Torreón Letargo (Archivo VI)
+16
Giniroryu
Zarket
Lobo_Negro
Hiss
Rocavarancolia Rol
Kanyum
Seth
Naeryan
Lathspell
Evanna
Kial
Manasard
Yber
Jikan11
Red
Muffie
20 participantes
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.Personajes : Hyun-su: el medio coreano medio estadounidense, serio, callado, cobarde, enclenque y egoista impulsado por su miedo.
altura: 1,77m
peso: 67 kg (estilizado)
edad: 15 años
Heridas/enfermedades : -Cicatrices en: mano, pecho, hombro y mejilla.
-Cojera por herida a medio curar en gemelo.
Torreón Letargo (Archivo VI)
22/11/15, 09:34 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La chica a la cual le había dado el martillo utilizó éste para arrancar, de uno de los edificios en ruinas, una puerta un tanto podrida y así utilizarla de escudo <<no era el uso que esperaba que le diera>>. Una vez tuvo la puerta le devolvió el martillo.
Milo inició la carga contra las bestias avanzando seguros y a un paso ligero. Una de las ratas tiró una primera espina causando el sobresalto de Hyung. Si podían disparar nada les paraba de acribillarles a todos ellos. Claramente les superaban las ratas en número. Hyung se asombró, sus compañeros seguían avanzando, no se esperaba semejante envalentonamiento. Los que se habían quedado detrás empezaron a lanzar huesos y piedras que cogían del suelo << ¿¡Pero que hacen!? ¿¡Quieren que nos disparen a nosotros!?>>. Hyung se aparto del grupo alarmado esperando una lluvia de espinas hacia ellos. La mirada hacia él de una de las ratas al apartarse un poco le provoco un sobresalto. Sin embargo poco le importó a la bestia Hyung pues se giró de nuevo hacia los que se dirigían a las cestas. La estrategia de distracción había hecho poco pues todos ellos seguían sin haber recibido un disparó y las ratas se centraban en Milo, Rox y Rena. Finalmente llegaron y empezaron a agarrar las cestas, Rox perdió una debido a una espina que quedó cerca de darle en la mano. Consiguieron cinco y tiraron el resto distrayendo a unas cuantas ratas.
Tocaba huir, Los niños empezaron a correr Hyung aceleró << ¡no puedo quedarme atrás!>>. Hyung fue todo lo rápido que pudo dejando atrás a los demás. Frenó una vez una vez oyó el grito eufórico de Rox; estaban a salvo. La celebración de la victoria de Rox le provoco una risa tímida y bajita a Hyung. Era contagiosa su felicidad y por muy poco que hubiera hecho Hyung él también consideraba eso su victoria. El grupo se tomo un rato para recuperar el aliento y decidirse en que iban a hacer ahora. La atención de varios se dirigió a una especie de torre no muy lejos de allí. Finalmente se decidieron por avanzar hacía ésta para verla mejor.
Llegaron a la torre fácilmente. Menos mal no tuvieron problemas al continuar su camino hacia ésta. Hyung se paró ante ella y echó un vistazo largo. Aquel edificio de gran tamaño debía de tener un total de al menos tres plantas de bastante altura. Se encontraba rodeado de una franja de tierra y cubierto de enredaderas escondiendo lo que parecía la puerta, identificada como tal debido a que ésta daba a un puente levadizo que conectaba el torreón con la calle.
-Eso debe de ser la puerta. Aunque no estoy muy seguro.- dijo en un tono bajo. - Si queréis entrar ir vosotros primeros, pero tener en cuenta que allí podría haber cualquier cosa.
La chica a la cual le había dado el martillo utilizó éste para arrancar, de uno de los edificios en ruinas, una puerta un tanto podrida y así utilizarla de escudo <<no era el uso que esperaba que le diera>>. Una vez tuvo la puerta le devolvió el martillo.
Milo inició la carga contra las bestias avanzando seguros y a un paso ligero. Una de las ratas tiró una primera espina causando el sobresalto de Hyung. Si podían disparar nada les paraba de acribillarles a todos ellos. Claramente les superaban las ratas en número. Hyung se asombró, sus compañeros seguían avanzando, no se esperaba semejante envalentonamiento. Los que se habían quedado detrás empezaron a lanzar huesos y piedras que cogían del suelo << ¿¡Pero que hacen!? ¿¡Quieren que nos disparen a nosotros!?>>. Hyung se aparto del grupo alarmado esperando una lluvia de espinas hacia ellos. La mirada hacia él de una de las ratas al apartarse un poco le provoco un sobresalto. Sin embargo poco le importó a la bestia Hyung pues se giró de nuevo hacia los que se dirigían a las cestas. La estrategia de distracción había hecho poco pues todos ellos seguían sin haber recibido un disparó y las ratas se centraban en Milo, Rox y Rena. Finalmente llegaron y empezaron a agarrar las cestas, Rox perdió una debido a una espina que quedó cerca de darle en la mano. Consiguieron cinco y tiraron el resto distrayendo a unas cuantas ratas.
Tocaba huir, Los niños empezaron a correr Hyung aceleró << ¡no puedo quedarme atrás!>>. Hyung fue todo lo rápido que pudo dejando atrás a los demás. Frenó una vez una vez oyó el grito eufórico de Rox; estaban a salvo. La celebración de la victoria de Rox le provoco una risa tímida y bajita a Hyung. Era contagiosa su felicidad y por muy poco que hubiera hecho Hyung él también consideraba eso su victoria. El grupo se tomo un rato para recuperar el aliento y decidirse en que iban a hacer ahora. La atención de varios se dirigió a una especie de torre no muy lejos de allí. Finalmente se decidieron por avanzar hacía ésta para verla mejor.
Llegaron a la torre fácilmente. Menos mal no tuvieron problemas al continuar su camino hacia ésta. Hyung se paró ante ella y echó un vistazo largo. Aquel edificio de gran tamaño debía de tener un total de al menos tres plantas de bastante altura. Se encontraba rodeado de una franja de tierra y cubierto de enredaderas escondiendo lo que parecía la puerta, identificada como tal debido a que ésta daba a un puente levadizo que conectaba el torreón con la calle.
-Eso debe de ser la puerta. Aunque no estoy muy seguro.- dijo en un tono bajo. - Si queréis entrar ir vosotros primeros, pero tener en cuenta que allí podría haber cualquier cosa.
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
15/08/17, 10:12 pm
Al final el coreano acabó por ir con Mike. No le hacía mucha gracia, el chico siempre le había provocado cierta inseguridad, pero al menos no forzaba ninguna conversación, de hecho era más bien silencioso. Hyun le habló al ver que, como él, estaba sin pareja. Al principio fue complicado porque efectivamente el coreano llevaba sus propias reglas a raja tabla, necesidades y duchas incluidas, siendo sobre todo incómodo. Fuera de cuando tuvo su primer ataque nocturno, en el que el chico negro debía de estar ya bien harto de Hyun y lo mandó a freír esparragos, el resto del tiempo lo pasaban en absoluto silencio cada uno a lo suyo. Algunos días Adru se ofreció a acompañarlo fuera. Los demás días Hyun había aprendido a soportar en parte sus ataques sacando la cabeza por la ventana durante un tiempo indefinido, con más miedo de irse solo por ahí. Los días se hacían largos y tensos, ya no hablaba con Milo tampoco y a parte de una conversación puntual con Rox, no tuvo muchas más. Incluso cuando habían acabado bien Hyun siguió sin visitar a la coreana por si mismo. Aunque pudiera llegar a pasarlo bien, Hyun seguía viendo incomoda la situación, no solo con ella, también con el estado de ésta; cada vez peor, Hyun sabía que moriria, ellos eran niños, no podrían hacer nada. No quería ir y fingir como el resto, y cuidadores tenía de sobra. Hyun no volvería a verla
El coreano pasaba las horas abstrayéndose, mataba el tiempo con sus pensamientos. Pensamientos en su mayor parte de futuras catástrofes, el miedo era continuo y era lo único que callaba momentáneamente la desesperación y depresión. Podía pasar horas en la cama sin hacer nada, con asco de todo, lamentándose de su situación. No quería hacer nada porque sabía que nada le haría sentir mejor. Solo la presencia de Mike hacía que el coreano se resistiese a llorar. No mostrar lo débil que era se había vuelto su ley de vida. Mientras, por dentro, las lágrimas que aguantaba se hacían veneno, cada vez más amargado, cada vez con más odio hacia todos y cualquier atisbo de felicidad ajena que más y más envidiaba. Seguía limpiando el maximo del torreón posible como desde el principio había hecho, y seguía apuntando los días que pasaban, pero esas acciones ya no engañaban a su tristeza, solo la reforzaban. Si expresión seria parecía ser ahora enfadada.
-------
El coreano abrió los ojos, quizás sus párpados eran producto de su mente incapaz de aceptar que ya no tenía cuerpo. Seguía tratando de gritar por una garganta que no respondía, y de llorar por unos ojos que quizás ni tenía. A su alrededor había vuelto la penumbra, la superficie ya no se veía, los muertos seguían hablando, y Hyun gritaba en silencio. Con la aparición de la hidra el niño dejó de intentar gritar por un instante sorprendido por lo que se mostraba sobre él, ya no solo la bestia. Los ojos se le habían hecho a la oscuridad y veía el techo del torreón ¡El torreón! Y aunque le fuera imposible creerlo, el tacto del colchón se lo confirmaba, volvía a tener cuerpo. Pero la quietud de éste seguía asfixiando el grito que cada vez se esforzaba más en soltar. Los segundos se hacían infinitos, la impaciencia por volver a moverse, por huir de aquel torreón, hacia cada vez más grande su miedo a no volver a moverse. La habitación parecía a cada vez más pequeña.
Y de repente la bestia que lo protegía desapareció, y con su ida volvió su voz que gritaba más fuerte de lo que nunca había gritado. El coreano se incorporó tan rápido como pudieron sus brazos. A toda velocidad sacó el martillo del bolsillo. Ya incorporado jadeaba, amenazando con su martillo a cualquiera que hiciera el amago de acercarse.
