ruidos provenientes de la otra habitación, no se preocupo (no mucho) ni tuvo q salir corriendo. Termino de cambiarse tranquilamente y camino hacia el otro cuarto. Los ruidos lo habían dejado atrás y ya estaban en la cocina.
- Bu-Buenos diaaas – dijo mientras bostezaba y se encogía de hombros. Bajo paso a paso la escalera con toda la pereza del mundo. Cuando llego a la cocina Rena estaba sufriendo alguna clase de cosa en los ojos pero alguien dijo aquella palabra q lo dejo congelado en la entrada. - Magia...como... ¿de verdad? Rena, tu, por eso... ¿Cómo lo hiciste? – dijo sentándose en la mesa y mirando a chica muy fijamente. Se le había pasado el sueño y bien podría olvidarse del desayuno dos veces. – repítelo todo leeeentamente – parecía que lo que fuese que afectaba a Rena también tenia un poco de efecto sobre la libense, eso no podía ser coincidencia. Aquello iba en serio, así que añadió - ¿Por favor?
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
27/10/16, 02:28 am
—Si supiera como se juega te ayudaba. —le dio otra palmadita más en la espalda entre risas, siguiéndole de cerca. Sacudió la cabeza, se encogió de hombros y sonrió para quitarle importancia a la segunda cuestión—. Bah. Nada que un día de descanso no pueda curar.
Que al final no hubiera salida le sirvió de bálsamo. Lo último que necesitaban ese día eran malas noticias o pasársela dentro del torreón con agobio por como les fuera en el exterior, mas como compensa al desastre de la noche el resto del día pasó sin pena ni gloria. Rox aprovecharía entonces para hablar con Rena en privado y centrar la mente en cualquier otra cosa que mantuviera el recuerdo del sueño todo lo enterrado posible, o bien, cualquier detalle que le asegurase que solo había sido ficción.
Durante los próximos días Rox no pudo evitar sentirse especialmente cargado. Su miedo y desconfianza hacia Pam y Drusar pasó lo más inadvertido posible hasta desaparecer, y a pesar del apoyo y sus buenas relaciones en general con sus compañeros, el coreano cada vez necesitaba más ratos a solas que le aislaran de la situación en la que se encontraban. Con excepciones, su rutina no varió demasiado; los juegos y entrenamientos le ayudaban a despejarse, pero había momentos en los que no quería forzarse a ser positivo o, sencillamente, hablar con nadie. No era muy difícil pillarle en la habitación contemplando sin más la figurita con forma de delfín que Neil le había hecho.
Si bien sus pesadillas eran agua pasada en ese punto, la mella que había dejado tras de sí era bastante notable. El detalle de que en un principio Rocavarancolia le hubiera hecho hasta ilusión ahora le resultaba muy patético.
Dejó de bromear tan a menudo durante los ejercicios físicos, amoldándose al ritmo de los demás y tomándolo con la seriedad que requería. Su puntería no era nada del otro mundo, ni su fuerza y resistencia tal como para probar con escudos pesados, por lo que se limitó a cualquier arma que le permitiera moverse deprisa. No es que tuvieran un profesor experto en armas, pero poco a poco se sentía más seguro manejando su cimitarra y su alabarda, a pesar de los cortes tontos que se hacía con cada movimiento en falso o giro de muñeca mal dado.
Más allá de las prácticas para sobrevivir y las salidas (las cuales no dejó de lado), el medio australiano también ayudó a cubrir el torreón de ojos, por mucho mal rollo que le diera. Veía el motivo noble en la propuesta del daeliciano, y por supuesto no iba a debatírselo, pero resultaba casi agobiante cambiarse, comer o dormir en un sitio cuyas paredes tenían ojos. Quemó el resto del tiempo enseñándoles a jugar a las cartas: desde los juegos más simples a los más complicados que conocía. Milo pareció especialmente interesado en ellos, por lo que se entretuvo dándole clases particulares. El irrense no se hizo de esperar, absorbiendo de forma rápida las normas y trucos de diversos juegos, así como superando al propio maestro. Aunque en ocasiones sospechaba de que hacía trampas, el coreano las dejaba pasar entre risas. La música terrestre fue otro motivo de interés, con lo que Rox se vio en cada sesión de cartas compartiendo auriculares con el moreno, y tratando de desembuchar todas las letras de memoria... o inventárselas por la coña.
Aquella mañana su reloj interno no quiso funcionar. Ni siquiera el grito de Nime fue capaz de romper su profunda burbuja del sueño, cosa que sí lograron los ruidos y cuchicheos posteriores. El chico funcionaba con lag; para cuando se puso en pie, desubicado, Rena, Pam, Eitne y Nime ya estaban "desaparecidos en combate".
—¿Qué hora es...? —preguntó sin dirigirse a nadie en concreto, puede que hablándole a camas vacías. El estruendo de los estornudos y el eco de la palabra "magia" no muy lejos le hizo mirar hacia la puerta de la habitación, extrañado—. ¿Eh?
Apenas un poco más espabilado, el humano se estiró por el camino en dirección a la planta de abajo. No bajó a tiempo para escuchar el inicio de la conversación.
