Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
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- InvitadoInvitado
Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
17/10/11, 03:01 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Cicatriz aguardaba frente a la puerta del edificio con las patas delanteras cruzadas sobre el pecho. Poco a poco los cosechados se fueron acercando algunos con reticencia, otros con ilusión y escucharon con atención a la loba.
-Bienvenidos al que será vuestro nuevo hogar.- dijo con voz firme- Aquí podréis continuar con vuestra formación como guerreros, avanzar y aprender, desarrollar vuestras habilidades y adquirir otras nuevas. Puedo aseguraros que no os faltará de nada, podréis disponer de todo el material que necesitéis y la comida y el agua no serán un problema. Pero, nosotros no mantenemos a vagos ni a parásitos, por lo que tendréis que demostrar vuestra valía si queréis continuar viviendo aquí.- señaló la puerta- En la entrada encontraréis un libro, que explica las dependencias de las que dispone el edificio, una vez hayáis decidido si queréis quedaros tenéis que firmar en las hojas en blanco. Así quedaréis registrados com inquilinos oficiales. También podéis llevar la cuenta de los logros y créditos que conseguiréis tanto en las misiones como en los entrenamientos. Eso es todo- al acabar, Cicatriz se hizo a un lado para permitir la entrada de los cosechados.
Cicatriz aguardaba frente a la puerta del edificio con las patas delanteras cruzadas sobre el pecho. Poco a poco los cosechados se fueron acercando algunos con reticencia, otros con ilusión y escucharon con atención a la loba.
-Bienvenidos al que será vuestro nuevo hogar.- dijo con voz firme- Aquí podréis continuar con vuestra formación como guerreros, avanzar y aprender, desarrollar vuestras habilidades y adquirir otras nuevas. Puedo aseguraros que no os faltará de nada, podréis disponer de todo el material que necesitéis y la comida y el agua no serán un problema. Pero, nosotros no mantenemos a vagos ni a parásitos, por lo que tendréis que demostrar vuestra valía si queréis continuar viviendo aquí.- señaló la puerta- En la entrada encontraréis un libro, que explica las dependencias de las que dispone el edificio, una vez hayáis decidido si queréis quedaros tenéis que firmar en las hojas en blanco. Así quedaréis registrados com inquilinos oficiales. También podéis llevar la cuenta de los logros y créditos que conseguiréis tanto en las misiones como en los entrenamientos. Eso es todo- al acabar, Cicatriz se hizo a un lado para permitir la entrada de los cosechados.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
11/09/13, 03:17 pm
Los días siguientes pasaron entrenando magia en el Anfiteatro con los demás. Notaba a la gente animada por la playa, pero en mi caso el bienestar era por los progresos con la magia.
Aunque si de progresos hablamos, mención especial a los de Tap con las runas de parálisis. Una me dejó paralizado al día siguiente de la visita de las sinhadres. Nada más poner un pie en el suelo, zas. Pero no perdí el tiempo y logré identificar la runa dibujada en el suelo, así que cuando se me pasó el efecto, me hice intangible. Así fui buscando y limpiando. Por lo visto tampoco fui el único afectado, ya que alguien se vengó preparando una "puerta bomba" en el dormitorio de Tap.
Pero también aproveché para aprender a hacerla, ensayando conmigo mismo durante la noche, tumbado en la cama. Había perdido práctica desde que se las hice a Pablo, pero un día antes de la playa logré realizarlas. También pasé ratos intentando diseñar algo que me sirviera de arma y no me molestase al usar las uñas. Al final me decanté por la media distancia con una guja en cada brazo, sujetada a estos, con dos mangos para usarla a larga o media distancia. Para estos tuve que valerme del hechizo de fundir materiales entre sí, pero nunca lo había realizado y logré realizarlo la noche justo antes de la playa.
Así que ese día desperté, algo cansado por el trabajo de los días y horas anteriores, y bajé a la cocina a preparar bocadillos -el mío bien cargado con carne- para los que iríamos de la Sede. <<Me vendrá bien salir un rato y despejarme. Y luego a seguir trabajando>> Porque daba igual qué arma empleara, necesitaba una protección sólida para las uñas. <<Quizá en un tiempo pueda hacer una forja con runas... Tendré que hablarlo con Pablo, que se le dan mejor>> Pensando en esto, me vestí algo ligero, pantalón corto y camiseta igual, ambas prendas de color claro, y me presenté descalzo junto a los demás. Pero que fuera un día de playa no nos eximía del peligro, por lo que traía mi guja modificada.
-Buenos días. ¿Nos vamos?
Sigue en la Bahía de los Naufragios.
Aunque si de progresos hablamos, mención especial a los de Tap con las runas de parálisis. Una me dejó paralizado al día siguiente de la visita de las sinhadres. Nada más poner un pie en el suelo, zas. Pero no perdí el tiempo y logré identificar la runa dibujada en el suelo, así que cuando se me pasó el efecto, me hice intangible. Así fui buscando y limpiando. Por lo visto tampoco fui el único afectado, ya que alguien se vengó preparando una "puerta bomba" en el dormitorio de Tap.
Pero también aproveché para aprender a hacerla, ensayando conmigo mismo durante la noche, tumbado en la cama. Había perdido práctica desde que se las hice a Pablo, pero un día antes de la playa logré realizarlas. También pasé ratos intentando diseñar algo que me sirviera de arma y no me molestase al usar las uñas. Al final me decanté por la media distancia con una guja en cada brazo, sujetada a estos, con dos mangos para usarla a larga o media distancia. Para estos tuve que valerme del hechizo de fundir materiales entre sí, pero nunca lo había realizado y logré realizarlo la noche justo antes de la playa.
Así que ese día desperté, algo cansado por el trabajo de los días y horas anteriores, y bajé a la cocina a preparar bocadillos -el mío bien cargado con carne- para los que iríamos de la Sede. <<Me vendrá bien salir un rato y despejarme. Y luego a seguir trabajando>> Porque daba igual qué arma empleara, necesitaba una protección sólida para las uñas. <<Quizá en un tiempo pueda hacer una forja con runas... Tendré que hablarlo con Pablo, que se le dan mejor>> Pensando en esto, me vestí algo ligero, pantalón corto y camiseta igual, ambas prendas de color claro, y me presenté descalzo junto a los demás. Pero que fuera un día de playa no nos eximía del peligro, por lo que traía mi guja modificada.
-Buenos días. ¿Nos vamos?
Sigue en la Bahía de los Naufragios.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
11/09/13, 07:29 pm
El trayecto hasta la Sede fue corto, y cuando llegó a la puerta, Pablo le estaba esperando. Escucho sus palabras con atención, y entró junto al vampiro con una sonrisa, cerrando la puerta tras él.
-Ese aterrizaje se merece una diez por originalidad, seguro que cualquier jurado competente estaría de acuerdo conmigo -comentó riendo, antes de ponerse a evaluar los daños. Levantó su camiseta y observó el golpe que tenía en el costado, pasando con cuidado los dedos y retirándoles al primer pinchazo de dolor.
-Al menos luciré la medalla con orgullo un par de días, este cardenal va a ponerse de un bonito color morado -no creía que fuera necesario curarlo con magia, serviría para recordarle que le iba a costar aprender a volar.
Se bajo de nuevo la camiseta y se dirigió a la cocina, acompañado por Pablo, con el que iba conversando sobre el día a día de ambos. El norteño no tenía mucho que contar, últimamente vivía una rutina porque el trabajo en la biblioteca absorbía la mayor parte de su tiempo, pero aun así le comentó los progresos que había hecho en el cambio de piel. Saren le ofreció al vampiro algo de comer, pero el chico declinó, así que el idrino se preparó una ensalada. Las noticias sobre las runas que Pablo se había encontrado en su habitación llamaron su atención, y estuvo de acuerdo con el humano en que solo podían ser obra de Tap, así que era posible que hubiese mas en el resto del edificio.
-¿Una runa de explosión?, ¿enserió? -preguntó cuando el español le comentó su plan de venganza-, menos mal que este edificio es ignífugo, que si no... En fin, es casi seguro que el destrozo va a causar problemas, si no es ti sera a Tap -rió mientras empezaba a comer-, aunque yo me preocuparía mas por la contravenganza del poltergeist -añadió con una media sonrisa.
No tenía intención de dormir hasta entrada la tarde, el bibliotecario le había dado unas pequeñas vacaciones por algo de unos libros problemáticos y el norteño no había puesto pegas, tenía una semana entera para retomar el contacto con sus compañeros, o para dormir mucho, ya decidiría con el tiempo.
-Ese aterrizaje se merece una diez por originalidad, seguro que cualquier jurado competente estaría de acuerdo conmigo -comentó riendo, antes de ponerse a evaluar los daños. Levantó su camiseta y observó el golpe que tenía en el costado, pasando con cuidado los dedos y retirándoles al primer pinchazo de dolor.
-Al menos luciré la medalla con orgullo un par de días, este cardenal va a ponerse de un bonito color morado -no creía que fuera necesario curarlo con magia, serviría para recordarle que le iba a costar aprender a volar.
Se bajo de nuevo la camiseta y se dirigió a la cocina, acompañado por Pablo, con el que iba conversando sobre el día a día de ambos. El norteño no tenía mucho que contar, últimamente vivía una rutina porque el trabajo en la biblioteca absorbía la mayor parte de su tiempo, pero aun así le comentó los progresos que había hecho en el cambio de piel. Saren le ofreció al vampiro algo de comer, pero el chico declinó, así que el idrino se preparó una ensalada. Las noticias sobre las runas que Pablo se había encontrado en su habitación llamaron su atención, y estuvo de acuerdo con el humano en que solo podían ser obra de Tap, así que era posible que hubiese mas en el resto del edificio.
-¿Una runa de explosión?, ¿enserió? -preguntó cuando el español le comentó su plan de venganza-, menos mal que este edificio es ignífugo, que si no... En fin, es casi seguro que el destrozo va a causar problemas, si no es ti sera a Tap -rió mientras empezaba a comer-, aunque yo me preocuparía mas por la contravenganza del poltergeist -añadió con una media sonrisa.
No tenía intención de dormir hasta entrada la tarde, el bibliotecario le había dado unas pequeñas vacaciones por algo de unos libros problemáticos y el norteño no había puesto pegas, tenía una semana entera para retomar el contacto con sus compañeros, o para dormir mucho, ya decidiría con el tiempo.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
11/09/13, 10:45 pm
-Siento decepcionarte, pero a la hora de estrellarse te supero tanto en calidad como en cantidad, así que eso no me impresiona- Respondí a su primer comentario -Aunque te pondré un siete por ser tu primera vez-
Después de que Saren se hiciera un chequeo para comprobar sus daños, acompañé al idrino a la cocina, mientras me contaba lo que había estado haciendo y yo hacía lo propio.
Aproveché para advertirle de lo que me había pasado con Tap, y de la posibilidad de que hubiera más runas colocadas por ahí a modo de trampa. Tuve que rechazar su ofrecimiento de prepararme algo de comer. Había descubierto días atrás que, a diferencia de otros, yo ya no podía comer comida normal. No me sentaba nada bien. Luego salio el tema de mi venganza para Tap y la puerta explosiva.
-No va a ser tan potente como para causar destrozos. Además ya he visto al bicho sobrevivir a ataques parecidos así que por eso no me preocupo. Para los demás he colocado un aviso en la puerta- También había pensado en una posible venganza por parte de Tap, recordatorio de que no tenía medios para mantenerlo fuera de mi cuarto.
