Torreón Maciel (Archivo V)
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Zarket
Rocavarancolia Rol
Alicia
Naeryan
Baurus
Poblo
LEC
Yber
Giniroryu
Red
Tak
Leonart
19 participantes
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Torreón Maciel (Archivo V)
06/08/13, 02:56 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.
-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.
>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.
Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.
Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-
El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.
-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.
>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.
Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.
Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
10/11/13, 07:16 pm
Volvieron a Maciel no mucho más tarde, a cuestas con el insecto. Nero echó una mano, considerando que era necesario para mantener el papel que estaba jugando, pero sin más esfuerzo del necesario. Al final decidieron encerrarlo antes de mantener una conversación.
Apoyado sobre la pared, de cara a las rejas tras las que estaba Xalk, Nero no opinó desde el principio. Preferia ver por donde iban las opiniones del resto. El ya había logrado todo lo que se había propuesto con aquella mentira. Era consciente de que sus compañeros de torreón albergarían dudas al respecto, pero mientras Xalk creyese estar equivocado, ¿que importaba? Sembrar esa posibilidad era suficiente. No creía que nadie llegase a preguntarle al respecto, y ya sabía su respuesta de darse el caso.
Por ahora, una de las coloridas le debía un favor, probablemente la apuñalda, y Xalk estaría vigilado y controlado. Ese control le interesaba, pero no tanto el tenerlo encerrado constantemente y mantenido por su comida. Suelto también podía dar problemas,pero las posibilidades de que muriese rapido eran bastante altas. Nero jugueteaba con el final de su trenza mientras hablaban. A pesar las respuestas agresivas, aun podía ser util al torreón. La utilidad era lo que podía salvar a Xalk en lo que a su voto respectaba.
Los pensamientos de Ri discurrían por otros lados, pero no habló inmediatamente, enseñada a apoyar la opinión de su edeel en publico. Tras un breve cruce de miradas para corroborar que no había problemas, abrió la boca.
-Personalmente, puedo entender a Lara. Soy de la opinión de que si es peligroso se elimine. La pregunta es si lo es efectivamente. ¿Representas un peligro para nosotros, Xalk?
-
Apoyado sobre la pared, de cara a las rejas tras las que estaba Xalk, Nero no opinó desde el principio. Preferia ver por donde iban las opiniones del resto. El ya había logrado todo lo que se había propuesto con aquella mentira. Era consciente de que sus compañeros de torreón albergarían dudas al respecto, pero mientras Xalk creyese estar equivocado, ¿que importaba? Sembrar esa posibilidad era suficiente. No creía que nadie llegase a preguntarle al respecto, y ya sabía su respuesta de darse el caso.
Por ahora, una de las coloridas le debía un favor, probablemente la apuñalda, y Xalk estaría vigilado y controlado. Ese control le interesaba, pero no tanto el tenerlo encerrado constantemente y mantenido por su comida. Suelto también podía dar problemas,pero las posibilidades de que muriese rapido eran bastante altas. Nero jugueteaba con el final de su trenza mientras hablaban. A pesar las respuestas agresivas, aun podía ser util al torreón. La utilidad era lo que podía salvar a Xalk en lo que a su voto respectaba.
Los pensamientos de Ri discurrían por otros lados, pero no habló inmediatamente, enseñada a apoyar la opinión de su edeel en publico. Tras un breve cruce de miradas para corroborar que no había problemas, abrió la boca.
-Personalmente, puedo entender a Lara. Soy de la opinión de que si es peligroso se elimine. La pregunta es si lo es efectivamente. ¿Representas un peligro para nosotros, Xalk?
-
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
11/11/13, 09:31 pm
Cuanto tiempo había pasado? Sin moverse, sin poder hablar, sin poder tan siquiera mirar nada. Solo quietud, larga, desesperante, angustiosa. Más angustiosa aún cuando, tras pasar el tiempo del hechizo, seguía igual, ya que lo habían renovado.
Aquel hechizo le había privado de toda libertad, de toda posibilidad de hacer algo, o de no hacerlo si no quería. Solo era un objeto más, un fardo al que se llevaban de vuelta a Maciel. “Solo hice lo que debía hacerse, a sabiendas de que el resto no lo haría. No esperaba aprobación pero... ¿esto?”
Cuando llegaron al torreón, tras llevarlo abajo, tras encerrarlo... cuando por fin pudo volver a moverse no lo hizo. Era como si todavía siguiera paralizado, porque aquella experiencia, que podría haber sido inocua para otros, a él le había dejado marca.
No reaccionó a las preguntas de los demás... al principio. Luego, lentamente, comenzó a articular palabras.
-Hay un buen número de barras metálicas que me separan de vosotros. A menos que me creáis capaz de atravesarlas... yo diría que no, no represento ningún peligro... Es obvio vamos.
Hablaba bajo, casi susurrando. También querían saber por qué había hecho aquello. La razón era obvia. No entendía la pregunta, a menos que quisieran detalles.
-Robó- Esa debería ser la única respuesta, pero estaba claro que querían saber más. -Puede que de donde vengáis robar esté bien pero en mi mundo no, para nada. Si hubiera sido otro tipo de problema tal vez lo habría ignorado, por eso que decís de la diferencias culturales. Pero aquí, en un sitio con el nivel de peligro que tiene, robar puede claramente matar al robado.
Por supuesto, solo era un tarro, eso era lo que iban a decir seguramente. Y tenían razón... esta vez, pero no las siguientes.
-Puede que un simple bote no sea nada, cierto, pero... si no se hace nada, si ve que no hay consecuencias por robar, es solo cuestión de tiempo que lo haga de nuevo y esta vez no será solo un tarro. Cada vez irá a mas y al final nos quedaríamos sin nada.
Pero claro, ¿y si ellos no comprendían esto, y si nunca habían visto las consecuencias a las que esto podía llegar? Quizás fuera mejor dar un ejemplo.
-Lo he visto pasar: poblaciones pequeñas a las que otras más grandes les van quitando las cosas porque no son lo bastante fuertes como para oponerse, hasta que no les queda nada y mueren de hambre o por bestias, o por simplemente el clima. ¿Qué os hace pensar que aquí iba a ser diferente? Además no fui a matarla, solo a asustarla. Si después de eso me apuntó con sus armas era que quería matarme, así que actué en consecuencia-
No había nada más que decir, así que el clinger se cayó, volviendo a su quietud digna de una estatua, tan poco propia en él. Pero acabó articulando una última frase. Una pregunta.
-¿Vais a matarme?-
Aquel hechizo le había privado de toda libertad, de toda posibilidad de hacer algo, o de no hacerlo si no quería. Solo era un objeto más, un fardo al que se llevaban de vuelta a Maciel. “Solo hice lo que debía hacerse, a sabiendas de que el resto no lo haría. No esperaba aprobación pero... ¿esto?”
Cuando llegaron al torreón, tras llevarlo abajo, tras encerrarlo... cuando por fin pudo volver a moverse no lo hizo. Era como si todavía siguiera paralizado, porque aquella experiencia, que podría haber sido inocua para otros, a él le había dejado marca.
No reaccionó a las preguntas de los demás... al principio. Luego, lentamente, comenzó a articular palabras.
-Hay un buen número de barras metálicas que me separan de vosotros. A menos que me creáis capaz de atravesarlas... yo diría que no, no represento ningún peligro... Es obvio vamos.
Hablaba bajo, casi susurrando. También querían saber por qué había hecho aquello. La razón era obvia. No entendía la pregunta, a menos que quisieran detalles.
-Robó- Esa debería ser la única respuesta, pero estaba claro que querían saber más. -Puede que de donde vengáis robar esté bien pero en mi mundo no, para nada. Si hubiera sido otro tipo de problema tal vez lo habría ignorado, por eso que decís de la diferencias culturales. Pero aquí, en un sitio con el nivel de peligro que tiene, robar puede claramente matar al robado.
Por supuesto, solo era un tarro, eso era lo que iban a decir seguramente. Y tenían razón... esta vez, pero no las siguientes.
-Puede que un simple bote no sea nada, cierto, pero... si no se hace nada, si ve que no hay consecuencias por robar, es solo cuestión de tiempo que lo haga de nuevo y esta vez no será solo un tarro. Cada vez irá a mas y al final nos quedaríamos sin nada.
Pero claro, ¿y si ellos no comprendían esto, y si nunca habían visto las consecuencias a las que esto podía llegar? Quizás fuera mejor dar un ejemplo.
-Lo he visto pasar: poblaciones pequeñas a las que otras más grandes les van quitando las cosas porque no son lo bastante fuertes como para oponerse, hasta que no les queda nada y mueren de hambre o por bestias, o por simplemente el clima. ¿Qué os hace pensar que aquí iba a ser diferente? Además no fui a matarla, solo a asustarla. Si después de eso me apuntó con sus armas era que quería matarme, así que actué en consecuencia-
No había nada más que decir, así que el clinger se cayó, volviendo a su quietud digna de una estatua, tan poco propia en él. Pero acabó articulando una última frase. Una pregunta.
-¿Vais a matarme?-
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
11/11/13, 10:38 pm
El aprendiz ayudó a cargar con el clinger a cuestas todo el camino. Como si se hubiera vuelto una costumbre sobrenatural, siempre que cruzaban la cicatriz y la dejaban atrás su ánimo parecia dispararse, abandonando por completo los residuos de verguenza que habia sentido a lo largo del camino de vuelta por habersele ido la lengua en letargo.
Para cuando llegaron a Maciel, el aprendiz irrumpió todavia con el clinger a cuestas y, con una voz grave, les anunció a los que se habian quedado que ya habian llegado.
