Torreón Maciel (Archivo V)
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Jack
Dal
Evanna
Zarket
Rocavarancolia Rol
Alicia
Naeryan
Baurus
Poblo
LEC
Yber
Giniroryu
Red
Tak
Leonart
19 participantes
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Torreón Maciel (Archivo V)
06/08/13, 02:56 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.
-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.
>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.
Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.
Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-
El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.
-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.
>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.
Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.
Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
18/01/14, 08:48 pm
Se quedó más tranquilo con la respuesta de Cío, que le aseguraba lugares seguros. Tal vez no saliese durante un tiempo más, pero acabaría por pisar las calles de Rocavarancolia de nuevo alguna vez. Además, estaba el hecho de que, si volvía a Irraria alguna vez, no quería contarles a sus amigos que no había salido de Maciel; tenía que vivir aventuras para contarlas en Ío. Aunque solo fuese por eso, estaba dispuesto a enfrentarse con los peligros del exterior.
No tenía mucho más que decir, y de forma distraída, cogió un trozo de madera que estaba en un rincón de la habitación, y comenzó a dibujar sobre él, sin prestar verdadera atención a los trazos que iban adornando la tabla poco a poco. Cuando consideró que había terminado al estar la madera prácticamente cubierta con el dibujo, levantó la mano y observó el resultado, un intrincado diseño asimétrico a base de espirales. «Pues no me ha quedado tan mal», se dijo, sorprendido de que algo con unos trazos tan aleatorios no fuese un completo desastre. Era la primera vez que dibujaba sobre aquel material y, aunque sobre la piedra fuese mucho más complicado, no pensaba dejar de dibujar en las paredes; sin sus dibujos, el torreón era demasiado aburrido.
No tenía mucho más que decir, y de forma distraída, cogió un trozo de madera que estaba en un rincón de la habitación, y comenzó a dibujar sobre él, sin prestar verdadera atención a los trazos que iban adornando la tabla poco a poco. Cuando consideró que había terminado al estar la madera prácticamente cubierta con el dibujo, levantó la mano y observó el resultado, un intrincado diseño asimétrico a base de espirales. «Pues no me ha quedado tan mal», se dijo, sorprendido de que algo con unos trazos tan aleatorios no fuese un completo desastre. Era la primera vez que dibujaba sobre aquel material y, aunque sobre la piedra fuese mucho más complicado, no pensaba dejar de dibujar en las paredes; sin sus dibujos, el torreón era demasiado aburrido.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
24/01/14, 09:06 pm
Lara no había dicho nada durante el camino, tras el traspiés de Keiriarei. Había oído llamando a su padre y empezaba a asustarla que pudiera haberse enfermado. Sin embargo, la ulterana recibió ayuda y pudo llegar por su propia cuenta al torreón. Nada más pasar, Lara fue a recoger la cesta, la subió a la habitación y, tras cambiarse de ropa, se encargó de resguardar a sus pequeños en el marsupio. No se le pasaba que el bolsillo empezaba a hacerse pequeño, pero ya meditaría sobre eso más tarde. En su lugar, bajó en busca de la ulterana.
La encontró en la cocina, comiendo algo. Se acercó a ella con brio y trató de alcanzar su frente con el dorso de la mano, pero no llegaba.
—Agáchate un poco—le pidió sin dar explicaciones: le parecía muy obvio lo que trataba de hacer. Una vez le puso la mano en la frente (y no notó nada raro en la temperatura), descartó un par de ideas fugaces. <<No está mala... >>—. Oye, Keiria, ¿estás bien?—se quedó callada un instante y añadió—. Antes te escuché llamando a tu padre. Crees... ¿Crees que lo viste?—si la muchacha le decía que sí, no dudaría de su palabra. Al fin y al cabo, si no era por enfermedad, tal vez el clima estuviera causando estragos.
En espera de respuesta, Lara metió la mano en su marsupio y fue acariciando a sus hijos. De vez en cuando se oía algún ruidillo producido por estos o asomaban el morro con curiosidad.
La encontró en la cocina, comiendo algo. Se acercó a ella con brio y trató de alcanzar su frente con el dorso de la mano, pero no llegaba.
—Agáchate un poco—le pidió sin dar explicaciones: le parecía muy obvio lo que trataba de hacer. Una vez le puso la mano en la frente (y no notó nada raro en la temperatura), descartó un par de ideas fugaces. <<No está mala... >>—. Oye, Keiria, ¿estás bien?—se quedó callada un instante y añadió—. Antes te escuché llamando a tu padre. Crees... ¿Crees que lo viste?—si la muchacha le decía que sí, no dudaría de su palabra. Al fin y al cabo, si no era por enfermedad, tal vez el clima estuviera causando estragos.
En espera de respuesta, Lara metió la mano en su marsupio y fue acariciando a sus hijos. De vez en cuando se oía algún ruidillo producido por estos o asomaban el morro con curiosidad.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
25/01/14, 09:45 pm
Nero prefirió callar, dado que su respuesta probablemente no le hubiera gustado nada al niño bestia.
Curioseó el resultado de la visita y reaccionó como le tocaba a cada noticia, iba a desaparecer del centro de atención, evitando que cayera sobre el cualquier tarea non grata cuando una Anriel recién despertada habló.
- ¿Por qué tienes la ropa así? ¿No dijisteis que no sucedió nada?- Pero la respuesta del chico fue tan absurda como de costumbre. Y entonces la albina hizo algo muy extraño: gruñó. Se mordió el labio después, apartando la mirada del resto. Golpeó una mesa con el puño, con mucha más fuerza de la que parecía necesaria y se fue. Se fue sin explicaciones ni disculpas cordiales y el resto del día lo pasó encerrada. Nero se quedó tan pasmado o más que el resto, pero negó con la cabeza y tuvo la prudencia de dejarla tranquila.
El resto del día pasó sin incidentes, monotono en la medida en la que todos lo eran.
Curioseó el resultado de la visita y reaccionó como le tocaba a cada noticia, iba a desaparecer del centro de atención, evitando que cayera sobre el cualquier tarea non grata cuando una Anriel recién despertada habló.
- ¿Por qué tienes la ropa así? ¿No dijisteis que no sucedió nada?- Pero la respuesta del chico fue tan absurda como de costumbre. Y entonces la albina hizo algo muy extraño: gruñó. Se mordió el labio después, apartando la mirada del resto. Golpeó una mesa con el puño, con mucha más fuerza de la que parecía necesaria y se fue. Se fue sin explicaciones ni disculpas cordiales y el resto del día lo pasó encerrada. Nero se quedó tan pasmado o más que el resto, pero negó con la cabeza y tuvo la prudencia de dejarla tranquila.
El resto del día pasó sin incidentes, monotono en la medida en la que todos lo eran.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
26/01/14, 12:19 am
Entre el susto de la biblioteca y luego el de la cicatriz, el aprendiz iba caminando de nuevo algo apartado del contacto humano como cuando salieron de la biblioteca. Iba arrastrando los pies y cabizbajo. De vez en cuando, se aflojaba una corbata imaginaria y murmuraba para si mismo.
-Tan solo deseo una vida tranquila y silenciosa...-
Normalmente arrancaba a una o dos posturas despues de decir aquella frase, pero volvia a deprimirse al cabo de segundos.
Finalmente, divisando Maciel, el aprendiz atravesó las puertas para ser recibido por los habitantes que permanecieron. Les explicaron la historia de lo que habia pasado, salvo lo de su accidente de las casas. Cuando Ri preguntó sobre ello, el aprendiz se adelantó a explicarle aquellas cucarachas tan grandes como bolsas de doritos, y el camionero que-
>> ¿Era camionero o motorista?
<< Estoy casi seguro de que era camionero.
>> Me pega más motorista en el topico violento.
<< Ya, ¿pero que iba a hacer un motorista en un piso de estudiantes?
>> Era una cucaracha asi que... ¿estaria en una estación de servicio cucarachil?.. ¡De todas formas! Tampoco es que arregle mucho la versión del camionero...
<< ¿Qué hacemos entonces? ¿Camionero o motorista?
>> Vayamos con camionero mejor, y que sea lo que buddha quiera...
<< Ese gordinflón sin escrúpulos...
... -el camionero, cucaracha camionero que le dio una paliza y le destrozó su ropa y bufandas favoritas. Pero la reaccion de la paciente chica, no fue tan calmada como de costumbre. Se enfadó, vaya que se enfadó. Por un momento el aprendiz dio un brico cubriendose la cara con las manos temiendo sufrir otra vez el martillo de la ira femenina. Pero el golpe nunca llegó. A su cara. Con un fuerte porrazo a una mesa, la albina les abandonó y ahi el chico se sumergió en el más grande y profundo hoyo de miseria que encontró. Deprimido por el resto del día, no dio muchas señales de vida hasta que, como una sombra, se arrastró hacia su cama, a una hora considerablemente más tarde, y se sumió en un confuso sueño, donde todo era en blanco y negro y los policias se detenian a comer donuts en cafeterias de que parecian de los años cincuenta.
