Torre Serpentaria
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Rocavarancolia Rol
25 participantes
- Rocavarancolia Rol
Torre Serpentaria
02/08/11, 06:42 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Refugio para neotransformados de cinco plantas. La torre culmina en una cúpula. Está situada junto a la plaza de la fuente y su puerta protegida por un hechizo que solo pueden desactivar los inquilinos. En las plantas inferiores se encuentran las habitaciones, dos salas comunes con dos chimeneas centrales interconectadas y una cocina comedor. En la planta superior, bajo la cúpula, hay una sala de entrenamiento mágico que cuenta con medidas de seguridad para no dañar el edificio. A esta planta se accede mediante una runa de presión que abre una trampilla en el techo yy de la que descienden escaleras. La mayoría de los muebles están hechizados y a algunos les gusta gastar bromas.
Los pomos de las puertas de los cuartos ocupados se vuelven de color rojo y una placa con el nombre de la o las personas que lo ocupan aparece en medio de la puerta.
Los pomos de las puertas de los cuartos ocupados se vuelven de color rojo y una placa con el nombre de la o las personas que lo ocupan aparece en medio de la puerta.
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Baste 12 (PNJ)
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Fiuxy's (PNJ)
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Lulú (PNJ)
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- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torre Serpentaria
24/11/22, 11:51 pm
Los demás dieron su visto bueno a que el Hijo de Lunas se uniera a la partida de búsqueda y Pefka se esforzó en poner de su parte todo lo que pudiera. Pero ni con todo el esfuerzo y habilidades del grupo pudieron dar con el paradero de sus compañeros. ¿Por qué y a dónde se habrían ido? La ciudad parecía más peligrosa ahora que se habían transformado y que ninguna ley les protegía y, quizás por ello, les habían concedido dos refugios para desarrollar sus habilidades nuevas. ¿Y entonces? ¿Por qué irse así? ¿Les habría pasado algo? ¿Serviría de algo buscarles, podrían hacerlo mientras aprendían cada cual lo suyo? Él estaba deseando perderse en los libros de magia pero también quería ayudar aquí y allá y relacionarse con los demás... Mucho por hacer, mucho por organizar... Pero al menos ya no tendría que preocuparse por la comida y también podía descansar un poco de todos esos meses.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Torre Serpentaria
25/11/22, 02:42 pm
Los que le rodearon en ese momento parecían dispuestos a ayudar a buscar a los desaparecidos. La ciudad puede ser peligrosa y hay que estar seguros de que andan todos bien. Incluso la francesa se ofreció y Adam asintió y le sonrió por ello, no pudo negar de que formó una agradable amistad con ella hace poco y notó su firmeza en sus palabras. Se sorprendió a sí mismo estos últimos días por lo rápido que conoció a tanta gente en un corto periodo de tiempo.
Ahí se motivó bastante, el sueño al fin se fue y las crecientes energías lo ayudarían a colaborar con la búsqueda con todo lo que podía ofrecer, una búsqueda que no resultó en éxito por desgracia y para mala suerte del grupo.
Ahí se motivó bastante, el sueño al fin se fue y las crecientes energías lo ayudarían a colaborar con la búsqueda con todo lo que podía ofrecer, una búsqueda que no resultó en éxito por desgracia y para mala suerte del grupo.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Torre Serpentaria
25/11/22, 05:36 pm
Maila se presentaría ante aquel extraño hombre, pero no participaría demasiado en la conversación. Por lo visto era bastante religioso, al ser miembro de una iglesia, y la hawaiana pensó que quizás se llevaría bien con Fleur. Después frunció el ceño algo enfadada consigo misma por tener esas ideas, se suponía que debía estar molesta con su amiga todo el tiempo, pero a veces no podía evitar comportarse como si no hubiera pasado nada entre ellas. Y eso la frustraba aún más.
La chica agachó la cabeza contrariada, sabiendo que tenían una charla pendiente, pero negándose a ser ella la que diera el primer paso. Siempre había sido muy orgullosa y esta vez no iba a ser la excepción. Menos aún cuando sabía que merecía una disculpa en toda regla.
Cuando salió el tema de ir a buscar a los macieleros Maila levantó la cabeza con interés. Tenían que encontrarlos por todos los medios, no sabían dónde estaban ni qué les había pasado. Después de un tiempo viviendo juntos les había cogido cariño y estaba preocupada por todos ellos. Agradeció que Heraldo Rocuo les desease buena suerte, y esperaba con todas sus ansias que la tuvieran en su búsqueda. Después se levantó con energía de la silla, deseando salir cuanto antes.
La intervención tan resuelta de Fleur no le pasó desapercibida.<<Ha cambiado mucho desde que nos conocimos...>> Pensó con una pizca de nostalgia. Rocavarancolia no solo la había apartado de su familia, de alguna manera también de Fleur. Quería pensar que si nunca se hubieran ido de la Tierra no se habría deteriorado esa amistad que tenían. La hawaiana se obligó a dejar de lamentarse por algo que no podía cambiar y volvió al cauce de la conversación.
-Yo también me apunto.- Les dijo al resto con una leve sonrisa y poniendo los brazos en jarra. La hawaiana saldría con la expectativa de tener éxito en su búsqueda, sin embargo aquel día volverían sin ninguna noticia de los macieleros y Maila empezaría a dudar de encontrarlos alguna vez.
La chica agachó la cabeza contrariada, sabiendo que tenían una charla pendiente, pero negándose a ser ella la que diera el primer paso. Siempre había sido muy orgullosa y esta vez no iba a ser la excepción. Menos aún cuando sabía que merecía una disculpa en toda regla.
Cuando salió el tema de ir a buscar a los macieleros Maila levantó la cabeza con interés. Tenían que encontrarlos por todos los medios, no sabían dónde estaban ni qué les había pasado. Después de un tiempo viviendo juntos les había cogido cariño y estaba preocupada por todos ellos. Agradeció que Heraldo Rocuo les desease buena suerte, y esperaba con todas sus ansias que la tuvieran en su búsqueda. Después se levantó con energía de la silla, deseando salir cuanto antes.
La intervención tan resuelta de Fleur no le pasó desapercibida.<<Ha cambiado mucho desde que nos conocimos...>> Pensó con una pizca de nostalgia. Rocavarancolia no solo la había apartado de su familia, de alguna manera también de Fleur. Quería pensar que si nunca se hubieran ido de la Tierra no se habría deteriorado esa amistad que tenían. La hawaiana se obligó a dejar de lamentarse por algo que no podía cambiar y volvió al cauce de la conversación.
-Yo también me apunto.- Les dijo al resto con una leve sonrisa y poniendo los brazos en jarra. La hawaiana saldría con la expectativa de tener éxito en su búsqueda, sin embargo aquel día volverían sin ninguna noticia de los macieleros y Maila empezaría a dudar de encontrarlos alguna vez.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torre Serpentaria
27/11/22, 11:09 pm
El grupo de neotransformados no tardó mucho más en despedirse de Heraldo Rocuo y salir en búsqueda de los macieleros. Para desgracia de todos, fue un día con tan poco éxito como todos los intentos hasta ahora. Las preocupaciones tanto del ochrorio como el resto empezaban a ser muy altas.
Los dos meses siguientes fueron muy ocupados para el brujo fauno, tanto para bien como para mal.
Por el lado positivo de las cosas, seguía aprendiendo sobre su nueva vida y sus capacidades. Estudiaba con mucha frecuencia hechizos variados y ayudaba al resto que estuviera interesado en ellos. En especial dedicó una parte en especial a algunos hechizos curativos que le interesaban a Adam. El ruso se estaba esforzando mucho por aprender medicina y su pareja quería ayudarle dentro de sus posibilidades. También estuvo aprendiendo a su vez a manejar sus hojas y darles más formas. Buscó libros tanto en el torreón como en la biblioteca que le ayudaran y, con esfuerzo, ya empezaba a manejar con cierta soltura figuras sencillas. Todavía le quedaba mucho para llegar al nivel de Dama Equinoccio, pero ya era un comienzo bastante decente.
Después de entender la revelación que le había hecho la Acromía, Chromsa estuvo pensando mucho sobre qué debía hacer como Padre Foresta. No tardó en llegar a dos conclusiones: tenía que dejar por escrito las verdades de la Acromía para llevarlas a su mundo y debía buscar algo que fuera más acorde con su misión. Gracias a algunos de los veteranos llegó hasta la Boutique de dama Isis y, después de que le dieran unas condiciones similares a las que Krono le hizo a Kahlo para su brazo nuevo, le hicieran unas ropas nuevas que demostraban su cambio. Con sus nuevas prendas, que desde entonces llevaba casi a diario, comenzó a idear el libro de la nueva fe. El ochrorio no hizo demasiados avances, aunque buscó opiniones de distintas personas para contrastar sus propias ideas y teorías.
Con su nueva identidad y como forma de ir calmando sus impulsos de presa, Chromsa visitó varios lugares de la ciudad y conoció a más transformados. Además de la Boutique y a sus trabajadores, con las distintas "misiones" de Erknest conoció mejor el mercado y algunas tabernas, conociendo por el camino a gente cada vez más pintoresca que la anterior. Uno de los lugares que más le gustó fue un sitio totalmente nuevo, la Torre Doce. El pregón al respecto llegó un poco después de la noticia de que se había coronado a una nueva reina, cosa que le dio curiosidad a Chromsa por saber cómo era la nueva monarca y qué decisiones tomaría. La nueva biblioteca contaba con unas instalaciones que le encantaron al brujo, que pasó más de una tarde estudiando y practicando entre sus muros. Además de todo ello, no descuidó la relación con sus amigos de Silente y aprovechó para conocer mejor a los que se quedaron de Sendar.
Por la parte negativa, las búsquedas que hacían regularmente para encontrar a los macieleros no estaban llevándoles a ninguna parte. Era algo que les preocupaba a todos y Chromsa estuvo buscando algún hechizo que pudiera proporcionarles una pista de su paradero, pero no tuvo suerte. La angustia aumentó mucho cuando a todos los desaparecidos se le sumó la noticia de que tanto Neariel como Kolja habían dejado los refugios un día y no se les había vuelto a ver. Las búsquedas se intensificaron y pidió varias veces ayuda a Erknest, pero nunca había resultados. ¿Había acaso alguien que iba a por todos ellos? Ese pensamiento y otros peores empezaban a atormentarlo, aunque siempre intentaba sacar esperanzas para la siguiente salida.
Aquella mañana se había despertado algo mejor que los últimos días. El peso de la ausencia de los desaparecidos se estaba diluyendo y, aunque seguían buscando preocupados, el sentimiento de angustia fue reduciéndose lo suficiente para que no fuera una presión constante. Abrió el armario y se vistió con las prendas nuevas: un tabardo de tonos marrones decorado con algunas filigranas hechas con hojas secas finas, que iba encima de una camisa que dependiendo del día era de manga larga o corta y una capa con capucha hecha con hojas que había ido sumando a su colección. Le encantaba como había quedado y estaba orgullos de lo bien que le quedaba. Le faltaba un bastón acorde y sería definitivamente el Padre Foresta que buscaba la Acromía. -(Si Chrille me viera así...)- pensó con añoranza esbozando una sonrisa. -(Solo un poco más. Cuando todo esté bien por aquí iré a veros por fin)-
En cuanto estuvo listo salió de la habitación seguido de sus hojas y bajó al comedor a desayunar. -Buenos días.- saludó a quienes ya hubieran llegado.
