Torreón Maciel (Archivo V)
+15
Jack
Dal
Evanna
Zarket
Rocavarancolia Rol
Alicia
Naeryan
Baurus
Poblo
LEC
Yber
Giniroryu
Red
Tak
Leonart
19 participantes
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Torreón Maciel (Archivo V)
06/08/13, 02:56 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.
-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.
>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.
Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.
Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-
El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.
-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.
>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.
Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.
Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
27/12/13, 06:34 pm
El aprendiz estuvo ahí, confuso y con su bõ mientras los demás compañeros de torreón hacian sus participaciones varias respecto al tema. Lo que fuera que fuese aquellos travestidos, se descubrió que no lo estaban haciendo por gusto. Todo parecia indicarle al ruso que, aparentemente, habia una sociedad de monstruos en la ciudad que funcionaban como cualquier otra, con su cultura, educación y... aparentemente grupos musicales... Y que, por lo tanto, estaban ahí en base a una especie de broma que tenian que tenian que sufrir. La típica broma que se hacia al perder una apuesta, debido al grado de humillación. Seguia sin entender nada.
-Y se van...-murmuró, incrédulo.-¡A-Adios!-se despidió con la mano, algo trastocado por la repentina y bizarra visita.
-¡Qué gente más rara! ¿Verdad?-comentó con una risotada, llevandose las manos a la nuca.
No tardó en poner sus pensamientos a oidos de todos.
-Esto... Oid... Creo que esos monstruos... No son tan monstruos como aparentan.-sacudió la cabeza, debido a su inhabilidad para explciarse.-¡Q-Quiero decir! Son grandes y dan algo de miedo y tal pero... no parecian malas perso-... monstruos... Además, el de orejas puntiagudas o tiene buen gusto para la música o bien es un poser de los huevos... ¡Y el otro dijo que ese...-señaló al reloj que llevaba Keiria.-...era suyo! ¿Puede significar que...-dijo, adoptando una postura meditante unos instantes para lograr alcanzar la respuesta.
-¿¡La burbuja inmoviliaria tambien ha llegado hasta aquí!? Que mala es la crisis... Que ahora hasta los monstruos se les desaucia...-acabó por concluir el aprendiz, elevando otra risotada al aire.
-Y se van...-murmuró, incrédulo.-¡A-Adios!-se despidió con la mano, algo trastocado por la repentina y bizarra visita.
-¡Qué gente más rara! ¿Verdad?-comentó con una risotada, llevandose las manos a la nuca.
No tardó en poner sus pensamientos a oidos de todos.
-Esto... Oid... Creo que esos monstruos... No son tan monstruos como aparentan.-sacudió la cabeza, debido a su inhabilidad para explciarse.-¡Q-Quiero decir! Son grandes y dan algo de miedo y tal pero... no parecian malas perso-... monstruos... Además, el de orejas puntiagudas o tiene buen gusto para la música o bien es un poser de los huevos... ¡Y el otro dijo que ese...-señaló al reloj que llevaba Keiria.-...era suyo! ¿Puede significar que...-dijo, adoptando una postura meditante unos instantes para lograr alcanzar la respuesta.
-¿¡La burbuja inmoviliaria tambien ha llegado hasta aquí!? Que mala es la crisis... Que ahora hasta los monstruos se les desaucia...-acabó por concluir el aprendiz, elevando otra risotada al aire.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
27/12/13, 07:08 pm
A Marsi le chirriaban los dientes. Se estaban burlando de ellos, esos monstruos de habían presentado allí, se habían burlado de su pobre intento por mantenerse a salvo en la ciudad, habían demostrado que podían entrar cuando les diese la gana, que sabían más que ellos (cosa no demasiado complicada) pero sin hacer nada. Pero había sido aún peor la reacción de los de Maciel. Cuando el bicho salió corriendo hacia ellos le entraron ganas de arrearle con la lanza, pero fue el discurso de Lara lo que terminó de quitarle el color de la cara definitivamente. Tan solo esperaba que no se encontrasen con demasiados monstruos, porque probablemente moriría la mayoría.
Cuando el trío extravagante se marchó, no sin antes soltar un par de frases enigmáticas y darles un espectáculo de nudismo gratuito (para el que Marsi apartó la mirada con disimulo), la varmana aguardó a que Keiria metiese al bicho de vuelta en el torreón y cerró el portón. No iba a servir de nada, pero arrastró una mesa y algún mueble más y los puso en la entrada. Permaneció unos segundos apoyada en los muebles, respirando profundamente, y luego se volvió.
-¡¿Se puede saber que os pasa a vosotros en la cabeza?!- gritó con voz aguda, todavía en tensión por lo estresante de la situación- Tres bichos raros y enormes, con garras y dientes y de todo, abren el maldito portón sin hacer ningún esfuerzo ¿y no se os ocurre nada mejor que hacer chistes al respecto, insultarles o correr como putos gilipollas hacia ellos para pedir plumas??- señaló las que se habían clavado en el marco- ¡Podrían habernos matado! ¿Es que estais locos?
Se llevó las manos a la cara, frotándose la piel con fuerza. Se tiró del pelo, y finalmente se dejó caer en el suelo, aguantándose las lágrimas. Los mosntruos habían hablado de una humillación, y sin duda ella se sentía humillada. Acababan de decirle que todo lo que entrenaba no serviría para nada. Sentada en el suelo, cruzó los brazos sobre las rodillas flexionadas y suspiró.
-A este paso vamos amorir todos...
Cuando el trío extravagante se marchó, no sin antes soltar un par de frases enigmáticas y darles un espectáculo de nudismo gratuito (para el que Marsi apartó la mirada con disimulo), la varmana aguardó a que Keiria metiese al bicho de vuelta en el torreón y cerró el portón. No iba a servir de nada, pero arrastró una mesa y algún mueble más y los puso en la entrada. Permaneció unos segundos apoyada en los muebles, respirando profundamente, y luego se volvió.
-¡¿Se puede saber que os pasa a vosotros en la cabeza?!- gritó con voz aguda, todavía en tensión por lo estresante de la situación- Tres bichos raros y enormes, con garras y dientes y de todo, abren el maldito portón sin hacer ningún esfuerzo ¿y no se os ocurre nada mejor que hacer chistes al respecto, insultarles o correr como putos gilipollas hacia ellos para pedir plumas??- señaló las que se habían clavado en el marco- ¡Podrían habernos matado! ¿Es que estais locos?
Se llevó las manos a la cara, frotándose la piel con fuerza. Se tiró del pelo, y finalmente se dejó caer en el suelo, aguantándose las lágrimas. Los mosntruos habían hablado de una humillación, y sin duda ella se sentía humillada. Acababan de decirle que todo lo que entrenaba no serviría para nada. Sentada en el suelo, cruzó los brazos sobre las rodillas flexionadas y suspiró.
-A este paso vamos amorir todos...
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
27/12/13, 08:24 pm
Lara esperó cualquier cosa menos lo que ocurrió y si eso ya la dejó desconcertada, que los hombres pájaro y mariposa la llamaran por su nombre la dejó aún más tocada. Sintió como Cio tiraba de ella para atrás, pero seguía con la mirada clavada en aquellos tres seres. <<Sabía que no nos harían nada>> decía una vocecilla en la cabeza. <<¿Pero cómo narices saben esos mi nombre?>> se preguntó la misma vocecilla, que no era más que la voz de so conciencia. <<¿Y Por qué narices les hace tanta gracia que tenga las cosas en su sitio?>>. Las respuestas inesperadas le comieron la lengua.
No pasó por alto el espectáculo de nudismo, ni apartó la mirada. De hecho tuvo tiempo de decidir que, quitando las diferencias, ninguno de los tres estaba de mal ver. El hecho de que volaran o levitaran era un plus, aunque Lara dudaba que Llamaviva (cómo había decidido bautizar al ardiente) fuera demasiado sano para la piel. Aún con todo, lo que más lastima le dio fue que no hubieran decidido tirar los vestidos a su alcance.
El sonido de las plumas al clavarse la sacó de sus pensamientos de costura.
—¡Mierda! No les he preguntado que de dónde se ha sacado mi nombre... ¡TÚ! ¡Plumasduras! ¡Machiposón!—gritó con la esperanza de que todavía le oyeran, improvisando el nombre de sus especie igual que había hecho con el de fuego—. ¿DE QUÉ CEROS ME CONOCEIS LOS DOS?—No hubo respuestas, por lo que la ordesa volvió al interior farfullando algo del palo "me cago en todo lo cagable".
A pesar de que al final quedó con un buen sabor de boca de toda la situación que se había formado, era consciente de que se había arriesgado al decidir seguir una corazonada en lugar de tirar los dados o simplemente analizar la situación, cosa que por otro lado se le hacía inviable sabiendo lo poco que sabía sobre aquellos seres. La reacción de Marsi constató lo que ya era un hecho para la ordesa, que se arrodilló junto a la varmana e hizo el amago de abrazarla, cosa que acabaría haciendo si Marsi no rechazaba el gesto.
—Tranquilízate, corazón, lo importante es que no ha pasado nada. No parecían del gremio de los serpelinos o incluso de Astra. De hecho tenían pinta de ser gente maja... Monstruos majos—se corrigió, emulando a Shaco—. Y aún así... No podemos asustarnos de cada cosa que se nos acerque en esta ciudad, hay que ser valientes y plantar cara a los peligros. Si de verdad hay criaturas capaces de atacarnos y matarnos dentro de los torreones, que escondamos las orejas o no va a dar igual. No va a cambiar nada... Así que, ¿De qué sirve que nos acojonemos?—estaba escogiendo las palabras procurando tener el mayor tacto posible de manera que con otros ordeses seguro que funcionaría. Sin embargo, con varmanos u otras especies no lo tenía tan claro. De hecho, nisiquiera Lara se creía del todo lo que estaba diciendo—. Hay que mantener el espíritu de lucha—dijo finalmente con la boca pequeña.
