Torre Serpentaria
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Torre Serpentaria
02/08/11, 06:42 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Refugio para neotransformados de cinco plantas. La torre culmina en una cúpula. Está situada junto a la plaza de la fuente y su puerta protegida por un hechizo que solo pueden desactivar los inquilinos. En las plantas inferiores se encuentran las habitaciones, dos salas comunes con dos chimeneas centrales interconectadas y una cocina comedor. En la planta superior, bajo la cúpula, hay una sala de entrenamiento mágico que cuenta con medidas de seguridad para no dañar el edificio. A esta planta se accede mediante una runa de presión que abre una trampilla en el techo yy de la que descienden escaleras. La mayoría de los muebles están hechizados y a algunos les gusta gastar bromas.
Los pomos de las puertas de los cuartos ocupados se vuelven de color rojo y una placa con el nombre de la o las personas que lo ocupan aparece en medio de la puerta.
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- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torre Serpentaria
13/01/18, 09:21 pm
El anima escuchó las explicaciones de Irianna empezando a sentir algo a lo que podría llamar envidia. Envidia porque la idrina había podido dedicar su tiempo a un instrumento antes de ser cosechada, y ahora solo necesitaba practicar para volver a retomar su afición donde la había dejado. Ante la segunda pregunta de la chica, asintió.
—Sí, así es, pero no sé tocar ningún instrumento. Y no te preocupes —continuó—, no me molesta la niebla, y tampoco quería distraerte más de la cuenta. Estaba interesado en ver cómo es y cómo se toca. Ahora que ya nos hemos instalado en Rocavarancolia podría considerar comprar un instrumento.
Pasaría al interior de la habitación si Irianna le abría el paso, pero no le importaba continuar hablando frente a la puerta. Él mismo consideraba un poco invasivo entrar después de haber sido él quien había llamado a la puerta.
—Sí, así es, pero no sé tocar ningún instrumento. Y no te preocupes —continuó—, no me molesta la niebla, y tampoco quería distraerte más de la cuenta. Estaba interesado en ver cómo es y cómo se toca. Ahora que ya nos hemos instalado en Rocavarancolia podría considerar comprar un instrumento.
Pasaría al interior de la habitación si Irianna le abría el paso, pero no le importaba continuar hablando frente a la puerta. Él mismo consideraba un poco invasivo entrar después de haber sido él quien había llamado a la puerta.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torre Serpentaria
14/01/18, 12:24 am
Se detuvo cuando el anima le dijo que no hacía falta, pero le indicó de todos modos con un gesto que pasase: seguía pensando que mantenerlo allí de pie en medio del pasillo no era muy cortés por su parte.
—No te preocupes por eso, siempre es bienvenido encontrar a más gente a la que le guste la música —quitó importancia a la preocupación del sinhadre sobre distraerla demasiado. No mentía: en realidad, incluso aunque no se sintiese del todo cómoda, le apetecía hablar sobre ello con alguien y desde que trabajaban juntos su confianza con el anima había aumentado lo suficiente—. Puedes sentarte, si quieres —le señaló la silla de su escritorio, en el que como siempre había útiles de escritura cubriendo la mayor parte de su superficie, aparte de un buen fajo de apuntes sobre magia.
Recogió con sumo cuidado el instrumento y lo extendió con igual delicadeza para permitir que Ayne lo observase.
—Intuyo por lo que dijiste que nunca habías oído un violín… Supongo que es lógico que los instrumentos varíen de mundo a mundo, aunque este pertenece a alguien procedente de la Tierra. Se toca con este arco. —Lo levantó para que lo viese y a continuación lo deslizó por las cuerdas del instrumento, realizando algunos acordes sencillos que solían emplearse para comprobar la afinación.
—No te preocupes por eso, siempre es bienvenido encontrar a más gente a la que le guste la música —quitó importancia a la preocupación del sinhadre sobre distraerla demasiado. No mentía: en realidad, incluso aunque no se sintiese del todo cómoda, le apetecía hablar sobre ello con alguien y desde que trabajaban juntos su confianza con el anima había aumentado lo suficiente—. Puedes sentarte, si quieres —le señaló la silla de su escritorio, en el que como siempre había útiles de escritura cubriendo la mayor parte de su superficie, aparte de un buen fajo de apuntes sobre magia.
Recogió con sumo cuidado el instrumento y lo extendió con igual delicadeza para permitir que Ayne lo observase.
—Intuyo por lo que dijiste que nunca habías oído un violín… Supongo que es lógico que los instrumentos varíen de mundo a mundo, aunque este pertenece a alguien procedente de la Tierra. Se toca con este arco. —Lo levantó para que lo viese y a continuación lo deslizó por las cuerdas del instrumento, realizando algunos acordes sencillos que solían emplearse para comprobar la afinación.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torre Serpentaria
14/01/18, 01:49 am
Ayne se dejó guiar al interior, pero rechazó el asiento cortésmente, dado que no quería contradecir lo que había dicho poco antes. Su mirada se centró en el instrumento y apenas echó un vistazo rápido a la estancia. Parecía delicado y bien elaborado, aunque también había visto instrumentos bien manufacturados antes, en Sinhdro, solo que tal vez no tan de cerca.
—Me gusta el sonido —comentó tras la demostración de Irianna—. En mi mundo hay instrumentos similares. Tienen diferente tamaño, y la forma cambia... pero el sonido que emiten es muy parecido. De hecho, este parece reverberar más.
El anima observó el violín durante unos segundos más y añadió:
»Son algo difíciles de ver salvo en fiestas y celebraciones. En mi casa no estaba bien visto que perdiese el tiempo con algo que se consideraba puramente lúdico, por eso nunca intenté conseguir uno. ¿Cómo lograste que te dejasen aprender a tocar?
El edeel no creía que aquella pregunta fuese a molestar a Irianna, pero era pura curiosidad que poco tenía que ver con el instrumento. De alguna manera había asumido que la situación de la idrina había sido similar a la suya, siendo de buena familia. Sabía lo mucho que variaba todo de un mundo a otro, pero para él las cosas siempre habían sido de ese modo.
—Me gusta el sonido —comentó tras la demostración de Irianna—. En mi mundo hay instrumentos similares. Tienen diferente tamaño, y la forma cambia... pero el sonido que emiten es muy parecido. De hecho, este parece reverberar más.
El anima observó el violín durante unos segundos más y añadió:
»Son algo difíciles de ver salvo en fiestas y celebraciones. En mi casa no estaba bien visto que perdiese el tiempo con algo que se consideraba puramente lúdico, por eso nunca intenté conseguir uno. ¿Cómo lograste que te dejasen aprender a tocar?
El edeel no creía que aquella pregunta fuese a molestar a Irianna, pero era pura curiosidad que poco tenía que ver con el instrumento. De alguna manera había asumido que la situación de la idrina había sido similar a la suya, siendo de buena familia. Sabía lo mucho que variaba todo de un mundo a otro, pero para él las cosas siempre habían sido de ese modo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torre Serpentaria
14/01/18, 05:27 pm
La lacustre asintió: era de esperar que los instrumentos variasen de mundo a mundo a pesar de que los violines de Idris y los de la Tierra eran prácticamente idénticos. Pero en cierto modo la cultura humana guardaba más parecido con la idrina en más puntos que la sinhadre, y especialmente por lo que sabía el desarrollo tecnológico de Sinhdro estaba menos avanzado y eso era algo que también contaba a la hora de encontrar similitudes.
—Me gustaría escuchar como suenan algún día.
Nuevamente un intercambio de nociones culturales sobre las que era difícil pensar fuera de la caja desde el principio. La consideración que afirmaba Ayne que tenía la música en Sinhdro no era exactamente contraria a la de su propia cultura, pero sí que había diferencias en cuanto a lo que ella estaba acostumbrada.
—La verdad es que en Idris no se ve del mismo modo, aunque mis padres tampoco hubiesen querido que me dedicase exclusivamente a la música no siendo un prodigio ni nada parecido. —Se mantuvo pensativa: parecía algo obvio porque se trataba de un elemento cultural común, pero al tener que explicarlo ya no lo era tanto—. Un instrumento como el violín está bien considerado y que yo supiese tocarlo para mis padres era como una especie de forma de… fardar de que su hija sabe hacer algo visto como de gente culta y de bien. Pero solo como hobby extraescolar. ¿Sabes a qué me refiero, no? — Suspiró. Estaba bastante segura de que el anima lo entendería, especialmente porque ya había sobreentendido que su familia también era bastante estricta—. Por suerte yo empecé a tocarlo porque me gustaba cómo sonaba y el resto vino después. Si me lo hubiesen querido imponer desde un principio lo habría odiado —le aseguró—. Es una auténtica lástima que nunca tuvieses oportunidad de aprender si es lo que querías. Te puedo ayudar a iniciarte cuando quieras —ofreció con una pequeña sonrisa.