Los dos meses siguientes fueron muy ocupados para el brujo fauno, tanto para bien como para mal.
Por el lado positivo de las cosas, seguía aprendiendo sobre su nueva vida y sus capacidades. Estudiaba con mucha frecuencia hechizos variados y ayudaba al resto que estuviera interesado en ellos. En especial dedicó una parte en especial a algunos hechizos curativos que le interesaban a Adam. El ruso se estaba esforzando mucho por aprender medicina y su pareja quería ayudarle dentro de sus posibilidades. También estuvo aprendiendo a su vez a manejar sus hojas y darles más formas. Buscó libros tanto en el torreón como en la biblioteca que le ayudaran y, con esfuerzo, ya empezaba a manejar con cierta soltura figuras sencillas. Todavía le quedaba mucho para llegar al nivel de Dama Equinoccio, pero ya era un comienzo bastante decente.
Después de entender la revelación que le había hecho la Acromía, Chromsa estuvo pensando mucho sobre qué debía hacer como Padre Foresta. No tardó en llegar a dos conclusiones: tenía que dejar por escrito las verdades de la Acromía para llevarlas a su mundo y debía buscar algo que fuera más acorde con su misión. Gracias a algunos de los veteranos llegó hasta la Boutique de dama Isis y, después de que le dieran unas condiciones similares a las que Krono le hizo a Kahlo para su brazo nuevo, le hicieran unas ropas nuevas que demostraban su cambio. Con sus nuevas prendas, que desde entonces llevaba casi a diario, comenzó a idear el libro de la nueva fe. El ochrorio no hizo demasiados avances, aunque buscó opiniones de distintas personas para contrastar sus propias ideas y teorías.
Con su nueva identidad y como forma de ir calmando sus impulsos de presa, Chromsa visitó varios lugares de la ciudad y conoció a más transformados. Además de la Boutique y a sus trabajadores, con las distintas "misiones" de Erknest conoció mejor el mercado y algunas tabernas, conociendo por el camino a gente cada vez más pintoresca que la anterior. Uno de los lugares que más le gustó fue un sitio totalmente nuevo, la Torre Doce. El pregón al respecto llegó un poco después de la noticia de que se había coronado a una nueva reina, cosa que le dio curiosidad a Chromsa por saber cómo era la nueva monarca y qué decisiones tomaría. La nueva biblioteca contaba con unas instalaciones que le encantaron al brujo, que pasó más de una tarde estudiando y practicando entre sus muros. Además de todo ello, no descuidó la relación con sus amigos de Silente y aprovechó para conocer mejor a los que se quedaron de Sendar.
Por la parte negativa, las búsquedas que hacían regularmente para encontrar a los macieleros no estaban llevándoles a ninguna parte. Era algo que les preocupaba a todos y Chromsa estuvo buscando algún hechizo que pudiera proporcionarles una pista de su paradero, pero no tuvo suerte. La angustia aumentó mucho cuando a todos los desaparecidos se le sumó la noticia de que tanto Neariel como Kolja habían dejado los refugios un día y no se les había vuelto a ver. Las búsquedas se intensificaron y pidió varias veces ayuda a Erknest, pero nunca había resultados. ¿Había acaso alguien que iba a por todos ellos? Ese pensamiento y otros peores empezaban a atormentarlo, aunque siempre intentaba sacar esperanzas para la siguiente salida.
Aquella mañana se había despertado algo mejor que los últimos días. El peso de la ausencia de los desaparecidos se estaba diluyendo y, aunque seguían buscando preocupados, el sentimiento de angustia fue reduciéndose lo suficiente para que no fuera una presión constante. Abrió el armario y se vistió con las prendas nuevas: un tabardo de tonos marrones decorado con algunas filigranas hechas con hojas secas finas, que iba encima de una camisa que dependiendo del día era de manga larga o corta y una capa con capucha hecha con hojas que había ido sumando a su colección. Le encantaba como había quedado y estaba orgullos de lo bien que le quedaba. Le faltaba un bastón acorde y sería definitivamente el Padre Foresta que buscaba la Acromía. -(Si Chrille me viera así...)- pensó con añoranza esbozando una sonrisa. -(Solo un poco más. Cuando todo esté bien por aquí iré a veros por fin)-
En cuanto estuvo listo salió de la habitación seguido de sus hojas y bajó al comedor a desayunar. -Buenos días.- saludó a quienes ya hubieran llegado.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Torre Serpentaria
28/11/22, 01:53 pm
Tras el nulo resultado de la búsqueda, Adam se enfrentaría a lo que iban a ser un par de meses extraños. Por una parte estuvo muy enfocado en sus estudios, cosa que Foresta a veces le facilitaba en el lado de la magia curativa. Al parecer lo que le dijeron era cierto, ser un pegaso le daba una capacidad asombrosa de aprender hechizos que estarían muy lejos de su alcance mágico en condiciones normales. No dominaba ninguno al cien por cien pero ese pequeño paso lo motivaba mucho a seguir estudiando, quería hacer uso de ellos con cabeza y teniendo un conocimiento previo de la anatomía y la fisiología en general.
Su cabello ya lo tenia bastante largo, tanto que tomó la decision de cortarlo al fin. La sensación de tener de nuevo un pelo corto lo alivió mucho, nunca se lo había cortado tanto. La primera ducha fue muy extraña notando la nuca tan recortada.
En ocasiones daba sus paseos, que aprovechaba para recolectar hojas secas. Tuvo sus ocasiones de mirar al cielo, a toda esa superficie aerea que algún día podría surcar con libertad. El pésimo intento que hizo recién transformado no le motivaba demasiado, una caida podría ser mortal. Sin embargo eso no le impidió acompañar a Fleur a una prueba de vuelo que ella mismo propuso. Básicamente la acompañó para ayudarla en el caso de que se torciesen las cosas. Por desgracia así fue y la mujer cisne tuvo una caida bastante mala que la dejó magullada. El pegaso intentó curarla pero aun no sabía hechizos tan avanzados por su cuenta, sumados los nervios del momento. Cargando al cisne se fue corriendo en búsqueda de alguien que pudiese ayudarla. Intentó ir adonde Enredo pero en el camino se cruzó un pequeño hombre vestido con un ropaje similar a los médicos que ayudaron durante la peste negra. Se presentó a sí mismo como Vesalio, un alquimista que tambien es curandero y se ofreció a ayudar de urgencia al malherido cisne. Sus intenciones fueron buenas, llevando a Fleur a su pequeño hogar a curarla. Su actuar hacia las heridas era frívolo y despreocupado, como si no le importase demasiado, además de que dependía mas de ungüentos y lógica que de símplemente magia curativa, que casi no usó hechizos. Fleur parecía sumamente agradecida pero había algo, una parte de ese doctor no le gustaba un pelo a Adam tal y como se presentó. Incluso Vesalio se rió indirectamente del ruso por su sueño de ser un buen médico y ayudar a la gente, ¿qué le pasaba a ese tipo?
Adam estuvo enfocado más que nunca en su formación médica por rencor al tipo ese, le iba a demostrar que el querer ser un médico no tiene nada de gracioso. En una de las ocasiones el fauno le preguntó por lo sucedido y para animarlo le obsequió al ruso una pequeña figura hecha de hojas, cosa que funcionó bastante y se la quedó, adornando el estante de su habitación. En mitad de la conversación, elogió la ropa nueva que adquirió. Le daba estilo y pegaba con su nuevo nombre que a Adam le costaba horrores decir cuando se dirigía al fauno. A Foresta, sin embargo, no parecía molestarle escuchar su antiguo nombre.
Entre práctica y práctica tuvo una grata sorpresa de parte de Lethe: ella le dijo que su transformación también otorga afinidad hacia los hechizos curativos. Eso a Adam le atrajo un montón la atención, poniéndose ambos de acuerdo para practicar juntos de vez en cuando y mejorar sus habilidades cosa que al pegaso le ayudaría bastante por tener a un igual en especialidad de hechizos.
Erknest estuvo al día con Adam y Foresta, llevando a ambos a algunas pequeñas misiones que al pegaso no le terminaban de cuajar del todo por la escasez de seriedad algunas veces. En algunas de ellas iba tenso, demasiado, como si se lo llevasen a un peligro inminente que, por suerte, nunca llegaba. Al menos servían para conocer mejor todo el lugar, incluido el mercado con todos sus puestos variopintos. Más de una vez le echaba ojitos a las mascotas que vendían en una pequeña tienda, siendo algunas monísimas. Vieron también la Torre Doce después del pregón que anunciaba su apertura, junto a la coronación de la nueva reina. El sitio era fantástico, de principio a fin. Se convirtió en poco tiempo en su sitio favorito para estudiar, había material de sobra para sus investigaciones.
Como si de un duro golpe de realidad se tratase, de un momento a otro no volvieron a la torre el ángel y, para la angustia de Adam, Kolja. ¿Dónde diablos ha ido? El primer día de su desaparición no se alarmó tanto, si bien estaba preocupado, pero al pasar tantos dias sin señal alguna le hizo temer lo peor. No podía quedarse de brazos cruzados, debía encontrarlos y, sobre todo, a su mejor amigo. Se lamentó de dejar el aprendizaje junto a Enredo pero quería dedicar más tiempo a la búsqueda, demasiadas personas han desaparecido y quería invertir su valioso tiempo en ellos, en ser de utilidad. No pararon la búsqueda, siendo más frecuentes, incluso le preguntaron a Erknest. No hubo éxito.
No estuvo de un humor particularmente bueno pero conservaba esperanzas en su maestro y amigo, no haría ninguna locura y menos sin avisar. Esa mañana decidió no pensar en ello, levantándose y vistiéndose como siempre, arreglado como un pincel con su camisa azul de manga larga, pantalón y zapatos.
—Buenos días —el pegaso ya estaba desayunando y saludó al fauno quien recién llegó.
Su cabello ya lo tenia bastante largo, tanto que tomó la decision de cortarlo al fin. La sensación de tener de nuevo un pelo corto lo alivió mucho, nunca se lo había cortado tanto. La primera ducha fue muy extraña notando la nuca tan recortada.
En ocasiones daba sus paseos, que aprovechaba para recolectar hojas secas. Tuvo sus ocasiones de mirar al cielo, a toda esa superficie aerea que algún día podría surcar con libertad. El pésimo intento que hizo recién transformado no le motivaba demasiado, una caida podría ser mortal. Sin embargo eso no le impidió acompañar a Fleur a una prueba de vuelo que ella mismo propuso. Básicamente la acompañó para ayudarla en el caso de que se torciesen las cosas. Por desgracia así fue y la mujer cisne tuvo una caida bastante mala que la dejó magullada. El pegaso intentó curarla pero aun no sabía hechizos tan avanzados por su cuenta, sumados los nervios del momento. Cargando al cisne se fue corriendo en búsqueda de alguien que pudiese ayudarla. Intentó ir adonde Enredo pero en el camino se cruzó un pequeño hombre vestido con un ropaje similar a los médicos que ayudaron durante la peste negra. Se presentó a sí mismo como Vesalio, un alquimista que tambien es curandero y se ofreció a ayudar de urgencia al malherido cisne. Sus intenciones fueron buenas, llevando a Fleur a su pequeño hogar a curarla. Su actuar hacia las heridas era frívolo y despreocupado, como si no le importase demasiado, además de que dependía mas de ungüentos y lógica que de símplemente magia curativa, que casi no usó hechizos. Fleur parecía sumamente agradecida pero había algo, una parte de ese doctor no le gustaba un pelo a Adam tal y como se presentó. Incluso Vesalio se rió indirectamente del ruso por su sueño de ser un buen médico y ayudar a la gente, ¿qué le pasaba a ese tipo?