-Que se atreva. Si el repoblador quiere guerra pues será guerra lo que tenga. Y no perderé contra él cuando se trata de runas. Lo que si me preocupa es mi cuarto. Tú ahora estas mucho en la biblioteca. ¿No habrás visto algo que pueda ayudarme para impedirle entrar por casualidad?-
Después de que Saren se hiciera un chequeo para comprobar sus daños, acompañé al idrino a la cocina, mientras me contaba lo que había estado haciendo y yo hacía lo propio.
Aproveché para advertirle de lo que me había pasado con Tap, y de la posibilidad de que hubiera más runas colocadas por ahí a modo de trampa. Tuve que rechazar su ofrecimiento de prepararme algo de comer. Había descubierto días atrás que, a diferencia de otros, yo ya no podía comer comida normal. No me sentaba nada bien. Luego salio el tema de mi venganza para Tap y la puerta explosiva.
-No va a ser tan potente como para causar destrozos. Además ya he visto al bicho sobrevivir a ataques parecidos así que por eso no me preocupo. Para los demás he colocado un aviso en la puerta- También había pensado en una posible venganza por parte de Tap, recordatorio de que no tenía medios para mantenerlo fuera de mi cuarto.
-Que se atreva. Si el repoblador quiere guerra pues será guerra lo que tenga. Y no perderé contra él cuando se trata de runas. Lo que si me preocupa es mi cuarto. Tú ahora estas mucho en la biblioteca. ¿No habrás visto algo que pueda ayudarme para impedirle entrar por casualidad?-
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
12/09/13, 12:09 am
El selkie escuchó las palabras del vampiro mientras terminaba su ensalada, sonriendo ante la idea de que aquellos dos se liaran en una guerra de bromas pesadas. La última pregunta de Pablo le hizo reflexionar, y mientras fregaba el plato se mantuvo pensativo, rememorando todos los libros que habían pasado por sus manos, tratando de encontrar algo que se asemejara a la petición del español.
-Ahora mismo no sabría decirte con seguridad, hay muchos libros que tratan sobre incontables temas en ese edificio -dijo, girándose hacia su compañero y apoyándose en la encimera-, tendría que saber que buscar para encontrar algo allí dentro. Me suena algo sobre una gema que contiene una sala infinita o algo así, al parecer contiene fantasmas, pero no creo que sea lo que buscas. De todos modos ya te informare si averiguo algo, tampoco me apetece que entre a fisgar en mi habitación sin permiso -rió.
Conversaron un rato mas de temas intrascendentes antes de que el vampiro anunciara su intención de ir a dormir, se acercaba el amanecer, y la luz solar no le sentaba demasiado bien. El norteño le dio los buenos días y siguiendo su ejemplo, se dirigió también a su cuarto, asegurándose de no activar ninguna runa paralizante por accidente. Una vez en su habitación, el idrino pasó toda la mañana enfrascado en un libro sobre técnicas de combate, parando de vez en cuando para descansar la vista y hacer algunos ejercicios de entrenamiento físico. A mediodía se dio un baño y bajo a la cocina, donde al cabo de un rato se le unió K, con la que hacía tiempo que no hablaba. Conversó con la libense bastante tiempo, mientras comían y se ponían al dia el uno al otro. El norteño la contó que había estado haciendo y como llevaba su entrenamiento, y la chica le informó del día de playa que se había organizado. Saren confirmó su asistencia y le preparo algo de aperitivo cuando la muchacha anunció su intención de salir, despidiéndose de ella en la puerta.
El día de la playa amaneció despejado, y el norteño se despertó temprano, dándose un baño y vistiéndose con unos pantalones oscuros, una camiseta de tirantes clara y una camisa del mismo tono. Se calzó sus botas y dejó su abrigo a buen recaudo en el baúl en el que guardaba la piel, no era una prenda apropiada para ir al mar, y aquel era su cuarto, podía dejar sus cosas a buen recaudo. El chico bajó a la cocina a preparar algo de comer, pero en el último momento recordó que Enredo prepararía algo de comida para el día, así que se enfrascó en un libro mientras esperaba la hora de salir. La lectura era interesante, y al idrino se le pasó la hora, por lo que cuando se dio cuenta, sus compañeros ya hacía varios minutos que habían salido.
-Maldición -masculló, arrojando el libro sobre la cama y saltando por la ventana, trazando un hechizo de levitación para amortiguar la caída. Una vez en el suelo miró a su alrededor, por si veía a alguno de sus compañeros, y vio al piromante alejándose hacia la bahía. Echó a correr y se puso a su altura al cabo de unos minutos.
-Buenos días Zmey -le saludó, usando su nuevo nombre. Saren no entendía demasiado bien porque algunos de sus compañeros habían decidido cambiarse el nombre, pero el norteño respetaba su decisión, y aunque a algunos les daba igual que sus amigos les siguieran llamando por su antiguo nombre, el idrino sabía que el sinhadre prefería el nuevo-, ¿qué tal estás? -se interesó.
Zmey, junto con Pablo, era uno de los compañeros con los que mas tiempo pasaba cuando estaba trabajando, el horario seminocturno del chico coincidía bastante con el del propio Saren.
Continúa en la Bahía de los Naufragios.
-Ahora mismo no sabría decirte con seguridad, hay muchos libros que tratan sobre incontables temas en ese edificio -dijo, girándose hacia su compañero y apoyándose en la encimera-, tendría que saber que buscar para encontrar algo allí dentro. Me suena algo sobre una gema que contiene una sala infinita o algo así, al parecer contiene fantasmas, pero no creo que sea lo que buscas. De todos modos ya te informare si averiguo algo, tampoco me apetece que entre a fisgar en mi habitación sin permiso -rió.
Conversaron un rato mas de temas intrascendentes antes de que el vampiro anunciara su intención de ir a dormir, se acercaba el amanecer, y la luz solar no le sentaba demasiado bien. El norteño le dio los buenos días y siguiendo su ejemplo, se dirigió también a su cuarto, asegurándose de no activar ninguna runa paralizante por accidente. Una vez en su habitación, el idrino pasó toda la mañana enfrascado en un libro sobre técnicas de combate, parando de vez en cuando para descansar la vista y hacer algunos ejercicios de entrenamiento físico. A mediodía se dio un baño y bajo a la cocina, donde al cabo de un rato se le unió K, con la que hacía tiempo que no hablaba. Conversó con la libense bastante tiempo, mientras comían y se ponían al dia el uno al otro. El norteño la contó que había estado haciendo y como llevaba su entrenamiento, y la chica le informó del día de playa que se había organizado. Saren confirmó su asistencia y le preparo algo de aperitivo cuando la muchacha anunció su intención de salir, despidiéndose de ella en la puerta.
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Los siguientes días el selkie los paso descansando en su mayoría, relajándose al no tener que ir al trabajo y dedicando mas tiempo a su entrenamiento. No consiguió demasiados progresos en el vuelo, pero por suerte no volvió a golpearse contra ningun tejado, y ya aguantaba un par de segundos planeando antes de caer a plomo. La pequeña guerra entre Tap y Pablo se notó bastante, a veces se oían fuertes ruidos en puntos indeterminados del torreón, y aunque no hubo ningun desperfecto serio, cualquier habitante de la Sede aprendió a mirar donde ponía los pies por seguridad. También retomo el contacto con sus compañeros en mayor o menor medida, coincidiendo con ellos a horas mas normales, se le hizo fácil ponerse al día sobre sus actividades. No sabía si se debía a que no los veía con la asiduidad de antes, pero en cierta manera notaba extraños a algunos de sus amigos. A DL en concreto es al que mas raro veía, no sabía que podía pasarle, pero era capaz de ver el agobio que le embargaba a veces y la aparente tensión a la que se sometía, algo le reconcomía por dentro. El norteño no se decidió a indagar sobre el asunto, por si aquello molestaba al foner, pero se dijo que si aquello continuaba a mas, tendría que preguntarle directamente.El día de la playa amaneció despejado, y el norteño se despertó temprano, dándose un baño y vistiéndose con unos pantalones oscuros, una camiseta de tirantes clara y una camisa del mismo tono. Se calzó sus botas y dejó su abrigo a buen recaudo en el baúl en el que guardaba la piel, no era una prenda apropiada para ir al mar, y aquel era su cuarto, podía dejar sus cosas a buen recaudo. El chico bajó a la cocina a preparar algo de comer, pero en el último momento recordó que Enredo prepararía algo de comida para el día, así que se enfrascó en un libro mientras esperaba la hora de salir. La lectura era interesante, y al idrino se le pasó la hora, por lo que cuando se dio cuenta, sus compañeros ya hacía varios minutos que habían salido.
-Maldición -masculló, arrojando el libro sobre la cama y saltando por la ventana, trazando un hechizo de levitación para amortiguar la caída. Una vez en el suelo miró a su alrededor, por si veía a alguno de sus compañeros, y vio al piromante alejándose hacia la bahía. Echó a correr y se puso a su altura al cabo de unos minutos.
-Buenos días Zmey -le saludó, usando su nuevo nombre. Saren no entendía demasiado bien porque algunos de sus compañeros habían decidido cambiarse el nombre, pero el norteño respetaba su decisión, y aunque a algunos les daba igual que sus amigos les siguieran llamando por su antiguo nombre, el idrino sabía que el sinhadre prefería el nuevo-, ¿qué tal estás? -se interesó.
Zmey, junto con Pablo, era uno de los compañeros con los que mas tiempo pasaba cuando estaba trabajando, el horario seminocturno del chico coincidía bastante con el del propio Saren.
Continúa en la Bahía de los Naufragios.
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
12/09/13, 12:37 am
Zmey se relacionó un poco más con el resto los días siguientes, pero tampoco tenía una vida social muy animada. Aceptó ir a algún que otro entrenamiento, aunque aun se sentía más seguro practicando solo, y luego tal vez compartir lo que había aprendido con los demás, en parte por su obsesivo miedo a hacer el ridículo. Hyter le contactó para entrenar su dominio juntos, y el lugar elegido por el varmano no fue otro que un estrecho valle en las montañas, todo de piedra, donde nada podía quemarse. El entrenamiento desveló que no habían cambiado demasiado ninguno de los dos en cuanto a su forma de hacer las cosas. El estilo de dominio de Hyter era calculado y preciso, y se valía de su calma para no perder el control, mientras que Zmey por su parte, aunque más comedido y senato, seguía siendo impulsivo y violento, alimentando sus llamas con su propia agresividad, tanto la positiva como la negativa.
Llegó el día de la playa, y Zmey se levantó con pereza y ojeroso, a prepararse. Tenía un bañador terrícola de llamas, regalo de Nasher que había estado haciendo limpieza de armario, y que él adaptó para uso personal. Solo llevó eso y una chaqueta con capucha, y realmente fue por un comentario de la quimera que se decidió finalmente por ir al encuentro. Salió de la Sede sin comer nada, decidido a arrasar con la comida que llevase Enredo, y se arrepintió casi tres pasos después de dejar el edificio. Saren le dió alcance entonces, y él bufó pues ya no podía darse la vuelta.
-Hey- saludó sin mucho ánimo- Creo que cuando llegue me voy a echar a dormir al sol como las lagartijas.- se le escapó un bostezo.
Llegó el día de la playa, y Zmey se levantó con pereza y ojeroso, a prepararse. Tenía un bañador terrícola de llamas, regalo de Nasher que había estado haciendo limpieza de armario, y que él adaptó para uso personal. Solo llevó eso y una chaqueta con capucha, y realmente fue por un comentario de la quimera que se decidió finalmente por ir al encuentro. Salió de la Sede sin comer nada, decidido a arrasar con la comida que llevase Enredo, y se arrepintió casi tres pasos después de dejar el edificio. Saren le dió alcance entonces, y él bufó pues ya no podía darse la vuelta.
