Torreón Letargo (Archivo IV)
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- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Torreón Letargo (Archivo IV)
08/08/13, 11:29 am
Recuerdo del primer mensaje :
-Uffff, menos mal que llegamos, este tío no se vuelve ligero por momentos,- digo llegando al fin frente al torreón,- que alguien busque la puerta entre toda esa maraña de plantas.- dejo el cuerpo de Ozzchreanos en el suelo y segundos después encuentran la puerta.- Yo entraré sola, no quiero peros,- digo mientras compruebo la expresión que empezaba a formarse en sus caras,- Si he de pelear puedo protegerme a mi misma, si venís vosotros ahora mismo solo me estorbaríais. No os preocupéis, estaré bien, en cuanto vea si es seguro os pego un grito.- Voy a entrar pero antes prefiero repetirles una cosa,- No me sigáis,- digo en tono de orden.
Sin esperar mas me adentro en el torreón en completo silencio. Lo primero que me llama la atención es la ingente cantidad de polvo, <<Joder, ni en los barracones estaba tan sucio, y mira que nos encargábamos de ensuciar ¿eh?>>. Lo segundo que me llama la atención es algo escrito en la pared, "estamos rodeados". <<Sí, si que vamos a estar rodeados, de porquería hasta que no limpiemos>>. Me acerco con cuidado a ese mensaje y lo borro, no quiero inquietar a los demás, y desde luego no el primer día.
Abro una puerta que casualmente da a una especie de patio, que seria bastante bonito de no ser por la estatua que esta en el centro. <<En esta ciudad tienen un sentido del gusto encantador>>. Más allá hay mas puertas que al abrir veo que llevan a las letrinas. <<Bueno, al menos tenemos algún lugar donde hacer nuestras necesidades, pensé que tendríamos que hacerlo en el foso>>. Casi al irme veo lo que parecen ser unas tumbas, me acerco y compruebo que realmente son eso. <<Gente que murio aqui, yo no pienso cavar tumbas>>.
Vuelvo al torreón y aseguro el primer piso mirando en lo que parece ser una cocina. Subo al primer piso lentamente por las escaleras, tratando de no hacer ruidos, veo varias puertas y las escaleras que dan al segundo, miro en cada puerta y todos parecen despachos o cosas parecidas, me sorprende lo revuelto que esta todo allí. La ultima puerta que abro me pone de buen humor, hay una bañera.
Sigo subiendo y veo dos puertas, al abrir ambas veo dos habitaciones comunales con unas cuantas camas en un estado mediocre. <<Mira, cada vez se parece mas a los barracones, de lo malo un sitio en que dormir>>.
Subo al último piso ya sin tanto cuidado, si no ha habido peligro hasta ahora dudo que vaya a haberlo ahora. El último piso resulta ser una sala de entrenamiento, algo que me vendrá bien a mi y a los que quieran entrenar conmigo <<Bueno, y a los que no quieran también, por que de este torreón no salen si no es conmigo o entrenados>>.
Bajo ya sin cuidado y abro la puerta.
-Ala podéis pasar, no hay nada peligroso, a excepción de las arañas que hay un huevo y más.- les digo tratando de comprobar cuan valientes son,- Bienvenidos a vuestro nuevo y sucio hogar, iros acostumbrando por que hasta que no limpiemos seguirá así, hay habitaciones, una cocina, un patio, baños, una bañera, una sala de entrenamiento y.....-dejo pausa para darle emoción- arañas, así que aprended a convivir con ellas,- y me alejo riéndome en busca de un cubo para empezar a limpiar. Pero cuando doy dos pasos me acuerdo de Ozzchreanos y salgo a por el, lo levanto y lo dejo tumbado en un sofá.
P.D.: No ha examinado los sótanos por que no se ha fijado en las escaleras, asi que el que se fije que avise o algo ^^
-Uffff, menos mal que llegamos, este tío no se vuelve ligero por momentos,- digo llegando al fin frente al torreón,- que alguien busque la puerta entre toda esa maraña de plantas.- dejo el cuerpo de Ozzchreanos en el suelo y segundos después encuentran la puerta.- Yo entraré sola, no quiero peros,- digo mientras compruebo la expresión que empezaba a formarse en sus caras,- Si he de pelear puedo protegerme a mi misma, si venís vosotros ahora mismo solo me estorbaríais. No os preocupéis, estaré bien, en cuanto vea si es seguro os pego un grito.- Voy a entrar pero antes prefiero repetirles una cosa,- No me sigáis,- digo en tono de orden.
Sin esperar mas me adentro en el torreón en completo silencio. Lo primero que me llama la atención es la ingente cantidad de polvo, <<Joder, ni en los barracones estaba tan sucio, y mira que nos encargábamos de ensuciar ¿eh?>>. Lo segundo que me llama la atención es algo escrito en la pared, "estamos rodeados". <<Sí, si que vamos a estar rodeados, de porquería hasta que no limpiemos>>. Me acerco con cuidado a ese mensaje y lo borro, no quiero inquietar a los demás, y desde luego no el primer día.
Abro una puerta que casualmente da a una especie de patio, que seria bastante bonito de no ser por la estatua que esta en el centro. <<En esta ciudad tienen un sentido del gusto encantador>>. Más allá hay mas puertas que al abrir veo que llevan a las letrinas. <<Bueno, al menos tenemos algún lugar donde hacer nuestras necesidades, pensé que tendríamos que hacerlo en el foso>>. Casi al irme veo lo que parecen ser unas tumbas, me acerco y compruebo que realmente son eso. <<Gente que murio aqui, yo no pienso cavar tumbas>>.
Vuelvo al torreón y aseguro el primer piso mirando en lo que parece ser una cocina. Subo al primer piso lentamente por las escaleras, tratando de no hacer ruidos, veo varias puertas y las escaleras que dan al segundo, miro en cada puerta y todos parecen despachos o cosas parecidas, me sorprende lo revuelto que esta todo allí. La ultima puerta que abro me pone de buen humor, hay una bañera.
Sigo subiendo y veo dos puertas, al abrir ambas veo dos habitaciones comunales con unas cuantas camas en un estado mediocre. <<Mira, cada vez se parece mas a los barracones, de lo malo un sitio en que dormir>>.
Subo al último piso ya sin tanto cuidado, si no ha habido peligro hasta ahora dudo que vaya a haberlo ahora. El último piso resulta ser una sala de entrenamiento, algo que me vendrá bien a mi y a los que quieran entrenar conmigo <<Bueno, y a los que no quieran también, por que de este torreón no salen si no es conmigo o entrenados>>.
Bajo ya sin cuidado y abro la puerta.
-Ala podéis pasar, no hay nada peligroso, a excepción de las arañas que hay un huevo y más.- les digo tratando de comprobar cuan valientes son,- Bienvenidos a vuestro nuevo y sucio hogar, iros acostumbrando por que hasta que no limpiemos seguirá así, hay habitaciones, una cocina, un patio, baños, una bañera, una sala de entrenamiento y.....-dejo pausa para darle emoción- arañas, así que aprended a convivir con ellas,- y me alejo riéndome en busca de un cubo para empezar a limpiar. Pero cuando doy dos pasos me acuerdo de Ozzchreanos y salgo a por el, lo levanto y lo dejo tumbado en un sofá.
P.D.: No ha examinado los sótanos por que no se ha fijado en las escaleras, asi que el que se fije que avise o algo ^^
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
22/10/13, 11:40 pm
Bajo la cabeza al escuchar las palabras de Korasihanna, tal vez si había sido un error no decirle nada a ella.
Estaba en esa situación con intenciones de salir de detrás de Surasara cuando Alice se acerco y tras sorprenderse por el descubrimiento le dijo unas palabras a Korasihanna sacándolo de aquel enredo. Mirando a la daeliciana por encima del hombro, acabo sentado en el sofá con una taza de té que le sirvió Surasara apoco después. Estaba aun un poco nervioso por la situación, pero aliviado que la reacción de sus compañeras no fuese tan mala como la de la daeliciana que salio tras decirle de nuevo que durmiera donde quisiera. No comprendía aun con exactitud la reacción de Korasihanna, pero incluso así le daba un poco la razón, había mentido, eso era innegable. No levanto la vista solo viendo por los mechones de cabello aguamarina Surasara curando a Alice y a Marsi sentada a un lado.
