Torre Serpentaria (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Sepalian Xila se dirigió a los allí congregados y esperó a que se hiciera el silencio.
-Esta es la Torre Serpentaria, una de las más antiguas torres de hechicería de nuestra ciudad. Acogerá a magos, brujos y criaturas con mucha magia -decía desde su máscara sin rasgos pero con raíces cruzadas por todas partes-. Los hechiceros somos pocos pero podemos hacer muchas más cosas que otros. La magia no es sólo un arma que usar en la batalla sino que también puede ayudar a crear y conservar. Y no sólo eso, pues también puede torcer y engañar, ocultar y revelar, y puede hacer cosas para las cuales no existen verbos que las describan. Yo os animo, nuevos ciudadanos, no sólo a que bebáis de las maravillosas fuentes del conocimiento mágico, sino también a que contribuyáis a este noble saber capaz de elevar a quien lo comprende. Dentro de esta torre encontraréis todo lo básico para iniciar vuestro camino por la senda de la magia y estableceros en la ciudad y colaborar en vuestras investigaciones y aprendizajes -a Sepalian le estaba gustando su discurso. Le agradaba la imagen de importancia que debía estar proyectando sobre los recién transformados.
-Este es un lugar serio de trabajo, así que rogaré a los curiosos que os abstengáis de entrar. Por eso también os daré la contraseña para sortear el hechizo de la puerta.
Con un gesto de la mano del brujo, pequeños papiros salieron de un bolsillo de su túnica para ir a manos de los allí presentes.
"Por la puerta trasera he de entrar", podía leerse en ellos.
-¡Memorizadlos! ¡Ya! -exigió Sepalian. Y al momento, cerró la mano en un movimiento enérgico que acompañó de una sílaba distorsionada. Los papiros ardieron con un fogonazo que los hizo desaparecer sin quemar las manos de los hechiceros.
-Sed bienvenidos a la Torre Serpentaria -concluyó.

Se sentaron a comer, no sin que antes DL le lanzar una mirada desconfiada a su silla no fuese a hacerle lo de la ultima vez, con suerte eso no ocurrió. Las sillas estaban aterrorizadas por Karime que comenzó a juguetear con ellas y eso le dio vía libre al cambiante de poder sentarse sin acabar con su trasero en el suelo

Esas sillas son malvadas, cuando vine la ultima vez la silla se alejo y acabe dando un buen golpe, estúpida silla- dijo viendo el trozo de madera y por si acaso fuese a ofenderse, por raro que sonara la empezó a acariciar antes de volver a la cena. Estaban comiendo, cuando Enredo menciono algo de salir a explorar y para practicar magia, cosa que a DL sinceramente le vendría genial dada su torpeza habitual para hacerla, ademas que contaba con que en aquel torreón tuviesen mas libros de magia que en el propio.

-Me apunto a ambas cosas, no me vendría mal poder entrenar con gente que tenga mas mañana con la magia que yo- dijo con entretenimiento, riéndose cuando la libense comenzó a hablar, poniendo dobles sentido en la mayoría de sus comentarios como era habitual en ella, escuchando lo que había estado haciendo la libense en esos días. Resultaba curioso escucharla hablar con despreocupación mientras se encontraba sentada comiendo en un torreón ajeno sin ropa encima, desde luego, el descaro era propio de ella, lo cual resultaba gracioso mas al ver como Stefan desde que habían entrado tenia un color rojo furioso que no se quitaba de ningun modo- Pues... a mi me secuestraron ayer, al parecer me he vuelto un poco conocido por razones que prefiero no contar y bueno, estuve en una taberna y me encontré con koval, el chico de llamas azules y el draco de estinfalo, Noel y estuve en la casa donde viven...y perdón por que estamos comiendo, pero estuve revisando un cadáver de un lagarto, para ayudarme a practicar y tal, por eso las escamas-dijo señalándose a si mismo explicándole así de paso a Shizel el porque era un idrino escamoso, de buen humor mientras iba comiendo- Ah...y conocí a otra cambiante, a la que quiero convencer para que me entrene- añadió sin especificar mas, con suerte lo de su desafortunado encuentro con Mephis no llegaría al punto donde el era vapuleado cual trapo, aunque siguiera en sus treces sobre lo que esta le entrenara. Observando a los demás y recordando en parte el por que de la visita- Y dime, Shiz, ¿que paso con la búsqueda de  Aleksei? ¿Lo encontraste?- pregunto interesado.

