Torreón Maciel (Archivo V)
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Jack
Dal
Evanna
Zarket
Rocavarancolia Rol
Alicia
Naeryan
Baurus
Poblo
LEC
Yber
Giniroryu
Red
Tak
Leonart
19 participantes
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Torreón Maciel (Archivo V)
06/08/13, 02:56 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.
-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.
>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.
Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.
Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-
El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.
-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.
>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.
Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.
Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/01/14, 03:15 am
A mitad del camino, la sinhadre salió tras él. El chaval se quedó inmovil y se giró a esperar que le alcanzara, escrutinando a la chica tras las ojeras. Frente a lo que dijo, el chaval se limitó a soltar un bufido. ¿No era obvio?
―Suceder siempre suceden cosas y podemos hacer bien poco para evitarlas. Si te refieres sin embargo a que algo de lo que me encontrase ayer en mi paseito por la ciudad me ha hecho un lavado de cerebro, descansa, tu preocupación es en vano.―dijo, cruzándose de brazos.―Nada de lo que me encontré por la ciudad me afectó de tal manera. Tan solo digamos que, los eventos sucedidos ayer descorcharon una botella apunto de estallar y yo soy el resultado que los demás deben limpiar después de la fiesta.―
Se permitió dos carcajadas. Pero parecian tan cargadas de acidez y penuria que un llanto habria sido más alegre. Se detuvo cuando la sinhadre continuó.
―¿Ahora no quieres verme siquiera?―los brazos cayeron laxos a ambos lados de su cadera para luego dispararse al aire, en posicion de protesta.―¡Bueno! ¡Entonces, dejame estar a solas!―hizo una serie de movimientos con las manos, como en un teatro para representar una sucesión de cosas.―Es muy simple, siempre ha funcionado bien conmigo y el resto del grupo: Yo salgo fuera, estoy a mis asuntos todo el día y a nadie le importa donde estoy o que coño hago. Así no tienes que verme mi cara de alma en pena. Fácil, ¿no?―imitó la voz de Ri a la perfección, pero no le hizo caso, como de costumbre.
Apenas dió tiempo a la sinhadre a reaccionar. Girandose reemprendió su camino hacia una esquina, mientras se alisaba el flequillo con furia, bramaba al viento una maldición en suficiente voz alta para que los de dentro le escuchasen.―¿¡Qué debo hacer para consguir algo de paz!? ¿¡Deberia intentar amigar a las alimañas de la ciudad para que compartan una porción de sus hediondas madrigueras!? ¡Qué alguien me lo diga!―
―Suceder siempre suceden cosas y podemos hacer bien poco para evitarlas. Si te refieres sin embargo a que algo de lo que me encontrase ayer en mi paseito por la ciudad me ha hecho un lavado de cerebro, descansa, tu preocupación es en vano.―dijo, cruzándose de brazos.―Nada de lo que me encontré por la ciudad me afectó de tal manera. Tan solo digamos que, los eventos sucedidos ayer descorcharon una botella apunto de estallar y yo soy el resultado que los demás deben limpiar después de la fiesta.―
Se permitió dos carcajadas. Pero parecian tan cargadas de acidez y penuria que un llanto habria sido más alegre. Se detuvo cuando la sinhadre continuó.
―¿Ahora no quieres verme siquiera?―los brazos cayeron laxos a ambos lados de su cadera para luego dispararse al aire, en posicion de protesta.―¡Bueno! ¡Entonces, dejame estar a solas!―hizo una serie de movimientos con las manos, como en un teatro para representar una sucesión de cosas.―Es muy simple, siempre ha funcionado bien conmigo y el resto del grupo: Yo salgo fuera, estoy a mis asuntos todo el día y a nadie le importa donde estoy o que coño hago. Así no tienes que verme mi cara de alma en pena. Fácil, ¿no?―imitó la voz de Ri a la perfección, pero no le hizo caso, como de costumbre.
Apenas dió tiempo a la sinhadre a reaccionar. Girandose reemprendió su camino hacia una esquina, mientras se alisaba el flequillo con furia, bramaba al viento una maldición en suficiente voz alta para que los de dentro le escuchasen.―¿¡Qué debo hacer para consguir algo de paz!? ¿¡Deberia intentar amigar a las alimañas de la ciudad para que compartan una porción de sus hediondas madrigueras!? ¡Qué alguien me lo diga!―
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/01/14, 03:46 am
- No tergiverses lo que he dicho- dijo con frialdad. La nueva actitud comenzaba a ser tan irritante como la primera. Ri no perdió los estribos con aquella dramatización que siguió, pero la ira helada se abrió paso en un siseo contenido.- No tienes que preocuparte porque insista.
Cuando Ri abandonó el patio, cerró con una suavidad meditada, y se giró hacia el resto como si no hubiera sucedido nada.
- Quiere estar solo.- informó- ¿He oido algo de salir?
Lo primero de todo, porque así había sobrevivido a su infancia, era la calma. La calma y el deber. Y Shaco no entraba en lo segundo y no tenía porque influir en lo primero. Permitir que tanta tontería lo hubiese hecho era preocupante. Lo había sido. Ahora ya no merecía su atención en absoluto, mientras no interrumpiese su vida. Anriel acababa de desplazarlo a la lista de cosas que no eran importantes.
Cuando Ri abandonó el patio, cerró con una suavidad meditada, y se giró hacia el resto como si no hubiera sucedido nada.
- Quiere estar solo.- informó- ¿He oido algo de salir?
Lo primero de todo, porque así había sobrevivido a su infancia, era la calma. La calma y el deber. Y Shaco no entraba en lo segundo y no tenía porque influir en lo primero. Permitir que tanta tontería lo hubiese hecho era preocupante. Lo había sido. Ahora ya no merecía su atención en absoluto, mientras no interrumpiese su vida. Anriel acababa de desplazarlo a la lista de cosas que no eran importantes.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/01/14, 07:21 pm
Marsi meditó la propuesta de Ri. En cierto modo era una oportunidad que no quería desaprovechar, pero tampoco quería que la albina se viese obligada a darle una clase debido a su comentario. Las palabras de Keiria la hicieron sonrojarse, y sentirse un poco culpable por los pensamientos que había tenido sobre los habitantes de Maciel.
-No, de ninguna manera, no es culpa vuestra. Tan solo... no quiero molestar, al fin y al cabo soy una boca más que alimentar y...