- Alejaos.- dijo desesperado y acto seguido salió corriendo apartando a empujones a cualquiera que no se apartara por si solo. El coreano paró en la puerta del torreón donde se agachó. De espaldas a este, necesitaba pensar, eso necesitaba. Pero no podía, con la liberación del torreón vinieron las lágrimas y según empezaron parecía que nada las iba a parar, cayendo como un rio por su cara.
El coreano pasaba las horas abstrayéndose, mataba el tiempo con sus pensamientos. Pensamientos en su mayor parte de futuras catástrofes, el miedo era continuo y era lo único que callaba momentáneamente la desesperación y depresión. Podía pasar horas en la cama sin hacer nada, con asco de todo, lamentándose de su situación. No quería hacer nada porque sabía que nada le haría sentir mejor. Solo la presencia de Mike hacía que el coreano se resistiese a llorar. No mostrar lo débil que era se había vuelto su ley de vida. Mientras, por dentro, las lágrimas que aguantaba se hacían veneno, cada vez más amargado, cada vez con más odio hacia todos y cualquier atisbo de felicidad ajena que más y más envidiaba. Seguía limpiando el maximo del torreón posible como desde el principio había hecho, y seguía apuntando los días que pasaban, pero esas acciones ya no engañaban a su tristeza, solo la reforzaban. Si expresión seria parecía ser ahora enfadada.
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El coreano abrió los ojos, quizás sus párpados eran producto de su mente incapaz de aceptar que ya no tenía cuerpo. Seguía tratando de gritar por una garganta que no respondía, y de llorar por unos ojos que quizás ni tenía. A su alrededor había vuelto la penumbra, la superficie ya no se veía, los muertos seguían hablando, y Hyun gritaba en silencio. Con la aparición de la hidra el niño dejó de intentar gritar por un instante sorprendido por lo que se mostraba sobre él, ya no solo la bestia. Los ojos se le habían hecho a la oscuridad y veía el techo del torreón ¡El torreón! Y aunque le fuera imposible creerlo, el tacto del colchón se lo confirmaba, volvía a tener cuerpo. Pero la quietud de éste seguía asfixiando el grito que cada vez se esforzaba más en soltar. Los segundos se hacían infinitos, la impaciencia por volver a moverse, por huir de aquel torreón, hacia cada vez más grande su miedo a no volver a moverse. La habitación parecía a cada vez más pequeña.
Y de repente la bestia que lo protegía desapareció, y con su ida volvió su voz que gritaba más fuerte de lo que nunca había gritado. El coreano se incorporó tan rápido como pudieron sus brazos. A toda velocidad sacó el martillo del bolsillo. Ya incorporado jadeaba, amenazando con su martillo a cualquiera que hiciera el amago de acercarse.
- Alejaos.- dijo desesperado y acto seguido salió corriendo apartando a empujones a cualquiera que no se apartara por si solo. El coreano paró en la puerta del torreón donde se agachó. De espaldas a este, necesitaba pensar, eso necesitaba. Pero no podía, con la liberación del torreón vinieron las lágrimas y según empezaron parecía que nada las iba a parar, cayendo como un rio por su cara.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
17/08/17, 02:31 am
En cuanto terminó la explicación, Adru y Rox decidieron bajar. Neil les acompañó ayudando al humano no sin antes pedirle a Adru que se abrigara no queriendo que se enfermara.
Cuando llegaron abajo lo primero que vieron fue a Eitne llorando. Neil hubiera querido ir a consolarlo, pero todavía le dolía que le hubiera mentido, así que se limitó a quedarse cerca de su edeel y luego a seguirla de nuevo arriba. Paranoico con la situación y asustado como estaba, el sinhadre decidió quedarse cerca de su edeel tallando mientras ella dormía.
Cuando Eitne despertó, Adru reunió a los niños para hablar con ellos y Neil se mantuvo a su lado. A medida que su edeel les iba diciendo a los niños la realidad del asunto, el aurva se iba encogiendo cada vez más sobre sí mismo, asustado por su tono de voz anormalmente serio y la realidad de sus palabras. Al final Neil simplemente asintió cuando Adru indicó que deberían dormir y procuró hacerlo lo más lejos de la pared posible.
Los siguientes días, Neil se dedicó a tallar y a cocinar intentado nunca quedarse solo, asustado por la posibilidad de que la pared fuera una amenaza. Lo único bueno de aquellos días fue el bizcocho que pudo hacer con el chocolate que habían traído de las cestas, que si bien al principio estaba algo reacio ante la idea de que fuera una trampa, luego resultó un motivo de alegría, disfrute y respiro que duró demasiado poco.
Aquella mañana los gritos despertaron a Neil de golpe y por un momento pensó que el Huésped los estaba atacando.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
18/08/17, 01:55 am
Los días transcurrieron y Adrune creía que iba a enloquecer si tenía que permanecer en cama durante mucho más tiempo. Pero sus heridas eran graves, y el hechizo curativo que había descubierto Pelusa tan solo había servido para los rasguños y otras heridas menores. Incluso si Neil lo había intentado varias veces, las quemaduras y su brazo no mejoraban con la aplicación de la magia. Tras varios intentos fallidos, la edeel no quiso que su aurva continuase intentándolo al notar lo mucho que se agotaba el chico al hacerlo. El tercer día, no obstante, Adru comenzó a levantarse de la cama.
Al principio poco más que ir hasta el sofá y volver a sentarse podía hacer: el dolor le recordaba a cada segundo que se encontraba incapacitada para algo tan básico como corretear por el torreón. La mayor parte del tiempo que pasaba en cama o sentada, sus piernas se movían insistentemente, no pudiendo evitarlo.
Su aire taciturno, completamente antinatural en ella, no hizo sino aumentar con el paso de los días debido a su creciente inquietud. Trataba de mantener una apariencia positiva cuando hablaba con sus compañeros, especialmente con Rox a quien seguía sintiendo su responsabilidad hacerle compañía en el cuarto y con Hyun cuando lo vía solo ya que el chico no parecía hacer muchos esfuerzos por entablar conversación con nadie. Poco pudo ser de ayuda a ambos coreanos, no obstante. Al segundo porque sus heridas no le permitían estar levantada mucho tiempo; al primero porque, lejos de mejorar, cada día parecía encontrarse peor. Adrune estaba visiblemente preocupada y su ánimo decayó incluso más hacia el final de la semana debido a esto. A aquellas alturas ya no prestaba atención a los muros del torreón ni volvió a regañar a los niños a pesar de que sabía que sus palabras no habían tenido el efecto que buscaba.
La madrugada comenzó accidentada con el grito de Hyun, ante el cual decidió que sería mejor esperar a que Neil o cualquier otro fuese a ver qué le ocurría, ya que la edeel se encontraba especialmente dolorida: se había movido mucho durante la noche tal y como evidenciaban las sábanas totalmente revueltas. El coreano no parecía querer dejar que nadie se le acercase y la edeel no sabía cómo ayudar. Aquel grito, no obstante, tan solo era el comienzo y la sinhadre no estaba preparada ni física ni mentalmente para los acontecimientos venideros.
Al principio poco más que ir hasta el sofá y volver a sentarse podía hacer: el dolor le recordaba a cada segundo que se encontraba incapacitada para algo tan básico como corretear por el torreón. La mayor parte del tiempo que pasaba en cama o sentada, sus piernas se movían insistentemente, no pudiendo evitarlo.
Su aire taciturno, completamente antinatural en ella, no hizo sino aumentar con el paso de los días debido a su creciente inquietud. Trataba de mantener una apariencia positiva cuando hablaba con sus compañeros, especialmente con Rox a quien seguía sintiendo su responsabilidad hacerle compañía en el cuarto y con Hyun cuando lo vía solo ya que el chico no parecía hacer muchos esfuerzos por entablar conversación con nadie. Poco pudo ser de ayuda a ambos coreanos, no obstante. Al segundo porque sus heridas no le permitían estar levantada mucho tiempo; al primero porque, lejos de mejorar, cada día parecía encontrarse peor. Adrune estaba visiblemente preocupada y su ánimo decayó incluso más hacia el final de la semana debido a esto. A aquellas alturas ya no prestaba atención a los muros del torreón ni volvió a regañar a los niños a pesar de que sabía que sus palabras no habían tenido el efecto que buscaba.
La madrugada comenzó accidentada con el grito de Hyun, ante el cual decidió que sería mejor esperar a que Neil o cualquier otro fuese a ver qué le ocurría, ya que la edeel se encontraba especialmente dolorida: se había movido mucho durante la noche tal y como evidenciaban las sábanas totalmente revueltas. El coreano no parecía querer dejar que nadie se le acercase y la edeel no sabía cómo ayudar. Aquel grito, no obstante, tan solo era el comienzo y la sinhadre no estaba preparada ni física ni mentalmente para los acontecimientos venideros.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
18/08/17, 07:33 pm
Tal y como le había prometido a Guille, al día siguiente Pam dibujo el patrón del muñeco que el niño le había pedido hacer para luego pasarse parte de la mañana deshaciendo todo lo que este había hecho en aquella bola de tela. Decidió que usaría la mañana de esos días para hacer lo pedido por el niño, especialmente por ser las horas de mayor luz y tras comer invirtió su tiempo en parte a traducir el hechizo que les quedaba y que ya había avanzado algo tras terminar el anterior y en estar pendiente de limpiar la herida Rox, cuyo hombro parecía aun no sanar del todo, ya que Adru tenia un buen cuidado en Neil a pesar de estar también encamada. Ademas no había formar de tratar un brazo roto, salvo asegurarse que no lo moviera. Aprovecho así no salir mucho del cuarto, moviéndose con ayuda de sus compañeros solo en escasas ocasiones, como cuando debía bañarse o ir al baño.
Los días transcurrieron con Pam invirtiendo su tiempo en pequeños horarios, pues tampoco podía hacer muchas cosas en su estado. Por la mañana se encargo de hacer el muñeco de Guille usando el dibujo que este le había hecho y las telas que descosió el primer día, no tardando mas que un par de días en terminarlo y rellenarlo con lo que Guille le trajo precisamente para ello. Con eso hecho las siguientes mañanas pudo invertirlas en seguir traduciendo el hechizo, el cual costaba muchísimo menos que los primeros al tener una base bastante decente ya sobre el abecedario rocavarancoles.