- He oido mi nombre?- Alder sonreía con sus cuatro colmillos a la vista. - Furcia! K!

La tarde había transcurrido más o menos monotona. Seon no se había ido a dormir inmediatamente, sino que cuando estuvieron solas le habló más detalladamente de los sueños que había visto. Prefería guardar lo que sucedía allí como algo entre ella y el que dormía. Claro que ese "ella" incluía a Alder. Su edeel también la había convencido para entrenar fisicamente un rato. "Apenas te mueves, se te atrofiara el cuerpo". Fue facil constatar como la había dejado atrás en esos meses. Seon no había llegado a hacer gran cosa en Letargo que no fuese leer, dibujar o practicar magia.

Alder echó un vistazo curioso a DL, sin acabar de clasificar que era ahora. K estaba intacta, y solo vestía el parche.
- K, estaría bien que tuvieses algo de ropa que arrancar para llevarte a la cama. Así le quitas diversión y misterio.

Shizel rió cuando Karime se le echó encima y aprovechó el impulso que llevaba para hacerla girar. Con el tiempo se había acostumbrado a las maneras efusivas de la libense, muy distintas a las de su tierra. Correspondió a su indirecta sobre monturas alzando las cejas con diversión, pero algo más directo delante de otras personas se habría visto como una grosería en términos idrinos.
-No me tientes- la regañó en su lugar-. No veo la hora de volver a una fiesta de verdad.

-Si intentas no mirar lo acabas pasando peor- aconsejó Shizel a un apurado Enredo una vez se sentaron todos a la mesa. Mirar a otro lado con la libense delante adquiría la categoría de arte, y a los macieleros les había costado bastante en su momento dominarlo. Aunque sí que era cierto que últimamente Karime presentaba más...espacio a la distracción. Decidió echarle un cable al brujo, o llegaría el día siguiente y la libense seguiría tomándole el pelo.
-RR no está- empezó a responder a sus pregunta para desviar su atención-. Se ha ido durante un tiempo. Tu aprendiza favorita se ha pasado este tiempo estudiando, pero siempre baja a cenar así que de hoy no pasas sin verla- dijo en referencia a Ariv-. A Alder... ahí la tienes- completó con una sonrisa cuando la misma sinhadre se hizo oír en la entrada. Aprovechó para separarle una silla.

La pregunta de DL le oscureció el ánimo.
-Sí- dijo sucintamente-. Murió- vio innecesario dar detalles. Evitó mirar a Alder directamente mientras lo decía para evitar dar la impresión de que ella sabía algo.
-A Bran me lo encontré ayer en la biblioteca, pero sea donde sea el sitio en que se aloje está muy bien escondido. Y...creo que con eso ya estamos todos- Timmy seguía siendo un tema tabú; en lo que a Shizel respectaba, no existía-. Noel y Koval también estaban allí ayer por la mañana... ¿Dices que te secuestraron a emborracharte a una taberna, o eso fue antes?- inquirió a DL, a medias para pincharle y a medias con curiosidad genuina.

Los comentarios de K me hacían enrojecer por momentos, pronto estaba tan rojo como un tomate, sentía la sangre arderme en la cara. Para colmo de males la chica decidió burlarse de ello, al menos de forma graciosa, no para ofender. Pronto me sorprendió la indiferencia con la que trataban la desnudez de la chica, ¿acaso a ellos no les afectaba de la misma manera que a mi?, no sentía nada al ver aquello, no sexualmente hablando al menos, pero la simple visión de algo así me hacia enrojecer de vergüenza. Supuse que el resto estaban acostumbrados o que no eran tan tímidos como yo.

Shiz desvió la atención hacia su persona dando algunas explicaciones y le dirigí una mirada de profundo agradecimiento, aproveche ese tiempo que me dio para recomponerme y recuperar la calma. Poco después apareció Alder por la puerta, me levante y le di un plato con comida.

-Por cierto K, que aun no te lo he dicho, ahora me llamo Enredo.- dije distraidamente mirando al plato.

Todos acabaron de comer y retiré sus platos para traer el postre, lo serví y seguimos comiendo.

-No, no deja mucho lugar a la imaginación la verdad,- dije en respuesta al comentario de Alder, aunque también enrojecí levemente.

Oí golpes en la puerta y me levante a abrir, debían ser mas visitantes, si fueran habitantes entrarían como Pedro por su casa. Abrí la puerta y vi a Pablo en la puerta, hice el movimiento de llevarme la mano al cuello y después mire encima de su cabeza hacia el conejo de peluche.