No pasó por alto el espectáculo de nudismo, ni apartó la mirada. De hecho tuvo tiempo de decidir que, quitando las diferencias, ninguno de los tres estaba de mal ver. El hecho de que volaran o levitaran era un plus, aunque Lara dudaba que Llamaviva (cómo había decidido bautizar al ardiente) fuera demasiado sano para la piel. Aún con todo, lo que más lastima le dio fue que no hubieran decidido tirar los vestidos a su alcance.
El sonido de las plumas al clavarse la sacó de sus pensamientos de costura.
—¡Mierda! No les he preguntado que de dónde se ha sacado mi nombre... ¡TÚ! ¡Plumasduras! ¡Machiposón!—gritó con la esperanza de que todavía le oyeran, improvisando el nombre de sus especie igual que había hecho con el de fuego—. ¿DE QUÉ CEROS ME CONOCEIS LOS DOS?—No hubo respuestas, por lo que la ordesa volvió al interior farfullando algo del palo "me cago en todo lo cagable".
A pesar de que al final quedó con un buen sabor de boca de toda la situación que se había formado, era consciente de que se había arriesgado al decidir seguir una corazonada en lugar de tirar los dados o simplemente analizar la situación, cosa que por otro lado se le hacía inviable sabiendo lo poco que sabía sobre aquellos seres. La reacción de Marsi constató lo que ya era un hecho para la ordesa, que se arrodilló junto a la varmana e hizo el amago de abrazarla, cosa que acabaría haciendo si Marsi no rechazaba el gesto.
—Tranquilízate, corazón, lo importante es que no ha pasado nada. No parecían del gremio de los serpelinos o incluso de Astra. De hecho tenían pinta de ser gente maja... Monstruos majos—se corrigió, emulando a Shaco—. Y aún así... No podemos asustarnos de cada cosa que se nos acerque en esta ciudad, hay que ser valientes y plantar cara a los peligros. Si de verdad hay criaturas capaces de atacarnos y matarnos dentro de los torreones, que escondamos las orejas o no va a dar igual. No va a cambiar nada... Así que, ¿De qué sirve que nos acojonemos?—estaba escogiendo las palabras procurando tener el mayor tacto posible de manera que con otros ordeses seguro que funcionaría. Sin embargo, con varmanos u otras especies no lo tenía tan claro. De hecho, nisiquiera Lara se creía del todo lo que estaba diciendo—. Hay que mantener el espíritu de lucha—dijo finalmente con la boca pequeña.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/12/13, 12:27 am
Nero frunció el ceño brevemente cuando Lara se lanzó a darles una de sus peroratas a los visitantes, pero viendo que no tenía mayores repercusiones, lo dejó correr por el momento, más atento a la respuesta de la mariposa oscura. “Gracias por tu valiosa aportación de mierda” pensó sin hacer mucho más que entornar los ojos un momento, apenas variando el gesto.
Se encogió de hombros cuando vio ir al foso los dildos, e hizo el gesto de despedida sinhadre más relajado de lo que en realidad se sentía, con gesto de aburrimiento.
Una vez solos, fue a abstenerse de decir nada –especialmente a las apreciaciones ilógicas del ratón naranja – cuando Marsi les increpó por sus actos. Con calma, se retiró un mechón de pelo de los ojos y la miró para responder:
- No había reacción correcta.
La posible respuesta del edeel fue interrumpida por el consuelo de Lara, y por primera vez la albina habló.
- No. Hay una diferencia fundamental entre ser valientes y actuar sin cabeza. Amenazar e insultar desconocidos que podrían separarte la cabeza del cuello, teniendo hijos que son responsabilidad tuya antes que nuestra, entra en lo segundo – dijo, antes de dirigirse a la varmana con una cordialidad irreprochable – .Si quieres entrenar a lo largo de la tarde, solo necesitas pedírmelo.
Nero sonrió levemente mientras Ri se iba a un paso rápido que delataba que la había afectado aquello, y haciendo girar entre sus dedos el final de su trenza, retomó la respuesta que le iba a dar a Marsi. Estaba realmente tranquilo, al menos en lo que respectaba a sus compañeros de cosecha. Todo lo relacionado con la visita sería algo que analizaría después.
- No había reacción correcta. Tan sencillo como eso, podían haber decidido tomarse a mal el silencio de Ri, o que pretendieses echarlos. Vestidos así, podrían haber estado locos como Astra y nada de lo que hubiéramos hecho hubiera sido buena idea ni habría detenido lo que quisiesen hacer. Yo decidí seguirles el juego, que lo considero bastante más inocuo que sugerirles que “se metan por el culo su mercancía hasta sangrar”. Porque la realidad es que estábamos a su merced y no sabíamos de qué iba la cosa. – Nero se encogió de hombros, y luego sonrió ampliamente- además, son probablemente la cosa mas grotesca y divertida con la que me he cruzado por ahora. Ya que vamos a morir todos, por lo menos déjame reirme todo lo que quiera.
Anriel acababa de perderse como su edeel ofrecia una explicación logica y coherente de sus actos, sin huecos ni chistes internos. Y eso no era una cosa que sucediese a menudo, ni que Nero pensase repetir. Tenía motivos para hablar en ese momento, pero lo que los otros opinasen o entendiesen en sus acciones, rara vez le importaba. Y no, no habría segunda vez, por lo que estiró todavía más el gesto y añadió:
- Si quereis mi opinión, no existe tal cosa como los "monstruos majos". No si lo que pretendeis es sobrevivir. Mientras sepan hablar, algo util pueden decir, pero no son cosechados, no son amigos y confiarse es un error. Una cosa es bromear y otra tomarselo a broma. Claro que si en nuestras siguientes salidas quereis acariciar serpelinos, adelante.
Se encogió de hombros cuando vio ir al foso los dildos, e hizo el gesto de despedida sinhadre más relajado de lo que en realidad se sentía, con gesto de aburrimiento.
Una vez solos, fue a abstenerse de decir nada –especialmente a las apreciaciones ilógicas del ratón naranja – cuando Marsi les increpó por sus actos. Con calma, se retiró un mechón de pelo de los ojos y la miró para responder:
- No había reacción correcta.
La posible respuesta del edeel fue interrumpida por el consuelo de Lara, y por primera vez la albina habló.
- No. Hay una diferencia fundamental entre ser valientes y actuar sin cabeza. Amenazar e insultar desconocidos que podrían separarte la cabeza del cuello, teniendo hijos que son responsabilidad tuya antes que nuestra, entra en lo segundo – dijo, antes de dirigirse a la varmana con una cordialidad irreprochable – .Si quieres entrenar a lo largo de la tarde, solo necesitas pedírmelo.
Nero sonrió levemente mientras Ri se iba a un paso rápido que delataba que la había afectado aquello, y haciendo girar entre sus dedos el final de su trenza, retomó la respuesta que le iba a dar a Marsi. Estaba realmente tranquilo, al menos en lo que respectaba a sus compañeros de cosecha. Todo lo relacionado con la visita sería algo que analizaría después.
- No había reacción correcta. Tan sencillo como eso, podían haber decidido tomarse a mal el silencio de Ri, o que pretendieses echarlos. Vestidos así, podrían haber estado locos como Astra y nada de lo que hubiéramos hecho hubiera sido buena idea ni habría detenido lo que quisiesen hacer. Yo decidí seguirles el juego, que lo considero bastante más inocuo que sugerirles que “se metan por el culo su mercancía hasta sangrar”. Porque la realidad es que estábamos a su merced y no sabíamos de qué iba la cosa. – Nero se encogió de hombros, y luego sonrió ampliamente- además, son probablemente la cosa mas grotesca y divertida con la que me he cruzado por ahora. Ya que vamos a morir todos, por lo menos déjame reirme todo lo que quiera.
Anriel acababa de perderse como su edeel ofrecia una explicación logica y coherente de sus actos, sin huecos ni chistes internos. Y eso no era una cosa que sucediese a menudo, ni que Nero pensase repetir. Tenía motivos para hablar en ese momento, pero lo que los otros opinasen o entendiesen en sus acciones, rara vez le importaba. Y no, no habría segunda vez, por lo que estiró todavía más el gesto y añadió:
- Si quereis mi opinión, no existe tal cosa como los "monstruos majos". No si lo que pretendeis es sobrevivir. Mientras sepan hablar, algo util pueden decir, pero no son cosechados, no son amigos y confiarse es un error. Una cosa es bromear y otra tomarselo a broma. Claro que si en nuestras siguientes salidas quereis acariciar serpelinos, adelante.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/12/13, 01:01 am
-Lara... - comenzó Marsi dejándose abrazar, aunque en realidad no tenía muchas- No sé como será en tu mundo, pero en el mío los monstruos majos son los peores... porque no te los ves venir.- Marsi había pasado mucho tiempo rodeada de sonrisas falsas, apariencias y puñaladas traperas. Saber a primera vista quién era tu enemigo no era mucho problema, solo tienes que hacerte más fuerte y plantarle cara, pero cuando dudas si ese monstruo podría ser una buena persona acabas exponiéndote, tarde o temprano. -Eran desconocidos, encima de aspecto sospechoso, uno no puede arriesgarse por mucho que te digan que vienen de buenas.
Ri habló, y sus palabras le dieron ánimos, en cierto modo. Realmente, por mucho que le hubiese jodido la visita, no tenía otra que seguir luchando. Se había esforzado mucho, y tenía claro que al menos tenía una fecha límite, ¿no? << Hasta la Luna Roja... dijeron que sobreviviésemos hasta la Luna Roja...>> Y en un año podría volver a casa. Aunque solo fuera por su salud mental, tenía que centrarse en sobrevivir. En mejorar y sobrevivir. Todo lo que pudiera. Y no pensaba aceptar ninguna excusa barata ni explicación cutre que los macieleros le dieran sobre su comportamiento irracional. Miró a Nero a los ojos.