Shaco habló, y pilló a Marsi con la guardia baja. Aquel comentario le había dolido, en especial porque había dado en algo en lo que se sentía especialmente insegura en ese momento. Ri logró sacarle, de alguna manera, una explicación más convincente a su ausencia y aspecto del día anterior, que añadió algo más de leña al enfado de Marsi. Ella ya había advertido sobre las casas carnívoras, pero estaba claro que el rubio se había pasado sus palabras por el arco del triunfo.
No lo siguió hasta el patio, pero sí que pudo oir la pataleta, a la que respondió a gritos. Quería salir y darle otro puñetazo para quitarle la tontería, pero se quedó en el sitio.
-¡A lo mejor si te limitases a irte en silencio a un sitio tranquilo en lugar de montar un numerito para hacer que todo tu grupo se preocupe es más eficaz para conseguir algo de paz! ¡Y si tanta ilusión te hace salir a hacerte amigo de los monstruos corre y ve, porque está claro que o te importa una mierda morir de forma horrible o eres demasiado imbecil para darte cuenta de la situación en la que te encuentras! ¡Ppero claro, es muy facil hacerse el pobrecito y tratar como el culo a la gente que se preocupa por ti, porque tuno has visto a ninguno de tus compañeros despedazado delante de tus narices!!
Después del discurso a gritos le dolía la garganta a horrores, pero sentía que se había quitado un peso de encima. Había visto numeritos como aquel más de una vez. Le parecía infantil y fuera de lugar y hacía que le hirviese la sangre. Cuando Ri volvió, Marsi dejó escapar un largo suspiro.
-Creo... que lo mejor será que me vaya hoy. Pero si quereis que vaya con vosotros a algún sitio o necesitais a uno más para la salida, iré.
-No, de ninguna manera, no es culpa vuestra. Tan solo... no quiero molestar, al fin y al cabo soy una boca más que alimentar y...
Shaco habló, y pilló a Marsi con la guardia baja. Aquel comentario le había dolido, en especial porque había dado en algo en lo que se sentía especialmente insegura en ese momento. Ri logró sacarle, de alguna manera, una explicación más convincente a su ausencia y aspecto del día anterior, que añadió algo más de leña al enfado de Marsi. Ella ya había advertido sobre las casas carnívoras, pero estaba claro que el rubio se había pasado sus palabras por el arco del triunfo.
No lo siguió hasta el patio, pero sí que pudo oir la pataleta, a la que respondió a gritos. Quería salir y darle otro puñetazo para quitarle la tontería, pero se quedó en el sitio.
-¡A lo mejor si te limitases a irte en silencio a un sitio tranquilo en lugar de montar un numerito para hacer que todo tu grupo se preocupe es más eficaz para conseguir algo de paz! ¡Y si tanta ilusión te hace salir a hacerte amigo de los monstruos corre y ve, porque está claro que o te importa una mierda morir de forma horrible o eres demasiado imbecil para darte cuenta de la situación en la que te encuentras! ¡Ppero claro, es muy facil hacerse el pobrecito y tratar como el culo a la gente que se preocupa por ti, porque tuno has visto a ninguno de tus compañeros despedazado delante de tus narices!!
Después del discurso a gritos le dolía la garganta a horrores, pero sentía que se había quitado un peso de encima. Había visto numeritos como aquel más de una vez. Le parecía infantil y fuera de lugar y hacía que le hirviese la sangre. Cuando Ri volvió, Marsi dejó escapar un largo suspiro.
-Creo... que lo mejor será que me vaya hoy. Pero si quereis que vaya con vosotros a algún sitio o necesitais a uno más para la salida, iré.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/01/14, 10:10 pm
Archime había observado el comportamiento de Shaco con creciente desconcierto e interés. Su forma de hablar, de reaccionar e incluso sus gestos no guardaban ningún patrón en común con la forma de comportarse de la que había hecho gala desde que habían llegado a la ciudad. Escuchó a medias la conversación relativa a la partida de Marsi, pero no captó tanto su atención como el extraño fenómeno que era el humano en aquel momento.
Los gritos de la Varmania le hicieron dar un bote en el sillón y mirar en su dirección tras haberse ensimismado analizando el intercambio entre Anriel y Shaco. El irrense se bajó del sillón y se acercó lentamente hacia el resto del grupo mientras Marsi continuaba con su diatriba. Una vez la chica hubo finalizado, el biomecánico se subió las gafas y habló.
—El comportamiento de Shaco no coincide en ninguna de sus formas con la demostración de su carácter a lo largo de más de un mes —explicó con calma sin mirar hacia nadie en concreto mientras rebuscaba entre las cestas algo de desayuno—. En todas las situaciones hasta el momento se mantuvo tal y como has podido comprobar… Actuaba como has visto hasta ahora, sin excepción. —Se rascó la cabeza con nerviosismo, intentando modificar su forma de hablar a media explicación al recordar que no lo estaba intentando—. Creo que debemos asumir que sucede algo que requiere un análisis más a fondo del caso.
A continuación se sentó a desayunar tranquilamente mientras esperaba a que se decidieran a irse. No obstante, una vez terminó de alimentarse, comunicó que tenía intención de instalar los hechizos de seguridad en la puerta del patio y procedió a realizar el hechizo de guardia sobre la misma, pidiendo después uno a uno el que le permitiesen ser incluidos en él. El cordel de alarma lo instalaría a la vuelta o al día siguiente si su energía mágica se veía mermada durante la salida. Porque Archime consideró que, debido a que iban a una localización considerablemente lejana, debía acompañarles como apoyo mágico en caso de que fuese necesario defenderse de algún peligro.
Cuando se dispusieron a salir, el ingeniero solicitó a Lara que volviese a colocarles las protecciones básicas ya que la ordesa no iba a salir y de este modo se ahorraría algo de su propio gasto mágico.
Sigue en el Torreón Letargo.
Los gritos de la Varmania le hicieron dar un bote en el sillón y mirar en su dirección tras haberse ensimismado analizando el intercambio entre Anriel y Shaco. El irrense se bajó del sillón y se acercó lentamente hacia el resto del grupo mientras Marsi continuaba con su diatriba. Una vez la chica hubo finalizado, el biomecánico se subió las gafas y habló.
—El comportamiento de Shaco no coincide en ninguna de sus formas con la demostración de su carácter a lo largo de más de un mes —explicó con calma sin mirar hacia nadie en concreto mientras rebuscaba entre las cestas algo de desayuno—. En todas las situaciones hasta el momento se mantuvo tal y como has podido comprobar… Actuaba como has visto hasta ahora, sin excepción. —Se rascó la cabeza con nerviosismo, intentando modificar su forma de hablar a media explicación al recordar que no lo estaba intentando—. Creo que debemos asumir que sucede algo que requiere un análisis más a fondo del caso.
