Torreón Maciel (Archivo VII)
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- Rocavarancolia Rol
Torreón Maciel (Archivo VII)
05/08/13, 03:48 am
Recuerdo del primer mensaje :
Torreón de cuatro plantas de piedra azulada, cuya azotea y última planta fueron destrozadas por una ballena, de la que ya solo queda el esqueleto. Allí anidan las estirges. Se accede por un puende levadizo y un portón. El corredor de la entrada está plagado de pintadas y mensajes y termina en una reja llena de púas. El patio, donde se reparten algunas vértebras del animal del techo, está rodeado de un muro coronado con cristales, y en el centro de éste hay una estatua de gran pájaro negro con el pico serrado en cuya base está apoyado el reloj robado del torreón Margalar.
- Ver mensajes anteriores (click aquí):
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
30/09/15, 02:07 am
Cuando Eara volvió, Twix ya tenía en la mano el regalo del peluche y lo aplicaba sobre Samika. Tanto en Ergot como en ella se podía ver que algo se abría camino en diferentes partes del cuerpo. Era terriblemente doloroso solo mirarlos, no quería ni imaginarse estar en su piel. Cuando la frivy le pasó la crema se la aplicó al repoblador lo más rápido que pudo. Parecía efectiva y la sinhadre sonrió aliviada, negando con la cabeza cuando el repoblador le dio las gracias.
—No hace falta darlas.
En ese tiempo, Ayne había ayudado a Kirés a apoyarse en él y lo llevó hasta un sillón libre, incómodo aún con la presencia de las visitas «ni que esto fuese un espectáculo». Cuando se giró para soltar al enderth sobre el asiento notó otra sensación nueva. Algo estaba entrando en su cuerpo, algo bueno. Algo que necesitaba. Se quedó frente a Kirés, paralizado durante un instante, antes de retroceder para dejar espacio al enderth. La sensación se cortó de repente. «¿Qué ha sido eso?» se preguntó. De todo lo que estaba experimentando esa noche, era la primera vez que notaba algo agradable, saciante incluso. Aunque quizá su cuerpo solamente lo había engañado durante aquel instante. La sensación extraña aún persistía, como un hormigueo vivo que se desvanecía lentamente.
Eara todavía sujetaba a Ergot, al que le acababan de salir un par de antenas. Parecía capaz de tomárselo todo con un poco más de humor gracias a la pomada.
—Estás tan mono como siempre —le respondió. Se alegraba de verlo así. Lo peor ya iba pasando, y lo mismo con Samika, a quien aún no le había terminado de salir aquello que le estuviese creciendo. Pero había muchos más problemas que el sufrimiento inmediato de sus compañeros. Eara se arrodilló delante de Kirés y le preguntó en qué podían echarle una mano. Tenía mala cara, incluso si todavía no le resultaba sencillo identificar signos de enfermedad en el ave.
Cuando Karime salía con el lobo que era ahora Lemus, Ayne estaba de pie en medio del salón, toqueteándose el contorno de las cuencas de los ojos con sumo cuidado. Seguía desprendiéndose carne de sus párpados, que palpitaba y escocía. No tenía muchas ganas de contestar, pero anotó mentalmente el ofrecimiento de la rocavarancolesa.
Le llegó el momento de explicarse al visitante que restaba, porque la otra mujer estaba más interesada en Hal que en los demás. Ayne no podía dejar de molestarse por la hipocresía rocavarancolesa, pero sabía que no tenía derecho a increpar a aquellos tres, que solo se habían pasado a ayudar en cuanto aquella absurda ley se lo había permitido. A lo mejor, de no estar ellos allí, incluso se habría acercado alguien a hacerles daño. «¿Por qué no? El trasgo lo dio a entender».
Eara miró de reojo a su edeel y se dio cuenta de que no tenía intención de abrir la boca. No podían desaprovechar la ocasión, quién sabía si los rocavarancoleses no volverían a ser tan generosos como aquella noche.
—Cualquier información que nos puedas dar es de agradecer, aunque no tenemos nada que ofrecer a cambio. Lo menos que podemos hacer es daros las gracias por la ayuda de hoy.
«Ninguno de ellos hizo nada directamente por dañarnos o intimidarnos, no tiene sentido que los culpemos. Debe de haber rocavarancoleses de todo tipo» pensaba la sinhadre.
—No hace falta darlas.
En ese tiempo, Ayne había ayudado a Kirés a apoyarse en él y lo llevó hasta un sillón libre, incómodo aún con la presencia de las visitas «ni que esto fuese un espectáculo». Cuando se giró para soltar al enderth sobre el asiento notó otra sensación nueva. Algo estaba entrando en su cuerpo, algo bueno. Algo que necesitaba. Se quedó frente a Kirés, paralizado durante un instante, antes de retroceder para dejar espacio al enderth. La sensación se cortó de repente. «¿Qué ha sido eso?» se preguntó. De todo lo que estaba experimentando esa noche, era la primera vez que notaba algo agradable, saciante incluso. Aunque quizá su cuerpo solamente lo había engañado durante aquel instante. La sensación extraña aún persistía, como un hormigueo vivo que se desvanecía lentamente.
Eara todavía sujetaba a Ergot, al que le acababan de salir un par de antenas. Parecía capaz de tomárselo todo con un poco más de humor gracias a la pomada.
—Estás tan mono como siempre —le respondió. Se alegraba de verlo así. Lo peor ya iba pasando, y lo mismo con Samika, a quien aún no le había terminado de salir aquello que le estuviese creciendo. Pero había muchos más problemas que el sufrimiento inmediato de sus compañeros. Eara se arrodilló delante de Kirés y le preguntó en qué podían echarle una mano. Tenía mala cara, incluso si todavía no le resultaba sencillo identificar signos de enfermedad en el ave.
Cuando Karime salía con el lobo que era ahora Lemus, Ayne estaba de pie en medio del salón, toqueteándose el contorno de las cuencas de los ojos con sumo cuidado. Seguía desprendiéndose carne de sus párpados, que palpitaba y escocía. No tenía muchas ganas de contestar, pero anotó mentalmente el ofrecimiento de la rocavarancolesa.
Le llegó el momento de explicarse al visitante que restaba, porque la otra mujer estaba más interesada en Hal que en los demás. Ayne no podía dejar de molestarse por la hipocresía rocavarancolesa, pero sabía que no tenía derecho a increpar a aquellos tres, que solo se habían pasado a ayudar en cuanto aquella absurda ley se lo había permitido. A lo mejor, de no estar ellos allí, incluso se habría acercado alguien a hacerles daño. «¿Por qué no? El trasgo lo dio a entender».
Eara miró de reojo a su edeel y se dio cuenta de que no tenía intención de abrir la boca. No podían desaprovechar la ocasión, quién sabía si los rocavarancoleses no volverían a ser tan generosos como aquella noche.
—Cualquier información que nos puedas dar es de agradecer, aunque no tenemos nada que ofrecer a cambio. Lo menos que podemos hacer es daros las gracias por la ayuda de hoy.
«Ninguno de ellos hizo nada directamente por dañarnos o intimidarnos, no tiene sentido que los culpemos. Debe de haber rocavarancoleses de todo tipo» pensaba la sinhadre.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
30/09/15, 02:42 am
A partir de ese momento las cosas en general fueron para mejor, aunque “mejor” no significaba “ideal”.
Se estaban llevando a Lemus, algo que no parecía hacerle gracia a nadie pero que dadas las circunstancias era la mejor opción que tenían. Los que habían llegado parecían haber venido para a ayudar, y lo demostraron calmando los dolores de Ergot y samika. La mujer que se había quedado parecía estar ayudando a Hal, aunque Kirés no se estaba enterando de los detalles, al menos hasta que el que parecía idrino les habló de nuevo. Personalmente parte de él no terminaba de fiarse del todo de aquellos desconocidos. Aun si de verdad querían ayudar eso no revelaba si lo hacían desinteresadamente o si les iban a pedir algo a cambio, pero no tenían control alguno de la situación: Aunque inexplicablemente podía ver, Ayne había perdido sus ojos, además aun si les dolía menos los dos más afectados por la luna no paraban de sangrar, y Kirés ya veía alas saliendo por los brazos de la humana y el abdomen de Ergot. Twixy’s parecía haber salido mejor parada con sus cambios por ahora pero no había garantías de que siguiera así, de hecho aquel caos ya había causado una muerte. Necesitaban toda la información y ayuda que pudieran conseguir ya fuera gratis o no.
–Te lo agradeceríamos –Le respondió básicamente indicándole así que lo hiciera mientras dejaba que el Edeel le ayudara a sentarse.
En ese momento se puso completamente tenso y en alerta. “Me falta algo, perdido, robado... ¿Qué...?” Parpadeó varias veces por la sorpresa mientras empezaba a revisarse a sí mismo. Sentía que había perdido algo, o más bien que se lo habían quitado, pero todo seguía exactamente igual… En ese momento reparó en que Ayne también había reaccionado bruscamente. Fuera lo que fuera quizás le había afectado a él también. Le miró: –¿Qué acaba de pasar?
Se estaban llevando a Lemus, algo que no parecía hacerle gracia a nadie pero que dadas las circunstancias era la mejor opción que tenían. Los que habían llegado parecían haber venido para a ayudar, y lo demostraron calmando los dolores de Ergot y samika. La mujer que se había quedado parecía estar ayudando a Hal, aunque Kirés no se estaba enterando de los detalles, al menos hasta que el que parecía idrino les habló de nuevo. Personalmente parte de él no terminaba de fiarse del todo de aquellos desconocidos. Aun si de verdad querían ayudar eso no revelaba si lo hacían desinteresadamente o si les iban a pedir algo a cambio, pero no tenían control alguno de la situación: Aunque inexplicablemente podía ver, Ayne había perdido sus ojos, además aun si les dolía menos los dos más afectados por la luna no paraban de sangrar, y Kirés ya veía alas saliendo por los brazos de la humana y el abdomen de Ergot. Twixy’s parecía haber salido mejor parada con sus cambios por ahora pero no había garantías de que siguiera así, de hecho aquel caos ya había causado una muerte. Necesitaban toda la información y ayuda que pudieran conseguir ya fuera gratis o no.