-Tal vez sea algo cultural, pero que puedas reirte en una situación así o que encuentres divertidos a esos tres me resulta siniestro. De cualquier forma, si este fuera mi torreón sugeriría decidir un plan de acción por si ocurriese en otra ocasión.
A lo mejor morían todos, pero Marsi no pensaba morir riendole los chistes a ningún monstruo. Corrió en busca de Ri, y la encontró en su habitación.
-Estoy lista cuando tú lo estés- le dijo.
Ri habló, y sus palabras le dieron ánimos, en cierto modo. Realmente, por mucho que le hubiese jodido la visita, no tenía otra que seguir luchando. Se había esforzado mucho, y tenía claro que al menos tenía una fecha límite, ¿no? << Hasta la Luna Roja... dijeron que sobreviviésemos hasta la Luna Roja...>> Y en un año podría volver a casa. Aunque solo fuera por su salud mental, tenía que centrarse en sobrevivir. En mejorar y sobrevivir. Todo lo que pudiera. Y no pensaba aceptar ninguna excusa barata ni explicación cutre que los macieleros le dieran sobre su comportamiento irracional. Miró a Nero a los ojos.
-Tal vez sea algo cultural, pero que puedas reirte en una situación así o que encuentres divertidos a esos tres me resulta siniestro. De cualquier forma, si este fuera mi torreón sugeriría decidir un plan de acción por si ocurriese en otra ocasión.
A lo mejor morían todos, pero Marsi no pensaba morir riendole los chistes a ningún monstruo. Corrió en busca de Ri, y la encontró en su habitación.
-Estoy lista cuando tú lo estés- le dijo.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/12/13, 02:45 am
Las palabras de Marsi empezaron a desanimar a Lara, que quedó sentada en el suelo cuando acabó de abrazarla. Las intervenciones siguientes de Nero y Ri acabaron de hacerla sentir mal. No entendía sus puntos de vista y no entendía el porqué de ese ataque tan gratuito de la sinhadre. <<¿Acaso ellos no han hecho algo arriesgado nunca? ¿Tampoco ven que ha funcionado?>>. Cuando Ri se fue la fulminó con todo lo grandes que eran sus ojos y se mordió los labios al tiempo que contenía las ganas de llorar.
—Me repatea que la gente haga eso—dijo con voz trémula. Su tono fue pasando poco a poco al de cabreo, Ri había tocado uno de los temas que más irritaban a Lara—. Es jodidamente fácil tensar el arco y soltar la cuerda si te vas antes de ver si tu flecha ha matado a nadie—espetó en dirección a las escaleras—. Si no fuera por el llamaviva, la impresión que me habría llevado al ver al machiposón o al plumasduras no habría sido muy diferente de la que tuve al veros a todos el primer día. ¿Debería entender ahora que estoy tratando con monstruos? ¿No puedo fiarme de vosotros o hablaros con franqueza? Esos tipos venían bien vestidos, para empezar—que no les inspirase confianza la ropa era algo que Lara no entendía bien—, el problema no estaba en los vestidos, el problema era que se estaban riendo de vosotros. Habían venido a mofarse en vuestra cara y a violar nuestro patetismo con sus putas pollas artesanas. Y sí, al final lo han hecho, y se han ido felices. Y mis cinco hijos siguen vivos dentro de mi puto marsupio.
Se levantó y lanzó a Nero una mirada parecida a la que le había lanzado a Ri.
—Estoy harta de que se me tache constantemente de mala madre. Hasta lo alto de los pezones. "Ay Lara ¿de verdad vas a cuidar a los niños sin Vito?"—comenzó a arrendar a sus padres y a quienes no eran sus padres—,"Ay Lara, ¿no ves que así los malcrías?", "Ay Lara ¿cómo te traes a unos bebés a un sitio así?".... ¡Ay Lara está hasta las putas manchas de menstruación que le gotean del coño cada seis meses! Hago. Lo mejor. Que puedo. ¿Lo pillais? Y estoy harta de que gente que ni siquiera sabe por qué agujero tiene que meterle la polla a su pareja me critique constantemente. Sí, me traje a los críos aquí, porque me dijeron que venia a un sitio maravilloso, fantástico y mágico y que me darían cosas increíbles. Y sí, me la he jugado, pero ha salido bien dentro de lo que cabe, ¿no? Se han ido y ahora tenemos tiempo de sobra para pensar en por qué nos conocen y porqué somos tan jodidamente inútiles en comparación a ellos. Decidme, ¿cómo le cerráis la puerta a tres tipos que la pueen abrir?
Muchas de las cosas que había sacado Lara al respecto de sus hijos eran por intuición más que porque nadie le hubiera dicho nada directamente. Ya era madre joven soltera antes de venir a la ciudad y era plenamente consciente de lo que era vivir siendo constantemente juzgada por sus errores.
—La próxima vez que llamen vendiendo falos, comprad dos y los guardáis. Uno para Ri y otro para mí—escupió verbalmente antes de subir las escaleras hasta llegar a su rincón de paz al final de estas.
Allí, se sentó en un escalón y se echó a llorar. Era la primera vez que ganar una apuesta a todo o nada le sentaba tan mal.
—Me repatea que la gente haga eso—dijo con voz trémula. Su tono fue pasando poco a poco al de cabreo, Ri había tocado uno de los temas que más irritaban a Lara—. Es jodidamente fácil tensar el arco y soltar la cuerda si te vas antes de ver si tu flecha ha matado a nadie—espetó en dirección a las escaleras—. Si no fuera por el llamaviva, la impresión que me habría llevado al ver al machiposón o al plumasduras no habría sido muy diferente de la que tuve al veros a todos el primer día. ¿Debería entender ahora que estoy tratando con monstruos? ¿No puedo fiarme de vosotros o hablaros con franqueza? Esos tipos venían bien vestidos, para empezar—que no les inspirase confianza la ropa era algo que Lara no entendía bien—, el problema no estaba en los vestidos, el problema era que se estaban riendo de vosotros. Habían venido a mofarse en vuestra cara y a violar nuestro patetismo con sus putas pollas artesanas. Y sí, al final lo han hecho, y se han ido felices. Y mis cinco hijos siguen vivos dentro de mi puto marsupio.
Se levantó y lanzó a Nero una mirada parecida a la que le había lanzado a Ri.
—Estoy harta de que se me tache constantemente de mala madre. Hasta lo alto de los pezones. "Ay Lara ¿de verdad vas a cuidar a los niños sin Vito?"—comenzó a arrendar a sus padres y a quienes no eran sus padres—,"Ay Lara, ¿no ves que así los malcrías?", "Ay Lara ¿cómo te traes a unos bebés a un sitio así?".... ¡Ay Lara está hasta las putas manchas de menstruación que le gotean del coño cada seis meses! Hago. Lo mejor. Que puedo. ¿Lo pillais? Y estoy harta de que gente que ni siquiera sabe por qué agujero tiene que meterle la polla a su pareja me critique constantemente. Sí, me traje a los críos aquí, porque me dijeron que venia a un sitio maravilloso, fantástico y mágico y que me darían cosas increíbles. Y sí, me la he jugado, pero ha salido bien dentro de lo que cabe, ¿no? Se han ido y ahora tenemos tiempo de sobra para pensar en por qué nos conocen y porqué somos tan jodidamente inútiles en comparación a ellos. Decidme, ¿cómo le cerráis la puerta a tres tipos que la pueen abrir?
Muchas de las cosas que había sacado Lara al respecto de sus hijos eran por intuición más que porque nadie le hubiera dicho nada directamente. Ya era madre joven soltera antes de venir a la ciudad y era plenamente consciente de lo que era vivir siendo constantemente juzgada por sus errores.
—La próxima vez que llamen vendiendo falos, comprad dos y los guardáis. Uno para Ri y otro para mí—escupió verbalmente antes de subir las escaleras hasta llegar a su rincón de paz al final de estas.
Allí, se sentó en un escalón y se echó a llorar. Era la primera vez que ganar una apuesta a todo o nada le sentaba tan mal.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/12/13, 03:21 pm
Archime permaneció en completo silencio observando el resto de aquel sinsentido. Todavía no comprendía qué lógica había tras aquella parafernalia, aunque los rocavarancoleses habían dejado claro que no estaban allí por gusto. Las bromas eran otro elemento que aun escapaban por completo a su comprensión, por lo que para el irrense los motivos de aquellos seres eran un completo misterio irresoluble. No pasó por alto tampoco el hecho de que habían llamado a Lara por su nombre o las palabras del ser emplumado que daban a entender que el reloj que Keiria había encontrado tirado en aquel torreón era suyo o al menos no era la primera vez que lo veía. Eso último parecía indicar algo muy evidente.
Una vez se fueron, el biomecánico pidió a Xalkoth, ya que se las habían dejado para él, que le permitiese examinar una de las plumas que se habían clavado en el marco de la puerta. Entro al torreón con ella en la mano, procurando agarrarla siempre de plano para evitar cortarse. Permaneció ajeno a las discusiones que le rodearon, todavía tratando de analizar lo que acababa de suceder y aquella pluma tan dura. Tras comprobar su textura y observar sus filigranas a contraluz, el ingeniero finalmente se cortó a propósito con ella. Estaba realmente afilada a pesar de que puso cuidado en no clavársela demasiado. Aprovechó para cargar un cristal que llevaba en el bolsillo con la sangre que manaba de su brazo antes de curarse con magia y continuar especulando en su cabeza.
Las palabras de Shaco atrajeron su atención y, una vez hubo silencio en la planta baja, se dirigió al humano cuando volvió a hablar por primera vez en bastante rato.