A continuación se sentó a desayunar tranquilamente mientras esperaba a que se decidieran a irse. No obstante, una vez terminó de alimentarse, comunicó que tenía intención de instalar los hechizos de seguridad en la puerta del patio y procedió a realizar el hechizo de guardia sobre la misma, pidiendo después uno a uno el que le permitiesen ser incluidos en él. El cordel de alarma lo instalaría a la vuelta o al día siguiente si su energía mágica se veía mermada durante la salida. Porque Archime consideró que, debido a que iban a una localización considerablemente lejana, debía acompañarles como apoyo mágico en caso de que fuese necesario defenderse de algún peligro.
Cuando se dispusieron a salir, el ingeniero solicitó a Lara que volviese a colocarles las protecciones básicas ya que la ordesa no iba a salir y de este modo se ahorraría algo de su propio gasto mágico.
Sigue en el Torreón Letargo.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/01/14, 11:01 pm
Lara le dio la razón a Archi, asintiendo silenciosamente. Shaco estaba raro... Se le entendía al hablar. <<Está ganando experiencia>> se dijo. Lo de Marsi, sin embargo, le apenó un poco. La varmana le caía bien, se había acostumbrado a su presencia, y estaba segura de que la echaría de menos. Además tenía un carácter fuerte y bastante sensatez.
—Vamos a echarte de menos, Marsi—intentó sonar lo menos triste posible.
Ante lo de salir, Lara no añadió nada. Le apetecía volver a ver a los letarguinos, pero ya había salido ayer y no quería dejar a sus hijos, nuevamente, todo el día al cuidado de alguien ajeno a ellos. <<Soy madre antes que aventurera>> se dijo con todo su pesar. Hacía semanas que no miraba su estancia en Rocavarancolia desde la perspectiva de un juego y, ahora, aventura era una palabra con connotaciones más serias. Solo tenía que recordar lo que le había pasado a Neith.
Se estremeció y continuó desayunando, masticando de la misma manera ruidosa que unos segundos antes. Definitivamente, hoy no saldría. Cuando Archi le pidió que realizara las protecciones mágicas, lo hizo de buena gana. Archi era el único mago que salía y más le valdría guardarse la magia para fuera. Se despidió de Marsi con un abrazo y observó como marchaba el pequeño grupo. Una parte de ella se carcomía por no acompañarlos.
----------------------
Seon y Dirke no tardaron en llegar a Maciel. Estaban en una de las calles que daba al edificio, lo suficientemente lejos como para que no les vieran desde dentro. Fue entonces cuando cayó en la cuenta de algo importante.
—¿Cómo vamos a hacerlo?—preguntó—. Porque de lejos... como no me compre unas gafas poco voy a ver—sonrió—. ¿Existen hechizos para ver cosas a distancia en grupo? Solo conozco la... ¿neblina mágica?, pero creo que no vale.
Se rascó la cabeza en un gesto de duda, esperando que la soñadora lo iluminara.
—Vamos a echarte de menos, Marsi—intentó sonar lo menos triste posible.
Ante lo de salir, Lara no añadió nada. Le apetecía volver a ver a los letarguinos, pero ya había salido ayer y no quería dejar a sus hijos, nuevamente, todo el día al cuidado de alguien ajeno a ellos. <<Soy madre antes que aventurera>> se dijo con todo su pesar. Hacía semanas que no miraba su estancia en Rocavarancolia desde la perspectiva de un juego y, ahora, aventura era una palabra con connotaciones más serias. Solo tenía que recordar lo que le había pasado a Neith.
Se estremeció y continuó desayunando, masticando de la misma manera ruidosa que unos segundos antes. Definitivamente, hoy no saldría. Cuando Archi le pidió que realizara las protecciones mágicas, lo hizo de buena gana. Archi era el único mago que salía y más le valdría guardarse la magia para fuera. Se despidió de Marsi con un abrazo y observó como marchaba el pequeño grupo. Una parte de ella se carcomía por no acompañarlos.
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Seon y Dirke no tardaron en llegar a Maciel. Estaban en una de las calles que daba al edificio, lo suficientemente lejos como para que no les vieran desde dentro. Fue entonces cuando cayó en la cuenta de algo importante.
—¿Cómo vamos a hacerlo?—preguntó—. Porque de lejos... como no me compre unas gafas poco voy a ver—sonrió—. ¿Existen hechizos para ver cosas a distancia en grupo? Solo conozco la... ¿neblina mágica?, pero creo que no vale.
Se rascó la cabeza en un gesto de duda, esperando que la soñadora lo iluminara.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/01/14, 11:42 pm
Seon tampoco había pensado en ello.
- Ahg. Se me había olvidado ya... No estoy acostumbrada a esto .- se disculpó- Sí, si que existe un hechizo de niebla mágica. Pero tú...
La soñadora echó una mirada de soslayo a Maciel.
- Estaría bien poder entrar sin más.- Se enderezó de pronto.- Yo si puedo. Esperame aqui, he tenido una idea.
Seon levitó y se hizo intangible, entrando por la ultima planta y pasando con cuidado hacia los dormitorios, asomando solo un ojo brevemente para comprobar que no había nadie allí, tras lo cual procedió a robar un colchón. La chica llegó donde esperaba su nuevo amigo con el trofeo detrás.
- Tu no puedes levitar, pero esto sí. Nos podemos poner sobre el patio. No tiene nada de discreto, pero basta con que no miren hacia arriba. Y tendremos mejores vistas. ¿Te parece bien?
Dejó el colchón en el suelo y se sentó encima de piernas cruzadas.
- Ahg. Se me había olvidado ya... No estoy acostumbrada a esto .- se disculpó- Sí, si que existe un hechizo de niebla mágica. Pero tú...
La soñadora echó una mirada de soslayo a Maciel.
- Estaría bien poder entrar sin más.- Se enderezó de pronto.- Yo si puedo. Esperame aqui, he tenido una idea.
Seon levitó y se hizo intangible, entrando por la ultima planta y pasando con cuidado hacia los dormitorios, asomando solo un ojo brevemente para comprobar que no había nadie allí, tras lo cual procedió a robar un colchón. La chica llegó donde esperaba su nuevo amigo con el trofeo detrás.
- Tu no puedes levitar, pero esto sí. Nos podemos poner sobre el patio. No tiene nada de discreto, pero basta con que no miren hacia arriba. Y tendremos mejores vistas. ¿Te parece bien?