–Te lo agradeceríamos –Le respondió básicamente indicándole así que lo hiciera mientras dejaba que el Edeel le ayudara a sentarse.
En ese momento se puso completamente tenso y en alerta. “Me falta algo, perdido, robado... ¿Qué...?” Parpadeó varias veces por la sorpresa mientras empezaba a revisarse a sí mismo. Sentía que había perdido algo, o más bien que se lo habían quitado, pero todo seguía exactamente igual… En ese momento reparó en que Ayne también había reaccionado bruscamente. Fuera lo que fuera quizás le había afectado a él también. Le miró: –¿Qué acaba de pasar?
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
30/09/15, 05:56 pm
Tardaría aun un poco mas antes de que las alas terminaran de salir por fin, pero esta vez Samika no sufrió tanto. Lo que le habían puesto sus compañeros había hecho maravillas con el dolor, que aunque era punzante y y angustiosos ya no sentía que la estuvieran partiendo en dos.
Temía moverse por si el angustiante dolor volvía, por lo que se acurruco sobre el sofá, cubriéndose el pecho con un brazos con la extraña sensación colgante de aquel pellejo extra. Seguía sin poder oir correctamente, todo era mezcla de sonidos que su cerebro aparentemente no lograba identificar, como si aquellas extrañas orejas estuvieran funcionando mal, cual radio que no sintoniza correctamente. Todo eso, el dolor sufrido y la desinformación general que el no oír nada le provocaba, estaba poniendola de pésimo humor.
-¿Alguien...podría curarme...por favor? ¿Y darme algo...para cubrirme.-pidió Samika indecisa y abrió lentamente los ojos rezando porque al menos el vértigo hubiese cesado junto a los peores dolores. Seguía mareada, pero al menos lo que podía alcanzar su vista empezaba a por fin a enfocarse. Pudo ver los colores y figuras de sus compañeros mas cercanos y extrañamente, mas sombras de las que debería. ¿Que demonios había pasado mientras ella se retorcía de dolor? Lo peor es que se iba a quedar con la duda hasta que esas estúpidas orejas decidieran funcionar correctamente.-¿De que narices me sirven orejas tan grandes...sino puedo oír bien? -murmuro frustrada, jadeando por la falta de aliento después de gritar tanto. Sin moverse mucho aun, decidió que era necesario saber que había pasado con su cuerpo mientras dejaba a sus amigos curarla. Aun le dolía pero ya no era tan insoportable, no se quito de aquella postura aovillada, ni siquiera cuando acercó su mano libre al brazo de la contraria.
Respiro hondo para calmarse y no gritar del horror, al notar tan claramente aquel pellejo cubierto en su sangre, transmitiendo calidez a su mano << Vale, bien, inspira y expira, calma. Ya sabias que algo pasaría cuando llegase esa dichosa luna...calma>> se dijo Samika, intentando por todos los medios mantener sus nervios bajo control. Sin oír, tenia tiempo de sobra para calmarse e intenta identificar en que bicho se había convertido antes de que le diera un ataque. << Solo pensar en "bicho" y "convertir" junto a mi nombre, me dan ganas de llorar >> pensó con cierta ansiedad de lo que podría descubrir, pero no podía quedarse con la duda de que había pasado con su cuerpo.
<< A ver, cambios conocidos y que antes no estaban ahí: alas, porque creo que es eso al menos, orejas peludas y enormes...¿algún cambio mas? >> frunciendo el ceño, con miedo de descubrir algo aun peor que esas dos cosas anteriores, empezó a recorrer con su mano libre su cuerpo, notando que no podía estirar su brazo todo lo que quería sin sentía un tirón en su espalda. Siguió su recorrido temeroso por sus piernas, no notando nada raro en ellas, salvo tal vez mas pelusilla, lo que le hizo gruñir frustrada. Subió finalmente hasta su rostro, otro lugar donde se había sentido extraña, donde noto, no sin cierta muestra de horror, que tenia hocico. Aparto la mano rápidamente.
<< Bien...tengo hocico...¡Oh dios! ¡tengo hocico, alas y orejas de animal! ¿Que soy? ¿¡Una ardilla voladora o que!? >> definitivamente iba a matar a Doce Puntos por hacerle ir a ese sitio, para que se convirtiera en una jodida ardilla.
Temía moverse por si el angustiante dolor volvía, por lo que se acurruco sobre el sofá, cubriéndose el pecho con un brazos con la extraña sensación colgante de aquel pellejo extra. Seguía sin poder oir correctamente, todo era mezcla de sonidos que su cerebro aparentemente no lograba identificar, como si aquellas extrañas orejas estuvieran funcionando mal, cual radio que no sintoniza correctamente. Todo eso, el dolor sufrido y la desinformación general que el no oír nada le provocaba, estaba poniendola de pésimo humor.
-¿Alguien...podría curarme...por favor? ¿Y darme algo...para cubrirme.-pidió Samika indecisa y abrió lentamente los ojos rezando porque al menos el vértigo hubiese cesado junto a los peores dolores. Seguía mareada, pero al menos lo que podía alcanzar su vista empezaba a por fin a enfocarse. Pudo ver los colores y figuras de sus compañeros mas cercanos y extrañamente, mas sombras de las que debería. ¿Que demonios había pasado mientras ella se retorcía de dolor? Lo peor es que se iba a quedar con la duda hasta que esas estúpidas orejas decidieran funcionar correctamente.-¿De que narices me sirven orejas tan grandes...sino puedo oír bien? -murmuro frustrada, jadeando por la falta de aliento después de gritar tanto. Sin moverse mucho aun, decidió que era necesario saber que había pasado con su cuerpo mientras dejaba a sus amigos curarla. Aun le dolía pero ya no era tan insoportable, no se quito de aquella postura aovillada, ni siquiera cuando acercó su mano libre al brazo de la contraria.
Respiro hondo para calmarse y no gritar del horror, al notar tan claramente aquel pellejo cubierto en su sangre, transmitiendo calidez a su mano << Vale, bien, inspira y expira, calma. Ya sabias que algo pasaría cuando llegase esa dichosa luna...calma>> se dijo Samika, intentando por todos los medios mantener sus nervios bajo control. Sin oír, tenia tiempo de sobra para calmarse e intenta identificar en que bicho se había convertido antes de que le diera un ataque. << Solo pensar en "bicho" y "convertir" junto a mi nombre, me dan ganas de llorar >> pensó con cierta ansiedad de lo que podría descubrir, pero no podía quedarse con la duda de que había pasado con su cuerpo.
<< A ver, cambios conocidos y que antes no estaban ahí: alas, porque creo que es eso al menos, orejas peludas y enormes...¿algún cambio mas? >> frunciendo el ceño, con miedo de descubrir algo aun peor que esas dos cosas anteriores, empezó a recorrer con su mano libre su cuerpo, notando que no podía estirar su brazo todo lo que quería sin sentía un tirón en su espalda. Siguió su recorrido temeroso por sus piernas, no notando nada raro en ellas, salvo tal vez mas pelusilla, lo que le hizo gruñir frustrada. Subió finalmente hasta su rostro, otro lugar donde se había sentido extraña, donde noto, no sin cierta muestra de horror, que tenia hocico. Aparto la mano rápidamente.
<< Bien...tengo hocico...¡Oh dios! ¡tengo hocico, alas y orejas de animal! ¿Que soy? ¿¡Una ardilla voladora o que!? >> definitivamente iba a matar a Doce Puntos por hacerle ir a ese sitio, para que se convirtiera en una jodida ardilla.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
01/10/15, 11:45 am
Dama Puntada rió con suavidad, cubriendose la boca con la mano como si hubiese sido un gesto involuntario.
-Pensabas que ibas a transformarte en un monstruo.- no era una pregunta- La Luna Roja revela nuestra verdadera naturaleza, pero ten en cuenta esto: Nuestra transformación no determina si somos monstruos o no. Mira a tus amigos.- abarcó la sala con la mano, a todos los recién transformados y los que aún estaban por transformar, cubiertos de sangre, palidos por el dolor y la confusión-¿Te atreverías a decir que son monstruos?
La chica del sofá pidió ayuda. Sus compañeros posiblemente dudasen si usar hechizos con ella por haber fallado las primeras veces, así que fue Puntada la que se encargó. La niña ya no gritaba, así que no había ningún problema. Además, conocía hechizos de curación más complejos y rápidos que los que tenían los cachorros en su repertorio. Susurró a la veela que fuese a por ropa para su amiga, y empezó a recitar hechizos de curación. Realmente no había mucho que curar, salvo moratones, estrías y algunos desgarros que quedaban del cambio repentino. Nada de heridas profundas, esas estarían por dentro. Usó un conjuro para mitigar un poco el mareo, y luego continuó limpiando la piel de la chica, llena de sangre, restos de pomada y trozos de piel muerta.
-Debo advertiros.- dijo en voz alta- Que no todos los habitantes de esta ciudad son tan desinteresados como nosotros. Yo recuerdo aún mi primera Luna, y la de personas queridas que también lo pasaron mal, y es lo que me mueve a ayudaros. A otros les moverá la avaricia, la sed, o la simple maldad. Confiad en vuestro juicio, y aprovechad el vínculo que habeis creado durante la criba, no es fácil enfrentarse a esta ciudad estando solo, ni siquiera como transformado.
Posiblemente los cachorros no eran aun conscientes de la suerte que tenían al contar con un grupo unido.