Adam estuvo enfocado más que nunca en su formación médica por rencor al tipo ese, le iba a demostrar que el querer ser un médico no tiene nada de gracioso. En una de las ocasiones el fauno le preguntó por lo sucedido y para animarlo le obsequió al ruso una pequeña figura hecha de hojas, cosa que funcionó bastante y se la quedó, adornando el estante de su habitación. En mitad de la conversación, elogió la ropa nueva que adquirió. Le daba estilo y pegaba con su nuevo nombre que a Adam le costaba horrores decir cuando se dirigía al fauno. A Foresta, sin embargo, no parecía molestarle escuchar su antiguo nombre.
Entre práctica y práctica tuvo una grata sorpresa de parte de Lethe: ella le dijo que su transformación también otorga afinidad hacia los hechizos curativos. Eso a Adam le atrajo un montón la atención, poniéndose ambos de acuerdo para practicar juntos de vez en cuando y mejorar sus habilidades cosa que al pegaso le ayudaría bastante por tener a un igual en especialidad de hechizos.
Erknest estuvo al día con Adam y Foresta, llevando a ambos a algunas pequeñas misiones que al pegaso no le terminaban de cuajar del todo por la escasez de seriedad algunas veces. En algunas de ellas iba tenso, demasiado, como si se lo llevasen a un peligro inminente que, por suerte, nunca llegaba. Al menos servían para conocer mejor todo el lugar, incluido el mercado con todos sus puestos variopintos. Más de una vez le echaba ojitos a las mascotas que vendían en una pequeña tienda, siendo algunas monísimas. Vieron también la Torre Doce después del pregón que anunciaba su apertura, junto a la coronación de la nueva reina. El sitio era fantástico, de principio a fin. Se convirtió en poco tiempo en su sitio favorito para estudiar, había material de sobra para sus investigaciones.
Como si de un duro golpe de realidad se tratase, de un momento a otro no volvieron a la torre el ángel y, para la angustia de Adam, Kolja. ¿Dónde diablos ha ido? El primer día de su desaparición no se alarmó tanto, si bien estaba preocupado, pero al pasar tantos dias sin señal alguna le hizo temer lo peor. No podía quedarse de brazos cruzados, debía encontrarlos y, sobre todo, a su mejor amigo. Se lamentó de dejar el aprendizaje junto a Enredo pero quería dedicar más tiempo a la búsqueda, demasiadas personas han desaparecido y quería invertir su valioso tiempo en ellos, en ser de utilidad. No pararon la búsqueda, siendo más frecuentes, incluso le preguntaron a Erknest. No hubo éxito.
No estuvo de un humor particularmente bueno pero conservaba esperanzas en su maestro y amigo, no haría ninguna locura y menos sin avisar. Esa mañana decidió no pensar en ello, levantándose y vistiéndose como siempre, arreglado como un pincel con su camisa azul de manga larga, pantalón y zapatos.
—Buenos días —el pegaso ya estaba desayunando y saludó al fauno quien recién llegó.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria
01/12/22, 09:52 pm
La situación no mejoró precisamente en las largas semanas subsiguientes. Como si el universo conspirase para hacerle sentir cada vez más impotente y un absoluto fracaso, un día de pronto Kolja ya no estaba, y esta vez no había ni siquiera una nota como había sido el caso de Reina. No tardaron en enterarse también de que había sucedido lo mismo con Neariel, y al parecer no era el único desaparecido de entre los habitantes del otro refugio: algunos de los que habían llegado a la ciudad el año anterior también se habían desvanecido sin dejar rastro o explicación.
La horus trató de canalizar todas las energías que no empleaba en la búsqueda y la resultante frustración de la misma en mejorar sus capacidades, todas ellas. Su psique se encontraba tan minada que ni siquiera había dedicado un pensamiento a lo que durante mucho tiempo, concretamente desde que la habían llevado a aquella ciudad de locos, había sido uno de sus mayores objetivos: recuperar la caña. Ya ni siquiera estaba pensando en lo mucho que echaba de menos la pesca, pues a fin de cuentas ni siquiera podía realizar tal actividad en las repulsivas aguas de la ciudad, y eso en la enderth era un síntoma muy evidente de que algo iba muy mal.
Por suerte, la mente está diseñada para evitar enloquecer por completo y esa noción y el paso del tiempo hicieron que empezase a relajarse un poco. Ello no implicaba que hubiera descuidado en absoluto sus entrenamientos físicos (centrándose sobre todo en el tiro con arco y en la defensa persona empleando la lanza o las garras desnudas), y había aprendido todos los hechizos que se vio capaz y que le parecieron más importantes de entre los que encontró. Además, habían tenido acceso de pronto a unas instalaciones nuevas que habían llamado “Torre Doce”, que según algunos de los habitantes veteranos había sido construida muy recientemente y se habían llevado una buena parte de los libros y el material mágico que antes se encontraba esparcido por los refugios y la gran biblioteca del norte de la ciudad para esta nueva edificación. Allí pudo encontrar más fácilmente grimorios de los que aprender hechizos nuevos y mejor clasificados según lo que le interesaba. Descubrió que había muchos de ellos que no se encontraban a su alcance y aprendió acerca de las distintas capacidades mágicas de cada transformación. Al parecer existía una especie de categorías y ella se encontraba en la más baja de todas, aunque su acceso a la magia era inmensamente superior a antes de convertirse en una horus. Eso no le frustraba especialmente, además contaba con compañeros que sí podían realizar una mayor cantidad de hechizos, mientras que ella sentía que debía diversificar sus capacidades. Trabajar con las habilidades propias de una horus fue un poco más complejo, pero con el paso del tiempo pudo empezar a controlar y comprender mejor la maldición de sus ojos.
Algo que descubrió gracias a contemplar los esfuerzos de Adam y habiendo leído sobre el concepto de “afinidad” es que al parecer sí que tenía acceso, al igual que el pegaso, a hechizos que en otras ramas le eran imposibles si se trataba de aquellos con propiedades curativas. Por supuesto aquellos habían sido de alta prioridad para ella, pero cuando supo eso empezó a centrarse un poco más en ello y pidió a su amigo estudiar juntos de tanto en cuanto.
No mucho antes de aquella mañana habían sabido que, al parecer, había una nueva Reina en la ciudad. Lethe se preguntó fugazmente qué implicaba y por qué había muerto el anterior, ya que no habían dado ningún motivo en el anuncio de Heraldo Rocuo. Al parecer el cosechador de Chromsa trabajaba haciendo saber a toda la ciudad cosas que querían los mandamases, o algo así. Era un poco irritante tener que escuchar una voz tan penetrante en el interior de tu cabeza sin poder hacer nada por evitarlo, pero tenía claro que aquello iba a suceder más veces, reconociendo que era la misma voz que habían oído hacía meses en el torreón anunciando cosas que no entendía muy bien.
La enderth bajó bostezando. Esa noche no había sido particularmente buena, una de tantas. Había aprovechado para repasar algunos hechizos mientras era incapaz de dormir, pero había tenido alguna pesadilla de la que solo recordaba la sensación sofocante de la angustia. Por ello, a pesar de ser una de las personas que más madrugaba generalmente, ese día ya había dos personas en la cocina.
—Buenos días, Adam, Chromsa —se dirigió al pegaso y al fauno con un asentimiento de cabeza antes de empezar a rebuscar entre las alacenas qué le apetecía comer esa mañana.
Recientemente se habían enterado por parte de algunos veteranos que varios conocían en mayor o menor medida de la existencia de una persona que tal vez pudiera ayudarles en la búsqueda de los desaparecidos, pero prefería esperar a que hubiese más personas presentes antes de sacar el tema. Y también a despejarse. Probablemente debería haber ido a echarse un poco de agua por encima primero, pero estando medio grogui no pensaba con mucha claridad.
La horus trató de canalizar todas las energías que no empleaba en la búsqueda y la resultante frustración de la misma en mejorar sus capacidades, todas ellas. Su psique se encontraba tan minada que ni siquiera había dedicado un pensamiento a lo que durante mucho tiempo, concretamente desde que la habían llevado a aquella ciudad de locos, había sido uno de sus mayores objetivos: recuperar la caña. Ya ni siquiera estaba pensando en lo mucho que echaba de menos la pesca, pues a fin de cuentas ni siquiera podía realizar tal actividad en las repulsivas aguas de la ciudad, y eso en la enderth era un síntoma muy evidente de que algo iba muy mal.
Por suerte, la mente está diseñada para evitar enloquecer por completo y esa noción y el paso del tiempo hicieron que empezase a relajarse un poco. Ello no implicaba que hubiera descuidado en absoluto sus entrenamientos físicos (centrándose sobre todo en el tiro con arco y en la defensa persona empleando la lanza o las garras desnudas), y había aprendido todos los hechizos que se vio capaz y que le parecieron más importantes de entre los que encontró. Además, habían tenido acceso de pronto a unas instalaciones nuevas que habían llamado “Torre Doce”, que según algunos de los habitantes veteranos había sido construida muy recientemente y se habían llevado una buena parte de los libros y el material mágico que antes se encontraba esparcido por los refugios y la gran biblioteca del norte de la ciudad para esta nueva edificación. Allí pudo encontrar más fácilmente grimorios de los que aprender hechizos nuevos y mejor clasificados según lo que le interesaba. Descubrió que había muchos de ellos que no se encontraban a su alcance y aprendió acerca de las distintas capacidades mágicas de cada transformación. Al parecer existía una especie de categorías y ella se encontraba en la más baja de todas, aunque su acceso a la magia era inmensamente superior a antes de convertirse en una horus. Eso no le frustraba especialmente, además contaba con compañeros que sí podían realizar una mayor cantidad de hechizos, mientras que ella sentía que debía diversificar sus capacidades. Trabajar con las habilidades propias de una horus fue un poco más complejo, pero con el paso del tiempo pudo empezar a controlar y comprender mejor la maldición de sus ojos.
Algo que descubrió gracias a contemplar los esfuerzos de Adam y habiendo leído sobre el concepto de “afinidad” es que al parecer sí que tenía acceso, al igual que el pegaso, a hechizos que en otras ramas le eran imposibles si se trataba de aquellos con propiedades curativas. Por supuesto aquellos habían sido de alta prioridad para ella, pero cuando supo eso empezó a centrarse un poco más en ello y pidió a su amigo estudiar juntos de tanto en cuanto.
No mucho antes de aquella mañana habían sabido que, al parecer, había una nueva Reina en la ciudad. Lethe se preguntó fugazmente qué implicaba y por qué había muerto el anterior, ya que no habían dado ningún motivo en el anuncio de Heraldo Rocuo. Al parecer el cosechador de Chromsa trabajaba haciendo saber a toda la ciudad cosas que querían los mandamases, o algo así. Era un poco irritante tener que escuchar una voz tan penetrante en el interior de tu cabeza sin poder hacer nada por evitarlo, pero tenía claro que aquello iba a suceder más veces, reconociendo que era la misma voz que habían oído hacía meses en el torreón anunciando cosas que no entendía muy bien.