Dejó el colchón en el suelo y se sentó encima de piernas cruzadas.
-
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/01/14, 12:45 am
Dirke dejó que Seon trabajara en su idea y observó como se colaba en el torreón. Cuando la vio volver con un colchón tras ella, abrió los ojos como platos y se quedó pasmado. Oír la idea que había tenido acabó de rematar al hombre árbol. No era una fobia como tal, pero él no comprendía la magia bien y el colchón era blando y podría combarse y podría caerse y la superficie no era muy grande y todo eran pegas en la mente del alemán vegetal. Se le escapó una risilla nerviosa y volvió a rascarse la nuca.
—Oh... Me... Me parece bien—mintió.
Dirke se subió al colchón y se hizo un ovillo frente a Seon, con las piernas flexionadas, rodeadas por los brazos. Cuando el colchón empezó a ganar altura, Dirke dejó de mirar a cualquier cosa que hubiera más allá de la superficie sobre la que había plantado el culo. Sin duda, se habría sentido más cómodo con las raices bajo el suelo y no sobrevolándolo, pero le daba vergüenza confesar aquel temor y trató de disimular sus nervios.
—¿Conoces el cuento de Aladdin?—<<Porque yo sí y ahora mismo admiro a su protagonista...>>—. Es que así... Somos la versión pobre de una de sus escenas—estaba hablando rápido, de forma atropellada y con un nudo en la garganta. Seon tendría que cavar en su acento alemán para poder comprenderlo en condiciones.
Para paliar su nerviosismo, o agravarlo, en su mente comenzó a sonar la melodía de un mundo ideal.
—Oh... Me... Me parece bien—mintió.
Dirke se subió al colchón y se hizo un ovillo frente a Seon, con las piernas flexionadas, rodeadas por los brazos. Cuando el colchón empezó a ganar altura, Dirke dejó de mirar a cualquier cosa que hubiera más allá de la superficie sobre la que había plantado el culo. Sin duda, se habría sentido más cómodo con las raices bajo el suelo y no sobrevolándolo, pero le daba vergüenza confesar aquel temor y trató de disimular sus nervios.
—¿Conoces el cuento de Aladdin?—<<Porque yo sí y ahora mismo admiro a su protagonista...>>—. Es que así... Somos la versión pobre de una de sus escenas—estaba hablando rápido, de forma atropellada y con un nudo en la garganta. Seon tendría que cavar en su acento alemán para poder comprenderlo en condiciones.
Para paliar su nerviosismo, o agravarlo, en su mente comenzó a sonar la melodía de un mundo ideal.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/01/14, 01:09 am
- Es seguro, Ramas. Nunca te dejaría caer. - dijo posando una mano sobre su hombro al notar el nerviosismo del humano.- Ven, espera. Ya bajamos.
El descenso a tierra fue muy suave, y Seon no retiró la mano de su hombro. De hecho, ahí seguía después de haber aterrizado y al darse cuenta la retiró azorada.
- ¿Iba Aladdin a visitar en secreto cosechados? Porque somos los peores vigilantes del mundo.- dijo con una risa suave.
El descenso a tierra fue muy suave, y Seon no retiró la mano de su hombro. De hecho, ahí seguía después de haber aterrizado y al darse cuenta la retiró azorada.
- ¿Iba Aladdin a visitar en secreto cosechados? Porque somos los peores vigilantes del mundo.- dijo con una risa suave.
-
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/01/14, 01:28 am
El alivio se hizo perenne en su cara cuando volvió a pisar el suelo. Agradeció en silencio que la muchacha lo hubiera sujetado hasta llegar ahí abajo y se sacudió, para quitarse la tensión de encima. La pregunta de Seon dio paso a una sonora carcajada y un ataque de risa tonto por parte de Dirke, hasta casi quedarse sin resuello.
Cuano por fin amainó un poco, cogió una bocanada de aire y negó con la cabeza.
—No exactamente, viajaron a alta velocidad mientras se besuqueaban y veían el mundo—le explicó intentando contener las ganas de volver a echar a reír. Le sabía un poco mal haberle fastidiado la idea y decidió que, ya que habían robado el colchón, devolverlo sin más era demasiado aburrido—¿Y si subimos esto a un tejado cercano y les miramos de ahí? Yo podría camuflarme y seguro que con algún hechizo, tú también podrías ocultar.
>>No somos los espías más buenos, pero que no nos falle la intención—añadió divertido.
Cuano por fin amainó un poco, cogió una bocanada de aire y negó con la cabeza.
—No exactamente, viajaron a alta velocidad mientras se besuqueaban y veían el mundo—le explicó intentando contener las ganas de volver a echar a reír. Le sabía un poco mal haberle fastidiado la idea y decidió que, ya que habían robado el colchón, devolverlo sin más era demasiado aburrido—¿Y si subimos esto a un tejado cercano y les miramos de ahí? Yo podría camuflarme y seguro que con algún hechizo, tú también podrías ocultar.
>>No somos los espías más buenos, pero que no nos falle la intención—añadió divertido.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/01/14, 01:45 am
Seon aceptó sonriendo a medias. La había incomodado hacer sentir mal al chico árbol y le daba cosa hacer otra cosa incorrecta.
- Agarrate a mi, entonces.- dijo sin gran convencimiento. El siguiente viaje fue bastante más rápido pero procuró evitar cualquier brusquedad. Dejó el colchón, cada vez mas lleno de polvo y huellas de los dos chicos descalzos, en una azotea cercana desde la cual se veia el patio parcialmente. - No vamos a ver nada desde aqui.- dijo divertida. - Apenas veo el pelo de Shaco.- Señaló la mancha anaranjada del cosechado. - ¿Se besaba Aladdin con un colchón? Porque no has mencionado a nadie más y el nuestro esta en perfectas condiciones como para que lo hagas.- bromeó y se tapó los ojos.- te doy intimidad. No se lo diré a Oscar
- Agarrate a mi, entonces.- dijo sin gran convencimiento. El siguiente viaje fue bastante más rápido pero procuró evitar cualquier brusquedad. Dejó el colchón, cada vez mas lleno de polvo y huellas de los dos chicos descalzos, en una azotea cercana desde la cual se veia el patio parcialmente. - No vamos a ver nada desde aqui.- dijo divertida. - Apenas veo el pelo de Shaco.- Señaló la mancha anaranjada del cosechado. - ¿Se besaba Aladdin con un colchón? Porque no has mencionado a nadie más y el nuestro esta en perfectas condiciones como para que lo hagas.- bromeó y se tapó los ojos.- te doy intimidad. No se lo diré a Oscar
-
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/01/14, 01:23 pm
Había supuesto que saldrían ese día, o tal vez podría intentar hacer el paripé de entrenamiento con Shaco, pero resultó que Marsi hablaba ya de irse. No había aguantado ni una semana allí, probablemente estaría decepcionada porque no había encontrado nada muy diferente respecto a su torreón. «No sé qué pensaba, para dejar atrás esa paranoia que tiene hace falta algo más que entrenamiento físico». No había tenido mucho trato con la varmana, pero la impresión que le había dejado era la de una chica sobrepasada por las circunstancias. No participó activamente en aquella especie de despedida por parte de varios de sus compañeros, aunque sí lo haría cuando estuviese saliendo por la puerta, porque no tenía intención de salir cuando fuesen a llevarla. No había nadie en el otro torreón con quien tuviese alguna palabra que intercambiar.