-Hey- saludó sin mucho ánimo- Creo que cuando llegue me voy a echar a dormir al sol como las lagartijas.- se le escapó un bostezo.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
12/09/13, 01:27 am
Las respuestas al primer reparto de runas de Tap no se hicieron esperar y el repoblador no podía sentirse más reconfortado, a pesar de lo mal que había elegido la ubicación y la cantidad de trazos equivocados. Ver a los gigantes quejarse y maldecir a su persona lo alegraba como pocas cosas. Tanto, de hecho, que no le importó el momento en que entró en el pomo para abrir la puerta y esta explotó saltando en mil pedazos. No sufrió daños (gracias en parte a que el edificio era ignífugo) más allá de la confusión inicial, provocada por haber sido expulsado de golpe del objeto por la explosión. El atentado, lejos de servirle como advertencia o valerle para pararle los pies, logró que Tap añadiera un nuevo ejercicio a su lista de cosas que valían la pena en la ciudad. A partir de ahí, practicar las runas utilizando a Pablo ocupaba una relevancia similar al deporte de matar ratas para calmar los nervios. Y, lejos de lo que pudiera parecer, esto significaba que el repoblador comenzaba a tener en verdadera estima al gigante (si no lo tenía ya), por ser el único en atreverse a responder a sus trampas de una forma tan directa.
Así, los días siguientes se mantuvieron en relativa rutina. Todas las mañanas, Tap se colaba en las salas de entrenamiento para practicar sus habilidades de posesión. A veces trataba de levantar los objetos más pesados que veía, cosa que lo cansaba inmediatamente, y otras simplemente se colaba en armás más pequeñas para aprender a moverse con mayor precisión. Huelga decir que todo esto lo aburría soberanamente, pero igual que había atendido en el bosque a las clases de doma de avispas, ponía todo su atención ahora en esto. Cuando acababa, a veces se colaba en la cocina solo para ver que interesantísimas conversaciones mantenían los gigantes. Esas veces no tardaba demasiado en aburrirse y subir hasta su cuarto, que sería el destino inicial los días que Tap se encontrara más apático. Fuera como fuese, todos los días habría el libro de runas, cogía sus utensilios de escritura y se dedicaba a practicar lo poco que iba sabiendo.
Generalmente, sus resultados eran escasos y Tap acababa frustrándose. En esas ocasiones, el poltergeist volaba con su maza hasta la plaza de los colaespinas y mataba su frustración sacrificando un par o dos de lo que él llamaba crías de tulipán. Siempre volvía a casa de buen humor y había empezado a coleccionar dardos de las ratas como recuerdo de sus matanzas en pos de la tranquilidad. Las pocas veces que tuvo éxito y no visitó la plaza, lo siguiente a su estudio mágico fue el testeo: buscaba un hueco para entrar en la habitación del vampiro y dejarle un regalo. Y luego esperaba con impaciencia a la venganza de este.
Y de esta manera, llegó el día en el que todos los gigantes iban a la playa y Tap, que no podía desaprovechar la oportunidad, no se planteó siquiera la idea de perderse ese evento. Todos los gigantes juntos eran muchos gigantes a los que tocar la moral. O a lo mejor ocurría la fortuna de que no metieran la pata de manera irremediable y así el repoblador acabara disfrutando de un bonito día de relax con antiguos compañeros de penurias. Aunque lo cierto, por desgracia, era que a Tap no le importaba tanto que metieran la pata. De cualquier manera, el día sería memorable.
Sigue en la Bahía de los Naufragios.
Así, los días siguientes se mantuvieron en relativa rutina. Todas las mañanas, Tap se colaba en las salas de entrenamiento para practicar sus habilidades de posesión. A veces trataba de levantar los objetos más pesados que veía, cosa que lo cansaba inmediatamente, y otras simplemente se colaba en armás más pequeñas para aprender a moverse con mayor precisión. Huelga decir que todo esto lo aburría soberanamente, pero igual que había atendido en el bosque a las clases de doma de avispas, ponía todo su atención ahora en esto. Cuando acababa, a veces se colaba en la cocina solo para ver que interesantísimas conversaciones mantenían los gigantes. Esas veces no tardaba demasiado en aburrirse y subir hasta su cuarto, que sería el destino inicial los días que Tap se encontrara más apático. Fuera como fuese, todos los días habría el libro de runas, cogía sus utensilios de escritura y se dedicaba a practicar lo poco que iba sabiendo.
Generalmente, sus resultados eran escasos y Tap acababa frustrándose. En esas ocasiones, el poltergeist volaba con su maza hasta la plaza de los colaespinas y mataba su frustración sacrificando un par o dos de lo que él llamaba crías de tulipán. Siempre volvía a casa de buen humor y había empezado a coleccionar dardos de las ratas como recuerdo de sus matanzas en pos de la tranquilidad. Las pocas veces que tuvo éxito y no visitó la plaza, lo siguiente a su estudio mágico fue el testeo: buscaba un hueco para entrar en la habitación del vampiro y dejarle un regalo. Y luego esperaba con impaciencia a la venganza de este.
Y de esta manera, llegó el día en el que todos los gigantes iban a la playa y Tap, que no podía desaprovechar la oportunidad, no se planteó siquiera la idea de perderse ese evento. Todos los gigantes juntos eran muchos gigantes a los que tocar la moral. O a lo mejor ocurría la fortuna de que no metieran la pata de manera irremediable y así el repoblador acabara disfrutando de un bonito día de relax con antiguos compañeros de penurias. Aunque lo cierto, por desgracia, era que a Tap no le importaba tanto que metieran la pata. De cualquier manera, el día sería memorable.
Sigue en la Bahía de los Naufragios.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
13/09/13, 01:39 am
Hoy no iría a entrenar con Pablo de noche. La información que necesitábamos se movía más por la noche que a plena luz, por lo que decidí cambiar el horario. Pero también quería aprovechar la mañana, por lo que bien temprano me acerqué a la Sede. No obstante, me llamó la atención que un nutrido grupo salía del torreón, con cestas de comida y hacia el este. Les seguí la pista un rato, desde lejos, hasta descubrir su destino, y volví a la Sede. <<Estos de playa y este aquí aburrido... Ni hablar, vamos a divertirnos>>
Pensando en qué hacer, me elevé con un hechizo de levitación hasta su ventana y allí lancé otro de protección diurna hacia esta (como el que llevaba sobre mí). Así, si el muchacho respondía a mis golpecitos abriéndola, no se cocería. Y por si acaso, añadí unas palabras.
-Vampiro Jack a domicilio. Es seguro, puedes abrir. Tus vecinos se van de juerga a la playa y tú aquí. Eso no puede ser, es intolerable. ¿Quieres juerga de la buena, de esa que implica entrenar con peligro de muertes, tanto propia como ajenas?
Pensando en qué hacer, me elevé con un hechizo de levitación hasta su ventana y allí lancé otro de protección diurna hacia esta (como el que llevaba sobre mí). Así, si el muchacho respondía a mis golpecitos abriéndola, no se cocería. Y por si acaso, añadí unas palabras.
-Vampiro Jack a domicilio. Es seguro, puedes abrir. Tus vecinos se van de juerga a la playa y tú aquí. Eso no puede ser, es intolerable. ¿Quieres juerga de la buena, de esa que implica entrenar con peligro de muertes, tanto propia como ajenas?
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
14/09/13, 11:52 pm
¿Qué contar de los días siguientes a su encuentro con Branniel y el fallido aterrizaje de Saren? Todo apuntaba a que no sucedería nada interesante, pero me equivoqué.
Los cuatro días que tendrían que haber sido de practica y rutina, se convirtieron en los marcadores del inicio de una guerra total contra Tap.
El repoblador, lejos de amedrentarse con lo de la puerta contraatacó, algo que tampoco era de extrañar conociéndole, y de esta forma ambos iniciamos una serie de ofensivas y contraofensivas rúnicas. Al principio se limitaron a nuestras respectivas habitaciones; Me dejaba una runa y yo le devolvía el golpe, a ser posible por duplicado. Además la inutilidad que el repoblador mostró a la hora de colocar las runas me fue de gran ayuda. Generalmente las encontraba en lugares visibles y fáciles de evitar, por lo que la ventaja era mía.
Sin embargo me confié, y lo pagué pisando una runa de petrificación que el póltergeist logró disimular en el pasillo. No se cuanto tiempo fui una estatua, pero el suficiente como para que Tap pudiera grabarme diferentes insultos Por suerte lo hizo pintando y no rayando. Vivir el resto de mi vida con una cicatriz de guerra que pusiera “Mala suerte, follacardos” no me habría hecho ninguna gracia.
Debería estar durmiendo, pero un invitado no esperado me despertó llamando a la puerta. Necesité desperezarme un poco antes de percatarme de que era Jack. “¿Qué hace ese en mi ventana?”
Cuando por fin me despejé del todo abrí la ventana dejándole pasar. Lo que no deje pasar fue la oportunidad de dedicarle una mirada envidiosa por ser capaz de conjurar protecciones contra el sol y yo no.
-¿No sabes usar las puertas? Tal vez no te hayas percatado, pero las fabricaron precisamente para esto- Dije a modo de saludo mientras escuchaba lo que tenía que decirme.
Fue cuando escuché que todos se habían ido cuando s eme ocurrió algo. “Espera. Se han ido todos. Eso implica que Tap se ha ido. Hora de la venganza”
-Ehhmm si si, donde quieras, pero antes... ¿me harías un favor?-
Le conté un poco el asunto que tenía con el repoblador, y tras aceptar hacer lo que le pedí nos colamos en el cuarto del este.
Tap había aprendido muy deprisa que si mantenía el cuarto bien iluminado no me resultaba nada fácil ponerle trampas durante el día, y de noche no salía de su cuarto. Pero ahora estaba fuera, y gracias a la protección diurna de Jack podía desplazarme por allí libremente.
No hubo piedad. Puse runas de todo tipo en todos y cada uno de los objetos, muebles paredes, puertas y ventanas del cuarto. Las únicas excepciones se las llevaron los libros, que no eran suyos, pero lo demás quedó completamente llenito de trampas.
-Bueno, listo. Ya podemos hacer lo que sea que hayas planeado. Oh y gracias-
Los cuatro días que tendrían que haber sido de practica y rutina, se convirtieron en los marcadores del inicio de una guerra total contra Tap.
El repoblador, lejos de amedrentarse con lo de la puerta contraatacó, algo que tampoco era de extrañar conociéndole, y de esta forma ambos iniciamos una serie de ofensivas y contraofensivas rúnicas. Al principio se limitaron a nuestras respectivas habitaciones; Me dejaba una runa y yo le devolvía el golpe, a ser posible por duplicado. Además la inutilidad que el repoblador mostró a la hora de colocar las runas me fue de gran ayuda. Generalmente las encontraba en lugares visibles y fáciles de evitar, por lo que la ventaja era mía.
Sin embargo me confié, y lo pagué pisando una runa de petrificación que el póltergeist logró disimular en el pasillo. No se cuanto tiempo fui una estatua, pero el suficiente como para que Tap pudiera grabarme diferentes insultos Por suerte lo hizo pintando y no rayando. Vivir el resto de mi vida con una cicatriz de guerra que pusiera “Mala suerte, follacardos” no me habría hecho ninguna gracia.