-¡Hoy vuelve a haber carne en el menú, chicos!-bromeó, con el insecto a cuestas canturreando canciones tribales que habia visto en peliculas cuando los caníbales llevaban a otros humanos a enormes ollas hirvientes para servirles para el almuerzo.
Quizas su broma habia sido de muy mal gusto, así que tan pronto la dijo, como se cayó. Ayudó a llevarle a las mazmorras y a encerrarle. Fue entonces cuando teoricamente el clinger tenia libertad para moverse. Pero no lo hizo. Aquella situación le erizó los pelos de la nuca. ¿En que estaria pensando el clinger para permanecer tan estático? Fue entonces cuando se puso a hablar, intentando explicarlo, explicar sus acciones, pero sin disculparse nunca. Seguia convencido tercamente en que habia hecho lo correcto. Acabó por frasear una pregunta un tanto macabra. Aquello hizo que un peso cayera en el estómago del aprendiz, que acabó por acercarse a la celda y sentarse frente a los barrotes como solia hacer, mirando al clinger a los ojos.
-¿Suena eso a algo que haria un héroe?-le contestó con otra pregunta, arqueando una ceja y enarbolando una sonrisa un tanto bromista.-No. Por lo menos yo no te voy a matar, ni busco tu muerte. Es más, si alguien del torreón intentase algo, seria el primero en pararle los pies.-dijo con una mirada más seria.-Aunque en tu mundo, como has dicho antes, es así, tienes que darte cuenta de que, ni estas en tu mundo, ni estas rodeado por los tuyos. Y por ello, las mismas reglas no se aplican aquí.-
-En mi planeta, por ejemplo, yo no habria conocido a tanta gente, viviria encerrado en mi cuarto, sin que nadie me molestase y sin embargo, no me ves ahora encerrado en algun lugar oscuro del torreón sin dar la cara a nadie, ¿verdad?-
>> Aunque eso sea principalmente porque no tienes internet/videojuegos.
>> Calla, estoy quedando to reshulon lecturizando al bicho.
-Sabes... Hay quienes quieren verte fuera del torreón.-dijo rascandose la nuca, algo inseguro y preocupado.-Y yo no querria ver a nadie exponerse a ese peligro innecesario simplemente por falta de dotes de convivencia.-
-Si de alguna manera, vamos a salir de esta, es trabajando juntos. Puede que seamos de lugares muy distantes con culturas muy diferentes, pero creo sinceramente que si le ponemos esfuerzo y ganas, la ciudad no podrá con nosotros y, bueno, tan solo es un año. En un año podremos volver a nuestras casas como si no hubiera pasado nada... los que quieran claro.-
>> Que seria de locos quedarse aquí y perderse más anime tontamente... Bastante sacrificio he hecho ya con todo un año de mi vida al retrete.
Finalmente, se incorporó, barriendo el polvo de sus pantalones con sus manos.
-Debes quedarte por un tiempo aquí abajo.-le soltó, con algo más de frialdad.-Piensa en lo que ha pasado, en las consecuencias que ha tenido y, aunque puede que no sea la persona más lista de por aquí, reflexiona lo que te he dicho y elige bien la próxima vez.-
Sin decir nada más, el aprendiz salió de las mazmorras. Llendo a la cocina, cogió unos plátanos y se dirigió al patio para otra sesión de entrenamiento físico. Pronto los gritos de esfuerzo y concentración inundaron el mismo, mientras el aprendiz trabajaba con su cuerpo y castigaba a los muñecos de entrenamiento.
Para cuando llegaron a Maciel, el aprendiz irrumpió todavia con el clinger a cuestas y, con una voz grave, les anunció a los que se habian quedado que ya habian llegado.
-¡Hoy vuelve a haber carne en el menú, chicos!-bromeó, con el insecto a cuestas canturreando canciones tribales que habia visto en peliculas cuando los caníbales llevaban a otros humanos a enormes ollas hirvientes para servirles para el almuerzo.
Quizas su broma habia sido de muy mal gusto, así que tan pronto la dijo, como se cayó. Ayudó a llevarle a las mazmorras y a encerrarle. Fue entonces cuando teoricamente el clinger tenia libertad para moverse. Pero no lo hizo. Aquella situación le erizó los pelos de la nuca. ¿En que estaria pensando el clinger para permanecer tan estático? Fue entonces cuando se puso a hablar, intentando explicarlo, explicar sus acciones, pero sin disculparse nunca. Seguia convencido tercamente en que habia hecho lo correcto. Acabó por frasear una pregunta un tanto macabra. Aquello hizo que un peso cayera en el estómago del aprendiz, que acabó por acercarse a la celda y sentarse frente a los barrotes como solia hacer, mirando al clinger a los ojos.
-¿Suena eso a algo que haria un héroe?-le contestó con otra pregunta, arqueando una ceja y enarbolando una sonrisa un tanto bromista.-No. Por lo menos yo no te voy a matar, ni busco tu muerte. Es más, si alguien del torreón intentase algo, seria el primero en pararle los pies.-dijo con una mirada más seria.-Aunque en tu mundo, como has dicho antes, es así, tienes que darte cuenta de que, ni estas en tu mundo, ni estas rodeado por los tuyos. Y por ello, las mismas reglas no se aplican aquí.-
-En mi planeta, por ejemplo, yo no habria conocido a tanta gente, viviria encerrado en mi cuarto, sin que nadie me molestase y sin embargo, no me ves ahora encerrado en algun lugar oscuro del torreón sin dar la cara a nadie, ¿verdad?-
>> Aunque eso sea principalmente porque no tienes internet/videojuegos.
>> Calla, estoy quedando to reshulon lecturizando al bicho.
-Sabes... Hay quienes quieren verte fuera del torreón.-dijo rascandose la nuca, algo inseguro y preocupado.-Y yo no querria ver a nadie exponerse a ese peligro innecesario simplemente por falta de dotes de convivencia.-
-Si de alguna manera, vamos a salir de esta, es trabajando juntos. Puede que seamos de lugares muy distantes con culturas muy diferentes, pero creo sinceramente que si le ponemos esfuerzo y ganas, la ciudad no podrá con nosotros y, bueno, tan solo es un año. En un año podremos volver a nuestras casas como si no hubiera pasado nada... los que quieran claro.-
>> Que seria de locos quedarse aquí y perderse más anime tontamente... Bastante sacrificio he hecho ya con todo un año de mi vida al retrete.
Finalmente, se incorporó, barriendo el polvo de sus pantalones con sus manos.
-Debes quedarte por un tiempo aquí abajo.-le soltó, con algo más de frialdad.-Piensa en lo que ha pasado, en las consecuencias que ha tenido y, aunque puede que no sea la persona más lista de por aquí, reflexiona lo que te he dicho y elige bien la próxima vez.-
Sin decir nada más, el aprendiz salió de las mazmorras. Llendo a la cocina, cogió unos plátanos y se dirigió al patio para otra sesión de entrenamiento físico. Pronto los gritos de esfuerzo y concentración inundaron el mismo, mientras el aprendiz trabajaba con su cuerpo y castigaba a los muñecos de entrenamiento.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
12/11/13, 12:37 am
Para cuando llegaron a Maciel, Lara ya volvía a tener su ánimo de siempre. No estaba tan dicharachera como de costumbre, pero había conseguido alzar de nuevo su espejismo de madre fuerte. Entró corriendo a buscar a sus niños, les dio mimos y los besuqueó en el mismo orden que los iba moviendo de la cesta a su marsupio. Interiormente le alivió que Alice llevara razón.
No dedicó mucho tiempo a saludos y bajó tan rápido como pudo hasta la armería, dónde habían encerrado al bicho. Allí escuchó las diferentes intervenciones, entre ellas la del bicho, y se quedó totalmente a cuadros con la serenidad que el resto estaba afrontando lo que había ocurrido.
—¿En serio? ¿De verdad lo vamos a "castigar contra la pared" como a un niño que le ha quitado el lapicero a otro?—estaba bullendo por dentro—. Mirad, yo no acepto berno como animal de compañía. Os estáis olvidando del detalle: Por un tarro de miel, la chica morada se ha llevado una puñalada en el hombro. ¿Xalkoth necesita la miel? No. ¿Nos sirve para algo la miel? Tampoco. Y es que aunque la hubiera robado de verdad y no hubiera sido un accidente de Nero, joder. Ellas la necesitan y nosotros no. Qué coños nos importa... ¡Si se la ibamos a dar igual!—se regaló unos segundos para respirar y mantener la calma dentro de lo posible—. No quiero que mis hijos vivan en la misma torre que un intento de homicida y estoy dispuesta a irme si tomais la decisión—con todo lo baja que era, Lara cruzó miradas con sus compañeros. Los estaba retando.
No dedicó mucho tiempo a saludos y bajó tan rápido como pudo hasta la armería, dónde habían encerrado al bicho. Allí escuchó las diferentes intervenciones, entre ellas la del bicho, y se quedó totalmente a cuadros con la serenidad que el resto estaba afrontando lo que había ocurrido.