—Me gustaría escuchar como suenan algún día.
Nuevamente un intercambio de nociones culturales sobre las que era difícil pensar fuera de la caja desde el principio. La consideración que afirmaba Ayne que tenía la música en Sinhdro no era exactamente contraria a la de su propia cultura, pero sí que había diferencias en cuanto a lo que ella estaba acostumbrada.
—La verdad es que en Idris no se ve del mismo modo, aunque mis padres tampoco hubiesen querido que me dedicase exclusivamente a la música no siendo un prodigio ni nada parecido. —Se mantuvo pensativa: parecía algo obvio porque se trataba de un elemento cultural común, pero al tener que explicarlo ya no lo era tanto—. Un instrumento como el violín está bien considerado y que yo supiese tocarlo para mis padres era como una especie de forma de… fardar de que su hija sabe hacer algo visto como de gente culta y de bien. Pero solo como hobby extraescolar. ¿Sabes a qué me refiero, no? — Suspiró. Estaba bastante segura de que el anima lo entendería, especialmente porque ya había sobreentendido que su familia también era bastante estricta—. Por suerte yo empecé a tocarlo porque me gustaba cómo sonaba y el resto vino después. Si me lo hubiesen querido imponer desde un principio lo habría odiado —le aseguró—. Es una auténtica lástima que nunca tuvieses oportunidad de aprender si es lo que querías. Te puedo ayudar a iniciarte cuando quieras —ofreció con una pequeña sonrisa.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torre Serpentaria
14/01/18, 08:14 pm
—Entiendo a qué te refieres —respondió a Irianna tras escuchar su historia con interés—. Cada familia tiene sus particularidades, y no es que en Sinhdro esté mal vista la música. Allá había casas en las que las cosas serían como en la tuya, seguramente. Sin embargo, mi padre estaba obsesionado con todo lo útil, y para él lo más importante era que aprendiese a llevar su negocio. A Eara le sucedió algo parecido, pero con el de mi madre. Una de las pocas cosas buenas de estar aquí es que ahora nadie puede decirnos qué hacer, ¿no crees?
»Pero bueno, nos hemos desviado bastante del tema —añadió tras una pausa breve—, me alegro de poder contar con tu consejo si decido comprar un instrumento. ¿Crees que será muy difícil iniciarse aquí en la música? Solo hay libros polvorientos y ningún tutor, que yo sepa.
No se lo había planteado seriamente hasta ese momento, pero siempre que le había rondado por la cabeza había desistido al creer imposible encontrar maestros en aquella ciudad. Pero aquel era un buen momento para tomarse en serio aquella idea. Tenían trabajo, tenían donde vivir, y Ayne ya no estudiaba magia tan exhaustivamente como antes, ya que había asentado los conocimientos básicos hacía tiempo.
»Pero bueno, nos hemos desviado bastante del tema —añadió tras una pausa breve—, me alegro de poder contar con tu consejo si decido comprar un instrumento. ¿Crees que será muy difícil iniciarse aquí en la música? Solo hay libros polvorientos y ningún tutor, que yo sepa.
No se lo había planteado seriamente hasta ese momento, pero siempre que le había rondado por la cabeza había desistido al creer imposible encontrar maestros en aquella ciudad. Pero aquel era un buen momento para tomarse en serio aquella idea. Tenían trabajo, tenían donde vivir, y Ayne ya no estudiaba magia tan exhaustivamente como antes, ya que había asentado los conocimientos básicos hacía tiempo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria
14/01/18, 09:48 pm
Asintió ante la aclaración de Ayne y volvió a dejar el instrumento sobre la cama con sumo cuidado, colocando el arco a su lado esta vez también antes de volver a girarse hacia el anima.
—Sé perfectamente a qué te refieres —suspiró cuando el sinhadre le habló acerca de heredar negocios—. Mis padres eran igual en ese sentido, lo que pasa es que quedar bien con otros empresarios de éxito también es algo muy importante en nuestra hipócrita sociedad.
No pudo evitar asentir con más vehemencia de la que hubiera querido mostrar ante la conclusión de Ayne.
>>Es una libertad con un precio bastante alto, pero…
Dejó la cuestión en el aire, especialmente dándose cuenta de que para el anima el significado de aquella frase era bastante diferente que para ella y no sabía si se sentía especialmente cómodo hablando sobre ello. Kimbra y Rasqa no habían tenido ninguna clase de dilema moral con sus nuevas necesidades, pero estaba bastante segura de que no se trataban de un buen ejemplo. Lo que sí le había dado la sensación, tras tratar en más ocasiones con los amigos de dama Diurna, era que la mayoría parecía aceptarlo sin mucho problema con el tiempo. La propia nebulomante había empezado a dejar de pensar en ello demasiado, aunque no estaba segura de si se trataba de una buena o una mala señal ni qué decía acerca de sí misma.
La conversación regresó a su cauce, de todos modos y la idrina se encontró insegura acerca de qué responderle al edeel.
—Sé que hay varios músicos en la ciudad… Conozco personalmente a un par, entre ellos quien me prestó este violín. Y en la taberna hay un dullahan violinista, además de un brujo de algo relacionado con el sonido que sabe tocar muchos instrumentos. No creo que todos ellos ya supiesen tocar antes de llegar aquí, ¿no? De algún modo han tenido que aprender. Pero si existe alguien que trabaje como tutor de música en particular lo desconozco —admitió elaborando un gesto de disculpa.
—Sé perfectamente a qué te refieres —suspiró cuando el sinhadre le habló acerca de heredar negocios—. Mis padres eran igual en ese sentido, lo que pasa es que quedar bien con otros empresarios de éxito también es algo muy importante en nuestra hipócrita sociedad.
No pudo evitar asentir con más vehemencia de la que hubiera querido mostrar ante la conclusión de Ayne.
>>Es una libertad con un precio bastante alto, pero…
Dejó la cuestión en el aire, especialmente dándose cuenta de que para el anima el significado de aquella frase era bastante diferente que para ella y no sabía si se sentía especialmente cómodo hablando sobre ello. Kimbra y Rasqa no habían tenido ninguna clase de dilema moral con sus nuevas necesidades, pero estaba bastante segura de que no se trataban de un buen ejemplo. Lo que sí le había dado la sensación, tras tratar en más ocasiones con los amigos de dama Diurna, era que la mayoría parecía aceptarlo sin mucho problema con el tiempo. La propia nebulomante había empezado a dejar de pensar en ello demasiado, aunque no estaba segura de si se trataba de una buena o una mala señal ni qué decía acerca de sí misma.
La conversación regresó a su cauce, de todos modos y la idrina se encontró insegura acerca de qué responderle al edeel.
—Sé que hay varios músicos en la ciudad… Conozco personalmente a un par, entre ellos quien me prestó este violín. Y en la taberna hay un dullahan violinista, además de un brujo de algo relacionado con el sonido que sabe tocar muchos instrumentos. No creo que todos ellos ya supiesen tocar antes de llegar aquí, ¿no? De algún modo han tenido que aprender. Pero si existe alguien que trabaje como tutor de música en particular lo desconozco —admitió elaborando un gesto de disculpa.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torre Serpentaria
15/01/18, 02:24 am
La simpatía de Ayne hacia Irianna aumentó al escuchar que su familia había sido similar a la de él, cosa que antes solamente habría podido imaginar teniendo en cuenta su situación. Con todo, sabía que haberse alejado de ellos no traía suficientes ventajas consigo como para ser considerado una mejoría. Al menos en su caso. Por ese motivo no quiso insistir más, ni recordarle a la chica que su familia era inalcanzable ahora. Tampoco le gustaba recordárselo a sí mismo.
—Parece que la música aquí es menos rara de lo que pensaba. A lo mejor debería empezar a moverme por ambientes nuevos. Tal vez haga como todos aquí y secuestre un maestro. Seguro que es así como han aprendido los demás. —Dejó de hablar unos instantes para observar la reacción de Irianna, y luego sonrió de medio lado—. No lo decía en serio, por supuesto. Intentaré informarme y ya pensaré qué hacer. Si no te molesta, volveré a hablar contigo sobre esto cuando haya escogido qué clase de instrumento me gustaría tocar. Posiblemente me decante por el violín sinhadre.