Aquella charla se vio interrumpida cuando sucedió algo inesperado que hizo evidente el cambio de actitud de Shaco «quien dice actitud, dice personalidad». En cualquier otra ocasión habría dicho que estaba tratando de meterse en algún personaje que se le hubiera antojado, pero lo que no acababa de cuadrar era que le hablase de aquella manera a Ri, que había logrado hundirlo al día anterior con una mala reacción. Aunque lo más sorprendente casi era que hablase como una persona normal, algo tremendamente fuera de lugar, según Cío, en aquel tarado. Casi le preocupó, solo casi. «Se tiene merecido el susto que se haya llevado, por gilipollas», fue lo que pensó respecto a su encuentro con las casas carnívoras, aunque era consciente de lo distintas que podrían haber resultado las cosas.
Era evidente que ese día no se repetiría el entrenamiento con el humano, pero después de que se decidiese ir a Letargo tampoco tenía intención de salir. No quiso hacer mucho caso a los problemas ajenos y, tras despedirse de los que salían, volvió a la cocina a terminarse el desayuno. Lara estaba apagada ese día, por no decir que masticaba con la delicadeza de un irrqin. Prefirió ignorar eso, pero lo cierto era que había un ambiente general extraño en el torreón.
—¿Qué virus le habrá pillado al pelo de zanahoria?
Se quedó mirando a la ordesa también, creyendo que probablemente era mejor no preguntar por su estado de ánimo.
Aquella charla se vio interrumpida cuando sucedió algo inesperado que hizo evidente el cambio de actitud de Shaco «quien dice actitud, dice personalidad». En cualquier otra ocasión habría dicho que estaba tratando de meterse en algún personaje que se le hubiera antojado, pero lo que no acababa de cuadrar era que le hablase de aquella manera a Ri, que había logrado hundirlo al día anterior con una mala reacción. Aunque lo más sorprendente casi era que hablase como una persona normal, algo tremendamente fuera de lugar, según Cío, en aquel tarado. Casi le preocupó, solo casi. «Se tiene merecido el susto que se haya llevado, por gilipollas», fue lo que pensó respecto a su encuentro con las casas carnívoras, aunque era consciente de lo distintas que podrían haber resultado las cosas.
Era evidente que ese día no se repetiría el entrenamiento con el humano, pero después de que se decidiese ir a Letargo tampoco tenía intención de salir. No quiso hacer mucho caso a los problemas ajenos y, tras despedirse de los que salían, volvió a la cocina a terminarse el desayuno. Lara estaba apagada ese día, por no decir que masticaba con la delicadeza de un irrqin. Prefirió ignorar eso, pero lo cierto era que había un ambiente general extraño en el torreón.
—¿Qué virus le habrá pillado al pelo de zanahoria?
Se quedó mirando a la ordesa también, creyendo que probablemente era mejor no preguntar por su estado de ánimo.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/01/14, 02:19 pm
―Si, si. Cerrad la puerta al salir.―contestó con burla el chaval. Por el rabillo del ojo, lanzó varias miradas suspicaces a dentro del torreón. Todavia parecia que se iban a quedar lo cual se ganó que el chico rodase los ojos con cansancio. Era como si la fortuna se riera a su costa.
Para cuando se decidieron por salir, los lentos macieleros escoltaron a la individua de letargo de vuelta a su torreón, para mejor. Pero lo que no habia calculado el ruso era que, no todos iban a salir. Por supuesto, era capaz de acallar al idiota de Baurus o llegar a amenazarle si avecinaba que se iba a ir de la lengua. Miedo no le tenia al pánfilo japones, eso estaba claro. Keiriarei, otra que tenia altas probabilidades de quedarse, no tenia pinta de inmiscuirse en los asuntos de los demás, pero tampoco le dejaria flotar por ahí a sus anchas sin abrir la bocaza para preguntar.
Pero aquello habia escapado a sus cálculos. Aparte de Baurus y Keiria, quedaban otros lo cual convertian su planeada salida sigilosa a la biblioteca en un total fraude. La ignorancia de sus compañeros aseguraba su felicidad, estaba seguro de ello. Se mordió el labio de nervios y comenzó a pensar en una alternativa. No tardó en contemplar el muro con otros ojos y, se evaluó si podría treparlo, no por la altura, sino por el remate de cristales que lo coronaba. ¿Podría apartarlos sin hacer mucho ruido? Intentó, en vano, lanzar un hechizo de levitación sobre si mismo para volar, lo cual casi le hizo encontronarse con el muro. Era capaz de levitar, pero todavia le faltaba mucho control. Le echó la culpa a su inconsciencia de la útilidad de la magia. Pero eso era algo en el pasado. Muchas cosas iban a cambiar a partir de ese momento.
Su mirada se perdió en el muro para detenerse en una zona que habia sido despejada de antemano. Extrañado, el chaval hizo memoria, mientras se aplanaba el flequillo contra la frente. Con una exclamación muda, se acordó.
―¡Oh Taro! ¡Bellisima persona previsora!―dijo por debajo de su aliento. Si se tuviera que describirlo de alguna manera, podia ser feliz. Pero no habia verdadera felicidad entre las ojeras del chaval. Quizás "alivio" era una palabra más adecuada.
Batiendo sus manos, se encaramó al muro y se propulsó en su remate para asomarse a la ciudad de fuera que le esperaba, con libertad. Fue a terminar de escalar y pasó una pierna al otro lado y, entonces lo vió.