Durante aquellos primeros días, en ya tarde Pam limpiaba la herida de Rox hasta a que este se negó los siguiente pese a las indicaciones de Pam de que no era conveniente pues lucia aun algo amoratado, haciéndole pensar que podría estar algo infectado, algo no muy difícil que ocurriera en aquel lugar. Inmóvil, aburrida, hartisima y sin querer que la moviera cada cinco minutos por tonterías, Pam se centro en traducir el hechizo, el que al fin termino a mediados de semana, acabando finalmente con todo lo que podía hacer a su alcance. Al día siguiente Pam se negó a comer durante todo el día, al ser incapaz de encontrar algo útil que poder hacer mientras seguía sentada, que le hiciera merecedora de eso, por lo que estuvo de morros casi todo el día, apenas escuchando vagamente las conversaciones en el cuarto.
Con el mal humor creciente y siendo cada vez menos conversadora, Pam solo tenía a una cosa que hacer: pensar. Algo no muy conveniente cuando sabes que hay algo en el torreón que te observa día y noche, por lo que al día siguiente aunque no fuese ni necesario, cogió ropa de su baúl para seguir remendando alguna prenda por el simple hecho de mantener las manos, y sobre todo la mente, ocupadas con algo. Nunca había estado tanto tiempo incapacitada de hacer cosas y eso ya esta acabando con su paciencia, mas cuando no tenía ni las mas remota idea de cuando sanaría sus pies. No se había quemado antes con esa gravedad como para poder tener una cuenta de eso.
Y así estando en el cuarto todo el día, desde hacia varios días, salvo cuando la llevaban para que pudiera bañarse o al baño, fue que empezó a notar el desgate de Rox que cada vez tenía menos energía para moverse de arriba abajo y prefería mantenerse en la cama. Ante eso, Pam recordó su teoría inicial sobre que la herida de Rox podría estar infectada, pero como este se negaba a que se la revisara era imposible comprobarlo. Lo que si era era evidente era el agotamiento del humano y su propia impotencia para levantarse de la cama sin ayuda, acercarse a Rox y poder hacer algo, lo que fuese, para aliviar su malestar.
Pam tuvo una batalla consigo misma por eso, porque sabía no debía moverse, pero por otro lado estaba harta de estar sentada y pedir ayuda para ir incluso hasta el baño. Por suerte, por el momento su sentido común pudo mas que su fastidio general, pero no estaba segura de cuanto iba a durar su paciencia. Mas cuando veía como su compañero no mejoraba y con cada día que pasaba parecía empezar a moverse cada vez menos, con síntomas evidente de que algo no iba bien.
La movilidad de Rox se redujo al punto de tener que recibir incluso ayuda de Rena para asearse, lo que empezó a inquietar a Pam, que pese a todos se mantuvo cerca del humano, no dándole charla inútil sino simplemente manteniendole hidratado o secandole el sudor, mas y mas frustrada por momentos. No fue la única en percatarse de que algo era extraño en su compañero, Milo también estuvo pendiente de Rox, así como de los pequeños a los que Pam no podía darles toda la atención necesaria al ser incapaz de moverse libremente. Aquello ultimo especialmente marco una diferencia en la actitud de Pam, que con cada día que pasaba sin poder andar y viendo como a su alrededor se necesitaban mas manos que ayudaran, empezaba a volverla mas irascible, fastidiada por aquel impedimento físico tan estúpido, haciéndola sentir inútil y molesta por completo.
Su atención en Rox aquellos últimos días, fue mas que suficiente para que incluso olvidara su inquietud sobre el huésped, al cual no había olvidado, pero que paso a un segundo plano en su mente ante otras prioridades. Aun así no se relajaba, la tensión era latente en la mona del queso, que al final se tradujo de la peor forma posible.
No fue el grito de Hyun el que la despertó aquel dia, fue su propio grito mudo en la oscuridad de la habitación, mientras respiraba de forma entrecortada con los ojos abiertos por completo. En la oscuridad tuvo la inquietante impresión de encontrarse dentro de algo vivo y palpitante, en el estomago de una enorme monstruo. El sudor bajaba por las sienes de Pam, cuando se paso las manos por la calva, cuando al fin sus ojos se acostumbraron a la apenas luz que colaba por las ventanas, haciéndole ver que no estaba dentro de un estomago rosado y palpitante, sino en el torreón.
Pam miro alrededor, con ojos nerviosos, sintiendo aun aquella voz de muchas voces mezcladas hablando en su cabeza. La vocecita de aquella mariposa traidora, disculpándose por llevarla hasta su cazador. La mona del queso era consciente que había sido un sueño, del que parecía haber sido sacada por la fuerza por su propio miedo, pero no por dejaba de ser aterrador...un sueño mas real, dentro de lo extraño e ilusorio que era, que le helaba la sangre. Había soñado muchas veces en su vida, pero nunca a ese grado. Como si su cuerpo recordara haber corrido hasta casi quedarse sin aliento, algo que llevaba mas de una semana sin hacer.
Y no solo eso, Pam recordaba perfectamente lo sueños de alguno de sus compañeros, tan aterradores y reales para ellos, que le hacían plantearse aun su teoría original. Aquella ciudad quería devorarlos...quería mostrarles algo. Pam no creía en las casualidades en aquel sitio, ya no. << Pero, es un sueño, solo un sueño, no existe ninguna araña gigante...no existe una mariposa traidora ¿toda la tensión de lo del huésped y lo de Rox me ha terminado explotando de esa forma? >> pensó Pam que aun que de mentalidad abierta a todo todo lo extraño, no significaba que no intentara buscarle una lógica a soñar algo así. Ese sueño debía de verse afectado por su sensación de esos días de sentirse presa del torreón, de sentirse tan harta que solo tenía ganas de gritar o romper cosas. El subconsciente era un cabrón puteandole con un sueño donde estaba en una tela de araña sin salida. Muy cabrón. Esperaba que eso no fuese un mensaje de su cerebro advirtiéndole que no volvería a andar con sus propios de nuevo en mucho tiempo, porque no iba a soportar otra semana así, ni de coña. Con amigos heridos y sin ser capaz de ayudarlos mas que de una forma tan superficial que resultaba muy frustrante, como que encima su cerebro viniera a tocarle las narices en sueños, rechazando su muestra de confianza.
- No he visto ni una sola mariposa desde que llegamos, pero si la veo...mas le vale apartarse de mi sino quiere ser espachurrada - murmuro Pam con un gruñido, sintiéndose claramente desconfiada. Para una vez en su vida que confiaba en algo o alguien, aunque fuese en un sueño, era traicionada de aquella forma. Parecía que su mente quisiera enviarle un mensaje claro: no confiar en nadie por mas inocente y bueno que pareciera y Pam pensaba cumplir eso a rajatabla.
Los días transcurrieron con Pam invirtiendo su tiempo en pequeños horarios, pues tampoco podía hacer muchas cosas en su estado. Por la mañana se encargo de hacer el muñeco de Guille usando el dibujo que este le había hecho y las telas que descosió el primer día, no tardando mas que un par de días en terminarlo y rellenarlo con lo que Guille le trajo precisamente para ello. Con eso hecho las siguientes mañanas pudo invertirlas en seguir traduciendo el hechizo, el cual costaba muchísimo menos que los primeros al tener una base bastante decente ya sobre el abecedario rocavarancoles.
Durante aquellos primeros días, en ya tarde Pam limpiaba la herida de Rox hasta a que este se negó los siguiente pese a las indicaciones de Pam de que no era conveniente pues lucia aun algo amoratado, haciéndole pensar que podría estar algo infectado, algo no muy difícil que ocurriera en aquel lugar. Inmóvil, aburrida, hartisima y sin querer que la moviera cada cinco minutos por tonterías, Pam se centro en traducir el hechizo, el que al fin termino a mediados de semana, acabando finalmente con todo lo que podía hacer a su alcance. Al día siguiente Pam se negó a comer durante todo el día, al ser incapaz de encontrar algo útil que poder hacer mientras seguía sentada, que le hiciera merecedora de eso, por lo que estuvo de morros casi todo el día, apenas escuchando vagamente las conversaciones en el cuarto.
Con el mal humor creciente y siendo cada vez menos conversadora, Pam solo tenía a una cosa que hacer: pensar. Algo no muy conveniente cuando sabes que hay algo en el torreón que te observa día y noche, por lo que al día siguiente aunque no fuese ni necesario, cogió ropa de su baúl para seguir remendando alguna prenda por el simple hecho de mantener las manos, y sobre todo la mente, ocupadas con algo. Nunca había estado tanto tiempo incapacitada de hacer cosas y eso ya esta acabando con su paciencia, mas cuando no tenía ni las mas remota idea de cuando sanaría sus pies. No se había quemado antes con esa gravedad como para poder tener una cuenta de eso.
Y así estando en el cuarto todo el día, desde hacia varios días, salvo cuando la llevaban para que pudiera bañarse o al baño, fue que empezó a notar el desgate de Rox que cada vez tenía menos energía para moverse de arriba abajo y prefería mantenerse en la cama. Ante eso, Pam recordó su teoría inicial sobre que la herida de Rox podría estar infectada, pero como este se negaba a que se la revisara era imposible comprobarlo. Lo que si era era evidente era el agotamiento del humano y su propia impotencia para levantarse de la cama sin ayuda, acercarse a Rox y poder hacer algo, lo que fuese, para aliviar su malestar.
Pam tuvo una batalla consigo misma por eso, porque sabía no debía moverse, pero por otro lado estaba harta de estar sentada y pedir ayuda para ir incluso hasta el baño. Por suerte, por el momento su sentido común pudo mas que su fastidio general, pero no estaba segura de cuanto iba a durar su paciencia. Mas cuando veía como su compañero no mejoraba y con cada día que pasaba parecía empezar a moverse cada vez menos, con síntomas evidente de que algo no iba bien.