—El supuesto más evidente es que también fue un cosechado como nosotros, ya que los rocavarancoleses que nos proporcionaron las nociones iniciales apelaron a estos torreones como refugios para nosotros —explicó con tanquilidad mientras continuaba dándol vueltas a la pluma entre sus manos—. No obstante, si provenían de otro mundo, este tenía que tratarse de un entorno muy hostil, incluso más que Dryfus, para que las especies inteligentes evolucionasen con características tales como garras o plumas como estas. —Alzó el brazo para permitir la observación de dicha pluma—. Tomando esto en consideración, de hecho, es muy probable que la combustión perpetua de aquel otro que contaba con unos rasgos de apariencia humana o incluso carabesa, ya que las llamas que lo rodeaban impedían apreciar su tono de piel, también se trate de algún mecanismo de defensa del mismo tipo y no sea algo voluntario—. El irrense hizo otra pausa antes de continuar, durante la cual se dio cuenta de que no estaba abreviando ni tratando de emplear un vocabulario más normal. Abrió ligeramente los ojos y se rascó la nunca con nerviosismo antes de continuar. Nunca había tratado de elaborar una hipótesis empleando un lenguaje menos preciso— No obst... Pero... Sin embargo, tales caracter... características, encajan con la propia Rocavarancolia por lo que analizándolas, parece que lo más probable es que sean originarios de este mundo ya que sus característias... Ya hemos podido comprobar el peligro que comp... lo peligroso que es. Habría que contar con más datos y analizarlo más a fondo...
Enunció lo último de forma muy distraída hablando más para sí que para los demás.
Una vez se fueron, el biomecánico pidió a Xalkoth, ya que se las habían dejado para él, que le permitiese examinar una de las plumas que se habían clavado en el marco de la puerta. Entro al torreón con ella en la mano, procurando agarrarla siempre de plano para evitar cortarse. Permaneció ajeno a las discusiones que le rodearon, todavía tratando de analizar lo que acababa de suceder y aquella pluma tan dura. Tras comprobar su textura y observar sus filigranas a contraluz, el ingeniero finalmente se cortó a propósito con ella. Estaba realmente afilada a pesar de que puso cuidado en no clavársela demasiado. Aprovechó para cargar un cristal que llevaba en el bolsillo con la sangre que manaba de su brazo antes de curarse con magia y continuar especulando en su cabeza.
Las palabras de Shaco atrajeron su atención y, una vez hubo silencio en la planta baja, se dirigió al humano cuando volvió a hablar por primera vez en bastante rato.
—El supuesto más evidente es que también fue un cosechado como nosotros, ya que los rocavarancoleses que nos proporcionaron las nociones iniciales apelaron a estos torreones como refugios para nosotros —explicó con tanquilidad mientras continuaba dándol vueltas a la pluma entre sus manos—. No obstante, si provenían de otro mundo, este tenía que tratarse de un entorno muy hostil, incluso más que Dryfus, para que las especies inteligentes evolucionasen con características tales como garras o plumas como estas. —Alzó el brazo para permitir la observación de dicha pluma—. Tomando esto en consideración, de hecho, es muy probable que la combustión perpetua de aquel otro que contaba con unos rasgos de apariencia humana o incluso carabesa, ya que las llamas que lo rodeaban impedían apreciar su tono de piel, también se trate de algún mecanismo de defensa del mismo tipo y no sea algo voluntario—. El irrense hizo otra pausa antes de continuar, durante la cual se dio cuenta de que no estaba abreviando ni tratando de emplear un vocabulario más normal. Abrió ligeramente los ojos y se rascó la nunca con nerviosismo antes de continuar. Nunca había tratado de elaborar una hipótesis empleando un lenguaje menos preciso— No obst... Pero... Sin embargo, tales caracter... características, encajan con la propia Rocavarancolia por lo que analizándolas, parece que lo más probable es que sean originarios de este mundo ya que sus característias... Ya hemos podido comprobar el peligro que comp... lo peligroso que es. Habría que contar con más datos y analizarlo más a fondo...
Enunció lo último de forma muy distraída hablando más para sí que para los demás.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
28/12/13, 06:35 pm
Aunque a su manera, el hombre ave al final acabó por darle no solo una, sino varias plumas, por lo que, aunque el tipo en llamas no había terminado de aclararle nada al responderle, la felicidad del insecto seguía siendo palpable.
Feliz como estaba recogió las plumas alegremente sin apenas prestar atención a las conversaciones que le rodeaban, al menos hasta que Archi le pidió una de las plumas, que le dio sin quejas. Total, tenía de sobra.
No se le pasó por alto lo afiladas y duras que estaban, tanto que se planteó si podría usarlas como armas. La propia forma de las mismas lo dificultaba un poco pero tal vez con las modificaciones adecuadas...
Por lo poco que escuchó de las palabras del resto, supuso que todo giraba en torno al peligro que podrían haber representado los visitantes y lo poco sensato de las acciones de varios.
Si bien parecían peligrosos, y seguramente lo serían, el clinger no los consideraba una amenaza mucho mayor a cualquier otro monstruo que se pudieran encontrar, y de hecho con una estrategia adecuada se creía capaz de vencerlos.
-Habría sido muy improbable que vinieran a hacernos daño. Por como han entrado es evidente que poseían tanto capacidad de vuelo como mágica. De haber querido matarnos lo más eficaz habría sido colarse silenciosamente por el patio o la azotea. Una vez allí era cuestión de ir sala en sala y matar con sigilo a todos los ocupantes de cada una para así evitar peleas en las que pudieran salir heridos. Por muy peligrosos o fuertes que sean tres contra once es una clara desventaja.
No solo no han hecho eso, sino que anunciaron por todo lo alto su llegada. Era evidente que no planeaban nada.
Tras haber dicho eso siguió jugueteando con las plumas. Todavía tenia sus armas encima, pero no se las quitaría a menos que alguien se lo dijera. Tal vez hubiera suerte y se olvidaran. Estar todo el rato desarmado empezaba a frustrarle.
Feliz como estaba recogió las plumas alegremente sin apenas prestar atención a las conversaciones que le rodeaban, al menos hasta que Archi le pidió una de las plumas, que le dio sin quejas. Total, tenía de sobra.
No se le pasó por alto lo afiladas y duras que estaban, tanto que se planteó si podría usarlas como armas. La propia forma de las mismas lo dificultaba un poco pero tal vez con las modificaciones adecuadas...
Por lo poco que escuchó de las palabras del resto, supuso que todo giraba en torno al peligro que podrían haber representado los visitantes y lo poco sensato de las acciones de varios.
Si bien parecían peligrosos, y seguramente lo serían, el clinger no los consideraba una amenaza mucho mayor a cualquier otro monstruo que se pudieran encontrar, y de hecho con una estrategia adecuada se creía capaz de vencerlos.
-Habría sido muy improbable que vinieran a hacernos daño. Por como han entrado es evidente que poseían tanto capacidad de vuelo como mágica. De haber querido matarnos lo más eficaz habría sido colarse silenciosamente por el patio o la azotea. Una vez allí era cuestión de ir sala en sala y matar con sigilo a todos los ocupantes de cada una para así evitar peleas en las que pudieran salir heridos. Por muy peligrosos o fuertes que sean tres contra once es una clara desventaja.
No solo no han hecho eso, sino que anunciaron por todo lo alto su llegada. Era evidente que no planeaban nada.
Tras haber dicho eso siguió jugueteando con las plumas. Todavía tenia sus armas encima, pero no se las quitaría a menos que alguien se lo dijera. Tal vez hubiera suerte y se olvidaran. Estar todo el rato desarmado empezaba a frustrarle.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/12/13, 03:23 am
Cío retrocedió hacia la cocina y arrastró una silla hacia donde estaban los demás. Se sentó al revés y se apoyó en el respaldo con los brazos. Movía un pie con nerviosismo, previendo las discusiones que empezaban. El intento de suavizar las cosas de Shaco no sirvió de mucho, y ni siquiera le quedó claro si algo de lo que dijo iba en serio. Por su parte, Cío no tenía ganas de entrar en una discusión, sobre todo porque era estúpido dadas las circunstancias. A Marsi no le faltaba razón en reprochar la imprudencia de sus compañeros, pero una vez pasado el mal momento no había nada que pudieran hacer. Era una exageración decir que iban a morir todos, y lo que más terror le había infundido hasta ahora no habían sido precisamente tres tipos raros que controlaban mucho de magia y adoraban las faldas con volantes tanto como tocar los cojones. «Solo sabemos que nos espían y viven en algún sitio de la ciudad… se supone que no en las ruinas, así que tiene que haber algo más que esta montaña de roña por aquí. A lo mejor algún día encontramos dónde viven, y eso es todo lo que nos espera por aquí».
No pudo poner voz a lo que pensaba, porque se desencadenó una discusión absurda. Lo que fuese ya había pasado, lo que debían hacer era que juzgar a aquellos tipos por si volvían.
—No creo que fuese la forma más… lógica de seguirles la “broma” —le respondió a Nero mientras aún miraba de reojo a las escaleras por las que había desaparecido Ri. Entre los dos habían despertado la mala hostia de Lara, que suponía que saldría tarde o temprano cuando le tocase a ella el turno de los reproches. Si bien al principio le parecía que se equivocaba en bastantes cosas, sus palabras le dejaron un mal sabor de boca al final porque, se recordó, discutir por lo sucedido no llevaba a nada. Había mucho de fondo en sus palabras, y si no le había gustado lo dicho Ri, ahora todavía menos. Lara era una cría para muchas cosas, pero presionarla no ayudaba en su caso.
Se hizo el silencio por un momento, que Archi aprovechó para tomar la palabra. Todavía pensaba en lo que había dicho el ingeniero cuando intervino Xalk.
—Es evidente, ahora en frío —le respondió al clinger— . Lo que me molesta es el porqué, y que entren en tu casa a reírse de ti. Estoy con Archi en que llevan en la ciudad más tiempo, parecían dominar la magia. Si seguimos explorando la ciudad a lo mejor damos con una zona que no esté en ruinas, ahí a lo mejor sí vive alguien. No sé, no me dan buena espina, por esos aires que se daban aunque estuviesen haciendo el ridículo. Me han puesto de mala hostia.
Mientras hablaba miraba de vez en cuando las plumas que examinaban sus compañeros. «¿Qué clase de ave tiene cuchillas por plumas?». Después se levantó, dejando de nuevo la silla en su sitio, y también la mesa, al no ver a Marsi por ningún lado.