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Debería estar durmiendo, pero un invitado no esperado me despertó llamando a la puerta. Necesité desperezarme un poco antes de percatarme de que era Jack. “¿Qué hace ese en mi ventana?”
Cuando por fin me despejé del todo abrí la ventana dejándole pasar. Lo que no deje pasar fue la oportunidad de dedicarle una mirada envidiosa por ser capaz de conjurar protecciones contra el sol y yo no.
-¿No sabes usar las puertas? Tal vez no te hayas percatado, pero las fabricaron precisamente para esto- Dije a modo de saludo mientras escuchaba lo que tenía que decirme.
Fue cuando escuché que todos se habían ido cuando s eme ocurrió algo. “Espera. Se han ido todos. Eso implica que Tap se ha ido. Hora de la venganza”
-Ehhmm si si, donde quieras, pero antes... ¿me harías un favor?-
Le conté un poco el asunto que tenía con el repoblador, y tras aceptar hacer lo que le pedí nos colamos en el cuarto del este.
Tap había aprendido muy deprisa que si mantenía el cuarto bien iluminado no me resultaba nada fácil ponerle trampas durante el día, y de noche no salía de su cuarto. Pero ahora estaba fuera, y gracias a la protección diurna de Jack podía desplazarme por allí libremente.
No hubo piedad. Puse runas de todo tipo en todos y cada uno de los objetos, muebles paredes, puertas y ventanas del cuarto. Las únicas excepciones se las llevaron los libros, que no eran suyos, pero lo demás quedó completamente llenito de trampas.
-Bueno, listo. Ya podemos hacer lo que sea que hayas planeado. Oh y gracias-
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
29/09/13, 04:43 pm
De una forma u otra, me enteré de que Pablo entrenaba en serio con Jack, ese vampiro de carácter tan distinto al de Pablo. Y, de igual forma, se enteraron de las modificaciones en que andaba liado. Así que colaboramos: Jack sabía de forja y tenía práctica con los hechizos de moldear, así que nos ayudó a Pablo y a mí con nuestros diseños (a mí menos, ojo), mientras yo aprendía de runas con Pablo y, de paso, colaboraba con lo suyo. Así logré acabar las sujecciones para las gujas "telescópicas". Resulta que el vampiro adulto también tenía idea de peletería, por lo que me indicó cómo hacerme mi propio calzado. Y menos mal, porque lo que había hecho por mi cuenta era un insulto al buen gusto. Así que acabé teniendo unas botas de piel, del tamaño de mis pies más las uñas y con aberturas para disparar hechizos. Para las manos, sin embargo, no hice nada. No esperaba usarlas en combate cercano. Eso sí, acabé sacrificando la guja izquierda para cambiarla por un escudo. Este cubría gran parte de mi flanco izquierdo y, cuando dominé la técnica, le grabé runas de protección básica.
Además, al principio intenté ir por mi cuenta de visita a algún mundo, por ejemplo para tomar el sol mientras en casa fuese de noche. Pero los centinelas me negaron el paso por mi condición de recién transformado. Realmente, tenía sentido, así que dejé el asunto de lado. Y total, no era plan ir pidiendo a los "vecinos" que me acompañasen <<Tienen sus propios problemas, asuntos, negocios>> Negocios, bingo. A raíz de entrenar con ellos, me enteré de la bodega que estaban construyendo y pensé en montar mi propio negocio <<Independiente... Tener mi casa, mi trabajo, mi vida>> Pero, ¿a qué me dedicaría? Por un lado estaba la opción del ejército pero quería algo más, algo más propio, mío. <<Estoy aprendiendo a forjar... Aunque sea con magia, ¿pero qué salida puede tener eso si casi todo el mundo tiene magia?>> Podría trabajar para los que no... O para los compañeros de la Sede... O incluso hacer una armadura lobuna para K y otra con runas para Alder? <<Pero eso no es trabajar, es regalar, que te desconcentras>>
No sabía a qué dedicarme en el futuro, así que el futuro inmediato lo emplearía en entrenar, aprender y entrenar.
Eso por un lado. Por otro, seguí entrenando con Shiz y compañía, así como en la Sede con DL, Ramas y quien estuviera disponible. Lo mejor fue cuando Alder retomó sus entrenamientos conmigo, donde mejoró bastante. Quería presentarme a las pruebas del ejército y no pensaba quedar en ridículo. Por ello entrenaba a destajo, incluso algunas noches. Sí, debido a la transformación, de noche veía peor, pero aún ahí debía ser imbatible. Y era por las noches cuando entrenaba con los vampiros. Sin embargo, según mejoraba Pablo, tuve que ir dejándolo: nuestros estilos eran todo lo contrario y no podía seguir el ritmo que llevaban.
En cuanto a Alder y Seon... Seguí visitándolas y charlando y lo que fuera. Lo importante es que aprendí a dejar de verlas como demonios las viera para "intercambiar" ese sentimiento por otro mejor: amistad, sin más. Ya fuera Atol o Skarog, a ninguno le pegaba esa debilidad amorosa o lo que fuera. Y tampoco era sano. Pero no sólo con ellas sino como aprendizaje para el futuro.
Y eso hice durante unos extenuantes meses. Cuanto más mejoraba, más quería. Mención especial al campo de la magia y a mi propio dominio. Así, al final de estos meses podía sentirme orgulloso de mis avances y, mal que me pesase, de los avances de DL en sus entrenamientos conmigo. Como prueba, ya no le miraba igual con respecto al principio. Eso sí, cuando empezó a "disfrazarse" como algunos de nosotros, las situaciones eran raras aunque divertidas. Pero aún más raros cuando cambiaba su cuerpo a uno femenino. Sabía que K se había ido, pero como no tenía fecha fija de retorno... Tenía que poner mil ojos cuando preparaba algún comentario al creer que había vuelto. Eso sí, cuando me daba cuenta del error, se lo hacía pagar recrudeciendo el entrenamiento. Lo fastidioso es que un cuerpo así robaba miradas, aunque debajo estuviera el foner. Pero esto no quitaba lo divertido que era.
También aprendí que no podía estar siempre cabreado o mosqueado por todo. O, si no, ¡solo por los avances de Tap ya habría abandonado la Sede! No, por mucha caña que diera entrenando o alguna bordería, me gustaba ver cómo el grupo salía adelante...
************************************************************************************
Al contrario de lo que acostumbraba, desperté mucho más tarde que la salida del sol y, de inmediato, me puse a preparar el entrenamiento físico. Pero seguía cansado del día anterior así que desistí y decidí tomarme un día relajado. Así pues, desayuné brevemente (estaba cerca la hora de la comida), saludé a quien se me cruzase y me senté en el salón a repasar magia.
Pasó el rato y llamaron a la puerta, por lo que me levanté de un salto y fui a abrir. A eso sí que estaba acostumbrado, deseando que fuese K. Pero no, era Noel, el draco. Así que escondí mi desilusión y saludé.
-Buenas tardes. ¿Qué te trae por aquí?
Además, al principio intenté ir por mi cuenta de visita a algún mundo, por ejemplo para tomar el sol mientras en casa fuese de noche. Pero los centinelas me negaron el paso por mi condición de recién transformado. Realmente, tenía sentido, así que dejé el asunto de lado. Y total, no era plan ir pidiendo a los "vecinos" que me acompañasen <<Tienen sus propios problemas, asuntos, negocios>> Negocios, bingo. A raíz de entrenar con ellos, me enteré de la bodega que estaban construyendo y pensé en montar mi propio negocio <<Independiente... Tener mi casa, mi trabajo, mi vida>> Pero, ¿a qué me dedicaría? Por un lado estaba la opción del ejército pero quería algo más, algo más propio, mío. <<Estoy aprendiendo a forjar... Aunque sea con magia, ¿pero qué salida puede tener eso si casi todo el mundo tiene magia?>> Podría trabajar para los que no... O para los compañeros de la Sede... O incluso hacer una armadura lobuna para K y otra con runas para Alder? <<Pero eso no es trabajar, es regalar, que te desconcentras>>
No sabía a qué dedicarme en el futuro, así que el futuro inmediato lo emplearía en entrenar, aprender y entrenar.
Eso por un lado. Por otro, seguí entrenando con Shiz y compañía, así como en la Sede con DL, Ramas y quien estuviera disponible. Lo mejor fue cuando Alder retomó sus entrenamientos conmigo, donde mejoró bastante. Quería presentarme a las pruebas del ejército y no pensaba quedar en ridículo. Por ello entrenaba a destajo, incluso algunas noches. Sí, debido a la transformación, de noche veía peor, pero aún ahí debía ser imbatible. Y era por las noches cuando entrenaba con los vampiros. Sin embargo, según mejoraba Pablo, tuve que ir dejándolo: nuestros estilos eran todo lo contrario y no podía seguir el ritmo que llevaban.
En cuanto a Alder y Seon... Seguí visitándolas y charlando y lo que fuera. Lo importante es que aprendí a dejar de verlas como demonios las viera para "intercambiar" ese sentimiento por otro mejor: amistad, sin más. Ya fuera Atol o Skarog, a ninguno le pegaba esa debilidad amorosa o lo que fuera. Y tampoco era sano. Pero no sólo con ellas sino como aprendizaje para el futuro.
Y eso hice durante unos extenuantes meses. Cuanto más mejoraba, más quería. Mención especial al campo de la magia y a mi propio dominio. Así, al final de estos meses podía sentirme orgulloso de mis avances y, mal que me pesase, de los avances de DL en sus entrenamientos conmigo. Como prueba, ya no le miraba igual con respecto al principio. Eso sí, cuando empezó a "disfrazarse" como algunos de nosotros, las situaciones eran raras aunque divertidas. Pero aún más raros cuando cambiaba su cuerpo a uno femenino. Sabía que K se había ido, pero como no tenía fecha fija de retorno... Tenía que poner mil ojos cuando preparaba algún comentario al creer que había vuelto. Eso sí, cuando me daba cuenta del error, se lo hacía pagar recrudeciendo el entrenamiento. Lo fastidioso es que un cuerpo así robaba miradas, aunque debajo estuviera el foner. Pero esto no quitaba lo divertido que era.
También aprendí que no podía estar siempre cabreado o mosqueado por todo. O, si no, ¡solo por los avances de Tap ya habría abandonado la Sede! No, por mucha caña que diera entrenando o alguna bordería, me gustaba ver cómo el grupo salía adelante...
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Al contrario de lo que acostumbraba, desperté mucho más tarde que la salida del sol y, de inmediato, me puse a preparar el entrenamiento físico. Pero seguía cansado del día anterior así que desistí y decidí tomarme un día relajado. Así pues, desayuné brevemente (estaba cerca la hora de la comida), saludé a quien se me cruzase y me senté en el salón a repasar magia.
Pasó el rato y llamaron a la puerta, por lo que me levanté de un salto y fui a abrir. A eso sí que estaba acostumbrado, deseando que fuese K. Pero no, era Noel, el draco. Así que escondí mi desilusión y saludé.
-Buenas tardes. ¿Qué te trae por aquí?
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
29/09/13, 05:27 pm
El tiempo fue trascurriendo en una rutina que fue afianzándose día tras día tras aquella reunión en la playa. Fue bastante costoso, era muchas cosas que hacer, una lista tan larga de pendiente que le provocaban migraña el solo imaginársela pero aun así no dejo de entrenar durante ese tiempo. De vez en cuando practicaba combate cuerpo a cuerpo con Skarog, poco a poco no solo defenderse de sus ataques sino combate como tales, donde prácticamente el 100% de las veces terminaba tirado en el suelo de la sala de entrenamientos de la Sede, molido a golpes.