La movilidad de Rox se redujo al punto de tener que recibir incluso ayuda de Rena para asearse, lo que empezó a inquietar a Pam, que pese a todos se mantuvo cerca del humano, no dándole charla inútil sino simplemente manteniendole hidratado o secandole el sudor, mas y mas frustrada por momentos. No fue la única en percatarse de que algo era extraño en su compañero, Milo también estuvo pendiente de Rox, así como de los pequeños a los que Pam no podía darles toda la atención necesaria al ser incapaz de moverse libremente. Aquello ultimo especialmente marco una diferencia en la actitud de Pam, que con cada día que pasaba sin poder andar y viendo como a su alrededor se necesitaban mas manos que ayudaran, empezaba a volverla mas irascible, fastidiada por aquel impedimento físico tan estúpido, haciéndola sentir inútil y molesta por completo.
Su atención en Rox aquellos últimos días, fue mas que suficiente para que incluso olvidara su inquietud sobre el huésped, al cual no había olvidado, pero que paso a un segundo plano en su mente ante otras prioridades. Aun así no se relajaba, la tensión era latente en la mona del queso, que al final se tradujo de la peor forma posible.
No fue el grito de Hyun el que la despertó aquel dia, fue su propio grito mudo en la oscuridad de la habitación, mientras respiraba de forma entrecortada con los ojos abiertos por completo. En la oscuridad tuvo la inquietante impresión de encontrarse dentro de algo vivo y palpitante, en el estomago de una enorme monstruo. El sudor bajaba por las sienes de Pam, cuando se paso las manos por la calva, cuando al fin sus ojos se acostumbraron a la apenas luz que colaba por las ventanas, haciéndole ver que no estaba dentro de un estomago rosado y palpitante, sino en el torreón.
Pam miro alrededor, con ojos nerviosos, sintiendo aun aquella voz de muchas voces mezcladas hablando en su cabeza. La vocecita de aquella mariposa traidora, disculpándose por llevarla hasta su cazador. La mona del queso era consciente que había sido un sueño, del que parecía haber sido sacada por la fuerza por su propio miedo, pero no por dejaba de ser aterrador...un sueño mas real, dentro de lo extraño e ilusorio que era, que le helaba la sangre. Había soñado muchas veces en su vida, pero nunca a ese grado. Como si su cuerpo recordara haber corrido hasta casi quedarse sin aliento, algo que llevaba mas de una semana sin hacer.
Y no solo eso, Pam recordaba perfectamente lo sueños de alguno de sus compañeros, tan aterradores y reales para ellos, que le hacían plantearse aun su teoría original. Aquella ciudad quería devorarlos...quería mostrarles algo. Pam no creía en las casualidades en aquel sitio, ya no. << Pero, es un sueño, solo un sueño, no existe ninguna araña gigante...no existe una mariposa traidora ¿toda la tensión de lo del huésped y lo de Rox me ha terminado explotando de esa forma? >> pensó Pam que aun que de mentalidad abierta a todo todo lo extraño, no significaba que no intentara buscarle una lógica a soñar algo así. Ese sueño debía de verse afectado por su sensación de esos días de sentirse presa del torreón, de sentirse tan harta que solo tenía ganas de gritar o romper cosas. El subconsciente era un cabrón puteandole con un sueño donde estaba en una tela de araña sin salida. Muy cabrón. Esperaba que eso no fuese un mensaje de su cerebro advirtiéndole que no volvería a andar con sus propios de nuevo en mucho tiempo, porque no iba a soportar otra semana así, ni de coña. Con amigos heridos y sin ser capaz de ayudarlos mas que de una forma tan superficial que resultaba muy frustrante, como que encima su cerebro viniera a tocarle las narices en sueños, rechazando su muestra de confianza.
- No he visto ni una sola mariposa desde que llegamos, pero si la veo...mas le vale apartarse de mi sino quiere ser espachurrada - murmuro Pam con un gruñido, sintiéndose claramente desconfiada. Para una vez en su vida que confiaba en algo o alguien, aunque fuese en un sueño, era traicionada de aquella forma. Parecía que su mente quisiera enviarle un mensaje claro: no confiar en nadie por mas inocente y bueno que pareciera y Pam pensaba cumplir eso a rajatabla.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
18/08/17, 10:30 pm
Eitne usará durante el salto un total de 15 pulsos púrpura. Tres al día durante los cinco últimos días. Este es el mal que nos espera:
Día 1: Surge un alambre, columna de fuego y efecto laxante contra la pared.
Día 2: Estallido de plumón blanco, efecto laxante y una copa de cristal purpura que se romperá contra la pared.
Día 3: La zona objetivo cambia temporalmente sus colores a negativo de forma gradual durante unos segundos; un pulso lento, como a camara lenta, que se desvanece antes de tocar la pared y polvo, mucho polvo.
Día 4: surgen espinas en la pared; polvo, más polvo, y gusanitos de luz que se disuelven con el sol (dad gracias porque invocan mantófagos).
Día 5: más gusanitos (eugh), efecto laxante Y EL DEDO FAMOSO: El pulso invoca un meñique amputado, de piel color verde blanquecino, que aún sangra. El meñique tiene un tatuaje que representa a una lombriz encaramada a lo que parece una especie de diente de león. El dedo invocado es siempre idéntico.
Día 1: Surge un alambre, columna de fuego y efecto laxante contra la pared.
Día 2: Estallido de plumón blanco, efecto laxante y una copa de cristal purpura que se romperá contra la pared.
Día 3: La zona objetivo cambia temporalmente sus colores a negativo de forma gradual durante unos segundos; un pulso lento, como a camara lenta, que se desvanece antes de tocar la pared y polvo, mucho polvo.
Día 4: surgen espinas en la pared; polvo, más polvo, y gusanitos de luz que se disuelven con el sol (dad gracias porque invocan mantófagos).
Día 5: más gusanitos (eugh), efecto laxante Y EL DEDO FAMOSO: El pulso invoca un meñique amputado, de piel color verde blanquecino, que aún sangra. El meñique tiene un tatuaje que representa a una lombriz encaramada a lo que parece una especie de diente de león. El dedo invocado es siempre idéntico.
- Rocavarancolia Rol
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
18/08/17, 10:30 pm
El miembro 'Yber' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
#1 'Dado de 100 caras' : 9, 58, 29
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#2 'Dado de 100 caras' : 7, 59, 96
--------------------------------
#3 'Dado de 100 caras' : 52, 84, 15
--------------------------------
#4 'Dado de 100 caras' : 49, 14, 3
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#5 'Dado de 100 caras' : 2, 58, 100
#1 'Dado de 100 caras' : 9, 58, 29
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#2 'Dado de 100 caras' : 7, 59, 96
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#3 'Dado de 100 caras' : 52, 84, 15
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#4 'Dado de 100 caras' : 49, 14, 3
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#5 'Dado de 100 caras' : 2, 58, 100
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
19/08/17, 12:12 am
Después de quedarse dormido durante el día del incidente con el Huésped, Eitne se levantó por la noche con sensación de mañana temprana. Una mala mañana, para ser más exactos. Adru le habló de forma cercana, sin gruñirle, ni acusarle de nada malo ni tratarle como tonto, pero Eitne aún tenía demasiado arraigado que el Huésped era un ser bondadoso que les ayudaba (al contrario que Hyun). Por suerte o por desgracia, aquel día no volvió a dormirse hasta las tantas y las palabras de la sinhadre le rondaron durante horas.
Durante esa noche y la siguiente, Eitne trató de contactar sin éxito con su hechizo en la pared. No hubo suerte. El niño buscó huecos en los que comunicarse con Nime y Guille y les puso al corriente de lo que ocurría. El malvado de Hyun se había salido con la suya y les había arrebatado lo único que convertía Letargo en un lugar seguro. Sin embargo, en los niños caía la oportunidad de reconjurarlo. Así, Eitne dijo a todo el grupo que limpiarían los ojos de las paredes para, más adelante y en secreto, volver a dibujarlos con más precisión. Podía ser que el Huésped hubiera salido mal, pero se merecía una segunda oportunidad.
Al menos, así lo creyó hasta cierta conversación con Milo, que lo dejó completamente descolocado. El irrense les había señalado cuántos agujeros había en las palabras del hechizo protector y les había contado cosas sobre magia vieja y monstruos peligrosos, demonios. El adulto se salió con la suya y los niños se rindieron. Buscar al Huésped quedaba cancelado, no podían arriesgarse a que fuera mentira. Por otra parte, el niño sintió que el irrense era una persona de la que podía fiarse siempre.
A raíz de ahí ocurrieron tres cosas: el torreón quedó limpio como una patena, el odio a Hyun se convirtió en una mezcla entre rencor y culpa y a Eitne le sobró un montón de tiempo libre, ahora que no tenía nada que pintar. El niño decidió que, si el Huésped no era de fiar, él mismo se convertiría en un Huésped mejor: se encargaría de ayudar y proteger a todo el mundo. Eitne comenzó a pasar más tiempo con la gente herida. A veces se encontraba a Guille charlando con Rox o cualquier otro y se unía a la conversación para aportar decenas de datos innecesarios sobre su corta infancia y su mundo.
Además, el niño habló con Zobriel para aprender el nuevo hechizo curativo y les contó a todos que tenía un plan: iba a conjurar el pulso púrpura varias veces al día. El hechizo que Nime había traído en sueños tenía resultados muy dispares y Eitne quería saber a qué se debía. El primer día trató de lanzarlos pensando en cosas bonitas, pero se sorprendió a sí mismo con un alambre que casi se le clava en la pantorrilla, una columna de fuego de metro y medio que desapareció enseguida y un poco de nada contra la pared. El niño se había quedado ojiplático ante la columna, maravillado por la proeza que acababa de realizar.
Una vez decidió que el estado de ánimo no influía, pasó a los siguientes días con siguientes teorías que él creía super inteligentes. Realmente, el niño solo repetía el mismo hechizo cambiando la expresión de la cara y el azar hacía el resto. Y vaya si lo hacía. Al torreón le crecieron espinas, surgió una copa de cristal púrpura, gusanitos, magia defectuosa y lenta, polvo, plumón… Y luego un dedo. Un dedo de verdad que aterró tanto a Eitne que lo tiró al foso en un chillido. En la pared del patio, ahora escribía el recuento:
Durante una de las tardes, Eitne sorprendió a Guille mientras cantaba una canción. Cantar y bailar eran de sus cosas preferidas en casa y el daeliciano no dudó en acercarse a preguntar. A pesar de la negativa inicial de Guille, gracias a su insistencia se enteró de que preparaba una sorpresa para Rox y que para eso había robado su aparatito musical. El humano le enseñó una canción muy bonita y Eitne le ayudó a cantarla. En sus ratos libres, a veces la tarareaba solo y se ponía a bailar, improvisando una coreografía al ritmo de la letra. En algunas ocasiones, lo hizo con la boca llena de un bizcocho delicioso de Neil, una tarta de chocolate.