-¿Vosotros dos siempre vais juntos?, si luego seré yo el raro....,- les deje pasar diciéndoles la contraseña,- Por cierto Pablo, espero que hayas comido, por que esta vez no vas a tener sorbete de brujo con condimento arbóreo.- le dije dirigiéndole una mirada de burla cauta, prefería que no me saltase al cuello, ni literal ni figuradamente.

Acto seguido pasé a la cocina y me senté en mi silla.

Se sorprendido un tanto al escuchar el conocido "furcia" que últimamente le había dado algún que otro problema, viendo aparecer a Alder por allí a la que sonrió amistosamente y como se le quedaba mirando.
-Estoy en proceso de entrenamiento, ni te fijes- comento sin darle mucha importancia antes de volver su atención a Shizel que estaba ayudando a un muy ruborizado Enredo que era obvio que no estaba para anda acostumbrado a tener a alguien como Karime en su mismo torreón. Tuvo que volver su atención a Shizel cuando dijo que RR había salido por ahí, esperaba que no se metiese en mas líos y que Aleksei había muerto. Obvio eso tomo por sorpresa al foner mas teniendo en cuenta que la criatura en la que se había convertido era la misma que la de Branniel y no era una transformación fácil de vencer. "Supongo que o se metió donde no debía o con quien no debía" pensó suspirando ligeramente, sonaría frío pero tal vez era lo mejor,a tener la preocupación de donde estaría metido o a quien se estaría cargando pues el no presentaba ni por asomo el control que si había presentado Branniel respecto a su hambre.

-Ya veo, mientras Bran este bien donde este quedando y este bien alimentado, aunque suene cruel por la comida, no habrá problemas. El ha presentado bastante control de si mismo desde la luna, solo le queda seguir así, mientras pueda controlar esa parte no veo yo mucho problemas en que salga con nosotros no creo que estar encerrado todo el tiempo sea lo mejor- añadió  mirando al idrino pues tampoco sabia donde se estaba quedando el trasgo, terminando de cenar y viendo como  Enredo traía el postre con la consiguiente peguntar de Shizel a sus palabras anteriores sobre el secuestro. En esta ocasión entro a un tema que el prefería no recordar, mas que nada por que fue humillante en grado sumo.

-No exageres que no me emborrache, ni tiempo tuve- bromeo un poco antes de quedarse pensativo sobre lo que podría decir sin acabar recibiendo un coro de risas- Quienes vinieron a buscarme fue la cambiante que mencione y un par de compañeros suyos, querían tratas un temita conmigo por lo visto había escuchado algunos rumores sobre mi o algo así...y querían darme una advertencia, no acabo muy bien la cosa y Koval y Noel me echaron una mano  a tiempo o probablemente no estaría aquí ahora-respondió encogiéndose de hombros ligeramente- A pesar de eso, sigo queriendo recibir entrenamiento de la cambiante, por suerte se donde esta viviendo...-termino de decir aquello cuando escucho la puerta del torreón y como iba Enredo a abrir, apareciendo por la puerta Pablo y el conejo de Tap- En serpentaria estáis muy solicitados- bromeo DL al verlos llegar.

El gesto del peluche se arrugó cuando Tap frunció el ceño internamente. <<¿Qué tiene de raro aprovecharse de los gigantes para desplazarse?>>. No debió captar bien del todo el matiz el brujo. Pero le dio un poco igual. Saltó de la cabeza de Pablo y fue dando saltos tras él hasta la cocina. Agitó las orejas a modo de saludo, por equivocación, y observó la estampa. Alder estaba allí, tan igual como siempre, pero el Malcafé también, helado y despidiendo volutas de vapor. <<Es el invierno hecho gigante>> se dijo, antes de subir de un salto a la mesa. Además, también comprobó que Colorines y Bultos también estaban allí. No le sorprendió ver al foner con su aspecto trocado, pues ya sabía lo que era, pero de Bultos no había sabido nada hasta ahora. <<Se habrá quedado igual que Alder?>>. Al fijarse mejor, le notó algo raro en la cara. <<Ya me enteraré si les dá por decírmelo>>.