Aun así no cesaba en su empeño de aprender a defenderse alternando durante esos entrenamientos físicos, en forma que le servía como practica de su propia transformación, el uso de la cola. Ya con el pasar de las semanas y de los meses, empezó a poder devolver un daño similar al recibido, aunque seguía siendo el que acababa derrotado. Con el entrenamiento con Skarog empezó a obtener más fuerza y resistencia y sobre todo a esquivar, cosa que le había salvado muchas veces de acabar adolorido durante horas pues el hélion no se contenía en los entrenamientos a pesar de tener cuidado en el uso de sus uñas.
Aparte de aquellos entrenamientos físicos que eran de vez en cuando, su principal entrenamiento durante aquellos meses transcurridos fueron en magia y en su transformación. Seguía yendo a las prácticas mágicas con Enredo, Shizel y el resto, prácticas donde el idrino no iba muy a menudo lo que de algún modo afectaba al humor de DL. Durante ese tiempo y sobre todo desde aquel día en la playa, DL había pasado por bastantes problemas de concentración y de humor cuando el idrino se encontraba presentes (o cuando no lo estaba) lo cual terminaba consiguiendo que acabara de los nervios, inquieto o con repentinos cambios de humor. Para alguien como él, siendo foner, no cabía en su cabeza el comprender o aceptar lo que le pasaba, algo que resultaba tan obvio para otro para él era un misterio, no porque no supiera lo que era sino que le era difícil asimilar el que pudiera ocurrirle a él, de ahí el que su subconsciente no le permitiera darse real cuenta de lo que pasaba.
En muchas ocasiones aquellos entrenamientos mágicos, donde intentaba concentrarse en hechizos que parecían ser mas de acuerdo al nivel mágico que poseía como cambiante, solo eran realizados por Enredo y él, el cual tenía que soportar sus cambios de humor repentino que ni el mismo entendía y que le resultaban bastante molestos a decir verdad. Por suerte para él, Enredo tenía bastante paciencia y de algún modo intento ayudarle con sus líos mentales, lo que fue afianzando la confianza entre ellos aun más, al punto de bromearle a menudo, decirle cosas subidas de tono o halagarlo para provocar que se sonrojara o en su defecto que respondiera a sus bromas, cosa que no era fácil de conseguir.
Por otra parte, en las ocasiones que Shizel si iba a los entrenamientos, DL se la pasaba junto a este, ya fuese entrenando con él o simplemente hablando, aunque le fuese dificultoso en ocasiones pues se sentía tanto cómodo como agobiado al estar cerca de este, como si dentro de él tiraran dos partes contrapuestas: Una que pedía que se mantuviese cerca de este y otra que le decía que se alejara para que dejara de sentir aquello. Aquello solía terminar con un DL agotado mentalmente, maldiciéndose por lo bajo o con un humor de perros contra el mismo, pues con el único que no pagaba sus cambios de humor repentinos era con Shizel, aunque fuese de algún modo el causante de sus desvaríos.
Debido a esto DL empezó a sentir que estaba volviendo loco o paranoico, las palabras, acciones o gestos que hacia Shizel le afectaba de algún modo y hacia que su cerebro traidor, que parecía solo buscar excusas para hacerle dar más vueltas al asunto sin razón, intentara buscarle una explicación al porque la afectaban de ese modo. Intentando que su mente dejara en paz el tema de Shizel, se concentro todo lo que pudo en la magia y en su transformación, estudiando y leyendo libros de anatomía hasta que le dolieron los ojos.
Entrenamiento físico, entrenamiento mágico y su transformación, era una rutina diaria donde intentaba que su mente se concentrase en algo concreto. Para esto recibió una gran ayuda de Karime, aunque no estaba presente para ello ya se lo había pedido en su momento y gracias a que la recordaba perfectamente, le era un buen modelo para sus prácticas. Gracias a esta una de sus entrenamientos fue por un buen camino, practicando en principio el exterior pues el interior seria más lento y trabajoso. No solo haciendo eso sino intentando mejorar sus propios cambios para que fueran menos costosos y mas espontaneo. Necesitaba el poder desenvolverse con más facilidad y rapidez y que pudiera sacar, cola o uñas (las alas aun estaba en proceso) sin necesidad de tardar una hora con cada una.
Habían pasado casi dos meses su rutina no cambio demasiado, entrenando o estudiando, tanto por su necesidad de aprender a protegerse y defenderse en aquella ciudad, como un modo de dejar su mente en otra cosa. Cuando no practicaba magia con el grupo del anfiteatro lo hacía por su cuenta en la Sede, ya fuese en la sala de entrenamiento en su habitación, todos los días sin excepciones, centrándose en los hechizos que en su momento como cosechado no pudo realizar resultándole fácil hacerlos luego de aprenderlos para luego ir a los de un nivel más alto, que no estaba al alcance de un cosechado, usando para eso libros sacados de la biblioteca, así es como estuvo entretenido día tras día. En cierta forma agradeció, aunque una parte de él no estuviese de acuerdo y lo buscase con ahincó en los entrenamientos de magia o cuando iba a Serpentaria, el no ver a Shizel durante algún tiempo porque ayudo a que pudiera concentrarse aunque siguiera de un humor raro la mayoría de veces. Al menos aquello le ayudo temporalmente hasta que un día volvió a ver Shizel el cual llevaba tiempo sin ir a los entrenamientos y lo que había estando evitando durante bastante tiempo volvió de nuevo de forma inevitable, no es que nunca se hubiese ido simplemente no se había centrado en ello, con la presencia del idrino ya todo volvía a lo de antes.
Para ese momento DL ya estaba más que cansado y harto de pelearle a su mente o a lo que sea que sintiera, así que dando por supuesto que eso iba a seguir así a saber por cuánto tiempo más lo mejor era dejarse llevar por la corriente porque pelearle solo había conseguido que acabara con migrañas, molesto con todos, con humo bipolar y estaba hasta las mismísimas narices, así que lo mejor para su salud mental era solo dejarse llevar hasta que aquello se le pasara. Por suerte para el, tenía una buen relación con Shiz y después de decidir relajarse, dejar de pensar en ello y solo dejarse llevar, la cosa mejoro mucho. Estaba normalmente cerca de Shizel y pasaba bastante tiempo en Serpentaria. Siempre le había caído bien el idrino y había sentido habitualmente curiosidad de su mundo tan diferente al suyo, por eso durante ese tiempo hizo preguntas sobre su sociedad, su educación e incluso le pidió, en esos momentos de tranquilidad, como era capaz de saber reconocer e interpretar los gestos de la gente, averiguando gracias a eso que en Idris no era muy común el tocarse sin más, al menos no en la sociedad de Shizel pues como averiguo eran bastante diferente la de él de la de Saren. Gracias a eso pudo acercarse más al idrino al que con el paso de los días comenzó a bromear más a menudo, gastándole bromas subidas de tono y, tras obtener el permiso de este, poder tocarlo.
Esto por lo general de forma juguetona ya fuese abrazándolo, besándolo o simplemente estando más atento y zalamero con él, no llegando a tener sexo con este, no porque no quisiera simplemente no se dio. Se sentía cada vez más cómodo al no pensar el porqué de aquello, era más saludable para su mente y salud, solo actuaba resultándole todo más natural y espontaneo. Esa calma lo ayudo también con su entrenamiento y concentración, esperando que aquello durase así como estaba y no volviera a las paranoias de antes.
Gracias a esa calma pudo meterse más en su entrenamiento consiguiendo grandes avances con su transformación, le era más rápido el conseguir cambiar su aspecto exterior llegando al punto de cambiarlo en su totalidad, usando para ello un espejo de cuerpo entero que se creó en su habitación tras la vuelta de la playa y que anclo en la pared. Había obtenido toda la información posible sobre anatomía, pero aun así algo faltaba, por ello cuando estaban próximos al día que la siguiente cosecha llegaría se mentalizo de que ya era el momento de ir a buscar a Mephis y de paso, tal vez al otro cambiante también. La única forma de que alguien como él aprendiera era bajo presión, con ejemplos claros no solo dibujados en un papel, y para eso nada era mejor que aprendiera con otro cambiante que había tenido que pasar por lo mismo que el. Aun quedaba ver si Mephis no lo partía en dos cuando lo viera, pero se arriesgaría.
Unos días antes de que la siguiente cosecha llegara y que DL sintiera cierta curiosidad sobre quien llegaría, le llego un mensaje de Serpentaria a través de un bichito. Se trataba de una invitación a cenar de Enredo para el día posterior a que esos cosechados llegasen a lo que DL acepto ir. El día finalmente llego y con ello no solo tenía que ir a la cena, sino que también ese mismo día en la mañana apareció Noel por la Sede invitándoles a una fiesta en la Taberna a la que acepto a ir antes de despedirse para dirigirse a Serpentaria.
Sigue en la Torre Serpentaria.
Aun así no cesaba en su empeño de aprender a defenderse alternando durante esos entrenamientos físicos, en forma que le servía como practica de su propia transformación, el uso de la cola. Ya con el pasar de las semanas y de los meses, empezó a poder devolver un daño similar al recibido, aunque seguía siendo el que acababa derrotado. Con el entrenamiento con Skarog empezó a obtener más fuerza y resistencia y sobre todo a esquivar, cosa que le había salvado muchas veces de acabar adolorido durante horas pues el hélion no se contenía en los entrenamientos a pesar de tener cuidado en el uso de sus uñas.
Aparte de aquellos entrenamientos físicos que eran de vez en cuando, su principal entrenamiento durante aquellos meses transcurridos fueron en magia y en su transformación. Seguía yendo a las prácticas mágicas con Enredo, Shizel y el resto, prácticas donde el idrino no iba muy a menudo lo que de algún modo afectaba al humor de DL. Durante ese tiempo y sobre todo desde aquel día en la playa, DL había pasado por bastantes problemas de concentración y de humor cuando el idrino se encontraba presentes (o cuando no lo estaba) lo cual terminaba consiguiendo que acabara de los nervios, inquieto o con repentinos cambios de humor. Para alguien como él, siendo foner, no cabía en su cabeza el comprender o aceptar lo que le pasaba, algo que resultaba tan obvio para otro para él era un misterio, no porque no supiera lo que era sino que le era difícil asimilar el que pudiera ocurrirle a él, de ahí el que su subconsciente no le permitiera darse real cuenta de lo que pasaba.
En muchas ocasiones aquellos entrenamientos mágicos, donde intentaba concentrarse en hechizos que parecían ser mas de acuerdo al nivel mágico que poseía como cambiante, solo eran realizados por Enredo y él, el cual tenía que soportar sus cambios de humor repentino que ni el mismo entendía y que le resultaban bastante molestos a decir verdad. Por suerte para él, Enredo tenía bastante paciencia y de algún modo intento ayudarle con sus líos mentales, lo que fue afianzando la confianza entre ellos aun más, al punto de bromearle a menudo, decirle cosas subidas de tono o halagarlo para provocar que se sonrojara o en su defecto que respondiera a sus bromas, cosa que no era fácil de conseguir.
Por otra parte, en las ocasiones que Shizel si iba a los entrenamientos, DL se la pasaba junto a este, ya fuese entrenando con él o simplemente hablando, aunque le fuese dificultoso en ocasiones pues se sentía tanto cómodo como agobiado al estar cerca de este, como si dentro de él tiraran dos partes contrapuestas: Una que pedía que se mantuviese cerca de este y otra que le decía que se alejara para que dejara de sentir aquello. Aquello solía terminar con un DL agotado mentalmente, maldiciéndose por lo bajo o con un humor de perros contra el mismo, pues con el único que no pagaba sus cambios de humor repentinos era con Shizel, aunque fuese de algún modo el causante de sus desvaríos.