Haber tomado aquella decisión de forma repentina puso al anima de buen humor. No iba a ser fácil, pero tampoco necesitaba hacer música para nadie más que para sí mismo.
—Parece que la música aquí es menos rara de lo que pensaba. A lo mejor debería empezar a moverme por ambientes nuevos. Tal vez haga como todos aquí y secuestre un maestro. Seguro que es así como han aprendido los demás. —Dejó de hablar unos instantes para observar la reacción de Irianna, y luego sonrió de medio lado—. No lo decía en serio, por supuesto. Intentaré informarme y ya pensaré qué hacer. Si no te molesta, volveré a hablar contigo sobre esto cuando haya escogido qué clase de instrumento me gustaría tocar. Posiblemente me decante por el violín sinhadre.
Haber tomado aquella decisión de forma repentina puso al anima de buen humor. No iba a ser fácil, pero tampoco necesitaba hacer música para nadie más que para sí mismo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Serpentaria
15/01/18, 05:49 pm
La lacustre tardó unos instantes en comprender a qué se refería exactamente Ayne con “secuestrar un maestro” por lo que tan solo mostró una expresión inquisitiva. Para cuando ya había entendido con exactitud de qué hablaba el anima el mismo había dicho que se trataba de una broma, por lo que no hizo ningún comentario al respecto.
—Claro, estaré encantada de ayudar a otro futuro músico —le aseguró con una sonrisa—. Especialmente si vas a decantarte por algún tipo de violín, es el único instrumento en el que realmente tengo experiencia.
No quería hacer parecer que le echaba de su cuarto, por lo que la nebulomante esperaría a que su invitado se encaminase él solo hacia la puerta para acompañarle y cerrarla. No había sido tan malo, aunque no podía decir que estuviese completamente cómoda.
—Claro, estaré encantada de ayudar a otro futuro músico —le aseguró con una sonrisa—. Especialmente si vas a decantarte por algún tipo de violín, es el único instrumento en el que realmente tengo experiencia.
No quería hacer parecer que le echaba de su cuarto, por lo que la nebulomante esperaría a que su invitado se encaminase él solo hacia la puerta para acompañarle y cerrarla. No había sido tan malo, aunque no podía decir que estuviese completamente cómoda.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torre Serpentaria
15/01/18, 07:51 pm
—Te lo agradezco —le dijo el anima a Irianna—. Ha sido una conversación interesante; si te apetece podrías acompañarnos a Eara y a mí a esa taberna algún día. Al menos yo intentaré visitarla pronto.
Según hablaba, Ayne fue avanzando hacia la puerta. La conversación ya no daba más de sí, y estaba claro que la idrina no iba a seguir tocando mientras estuviese él ahí. Posiblemente tampoco la escucharía tocar de nuevo una vez se fuese.
—Cuando hayas practicado más, deberías dar un pequeño concierto en la sala común —añadió ya desde el pasillo. Intuía que a Irianna no le entusiasmaba la idea, pero lo dijo de todos modos—. Hasta luego.
Según hablaba, Ayne fue avanzando hacia la puerta. La conversación ya no daba más de sí, y estaba claro que la idrina no iba a seguir tocando mientras estuviese él ahí. Posiblemente tampoco la escucharía tocar de nuevo una vez se fuese.
—Cuando hayas practicado más, deberías dar un pequeño concierto en la sala común —añadió ya desde el pasillo. Intuía que a Irianna no le entusiasmaba la idea, pero lo dijo de todos modos—. Hasta luego.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
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Re: Torre Serpentaria
15/01/18, 08:13 pm
—Oh, pues… no pensaba volver pronto pero si queréis puedo enterarme de si el dullahan vuelve a dar otro concierto —respondió a la propuesta de Ayne.
La idea de volver por allí le daba bastante pánico por si volvía a encontrarse con aquel grupo tan desagradable o gente de la misma calaña, pero tal vez pudiese preguntarle a dama Diurna si ella o alguno de sus amigos, posiblemente Vac, les acompañarían… La lacustre esperaba no estar abusando demasiado de la amabilidad de la humana o el hado infernal.
Una vez en la puerta despidiendo al anima, la idea que le propuso le hizo alzar la cabeza con sorpresa.
—Con la pérdida de habilidad actual no creo que esté en condiciones de tocar en público hasta dentro de mucho tiempo —respondió con una risa nerviosa—. Nos vemos.
Mucho tiempo bien podía significar nunca, por lo que a ella respectaba, pero tampoco quería sonar tajante cuando el chico no lo había dicho con mala intención.
La idea de volver por allí le daba bastante pánico por si volvía a encontrarse con aquel grupo tan desagradable o gente de la misma calaña, pero tal vez pudiese preguntarle a dama Diurna si ella o alguno de sus amigos, posiblemente Vac, les acompañarían… La lacustre esperaba no estar abusando demasiado de la amabilidad de la humana o el hado infernal.
Una vez en la puerta despidiendo al anima, la idea que le propuso le hizo alzar la cabeza con sorpresa.
—Con la pérdida de habilidad actual no creo que esté en condiciones de tocar en público hasta dentro de mucho tiempo —respondió con una risa nerviosa—. Nos vemos.
Mucho tiempo bien podía significar nunca, por lo que a ella respectaba, pero tampoco quería sonar tajante cuando el chico no lo había dicho con mala intención.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torre Serpentaria
07/04/18, 11:36 pm
------Unas semanas después del asesinato de Marsi------
La muerte de Marsi sido demasiado rara, demasiado extraña. Una muerte así en Rocavarancolia... No encajaba. Le hizo dejar de lado varios proyectos, como lo del circo, para otro momento, pues debía investigar qué le había pasado exactamente a Marsi. Le costaba asimilar que ya no estaba, que su mejor amiga, su pareja, había muerto en la ciudad de las maravillas, presa de sus horrores. Le costaba muchísimo pensar en cualquier cosa o detalle relacionado con cómo investigar aquello sin asomarse al pozo de tristeza en el que pasaba muchas de sus noches.
Cuando amanecía, no sabía si conseguiría asomar la cabeza o si lo que veía era una ilusión de la salida. A veces se daba alas como aquella bebida terrícola con hechizos o pociones, como una versión mejorada del café, pero intentaba evitarlo o se volvería una adicción. Otra más, como pasar las noches en vela recordando todos los momentos con la varmana, todos los paseos, sus sonrisas, los sueños, sus cuerpos juntos, las ilusiones, los planes, los proyectos... y cómo había quedado todo reducido a cenizas sin más ruido que un grito.
Sus amistades pudieron notarlo. Se fue volviendo más huraña, más solitaria. Sabía que les necesitaba, pero la cabeza se le embotaba con pensamientos amargos y no quería ni molestarles ni compartirlos con ellos. Su dolor era suyo y, en la creencia de que podría lidiar con ello a solas, la consumía aún más. Y no solo eso, sino que las onyces lo habían notado las primeras y se habían aprovechado de ello. Les convenía que buscara la soledad, que se encerrara en sí misma y, quizá en un futuro, se acabara enemistando con los suyos. Podían llegar a conseguirlo, pero la bruja quería pensar que no. Que no se consumiría del todo, que conseguiría sobreponerse... de alguna forma. Aunque tuviera que hacerles caso a una de sus ideas descabelladas y borrarse parte de la memoria, olvidarlo todo, barrer toda la tristeza de un soplido, por mucho que supiera que eso sería darles ventaja sobre ella.
Pero todo eso daba igual. Nunca podría recuperarse si no averiguaban cómo había muerto ni si podría pasarles a ellos, y no quería ni pensar en el mortal consuelo que las sombras sugerían que su muerte significaría. No, su propia muerte la aterraba, congelaba cada nervio, petrificaba sus sentidos. No sentía mayor pánico por otra cosa. No, necesitaba vengarse. Encontrar al culpable o a los culpables. Y hacerles lo mismo o algo peor. O incluso acabar con ellos en el circo. ¡Ojalá! Porque le parecía obvio que había sido alguien. Había llegado incluso a desconfiar de sus vecinos de la Sede por culpa de las sombras. Le insistían en que esa muerte no había sido natural, que alguien, celoso de ellas, sería el culpable. De alguna forma, sin embargo, había logrado ignorar aquello, pero había calado aun así: alguien podría estar detrás de aquello. Y tenía que encontrarlo y matarlo. Eso sí que parecía animarla sin necesidad de magia o drogas. No le devolvería a su amiga, pero le daría algo de consuelo. O no, pero no podría dormir de forma natural hasta que no tuviera sus cabezas. Además, ¿qué importaba el consuelo o descansar? Le habían quitado la mejor amiga, el mejor hechizo, la maravilla e ilusión que había encontrado en aquella ciudad de monstruos. ¿A lo mejor alguien se había cansado de su felicidad? ¿No podían ser felices en semejante agujero de esperpentos? Incluso para eso tenían la respuesta las onyces: los monstruos sí eran felices, los asesinos e inmorales que se revolcaban en la miseria ajena. Conocía a varios, de hecho. ¿A lo mejor debía ceder a los impulsos violentos de las sombras y darse un baño de sangre? No había abandonado su humanidad, por así llamarlo, y se aferraba a ella, pero quizá ese era el fallo.