—¿En serio? ¿De verdad lo vamos a "castigar contra la pared" como a un niño que le ha quitado el lapicero a otro?—estaba bullendo por dentro—. Mirad, yo no acepto berno como animal de compañía. Os estáis olvidando del detalle: Por un tarro de miel, la chica morada se ha llevado una puñalada en el hombro. ¿Xalkoth necesita la miel? No. ¿Nos sirve para algo la miel? Tampoco. Y es que aunque la hubiera robado de verdad y no hubiera sido un accidente de Nero, joder. Ellas la necesitan y nosotros no. Qué coños nos importa... ¡Si se la ibamos a dar igual!—se regaló unos segundos para respirar y mantener la calma dentro de lo posible—. No quiero que mis hijos vivan en la misma torre que un intento de homicida y estoy dispuesta a irme si tomais la decisión—con todo lo baja que era, Lara cruzó miradas con sus compañeros. Los estaba retando.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
12/11/13, 02:18 am
El camino de vuelta fue pesado e incómodo, daba la impresión de que hubiera pasado una eternidad. Las piernas le pedían un descanso ya desde los primeros diez minutos. En la parte más peliaguda, que fue pasar sobre la grieta llena de huesos, jadeaba como si hubiera echado a correr durante horas. Tuvo tiempo, sin embargo, de pensar en lo que había pasado y lo que estaba por venir. A diferencia de Lara o los letarguinos, en vez de limitarse a verlo como un asesino se preguntaba muchas cosas acerca del clinger, de Dryfus, cosas que nunca se había molestado en averiguar. Ni sobre Xalk ni sobre nadie, en realidad. «¿Nos hace eso tener parte de la responsabilidad?».
—No me quedan ganas de bromear con eso después de ver lo que comían en el otro torreón —respondió a Shaco entre resoplidos debidos al esfuerzo mientras atravesaban la planta baja del torreón. La decisión de interrogarlo en las mazmorras fue unánime y allí esperaron a que el clinger recuperase la movilidad. Parecía haberse quedado congelado para siempre, aunque el hechizo ya debería haber terminado.
—O lo que viene a ser lo mismo, ¿por qué motivo has hecho algo así? —añadió después de Ri. Se había situado a dos metros de los barrotes, pero donde pudiese ver bien a Xalk y este a él.
Su respuesta llegó al principio más pausada, como si le costase articular las palabras después de llevar tanto tiempo inmóvil. Cío escuchó con expresión neutra, confirmando muchas de las cosas que tenía en mente. A grandes rasgos, aquello era un malentendido. Uno con consecuencias nefastas.
—¡Por favor! —resopló cuando Xalkoth hizo alusión a que podían matarlo. «Ese es el puto problema, para ti todo se arregla deshaciéndote de los problemas». Cuando se había roto el brazo sucedió igual, había dado por hecho que tenía que ser expulsado «su mundo es bárbaro, luchan por sobrevivir, y la vida no debe de tener mucho valor». Cuando Shaco tomó la palabra estuvo de acuerdo a medias con el humano «creo que va a haber que matizar eso un poco más». Inevitablemente dirigió una mirada de soslayo a Lara, ya que el humano no parecía tener intención de mojarse más en el asunto. Por supuesto, la ordesa no estaba contenta con aquello, y podía entenderla. En parte también por lo mismo que podía entender a Xalk, porque pensó que, tal vez, el mundo de Lara era pacífico y aquello era impensable, sin olvidar sus cinco preocupaciones extra.
—¡Lara, joder! —intervino, cabreado por la última sentencia de la ordesa—. Si sigues por ahí esto va a parecer una discusión de patio de colegio, y es serio. Tú no te vas a ningún lado. Vamos a ver… —Reprimió la necesidad de frotarse las sienes con cansancio—. ¿Qué pasaría si descubres que, yo qué sé, en Irraria tenemos la costumbre de sacrificar gente de vez en cuando a un dios o una mierda así? De verdad, no tiene nada de cómodo ni agradable este puto refrito de gente rara que somos. Pero aquí estamos, a mí mismo no me hacía ni puta gracia, pero no nos ha quedado más remedio que convivir y acostumbrarnos. Hemos colaborado desde el primer día para sobrevivir en este sitio de locos. Creo que si hubiese una amenaza real entre estas paredes ya habríamos tenido problemas hace semanas. —Hizo una pequeña pausa, sorprendiéndose a sí mismo de estar intercediendo por el insecto. Empezaba a entrever el porqué—. Lo que quiero decir es que no está demostrada la ino… eh… inocuidad de nadie. Somos completos desconocidos prácticamente. Si no hubiese desaparecido ese tarro, habríamos seguido como hasta ahora. Sin incidentes, incluso diría. Puede que este cabeza de chorlito sea peligroso, pero tampoco es que nos hubiésemos puesto a compartir puntos de vista sobre la moralidad de cada uno. Tú —añadió mirando a Xalk—, ¿entiendes por qué tanto escándalo, para empezar? ¿Eres capaz de entender nuestro punto de vista?
—No me quedan ganas de bromear con eso después de ver lo que comían en el otro torreón —respondió a Shaco entre resoplidos debidos al esfuerzo mientras atravesaban la planta baja del torreón. La decisión de interrogarlo en las mazmorras fue unánime y allí esperaron a que el clinger recuperase la movilidad. Parecía haberse quedado congelado para siempre, aunque el hechizo ya debería haber terminado.
—O lo que viene a ser lo mismo, ¿por qué motivo has hecho algo así? —añadió después de Ri. Se había situado a dos metros de los barrotes, pero donde pudiese ver bien a Xalk y este a él.
Su respuesta llegó al principio más pausada, como si le costase articular las palabras después de llevar tanto tiempo inmóvil. Cío escuchó con expresión neutra, confirmando muchas de las cosas que tenía en mente. A grandes rasgos, aquello era un malentendido. Uno con consecuencias nefastas.
—¡Por favor! —resopló cuando Xalkoth hizo alusión a que podían matarlo. «Ese es el puto problema, para ti todo se arregla deshaciéndote de los problemas». Cuando se había roto el brazo sucedió igual, había dado por hecho que tenía que ser expulsado «su mundo es bárbaro, luchan por sobrevivir, y la vida no debe de tener mucho valor». Cuando Shaco tomó la palabra estuvo de acuerdo a medias con el humano «creo que va a haber que matizar eso un poco más». Inevitablemente dirigió una mirada de soslayo a Lara, ya que el humano no parecía tener intención de mojarse más en el asunto. Por supuesto, la ordesa no estaba contenta con aquello, y podía entenderla. En parte también por lo mismo que podía entender a Xalk, porque pensó que, tal vez, el mundo de Lara era pacífico y aquello era impensable, sin olvidar sus cinco preocupaciones extra.
—¡Lara, joder! —intervino, cabreado por la última sentencia de la ordesa—. Si sigues por ahí esto va a parecer una discusión de patio de colegio, y es serio. Tú no te vas a ningún lado. Vamos a ver… —Reprimió la necesidad de frotarse las sienes con cansancio—. ¿Qué pasaría si descubres que, yo qué sé, en Irraria tenemos la costumbre de sacrificar gente de vez en cuando a un dios o una mierda así? De verdad, no tiene nada de cómodo ni agradable este puto refrito de gente rara que somos. Pero aquí estamos, a mí mismo no me hacía ni puta gracia, pero no nos ha quedado más remedio que convivir y acostumbrarnos. Hemos colaborado desde el primer día para sobrevivir en este sitio de locos. Creo que si hubiese una amenaza real entre estas paredes ya habríamos tenido problemas hace semanas. —Hizo una pequeña pausa, sorprendiéndose a sí mismo de estar intercediendo por el insecto. Empezaba a entrever el porqué—. Lo que quiero decir es que no está demostrada la ino… eh… inocuidad de nadie. Somos completos desconocidos prácticamente. Si no hubiese desaparecido ese tarro, habríamos seguido como hasta ahora. Sin incidentes, incluso diría. Puede que este cabeza de chorlito sea peligroso, pero tampoco es que nos hubiésemos puesto a compartir puntos de vista sobre la moralidad de cada uno. Tú —añadió mirando a Xalk—, ¿entiendes por qué tanto escándalo, para empezar? ¿Eres capaz de entender nuestro punto de vista?
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
12/11/13, 05:20 pm
Ippon estuvo bastante tiempo dibujando, aprovechando las partes de la pared que quedaban negras tras intentar borrar un fallo como sombreado para el dibujo. En un principio sólo había trazado unas líneas vagas para acostumbrarse a la superficie y al carbón con el que dibujaba, pero en seguida le pilló el truco y comenzó a dibujar, ajeno a cualquier otra cosa.
Ni siquiera se fijó en lo que había hecho hasta que terminó en dibujo, sentado en el suelo ultimando detalles. La pared ahora estaba cubierta por la imagen de la Rocavarancolia que salía en los hologramas de Irraria tal y como su memoria la recordaba, sustituyendo los edificios que no lograba recordar por unos inventados sobre la marcha, intentando seguir el mismo patrón que los otros en arquitectura, pero con un aire a Ío otorgado por el niño. En el centro de la imagen, era la fuente lo que estaba representado y, a su alrededor, todos los cosechados que recordaba que hubiesen estado allí, dibujados de forma vaga al no ser muy hábil con aquel material pero lo suficientemente reconocibles.
Una vez hubo acabado, estuvo más tiempo corrigiendo errores, por nimios que fuesen, con sombras o de cualquier otra forma, siempre y cuando no lo estropease aún más. Además, añadió unos cuantos de aquellos murciélagos en llamas que había visto por la ventana unas cuantas veces y que le tenían fascinado sobrevolando la ciudad. No supo cuanto tiempo tardó en conseguir que el dibujo le quedase, según su criterio, decente, pero cuando acabó había pasado ya más de media tarde.
El resto del tiempo lo pasó en la misma habitación, habiendo tomado prestado uno de los libros de magia y algunos cristales, con los que se puso a practicar. Tras unos cuantos minutos, consiguió hacer el hechizo de llama mágica y se puso a practicar con más cosas, aunque en seguida dejaron de salirle los hechizos; cosa que achacó al cansancio. «Nadie me dijo que hacer magia cansaba tanto…¡Pero puedo hacerla! ¡No soy un inútil!»