Un colchón como los que tenian dentro del torreón estaba flotando por encima de su cabeza. Juraria haber visto a alguien encima, pero desde un punto de vista picado, no pudo apreciarlo bien. Eso y que se perdió entre los edificios. Ensimismado y perplejado a partes iguales por la distracción, habia estado manoteando con la siniestra el aire, hasta topar la solidez del muro, para no caerse. Desgracia para el chaval fue que se habia extralimitado de la zona sin cristales rotos y ahora tenia una desagradable lasca sajandole la palma de la mano, sangrando escanalosamente. El latigazo de dolor fue suficiente para que el chico perdiese el esquilibrio y cayese de vuelta al patio.
―¡Argh Taro! ¿¡Porque tuviste que hacer la zona tan pequeña, mentecato!?―exclamó con dolor al impactar contra el suelo con un sonido seco.
Para cuando se decidieron por salir, los lentos macieleros escoltaron a la individua de letargo de vuelta a su torreón, para mejor. Pero lo que no habia calculado el ruso era que, no todos iban a salir. Por supuesto, era capaz de acallar al idiota de Baurus o llegar a amenazarle si avecinaba que se iba a ir de la lengua. Miedo no le tenia al pánfilo japones, eso estaba claro. Keiriarei, otra que tenia altas probabilidades de quedarse, no tenia pinta de inmiscuirse en los asuntos de los demás, pero tampoco le dejaria flotar por ahí a sus anchas sin abrir la bocaza para preguntar.
Pero aquello habia escapado a sus cálculos. Aparte de Baurus y Keiria, quedaban otros lo cual convertian su planeada salida sigilosa a la biblioteca en un total fraude. La ignorancia de sus compañeros aseguraba su felicidad, estaba seguro de ello. Se mordió el labio de nervios y comenzó a pensar en una alternativa. No tardó en contemplar el muro con otros ojos y, se evaluó si podría treparlo, no por la altura, sino por el remate de cristales que lo coronaba. ¿Podría apartarlos sin hacer mucho ruido? Intentó, en vano, lanzar un hechizo de levitación sobre si mismo para volar, lo cual casi le hizo encontronarse con el muro. Era capaz de levitar, pero todavia le faltaba mucho control. Le echó la culpa a su inconsciencia de la útilidad de la magia. Pero eso era algo en el pasado. Muchas cosas iban a cambiar a partir de ese momento.
Su mirada se perdió en el muro para detenerse en una zona que habia sido despejada de antemano. Extrañado, el chaval hizo memoria, mientras se aplanaba el flequillo contra la frente. Con una exclamación muda, se acordó.
―¡Oh Taro! ¡Bellisima persona previsora!―dijo por debajo de su aliento. Si se tuviera que describirlo de alguna manera, podia ser feliz. Pero no habia verdadera felicidad entre las ojeras del chaval. Quizás "alivio" era una palabra más adecuada.
Batiendo sus manos, se encaramó al muro y se propulsó en su remate para asomarse a la ciudad de fuera que le esperaba, con libertad. Fue a terminar de escalar y pasó una pierna al otro lado y, entonces lo vió.
Un colchón como los que tenian dentro del torreón estaba flotando por encima de su cabeza. Juraria haber visto a alguien encima, pero desde un punto de vista picado, no pudo apreciarlo bien. Eso y que se perdió entre los edificios. Ensimismado y perplejado a partes iguales por la distracción, habia estado manoteando con la siniestra el aire, hasta topar la solidez del muro, para no caerse. Desgracia para el chaval fue que se habia extralimitado de la zona sin cristales rotos y ahora tenia una desagradable lasca sajandole la palma de la mano, sangrando escanalosamente. El latigazo de dolor fue suficiente para que el chico perdiese el esquilibrio y cayese de vuelta al patio.
―¡Argh Taro! ¿¡Porque tuviste que hacer la zona tan pequeña, mentecato!?―exclamó con dolor al impactar contra el suelo con un sonido seco.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/01/14, 04:56 pm
Keiria asistió a la discusión entre Shaco y Ri con la participación de Marsi en silencio, no muy segura de que había pasado. Había notado raro, o mas raro de lo habitual, al humano lo últimos días, pero hasta hacía un rato había seguido siendo el mismo. Ahora había algo diferente, su forma de hablar y su actitud eran muy distintas, y la ulterana no tenía forma de saber a que se debía.
Los macieleros empezaron a reunirse en la cocina para acordar la salida y despedir a la varmana. La muchacha había expresado su resolución de volver aquel mismo día, y dada la situación con el humano tal vez fuera lo mejor.
―Puedes volver cuando quieras, y la excusa de ser una boca mas que alimentar no es valida ―le sonrió―, no es como si tuviéramos problemas de comida o algo. ¿Tal vez la próxima vez podamos hablar de tu mundo? ―sugirió algo insegura, la forma de vestir de la peliverde con aquellos detalles steampunk le habían gustado mucho, pero no sabía como decirlo―, siento curiosidad... ―añadió, para terminar con un tímido "adiós" y dejarle espacio a los demás.
La pequeña expedición no tardo en ponerse en marcha, y tras unos segundos de duda, la pelirroja terminó por encaminarse al patio, no muy segura de que le iba a decir al aprendiz. Estaba preocupada por el chico, y aunque este había dejado muy clara su falta de ganas de hablar con nadie, la ulterana no podía evitar salir a ver como estaba, era él a fin de cuentas el que siempre trataba de animar a los demás cuando les veía decaídos.
Llegó justo a tiempo para ver caer al humano al suelo y oírle maldecir en voz alta. Keiria se apresuró a acercarse a su lado, pero se detuvo a un par de pasos, la inseguridad pintada en el rostro. Aun recordaba su reacción a las palabras de Ri, pero ahora el chico estaba sangrando.
―¿Estás... estás bien? ―preguntó, agachándose en el sitio―, ¿necesitas ayuda? No es que pueda hacer mucho, soy nula con la magia, pero puedo traerte un poco de agua del pozo...
Los macieleros empezaron a reunirse en la cocina para acordar la salida y despedir a la varmana. La muchacha había expresado su resolución de volver aquel mismo día, y dada la situación con el humano tal vez fuera lo mejor.
―Puedes volver cuando quieras, y la excusa de ser una boca mas que alimentar no es valida ―le sonrió―, no es como si tuviéramos problemas de comida o algo. ¿Tal vez la próxima vez podamos hablar de tu mundo? ―sugirió algo insegura, la forma de vestir de la peliverde con aquellos detalles steampunk le habían gustado mucho, pero no sabía como decirlo―, siento curiosidad... ―añadió, para terminar con un tímido "adiós" y dejarle espacio a los demás.