La enderth bajó bostezando. Esa noche no había sido particularmente buena, una de tantas. Había aprovechado para repasar algunos hechizos mientras era incapaz de dormir, pero había tenido alguna pesadilla de la que solo recordaba la sensación sofocante de la angustia. Por ello, a pesar de ser una de las personas que más madrugaba generalmente, ese día ya había dos personas en la cocina.
—Buenos días, Adam, Chromsa —se dirigió al pegaso y al fauno con un asentimiento de cabeza antes de empezar a rebuscar entre las alacenas qué le apetecía comer esa mañana.
Recientemente se habían enterado por parte de algunos veteranos que varios conocían en mayor o menor medida de la existencia de una persona que tal vez pudiera ayudarles en la búsqueda de los desaparecidos, pero prefería esperar a que hubiese más personas presentes antes de sacar el tema. Y también a despejarse. Probablemente debería haber ido a echarse un poco de agua por encima primero, pero estando medio grogui no pensaba con mucha claridad.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torre Serpentaria
04/12/22, 03:48 pm
El hijo de Lunas había estado convencido de que encontrarían a sus compañeros y por fin descansaría del periplo de la Cosecha en los días venideros... pero la ciudad siempre parecía tener otros planes para ellos. En efecto, los demás no aparecieron en ninguna de las partidas de búsqueda y el lenguaraz empezaba a perder la esperanza. Lo único positivo que sacaba de las salidas era que cada vez volvían con más zonas exploradas en su haber, y que cada vez él se esforzaba más en aprender todo sobre la energía superior que pudiera. Esto, a su vez, le llevó a confirmar su capacidad para comprender los conjuros. No los veía como una serie de palabras y gestos automáticos, memorizados a fuego y sin análisis posible, sino que aparecían ante él como piezas de un rompecabezas que podía entender al detalle sin mucho esfuerzo.
Gracias a esas horas desentrañando hechizos en la biblioteca del refugio, pudo combatir mejor la desesperanza por los compañeros desaparecidos. No solo en Serpentaria, sino que poco después inauguraron una nueva torre dedicada a la energía superior... Si hubiera podido, se hubiera mudado allí nada más saber de su inauguración. Era el sitio ideal para él. Varias plantas dedicadas a la energía superior y a las runas, amuletos por doquier, libros y grimorios de cada rincón de la ciudad... Claro que preguntó, y le dijeron que podía estar todo el tiempo que quisiera, siempre y cuando no acaparase ningún tipo de material (y no pensaba hacerlo). También confirmó así que era capaz de leer a una velocidad muy pero que muy superior a sus días en la ciudad de los seguidores, y definitivamente lo usaba para empaparse de todo el conocimiento que podía. Y hablando de empaparse, la misma torre le sirvió para solucionar el problema de la hidratación constante que necesitaba su nueva piel. Encontró una serie de hechizos que le servían para llenar de humedad el ambiente y después absorberla, y en su dormitorio tan solo tenía que aplicarlo constantemente. Sospechaba que con runas podía dejar el efecto de forma perenne, pero quería dedicarles su tiempo más adelante.
Y para rematar, más adelante en las semanas venideras supieron que más gente, conocida y desconocida, ya no se encontraba entre ellos. Nery's se había volatilizado sin dejar ni rastro y con él, otros cuantos de la Sede, así como otros ciudadanos veteranos que también habitaban los refugios. Aquello se le venía grande al hijo de Lunas, pero de nuevo, intentó dedicarse a sí mismo. Estaba claro que algo pasaba en la ciudad y que un recién llegado no iba a poder hacer mucho, así que siguió en sus trece con pasar días enteros en la Torre Doce. Tan solo volvía a Serpentaria para comer y dormir, o cuando escuchaba noticias impactantes como el cambio de monarca. ¿Qué había pasado con el anterior? Heraldo no lo había dicho y no le había vuelto a ver para preguntarle. ¿Había habido algún problema? ¿Habría pasado algo en la ciudad? Y ya que estaba con tantas preguntas, ¿podrían pedir ayuda o información sobre las desapariciones? En fin, otra cosa para investigar.
Eso sí, no pasaba todos los días en la Torre Doce. También, además de las horas buscando a los desaparecidos, pasaba tiempo con sus compañeros y vecinos de Serpentaria, sobre todo por las mañanas cuando coincidían para desayunar después de haberse dado un buen remojón. Si la conversación era interesante o si se proponía algún plan, retrasaba su salida o la cancelaba del todo. Aquella mañana ya había unos cuantos en la cocina cuando bajó así que redujo el ritmo para dirigirse a ellos con calma. Normalmente, si no había nadie cerca cuando iba a desayunar, cualquiera podría decir que era una rana gigante bípeda puesta de cafeína, hablando en alto con mil frases a la vez de todo lo que estuviera estudiando en esos días, y cocinando rápido para irse a toda prisa. Pero no cuando había gente, pues no quería atosigar a nadie. Sí que mantenía lo de hablar rápido de vez en cuando, porque luchar contra ello hasta la totalidad le parecía antinatural.
—Buenosdíasvecinos. ¿Habéis dormido bien? No tienes buena cara —dijo mirando a la enderth, preocupado. Quería mantener su actitud cuidadora del grupo, pero algunas veces se lamentaba de que el tiempo estudiando le hacía descuidar ese y otros rasgos.
Gracias a esas horas desentrañando hechizos en la biblioteca del refugio, pudo combatir mejor la desesperanza por los compañeros desaparecidos. No solo en Serpentaria, sino que poco después inauguraron una nueva torre dedicada a la energía superior... Si hubiera podido, se hubiera mudado allí nada más saber de su inauguración. Era el sitio ideal para él. Varias plantas dedicadas a la energía superior y a las runas, amuletos por doquier, libros y grimorios de cada rincón de la ciudad... Claro que preguntó, y le dijeron que podía estar todo el tiempo que quisiera, siempre y cuando no acaparase ningún tipo de material (y no pensaba hacerlo). También confirmó así que era capaz de leer a una velocidad muy pero que muy superior a sus días en la ciudad de los seguidores, y definitivamente lo usaba para empaparse de todo el conocimiento que podía. Y hablando de empaparse, la misma torre le sirvió para solucionar el problema de la hidratación constante que necesitaba su nueva piel. Encontró una serie de hechizos que le servían para llenar de humedad el ambiente y después absorberla, y en su dormitorio tan solo tenía que aplicarlo constantemente. Sospechaba que con runas podía dejar el efecto de forma perenne, pero quería dedicarles su tiempo más adelante.
Y para rematar, más adelante en las semanas venideras supieron que más gente, conocida y desconocida, ya no se encontraba entre ellos. Nery's se había volatilizado sin dejar ni rastro y con él, otros cuantos de la Sede, así como otros ciudadanos veteranos que también habitaban los refugios. Aquello se le venía grande al hijo de Lunas, pero de nuevo, intentó dedicarse a sí mismo. Estaba claro que algo pasaba en la ciudad y que un recién llegado no iba a poder hacer mucho, así que siguió en sus trece con pasar días enteros en la Torre Doce. Tan solo volvía a Serpentaria para comer y dormir, o cuando escuchaba noticias impactantes como el cambio de monarca. ¿Qué había pasado con el anterior? Heraldo no lo había dicho y no le había vuelto a ver para preguntarle. ¿Había habido algún problema? ¿Habría pasado algo en la ciudad? Y ya que estaba con tantas preguntas, ¿podrían pedir ayuda o información sobre las desapariciones? En fin, otra cosa para investigar.
Eso sí, no pasaba todos los días en la Torre Doce. También, además de las horas buscando a los desaparecidos, pasaba tiempo con sus compañeros y vecinos de Serpentaria, sobre todo por las mañanas cuando coincidían para desayunar después de haberse dado un buen remojón. Si la conversación era interesante o si se proponía algún plan, retrasaba su salida o la cancelaba del todo. Aquella mañana ya había unos cuantos en la cocina cuando bajó así que redujo el ritmo para dirigirse a ellos con calma. Normalmente, si no había nadie cerca cuando iba a desayunar, cualquiera podría decir que era una rana gigante bípeda puesta de cafeína, hablando en alto con mil frases a la vez de todo lo que estuviera estudiando en esos días, y cocinando rápido para irse a toda prisa. Pero no cuando había gente, pues no quería atosigar a nadie. Sí que mantenía lo de hablar rápido de vez en cuando, porque luchar contra ello hasta la totalidad le parecía antinatural.
—Buenosdíasvecinos. ¿Habéis dormido bien? No tienes buena cara —dijo mirando a la enderth, preocupado. Quería mantener su actitud cuidadora del grupo, pero algunas veces se lamentaba de que el tiempo estudiando le hacía descuidar ese y otros rasgos.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torre Serpentaria
05/12/22, 06:31 pm
Amira había pasado unas semanas de bastante mal humor. Aunque más o menos se empezaba a acostumbrar a vivir con un caballo, seguía siendo incómodo, y le acarreaba una cantidad de frustración enorme. Si lo sumaba a la frustración de no encontrar a sus compañeros (sumado a las nuevas desapariciones que se había dado, tanto en Serpentaria como en la Sede), había llegado el punto en el que todos esos sentimientos negativos habían terminado por explotar una tarde, en la que había chillado contra la almohada hasta casi quedarse afónica.
Después de aquel colapso pareció que se calmaba, y aunque seguía buscando a sus amigos, su mente pensaba en otras cosas. La Torre Doce, nueva, no había sido su prioridad, ya que su capacidad mágica era nula, pero le gustaba ver a sus amigos ilusionados por los hechizos que podían hacer, y les acompañaba a la torre a leer sobre hechizos que nunca podría hacer. A veces ni siquiera entraba, y se quedaba en las cercanías dando paseos con el pegaso.
También le había dado vueltas a ponerle un nombre, pero todos los que se le pasaban eran demasiado cliché para su gusto «Soy una valkyria, usar un nombre de la mitología nórdica es esperable…pero es aburrido…», así que había decidido llamarle “P” (porque era la primera letra de pegaso, no es que le hubiera dado muchas más vueltas) de manera provisional, por poderse dirigirse al caballo de alguna manera.
Muchas veces iba ella sola a la Sede, a entrenar con quien estuviera por allí o sola, ya que a diferencia de sus compañeros de Serpentaria, su transformación era puramente física, y necesitaba aprender a luchar y a mejorar sus capacidades físicas. No pensaba en mudarse aunque tuviera que ir hasta allí a entrenar, sin embargo, ya que valoraba estar con sus compañeros de torreón en la torre.
Y luego estaba el anuncio de la nueva reina. Al principio había hecho un chiste malísimo sobre que para ser Rocavarancolia una ciudad tan cruel, llevaban mucho retraso en lo de inventar las guillotinas, pero en verdad no esperaba de una ciudad tan cruel que tuvieran un sistema democrático para dirigirla. Rodó los ojos cuando la voz aquella no dejaba de salir de su cabeza, obligándola a escuchar una noticia que no podía importarle menos. El que gobernase el rey anterior o la nueva o cualquiera le daba totalmente igual. Solo esperaba que no hubiera muchas más noticias así.
Cuando bajó a la cocina aquel día, había ya bastante gente, por lo que alzó la mano de manera amistosa.
—Buenos días… —saludó antes de bostezar —. ¿Qué tal? —buscó algo de fruta que empezó a comer mientras esperaba a que el agua terminase de hervir para hacerse un té, y le dio vueltas a comer algo más antes de deshacerse de la idea; tampoco tenía demasiado hambre.