—No sé quien ha estornudado, pero menudo ruidazo, chaval... —saludó con una mano mientra se frotaba los ojos con la otra, pasando a la cocina con aires dormidos.
El despiste le había hecho saltarse el protocolo de ponerse el binder, pero con un poco de suerte la camiseta que usaba de pijama sería lo suficientemente ancha como para no delatarle a simple vista.
Que al final no hubiera salida le sirvió de bálsamo. Lo último que necesitaban ese día eran malas noticias o pasársela dentro del torreón con agobio por como les fuera en el exterior, mas como compensa al desastre de la noche el resto del día pasó sin pena ni gloria. Rox aprovecharía entonces para hablar con Rena en privado y centrar la mente en cualquier otra cosa que mantuviera el recuerdo del sueño todo lo enterrado posible, o bien, cualquier detalle que le asegurase que solo había sido ficción.
Durante los próximos días Rox no pudo evitar sentirse especialmente cargado. Su miedo y desconfianza hacia Pam y Drusar pasó lo más inadvertido posible hasta desaparecer, y a pesar del apoyo y sus buenas relaciones en general con sus compañeros, el coreano cada vez necesitaba más ratos a solas que le aislaran de la situación en la que se encontraban. Con excepciones, su rutina no varió demasiado; los juegos y entrenamientos le ayudaban a despejarse, pero había momentos en los que no quería forzarse a ser positivo o, sencillamente, hablar con nadie. No era muy difícil pillarle en la habitación contemplando sin más la figurita con forma de delfín que Neil le había hecho.
Si bien sus pesadillas eran agua pasada en ese punto, la mella que había dejado tras de sí era bastante notable. El detalle de que en un principio Rocavarancolia le hubiera hecho hasta ilusión ahora le resultaba muy patético.
Dejó de bromear tan a menudo durante los ejercicios físicos, amoldándose al ritmo de los demás y tomándolo con la seriedad que requería. Su puntería no era nada del otro mundo, ni su fuerza y resistencia tal como para probar con escudos pesados, por lo que se limitó a cualquier arma que le permitiera moverse deprisa. No es que tuvieran un profesor experto en armas, pero poco a poco se sentía más seguro manejando su cimitarra y su alabarda, a pesar de los cortes tontos que se hacía con cada movimiento en falso o giro de muñeca mal dado.
Más allá de las prácticas para sobrevivir y las salidas (las cuales no dejó de lado), el medio australiano también ayudó a cubrir el torreón de ojos, por mucho mal rollo que le diera. Veía el motivo noble en la propuesta del daeliciano, y por supuesto no iba a debatírselo, pero resultaba casi agobiante cambiarse, comer o dormir en un sitio cuyas paredes tenían ojos. Quemó el resto del tiempo enseñándoles a jugar a las cartas: desde los juegos más simples a los más complicados que conocía. Milo pareció especialmente interesado en ellos, por lo que se entretuvo dándole clases particulares. El irrense no se hizo de esperar, absorbiendo de forma rápida las normas y trucos de diversos juegos, así como superando al propio maestro. Aunque en ocasiones sospechaba de que hacía trampas, el coreano las dejaba pasar entre risas. La música terrestre fue otro motivo de interés, con lo que Rox se vio en cada sesión de cartas compartiendo auriculares con el moreno, y tratando de desembuchar todas las letras de memoria... o inventárselas por la coña.
Aquella mañana su reloj interno no quiso funcionar. Ni siquiera el grito de Nime fue capaz de romper su profunda burbuja del sueño, cosa que sí lograron los ruidos y cuchicheos posteriores. El chico funcionaba con lag; para cuando se puso en pie, desubicado, Rena, Pam, Eitne y Nime ya estaban "desaparecidos en combate".
—¿Qué hora es...? —preguntó sin dirigirse a nadie en concreto, puede que hablándole a camas vacías. El estruendo de los estornudos y el eco de la palabra "magia" no muy lejos le hizo mirar hacia la puerta de la habitación, extrañado—. ¿Eh?
Apenas un poco más espabilado, el humano se estiró por el camino en dirección a la planta de abajo. No bajó a tiempo para escuchar el inicio de la conversación.
—No sé quien ha estornudado, pero menudo ruidazo, chaval... —saludó con una mano mientra se frotaba los ojos con la otra, pasando a la cocina con aires dormidos.
El despiste le había hecho saltarse el protocolo de ponerse el binder, pero con un poco de suerte la camiseta que usaba de pijama sería lo suficientemente ancha como para no delatarle a simple vista.
- ♪♫♬:
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
27/10/16, 02:40 am
El día pasó rápidamente con Adru rondándole para animarle y Neil decidió olvidar todo por lo que había llorado en pos de divertirse con sus compañeros, aunque no podía evitar tener un huequito en su corazón triste y desolado.