Al verlos a todos entretenidos comiendo, Tap abandonó el conejo, que cayó sonoramente sobre la mesa por culpa del peso extra en la cabeza, y se metió dentro de la cuchara del Malcafé. No dio muestras de vida hasta que Shiz lo agarró para llevarse una nueva cucharada de natillas a la boca, momento que aprovechó para girarse y rebozarle la ropa al idrino con el postre. Antes de que el idrino intentara pagarla con el pobre utensilio, Tap lo abandonó, dejánolo caer sobre la mesa. Poseyó tan rápido como pudo el conejo y se metió debajo. Allí, con las mismas prisas, pasó a la tiza y se presentó por fin:

"Soy Tap".

La libense no pudo hacer otra cosa que reír ante la historia de secuestro de DL. Seguramente, si ella se hubiera enterado en el momento en el que se producía, su instinto la habría llevado a buscarlo para protegerlo, pero la historia había terminado bien y no había motivo para enfadarse o darle vueltas. Karime estuvo a punto de apuntar algo sobre RR, cuando Alder apareció en escena.

- ¡Der!- gritó saltando a abrazarla.- Te quejas de vicio, ¿Y las facilidades que te doy? Nah, la verdad es que no me renta vestirme ni un poquito. En cuanto me transformo… ¡puff! Adiós ropa. Además ya sabes que me encanta alegraros la vista siempre que puedo.- bromeó junto a su amiga sinhadre. Al oir la noticia de la muerte de Aleksei, la loba chasqueó la lengua.- Tche, otro trasgo que se me escapa sin haber podido robarle un ojo.- comentó molesta. El terrestre había perdido toda consideración por parte de la libense el día que los abandonó. - ¿Escondido?- preguntó con una sonrisa ante el comentario sobre el nuevo hogar de Branniel y luego se dio dos golpecitos en la nariz.- Esta nariz ha cambiado, Perlita escarchada, un día de estos iré a hacerle una visita. A ver cuánto dura su escondite.- rió finalmente. Luego miró fijamente a Stefan con una sonrisa maliciosa y comenzó a decir distraídamente.- Enr… Enrt… Esr… Est… Ste… Stefan. Anda, mira, lo sé pronunciar a la perfección.- terminó con otra sonrisa igual a la anterior, pero más amplia si cabía.

El resto de la comida se lo pasó preguntándole a Alder sobre su transformación y la de Seon, y también le estuvo contando sobre la suya y sobre Cicatriz y la prueba para el ejercito. Le estaba ofreciendo entrenar juntas cuando llamaron a la puerta. Aunque también vivía en la Sede no recordaba haber visto a Pablo desde el día en que llegaron a ella.

- Hola chicos, entrad, entrad, como si estuvierais en vuestra casa.- animó la loba a los recién llegado como si ella misma fuera la dueña de la torre.- Pablo, ¿no eres un poco mayor para jugar con peluches?- preguntó al ver el un conejito de peluche sobre su hombro. Al ver el posterior comportamiento tanto del conejo como de otros objetos y su presentación como Tap, la libense soltó una sonora carcajada.- ¡El hierbajo se ha convertido en un conejito de peluche con poderes mentales! Encantador…- terminó diciendo la loba con una sonrisa de satisfacción.

Alder besó la mejilla de su amiga desnuda.
- Yo solo podría alegrarte un ojo, pero te reto a desvestirme.- dijo sin poder resistir el chiste de mal gusto. Miró brevemente a Shizel, como quien dice " tu también puedes", pero lo cierto es que el frío que despedía resultaba poco apetecible. Seguro que había alguna manera de solucionarlo. Se lo preguntaría a Seon la proxima vez. Alder desechó el tema de la transformación con tono despreocupado, desviando la conversación hacia su amiga, y que había estado haciendo. Escuchó atentamente lo del ejercito y sonrió ante la propuesta de entrenamiento. Solo entonces se dio cuenta de que llegaba visita. Es decir, más.
Pablo con sus nuevos ojos rojos de vampiro, y Tap haciendo de las suyas.
- Ves Tap? Poltergeist o no, eres un conejo.- dijo Alder riendose.- ¿Y bien, que tal una salida nocturna? ¿Sabe alguien ya si esta ciudad tiene algun sitio interesante por el que salir de fiesta? No tengo fiesta desde hace un año.