Después de aquel colapso pareció que se calmaba, y aunque seguía buscando a sus amigos, su mente pensaba en otras cosas. La Torre Doce, nueva, no había sido su prioridad, ya que su capacidad mágica era nula, pero le gustaba ver a sus amigos ilusionados por los hechizos que podían hacer, y les acompañaba a la torre a leer sobre hechizos que nunca podría hacer. A veces ni siquiera entraba, y se quedaba en las cercanías dando paseos con el pegaso.
También le había dado vueltas a ponerle un nombre, pero todos los que se le pasaban eran demasiado cliché para su gusto «Soy una valkyria, usar un nombre de la mitología nórdica es esperable…pero es aburrido…», así que había decidido llamarle “P” (porque era la primera letra de pegaso, no es que le hubiera dado muchas más vueltas) de manera provisional, por poderse dirigirse al caballo de alguna manera.
Muchas veces iba ella sola a la Sede, a entrenar con quien estuviera por allí o sola, ya que a diferencia de sus compañeros de Serpentaria, su transformación era puramente física, y necesitaba aprender a luchar y a mejorar sus capacidades físicas. No pensaba en mudarse aunque tuviera que ir hasta allí a entrenar, sin embargo, ya que valoraba estar con sus compañeros de torreón en la torre.
Y luego estaba el anuncio de la nueva reina. Al principio había hecho un chiste malísimo sobre que para ser Rocavarancolia una ciudad tan cruel, llevaban mucho retraso en lo de inventar las guillotinas, pero en verdad no esperaba de una ciudad tan cruel que tuvieran un sistema democrático para dirigirla. Rodó los ojos cuando la voz aquella no dejaba de salir de su cabeza, obligándola a escuchar una noticia que no podía importarle menos. El que gobernase el rey anterior o la nueva o cualquiera le daba totalmente igual. Solo esperaba que no hubiera muchas más noticias así.
Cuando bajó a la cocina aquel día, había ya bastante gente, por lo que alzó la mano de manera amistosa.
—Buenos días… —saludó antes de bostezar —. ¿Qué tal? —buscó algo de fruta que empezó a comer mientras esperaba a que el agua terminase de hervir para hacerse un té, y le dio vueltas a comer algo más antes de deshacerse de la idea; tampoco tenía demasiado hambre.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torre Serpentaria
05/12/22, 08:06 pm
Las semanas sucesivas estuvieron repletas de cambios para todos. Lo único que se mantuvo inmutable en el tiempo fue el fracaso y desánimo de no encontrar a los macieleros con la excepción de que al grueso de desaparecidos se les unieron Nery´s y Kolja, quienes no dejaron rastro alguno. Por mucho que buscaran el ángel se había esfumado de la ciudad, ni siquiera los hechizos de búsqueda que la siwani se molestó en aprender habían dado resultado. ¿Y si era cuestión de tiempo que ella desapareciera también?. A su temor lo alimentó la noticia de la nueva monarca y la innegable intuición de que se avecinaban nuevos vientos. Si al final les pillaba la tormenta Fleur deseaba estar a salvo.
La Torre Doce se convirtió en su segundo refugio y una manera espléndida de distraer su atención para no terminar enloqueciendo. Si no se encontraba en Serpentaria es porque la francesa estaba visitando las nuevas instalaciones y sus salas de entrenamiento, o quizás estaba estudiando y refinando aspectos de su transformación. Lo que fuera para no caer en un bucle depresivo por no haber podido reunir el valor suficiente todavía de decirle a Maila lo que sentía. La conversación con Adam le proporcionó valor, pero estaban tan ocupadas en aprender a sobrevivir y encontrar a los que faltaban que sentía que no debía distraerse con sus emociones. En cambio no tardaría en descubrir que podía influir en estas gracias a su libro "Memorias del Cisne Negro, una escritora pretenciosa". Pero la francesa se preguntaba cómo podía ser capaz si ni siquiera podía gestionar las suyas propias.
La afinidad y las conversaciones con Toni aumentaron, al igual que con el pegaso. Uno de esos días incluso le pidió a Adam que le acompañara a su primer intento de vuelo. Craso error, ya que la siwani terminó estampándose contra el suelo en una caída que pudo resultar fatal. Por suerte el ruso dio con un hombre llamado Vesalio que le salvó la vida al llevarla a su hogar. Fleur estaba en deuda, de hecho la idea de hacer algo en señal de agradecimiento rondaba su cabeza con mucha frecuencia . Ya eran dos las veces que tenía una experiencia similar y la joven no quería saludar a la muerte una tercera. Era tentar demasiado a la suerte.
—Buenos días —saludó aquella mañana al reunirse con sus compañeros. La francesa escogió una manzana fresca y tomó asiento, después jugó con aire distraído con las puntas rubias de su cabello, quizá se estaba dejando el pelo demasiado largo—. Recién despierta ¿Y tú? —le respondió a Amira aún somnolienta, pero con una sonrisa en los labios. La francesa miró de soslayo a la enderth por las palabras de Pefka, pero después su mirada se volvió hacia la valkyria. Llevaba un tiempo debatiéndose sobre si debía o no comentar con sus amigos los dones que la Luna le había otorgado por si pensaban que hacía mal uso de ellos. Al final había llegado a la conclusión de que no sería tan malo si probaba con alguien sin avisar para ver si era cierto mientras no generara una emoción negativa. Los ojos celestes enmarcados por plumón negro de la francesa siguieron atentos a los de Amira e hizo acopio de buena parte de su voluntad para manifestar felicidad en ella. Si la chica la miraba directamente en cambio no se sentiría más alegre, si no que la embriagaría una súbita sensación de culpabilidad que no le pertenecía.
La Torre Doce se convirtió en su segundo refugio y una manera espléndida de distraer su atención para no terminar enloqueciendo. Si no se encontraba en Serpentaria es porque la francesa estaba visitando las nuevas instalaciones y sus salas de entrenamiento, o quizás estaba estudiando y refinando aspectos de su transformación. Lo que fuera para no caer en un bucle depresivo por no haber podido reunir el valor suficiente todavía de decirle a Maila lo que sentía. La conversación con Adam le proporcionó valor, pero estaban tan ocupadas en aprender a sobrevivir y encontrar a los que faltaban que sentía que no debía distraerse con sus emociones. En cambio no tardaría en descubrir que podía influir en estas gracias a su libro "Memorias del Cisne Negro, una escritora pretenciosa". Pero la francesa se preguntaba cómo podía ser capaz si ni siquiera podía gestionar las suyas propias.
La afinidad y las conversaciones con Toni aumentaron, al igual que con el pegaso. Uno de esos días incluso le pidió a Adam que le acompañara a su primer intento de vuelo. Craso error, ya que la siwani terminó estampándose contra el suelo en una caída que pudo resultar fatal. Por suerte el ruso dio con un hombre llamado Vesalio que le salvó la vida al llevarla a su hogar. Fleur estaba en deuda, de hecho la idea de hacer algo en señal de agradecimiento rondaba su cabeza con mucha frecuencia . Ya eran dos las veces que tenía una experiencia similar y la joven no quería saludar a la muerte una tercera. Era tentar demasiado a la suerte.
—Buenos días —saludó aquella mañana al reunirse con sus compañeros. La francesa escogió una manzana fresca y tomó asiento, después jugó con aire distraído con las puntas rubias de su cabello, quizá se estaba dejando el pelo demasiado largo—. Recién despierta ¿Y tú? —le respondió a Amira aún somnolienta, pero con una sonrisa en los labios. La francesa miró de soslayo a la enderth por las palabras de Pefka, pero después su mirada se volvió hacia la valkyria. Llevaba un tiempo debatiéndose sobre si debía o no comentar con sus amigos los dones que la Luna le había otorgado por si pensaban que hacía mal uso de ellos. Al final había llegado a la conclusión de que no sería tan malo si probaba con alguien sin avisar para ver si era cierto mientras no generara una emoción negativa. Los ojos celestes enmarcados por plumón negro de la francesa siguieron atentos a los de Amira e hizo acopio de buena parte de su voluntad para manifestar felicidad en ella. Si la chica la miraba directamente en cambio no se sentiría más alegre, si no que la embriagaría una súbita sensación de culpabilidad que no le pertenecía.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torre Serpentaria
06/12/22, 01:34 pm
Transcurrieron varias semanas, aunque Maila estuvo tan ocupada que ni siquiera se dio cuenta. La búsqueda de los macieleros ocupaba casi todo su tiempo, pero tras el descubrimiento de que Nery´s y otras personas habían desaparecido, sus esfuerzos se redoblaron. <<¿Qué está pasando en esta ciudad?>> Se preguntaba a menudo a altas horas de la noche. Porque esa era otra, la preocupación apenas la dejaba dormir y Maila mataba las horas en vela aprendiendo hechizos útiles para encontrarlos.
La apertura de la Torre Doce acentuó este interés por ahondar más en sus nuevas capacidades mágicas. Y era frecuente verla con varios libros en las manos y su nube personal de arena siguiéndola a todas partes cuando no estaba buscando a los desaparecidos. Investigó enciclopedias enteras dedicadas a los brujos, y descubrió cosas increíbles. Como la capacidad de algunos brujos de absorber su propio dominio para nutrirse de magia. Con la práctica la arena empezó a obedecerla sin resistencia la mayoría de las veces, y solo entonces Maila pudo empezar a explorar todo aquel potencial.
Como ya sabía, podía intuir si algo o alguien estaba enterrado en la arena, sin saber qué podía ser exactamente. Pero era bastante útil para localizar lo que fuera y ya tenía en mente ponerlo a prueba en la playa, cuando se calmaran aquellas violentas aguas. Además podía sentir la presencia de su dominio a su alrededor, un dato del que había sido consciente desde mucho antes, pero que ahora era incluso más visible al no ser perseguida todo el rato por la arena. Había en casi todas partes, y el hecho de que gran parte de Rocavarancolia estuviera en ruinas ayudaba con ello. Practicó y practicó su manejo, y aunque aún tenía mucho que aprender avanzaba paso a paso. Lenta, pero de forma segura. La arena danzaba a su alrededor a su casi completa merced, y Maila dejó de verla como un incordio y más como un maravilloso don. Al ser una materia tan moldeable intentó darle varias formas y figuras, por el momento no conseguía resultados increíbles, pero no se desesperaba. Sabía que lo acabaría consiguiendo. A veces, incluso se distraía cuando estaba conversando con los que vivían en Serpentaria, pensando en todo lo que quería probar, como si fuera igual de dispersa que la arena que la obedecía.
Otro lugar al que quería ir en un futuro era al desierto Malyadar. Nunca había visto uno y no podía negar que la mayor parte de aquel interés se debía a su naturaleza como...bruja. Por más semanas que pasaran aún le costaba asimilar un poco ese nombre, quizás porque en la Tierra estaba muy apegado al mal y a la típica imagen de anciana horrible con sombrero y escoba. Pero se haría a la idea, más temprano que tarde. En algo que sí se parecía a las típicas brujas era en su afinidad por la alquimia, como había leído en los libros. Pero aún no había tenido tiempo de pensar en aquella faceta suya. Por otro lado aquella transformación iba acompañada de una excentricidad muy diversa y subjetiva según el brujo, y sin darse cuenta Maila ya había empezado a usar colores de ropa mucho más terrosos.