Pero, de nuevo, todo eso daba igual. Tan solo importaba el deseo de explicarse su muerte y poder despedirse del todo. Habitaba en un profundo pozo de tristeza e ira, con un halo de oscuridad a su alrededor que se reflejaba en su aspecto. No se arreglaba, se peinaba poco, los pliegues de su ropa parecían rebosar de onyces, y sus prendas se habían vuelto cada vez más y más oscuras. Entrar en su cuarto era como adentrarse en la viva imagen de un agujero negro en cuyo centro (o final) estaba su cama bajo la ventana. No necesitaba la luz. Las onyces sabían qué necesitaba, cuándo, dónde... y se arremolinaban en su cuerpo con su caminar cuando iba a coger ropa, algún libro o simplemente al moverse por el dormitorio. Eran mucho más que su sombra, se estaban convirtiendo en su atmósfera, en su oxígeno. Y tenían un aparente objetivo común, así que toleraría ese estado hasta entonces. No sabía cómo saldría de su pozo cuando aquello acabara, si es que no moría, pero... ya se ocuparía entonces. Iría haciendo muescas para trepar por la pared mientras hacía cómodo el foso... y prefería no pensarlo. No pensar en nada. Solo en investigar la muerte y en mejorar su magia.
Pero tuvo que soñar. Despertó parpadeando, como si te despierta un ruido del exterior. Notaba sus mantas pegadas a ella, empapada en sudor, así como sus ojos húmedos y toda su cara húmeda. Lo recordaba todo sin necesidad de esforzarse. Si cerraba los ojos, lo veía todo, de nuevo. Miraba al techo al despertar, pero se giró y enterró el rostro en la almohada, mojada desde hacía rato, y sollozó. Lloró por el recuerdo de cada uno de sus amigos muertos, aunque hubiera sido una pesadilla. Lloró por cada momento cercano a su propia muerte y deseó haber muerto en el sueño antes de ver los horrores de la pesadilla. Pero se calmó cuando llegó al final del recuerdo. Marsi al menos habría muerto en calma, no como los demás. No como el otro chico. No como ella.
Ella. Ella ignorando a Marsi, ignorando la huida. Ella torturándole, disfrutando con sus gritos y muecas de dolor. Ella clavando su espada en el cuello del carabés mientras le dedicaba unas palabras de lo más crueles. Ella, despiadada, sádica, iracunda, repleta de odio vengativo.
Todavía temblando, consiguió sentarse en la oscuridad, recostada contra el cabecero. Se abrazó a la almohada. Se asustó de sí misma.
¿Qué demonios había hecho? ¿Cómo había sido capaz de semejantes actos? La pesadilla no lo justificaba. Presenciar la muerte de sus amistades, ¡tampoco! Se había convertido en un monstruo peor de los que había visto en la ciudad. Había disfrutado matando al asesino de su familia, pero no así al matar a los soldados. Y si volvía al recuerdo de la pesadilla, la sensación volvía a ser placentera al escuchar los gritos del carabés.
—¿Y por qué no?
—Esto es Rocavarancolia.
Se miró las manos. Las imaginó empapadas con la sangre del chico pero también imaginó su propio cuerpo salpicado de heridas y sangre de sus propios amigos al haber luchado a su lado e intentado ayudarles. Las onyces no tuvieron ni que influir en ella y casi vitorearon sus palabras.
—Se lo merecía.
Pero la perdieron. Sisearon, pero las acalló con un pensamiento. No lo había dicho pensando como ellas sino fríamente. Había matado y había muerto por ello. Tan simple como eso. Una acción que conlleva una reacción. La bruja asintió un par de veces, pensativa, lentamente... Pero... ¿Y ya está?
No. ¿Y su forma de matarlo? Podría haberlo ejecutado con un solo gesto y haber rescatado a Marsi en lugar de regodearse, podría...
—No. Se lo merecía. Quería que sufriera.
—Alice no diría eso.
—¿Qué pensarán tus amigos si te oyen?
—No cuela, dejad de hacer eso. No habéis conocido a Alice.
Y tenía razón. La humana no había conocido tanta miseria en la Tierra ni por asomo. La primera herida importante en Rocavarancolia le dio la vuelta al concepto de su propia supervivencia, pero los riesgos mortales, los monstruos, las trampas, la historia de la ciudad y las muertes de amistades y conocidos habían ido haciendo mella en ella mucho antes de que llegara la Luna Roja. No, no habían conocido a la Alice más alegre e inocente. Ella ya ni se acordaba, apenas.
Pero siempre se había rebelado contra el halo tóxico, la influencia perniciosa de la ciudad. <<¿Y para qué?>> ¿Acaso iba a ser misericordiosa si encontraban al asesino de Marsi? ¿Por qué debía ser ella el estandarte de la rectitud en una ciudad de monstruos? La ciudad se merecía su odio, pero no sucumbiría a él. Caminaría por la frontera entre ambos mundos, entre la bruja y la humana, pero cada vez le quedaba más claro que los principios de su vida en la Tierra tenían poco sentido allí. Solo el suficiente. Sabía que no era la única criatura pensante de aquel mundo que lo hacía. Solo debía conseguirlo.
Sin embargo, lloraba cuando se levantó de la cama. No quería pensar por qué, no activamente, pero sabía por qué. Lloraba en silencio y se vistió despacio. Vaqueros negros y una camiseta gris. Había conseguido una bata verde oscura que le quedaba corta de mangas y de bajos, pero le gustaba. Se la echó por encima y se se abrazó a sí misma mientras se ponía las zapatillas. Por fin, suspiró y volvió a sentarse en la cama.
¿Cómo iba a superar la muerte de Marsi si seguía soñando cosas tan atroces relacionadas con ella? Y ahora no solo era ella sino que había visto morir a todos los demás... Y a sí misma. Se había entregado a la muerte en el sueño y, no contenta con ello, estaba permitiendo que la ciudad matase a Alice lentamente. ¿Qué quería ella? Ya no por su familia sino por ella. ¿Qué quería ella? Su forma de ser no terminaba de encajar con la maldita ciudad y más que ayudarle parecía que llevase cadenas encima. Prefería el placer de la venganza que sentir que era a sí misma a quien había torturado en el sueño.
Pero aunque sabía que había sido una pesadilla y que aún no había cruzado esa línea en la realidad, no dejaba de ir y venir entre esas ideas. La cabeza empezaría a darle vueltas si no conseguía salir del cuarto y alejarse de todo ello. Encima, el marco de toda su situación se lo ponían las onyces y la imagen que tenían de ella. No debía flaquear ante sus ojillos, pero la presión la oprimía. Su habitación la oprimía. Tanto, que centrarse en las sombras le sirvió de punto de apoyo para tomar impulso. Las alejó de sí y barrió el camino hacia la puerta. Bajaría a desayunar y con suerte podría hablar con alguien, de lo que fuera, con tal de distraerse.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torre Serpentaria
09/04/18, 11:13 am
------Temporalidad diferente------
Ayne llevaba un par de horas fuera y, sin mucho que hacer, Eara se había recluido en su habitación para leer un libro. Aquellos momentos para sí misma le permitían retomar su afición por la lectura, y eran ocasiones estupendas para relajarse. Pero, cuando escuchó pasos que se dirigían a la puerta, buscó rápidamente el marcapáginas para cerrar el libro.
—He vuelto —dijo Ayne a modo de saludo mientras entraba.
—¿Adónde habías ido?
—Al mercado, principalmente. —En ese mismo momento Eara vio la ballesta que traía su edeel y abrió los ojos sorprendida.
—¿A comprar eso?
Ayne pareció dudar un momento.
—Sí.
—¿Pero para qué necesitas...?
—No es para mí, es para ti.
—¿Qué? ¿Por qué? —La sorpresa de Eara solo iba en aumento. Ella no había hablado de desear nada parecido.