Comparado con los demás, el estaba en mejor estado, el efecto de la parálisis de la cara estaba pasando y solo tenia raspones en rodillas y manos. Por ello tras tomarse lentamente el té con miel de Surasara se levanto, quería ayudar aunque no supiera como, pero mantenerse quieto en esos momentos solo lo pondría mas nervioso. Sabía que era un poco inútil cuando era el mismo, pero a lo mejor había algo que pudiera hacer pero no tenia claro el que. "¿No había hechizos curativos en el libro?" se pregunto recordando eso y cogiendo el libro que siempre tenia metido bajo el sofá y buscando los hechizos rápidamente, los había estado leyendo, al igual que el térmico y de levitación, pero les había dado menos esfuerzo que a los otro dos y ahora se arrepentía.
No se dio cuenta en el momento que contra todo pronostico comenzó a murmurar para el mismo las palabras del hechizo, igual que si estuviera diciendo un trabalenguas, cosa no muy alejada pues la cara poco a poco empezaba a perder los efectos del veneno de sapo hasta que ya volvió a la normalidad, volviendo a comenzar cada vez que se confundía hasta que la pronunciación quedara correcta antes de continuar, realizando los gestos que en el libro aparecía al tiempo que pronunciaba las palabras una y otra vez, ahora si correctamente. Le había dado tantas vueltas a ese libro que su lengua se estaba acostumbrando un poco a la pronunciación, repitió los gestos, una, dos, tres, cuatro veces, inmerso en su mundo concentrándose en las heridas de sus manos, no sabiendo muy bien como darle poder a sus palabras. Fue repentino, a la quinta o sexta vez que repetía los gestos y palabras con toda la fuerza y concentración que pudo reunir, sintió un cosquilleo por todo el cuerpo, como si algo estuviese siendo extraído desde lo mas profundo de su cuerpo y las raspaduras de sus manos fueron curándose al punto de quedar totalmente intactas.
Los ojos de Dhelian se abrieron de par en par incrédulo . No estaba teniendo visiones las heridas de sus manos había desaparecido, poco a poco una sonrisa fue formándose en su rostro iluminándose por completo y por una vez en su vida, miro directamente a sus acompañantes, sin bajar la mirada y sin que su voz no saliera como le ocurría siempre.
-¡Me cure...con magia! - exclamo sintiendo una oleada inmensa de felicidad. Podia hacer magia, no era un completo inútil incapaz de valerse por si mismo, podía hacer aquellos prodigios del libro.
Estaba en esa situación con intenciones de salir de detrás de Surasara cuando Alice se acerco y tras sorprenderse por el descubrimiento le dijo unas palabras a Korasihanna sacándolo de aquel enredo. Mirando a la daeliciana por encima del hombro, acabo sentado en el sofá con una taza de té que le sirvió Surasara apoco después. Estaba aun un poco nervioso por la situación, pero aliviado que la reacción de sus compañeras no fuese tan mala como la de la daeliciana que salio tras decirle de nuevo que durmiera donde quisiera. No comprendía aun con exactitud la reacción de Korasihanna, pero incluso así le daba un poco la razón, había mentido, eso era innegable. No levanto la vista solo viendo por los mechones de cabello aguamarina Surasara curando a Alice y a Marsi sentada a un lado.
Comparado con los demás, el estaba en mejor estado, el efecto de la parálisis de la cara estaba pasando y solo tenia raspones en rodillas y manos. Por ello tras tomarse lentamente el té con miel de Surasara se levanto, quería ayudar aunque no supiera como, pero mantenerse quieto en esos momentos solo lo pondría mas nervioso. Sabía que era un poco inútil cuando era el mismo, pero a lo mejor había algo que pudiera hacer pero no tenia claro el que. "¿No había hechizos curativos en el libro?" se pregunto recordando eso y cogiendo el libro que siempre tenia metido bajo el sofá y buscando los hechizos rápidamente, los había estado leyendo, al igual que el térmico y de levitación, pero les había dado menos esfuerzo que a los otro dos y ahora se arrepentía.
No se dio cuenta en el momento que contra todo pronostico comenzó a murmurar para el mismo las palabras del hechizo, igual que si estuviera diciendo un trabalenguas, cosa no muy alejada pues la cara poco a poco empezaba a perder los efectos del veneno de sapo hasta que ya volvió a la normalidad, volviendo a comenzar cada vez que se confundía hasta que la pronunciación quedara correcta antes de continuar, realizando los gestos que en el libro aparecía al tiempo que pronunciaba las palabras una y otra vez, ahora si correctamente. Le había dado tantas vueltas a ese libro que su lengua se estaba acostumbrando un poco a la pronunciación, repitió los gestos, una, dos, tres, cuatro veces, inmerso en su mundo concentrándose en las heridas de sus manos, no sabiendo muy bien como darle poder a sus palabras. Fue repentino, a la quinta o sexta vez que repetía los gestos y palabras con toda la fuerza y concentración que pudo reunir, sintió un cosquilleo por todo el cuerpo, como si algo estuviese siendo extraído desde lo mas profundo de su cuerpo y las raspaduras de sus manos fueron curándose al punto de quedar totalmente intactas.
Los ojos de Dhelian se abrieron de par en par incrédulo . No estaba teniendo visiones las heridas de sus manos había desaparecido, poco a poco una sonrisa fue formándose en su rostro iluminándose por completo y por una vez en su vida, miro directamente a sus acompañantes, sin bajar la mirada y sin que su voz no saliera como le ocurría siempre.
-¡Me cure...con magia! - exclamo sintiendo una oleada inmensa de felicidad. Podia hacer magia, no era un completo inútil incapaz de valerse por si mismo, podía hacer aquellos prodigios del libro.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
23/10/13, 12:02 am
Sura acabó alejándose de Kora, a la que ignoré deliberadamente, y cuando llegó a mi altura, dejé la ballesta en el suelo. Respondí con asentimientos o "ajam" a todo lo que me fue diciendo mientras me inspeccionaba la herida, con el único motivo de que cualquier quejido se diese de bruces contra la pared de dientes. <<Ya sé que va a doler... No soy Snake ni Rambo>> Pero por mucho que tuviera esa certeza, por mucho que supiera y escuchara que luego se pasaría, no me lo esperaba. Antes de que Sura me dijera de contar, había decidido morder un cojín, aferrándome a la idea de que duraría sólo unos segundos <<Dos segundos a cambio de un brazo vivo, va, venga...>> Y entonces llegó el clack, sin haber llegado siquiera a terminar de pronunciar el "uno".
Por supuesto, ni los dientes ni los labios se resistieron al grito, ni el cojín. Pero no salió sólo sino que acompañado de una retahíla de insultos dirigidos a la ulterana, de toda índole, suaves o de los fuertes, intercalando comentarios por no haber llegado al "dos" ni al "tres". Seguía murmurando lo mismo mientras la chica me vendaba, y cuando acabó, aún agitada, le golpeé amistosamente el hombro con el brazo derecho. Seguía doliendo pero ni de lejos tanto como antes.
-Anda, funciona... Perdón y gracias, oye...-le dije, cerrando los ojos y reposando la cabeza hacia atrás.
Creo que pasaron sólo unos minutos hasta que escuché "magia". Por pura curiosidad, entreabrí los ojos y busqué el origen: Lhelian con el libro y los cristales. Ileso.
-Espera, ¿qué? ¿Te has curado con magia? ¿Funciona? Tra...-le dije, rápidamente, pero me corté al alargar el brazo malo igual de rápido, lo que reavivó las molestias.-Trae. ¿Este, no? A ver...
Al principio costó volver a articular con el hombro y el brazo malos, pero fui recuperando movilidad y pronto tuve los gestos casi impecables. Además, quizá fue por eso, quizá el veneno fue remitiendo, pero los dedos ya eran totalmente funcionales. Y, en cuanto conseguí el ritmo y las palabras adecuadas, mirando y concentrándome en la herida del brazo, esta se cerró, cicatrizó limpiamente, dejando tras de sí un mero cosquilleo. Bueno, y una cara de estupefacción que no se borraría en siglos.