Debido a esto DL empezó a sentir que estaba volviendo loco o paranoico, las palabras, acciones o gestos que hacia Shizel le afectaba de algún modo y hacia que su cerebro traidor, que parecía solo buscar excusas para hacerle dar más vueltas al asunto sin razón, intentara buscarle una explicación al porque la afectaban de ese modo. Intentando que su mente dejara en paz el tema de Shizel, se concentro todo lo que pudo en la magia y en su transformación, estudiando y leyendo libros de anatomía hasta que le dolieron los ojos.
Entrenamiento físico, entrenamiento mágico y su transformación, era una rutina diaria donde intentaba que su mente se concentrase en algo concreto. Para esto recibió una gran ayuda de Karime, aunque no estaba presente para ello ya se lo había pedido en su momento y gracias a que la recordaba perfectamente, le era un buen modelo para sus prácticas. Gracias a esta una de sus entrenamientos fue por un buen camino, practicando en principio el exterior pues el interior seria más lento y trabajoso. No solo haciendo eso sino intentando mejorar sus propios cambios para que fueran menos costosos y mas espontaneo. Necesitaba el poder desenvolverse con más facilidad y rapidez y que pudiera sacar, cola o uñas (las alas aun estaba en proceso) sin necesidad de tardar una hora con cada una.
Habían pasado casi dos meses su rutina no cambio demasiado, entrenando o estudiando, tanto por su necesidad de aprender a protegerse y defenderse en aquella ciudad, como un modo de dejar su mente en otra cosa. Cuando no practicaba magia con el grupo del anfiteatro lo hacía por su cuenta en la Sede, ya fuese en la sala de entrenamiento en su habitación, todos los días sin excepciones, centrándose en los hechizos que en su momento como cosechado no pudo realizar resultándole fácil hacerlos luego de aprenderlos para luego ir a los de un nivel más alto, que no estaba al alcance de un cosechado, usando para eso libros sacados de la biblioteca, así es como estuvo entretenido día tras día. En cierta forma agradeció, aunque una parte de él no estuviese de acuerdo y lo buscase con ahincó en los entrenamientos de magia o cuando iba a Serpentaria, el no ver a Shizel durante algún tiempo porque ayudo a que pudiera concentrarse aunque siguiera de un humor raro la mayoría de veces. Al menos aquello le ayudo temporalmente hasta que un día volvió a ver Shizel el cual llevaba tiempo sin ir a los entrenamientos y lo que había estando evitando durante bastante tiempo volvió de nuevo de forma inevitable, no es que nunca se hubiese ido simplemente no se había centrado en ello, con la presencia del idrino ya todo volvía a lo de antes.
Para ese momento DL ya estaba más que cansado y harto de pelearle a su mente o a lo que sea que sintiera, así que dando por supuesto que eso iba a seguir así a saber por cuánto tiempo más lo mejor era dejarse llevar por la corriente porque pelearle solo había conseguido que acabara con migrañas, molesto con todos, con humo bipolar y estaba hasta las mismísimas narices, así que lo mejor para su salud mental era solo dejarse llevar hasta que aquello se le pasara. Por suerte para el, tenía una buen relación con Shiz y después de decidir relajarse, dejar de pensar en ello y solo dejarse llevar, la cosa mejoro mucho. Estaba normalmente cerca de Shizel y pasaba bastante tiempo en Serpentaria. Siempre le había caído bien el idrino y había sentido habitualmente curiosidad de su mundo tan diferente al suyo, por eso durante ese tiempo hizo preguntas sobre su sociedad, su educación e incluso le pidió, en esos momentos de tranquilidad, como era capaz de saber reconocer e interpretar los gestos de la gente, averiguando gracias a eso que en Idris no era muy común el tocarse sin más, al menos no en la sociedad de Shizel pues como averiguo eran bastante diferente la de él de la de Saren. Gracias a eso pudo acercarse más al idrino al que con el paso de los días comenzó a bromear más a menudo, gastándole bromas subidas de tono y, tras obtener el permiso de este, poder tocarlo.
Esto por lo general de forma juguetona ya fuese abrazándolo, besándolo o simplemente estando más atento y zalamero con él, no llegando a tener sexo con este, no porque no quisiera simplemente no se dio. Se sentía cada vez más cómodo al no pensar el porqué de aquello, era más saludable para su mente y salud, solo actuaba resultándole todo más natural y espontaneo. Esa calma lo ayudo también con su entrenamiento y concentración, esperando que aquello durase así como estaba y no volviera a las paranoias de antes.
Gracias a esa calma pudo meterse más en su entrenamiento consiguiendo grandes avances con su transformación, le era más rápido el conseguir cambiar su aspecto exterior llegando al punto de cambiarlo en su totalidad, usando para ello un espejo de cuerpo entero que se creó en su habitación tras la vuelta de la playa y que anclo en la pared. Había obtenido toda la información posible sobre anatomía, pero aun así algo faltaba, por ello cuando estaban próximos al día que la siguiente cosecha llegaría se mentalizo de que ya era el momento de ir a buscar a Mephis y de paso, tal vez al otro cambiante también. La única forma de que alguien como él aprendiera era bajo presión, con ejemplos claros no solo dibujados en un papel, y para eso nada era mejor que aprendiera con otro cambiante que había tenido que pasar por lo mismo que el. Aun quedaba ver si Mephis no lo partía en dos cuando lo viera, pero se arriesgaría.
Unos días antes de que la siguiente cosecha llegara y que DL sintiera cierta curiosidad sobre quien llegaría, le llego un mensaje de Serpentaria a través de un bichito. Se trataba de una invitación a cenar de Enredo para el día posterior a que esos cosechados llegasen a lo que DL acepto ir. El día finalmente llego y con ello no solo tenía que ir a la cena, sino que también ese mismo día en la mañana apareció Noel por la Sede invitándoles a una fiesta en la Taberna a la que acepto a ir antes de despedirse para dirigirse a Serpentaria.
Sigue en la Torre Serpentaria.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
30/09/13, 04:06 pm
Los meses tras el aburrido día de playa, Tap se dedicó en cuerpo y alma a entrenarse. Los gigantes cada vez le interesaban menos y, salvo a Pablo (y muy raramente al chico árbol), no dedicaba demasiada atención a ninguno más. Cuando las capacidades de su transformación se le iban revelando cotidianas, empezó a recuperar viejas costumbres, siendo la primera la de fabricar venenos. Ahora que él mismo podía poseer utensilios mayores que los que había utilizado toda su vida, el tiempo que invertía en la preparación se redujo ampliamente. Los líquidos los utilizaba para dibujar las nuevas runas con las que atacaba al vampiro, en especial un veneno casi transparente, cuyos trazos apenas se veían tras haberse secado.
Sus experimentos con estas no acababan ahí y la presión de las batallas campales que se fraguaban entre Pablo y él le habían obligado a estudiarse la runa explosiva. Una vez Tap supo realizarla, centró sus esfuerzos en aplicarla de manera más inteligente que simplemente dibujarla por ahí. Fue por esto que acabó improvisando unas bombas de su tamaño hechas con barro seco. No eran demasiado consistentes, pero a Tap le valían hasta que encontrara un material mejor. Llenaba su interior de diminutas piedrecillas bañadas en veneno anticoagulante, tallaba en su superficie el dibujo antes de que se secara del todo y las dejaba estar. Obviamente no probó esto con Pablo, sino los colaespinas, cuya existencia le resultaba más pesada que la de todos los gigantes juntos. Su incipiente odio a las ratas dejaba en pañales al de los gigantes. La existencia de todos los gigantes del mundo no le resultaba tan cargante como la de las ratas.
Otra nueva afición de Tap fue la de saquear casas abandonadas, acentuada tras darse cuenta de lo difícil que era robar en el mercado. Se dedicaba a rebuscar cosas que pudieran serle útiles entre la mugre y, poco a poco, fue llenando su habitación de objetos innecesarios "por si las moscas". Entre otras cosas, se había granjeado unas macetas viejas, donde cultivaba las plantas de las que sacaba sus venenos. Había convertido su habitación en un caos organizado de objetos menudos.
El día de la cosecha, Tap no dio muestras de estar interesado en nada de lo que pudiera pasar. A estas alturas del programa, tanto daba que vinieran todo gigantes que todo repobladores. Lo único que le generaba un mínimo de interés era la duda de si los nuevos letarguinos cuidarían su huerto. Y su serían igual de follacardos que los suyos. Así, se quedó en la habitación y se metió de lleno en sus asuntos.
Sus experimentos con estas no acababan ahí y la presión de las batallas campales que se fraguaban entre Pablo y él le habían obligado a estudiarse la runa explosiva. Una vez Tap supo realizarla, centró sus esfuerzos en aplicarla de manera más inteligente que simplemente dibujarla por ahí. Fue por esto que acabó improvisando unas bombas de su tamaño hechas con barro seco. No eran demasiado consistentes, pero a Tap le valían hasta que encontrara un material mejor. Llenaba su interior de diminutas piedrecillas bañadas en veneno anticoagulante, tallaba en su superficie el dibujo antes de que se secara del todo y las dejaba estar. Obviamente no probó esto con Pablo, sino los colaespinas, cuya existencia le resultaba más pesada que la de todos los gigantes juntos. Su incipiente odio a las ratas dejaba en pañales al de los gigantes. La existencia de todos los gigantes del mundo no le resultaba tan cargante como la de las ratas.
Otra nueva afición de Tap fue la de saquear casas abandonadas, acentuada tras darse cuenta de lo difícil que era robar en el mercado. Se dedicaba a rebuscar cosas que pudieran serle útiles entre la mugre y, poco a poco, fue llenando su habitación de objetos innecesarios "por si las moscas". Entre otras cosas, se había granjeado unas macetas viejas, donde cultivaba las plantas de las que sacaba sus venenos. Había convertido su habitación en un caos organizado de objetos menudos.
El día de la cosecha, Tap no dio muestras de estar interesado en nada de lo que pudiera pasar. A estas alturas del programa, tanto daba que vinieran todo gigantes que todo repobladores. Lo único que le generaba un mínimo de interés era la duda de si los nuevos letarguinos cuidarían su huerto. Y su serían igual de follacardos que los suyos. Así, se quedó en la habitación y se metió de lleno en sus asuntos.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
30/09/13, 04:09 pm
Una vez terminadas sus tareas de reconstrucción en el barrio de los callejones, Zmey tuvo mucho tiempo libre para dedicarlo a otras cosas. No endureció su entrenamiento pero pudo dedicarle más tiempo y tomárselo con un poco más de calma. Dormía más, comía mejor, y aunque no había cambiado su horario de vez en cuando coincidía en los entrenamientos que organizaban sus compañeros de Sede. La sensación que le daba el ambiente no había cambiado desde el día de la playa seguía presente, pero en distancias cortas y con pocas personas podía tener un trato agradable con sus compañeros. Podía hacerles algún favor puntual, mantener conversaciones en situaciones calmadas, tal vez alguna broma de vez en cuando. Indudablemente, su relación con los demás se había enfriado, pero trataba de evitar el trato hosco y desagradable, fingir estar bien para que no le hicieran preguntas incómodas, y poco a poco los demás aprendieron a respetar su espacio.
