Torreón Letargo (Archivo IV)

Recuerdo del primer mensaje :

-Uffff, menos mal que llegamos, este tío no se vuelve ligero por momentos,- digo llegando al fin frente al torreón,- que alguien busque la puerta entre toda esa maraña de plantas.- dejo el cuerpo de Ozzchreanos en el suelo y segundos después encuentran la puerta.- Yo entraré sola, no quiero peros,- digo mientras compruebo la expresión que empezaba a formarse en sus caras,- Si he de pelear puedo protegerme a mi misma, si venís vosotros ahora mismo solo me estorbaríais. No os preocupéis, estaré bien, en cuanto vea si es seguro os pego un grito.- Voy a entrar pero antes prefiero repetirles una cosa,- No me sigáis,- digo en tono de orden.

Sin esperar mas me adentro en el torreón en completo silencio. Lo primero que me llama la atención es la ingente cantidad de polvo, <<Joder, ni en los barracones estaba tan sucio, y mira que nos encargábamos de ensuciar ¿eh?>>. Lo segundo que me llama la atención es algo escrito en la pared, "estamos rodeados". <<Sí, si que vamos a estar rodeados, de porquería hasta que no limpiemos>>. Me acerco con cuidado a ese mensaje y lo borro, no quiero inquietar a los demás, y desde luego no el primer día.

Abro una puerta que casualmente da a una especie de patio, que seria bastante bonito de no ser por la estatua que esta en el centro. <<En esta ciudad tienen un sentido del gusto encantador>>. Más allá hay mas puertas que al abrir veo que llevan a las letrinas. <<Bueno, al menos tenemos algún lugar donde hacer nuestras necesidades, pensé que tendríamos que hacerlo en el foso>>. Casi al irme veo lo que parecen ser unas tumbas, me acerco y compruebo que realmente son eso. <<Gente que murio aqui, yo no pienso cavar tumbas>>.

Vuelvo al torreón y aseguro el primer piso mirando en lo que parece ser una cocina. Subo al primer piso lentamente por las escaleras, tratando de no hacer ruidos, veo varias puertas y las escaleras que dan al segundo, miro en cada puerta y todos parecen despachos o cosas parecidas, me sorprende lo revuelto que esta todo allí. La ultima puerta que abro me pone de buen humor, hay una bañera.

Sigo subiendo y veo dos puertas, al abrir ambas veo dos habitaciones comunales con unas cuantas camas en un estado mediocre. <<Mira, cada vez se parece mas a los barracones, de lo malo un sitio en que dormir>>.

Subo al último piso ya sin tanto cuidado, si no ha habido peligro hasta ahora dudo que vaya a haberlo ahora. El último piso resulta ser una sala de entrenamiento, algo que me vendrá bien a mi y a los que quieran entrenar conmigo <<Bueno, y a los que no quieran también, por que de este torreón no salen si no es conmigo o entrenados>>.

Bajo ya sin cuidado y abro la puerta.

-Ala podéis pasar, no hay nada peligroso, a excepción de las arañas que hay un huevo y más.- les digo tratando de comprobar cuan valientes son,- Bienvenidos a vuestro nuevo y sucio hogar, iros acostumbrando por que hasta que no limpiemos seguirá así, hay habitaciones, una cocina, un patio, baños, una bañera, una sala de entrenamiento y.....-dejo pausa para darle emoción- arañas, así que aprended a convivir con ellas,- y me alejo riéndome en busca de un cubo para empezar a limpiar. Pero cuando doy dos pasos me acuerdo de Ozzchreanos y salgo a por el, lo levanto y lo dejo tumbado en un sofá.



P.D.: No ha examinado los sótanos por que no se ha fijado en las escaleras, asi que el que se fije que avise o algo ^^

Tal y como Surasara le había pedido estuvo pendiente de Ozzchreanos durante ese día y os siguientes, asegurándose que no cometiera alguna estupidez movida por algún motivo extraño de su mundo tras lo que había pasado. No se pudo decir que las cosas mejorasen demasiado por el torreón realmente, o al menos Dhelian no lo sentía así, la perdida de dos compañeros ya no fuera de aquel torreón sino dentro era como una nube oscura sobre la cabeza de todos ellos. Dhelian tuve que contarle a Korasihanna lo ocurrido y su reacción de alguna forma fue la esperada en ese tipo de situación. Sin contar que Marsi no parecía sentirse bien por motivos evidentes, como ti solo lo que había pasado fuera una nube negra que la seguirse donde fuera, al día siguiente vinieron los de Maciel informando que Taro se había perdido y aumentando la preocupación sobre lo que le había podido pasar, desanimando aun mas el ambiente si aquello era posible. Si estaba solo, en esa ciudad, cualquier cosa podría haberle ocurrido y Dhelian, que ya había visto la muerte de mas de un compañero de cerca, no se había muchas esperanzas.