—No creo que la mesa sirva de nada, podrían volver y entrar por el patio o las ventanas cuando les salga del culo. —Pensaba que, irónicamente, también Taro había entrado sin más el primer día, pero como aún no se habían adueñado del torreón la invasión no había tenido una respuesta ni la mitad de agresiva «sí, pero la actitud también era muy distinta»—. Visto que puede entrar cualquiera paso de comerme la cabeza. De todas formas ya vivimos con miedo de que pisar una puta baldosa en la calle nos mate.
Después de decir aquello subió las escaleras. No tenía muchas más direcciones que tomar, ya que ni podía marcharse solo ni podía quedarse en su cuarto entretenido con cualquier cosa. Sin embargo, ya no había tantos motivos como en su casa para hacerlo, allí no tenía que evitar a su padre. Se encontró con que provenían voces del cuarto, así que lo descartó y vagó por el pasillo, deseando que en ese torreón no anidasen pajarracos que les impidiesen utilizar la última planta. Precisamente del hueco de la escalera le pareció escuchar un sollozo, y ya sin asomarse se esperaba a quién vería en los últimos peldaños. Lo que más había parecido dolerle a Lara, al final, había sido la mención de sus hijos, porque antes de eso trataba de ser positiva. Pero no eran solo los pequeños, eran muchas cosas más, y no tenía ni idea de qué podía decir o si debería hacerlo siquiera. Lo que no quería era quedarse más tiempo asomado a la escalera como un mirón. Al final, optó por subir y sentarse a varios escalones de distancia de donde estaba la ordesa. Pensaba en ese momento en aquella amiga de Labril que había decidido tener hijos demasiado pronto. Era el caso más similar al de Lara que conocía, pero seguía sin tener gran parecido.
—En Irraria —empezó con inseguridad— hay malos padres a patadas. Dejan a los niños en colegios y los ven cada mucho tiempo. Al final se quedan como Archi —aquello era una enorme exageración, pero para un irrense de pueblo cualquier ocasión de criticar a los de ciudad era buena—. También los hay que ni siquiera te dedican una mirada si no es para echarte en cara algo. Incluso de los que no se inmutan al ver cómo pierdes un cacho. —La miró de reojo—. Ni tú eres esa clase de madre ni vamos a ser para siempre tan débiles como ahora.
No pudo poner voz a lo que pensaba, porque se desencadenó una discusión absurda. Lo que fuese ya había pasado, lo que debían hacer era que juzgar a aquellos tipos por si volvían.
—No creo que fuese la forma más… lógica de seguirles la “broma” —le respondió a Nero mientras aún miraba de reojo a las escaleras por las que había desaparecido Ri. Entre los dos habían despertado la mala hostia de Lara, que suponía que saldría tarde o temprano cuando le tocase a ella el turno de los reproches. Si bien al principio le parecía que se equivocaba en bastantes cosas, sus palabras le dejaron un mal sabor de boca al final porque, se recordó, discutir por lo sucedido no llevaba a nada. Había mucho de fondo en sus palabras, y si no le había gustado lo dicho Ri, ahora todavía menos. Lara era una cría para muchas cosas, pero presionarla no ayudaba en su caso.
Se hizo el silencio por un momento, que Archi aprovechó para tomar la palabra. Todavía pensaba en lo que había dicho el ingeniero cuando intervino Xalk.
—Es evidente, ahora en frío —le respondió al clinger— . Lo que me molesta es el porqué, y que entren en tu casa a reírse de ti. Estoy con Archi en que llevan en la ciudad más tiempo, parecían dominar la magia. Si seguimos explorando la ciudad a lo mejor damos con una zona que no esté en ruinas, ahí a lo mejor sí vive alguien. No sé, no me dan buena espina, por esos aires que se daban aunque estuviesen haciendo el ridículo. Me han puesto de mala hostia.
Mientras hablaba miraba de vez en cuando las plumas que examinaban sus compañeros. «¿Qué clase de ave tiene cuchillas por plumas?». Después se levantó, dejando de nuevo la silla en su sitio, y también la mesa, al no ver a Marsi por ningún lado.
—No creo que la mesa sirva de nada, podrían volver y entrar por el patio o las ventanas cuando les salga del culo. —Pensaba que, irónicamente, también Taro había entrado sin más el primer día, pero como aún no se habían adueñado del torreón la invasión no había tenido una respuesta ni la mitad de agresiva «sí, pero la actitud también era muy distinta»—. Visto que puede entrar cualquiera paso de comerme la cabeza. De todas formas ya vivimos con miedo de que pisar una puta baldosa en la calle nos mate.
Después de decir aquello subió las escaleras. No tenía muchas más direcciones que tomar, ya que ni podía marcharse solo ni podía quedarse en su cuarto entretenido con cualquier cosa. Sin embargo, ya no había tantos motivos como en su casa para hacerlo, allí no tenía que evitar a su padre. Se encontró con que provenían voces del cuarto, así que lo descartó y vagó por el pasillo, deseando que en ese torreón no anidasen pajarracos que les impidiesen utilizar la última planta. Precisamente del hueco de la escalera le pareció escuchar un sollozo, y ya sin asomarse se esperaba a quién vería en los últimos peldaños. Lo que más había parecido dolerle a Lara, al final, había sido la mención de sus hijos, porque antes de eso trataba de ser positiva. Pero no eran solo los pequeños, eran muchas cosas más, y no tenía ni idea de qué podía decir o si debería hacerlo siquiera. Lo que no quería era quedarse más tiempo asomado a la escalera como un mirón. Al final, optó por subir y sentarse a varios escalones de distancia de donde estaba la ordesa. Pensaba en ese momento en aquella amiga de Labril que había decidido tener hijos demasiado pronto. Era el caso más similar al de Lara que conocía, pero seguía sin tener gran parecido.
—En Irraria —empezó con inseguridad— hay malos padres a patadas. Dejan a los niños en colegios y los ven cada mucho tiempo. Al final se quedan como Archi —aquello era una enorme exageración, pero para un irrense de pueblo cualquier ocasión de criticar a los de ciudad era buena—. También los hay que ni siquiera te dedican una mirada si no es para echarte en cara algo. Incluso de los que no se inmutan al ver cómo pierdes un cacho. —La miró de reojo—. Ni tú eres esa clase de madre ni vamos a ser para siempre tan débiles como ahora.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/12/13, 05:42 pm
Muchos parecian todavia alterados. El aprendiz no sabia como solucionarlo. Lo que habia acontecido ya estaba en el pasado. Por muy estúpido que pareciese, esa era la filosofia del chico. No sabia porque algunos todavia le habian dado vueltas. Además, el mismo se fiaba de su propio instinto para conocer a la gente. Y aquellos monstruos no eran malos. Archi entonces, habló en su dirección, como profundizando en lo que él ya habia dicho. La teoria de Archi, sin embargo, no terminó de calarle.
-Pero... Para evolucionar a algo así... Necesitarias como... amistad al cien por cien, todos los eventos del pokerecreo y por lo menos conocer un movimiento de tipo volador...-el aprendiz se perdió en mitad de la frase, pensando en lo que habia dicho. Se formó la imagen mental de aquel monstruo alado de piel dorada y cola más rellenito para parecer un pokemon, casi adorable podria admitir y entonces, soltó una risa por lo bajo, pero luego siguio comentando con Archi sobre su teoria de la evolución.-¡Y el otro! ¡El otro probablemente sea un Sayian! Y sufrió una grán perdida... Posiblemente un amigo que murio o algo.. Lo de siempre, vamos.-dijo, hablando casual mientras se encogia de hombros.
Pero luego Xalk hizo su intervención.
-Somos adolescentes, no el Papa Borgia. No mandarian a asesinos, ninjas o el equivalente rocavarancolés a matarnos. Son monstruos y son to' chetos a magia, dudo que usasen el sigilo para matarnos. Irrumpirian por la puerta principal y el patio como si nada...-le refutó al clinger, para luego hundirse de hombros.-Pero bueno, eso partiendo del punto que nos querrian matar. Yo sigo insistiendo que sus intenciones no eran las de dañarnos... pero el cachondeo si que lo llevaban bastante claro.-
>> O al menos eso me dice la intuición.
El ambiente habia quedado bastante tenso. El aprendiz dio dos palmas y se estiró, dándo un bote. Luego, se giró para todos los presentes.
-Voy a seguir con mi entrenamiento, ¿alguien quiere unirse?-
-Pero... Para evolucionar a algo así... Necesitarias como... amistad al cien por cien, todos los eventos del pokerecreo y por lo menos conocer un movimiento de tipo volador...-el aprendiz se perdió en mitad de la frase, pensando en lo que habia dicho. Se formó la imagen mental de aquel monstruo alado de piel dorada y cola más rellenito para parecer un pokemon, casi adorable podria admitir y entonces, soltó una risa por lo bajo, pero luego siguio comentando con Archi sobre su teoria de la evolución.-¡Y el otro! ¡El otro probablemente sea un Sayian! Y sufrió una grán perdida... Posiblemente un amigo que murio o algo.. Lo de siempre, vamos.-dijo, hablando casual mientras se encogia de hombros.
Pero luego Xalk hizo su intervención.
-Somos adolescentes, no el Papa Borgia. No mandarian a asesinos, ninjas o el equivalente rocavarancolés a matarnos. Son monstruos y son to' chetos a magia, dudo que usasen el sigilo para matarnos. Irrumpirian por la puerta principal y el patio como si nada...-le refutó al clinger, para luego hundirse de hombros.-Pero bueno, eso partiendo del punto que nos querrian matar. Yo sigo insistiendo que sus intenciones no eran las de dañarnos... pero el cachondeo si que lo llevaban bastante claro.-
>> O al menos eso me dice la intuición.
El ambiente habia quedado bastante tenso. El aprendiz dio dos palmas y se estiró, dándo un bote. Luego, se giró para todos los presentes.