—Quiero que tengas un arma. Es fácil de manejar y bastante potente gracias a unas modificaciones simples con runas, solo tendrías que practicar tu puntería.
—Pero yo no quiero usar ningún arma, no era necesario gastar el dinero en eso —respondió Eara con firmeza.
—¿Por qué no, si puede saberse? ¿Eres consciente de dónde estás?
Ayne ya no hablaba con su tono calmado habitual, pero Eara no estaba dispuesta a ceder, no en algo así.
—Soy consciente, y por eso evito necesitar un arma.
—¿Lo evitas? ¿Y qué pasa si yo no estoy, si no hay amigos cerca? Las cosas no han cambiado desde la cosecha, Eara, no para ti.
Ayne pareció arrepentirse de haber dicho aquello, pero no rectificó, porque era exactamente lo que pensaba. Eara lo miró durante unos instantes con una dureza atípica en ella.
—No me gustan las armas, no la quiero.
—¡Terca! ¡No protestas ni cuando tienes motivos, pero como se te meta una tontería en la cabeza no das el brazo a torcer! —Ayne habia alzado la voz, pero su aurva no había dejado de mirarlo desafiante. El anima se dio cuenta de que estaba perdiendo los nervios, que estaban ya a flor de piel porque no dejaba de tener pesadillas en las que Eara resultaba herida o cosas peores. Trató de calmarse un poco antes de volver a abrir la boca—. Creo que será mejor que volvamos a empezar.
—Está bien.
Eara continuaba mirándolo seria, y Ayne quiso suspirar.
—Estoy preocupado por tu seguridad. Y creo que es obvio que no te estoy pidiendo que la uses contra personas. ¿Cuál es el problema?
Eara no supo responder. Simplemente eran sus principios. Pero sus principios cada vez tenían que adaptarse más a aquella ciudad y su locura contagiosa. Estaba harta de ceder una y otra vez, de sentir que solo perdía batallas, pero se daba cuenta de que quedarse en Rocavarancolia con Ayne tenía ese precio.
—Hay demasiados peligros aquí para los que una ballesta no es suficiente, Ayne.
—Entonces tal vez no deberías vivir aquí —respondió este con dureza.
Eara dejó escapar todo el aire que contenía en los pulmones.
—¿Qué...?
—Que no entiendo por qué eliges quedarte aquí. ¿Nunca te has planteado volver? —El anima apartó la mirada, parecía costarle verbalizar cada palabra. Como Eara no respondía, continuó—. En Sinhdro no nos han olvidado. Si vuelves mi familia te acogería y podrías seguir como si nunca hubiese pasado nada.
—¿Nada? —saltó Eara, enfadada—. ¿Cómo quieres que haga como que no ha pasado nada después de todo por lo que hemos pasado? ¡Y tú eres mi edeel, no ellos!
—Hay maneras de olvidar, con magia. Y de crear recuerdos falsos...
—¡Basta! ¡Ya es suficiente! —Eara no pudo contenerse. Claro que había pensado en volver. Muchas veces. Pero no estaba bien. No estaba bien abandonar a Ayne en Rocavarancolia, donde sabía que también sufría la soledad, a su manera. Él nunca podría volver a casa.
—No quieres protegerte, dices que no quieres volver... ¿Qué luces quieres?
—¡Nada! ¿Por qué estamos hablando esto de repente? Nunca he dicho que quisiera volver a Sinhdro.
—Porque no eres capaz —respondió Ayne, suavizando el tono duro que hasta ese momento había tenido su voz. Para él, aquel era prácticamente un tema tabú, y había estado evitando sacarlo—. Sé que no serías capaz de planteármelo. Me gustaría que lo hablásemos con sinceridad.
Eara se sintió desarmada. Porque era verdad, pero no era la única verdad. Estaba hecha un lío, por mucho que siempre intentase ocultarlo, y por eso mismo le resultaba más sencillo dejarse guiar por Ayne e ir a donde él fuese. Lo que le estaba diciendo ahora era que no podía. Nunca serían iguales, no podrían hacer las mismas cosas. Era algo que sabía y había elegido no tener en cuenta.
—No puedo dejar a mi edeel aquí e irme. No quiero —se corrigió, aunque la diferencia no se le pasó por alto a Ayne.
—¿Cómo puedo seguir siendo tu edeel si ya no pertenezco a Sinhdro? —Se hizo un silencio incómodo, porque Eara se quedó sin palabras. Ayne sabía que estaba cruzando la línea. Ni él mismo tenía las cosas suficientemente claras para hablar de cómo Rocavarancolia había cambiado la relación entre ellos, pero había surgido la ocasión de decirlo, y normalmente nunca habría encontrado el valor para soltarlo en frío—. No tengo argumentos para retenerte aquí si quisieses irte. Aunque yo no quiera que te vayas.
—Yo tampoco pertenezco a Sinhdro ahora. Hemos pasado la criba juntos, nos hemos asentado en esta ciudad, hemos…
—No me has entendido. —Pero sí lo había hecho—. Me gustaría proponerte algo. Quiero que me confirmes si quieres quedarte definitivamente, pero no hoy. Me gustaría que te lo pensases después de volver a ver Sinhdro, ve a ver nuestra ciudad o a nuestra familia, y después decide dónde prefieres vivir. Si aun así eliges quedarte, mi condición es que tendrás que aprender a usar la ballesta.
Eara escuchaba atentamente, extrañada de que Ayne le estuviese pidiendo algo así. No era propio de él. Cuanto más cambiaba su edeel, más preocupada estaba y más incapaz de dejarlo solo se veía. Sabía de sobra lo poco que debía de gustarle la idea e incluso se empezó a preguntar si todo aquello sobre dejarla ir no sería una simple treta para que aceptase la ballesta, sabiéndola incapaz de abandonarlo. Aun así, sus palabras le hacían dudar, porque no parecían deshonestas.
—Si tú pones una condición, yo también. No quiero ir a nuestra ciudad. Es peligroso si nos ven.
—Hay formas de camuflarse.
—Es mi condición.
—Está bien. Pero yo no iría contigo. Hablaré con alguien de confianza. ¿Irianna dijo que quería visitar Sinhdro…?
—¿No vienes? —interrumpió Eara. Era extraño en él no acompañarla, pero enseguida comprendió los motivos.
—No me veo capaz —admitió el anima. Aunque se camuflase, aunque pasase días allí, ya no podría encajar. El sentimiento era similar a una puñalada—. Entonces, ¿aceptas?
En aquella propuesta ella salía perdiendo, pero de repente Eara se sentía más triste que enfadada. Valía la pena usar aquella oportunidad para pensar, y pensar sin ataduras, sin presiones. Su educación le impedía ver que ya era libre.
—Sí.
(Sigue en Sinhdro).
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torre Serpentaria
09/04/18, 10:45 pm
Aquella no había sido una buena noche para el sacerdote conocido como Heraldo Rocuo. Morir en un sueño tan real de manera tan horrible no era una experiencia agradable. Aún recordaba el dolor, el dolor inimaginable de múltiples fracturas que seguía sintiendo hasta minutos después de haber muerto, de haber despertado. Como si su cuerpo no reconociera que nada le pasaba, que el dolor no era más que un sueño del que ya vagamente solo recordaba ciertos fragmentos. Sabía que no estaba solo, sabía que estaba en Rocavarancolia ―si bien no era como la conoce― y que habían tenido que abrirse paso para llegar, llegar… No lograba recordar dónde, ni a qué, pero sabía que él no lo logró. Hizo lo que pudo, pero finalmente el dolor fue demasiado. Cayó, murió y despertó con la impresión de haber sido escupido fuera del sueño, como si no fuera más que una molestia una vez muerto.
Cuando pudo superar la ansiedad inicial y verificó su integridad física, intentó otra vez dormir. Pronto descubrió que aquella iba a ser una tarea imposible, pues su cabeza aún se encontraba en el sueño. Se levantó y miró a través de la ventana. Empezaban a verse las primeras luces, por lo que no era tan pronto como había pensado en principio. No podía decir que no hubiera dormido, pero casi diría que se notaba más cansado incluso que al acostarse. Usó el don para espabilarse, aquel día iba a necesitarlo y más de una vez.
Se vistió con lo poco que tenía ―«necesito un trabajo», pensó por quincuagésima vez en el último mes― y decidió bajar al patio a ejercitarse un rato. Necesitaba aire fresco y creía que la actividad física le ayudaría de despejar los fantasmas que le había dejado la pesadilla.