Olvidar no era fácil y aunque no había hablado ni había sido demasiado a cercano a Talento, ya de Yrfy ni hablemos pues no le había dirigido la palabra desde ese día que los amenazo a el y a Alice, pero se notaba su ausencia en el torreón. Dhelian tuvo que forzarse ver las lapidas de sus compañeros en el patio, le era extraño saber que sus cuerpos estaban bajo la tierra y notar que aquellas palabras de Korasihanna de tiempo atrás, los "muertos hablan" no era algo que ocurriera allí. Estaban silenciosos, un silencio sepulcral. Dhelian no pudo evitar llorar por ellos, tanto por Neith como por Talento, así como por la perdida de Taro al que no podía imaginar vivo y solo en aquella ciudad,...habían ido a esa ciudad para cumplir un deseo, un sueño tal vez, un deber y ahora de ellos descansaban bajo la tierra de la misma ciudad y el otro...el otra a saber donde se encontraba. Un lugar que si los que quedaba no se cuidaban, podrían visitar tarde o temprano.

Se intento sobreponer, nada iba a cambiar lo que había pasado, pero no podía permitirse el terminar como ellos de ninguna manera, ninguno mas debía pasar por eso. Dhelian se sobrepuso lo mejor que pudo y con una decisión nacida prácticamente de los horrores que la ciudad y otras personas podían mostrarle. Siguió su aprendizaje intentando principalmente el terminar el circuito de runas de sus dagas con cierto éxito, pues solo le quedaba grabar las dos ultimas runas y darle magia, cosa que le llevo todo un día. Y realmente no supo si lo había hecho bien hasta que ese mismo día Alice tomo una de sus dagas para ver el circuito ya listo, cortándose un poco en un descuido y quedándose tiesa como un palo en esa misma posición para felicidad de Dhelian e credulidad de la joven que en cuanto se le fue la magia de encima, Dhelian tuvo que huir de ella por todo el salón durante un buen rato para no recibir un escobazo.

Los hechizos que ya se sabia siguió practicándolos para mantenerlos frescos en su memoria y ayudando un poco a Alice con la traducción de algunos hechizos que hasta el momento habían estado en un idioma incomprensible, estando por alrededor también Ozzchreanos que para cierto sorpresa de Dhelian se apunto también a ayudar  en la traducción, al principio el daeliciano estuvo atento a la reacción de Akasha ya que ella siempre estaba con Alice y él leyendo mientras ellos traducían, pero la chica solo se mostro un poco temerosa y desconfiada pero serena en su posición junto a ellos. Seguramente ella misma había notado también los cambios en su compañero ochrorio. No solo el ochrorio, la propia Surasara se unía a ellos en intentar aprender magia, pero pronto se rindió cuando se descubrió que le ocurría como a Marsi y a Akasha que no podían realizar magia.

No fue fácil pero consiguieron traducir unos 6 hechizos tras comerse mucho la cabeza y con intenciones de dividirse el aprendizaje y no dejar ningún hechizo suelto sin aprender se dividieron la mitad con intenciones de un futuro aprenderse los del otro cuando ya manejaran los propios. Dhelian termino añadiendo a su lista de hechizos que aun tenia que aprender, los hechizo de compresión/presión, uno que era de impacto y el tercero que decía poder moldear la materia orgánica, cosa que tal vez podría servirle para las púas que había recogido y con las cuales no sabia darles uso aun.

Con todo se puso a practicar los tres hechizos de su parte, el tener la traducido facilitaba la cosa muchísimo, eso junto con su paciencia y decisión le ayudaron bastante a conseguir ciertos frutos conforme pasaban los días. Se hizo una rutina de trabajo donde intentaba no dejar de lado su entrenamiento físico junto a Surasara, ahora que tenia el circuito de sus dagas listo se tomo muy en serio los entrenamientos con Surasara pidiéndole específicamente que le ayudara en varias tarde a manejar sus dagas, usando otras similares a las propias para entrenar queriendo ponerle especial intencional a la agilidad, velocidad y a la precisión al atacar, solo necesitaba un roce para dejar paralizado a la otra persona o criatura pero necesitaba acercarse primero y eso era lo que quería aprender. Aparte de eso por las noches tras el entrenamiento con la ulterana y después de cenar se sentaba en su sofá que aun compartir con Korasihanna y prendiendo una luz mágica estudiaba los hechizos y los intentaba realizar hasta quedarse dormido o hasta que sus ojos se cansaran.

Dos semanas trascurrieron, Dhelian había conseguido aprender a realizar los hechizos asignados, había ayudado en la traducción de algunos mas y ya estaba pensando en como podría darle uso a las púas que había obtenido semanas atrás y que aun mantenía bien guardadas en su riñonera, ya había hablado con Alice sobre estas pero aun no tenia claro como usarlas exactamente. Ese día se levanto energizado y con ganas de hablarle a Alice del tema, levantándose cuidando de no despertar a su compañera viendo a Marsi en la cocina cuando fue a prepararse algo de desayunar.