Y, así, revolviendose en la cama, el aprendiz soñó:
Se levantó en el suelo del salón, muy confuso. Se notaba raro y cansado. Se debia haber levantado mientras dormia y, sonámbulo, se habia caido por las escaleras. O quizás solo habia interpretado el sueño. No lo sabia, pero la cosa era que estaba abajo. Pasó de subir a despertar a sus compañeros, pues lo más probable es que le ignorasen o confundiesen sus señales de amabilidad por una molestia más para ellos. Si, eso era lo que era para ellos, una molesta. Suspirando cansado, anduvo hacia el exterior y sacó un cubo de agua del pozo. Se vio reflejado pobremente en él y todo lo que podia adivinarse eran unas generosas ojeras bajo sus ojos, como si no hubiera dormido un ápice. No sabia porque dias antes, habia aborrecido la idea de enjugarse con agua por las mañanas, pero aquella vez le hizo mano de santo, tan cansado como estaba, volcó el cubo sobre su cabeza y se reorganizó el pelo, aprovechando que estaba mojado. Quitándose la camiseta, se dio cuenta de que sus gafas habian desaparecido. Palpandose la zona entorno a los ojos, lo notó. Su visión ahora, menos naranja, era bastante más tétrica y pudo apreciar cuan gris era aquella maldita ciudad, con un aura aberrante a depresión, se limitó a soltar un quejido por debajo de su aliento y volver a entrar dentro. Notó además que el colgante de mano de mono y el anillo de linterna verde habian desaparecido, junto con sus gafas. se aplastó el flequillo empapado contra la cara y avanzó hacia el sillón donde el irrense habia elegido pasar su noche, de nuevo, obseso en su programación como para simplemente irse a la cama.
Le dió un par de toques en el hombro para luego pasar a sacudirselo, sin rudeza, solo para que se levantase.
―¿Archi? Te has vuelto a quedar dormido en el sillón. Eso no es sano, vete a la cama la próxima vez.―le dijo y, justo se disponia a ir cuando se le ocurrió algo y se llamaria idiota varias veces por no percatarse antes de ello. se dio la vuelta y, casi con monotonia, volvio a dirigirse al irrense.―Oye Archi, recuerdo un hechizo en tu libro, página ciento cuarenta y tres, ponia algo de recuperar tejidos o coserlos de nuevo, ¿Has practicado con él?―dijo mientras sacudia el extremo dañado de su bufanda, para darle a entender que buscaba de él.
-Tan solo deseo una vida tranquila y silenciosa...-
Normalmente arrancaba a una o dos posturas despues de decir aquella frase, pero volvia a deprimirse al cabo de segundos.
Finalmente, divisando Maciel, el aprendiz atravesó las puertas para ser recibido por los habitantes que permanecieron. Les explicaron la historia de lo que habia pasado, salvo lo de su accidente de las casas. Cuando Ri preguntó sobre ello, el aprendiz se adelantó a explicarle aquellas cucarachas tan grandes como bolsas de doritos, y el camionero que-
>> ¿Era camionero o motorista?
<< Estoy casi seguro de que era camionero.
>> Me pega más motorista en el topico violento.
<< Ya, ¿pero que iba a hacer un motorista en un piso de estudiantes?
>> Era una cucaracha asi que... ¿estaria en una estación de servicio cucarachil?.. ¡De todas formas! Tampoco es que arregle mucho la versión del camionero...
<< ¿Qué hacemos entonces? ¿Camionero o motorista?
>> Vayamos con camionero mejor, y que sea lo que buddha quiera...
<< Ese gordinflón sin escrúpulos...
... -el camionero, cucaracha camionero que le dio una paliza y le destrozó su ropa y bufandas favoritas. Pero la reaccion de la paciente chica, no fue tan calmada como de costumbre. Se enfadó, vaya que se enfadó. Por un momento el aprendiz dio un brico cubriendose la cara con las manos temiendo sufrir otra vez el martillo de la ira femenina. Pero el golpe nunca llegó. A su cara. Con un fuerte porrazo a una mesa, la albina les abandonó y ahi el chico se sumergió en el más grande y profundo hoyo de miseria que encontró. Deprimido por el resto del día, no dio muchas señales de vida hasta que, como una sombra, se arrastró hacia su cama, a una hora considerablemente más tarde, y se sumió en un confuso sueño, donde todo era en blanco y negro y los policias se detenian a comer donuts en cafeterias de que parecian de los años cincuenta.
Y, así, revolviendose en la cama, el aprendiz soñó:
- Sueño Nº5:
―¿Lo has pillado, chaval?―dijo el Detective mientras que con una ligera sacudida del cigarro entre sus dedos logró que la acumulada ceniza aterrizase en el platito de porcelana que antes habia ocupado un glaseado donut. En efecto, todo era en negro y blanco y dificil de describir. A dos mesas más alla, un soldado le sujetaba las manos a su novia de horrible peinado una manera que intentaba pasar por tierna, una despedida, supo apreciar el ruso, pero que en verdad no era demasiado profunda. Él planeaba engañarla con una europea que se habia conocido por carteo mientras estaba de servicio en el extranjero, prueba de ello que tenia un pequeño libreto sobre como aprender francés rápidamente en uno de sus bolsillos y mantenia una rigurosa manicura y posible pedicura, aun a pesar de irse a una zona de guerra. Y ella ya llevaba engañandole unas semanas con su editor de prensa. No habia amor entre ellos, solo sexo, pero era lo unico que iba a quedarle cuando el otro se fuera, entendió el ruso gracias a la poca pinta de profesional que tenia, aun a pesar de tener el suficiente rango para estar destinada a aquel lugar del globo. Su peinado, aunque horrible, era un plan de larga distancia, así como la reparticion de joyas, no para una simple despedida.
―Wow.―soltó el chaval.―¿Cómo he hecho eso?―le dijo al encapuchado hombre. Los grotescos manchurrones de su máscara se contrajeron para formar una compleja forma de una cara con el ceño fruncido. Sin previo aviso, la enguatada mano derecha golpeó la cara del chico, desviando entonces su mirada hacia la barra. En uno o dos segundos lo vió todo.
Habia dos hombres sentados en la barra. Un grasiento mecánico y un policia algo entrado en carnes. Ambos sobresalian de sus taburetes y sus traseros eran considerablemente largos, pero tenian poco en común en el físico. Aunque con una grasienta mata de pelo sobre su cabeza, al igual que su camiseta, el hombre tenia poco sobre estar en forma. Podia engañar y dar el aspecto de estar obeso, pero lo que de verdad se escondian tras esas curvas eran musculos. Aquel era un hombre que era capaz de luchar mano a mano con un oso y salir victorioso. Sus rasgos eslavos y su hosquedad dejaban bien claro que era o bien un inmigrante o un espia de la union sovietica.
El policia era notablemente más mayor que el mecánico, con una notable entrada sobre su pelo y un rudo mostacho sobre su labio que le daba aspecto de morsa. Tenia las mejillas redondas y enrojecidas, prueba de una alta presion sanguinea y algun posible problema de corazón relacionado con el colesterol, probablemente debido a su frecuente consumición en aquella cafeteria de bolleria industrial varia. Prueba de ello era que habia elegido el penultimo asiento de la barra, alejado de la puerta. Un asiento que solia cogerse por costumbre, ya que aquel local nunca llegaba a estar lo suficientemente lleno para llenar su barra ni lo suficientemente vacio como para tener sus primeros asientos siempre vacios. Era por tanto, un hombre de costumbres, de aspecto afable, pero con ciertas obsesiones, como por ejemplo, a la hora de comer su bolleria sumergia primero el bollo en el café, le daba un bocado y luego vovlia a morderlo, ya desprovisto de parte humedecida para volver a beber de la taza despues. La tipica tendencia de una conducta obsesiva. Eso, su baja forma fisica (que le alejaba del trabajo de campo) y su placa, indicaron al chaval que se trataba de algún alto cargo dentro del departamento de policia local.
Volviendo al tema de la comida, el eslavo estaba comiendo lo que parecia una hamburguesa, con su lechuga, beicon y tomate, patatas fritas a un lado, sin tocar, lo cual queria decir que, si le servian una hamburguesa sin los panecillos significaba que era celiaco. Fijandose más en su grasiento uniforme pudo apreciar que, entre las manchas de sudor, grasa, gasolina y peores habia pequeñas cercas en tirabuzón que pertenecian a algun compañero felino, de color blanco, por longitud y densidad de la cerda, el chaval quiso apostar por persa, pero hasta ahí llegaban sus habilidades de deducción. Y fue ahí donde dejó de espaciarse.
―L-Lo acabo de volver a hacer...―dijo, con cara de confusión que fue leida ampliamente por el Detective.
―Lo se. Voy a tenerme que repetir. Odio repetirme. Pero primero ¿Quieres tomar algo?―le ofreció, pasandole la carta.