A la larga, liberarse del secreto del Huésped fue todo un alivio. El ánimo del niño volvió a como solía ser y solo se vio ensombrecido por dos motivos de origen coreano: la culpa y el miedo hacia Hyun y el empeoramiento progresivo de Rox. El niño decidió que, para ser un buen El Huésped, tendía que volver a salir. Y así lo hizo. Eitne se pintó un ojo enorme en cada uno de sus escudos y en una camiseta y se los ponía siempre que tocaba salir a por las cestas o a buscar un remedio.
Gracias a estas salidas y al gasto mágico que suponían los pulsos, el niño logró dormir un poco mejor. Sin embargo, de vez en cuando, se despertaba en mitad de la noche y se descubría a sí mismo solo y echando de menos al Huésped original. Malvado o bueno, fallido o bien hecho, aquella cosa en la pared le había ayudado a pasar las noches en vela. Ahora no tenía nada más que un silencio incómodo, lleno de ronquidos y respiraciones. Un silencio que no se rompería nunca por el antiguo ser y que le provocaba una mala sensación en la nuca. La desprotección era más evidente por las noches y el niño se obligaba a contar y contar vhadkhitas bajo las sábanas.
Los últimos días fueron más difíciles. Rox había empeorado tanto que Eitne temía por su vida. El niño acababa de perder a dos compañeros y tenía bastante con la culpa por haber traído a un Huésped malo al torreón. Eitne no estaba preparado para enterrar a Rox.
---
Los gritos de Hyun no despertaron a Eitne. El niño llevaba despierto más de una hora, con los ojos cerrados y el cerebro vagando en busca de algún rincón que le devolviera el sueño. El niño se incorporó con el corazón latiéndole tan fuerte que parecía querer escaparse. <<¿Ha vuelto el Huésped?>> pensó asustado. ¿Le habría hecho algo más a Hyun?
Eitne buscó su cama con la mirada y suspiró de alivio. Parecía que el coreano solo había despertado de un mal sueño. Sin embargo, Hyun enseguida empuñó su martillo y echó a correr de mala manera. Eitne arrugó la frente y lo vio irse con algo de pena. Llevaba pensando que debía pedir disculpas al coreano por haber colaborado sin querer con un monstruo empuja-adultos. Sin embargo, al ver que muchos más se levantaban con el mismo susto en el cuerpo, Eitne se relajó y esbozó una sonrisa triste.
Pam susurró algo que Eitne no llegó a oír bien y el niño se levantó de la cama con sigilo y fue hasta la puerta para asomarse y ver si Hyun seguía por ahí. Preocupado, bajó las escaleras hasta que pudo ver la planta baja y se asomó con cuidado a mitad de camino, desde el rellano. Eitne se pegó a la pared para observar al coreano “con disimulo”. Al verle llorando y tan encogido, el niño sintió una suerte de quemazón en el estómago; como si se hubiera tragado sin querer un fuego de mentira.
Dio marcha atrás un par de escalones para ocultarse del todo y se sentó ahí mismo, entre la primera planta y la baja. El niño se debatía entre acercarse y volver a la cama, pero todo lo que hizo fue esperar: esperar a que uno de los mayores llegara antes que su decisión.
Durante esa noche y la siguiente, Eitne trató de contactar sin éxito con su hechizo en la pared. No hubo suerte. El niño buscó huecos en los que comunicarse con Nime y Guille y les puso al corriente de lo que ocurría. El malvado de Hyun se había salido con la suya y les había arrebatado lo único que convertía Letargo en un lugar seguro. Sin embargo, en los niños caía la oportunidad de reconjurarlo. Así, Eitne dijo a todo el grupo que limpiarían los ojos de las paredes para, más adelante y en secreto, volver a dibujarlos con más precisión. Podía ser que el Huésped hubiera salido mal, pero se merecía una segunda oportunidad.
Al menos, así lo creyó hasta cierta conversación con Milo, que lo dejó completamente descolocado. El irrense les había señalado cuántos agujeros había en las palabras del hechizo protector y les había contado cosas sobre magia vieja y monstruos peligrosos, demonios. El adulto se salió con la suya y los niños se rindieron. Buscar al Huésped quedaba cancelado, no podían arriesgarse a que fuera mentira. Por otra parte, el niño sintió que el irrense era una persona de la que podía fiarse siempre.
A raíz de ahí ocurrieron tres cosas: el torreón quedó limpio como una patena, el odio a Hyun se convirtió en una mezcla entre rencor y culpa y a Eitne le sobró un montón de tiempo libre, ahora que no tenía nada que pintar. El niño decidió que, si el Huésped no era de fiar, él mismo se convertiría en un Huésped mejor: se encargaría de ayudar y proteger a todo el mundo. Eitne comenzó a pasar más tiempo con la gente herida. A veces se encontraba a Guille charlando con Rox o cualquier otro y se unía a la conversación para aportar decenas de datos innecesarios sobre su corta infancia y su mundo.
Además, el niño habló con Zobriel para aprender el nuevo hechizo curativo y les contó a todos que tenía un plan: iba a conjurar el pulso púrpura varias veces al día. El hechizo que Nime había traído en sueños tenía resultados muy dispares y Eitne quería saber a qué se debía. El primer día trató de lanzarlos pensando en cosas bonitas, pero se sorprendió a sí mismo con un alambre que casi se le clava en la pantorrilla, una columna de fuego de metro y medio que desapareció enseguida y un poco de nada contra la pared. El niño se había quedado ojiplático ante la columna, maravillado por la proeza que acababa de realizar.
Una vez decidió que el estado de ánimo no influía, pasó a los siguientes días con siguientes teorías que él creía super inteligentes. Realmente, el niño solo repetía el mismo hechizo cambiando la expresión de la cara y el azar hacía el resto. Y vaya si lo hacía. Al torreón le crecieron espinas, surgió una copa de cristal púrpura, gusanitos, magia defectuosa y lenta, polvo, plumón… Y luego un dedo. Un dedo de verdad que aterró tanto a Eitne que lo tiró al foso en un chillido. En la pared del patio, ahora escribía el recuento:
-Sin efecto: III
-Polvo: II
-Gusanitos: II
-Sin efecto y lento: I
-Alambre: I
-Plumón: I
-Mucho fuego: I
-Copa rota: I
-Colores raros: I
-Espinas en la pared: I
-DEDO DE MUERTO: I
-Polvo: II
-Gusanitos: II
-Sin efecto y lento: I
-Alambre: I
-Plumón: I
-Mucho fuego: I
-Copa rota: I
-Colores raros: I
-Espinas en la pared: I
-DEDO DE MUERTO: I
Durante una de las tardes, Eitne sorprendió a Guille mientras cantaba una canción. Cantar y bailar eran de sus cosas preferidas en casa y el daeliciano no dudó en acercarse a preguntar. A pesar de la negativa inicial de Guille, gracias a su insistencia se enteró de que preparaba una sorpresa para Rox y que para eso había robado su aparatito musical. El humano le enseñó una canción muy bonita y Eitne le ayudó a cantarla. En sus ratos libres, a veces la tarareaba solo y se ponía a bailar, improvisando una coreografía al ritmo de la letra. En algunas ocasiones, lo hizo con la boca llena de un bizcocho delicioso de Neil, una tarta de chocolate.
A la larga, liberarse del secreto del Huésped fue todo un alivio. El ánimo del niño volvió a como solía ser y solo se vio ensombrecido por dos motivos de origen coreano: la culpa y el miedo hacia Hyun y el empeoramiento progresivo de Rox. El niño decidió que, para ser un buen El Huésped, tendía que volver a salir. Y así lo hizo. Eitne se pintó un ojo enorme en cada uno de sus escudos y en una camiseta y se los ponía siempre que tocaba salir a por las cestas o a buscar un remedio.
Gracias a estas salidas y al gasto mágico que suponían los pulsos, el niño logró dormir un poco mejor. Sin embargo, de vez en cuando, se despertaba en mitad de la noche y se descubría a sí mismo solo y echando de menos al Huésped original. Malvado o bueno, fallido o bien hecho, aquella cosa en la pared le había ayudado a pasar las noches en vela. Ahora no tenía nada más que un silencio incómodo, lleno de ronquidos y respiraciones. Un silencio que no se rompería nunca por el antiguo ser y que le provocaba una mala sensación en la nuca. La desprotección era más evidente por las noches y el niño se obligaba a contar y contar vhadkhitas bajo las sábanas.
Los últimos días fueron más difíciles. Rox había empeorado tanto que Eitne temía por su vida. El niño acababa de perder a dos compañeros y tenía bastante con la culpa por haber traído a un Huésped malo al torreón. Eitne no estaba preparado para enterrar a Rox.
---
Los gritos de Hyun no despertaron a Eitne. El niño llevaba despierto más de una hora, con los ojos cerrados y el cerebro vagando en busca de algún rincón que le devolviera el sueño. El niño se incorporó con el corazón latiéndole tan fuerte que parecía querer escaparse. <<¿Ha vuelto el Huésped?>> pensó asustado. ¿Le habría hecho algo más a Hyun?
Eitne buscó su cama con la mirada y suspiró de alivio. Parecía que el coreano solo había despertado de un mal sueño. Sin embargo, Hyun enseguida empuñó su martillo y echó a correr de mala manera. Eitne arrugó la frente y lo vio irse con algo de pena. Llevaba pensando que debía pedir disculpas al coreano por haber colaborado sin querer con un monstruo empuja-adultos. Sin embargo, al ver que muchos más se levantaban con el mismo susto en el cuerpo, Eitne se relajó y esbozó una sonrisa triste.
Pam susurró algo que Eitne no llegó a oír bien y el niño se levantó de la cama con sigilo y fue hasta la puerta para asomarse y ver si Hyun seguía por ahí. Preocupado, bajó las escaleras hasta que pudo ver la planta baja y se asomó con cuidado a mitad de camino, desde el rellano. Eitne se pegó a la pared para observar al coreano “con disimulo”. Al verle llorando y tan encogido, el niño sintió una suerte de quemazón en el estómago; como si se hubiera tragado sin querer un fuego de mentira.