El ominario entró en la cocina al poco de que el sol despuntara, dispuesto a tomarse su desayuno habitual. Aunque aún sentía un poco la incomodidad de aquel sueño, el ejercicio había contribuido sin duda a mejorar su humor y a animarlo de cara a la nueva jornada.
Mientras se encontraba atareado, vio a quien menos se esperaba de buena mañana: Onyx. Llevaba días sin verla, aunque lo encontraba perfectamente lógico teniendo en cuenta lo que su amiga estaría pasando. Si él mismo sentía en parte su dolor ―una sensación bastante nueva en él, dado su pasado―, claramente ella estaría viviendo un inferno. La miró a la cara, una cara evidentemente ojerosa, dolida, agotada. El sacerdote no pudo más que sentir piedad por ella, tristeza sincera por su amiga. Aunque su expresión era tan neutra como era habitual, realmente lo sentía.
―BMQAJueuyoeénydnue- ―El ochrorio carraspeó. En ocasiones, especialmente de buena mañana, aún le fallaba algo el control sobre su voz coral―. Buenos días. ¿Te preparo algo de desayuno?
Cuando pudo superar la ansiedad inicial y verificó su integridad física, intentó otra vez dormir. Pronto descubrió que aquella iba a ser una tarea imposible, pues su cabeza aún se encontraba en el sueño. Se levantó y miró a través de la ventana. Empezaban a verse las primeras luces, por lo que no era tan pronto como había pensado en principio. No podía decir que no hubiera dormido, pero casi diría que se notaba más cansado incluso que al acostarse. Usó el don para espabilarse, aquel día iba a necesitarlo y más de una vez.
Se vistió con lo poco que tenía ―«necesito un trabajo», pensó por quincuagésima vez en el último mes― y decidió bajar al patio a ejercitarse un rato. Necesitaba aire fresco y creía que la actividad física le ayudaría de despejar los fantasmas que le había dejado la pesadilla.
*********
El ominario entró en la cocina al poco de que el sol despuntara, dispuesto a tomarse su desayuno habitual. Aunque aún sentía un poco la incomodidad de aquel sueño, el ejercicio había contribuido sin duda a mejorar su humor y a animarlo de cara a la nueva jornada.
Mientras se encontraba atareado, vio a quien menos se esperaba de buena mañana: Onyx. Llevaba días sin verla, aunque lo encontraba perfectamente lógico teniendo en cuenta lo que su amiga estaría pasando. Si él mismo sentía en parte su dolor ―una sensación bastante nueva en él, dado su pasado―, claramente ella estaría viviendo un inferno. La miró a la cara, una cara evidentemente ojerosa, dolida, agotada. El sacerdote no pudo más que sentir piedad por ella, tristeza sincera por su amiga. Aunque su expresión era tan neutra como era habitual, realmente lo sentía.
―BMQAJueuyoeénydnue- ―El ochrorio carraspeó. En ocasiones, especialmente de buena mañana, aún le fallaba algo el control sobre su voz coral―. Buenos días. ¿Te preparo algo de desayuno?
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torre Serpentaria
09/04/18, 10:48 pm
Era sorprendente como cuanto mas deseabas olvidar algo que te hacia daño, mas presente lo tenias en tus pensamientos, todo te lo evocaba, una palabras, una acción, un objeto como si todo contuviera fragmentos de la memoria de esa persona que ya no estaba allí. No había cambiado anda desde ese instante que vio a Marsi, en su cama sin vida, daba igual cuantos días hubiese transcurrido era como si su subconsciente que parecía no querer darle ni un segundo de descanso, ni siquiera en sueños.
Evelhan pese a la pesadilla que acababa de tener, donde su ultimo pensamiento fue que nuevamente no había podido hacer nada por salvar a su amiga, muriendo patéticamente antes de alcanzarla, se despertó lentamente,. Sin prisa, se sentó en su cama, su mirada vidriosa se paseo por la habitación desorientado y cansado.
-Estoy harto de esto- susurro observando sus manos se aferraba a las sabanas casi desgarrandola, único signos de su alteración al dormir, mientras algunas lagrimas caían de sus ojos sin control, silenciosas. No era la primera vez que soñaba con Marsi, sueños donde la veía junto a ellos y podía escuchar su voz y su risa...recuerdos bonitos que terminaban a volviéndose una pesadilla cada vez que despertaba y se daba cuenta que ella ya no estaba. Si, no era la primera vez que soñaba con ella, pero esta vez, este sueño, había sido diferente era el que mas real se había sentido pese a lo surrealista de que ocurría en e. Aun así, había sentido, como si lo que ocurriese en el fuese a tener un real significado, como si pudiera ejercer un cambio en la realidad. Como si realmente el salvarla en el sueño, pudiera devolverle la vida en el mundo real. Había sido una iluso,un iluso y un inútil que no había sido capaz de llegar a ella en ninguno de los dos mundos.
¿Cuanto mas duraría eso? ¿Cuanto tiempo mas iba a seguirle doliendo ese corazón inútil que aun tenia en su pecho? ¿Serviría de algo si deshiciera de el? ¿Dejaría de doler? Eran preguntas que se llevaba haciendo los últimos días y a las que nunca le había dado respuesta. Su existencia le enfermaba, pues nada iba a cambiar.
- ¿Cuanto mas continuara esto?- susurro para si, mientras recogía sus piernas y las abrazaba,e escuchando el suave aletear de sus estirges en la habitación, sin prestarle atención. Estas podían que su estado anímico no era el mejor y llevaban bastante alteradas desde lo ocurrido con Marsi, posiblemente afectadas por el mismo, al grado de que incluso Evelhan estaba teniendo problemas para controlarlas de forma puntual. Necesitaba recomponerse antes de que se fuera de su control, era consciente de eso, pero no sabia como levantar su animo, toda la poca seguridad que había obtenido empezaba a desvanecerse aun mas cuando veía como sus amigos eran afectados también. Alice sobretodo, esta con ella le producía un profunda tristeza...ya ni recordaba cuando la había visto sonreír por ultima vez. Y cada vez que lo hacia lo envolvía esa sensación de impotencia, haciéndole sentir inútil y patético por no poder hacer nada por ayudarla...por no ser capaz de devolver todo lo que ella y el resto habían hecho por el.
Siempre se había sentido el mas débil de entre sus amigos desde que llego, primero escondiéndose bajo la personalidad de Lhelian debido a su poca confianza, luego bajo el amparo protector de Marsi y Alice, incapaz de tomar decisiones propias sin consultarlas. Como un pollito siguiendo a la gallina. Siempre dependiendo de otros.
Incluso ahora lo hacia, porque tal vez fuese el brujo de la estirges, pero las mas cercanas a el, no lo veía como el brujo que las dominaba, sino como un pollo mas al que cuidar.¿Que tan patético podía ser para que propio dominio lo viera de esa forma? No podía hacer nada. Ni por el ni por sus amigos.
Se llevo las manos a la cabeza, enterrando sus dedos tan fuertemente en sus cabellos que por un instante deseo perder el control de su fuerza y que dedos atravesase la carne y hueso, acabando así con esa penosa criatura. Pero no lo hizo. No podía ser tan egoísta de provocarle mas tristes a sus amigos.
-Hasta para esto soy un cobarde- susurro con una risa sarcástica mientras finalmente sus ojos verdes se posaron en Hugin, la estirge que le observaba desde el borde de la cama. Evelhan la observo por unos instantes, observando sus pequeños ojos oscuros sumergido en los pensamientos que no sabia si eran suyos o de la estirge, antes de finalmente suspirar y levantarse para vestirse de forma perezosa. Un suave aleteo y el peso de una garras sobre su hombro al terminar de vestirse fue suficiente para saber que Hugin iba a acompañarle aquel día.
-Vayamos a desayunar – murmuro viéndola de reojo mientras salia de allí, realmente no tenia apetito, menos sabiendo cual tenia que ser su comida quisiera o no. Su mera transformación era un recordatorio constante de la muerte y aunque antes eso no le importaba, eso evocaba irremediablemente a Marsi. Era un circulo sin fin- Tal vez este día mejore para variar – indico saliendo finalmente de la habitación y con cada paso que daba en dirección a la cocina intentaba recuperar el animo, lo suficiente para no preocupar a nadie, ya tenían suficiente con sus propias cosas, como para también lidiar con un inútil brujo dependiente del resto.
Sus pasos no tardaron en llevarlo a la cocina, donde Alice ya se encontraba junto a Oz, no parecia tener buena cara, algo bastante normal en los últimos días.