[…]
Cuando oyó ruidos, bajó a la planta de abajo suponiendo que eran sus compañeros, pero no encontró a nadie, ni siquiera cuando asomó la cabeza por la puerta del patio para comprobar si estaban fuera. Fue a la armería a ver si los encontraba allí, pero donde los vio fue en las mazmorras, con Xalk encerrado. Se quedó en el umbral de la puerta, a un lado, para no molestar, y la única razón por la que entró fue oír decir a Lara que estaba dispuesta a irse. — Tú no te vas a ninguna parte —murmuró, abrazando a la ordesa, lo suficientemente bajo como para que solo ella lo oyese.
Ni siquiera se fijó en lo que había hecho hasta que terminó en dibujo, sentado en el suelo ultimando detalles. La pared ahora estaba cubierta por la imagen de la Rocavarancolia que salía en los hologramas de Irraria tal y como su memoria la recordaba, sustituyendo los edificios que no lograba recordar por unos inventados sobre la marcha, intentando seguir el mismo patrón que los otros en arquitectura, pero con un aire a Ío otorgado por el niño. En el centro de la imagen, era la fuente lo que estaba representado y, a su alrededor, todos los cosechados que recordaba que hubiesen estado allí, dibujados de forma vaga al no ser muy hábil con aquel material pero lo suficientemente reconocibles.
Una vez hubo acabado, estuvo más tiempo corrigiendo errores, por nimios que fuesen, con sombras o de cualquier otra forma, siempre y cuando no lo estropease aún más. Además, añadió unos cuantos de aquellos murciélagos en llamas que había visto por la ventana unas cuantas veces y que le tenían fascinado sobrevolando la ciudad. No supo cuanto tiempo tardó en conseguir que el dibujo le quedase, según su criterio, decente, pero cuando acabó había pasado ya más de media tarde.
El resto del tiempo lo pasó en la misma habitación, habiendo tomado prestado uno de los libros de magia y algunos cristales, con los que se puso a practicar. Tras unos cuantos minutos, consiguió hacer el hechizo de llama mágica y se puso a practicar con más cosas, aunque en seguida dejaron de salirle los hechizos; cosa que achacó al cansancio. «Nadie me dijo que hacer magia cansaba tanto…¡Pero puedo hacerla! ¡No soy un inútil!»
[…]
Cuando oyó ruidos, bajó a la planta de abajo suponiendo que eran sus compañeros, pero no encontró a nadie, ni siquiera cuando asomó la cabeza por la puerta del patio para comprobar si estaban fuera. Fue a la armería a ver si los encontraba allí, pero donde los vio fue en las mazmorras, con Xalk encerrado. Se quedó en el umbral de la puerta, a un lado, para no molestar, y la única razón por la que entró fue oír decir a Lara que estaba dispuesta a irse. — Tú no te vas a ninguna parte —murmuró, abrazando a la ordesa, lo suficientemente bajo como para que solo ella lo oyese.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
12/11/13, 11:48 pm
Archime bajó a las mazmorras junto con el resto y escuchó en silencio todo lo que se expuso una vez la parálisis de Xalkoth remitió y permitió la conversación. No le extrañó la explicación del clinger, ya que tan solo confirmó su hipótesis sobre sus motivos para reaccionar de forma tan violenta frente al supuesto robo de la miel. Ante su última pregunta, el biomecánico le dirigió una mirada significativa al resto de sus compañeros y atendió a lo que dijo cada uno de ellos.
No consideró que tuviese que añadir nada para el clinger por ahora, ya que prefería esperar a que volviese hablar de nuevo, pero cuando escuchó las palabras de Lara 37 estaba decidido a intervenir. Ippon se acercó antes de que pudiese empezar a hablar y el programador observó su intervención en silencio. Sin embargo, el ingeniero consideró pertinente aportar lógica a la situación ya que para él se trataba del único método posible para convencer a alguien.
—Lara 37, debes tener en cuenta que si abandonases el torreón tus probabilidades de supervivencia y las de tus hijos son muy escasas. El peligro que pudiera representar Xalkoth, no obstante, es mucho más sencillo de controlar que la constante amenaza que representa la ciudad. Contamos con magia y ventaja numérica en caso de que Xalkoth reincidiese en su conducta violenta. Si te fueras, no nos sería posible ayudarte. Y por ello es una opción del todo incoherente.
Archime observó parpadeando unos instantes a la ordesa antes de desviar de nuevo la mirada. El irrense se encontraba un tanto confuso en aquel momento. Era evidente que no quería que nadie se muriese, por ello tampoco estaba de acuerdo en abandonar al insecto a su suerte. Sin embargo, había algo más respecto a aquel asunto, algo que no supo identificar pero que le inquietaba.
No consideró que tuviese que añadir nada para el clinger por ahora, ya que prefería esperar a que volviese hablar de nuevo, pero cuando escuchó las palabras de Lara 37 estaba decidido a intervenir. Ippon se acercó antes de que pudiese empezar a hablar y el programador observó su intervención en silencio. Sin embargo, el ingeniero consideró pertinente aportar lógica a la situación ya que para él se trataba del único método posible para convencer a alguien.
—Lara 37, debes tener en cuenta que si abandonases el torreón tus probabilidades de supervivencia y las de tus hijos son muy escasas. El peligro que pudiera representar Xalkoth, no obstante, es mucho más sencillo de controlar que la constante amenaza que representa la ciudad. Contamos con magia y ventaja numérica en caso de que Xalkoth reincidiese en su conducta violenta. Si te fueras, no nos sería posible ayudarte. Y por ello es una opción del todo incoherente.
Archime observó parpadeando unos instantes a la ordesa antes de desviar de nuevo la mirada. El irrense se encontraba un tanto confuso en aquel momento. Era evidente que no quería que nadie se muriese, por ello tampoco estaba de acuerdo en abandonar al insecto a su suerte. Sin embargo, había algo más respecto a aquel asunto, algo que no supo identificar pero que le inquietaba.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
13/11/13, 12:05 am
Lara escuchó al irrense con el gesto torcido. Se estaba mordiendo el labio con el mismo nerviosismo con que hacía girar su moneda en la mano. Entendía a Cío y muy en el fondo le daba la razón, pero el miedo por sus niños seguía ahí y sabía que la desconfianza hacia Xalkoth no era algo que se curara de un plumazo. Estaba dispuesta a dejar que su moneda decidiera por ella, pero entonces entró Ippon y le hizo la peor jugarreta que se le podía hacer. Por segunda vez en el mismo día, Lara tenía unas ganas horrorosas de llorar, pero esta vez se contuvo e hizo lo que le mandaba el instinto: devolverle el abrazo.
—Has golpeado mi punto débil, capullo—le respondió en un susurro tierno. Las dudas de Lara no se habían disipado, pero ahora se sentía incapaz de irse con independencia de lo que le dijera la moneda. La intervención de Archi también conmovió a Lara, a pesar de lo técnico que era, y fue la que finalmente le hizo hablar—. Está bien, me quedo—se dirigió sobretodo a los dos irrenses mayores—. Pero solo porque está claro que os hago falta para que no os paséis de buenos con el bicho. Mi opinión es la misma de antes.
Dicho esto, le dio un par de besos sonoros a Ippon en la mejilla (lo más alto que llegaba) y deshizo el abrazo.
—¿Vienes a echarme un cable con la cena?—le preguntó, palmeándole la espalda. Realmente no necesitaba su ayuda para cocinar, tan solo quería evitar que el niño se enfrentara a lo que ocurría ahí abajo.
—Has golpeado mi punto débil, capullo—le respondió en un susurro tierno. Las dudas de Lara no se habían disipado, pero ahora se sentía incapaz de irse con independencia de lo que le dijera la moneda. La intervención de Archi también conmovió a Lara, a pesar de lo técnico que era, y fue la que finalmente le hizo hablar—. Está bien, me quedo—se dirigió sobretodo a los dos irrenses mayores—. Pero solo porque está claro que os hago falta para que no os paséis de buenos con el bicho. Mi opinión es la misma de antes.
Dicho esto, le dio un par de besos sonoros a Ippon en la mejilla (lo más alto que llegaba) y deshizo el abrazo.
—¿Vienes a echarme un cable con la cena?—le preguntó, palmeándole la espalda. Realmente no necesitaba su ayuda para cocinar, tan solo quería evitar que el niño se enfrentara a lo que ocurría ahí abajo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
13/11/13, 04:36 am
Nero no cambió en mucho su expresión mientras hablaban, aunque se lo estaba pasando francamente bien observando. No se le pasó por alto que el insecto había descartado por completo su mentira, lo que añadía un motivo por el que ser prudente. “¿Matarlo? Hay que reconocer que el bicho descerebrado es divertido. Todos sus problemas se solucionan con el asesinato. ” Shaco contestó casi de inmediato. Se hubiera reído de aquello bastante más largo y tendido de no haber tenido años de práctica en el autocontrol. No tanto por lo que sus padres quisieron inculcarle de buena educación, sino porque el mismo había aprendido pronto las utilidad que eso conllevaba. A cambio, soltó un breve “prfff” ante la mención de los héroes, casi inaudible bajo la cháchara del pelo cobrizo. No era momento para sonreir por su ingenuidad y aquel discursito lleno de fé en la convivencia. Shaco era histriónico hasta puntos inverosímiles, hablaba de cosas desconocidas todo el rato, y ahora tenía que sumarle una bonita predisposición a defender heroicamente al insecto. Le colgaría una medalla por ser un blanco tan fácil para chistes internos. Los pensamientos burlones de Nero pasaron a algo más serio ante la respuesta acalorada de Lara, aunque sin perder un deje satisfecho al ver que ella si se lo había tragado. No podía intervenir a favor de acabar con Xalkoth, simplemente porque de librarse –y lo haría- no debía darle razones de más para ponerlo en su contra. “Además, carga cestas que da gusto”. Cuando todos intervinieron, ahora para asegurarse de que Lara se quedaba en el torreón, Nero decidió posicionarse por fin.