Neil pasó los siguientes días sin hacer otra cosa que no fuera tallar y cocinar, lo que siempre le terminaba generando sensaciones agridulces, ya que no podía evitar estar feliz por hacer aquello que le apasionaba y a la vez nostálgico y triste por recordar que no siempre había trabajado en silencio y que el instrumento de Nora ya no sonaría más para él. Había comenzado a pedirles a sus compañeros que le describieran animales, plantas o cosas representativas de sus mundos, de manera que él pudiera tallárselas y regalárselas, pero pronto empezó a ir dejando sus tallas, entre las cuales se encontraban varios ojos como su granito de arena al proyecto de Eitne, por todo el torreón. Podían encontrarse tallas de distintos animales por todas las superficies del lugar, ya fueran estanterías, mesas o mesillas, aunque los ojos solo los ponía cerca de las puertas y en las ventanas. Eitne había dicho que espantarían a los monstruos y él le había creído. Los ojos representaban el alma, la parte más pura de uno mismo. Los monstruos tenían que tener miedo de algo y para Neil no había cosa más lógica que la idea de que lo que asustaba a los monstruos eran las partes puras y limpias de las personas.
A pesar de que dedicaba la mayoría de su tiempo a tallas no se encontraba del todo solo, ya que Rena había empezado a trabajar con él y a pedirle ayuda para mejoras. Neil había intentado corregirle lo menos posible, asustado por las represalias de un posible enfado. Rena era realmente muy agradable y simpática, pero el aurva no quería tentar a la suerte enfadándola, lo que menos quería en aquel momento el sinhadre era probar el dolor de un puño metálico en su cara. Aun así, no pudo evitar disfrutar mucho de ella, de su compañía y de poder tallar con alguien a su lado que le diera constantemente su opinión.
Otra persona que estuvo rondándole mientras tallaba era, como no, su edeel, quien solía mirarle trabajar, alabar su trabajo y pedirle que le hiciera lagartos, los cuales el aurva había perfeccionado a lo largo de su convivencia con Adru. Desde el principio, Neil siempre se había sentido feliz de que Adru alabara su trabajo y le pidiera que tallara para ella. Neil se realmente se veía capaz de hacer todo lo que su edeel le pidiera, por mucho miedo que esto le pudiera dar. Exceptuando, por razones obvias, el que metiera sus manos en la comida. Neil adoraba profundamente a su edeel, pero no podía tolerar por nada del mundo (cualquiera que fuera el mundo donde se encontraran) que alguien como Adru, que no sabía ni hacer un simple sandwich sin hacerse tres heridas distintas, intentara cocinar, destrozando la comida y sus nervios por el camino. No, eso era algo que el sinhadre tenía bien claro y que la marca en la mano de Adru y el rapido movimiento que el aurva hacía con el cucharón como acto reflejo corroboraban.
Aquella mañana despertó con la vaga impresión de que un grito lejano había perturbado su sueño, pero se encontraba tan profundamente dormido que bien podía haber formado parte de un sueño o una pesadilla. Lo único que tenía claro Neil al despertarse era que moría de hambre y eso era algo que debía solucionar con rapidez.
Cuando llegó a la planta baja encontró a varios de sus compañeros mirando a Nime de forma expectante. Neil, sin querer molestar, pero intrigado a su vez, se acercó a ellos esperando ver aquello que todos esperaban, aunque él no sabía qué era esto.
Neil pasó los siguientes días sin hacer otra cosa que no fuera tallar y cocinar, lo que siempre le terminaba generando sensaciones agridulces, ya que no podía evitar estar feliz por hacer aquello que le apasionaba y a la vez nostálgico y triste por recordar que no siempre había trabajado en silencio y que el instrumento de Nora ya no sonaría más para él. Había comenzado a pedirles a sus compañeros que le describieran animales, plantas o cosas representativas de sus mundos, de manera que él pudiera tallárselas y regalárselas, pero pronto empezó a ir dejando sus tallas, entre las cuales se encontraban varios ojos como su granito de arena al proyecto de Eitne, por todo el torreón. Podían encontrarse tallas de distintos animales por todas las superficies del lugar, ya fueran estanterías, mesas o mesillas, aunque los ojos solo los ponía cerca de las puertas y en las ventanas. Eitne había dicho que espantarían a los monstruos y él le había creído. Los ojos representaban el alma, la parte más pura de uno mismo. Los monstruos tenían que tener miedo de algo y para Neil no había cosa más lógica que la idea de que lo que asustaba a los monstruos eran las partes puras y limpias de las personas.
A pesar de que dedicaba la mayoría de su tiempo a tallas no se encontraba del todo solo, ya que Rena había empezado a trabajar con él y a pedirle ayuda para mejoras. Neil había intentado corregirle lo menos posible, asustado por las represalias de un posible enfado. Rena era realmente muy agradable y simpática, pero el aurva no quería tentar a la suerte enfadándola, lo que menos quería en aquel momento el sinhadre era probar el dolor de un puño metálico en su cara. Aun así, no pudo evitar disfrutar mucho de ella, de su compañía y de poder tallar con alguien a su lado que le diera constantemente su opinión.