La noticia de la coronación de una nueva reina le puso los pelos de punta. No le importaba lo más mínimo, pero eran tiempos de cambios para la ciudad y eso la ponía nerviosa. No sabía si aquella nueva reina sería peor que el anterior. Solo esperaba que no ocurriera nada malo antes de que se abriera el portal a la Tierra. Porque pensaba largarse de allí en cuanto viera la oportunidad. Sus hermanos la esperaban al otro lado, y ella ya había estado suficiente tiempo abandonándolos. O al menos eso sentía que les había hecho al irse a Rocavarancolia. En su fuero interno deseaba que Fleur se fuera con ella cuando llegara el momento. Aún tenían mucho de lo que hablar, pero ella no iba a dar su brazo a torcer y buscarla. Si la francesa quería hablar de lo que fuera que tuvieran o habían tenido, iba a tener que dar el paso, porque Maila no pensaba hacerlo. Ya había demostrado bastante. Sin embargo aún mantenían un poco de relación, aunque solo fuera para hablar de sus compañeros desaparecidos. A pesar de que la hawaiana no lo quisiera admitir, una parte de ella deseaba muy en el fondo que Fleur tocara su puerta para hablar y sobre todo para disculparse.
Aquella mañana Maila se despertó un poco más tarde de lo normal. Había estado toda la noche practicando varios hechizos que podían ayudarles en su búsqueda y estaba bastante contenta con los resultados obtenidos.
-Buenos días a todos. Hoy se me han pegado las sábanas.- Saludó a los que ya estaban abajo con una sonrisa. Para después coger algo de comida y sentarse tranquilamente en una silla. Quién mirara en su dirección podría verla profundamente distraída mientras le daba bocados a su manzana, jugueteando con un poco de arena dándole diferentes formas. A veces de esfera y otras de estrechas líneas. Algunas pocas veces fruncía el ceño al ver que no le hacía caso como debía.
La apertura de la Torre Doce acentuó este interés por ahondar más en sus nuevas capacidades mágicas. Y era frecuente verla con varios libros en las manos y su nube personal de arena siguiéndola a todas partes cuando no estaba buscando a los desaparecidos. Investigó enciclopedias enteras dedicadas a los brujos, y descubrió cosas increíbles. Como la capacidad de algunos brujos de absorber su propio dominio para nutrirse de magia. Con la práctica la arena empezó a obedecerla sin resistencia la mayoría de las veces, y solo entonces Maila pudo empezar a explorar todo aquel potencial.
Como ya sabía, podía intuir si algo o alguien estaba enterrado en la arena, sin saber qué podía ser exactamente. Pero era bastante útil para localizar lo que fuera y ya tenía en mente ponerlo a prueba en la playa, cuando se calmaran aquellas violentas aguas. Además podía sentir la presencia de su dominio a su alrededor, un dato del que había sido consciente desde mucho antes, pero que ahora era incluso más visible al no ser perseguida todo el rato por la arena. Había en casi todas partes, y el hecho de que gran parte de Rocavarancolia estuviera en ruinas ayudaba con ello. Practicó y practicó su manejo, y aunque aún tenía mucho que aprender avanzaba paso a paso. Lenta, pero de forma segura. La arena danzaba a su alrededor a su casi completa merced, y Maila dejó de verla como un incordio y más como un maravilloso don. Al ser una materia tan moldeable intentó darle varias formas y figuras, por el momento no conseguía resultados increíbles, pero no se desesperaba. Sabía que lo acabaría consiguiendo. A veces, incluso se distraía cuando estaba conversando con los que vivían en Serpentaria, pensando en todo lo que quería probar, como si fuera igual de dispersa que la arena que la obedecía.
Otro lugar al que quería ir en un futuro era al desierto Malyadar. Nunca había visto uno y no podía negar que la mayor parte de aquel interés se debía a su naturaleza como...bruja. Por más semanas que pasaran aún le costaba asimilar un poco ese nombre, quizás porque en la Tierra estaba muy apegado al mal y a la típica imagen de anciana horrible con sombrero y escoba. Pero se haría a la idea, más temprano que tarde. En algo que sí se parecía a las típicas brujas era en su afinidad por la alquimia, como había leído en los libros. Pero aún no había tenido tiempo de pensar en aquella faceta suya. Por otro lado aquella transformación iba acompañada de una excentricidad muy diversa y subjetiva según el brujo, y sin darse cuenta Maila ya había empezado a usar colores de ropa mucho más terrosos.
La noticia de la coronación de una nueva reina le puso los pelos de punta. No le importaba lo más mínimo, pero eran tiempos de cambios para la ciudad y eso la ponía nerviosa. No sabía si aquella nueva reina sería peor que el anterior. Solo esperaba que no ocurriera nada malo antes de que se abriera el portal a la Tierra. Porque pensaba largarse de allí en cuanto viera la oportunidad. Sus hermanos la esperaban al otro lado, y ella ya había estado suficiente tiempo abandonándolos. O al menos eso sentía que les había hecho al irse a Rocavarancolia. En su fuero interno deseaba que Fleur se fuera con ella cuando llegara el momento. Aún tenían mucho de lo que hablar, pero ella no iba a dar su brazo a torcer y buscarla. Si la francesa quería hablar de lo que fuera que tuvieran o habían tenido, iba a tener que dar el paso, porque Maila no pensaba hacerlo. Ya había demostrado bastante. Sin embargo aún mantenían un poco de relación, aunque solo fuera para hablar de sus compañeros desaparecidos. A pesar de que la hawaiana no lo quisiera admitir, una parte de ella deseaba muy en el fondo que Fleur tocara su puerta para hablar y sobre todo para disculparse.
Aquella mañana Maila se despertó un poco más tarde de lo normal. Había estado toda la noche practicando varios hechizos que podían ayudarles en su búsqueda y estaba bastante contenta con los resultados obtenidos.
-Buenos días a todos. Hoy se me han pegado las sábanas.- Saludó a los que ya estaban abajo con una sonrisa. Para después coger algo de comida y sentarse tranquilamente en una silla. Quién mirara en su dirección podría verla profundamente distraída mientras le daba bocados a su manzana, jugueteando con un poco de arena dándole diferentes formas. A veces de esfera y otras de estrechas líneas. Algunas pocas veces fruncía el ceño al ver que no le hacía caso como debía.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torre Serpentaria
10/12/22, 12:56 pm
Las semanas siguientes a la salida de la Luna estuvieron plagadas de nuevas experiencias para la recientemente transformada en Lepäni. O, más que nuevas, ahora enfocaba con un prisma totalmente nuevo tanto la ciudad, como a su mismo cuerpo.
Por un lado, sus cambios habían levantado muchas de las restricciones que anteriormente experimentaban al moverse por la ciudad. No tanto por cosas que no pudieran hacer, como que no fueran capaces o que tuvieran que andarse constantemente con cuidado. Aún debían ser cautos y de eso eran todos conscientes, pero poco a poco veían cómo ahora se les abrían más puertas y, sobre todo, contactos. Y de todo ello empezó a sacar provecho Kradko, quien tenía dificultades para resistirse a investigar cualquier lugar que le pareciera de mínimo interés. Y sin duda aquella ciudad tenía mucho que ofrecer y, aunque aún vacía en muchas zonas, también tenía mucha más vida de la que esperaba encontrar.
Por otra parte, su físico había claramente cambiado, y no todo era tan visible como las nuevas alas. En general se sentía físicamente más capaz: aguantaba más cualquier clase de esfuerzo, podía levantar más peso, saltar más y moverse con mucha más soltura que antes de salir de aquella extraña pupa que formó con la Luna. Sin embargo, aquellos cambios también tuvieron una parte negativa, especialmente durante los primeros días. En ocasiones no podía controlar sus nuevas capacidades e igual acababa rompiendo algo, o se mareaba al sentir como que no podía seguir el mismo ritmo al que se movía. Era una extraña sensación, pero una a la que se acostumbró bastante pronto.
Lo que sí le resultó más complejo de entender fue su nuevo par de alas. Durante bastante tiempo, estas le parecieron simplemente un apéndice grande y engorroso que ahora debía preocuparse de que no le estorbara. Pero también sabía que tales apéndices, eventualmente, le permitirían volar como nunca le permitieron los antiguos. Sin embargo, aquello era más difícil decirlo que hacerlo. Más allá de la forma, lo más distinto era cómo se movían aquellas alas con respecto a las anteriores. Una vez intentó explicar a uno de sus amigos cómo se sentía:
—Es como si me hubieran puesto las piernas del revés y tuviera que aprender a andar hacia atrás para ir hacia adelante… De la… O sea, atrás desde las piernas, pero a donde mira la cabeza. ¿Sabes?
A pesar de las dificultades, tras bastante práctica finalmente logró alzar un corto pero errático vuelo. Se notó en ese aspecto que ya tenía el instinto de usar alas. Aun así, le haría falta bastante más práctica dominar aquello, sin mencionar el poder emitir «lo que sea esa cosa de hacer mucho ruido», según lo que entendió de la explicación de sus compañeros. Aún así, no tuvo problemas para fanfarronear de sus logros.
Lo que no le comportó tantas alegrías fueron las desapariciones, tanto las que ya conocían como otras nuevas y más cercanas que se sumaron. Había tenido muy poco contacto Neariel, así que no tuvo más efecto que la preocupación que ya tenía por el resto. Pero la de Kolja sí le afectó especialmente. Tanto uno como el otro habían desaparecido sin dejar pista alguna, así como otros de cosechas anteriores. Para hacer el asunto más grave, tampoco su búsqueda de cualquier indicio sobre su paradero estaba comportando nada. Simplemente parecían haberse desvanecido.
Los nuevos acontecimientos generales de la ciudad poco le importaron. En general, la monarquía como sistema le tenía poco sentido y quién ocupara el cargo le importaba poco, ya que no conocía prácticamente a nadie aún. La figura más próxima que conocía a estos eventos fue sin duda Heraldo, pero este pasaba ya mucho más tiempo en su nueva casa que en Serpentaria, dejándose caer sobre todo cuando quería consultar algo en la biblioteca o charlar con alguien. Le parecía una criatura extraña, pues si no fuera por los ropajes anchos que llevaba casi siempre y su particular forma de hablar sería difícil reconocerle. Pero le quedó claro que profesaba las mismas creencias que Foresta y que estas eran importantes para ambos.
En todo caso, Heraldo tampoco conocía muchos detalles, pues al fin y al cabo la información que recibía normalmente se limitaba a lo que pregonaba al resto de la ciudad. Sin embargo, había tenido breve contacto con la nueva reina y, según le oyó comentar, su impresión fue que se trataba de una persona con ideas claras, decidida y pragmática. Ya cuáles fueran esas ideas y cómo las ejecutara, se vería con el tiempo.
Sin embargo, pensar en todo aquello no solía ser parte de su rutina mañanera. Madrugadora como siempre, había escalado el muro de la torre para despejarse, tomar un poco de sol cuando salió y estirar las alas. Sobre estas, se dio cuenta recientemente que, en general, era más práctico juntar ambas a la espalda, aunque aquello por supuesto no era una opción cuando quería sentarse.
Cuando le empezó a coger hambre, bajó a la cocina a desayunar algo y se encontró con el resto que ya estaban despiertos.
—¡Buenos días a todos! —dijo animada mientras entraba por una ventana, lo que por aquel entonces ya no debería ser sorpresa para nadie.