Dio marcha atrás un par de escalones para ocultarse del todo y se sentó ahí mismo, entre la primera planta y la baja. El niño se debatía entre acercarse y volver a la cama, pero todo lo que hizo fue esperar: esperar a que uno de los mayores llegara antes que su decisión.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
19/08/17, 05:06 pm
Guille, paso los días sin parar de hacer cosas, no quería pensar más de lo suficiente en el huésped, habían limpiado los símbolos mágicos de Eitne y no los habían rehecho Milo sembró la duda en ellos y la imagen Andru dándoles la charla no se le podía quitar de la cabeza, pero Guille seguía confiando en la magia de Eitne y sabía que si hacían bien el hechizo podrían ayudar a la gente del Torreón.
Pasaba sus horas muertas, terminando los regalos, siempre intentaba formar grupo con Pam o Neil para hacerlo tranquilamente, completo el favor que le pidió Pam deshaciendo ropa vieja en hilos finos con los que hizo el relleno y también utilizo el plumón que consegio Eitne en sus hechizos molones que Guille queria estar presente siempre, para poder ver las cosas que hacía. Persiguió a Neil para convencerle que hiciera el bizcocho de chocolate, y que al final reconoció que estaba muy bueno, y se alegró por un buen momento entre todos. Habló largos ratos con Rox contándole todo lo que se le pasaba por la cabeza para distraerle todo lo que pudiera aunque a veces le llamaba la atención por repetir historias. Se le unieron Eitne y Nime más tarde y en pensamiento de Guille, Rox tendría el triple de ayuda, también aprovecho para buscar el mp3 que tenía para preparar una sorpresa. Consiguió cogerlo cuando Rox estaba distraído por Eitne y Nime, su plan era utilizarlo para dar una sorpresa a Rox, se escondió y se puso a encenderlo cuando empezó a cantar le pillo Eitne pero le utilizo para ayudarle y le incluyo en el plan sin darle demasiada información, planeo que nisiquiera notará que lo habían tocado, ni siquiera lo encendió hasta que Eitne se supo la canción, y después solo la grabo una vez, para no gastar batería.
De vez en cuando seguía a Adru y la mirada fijamente, si se daba cuenta de su presencia salía corriendo y se escondía, no quería le pillara.
Le quedaba poco que hacer en los regalos, en su cabeza en unos días tendría todo listo,
Neil y Pam habian acabado los que le había pedido, solo le quedaba hacer el papel de regalo y escribir las cartas, con sus nombres.
El grito de Hyun le dejo en un estado de vigilia, no entendió muy bien que pasaba, entreabrió los ojos y miro al alrededor, buscando un motivo para que se hubiera despertado tan pronto ,como fuego en el torreón o algo así, o que se le hubiera olvidado un examen.
Pasaba sus horas muertas, terminando los regalos, siempre intentaba formar grupo con Pam o Neil para hacerlo tranquilamente, completo el favor que le pidió Pam deshaciendo ropa vieja en hilos finos con los que hizo el relleno y también utilizo el plumón que consegio Eitne en sus hechizos molones que Guille queria estar presente siempre, para poder ver las cosas que hacía. Persiguió a Neil para convencerle que hiciera el bizcocho de chocolate, y que al final reconoció que estaba muy bueno, y se alegró por un buen momento entre todos. Habló largos ratos con Rox contándole todo lo que se le pasaba por la cabeza para distraerle todo lo que pudiera aunque a veces le llamaba la atención por repetir historias. Se le unieron Eitne y Nime más tarde y en pensamiento de Guille, Rox tendría el triple de ayuda, también aprovecho para buscar el mp3 que tenía para preparar una sorpresa. Consiguió cogerlo cuando Rox estaba distraído por Eitne y Nime, su plan era utilizarlo para dar una sorpresa a Rox, se escondió y se puso a encenderlo cuando empezó a cantar le pillo Eitne pero le utilizo para ayudarle y le incluyo en el plan sin darle demasiada información, planeo que nisiquiera notará que lo habían tocado, ni siquiera lo encendió hasta que Eitne se supo la canción, y después solo la grabo una vez, para no gastar batería.
De vez en cuando seguía a Adru y la mirada fijamente, si se daba cuenta de su presencia salía corriendo y se escondía, no quería le pillara.
Le quedaba poco que hacer en los regalos, en su cabeza en unos días tendría todo listo,
Neil y Pam habian acabado los que le había pedido, solo le quedaba hacer el papel de regalo y escribir las cartas, con sus nombres.
El grito de Hyun le dejo en un estado de vigilia, no entendió muy bien que pasaba, entreabrió los ojos y miro al alrededor, buscando un motivo para que se hubiera despertado tan pronto ,como fuego en el torreón o algo así, o que se le hubiera olvidado un examen.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
22/08/17, 01:43 am
El día en Letargo no acabó bien. No al menos para Nime. Los mayores habían cedido en algunas cosas y no tenían que seguir el régimen tiránico que proponía Hyun, pero el ambiente continuaba enrarecido y, el asunto del huésped, poco claro. Nime estaba nerviosa, y los que les dijo Adru solo consiguió que esa noche le costase mucho quedarse a dormir. Por no decir que el cambio de actitud de la sinhadre le había afectado de verdad, tanto como sus palabras. El huésped era lo único a lo que la niña podía aferrarse para no morir de miedo en aquella ciudad donde habían muerto dos compañeros. Sin huésped, ¿qué le quedaba?
Aunque no estuviese muy convencida, accedió al plan de Eitne de limpiar los ojos para reconjurar a su protector, ahora que lo daban por desaparecido. Al principio eso fue todo lo que hizo, apagada y prácticamente en silencio, recapacitando acerca de lo ocurrido. La clave para hacerla cambiar de opinión fue Milo, que un día habló en serio con los niños al respecto de todo lo ocurrido. Nime se sintió tonta después de aquello, pero no más aterrada, porque ya no podía empeorar la situación de los cosechados. Aunque habían desistido de invocar de nuevo a aquel ente, en el fondo aún quería creer que no había pasado nada porque el huésped no era tan maligno como todos decían.
Aquella charla hizo que la libense volviese a acercarse más a Adru, para hablar con ella y preguntarle cosas de su mundo mientras aún no podía salir apenas de cama. Aunque con ella las cosas eran fáciles, con Hyun no. A veces sentía que le debía una disculpa, pero se había portado tan mal con ellos que Nime no llegó a ser capaz de hablar siquiera con él.
Tampoco todo fue malo aquellos días, aunque hubiese motivos de sobra para estar preocupados. Nime descubrió que el chocolate era tan bueno como lo pintaban los que lo habían probado. A partir del día en que Neil les hizo un bizcocho con él, Nime se asomaría a las cestas como un animal medianamente desesperado por comida, en busca de nuevas tabletas.
Otra de las cosas agradables fue hablar más con los heridos. Nime intentaba que no pensasen en sus problemas y les contaba escenas divertidas que había vivido con sus amigos o su familia. Como su repertorio no era muy amplio, las personas con quienes hablaba tal vez aún podían recordar más de una. Aun así distraer a la gente del torreón (incluida a sí misma) era cada vez más difícil. Otros mejoraban de sus heridas, pero no era el caso de Rox. La preocupación de Nime por el humano aumentaba cada día, como la de todos. La libense ya había estado practicando los hechizos que Pelusa había traducido, pero entonces empezó a obsesionarse más con el de curación. Ni siquiera era capaz de hacerlo bien, o eso creía ella, pero no entendía cómo arreglarlo. Cuando Pelusa tradujo el tercero, Nime también empezó a practicarlo, harta de frustraciones con los que no funcionaban. Pero lo que más la frustraba era que a Eitne y a otros la magia parecía salirles muchísimo más fácil que a ella.
También le gustaba observar de cerca a Eitne peleando con su hechizo, pero por curiosidad. Trató de decirle que le parecía una pérdida de tiempo porque creía que, como lo había fabricado de casualidad, el hechizo no funcionaba, y admitir aquello ya era algo que le costaba más de lo que querría admitir. Nime no se habría podido unir a él aunque quisiera, porque solo practicando los hechizos traducidos ya no le quedaban ganas de seguir conjurando más. La hacían sentirse pesada y cansada. Al final, cuando Eitne conjuró aquel dedo grotesco, consiguió que Nime chillase de pavor. «¡Deja ya ese hechizo roto!» le pidió, casi enfadada. No quería ni saber qué podía pasar si seguía insistiendo. ¿No habían armado ya una buena con el huésped?
Aquella noche Nime tardó en quedarse a dormir. Podía escuchar la respiración dificultosa de Rox en su misma habitación y el sufrimiento del humano no solo era incómodo, se clavaba en sus oídos. Su sueño era ligero cuando las cosas iban mal, y el grito de Hyun le hizo abrir los ojos en la oscuridad e incorporarse, con el miedo en el cuerpo. Sin embargo, no había nada anómalo en la habitación. «Alguna pesadilla, supongo» pensó la niña, aunque se abstuvo de burlarse de él como habría hecho no mucho tiempo atrás. Encima, Pelusa no tardó en despertase agitada también. Nime se preguntó si todo el mundo había tenido una mala noche. «No sería raro». A diferencia de Eitne, se quedó sentada en la cama, a la espera de que alguien dijese algo, sintiéndose incapaz de volver a dormirse como si nada hubiese pasado.
Aunque no estuviese muy convencida, accedió al plan de Eitne de limpiar los ojos para reconjurar a su protector, ahora que lo daban por desaparecido. Al principio eso fue todo lo que hizo, apagada y prácticamente en silencio, recapacitando acerca de lo ocurrido. La clave para hacerla cambiar de opinión fue Milo, que un día habló en serio con los niños al respecto de todo lo ocurrido. Nime se sintió tonta después de aquello, pero no más aterrada, porque ya no podía empeorar la situación de los cosechados. Aunque habían desistido de invocar de nuevo a aquel ente, en el fondo aún quería creer que no había pasado nada porque el huésped no era tan maligno como todos decían.