En la carta, pobremente plastificada, con papel de Woodbury y tinta Noxfold clase 28c, podia ver una serie de bebidas dulces, espirituosas y refrescos varios, así como otros dulces, bolleria y más opciones que no llamaron tanto la atención al chico.
―Un batido. Y un donut.―
El Detective entonces llamó la atención de la camarera y pidio lo del chaval además de otro donut y café para él. En el tiempo que lo hizo, el chaval procuró usar de nuevo, movido por la curiosidad, aquella especie de poder sobre el Detective. Sus ojos recorrieron minuciosamente la superficie de su cazadora, de sus guantes, de su sombrero, del tejido que componia el saco que llevaba por capucha. Nada. No era capaz de leer nada. ¿Seria una habilidad que iba y venia? Se centró en leer a la camarera. Y lo consiguió. Cincuentona, dientes de fumadora, uñas de copista, secretaria probablemente de algun alto carco local, algún militar, pagan mejor por el secretismo. Mejor y más paga y dos trabajos significa problemas económicos y problemas económicos significa deudas. ¿Qué deudas podria contraer una mujer de su tipo? Solo las drogas o el juego vienen a la mente y teniendo en cuenta que las deudas en el juego "legal" no estan permitidas como tal, indica que se dedica a las drogas. Un vistazo rapido a sus ojo de esclerótica amarillenta, puede que por el tabaco, nos indicaba que un fuerte enrojecimiento entorno a la pupila, semidilatada bajo la tenue luz de la cafeteria, indicaba que pasaba por un sindrome de abstinencia de una droga como podria ser la cocania.
Volvio a la mesa, donde el Detective le esperaba con las enguatadas manos sobre la mesa, paciente.
―¿Satisfecho ya de destripar la historia y vida de Mary Stamphord?―soltó socarronamente.
―¿Como?―
―Su nombre. Mary Stamphord. Sale en su placa de empleada. Placa que has olvidado leer.―
Le llevó una segunda mirada para cerciorarse. Aquel era su nombre. ¿Como podia haber deducido tanto y sin embargo haber ignorado algo tan obvio?
―Suele pasarte.―respondió el Detective.―Lo ignoras ahora, pero lo descubriras con el tiempo. Que tiendes a olvidarte de los nombres.―si en algún momento aquella máscara habia formado una arrugada sonrisa con manchurrones, ese no iba a ser el momento. Pero sarcasmo no le faltaba.
―¿Cómo sabes tan-...― no le dejó terminar.
―Yo lo se todo. Es mi trabajo el hacerlo. Por eso soy el Detective.―contestó simplemente.
―Está bien... ¿Qué tal si empiezas a explicarme que es esto que estoy pasando?―
―Oh, pero simplemente decirtelo no es divertido. Tienes que adivinarlo por ti mismo. Además, odio repetirme.―soltó, cruzándose de brazos.
―Detective, tu no conoces el significado de la palabra "diversión"―le repuso al encapuchado con una sonrisa sarcástica.
―Pero si que lo conozco, como muchas otras cosas. Asi que, ale. Prueba. Método Empírico. Úsalo, chaval.-dijo con una corta y seca risa.
―Vale... A ver... Si me concentro, puedo deducir... muchismas cosas. Puedo fijarme en detalles y deducir de ellos infinitud de cosas, como su historia, sus costumbres, como piensan, como actuan como... como...―
―¿Sí? ¿Cómo que?―
―¡Sherlock Holmes!―
―...―
―¿Está bien? He acertado, ¿no?―
―Iba a decir un detective de alta categoria, pero está bien. Eres Sherlock Holmes chaval.―
―¡Qué bien! ¿Eso no te convierte a ti en el Dr. Watson?―
―...―
El detective se sumió en una siniestra carcajada entrecortada por ronquedades que terminaron tan abruptamente como empezaron con un simple-...
―No.―...por parte del Detective.
Se formó un breve silencio cuando la camarera con deudas de drogoadicción se pasó con una bandeja y les depositó un batido de chocolate con una pajita, muy espumoso, un café cortado humeante y un pequeño plato con dos donuts glaseados. El chaval pronto atacó su batido y su donut, alternandolos.
―Y ahora escuchame. Tú me necesitas a mi, tanto como yo te necesito a ti. Esa habilidad que acabas de presenciar, es una habilidad real tuya, no es cosa de este sueño. Tienes una memoria y mente prodigiosa para este trabajo, chaval. Por si no lo habias notado, tienes como una cámara de fotos en tu sesera. Y eso le puede ser muy útil a cualquier Detective, incluido a mi.―
El chaval respondio con su boca llena de donut a medio masticar.
―¿Incluido a un Detective que lo sabe todo?―
―...Incluido a mi.―se conformó en responder el enmascarado, para seguir con su exposición.―Escucha, esto va a así. Tú me rascas la espalda hoy, yo te filtro algunas cosas que te pueden interesar, directamente sacadas de tu memorias reprimidas. ¿Qué dices chaval? ¿Te interesa?―
El joven ruso parecia algo dudoso sobre el tema. Cuando estuvo apunto de abrir la boca para preguntar algo, el Detective le interrumpió en el acto y respondió a su pregunta en el acto, con un tono cansado.
―Y no, no me refiero a que me rasques la espalda. Es una forma de hablar. Quiero poner esa memoria fotográfica tuya a juego en un caso muy importante que voy a tener dentro de poco y yo a cambio... digamos... Puedo filtrar una o dos fotos de cierta personita que te está dando problemas...―el Detective se inclió para susurrar. La imagen era aplastadora, atemorizadora e intimidante, pero más le chocaron sus palabras.―Mei Huíllìn.―
Cuando pronunció esas palabras, le tendió una mano, para sellar el trato. El chaval dudó unos instantes. Le habian vendido con aquellas palabras y sabia que iba a aceptar, pero la peligrosidad que entrañaba un caso del Detective siempre estaba ahí. Despues de todo, en uno de ellos, le hicieron eso a su cara. Se vio estrechandole la mano. A partir de ese momento al enmascarado se le notaba mucho más contento.
―¡Muy bien! El momento ha pasado. Será mejor que nos pongamos en marcha. Nos espera una escena del crimen.―dicho esto se puso de pie con energias, soltando un par de dolares en la barra sin haber tocado su comida. ¿O si lo habia hecho? El donut que habia restado en el plato del que habia cogido uno y ciertamente tambien, la taza de café cortado estaba vaciada. Apuró el batido y se levantó detrás de él.
―Por cierto, una última cosa... ¿Te diste cuenta del anacronismo que implanté en este escenario?―
―¿El que? ¡A-Ah! ¡Ya! ¡El anacronismo!―exclamó, mientras caminaban juntos hacia la salida de la cafeteria, hacia las oscuras calles de afuera.―Era que aquel eslavo era celiaco, ¿no?―
El Detective justo habia abierto la puerta de la calle, llenando de un tintineo la cafeteria. Como por reflejo de ello, todos los integrantes de la cafeteria se volvieron alerta al instante. Todos menos el eslavo que seguia comiendo apaciblemente.
―Cerca pero no. En 1888 ya se empezó a diagnosticar a niños celiacos en Londres. No, es el eslavo en si el anacronismo. Ningun miembro de la unión sovietica tenia derecho a asentarse en otros pueblos, mucho menos en America.―dijo mientras salia.
Al instante, toda la cafeteria se volvió un caos. El eslavo, que notó tarde que todas las miradas estaban puestas en él, apenas pudo reaccionar cuando los otros cuatro ocupantes de la cafeteria se volvieron contra él. La mujer sacó un pequeño arma de fuego de su bolso, el soldado desenfundó junto a ella una pistola mucho más grande, el policia sacó la suya y por último, la camarera apareció en su cara cargando una escopeta de doble cañón y le apuntaba a la sesera con el gesto cargado de ira.
El joven ruso salió de la cafeteria de espaldas, tan horrorizado como sorprendido por la escena. Al hacerlo, dió un traspies hacia atrás y cayó hacia el duro asfalto, siendo la imagen del aterrorizado eslavo alzando las manos en el aire de puro temor. El ruso fue perdiendo la consciencia del sueño a medida que se estaba despertando. Lo último que oyó fueron un disparo, luego otros tres y luego un último disparo.
Se levantó en el suelo del salón, muy confuso. Se notaba raro y cansado. Se debia haber levantado mientras dormia y, sonámbulo, se habia caido por las escaleras. O quizás solo habia interpretado el sueño. No lo sabia, pero la cosa era que estaba abajo. Pasó de subir a despertar a sus compañeros, pues lo más probable es que le ignorasen o confundiesen sus señales de amabilidad por una molestia más para ellos. Si, eso era lo que era para ellos, una molesta. Suspirando cansado, anduvo hacia el exterior y sacó un cubo de agua del pozo. Se vio reflejado pobremente en él y todo lo que podia adivinarse eran unas generosas ojeras bajo sus ojos, como si no hubiera dormido un ápice. No sabia porque dias antes, habia aborrecido la idea de enjugarse con agua por las mañanas, pero aquella vez le hizo mano de santo, tan cansado como estaba, volcó el cubo sobre su cabeza y se reorganizó el pelo, aprovechando que estaba mojado. Quitándose la camiseta, se dio cuenta de que sus gafas habian desaparecido. Palpandose la zona entorno a los ojos, lo notó. Su visión ahora, menos naranja, era bastante más tétrica y pudo apreciar cuan gris era aquella maldita ciudad, con un aura aberrante a depresión, se limitó a soltar un quejido por debajo de su aliento y volver a entrar dentro. Notó además que el colgante de mano de mono y el anillo de linterna verde habian desaparecido, junto con sus gafas. se aplastó el flequillo empapado contra la cara y avanzó hacia el sillón donde el irrense habia elegido pasar su noche, de nuevo, obseso en su programación como para simplemente irse a la cama.