-¡TOMA YA! ¡Temed, enemigos de la heredera!-exclamé, eufórica, pero con doble idea <<Se van a acabar aquí las amenazas y gilipolleces>>-Otra vez, otra vez.
Ilusa. No surtió efecto alguno. <<Con razón los magos en rol siempre son delgaduchos y con físico cero... A mí casi me matan hoy, con razón no puedo hacer más magia...>>
-Tsk. En cuanto descanse, ya saldrá, ya...-y dicho eso, volví a cerrar los ojos.
Por supuesto, ni los dientes ni los labios se resistieron al grito, ni el cojín. Pero no salió sólo sino que acompañado de una retahíla de insultos dirigidos a la ulterana, de toda índole, suaves o de los fuertes, intercalando comentarios por no haber llegado al "dos" ni al "tres". Seguía murmurando lo mismo mientras la chica me vendaba, y cuando acabó, aún agitada, le golpeé amistosamente el hombro con el brazo derecho. Seguía doliendo pero ni de lejos tanto como antes.
-Anda, funciona... Perdón y gracias, oye...-le dije, cerrando los ojos y reposando la cabeza hacia atrás.
Creo que pasaron sólo unos minutos hasta que escuché "magia". Por pura curiosidad, entreabrí los ojos y busqué el origen: Lhelian con el libro y los cristales. Ileso.
-Espera, ¿qué? ¿Te has curado con magia? ¿Funciona? Tra...-le dije, rápidamente, pero me corté al alargar el brazo malo igual de rápido, lo que reavivó las molestias.-Trae. ¿Este, no? A ver...
Al principio costó volver a articular con el hombro y el brazo malos, pero fui recuperando movilidad y pronto tuve los gestos casi impecables. Además, quizá fue por eso, quizá el veneno fue remitiendo, pero los dedos ya eran totalmente funcionales. Y, en cuanto conseguí el ritmo y las palabras adecuadas, mirando y concentrándome en la herida del brazo, esta se cerró, cicatrizó limpiamente, dejando tras de sí un mero cosquilleo. Bueno, y una cara de estupefacción que no se borraría en siglos.
-¡TOMA YA! ¡Temed, enemigos de la heredera!-exclamé, eufórica, pero con doble idea <<Se van a acabar aquí las amenazas y gilipolleces>>-Otra vez, otra vez.
Ilusa. No surtió efecto alguno. <<Con razón los magos en rol siempre son delgaduchos y con físico cero... A mí casi me matan hoy, con razón no puedo hacer más magia...>>
-Tsk. En cuanto descanse, ya saldrá, ya...-y dicho eso, volví a cerrar los ojos.
- Matt
Ficha de cosechado
Nombre: Matthew Lowell/Korasihanna Sebrhon
Especie: Humano/ Daeliciana
Habilidades: Agilidad, velocidad mental y nociones de supervivencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
23/10/13, 10:01 pm
No se muy bien cuanto tiempo ha pasado desde que comencé a apedrear la estatua del patio pero la falta de luz que comienza a reinar en la zona me hace forzar demasiado la vista por lo que respirando hondo y tragando saliva decido entrar en la sala.
Entro en la sala en silencio y al acostumbrarse mi vista a la luz de la habitación me percato de que la silla sigue tirada en el suelo por lo que la levanto y la arrastro hasta la mesa. Esperando a que mi entrada haya sido captada por los chicos que se encuentran en la zona carraspeo mirando a todos los presentes evitando mirar al, ahora, Dhelian.
-Tengo hambre.- Sentencio tras separarme de la silla y encaminarme a la cocina. -¿Alguien quisiera tener la bondad de echarme una mano al preparar la cena? O bueno, si fuese de vuestro agrado, podría intentar apañar algo de las cestas como yo lo vaya viendo. Prometo no echar miel en lo que haga. Solo lo pondré en mi plato no os preocupes por intoxicaros.- Continuo hablando hasta desaparecer por el hueco de la cocina.
Ya entre los fogones saco las cestas y comienzo a sacar los alimentos mas coloridos que encuentro poniéndolos a un lado. Con los ingredientes seleccionados comienzo a pensar en como podría mezclar las frutas con la barra esta supuestamente hipercalórica. No se que significa eso pero por lo que hablaban los del otro torreón malo no debe de ser.
Entro en la sala en silencio y al acostumbrarse mi vista a la luz de la habitación me percato de que la silla sigue tirada en el suelo por lo que la levanto y la arrastro hasta la mesa. Esperando a que mi entrada haya sido captada por los chicos que se encuentran en la zona carraspeo mirando a todos los presentes evitando mirar al, ahora, Dhelian.
-Tengo hambre.- Sentencio tras separarme de la silla y encaminarme a la cocina. -¿Alguien quisiera tener la bondad de echarme una mano al preparar la cena? O bueno, si fuese de vuestro agrado, podría intentar apañar algo de las cestas como yo lo vaya viendo. Prometo no echar miel en lo que haga. Solo lo pondré en mi plato no os preocupes por intoxicaros.- Continuo hablando hasta desaparecer por el hueco de la cocina.
Ya entre los fogones saco las cestas y comienzo a sacar los alimentos mas coloridos que encuentro poniéndolos a un lado. Con los ingredientes seleccionados comienzo a pensar en como podría mezclar las frutas con la barra esta supuestamente hipercalórica. No se que significa eso pero por lo que hablaban los del otro torreón malo no debe de ser.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
23/10/13, 10:35 pm
Ver que no era el único que podía realizar aquella magia, fue sorpresivo pero se alegro mucho de que fuese Alice la que tuviese ese don al igual que el. Le sonrió tímidamente sin sostenerle mucho mas la mirada volviendo tomar el libro cuando la joven humana se curo y decidió descansar un poco, bebiendo prácticamente cada palabra y gesto del hechizo de curación. Aunque se desconcentro un poco cuando Korasihanna entro de vuelta al torreón con un humor mas apaciguado y se dispuso a hacer la cena, algo antinatural por completo "Por suerte no me puede envenenar con la miel, sino estoy seguro que lo intentaría" pensó desviando la vista incomodo, fijándose en Marsi que se encontraba tratándose con un paño frío.
Dudoso y algo temeroso, pues la gente cuando estaba herida podía reaccionar de diversas formas, se acerco ala chica que estaba sentada en un sillón, ablando muy bajito para llamar su atención pues tenia los ojos cerrados.
-Puedo...intentar curarte- dijo en un tono tan suave que resultaba casi inaudible, pidiendo permiso con esas palabras, no muy seguro de si la varmana aceptaría su ayuda. De por si decir aquello le era costoso, pero tenia magia, quería darle uso no tenerla ahí estacada sin usarla. Si podía ser útil aunque fuese un poco, quería serlo, lo necesitaba tanto por el mismo como por los demás. No quería ser una carga para todos.
Dudoso y algo temeroso, pues la gente cuando estaba herida podía reaccionar de diversas formas, se acerco ala chica que estaba sentada en un sillón, ablando muy bajito para llamar su atención pues tenia los ojos cerrados.
-Puedo...intentar curarte- dijo en un tono tan suave que resultaba casi inaudible, pidiendo permiso con esas palabras, no muy seguro de si la varmana aceptaría su ayuda. De por si decir aquello le era costoso, pero tenia magia, quería darle uso no tenerla ahí estacada sin usarla. Si podía ser útil aunque fuese un poco, quería serlo, lo necesitaba tanto por el mismo como por los demás. No quería ser una carga para todos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
24/10/13, 03:48 pm
-Me alegro de que estés tan bien como para acordarte de mis antepasados,- le digo riendo a Alice tomándome a broma sus insultos.- Venga, ahora descansa.
Necesito ocuparme de mis propias heridas, me quito la camiseta y examino el costado. Aparte del enorme cardenal que me esta saliendo y una ligera molestia no noto las costillas quebradas cosa que me alivia. La muñeca esta esguinzada y la inmovilizo para que no me de problemas, a lo sumo en una semana se me habrá pasado. Saco el espejo y miro la herida que tengo en la frente, es un corte limpio que ya no sangra, aun así tengo que limpiarlo. Con un trapo limpio y agua voy limpiando la sangre seca que tengo en la cara. Quedaría una bonita cicatriz.