La pequeña expedición no tardo en ponerse en marcha, y tras unos segundos de duda, la pelirroja terminó por encaminarse al patio, no muy segura de que le iba a decir al aprendiz. Estaba preocupada por el chico, y aunque este había dejado muy clara su falta de ganas de hablar con nadie, la ulterana no podía evitar salir a ver como estaba, era él a fin de cuentas el que siempre trataba de animar a los demás cuando les veía decaídos.
Llegó justo a tiempo para ver caer al humano al suelo y oírle maldecir en voz alta. Keiria se apresuró a acercarse a su lado, pero se detuvo a un par de pasos, la inseguridad pintada en el rostro. Aun recordaba su reacción a las palabras de Ri, pero ahora el chico estaba sangrando.
―¿Estás... estás bien? ―preguntó, agachándose en el sitio―, ¿necesitas ayuda? No es que pueda hacer mucho, soy nula con la magia, pero puedo traerte un poco de agua del pozo...
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/01/14, 05:15 pm
El chaval se incorporó. Habiendo probado el suelo y con la mano izquierda sangrando, su humor no habia hecho sino empeorar. Keiria que parecia haber percibido algo o todo el escándalo que habia montado, se habia acercado a comprobar su estado. Aquello habia arruinado la posibilidad de escaquearse sin ser visto. Chasqueó la lengua y se miró la mano. Se arrancó los trozos de cristal con saña, soltando un quejido seco con cada vez que laceraba su carne para finalmente curarselo con un hechizo. Y fue entonces cuando contestó a la ulterana, mostrándole la palma sanada.
―Esta bien. Como puedes ver ahora estoy perfectamente.―
Y se puso de pie. Podia sentir, casi palpar, el miedo, la inseguridad y la preocupación de la chica. Y no era diferente de la de Ri, quizás expresada más en su medida. Estaba seguro que la sinhadre no le molestaria más o al menos por el momento. Si los demás no habian seguido el ejemplo, no tardarian en hacerlo. Se levantó en una exhalación y se barrió el polvo, para luego enfrentarse a la pelirroja, con una mirada algo intimidante.
―Pregunta: ¿Se han ido directamente a letargo o han dicho que iban a demorarse en algún sitio?―dijo mientras cercaba el espacio entre los dos, en un intento de abrumarla y que contestase antes. No tenia ni el tiempo ni la paciencia en este momento para andarse con charla insustancial.
―Esta bien. Como puedes ver ahora estoy perfectamente.―
Y se puso de pie. Podia sentir, casi palpar, el miedo, la inseguridad y la preocupación de la chica. Y no era diferente de la de Ri, quizás expresada más en su medida. Estaba seguro que la sinhadre no le molestaria más o al menos por el momento. Si los demás no habian seguido el ejemplo, no tardarian en hacerlo. Se levantó en una exhalación y se barrió el polvo, para luego enfrentarse a la pelirroja, con una mirada algo intimidante.
―Pregunta: ¿Se han ido directamente a letargo o han dicho que iban a demorarse en algún sitio?―dijo mientras cercaba el espacio entre los dos, en un intento de abrumarla y que contestase antes. No tenia ni el tiempo ni la paciencia en este momento para andarse con charla insustancial.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
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の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/01/14, 08:04 pm
El chico no dijo nada mientras se arrancaba los cristales uno a uno entre quejidos secos. La escena le resulto un tanto desagradable a la ulterana, pero no dijo nada y espero su respuesta. No se esperaba sin embargo el tono seco del humano, pues a pesar de haber visto la discusión que había mantenido con Ri, no creía que fuera a hablarle así a ella. Por lo visto estaba equivocada, pero no quedó en eso la cosa pues su puso en pie con un bufido y tras dedicarle una mirada intimidante, el aprendiz se le acercó en un gesto claramente hostil, preguntándole en el mismo tono impaciente sobre lo que habían hecho sus compañeros.
Durante un instante la mestiza no supo como reaccionar, pues estaba totalmente confundida, pero poco a poco su sangre ibolense comenzó a calentarse ante tan descarado acorralamiento y puso su cuerpo en marcha. Tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para no apartarle de un puñetazo, pero conservó la mente fría y dio un rígido paso atrás mientras le dirigía una mirada peligrosa, los nudillos blancos y el ceño fruncido. Ella no sabía pelear como él, pero tenía muy claro que podía saltarle los dientes con suma facilidad si perdía las formas, de ahí que mantuviera las distancias.
―No tengo ni idea, si tanto te interesaba haberles preguntado ―respondió, a pesar de que su sangre hervía y sus ojos le dirigían una mirada acerada, su tono de voz era monocorde―. Había salido a ver como estabas, pues esta claro que hoy te has levantado con el pie izquierdo, pero visto lo visto me parece que me da igual. Procura mirar donde pones las manos la próxima vez que trates de saltar el muro ―continuó, había deducido lo que pretendía hacer el pelinaranja a pesar del enfado―, y ten cuidado también con los adoquines rotos, no estaría bien que le causaras una indigestión a un monstruo cualquiera por un tropiezo desafortunado ―concluyó, dándose la vuelta y alejándose del ruso.
Apenas fue consciente del puntapié descuidado que le arreó a un cubo vació de camino al interior del torreón, haciéndolo astillas contra una de las enormes vertebras que poblaban el lugar, estaba demasiado ofuscada. El comportamiento del humano le había dolido, seguía sin estar familiarizada con las relaciones sociales y el pronto del chico le había afectado de mas. No entendía a que venía esa actitud, y realmente le daba igual, no quería pensar en ello, pues estaba claro que no merecía la pena. Keiria se dejó caer en un sillón y abrió el libro que se había traído de la biblioteca el día anterior, enfrascándose completamente en relatos confusos sobre la Luna Roja. Su pelo se agitaba levemente de vez en cuando, pero mas allá de aquel gesto inconsciente no dio ningun tipo de señal de lo que acababa de pasar, se había encerrado en si misma.
Durante un instante la mestiza no supo como reaccionar, pues estaba totalmente confundida, pero poco a poco su sangre ibolense comenzó a calentarse ante tan descarado acorralamiento y puso su cuerpo en marcha. Tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para no apartarle de un puñetazo, pero conservó la mente fría y dio un rígido paso atrás mientras le dirigía una mirada peligrosa, los nudillos blancos y el ceño fruncido. Ella no sabía pelear como él, pero tenía muy claro que podía saltarle los dientes con suma facilidad si perdía las formas, de ahí que mantuviera las distancias.