A pesar de que me esperaba lo contrario, el viaje a Serpentaria transcurrió sin incidentes ni malas pulgas.
Cuando llamé, fue Stefan quién abrió. De todas las posibles personas que podía encontrarme había abierto justo la que menos quería ver. “Por lo menos no parece cabreado. Es algo”

-No me tientes. Pero por suerte para ti he traído la cena- Le respondí a la vez que le enseñaba la petaca llena que me había traído.
No había venido a visitar a todos los presentes, y más teniendo en cuenta que solo conocía bien a tres, y que a uno no lo quería ver, pero ya que se sabía que estaba aquí pues aprovecharía para saludar.
Seguí a los demás a la cocina, pera descubrir que Tap y yo no eramos los únicos que habíamos decidido salir esa noche.
-Y tanto. ¿Cuando habéis venido?-
Además de  Alder, Shiz y Stefan, que era el que los había acompañado, se encontraban allí Ka y DL, que supuse que habían venido de visita también. Cuando la libense me preguntó por el peluche no pude resistir la tentación de aprovechar la oportunidad para vengarme un poco de Tap.

-Por supuesto que lo soy. Pero eso no le ha impedido utilizarme como medio de transporte para vagos. Y se nota que no has vivido con él. Créeme, bajo esa apariencia de conejito adorable se esconde un monstruito de cuidado. Ni te imaginas lo agradecido que estoy de que haya perdido el habla-

Y efectivamente llevaba viviendo con el repoblador lo suficiente como para anticipar su reacción a mis palabras. En cuanto vi que uno de los cuchillos de la meza comenzaba a vibrar me hice polvo, justo a tiempo para que el cuchillo, lanzado a mala leche y con el repoblador dentro, atravesara la nube que era yo hace un instante e ir a clavarse en la pared de detrás. Volví a mi forma humana en cuanto escuché el sonido del impacto, actuando como si no hubiera pasado nada en realidad. Demasiado acostumbrado estaba ya como para cabrearme por eso. De hecho me divertía la forma en la que había sucedido todo.

-¿Veis? Nunca hay que dejarle un cuchillo a un peluche. Nunca sabes lo que puede pasar- Dije sin poder contener una sonrisa. “Da gusto ser el que molesta y no el molestado por una vez”

Escuché la idea de salir de Alder, y me sentí tentado de aceptar, pero había venido con otros planes. Siempre habría más noches para salir por ahí.
-Me encantaría apuntarme a salidas nocturnas, y mas ahora que por fuerza estoy dejando mis hábitos diurnos, pero no he venido aquí solo de visita- Cambié mi expresión a una mas seria
-Hay gente de Sendar aquí ¿Verdad? Si me podéis decir donde están os lo agradecería-

-¿Advertencia?- repitió Shizel indignado. No había llegado a observarlos en combate, pero había visto suficiente de los transformados de aquella ciudad como para saber que les sacaban ventaja, demasiada. No había ninguna necesidad de hacerlo patente de aquella manera tan obvia, y al idrino aquello le sonaba a chulería gratuita-. ¿No tienen otra cosa que hacer que intimidar a los novatos o qué?
Aquello también incluía el hecho de que no entendía qué podía haberles llamado la atención de un DL recién transformado, pero aquella pregunta murió en sus labios ante la llegada de nuevos invitados.

-Amaestradlo en la sede hasta que aprenda a poseer un cubo y una fregona- refunfuñó ante el numerito que organizó Tap. Unos pases de magia encadenados dejaron el traje como nuevo, pero aún así no le hacía gracia.

-En este sitio no hay nada que hacer- se quejó ante la propuesta de Alder-. Solo monstruos y estudiar, estudiar, estudiar...-hizo una mueca en su fuero interno. "Me he convertido en un empollón, aunque sea de magia"-. Pero si alguien puede indicarnos algún sitio parecido, ése es nuestra furcia particular- dijo con picardía mirando a DL-. Mencionaste una taberna... No tiene mucho estilo pero es mejor que nada, supongo. Podríamos pasarnos alguna vez a ver el ambiente.

Empezó a hacer algunos pases con la mano distraídamente, como a punto de limpiar el postre sobrante del plato. Lo hizo levitar unos centímetros, aparentemente por entretenimiento, para finalmente dirigirlo contra el peluche que antes había ocupado Tap, a modo de venganza personal. Era consciente de que no estaba embadurnando al mismo repoblador, pero a sus ojos era un intercambio justo. Era un cuerpo que vestía, igual que él vestía el traje que había ensuciado antes.
-Si quieres volver a usarlo, el fregadero está ahí al lado- le indicó con flema.