-Buenos días – dijo mirándolos evocando el sueño de aquella noche de nuevo al mirarlos. Lucían igual que en este, tan similares en todo en una escenario tan extraño-O espero que lo sea...no he tenido buena noche por culpa de una pesadilla- dijo mientras iba a por su comida que guardaba aparte para que no se mezclase con la del resto.
Evelhan pese a la pesadilla que acababa de tener, donde su ultimo pensamiento fue que nuevamente no había podido hacer nada por salvar a su amiga, muriendo patéticamente antes de alcanzarla, se despertó lentamente,. Sin prisa, se sentó en su cama, su mirada vidriosa se paseo por la habitación desorientado y cansado.
-Estoy harto de esto- susurro observando sus manos se aferraba a las sabanas casi desgarrandola, único signos de su alteración al dormir, mientras algunas lagrimas caían de sus ojos sin control, silenciosas. No era la primera vez que soñaba con Marsi, sueños donde la veía junto a ellos y podía escuchar su voz y su risa...recuerdos bonitos que terminaban a volviéndose una pesadilla cada vez que despertaba y se daba cuenta que ella ya no estaba. Si, no era la primera vez que soñaba con ella, pero esta vez, este sueño, había sido diferente era el que mas real se había sentido pese a lo surrealista de que ocurría en e. Aun así, había sentido, como si lo que ocurriese en el fuese a tener un real significado, como si pudiera ejercer un cambio en la realidad. Como si realmente el salvarla en el sueño, pudiera devolverle la vida en el mundo real. Había sido una iluso,un iluso y un inútil que no había sido capaz de llegar a ella en ninguno de los dos mundos.
¿Cuanto mas duraría eso? ¿Cuanto tiempo mas iba a seguirle doliendo ese corazón inútil que aun tenia en su pecho? ¿Serviría de algo si deshiciera de el? ¿Dejaría de doler? Eran preguntas que se llevaba haciendo los últimos días y a las que nunca le había dado respuesta. Su existencia le enfermaba, pues nada iba a cambiar.
- ¿Cuanto mas continuara esto?- susurro para si, mientras recogía sus piernas y las abrazaba,e escuchando el suave aletear de sus estirges en la habitación, sin prestarle atención. Estas podían que su estado anímico no era el mejor y llevaban bastante alteradas desde lo ocurrido con Marsi, posiblemente afectadas por el mismo, al grado de que incluso Evelhan estaba teniendo problemas para controlarlas de forma puntual. Necesitaba recomponerse antes de que se fuera de su control, era consciente de eso, pero no sabia como levantar su animo, toda la poca seguridad que había obtenido empezaba a desvanecerse aun mas cuando veía como sus amigos eran afectados también. Alice sobretodo, esta con ella le producía un profunda tristeza...ya ni recordaba cuando la había visto sonreír por ultima vez. Y cada vez que lo hacia lo envolvía esa sensación de impotencia, haciéndole sentir inútil y patético por no poder hacer nada por ayudarla...por no ser capaz de devolver todo lo que ella y el resto habían hecho por el.
Siempre se había sentido el mas débil de entre sus amigos desde que llego, primero escondiéndose bajo la personalidad de Lhelian debido a su poca confianza, luego bajo el amparo protector de Marsi y Alice, incapaz de tomar decisiones propias sin consultarlas. Como un pollito siguiendo a la gallina. Siempre dependiendo de otros.
Incluso ahora lo hacia, porque tal vez fuese el brujo de la estirges, pero las mas cercanas a el, no lo veía como el brujo que las dominaba, sino como un pollo mas al que cuidar.¿Que tan patético podía ser para que propio dominio lo viera de esa forma? No podía hacer nada. Ni por el ni por sus amigos.
Se llevo las manos a la cabeza, enterrando sus dedos tan fuertemente en sus cabellos que por un instante deseo perder el control de su fuerza y que dedos atravesase la carne y hueso, acabando así con esa penosa criatura. Pero no lo hizo. No podía ser tan egoísta de provocarle mas tristes a sus amigos.
-Hasta para esto soy un cobarde- susurro con una risa sarcástica mientras finalmente sus ojos verdes se posaron en Hugin, la estirge que le observaba desde el borde de la cama. Evelhan la observo por unos instantes, observando sus pequeños ojos oscuros sumergido en los pensamientos que no sabia si eran suyos o de la estirge, antes de finalmente suspirar y levantarse para vestirse de forma perezosa. Un suave aleteo y el peso de una garras sobre su hombro al terminar de vestirse fue suficiente para saber que Hugin iba a acompañarle aquel día.
-Vayamos a desayunar – murmuro viéndola de reojo mientras salia de allí, realmente no tenia apetito, menos sabiendo cual tenia que ser su comida quisiera o no. Su mera transformación era un recordatorio constante de la muerte y aunque antes eso no le importaba, eso evocaba irremediablemente a Marsi. Era un circulo sin fin- Tal vez este día mejore para variar – indico saliendo finalmente de la habitación y con cada paso que daba en dirección a la cocina intentaba recuperar el animo, lo suficiente para no preocupar a nadie, ya tenían suficiente con sus propias cosas, como para también lidiar con un inútil brujo dependiente del resto.
Sus pasos no tardaron en llevarlo a la cocina, donde Alice ya se encontraba junto a Oz, no parecia tener buena cara, algo bastante normal en los últimos días.
-Buenos días – dijo mirándolos evocando el sueño de aquella noche de nuevo al mirarlos. Lucían igual que en este, tan similares en todo en una escenario tan extraño-O espero que lo sea...no he tenido buena noche por culpa de una pesadilla- dijo mientras iba a por su comida que guardaba aparte para que no se mezclase con la del resto.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torre Serpentaria
10/04/18, 02:32 pm
No se cruzó con nadie escaleras abajo, pero Ozz estaba en la cocina, desayunando. Las onyces le acompañaron hasta la puerta. Le saludó y ella le sonrió, sincera, sin necesidad de forzarlo, acostumbrada a que al ominario le costase articular los sonidos de vez en cuando.
—Buenos días, madrugador. Y huuum... bueno, vale, gracias, guapo —le respondió y tomó asiento.
Un par de las sombras que se habían quedado fuera se coló entonces pegadas a la pared hacia el techo y los muebles de la cocina, pero la bruja les ignoró. En lo posible, al menos, ya que sabía de sobra que la estaban juzgando desde su despertar esa mañana. Ahora juzgarían al ochrorio, su interacción con ella y... <<¡Dhelian!>>
—¡Buenos días! Qué mala cara traes, aunque yo también estoy hecha un desastre... —quiso levantarse para saludarle con un abrazo, pero le pudo el sueño y siguió en la mesa, su mejilla apoyada sobre sus brazos cruzados.
Además, al decir aquello, cayó en algo <<¿Cuántos días hará que no me ven?>> pero no sabía si dejarlo correr, si sería mejor no comentarlo. Total, sabían por qué de sobra y no quería refrescar el asunto... <<¿Pero y si creen que les echo la culpa o que les quiero menos que a...?>>
Tuvo que forzarse para dejar de pensar en ello y volver a la cocina de Serpentaria. Su amigo había mencionado una pesadilla, no obstante, y no sabía si preguntarle o siquiera si hablar de la suya. Era terrible. ¿Cómo demonios se le cuenta a alguien que le has visto morir en sueños y que no pudiste salvarle, que no pudiste salvar a nadie, ni siquiera a ti misma? O, peor, lo que le hizo al carabés en lugar de rescatar a Marsi. Recordaba ser consciente en el sueño, recordaba disfrutar con sus gritos. Giró la cara, dejó de mirarles y la enterró en los brazos. La pesadilla le perseguía incluso despierta.
¿Cómo le mirarían si lo contaba? Se lo podía imaginar, y era mucho más doloroso que la mirada fija de sus onyces. Esta vez no pudo detener ese tren de pensamiento <<Me odiarán, me tendrán asco. Soy un monstruo, soy una asesina,soyunmonstruosoyunaasesina>> y se echó a llorar en silencio sin ser consciente de ello, con el rostro aún enterrado en los brazos. Podía imaginar perfectamente sus miradas de asco pendientes en esos momentos de ella, o sus palabras de desprecio, pues solo había salido del cuarto para ensuciar su mañana.
Escucharse, ser consciente de que sollozaba, solo lo empeoraba. Sobraba allí, su sitio era su pozo de sombras, con los monstruos que habitaban su dormitorio. Su sitio era bajo la cama, como un monstruo vulgar más.
—Buenos días, madrugador. Y huuum... bueno, vale, gracias, guapo —le respondió y tomó asiento.