-Pensabas que ibas a transformarte en un monstruo.- no era una pregunta- La Luna Roja revela nuestra verdadera naturaleza, pero ten en cuenta esto: Nuestra transformación no determina si somos monstruos o no. Mira a tus amigos.- abarcó la sala con la mano, a todos los recién transformados y los que aún estaban por transformar, cubiertos de sangre, palidos por el dolor y la confusión-¿Te atreverías a decir que son monstruos?
La chica del sofá pidió ayuda. Sus compañeros posiblemente dudasen si usar hechizos con ella por haber fallado las primeras veces, así que fue Puntada la que se encargó. La niña ya no gritaba, así que no había ningún problema. Además, conocía hechizos de curación más complejos y rápidos que los que tenían los cachorros en su repertorio. Susurró a la veela que fuese a por ropa para su amiga, y empezó a recitar hechizos de curación. Realmente no había mucho que curar, salvo moratones, estrías y algunos desgarros que quedaban del cambio repentino. Nada de heridas profundas, esas estarían por dentro. Usó un conjuro para mitigar un poco el mareo, y luego continuó limpiando la piel de la chica, llena de sangre, restos de pomada y trozos de piel muerta.
-Debo advertiros.- dijo en voz alta- Que no todos los habitantes de esta ciudad son tan desinteresados como nosotros. Yo recuerdo aún mi primera Luna, y la de personas queridas que también lo pasaron mal, y es lo que me mueve a ayudaros. A otros les moverá la avaricia, la sed, o la simple maldad. Confiad en vuestro juicio, y aprovechad el vínculo que habeis creado durante la criba, no es fácil enfrentarse a esta ciudad estando solo, ni siquiera como transformado.
Posiblemente los cachorros no eran aun conscientes de la suerte que tenían al contar con un grupo unido.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
01/10/15, 12:02 pm
El pelo de Twixy's iba retornando a su forma original, aunque había crecido hasta media espalda. Los bucles rojos caían sobre sus hombros y sobre su rostro de forma caótica. La cinta que sostenía el moño se había roto, incapáz de contener su melena.
Miraba a su alrededor, confusa, tratando de asimilar todos los cambios repentinos, tratando de averiguas qué ocurría. Los intrusos parecían dispuestos a ayudar, y aunque la frivy no terminaba de fiarse, no dijo una palabra. Necesitaban esa ayuda. Estuvo a punto de gritar cuando se llevaron a Lemus, a pesar de que ya no había apenas nada reconocible en él. Sentía una opresión en el pecho, y un sentimiento de hostilidad contra la mujer que se lo llevaba. Su Lemus se iba apara siempre, y ella no podía hacer nada.
Samika había dejado de gritar, pero seguía mal. Pidió ayuda, y antes de que Twix pudiese hacer nada, la tal dama Puntada se acercó y empezó a realizar hechizos de curación. Ante la petición, la frivy se limitó a correr escaleras arriba en busca de algo con lo que cubrir a su amiga. El olor del cadáver de Arik le hizo vomitar cuando pasó por delante, y necesitó permanecer unos minutos apoyada en la pared para reponerse. Probó a hacer sobre ella misma un hechizo de limpieza. Bien, volvía a tener magia.
Bajó con un trozo de tela azul grisáceo que ató con destreza de forma que el pecho de Samika quedaba cubierto y bien sujeto, sin que sus nuevas... ¿alas? le estorbasen. Se tomó un tiempo inspeccionando la nueva forma de su amiga. Era extraña, pero seguía siendo perfectamente reconocible. No resultaba grotesca como lo eran los roquenses. Acarició con cuidado una de sus nuevas orejas, y respiró hondo. La abrazó.
-Las orejas grandes supersirven para ponerte muchos pendientes bonis- le dijo, aunque posiblemente no la entendiese bien- Y aunque hayas cambiado hipersigues siendo preciosy'x. Todos lo sois- alzó la mirada hasta Ergot, sonriendo, y miró a Ayne de reojo, que aún no había dicho nada.
Miraba a su alrededor, confusa, tratando de asimilar todos los cambios repentinos, tratando de averiguas qué ocurría. Los intrusos parecían dispuestos a ayudar, y aunque la frivy no terminaba de fiarse, no dijo una palabra. Necesitaban esa ayuda. Estuvo a punto de gritar cuando se llevaron a Lemus, a pesar de que ya no había apenas nada reconocible en él. Sentía una opresión en el pecho, y un sentimiento de hostilidad contra la mujer que se lo llevaba. Su Lemus se iba apara siempre, y ella no podía hacer nada.
Samika había dejado de gritar, pero seguía mal. Pidió ayuda, y antes de que Twix pudiese hacer nada, la tal dama Puntada se acercó y empezó a realizar hechizos de curación. Ante la petición, la frivy se limitó a correr escaleras arriba en busca de algo con lo que cubrir a su amiga. El olor del cadáver de Arik le hizo vomitar cuando pasó por delante, y necesitó permanecer unos minutos apoyada en la pared para reponerse. Probó a hacer sobre ella misma un hechizo de limpieza. Bien, volvía a tener magia.
Bajó con un trozo de tela azul grisáceo que ató con destreza de forma que el pecho de Samika quedaba cubierto y bien sujeto, sin que sus nuevas... ¿alas? le estorbasen. Se tomó un tiempo inspeccionando la nueva forma de su amiga. Era extraña, pero seguía siendo perfectamente reconocible. No resultaba grotesca como lo eran los roquenses. Acarició con cuidado una de sus nuevas orejas, y respiró hondo. La abrazó.
-Las orejas grandes supersirven para ponerte muchos pendientes bonis- le dijo, aunque posiblemente no la entendiese bien- Y aunque hayas cambiado hipersigues siendo preciosy'x. Todos lo sois- alzó la mirada hasta Ergot, sonriendo, y miró a Ayne de reojo, que aún no había dicho nada.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
02/10/15, 04:41 pm
Kudryavka
Como si no existiesen las multas por velocidad (que, en rocavarancolia, por cierto, no lo hacian), el vánara se abria paso a saltos. Jadeaba, pero tampoco estaba cansado. Tan solo sabia que tenia muy poco tiempo para terminar aquella tarea y volver a la botica para la siguiente. Se habia estado deslomando aquellos ultimos meses para cumplir unas cuotas que la ulterana le habia ofrecido para acortar su "sentencia", y, hasta empezar a ganar un sueldo propio, aparte de lo que debia abonar a la ulterana.
Kud llegaba finalmente a Maciel despues de un largo salto y aterrizó en el suelo con un gran estruendo, mientras que sus protecciones se hacian cargo de los detalles de la caida, el ya estaba cruzando la puerta de Maciel. Como una centella, el humano habia entrado en el edificio abruptamente y habia comenzado a repartir los flyers entre la planta baja, tan acelerado como iba, cuando se dio cuenta de la presencia de la veela hizo que acelerase distraidamente en una linea recta hasta darse de bruces contra una pared. Cayendo a plomo en el suelo con una expresión que mezclaba confusión con asombro a partes iguales, el ruso tardó unos segundos en recuperarse.
Cuando lo hizo, se movia mareado y muy desorientado, hubo algunos que fueron entregados un segundo flyer y estuvo apunto de darle uno a Dama Puntada, pero una serie de chirridos por un comunicador le disuadieron de hacerlo, hasta que enfrentó a la Veela muy sonrojado y le dió un flyer con una sonrisa tan embelesada como estúpida.
- Для тебя, ради тебя и за тебя жизнь моя!!-solto en un ruso de trapo para sonar interesante.-¡Ven a verme! ¡Trabajo de siete a siete!-le señaló el reverso del panfleto con efusividad. Otro chirrido en el comunicador le hizo dar un salto en el sitio y acordarse de su misión. Y con un guiño y sin darle la espalda a la veela con tal de no alejarla de su campo de visión, comenzó a recular hacia la puerta con la mala suerte que al intentar salir por la puerta, se dio contra el marco y cayó de bruces tontamente contra el suelo, aunque esta vez se recuperó con mucha más dignidad, se asomó por la puerta y, hablandole a la frivy de nuevo, con señales, le gesticuló a que le llamase, aun a pesar de que no le habia dado telefono alguno, solo un lugar y un horario. Otro chirrido, aun más fuerte, le hizo soltar un gritillo de dolor y entonces, el vánara se escabulló por donde habia entrado.
Como si no existiesen las multas por velocidad (que, en rocavarancolia, por cierto, no lo hacian), el vánara se abria paso a saltos. Jadeaba, pero tampoco estaba cansado. Tan solo sabia que tenia muy poco tiempo para terminar aquella tarea y volver a la botica para la siguiente. Se habia estado deslomando aquellos ultimos meses para cumplir unas cuotas que la ulterana le habia ofrecido para acortar su "sentencia", y, hasta empezar a ganar un sueldo propio, aparte de lo que debia abonar a la ulterana.
Kud llegaba finalmente a Maciel despues de un largo salto y aterrizó en el suelo con un gran estruendo, mientras que sus protecciones se hacian cargo de los detalles de la caida, el ya estaba cruzando la puerta de Maciel. Como una centella, el humano habia entrado en el edificio abruptamente y habia comenzado a repartir los flyers entre la planta baja, tan acelerado como iba, cuando se dio cuenta de la presencia de la veela hizo que acelerase distraidamente en una linea recta hasta darse de bruces contra una pared. Cayendo a plomo en el suelo con una expresión que mezclaba confusión con asombro a partes iguales, el ruso tardó unos segundos en recuperarse.
Cuando lo hizo, se movia mareado y muy desorientado, hubo algunos que fueron entregados un segundo flyer y estuvo apunto de darle uno a Dama Puntada, pero una serie de chirridos por un comunicador le disuadieron de hacerlo, hasta que enfrentó a la Veela muy sonrojado y le dió un flyer con una sonrisa tan embelesada como estúpida.