Le dió un par de toques en el hombro para luego pasar a sacudirselo, sin rudeza, solo para que se levantase.
―¿Archi? Te has vuelto a quedar dormido en el sillón. Eso no es sano, vete a la cama la próxima vez.―le dijo y, justo se disponia a ir cuando se le ocurrió algo y se llamaria idiota varias veces por no percatarse antes de ello. se dio la vuelta y, casi con monotonia, volvio a dirigirse al irrense.―Oye Archi, recuerdo un hechizo en tu libro, página ciento cuarenta y tres, ponia algo de recuperar tejidos o coserlos de nuevo, ¿Has practicado con él?―dijo mientras sacudia el extremo dañado de su bufanda, para darle a entender que buscaba de él.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
27/01/14, 04:06 pm
Cuando la conversación con Ippon terminó, tomó asiento en un sillón que se hundía demasiado y desde allí se puso a trastear con el ordenador, buscando los pequeños juegos estúpidos integrados en el sistema operativo que había despreciado durante toda su vida. Cuando apartaba la mirada veía al irrense dibujando sobre madera. El pequeño artista de Maciel pintaba en cualquier lugar, y aunque no lo hiciera mal, a ese paso iban a tener toda superficie del torreón cubierta de carboncillo. «A ver si Archi tiene algo para poder cargar su brazalete».
Tiempo después regresaron los excursionistas, llenándose de nuevo el torreón de sonidos. Daba la impresión de que había pasado algo por las caras que traían algunos, pero al único que vio con pintas de haber sido atacado fue a Shaco, a quien ni Ri ni nadie fueron capaces de sonsacar qué había sucedido. Aunque más le sorprendió la reacción de la albina.
A la mañana siguiente se despertó con la luz, de nuevo no habiendo escuchado los gritos de Shaco, a quien por cierto encontró en la planta baja y ligeramente diferente. Solo notó la ausencia de las gafas absurdas que solía llevar –de las cuales nunca preguntó la utilidad–, y le sorprendió darse cuenta de cómo habían llegado a parecer parte de su propia cara. Pasó de largo hasta la cocina, saludando con un movimiento de cabeza a todos los que se había encontrado y, mientras cogía algo de desayuno, se dirigió distraídamente a los presentes.
—¿Hoy vamos a ir a algún lado?
Tiempo después regresaron los excursionistas, llenándose de nuevo el torreón de sonidos. Daba la impresión de que había pasado algo por las caras que traían algunos, pero al único que vio con pintas de haber sido atacado fue a Shaco, a quien ni Ri ni nadie fueron capaces de sonsacar qué había sucedido. Aunque más le sorprendió la reacción de la albina.
A la mañana siguiente se despertó con la luz, de nuevo no habiendo escuchado los gritos de Shaco, a quien por cierto encontró en la planta baja y ligeramente diferente. Solo notó la ausencia de las gafas absurdas que solía llevar –de las cuales nunca preguntó la utilidad–, y le sorprendió darse cuenta de cómo habían llegado a parecer parte de su propia cara. Pasó de largo hasta la cocina, saludando con un movimiento de cabeza a todos los que se había encontrado y, mientras cogía algo de desayuno, se dirigió distraídamente a los presentes.
—¿Hoy vamos a ir a algún lado?
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
27/01/14, 05:06 pm
El susto que se llevó Marsi, que iba a la cabeza del grupo, al girarse y ver a Keiria caer le quitó el color de la cara para lo que quedaba de día. Por suerte el bicho logró evitar que cayese a la fosa, pero la varmana no quería ni imaginar qué habría pasado si su cuerpo llega a tocar el mar de huesos. Salvo algunos rasguños, Keiria estaba de una pieza, pero por estar más tranquila, Marsi hizo el resto del camino a su lado, mirándola de vez en cuando de reojo.
Cuando llegaron al torreón, la actitud despreocupada de Shaco hizo que Ri se enfadase, y su profesora pasó todo el día encerrada. Esto puso de bastante mal humor a Marsi, que se las veía y deseaba para coincidir con la chica, que tenía un horario de locos. Desde que había llegado, había tenido una única clase, el resto del tiempo entrenaba sola, más o menos lo mismo que hacía en Letargo. Practicó los movimientos nuevos añadiéndoles golpes con su cuchillo de caza quedando tan agotada que se durmió nada más tocar el colchón, sin querer bajar a cenar ni nada.
Se levantó con un hambre voraz, pero antes de atacar sin piedad las cestas salió a lavarse la cara. Se recogió el pelo y se preparó un bocadillo bien cargado y fruta cortada, después de dar los buenos días a los presentes. Desayunó de pie, atendiendo distraidamente a la conversación.
-No lo sé, pero yo posiblemente me vaya pronto. Si no hoy, puede que mañana. Creo que ya he abusado de vuestra hospitalidad, y parece que al final estoy haciendo lo mismo aquí que en Letargo...- dijo con voz ronca.
De todas formas, había empezado a sentirse un poco incómoda en Maciel. Su humor se había vuelto rancio, su calma y su cabeza fría se quebraban y sentía que se estaba volviendo paranoica, pues llevaba días oyendo a veces a alguien pronunciando su nombre, sin que fuera así.
Cuando llegaron al torreón, la actitud despreocupada de Shaco hizo que Ri se enfadase, y su profesora pasó todo el día encerrada. Esto puso de bastante mal humor a Marsi, que se las veía y deseaba para coincidir con la chica, que tenía un horario de locos. Desde que había llegado, había tenido una única clase, el resto del tiempo entrenaba sola, más o menos lo mismo que hacía en Letargo. Practicó los movimientos nuevos añadiéndoles golpes con su cuchillo de caza quedando tan agotada que se durmió nada más tocar el colchón, sin querer bajar a cenar ni nada.
Se levantó con un hambre voraz, pero antes de atacar sin piedad las cestas salió a lavarse la cara. Se recogió el pelo y se preparó un bocadillo bien cargado y fruta cortada, después de dar los buenos días a los presentes. Desayunó de pie, atendiendo distraidamente a la conversación.
-No lo sé, pero yo posiblemente me vaya pronto. Si no hoy, puede que mañana. Creo que ya he abusado de vuestra hospitalidad, y parece que al final estoy haciendo lo mismo aquí que en Letargo...- dijo con voz ronca.
De todas formas, había empezado a sentirse un poco incómoda en Maciel. Su humor se había vuelto rancio, su calma y su cabeza fría se quebraban y sentía que se estaba volviendo paranoica, pues llevaba días oyendo a veces a alguien pronunciando su nombre, sin que fuera así.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
27/01/14, 10:31 pm
Archime tan solo asintió y se subió las gafas cuando Keiria afirmó encontrarse bien y se limitó a volver a caminar cuando se pusieron en marcha, siguiendo al grupo en silencio mientras se centraba en respirar profundamente.
Llegó jadeante a Maciel, no tardando en sentarse en el sillón de siempre para tratar de recuperar el aliento lo antes posible. Atendió vagamente al tercer interrogatorio que se le hizo a Shaco sobre su estado, ya que el irrense, tomando en consideración el análisis del comportamiento del humano a lo largo del tiempo, no contaba con que proporcionase una respuesta coherente. Y así fue, el pelinaranja insistió en su incomprensible historia y el biomecánico perdió el interés por completo. No se le pasó por alto el puñetazo que había dado Anriel a la mesa, pero no supo interpretarlo a pesar de que sí llamó su atención aquella irregularidad en el comportamiento de la sinhadre.
A pesar de que el libro sobre runas ejercía una atracción casi irresistible sobre el irrense, hizo uso de toda su fuerza de voluntad para no aparcar su rutina de programación aquella noche y una vez más se quedó dormido en el sillón sin ni siquiera darse cuenta en alguna postura incómoda.
Unos toques en el hombro lo despertaron por la mañana, sobresaltándose menos de lo que era habitual en él. Tenía las gafas llenas de grasa y lo primero que hizo tras desperezarse fue sacar su paño para limpiarlas. Mientras tanto Shaco, quien sin duda había sido el que lo había despertado, comenzó a dirigirse a él y el irrense lo miró parpadeante ante su pequeña reprimenda. Abrió la boca como queriendo responder aunque no sabía que decir. El dilema se le resolvió solo cuando el humano cambió de tema. Una vez tuvo las gafas limpias se las volvió a poner y fue entonces cuando notó algo extraño en el rostro de Shaco. Sus gafas de propósito incierto habían desaparecido y, aunque el irrense se preguntó cual podría ser el motivo, no se lo planteó al propio humano.