Un grito me despertó. Por un momento el peor de los escenarios me vino a la cabeza, pero lo aparté con la misma velocidad con la que me puse en marcha. «No, no, no. Otra vez no. Más muertes no, por favor». Sintiendo que mi pulso se aceleraba más rápidamente que en toda mi vida seguí a Alice al cuarto de al lado. Lo primero que hice al llegar al otro cuarto fue mirar frenéticamente en todas direcciones, pero por suerte no parecía que hubiese ningún monstruo. El alivio llegó con tanta fuerza y tan repentinamente que tuve que apoyarme contra el marco de la puerta.

—¿Qué ha pasado? —apenas al terminar de preguntar me di cuenta de lo que llevaba la ulterana. Alcé un poco las cejas sin demasiada vergüenza, aunque cerré los ojos, en parte por cansancio debido a la hora que era y en parte por no incomodarla. A saber qué podía hacer una soldado entrenada si le molestaba un mirón.

Sentada en el frio suelo manchado de mi sangre escucho las palabras de Dhelian sobre lo acurrido abajo. El chico pajaro y el asesino peludo se han matado entre ellos. Marsi ha intentado detenerlos y ella ha salido herida y Ozzchreanos ha rebanado el cuello del asesino.

Ahora todo cuadra. La sangre roja, el bulto que han subido Surasara y Alvaro, las manchas de sangre de Ozchreanos. Todo el torreón huele a muerte. Me levanto del suelo enfadada. No solo por el hecho de que nos estamos matando entre nosotros, si no tambien por el hecho de que, de nuevo, nuestra casa segura deja de serlo. Otras dos victimas mas a mi alrededor y otra razón mas para no salir al patio.Esa noche no fuí capaz de pegar ojo. Hasta bien entrada la noche el sueño no se apoderó de mi cuerpo aunque me desperté varias veces sobresaltada. Con la extraña sensación de peligro inminente.

En el día siguiente acompañé a los chicos a tirar al asesino a la cicatriz. Por alguna razón ajena a mi entender no pude apartar los ojos del cuerpo del cosechado mientras caia en la fosa y era devorado por los gusanos blancos. No duró mucho el espectaculo pero por alguna razón una sonrisa intentaba escapar de mi boca en todo el proceso.

Los chicos de Maciel llegarón ese mismo día al torreón preguntado por Taro. Por lo visto el chico se había perdido el día anterior. La idea de que el chico se encontrase solo en la ciudad me hizo pensar en que si fuese yo la que estubiese en su situación sería capaz de sobrevivir o si la ciudad podría conmigo. Dando al chico por desaparecido o como potencial cadaver empecé a centrarme en mis entrenamientos.

Los días pasarón sin pena ni gloria. He dejado por completo de salir al patio salvo en situaciones de extrema necesidad. Siempre que necesito agua la acabo pidiendo a algun compañero y mis entrenamientos se han centrado en la planta superior o en los alrededores del torreón. Poco a poco los gallos en mi garganta se van acentuando dejando paso a un tono mas firme en mi voz. Poco a poco dejo de alargar y engalanar mis frases para hablar en un lenguaje algo mas directo. Lo hago inconscientemente pero es mucho mas comodo y eficaz a la hora de entablar conversación con las demás.

Los entrenamientos fuera del torreón se centraron en mi velocidad y agilidad. Salto obstaculos sin mucha dificultad y consigo correr y trepar con mas soltura de lo que ya lo hacia. Mi tecnica se va depurando poco a poco, día a día. En la planta superior practico con Sura y con quien me lo proponga la lucha cuerpo a cuerpo. Mi velocidad de reacción me ayuda de vez en cuando aunque para enfrentarme y ganar sin dificultad a la instructora aun me queda bastante que pulir.

Decidí salir de la torre cada vez que pudiese por lo que la excusa de ir a por cestas me vino de perlas. Siempre solía ser la primera en ofrecerme a ir acompañada de alguien. Me gustaría intentar ir sola algún día pero necesito que ellas carguen con las cestas tambien puesto que yo sola no podría cargar con tanto peso y me faltarían brazos para colgarme las asas.

Esta mañana de nuevo el ruido de las madrugadoras me despierta. Refunfuñando como siempre vuelvo a quedarme medio dormida mientras noto el calor corporal de mi compañero de cama. Cuando le noto moverse y levantarse suspiro mientras me incorporo rascándome la cabeza. -Buenos días madrugadores.- Un bostezo profundo me interrumpe por lo que me dejo caer de nuevo en la cama y alzo una mano al cielo. -Que alguien me traiga una tostada con extra de miel y frutitas por encima.- Gruño mientras escondo mi cabeza bajo el cojín.