El tiempo libre lo empleó en leer libros de aventuras, y reescribir algunas de sus historias. Había perdido su libreta en algún sitio, pero muchas se las sabía de memoria... y eran realmente horrendas. Acabaron casi todas hechas cenizas al final. También empezó a plantearse, por inspiración de Karime, la posibilidad de entrar en el ejército. Había varios carteles llamando a filas en las salas comunes de la Sede, tan solo tenía que presentarse ante el Consejo y solicitar prueba para validar si había recibido instrucción en su mundo de origen, lo que hacía más rápido y fácil el ascenso de rango, o comenzar la instrucción directamente si tenía la edad suficiente. Zmey la tendría muy pronto. Cogió uno de los carteles.
Semanas antes de el comienzo de la nueva cosecha encontró un nuevo uso a su dominio: volar. No sabría decir cómo se le ocurrió, tal vez por algún comentario oído en alguna parte o por alguna de sus consultas en la biblioteca, el caso es que empezó a practicar con la fuerza de las llamaradas que podía invocar para usarlas como propulsión. Al principio se valía de un hechizo de levitación y luego las llamas para avanzar más deprisa, pero poco a poco fue avanzando hasta conseguir impulsarse desde suelo firme. Practicaba en la bahia, donde no había peligro de prender nada ni a nadie (que importase), volando por encima del mar. Era difícil de controlar, y tenía que alternarlo aún así con la levitación, pues si aminoraba la velocidad demasiado perdía altura, y yendo a toda velocidad casi no podía decidir el ritmo. Acabó muy mojado a bastante distancia de la orilla en muchas ocasiones, se comió muchos mástiles de barcos y dejó bonitas señales de cristal fundido en la arena, allí donde intentaba despegar. Tuvo que ponerse a estudiar para complementar los entrenamientos prácticos, pues ya algo avanzada la criba todavía tenía muy verde su nueva habilidad.
Zmey notaba cómo se volvía más disciplinado, como cada vez se separaba más y más de su yo sinhadre. Pero aún algo le escamaba. Soñó una noche con su antigua casa, y fue todo tan real que incluso podía oler la tinta de la tienda familiar y el papel nuevo. No había sido un sueño desagradable, pero Zmey se había despertado con el pecho encogido y temblando. Se le ocurrió una idea loca. Iría a despedirse definitivamente de Sinhdro, lo iría aver por última vez. Definitivamente. << Tengo que quitármelo de la cabeza, tengo que decirle adiós y cortar por lo sano...>> Durante un instante un rostro conocido pasó por su mente como un relámpago, y Zmey se estremeció. Se vistió a toda prisa y salió de la Sede en busca de su cosechador.
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
El tiempo libre lo empleó en leer libros de aventuras, y reescribir algunas de sus historias. Había perdido su libreta en algún sitio, pero muchas se las sabía de memoria... y eran realmente horrendas. Acabaron casi todas hechas cenizas al final. También empezó a plantearse, por inspiración de Karime, la posibilidad de entrar en el ejército. Había varios carteles llamando a filas en las salas comunes de la Sede, tan solo tenía que presentarse ante el Consejo y solicitar prueba para validar si había recibido instrucción en su mundo de origen, lo que hacía más rápido y fácil el ascenso de rango, o comenzar la instrucción directamente si tenía la edad suficiente. Zmey la tendría muy pronto. Cogió uno de los carteles.
Semanas antes de el comienzo de la nueva cosecha encontró un nuevo uso a su dominio: volar. No sabría decir cómo se le ocurrió, tal vez por algún comentario oído en alguna parte o por alguna de sus consultas en la biblioteca, el caso es que empezó a practicar con la fuerza de las llamaradas que podía invocar para usarlas como propulsión. Al principio se valía de un hechizo de levitación y luego las llamas para avanzar más deprisa, pero poco a poco fue avanzando hasta conseguir impulsarse desde suelo firme. Practicaba en la bahia, donde no había peligro de prender nada ni a nadie (que importase), volando por encima del mar. Era difícil de controlar, y tenía que alternarlo aún así con la levitación, pues si aminoraba la velocidad demasiado perdía altura, y yendo a toda velocidad casi no podía decidir el ritmo. Acabó muy mojado a bastante distancia de la orilla en muchas ocasiones, se comió muchos mástiles de barcos y dejó bonitas señales de cristal fundido en la arena, allí donde intentaba despegar. Tuvo que ponerse a estudiar para complementar los entrenamientos prácticos, pues ya algo avanzada la criba todavía tenía muy verde su nueva habilidad.
Zmey notaba cómo se volvía más disciplinado, como cada vez se separaba más y más de su yo sinhadre. Pero aún algo le escamaba. Soñó una noche con su antigua casa, y fue todo tan real que incluso podía oler la tinta de la tienda familiar y el papel nuevo. No había sido un sueño desagradable, pero Zmey se había despertado con el pecho encogido y temblando. Se le ocurrió una idea loca. Iría a despedirse definitivamente de Sinhdro, lo iría aver por última vez. Definitivamente. << Tengo que quitármelo de la cabeza, tengo que decirle adiós y cortar por lo sano...>> Durante un instante un rostro conocido pasó por su mente como un relámpago, y Zmey se estremeció. Se vistió a toda prisa y salió de la Sede en busca de su cosechador.
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
30/09/13, 05:35 pm
Salto:
Después de la cacería en los subterráneos pasó un tiempo en el que limité al mínimo el contacto con los demás. Por mucho autocontrol que pudiera aparentar en mi día a día, había quedado claramente probado que carecía completamente de él en situaciones de peligro. Incluso aflojé en la guerra rúnica que tenía con Tap, centrándome principalmente en defenderme en vez de devolverle los golpes, actitud que acabó por ayudarme a aprender magia defensiva en condiciones, algo que no había practicado apenas hasta entonces. Otra cosa a tener en cuenta fue que por fin dí con un nombre de mi agrado: Valek Kel, aunque no tardó en quedarse en "Valek" a secas, dejando el segundo nombre solo para presentaciones y formalidades.
Fue más o menos a la vez que salía de mi "depresión social" cuando recibí la invitación de Jack para trabajar en su bodega. No era un trabajo que me hiciera mucha ilusión, pero no tenía otro, así que lo acepté, al menos hasta que consiguiera uno propio.
Los entrenamientos con el vampiro siguieron, y se centraron principalmente en lucha armada, en la que mejoré mucho más de lo que esperaba, aunque seguía sin poder ni soñar con derrotar a nadie, ya que todos los demás me seguían superando. A nivel mágico no me enseñó mucho, pero con su ayuda pude aprender por fin el hechizo de protección diurna, que me permitiría ajustar mi horario al del resto de mis compañeros, por fin. El resto de hechizos los fui aprendiendo por mi cuenta.
Atol, Skarog ahora, también se apuntó a los entrenamientos. Para mi propia decepción, me di cuenta de que, transformado o no, el helión seguía superándome tanto físicamente como en magia. Solo lograba derrotarlo por las noches, y solo porque por su transformación le pasaba factura la falta de luz.
Tanto a distancia como con las runas, lo tuve que entrenar también por mi cuenta. La falta de efectividad del arco no se iba de mi cabeza, y al no encontrar ningún arma que pudiera servirme mejor tuve que pensar en una alternativa: fabricarla yo mismo.
Utilizando los conocimientos que tenía sobre runas, no tardé en crear un primer diseño de lo que estaba buscando. Necesité de la ayuda de Jack para hacerlo, ya que sabía de forja y tenía práctica en hechizos que moldeaban el metal.También se nos unió el libense, que parecía interesado en aprender sobre forja, y además necesitaba fabricar sus propias cosas. A cambio instruí sobre runas a los dos, ya que, para mi sorpresa, resultó que era el que sabía más del tema, incluso más que el vampiro.
Así fue como, tras meses trabajando en ello, logré fabricar dos guanteletes ballesta, bautizados con ese nombre por su función que, aunque más sofisticada, venía a ser esa.
*******************************
Fue el día posterior a la nueva cosecha cuando los tuve listos definitivamente. Ahora solo quedaba probarlos, y con ese objetivo bajaba a una armería, con uno puesto en cada brazo, hasta que escuché a Skarog saludar. "¿Visita? ¿Quién será?" Con curiosidad me acerqué a la entrada, para encontrarme con el draco, ahora conocía su transformación, que había conocido la noche de la luna.
Después de la cacería en los subterráneos pasó un tiempo en el que limité al mínimo el contacto con los demás. Por mucho autocontrol que pudiera aparentar en mi día a día, había quedado claramente probado que carecía completamente de él en situaciones de peligro. Incluso aflojé en la guerra rúnica que tenía con Tap, centrándome principalmente en defenderme en vez de devolverle los golpes, actitud que acabó por ayudarme a aprender magia defensiva en condiciones, algo que no había practicado apenas hasta entonces. Otra cosa a tener en cuenta fue que por fin dí con un nombre de mi agrado: Valek Kel, aunque no tardó en quedarse en "Valek" a secas, dejando el segundo nombre solo para presentaciones y formalidades.
Fue más o menos a la vez que salía de mi "depresión social" cuando recibí la invitación de Jack para trabajar en su bodega. No era un trabajo que me hiciera mucha ilusión, pero no tenía otro, así que lo acepté, al menos hasta que consiguiera uno propio.
Los entrenamientos con el vampiro siguieron, y se centraron principalmente en lucha armada, en la que mejoré mucho más de lo que esperaba, aunque seguía sin poder ni soñar con derrotar a nadie, ya que todos los demás me seguían superando. A nivel mágico no me enseñó mucho, pero con su ayuda pude aprender por fin el hechizo de protección diurna, que me permitiría ajustar mi horario al del resto de mis compañeros, por fin. El resto de hechizos los fui aprendiendo por mi cuenta.
Atol, Skarog ahora, también se apuntó a los entrenamientos. Para mi propia decepción, me di cuenta de que, transformado o no, el helión seguía superándome tanto físicamente como en magia. Solo lograba derrotarlo por las noches, y solo porque por su transformación le pasaba factura la falta de luz.
Tanto a distancia como con las runas, lo tuve que entrenar también por mi cuenta. La falta de efectividad del arco no se iba de mi cabeza, y al no encontrar ningún arma que pudiera servirme mejor tuve que pensar en una alternativa: fabricarla yo mismo.
Utilizando los conocimientos que tenía sobre runas, no tardé en crear un primer diseño de lo que estaba buscando. Necesité de la ayuda de Jack para hacerlo, ya que sabía de forja y tenía práctica en hechizos que moldeaban el metal.También se nos unió el libense, que parecía interesado en aprender sobre forja, y además necesitaba fabricar sus propias cosas. A cambio instruí sobre runas a los dos, ya que, para mi sorpresa, resultó que era el que sabía más del tema, incluso más que el vampiro.
Así fue como, tras meses trabajando en ello, logré fabricar dos guanteletes ballesta, bautizados con ese nombre por su función que, aunque más sofisticada, venía a ser esa.