—Así es, se trata del hechizo de costura fuerte y lo he empleado para coser mi bata y mis pantalones —le respondió tras unos segundos de silencio en los que examinó la bufanda que le tendía—. ¿Necesitas… quieres… que la cosa ahora?
En cuanto el humano le respondió, Archime recitó el hechizo y poco después la bufanda de su compañero recuperó su integridad original.
Mientras cosía, había visto bajar a Cío a la cocina y escuchó su pregunta. Archime no dijo nada, pero atendió a la conversación interesado.
Llegó jadeante a Maciel, no tardando en sentarse en el sillón de siempre para tratar de recuperar el aliento lo antes posible. Atendió vagamente al tercer interrogatorio que se le hizo a Shaco sobre su estado, ya que el irrense, tomando en consideración el análisis del comportamiento del humano a lo largo del tiempo, no contaba con que proporcionase una respuesta coherente. Y así fue, el pelinaranja insistió en su incomprensible historia y el biomecánico perdió el interés por completo. No se le pasó por alto el puñetazo que había dado Anriel a la mesa, pero no supo interpretarlo a pesar de que sí llamó su atención aquella irregularidad en el comportamiento de la sinhadre.
A pesar de que el libro sobre runas ejercía una atracción casi irresistible sobre el irrense, hizo uso de toda su fuerza de voluntad para no aparcar su rutina de programación aquella noche y una vez más se quedó dormido en el sillón sin ni siquiera darse cuenta en alguna postura incómoda.
Unos toques en el hombro lo despertaron por la mañana, sobresaltándose menos de lo que era habitual en él. Tenía las gafas llenas de grasa y lo primero que hizo tras desperezarse fue sacar su paño para limpiarlas. Mientras tanto Shaco, quien sin duda había sido el que lo había despertado, comenzó a dirigirse a él y el irrense lo miró parpadeante ante su pequeña reprimenda. Abrió la boca como queriendo responder aunque no sabía que decir. El dilema se le resolvió solo cuando el humano cambió de tema. Una vez tuvo las gafas limpias se las volvió a poner y fue entonces cuando notó algo extraño en el rostro de Shaco. Sus gafas de propósito incierto habían desaparecido y, aunque el irrense se preguntó cual podría ser el motivo, no se lo planteó al propio humano.
—Así es, se trata del hechizo de costura fuerte y lo he empleado para coser mi bata y mis pantalones —le respondió tras unos segundos de silencio en los que examinó la bufanda que le tendía—. ¿Necesitas… quieres… que la cosa ahora?
En cuanto el humano le respondió, Archime recitó el hechizo y poco después la bufanda de su compañero recuperó su integridad original.
Mientras cosía, había visto bajar a Cío a la cocina y escuchó su pregunta. Archime no dijo nada, pero atendió a la conversación interesado.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
27/01/14, 11:07 pm
La ulterana no hablo durante el resto del camino hasta Maciel, pero a pesar de estar distraída se dio cuenta de la preocupación de sus compañeros y de como Marsi camino a su lado hasta llegar al torreón. Keiria no tenía demasiadas ganas de hablar, por lo que dejo la explicación de lo sucedido a los demás mientras ella salió al patio a lavarse la cara. El agua fría despejó un poco sus ideas, pero necesito unos minutos a solas para aclararse del todo. Se moría de hambre, así que entró a la cocina y empezó a prepararse un bocadillo de carne, momento en el que Lara apareció y le pidió que se agachara.
La muchacha, algo confusa, hizo lo que le pedía y la ordesa le tomó la temperatura.
—Estoy bien, Lara, de verdad —respondió a su primera pregunta, terminando de preparar el bocadillo—, solo me maree un poco, supongo, nada de que preocuparse —sonrió algo distraída—. Y no se lo que vi, puede que me lo imaginara sin mas, es imposible que mi padre este aquí a fin de cuentas.
Ella misma no lo tenía muy claro, pero le estaba dando demasiadas vueltas y empezaba a sentirse paranoica. Le dio un gran mordisco al bocadillo y se dejó caer en un sillón, invirtiendo el resto del día en no hacer nada en particular.
---
Se despertó temprano, como siempre, y después de darse un baño bajo a desayunar con el resto. En la cocina estaban Marsi y Cío, Shaco conversaba con Archi en el salón, y los demás no tardarían en aparecer.
—¿Ya vas a volver a Letargo?, ¿tan pronto? —le preguntó a la varmana tras dar los buenos días— Apenas has tenido tiempo para entrenar, ¿no te sientes cómoda con nosotros? —se interesó, algo preocupada— En cualquier caso, ayer ha sido un día extraño, espero que no tenga que ver con tu decisión... y por cierto, gracias por vigilarme el resto del camino. Es agradable tenerte por aquí —añadió, algo dubitativa, tenía la impresión de que estaba hablando demasiado y podía resultar incomodo.
La muchacha, algo confusa, hizo lo que le pedía y la ordesa le tomó la temperatura.
—Estoy bien, Lara, de verdad —respondió a su primera pregunta, terminando de preparar el bocadillo—, solo me maree un poco, supongo, nada de que preocuparse —sonrió algo distraída—. Y no se lo que vi, puede que me lo imaginara sin mas, es imposible que mi padre este aquí a fin de cuentas.
Ella misma no lo tenía muy claro, pero le estaba dando demasiadas vueltas y empezaba a sentirse paranoica. Le dio un gran mordisco al bocadillo y se dejó caer en un sillón, invirtiendo el resto del día en no hacer nada en particular.
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Se despertó temprano, como siempre, y después de darse un baño bajo a desayunar con el resto. En la cocina estaban Marsi y Cío, Shaco conversaba con Archi en el salón, y los demás no tardarían en aparecer.
—¿Ya vas a volver a Letargo?, ¿tan pronto? —le preguntó a la varmana tras dar los buenos días— Apenas has tenido tiempo para entrenar, ¿no te sientes cómoda con nosotros? —se interesó, algo preocupada— En cualquier caso, ayer ha sido un día extraño, espero que no tenga que ver con tu decisión... y por cierto, gracias por vigilarme el resto del camino. Es agradable tenerte por aquí —añadió, algo dubitativa, tenía la impresión de que estaba hablando demasiado y podía resultar incomodo.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
27/01/14, 11:52 pm
Lara no insistió a Keiria y la dejó estar con su bocadillo para irse con sus dudas. Desde que había llegado a la ciudad no había vivido ni un solo fenómeno atmosférico, pero lo de Keiria le había sonado tan raro que de ahí en adelante procuraría llevar su piedra vibrante en algún bolsillo. El resto de la tarde la pasó entre sus niños, sin practicar más que el hechizo de limpieza.
Al contrario de lo que solía ocurrir, los bebés le concedieron a la ordesa el honor de dormir la primera mitad de la noche. Fue entonces cuando se despertaron con ganas de guerra. Lara pasó varias horas meciéndolos y acabó acostándose de nuevo poco antes de que apareciera.
La mañana, para ella, empezó algo tarde. Bajó con los pequeños todavía dormidos en el marsupio y se hizo un hueco en la cocina. Saludó a Marsi, Cio y Keiria con expresión ausente y se sentó sobre la mesa en silencio, para tomarse el desayuno. En aquellos momentos todavía no era persona, no estaba al tanto de qué tema de conversación había y aún tardaría en enterarse en condiciones. Toda su atención estaba enfrascada en una porción de queso. Con la cara apoyada en una mano y la otra haciendo girar el molinillo de su tocado, Lara se dedicó a masticar ruidosamente.
Al contrario de lo que solía ocurrir, los bebés le concedieron a la ordesa el honor de dormir la primera mitad de la noche. Fue entonces cuando se despertaron con ganas de guerra. Lara pasó varias horas meciéndolos y acabó acostándose de nuevo poco antes de que apareciera.
La mañana, para ella, empezó algo tarde. Bajó con los pequeños todavía dormidos en el marsupio y se hizo un hueco en la cocina. Saludó a Marsi, Cio y Keiria con expresión ausente y se sentó sobre la mesa en silencio, para tomarse el desayuno. En aquellos momentos todavía no era persona, no estaba al tanto de qué tema de conversación había y aún tardaría en enterarse en condiciones. Toda su atención estaba enfrascada en una porción de queso. Con la cara apoyada en una mano y la otra haciendo girar el molinillo de su tocado, Lara se dedicó a masticar ruidosamente.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/01/14, 01:52 am
Anriel había dormido realmente mal, y así se notaba en su rostro cuando bajó donde estaba el grueso del grupo. Pero su expresión era, de nuevo, un muro bien construido.