- Claro que nadie va a matar aquí a nadie. No seré yo quien le adelante trabajo a la ciudad.- dijo convencido.- Pero, Xalkoth, debes ser consciente de que semejante violencia es bastante mas peligrosa que cualquier posible robo. No somos alimañas de las que librarse- “Si excluimos a los hijos de Lara y al propio Xalkoth”- y no vivimos en el mismo lugar, pero estamos aquí por los mismos motivos. Una pelea entre torreones es lo menos recomendable, dadas las circunstancias. Una desaparición se discute, pero no un asesinato.- “ Aunque al parecer los intentos de asesinato sí. Alli lo tienen suelto, y nosotros no somos menos” Jugueteó con el final de su trenza con aire pensativo.- Por mi, me parece que este malentendido puede quedar en eso. Todo valga mientras no apuntes a nadie más con un cuchillo.- dijo con una sonrisa amable.
- Yo estaría a favor de cierta vigilancia. Al menos por un tiempo.- repuso Anriel. Conocía a Nero como para saber que aquello no lo molestaba. Probablemente contaba con su opinión ya.
- Claro que nadie va a matar aquí a nadie. No seré yo quien le adelante trabajo a la ciudad.- dijo convencido.- Pero, Xalkoth, debes ser consciente de que semejante violencia es bastante mas peligrosa que cualquier posible robo. No somos alimañas de las que librarse- “Si excluimos a los hijos de Lara y al propio Xalkoth”- y no vivimos en el mismo lugar, pero estamos aquí por los mismos motivos. Una pelea entre torreones es lo menos recomendable, dadas las circunstancias. Una desaparición se discute, pero no un asesinato.- “ Aunque al parecer los intentos de asesinato sí. Alli lo tienen suelto, y nosotros no somos menos” Jugueteó con el final de su trenza con aire pensativo.- Por mi, me parece que este malentendido puede quedar en eso. Todo valga mientras no apuntes a nadie más con un cuchillo.- dijo con una sonrisa amable.
- Yo estaría a favor de cierta vigilancia. Al menos por un tiempo.- repuso Anriel. Conocía a Nero como para saber que aquello no lo molestaba. Probablemente contaba con su opinión ya.
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Re: Torreón Maciel (Archivo V)
13/11/13, 10:58 am
El clinger no volvió a decir nada, no era necesario, y dejó que los demás discutieran entre ellos mientras permanecía completamente inmóvil. Todavía estaba lejos de recuperarse por lo que le había pasado, pero no estaba tan afectado como para no tomar precauciones. No tenía intención alguna de hacer daño a sus compañeros, pero si decidían matarlo no iba a quedarse sentado y dejarles.
La mazmorra en la que estaba, aunque llegaba alguna luz, no era suficiente como para que nadie pudiera fijarse en que, poco a poco, habían ido surgiendo grietas en el exoesqueleto del insecto, que había iniciado su proceso de muda. Sin embargo, en vez de seguir hasta que se le cayera,lo detuvo intencionadamente a medio camino, dejando a Xalkoth con grietas en varios puntos, nada más.
Silenciosamente, y aprovechando que sus propias voces enmascararían cualquier sonido menor se movió un poco, como si estuviera harto de permanecer quiero, que lo estaba. Por la postura en la que lo habían paralizado, había tenido una mano a la espalda desde el principio, y eso ahora le venía de perlas. Con cuidado de no hacer ningún ruido que superara a las voces tanteó en su espalda hasta encontrar grietas. En cuanto lo hizo tiró, hasta arrancarse un trozo.
Al mismo tiempo las conversaciones habían ido variando, desde una discusión entre ellos acerca de lo que hacer, hasta la última de Nero, que dejó al insecto algo confuso. “¿Primero se inventa lo del robo y ahora me defiende? ¿En que piensa?”
Aprovechando el ruido de las voces, había empezado con suavidad* a afilar el trozo de exoesqueleto contra la pared, parando con cada pausa en la conversación para asegurarse de que no se oía. Confiaba en o tener que usarlo realmente, pero siempre es mejor estar preparado.
*Edit offRol: Ya que ha habido malinterpretaciones: Xalk esta rascando eso pero muy muy flojo. Tanto que realmente no va a afilar el trozo una mierda. Por eso no lo oyen (y por eso tardará días o incluso semanas en terminar :'D)
La mazmorra en la que estaba, aunque llegaba alguna luz, no era suficiente como para que nadie pudiera fijarse en que, poco a poco, habían ido surgiendo grietas en el exoesqueleto del insecto, que había iniciado su proceso de muda. Sin embargo, en vez de seguir hasta que se le cayera,lo detuvo intencionadamente a medio camino, dejando a Xalkoth con grietas en varios puntos, nada más.
Silenciosamente, y aprovechando que sus propias voces enmascararían cualquier sonido menor se movió un poco, como si estuviera harto de permanecer quiero, que lo estaba. Por la postura en la que lo habían paralizado, había tenido una mano a la espalda desde el principio, y eso ahora le venía de perlas. Con cuidado de no hacer ningún ruido que superara a las voces tanteó en su espalda hasta encontrar grietas. En cuanto lo hizo tiró, hasta arrancarse un trozo.
Al mismo tiempo las conversaciones habían ido variando, desde una discusión entre ellos acerca de lo que hacer, hasta la última de Nero, que dejó al insecto algo confuso. “¿Primero se inventa lo del robo y ahora me defiende? ¿En que piensa?”
Aprovechando el ruido de las voces, había empezado con suavidad* a afilar el trozo de exoesqueleto contra la pared, parando con cada pausa en la conversación para asegurarse de que no se oía. Confiaba en o tener que usarlo realmente, pero siempre es mejor estar preparado.
*Edit offRol: Ya que ha habido malinterpretaciones: Xalk esta rascando eso pero muy muy flojo. Tanto que realmente no va a afilar el trozo una mierda. Por eso no lo oyen (y por eso tardará días o incluso semanas en terminar :'D)
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
14/11/13, 12:10 am
Asistió con aprobación a las distintas aportaciones que se fueron haciendo para que Lara cambiase de opinión y, sobre todo, se tranquilizase. Le había molestado especialmente que sugiriese su marcha como si aquello fuese remotamente racional en la ciudad en que estaban. Para empezar, no era ella la culpable de nada de lo que había pasado. Al final parecía que dejaba en manos de los demás la decisión, pero el bicho seguía sin abrir la boca. Y eso empezaba a cabrearle. Nero acababa de dirigirse también a él, y continuaba tan silencioso como lo había estado en respuesta a sus preguntas.
—¿Ya vale, no? —soltó encarándose al insecto, más cerca de los barrotes que antes—. ¿Podrías poner algo de tu parte? Te están dando otra oportunidad y haces como si no fuese contigo. Si ya no te consideras parte del grupo, eh, adelante, puedes largarte. No soy partidario de echarte y tampoco lo soy de retenerte por cojones. Te estamos dando la oportunidad de opinar, así que di algo o vete a la mierda.
—¿Ya vale, no? —soltó encarándose al insecto, más cerca de los barrotes que antes—. ¿Podrías poner algo de tu parte? Te están dando otra oportunidad y haces como si no fuese contigo. Si ya no te consideras parte del grupo, eh, adelante, puedes largarte. No soy partidario de echarte y tampoco lo soy de retenerte por cojones. Te estamos dando la oportunidad de opinar, así que di algo o vete a la mierda.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
14/11/13, 04:21 pm
Las palabras de Cio hicieron que Xalkoth alzara la vista, moviéndose visiblemente por primera vez desde que lo habían metido en aquella jaula. “¿Opinar? ¿Por qué? Soy el acusado. La decisión debería ser vuestra, no mía”
Parte del grupo... El hecho de que algunos todavía lo consideraran como perteneciente al grupo fue lo que más le sorprendió. No solo había ido en contra de las normas generales, sino que había cometido lo que a ojos del resto era una atrocidad. “¿Entonces por qué no acabar conmigo y cortar el problema de raíz?”
¿Irse? Desde luego era la mejor decisión, sobre todo si con ello evitaba que la pastora lo hiciera. No estaba preparada para vivir fuera.
“Espera. ¿Por que pienso en ella? Irme es la mejor decisión porque así no hay riesgo de que me ataquen ¿no? Pero... si me voy... ¿Y si necesitan ayuda? Y si... ¡Ahhh! ¿Por qué vuelvo a lo mismo?”
El clinger empezaba a pensar en los demás, y no solo en sí mismo, algo que no entendía. Y sucedía porque le estaba pasando algo que nunca había pasado con nadie antes: Se estaba encariñando con el grupo.
-¿Decir que? ¿Si entiendo vuestro punto de vista? Claro que lo entiendo. He estado intentando cambiar los míos desde la primera vez que hubo una pelea por ellos. ¡Si hasta deje de enfadarme con la magia!- Aunque de ahí a reconocer que la usaba todavía quedaba un trecho.
-Hice lo que hice porque me pareció lo mejor para el grupo, no solo para mí. Ahora es vuestro turno. ¿Que si quiero estar libre? pues claro ¿No herir a nadie mas? Si insistís estoy dispuesto a no volver a ponerme agresivo en casos como el de hoy. Eso sí, en situaciones de vida o muerte decidiré por mi cuenta. Lo que yo quiero está bastante claro. Pero os corresponde a vosotros decidir si creerme o no. Solo soy el acusado la sentencia la dictáis vosotros.