―No tengo ni idea, si tanto te interesaba haberles preguntado ―respondió, a pesar de que su sangre hervía y sus ojos le dirigían una mirada acerada, su tono de voz era monocorde―. Había salido a ver como estabas, pues esta claro que hoy te has levantado con el pie izquierdo, pero visto lo visto me parece que me da igual. Procura mirar donde pones las manos la próxima vez que trates de saltar el muro ―continuó, había deducido lo que pretendía hacer el pelinaranja a pesar del enfado―, y ten cuidado también con los adoquines rotos, no estaría bien que le causaras una indigestión a un monstruo cualquiera por un tropiezo desafortunado ―concluyó, dándose la vuelta y alejándose del ruso.
Apenas fue consciente del puntapié descuidado que le arreó a un cubo vació de camino al interior del torreón, haciéndolo astillas contra una de las enormes vertebras que poblaban el lugar, estaba demasiado ofuscada. El comportamiento del humano le había dolido, seguía sin estar familiarizada con las relaciones sociales y el pronto del chico le había afectado de mas. No entendía a que venía esa actitud, y realmente le daba igual, no quería pensar en ello, pues estaba claro que no merecía la pena. Keiria se dejó caer en un sillón y abrió el libro que se había traído de la biblioteca el día anterior, enfrascándose completamente en relatos confusos sobre la Luna Roja. Su pelo se agitaba levemente de vez en cuando, pero mas allá de aquel gesto inconsciente no dio ningun tipo de señal de lo que acababa de pasar, se había encerrado en si misma.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/01/14, 08:27 pm
Dirke se tumbó bocabajo en el colchón, una vez que estuvieron sobre el tejado, y y cubrió su piel de corteza y musgo, intentando que de lejos se viera lo más parecido a la madera podrida. Cuando Seon se lo señaló, reconoció al muchacho. Apenas distinguía poco más que la figura, pero lo interesante de aquel cosechado no era su aspecto, sino lo que hacía.
―¿Va a suicidarse lanzándose al foso?―vio entones como se desequilibraba y soltó una risilla cuando se clavó el cristal y cayó hacia atrás―. Bueno, mejor un hueso roto que cosechado muerto―bromeó. El comentario de Seon sobre Aladdin le arrancó otra carcajada―. Oh, es que me olvidé de Jasmín. Era una princesa... Árabe, creo. Se besaba con ella, el colchón... bueno, en realidad era una alfombra viva. Nada que ver―volvió de nuevo la vista al torreón y preguntó―¿Ves algo más? Porque me da que no tenemos el mejor ángulo frente al televisor.
Fue entonces cuando bajaron el puente y los cosechados salieron en masa. A Dirke se le escapó una risilla.
―No dije nada―se percató entonces de quién iba en aquel grupo y se la señaló Seon con una efusividad impropia de un leño podrido―¡Mira! ¡Esa es mi varmana!
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Lara hizo un esfuerzo por despejarse cuando Cio se le aproximó, una vez estuvo de vuelta en la cocina. Funcionó solo a medias y ls ojeras no había manera de ocultarlas. La pregunta le hizo torcer el morro y quedarse pensando. Ella se cuestionaba lo mismo que el irrense.
―La verdad es que no lo sé... Pero parece otra persona completamente diferente. Ahora le entendemos cuando habla, pero dan ganas de ahostiarle―el tono daba a entender que había exagerado. Realmente no le ahostiaría, pero seguramente se reiría si en su proxima bordería se cayera al suelo de bruces. Se acabó lo que quedaba de queso y comenzó a partir más en trocitos muy pequeños, para dárselos de comer a los niños―. Oye, Cío... ¿A ti no te preocupa el tiempo?―inconscientemente, Lara se llevó la mano al bosillo con la piedra vibrante. Pero esta estaba quieta. En esos momentos la ordesa se encontraba tan espesa que no se le ocurrió pensar que el clima en Irraria no abarcaba los mismos accidentes atmosféricos que en Ordesta.
―¿Va a suicidarse lanzándose al foso?―vio entones como se desequilibraba y soltó una risilla cuando se clavó el cristal y cayó hacia atrás―. Bueno, mejor un hueso roto que cosechado muerto―bromeó. El comentario de Seon sobre Aladdin le arrancó otra carcajada―. Oh, es que me olvidé de Jasmín. Era una princesa... Árabe, creo. Se besaba con ella, el colchón... bueno, en realidad era una alfombra viva. Nada que ver―volvió de nuevo la vista al torreón y preguntó―¿Ves algo más? Porque me da que no tenemos el mejor ángulo frente al televisor.
Fue entonces cuando bajaron el puente y los cosechados salieron en masa. A Dirke se le escapó una risilla.
―No dije nada―se percató entonces de quién iba en aquel grupo y se la señaló Seon con una efusividad impropia de un leño podrido―¡Mira! ¡Esa es mi varmana!
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Lara hizo un esfuerzo por despejarse cuando Cio se le aproximó, una vez estuvo de vuelta en la cocina. Funcionó solo a medias y ls ojeras no había manera de ocultarlas. La pregunta le hizo torcer el morro y quedarse pensando. Ella se cuestionaba lo mismo que el irrense.
―La verdad es que no lo sé... Pero parece otra persona completamente diferente. Ahora le entendemos cuando habla, pero dan ganas de ahostiarle―el tono daba a entender que había exagerado. Realmente no le ahostiaría, pero seguramente se reiría si en su proxima bordería se cayera al suelo de bruces. Se acabó lo que quedaba de queso y comenzó a partir más en trocitos muy pequeños, para dárselos de comer a los niños―. Oye, Cío... ¿A ti no te preocupa el tiempo?―inconscientemente, Lara se llevó la mano al bosillo con la piedra vibrante. Pero esta estaba quieta. En esos momentos la ordesa se encontraba tan espesa que no se le ocurrió pensar que el clima en Irraria no abarcaba los mismos accidentes atmosféricos que en Ordesta.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/01/14, 09:08 pm
- Es una historia rara, pero estupenda.- dijo Seon. Los macieleros salieron del torreón, parte de ellos, al menos, con perfecto oportunismo.- No recuerdo a la varmana.- Dijo, haciendo esta vez el hechizo de niebla mágica y mirando con atención sus rasgos. Luego pasó a mirar a los sinhadres, preguntandose qué diría Alder de ellos. Que él era guapo,seguramente. Y conociendo la afición por lo blanco de su pareja, también la albina. Quiso que sobreviviesen. Distraída, comentó vagamente el tema de Shaco.- Creo que es un chico un poco especial. No me dijiste que cosechabas en Varmania, ¿Como es?
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