Por un lado, sus cambios habían levantado muchas de las restricciones que anteriormente experimentaban al moverse por la ciudad. No tanto por cosas que no pudieran hacer, como que no fueran capaces o que tuvieran que andarse constantemente con cuidado. Aún debían ser cautos y de eso eran todos conscientes, pero poco a poco veían cómo ahora se les abrían más puertas y, sobre todo, contactos. Y de todo ello empezó a sacar provecho Kradko, quien tenía dificultades para resistirse a investigar cualquier lugar que le pareciera de mínimo interés. Y sin duda aquella ciudad tenía mucho que ofrecer y, aunque aún vacía en muchas zonas, también tenía mucha más vida de la que esperaba encontrar.
Por otra parte, su físico había claramente cambiado, y no todo era tan visible como las nuevas alas. En general se sentía físicamente más capaz: aguantaba más cualquier clase de esfuerzo, podía levantar más peso, saltar más y moverse con mucha más soltura que antes de salir de aquella extraña pupa que formó con la Luna. Sin embargo, aquellos cambios también tuvieron una parte negativa, especialmente durante los primeros días. En ocasiones no podía controlar sus nuevas capacidades e igual acababa rompiendo algo, o se mareaba al sentir como que no podía seguir el mismo ritmo al que se movía. Era una extraña sensación, pero una a la que se acostumbró bastante pronto.
Lo que sí le resultó más complejo de entender fue su nuevo par de alas. Durante bastante tiempo, estas le parecieron simplemente un apéndice grande y engorroso que ahora debía preocuparse de que no le estorbara. Pero también sabía que tales apéndices, eventualmente, le permitirían volar como nunca le permitieron los antiguos. Sin embargo, aquello era más difícil decirlo que hacerlo. Más allá de la forma, lo más distinto era cómo se movían aquellas alas con respecto a las anteriores. Una vez intentó explicar a uno de sus amigos cómo se sentía:
—Es como si me hubieran puesto las piernas del revés y tuviera que aprender a andar hacia atrás para ir hacia adelante… De la… O sea, atrás desde las piernas, pero a donde mira la cabeza. ¿Sabes?
A pesar de las dificultades, tras bastante práctica finalmente logró alzar un corto pero errático vuelo. Se notó en ese aspecto que ya tenía el instinto de usar alas. Aun así, le haría falta bastante más práctica dominar aquello, sin mencionar el poder emitir «lo que sea esa cosa de hacer mucho ruido», según lo que entendió de la explicación de sus compañeros. Aún así, no tuvo problemas para fanfarronear de sus logros.
Lo que no le comportó tantas alegrías fueron las desapariciones, tanto las que ya conocían como otras nuevas y más cercanas que se sumaron. Había tenido muy poco contacto Neariel, así que no tuvo más efecto que la preocupación que ya tenía por el resto. Pero la de Kolja sí le afectó especialmente. Tanto uno como el otro habían desaparecido sin dejar pista alguna, así como otros de cosechas anteriores. Para hacer el asunto más grave, tampoco su búsqueda de cualquier indicio sobre su paradero estaba comportando nada. Simplemente parecían haberse desvanecido.
Los nuevos acontecimientos generales de la ciudad poco le importaron. En general, la monarquía como sistema le tenía poco sentido y quién ocupara el cargo le importaba poco, ya que no conocía prácticamente a nadie aún. La figura más próxima que conocía a estos eventos fue sin duda Heraldo, pero este pasaba ya mucho más tiempo en su nueva casa que en Serpentaria, dejándose caer sobre todo cuando quería consultar algo en la biblioteca o charlar con alguien. Le parecía una criatura extraña, pues si no fuera por los ropajes anchos que llevaba casi siempre y su particular forma de hablar sería difícil reconocerle. Pero le quedó claro que profesaba las mismas creencias que Foresta y que estas eran importantes para ambos.
En todo caso, Heraldo tampoco conocía muchos detalles, pues al fin y al cabo la información que recibía normalmente se limitaba a lo que pregonaba al resto de la ciudad. Sin embargo, había tenido breve contacto con la nueva reina y, según le oyó comentar, su impresión fue que se trataba de una persona con ideas claras, decidida y pragmática. Ya cuáles fueran esas ideas y cómo las ejecutara, se vería con el tiempo.
Sin embargo, pensar en todo aquello no solía ser parte de su rutina mañanera. Madrugadora como siempre, había escalado el muro de la torre para despejarse, tomar un poco de sol cuando salió y estirar las alas. Sobre estas, se dio cuenta recientemente que, en general, era más práctico juntar ambas a la espalda, aunque aquello por supuesto no era una opción cuando quería sentarse.
Cuando le empezó a coger hambre, bajó a la cocina a desayunar algo y se encontró con el resto que ya estaban despiertos.
—¡Buenos días a todos! —dijo animada mientras entraba por una ventana, lo que por aquel entonces ya no debería ser sorpresa para nadie.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torre Serpentaria
10/12/22, 07:18 pm
Nada más llegar encontró a Adam, que había empezado a desayunar hace poco. Le dedicó una sonrisa y buscó algo para comer, decantándose por un poco de pan con mermelada. Con todo listo, se sentó junto al ruso y, antes de que pudiera empezar una conversación, el resto de sus amigos empezaron a llegar.
El ochrorio repitió un par de veces con ánimo: -¡Buenos días!- a cada uno de ellos. El entusiasmo de Kradko (ya a esas alturas no le extrañaba verla aparecer por la ventana) y el comentario de Maila le sacaron una risilla y se alegró que la velocidad al hablar de Pefka era relativamente normal, algunas veces le había costado entenderlo cuando iba tan rápido. -Bien, listo para lo que la Acromía nos depare hoy- contestó a la pregunta de Amira y el lenguaraz.
Durante el resto de saludos se fijó en concreto en Maila, que jugueteaba con su dominio mientras desayunaba. El ochrorio quiso unirse a ello y con unas cuantas hojas hizo dos mariposas, siguiendo con uno de sus dedos los dobleces. Sabía que no era necesario, pero le ayudaba a la hora de recordar los pliegues. La idea que había tenido al practicar con ellas era crear unas con alas similares a las de Kradko, aunque los penachos todavía se le quedaban algo cortos. Una vez hechas, las hizo revolotear imitando su aleteo cerca de las figuras que estaba haciendo la bruja.
Luego las dejo flotar cuando fijó su mirada en Lethe. -¿Ha pasado algo? ¿No has dormido bien?- preguntó algo preocupado. Si todos habían sufrido por las búsquedas, el brujo tenía claro que la más frustrada por los resultados era Lethe. Se había esforzado muchísimo en dar con alguna pista de su paradero y, conociéndola después de tantos meses, estaba claro que le afectaba mucho aquello. No le extrañaría si era por la preocupación que tuviera mala cara a esas horas, alguna vez el fauno tampoco había podido descansar bien por ella.
El ochrorio repitió un par de veces con ánimo: -¡Buenos días!- a cada uno de ellos. El entusiasmo de Kradko (ya a esas alturas no le extrañaba verla aparecer por la ventana) y el comentario de Maila le sacaron una risilla y se alegró que la velocidad al hablar de Pefka era relativamente normal, algunas veces le había costado entenderlo cuando iba tan rápido. -Bien, listo para lo que la Acromía nos depare hoy- contestó a la pregunta de Amira y el lenguaraz.
Durante el resto de saludos se fijó en concreto en Maila, que jugueteaba con su dominio mientras desayunaba. El ochrorio quiso unirse a ello y con unas cuantas hojas hizo dos mariposas, siguiendo con uno de sus dedos los dobleces. Sabía que no era necesario, pero le ayudaba a la hora de recordar los pliegues. La idea que había tenido al practicar con ellas era crear unas con alas similares a las de Kradko, aunque los penachos todavía se le quedaban algo cortos. Una vez hechas, las hizo revolotear imitando su aleteo cerca de las figuras que estaba haciendo la bruja.
Luego las dejo flotar cuando fijó su mirada en Lethe. -¿Ha pasado algo? ¿No has dormido bien?- preguntó algo preocupado. Si todos habían sufrido por las búsquedas, el brujo tenía claro que la más frustrada por los resultados era Lethe. Se había esforzado muchísimo en dar con alguna pista de su paradero y, conociéndola después de tantos meses, estaba claro que le afectaba mucho aquello. No le extrañaría si era por la preocupación que tuviera mala cara a esas horas, alguna vez el fauno tampoco había podido descansar bien por ella.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torre Serpentaria
10/12/22, 11:20 pm
Mientras uno por uno iban llegando Adam saludó con la mano, pronunciando un “buenos días” con la boca llena de pan con mantequilla tampándose con la otra mano, se levantó con bastante hambre devorando dos grandes rebanadas bastante generosas de contenido.
A Lethe no la notó muy animada, esperando a ver que respondía a lo de los demás, tampoco pretendía agobiarla. Mientras, se fijó en los dominios de Maila y Chromsa con cierta admiración. Hojas y arena tomando forma, moviéndose como si tuvieran vida propia. Era fascinante sin dudas, algo digno de ver y apreciar.
El lenguaraz siempre llamó la atención del pegaso. Recordó haber escuchado alguna que otra vez a Pefka hablando y parecía que estaba en un frenesí de palabras constante. El hecho de que a veces se le acelerase el ritmo con el que hablaba le hacía gracia interna, aunque se le notaba el esfuerzo cuando intentaba hablar a ritmo normal.
Kradko como tal siempre fue de un inmenso agrado para Adam, ella de vez en cuando ayudaba a distraerlo cuando andaba preocupado por Kolja con pequeñas charlas y verla entrar por la ventana le hizo sonreir. Pero eso seguía ahi, la constante preocupación por su maestro era algo que le ponía nervioso de narices. ¿Dónde diablos ha ido? Neariel le preocupaba también, al igual que los de Maciel pero Kolja era demasiado importante para Adam.
Esperaría a ver que diría Lethe, con la mirada un poco más seria de lo normal.
A Lethe no la notó muy animada, esperando a ver que respondía a lo de los demás, tampoco pretendía agobiarla. Mientras, se fijó en los dominios de Maila y Chromsa con cierta admiración. Hojas y arena tomando forma, moviéndose como si tuvieran vida propia. Era fascinante sin dudas, algo digno de ver y apreciar.
El lenguaraz siempre llamó la atención del pegaso. Recordó haber escuchado alguna que otra vez a Pefka hablando y parecía que estaba en un frenesí de palabras constante. El hecho de que a veces se le acelerase el ritmo con el que hablaba le hacía gracia interna, aunque se le notaba el esfuerzo cuando intentaba hablar a ritmo normal.
Kradko como tal siempre fue de un inmenso agrado para Adam, ella de vez en cuando ayudaba a distraerlo cuando andaba preocupado por Kolja con pequeñas charlas y verla entrar por la ventana le hizo sonreir. Pero eso seguía ahi, la constante preocupación por su maestro era algo que le ponía nervioso de narices. ¿Dónde diablos ha ido? Neariel le preocupaba también, al igual que los de Maciel pero Kolja era demasiado importante para Adam.
Esperaría a ver que diría Lethe, con la mirada un poco más seria de lo normal.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria
11/12/22, 01:45 pm
Suerte que Pefka había aprendido a hablar un poco más despacio o sin duda le habría levantado un buen dolor de cabeza. Suspiró de forma casi imperceptible cuando tanto él como Chromsa le preguntaron por su estado. Sabía que no le era posible ocultarlo, pero desearía poder hacerlo para no tener que recibir aquel tipo de atención.
—Tan solo no he dormido muy bien —dijo finalmente intentando no sonar brusca—. Por mí no os tenéis que preocupar.