El corazón me sigue latiendo acelerado cuando siento gente alrededor, levanto la cabeza del espejo y veo a Alice y a Ozz cerca y a Álvaro donde la puerta del dormitorio. Al mirarlos un sabor metálico me inunda la boca, el mismo que el del sueño, o eso creo por que segundos después ya no lo noto. Quizá hayan sido imaginaciones mías.

-S-sí, una pesadilla,- digo titubeando, realmente se había sentido como más que eso. No me doy cuenta pero me tiemblan ligeramente las manos.- Pero... no ha sido algo común, parecía real, demasiado real.- sacudo la cabeza para quitarme esa sensación de la cabeza.- No, pero está claro que fue un sueño, sabíais cosas que jamás os he contado, cosas de mi mundo que ni siquiera os he mencionado. Y todos moríais, yo os mataba.- los temblores se fueron haciendo peores a medida que recordaba el sueño.- Pero yo no soy así, no os haría daño. Era todo tan real.... ¿y si esto es el sueño y en realidad si estáis muertos? ¿Y si esto es solo una ilusión producida por mis remordimientos al haberos matado? -el sueño me ha dejado mentalmente inestable, y cosas que por lo general no diría como mis dudas están saliendo a la superficie desmoronando mi faceta de persona segura y tranquila. Aún recuerdo la última vez que tuve pesadillas, fueron a la muerte de mi hermana y me prometí a mi misma no volver a demostrar inseguridad, pero....- Mi hermana, ha vuelto a morir en mis brazos y esta vez la mataba yo. Yo no... yo no....

Había despertado a Oz y tras girarme pude ver a Álvaro en la puerta. Sura respondió lo que era obvio, sí. Pero no me gustó ni un pelo lo que empezó a decir. <<¿Qué tontería es esa de que esto sea un sueño? Cuando esto acabe, te vienes a la Tierra y te pongo la peli de Origen. Vas a ver tú>> pensé automáticamente. Tuve que cortar esa corriente de pensamiento, pues la ulterana insistía.

—Mira, sé que se pueden soñar cosas terribles, pero estamos vivos, esto no es un sueño. Así que intenta calmarte, date un buen baño y verás como se te pasa...

Había dejado de pensar en lo de la película, sí, pero no en sus palabras. Aun mientras hablaba con ella, mi mente iba por otros derroteros: coincidencias. Tanto ella como yo habíamos soñado que nuestros compañeros desaparecían, bien muertos o bien "no superaron" la prueba. Y aunque sabía que los sueños eran ni más ni menos sueños, el hecho de estar recién despierta no ayudaba a racionalizarlos. Pero Sura había dicho algo más. ¿Su hermana había muerto en sus brazos? ¿Había oído bien?

—Tu... ¿tu hermana? No sabía... Osea, no sé nada de vuestras familias, realmente...

<<¿Y cómo sé que no la mató ella? No hace tanto de los sucesos del sótano... Y en su sueño ella nos ha matado, no como en el mío que directamente no estaban...>> Fue pensar eso y separarme de la cama de la ulterana de un salto. Yo no tenía hermanos, conocía a los hermanos de mis amigos y sabían el amor-odio que se profesaban, como es natural. <<Pero ni esto es la Tierra ni Sura está tan cuerda como ellos... Esa insistencia en que estamos muertos y esto es un sueño provocado por el remordimiento... Yo sí que no quiero hacerles daño y yo ni me planteo haberles hecho daño real por mucho que suceda en una pesadilla>> Obviamente, no sabía qué hacer. Por otro lado, lo último que yo había dicho podía ser respondido por Sura... <<Y de nuevo, ¿verdad o mentira?>>

Lo que estaba claro era que los conflictos pasados, por mucho que lo intentase, influían mucho en la confianza que tenía en algunos de mis compañeros. La sensación de ser observada no ayudaba, como era de esperar. Dhelian, Marsi y Álvaro entraban en la categoría de fiables, Kora y Sura en los sospechosos y Oz... Tenía su propia categoría, realmente. Pero sería algo como el punto intermedio.

Efectivamente, una pesadilla, con el tono siniestro característico de esta ciudad demente. Sentí un escalofrío al escuchar que en el sueño nos habíamos matado a todos, preguntándome si aquello podría pasar de verdad. ¿Sería culpa de lo que había pasado con la rata? No sería de extrañar, la cosa era si realmente era por alguna clase de arrepentimiento por algún deseo reprimido o algo así. Después de lo que había pasado no nos podíamos permitir perder de vista a cualquiera que pudiese volver a matar a un compañero. La última frase me hizo girar la boca, imaginando lo horrible que era que un hermano muriese en tus brazos, y encima creer que habías sido tú, como había pasado en el sueño.

—Pellízcate —sugerí sencillamente—. En la Tierra creemos que durante los sueños no se pueden sentir los pellizcos. Aunque, de todas maneras, no sé qué motivos tendrías para matarnos —tras sonreírle, salí de la habitación.