- Haz lo que consideres oportuno, Marsi, pero no es una cuestión de abuso de hospitalidad. En cualquier caso, aun podemos tener una última práctica esta tarde, si quieres- el tono perfectamente agradable estaba en su sitio y Ri notaba con cierta satisfacción su calma habitual. Comprobó con cierta sorpresa que Shaco no llevaba nada que impidese verle el iris: era un aurva. Tenía, en cualquier caso, algo pendiente con él-. Shaco. Me disculpo por mi reacción de ayer. Fue desmedida y fuera de lugar. Sin embargo- dijo alzando la vista, después de haberla tenido posada en el suelo como correspondía en una disculpa.- Creo que es necesario que entiendas que si pregunto espero una respuesta clara, y que la ciudad es suficiente caos como para que mareeis con bromas que no vienen a cuento. Estaba interesada en tu salud y en lo sucedido, no en tus fantasías. -no hubo sequedad ni inflexión alguna en el tono de su voz. En cualquier caso, suavizó diciendo:- Eso no es excusa para haber perdido la paciencia,claro. Espero que me perdones.
- Haz lo que consideres oportuno, Marsi, pero no es una cuestión de abuso de hospitalidad. En cualquier caso, aun podemos tener una última práctica esta tarde, si quieres- el tono perfectamente agradable estaba en su sitio y Ri notaba con cierta satisfacción su calma habitual. Comprobó con cierta sorpresa que Shaco no llevaba nada que impidese verle el iris: era un aurva. Tenía, en cualquier caso, algo pendiente con él-. Shaco. Me disculpo por mi reacción de ayer. Fue desmedida y fuera de lugar. Sin embargo- dijo alzando la vista, después de haberla tenido posada en el suelo como correspondía en una disculpa.- Creo que es necesario que entiendas que si pregunto espero una respuesta clara, y que la ciudad es suficiente caos como para que mareeis con bromas que no vienen a cuento. Estaba interesada en tu salud y en lo sucedido, no en tus fantasías. -no hubo sequedad ni inflexión alguna en el tono de su voz. En cualquier caso, suavizó diciendo:- Eso no es excusa para haber perdido la paciencia,claro. Espero que me perdones.
-
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/01/14, 02:28 am
Cuando el Irrense le dijo el nombre del hechizo, el ruso lo repitió inconscientemente, ya que lo tenia en la punta de la lengua, pero inconscientemente tambien imitó su voz al decirlo. Tras que el ingeniero le arreglase la bufanda, el chico sacudió el extremo unos segundos, incrédulo de verlo reparado y le dio su honesta gratitud al ingeniero.
A medida que fueron llegando todos los presentes, el chaval se acomodó en el salón a escuchar la voz de los presentes. Sus ojos estaban cargados de muchisima menos energia y positivismo y parecia portar encima un aura gris aplastante alla a donde fuese. Cruzado de brazos, escuchó como Marsi sentenció que se marcharia pronto. Keiria intentó convencerle de lo contrario, entre otros.
―Deja que se marche, Keiria.―comentó ligeramente malhumorado.―Ella sabrá lo que ha venido a hacer aquí.―añadió.
Debido a que todo el mundo se volcó entonces en escuchar el voz y voto de Marsi, el humano chasqueó con la lengua por lo bajo y se puso de pie, tirando la bufanda hasta ocultar la mitad de su rostro. Aplastándose el flequillo, se dispuso a salir al patio, más para alejarse de todo aquello que por necesidad de salir a fuera.
En el camino la sinhadre albina le interrumpió el paso. Y le soltó un monólogo que tuvo la plena atención del chaval, salvo quizás al principio, cuando la chica usó a el nombre "Shaco" para referirse a él mismo cosa que pareció incomodarle de sobremanera, pero, a medida que transcicionaba el monólogo de esta fue recuperando el semblante para finalmente terminar de oir la chica. Suspirando con indiferencia, sumergió sus dedos en su flequillo e hizo un vano intento por aplastarlo en la frente, como habia hecho con el resto de su revoltoso pelo con la ayuda del agua del pozo. Fue un acto bastante nulo y pronto tuvo que volver a centrar su atención en contestar a la sinhadre.
―Acepto tus sinceras disculpas mientras que a la vez me disculpo por mi actitud de ayer. No se que me debió pasar.-mintió.―Pero acabé en una de esas casas que intentan devorarte. No quise preocuparos y por lo tanto, en mitad del shock, inventé una historieja bastante patética. Os pido mis disculpas a todos los presentes.―dijo, girandose para el resto del grupo.―No me volverá a pasar. Soy yo el que ahora te pide que aceptes mis disculpas, Anriel.―
Enfrentándose al grupo de nuevo tras escuchar la respuesta de la chica.
―Y ahora que me he disculpado apropiadamente con todos y que a cambio he recibido la mitad de las disculpas que merezco, me retiro.-dijo hablando en un tono monótono haciendolo pasar como un presentador de circo.― Y ahora, si me disculpais, voy al patio a odiarme un rato a mi mismo. Los demás sois libres de participar en cualquier momento.―dijo, lanzandoles una mirada desafiante a todos los presentes entre las copiosas ojeras que ahora poblaban el rostro del chaval. Tras esos segundos de tensión, se giró y salió por la puerta acompañado por un "¡bah!" entre dientes para proceder a hacer exactamente lo que habia dicho: Ir a una esquina a odiarse.
>> Y ahora van a pensar que eres emo.
>> Me la soba lo que piensen de mi.
>> Ku ku ku... Esto se pone interesante.
A medida que fueron llegando todos los presentes, el chaval se acomodó en el salón a escuchar la voz de los presentes. Sus ojos estaban cargados de muchisima menos energia y positivismo y parecia portar encima un aura gris aplastante alla a donde fuese. Cruzado de brazos, escuchó como Marsi sentenció que se marcharia pronto. Keiria intentó convencerle de lo contrario, entre otros.
―Deja que se marche, Keiria.―comentó ligeramente malhumorado.―Ella sabrá lo que ha venido a hacer aquí.―añadió.
Debido a que todo el mundo se volcó entonces en escuchar el voz y voto de Marsi, el humano chasqueó con la lengua por lo bajo y se puso de pie, tirando la bufanda hasta ocultar la mitad de su rostro. Aplastándose el flequillo, se dispuso a salir al patio, más para alejarse de todo aquello que por necesidad de salir a fuera.
En el camino la sinhadre albina le interrumpió el paso. Y le soltó un monólogo que tuvo la plena atención del chaval, salvo quizás al principio, cuando la chica usó a el nombre "Shaco" para referirse a él mismo cosa que pareció incomodarle de sobremanera, pero, a medida que transcicionaba el monólogo de esta fue recuperando el semblante para finalmente terminar de oir la chica. Suspirando con indiferencia, sumergió sus dedos en su flequillo e hizo un vano intento por aplastarlo en la frente, como habia hecho con el resto de su revoltoso pelo con la ayuda del agua del pozo. Fue un acto bastante nulo y pronto tuvo que volver a centrar su atención en contestar a la sinhadre.
―Acepto tus sinceras disculpas mientras que a la vez me disculpo por mi actitud de ayer. No se que me debió pasar.-mintió.―Pero acabé en una de esas casas que intentan devorarte. No quise preocuparos y por lo tanto, en mitad del shock, inventé una historieja bastante patética. Os pido mis disculpas a todos los presentes.―dijo, girandose para el resto del grupo.―No me volverá a pasar. Soy yo el que ahora te pide que aceptes mis disculpas, Anriel.―
Enfrentándose al grupo de nuevo tras escuchar la respuesta de la chica.
―Y ahora que me he disculpado apropiadamente con todos y que a cambio he recibido la mitad de las disculpas que merezco, me retiro.-dijo hablando en un tono monótono haciendolo pasar como un presentador de circo.― Y ahora, si me disculpais, voy al patio a odiarme un rato a mi mismo. Los demás sois libres de participar en cualquier momento.―dijo, lanzandoles una mirada desafiante a todos los presentes entre las copiosas ojeras que ahora poblaban el rostro del chaval. Tras esos segundos de tensión, se giró y salió por la puerta acompañado por un "¡bah!" entre dientes para proceder a hacer exactamente lo que habia dicho: Ir a una esquina a odiarse.
>> Y ahora van a pensar que eres emo.
>> Me la soba lo que piensen de mi.
>> Ku ku ku... Esto se pone interesante.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
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- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/01/14, 02:46 am
Anriel se quedó a cuadros. Musito un "bien" estupefacto, más por autoreflejo que por otra cosa. Nero, en la escena, torció una de las comisuras agradado por la cantidad de sucesos que se encadenaban frente a él.
La albina tuvo un pequeño debate interno mientras el chico terminaba de salir al patio pero al poco terminó de decidirse y atravesó a zancadas el espacio que lo separaba de él.
- Espera - clavó los ojos en los suyos, como si quisiese que estos le explicasen el cambio de actitud y todo lo que estaba pasando-.¿Sucedió algo más? ¿Qué es lo que te ha cambiado de esa manera y por qué tendrías que odiarte? - Lo cierto es que estaba incómoda.-Aprecio la sencillez de ahora, pero espero que para conseguirla no sea necesario... verte como un alma en pena.