- Для тебя, ради тебя и за тебя жизнь моя!!-solto en un ruso de trapo para sonar interesante.-¡Ven a verme! ¡Trabajo de siete a siete!-le señaló el reverso del panfleto con efusividad. Otro chirrido en el comunicador le hizo dar un salto en el sitio y acordarse de su misión. Y con un guiño y sin darle la espalda a la veela con tal de no alejarla de su campo de visión, comenzó a recular hacia la puerta con la mala suerte que al intentar salir por la puerta, se dio contra el marco y cayó de bruces tontamente contra el suelo, aunque esta vez se recuperó con mucha más dignidad, se asomó por la puerta y, hablandole a la frivy de nuevo, con señales, le gesticuló a que le llamase, aun a pesar de que no le habia dado telefono alguno, solo un lugar y un horario. Otro chirrido, aun más fuerte, le hizo soltar un gritillo de dolor y entonces, el vánara se escabulló por donde habia entrado.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
02/10/15, 09:40 pm
Saren asistió a la escena entre Ayne y Kirés en silencio, mordiéndose la lengua para no intervenir, pero por suerte aceptaron su ayuda con lo de las transformaciones y pudo responder a la pregunta del enderth.
—Lo que acaba de pasar es que tu amigo ha... "robado" una pequeña parte de tu alma —dijo, consciente de lo absurdas que debían sonar sus palabras para los cachorros. Antes de continuar les preguntó sus nombres para facilitar las cosas—. La Luna te ha transformado en un ánima, Ayne, y el precio para recargar tus reservas mágicas es consumir el alma de otros individuos —antes de que le interrumpieran pidió silencio con un gesto, prefería dejar las preguntas para el final—. No es algo necesariamente malo, a pesar de como suena el alma de una persona se regenera con el tiempo mientras le quede al menos un fragmento, pero cuanto mayor sea el trozo que le arrebates a alguien en peor estado le dejaras. Los síntomas pueden ir desde una leve fatiga temporal a un estado vegetativo permanente, dependiendo como ya he dicho de la cantidad de alma que consumas. —aclaró, dejándoles unos segundos para que asimilaran sus palabras.
En opinión del selkie el sinhadre era afortunado, pues entre las criaturas inmorales el ánima tenía un precio menos traumático que la mayoría.
—En vosotros dos —continuó, señalando a Eara y a Kirés— no apreció cambios evidentes, por lo que deciros algo sería pura especulación. Lo siento —se disculpó, pasando al pequeño repoblador—. Ergot, ¿verdad? Eres un véspido soldado y, a pesar de tu tamaño, vas a ser un guerrero formidable, tan rápido que apenas se te podrá seguir con la vista. Te recomiendo que pongas cuidado cuando aprendas a usar esas alas, de todos modos, se por experiencia propia que volar no es fácil —le advirtió con una ligera sonrisa—. Eso también va para ti, Samika, los evaki tenéis unas alas mas fuertes, pero dar con los huesos contra el suelo sera igual de doloroso.
La frivy era la siguiente, pero antes de que el idrino pudiera abrir la boca Kud apareció en escena. El vánara venía a repartir unos folletos de la botica de dama Urticaria, con la que el norteño no había vuelto a hablar desde la última Luna Roja, y el espectáculo que dio cuando vio a Twix fue un tanto lamentable. Saren asistió en silencio a la escena, con expresión seria. En otras circunstancias le habría hecho gracia, pero dada la situación no le pareció adecuado.
—Ese era Kudryavka, un vánara —aclaró cuando el mono desapareció—, y esa es la reacción mas inocente que producirá tu transformación —indicó, girándose hacia la frivy—. Las veelas son criaturas de una belleza sobrenatural y su presencia resulta magnética en cualquier parte. Para bien o para mal llaman la atención donde quiera que van, y en esta ciudad "para mal" suele ser lo mas habitual —dijo con expresión sombría, recordando cosas que se apresuró a apartar de su mente—. Debes tener mucho cuidado Twixy's, sobre todo al principio, pues te saldrán admiradores de debajo de las piedras y aun no tienes la fuerza para rechazar a los mas persistentes. Tu cabello también es muy codiciado, tiene diversos usos alquímicos y se vende bien, pero si sufre daños graves o te lo cortan del todo puedes llegar a morir —concluyó, ligeramente incómodo. Dar aquel tipo de discursos no era lo suyo.
—Lo que acaba de pasar es que tu amigo ha... "robado" una pequeña parte de tu alma —dijo, consciente de lo absurdas que debían sonar sus palabras para los cachorros. Antes de continuar les preguntó sus nombres para facilitar las cosas—. La Luna te ha transformado en un ánima, Ayne, y el precio para recargar tus reservas mágicas es consumir el alma de otros individuos —antes de que le interrumpieran pidió silencio con un gesto, prefería dejar las preguntas para el final—. No es algo necesariamente malo, a pesar de como suena el alma de una persona se regenera con el tiempo mientras le quede al menos un fragmento, pero cuanto mayor sea el trozo que le arrebates a alguien en peor estado le dejaras. Los síntomas pueden ir desde una leve fatiga temporal a un estado vegetativo permanente, dependiendo como ya he dicho de la cantidad de alma que consumas. —aclaró, dejándoles unos segundos para que asimilaran sus palabras.
En opinión del selkie el sinhadre era afortunado, pues entre las criaturas inmorales el ánima tenía un precio menos traumático que la mayoría.
—En vosotros dos —continuó, señalando a Eara y a Kirés— no apreció cambios evidentes, por lo que deciros algo sería pura especulación. Lo siento —se disculpó, pasando al pequeño repoblador—. Ergot, ¿verdad? Eres un véspido soldado y, a pesar de tu tamaño, vas a ser un guerrero formidable, tan rápido que apenas se te podrá seguir con la vista. Te recomiendo que pongas cuidado cuando aprendas a usar esas alas, de todos modos, se por experiencia propia que volar no es fácil —le advirtió con una ligera sonrisa—. Eso también va para ti, Samika, los evaki tenéis unas alas mas fuertes, pero dar con los huesos contra el suelo sera igual de doloroso.
La frivy era la siguiente, pero antes de que el idrino pudiera abrir la boca Kud apareció en escena. El vánara venía a repartir unos folletos de la botica de dama Urticaria, con la que el norteño no había vuelto a hablar desde la última Luna Roja, y el espectáculo que dio cuando vio a Twix fue un tanto lamentable. Saren asistió en silencio a la escena, con expresión seria. En otras circunstancias le habría hecho gracia, pero dada la situación no le pareció adecuado.
—Ese era Kudryavka, un vánara —aclaró cuando el mono desapareció—, y esa es la reacción mas inocente que producirá tu transformación —indicó, girándose hacia la frivy—. Las veelas son criaturas de una belleza sobrenatural y su presencia resulta magnética en cualquier parte. Para bien o para mal llaman la atención donde quiera que van, y en esta ciudad "para mal" suele ser lo mas habitual —dijo con expresión sombría, recordando cosas que se apresuró a apartar de su mente—. Debes tener mucho cuidado Twixy's, sobre todo al principio, pues te saldrán admiradores de debajo de las piedras y aun no tienes la fuerza para rechazar a los mas persistentes. Tu cabello también es muy codiciado, tiene diversos usos alquímicos y se vende bien, pero si sufre daños graves o te lo cortan del todo puedes llegar a morir —concluyó, ligeramente incómodo. Dar aquel tipo de discursos no era lo suyo.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
02/10/15, 10:12 pm
Hal se sintió tremendamente ridículo ante las palabras de la demiurga. Después miró a sus compañeros, al lamentable estado en el que se encontraban algunos, en especial Samika. Tanía la sensación de que estaban peor que él, que al menos no había sufrido aquellas dolorosas mutaciones físicas. Él, al menos, no había tenido que reducirse a un guiñapo sangriento que se retorcía de dolor. Y las lágrimas de culpa volvieron a intentar aflorar.
—No, no. No son monstruos, para nada. No...
Hal tuvo que callar, en un burdo intento de amortiguar el nudo que empezaba a formarse en su garganta. «¿Será siempre así?» se preguntaba, harto ya de la inestabilidad emocional que estaba sufriendo. El fuego seguía corriendo por sus venas, y cuando vio la forma en la que Puntada se encargaba de sus amigos, aliviando su sufrimiento, no pudo evitar derramar un par de lágrimas. Esta vez de alegría y alivio.
Escuchó las explicaciones del desconocido cuando fue aclarando al resto en qué se habían convertido. Su cara reflejaba con intensidad lo que opinaba de cada una de ellas: turbación con la de Ayne, confusión sobre Eara y Kirés, un desmedido interés con la de Ergot. Y preocupación ante la dificultad que tendrían los ahora alados para controlar sus nuevos órganos.
La aparición repentina del vánara distrajo al carabés. Se encogió un momento cuando lo vio chocarse contra la pared, y a punto estuvo, en un acceso de preocupación, preguntarle cómo se había quedado. Pero no tuvo tiempo a hacer nada salvo leer lo que el medio mono les había repartido antes de que nuevamente se fuera.
La explicación de Saren fue dejándole paulatinamente más acongojado. Sólo miraba a Twix, incapaz de apartar la mirada de la frivy. Ahora entendía por qué, sin embargo. Su truculenta imaginación le regaló varias escenas de lo que podía salir mal teniendo aquella habilidad en una ciudad como Rocavarancolia. Las últimas palabras del transformado consiguieron que Hal por fin le mirara. Tenía los ojos muy abiertos, humedecidos, reveladores perfectos del desasosiego que sentía el demiurgo.
—¿M-morir?
El labio inferior le temblaba. El carabés no sabía si su murmullo había sido escuchado por alguien más, tan bajo lo había soltado, pero no le importaba. En ese momento necesitaba de todas sus energías para no volver a echarse a llorar.
—No, no. No son monstruos, para nada. No...