Otra persona que estuvo rondándole mientras tallaba era, como no, su edeel, quien solía mirarle trabajar, alabar su trabajo y pedirle que le hiciera lagartos, los cuales el aurva había perfeccionado a lo largo de su convivencia con Adru. Desde el principio, Neil siempre se había sentido feliz de que Adru alabara su trabajo y le pidiera que tallara para ella. Neil se realmente se veía capaz de hacer todo lo que su edeel le pidiera, por mucho miedo que esto le pudiera dar. Exceptuando, por razones obvias, el que metiera sus manos en la comida. Neil adoraba profundamente a su edeel, pero no podía tolerar por nada del mundo (cualquiera que fuera el mundo donde se encontraran) que alguien como Adru, que no sabía ni hacer un simple sandwich sin hacerse tres heridas distintas, intentara cocinar, destrozando la comida y sus nervios por el camino. No, eso era algo que el sinhadre tenía bien claro y que la marca en la mano de Adru y el rapido movimiento que el aurva hacía con el cucharón como acto reflejo corroboraban.
Aquella mañana despertó con la vaga impresión de que un grito lejano había perturbado su sueño, pero se encontraba tan profundamente dormido que bien podía haber formado parte de un sueño o una pesadilla. Lo único que tenía claro Neil al despertarse era que moría de hambre y eso era algo que debía solucionar con rapidez.
Cuando llegó a la planta baja encontró a varios de sus compañeros mirando a Nime de forma expectante. Neil, sin querer molestar, pero intrigado a su vez, se acercó a ellos esperando ver aquello que todos esperaban, aunque él no sabía qué era esto.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
27/10/16, 07:45 pm
Adru se revolvió en la cama y se estiró, bostezando y frotándose los ojos. Pelusa fue quien le respondió, por lo que la edeel dirigió su mirada todavía nublada a la mona del queso.
—¿Más pesadillas otra vez? Espero que no pase como la última y se hayan contagiado…
Eitne se despertó del todo en ese momento, y la niña centró su atención en él.
>>¿Se ha muerto? Vaya… Deberíamos enterrarlo en el patio y hacerle un funeral —comentó entre bostezos.
Para cuando Rox despertó y preguntó por la hora, la sinahdre ya se encontraba en pie, cambiándose a la ropa de salir a la calle sin importarle quien estuviese en el cuarto. Todo intento de responder a su pregunta fue cortado por el sonido de los estornudos.
—Parece que alguien se ha resfriado —respondió encogiéndose de hombros con una sonrisa, ignorante por completo de lo que había sucedido en el cuarto de baño.
Se apresuró a terminar de vestirse y bajó corriendo las escaleras, siguiendo a su aurva que durante aquel tiempo ya se había levantado también de la cama. Al llegar se fijó en que Nime ya estaba allí, y al parecer todos los presentes la estaban mirando como si esperasen algo.
>>¿Has tenido una pesadilla tú también? —le preguntó finalmente.
—¿Más pesadillas otra vez? Espero que no pase como la última y se hayan contagiado…
Eitne se despertó del todo en ese momento, y la niña centró su atención en él.
>>¿Se ha muerto? Vaya… Deberíamos enterrarlo en el patio y hacerle un funeral —comentó entre bostezos.
Para cuando Rox despertó y preguntó por la hora, la sinahdre ya se encontraba en pie, cambiándose a la ropa de salir a la calle sin importarle quien estuviese en el cuarto. Todo intento de responder a su pregunta fue cortado por el sonido de los estornudos.
—Parece que alguien se ha resfriado —respondió encogiéndose de hombros con una sonrisa, ignorante por completo de lo que había sucedido en el cuarto de baño.
Se apresuró a terminar de vestirse y bajó corriendo las escaleras, siguiendo a su aurva que durante aquel tiempo ya se había levantado también de la cama. Al llegar se fijó en que Nime ya estaba allí, y al parecer todos los presentes la estaban mirando como si esperasen algo.
>>¿Has tenido una pesadilla tú también? —le preguntó finalmente.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
27/10/16, 11:17 pm
¿Magia? A Eitne se le iluminaron los ojos de repente y dejó a un lado el vaso con leche que se había preparado. En aquel momento solo existía Nime, ¿habría acabado Pam de traducir y la libense lo había probado? ¿Qué otra opción había? Eitne no era capaz de pensar y casi ni de hablar. Tenía clarísimo que la emoción le provocaría un tartamudeo horrible y se obligó a sí mismo a respirar hondo mientras seguía maravillándose.
Lo primero que vio fue el color de los ojos de Nime, pero su mirada pronto saltó a las manos. Los gestos, las palabras... No se parecían a ningún hechizo daeliciano, pero a la vez se parecían a todos. <<Tenemos magia...>> se adelantó. Cuando el resultado no fue como esperaba, Eitne arqueó las cejas y sintió que se le humedecían los ojos. <<¿No tenemos magia?>>. No podía ser. Era imposible que dijeran aquello para que fuera una broma. Tenía que ser real.
—Re-re-repítelo. Po-por favor —le pidió con un hilillo de voz. Había bajado más gente y no tenían ni idea de lo que ocurría. El niño hizo un esfuerzo enorme por comúnicarselo—. ¡M-magia! —y señaló a Nime.