Aquella charla hizo que la libense volviese a acercarse más a Adru, para hablar con ella y preguntarle cosas de su mundo mientras aún no podía salir apenas de cama. Aunque con ella las cosas eran fáciles, con Hyun no. A veces sentía que le debía una disculpa, pero se había portado tan mal con ellos que Nime no llegó a ser capaz de hablar siquiera con él.
Tampoco todo fue malo aquellos días, aunque hubiese motivos de sobra para estar preocupados. Nime descubrió que el chocolate era tan bueno como lo pintaban los que lo habían probado. A partir del día en que Neil les hizo un bizcocho con él, Nime se asomaría a las cestas como un animal medianamente desesperado por comida, en busca de nuevas tabletas.
Otra de las cosas agradables fue hablar más con los heridos. Nime intentaba que no pensasen en sus problemas y les contaba escenas divertidas que había vivido con sus amigos o su familia. Como su repertorio no era muy amplio, las personas con quienes hablaba tal vez aún podían recordar más de una. Aun así distraer a la gente del torreón (incluida a sí misma) era cada vez más difícil. Otros mejoraban de sus heridas, pero no era el caso de Rox. La preocupación de Nime por el humano aumentaba cada día, como la de todos. La libense ya había estado practicando los hechizos que Pelusa había traducido, pero entonces empezó a obsesionarse más con el de curación. Ni siquiera era capaz de hacerlo bien, o eso creía ella, pero no entendía cómo arreglarlo. Cuando Pelusa tradujo el tercero, Nime también empezó a practicarlo, harta de frustraciones con los que no funcionaban. Pero lo que más la frustraba era que a Eitne y a otros la magia parecía salirles muchísimo más fácil que a ella.
También le gustaba observar de cerca a Eitne peleando con su hechizo, pero por curiosidad. Trató de decirle que le parecía una pérdida de tiempo porque creía que, como lo había fabricado de casualidad, el hechizo no funcionaba, y admitir aquello ya era algo que le costaba más de lo que querría admitir. Nime no se habría podido unir a él aunque quisiera, porque solo practicando los hechizos traducidos ya no le quedaban ganas de seguir conjurando más. La hacían sentirse pesada y cansada. Al final, cuando Eitne conjuró aquel dedo grotesco, consiguió que Nime chillase de pavor. «¡Deja ya ese hechizo roto!» le pidió, casi enfadada. No quería ni saber qué podía pasar si seguía insistiendo. ¿No habían armado ya una buena con el huésped?
Aquella noche Nime tardó en quedarse a dormir. Podía escuchar la respiración dificultosa de Rox en su misma habitación y el sufrimiento del humano no solo era incómodo, se clavaba en sus oídos. Su sueño era ligero cuando las cosas iban mal, y el grito de Hyun le hizo abrir los ojos en la oscuridad e incorporarse, con el miedo en el cuerpo. Sin embargo, no había nada anómalo en la habitación. «Alguna pesadilla, supongo» pensó la niña, aunque se abstuvo de burlarse de él como habría hecho no mucho tiempo atrás. Encima, Pelusa no tardó en despertase agitada también. Nime se preguntó si todo el mundo había tenido una mala noche. «No sería raro». A diferencia de Eitne, se quedó sentada en la cama, a la espera de que alguien dijese algo, sintiéndose incapaz de volver a dormirse como si nada hubiese pasado.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
24/08/17, 10:14 pm
Guille aunque adormilado se levantó, para ver que podía pasar, sacó las manos de entre la manta de colocó el gorro, intento desenredarse la manta que tenía a su alrededor, saco un pie de la cama y se puso de pie, con la mala suerte, de que parte de la sabana está en el suelo, al poner todo su peso en ella se movió y hizo caer de bruces contra el suelo a Guille, directo de cabeza.
Al levantarse del suelo, sintió el sabor de la sangre en su boca, al principio se asustó y comenzó a dolerle la boca, pero al sentir un diente moverse por el interior de su boca, se levantó del suelo de golpe y salió disparado.
-Se me ha caído un diente!!-dijo corriendo
Bajo a la planta baja, de camino.selo.fue enseñando a todo el mundo que veía, en la puerta encontró a Hyun. Guille vino decidido a contar su hazaña, sin leer el ambiente.
-Se me ha caído un diente- dijo sonriendo con la boca llena de sangre y con un nuevo vacío en su boca, sujetando un diente en una mano.
Cuando vio la cara de Hyun supo que no era momento para sus cosas, y preguntó:
-¿Hyun que pasa? ¿Estas bien?- dijo con miedo, ya que las dudas volvieron a él "¿has sido el hechizo? ¿Le ha vuelto a hacer algo malo? ¿Entonces, era verdad lo de las escaleras?", mientras otras personas se reunieron a su alrededor.
Al levantarse del suelo, sintió el sabor de la sangre en su boca, al principio se asustó y comenzó a dolerle la boca, pero al sentir un diente moverse por el interior de su boca, se levantó del suelo de golpe y salió disparado.
-Se me ha caído un diente!!-dijo corriendo
Bajo a la planta baja, de camino.selo.fue enseñando a todo el mundo que veía, en la puerta encontró a Hyun. Guille vino decidido a contar su hazaña, sin leer el ambiente.
-Se me ha caído un diente- dijo sonriendo con la boca llena de sangre y con un nuevo vacío en su boca, sujetando un diente en una mano.
Cuando vio la cara de Hyun supo que no era momento para sus cosas, y preguntó:
-¿Hyun que pasa? ¿Estas bien?- dijo con miedo, ya que las dudas volvieron a él "¿has sido el hechizo? ¿Le ha vuelto a hacer algo malo? ¿Entonces, era verdad lo de las escaleras?", mientras otras personas se reunieron a su alrededor.
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.Personajes : Hyun-su: el medio coreano medio estadounidense, serio, callado, cobarde, enclenque y egoista impulsado por su miedo.
altura: 1,77m
peso: 67 kg (estilizado)
edad: 15 años
Heridas/enfermedades : -Cicatrices en: mano, pecho, hombro y mejilla.
-Cojera por herida a medio curar en gemelo.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
25/08/17, 09:44 pm
Lloraba, lloraba como no lo hacia desde niño. Dejaba que cayeran las lágrimas y humedecieran sus pantalones contra los que apoyaba su cara. Dejaba que los mocos cayeran. Se dejaba que le doliera el culo por estar en el suelo, tener frio por no taparse. Se dejaba autocompadecerse. Y lloraba. En parte deseaba que le vieran, que alguien le viera, y sintiera aunque fuera por unos segundos alguna empatia o compasión. En parte deseaba generar un falso cariño que no tenía de sus compañeros. Y a la vez sentía vergüenza: de haber cedido, de querer eso, de ser débil, porque lo era. Y estos sentimientos se repetían una y otra vez. Se había engañado al creer que podría pensar algo, que podría procesar lo que había vivido.
Apenas noto la presencia del humano, por lo que cuando este habló se sobresaltó. Hyun agarró su martillo con rapidez sin desenvainarlo. <<Era un sueño>> pensó poco convencido. Tampoco se levanto. En el sueño al fin y al cabo los niños le habían matado, pero seguía vivo. Él hubiera jurado que fue de verdad, que pasaron meses, lo sentía como tal, pero estaba en el torreón y no había pasado ni un día.<<Era un sueño>> se repitió. No le dio demasiadas vueltas al oir al chico. Las palabras de este eran como punzadas, ese niño había alcanzado los límites que podía aguantar el coreano. No solo estnaba violando un momento en parte privado, cosa que ya le enfadaba, si no que encima la razón por la que venía era insultante, se la sudaba el como se encontrara.
- ¿Eres idiota? - dijo con dificultad entre jadeos y lloros. Entonces Guille empezo a hacer sus preguntas y la paciencia de Hyun no duró mucho más.
- Largate. - Gruñó <<Esto es tu culpa, y la de todos>>
Apenas noto la presencia del humano, por lo que cuando este habló se sobresaltó. Hyun agarró su martillo con rapidez sin desenvainarlo. <<Era un sueño>> pensó poco convencido. Tampoco se levanto. En el sueño al fin y al cabo los niños le habían matado, pero seguía vivo. Él hubiera jurado que fue de verdad, que pasaron meses, lo sentía como tal, pero estaba en el torreón y no había pasado ni un día.<<Era un sueño>> se repitió. No le dio demasiadas vueltas al oir al chico. Las palabras de este eran como punzadas, ese niño había alcanzado los límites que podía aguantar el coreano. No solo estnaba violando un momento en parte privado, cosa que ya le enfadaba, si no que encima la razón por la que venía era insultante, se la sudaba el como se encontrara.
- ¿Eres idiota? - dijo con dificultad entre jadeos y lloros. Entonces Guille empezo a hacer sus preguntas y la paciencia de Hyun no duró mucho más.
- Largate. - Gruñó <<Esto es tu culpa, y la de todos>>
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
26/08/17, 03:01 pm
En la noche resonaban demasiado a través de las escaleras el barullo que montaban los niños correteando y, en particular, Guille con sus cosas, por lo que volverse a dormir no parecía posible de todas formas. Neil había vuelto asustado al ver a Hyun en aquel estado y empuñando su martillo, así que la sinhadre decidió que quizás debería intervenir. A fin de cuentas no podía dejar al coreano temblando allí abajo y solo hablando con los pequeños. Con su camisón zarrapastroso y excesivamente grande para ella, descendió despacio hasta la planta baja, sufriendo en las escaleras debido a las quemaduras de las plantas de los pies incluso dentro de sus mullidas zapatillas y tan solo pudiendo ayudarse agarrándose a las paredes con su brazo sano. Adrune escuchó la respuesta desagradable que Hyun le dedicó al humano más pequeño y torció un poco el gesto mientras se acercaba. Le dedicó una pequeña sonrisa a Eitne al pasar por su lado, pero no comentó nada.
—Hyun… Guille solo intenta animarte —le dijo al coreano sentándose cerca de él con dificultad—. ¿Qué ha pasado? ¿Has tenido una pesadilla tú también?