-Voy a seguir con mi entrenamiento, ¿alguien quiere unirse?-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/12/13, 11:23 pm
Para Ippon, la extraña visita de aquellos tres sujetos no había significado más que una cosa: ni siquiera el interior de Maciel era seguro. Se había pasado todo aquel tiempo pensando que allí dentro nada malo podría pasarle, hasta que abrieron la puerta desde fuera. Desde aquel momento, solo había podido centrarse en aquel detalle, ignorando todo lo demás. ¿Qué importaba qué fuesen aquellos seres, de dónde viniesen o qué les iban a vender? El hecho de que cualquiera pudiese profanar la seguridad de su hogar con esa facilidad era lo que verdaderamente aterraba a Ippon, que se quedó en la cocina esperando a que se fueran los indeseados invitados, comiéndose la cabeza con la poca seguridad del torreón.
Se quedó en el más completo silencio mientras escuchaba las discusiones que comenzaban a formarse a medias, más concentrado en el discurso de Lara que en otra cosa. Vio a la ordesa subir las escaleras, pero se quedó abajo un rato, tentado de seguirla. «¿Subo a hacerla compañía o me quedó aquí para no molestar?» , se preguntó, y pasó unos minutos debatiéndolo antes de decidir ir a buscarla. Se encontró a Cío a varios escalones de ella y suspiró antes de sentarse al lado de Lara y darle un abrazo para consolarla. —No eres una mala madre, Lara —le dijo, mientras le quitaba las lágrimas de la cara con una media sonrisa —. Tú no te has oído delante de esos… cosos —acabó diciendo, a falta de encontrar una palabra mejor —. Porque una mala madre no había defendido a sus hijos de esa forma, Lara. En serio, nunca he conocido a una persona más valiente que tú. Así que deja de llorar; deberías sentirte orgullosa de lo que has hecho —terminó de hablar, acompañando sus últimas palabras de otro abrazo.
Se quedó en el más completo silencio mientras escuchaba las discusiones que comenzaban a formarse a medias, más concentrado en el discurso de Lara que en otra cosa. Vio a la ordesa subir las escaleras, pero se quedó abajo un rato, tentado de seguirla. «¿Subo a hacerla compañía o me quedó aquí para no molestar?» , se preguntó, y pasó unos minutos debatiéndolo antes de decidir ir a buscarla. Se encontró a Cío a varios escalones de ella y suspiró antes de sentarse al lado de Lara y darle un abrazo para consolarla. —No eres una mala madre, Lara —le dijo, mientras le quitaba las lágrimas de la cara con una media sonrisa —. Tú no te has oído delante de esos… cosos —acabó diciendo, a falta de encontrar una palabra mejor —. Porque una mala madre no había defendido a sus hijos de esa forma, Lara. En serio, nunca he conocido a una persona más valiente que tú. Así que deja de llorar; deberías sentirte orgullosa de lo que has hecho —terminó de hablar, acompañando sus últimas palabras de otro abrazo.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
29/12/13, 11:33 pm
Nero miró con calma a Cio: -dejaré que hables tú entonces, la próxima vez.
La verborrea de Lara tuvo un efecto nulo en el sinhadre, que guardo la seriedad apropiada, y se limitó a participar en la nueva teoría de Archi. El chico hablaba ligeramente distinto a ratos, y aunque no sabia a quien culpar por ello, su dificultad para encontrar las palabras tenía un algo divertido.
- Creo que quieres decir: Es posible que sean Rocavarancoleses, porque aunque entre sí son distintos, todos parecen adaptados a un entorno tan hostil como la ciudad. - se sentó en un sillón con tranquilidad y reflexionó.- De ser asi esta ciudad es un cajón de calcetines desparejados.
---
Ri miró con cierto sobresalto a Marsi, pero se recuperó pronto y asintió con sequedad. Repitió el vendaje de sus manos e iba a hacerse la trenza cuando se quedó mirando a la varmana.
-¿Sabes hacer esto?- ante la respuesta negativa, fue a hacer tiras de tela con la camisa que ya estaba a medio desgarrar por ella. Tendío su mano, esperando sujetar la de la chica, y procedió a vendarle con lentitud, haciendo incapie en cada paso.- Así. Mantienes alineados los huesos y previenes heridas. Ahora tú.
Esperó hasta que lo hiciera correctamente, y añadió:-Hoy no creo que lo necesites, a menos que quieras enfrentarte a mi. Pero para el combate cuerpo a cuerpo es útil.
La verborrea de Lara tuvo un efecto nulo en el sinhadre, que guardo la seriedad apropiada, y se limitó a participar en la nueva teoría de Archi. El chico hablaba ligeramente distinto a ratos, y aunque no sabia a quien culpar por ello, su dificultad para encontrar las palabras tenía un algo divertido.
- Creo que quieres decir: Es posible que sean Rocavarancoleses, porque aunque entre sí son distintos, todos parecen adaptados a un entorno tan hostil como la ciudad. - se sentó en un sillón con tranquilidad y reflexionó.- De ser asi esta ciudad es un cajón de calcetines desparejados.
---
Ri miró con cierto sobresalto a Marsi, pero se recuperó pronto y asintió con sequedad. Repitió el vendaje de sus manos e iba a hacerse la trenza cuando se quedó mirando a la varmana.
-¿Sabes hacer esto?- ante la respuesta negativa, fue a hacer tiras de tela con la camisa que ya estaba a medio desgarrar por ella. Tendío su mano, esperando sujetar la de la chica, y procedió a vendarle con lentitud, haciendo incapie en cada paso.- Así. Mantienes alineados los huesos y previenes heridas. Ahora tú.
Esperó hasta que lo hiciera correctamente, y añadió:-Hoy no creo que lo necesites, a menos que quieras enfrentarte a mi. Pero para el combate cuerpo a cuerpo es útil.
-
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
30/12/13, 01:40 pm
Archime observó a Shaco sin comprender. Supuso que estaría haciendo más referencias humanas, pero aun así le resultó extraña la apreciación que hizo sobre la evolución. Escuchó la intervención de Nero y asintió antes de volver a hablar con el humano.
—Se trataría de un proceso de selección natural. No obstante, es cierto que una disparidad como esa es muy poco probable y eso es... es lo más confuso de todo. Aunque podría deberse a la confluencia de mundos, ya que es muy probable la incompatibilidad reproductiva entre unas y otras especies y por ello se propició una disparidad como esta. Ello comportaría, no obstante, que si esta ciudad cuenta con un número de habitantes tan escaso como parece, ha tenido que ocurrir alguna clase de catástrofe en los últimos años que diezmase la población... —continuó reflexionando sin mirar hacia nadie en particular.
No mucho después, el biomecánico subió las escaleras en busca de Lara. No había pasado por alto algunos comentarios que se habían hecho al respecto de la facilidad con la que aquellos rocavarancoleses habían accedido al torreón y el irrense tenía pensado hacer algo al respecto en la medida que fuese posible. Pero primero las prácticas de levitación. Ya había pactado con la ordesa que las llevarían a cabo sobre aquella hora a diario en el patio y no él no pensaba romper con lo establecido.
Los avances con dicho sortilegio se hacían patentes y a Archime le costó menos de lo esperado hacer levitar a la madre al tiempo que él mismo se desplazaba por el aire. No obstante, manejar ambos cuerpos de la forma deseada requería más práctica y, al término de la de aquel día, calculó que debían practicar durante un día más con solo la ordesa antes de comenzar con alguien más pesado. Al término de aproximadamente una semana esperaba ser capaz de manejar a dos personas a la vez a parte de él mismo, pero el tiempo que estimaba necesario aún no era concluyente.
Tras la comida, el programador subió al estudio como de costumbre y abrió el diccionario así como el grimorio más voluminoso. Buscaba algo concreto, por lo que traducía solo lo necesario para comprender en qué consistía el hechizo en cuestión antes de pasar el siguiente. De esta forma, atisbó sortilegios que sin duda serían de utilidad, pero en aquellos momentos necesitaba otra índole de hechizos. Le llevó más de una larga hora dar con un indicio de que había dado con algo que le serviría y más del doble de tiempo traducir correctamente el texto.
Pocas horas después de comer, los habitantes de Maciel que se acercasen a la puerta, abierta una vez más por el propio biomecánico, podrían ver a Archi recitando las letanías fácilmente reconocibles como hechizos justo en el umbral. Comenzó con el cordel de alarma, ya que necesitaba seguir un orden específico para poder comprobar la eficacia de los sortilegios de seguridad que iba a aplicar. Una vez finalizó, buscó con la mirada si había alguien a la vista. Le pediría ayuda al primero que se acercase.
—Se trataría de un proceso de selección natural. No obstante, es cierto que una disparidad como esa es muy poco probable y eso es... es lo más confuso de todo. Aunque podría deberse a la confluencia de mundos, ya que es muy probable la incompatibilidad reproductiva entre unas y otras especies y por ello se propició una disparidad como esta. Ello comportaría, no obstante, que si esta ciudad cuenta con un número de habitantes tan escaso como parece, ha tenido que ocurrir alguna clase de catástrofe en los últimos años que diezmase la población... —continuó reflexionando sin mirar hacia nadie en particular.
No mucho después, el biomecánico subió las escaleras en busca de Lara. No había pasado por alto algunos comentarios que se habían hecho al respecto de la facilidad con la que aquellos rocavarancoleses habían accedido al torreón y el irrense tenía pensado hacer algo al respecto en la medida que fuese posible. Pero primero las prácticas de levitación. Ya había pactado con la ordesa que las llevarían a cabo sobre aquella hora a diario en el patio y no él no pensaba romper con lo establecido.
Los avances con dicho sortilegio se hacían patentes y a Archime le costó menos de lo esperado hacer levitar a la madre al tiempo que él mismo se desplazaba por el aire. No obstante, manejar ambos cuerpos de la forma deseada requería más práctica y, al término de la de aquel día, calculó que debían practicar durante un día más con solo la ordesa antes de comenzar con alguien más pesado. Al término de aproximadamente una semana esperaba ser capaz de manejar a dos personas a la vez a parte de él mismo, pero el tiempo que estimaba necesario aún no era concluyente.