-Otra más para la colección, aunque me jode que sea en la cara.- me levanto y bajo a buscar al ochrorio que ya era hora de que el chico hiciese sus necesidades. Me acerco a la puerta y la abro.- Hola Ozz, ¿que tal te encuentras? ¿tienes que ir al baño?
Necesito ocuparme de mis propias heridas, me quito la camiseta y examino el costado. Aparte del enorme cardenal que me esta saliendo y una ligera molestia no noto las costillas quebradas cosa que me alivia. La muñeca esta esguinzada y la inmovilizo para que no me de problemas, a lo sumo en una semana se me habrá pasado. Saco el espejo y miro la herida que tengo en la frente, es un corte limpio que ya no sangra, aun así tengo que limpiarlo. Con un trapo limpio y agua voy limpiando la sangre seca que tengo en la cara. Quedaría una bonita cicatriz.
-Otra más para la colección, aunque me jode que sea en la cara.- me levanto y bajo a buscar al ochrorio que ya era hora de que el chico hiciese sus necesidades. Me acerco a la puerta y la abro.- Hola Ozz, ¿que tal te encuentras? ¿tienes que ir al baño?
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Personajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
24/10/13, 04:53 pm
Nada especial sucedió en los pocos días transcurridos desde el último incidente remarcable. Aunque ya había aceptado su nueva rutina, el novicio de la Iglesia Espiritual pareció apreciar el gesto de Marsi —tal vez lo llegó a hacer—, e hizo uso diario de los espejos que había improvisado. Por lo demás, todo siguió el mismo ritmo mecánico que ya vivió el recluso durante los días anteriores.
*********
Surásara llegó un poco antes de lo acostumbrado a la celda, así que encontró a Ozzchreanos sumido en su ronda diaria de ejercicios comunales, aunque llevados a cabo en solitario. Extrañamente, consideró la interrupción y prestó atención a la ulterana cuando esta abrió la puerta, aunque sin dejar su actividad. Le pareció ligeramente extraño, pero sabía que las palabras no iban para él. Aun así, su mirada hacia la alienígena había captado su reciente herida. Sintió una leve curiosidad y preguntó:
—Surásara. ¿Cómo te has herido? —Eran las palabras precisas y necesarias pronunciadas con el tono adecuado: indiferente pero curioso.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
24/10/13, 05:05 pm
-Hummm, ¿esto?,- le pregunto,- Nada importante, se me pasará en unos días. Pero por si quieres saberlo..... Salimos de exploración a una casa que cambia el sexo mientras estás dentro, y al salir nos atacaron unas ranas con veneno, justo después un caballo de arena y luego algo volador que no supe identificar.- explico.- Todos estamos bien, algo magullados y demás, pero bien al fin y al cabo.- Observo lo que hace el ochrorio y le pregunto.- ¿Puedo acompañarte en esto hasta que acabes?,- sé que el chico no alterará su rutina hasta que no acabe, así al menos tengo algo que hacer mientras le espero.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
24/10/13, 10:46 pm
Ozzchreanos no mostró alarma, ni preocupación, ni siquiera sorpresa ante los hechos descritos por Surásara, aunque por supuesto los escuchó con la atención que era capaz. Solo asintió a la petición de la joven con el monosílabo de afirmación más frecuente en la comunicación.
No eran unos ejercicios muy duros, pues se trataba sencillamente de una rutina con la finalidad de mantener activo el cuerpo de los novicios, no buscaban ninguna clase de mejoría física. El robusto ochrorio siempre los había aguantado sin problemas y este no iba a ser un caso distinto. Al terminar, dijo sin mirar a Surásara.
—Voy a bañarme —le dijo con voz monocorde.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
24/10/13, 11:16 pm
-Espera, tengo que ir contigo,- digo poniéndome a su altura,- después me bañare yo, a no ser.... que te importe si me baño contigo,- digo bromeando claramente pero como solo me río acabo desistiendo.
Espero fuera mientras el ochrorio se baña y después lo acompaño a su celda.
-Luego te bajo algo de comer.
Me baño yo quedándome un ratito disfrutando del agua fría y lavándome bien el pelo de la suciedad, y cuando acabo bajo para cenar, pero antes le bajo una bandeja al ochrorio.
-Que aproveche.- Subo y me siento a la mesa probando la comida.- Queso y carne, no está mal para cenar- no me había fijado mucho en quien cocinaba mientras estaba con el ochrorio.
Espero fuera mientras el ochrorio se baña y después lo acompaño a su celda.
-Luego te bajo algo de comer.
Me baño yo quedándome un ratito disfrutando del agua fría y lavándome bien el pelo de la suciedad, y cuando acabo bajo para cenar, pero antes le bajo una bandeja al ochrorio.
-Que aproveche.- Subo y me siento a la mesa probando la comida.- Queso y carne, no está mal para cenar- no me había fijado mucho en quien cocinaba mientras estaba con el ochrorio.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Matt
Ficha de cosechado
Nombre: Matthew Lowell/Korasihanna Sebrhon
Especie: Humano/ Daeliciana
Habilidades: Agilidad, velocidad mental y nociones de supervivencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
25/10/13, 12:40 am
Cuando termino de elegir los ingredientes mas apetitosos de las cestas doy un profundo suspiro al ver que solo hay fruta y las barras hipercalóricas. "Bueno, me apetece cenar frío hoy, si, es lo mejor para dormir bien." Pienso mientras froto una especie de ciruela verde en la pechera de mi blusa.
Salgo de manera seria hasta el patio ignorando a los chicos del salón. Mas por la presencia de Dhelian que por cualquier otra razón. Recojo un cubo de agua y cargando con él vuelvo a la cocina en silencio. Vierto parte del liquido incoloro en un barreño de madera tallada al parecer a bocados por la poca precisión y pulido del recipiente e introduzco las frutas para lavarlas un poco antes de prepararlas.
Saco la daga con la que hace escasas horas acabo de amenazar a Dhelian y en silencio voy pelando y partiendo los trozos de fruta arrojándolos despreocupadamente en un cuenco grande. Al terminar con todas las frutas deduzco que quizás no sea suficiente para todos por lo que cojo las tres barras mas grandes que había seleccionado y partiendo los trozos a tacos mezclándolos con la fruta.
La fuente de comida es, cuanto menos, colorida. El contraste de las barras hipercalóricas dan un toque de distinción al conjunto pictórico. Le gustase o no los enfermos estos, para mi, es la comida mas apetecible que he visto en lo que llevo en la ciudad. Al fin hoy podré degustar algo que no solo va a agradar mi paladar, sino que ya me esta alegrando la vista.
Salgo a de la cocina y me acerco a la primera persona que se me presenta. Alice se encuentra pululando por la sala por lo que dándole un toque suave en la espalda le hablo. -Alice, tu que ahora no parece que estés haciendo nada importante. Ven a la cocina y coge platos que la cena esta casi lista. Me alegra saber que por lo menos hoy vamos a comer una cena casi digna para un daeliciano...Bueno creo que es buena inclusa para vosotros.- Digo con una pequeña sonrisa asomando por la comisura de mis labios. -Lo digo sin animo ninguno de ofender. No nos lo vayamos a tomar a la tremenda. Acompáñame si eres tan amable.- Le ordeno casi en vez de hacerle una proposición sana.
Al llegar a la cocina con Alice tras de mí le señalo con la cabeza la fuente de frutas peladas mientras saco pan de la cesta y lo comienzo a partir tranquilamente con mi daga. La curvatura del arma hace que sea complicado partir el pan por lo que soltando un bufido atravieso por la mitad el pan dejándolo clavado a la mesa de madera apoyando mis brazos y bajando la cabeza dejando que mi pelo caiga y me tape la vista.
Alice se acerca despacio y se ofrece a seguir ella con el pan por lo que me encojo de hombros y suelto un minúsculo espasmo de comienzo de risa sin levantar la cabeza y le hablo quitándome el pelo de la cara dejándolo caer a la izquierda mostrando el perfil de mi cara - Gracias Alice.- Digo sin mirar a la chica con una media sonrisa mirando la daga clavada en el pan. -Yo voy a partir queso de ese de por las mañanas. Parte una rebanada por cada uno y fuera.- Le comento chasqueando los dedos. -No nos compliquemos mas la vida que hay que lo que me enseña mi experiencia es que es mejor comer poco y cuando se puede.- Digo sacando el queso de la cesta y, tras ponerlo en la mesa, saco la otra daga y corto una rebanada por cada uno.