-Piso de arriba, pasillo de la derecha- contestó a Pablo justo después como si no hubiese pasado nada-. Uno está solo, creo, pero el resto llevan estos días atrincherados todos en la misma habitación.
No preguntó por qué les buscaba. Sus razones tendría y no iba a hurgar en ellas. Él ya había oído la palabra "Sendar" ya demasiadas veces durante la cosecha.

RR entró en la sala con aire cansado, sin detenerse en un principio en la sala en la que los residentes estaban cenando con los ya conocidos invitados. Tuvo que esperar un par de pasos para darse cuenta, y en ese preciso instante giró sobre su eje para clavar su nerviosa mirada sobre los presentes, deteniéndola más de lo que le gustaría reconocer sobre el físico de K, para luego ir hacia ellos con el mismo aire cansado.

-Hostias, cuanta gentuza junta.-comentó en un tono vagamente irónico, que representó un único montículo en una gráfica de humor con respecto a su constante plana de sarcasmo ácido.- Cuanto tiempo, ¿no? Amarillo castista, perro pelado, montón de cenizas, pedo etéreo… coño, casi toda la familia.

Dando aquel comentario como saludo, tomó asiento sin esperar ser invitado, acercándose parte de la comida hacia sí, para luego llevarse una pieza considerable de esta a la boca, dejando que los roedores que no tardaron en emerger de sus vestiduras saltaran el resto mientras él sacaba dos libros y algo parecido a un folleto grueso y gastado, carente de texto o ilustración en su portada.

-¿A qué debemos el honor de vuestra presencia por estos lares?- inquirió tras tragar su porción de vianda.

- Oh, por eso tranquila.- respondió a la insinuación de Alder.- Mi único ojo sabe disfrutar más de las vistas que todos los vuestros juntos. ¿Y me retas? No me tienes, guapa, ahora mismo podría descontrolarme y, a no ser que te guste el sexo duro y muy sangriento, creo que todavía no es el momento.- le contestó con una sonrisa.

Ante la contestación de Pablo y el posterior numerito con el polstergeit, Karime se mantuvo callada y con una sonrisa complacida, para darse la vuelta poco después hacia su amiga.

- ¿Alguna vez has visto lo que hay debajo de la camiseta de Pablo?- preguntó distraídamente.- Nunca he mirado debajo de la ropa de un humano y me intriga mucho. Con ese estúpido pudor que tienen seguro que esconden algo delicioso.- terminó dedicándole a Pablo una picara sonrisa como si la cosa no fuera con él.

La loba centró su atención en la conversación sobre una posible fiesta. Karime recordaba a la perfección las muchas escapadas que había tenido tanto de la academia como de su propia casa con Lima para correrse una juerga sin fin. Ya que ambas eran militares, eran capaces de madrugar al día siguiente, o directamente no dormir, y presentarse ante su general con una imagen fresca y descansada a pesar de que se estuvieran muriendo por dentro. Obviamente, Karime prefería que al día siguiente de la fiesta no hubiera que madrugar, pero ella y Lima encontraban gratificantes una escapada de vez en cuando.

- ¡Fiesta! Me encantaría. Ya no recuerdo la última vez que me desmelené.- comentó melancólica, como si fuera una recatada abuela recordando sus tiempos jóvenes.- Yo soy partidaria de que la fiesta está donde la gente la monta, pero parece que vosotros sois más creyentes de acompañarla con ciertas… “bebidas energéticas”, cosa por la que no me quejo. Solo hay un inconveniente.- expuso, para luego hacer una pausa dramática.- Ninguno tenemos un maldito lib. O su equivalente rocavarancolés. Así que, por ahora, nanai de fiestas.

Luego de sus palabras, la libense puso una cara triste, intento de parecer adorable. No había nadie que quisiera divertirse más que ella, pero había que ser consciente de sus limitaciones. “No creo que en ninguno de los mundos den alcohol gratis.” Pensó en el mismo momento en el que la puerta se abría y aparecía por ella RR con su habitual forma de saludar. Pablo, tras contestarle al pelirrojo de malas maneras, subió por las escaleras.

- ¡Eh, Pablo! ¡Un día de estos quiero una discusión sobre anatomía interplanetaria contigo!- rió alegremente y entonces se dirigió a RR, al cual sonrió pícaramente al darse cuenta de la atención que prestaba en su desnudez. “¿Es que nunca han visto a una chica desnuda?” - Pelirrojo, Pelirrojo, desde que te volviste el rey de los animalitos pequeños y peludos ya no me prestas la atención que me merezco.- comenzó a decir mirándole con picardía.- Voy a tener que enfadarme, sabes que siempre fuiste de mis favoritos.