Lo primero que vio fue el color de los ojos de Nime, pero su mirada pronto saltó a las manos. Los gestos, las palabras... No se parecían a ningún hechizo daeliciano, pero a la vez se parecían a todos. <<Tenemos magia...>> se adelantó. Cuando el resultado no fue como esperaba, Eitne arqueó las cejas y sintió que se le humedecían los ojos. <<¿No tenemos magia?>>. No podía ser. Era imposible que dijeran aquello para que fuera una broma. Tenía que ser real.
—Re-re-repítelo. Po-por favor —le pidió con un hilillo de voz. Había bajado más gente y no tenían ni idea de lo que ocurría. El niño hizo un esfuerzo enorme por comúnicarselo—. ¡M-magia! —y señaló a Nime.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
28/10/16, 08:15 pm
No iba a saber que ocurría hasta que fueran a buscar a Nime, por lo que Pam se bajo de la cama, entreteniéndose en dejarla medio decente y ponerse un jersey como vestido. Estaba en eso y apunto de salir, cuando un estornudo la sobresalto, bastante audible en el silencio de la mañana, la palabra "magia" llegando a sus oídos con la misma fuerza que si se la hubiera gritado en el oído. La mona del queso abrió los ojos a su máxima capacidad y en una carrera rápida, donde casi acaba bajando rodando por las escaleras, llego a la primera planta, topándose con Nime junto a Rena, que era la causante al parecer del estornudo anterior, así como alguno mas que también había sido atraído por este y la mención de magia.
La mona del queso miró a Nime con ojos muy abiertos, como si solo con ese hecho pudiera ver la magia fluir con oleadas de colorines, o algo así, cuando entendió que ella era la causante de esa magia, pues parecía estar intentando de nuevo hacer lo que sea que aparentemente hubiese hecho y que Pam no había llegado a ver. Aquello le hizo volverse mas suspicaz, pues no habiendo visto lo ocurrido, no podía evitar pensar que solo había sido un accidente o tal vez simple torpeza.
Nime no podía haber hecho magia así por las buenas. << Es imposible, llevo mucho traduciendo ese hechizo térmico, me lo aprendí de principio a fin y no me ha salido a la primera , ¿y ella aprende magia de la noche a la mañana y encima es capaz de realizarla? Es imposible >> insistía la mona del queso que miraba fijamente a la niña, no pudiendo evitar que la repentina emoción y alegría que circulaba por todos sus compañeros, emocionados con el acto de Nime, no llegara a ella. Se sentía traicionada de algún modo, resultando sumamente injusto que su esfuerzo de días y días valiera nada cuando otro podía hacerlo solo ¿porque? ¿como había aprendido eso cuando el día anterior no sabia hacerlo? Lo mas absurdo que se le ocurría es que lo hubiera soñado, pero eso era, como decía, absurdo. Debía ser algo mas que se le escapaba.
Si era tan simple aprender magia entonces ¿porque no había podido ella también despertarse un día cualquiera sabiendo hacerla? << Que tiene de especial ella, ¿tanto le sonríe la suerte? >> Pam se mordió el labio inferior disgustada, sintiendo una punzada a la altura del estomago, una sensación conocida, negativa, carcomiendole desde lo mas profundo y que no le permitía sentirse feliz porque la magia realmente pudiera ser realizada realmente por ellos. Una sensación conocida pero que no le agradaba sentir por una niña pequeña: Envidia.
No se unió a las repentinas atenciones alrededor de la libense, pese a querer saber como había realizado esa hazaña de la nada, se sentía incapaz de dirigirse hacía ella sin poder esconder su naturaleza o lo que realmente pasaba por su mente. En aquel lugar, de algún modo había terminando confiando en ella, eso estaba bien, era lo que quería, responder de una forma inadecuada a algo que hacia a todos el mundo feliz solo haría que la forma en la que le miraban cambiara.
Por ello se mordió la lengua, contuvo sus ganas de preguntar, pues probablemente sus palabras saldrían con un tono mas insidiosos de lo normal y se propuso escuchar y ver de reojo todo lo que dijeran y hicieran, mientras se proponía a realizar el desayuno. Tal vez fuese absurdo ponerse hacer algo tan mundano teniendo ahí alguien que había sido capaz, aparentemente aun, de hacer magia, pero Pam se conocía bien. Debía calmar las turbaciones de su mente y sus emociones primero, enmascararlos bien antes de interesarse de forma abierta.
Todo eso, mientras el pensamiento de tardar un poco mas en mostrarles su traducción, tomaba mas y mas firmeza en su mente. << Si ellos pueden aprender magia de un día para otro o descubrir cosas mediante pesadillas, pues no tiene nada de malo guardarme el fruto de mi esfuerzo para mi, ya que la suerte a mi no me sonríe de ese modo >> no estaba siendo egoísta, estaba siendo realista. O al menos así quería pensar que era, frustrada como se encontraba por lo injusto de la situación.