Tras la comida, el programador subió al estudio como de costumbre y abrió el diccionario así como el grimorio más voluminoso. Buscaba algo concreto, por lo que traducía solo lo necesario para comprender en qué consistía el hechizo en cuestión antes de pasar el siguiente. De esta forma, atisbó sortilegios que sin duda serían de utilidad, pero en aquellos momentos necesitaba otra índole de hechizos. Le llevó más de una larga hora dar con un indicio de que había dado con algo que le serviría y más del doble de tiempo traducir correctamente el texto.
Pocas horas después de comer, los habitantes de Maciel que se acercasen a la puerta, abierta una vez más por el propio biomecánico, podrían ver a Archi recitando las letanías fácilmente reconocibles como hechizos justo en el umbral. Comenzó con el cordel de alarma, ya que necesitaba seguir un orden específico para poder comprobar la eficacia de los sortilegios de seguridad que iba a aplicar. Una vez finalizó, buscó con la mirada si había alguien a la vista. Le pediría ayuda al primero que se acercase.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
30/12/13, 05:04 pm
El poco tiempo que se había quedado sola en su rincón le había bastado para darse cuenta de que se había pasado tres feudos abajo. En un intento por tratar de pensar las cosas fuera del contexto ordés, se dio cuenta por fin de que realmente había expuesto a sus bebés a un gran peligro y la idea de marcarse un todo o nada relacionado con ellos no era la mejor. Todo esto le hizo sentir fatal, pero no tuvo intención de bajar a pedirle perdón a Ri en ningún momento. Su orgullo se lo impedía, sobretodo porque cabía la posibilidad de que la sinhadre lo interpretara como que le daba la razón también en su opinión sobre el tipo de madre que era y eso era algo por lo que no pensaba pasar.
Ver aparecer a Cio la incomodó un poco. Había subido ahí con la intención de quedarse sola y no se sentía capaz de escuchar más reprimendas, que era lo que creía que le caería. Por eso mismo, cuando el irrense habló, Lara se quedó un poco sorprendida. A pesar de que en esos momentos se le había cortado el llanto y el unico síntoma de que había estado llorando era que hipaba de cuando en cuando, las palabras de Cio volvieron a humedecer los ojos. No supo qué decir y en parte se sintió aliviada cuando vio que Ippon también había subido, porque creía que le supondría una prórroga. Sin embargo, sus palabras solo consiguieron desatar lo que ya era una predicción obvia: Lara arrancó a llorar de nuevo.
Se hizo un ovillo con cuidado de no aplastar a sus hijos y agachó la cara para que no la vieran fea y con el pelo empapado. Respiró hondo varias veces y no volvió a alzar la vista hasta que no se le cortó la llantera. Su aspecto dejaba mucho que desear, tenía los ojos enrojecidos y los pelos de las mejillas apelmazados contra la piel. Se sentía ridícula por estar dándoles este espectáculo a ambos, pero ellos mismos se lo habían buscado al subir allí y decirle esas cosas tan bonitas. Lara no estaba segura de cuánto, pero entre ambos habían conseguido reconfortarla.
—Muchas gracias...—consiguió decir por fin, esbozando un intento de sonrisa—. Os daría un beso a cada uno, pero sería un asco tal y como estoy—bromeó, para quitarle hierro a la situación, antes de ponerse seria—. Siento... bueno, lo de abajo, esto de aquí arriba... En fin, que siento mi comportamiento en general. Soy consciente de que ha dejado mucho que desear...—la ordesa no tenía ni fuerzas ni ganas para seguir por esos derroteros, así que desvió la conversación a otros más amables y se sinceró un poco con ambos—. Me alegro mucho de que estéis aquí.. en Maciel, quiero decir. Aquí conmigo. Sois como los hermanos calvos gigantes que nunca tuve—a pesar de estar bromeando, era innegablemente cierto lo que decía. Había otras personas a las que seguía notando algo distantes o todavía no entendía al hablar siquiera, pero los dos irrenses (e incluso Archi, a su manera torpe) se habían convertido en algo así como una familia para ella.
Ver aparecer a Cio la incomodó un poco. Había subido ahí con la intención de quedarse sola y no se sentía capaz de escuchar más reprimendas, que era lo que creía que le caería. Por eso mismo, cuando el irrense habló, Lara se quedó un poco sorprendida. A pesar de que en esos momentos se le había cortado el llanto y el unico síntoma de que había estado llorando era que hipaba de cuando en cuando, las palabras de Cio volvieron a humedecer los ojos. No supo qué decir y en parte se sintió aliviada cuando vio que Ippon también había subido, porque creía que le supondría una prórroga. Sin embargo, sus palabras solo consiguieron desatar lo que ya era una predicción obvia: Lara arrancó a llorar de nuevo.
Se hizo un ovillo con cuidado de no aplastar a sus hijos y agachó la cara para que no la vieran fea y con el pelo empapado. Respiró hondo varias veces y no volvió a alzar la vista hasta que no se le cortó la llantera. Su aspecto dejaba mucho que desear, tenía los ojos enrojecidos y los pelos de las mejillas apelmazados contra la piel. Se sentía ridícula por estar dándoles este espectáculo a ambos, pero ellos mismos se lo habían buscado al subir allí y decirle esas cosas tan bonitas. Lara no estaba segura de cuánto, pero entre ambos habían conseguido reconfortarla.
—Muchas gracias...—consiguió decir por fin, esbozando un intento de sonrisa—. Os daría un beso a cada uno, pero sería un asco tal y como estoy—bromeó, para quitarle hierro a la situación, antes de ponerse seria—. Siento... bueno, lo de abajo, esto de aquí arriba... En fin, que siento mi comportamiento en general. Soy consciente de que ha dejado mucho que desear...—la ordesa no tenía ni fuerzas ni ganas para seguir por esos derroteros, así que desvió la conversación a otros más amables y se sinceró un poco con ambos—. Me alegro mucho de que estéis aquí.. en Maciel, quiero decir. Aquí conmigo. Sois como los hermanos calvos gigantes que nunca tuve—a pesar de estar bromeando, era innegablemente cierto lo que decía. Había otras personas a las que seguía notando algo distantes o todavía no entendía al hablar siquiera, pero los dos irrenses (e incluso Archi, a su manera torpe) se habían convertido en algo así como una familia para ella.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
30/12/13, 08:58 pm
Para su sorpresa el pequeño Ippon también lo había escuchado todo. No le había oído subir por las escaleras, pero al volver a girarse allí estaba, yendo hacia Lara y reconfortándola bastante mejor de lo que él era capaz. Pero lo cierto era que Cío no habría sido capaz de decir lo mismo que el chico, porque no era del todo cierto. Lo que había dicho Ri podía ser cruel para Lara, pero era la realidad. Aun así, no pensaba corregir a un chiquillo de nueve años. Por otro lado, entre los dos parecían que la habían cagado más, porque la ordesa se hizo un ovillo y empezó a llorar. Cío se dio la vuelta a medias en el escalón e intercambió una mirada confusa con Ippon. Se planteaba si debería irse de allí cuando Lara habló por fin. Al levantar la cabeza vio que tenía todo el pelo de la cara húmedo. Al final parecía estar mejor, si no mentía –aunque la ordesa era el tipo de persona sincera a matar, así que supuso que no era así–. Cuando los llamó “calvos gigantes” no pudo evitar soltar una risotada. Se pasó la mano por el pelo de la cabeza y protestó.
—Me queda este penacho, no me lo quieras quitar tan pronto. —Aquello solo parecía evitar la respuesta a las cosas verdaderamente importantes que había dicho Lara—. En fin, creo que no hay nada que lamentar. No debería haber discusiones por cosas que no tienen remedio. Hasta ahora nos ha ido bien ayudándonos unos a otros, no veo por qué eso tendría que cambiar. —Evitó mirar a los otros dos al continuar—. Sé que no sirvo de gran cosa pero podéis contar conmigo para lo que sea. —Ya estaba dicho. No era muy dado a demostrar que se preocupaba por la gente, pero aquellos dos y aquel momento bien lo merecían. Desde que la ciudad se había revelado como peligrosa no había podido quitarle el ojo de encima a ninguno de los dos, a cada uno por su debilidad diferente.
Se levantó de la escalera y se volvió hacia Ippon y Lara antes de bajar, con una media sonrisa.
—Estar aquí a lo mejor nos ha vuelto locos a todos, pero a mí también me parecéis una especie de hermanos pequeños. No me debía de llegar con el que ya tengo —«No, tengo familia nueva al completo», puede que con algunos no se llevase ni bien ni mal, pero eso incluso era una mejoría si los comparaba con Mirorrel—. Creo… que iré a hacer ejercicio al patio. Nos vemos más tarde.
La conversación se había vuelto un poco difícil para él, no se le daba bien demostrar a la gente que le importaba, por lo general, aunque se había esforzado. No le gustaba ver a Lara así, estaba fuera de lugar en ella, ya que siempre era de las que trataba de animar a todo el mundo. «Debo de haberme vuelto loco» pensaba, al darse cuenta de lo diferentes que eran las cosas en aquel torreón respecto a Loberrno. Aquella ciudad los obligaba a colaborar, ir en grupo, y no había adonde escabullirse ni con quién hacerlo. Sin embargo, una vez se había acostumbrado a los demás, había dejado de ser constantemente un fastidio.