La albina tuvo un pequeño debate interno mientras el chico terminaba de salir al patio pero al poco terminó de decidirse y atravesó a zancadas el espacio que lo separaba de él.
- Espera - clavó los ojos en los suyos, como si quisiese que estos le explicasen el cambio de actitud y todo lo que estaba pasando-.¿Sucedió algo más? ¿Qué es lo que te ha cambiado de esa manera y por qué tendrías que odiarte? - Lo cierto es que estaba incómoda.-Aprecio la sencillez de ahora, pero espero que para conseguirla no sea necesario... verte como un alma en pena.
-
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/01/14, 03:15 am
A mitad del camino, la sinhadre salió tras él. El chaval se quedó inmovil y se giró a esperar que le alcanzara, escrutinando a la chica tras las ojeras. Frente a lo que dijo, el chaval se limitó a soltar un bufido. ¿No era obvio?
―Suceder siempre suceden cosas y podemos hacer bien poco para evitarlas. Si te refieres sin embargo a que algo de lo que me encontrase ayer en mi paseito por la ciudad me ha hecho un lavado de cerebro, descansa, tu preocupación es en vano.―dijo, cruzándose de brazos.―Nada de lo que me encontré por la ciudad me afectó de tal manera. Tan solo digamos que, los eventos sucedidos ayer descorcharon una botella apunto de estallar y yo soy el resultado que los demás deben limpiar después de la fiesta.―
Se permitió dos carcajadas. Pero parecian tan cargadas de acidez y penuria que un llanto habria sido más alegre. Se detuvo cuando la sinhadre continuó.
―¿Ahora no quieres verme siquiera?―los brazos cayeron laxos a ambos lados de su cadera para luego dispararse al aire, en posicion de protesta.―¡Bueno! ¡Entonces, dejame estar a solas!―hizo una serie de movimientos con las manos, como en un teatro para representar una sucesión de cosas.―Es muy simple, siempre ha funcionado bien conmigo y el resto del grupo: Yo salgo fuera, estoy a mis asuntos todo el día y a nadie le importa donde estoy o que coño hago. Así no tienes que verme mi cara de alma en pena. Fácil, ¿no?―imitó la voz de Ri a la perfección, pero no le hizo caso, como de costumbre.
Apenas dió tiempo a la sinhadre a reaccionar. Girandose reemprendió su camino hacia una esquina, mientras se alisaba el flequillo con furia, bramaba al viento una maldición en suficiente voz alta para que los de dentro le escuchasen.―¿¡Qué debo hacer para consguir algo de paz!? ¿¡Deberia intentar amigar a las alimañas de la ciudad para que compartan una porción de sus hediondas madrigueras!? ¡Qué alguien me lo diga!―
―Suceder siempre suceden cosas y podemos hacer bien poco para evitarlas. Si te refieres sin embargo a que algo de lo que me encontrase ayer en mi paseito por la ciudad me ha hecho un lavado de cerebro, descansa, tu preocupación es en vano.―dijo, cruzándose de brazos.―Nada de lo que me encontré por la ciudad me afectó de tal manera. Tan solo digamos que, los eventos sucedidos ayer descorcharon una botella apunto de estallar y yo soy el resultado que los demás deben limpiar después de la fiesta.―
Se permitió dos carcajadas. Pero parecian tan cargadas de acidez y penuria que un llanto habria sido más alegre. Se detuvo cuando la sinhadre continuó.
―¿Ahora no quieres verme siquiera?―los brazos cayeron laxos a ambos lados de su cadera para luego dispararse al aire, en posicion de protesta.―¡Bueno! ¡Entonces, dejame estar a solas!―hizo una serie de movimientos con las manos, como en un teatro para representar una sucesión de cosas.―Es muy simple, siempre ha funcionado bien conmigo y el resto del grupo: Yo salgo fuera, estoy a mis asuntos todo el día y a nadie le importa donde estoy o que coño hago. Así no tienes que verme mi cara de alma en pena. Fácil, ¿no?―imitó la voz de Ri a la perfección, pero no le hizo caso, como de costumbre.
Apenas dió tiempo a la sinhadre a reaccionar. Girandose reemprendió su camino hacia una esquina, mientras se alisaba el flequillo con furia, bramaba al viento una maldición en suficiente voz alta para que los de dentro le escuchasen.―¿¡Qué debo hacer para consguir algo de paz!? ¿¡Deberia intentar amigar a las alimañas de la ciudad para que compartan una porción de sus hediondas madrigueras!? ¡Qué alguien me lo diga!―
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Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/01/14, 03:46 am
- No tergiverses lo que he dicho- dijo con frialdad. La nueva actitud comenzaba a ser tan irritante como la primera. Ri no perdió los estribos con aquella dramatización que siguió, pero la ira helada se abrió paso en un siseo contenido.- No tienes que preocuparte porque insista.
Cuando Ri abandonó el patio, cerró con una suavidad meditada, y se giró hacia el resto como si no hubiera sucedido nada.
- Quiere estar solo.- informó- ¿He oido algo de salir?
Lo primero de todo, porque así había sobrevivido a su infancia, era la calma. La calma y el deber. Y Shaco no entraba en lo segundo y no tenía porque influir en lo primero. Permitir que tanta tontería lo hubiese hecho era preocupante. Lo había sido. Ahora ya no merecía su atención en absoluto, mientras no interrumpiese su vida. Anriel acababa de desplazarlo a la lista de cosas que no eran importantes.
Cuando Ri abandonó el patio, cerró con una suavidad meditada, y se giró hacia el resto como si no hubiera sucedido nada.
- Quiere estar solo.- informó- ¿He oido algo de salir?
Lo primero de todo, porque así había sobrevivido a su infancia, era la calma. La calma y el deber. Y Shaco no entraba en lo segundo y no tenía porque influir en lo primero. Permitir que tanta tontería lo hubiese hecho era preocupante. Lo había sido. Ahora ya no merecía su atención en absoluto, mientras no interrumpiese su vida. Anriel acababa de desplazarlo a la lista de cosas que no eran importantes.
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- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/01/14, 07:21 pm
Marsi meditó la propuesta de Ri. En cierto modo era una oportunidad que no quería desaprovechar, pero tampoco quería que la albina se viese obligada a darle una clase debido a su comentario. Las palabras de Keiria la hicieron sonrojarse, y sentirse un poco culpable por los pensamientos que había tenido sobre los habitantes de Maciel.
-No, de ninguna manera, no es culpa vuestra. Tan solo... no quiero molestar, al fin y al cabo soy una boca más que alimentar y...
Shaco habló, y pilló a Marsi con la guardia baja. Aquel comentario le había dolido, en especial porque había dado en algo en lo que se sentía especialmente insegura en ese momento. Ri logró sacarle, de alguna manera, una explicación más convincente a su ausencia y aspecto del día anterior, que añadió algo más de leña al enfado de Marsi. Ella ya había advertido sobre las casas carnívoras, pero estaba claro que el rubio se había pasado sus palabras por el arco del triunfo.
No lo siguió hasta el patio, pero sí que pudo oir la pataleta, a la que respondió a gritos. Quería salir y darle otro puñetazo para quitarle la tontería, pero se quedó en el sitio.
-¡A lo mejor si te limitases a irte en silencio a un sitio tranquilo en lugar de montar un numerito para hacer que todo tu grupo se preocupe es más eficaz para conseguir algo de paz! ¡Y si tanta ilusión te hace salir a hacerte amigo de los monstruos corre y ve, porque está claro que o te importa una mierda morir de forma horrible o eres demasiado imbecil para darte cuenta de la situación en la que te encuentras! ¡Ppero claro, es muy facil hacerse el pobrecito y tratar como el culo a la gente que se preocupa por ti, porque tuno has visto a ninguno de tus compañeros despedazado delante de tus narices!!
Después del discurso a gritos le dolía la garganta a horrores, pero sentía que se había quitado un peso de encima. Había visto numeritos como aquel más de una vez. Le parecía infantil y fuera de lugar y hacía que le hirviese la sangre. Cuando Ri volvió, Marsi dejó escapar un largo suspiro.
-Creo... que lo mejor será que me vaya hoy. Pero si quereis que vaya con vosotros a algún sitio o necesitais a uno más para la salida, iré.
-No, de ninguna manera, no es culpa vuestra. Tan solo... no quiero molestar, al fin y al cabo soy una boca más que alimentar y...
Shaco habló, y pilló a Marsi con la guardia baja. Aquel comentario le había dolido, en especial porque había dado en algo en lo que se sentía especialmente insegura en ese momento. Ri logró sacarle, de alguna manera, una explicación más convincente a su ausencia y aspecto del día anterior, que añadió algo más de leña al enfado de Marsi. Ella ya había advertido sobre las casas carnívoras, pero estaba claro que el rubio se había pasado sus palabras por el arco del triunfo.