No se refería a que ella hubiese tenido una, aunque sus sueños últimamente no eran precisamente agradables o esa sensación tenía pues apenas recordaba nada; pero suponía que entendería por qué hacía aquella pregunta tras haber vivido varios despertares a horas intempestivas como aquel protagonizados cada vez por una persona diferente.
—Hyun… Guille solo intenta animarte —le dijo al coreano sentándose cerca de él con dificultad—. ¿Qué ha pasado? ¿Has tenido una pesadilla tú también?
No se refería a que ella hubiese tenido una, aunque sus sueños últimamente no eran precisamente agradables o esa sensación tenía pues apenas recordaba nada; pero suponía que entendería por qué hacía aquella pregunta tras haber vivido varios despertares a horas intempestivas como aquel protagonizados cada vez por una persona diferente.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
27/08/17, 12:07 pm
En un principio Guille se iba a enfadar, pero vio a Hyun y no vio ningún peligro solo vio un niño como el un poco más mayor pero igual de asustado, y con muchas más calma de la que hubiera pensado Guillermo que podia tener comenzó a hablar.
-No soy idiota... o puede que si no lo sé-dijo con una pequeña sonrisa- pero si se que cuando alguien esta llorando hay que ayudarle-y Hyun tenía pinta de necesitar mucha.
Ignoró el comentario para echarle, era consciente de que Hyun no era la persona con la que mejor se llevaba del Torreón, eso era obvio, pero no estaba en la naturaleza de Guille abandonar a alguien llorando.
Se quedó alado suya dejando una distancia de más o menos un metro, dejo que el silencio circulará entre ellos. La intervención de Adru le sirvió para saber que le pasaba, había tenido una pesadilla, y sin pensarlo hizo lo mismo que le hacía a su mamá cuando tenía una pesadilla, se acerco a él y le abrazó.
-No pasa nada por llorar.-dijo Guillermo, copiando las palabras de su hermano.
-No soy idiota... o puede que si no lo sé-dijo con una pequeña sonrisa- pero si se que cuando alguien esta llorando hay que ayudarle-y Hyun tenía pinta de necesitar mucha.
Ignoró el comentario para echarle, era consciente de que Hyun no era la persona con la que mejor se llevaba del Torreón, eso era obvio, pero no estaba en la naturaleza de Guille abandonar a alguien llorando.
Se quedó alado suya dejando una distancia de más o menos un metro, dejo que el silencio circulará entre ellos. La intervención de Adru le sirvió para saber que le pasaba, había tenido una pesadilla, y sin pensarlo hizo lo mismo que le hacía a su mamá cuando tenía una pesadilla, se acerco a él y le abrazó.
-No pasa nada por llorar.-dijo Guillermo, copiando las palabras de su hermano.
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.Personajes : Hyun-su: el medio coreano medio estadounidense, serio, callado, cobarde, enclenque y egoista impulsado por su miedo.
altura: 1,77m
peso: 67 kg (estilizado)
edad: 15 años
Heridas/enfermedades : -Cicatrices en: mano, pecho, hombro y mejilla.
-Cojera por herida a medio curar en gemelo.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
27/08/17, 07:34 pm
Vergüenza, por haber cedido, por ser debil. Esa compasión que en parte deseaba ahora solo era una pieza más del bochorno que sentía, pues ésta se le antojaba más como una pena falsa por alguien patético como lo era el coreano. Y aunque deseaba decirles que se fueran, que le dejaran solo, era incapaz de articular palabra entre sus lloros. Se sentía frustrado y cabreado, encima con el niño que se quedaba ahí contra lo que Hyun había dicho, cada segundo poniéndose más en evidencia con sus llantos constantes. Y solo iba a peor, con la respuesta del insoportable enano, las preguntas de adru a las que no podía responder. Y cuando el rubio se acerco a abrazarle Hyun no pudo más.
- Guille, por favor, vete.- Por fin consiguió articular palabra. Y, aun con una voz entrecortada y débil, pudo decir lo que quería con severidad. se había librado del abrazo y ahora le cogía los brazos al niño no con demasiada fuerza. Se estaba controlando. No solo se había quedado allí viendo como se humillaba pasando por completo de lo que el coreano le había dicho, además había tenido el valor, un niño pequeño, de tratarlo con condescendencia, y para rematar le había intentado abrazar contra cualquier deseo propio. Los abrazos eran algo muy personal, el último que había recibido era de su hermana y ahora el niño también había pisado eso, como el resto de los límites del coreano. No quería ser condenado más veces por la gente del torreón por ser "malo" como ya le habían definido antes, estaba harto de ello, era otra cosa más en la que era débil; doliéndole cada uno de los juicios de sus compañeros por los que pasaba porque era incapaz de mandarlos a la mierda, porque en el fondo deseaba su aprobación, la de una gente que nunca lo había valorado. Pero ese niño tenía que irse.
- Guille, por favor, vete.- Por fin consiguió articular palabra. Y, aun con una voz entrecortada y débil, pudo decir lo que quería con severidad. se había librado del abrazo y ahora le cogía los brazos al niño no con demasiada fuerza. Se estaba controlando. No solo se había quedado allí viendo como se humillaba pasando por completo de lo que el coreano le había dicho, además había tenido el valor, un niño pequeño, de tratarlo con condescendencia, y para rematar le había intentado abrazar contra cualquier deseo propio. Los abrazos eran algo muy personal, el último que había recibido era de su hermana y ahora el niño también había pisado eso, como el resto de los límites del coreano. No quería ser condenado más veces por la gente del torreón por ser "malo" como ya le habían definido antes, estaba harto de ello, era otra cosa más en la que era débil; doliéndole cada uno de los juicios de sus compañeros por los que pasaba porque era incapaz de mandarlos a la mierda, porque en el fondo deseaba su aprobación, la de una gente que nunca lo había valorado. Pero ese niño tenía que irse.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
27/08/17, 09:26 pm
Adru esbozó una sonrisa cuando Guille se acercó a abrazar a Hyun, que murió enseguida ante la frialdad con la que el coreano recibió el gesto. Ella también abrazaba a Neil cuando tenía pesadillas, pero Hyun ni siquiera le había respondido a su pregunta por lo que no sabía cómo actuar. Se rascó la cabeza con el brazo sano, insegura sobre sus siguientes movimientos. <<Guille solo intenta animarte…>> repitió en su cabeza, pues ya se lo había dicho hacía escasos segundos.
—Bueno… No… No sé qué has soñado pero no tiene por qué hacerse realidad.
Aquella frase había sonado aún menos convincente y consoladora si cabía en voz alta que en su mente: ella sí había visto como una pesadilla se volvía real en parte al menos, por lo que no se atrevía a mentir. Pero tampoco pretendía asustar aún más a Hyun.
—Bueno… No… No sé qué has soñado pero no tiene por qué hacerse realidad.
Aquella frase había sonado aún menos convincente y consoladora si cabía en voz alta que en su mente: ella sí había visto como una pesadilla se volvía real en parte al menos, por lo que no se atrevía a mentir. Pero tampoco pretendía asustar aún más a Hyun.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
28/08/17, 04:34 pm
-Lo siento- fue lo único que dijo Guille antes de irse, se soltó de las manos de Hyun y se dirigió a la cocina.
En la cocina se puso a limpiarse las manos y la boca, guardo su diente en un bolsillo, "lo dejaré debajo de la almohada" y espero al desayuno.
Guille pensó ahí sentado, pensó en Hyun, en que le negara el abrazo, en qué no iba a conseguir ayuda si no la aceptaba. Pensó en el huésped, en Eitne, en Rox, en Adru, en el torreón, en su casa, en Rocavarancolia "la ciudad sin Luna" llena monstruos y cosas maravillosas. Llegó a una conclusión "tengo que terminar los regalos de Navidad".
En la cocina se puso a limpiarse las manos y la boca, guardo su diente en un bolsillo, "lo dejaré debajo de la almohada" y espero al desayuno.
Guille pensó ahí sentado, pensó en Hyun, en que le negara el abrazo, en qué no iba a conseguir ayuda si no la aceptaba. Pensó en el huésped, en Eitne, en Rox, en Adru, en el torreón, en su casa, en Rocavarancolia "la ciudad sin Luna" llena monstruos y cosas maravillosas. Llegó a una conclusión "tengo que terminar los regalos de Navidad".
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.Personajes : Hyun-su: el medio coreano medio estadounidense, serio, callado, cobarde, enclenque y egoista impulsado por su miedo.
altura: 1,77m
peso: 67 kg (estilizado)
edad: 15 años
Heridas/enfermedades : -Cicatrices en: mano, pecho, hombro y mejilla.
-Cojera por herida a medio curar en gemelo.
Re: Torreón Letargo (Archivo VI)
28/08/17, 05:19 pm
El cabreo del coreano le había permitido librarse en parte de los sollozos y articular palabras; estas iban frenadas cada rato por bocanadas de aire involuntarias y gemidos entrecortados.
<<Das asco>> Pensaba para sí solo con imaginarse el como le verían los de fuera. Hyun ya había dejado atrás cualquier dignidad que le quedara, era patético.
- E-ra real, lo era, llevaba meses sin verte, sin ver a nadie. Los niños me mataron. El muro...- No era capaz de conectar bien sus palabras, y sin poder evitarlo volvió a llorar, volvieron a pasar segundos en los que no era capaz de escapar. La cabeza le ardía y sus lágrimas le calentaban durante unos segundos para luego acariciar su barbilla con un suave frio. Lentamente fue relajando los gemidos hasta que se volvieron un lloro silencioso.
- No lo puedes saber.- Dijo finalmente en respuesta a lo que dijo la sinhadre.
<<Das asco>> Pensaba para sí solo con imaginarse el como le verían los de fuera. Hyun ya había dejado atrás cualquier dignidad que le quedara, era patético.
- E-ra real, lo era, llevaba meses sin verte, sin ver a nadie. Los niños me mataron. El muro...- No era capaz de conectar bien sus palabras, y sin poder evitarlo volvió a llorar, volvieron a pasar segundos en los que no era capaz de escapar. La cabeza le ardía y sus lágrimas le calentaban durante unos segundos para luego acariciar su barbilla con un suave frio. Lentamente fue relajando los gemidos hasta que se volvieron un lloro silencioso.
- No lo puedes saber.- Dijo finalmente en respuesta a lo que dijo la sinhadre.
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