-Mi hermana gemela, murió durante un atentado de los rebeldes, una bomba.- explico ante la pregunta de Alice.- La encontré antes de que muriese pero ya era tarde, los médicos no llegaron a tiempo. Eso fue antes de hacerme militar.

Lo que sugiere Álvaro a continuación me llena de esperanza, quiero creer en sus palabras, quiero creer que eso que ha dicho es realmente de verdad. Sin pararme ni un segundo a pensar qué haré de ser un sueño me pellizco con todas mis fuerzas. El dolor que siento en el brazo hace que ponga los pies en la tierra, vuelvo a pellizcarme solo para comprobarlo y creo a pies juntillas lo que dijo.

-No es un sueño, no estoy soñando....-alzo la vista hacia la humana, ni cuenta me he dado de que se había levantado.- Estáis vivos, ¡Estáis vivos!,- salto de la cama y abrazo a la chica con fuerza sin dejar de repetir esas palabras una y otra vez. La simple sugerencia del humano acaba de mejorarme el día, el sueño aún está ahí como un negro nubarrón pero ahora veo rastros de luz, un rastro de luz por cada compañero que tengo. <<No puedo derrumbarme ahora, ¿que seria del resto?>>.

Álvaro le sugirió de pellizcarse y funcionó de una forma inesperada... La ulterana se dio cuenta de lo real que era que estábamos vivos y se precipitó a abrazarme sin poder evitarlo. Y... Lo cierto es que cuando llegué, como iba más dormida que despierta, ni me fijé en la casi absoluta ausencia de ropa de la chica. Menos mal que me sujetó con los brazos o me habría ido de espaldas contra la pared. Eso sí, me despertó del todo. Me quedé rígida, entre sorprendida y algo asustada <<¡No puedes hacer eso si alguien piensa que mataste gente!>>

—Tra-tranquila. ¿Ves? Todo fue un sueño, no te preocupes. Ahora a desayunar, y el baño te vendría bien, insisto. Lo digo porque en una cosa de la Tierra a la gente la despertaban de los sueños tirándoles agua. Anda, tira.

Esa insistencia era, realmente, por el sudor, antes visible y ahora... Palpable. Tras darle un par de palmaditas en la espalda, hice fuerza para separarme y esbocé una sonrisa. Luego me dijo que si le preparaba un baño... <<Puf...>> Le dije que sí y, en cuanto se puso algo de ropa por encima, bajamos a por el agua. Abajo estaban Marsi, Kora y Dhelian ya despiertos y desayunando junto con Álvaro.

—¡Buenos días! La grandullona ha dormido mal así que le voy a preparar agua caliente... así que no os comáis todo el desayuno—bromeé.

Tras haber llenado y calentado la bañera, la chica me lo agradeció y volví a bajar. <<¿Y si hacemos unas runas aptas para muggles que calienten el agua? Creo que podría probar...>> Esta vez ya sí que pude desayunar: tostadas y un poco de leche. Sura había dicho antes que no habría entrenamiento físico hoy así que... <<¿Y si salimos a dar una vuelta?>> Sólo salíamos últimamente para las cestas y alguna que otra visita a Maciel... Pero aún quedaba una ciudad por explorar y... <<Taro...>>

Pero primero acabaría el desayuno.

Se acerco a la varmana observándola atentamente estando aun medio adormilado, buscando algo de comida en las cestas: miel, queso y frutas.

-Buenos días sean para ti, Marsi-murmuro el saludo observando a la chica que había estado bastante distante a su parecer, algo comprensible a pesar de todo, aunque tampoco el que el pudiera opinar demasiado al respecto pues quien mas trato tenia con la varmana era Alice principalmente. Distraído se preparó su desayuno, dándose cuenta que aun no había bajado nadie, lo cual resultaba extraño, pues aunque era relativamente temprano Surasara ya debería estar practicando y por tanto haciendo ruido, pero esta no se encontraba en el patio. "¿Tal vez esta entrenando arriba?" pensó con cierta duda, cosa que era posible y por eso no la había oído. Cierto movimiento proveniente del sofá que había dejado atrajo su atención, escuchando el reclamo de Korasihanna por comida. Dhelian alzo una ceja preparándose tostadas con queso, frutas y miel, dándole un buen mordisco a la tostada y bebiendo un buen trago de leche con miel. Tanto había comido y tomando todo aquello en ese tiempo que ya ni le disgustaba el sabor, aunque seguía echándole miel a todo lo que comía casi por costumbre. Salio de vuelta al salón, no sin antes darle los buenos días a Alvaro que bajaba a desayunar también, dejando frente a la daeliciana un plato con tostadas tal y como las había pedido.