Hal tuvo que callar, en un burdo intento de amortiguar el nudo que empezaba a formarse en su garganta. «¿Será siempre así?» se preguntaba, harto ya de la inestabilidad emocional que estaba sufriendo. El fuego seguía corriendo por sus venas, y cuando vio la forma en la que Puntada se encargaba de sus amigos, aliviando su sufrimiento, no pudo evitar derramar un par de lágrimas. Esta vez de alegría y alivio.
Escuchó las explicaciones del desconocido cuando fue aclarando al resto en qué se habían convertido. Su cara reflejaba con intensidad lo que opinaba de cada una de ellas: turbación con la de Ayne, confusión sobre Eara y Kirés, un desmedido interés con la de Ergot. Y preocupación ante la dificultad que tendrían los ahora alados para controlar sus nuevos órganos.
La aparición repentina del vánara distrajo al carabés. Se encogió un momento cuando lo vio chocarse contra la pared, y a punto estuvo, en un acceso de preocupación, preguntarle cómo se había quedado. Pero no tuvo tiempo a hacer nada salvo leer lo que el medio mono les había repartido antes de que nuevamente se fuera.
La explicación de Saren fue dejándole paulatinamente más acongojado. Sólo miraba a Twix, incapaz de apartar la mirada de la frivy. Ahora entendía por qué, sin embargo. Su truculenta imaginación le regaló varias escenas de lo que podía salir mal teniendo aquella habilidad en una ciudad como Rocavarancolia. Las últimas palabras del transformado consiguieron que Hal por fin le mirara. Tenía los ojos muy abiertos, humedecidos, reveladores perfectos del desasosiego que sentía el demiurgo.
—¿M-morir?
El labio inferior le temblaba. El carabés no sabía si su murmullo había sido escuchado por alguien más, tan bajo lo había soltado, pero no le importaba. En ese momento necesitaba de todas sus energías para no volver a echarse a llorar.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
02/10/15, 10:56 pm
Le costó varios minutos mas superar el shock de haberse convertido en una especie de ardilla, a sus ojos, cuando Twixy's se le acercó para hablarle. la imagen de la frivy, lo suficientemente para verla resulto icnreiblemente hermosa para Samika. Había sabido siempre que la frivy era una mujer realmente atractiva, pero ahora era incapaz de apartar sus ojos semiciegos de esta. El encadilamiento sufrió un golpe de realidad, cuando esta pareció decirle algo y las palabras que salieron de sus labios se distorsionaron en sus oídos, recordandole de nuevo uno de sus mayores problemas en ese momento.
Y la mala ostia en ella empezó a crecer progresivamente. Sino tenia mas que suficiente con ser una especie de ardilla voladora y el dolor padecido para convertirse en esta, seguía sin poder escuchar nada en condiciones. Para la londinense el no tener su sentido auditivo funcional era una putada a gran escala, porque sus ojos eran incapaces de captar algunos matices visuales si la persona no estaba lo suficientemente cerca de ella. Si a eso se le unía que sabia que estaban teniendo conversaciones alrededor entre los recién llegados y sus compañeros que no lograba captar, estaba superando su limite de paciencia.
La gota que colmo el vaso, fue la aparición de aquella especie de mono naranja que le dejo un flayer sobre la cabeza. Samika lo cogió, confundida, acercándolo a sus ojos hasta casi pegarlo a su cara intentando leer al menos las letras mas grandes. "Botica" y "Nayade" fue lo único que logro entender << Esto debe ser una broma o algo...>> pensó mirando el dichoso papel con incredulidad, viendo apenas por el rabillo del ojo y de forma borrosa, la torpeza del humanoide de pelo naranja. Empezaba a querer gritar de pura frustración por todo lo que estaba pasando a su alrededor. Apretó el flayer en su mano, intentando traspasar toda su mala leche acumulada por el estrés, al pobre papel antes de hablar.
-Voy a sonar increíblemente antipática y me disculpo de antemano, pero ahora mismo no veo nada positivo en mi situación y estoy de mala leche. Lo siento - dijo respirando hondo notando tensión a su alrededor, pero como era incapaz de saber lo motivos , tena que fastidiarse con la desinformación general- Pero por si alguien aquí me esta hablando, a riesgo de sonar repetitiva, diré de antemano que estas cosas no sintonizan, solo escucho ruido - añadió frunciendo el ceño con un mal humor creciente y que intentaba mantener bajo raya- No se lo que ocurre, ni de que estáis hablando, si es algo peligroso o no, así que...si alguien puede hacerme un resumen cuando estas cosas - dijo señalando las orejas con el fastidio pintado en su rostro- decidan funcionar correctamente, lo agradeceré. - añadió suspirando cansada << Y espero que vuelvan a funcionar, porque como se quede este ruido permanentemente, voy a matar a alguien >> pensó ya con la ansiedad, el mal humor y los nervios a flor de piel. No tener tu sentido mas desarrollado funcionando bien era una cagada y lo era mas aun cuando te fallaba ya otro de serie. A su modo de ver, eran buenos motivos para no estar del mejor humor para socializar.
Y la mala ostia en ella empezó a crecer progresivamente. Sino tenia mas que suficiente con ser una especie de ardilla voladora y el dolor padecido para convertirse en esta, seguía sin poder escuchar nada en condiciones. Para la londinense el no tener su sentido auditivo funcional era una putada a gran escala, porque sus ojos eran incapaces de captar algunos matices visuales si la persona no estaba lo suficientemente cerca de ella. Si a eso se le unía que sabia que estaban teniendo conversaciones alrededor entre los recién llegados y sus compañeros que no lograba captar, estaba superando su limite de paciencia.
La gota que colmo el vaso, fue la aparición de aquella especie de mono naranja que le dejo un flayer sobre la cabeza. Samika lo cogió, confundida, acercándolo a sus ojos hasta casi pegarlo a su cara intentando leer al menos las letras mas grandes. "Botica" y "Nayade" fue lo único que logro entender << Esto debe ser una broma o algo...>> pensó mirando el dichoso papel con incredulidad, viendo apenas por el rabillo del ojo y de forma borrosa, la torpeza del humanoide de pelo naranja. Empezaba a querer gritar de pura frustración por todo lo que estaba pasando a su alrededor. Apretó el flayer en su mano, intentando traspasar toda su mala leche acumulada por el estrés, al pobre papel antes de hablar.
-Voy a sonar increíblemente antipática y me disculpo de antemano, pero ahora mismo no veo nada positivo en mi situación y estoy de mala leche. Lo siento - dijo respirando hondo notando tensión a su alrededor, pero como era incapaz de saber lo motivos , tena que fastidiarse con la desinformación general- Pero por si alguien aquí me esta hablando, a riesgo de sonar repetitiva, diré de antemano que estas cosas no sintonizan, solo escucho ruido - añadió frunciendo el ceño con un mal humor creciente y que intentaba mantener bajo raya- No se lo que ocurre, ni de que estáis hablando, si es algo peligroso o no, así que...si alguien puede hacerme un resumen cuando estas cosas - dijo señalando las orejas con el fastidio pintado en su rostro- decidan funcionar correctamente, lo agradeceré. - añadió suspirando cansada << Y espero que vuelvan a funcionar, porque como se quede este ruido permanentemente, voy a matar a alguien >> pensó ya con la ansiedad, el mal humor y los nervios a flor de piel. No tener tu sentido mas desarrollado funcionando bien era una cagada y lo era mas aun cuando te fallaba ya otro de serie. A su modo de ver, eran buenos motivos para no estar del mejor humor para socializar.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Merodeador
Ficha de cosechado
Nombre: Nadzieja Sikorski.
Especie: Humana.
Habilidades: Resistencia, oído musical e imaginación.
Personajes :- ● Ergot: -Véspido Soldado Repobladoril-
● Nadzieja: -Escoria Cosechada HomoSapiens-
Status : Las dudas son como los muertos, siempre acaban saliendo a flote.
Humor : Epístola de San Pablo a los adefesios: "Sois feos de cojones."
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
03/10/15, 01:08 am
La respuesta de Eara tranquilizo al repoblador que se ajustó mejor en sus brazos para poder estar más cómodo, empezaba a sentir una sensación extraña en su posterior que no le daba muy buena espina y quería estar preparado para cualquier contingencia.
Aun así en aquellos momentos Ergot concentro casi toda su atención a mover sus antenas en todas las posiciones imaginables. Por lo que no pudo ver el intercambio silencioso entre Kires y Ayne, ni lo que pasaba con Hal. Aunque si escuchó las palabras de Samika y con ellas re-comprobó que los recién llegados no tenían malas intenciones, Dama Puntada junto a la frivy intentaron ayudarla lo mejor que pudieron y cuando esta última dijo lo de las orejas, el bicho añadió:
-Tiene razón, además las orejas grandes son bastante habituales en los animales aquí sin embargo en vuestras especies parece que no sea lo más habitual pero a mí me parecen bastante más normales que las cosas diminutas que tienen los demás, bueno yo no tengo, pero yo no soy animal, creo que no lo soy, ya no estoy tan seguro pero no lo era en todo caso…- Calló únicamente porque Saren se puso a hablar.
Cuando el Selkie le dijo en lo que se estaba convirtiendo, Ergot se quedó patidifuso: Número 1 iba a ser un guerrero formidable. Número 2 iba a ser muy rápido. Y número 3 iba a tener alas y a volar. No tenía muy claro para que le servían las antenas pero en todo caso ya se sentía mejor consigo mismo y se lo hizo saber a los que tenía a su alrededor sobre todo a Eara y a Twixy’s:
-¡Voy a poder volar y seré muy rápido! ¡Y voy a ser un guerrero formidable! ¿Lo has oído? ¡Formidable! ¡Yo formidable! Ya veréis cuando se lo cuente a Emmit…-
La aparición del Vanara fue ante todo y sobre todo interesante, no solo les dio unos papeles, que Ergot intentó leer con único resultado de “Gotica de lo Najode”, sino que además el recién llegado se chocó contra un muro provocando que se le escapase una risita al repoblador. No le hubiese resultado tan gracioso sino fuese porque lo había visto a cámara lenta lo que a sus ojos fue como ver un golpe aún más ridículo. Aunque le desconcertó sobremanera su comportamiento con la frivy, no entendía sus intenciones.