-Tengo que afilar mas las dagas mañana. Aun así... son bastante cómodas de llevar y de manejar.- Le digo girando la daga por la empuñadura y enfundándomela en la pierna como si nada. -Pon la mesa Alice. Ahora termino yo de preparar esto en lo que tu tardas en poner los platos.- Mientras la chica pone la mesa yo, pongo la loncha de queso en el pan sin tostar y los pongo todos en el plato grande del desayuno. Al recoger la cesta veo las tiras esas de carne salada por lo que olfateando un trozo pongo en el borde un pequeño puñado para terminar de completar el menú. "Sigo sin entender que le ven a los sabores así. Aunque no me pienso volver a comer eso al menos así no se quejarán cuando me eche mas fruta." Pienso sonriendo socarronamente.
Cuando la pesa esta ya puesta yo me encamino a mi mueble de miel para sacar un bote para mí. Tras sacar el bote cierro la puerta y me dirijo a la silla que había tirado colocando el bote enfrente y me siento intentando dar a entender que ese bote era de mi propiedad y, aunque lo negaría si me lo preguntasen, sopesando en mi interior si el travesti mentiroso tendría las gónadas tan sumamente bien puestas como para atreverse a solicitar que compartiese con él algo de su contenido.
Al recostarme en el respaldo las mordeduras de los sapos hacen contacto con la superficie haciendo que apriete los dientes y apretando los dientes suelte aire por la boca de manera sutil.
Salgo de manera seria hasta el patio ignorando a los chicos del salón. Mas por la presencia de Dhelian que por cualquier otra razón. Recojo un cubo de agua y cargando con él vuelvo a la cocina en silencio. Vierto parte del liquido incoloro en un barreño de madera tallada al parecer a bocados por la poca precisión y pulido del recipiente e introduzco las frutas para lavarlas un poco antes de prepararlas.
Saco la daga con la que hace escasas horas acabo de amenazar a Dhelian y en silencio voy pelando y partiendo los trozos de fruta arrojándolos despreocupadamente en un cuenco grande. Al terminar con todas las frutas deduzco que quizás no sea suficiente para todos por lo que cojo las tres barras mas grandes que había seleccionado y partiendo los trozos a tacos mezclándolos con la fruta.
La fuente de comida es, cuanto menos, colorida. El contraste de las barras hipercalóricas dan un toque de distinción al conjunto pictórico. Le gustase o no los enfermos estos, para mi, es la comida mas apetecible que he visto en lo que llevo en la ciudad. Al fin hoy podré degustar algo que no solo va a agradar mi paladar, sino que ya me esta alegrando la vista.
Salgo a de la cocina y me acerco a la primera persona que se me presenta. Alice se encuentra pululando por la sala por lo que dándole un toque suave en la espalda le hablo. -Alice, tu que ahora no parece que estés haciendo nada importante. Ven a la cocina y coge platos que la cena esta casi lista. Me alegra saber que por lo menos hoy vamos a comer una cena casi digna para un daeliciano...Bueno creo que es buena inclusa para vosotros.- Digo con una pequeña sonrisa asomando por la comisura de mis labios. -Lo digo sin animo ninguno de ofender. No nos lo vayamos a tomar a la tremenda. Acompáñame si eres tan amable.- Le ordeno casi en vez de hacerle una proposición sana.
Al llegar a la cocina con Alice tras de mí le señalo con la cabeza la fuente de frutas peladas mientras saco pan de la cesta y lo comienzo a partir tranquilamente con mi daga. La curvatura del arma hace que sea complicado partir el pan por lo que soltando un bufido atravieso por la mitad el pan dejándolo clavado a la mesa de madera apoyando mis brazos y bajando la cabeza dejando que mi pelo caiga y me tape la vista.
Alice se acerca despacio y se ofrece a seguir ella con el pan por lo que me encojo de hombros y suelto un minúsculo espasmo de comienzo de risa sin levantar la cabeza y le hablo quitándome el pelo de la cara dejándolo caer a la izquierda mostrando el perfil de mi cara - Gracias Alice.- Digo sin mirar a la chica con una media sonrisa mirando la daga clavada en el pan. -Yo voy a partir queso de ese de por las mañanas. Parte una rebanada por cada uno y fuera.- Le comento chasqueando los dedos. -No nos compliquemos mas la vida que hay que lo que me enseña mi experiencia es que es mejor comer poco y cuando se puede.- Digo sacando el queso de la cesta y, tras ponerlo en la mesa, saco la otra daga y corto una rebanada por cada uno.
-Tengo que afilar mas las dagas mañana. Aun así... son bastante cómodas de llevar y de manejar.- Le digo girando la daga por la empuñadura y enfundándomela en la pierna como si nada. -Pon la mesa Alice. Ahora termino yo de preparar esto en lo que tu tardas en poner los platos.- Mientras la chica pone la mesa yo, pongo la loncha de queso en el pan sin tostar y los pongo todos en el plato grande del desayuno. Al recoger la cesta veo las tiras esas de carne salada por lo que olfateando un trozo pongo en el borde un pequeño puñado para terminar de completar el menú. "Sigo sin entender que le ven a los sabores así. Aunque no me pienso volver a comer eso al menos así no se quejarán cuando me eche mas fruta." Pienso sonriendo socarronamente.
Cuando la pesa esta ya puesta yo me encamino a mi mueble de miel para sacar un bote para mí. Tras sacar el bote cierro la puerta y me dirijo a la silla que había tirado colocando el bote enfrente y me siento intentando dar a entender que ese bote era de mi propiedad y, aunque lo negaría si me lo preguntasen, sopesando en mi interior si el travesti mentiroso tendría las gónadas tan sumamente bien puestas como para atreverse a solicitar que compartiese con él algo de su contenido.
Al recostarme en el respaldo las mordeduras de los sapos hacen contacto con la superficie haciendo que apriete los dientes y apretando los dientes suelte aire por la boca de manera sutil.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
25/10/13, 09:56 pm
Seguí intentando los hechizos, ya no sólo el de curación sino cualquiera que llamase mi atención, como el de levitar, pero todo en vano. Cuando Kora se dirigió a mí, me pilló dando vueltas por el salón, practicando en voz baja. Me sorprendió su cambio de actitud, me contrariaron sus palabras <<¿Nada importante? ¡MAGIA! ¿Nada importante? Verás cuando te cuelgue mañana de la torre más alta>> Pero, por no empeorar el día, me encogí de hombros y la seguí. La ayudé con los platos, a preparar la comida... Lo que fuera pero dejándole el grueso del trabajo a ella <<Ya toca que se manche las manos de vez en cuando, que siempre cocinamos las mismas>> Y luego a poner la mesa. Pero no hablé, simplemente me dediqué a asentir y a murmurar "Ajá" o similares. Lo que hacía mucho era bostezar. Estaba hecha polvo, en cuanto cenase, me acostaría. <<Mañana me quedo a practicar... Pero primero dormir>>
-¡La cena está lista! Que aproveche.-exclamé, tomando asiento.
Lo primero en caer en mi plato fue la carne, la cual devoré en apenas unos segundos. Luego le siguió un poco de las barras esas...
-¡Barritas Bertie Bott de todos los sabores! ¿Esto qué es, comida de astronautas? Esta sabe a tomate... A ver, a ver...-comenté, mientras iba picando.
Carne, pan, queso, las barritas, fruta, agua y poco hablar. En varias ocasiones me descubrí apoyada en una mano, más dormida que despierta, a punto de resbalar la cabeza y golpearme con la mesa.
-Ugh... No puedo más. Voy a acostarme, buenas noches y hasta mañana.
Acto seguido recogí lo recogible y fui casi a rastras hasta el dormitorio. Marsi se había quedado abajo en un sofá, por lo que, entre bostezos, le bajé una manta. Luego me las apañé para volver, me cambié en un visto y no visto y para cuando toqué la almohada con la cara, ya estaba dormida.
-¡La cena está lista! Que aproveche.-exclamé, tomando asiento.