No lo añadió en ese momento, pero quería implicar que había otras personas por las que sí se tenían que preocupar. Ya lo sabían todos, de todas formas, así que tampoco quería incidir explícitamente porque, muy probablemente, eso solo lograría que se sintieran peor. Y realmente nadie tenía la culpa de la falta de éxito. Ni siquiera ella misma, aunque le costase lo indecible reconciliarse con aquella idea.
Semanas atrás tal vez le hubiese molestado la entrada de Kradko, no solo porque no hubiese utilizado la puerte como las personas normales, sino porque su efusividad no hubiera sido bien recibida, pero ahora empezaba a sentir que necesitaban el positivismo que irradiaba la lepäni y algunos otros compañeros menos fatalistas que ella. Saludó tanto a la clinger como a todos los que fueron llegando, pues también se habían unido en aquel tiempo Fleur, Amira y Maila. Eran bastantes personas ya, el único tema de conversación hasta ese instante había sido su cara de no muerto y tanto como para desviar la atención sobre ello como para evitar interrumpir otras conversaciones, puede que fuese el momento ideal para poner sobre la mesa la información que habían recibido recientemente.
—Oíd… ¿Alguno de vosotros sabe ya donde encontrar a esa persona que se supone que se dedica a investigar cosas, o algo parecido? Creo que deberíamos reunirnos con ella y preguntarle si podemos pagar de alguna manera asequible para nosotros si contratamos sus servicios.
Algunos habían hecho migas con ciudadanos más veteranos y al parecer conocían a alguien que recientemente había abierto un negocio que podría ayudarles en la búsqueda de los desaparecidos. La enderth desconocía que dicha persona era amiga de Kirés, o sin duda ya habría preguntado al paladín al respecto.
—Tan solo no he dormido muy bien —dijo finalmente intentando no sonar brusca—. Por mí no os tenéis que preocupar.
No lo añadió en ese momento, pero quería implicar que había otras personas por las que sí se tenían que preocupar. Ya lo sabían todos, de todas formas, así que tampoco quería incidir explícitamente porque, muy probablemente, eso solo lograría que se sintieran peor. Y realmente nadie tenía la culpa de la falta de éxito. Ni siquiera ella misma, aunque le costase lo indecible reconciliarse con aquella idea.
Semanas atrás tal vez le hubiese molestado la entrada de Kradko, no solo porque no hubiese utilizado la puerte como las personas normales, sino porque su efusividad no hubiera sido bien recibida, pero ahora empezaba a sentir que necesitaban el positivismo que irradiaba la lepäni y algunos otros compañeros menos fatalistas que ella. Saludó tanto a la clinger como a todos los que fueron llegando, pues también se habían unido en aquel tiempo Fleur, Amira y Maila. Eran bastantes personas ya, el único tema de conversación hasta ese instante había sido su cara de no muerto y tanto como para desviar la atención sobre ello como para evitar interrumpir otras conversaciones, puede que fuese el momento ideal para poner sobre la mesa la información que habían recibido recientemente.
—Oíd… ¿Alguno de vosotros sabe ya donde encontrar a esa persona que se supone que se dedica a investigar cosas, o algo parecido? Creo que deberíamos reunirnos con ella y preguntarle si podemos pagar de alguna manera asequible para nosotros si contratamos sus servicios.
Algunos habían hecho migas con ciudadanos más veteranos y al parecer conocían a alguien que recientemente había abierto un negocio que podría ayudarles en la búsqueda de los desaparecidos. La enderth desconocía que dicha persona era amiga de Kirés, o sin duda ya habría preguntado al paladín al respecto.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torre Serpentaria
11/12/22, 08:37 pm
Cuando Lethe le respondió, le devolvió un asentimiento leve con la cabeza porque tenía razón, no había de qué preocuparse por eso y tenían un asunto más importante... pero el hijo de lunas no quiso decir nada al respecto. Les invadían las preguntas sobre los desaparecidos y al menos ellos estaban enteros y bien localizados en los refugios. No dijo nada sobre eso porque estaba de buen humor y no quería mancharlo, y el entusiasmo de Kradko le vino estupendamente, o que Chromsa estuviera animado también para hacer cosas.
—Vamos a tener que tapar las ventanas para que no nos des envidia, Kradko —bromeó el lenguaraz. Gracias a las transformaciones, él le había dado muchas vueltas a la capacidad de volar con magia o sin ella y tenía mucha curiosidad, pero también mucho miedo. Y también cierta envidia.
Después, Lethe volvió a hablar y sacó a colación el asunto aquel. Tenía sentido que pudieran plantear tantas cuestiones a alguien, y que alguien se dedicara a ello en una ciudad con tantos entresijos. Qué menos, creía, el pobre. Él no había podido investigar porque no se había atrevido a preguntar... y porque se había distraído demasiado con sus propios estudios. Pero sí que estaba dispuesto a hablar con ella cuando la encontraran y a poner de su parte lo que pudiera.
—Yo no, lo siento. Mas haré lo que esté en mi mano para que nos ayude si damos con ella... siemprequenosetratedealgogrotesco —se corrigió al final, porque su cabeza iba a toda vela imaginando posibles formas de ayudar a los monstruos civilizados de la ciudad... y no le parecían muy agradables esos escenarios.
—Vamos a tener que tapar las ventanas para que no nos des envidia, Kradko —bromeó el lenguaraz. Gracias a las transformaciones, él le había dado muchas vueltas a la capacidad de volar con magia o sin ella y tenía mucha curiosidad, pero también mucho miedo. Y también cierta envidia.
Después, Lethe volvió a hablar y sacó a colación el asunto aquel. Tenía sentido que pudieran plantear tantas cuestiones a alguien, y que alguien se dedicara a ello en una ciudad con tantos entresijos. Qué menos, creía, el pobre. Él no había podido investigar porque no se había atrevido a preguntar... y porque se había distraído demasiado con sus propios estudios. Pero sí que estaba dispuesto a hablar con ella cuando la encontraran y a poner de su parte lo que pudiera.
—Yo no, lo siento. Mas haré lo que esté en mi mano para que nos ayude si damos con ella... siemprequenosetratedealgogrotesco —se corrigió al final, porque su cabeza iba a toda vela imaginando posibles formas de ayudar a los monstruos civilizados de la ciudad... y no le parecían muy agradables esos escenarios.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torre Serpentaria
02/02/23, 11:51 am
La mirada celeste de la siwani no tardó en despegarse de Amira para no incomodarla, demasiado contacto visual podía delatar que escondía algo y aunque Fleur llevaba toda su vida fingiendo no se le daba bien mentir de manera tan directa. Aunque sus intenciones eran buenas la culpabilidad se apoderó de ella, si la valkyria percibió un cambio o no en sus emociones sería todo un misterio.
Pronto las conversaciones rutinarias se aunaron en una sola y Fleur puso las palmas de las manos en sus rodillas, algo inquieta pero aliviada porque Lethe fuera tan directa. Como persona con temor a sacar temas de conversación escabrosos agradecía que alguien no se molestara en dar tantos rodeos.
—Tampoco yo—añadió tras Pefka, frunciendo el ceño cuando mencionó realizar algo grotesco, lo cierto es que estaba de acuerdo con él—. Pero estoy a favor de buscarla, no perdemos nada si lo hacemos con cautela y ya ha pasado demasiado tiempo... —su última frase en cambio tuvo un matiz de nostalgia, intentó reunir toda su fuerza de voluntad para esquivar la mirada de Maila. La hawaiana seguía poniéndola tan nerviosa como el primer día.
Pronto las conversaciones rutinarias se aunaron en una sola y Fleur puso las palmas de las manos en sus rodillas, algo inquieta pero aliviada porque Lethe fuera tan directa. Como persona con temor a sacar temas de conversación escabrosos agradecía que alguien no se molestara en dar tantos rodeos.
—Tampoco yo—añadió tras Pefka, frunciendo el ceño cuando mencionó realizar algo grotesco, lo cierto es que estaba de acuerdo con él—. Pero estoy a favor de buscarla, no perdemos nada si lo hacemos con cautela y ya ha pasado demasiado tiempo... —su última frase en cambio tuvo un matiz de nostalgia, intentó reunir toda su fuerza de voluntad para esquivar la mirada de Maila. La hawaiana seguía poniéndola tan nerviosa como el primer día.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torre Serpentaria
04/02/23, 03:36 pm
Maila siguió dándole bocados a la manzana, con sus ojos puestos en la arena. Ésta danzaba enfrente suya, adquiriendo diferentes formas a medida que la hawaiana se las imaginaba en su cabeza. Esferas, números e incluso espirales. La obediencia de su dominio era casi orgánico y automático, y pocas veces desobedecía sus órdenes. De repente dos mariposas hechas de hojas revolotearon alrededor de la arena, y la chica alzó la vista con una sonrisa divertida hacia Chromsa. En cierta forma sus transformaciones eran muy similares, más allá del hecho de ser brujos. Podían crear multitud de complejas figuras, solo limitadas por la creatividad e imaginación de cada uno. Su dominio seguiría la trayectoria de vuelo de las mariposas, como si de una estela se tratara, mientras la hawaiana fijaba toda su atención en las palabras de Lethe.
-Ni yo.- Dijo Maila con gesto preocupado. No tenía la menor idea de dónde podría estar aquella persona que podía ayudarles. Había dedicado tanto tiempo a estudiar sobre su naturaleza como bruja y en aprender nuevos hechizos de búsqueda que no había visitado muchos lugares concurridos, o preguntado a mucha gente.- Pero tenemos que descubrirlo rápido, antes de que sea...tarde.- Comentó más para sí misma que para el resto, con la mirada gacha y tono de gravedad. Maila intentaba no ser pesimista y tener la esperanza de encontrar a sus amigos con vida, pero con cada día que pasaba le costaba mucho más mantener esa esperanza. Y sus compañeros podrían verlo claramente en el tono de su voz.
La hawaiana miraría durante un segundo a Fleur, consciente de que la francesa la estaba evitando con la mirada. No es que esperara otra cosa llegados a ese punto, ella también se sentía tensa con su presencia en aquellos instantes. Luego volvería a centrarse en su dominio frunciendo el ceño, perdida en sus pensamientos. La arena dejó de seguir la trayectoria de las mariposas de Chromsa y volvió con su ama, adquiriendo aspecto de cinco esferas, cada una del tamaño de una mano.
-Ni yo.- Dijo Maila con gesto preocupado. No tenía la menor idea de dónde podría estar aquella persona que podía ayudarles. Había dedicado tanto tiempo a estudiar sobre su naturaleza como bruja y en aprender nuevos hechizos de búsqueda que no había visitado muchos lugares concurridos, o preguntado a mucha gente.- Pero tenemos que descubrirlo rápido, antes de que sea...tarde.- Comentó más para sí misma que para el resto, con la mirada gacha y tono de gravedad. Maila intentaba no ser pesimista y tener la esperanza de encontrar a sus amigos con vida, pero con cada día que pasaba le costaba mucho más mantener esa esperanza. Y sus compañeros podrían verlo claramente en el tono de su voz.
La hawaiana miraría durante un segundo a Fleur, consciente de que la francesa la estaba evitando con la mirada. No es que esperara otra cosa llegados a ese punto, ella también se sentía tensa con su presencia en aquellos instantes. Luego volvería a centrarse en su dominio frunciendo el ceño, perdida en sus pensamientos. La arena dejó de seguir la trayectoria de las mariposas de Chromsa y volvió con su ama, adquiriendo aspecto de cinco esferas, cada una del tamaño de una mano.
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