No lo siguió hasta el patio, pero sí que pudo oir la pataleta, a la que respondió a gritos. Quería salir y darle otro puñetazo para quitarle la tontería, pero se quedó en el sitio.
-¡A lo mejor si te limitases a irte en silencio a un sitio tranquilo en lugar de montar un numerito para hacer que todo tu grupo se preocupe es más eficaz para conseguir algo de paz! ¡Y si tanta ilusión te hace salir a hacerte amigo de los monstruos corre y ve, porque está claro que o te importa una mierda morir de forma horrible o eres demasiado imbecil para darte cuenta de la situación en la que te encuentras! ¡Ppero claro, es muy facil hacerse el pobrecito y tratar como el culo a la gente que se preocupa por ti, porque tuno has visto a ninguno de tus compañeros despedazado delante de tus narices!!
Después del discurso a gritos le dolía la garganta a horrores, pero sentía que se había quitado un peso de encima. Había visto numeritos como aquel más de una vez. Le parecía infantil y fuera de lugar y hacía que le hirviese la sangre. Cuando Ri volvió, Marsi dejó escapar un largo suspiro.
-Creo... que lo mejor será que me vaya hoy. Pero si quereis que vaya con vosotros a algún sitio o necesitais a uno más para la salida, iré.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/01/14, 10:10 pm
Archime había observado el comportamiento de Shaco con creciente desconcierto e interés. Su forma de hablar, de reaccionar e incluso sus gestos no guardaban ningún patrón en común con la forma de comportarse de la que había hecho gala desde que habían llegado a la ciudad. Escuchó a medias la conversación relativa a la partida de Marsi, pero no captó tanto su atención como el extraño fenómeno que era el humano en aquel momento.
Los gritos de la Varmania le hicieron dar un bote en el sillón y mirar en su dirección tras haberse ensimismado analizando el intercambio entre Anriel y Shaco. El irrense se bajó del sillón y se acercó lentamente hacia el resto del grupo mientras Marsi continuaba con su diatriba. Una vez la chica hubo finalizado, el biomecánico se subió las gafas y habló.
—El comportamiento de Shaco no coincide en ninguna de sus formas con la demostración de su carácter a lo largo de más de un mes —explicó con calma sin mirar hacia nadie en concreto mientras rebuscaba entre las cestas algo de desayuno—. En todas las situaciones hasta el momento se mantuvo tal y como has podido comprobar… Actuaba como has visto hasta ahora, sin excepción. —Se rascó la cabeza con nerviosismo, intentando modificar su forma de hablar a media explicación al recordar que no lo estaba intentando—. Creo que debemos asumir que sucede algo que requiere un análisis más a fondo del caso.
A continuación se sentó a desayunar tranquilamente mientras esperaba a que se decidieran a irse. No obstante, una vez terminó de alimentarse, comunicó que tenía intención de instalar los hechizos de seguridad en la puerta del patio y procedió a realizar el hechizo de guardia sobre la misma, pidiendo después uno a uno el que le permitiesen ser incluidos en él. El cordel de alarma lo instalaría a la vuelta o al día siguiente si su energía mágica se veía mermada durante la salida. Porque Archime consideró que, debido a que iban a una localización considerablemente lejana, debía acompañarles como apoyo mágico en caso de que fuese necesario defenderse de algún peligro.
Cuando se dispusieron a salir, el ingeniero solicitó a Lara que volviese a colocarles las protecciones básicas ya que la ordesa no iba a salir y de este modo se ahorraría algo de su propio gasto mágico.
Sigue en el Torreón Letargo.
Los gritos de la Varmania le hicieron dar un bote en el sillón y mirar en su dirección tras haberse ensimismado analizando el intercambio entre Anriel y Shaco. El irrense se bajó del sillón y se acercó lentamente hacia el resto del grupo mientras Marsi continuaba con su diatriba. Una vez la chica hubo finalizado, el biomecánico se subió las gafas y habló.
—El comportamiento de Shaco no coincide en ninguna de sus formas con la demostración de su carácter a lo largo de más de un mes —explicó con calma sin mirar hacia nadie en concreto mientras rebuscaba entre las cestas algo de desayuno—. En todas las situaciones hasta el momento se mantuvo tal y como has podido comprobar… Actuaba como has visto hasta ahora, sin excepción. —Se rascó la cabeza con nerviosismo, intentando modificar su forma de hablar a media explicación al recordar que no lo estaba intentando—. Creo que debemos asumir que sucede algo que requiere un análisis más a fondo del caso.
A continuación se sentó a desayunar tranquilamente mientras esperaba a que se decidieran a irse. No obstante, una vez terminó de alimentarse, comunicó que tenía intención de instalar los hechizos de seguridad en la puerta del patio y procedió a realizar el hechizo de guardia sobre la misma, pidiendo después uno a uno el que le permitiesen ser incluidos en él. El cordel de alarma lo instalaría a la vuelta o al día siguiente si su energía mágica se veía mermada durante la salida. Porque Archime consideró que, debido a que iban a una localización considerablemente lejana, debía acompañarles como apoyo mágico en caso de que fuese necesario defenderse de algún peligro.
Cuando se dispusieron a salir, el ingeniero solicitó a Lara que volviese a colocarles las protecciones básicas ya que la ordesa no iba a salir y de este modo se ahorraría algo de su propio gasto mágico.
Sigue en el Torreón Letargo.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/01/14, 11:01 pm
Lara le dio la razón a Archi, asintiendo silenciosamente. Shaco estaba raro... Se le entendía al hablar. <<Está ganando experiencia>> se dijo. Lo de Marsi, sin embargo, le apenó un poco. La varmana le caía bien, se había acostumbrado a su presencia, y estaba segura de que la echaría de menos. Además tenía un carácter fuerte y bastante sensatez.
—Vamos a echarte de menos, Marsi—intentó sonar lo menos triste posible.
Ante lo de salir, Lara no añadió nada. Le apetecía volver a ver a los letarguinos, pero ya había salido ayer y no quería dejar a sus hijos, nuevamente, todo el día al cuidado de alguien ajeno a ellos. <<Soy madre antes que aventurera>> se dijo con todo su pesar. Hacía semanas que no miraba su estancia en Rocavarancolia desde la perspectiva de un juego y, ahora, aventura era una palabra con connotaciones más serias. Solo tenía que recordar lo que le había pasado a Neith.
Se estremeció y continuó desayunando, masticando de la misma manera ruidosa que unos segundos antes. Definitivamente, hoy no saldría. Cuando Archi le pidió que realizara las protecciones mágicas, lo hizo de buena gana. Archi era el único mago que salía y más le valdría guardarse la magia para fuera. Se despidió de Marsi con un abrazo y observó como marchaba el pequeño grupo. Una parte de ella se carcomía por no acompañarlos.
----------------------
Seon y Dirke no tardaron en llegar a Maciel. Estaban en una de las calles que daba al edificio, lo suficientemente lejos como para que no les vieran desde dentro. Fue entonces cuando cayó en la cuenta de algo importante.
—¿Cómo vamos a hacerlo?—preguntó—. Porque de lejos... como no me compre unas gafas poco voy a ver—sonrió—. ¿Existen hechizos para ver cosas a distancia en grupo? Solo conozco la... ¿neblina mágica?, pero creo que no vale.
Se rascó la cabeza en un gesto de duda, esperando que la soñadora lo iluminara.
—Vamos a echarte de menos, Marsi—intentó sonar lo menos triste posible.
Ante lo de salir, Lara no añadió nada. Le apetecía volver a ver a los letarguinos, pero ya había salido ayer y no quería dejar a sus hijos, nuevamente, todo el día al cuidado de alguien ajeno a ellos. <<Soy madre antes que aventurera>> se dijo con todo su pesar. Hacía semanas que no miraba su estancia en Rocavarancolia desde la perspectiva de un juego y, ahora, aventura era una palabra con connotaciones más serias. Solo tenía que recordar lo que le había pasado a Neith.
Se estremeció y continuó desayunando, masticando de la misma manera ruidosa que unos segundos antes. Definitivamente, hoy no saldría. Cuando Archi le pidió que realizara las protecciones mágicas, lo hizo de buena gana. Archi era el único mago que salía y más le valdría guardarse la magia para fuera. Se despidió de Marsi con un abrazo y observó como marchaba el pequeño grupo. Una parte de ella se carcomía por no acompañarlos.
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Seon y Dirke no tardaron en llegar a Maciel. Estaban en una de las calles que daba al edificio, lo suficientemente lejos como para que no les vieran desde dentro. Fue entonces cuando cayó en la cuenta de algo importante.
—¿Cómo vamos a hacerlo?—preguntó—. Porque de lejos... como no me compre unas gafas poco voy a ver—sonrió—. ¿Existen hechizos para ver cosas a distancia en grupo? Solo conozco la... ¿neblina mágica?, pero creo que no vale.
Se rascó la cabeza en un gesto de duda, esperando que la soñadora lo iluminara.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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