Lo primero en caer en mi plato fue la carne, la cual devoré en apenas unos segundos. Luego le siguió un poco de las barras esas...
-¡Barritas Bertie Bott de todos los sabores! ¿Esto qué es, comida de astronautas? Esta sabe a tomate... A ver, a ver...-comenté, mientras iba picando.
Carne, pan, queso, las barritas, fruta, agua y poco hablar. En varias ocasiones me descubrí apoyada en una mano, más dormida que despierta, a punto de resbalar la cabeza y golpearme con la mesa.
-Ugh... No puedo más. Voy a acostarme, buenas noches y hasta mañana.
Acto seguido recogí lo recogible y fui casi a rastras hasta el dormitorio. Marsi se había quedado abajo en un sofá, por lo que, entre bostezos, le bajé una manta. Luego me las apañé para volver, me cambié en un visto y no visto y para cuando toqué la almohada con la cara, ya estaba dormida.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
27/10/13, 10:11 pm
Tal y como llegamos al torreón me tiré pesadamente sobre un sofá, rascándome distraído la postilla que ya se me había formado sobre la herida del brazo, que todavía seguía paralizado. No era precisamente el que peor había escapado del encuentro con los bichos de la ciudad, más por suerte que por otra cosa. Aunque se agradecía no estar como otros.
Un alboroto cercano me sacó de mi ensimismamiento (y me hizo darme cuenta de que había estado a punto de dormirme). Reprimiendo un bostezo, me levanté con más urgencia al ver que Kora estaba amenazando a Lhelian (que parecía ser un chico). Por suerte, tanto Sura como Alice estaban tomando cartas en el asunto y habían separado a los daelicianos. Kora acabó yéndose al patio y yo me quedé con ganas de preguntar si los psicópatas eran tan comunes fuera de la Tierra o es que los rocavarancolianos tenían un don especial para encontrar locos y fanáticos.
Viendo que no iba a haber más problemas preferí irme arriba. Estaba cansado y enfurruñado, así que mis ganas de aguantar intentos de asesinato o agresiones varias estaban bajo mínimos. «¿No habrá por aquí ningún lugar donde poner reclamaciones o denuncia por fraude o incumplimiento de contratos o algo asó?» me pregunté antes de tirarme sobre la cama.
Una voz me despertó varias horas después. En cuanto desperté recordé por qué no me gustaba dormir bocabajo. No solo había dejado la sábana húmeda de babas, sino que la espalda me dolía horrores, más incluso que en otras ocasiones. «Sapos de mierda. Os voy a coger y me voy a dar un festín con vuestras ancas» gemí mentalmente mientras me levantaba.
Bajé corriendo a la planta baja, hambriento de la cantidad de horas que habían pasado desde la última comida. al ver que ya estaba todo servido (y el resto comiendo) me senté en la silla libre más cercana.
—Gracias por esperarme —bromeé burlonamente antes de empezar a comer.
Un alboroto cercano me sacó de mi ensimismamiento (y me hizo darme cuenta de que había estado a punto de dormirme). Reprimiendo un bostezo, me levanté con más urgencia al ver que Kora estaba amenazando a Lhelian (que parecía ser un chico). Por suerte, tanto Sura como Alice estaban tomando cartas en el asunto y habían separado a los daelicianos. Kora acabó yéndose al patio y yo me quedé con ganas de preguntar si los psicópatas eran tan comunes fuera de la Tierra o es que los rocavarancolianos tenían un don especial para encontrar locos y fanáticos.
Viendo que no iba a haber más problemas preferí irme arriba. Estaba cansado y enfurruñado, así que mis ganas de aguantar intentos de asesinato o agresiones varias estaban bajo mínimos. «¿No habrá por aquí ningún lugar donde poner reclamaciones o denuncia por fraude o incumplimiento de contratos o algo asó?» me pregunté antes de tirarme sobre la cama.
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Una voz me despertó varias horas después. En cuanto desperté recordé por qué no me gustaba dormir bocabajo. No solo había dejado la sábana húmeda de babas, sino que la espalda me dolía horrores, más incluso que en otras ocasiones. «Sapos de mierda. Os voy a coger y me voy a dar un festín con vuestras ancas» gemí mentalmente mientras me levantaba.
Bajé corriendo a la planta baja, hambriento de la cantidad de horas que habían pasado desde la última comida. al ver que ya estaba todo servido (y el resto comiendo) me senté en la silla libre más cercana.
—Gracias por esperarme —bromeé burlonamente antes de empezar a comer.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
27/10/13, 10:59 pm
Kora estaba intentando desviar la atención del tema, era tan evidente que Marsi ni siquiera se molestó en remarcarlo, y prefirió ahorrarse broncas ignorándolo. Lhelian (o Dhelian, qué más daba) se puso a practicar hechizos al recordar uno de curación, y Marsi no pudo ni sorprenderse ni responder a su pregunta, pues cayó inconsciente. Entró en un sueño profundo y a la vez ligero, con ecos de voces rebotando en las paredes de su cráneo, y un martilleo constante. Creyó estar en un barco que subía y bajaba sobre las olas, en medio de una tormenta sorda. Luego todo era niebla y se oían sirenas y campañas de fondo. El martilleo nunca se iba, pero fue prestándole menos atención según iban apareciendo sonidos nuevos, o sonidos viejos, o silencios largos y densos. La sensación de estar subiendo y bajando, o quizás rodando tampoco se fue. Caía y caía sin moverse del sitio.
Despertó con un olor dulce a fruta cortada. Abrió los ojos con dificultad pero no se movió del sitio. Estaba agotada y aún le dolía todo el cuerpo, pero su cabeza había dejado de dar vueltas. Decidió aprovechar y dormir, en el mismo sofá donde se había desplomado horas antes, y exactamente en la misma posición.
Despertó con un olor dulce a fruta cortada. Abrió los ojos con dificultad pero no se movió del sitio. Estaba agotada y aún le dolía todo el cuerpo, pero su cabeza había dejado de dar vueltas. Decidió aprovechar y dormir, en el mismo sofá donde se había desplomado horas antes, y exactamente en la misma posición.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
27/10/13, 11:55 pm
Ante la falta de respuesta de la varmana, la que noto un poco tarde que había caído inconsciente, se tomo la libertad de curarla. Así al menos le daría un mejor despertar no tan doloroso, sin contar que era mejor cerrar la herida no fuese a infectarse. Cuando por fin termino, lo que le llevo un ratito se sintió tanto satisfecho por su obra como un tanto cansado, habiendo terminado con ello tomo la peluca, en cierta forma ya no hacia falta pero para el si le servia para personificarse mejor como Lhelian por ello se la volvió a poner pudiendo así sumergirse en el personaje que interpretaba, ya por mera costumbre y de forma espontanea. Cuando por fin llego la cena lo agradeció enormemente, la cual para su sorpresa había preparado Korasihanna mientras el curaba a Marsi, curioso tomo su parte mientras seguía ojeando su libro y miraba de reojo a la daeliciana. "Ni me mira así que debe seguir aun enojada conmigo" pensó con un suspiro interno, no pasando por alto los movimientos de esta sobre el sofá "Sino recuerdo mal ella también fue herida en la pelea junto ala casa Gamides" pensó haciendo memoria, todos habían salido heridos realmente, pero Korasihanna no había recibido tratamiento alguno. Pensadolo un poco se acerco ala chica, sintiéndose bastante incomodo a decir verdad a pesar de no ser el mismo en esos momentos no podía evitar sentir el rechazo. Ni siquiera se quejo del echo de que no quisiera compartir el bote de miel con el.
-No voy a quitártelo. Estas herida en realidad, ¿no? Déjame curarte, puede infectarse o algo peor- susurro con los cristales colgados al cuello mirándola atentamente-Luego si quieres te dejare en paz tal y como me dijiste mas temprano, pero déjame curarte antes no tienes porque soportar el dolor- dijo mirándola y intuyendo una negativa decidió comenzar a curarla, procurando mantener cierta distancia para no llevarse una patada que lo dejara sin futura descendencia, ya que era obvio que la chica tenia ganas de golpearle. Estaba bastante cansado pero consiguió su objetivo a base de tozudez pura, curandole la herida del hombro tras algunas repeticiones infructuosas del hechizo. Cuando finalmente termino se sentía mareado, hacer magia extraía algo, no sabia el que exactamente, energía tal vez, que te dejaba agotado. Si a eso se le juntaba el día que habían tenido tan ajetreado, estaba definitivamente cansado.