¿Querían que hablara? pues estaba hablando, y mucho. Ya no podían quejarse de eso.
-Aunque añadiré una cosa: Para los que dicen que soy un peligro, me gustaría que me dijeran cuantas veces he hecho daño a alguno de los presentes-
Parte del grupo... El hecho de que algunos todavía lo consideraran como perteneciente al grupo fue lo que más le sorprendió. No solo había ido en contra de las normas generales, sino que había cometido lo que a ojos del resto era una atrocidad. “¿Entonces por qué no acabar conmigo y cortar el problema de raíz?”
¿Irse? Desde luego era la mejor decisión, sobre todo si con ello evitaba que la pastora lo hiciera. No estaba preparada para vivir fuera.
“Espera. ¿Por que pienso en ella? Irme es la mejor decisión porque así no hay riesgo de que me ataquen ¿no? Pero... si me voy... ¿Y si necesitan ayuda? Y si... ¡Ahhh! ¿Por qué vuelvo a lo mismo?”
El clinger empezaba a pensar en los demás, y no solo en sí mismo, algo que no entendía. Y sucedía porque le estaba pasando algo que nunca había pasado con nadie antes: Se estaba encariñando con el grupo.
-¿Decir que? ¿Si entiendo vuestro punto de vista? Claro que lo entiendo. He estado intentando cambiar los míos desde la primera vez que hubo una pelea por ellos. ¡Si hasta deje de enfadarme con la magia!- Aunque de ahí a reconocer que la usaba todavía quedaba un trecho.
-Hice lo que hice porque me pareció lo mejor para el grupo, no solo para mí. Ahora es vuestro turno. ¿Que si quiero estar libre? pues claro ¿No herir a nadie mas? Si insistís estoy dispuesto a no volver a ponerme agresivo en casos como el de hoy. Eso sí, en situaciones de vida o muerte decidiré por mi cuenta. Lo que yo quiero está bastante claro. Pero os corresponde a vosotros decidir si creerme o no. Solo soy el acusado la sentencia la dictáis vosotros.
¿Querían que hablara? pues estaba hablando, y mucho. Ya no podían quejarse de eso.
-Aunque añadiré una cosa: Para los que dicen que soy un peligro, me gustaría que me dijeran cuantas veces he hecho daño a alguno de los presentes-
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
15/11/13, 11:17 am
Taro se había sentado en el último escalón de los que llevaban al piso bajo, atendiendo desde allí el desarrollo del diálogo.
Matar a alguien -porque no se engañaba, echar a Xalk con toda probabilidad vendría a significar eso- se le antojaba surrealista. Aunque algunos pareciesen animales mientras que otros apenas diferían de los carabeses, la sensación era la misma que una residencia, una clase o un campamento. Aunque fuese por el burdo detalle de que todos hablaban lo mismo y vivían en el mismo sitio, aquella ilusión de civilización era la que le estaba haciendo contemplar la escena como si tratase de un montaje. Simplemente era algo muy peliculero.
Se instaló un silencio tras la última intervención de Xalk, y Taro esperó unos segundos antes de cargarse la tensión. Levantó la mano y la agitó en el aire como si fuese a contestar una pregunta en clase y la volvió a bajar cuando se fijaron en él.
-Una. A mí casi me dejaste seco de un placaje cuando llegué- dijo entonces. Aunque su voz era seria sonreía un poco.
Aún así no se trataba enteramente de una broma. Una de las cosas que le habían estado inquietando mientras los demás discutían había sido el pensamiento de que de haberse colado en otro momento él mismo podría haber sido el que acabara con una cuchillada en el hombro o en un sitio peor. No obstante, eso mismo le había recordado otra cosa que sí iba a favor del clinger.
-A ver, aparte de hacer la tontería quería recordaros que yo mismo entré por la ventana, que viene a ser más o menos tan drástico como robar lo que sea, en este caso miel- desvió la mirada un poco abochornado: no había llegado a aclarar en su momento que si había cometido esa cagada había sido porque no sabía que hubiese gente dentro-. Y se armó la que se tuvo que armar, pero la verdad es que le caiga como una patada en el culo o no después de aclararse ese tema Xalk no ha movido un dedo para rematar la faena. Creo que podemos darle ese voto de confianza. Y si no funciona y vuelve a pasar, a la calle- se encogió de hombros-. No será por falta de gente con magia en este torreón para tener esto controlado.
-Ojo que no digo que lo soltemos ahora- añadió a toda prisa-. Lara seguro que sigue nerviosa, así que yo no diría de abrir la puerta de la celda hoy mismo- se rascó la cabeza como gesto inconsciente-. Va a ser mejor que se lo expliquemos con calma. Si mañana ve que Xalk no ha intentado escaparse seguro que se tomará mejor que lo dejemos salir.
A Taro aquella estancia en las mazmorras le parecía lo más normal del mundo. Si alguien hacía una estupidez mayor de lo normal en las residencias, pasaba a residir durante el tiempo que los instructores estimaban necesario en las habitaciones de aislamiento. Si uno metía la pata se le castigaba, era pura lógica.
Tras un corto debate acabaron por ponerse todos de acuerdo al respecto de aquella propuesta, dejando el momento de liberar a Xalk para la mañana siguiente. Durante la cena le explicaron la situación a Lara, quien acabó por claudicar aunque aún debía albergar bastantes reservas. La cena transcurrió sin más incidentes, y Baurus fue el encargado de bajarle la cena al clinger.
Taro no tenía sueño aún, así que se puso los cascos y se apoltronó en el sofá más cercano a la ventana, viendo volar los murciélagos flamígeros con una mezcla de pereza post-cena e interés vago.
Matar a alguien -porque no se engañaba, echar a Xalk con toda probabilidad vendría a significar eso- se le antojaba surrealista. Aunque algunos pareciesen animales mientras que otros apenas diferían de los carabeses, la sensación era la misma que una residencia, una clase o un campamento. Aunque fuese por el burdo detalle de que todos hablaban lo mismo y vivían en el mismo sitio, aquella ilusión de civilización era la que le estaba haciendo contemplar la escena como si tratase de un montaje. Simplemente era algo muy peliculero.
Se instaló un silencio tras la última intervención de Xalk, y Taro esperó unos segundos antes de cargarse la tensión. Levantó la mano y la agitó en el aire como si fuese a contestar una pregunta en clase y la volvió a bajar cuando se fijaron en él.
-Una. A mí casi me dejaste seco de un placaje cuando llegué- dijo entonces. Aunque su voz era seria sonreía un poco.
Aún así no se trataba enteramente de una broma. Una de las cosas que le habían estado inquietando mientras los demás discutían había sido el pensamiento de que de haberse colado en otro momento él mismo podría haber sido el que acabara con una cuchillada en el hombro o en un sitio peor. No obstante, eso mismo le había recordado otra cosa que sí iba a favor del clinger.
-A ver, aparte de hacer la tontería quería recordaros que yo mismo entré por la ventana, que viene a ser más o menos tan drástico como robar lo que sea, en este caso miel- desvió la mirada un poco abochornado: no había llegado a aclarar en su momento que si había cometido esa cagada había sido porque no sabía que hubiese gente dentro-. Y se armó la que se tuvo que armar, pero la verdad es que le caiga como una patada en el culo o no después de aclararse ese tema Xalk no ha movido un dedo para rematar la faena. Creo que podemos darle ese voto de confianza. Y si no funciona y vuelve a pasar, a la calle- se encogió de hombros-. No será por falta de gente con magia en este torreón para tener esto controlado.
-Ojo que no digo que lo soltemos ahora- añadió a toda prisa-. Lara seguro que sigue nerviosa, así que yo no diría de abrir la puerta de la celda hoy mismo- se rascó la cabeza como gesto inconsciente-. Va a ser mejor que se lo expliquemos con calma. Si mañana ve que Xalk no ha intentado escaparse seguro que se tomará mejor que lo dejemos salir.
A Taro aquella estancia en las mazmorras le parecía lo más normal del mundo. Si alguien hacía una estupidez mayor de lo normal en las residencias, pasaba a residir durante el tiempo que los instructores estimaban necesario en las habitaciones de aislamiento. Si uno metía la pata se le castigaba, era pura lógica.
Tras un corto debate acabaron por ponerse todos de acuerdo al respecto de aquella propuesta, dejando el momento de liberar a Xalk para la mañana siguiente. Durante la cena le explicaron la situación a Lara, quien acabó por claudicar aunque aún debía albergar bastantes reservas. La cena transcurrió sin más incidentes, y Baurus fue el encargado de bajarle la cena al clinger.
Taro no tenía sueño aún, así que se puso los cascos y se apoltronó en el sofá más cercano a la ventana, viendo volar los murciélagos flamígeros con una mezcla de pereza post-cena e interés vago.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
15/11/13, 05:13 pm
Archime atendió en completo silencio al resto de la conversación. No vio necesario intervenir al comprobar que los razonamientos que siguieron no carecían de lógica y las palabras de Xalkoth para él no eran sino una confirmación de que todo aquel problema había sido fruto de las dieferencias culturales. Así mismo, asintió ante la explicación de Taro para no desconfiar del clinger, ya que le pareció un argumento bastante sólido. Se llegó a un acuerdo y el biomecánico no puso objeciones ni hizo comentario alguno. No era necesario. Tras dirigirle una última mirada a Xalkoth, subió las escaleras del sótano tras el resto. Mientras lo hacía, el programador se preguntó una vez más qué era aquello que notaba, aunque se tratase de algo diferente esta vez. Llegó a la conclusión de que era alivio, pero no supo relacionarlo directamente con lo que acababa de suceder.