La mona del queso miró a Nime con ojos muy abiertos, como si solo con ese hecho pudiera ver la magia fluir con oleadas de colorines, o algo así, cuando entendió que ella era la causante de esa magia, pues parecía estar intentando de nuevo hacer lo que sea que aparentemente hubiese hecho y que Pam no había llegado a ver. Aquello le hizo volverse mas suspicaz, pues no habiendo visto lo ocurrido, no podía evitar pensar que solo había sido un accidente o tal vez simple torpeza.
Nime no podía haber hecho magia así por las buenas. << Es imposible, llevo mucho traduciendo ese hechizo térmico, me lo aprendí de principio a fin y no me ha salido a la primera , ¿y ella aprende magia de la noche a la mañana y encima es capaz de realizarla? Es imposible >> insistía la mona del queso que miraba fijamente a la niña, no pudiendo evitar que la repentina emoción y alegría que circulaba por todos sus compañeros, emocionados con el acto de Nime, no llegara a ella. Se sentía traicionada de algún modo, resultando sumamente injusto que su esfuerzo de días y días valiera nada cuando otro podía hacerlo solo ¿porque? ¿como había aprendido eso cuando el día anterior no sabia hacerlo? Lo mas absurdo que se le ocurría es que lo hubiera soñado, pero eso era, como decía, absurdo. Debía ser algo mas que se le escapaba.
Si era tan simple aprender magia entonces ¿porque no había podido ella también despertarse un día cualquiera sabiendo hacerla? << Que tiene de especial ella, ¿tanto le sonríe la suerte? >> Pam se mordió el labio inferior disgustada, sintiendo una punzada a la altura del estomago, una sensación conocida, negativa, carcomiendole desde lo mas profundo y que no le permitía sentirse feliz porque la magia realmente pudiera ser realizada realmente por ellos. Una sensación conocida pero que no le agradaba sentir por una niña pequeña: Envidia.
No se unió a las repentinas atenciones alrededor de la libense, pese a querer saber como había realizado esa hazaña de la nada, se sentía incapaz de dirigirse hacía ella sin poder esconder su naturaleza o lo que realmente pasaba por su mente. En aquel lugar, de algún modo había terminando confiando en ella, eso estaba bien, era lo que quería, responder de una forma inadecuada a algo que hacia a todos el mundo feliz solo haría que la forma en la que le miraban cambiara.
Por ello se mordió la lengua, contuvo sus ganas de preguntar, pues probablemente sus palabras saldrían con un tono mas insidiosos de lo normal y se propuso escuchar y ver de reojo todo lo que dijeran y hicieran, mientras se proponía a realizar el desayuno. Tal vez fuese absurdo ponerse hacer algo tan mundano teniendo ahí alguien que había sido capaz, aparentemente aun, de hacer magia, pero Pam se conocía bien. Debía calmar las turbaciones de su mente y sus emociones primero, enmascararlos bien antes de interesarse de forma abierta.
Todo eso, mientras el pensamiento de tardar un poco mas en mostrarles su traducción, tomaba mas y mas firmeza en su mente. << Si ellos pueden aprender magia de un día para otro o descubrir cosas mediante pesadillas, pues no tiene nada de malo guardarme el fruto de mi esfuerzo para mi, ya que la suerte a mi no me sonríe de ese modo >> no estaba siendo egoísta, estaba siendo realista. O al menos así quería pensar que era, frustrada como se encontraba por lo injusto de la situación.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.Personajes : Hyun-su: el medio coreano medio estadounidense, serio, callado, cobarde, enclenque y egoista impulsado por su miedo.
altura: 1,77m
peso: 67 kg (estilizado)
edad: 15 años
Heridas/enfermedades : -Cicatrices en: mano, pecho, hombro y mejilla.
-Cojera por herida a medio curar en gemelo.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
29/10/16, 06:15 pm
"Bueno" respondió en bajito al rubio antes de entrar. Como Hyun había propuesto, se pusieron a jugar al gonggi, o al menos esa fue la intención. El coreano no era muy buen profesor y cogieron varios intentos de prueba para que se hiciera entender. Más o menos cumplió su fin y mató un poco de tiempo. La tarde también se pasó rápida y pronto se vio enfrentándose otra vez a la noche. Hyun volvió a dormir abajo viendo que su habitación no continuaría estando vacía.
Según pasaba el tiempo, Hyun empezaba a sentir que se volvía loco. Algo, que todavía no le había confesado a nadie, ni siquiera a Eitne, le estaba atormentando, y durante los siguientes días solo empeoraba. Hacía tiempo que el corazón no se le aceleraba por mucho miedo que pasará, aunque estuviera hiperventilando. Por el día trataba de distraerse de ello, pero no podía sacárselo de la cabeza, no sabía lo que le pasaba. Y ese sentimiento solo empeoraba mezclándose con la desesperación que le acompañaba todos los días. Las horas se le pasaban lentas y vacías, con excepción de aquellos momentos que pasaba con Eitne y Rox, que se habían vuelto un oasis en su angustia. Pasaba mucho tiempo con el daeleciano. Y aunque no le gustó nada, todos se les unieron en el trabajo de pintar el torreón. Rox por otro lado empezaba a abrirsele e incluso compartieron charlas sobre Corea. Al medio estadounidense le sorprendió mucho descubrir que Rox, al que creía el tipo de chico que suele ser popular, también lo había pasado mal. Además Hyun dejó de juguetear en secreto en la armería y pasó a unirse a los entrenamientos con su cuchillo. Aunque todavía siguió sin pisar la calle.