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Fue el día posterior a la nueva cosecha cuando los tuve listos definitivamente. Ahora solo quedaba probarlos, y con ese objetivo bajaba a una armería, con uno puesto en cada brazo, hasta que escuché a Skarog saludar. "¿Visita? ¿Quién será?" Con curiosidad me acerqué a la entrada, para encontrarme con el draco, ahora conocía su transformación, que había conocido la noche de la luna.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
30/09/13, 05:40 pm
Después de aquel día de playa, las vacaciones de Saren terminaron y el idrino tuvo que reincorporarse al trabajo, volviendo a su rutina solitaria. Los horarios seguían siendo tan extraños como al principio, y el selkie apenas coincidió con el resto de sus compañeros en los cuatro meses siguientes, dedicándose a entrenar por su cuenta cuando el tiempo se le permitía. El norteño habría querido progresar junto a sus amigos, pero el contrato que había firmado era vinculante, y hasta que no concluyera su tarea estaría obligado a cumplir con el bibliotecario. Sin embargo no todo era malo, aquellas interminables horas que pasaba en la biblioteca le permitían descubrir libros interesantes sobre todo tipo de temas, y poco a poco se ganó la confianza de Biblios para poder estudiarlos con detenimiento y preguntarle sobre aquello que no entendía. El espíritu seguía siendo bastante peculiar, pero al menos no era tan cortante como cuando le conoció, y no parecía disgustado cuando le resolvía dudas y asistía al idrino en su aprendizaje. En general era un buen trabajo, y aunque no estaba remunerado monetariamente, lo que aprendía era mas que suficiente.
Por otro lado el norteño siguió con su rutina de ejercicio físico, manteniéndose en forma y mejorando sus capacidades. Tampoco descuidó su entrenamiento mágico, y lo que aprendía con el bibliotecario lo completaba por su propia cuenta en la Sede, practicando a altas horas de la noche lejos de miradas indiscretas, asombrándose todavía de la facilidad que su nueva condición le otorgaba para las artes arcanas. Si bien no se podía comparar con un demiurgo o un mago, su nivel estaba al de un brujo y eso era de agradecer. En aquel tiempo dio un pequeño estirón, y para la noche de Samhein se había alzado unos cuantos centímetros, aunque él mismo no se dio cuenta.
Lo que si consiguió en aquel verano fue volar, y aunque le había costado trabajo el esfuerzo había merecido la pena. La sensación que experimentaba cuando estaba en el aire era difícil de explicar, pero le hacía sentirse genial. Allí en lo alto no se sentía atrapado, no había nada que pudiera encerrarlo, y cualquier sensación de claustrofobia se evaporaba; en el cielo era libre. Siempre que podía dedicaba unas horas al vuelo y con el tiempo dominó la técnica a la perfección, pero el combate aéreo aun estaba fuera de sus posibilidades, aunque el idrino tenía intención de ponerse con ello en cuanto pudiera.
Tan concentrado estaba que apenas escuchó el sonido de la puerta al ser golpeada.
Por otro lado el norteño siguió con su rutina de ejercicio físico, manteniéndose en forma y mejorando sus capacidades. Tampoco descuidó su entrenamiento mágico, y lo que aprendía con el bibliotecario lo completaba por su propia cuenta en la Sede, practicando a altas horas de la noche lejos de miradas indiscretas, asombrándose todavía de la facilidad que su nueva condición le otorgaba para las artes arcanas. Si bien no se podía comparar con un demiurgo o un mago, su nivel estaba al de un brujo y eso era de agradecer. En aquel tiempo dio un pequeño estirón, y para la noche de Samhein se había alzado unos cuantos centímetros, aunque él mismo no se dio cuenta.
Lo que si consiguió en aquel verano fue volar, y aunque le había costado trabajo el esfuerzo había merecido la pena. La sensación que experimentaba cuando estaba en el aire era difícil de explicar, pero le hacía sentirse genial. Allí en lo alto no se sentía atrapado, no había nada que pudiera encerrarlo, y cualquier sensación de claustrofobia se evaporaba; en el cielo era libre. Siempre que podía dedicaba unas horas al vuelo y con el tiempo dominó la técnica a la perfección, pero el combate aéreo aun estaba fuera de sus posibilidades, aunque el idrino tenía intención de ponerse con ello en cuanto pudiera.
-------
La mañana posterior al día de la cosecha, Saren había bajado pronto desde su habitación. Había terminado su trabajo con Biblios hacía apenas dos días, y se había despedido del bibliotecario con la promesa de hacerle alguna visita de vez en cuando, a fin de cuentas dependía de aquellos libros para su aprendizaje. Aun no se había incorporado a los entrenamientos con los demás porqué había decidido tomarse unos días de descanso, aprovechando para esperar a que K regresara de su viaje "espiritual" para comprender su lado salvaje. No podía faltar mucho para que esto ocurriera, y el selkie intuía que sería ese mismo día, así que estaba remoloneando en el salón del edificio, tirado en un sofá con un plato de galletas a mano y un libro traducido al rocavarancoles de las "Aventuras de Simbad el Marino". El norteño se había aficionado a la lectura humana hacía poco tiempo, y aquel libro le interesaba porque mencionaba a los rocs, aunque cuanto mas avanzaba en su lectura, menos se identificaba con aquellos pajarracos devora-hombres.Tan concentrado estaba que apenas escuchó el sonido de la puerta al ser golpeada.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
30/09/13, 05:42 pm
Lo primero que notó al llegar a la sede fue que indudablemente habían instalado un sistema como el de Serpentaria. <<Ya tocaba>>, pensó el draco recordando como se las tenía que ingeniar Adara para colocar ella misma unas defensas de las que la torre de guerreros carecía. Llamó a la puerta y no tuvo que esperar mucho, porque Atol le abrió enseguida. Aunque por su cara estaba claro que no esperaba encontrarlo a él ahí.
—Buenas, heliobezno —le saludó volviendo a referirse a él de forma incomprensible para el libense, salvo que hubiese preguntado cuando se lo llamó en la biblioteca—. Lo que me trae por aquí es la muerte y la destrucción. Nah, es coña —dijo sonriendo con diversión—. Otro día, mejor —añadió de forma falsamente distraída—. Hoy vengo a traeros más bien lo contrario: una invitación. Estáis todos invitados a una fiesta en la taberna dentro de tres noches. En teoría Matt se lo dirá a los de Serpentaria, pero podéis decirselo vosotros. No me fio mucho de los sacos de arena, siempre pierden algún grano —bromeó mientras se atornillaba la sien y esbozaba una sonrisa sarcástica.
DL se había acercado mientras tanto, así que después de saludar al cambiante con una mirada divertida debido a que todavía le daba la risa si recordaba la última vez que se habían visto, este salió de la sede tras confirmar su asistencia a la fiesta. Poco después también se acercó a la entrada el vampiro novato, al que saludó con un gesto de la mano.
—Pero en realidad no vengo solo por eso —volvió a dirigirse al libense—. Busco a un periquito de más o menos este tamaño —abrió los brazos a lo alto y a lo ancho mientras sonreía jocosamente— ¿Está Saren por ahí?
—Buenas, heliobezno —le saludó volviendo a referirse a él de forma incomprensible para el libense, salvo que hubiese preguntado cuando se lo llamó en la biblioteca—. Lo que me trae por aquí es la muerte y la destrucción. Nah, es coña —dijo sonriendo con diversión—. Otro día, mejor —añadió de forma falsamente distraída—. Hoy vengo a traeros más bien lo contrario: una invitación. Estáis todos invitados a una fiesta en la taberna dentro de tres noches. En teoría Matt se lo dirá a los de Serpentaria, pero podéis decirselo vosotros. No me fio mucho de los sacos de arena, siempre pierden algún grano —bromeó mientras se atornillaba la sien y esbozaba una sonrisa sarcástica.
DL se había acercado mientras tanto, así que después de saludar al cambiante con una mirada divertida debido a que todavía le daba la risa si recordaba la última vez que se habían visto, este salió de la sede tras confirmar su asistencia a la fiesta. Poco después también se acercó a la entrada el vampiro novato, al que saludó con un gesto de la mano.
—Pero en realidad no vengo solo por eso —volvió a dirigirse al libense—. Busco a un periquito de más o menos este tamaño —abrió los brazos a lo alto y a lo ancho mientras sonreía jocosamente— ¿Está Saren por ahí?
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientaciónPersonajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
30/09/13, 11:15 pm
Cuando Karime vislumbró a lo lejos el minarete de madera rojiza echó a correr, emocionada y atraída por el edificio. A pesar de la fantástica experiencia de convivir con la manada, siempre había tenido un hueco en su mente para su manada bípeda y por fin se iba a reencontrar con ella después de cuatro largos meses.
Cuando la loba llegó a la puerta se paró en seco. Llevaba tanto tiempo sin transformarse que vaciló un poco al hacerlo y, por un momento, pensó que se habría olvidado de andar a dos patas, utilizar las manos e incluso de hablar. Cuando fue de nuevo libense rió por su ocurrencia y entró a su casa después de meses de ausencia.
Los que se encontraban en la entrada de la sede pudieron ver a la perfección como una desnuda Karime en todo su esplendor irrumpía en la estancia al grito de “¡CARIÑO, YA ESTOY EN CASA!”. La libense, al ver a Atol saltó emocionada a sus brazos abrazándolo.
- ¡Atol! ¡Cuánto tiempo! Estas más guapo que cuando te dejé. ¿Has estado entrenando? Así me gusta, que mis chicos se dediquen a curtir su cuerpo.
La licántropa, ignorando involuntariamente al draco, arrastró al helión al salón, donde pretendía hablarle y preguntarle sobre esos meses, aunque no llegó a comenzar el interrogatorio, pues vió a Saren recostado en un sofá.
- ¡BURBUJITA!- chilló lanzándose sobre él.- ¿Me has echado de menos, pequeño pajarillo?
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
01/10/13, 04:04 pm
<<Heliobezno... ¡Otra vez! Mira que no preocuparme de aclarar qué sería... ¡Cabrón!>> pensé, mientras soltaba una carcajada en respuesta a todas sus palabras.
-Está empollando en el salón-respondí, señalando hacia atrás con el pulgar.
Habría dicho algo más aparte de darle la contraseña, pero de pronto escuché un grito familiar y la enorme libense se me echó encima. La abracé con fuerza y le acaricié el pelo en un pronto.
-¡Karime! ¿Guapo yo? ¿Pero tú te has visto? ¡Oye...
Sin que pudiera decir mucho más, me arrastró literalmente al salón, pues había descubierto a Saren <<Curtir su cuerpo... Mira quién habla>> Cuando me soltó, miré a Noel y eché a reír sin poder evitarlo.
-Pe... Perdona, chaval. Ah, sí, lo de la fiesta... Voy, claro que iré.-me giré de nuevo a los otros dos y carraspeé, para, algo exagerado, seguir.-Señora, caballero, aunque me gustaría seguir festejando el retorno de la Señora de la Sede, tenemos visita con promesa de fiesta gratis. Justo cuando vuelves... ¡Genial! ¡Mujer, tienes que contarnos cómo te ha ido!-exclamé, ¿algo eufórico? Bah.
-Está empollando en el salón-respondí, señalando hacia atrás con el pulgar.
Habría dicho algo más aparte de darle la contraseña, pero de pronto escuché un grito familiar y la enorme libense se me echó encima. La abracé con fuerza y le acaricié el pelo en un pronto.
-¡Karime! ¿Guapo yo? ¿Pero tú te has visto? ¡Oye...
Sin que pudiera decir mucho más, me arrastró literalmente al salón, pues había descubierto a Saren <<Curtir su cuerpo... Mira quién habla>> Cuando me soltó, miré a Noel y eché a reír sin poder evitarlo.
-Pe... Perdona, chaval. Ah, sí, lo de la fiesta... Voy, claro que iré.-me giré de nuevo a los otros dos y carraspeé, para, algo exagerado, seguir.-Señora, caballero, aunque me gustaría seguir festejando el retorno de la Señora de la Sede, tenemos visita con promesa de fiesta gratis. Justo cuando vuelves... ¡Genial! ¡Mujer, tienes que contarnos cómo te ha ido!-exclamé, ¿algo eufórico? Bah.
No Hope. No Dreams. No Love.
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