Una vez alcanzó la planta baja del torreón, lo primero que hizo el ingeniero fue quitarse las gafas. Desde que se le habían deformado en la biblioteca se sentía incómodo con ellas puestas ya que su visión se le presentaba ligeramente mareante debido a que necesitaban un reajuste en la montura. Había sopesado enderezarlas de inmediato, pero el procedimiento que debía emplear para hacerlo le había hecho cambiar de opinión. Para conseguir que el ligero metal de la montura adquiriese temporalmente la moldeabilidad que necesitaba, debía aplicar calor. El irrense había pensado inmediatamente en el hechizo térmico, pero una línea de pensamiento en la que sus gafas acababan fundidas por no controlar bien la temperatura imprimida le habían disuadido de ello. Así pues, había tenido que esperar al regreso a Maciel para poder llenar un cubo con agua del pozo y aplicar el sortilegio térmico sobre el agua con el fin de sumergir las patillas de sus anteojos en ella. De este modo podía controlar sin riesgos la temperatura antes de exponer el metal al calor. Una vez obtuvo los resultados adecuados y sus gafas convenientemente flexibles, sacó un alicates de uno de sus bolsillos y realizó el proceso de enderezamiento con precisión. Una vez hubo terminado y esperado unos minutos a que se enfriasen por completo, el irrense se colocó de nuevo sus ahora correctamente ajustadas gafas.
Durante la cena continuó aportando silencio con su presencia mientras deglutía con cierta avidez los alimentos que había preparado alguno de sus compañeros ya que su estómago protestaba desde hacía ya un buen rato debido a la larga caminata y, probablemente, el gasto mágico que había hecho ese día. No tardó en agenciarse su sillón de siempre, sin importarle que Taro también se encontrase sentado en el salón, llevando consigo el diccionario que Xalkoth había sacado a petición suya, aproximadamente, y abrió las fotografías del grimorio en la pantalla. Dudó unos instantes cuando su vista se desplazó hacia el acceso directo al terminal de su escritorio. Debería continuar programando, se lo había dicho a sí mismo esa misma tarde en la biblioteca, de hecho. <<Hoy no>>, fue todo lo que pudo pensar antes de descartar abrir aquella aplicación y continuar con lo que estaba. Dedicaría esa noche a comenzar a descifrar más a fondo el libro de magia con la ayuda del diccionario, pero la siguiente la dedicaría a continuar con su proyecto. Ya había tomado la determinación, por lo que era una seguridad que así lo haría.
Una vez alcanzó la planta baja del torreón, lo primero que hizo el ingeniero fue quitarse las gafas. Desde que se le habían deformado en la biblioteca se sentía incómodo con ellas puestas ya que su visión se le presentaba ligeramente mareante debido a que necesitaban un reajuste en la montura. Había sopesado enderezarlas de inmediato, pero el procedimiento que debía emplear para hacerlo le había hecho cambiar de opinión. Para conseguir que el ligero metal de la montura adquiriese temporalmente la moldeabilidad que necesitaba, debía aplicar calor. El irrense había pensado inmediatamente en el hechizo térmico, pero una línea de pensamiento en la que sus gafas acababan fundidas por no controlar bien la temperatura imprimida le habían disuadido de ello. Así pues, había tenido que esperar al regreso a Maciel para poder llenar un cubo con agua del pozo y aplicar el sortilegio térmico sobre el agua con el fin de sumergir las patillas de sus anteojos en ella. De este modo podía controlar sin riesgos la temperatura antes de exponer el metal al calor. Una vez obtuvo los resultados adecuados y sus gafas convenientemente flexibles, sacó un alicates de uno de sus bolsillos y realizó el proceso de enderezamiento con precisión. Una vez hubo terminado y esperado unos minutos a que se enfriasen por completo, el irrense se colocó de nuevo sus ahora correctamente ajustadas gafas.
Durante la cena continuó aportando silencio con su presencia mientras deglutía con cierta avidez los alimentos que había preparado alguno de sus compañeros ya que su estómago protestaba desde hacía ya un buen rato debido a la larga caminata y, probablemente, el gasto mágico que había hecho ese día. No tardó en agenciarse su sillón de siempre, sin importarle que Taro también se encontrase sentado en el salón, llevando consigo el diccionario que Xalkoth había sacado a petición suya, aproximadamente, y abrió las fotografías del grimorio en la pantalla. Dudó unos instantes cuando su vista se desplazó hacia el acceso directo al terminal de su escritorio. Debería continuar programando, se lo había dicho a sí mismo esa misma tarde en la biblioteca, de hecho. <<Hoy no>>, fue todo lo que pudo pensar antes de descartar abrir aquella aplicación y continuar con lo que estaba. Dedicaría esa noche a comenzar a descifrar más a fondo el libro de magia con la ayuda del diccionario, pero la siguiente la dedicaría a continuar con su proyecto. Ya había tomado la determinación, por lo que era una seguridad que así lo haría.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
15/11/13, 07:03 pm
Lara se mantuvo callada durante toda la cena. Estaba sumergida en sus pensamientos, que a veces eran nombres aleatorios para sus hijos y a veces paranoias no tan aleatorias sobre la estancia del bicho en el torreón. Entendía la decisión que habían tomado, pero dicho entendimiento no le otorgaba ninguna seguridad a la ordesa, que de vez en cuando se llevaba la mano al marsupio con preocupación. Parte de ella todavía valoraba la idea de marcharse, pero ¿qué opciones tenía? En el otro torreón tenían suelto al asesino y lo más parecido a una torre cercana eran esas ruinas con el nido de felinos alados. No había un lugar exento de peligro.
Decidió aparcar sus miedos internos para más tarde y buscó a la única persona del torreón que le faltaba por interrogar para su bautizo quíntuple. Dio la casualidad de que encontró a Shaco tomando las escaleras y lo abordó.
—¡Shaco, Shaco!—lo llamó y corrió tras él—. Antes de que te acuestes, ¿podrías decirme nombres de tu planeta y tu número de la suerte?—preguntó—. Es para mis niños.
Decidió aparcar sus miedos internos para más tarde y buscó a la única persona del torreón que le faltaba por interrogar para su bautizo quíntuple. Dio la casualidad de que encontró a Shaco tomando las escaleras y lo abordó.
—¡Shaco, Shaco!—lo llamó y corrió tras él—. Antes de que te acuestes, ¿podrías decirme nombres de tu planeta y tu número de la suerte?—preguntó—. Es para mis niños.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
16/11/13, 01:28 am
Habiendo sudado sus preocupaciones, se puso a cenar alegremente, haciendo gracias y soltando risotadas en la cena, como de costumbre mientras tragaba su comida como si no hubiera comido en eones. A medida que la vida de la cena iba decayendo y, tras ayudar a recoger, el aprendiz decidió tras dos bostezos casi consecutivos que ya era su hora de retirarse. Sin embargo, algo le detuvo a medida que se disponia a subir las escaleras. Con una cara cansada comenzó a escuchar a Lara llamarle por su nick. Se limitó a quedarse quieto a esperarla, mientras se rascaba un costado. Cuando al final la ordesa le alcanzó la mirada del aprendiz, somnolienta, se vió disparada de pronto con energia. Su mandíbula despegó, formando un gesto de pasmo en su rostro mientras escuchaba y terminaba de tragar las palabras de la ordesa.
La discusión interna del aprendiz sobre que nombres a elegir fue dura y feroz.
Despues de un rato quizás demasiado largo de debete interno en el que el ruso se habia quedado zombie, sumido en sus pensamientos, acabó por responderla, dando un respingo y limpiandose el rastro de baba que habia aparecido en su comisura con la manga.
-Creo que los más adecuados para tus hijos serian...-comenzó a cantar nombres, acompañandolo de energicos gestos y golpes de voz a medida que cantaba uno nuevo.-...para chicos: Alvin, Chip, Dale, Scrat, Mickey, Jerry, Pica, Pinky, Cerebro, Duracell, Pikachu, Perez, Crash, Sid, Roger, Taz, Bugs, Nesquick, Daxter...-tomó una profunda inspiración, pues se estaba quedando sin aire.-...Marsupilami, Scabbers, Rocky, Peppy, Sonic, Tails, Shadow, Silver, Knuckles, Stuart Little, Templeton, Cazatrufas...-otra pausa para respirar.-...¿Guerrero Castor?, ¡Buster Baxter!, Frey Tuk, Mr Ressetti, Tom Nook, Rey Julian XIII, Maurice, Mort y Speedy Gonzalez. Para chicas serian que son bastante menos aparentemente: Daisy, Minnie, Arenita, Amy Rose, Cream, Rouge, Blaze, Marlene y Lola.-
Se quedó pensativo unos instantes, como replanteandose si le faltaba alguno más.
-Lo siento, no me acuerdo de más nombres de chica...-le dijo apesadumbrado.-¡Pero lo que si se es que mi numero favorito es π!-comentó con una risotada. No aparente de su significado, procedió a explicarle la broma.-Es por lo extraordinariamente infinito que es, mira es asi de largo: 3,14159 26535 89793 23846 26433 83279 50288 41971 69399 37510 58209 74944 59230 78164 06286 20899 86280 34825 34211 70679...-el aprendiz continuó cantando todos los números que pudo hasta que la ordesa le detuvo. Entonces, rompió a reir.-Bueno, pero si lo que necesitas es mi número de la suerte, ese tiene que ser el cinco sin duda. ¡Anda! ¡Como el número de crios que tienes!-se dió cuenta, entonces, rascandose el cogote. Finalmente se estiró y bostezó una vez más.
-Espero que te hayan servido... Pero ahora tengo un sueño terrible y quisiera acostarme... Buenas noches Lara Croft.-dijo entonces de vuelta a su somnoliento ser.