Un par de las sombras que se habían quedado fuera se coló entonces pegadas a la pared hacia el techo y los muebles de la cocina, pero la bruja les ignoró. En lo posible, al menos, ya que sabía de sobra que la estaban juzgando desde su despertar esa mañana. Ahora juzgarían al ochrorio, su interacción con ella y... <<¡Dhelian!>>
—¡Buenos días! Qué mala cara traes, aunque yo también estoy hecha un desastre... —quiso levantarse para saludarle con un abrazo, pero le pudo el sueño y siguió en la mesa, su mejilla apoyada sobre sus brazos cruzados.
Además, al decir aquello, cayó en algo <<¿Cuántos días hará que no me ven?>> pero no sabía si dejarlo correr, si sería mejor no comentarlo. Total, sabían por qué de sobra y no quería refrescar el asunto... <<¿Pero y si creen que les echo la culpa o que les quiero menos que a...?>>
Tuvo que forzarse para dejar de pensar en ello y volver a la cocina de Serpentaria. Su amigo había mencionado una pesadilla, no obstante, y no sabía si preguntarle o siquiera si hablar de la suya. Era terrible. ¿Cómo demonios se le cuenta a alguien que le has visto morir en sueños y que no pudiste salvarle, que no pudiste salvar a nadie, ni siquiera a ti misma? O, peor, lo que le hizo al carabés en lugar de rescatar a Marsi. Recordaba ser consciente en el sueño, recordaba disfrutar con sus gritos. Giró la cara, dejó de mirarles y la enterró en los brazos. La pesadilla le perseguía incluso despierta.
¿Cómo le mirarían si lo contaba? Se lo podía imaginar, y era mucho más doloroso que la mirada fija de sus onyces. Esta vez no pudo detener ese tren de pensamiento <<Me odiarán, me tendrán asco. Soy un monstruo, soy una asesina,soyunmonstruosoyunaasesina>> y se echó a llorar en silencio sin ser consciente de ello, con el rostro aún enterrado en los brazos. Podía imaginar perfectamente sus miradas de asco pendientes en esos momentos de ella, o sus palabras de desprecio, pues solo había salido del cuarto para ensuciar su mañana.
Escucharse, ser consciente de que sollozaba, solo lo empeoraba. Sobraba allí, su sitio era su pozo de sombras, con los monstruos que habitaban su dormitorio. Su sitio era bajo la cama, como un monstruo vulgar más.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torre Serpentaria
10/04/18, 04:40 pm
En otro tiempo...
El libro de arquitectura demiúrgica básica había resultado ser una maravilla, en especial por la simpleza con la que empezaba y la progresión con la que seguía. De esa forma Lanor Gris siguió dedicando su tiempo, de forma fundamental, a la formación: formación sobre arquitectura, formación sobre magia, formación sobre sí mismo y sus habilidades.
A lo que más tiempo dedicaba era a su futura profesión, tanto desde el punto de vista de la teoría pura (más relacionada con matemáticas y física que con otra cosa) como desde el punto de vista de las formas de aplicar la magia a esos conceptos, en especial al fortalecimiento físico de los componentes de un edificio. En Rocavarancolia era aquella quizás la aplicación más importante, al menos si se tenía en cuenta que la ciudad sufría terribles terremotos cada vez que salía la Luna Roja.
A la magia dedicaba menos tiempo del que, en parte, le gustaría. El demiurgo, debido a su vida, la veía fundamentalmente como una herramienta que facilitara las cosas, y debido a eso se había focalizado en dos cosas. La primera había sido reaprender todos los conceptos más teóricos, la segunda era aprender hechizos útiles según grado de dificultad. Por cuestiones de tiempo prefería usar dos hechizos más fáciles de aprender que dejaran un efecto igualmente útil a uno solo que fuera más difícil de aprender.
En cuanto a la demiurgia, lo que podía aprender de esa rama todavía era basto, pero dicha cantidad iba haciéndose progresivamente menor. Lo que más se le dificultaba todavía era la propia creación de una criatura, y la mayor parte de lo que debía aprender en el futuro eran aplicaciones a campos de la magia concretos. Su siguiente reto en aquel campo eran las emociones de sus creaciones, que todavía no afinaba del todo.
Y, sin embargo, no se recluía tanto como antes. Hablaba más con sus antiguos amigos, en especial con Samika y Twix, y también se encontró varias veces a Virai Nura. A Tap no pudo verlo en todo aquel tiempo, pero por contra asistió con bastante frecuencia al taller de costura de Serpentaria. Apenas hablaba, pero al menos le servía para pasar el rato y ver más a sus antiguos compañeros.
Con el tiempo los conocimientos se fueron asentando, y con ellos la necesidad de obtener material con el que empezar a trabajar. No se llevaba a engaño, y sabía que necesitaria mucha ayuda, que prefería que fuera de sus criaturas antes que de...
«Esclavos» escupió su mente, con disgusto. No podía sorprenderle que Rocavarancolia hiciera aquello, pero eso no significaba que le agradara.
Y, sin embargo, conforme pasaba el tiempo más iba surgiendo en su mente una idea. Idea que no le gustaba, pero que cada vez parecía más necesaria. No podría construir nada sin criaturas constructoras, y la cantidad de material que necesitaba para crearlas era ampliamente superior a lo que podía encontrar por los edificios derruidos de Rocavarancolia. Y mientras no empezara a recibir dinero por encargos no podría comprar dicho material.
Racionalmente solo se le ocurría una solución, pero no era algo que quisiera hacer.
Tardó varias semanas en decidirse a hacer aquello, aunque en el fondo siempre supo que lo haría. No en vano pasó ese tiempo en la biblioteca, leyendo sobre diversos mundos vinculados y afinando un par de hechizos que sabía que iba a necesitar.
Y llegó un momento en el que no pudo postergarlo más.
Sigue en Varmania.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torre Serpentaria
11/04/18, 04:57 pm
Ver a sus dos amigos, sus caras evidentemente cansadas y la mención a las pesadilla reavivaronla misma en la mente en el místico ochrorio. Ellos estuvieron allí, entre otros, ellos le ayudaron a vencer al dragón, a los ejércitos. Y Keiria, y Kin, y Sura. Y otros se perdieron. Y Onyx, ella quería avanzar, llegar, deprisa. Llegar a Marsi.
Los recuerdos se abarrotaban y daban sentido al sueño, a la extraña mañana en que se reunieron en aquella cocina y a las lágrimas que no tardó en derramar una Onyx que parecía empequeñecer. Heraldo no conocía el final del sueño, pero sí los precedentes y hasta cierto punto su sufrimiento. No le costó mucho saber cómo actuar en aquel momento no como persona de fe, sino como amigo.
―Acércate, Evelhan ―le dijo señalando a su amiga. Pasó por uno de sus largos brazos por encima del hombro de la terrícola y esperó a que el daeliciano se uniera. Un gesto íntimo del que ellos tres podían conocer todo lo que representaba.
Creía definitivamente que todos habían estado allí, que habían compartido esa pesadilla. No sabía cómo, pero Heraldo conocía Rocavarancolia: no le cabía mucha duda de que aquello era posible. Y le parecía mucho más que una broma de muy mal gusto.
―Pagarán por esto ―dijo simplemente. La sentencia iba más allá de cualquier crimen cometido o de cualquier castigo propiciado por la voluntad de los Dioses. Aunque, como sacerdote, nunca lo reconocería.
Los recuerdos se abarrotaban y daban sentido al sueño, a la extraña mañana en que se reunieron en aquella cocina y a las lágrimas que no tardó en derramar una Onyx que parecía empequeñecer. Heraldo no conocía el final del sueño, pero sí los precedentes y hasta cierto punto su sufrimiento. No le costó mucho saber cómo actuar en aquel momento no como persona de fe, sino como amigo.
―Acércate, Evelhan ―le dijo señalando a su amiga. Pasó por uno de sus largos brazos por encima del hombro de la terrícola y esperó a que el daeliciano se uniera. Un gesto íntimo del que ellos tres podían conocer todo lo que representaba.
Creía definitivamente que todos habían estado allí, que habían compartido esa pesadilla. No sabía cómo, pero Heraldo conocía Rocavarancolia: no le cabía mucha duda de que aquello era posible. Y le parecía mucho más que una broma de muy mal gusto.
―Pagarán por esto ―dijo simplemente. La sentencia iba más allá de cualquier crimen cometido o de cualquier castigo propiciado por la voluntad de los Dioses. Aunque, como sacerdote, nunca lo reconocería.
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