El grito de Nime del último día, se metió en la pesadilla que Hyun estaba teniendo para sacarle. Hyun tardó en diferenciar la realidad, acabando por confundir aquel grito con parte de su sueño. Se despertó agitado y como llevaba haciendo desde hacía unos días se llevó la mano al pecho buscándose los latidos. De nuevo recibiendo la misma desazonadora respuesta; el corazón no se le aceleraba. Se metió en sus mantas y cerró con fuerza los ojos quizás todavía podría rascar un poco más de la mañana. Sin embargo ya le era imposible. Quizá es mejor mantenerse despierto, se convenció antes de dirigirse a encontrarse en la cocina con el resto.
Según pasaba el tiempo, Hyun empezaba a sentir que se volvía loco. Algo, que todavía no le había confesado a nadie, ni siquiera a Eitne, le estaba atormentando, y durante los siguientes días solo empeoraba. Hacía tiempo que el corazón no se le aceleraba por mucho miedo que pasará, aunque estuviera hiperventilando. Por el día trataba de distraerse de ello, pero no podía sacárselo de la cabeza, no sabía lo que le pasaba. Y ese sentimiento solo empeoraba mezclándose con la desesperación que le acompañaba todos los días. Las horas se le pasaban lentas y vacías, con excepción de aquellos momentos que pasaba con Eitne y Rox, que se habían vuelto un oasis en su angustia. Pasaba mucho tiempo con el daeleciano. Y aunque no le gustó nada, todos se les unieron en el trabajo de pintar el torreón. Rox por otro lado empezaba a abrirsele e incluso compartieron charlas sobre Corea. Al medio estadounidense le sorprendió mucho descubrir que Rox, al que creía el tipo de chico que suele ser popular, también lo había pasado mal. Además Hyun dejó de juguetear en secreto en la armería y pasó a unirse a los entrenamientos con su cuchillo. Aunque todavía siguió sin pisar la calle.
El grito de Nime del último día, se metió en la pesadilla que Hyun estaba teniendo para sacarle. Hyun tardó en diferenciar la realidad, acabando por confundir aquel grito con parte de su sueño. Se despertó agitado y como llevaba haciendo desde hacía unos días se llevó la mano al pecho buscándose los latidos. De nuevo recibiendo la misma desazonadora respuesta; el corazón no se le aceleraba. Se metió en sus mantas y cerró con fuerza los ojos quizás todavía podría rascar un poco más de la mañana. Sin embargo ya le era imposible. Quizá es mejor mantenerse despierto, se convenció antes de dirigirse a encontrarse en la cocina con el resto.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
01/11/16, 08:58 pm
Nime se frotó los ojos con energía, pero las especias solo parecían adherirse más con ese gesto. Necesitaba despejarse, y no sabía cómo. ¿Por qué no había vuelto a funcionar? ¿Había sido pura casualidad? Inspiró entrecortadamente y trató de calmarse. En la cocina cada vez parecía haber más público y no quería parecer tonta delante de tanta gente. «¿Por qué tenéis que aparecer justo ahora?».
—Estoy…estoy intentándolo —respondió a las peticiones de que volviese a intentarlo. Trataba de hacer memoria, ¿se había equivocado en algo? La vez anterior lo había hecho sin pensar, tal como lo había repasado un ciento de veces en el cuarto del sueño. Y ahora, encima, estaba empezando a ponerse nerviosa. Solo recibió una pregunta que no tenía que ver con la magia, pero no contribuyó a que se relajase—. Sí… Pero eso ahora no importa —le respondió a Adru—. He soñado con un hechizo… y lo he hecho. Dejadme hacer memoria un momento, porfa.
Nime les dio la espalda, sin dejar de toquetearse los ojos, y se apartó hacia la zona de sillones. Empezó a practicar el movimiento del hechizo. ¿A qué velocidad había que hacerlo? ¿Cómo lo había hecho en el baño? Pasó un minuto hasta que se atrevió a volver a intentarlo, sin previo aviso, porque tampoco quería que nadie volviese a recibir los efectos en toda la cara. Esta vez trató de vocalizar alto y claro.
—Estoy…estoy intentándolo —respondió a las peticiones de que volviese a intentarlo. Trataba de hacer memoria, ¿se había equivocado en algo? La vez anterior lo había hecho sin pensar, tal como lo había repasado un ciento de veces en el cuarto del sueño. Y ahora, encima, estaba empezando a ponerse nerviosa. Solo recibió una pregunta que no tenía que ver con la magia, pero no contribuyó a que se relajase—. Sí… Pero eso ahora no importa —le respondió a Adru—. He soñado con un hechizo… y lo he hecho. Dejadme hacer memoria un momento, porfa.