Uno de los ratones que salió de la ropa del foner se acercó a comerse los restos de su natilla y la loba le enseñó los dientes divertida como había hecho con la silla momentos antes. El ratoncito se asustó y se escondió detrás del cuenco. La libense rió complacida mientras cogía suavemente al ratoncito y le ofrecía los restos de su plato y del de Stefan, que estaba a su lado.

- Adoro a estos bichitos. ¿Me regalas uno?

El comentario de Ka me pilló un poco por sorpresa. Sabía cómo se las gastaba la libense, pero hasta ahora no se me había insinuado directamente “Bueno, lo hace con todos. Algún día me tenía que tocar”

-Intriga ¿Eh? Pues si tantas ganas tienes de averiguarlo ahí mismo hay un humano que parece estar deseándolo- Dije mientras señalaba al colorado Stefan -Eso o la luna también le ha convertido en camaleón porque menudo rojo que lleva. Espero que no explote-
No era una evasiva muy elaborada, pero no había podido pensar nada mejor.

-Arriba a la derecha. Vale, gracias- 
Había sido Shiz el que había respondido a su pregunta, Y agradecía también que no hubiera preguntado por qué los buscaba. Prefería guardarme esto para mí.

Estaba a punto de ir a buscarlos pero en ese momento estaba entrando RR por la puerta. Al igual que le pasó al foner, también tardé unos segundos en darme cuenta de a quién tenía delante. 
Curiosamente ya no sentía ganas de asesinarle. También era un poco estúpido. Tuve mi mejor oportunidad en la biblioteca, cuando estaba herido y envenenado. Si no lo había hecho entonces menos ahora. “Lástima. Todavía tenía alguna esperanza de que el veneno pudiera con él, pero mala hierba nunca muere. Tap es un ejemplo viviente de ese dicho”

-Lo que he venido a hacer aquí no es asunto tuyo. Ni de nadie de esta sala realmente. Y ahora si no os importa me marcho para hacer lo que vine a hacer. Hasta otra-
La presencia de RR me había puesto inmediatamente de mal humor, y ahora quería perderle de vista cuanto antes. No tardé nada en subir al piso de arriba y localizar el pasillo de la derecha. Había varias puertas, pero cuando me acerqué comprobé que de una de ellas me llegaba un ligero olor a sangre. No necesitaba saber más. Esa era la habitación que buscaba.
Llamé en cuanto la tuve delante. “Bueno. Aquí voy”

Habián pasado de ser unos pocos a terminar llenando el salón, mas tras la aparición de Pablo y Tap, que como aprecia ser habitual en el hizo un pequeños desastre en la ropa de Shiz y con pablo preguntando sobre los sendarios que al parecer habían en ese torreón como en el propio. No tenia idea de que iba a hablar con ellos, pero el hecho de que hubiese sendarios y RR en un mismo espacio daba mala espina, aunque por el momento Shiz no había dicho nada al respecto así que suponía que nada había ocurrido aun. Casi como si hubiese sido invocado RR apareció con sus acostumbradas palabras de bienvenida de a saber donde.

-Deberías empezar a modificar un poco mi sobrenombre, porque ahora puede ser amarillo, verde o lo que se me antoje, rojo ratonil -respondió en broma, viendo como las mencionadas ratas empezaban a corretear pos sobre su ropa y sobre la mesa buscando comida. Su atención se fue a las palabras de Karime en cuanto a lo de hacer una fiesta y que como siempre se encontraba insinuándose a todo el mundo con su descaro habitual, recordando que hacia apenas minutos Shizel también había dicho algo- El único sitio que conozco es una taberna y ahí obviamente hay que pagar y como dice K, no tenemos dinero, tampoco es que sea precisamente fácil conseguirlo...- respondió recordando las conversaciones con los cuchitrileros, viendo por el rabillo del ojo a Pablo subir con cierta actitud molesta tras hablar con RR, a la que no le presto mucha atención, al fin y al cabo casi todo el mundo se llevaba mal con el foner, a excepción de los propios macieleros. Su atención se paso alas ratas y al juego de Karime con una de ellas, observando a estas atentamente, tanteando con los dedos sobre la mesa mientras iba modificando sus dedos a los de unas pezuñas de rata, como mera distracción y practica.