Y ese desconcierto se convirtió en preocupación ante las palabras de Saren que daban a entender el peligro en el cual se encontraba la frivy. Pero no pudo pensar mucho más en ello pues las palabras de la humana lo trajeron de vuelta a la tierra y le hicieron preguntarse para que eran unas orejas tan grandes sino servían para nada. Volvio a cambiar de posición en los brazos de Eara para preguntarle esto mismo al Selkie, pero sintió un pequeño bulto en la zona trasera que le calló y le hizó girar la cabeza para intentar vislumbrar lo que sucedía. “Estoy cambiando mi preciosa cola por una bola, otra cosa más que no entiendo…”.
Aun así en aquellos momentos Ergot concentro casi toda su atención a mover sus antenas en todas las posiciones imaginables. Por lo que no pudo ver el intercambio silencioso entre Kires y Ayne, ni lo que pasaba con Hal. Aunque si escuchó las palabras de Samika y con ellas re-comprobó que los recién llegados no tenían malas intenciones, Dama Puntada junto a la frivy intentaron ayudarla lo mejor que pudieron y cuando esta última dijo lo de las orejas, el bicho añadió:
-Tiene razón, además las orejas grandes son bastante habituales en los animales aquí sin embargo en vuestras especies parece que no sea lo más habitual pero a mí me parecen bastante más normales que las cosas diminutas que tienen los demás, bueno yo no tengo, pero yo no soy animal, creo que no lo soy, ya no estoy tan seguro pero no lo era en todo caso…- Calló únicamente porque Saren se puso a hablar.
Cuando el Selkie le dijo en lo que se estaba convirtiendo, Ergot se quedó patidifuso: Número 1 iba a ser un guerrero formidable. Número 2 iba a ser muy rápido. Y número 3 iba a tener alas y a volar. No tenía muy claro para que le servían las antenas pero en todo caso ya se sentía mejor consigo mismo y se lo hizo saber a los que tenía a su alrededor sobre todo a Eara y a Twixy’s:
-¡Voy a poder volar y seré muy rápido! ¡Y voy a ser un guerrero formidable! ¿Lo has oído? ¡Formidable! ¡Yo formidable! Ya veréis cuando se lo cuente a Emmit…-
La aparición del Vanara fue ante todo y sobre todo interesante, no solo les dio unos papeles, que Ergot intentó leer con único resultado de “Gotica de lo Najode”, sino que además el recién llegado se chocó contra un muro provocando que se le escapase una risita al repoblador. No le hubiese resultado tan gracioso sino fuese porque lo había visto a cámara lenta lo que a sus ojos fue como ver un golpe aún más ridículo. Aunque le desconcertó sobremanera su comportamiento con la frivy, no entendía sus intenciones.
Y ese desconcierto se convirtió en preocupación ante las palabras de Saren que daban a entender el peligro en el cual se encontraba la frivy. Pero no pudo pensar mucho más en ello pues las palabras de la humana lo trajeron de vuelta a la tierra y le hicieron preguntarse para que eran unas orejas tan grandes sino servían para nada. Volvio a cambiar de posición en los brazos de Eara para preguntarle esto mismo al Selkie, pero sintió un pequeño bulto en la zona trasera que le calló y le hizó girar la cabeza para intentar vislumbrar lo que sucedía. “Estoy cambiando mi preciosa cola por una bola, otra cosa más que no entiendo…”.
"Mientras no tengan conciencia de su fuerza no se rebelarán, y hasta después de haberse rebelado no serán conscientes. Éste es el problema." G.O.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
03/10/15, 04:35 pm
Ayne apartó las manos de la cara bruscamente cuando Kirés se dirigió a él. Apenas tuvo tiempo para asimilar que, fuese lo que fuese, él también lo había notado. Saren respondió por ellos.
—¿Qué? —soltó en respuesta, confuso.
Lo que explicó a continuación tenía poco sentido para él, o, mejor dicho, le costó asimilarlo. Demasiada información. El sinhadre solo supo negar en silencio con la cabeza. «¿Almas? ¿Me está tomando el pelo? De todas las cosas, ¿robar almas, preciamente?». Sin embargo no podía no creerle. Estaba explicando con mucha precisión los cambios de todos los presentes, y ya no había nada que les impidiese echarles una mano, como parecían dispuestos a hacer los dos rocavarancoleses.
Seguía demasiado ocupado dándole vueltas a lo que había descubierto de sí mismo como para prestar auténtica atención a lo que decía sobre los demás. De alguna manera, algo de todo aquello le sonaba, pero el mundo a su alrededor daba demasiadas vueltas para pensar con claridad. Ni siquiera se percató de la mención a sus reservas mágicas.
Entonces irrumpió en escena el que Saren presentaría como un vánara. Lo que quiera que fuese eso. Se limitó a ser testigo silencioso de aquella interrupción absurda, pero terminó con un panfleto en la mano. Lo arrugó sin darse cuenta.
Eara estaba tan asombrada descubriendo todo lo que Saren contaba que no había vuelto a articular palabra. No se había girado a mirar a su edeel siquiera, pero lo que había dicho sobre él la dejó helada. Cuando Ergot se dirigió a ella, asintió, queriendo sonreírle pero sin ser capaz de hacerlo. La llegada de Kudriavka la dejó con un par de folletos que solo leyó por encima, sin ahondar en la letra pequeña. Era de mal gusto hacer publicidad de aquella manera justo en ese momento, especialmente porque, si no había entendido mal, aquella ayuda debía pagarse y, por tener, no tenían más que un conjunto de ropa propio. Era exactamente como había dicho la mujer albina.
Otra cosa que encajó como si se tratase de un golpe fue descubrir que Twix podía llegar a correr peligro. Que su propia transformación o la de Kirés no fuesen aún conocidas no importaba demasiado comparado con eso. Deseó también que fuese posible incluir a Samika en la conversación y se enterase de lo que se estaba diciendo, pero no parecía ser capaz de oír nada con sus nuevas orejas.
—¿Cómo podemos…? ¿Cómo deberíamos protegerla? —preguntó con un hilo de voz a Saren.
Ayne había logrado centrar su atención en la conversación de nuevo al escuchar lo que podía pasarle a la frivy.
—¿Qué? —soltó en respuesta, confuso.
Lo que explicó a continuación tenía poco sentido para él, o, mejor dicho, le costó asimilarlo. Demasiada información. El sinhadre solo supo negar en silencio con la cabeza. «¿Almas? ¿Me está tomando el pelo? De todas las cosas, ¿robar almas, preciamente?». Sin embargo no podía no creerle. Estaba explicando con mucha precisión los cambios de todos los presentes, y ya no había nada que les impidiese echarles una mano, como parecían dispuestos a hacer los dos rocavarancoleses.
Seguía demasiado ocupado dándole vueltas a lo que había descubierto de sí mismo como para prestar auténtica atención a lo que decía sobre los demás. De alguna manera, algo de todo aquello le sonaba, pero el mundo a su alrededor daba demasiadas vueltas para pensar con claridad. Ni siquiera se percató de la mención a sus reservas mágicas.
Entonces irrumpió en escena el que Saren presentaría como un vánara. Lo que quiera que fuese eso. Se limitó a ser testigo silencioso de aquella interrupción absurda, pero terminó con un panfleto en la mano. Lo arrugó sin darse cuenta.
Eara estaba tan asombrada descubriendo todo lo que Saren contaba que no había vuelto a articular palabra. No se había girado a mirar a su edeel siquiera, pero lo que había dicho sobre él la dejó helada. Cuando Ergot se dirigió a ella, asintió, queriendo sonreírle pero sin ser capaz de hacerlo. La llegada de Kudriavka la dejó con un par de folletos que solo leyó por encima, sin ahondar en la letra pequeña. Era de mal gusto hacer publicidad de aquella manera justo en ese momento, especialmente porque, si no había entendido mal, aquella ayuda debía pagarse y, por tener, no tenían más que un conjunto de ropa propio. Era exactamente como había dicho la mujer albina.
Otra cosa que encajó como si se tratase de un golpe fue descubrir que Twix podía llegar a correr peligro. Que su propia transformación o la de Kirés no fuesen aún conocidas no importaba demasiado comparado con eso. Deseó también que fuese posible incluir a Samika en la conversación y se enterase de lo que se estaba diciendo, pero no parecía ser capaz de oír nada con sus nuevas orejas.
—¿Cómo podemos…? ¿Cómo deberíamos protegerla? —preguntó con un hilo de voz a Saren.
Ayne había logrado centrar su atención en la conversación de nuevo al escuchar lo que podía pasarle a la frivy.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
04/10/15, 01:42 am
Twixy's se mordió el labio inferior. El caos inicial se había convertido en una tensión espectante, que casi podía cortarse con un cuchillo. El idrino les estaba contando cosas sobre sus transformaciones, que aunque respondían algunas preguntas, daban pie a muchas otras. ¿Eso de que Ayne se había llevado un trozo de alma de Kirés se podía controlar? ¿Qué significaba exactamente convertirse en un guerrero formidable? ¿Cuándo iban a arreglarse los oídos de Samika? ¿Qué eran Kirés y Eara?
Un rayo naranja entró en el torreón y lo cruzó como un torbellino, hasta llegar a ella. Twixy's era de por sí bastante expresiva, pero incluso Samika con su ceguera habría sido capaz de interpretar el grado exacto de incredulidad y estupefacción de la frivy cuando el mono le tiró los tejos. Lo siguió con la mirada sin cambiar demasiado la expresión, salvo que iba frunciendo cada vez más y más el ceño, y en cuanto desapareció, se permitió leer el panfleto que les había dejado, al mismo tiempo que atendía a la descripción que le estaba dando Saren sobre sus propios cambios.