-Te cuesta demasiado alejarte de la comodidad del sofá, dormilona- murmuro observándola con una media sonrisa. Aun le costaba en ocasiones al hablar pero ya poco a poco iba intentando engalanar menos las frases, eso permitía dar una información mas rápido y dado que en ese torreón siempre iban con sorpresas y prisas era la mejor costumbre que podría coger. Observándola unos segundos mas volvió su atención a su desayuno haciendo hueco en el sofá para comerse su parte, teniendo que estar apartando el pelo de sus ojos a cada rato, había crecido bastante y ni cuenta se había dado de tan concentrada que había tenido su cabeza en otra parte. En eso vio bajar a Alice junto con Surasara explicándoles el motivo de que la ulterana no se hubiese levantado ante que todos ellos. Había tenido una pesadilla. algo fastidioso de por si y que te dejaba con mal cuerpo.

-Sea lo que sea lo que soñaste es solo eso, un mal sueño-menciono Dhelian sonriendole a la ulterana mientras tras comer un buen trozo de tostada- Tal vez seria bueno salir a una excursión por la ciudad cuando todos estemos listos- añadió observando a sus compañeros no sabiendo como estaban los ánimos pero lo que fuera era mejor que quedarse eternamente encerrados en el torreón. Total el peligro podría estar tanto dentro como fuera de los muros, al menos fuera se moverían un poco y se protegerían lo mejor posible, veo bajar de nuevo a Alice que ya al parecer había subido antes con varios cubos de agua junto ala ulterana, que no la acompaño en la segunda bajada- Alice me gustaría hablar contigo sobre lo de las púas -añadió desde el sofá donde terminaba de desayunar, viendo que tenia la atención de la humana comenzó a hablarle de ello- Ahora que sabemos realizar esos hechizos para moldear materia y el de fundir, podríamos intentarlo añadirlos a algún escudo para que sirva tanto de protección como de arma, creo que se podría usar como arma arrojadiza incluso con algunos arreglos...se podría intentar usar también en una ballesta como la que tienes pero creo que ehmm...eso necesitaría un arreglo que dudo poder hacer, pero son posibilidades ¿que opinas?- añadió con duda no muy versado en armas que se dijera pero un poco emocionad ante la posibilidad de darle uso a las púas y a su manos con las que llevaba ya algún tiempo sin crear cosas mas que dibujos.

Suelto a la humana cuando propone lo de darme un baño.

-Humm, sí, seria buena idea. ¿Me calentarías el agua Alice?- la perspectiva de tomar un baño caliente es muy agradable, me visto y bajo con ella para cargar el agua, encima de que me iba a calentar la bañera no lo iba a subir todo ella. La mayoría ya estaba allí abajo desayunando así que me pareció un buen momento para anunciar que no iba a haber entrenamiento ese día.- Hoy no hay entrenamiento, se descansa. En parte por lo que ha dicho Alice, y en parte por que de vez en cuando es bueno relajarse un poco, así que yo me voy a dar un buen baño y cuando vuelva ya me diréis si queréis hacer algo hoy.

Subimos el agua y cuando la humana deja el agua caliente le doy las gracias y la despido. Me desvisto y me sumerjo en el liquido humeante con un estremecimiento de placer, hacía meses que no me tomaba un baño caliente. Cuando salgo del agua ya más relajada y de buen humor el agua está prácticamente fría.

Bajo vestida, peinada y con una sonrisa en la cara, cojo algo de comer de la cesta y pregunto.

-Bueno, ¿qué planes tenemos?

Vuelvo a quedarme traspuesta mientras espero mi tostada cuando el ruido del plato al dejarlo Dhelian a mi lado me sobresalta haciendo que de un pequeño bote. Me arrastro por el sillón incorporandome mientras bostezo y le dedico una sonrisa en respuesta al chico que se sienta en el espacio que he dejado en nuestra cama.

Me como la tostada en silencio, degustando cada bocado como si fuese el último, hasta que no queda nada. Las chicas bajan comentando que han pasado mala noche por lo que lamiendo mis labios niego con la cabeza. "Eso será por dormir con los colores de la muerte." Volver a pensar en las superticiones del blanco me hace sonreir mientras me encamino a la cocina a dejar el plato.

Al volver a la sala me rasco la cabeza y suelto un profundo bostezo. Sigue siendo demasiado temprano como para levantarme pero no creo que pueda seguir dormida con tanto movimiento a mi alrededor. Surásara baja al poco tiempo mientras estoy peinandome tranquilamente con los dedos. Mientras que terminan de desayunar yo me dedico a quitarme los nudos de mi pelo. Algunos se quitan facilmente pero otros acaban siendo pequeñas bolitas de pelo sobre el sillón.

Cuando doy por terminado mi adecentamiento me recojo el pelo en dos coletas bajas que caen hasta la cintura. Al escuchar las ideas de salir del torreón mi mirada se ilumina y, como activada por un resorte, recojo el pelo formando una pequeńa maraña. -¡Oh!¡Por favor!- Alzo la voz mientras me giro y me apoyo en el respaldo del sillón. -¿Teneis ganas de salir?- Al acabar de formular la pregunta cojo impulso y salto por encima del respaldo para ponerme mas cerca de las chicas.