Nime les dio la espalda, sin dejar de toquetearse los ojos, y se apartó hacia la zona de sillones. Empezó a practicar el movimiento del hechizo. ¿A qué velocidad había que hacerlo? ¿Cómo lo había hecho en el baño? Pasó un minuto hasta que se atrevió a volver a intentarlo, sin previo aviso, porque tampoco quería que nadie volviese a recibir los efectos en toda la cara. Esta vez trató de vocalizar alto y claro.
- Rocavarancolia Rol
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
01/11/16, 08:58 pm
El miembro 'Tak' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 59
'Dado de 100 caras' : 59
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
02/11/16, 05:02 pm
El hechizo falló la segunda vez que Nime lo intentó, lo cual no sorprendió demasiado a Rena. Era algo normal: quieres enseñarle un truco impresionante a tus amigos y no te sale.
-Ánimo, Nime, tú puedes- insistió a la niña. Había hecho magia, lo había visto, no iba a dejar que renunciara por unos nervios.
Más gente se sumó a los ánimos y al final la cría necesitó alejarse y que la dejasen en paz para intentarlo de nuevo. Rena no puso objeción, se quedó pegada a la silla, expectante, con la cara aún llena de leche. A cualquiera que le preguntara simplemente respondería: ''Tío, Nime ha visto un hechizo en sueños y ha hecho magia''
Cuando logró llevarlo a cabo, la cara de Rena se iluminó, solo para volver a cambiar a un gesto de decepción cuando vió que la centella que salía de Nime se estampaba contra un sofá... y no hacía absolutamente nada.
-¿No será que el hechizo está roto o algo?
-Ánimo, Nime, tú puedes- insistió a la niña. Había hecho magia, lo había visto, no iba a dejar que renunciara por unos nervios.
Más gente se sumó a los ánimos y al final la cría necesitó alejarse y que la dejasen en paz para intentarlo de nuevo. Rena no puso objeción, se quedó pegada a la silla, expectante, con la cara aún llena de leche. A cualquiera que le preguntara simplemente respondería: ''Tío, Nime ha visto un hechizo en sueños y ha hecho magia''
Cuando logró llevarlo a cabo, la cara de Rena se iluminó, solo para volver a cambiar a un gesto de decepción cuando vió que la centella que salía de Nime se estampaba contra un sofá... y no hacía absolutamente nada.
-¿No será que el hechizo está roto o algo?
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
02/11/16, 05:26 pm
La pesadilla pasó enseguida a segundo plano en cuanto todos comenzaron a hablar de magia. Al parecer, Nime había conseguido hacer un hechizo. Los ojos de Adru brillaron en cuanto procesó qué significaban las palabras de la libense y olvidó por completo que se suponía que debería estar desayunando para prestarle toda su atención.
—¡Sí, tú puedes! —coreó a la irrense para alentar a Nime.
La libense empezó a gesticular y a enunciar palabras extrañas. La edeel se mantuvo en tensión, apretando los puños mientras observaba a Nime expectante. Fue entonces cuando sucedió, y la sinhadre abrió mucho los ojos.
—¡Has hecho magia!— Constató lo obvio agarrando a la libense por los hombros y después señalando en dirección a la trayectoria que había seguido el hilo de luz—. Pero… ¿Para qué sirve? —Se echó hacia atrás de un pequeño brinco y colocó una mano sobre su barbilla. Movió la cabeza hacia Rena ante su apreciación—. ¿No lo había hecho ya antes? ¿Qué hizo la primera vez el hechizo?
—¡Sí, tú puedes! —coreó a la irrense para alentar a Nime.
La libense empezó a gesticular y a enunciar palabras extrañas. La edeel se mantuvo en tensión, apretando los puños mientras observaba a Nime expectante. Fue entonces cuando sucedió, y la sinhadre abrió mucho los ojos.
—¡Has hecho magia!— Constató lo obvio agarrando a la libense por los hombros y después señalando en dirección a la trayectoria que había seguido el hilo de luz—. Pero… ¿Para qué sirve? —Se echó hacia atrás de un pequeño brinco y colocó una mano sobre su barbilla. Movió la cabeza hacia Rena ante su apreciación—. ¿No lo había hecho ya antes? ¿Qué hizo la primera vez el hechizo?
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientaciónPersonajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
02/11/16, 07:17 pm
Cuando oyó a Eitne exclamar la palabra “magia”, Neil quedó confuso. Ya habían tenido otras conversaciones sobre magia en el torreón y nadie se había exaltado ni emocionado tanto por ello. Las exclamaciones habían sido expectantes ante la posibilidad, estas eran más… seguras. Neil miró y escuchó expectante los gestos y palabras que pronunciaba Nime y no pudo evitar dar un pequeño salto acompañado de una exclamación cuando vio como salían de sus manos una especie de chispas moradas.
- Has… Has… Has hecho… ¿eso era…? ¿Ha salido de…? ¿Lo has hecho tú?- balbuceó Neil emocionado acercándose a Nime, pero manteniéndose tras Adru, tan impresionado por las pequeñas chispitas como si hubiera sacado un conejo de su sombrero-. ¡Nime, has hecho magia!- exclamó, como si la libense no se hubiera dado cuenta.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
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