Que pudiese morir si le destrozaban el pelo era en cierto modo irónico, teniendo en cuenta su obsesión personal y como había comentado alguna que otra vez a lo largo que le pasaría eso exactamente si no encontraba pronto un acondicionador decente. Volvió a fijar la vista en el cartel de la botica, y su mente empezó a trazar planes.
-No te preocupes, Eara, encontraremos alguna forma- dijo como si el asunto no tuviera más importancia, y volviéndose hacia el idrino, añadió:- Y aparte de ser guapa, cosa que ya superera antes, ¿qué más puedo hacer?
La belleza divina siempre estaba bien, era el sueño de todo frivy, pero si sus compañeros podían volar o absorver almas, esa habilidad se le quedaba un poco coja.
Un rayo naranja entró en el torreón y lo cruzó como un torbellino, hasta llegar a ella. Twixy's era de por sí bastante expresiva, pero incluso Samika con su ceguera habría sido capaz de interpretar el grado exacto de incredulidad y estupefacción de la frivy cuando el mono le tiró los tejos. Lo siguió con la mirada sin cambiar demasiado la expresión, salvo que iba frunciendo cada vez más y más el ceño, y en cuanto desapareció, se permitió leer el panfleto que les había dejado, al mismo tiempo que atendía a la descripción que le estaba dando Saren sobre sus propios cambios.
Que pudiese morir si le destrozaban el pelo era en cierto modo irónico, teniendo en cuenta su obsesión personal y como había comentado alguna que otra vez a lo largo que le pasaría eso exactamente si no encontraba pronto un acondicionador decente. Volvió a fijar la vista en el cartel de la botica, y su mente empezó a trazar planes.
-No te preocupes, Eara, encontraremos alguna forma- dijo como si el asunto no tuviera más importancia, y volviéndose hacia el idrino, añadió:- Y aparte de ser guapa, cosa que ya superera antes, ¿qué más puedo hacer?
La belleza divina siempre estaba bien, era el sueño de todo frivy, pero si sus compañeros podían volar o absorver almas, esa habilidad se le quedaba un poco coja.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
05/10/15, 12:41 am
Tras escuchar la explicación de lo que acababa de pasar Kirés miró alternativamente al que se llamaba Saren, a Ayne y a sí mismo mientras asimilaba la información. Aunque se lo habían explicado, el concepto de alma no era algo que el enderth tuviera del todo claro... pero lo que había pasado, aunque reversible en aquel caso, parecía haber sido algo peligroso para él. Otra información que cogió al vuelo fue aquello de los “precios”. Aún no entendía por qué, pero aparentemente ahora el sinhadre podría hacer magia y antes no había podido por no cumplir los requisitos. “¿Significa eso que los que ya podíamos hemos cumplido los nuestros desde el principio? Y de ser así… ¿cuáles son?
Al mismo tiempo que se hacía aquellas preguntas el visitante explicaba el resto de cambios: aparentemente no sabía cómo había afectado al luna a Eara o al propio Kirés, y había pasado a hablar de los de Ergot y Samika, los cuales solo memorizó por encima.
Era mucha información para asimilar y a la vez seguía faltando bastante, poco a poco el ave creando diferentes hilos de pensamiento para cada cosa y alternaba entre ellos, pensando así en varias cosas a la vez. “Demasiadas” Se dio cuenta, por encima de su límite habitual y en vez de requerir un esfuerzo tremendo aquello no le estaba costando.
La aparición de alguien nuevo y naranja, que afortunadamente no resultó ser peligroso, lo pilló por sorpresa, quiso ponerse a la defensiva pero por alguna razón no reaccionó instintivamente y cuando quiso moverse ya le habían dado el folleto y sucedido todo lo relevante. “Que simio más extraño”
Lo que dijo de Twixy’s no fueron buenas noticias. Ahora sabían por qué costaba no mirarla, pero también las consecuencias y problemas que aquello le podía llevar a la Frivy. Eara se adelantó en preguntar lo que pasaba por su mente en aquel momento, de modo que decidió preguntar cosas sobre sí mismo, Una en concreto, porque tenía una teoría de lo que le había hecho la luna.
–Sobre los cambios, Aparte de los físicos... ¿Puede la luna provocar cambios mentales? Porque creo que eso es lo que me está haciendo a mí.
Al mismo tiempo que se hacía aquellas preguntas el visitante explicaba el resto de cambios: aparentemente no sabía cómo había afectado al luna a Eara o al propio Kirés, y había pasado a hablar de los de Ergot y Samika, los cuales solo memorizó por encima.
Era mucha información para asimilar y a la vez seguía faltando bastante, poco a poco el ave creando diferentes hilos de pensamiento para cada cosa y alternaba entre ellos, pensando así en varias cosas a la vez. “Demasiadas” Se dio cuenta, por encima de su límite habitual y en vez de requerir un esfuerzo tremendo aquello no le estaba costando.
La aparición de alguien nuevo y naranja, que afortunadamente no resultó ser peligroso, lo pilló por sorpresa, quiso ponerse a la defensiva pero por alguna razón no reaccionó instintivamente y cuando quiso moverse ya le habían dado el folleto y sucedido todo lo relevante. “Que simio más extraño”
Lo que dijo de Twixy’s no fueron buenas noticias. Ahora sabían por qué costaba no mirarla, pero también las consecuencias y problemas que aquello le podía llevar a la Frivy. Eara se adelantó en preguntar lo que pasaba por su mente en aquel momento, de modo que decidió preguntar cosas sobre sí mismo, Una en concreto, porque tenía una teoría de lo que le había hecho la luna.
–Sobre los cambios, Aparte de los físicos... ¿Puede la luna provocar cambios mentales? Porque creo que eso es lo que me está haciendo a mí.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
05/10/15, 11:44 am
Los recién transformados iban asumiendo sus cambios según el idrino les hablaba. Dama Puntada comprendió que ya no tenía nada más que hacer allí, y que una vez advertidos sería mejor que los cachorros tuviesen su tiempo para tomar decisiones.
Volvió a acercarse a Hal, sacándose de la manga uno de los bichitos que la habían acompañado para ofrecérselo. Era un escarabajo diminuto, claramente un juguete infantil, con una gema verde incrustada en la espalda.
-Si alguna vez quieres contactarme, pregúntae dónde estoy, mi casa se mueve por toda la ciudad. Si no te fías o no quieres volver a saber de mí, tíralo, pero por favor, no lo mates.- Había una nota de súplica en su última frase, como si de verdad le aterrase que Hal pudiese hacer daño a su creación.- Y ahora, debo irme. Oos deseo la mejor de las suertes.
Puntada se despidió, con un gesto de la mano y una sonrisa, y se marchó seguida por su séquito tal y como había llegado.
Volvió a acercarse a Hal, sacándose de la manga uno de los bichitos que la habían acompañado para ofrecérselo. Era un escarabajo diminuto, claramente un juguete infantil, con una gema verde incrustada en la espalda.
-Si alguna vez quieres contactarme, pregúntae dónde estoy, mi casa se mueve por toda la ciudad. Si no te fías o no quieres volver a saber de mí, tíralo, pero por favor, no lo mates.- Había una nota de súplica en su última frase, como si de verdad le aterrase que Hal pudiese hacer daño a su creación.- Y ahora, debo irme. Oos deseo la mejor de las suertes.
Puntada se despidió, con un gesto de la mano y una sonrisa, y se marchó seguida por su séquito tal y como había llegado.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
06/10/15, 10:51 pm
—Fallo mio —comentó el selkie cuando Samika empezó a quejarse con visible mal humor de que no se estaba enterando de nada. Se le había pasado por alto que los evaki tardaban un tiempo en acostumbrarse a sus nuevos oídos, así que procedió a poner al corriente a la humana de sus cambios por telepatía. Primero se presentó con educación, dejandole claro lo que estaba pasando y enviándole una imagen de su rostro para que supiera con quien estaba hablando—. Lo de su caótica audición es temporal, no os preocupéis, le estoy haciendo llegar toda esta información a través de mi mente. —les explicó, poniendo al día mientras tanto a la muchacha. Cuando terminó dejó un canal abierto para retransmitirle toda la conversación.
El peligro que corría la frivy era lo que mas había alterado a los macieleros, pero la afectada parecía bastante despreocupada. Saren no pudo evitar reír ante sus palabras, admirado ante su aparente entereza dada la situación. En aquel momento dama Puntada anunció que se retiraba, así que el norteño se despidió con un amable asentimiento y procedió a responder a la totaldiseñadora.
—No, no solo eres guapa —secundó con una sonrisa, haciendo memoria sobre las cualidades de las veelas—. Como ya he dicho tu cabello tiene ciertas propiedades que lo hacen muy codiciado en determinados círculos, si a eso le añadimos que puedes hacerlo crecer a voluntad y darle la forma y coloración que te plazca puede resultarte muy beneficioso en términos monetarios cuando aprendas a desenvolverte en esta ciudad. Tu nivel mágico tampoco está mal: de los presentes, incluido yo, solo te alcanzará Hal, aunque cabe la posibilidad de que Eara o Kirés tengan una transformación con un nivel similar. En cualquier caso tendrás acceso a hechizos de muy alto nivel, y afinidad con la magia meteorológica. Además, si mimas tu melena, nunca tendrás problemas de salud y te mantendrás vigorosa —añadió con una media sonrisa—. De todos modos tus compañeros hacen bien en preocuparse, deberías ocultar tu rostro con una capucha o algo similar las primeras veces que salgas a la ciudad —concluyó, desviando a continuación su atención hacia el enderth.
Al parecer el aviano había notado algún cambio en si mismo que no se podía percibir a primera vista.