-Ya termine finalmente de curarte esa herida que tenias- comento sonriendo sintiéndose satisfecho de su logro, estaba cansado y lo que mas quería en esos momentos era dormir. Por ello de forma instintiva, siendo que era el sofá donde había estado durmiendo todo ese tiempo, se dispuso a tumbarse, pero recodo en el ultimo segundo que Korasihanna no lo quería cerca y no sintiéndose en esos momentos con fuerzas para discutir, (y aunque las tuviera dudaba que fuera hacerlo), se levanto del sofá de nuevo tomando una de las dos mantas enrollándose en esta- Dado que fui echado del sofá, dormiré en la cocina sino os importa, allí hay luz. No me veo capaz de dormir en una lecho mortuorio, ya sabéis cosas de mi mundo. Sobre Marsi, alguien debería subirla a la habitación o le dolerá todo mañana por mala postura al dormir- dijo no queriendo explicarse mucho mas, bostezo un poco cubriéndose bien con la manta fue a la cocina tras darle la buenas noches a los demás. Ya en esta se sentó en la pared frente a la candela cubierto con la manta, con el libro de magia al lado y el mueble donde guardaban los tarros de miel al otro, amodorrado como estaba termino echándose, usando el libro de magia cubierto por lo que quedaba del anorak como cojín. Tan cansado se sentía que ni peros puso al echo de estar durmiendo en aquel lugar, aun así esperaba que ala daeliciana se le pasar apronto el cabreo. "Con suerte mañana ya no estará tan molesta como hoy" pensó antes de quedarse finalmente dormido, mas por la fuerza del cansancio que por comodidad.
-No voy a quitártelo. Estas herida en realidad, ¿no? Déjame curarte, puede infectarse o algo peor- susurro con los cristales colgados al cuello mirándola atentamente-Luego si quieres te dejare en paz tal y como me dijiste mas temprano, pero déjame curarte antes no tienes porque soportar el dolor- dijo mirándola y intuyendo una negativa decidió comenzar a curarla, procurando mantener cierta distancia para no llevarse una patada que lo dejara sin futura descendencia, ya que era obvio que la chica tenia ganas de golpearle. Estaba bastante cansado pero consiguió su objetivo a base de tozudez pura, curandole la herida del hombro tras algunas repeticiones infructuosas del hechizo. Cuando finalmente termino se sentía mareado, hacer magia extraía algo, no sabia el que exactamente, energía tal vez, que te dejaba agotado. Si a eso se le juntaba el día que habían tenido tan ajetreado, estaba definitivamente cansado.
-Ya termine finalmente de curarte esa herida que tenias- comento sonriendo sintiéndose satisfecho de su logro, estaba cansado y lo que mas quería en esos momentos era dormir. Por ello de forma instintiva, siendo que era el sofá donde había estado durmiendo todo ese tiempo, se dispuso a tumbarse, pero recodo en el ultimo segundo que Korasihanna no lo quería cerca y no sintiéndose en esos momentos con fuerzas para discutir, (y aunque las tuviera dudaba que fuera hacerlo), se levanto del sofá de nuevo tomando una de las dos mantas enrollándose en esta- Dado que fui echado del sofá, dormiré en la cocina sino os importa, allí hay luz. No me veo capaz de dormir en una lecho mortuorio, ya sabéis cosas de mi mundo. Sobre Marsi, alguien debería subirla a la habitación o le dolerá todo mañana por mala postura al dormir- dijo no queriendo explicarse mucho mas, bostezo un poco cubriéndose bien con la manta fue a la cocina tras darle la buenas noches a los demás. Ya en esta se sentó en la pared frente a la candela cubierto con la manta, con el libro de magia al lado y el mueble donde guardaban los tarros de miel al otro, amodorrado como estaba termino echándose, usando el libro de magia cubierto por lo que quedaba del anorak como cojín. Tan cansado se sentía que ni peros puso al echo de estar durmiendo en aquel lugar, aun así esperaba que ala daeliciana se le pasar apronto el cabreo. "Con suerte mañana ya no estará tan molesta como hoy" pensó antes de quedarse finalmente dormido, mas por la fuerza del cansancio que por comodidad.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
28/10/13, 04:39 pm
La cena transcurre con tranquilidad y pronto la gente decide irse a dormir.
-¿Vas a dormir en el suelo?,- le inquiero a Dhelian,- venga anda no seas tonto, sube al dormitorio y te ponemos mantas que no sean blancas, que como te quedes a dormir en la cocina te dolerá todo mañana.
Me dirijo a Marsi y la levanto en vilo, manta incluida, teniendo cuidado para no despertarla.
-¿Te vienes?,- le pregunto antes de subir por las escaleras.
-¿Vas a dormir en el suelo?,- le inquiero a Dhelian,- venga anda no seas tonto, sube al dormitorio y te ponemos mantas que no sean blancas, que como te quedes a dormir en la cocina te dolerá todo mañana.
Me dirijo a Marsi y la levanto en vilo, manta incluida, teniendo cuidado para no despertarla.
-¿Te vienes?,- le pregunto antes de subir por las escaleras.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Matt
Ficha de cosechado
Nombre: Matthew Lowell/Korasihanna Sebrhon
Especie: Humano/ Daeliciana
Habilidades: Agilidad, velocidad mental y nociones de supervivencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
28/10/13, 07:01 pm
Mi cena consta de una buena cantidad de fruta con cachitos de barra hipercalórica, todo ello bañado en miel como ya era costumbre en mi dieta. No he esperado a que los chicos se sienten para comenzar a comer. Como mirando al plato intentando evitar la mirada de los presentes, de los que están sentados y de los que vienen después.
Cuando estoy acabando mi plato noto como alguien se acerca. Mirando de reojo puedo ver el color de mi compañero daeliciando y soltando una socarrona risa mientras niego con la cabeza acerco el bote de miel a mi. Las palabras del chico me hicieron mirarlo de arriba a abajo con cara de desprecio arqueando una ceja como si el solo hecho de escucharle hablar me doliese.
Sin decir nada ignoro al chico, lo único que hago es mover mi silla para alejarme de el y de sus estúpidos vocablos mientras sigo comiendo. Cuando termino de comer me levanto ignorando al chico que dice algo que no llego a comprender al ir alejándome de la mesa con mi plato.
"No me puedo creer que haya tenido las gónadas suficientes como para venir a hablarme el mal nacido este mentiroso. Que asco de persona. Como me vuelva a hablar le voy a pegar... me da igual ya quien haya o si tengo que pasar dos días en los calabozos. ¿Encima se va a reír de mi y no me va a tener en cuenta con lo que le he dicho?" Con mi enfado tiro el plato vació sobre el baño de los platos sucios de mala manera.
Los chicos comienzan a movilizarse a los dormitorios por lo que me tiro en mi sofá bufando y me tapo con la manta hasta taparme la cabeza en señal de que no quiero hablar ni ser molestada por nadie. Hace un tiempo que he dejado de sentir dolor en mi hombro por lo que paso la mano por la herida para comprobar con asombro que ya no hay ni rastro de ella.
"¿Es posible que me haya curado? No recuerdo tener la capacidad de regenerar los tejidos tan sumamente rápido...¿Qué habrá podido suceder? ¿Es posible que...?" Atando cabos sobre lo ocurrido en la cena acabo pensando que ha sido Dhelian con sus palabras el que me ha sanado. Tras hilar las ideas el enfado vuelve a apoderarse de mi cuerpo. La idea de que aquel chico no solo me hubiese infravalorado al pasarse por el sobaco mi advertencia sino que encima me hubiese practicado alguna especie de sortilegio me hace saltar de la cama con los puños cerrados y caminar por la sala en la oscuridad de la noche.