-Siempre podríamos formar un grupo de entrenamiento, es una forma de fiesta, entrenamos y divertimos un rato con las metidas de pata del resto...así entrenamos y los come libros no os la pasáis entre libros-se encogió de hombros DL divertido sabiendo e sobra que el era uno de los que mas metida de patas tenia- Ademas, a mi personalmente, me ayudaría mucho que me fuerais diciendo pedidos de ves en cuando de personas o criaturas en las que transformarme, es una forma de entrenar y dar favores en caso de necesitarlo- añadió con un tono entre pícaro y divertido- Ya que me llamáis furcia, al menos hacer honor al nombre- bromeo al respecto sin hacerse realmente mucho problema con ese apodo que le pusiera desde que prácticamente llego a rocavarancolía.

Lejos de enfadarle, a Tap le hizo gracia la venganza del idrino. Simplemente se metió en el peluche para sacudirlo un poco y lo dejó tal cual. No podía responderle, pero Tap no sentía ninguna necesidad por limpiarlo. Así que simplemente dejó el fregadero para otras cosas más útiles de gigantes y continuó escuchando en busca de algún rescoldo en el que maltratar simpáticamente a otro de ellos. Sin embargo, el repoblador no contaba con la llegada de RR y su séquito de iguales. Solo su presencia lo hizo hervir, cosa que se manifestó en el temblor de varios cubiertos por los que fue saltando.

Sin embargo, la guinda a su cabreo la puso cuando lo llamó pedo etéreo. <<Nos intentó matar con fuego y ahora viene tan pancho y se ríe de nosotros>>. Tap podía tolerar muchísimas cosas de los gigantes, por muy repelentes que fueran como especie, pero no pensaba perdonar al follacardos que les lanzó la bomba. <<Tulipán de mierda...>>. Pasó casi inconscientemente del peluche a la daga que llevaba clavada en el relleno y la hizo levitar unos segundos. Aparentemente firme, en un intento vano de Tap por aplacar el cabreo, acabó lanzándose vertiginósamente contra una de las ratas, atravesándola por la espalda.

No la lanzó hacia el gigante porque no quería cargos de conciencia innecesarios y lo intuía capaz de esquivarla, pero amenazarle con la muerte de una de sus feas ratas no le pesaba tanto. La daga se desclavó de la alimaña y flotó de nuevo hasta el conejo, cuyo cuerpo utilizó para limpiar la sangre.

-Shiz tío, si no te gustaban las natillas me lo decías y te hacia otra cosa, pero desperdiciarlas de esa forma....- negué con la cabeza aparentando estar decepcionado, pero le dirigí una sonrisa por aquella forma de tratar a Tap, <<Que se joda, bien lleva tocando las narices media cosecha>>.

Pablo me dirigió una pulla y me pongo rojo de inmediato, más rojo todavía cuando siento todas las miradas clavadas en mi. <<Pablo esta me la pagas>>.

-N-no y-yo no t-t-tengo i-intenciones de...,- dije tartamudeando como bien pude,- yo... nunca he hecho eso con nadie y...- me paré más rojo que un tomate a mitad de la frase.

El pelirrojo se sentó a la mesa y unas cuantas ratas empezaron a salir de sus vestiduras y a corretear por la mesa, a K le parecía gracioso, a mi de mal gusto, agarré a la rata que estaba comiéndose los restos de mis natillas y la lancé cerca del brujo. La vergüenza que sentía se fue truncado en seriedad y mal humor, y el rojo desapareció de mis mejillas.

-RR, no me importa cocinar para ti y tus iguales, a pesar de que aun me debes una por lo del bombazo, pero no pienso consentir roedores en la cocina, me niego. Es del todo insalubre y antihigiénico, así que sácalas de aquí.- concluí con el mismo tono que usaba con las enredaderas al dar alguna orden.

Vi con horror como Tap mataba una de las ratas que andaban por la mesa, temiéndome la reacción del pelirrojo me moví hacia el fregadero en busca de agua. Tiré algunas de las semillas que llevaba en un bolsillo dentro y abrí el grifo. Sepalian me había comentado que solo el agua bastaba para hacerlas crecer, pero que la tierra era para que se sustentaran mas tiempo, decidí jugármelo a esa carta. Conjuré un escudo alrededor de Alder, por si acaso pasaba algo ella era la mas vulnerable de nosotros, y no quería que le pasara nada. Me negaba a que hubiese mas muertes de compañeros o conocidos.