-Llevo un par de días queriendo proponer que saliesemos a intentar buscar información.- En ese momento comienzan a abordarme ideas para convencer a las chicas para que salgamos por lo que continuo hablando. -¡Quizás podriamos ir a ver como siguen los de Maciel! ¡O podríamos ir a visitar el torreón Sendar! ¡O podriamos ir a ver que hay mas al oeste! ¡O podriamos ir a la playa de los barcos a ver si encontramoz algo útil! ¡O pod..!- Un gallo me detiene haciendo que me tape la boca y sonria. -O bueno... Si quereis otro sitio cualquier propuesta es buena.- Digo rematando con una inocente risa nerviosa. Me interesa salir. Me da igual cual sea nuestro destino pero  mientras salga del recorrido que me tengo ya memorizado para las cestas me vale.

Ahora que sabemos realizar esos hechizos para moldear materia y el de fundir, podríamos intentarlo añadirlos a algún escudo para que sirva tanto de protección como de arma, creo que se podría usar como arma arrojadiza incluso con algunos arreglos...se podría intentar usar también en una ballesta como la que tienes pero creo que ehmm...eso necesitaría un arreglo que dudo poder hacer, pero son posibilidades ¿que opinas?

Dhelian, mientras desayunaba, me contó una idea que había tenido. Atendí a sus palabras mientras afirmaba de vez en cuando, pensativa. La idea de los escudos me parecía la más acertada: un escudo con púas ofrecía menos superficie contra ataques directos y servía como arma para abrirse paso. Como arma arrojadiza junto con hechizos sería un gasto que quizá no podríamos permitirnos... Y en una ballesta... No trastearía con una ballesta intentando modificarla. No tenía ni idea de volver a montarla, por ejemplo, si no me aclaraba.

—Lo del escudo suena bien. Y es lo más fácil: sólo tenemos que fundirlas y ya. También, si conseguimos más, podríamos usarlas como armadura con las piezas de armadura que hay en el sótano. Pero de momento prefiero lo de los escudos.

Poco después Sura volvió y sugirió de salir a explorar, a lo que rápidamente se unió Kora. Tenía ganas de salir, quizá no tanta como la daeliciana, pero las tenía. La mención de Sendar me sacó una sonrisa, además: había soñado con sendarios y con uno al que no conocía. Seguramente me lo habría inventado, pero en una ciudad como esta, ¿y si...?

—Voto por ir a Sendar. Quizá sepan algo de Taro, por ejemplo. O hayan descubierto algo de la ciudad que nosotros no sepamos. Y luego podríamos explorar más. ¿Qué decís?

Estuvo de acuerdo con la humana cuando acepto lo que podía hacer con las púas, era una forma de mejorar las armas que ya tenían sin complicarse demasiado teniendo en cuentas sus habilidades, al final el escudo era la mejor opción, pero tendría que hacerlo en otro momento. Korasihanna menciono sobre salir y Surasara que también había vuelto ya refrescada también pregunto al respecto, Dhelian mismo quería salir y cuando Alice añadió sobre la visita que podrían hacer a Sendar no dudo en apuntarse ala salida.

-Bien miraremos mas tarde lo de las púas, entonces- añadió estando de acuerdo con la humana y mirando a sus compañeras que deseaban salir- En cuanto a lo de salir, yo también me apunto a lo de Sendar. -añadió sintiéndose un poco incomodo ante la mención de Taro, los macieleros no había vuelto a avisarles ni decirles nada sobre si lo habían encontrado y habían pasado dos semanas desde eso, Dhelian no las tenia todas consigo sobre que estuviera vivo viendo los peligros de la ciudad, pero de algún modo mantener la esperanza, aunque se fuese pequeña, era mejor que nada.

-Sea donde sea a donde nos dirijamos en esta salida, lo primero los hechizos -añadió Dhelian sacudiendo un poco la cabeza para apartarse el pelo que le entraba en los ojos a cada rato. Tendría que lidiar luego con eso, era un poco molesto- Así ¿quienes vamos a ir? Para empezar  poner protecciones- pregunto mirando con duda a sus compañeros de torreón, o compañeras que para algo eran mas, hombres solo habían tres contándolo a el, que podía catalogarse como ser casi intermedio. Casi todos se apuntaron a la salida a excepción de Marsi y Akasha que decidió también quedarse a seguir practicando la lectura y a estar con la varmana y que no quedara sola. Antes de salir y como era ya costumbre se echaron los hechizos de protección tras que cada cual se preparara a su manera para la salida. Dhelian había acabado de echarle el suyo a Korasihanna cuando volvió su atención al resto.