Tras un par de vueltas agarro la antorcha y subo hasta la planta superior donde se encuentran los muñecos de los entrenamientos. Cierro la puerta tras de mí apoyando la frente en las tablas de la puerta. Tras cerrarla salgo disparada hacia uno de los muñecos de practica ahogando un grito al impactar mi puño contra el pecho acolchado del pelele. Voy dando golpes hasta que saco una de las dagas y comienzo a atacar con la hoja la cabeza y el cuello.
Saco la otra daga y, acuchillando al muñeco, me desfogo a gusto. Cuando la luz de la antorcha comienza a ser insuficiente me doy cuenta de que estoy bastante cansada por lo que soltando un profundo bostezo saco la daga clavada en el vientre del muñeco ajado y raído por las cuchillas y me bajo al sofá para caer rendida casi al tocar mi cuerpo la superficie de los cojines.
Cuando estoy acabando mi plato noto como alguien se acerca. Mirando de reojo puedo ver el color de mi compañero daeliciando y soltando una socarrona risa mientras niego con la cabeza acerco el bote de miel a mi. Las palabras del chico me hicieron mirarlo de arriba a abajo con cara de desprecio arqueando una ceja como si el solo hecho de escucharle hablar me doliese.
Sin decir nada ignoro al chico, lo único que hago es mover mi silla para alejarme de el y de sus estúpidos vocablos mientras sigo comiendo. Cuando termino de comer me levanto ignorando al chico que dice algo que no llego a comprender al ir alejándome de la mesa con mi plato.
"No me puedo creer que haya tenido las gónadas suficientes como para venir a hablarme el mal nacido este mentiroso. Que asco de persona. Como me vuelva a hablar le voy a pegar... me da igual ya quien haya o si tengo que pasar dos días en los calabozos. ¿Encima se va a reír de mi y no me va a tener en cuenta con lo que le he dicho?" Con mi enfado tiro el plato vació sobre el baño de los platos sucios de mala manera.
Los chicos comienzan a movilizarse a los dormitorios por lo que me tiro en mi sofá bufando y me tapo con la manta hasta taparme la cabeza en señal de que no quiero hablar ni ser molestada por nadie. Hace un tiempo que he dejado de sentir dolor en mi hombro por lo que paso la mano por la herida para comprobar con asombro que ya no hay ni rastro de ella.
"¿Es posible que me haya curado? No recuerdo tener la capacidad de regenerar los tejidos tan sumamente rápido...¿Qué habrá podido suceder? ¿Es posible que...?" Atando cabos sobre lo ocurrido en la cena acabo pensando que ha sido Dhelian con sus palabras el que me ha sanado. Tras hilar las ideas el enfado vuelve a apoderarse de mi cuerpo. La idea de que aquel chico no solo me hubiese infravalorado al pasarse por el sobaco mi advertencia sino que encima me hubiese practicado alguna especie de sortilegio me hace saltar de la cama con los puños cerrados y caminar por la sala en la oscuridad de la noche.
Tras un par de vueltas agarro la antorcha y subo hasta la planta superior donde se encuentran los muñecos de los entrenamientos. Cierro la puerta tras de mí apoyando la frente en las tablas de la puerta. Tras cerrarla salgo disparada hacia uno de los muñecos de practica ahogando un grito al impactar mi puño contra el pecho acolchado del pelele. Voy dando golpes hasta que saco una de las dagas y comienzo a atacar con la hoja la cabeza y el cuello.
Saco la otra daga y, acuchillando al muñeco, me desfogo a gusto. Cuando la luz de la antorcha comienza a ser insuficiente me doy cuenta de que estoy bastante cansada por lo que soltando un profundo bostezo saco la daga clavada en el vientre del muñeco ajado y raído por las cuchillas y me bajo al sofá para caer rendida casi al tocar mi cuerpo la superficie de los cojines.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
28/10/13, 11:37 pm
Los días siguientes los dedique por entero a la magia, o al menos a intentar hacer algunos hechizos. En esto influyó lo que sabía de magia de la Tierra, es decir, que había hechiceros dedicados a sanar y los había que se dedicaban a la ofensiva. <<Al menos lo típico en rol es así...>> Tampoco quería que me vieran cierta "maestría" con el de curación, aunque no fueran terrícolas, para que no me encasillara en eso. Quería hacer magia de verdad, de la que evita heridas innecesarias y barre a los enemigos. Pero claro, los que califiqué como ofensivos solían tener una complicación mayor. En cuanto a utilidad, el térmico supuso una "peligrosa" tentación: ¡agua caliente! ¿Y qué mejor forma de practicar magia que llenando cubos y subiéndolos con magia, para luego calentar el agua de la bañera? Además, cualquier mago de combate necesitaba un baño caliente de vez en cuando, y si aprendía a levitar, podríamos hacernos con las cestas de la Cicatriz, por lo que decidido. Eso por mí, para el torreón no había nada mejor como hacernos una nevera, o varias, con varios de los muebles. En eso se fue también gran parte del tiempo y al final acabé lográndolo. <<Se acabó el ir a cazar, comienza el sedentarismo>> También, por comodidad, acabé pasando los hechizos que iba consiguiendo a mi libretilla, para no tener que depender todos los magos del mismo libro.
Así, estuve practicando el térmico y el de levitación. Tuve que ausentarme de los ejercicios físicos con Sura, pero por un motivo de peso. Madrugaba, bajaba a por cubos, intentaba, subía algunos manualmente, otros a trompicones, y luego intentaba calentar el agua, a veces con éxito y... Digamos que en otras la bañera sería el hábitat ideal para pingüinos. El resto del tiempo lo pasaba practicando otros hechizos (sin éxito) y, los dos primeros días, atenta a la evolución de Marsi. <<Nada de bromas de pokemon, ¿eh? Mejor que se quede como estaba cuando se recupere a que le salgan alas o antenas o peor... se convierta en hada>>
Tras un rato en remojo, bajé a preparar el desayuno con un humor inmejorable, una camiseta azul, larga hasta los muslos, unas zapatillas viejas que había estado usando desde que llegué, limpias, y el pelo recogido con la toalla. Tal y como si estuviera en mi casa. No era mi casa casa, pero de momento era lo que había.
-¡Buenos días!
Preparé una buena bandeja con tostadas con queso, carne y miel, para todos los gustos, luego leche de igual forma, calentita, y me senté con el libro de magia a la mesa del salón.
-¿Algún plan para hoy? Podríamos intentar coger las cestas de la Cicatriz con el hechizo de levitación o algún otro que hayáis practicado. O no sé, lo que digáis.
Hicieramos lo que hiciéramos, quería salir. No me había despertado hasta arriba de energía para quedarme a gandulear en casa.
-O aunque no salgamos, podríamos hacer algo... ¿Puesta en común de magia, para ver cómo vamos?
Así, estuve practicando el térmico y el de levitación. Tuve que ausentarme de los ejercicios físicos con Sura, pero por un motivo de peso. Madrugaba, bajaba a por cubos, intentaba, subía algunos manualmente, otros a trompicones, y luego intentaba calentar el agua, a veces con éxito y... Digamos que en otras la bañera sería el hábitat ideal para pingüinos. El resto del tiempo lo pasaba practicando otros hechizos (sin éxito) y, los dos primeros días, atenta a la evolución de Marsi. <<Nada de bromas de pokemon, ¿eh? Mejor que se quede como estaba cuando se recupere a que le salgan alas o antenas o peor... se convierta en hada>>
Tras un rato en remojo, bajé a preparar el desayuno con un humor inmejorable, una camiseta azul, larga hasta los muslos, unas zapatillas viejas que había estado usando desde que llegué, limpias, y el pelo recogido con la toalla. Tal y como si estuviera en mi casa. No era mi casa casa, pero de momento era lo que había.
-¡Buenos días!
Preparé una buena bandeja con tostadas con queso, carne y miel, para todos los gustos, luego leche de igual forma, calentita, y me senté con el libro de magia a la mesa del salón.
-¿Algún plan para hoy? Podríamos intentar coger las cestas de la Cicatriz con el hechizo de levitación o algún otro que hayáis practicado. O no sé, lo que digáis.
Hicieramos lo que hiciéramos, quería salir. No me había despertado hasta arriba de energía para quedarme a gandulear en casa.
-O aunque no salgamos, podríamos hacer algo... ¿Puesta en común de magia, para ver cómo vamos?
No Hope. No Dreams. No Love.
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