Y el aprendiz entonces subió las escaleras y se derribó sobre la cama.
La discusión interna del aprendiz sobre que nombres a elegir fue dura y feroz.
- Discusion Friki-Inutil:
>> ¿De verdad quiere que le de yo nombres para sus hijos?
Es un momento muy importante en la vida de un hombre. ¡Voy a ser padrino!
Espera, no. ¿Tienen padrinos allí?
Sino los tienen, les haré una oferta que no podrá rechazar...
¡Bueno! Al lio... podemos decirle varios nombres yo que se...
¡Kyle Ragner! ¡Joseph Joestar! ¡Winnie the Pooh!
¡Nostradamus! ¡Tony Stark! ¡Piccolo!
¡Minerva! ¡Gyarados! ¡Bruce Wayne!
¡Bismark! ¡Legolas! ¡Tai!
¡Lucy Heartphilia! ¡Red! ¡Isaac Clarke!
¡Calmaoscoñoya!
¿huh?
¿Es que no lo entendeis? Si le vamos a dar nombres, demosle nombres decentes para sus hijos...
¡Si! ¿Que tipo de frikis seriamos si no supiesemos de nombres de personajes de ficción adecuados para su prole?
La peor clase...
¡La peor clase!
Asi que... ¿todos de acuerdo? Bien...
Despues de un rato quizás demasiado largo de debete interno en el que el ruso se habia quedado zombie, sumido en sus pensamientos, acabó por responderla, dando un respingo y limpiandose el rastro de baba que habia aparecido en su comisura con la manga.
-Creo que los más adecuados para tus hijos serian...-comenzó a cantar nombres, acompañandolo de energicos gestos y golpes de voz a medida que cantaba uno nuevo.-...para chicos: Alvin, Chip, Dale, Scrat, Mickey, Jerry, Pica, Pinky, Cerebro, Duracell, Pikachu, Perez, Crash, Sid, Roger, Taz, Bugs, Nesquick, Daxter...-tomó una profunda inspiración, pues se estaba quedando sin aire.-...Marsupilami, Scabbers, Rocky, Peppy, Sonic, Tails, Shadow, Silver, Knuckles, Stuart Little, Templeton, Cazatrufas...-otra pausa para respirar.-...¿Guerrero Castor?, ¡Buster Baxter!, Frey Tuk, Mr Ressetti, Tom Nook, Rey Julian XIII, Maurice, Mort y Speedy Gonzalez. Para chicas serian que son bastante menos aparentemente: Daisy, Minnie, Arenita, Amy Rose, Cream, Rouge, Blaze, Marlene y Lola.-
Se quedó pensativo unos instantes, como replanteandose si le faltaba alguno más.
-Lo siento, no me acuerdo de más nombres de chica...-le dijo apesadumbrado.-¡Pero lo que si se es que mi numero favorito es π!-comentó con una risotada. No aparente de su significado, procedió a explicarle la broma.-Es por lo extraordinariamente infinito que es, mira es asi de largo: 3,14159 26535 89793 23846 26433 83279 50288 41971 69399 37510 58209 74944 59230 78164 06286 20899 86280 34825 34211 70679...-el aprendiz continuó cantando todos los números que pudo hasta que la ordesa le detuvo. Entonces, rompió a reir.-Bueno, pero si lo que necesitas es mi número de la suerte, ese tiene que ser el cinco sin duda. ¡Anda! ¡Como el número de crios que tienes!-se dió cuenta, entonces, rascandose el cogote. Finalmente se estiró y bostezó una vez más.
-Espero que te hayan servido... Pero ahora tengo un sueño terrible y quisiera acostarme... Buenas noches Lara Croft.-dijo entonces de vuelta a su somnoliento ser.
Y el aprendiz entonces subió las escaleras y se derribó sobre la cama.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
16/11/13, 02:19 am
Cío estaba sentado en el sofá, con los pies apoyados en una silla en un estado tan lamentable que no servía casi para sentarse. Los movía rítmicamente a la vez que sonaba música en sus oídos. Después de cenar se había quedado así un buen rato, simplemente pensando. «¿Por qué me impliqué tanto? Cuando llegué aquí ni se me habría pasado por la cabeza… que íbamos a acabar así». Aquello a lo que daba tantas vueltas era la sensación de que el torreón era un hogar, que estaba sustituyendo a su casa, y ni siquiera lo hacía mal. Incluso aquellos tipos con los que había caído allí de casualidad eran lo más parecido a una familia que tenía ahora. Una con la que apenas se había implicado, pero eso no la diferenciaba demasiado de su verdadera familia. Solo los años de convivencia marcaban la diferencia.
Aquello lo llevó a pensar en el motivo que le había hecho ofenderse ante la idea de echar del torreón al insecto. Era cierto que respetaría su decisión si prefería irse a vivir encerrado, puede que incluso él lo prefiriera de ser el encerrado «pero eso de obligarlo a irse… me pone enfermo, me recuerda a Irraria». Era consciente de que había motivos de peso para que la gente lo sugiriera, pero lo que le molestaba del asunto había estado, sobre todo, relacionado con la similitud que había visto con las penas irrenses. «No eres perfecto para la supuesta utopía perfecta así que mejor te echo a donde no te vea y te mueras de hambre, oh, ¿de qué me suena?». Ese tema lo incomodaba especialmente porque había estado a un tiro de piedra de acabar destinado en las minas del norte.
Al cabo de un rato se disponía a irse a dormir, pero en la planta superior encontró las camas y los baúles igual que antes de cenar. «No le han bajado una manta al bicho». Era difícil no darse cuenta de que el frío era nefasto para el clinger, y la humedad de las mazmorras no lo iba a hacer fácil de sobrellevar. Poniendo los ojos en blanco, Cío agarró una manta de lana de un baúl y bajó las escaleras hasta el sótano. No estaba en muy buen estado, tenía algunos agujeros, pero las mejores estaban todas vistiendo alguna cama. A través de los barrotes se la tendió a Xalk.
—Toma. —Apoyó la espalda en el borde de la puerta metálica—. Si necesitas calor a lo mejor el Archimago puede hacer algo —añadió citando a Lara. Al venírsele la ordesa a la mente giró la cabeza hacia el clinger—. Deberías intentar no acercarte mucho a Lara ni aparecer por sorpresa, se asustaría. Por lo menos durante un tiempo. Es mejor no hacer las cosas más difíciles.
Tenía las manos en los bolsillos y jugueteaba con la cadena del reloj. Después de un momento de silencio soltó por lo bajo un “hasta mañana” y empezó a retirarse, pero le llegó la respuesta del clinger, acurrucado de nuevo en el mismo rincón.
—Eh... No sé —empezó, dudando—. A los de tu especie os da un telele con el frío, ¿no? Pues lo de hoy ya está hablado. Tampoco es que yo ayude a nadie, ¿no? Por lo menos tú puedes traer cestas. —Mientras hablaba se había ido acercando a las escaleras hasta que, al llegar, se despidió con un movimiento de brazo. Supuso que el clinger lo vería porque sus brazos tenían algunos LEDs encendidos.
Una vez estuvo arriba se metió en la cama y se durmió al cabo de un rato.
Aquello lo llevó a pensar en el motivo que le había hecho ofenderse ante la idea de echar del torreón al insecto. Era cierto que respetaría su decisión si prefería irse a vivir encerrado, puede que incluso él lo prefiriera de ser el encerrado «pero eso de obligarlo a irse… me pone enfermo, me recuerda a Irraria». Era consciente de que había motivos de peso para que la gente lo sugiriera, pero lo que le molestaba del asunto había estado, sobre todo, relacionado con la similitud que había visto con las penas irrenses. «No eres perfecto para la supuesta utopía perfecta así que mejor te echo a donde no te vea y te mueras de hambre, oh, ¿de qué me suena?». Ese tema lo incomodaba especialmente porque había estado a un tiro de piedra de acabar destinado en las minas del norte.
Al cabo de un rato se disponía a irse a dormir, pero en la planta superior encontró las camas y los baúles igual que antes de cenar. «No le han bajado una manta al bicho». Era difícil no darse cuenta de que el frío era nefasto para el clinger, y la humedad de las mazmorras no lo iba a hacer fácil de sobrellevar. Poniendo los ojos en blanco, Cío agarró una manta de lana de un baúl y bajó las escaleras hasta el sótano. No estaba en muy buen estado, tenía algunos agujeros, pero las mejores estaban todas vistiendo alguna cama. A través de los barrotes se la tendió a Xalk.
—Toma. —Apoyó la espalda en el borde de la puerta metálica—. Si necesitas calor a lo mejor el Archimago puede hacer algo —añadió citando a Lara. Al venírsele la ordesa a la mente giró la cabeza hacia el clinger—. Deberías intentar no acercarte mucho a Lara ni aparecer por sorpresa, se asustaría. Por lo menos durante un tiempo. Es mejor no hacer las cosas más difíciles.
Tenía las manos en los bolsillos y jugueteaba con la cadena del reloj. Después de un momento de silencio soltó por lo bajo un “hasta mañana” y empezó a retirarse, pero le llegó la respuesta del clinger, acurrucado de nuevo en el mismo rincón.
—Eh... No sé —empezó, dudando—. A los de tu especie os da un telele con el frío, ¿no? Pues lo de hoy ya está hablado. Tampoco es que yo ayude a nadie, ¿no? Por lo menos tú puedes traer cestas. —Mientras hablaba se había ido acercando a las escaleras hasta que, al llegar, se despidió con un movimiento de brazo. Supuso que el clinger lo vería porque sus brazos tenían algunos LEDs encendidos.
Una vez estuvo arriba se metió en la cama y se durmió al cabo de un rato.
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