-Eh bueno, creo que ya estamos todos así que...un momento- dijo buscando en su cuaderno que saco de su riñonera observándola atentamente pasando las hojas hasta encontró la parte donde situaba el torreón de sendar- Vale según el mala el torreón de Gart y compañía esta cerca del anfiteatro, no parece tener perdida- dijo mostrandole el trozo de mapa dibujado en su cuaderno antes de guardarlo sacando de la riñonera una pulsera de cristales algo tosca pero que funcionaba igualmente como cargadores mágicos, ya llenos y que se coloco en la muñeca así como el amuleto aquel que siempre llevaba al cuello cargando al contacto con su piel.Se acomodo sus sai con cuidado en el cinturón de la riñonera, por suerte estas tenían fundas así que no había peligro de paralizarse.Tras preparando y viendo que todos estaban listo, uno de ellos abrió el puente para recorrer el camino hasta el...

Torreón Sendar.

Incluso Ozzchreanos dio su granito de arena en la explicación de la persona que lo cosecho y que también pareció cosecha Vichria. Ya era evidente que era una persona especifica por mundo y el hecho que el propio Nara confirmara explicara que otros mundos, como el suyo seguramente, no sabían de Rocavarancolia explicaba bastantes cosas.

A Naeleth le costó bastante hablar pero lo que dijera algo que ya habían imaginado tras lo visto en el anfiteatro y unir piezas, el pensamiento de Dhelian seguía diciendo que esos seres que vieron no es que aparecieran dioses realmente pero la nublina era la que amas aprecia saber del tema así que habría que creerle al respecto. Tal vez su mundo tenía una imagen diferente de la ciudad, más increíble y gloriosa, pero parecía tener bastante claro el hecho de que eso les pasaría a ellos cuando la luna llegase. ¿Alguno de ellos cambiaría y seria como algunas de las personas con cola, alas y partes de más? Dhelian no era el único que pensaba eso, Alice también lo pensaba a juzgar por sus palabras. Tras citarlos a todos el día de la luna en un torreón se despidieron y de todos y finalmente salieron de Sendar rumbo a Letargo al cual no tardaron demasiado en llegar. Ya adentro Dhelian fue a sentarse en el sofá pensativo, no sabiendo del todo si le apetecía hablar de lo escuchado en Sendar o no, así que espero a ver que decían sus compañeros de torreón.

Llegamos al torreón sin contratiempos. La charla mantenida en Sendar me ha hecho pensar y plantearme cosas que antes nunca habría creído posibles. Akasha nos abre y pasamos adentro.

-¿Dónde está Marsi? - la chica me dice que arriba entrenando, compongo media sonrisa, <<Hay que ver, menuda devoción al entrenamiento, esta chica llegará lejos>>.- Voy a buscarla, mejor que pongamos esto en común cuanto antes.

Subo las escaleras sin mucha prisa y llego a la sala de entrenamiento. Observo durante un par de instantes a la varmana, como se mueve y como maneja la lanza y luego le hablo.

-Hemos vuelto, estaría bien que bajases para oír la información que tenemos.- le digo haciendo ver que es importante.- Por cierto, te vendría bien aprender unas fintas, no todo es atacar sin descanso,- le comento sonriendo.

Bajo y me siento en un sitio libre. Expongo lo que tenemos y luego digo:

-Bueno, ¿qué os parece? ¿Qué pensáis de eso de transformamos en algo? Me pregunto cómo se determinará la conversión de cada uno. ¿Influye el cómo somos o es algo predeterminado desde nuestro nacimiento? Demasiadas dudas sin resolver.- sentencio esperando a ver qué dice el resto.

Marsi estaba completamente concentrada en su entrenamiento. No se sobresaltó cuando oyó a Sura hablarle, pero sí que se sorprendió de lo rápido que se había pasado la tarde. Pidió tiempo para cambiarse y refrescarse un poco antes de bajar con los demás. Estaban todos reunidos, como cuando hablaban de temas importantes. Las caras de sus compañeros tenían expresiones variadas, y a Marsi no le gustó ni una de ellas.

-¿Ha pasado algo en Sendar?- aventuró.

La respuesta no tardó en llegar. Le contaron con pelos y señales lo que habían descubierto, de boca de los sendarios. Ella aportó información sobre su propio cosechador, pero para cuando terminaban de hablar se había sumido en sus pensamientos. Las imágenes de los monstruos que habían ''asaltado'' Maciel durante su estancia allí no paraban de bailar en su cabeza. ¿Iban a convertirse en eso? ¿Realmente esa Luna Roja iba a transformarlos en monstruos?

-Nos llaman cosechados- murmuró recordando su encuentro con el chico árbol y todas las referencias que tenía de los habitantes de la ciudad desde el día del discurso- Nos recogen cuando estamos maduros, y esto es una criba. Nos eligen por alguna clase de habilidad o algo especial en nosotros, y todo este numerito es para demostrar que somos unos monstruos dignos...

Empezaba a marearse. La idea le daba náuseas. Ella había pedido poder, había pedido ser especial, pero no quería ser un monstruo. Se mordió el labio inferior con angustia.