Cuando llegó abajo tomó una fruta de la cesta, completando el desayuno que había dejado a medias y salió al patio. Shaco había empezado a entrenar aquel día y se acercó a él, interrumpiéndolo, para preguntar si podía unírsele esa misma mañana. Ante la respuesta afirmativa bajó a la armería a por la primera espada de madera que se topó y subió con una sonrisa, esperando que la mañana resultase productiva después de todo. Tal vez el irrense pensaba que aprender a usar un arma era tan fácil como seguir un tutorial, igual que en los videojuegos, pero lo que descubrió fue que seguramente ni en una semana completa podría adquirir cierta destreza. Se llevó varios golpes del bastón de Shaco, aunque la mayoría en los brazos, y entre bastonazos, ver levitar a los dos magos y observar el entrenamiento de Marsi con Ri, llegó el mediodía y la pausa para comer. Mientras se limitaba a hacer tranquilamente la digestión en un sofá veía a Archi hacer algo en la puerta. Se levantó y se acercó, aunque no fuese a reconocer los hechizos. El biomecánico lo miraba, y le pidió ayuda mientras aún iba hacia él, ya dispuesto a preguntar.
—Claro, ¿para qué?
—Me queda este penacho, no me lo quieras quitar tan pronto. —Aquello solo parecía evitar la respuesta a las cosas verdaderamente importantes que había dicho Lara—. En fin, creo que no hay nada que lamentar. No debería haber discusiones por cosas que no tienen remedio. Hasta ahora nos ha ido bien ayudándonos unos a otros, no veo por qué eso tendría que cambiar. —Evitó mirar a los otros dos al continuar—. Sé que no sirvo de gran cosa pero podéis contar conmigo para lo que sea. —Ya estaba dicho. No era muy dado a demostrar que se preocupaba por la gente, pero aquellos dos y aquel momento bien lo merecían. Desde que la ciudad se había revelado como peligrosa no había podido quitarle el ojo de encima a ninguno de los dos, a cada uno por su debilidad diferente.
Se levantó de la escalera y se volvió hacia Ippon y Lara antes de bajar, con una media sonrisa.
—Estar aquí a lo mejor nos ha vuelto locos a todos, pero a mí también me parecéis una especie de hermanos pequeños. No me debía de llegar con el que ya tengo —«No, tengo familia nueva al completo», puede que con algunos no se llevase ni bien ni mal, pero eso incluso era una mejoría si los comparaba con Mirorrel—. Creo… que iré a hacer ejercicio al patio. Nos vemos más tarde.
La conversación se había vuelto un poco difícil para él, no se le daba bien demostrar a la gente que le importaba, por lo general, aunque se había esforzado. No le gustaba ver a Lara así, estaba fuera de lugar en ella, ya que siempre era de las que trataba de animar a todo el mundo. «Debo de haberme vuelto loco» pensaba, al darse cuenta de lo diferentes que eran las cosas en aquel torreón respecto a Loberrno. Aquella ciudad los obligaba a colaborar, ir en grupo, y no había adonde escabullirse ni con quién hacerlo. Sin embargo, una vez se había acostumbrado a los demás, había dejado de ser constantemente un fastidio.
Cuando llegó abajo tomó una fruta de la cesta, completando el desayuno que había dejado a medias y salió al patio. Shaco había empezado a entrenar aquel día y se acercó a él, interrumpiéndolo, para preguntar si podía unírsele esa misma mañana. Ante la respuesta afirmativa bajó a la armería a por la primera espada de madera que se topó y subió con una sonrisa, esperando que la mañana resultase productiva después de todo. Tal vez el irrense pensaba que aprender a usar un arma era tan fácil como seguir un tutorial, igual que en los videojuegos, pero lo que descubrió fue que seguramente ni en una semana completa podría adquirir cierta destreza. Se llevó varios golpes del bastón de Shaco, aunque la mayoría en los brazos, y entre bastonazos, ver levitar a los dos magos y observar el entrenamiento de Marsi con Ri, llegó el mediodía y la pausa para comer. Mientras se limitaba a hacer tranquilamente la digestión en un sofá veía a Archi hacer algo en la puerta. Se levantó y se acercó, aunque no fuese a reconocer los hechizos. El biomecánico lo miraba, y le pidió ayuda mientras aún iba hacia él, ya dispuesto a preguntar.
—Claro, ¿para qué?
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
31/12/13, 12:00 am
Marsi no recordaba haber oido nunca nada de vendarse las manos. Ella solo tenía sus guantes de trabajo, y se los ponía para protegerse un poco los nudillos en los entrenamientos. Trató de vendarse lo mejor que pudo, siguiendo las indicaciones de Ri. Temía tener que pedirle otra vez indicaciones para la próxima vez, porque dudaba que los nervios le dejasen recordar nada, por lo que lo hizo un par de veces para asegurarse de que memorizaba todo.
-Vale, ¿ahora qué?
Bajaron al patio. No tenía muy claro en qué iba a consistir el entrenamiento, y para colmo entrenar en el patio, al aire libre, después de la accidentada visita no le hacía sentirse demasiado bien. Shaco y Cío estaban entrenando fuera, y eso no aumentaba sus nervios tanto como había pensado que haría. Al fin y al cabo, en Letargo también entrenaba con más gente, había logrado superar su vergüenza aunque solo fuera un poco.
Dejó sus armas a un lado, pues sería un entrenamiento solo de cuerpo a cuerpo, pero las tenía lo bastante cerca para no perderlas de vista, tanto el cuchillo de caza como el látigo. Con la lanza entrenaría más tarde. Empezó hacer calentamientos.
-Vale, ¿ahora qué?
Bajaron al patio. No tenía muy claro en qué iba a consistir el entrenamiento, y para colmo entrenar en el patio, al aire libre, después de la accidentada visita no le hacía sentirse demasiado bien. Shaco y Cío estaban entrenando fuera, y eso no aumentaba sus nervios tanto como había pensado que haría. Al fin y al cabo, en Letargo también entrenaba con más gente, había logrado superar su vergüenza aunque solo fuera un poco.
Dejó sus armas a un lado, pues sería un entrenamiento solo de cuerpo a cuerpo, pero las tenía lo bastante cerca para no perderlas de vista, tanto el cuchillo de caza como el látigo. Con la lanza entrenaría más tarde. Empezó hacer calentamientos.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
31/12/13, 12:46 am
A Ri tampoco le encantaba el patio de día, aunque con el tiempo la atmosfera diurna del lugar se parecía más a la calida luz de verano que al tétrico ambiente de sus pesadillas y de la ciudad. Y en parte, se había derrumbado con la llegada de aquellos chicos. "Monstruos", se corrigió, "Amenazas. Como todo lo que hay aquí. ".
Se mantuvo en silencio al principio, ordenando sus ideas. Anriel solía ser la alumna, no la maestra. Llevaba muchos años obedeciendo y siguiendo pautas. Aquella era una sensación extraña.
-No creo que lo que te enseñe sirva de nada. Yo lo hago porque es parte de mi. Bueno-dijo con media sonrisa-, la mitad no sirve de nada aquí. Pero puedo tratar de prepararte para esquivar y detener golpes. Y podemos trabajar tus reflejos hasta que vayan más rápidos que tú. Eso te vale para quien sea que esté al otro lado. Serpelino o persona.
Lo había dicho en voz alta mientras lo pensaba, y se sintió reconfortada por la idea.
- Colocate, firme
Así pues se dedicó a hacer lo que había dicho. Acostumbró a Marsi a defenderse sin perder el equilibrio y a recuperarlo rápido. Le dio un puñado de defensas distintas, de bloqueos que conocía y le hizo practicarlos. Adaptó su propia velocidad a la de Marsi, en el límite donde fallaba y acertaba a detenerla a partes iguales. Lo hizo hasta que notó su cansanció y se retiró con un murmullo de "está bien". Dedicó una sonrisa educada a la varmana antes de irse con cierta vacilación. Echó un vistazo a su alrededor, pero Nero no estaba allí.
---
- La hubo,- dijo él.- Y el resultado de la guerra es la zanja repleta de huesos que se cruza para llegar a Letargo o la biblioteca. La cicatriz de Arax. Aunque los esqueletos son de todo un poco, la mayor parte también incluye a los participantes de la guerra. Arax es la espada del rey que partió el suelo en dos.
Ante la pregunta de cuando había sucedido aquello, Nero hizo cuentas.
- Es posible que algo más de treinta años. Algo reciente, dentro de lo que cabe. Pero no puedo darte una cifra exacta.
Se mantuvo en silencio al principio, ordenando sus ideas. Anriel solía ser la alumna, no la maestra. Llevaba muchos años obedeciendo y siguiendo pautas. Aquella era una sensación extraña.
-No creo que lo que te enseñe sirva de nada. Yo lo hago porque es parte de mi. Bueno-dijo con media sonrisa-, la mitad no sirve de nada aquí. Pero puedo tratar de prepararte para esquivar y detener golpes. Y podemos trabajar tus reflejos hasta que vayan más rápidos que tú. Eso te vale para quien sea que esté al otro lado. Serpelino o persona.
Lo había dicho en voz alta mientras lo pensaba, y se sintió reconfortada por la idea.
- Colocate, firme
Así pues se dedicó a hacer lo que había dicho. Acostumbró a Marsi a defenderse sin perder el equilibrio y a recuperarlo rápido. Le dio un puñado de defensas distintas, de bloqueos que conocía y le hizo practicarlos. Adaptó su propia velocidad a la de Marsi, en el límite donde fallaba y acertaba a detenerla a partes iguales. Lo hizo hasta que notó su cansanció y se retiró con un murmullo de "está bien". Dedicó una sonrisa educada a la varmana antes de irse con cierta vacilación. Echó un vistazo a su alrededor, pero Nero no estaba allí.
---
- La hubo,- dijo él.- Y el resultado de la guerra es la zanja repleta de huesos que se cruza para llegar a Letargo o la biblioteca. La cicatriz de Arax. Aunque los esqueletos son de todo un poco, la mayor parte también incluye a los participantes de la guerra. Arax es la espada del rey que partió el suelo en dos.
Ante la pregunta de cuando había sucedido aquello, Nero hizo cuentas.
- Es posible que algo más de treinta años. Algo reciente, dentro de lo que cabe. Pero no puedo darte una cifra exacta.
-
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.