—La Luna no solo altera nuestro aspecto, es cierto, también puede cambiar nuestra psique. Posiblemente lo vayáis notando con el paso del tiempo, ¿pero a que te refieres en tu caso, Kirés? —le preguntó con curiosidad. Si lo había notado tan rápido debía de ser algo significativo y tal vez le ayudara a identificar su transformación.
El peligro que corría la frivy era lo que mas había alterado a los macieleros, pero la afectada parecía bastante despreocupada. Saren no pudo evitar reír ante sus palabras, admirado ante su aparente entereza dada la situación. En aquel momento dama Puntada anunció que se retiraba, así que el norteño se despidió con un amable asentimiento y procedió a responder a la totaldiseñadora.
—No, no solo eres guapa —secundó con una sonrisa, haciendo memoria sobre las cualidades de las veelas—. Como ya he dicho tu cabello tiene ciertas propiedades que lo hacen muy codiciado en determinados círculos, si a eso le añadimos que puedes hacerlo crecer a voluntad y darle la forma y coloración que te plazca puede resultarte muy beneficioso en términos monetarios cuando aprendas a desenvolverte en esta ciudad. Tu nivel mágico tampoco está mal: de los presentes, incluido yo, solo te alcanzará Hal, aunque cabe la posibilidad de que Eara o Kirés tengan una transformación con un nivel similar. En cualquier caso tendrás acceso a hechizos de muy alto nivel, y afinidad con la magia meteorológica. Además, si mimas tu melena, nunca tendrás problemas de salud y te mantendrás vigorosa —añadió con una media sonrisa—. De todos modos tus compañeros hacen bien en preocuparse, deberías ocultar tu rostro con una capucha o algo similar las primeras veces que salgas a la ciudad —concluyó, desviando a continuación su atención hacia el enderth.
Al parecer el aviano había notado algún cambio en si mismo que no se podía percibir a primera vista.
—La Luna no solo altera nuestro aspecto, es cierto, también puede cambiar nuestra psique. Posiblemente lo vayáis notando con el paso del tiempo, ¿pero a que te refieres en tu caso, Kirés? —le preguntó con curiosidad. Si lo había notado tan rápido debía de ser algo significativo y tal vez le ayudara a identificar su transformación.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
07/10/15, 12:53 am
La londinenses pego un saltito en lugar, sobresaltada, cuando una voz se escucho repentinamente en su cabeza y se tensó visiblemente, asustada. No se tranquilizo fácilmente ni siquiera cuando Saren le saludo, se presento y hasta, a saber como, le hizo ver como lucia. ¿Telepatía? ¿En serio? No se confió, nadie debería confiarse si un extraño podía hablarle en tu mente como quien habla por teléfono.
Aun así lo escucho cuando, o lo leyó, o lo que sea que fuese el verbo cuando hablan en tu cabeza. Tampoco es como si supiera echarlo. Este le hablo sobre su transformación, dejándola lentamente cada vez mas incredulidad << ¿Un murciélago? Vaya, cambie el tipo de roedor...no estaba fallando mucho al final >> pensó con toda la ironía que pudo reunir, mientras se pasaba las manos frustradas por el rostro y por su nuevo, y extraño, hocico. Las imágenes de murciélagos que había llegado a ver, no es fuesen caras muy monas que se dijera. << No se si voy a preferir ser una ardilla >> pensó agotada. Si antes se veía poco en el espejo, ahora con mas miedo iba a querer verse.
Por lo demás, lo de las alas y que le costaría usarlas, así como que en uno días podría oír bien, e incluso mejor que antes, le resulto un enorme alivio. Saren también le habló un poco de sus habilidades, habilidades que hizo que Samika alzara una ceja con suspicacia. Era todo muy....murcielaguil si se podía decir así.
Iba a preguntar a que se refería con todo eso de los ultrasonidos, cuando Saren empezó a explicarle que había pasado por sus compañeros, y la simple idea de preguntarle se esfumo de su mente. Con cada cosa que decía de ellos, Samika los buscaba con la mirada apurada, sintiendo una profunda pena cuando se enteró de lo ocurrido con Lemus, intentando asegurarse que el resto estaba bien. Samika sentía que la cabeza le iba a explotar con toda la información llegando de golpe directamente a su cabeza, sin tiempo a procesarla toda.
-Vale...que dolor de cabeza, creo que ya me entere de todo -añadió Samika sacudiendo la cabeza con los nervios de punta y extrañamente, escuchando la conversación a pesar de que no fuese con sus oídos. Aquello era tan raro que no sabia si reír, ponerse histérica, llorar o enfadarse, o todo a la vez- Y sobre Twixy's, nadie va a tocar a nuestra Twix a no ser que ella quiera. Ni a ella ni a su pelo. Porque ahora estaré inútil...pero en uno días soy capaz de romperle los huesos a quien se le acerque sin que ella quiera- dijo con el ceño un poco fruncido ante la posibilidad de gente no muy amable queriéndose aprovechar de las habilidades del pelo de la frivy, o de la propia frivy, sin que ella quisiera. No sabia si seria capaz siquiera de lograr tal hazaña, aunque Saren le había dicho que sus habilidades físicas mejoraban no sabia hasta donde, pero le daba lo mismo. Samika estaba ya de serie de suficiente mal humor como para no aguantar tonterías de nadie de la ciudad y menos en contra de su amiga.
-Si necesitas cubrirte el cabello, coge mi sari, es lo suficientemente largo para cubrirlo si comienza a crecer.-le ofreció Samika a esta, antes de prestar atención a lo que ocurría con Kires que era junto con Eara, uno de los que no se sabia en que se habían trasformado, y cuya duda empezaba a carcomerla.
Aun así lo escucho cuando, o lo leyó, o lo que sea que fuese el verbo cuando hablan en tu cabeza. Tampoco es como si supiera echarlo. Este le hablo sobre su transformación, dejándola lentamente cada vez mas incredulidad << ¿Un murciélago? Vaya, cambie el tipo de roedor...no estaba fallando mucho al final >> pensó con toda la ironía que pudo reunir, mientras se pasaba las manos frustradas por el rostro y por su nuevo, y extraño, hocico. Las imágenes de murciélagos que había llegado a ver, no es fuesen caras muy monas que se dijera. << No se si voy a preferir ser una ardilla >> pensó agotada. Si antes se veía poco en el espejo, ahora con mas miedo iba a querer verse.
Por lo demás, lo de las alas y que le costaría usarlas, así como que en uno días podría oír bien, e incluso mejor que antes, le resulto un enorme alivio. Saren también le habló un poco de sus habilidades, habilidades que hizo que Samika alzara una ceja con suspicacia. Era todo muy....murcielaguil si se podía decir así.
Iba a preguntar a que se refería con todo eso de los ultrasonidos, cuando Saren empezó a explicarle que había pasado por sus compañeros, y la simple idea de preguntarle se esfumo de su mente. Con cada cosa que decía de ellos, Samika los buscaba con la mirada apurada, sintiendo una profunda pena cuando se enteró de lo ocurrido con Lemus, intentando asegurarse que el resto estaba bien. Samika sentía que la cabeza le iba a explotar con toda la información llegando de golpe directamente a su cabeza, sin tiempo a procesarla toda.
-Vale...que dolor de cabeza, creo que ya me entere de todo -añadió Samika sacudiendo la cabeza con los nervios de punta y extrañamente, escuchando la conversación a pesar de que no fuese con sus oídos. Aquello era tan raro que no sabia si reír, ponerse histérica, llorar o enfadarse, o todo a la vez- Y sobre Twixy's, nadie va a tocar a nuestra Twix a no ser que ella quiera. Ni a ella ni a su pelo. Porque ahora estaré inútil...pero en uno días soy capaz de romperle los huesos a quien se le acerque sin que ella quiera- dijo con el ceño un poco fruncido ante la posibilidad de gente no muy amable queriéndose aprovechar de las habilidades del pelo de la frivy, o de la propia frivy, sin que ella quisiera. No sabia si seria capaz siquiera de lograr tal hazaña, aunque Saren le había dicho que sus habilidades físicas mejoraban no sabia hasta donde, pero le daba lo mismo. Samika estaba ya de serie de suficiente mal humor como para no aguantar tonterías de nadie de la ciudad y menos en contra de su amiga.
-Si necesitas cubrirte el cabello, coge mi sari, es lo suficientemente largo para cubrirlo si comienza a crecer.-le ofreció Samika a esta, antes de prestar atención a lo que ocurría con Kires que era junto con Eara, uno de los que no se sabia en que se habían trasformado, y cuya duda empezaba a carcomerla.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
07/10/15, 12:52 pm
La mirada de Hal se volvió agradecida cuando dama Puntada le dio aquel escarabajo. Sus palabras, sin embargo, hicieron que hirviera de indignación.
—N-nunca le haría daño. ¿Qué clase de monstruo crees que soy? —protestó, con los labios fruncidos y los ojos brillantes. Se lo acercó a los ojos y sonrió al verle tan de cercaSe lo quedaría y lo cuidaría. Estaba seguro de que pasado unos días, cuando descubriera qué era, tendría muchas más cosas que preguntar a la demiurga.
Una vez dama Puntada se fue se abstrajo de la conversación del grupo. Miraba hacia fuera, hacia la lluvia de pavesas, la tormenta y la luz carmesí que bañaba el mundo. Giró brevemente la cabeza hacia Saren cuando explicó que él y Twix serían los más poderosos del torreón, y se preguntó si aquello tendría que ver con lo que experimentaba. De alguna manera se sentía renacido, nuevo en un mundo que también acababa de venir al mundo. Y sabía que era falso, pero de alguna manera creía ser capaz de arrancar las montañas de sus raíces, de volar hasta la mismísima Luna Roja y traerla entera a Rocavarancolia.
Echó a andar hacia el patio, casi en éxtasis. Como era natural la tormenta le dejó calado en pocos segundos, pero le daba igual. Volvía a llorar, ahora de puro gozo. Sentía la vida a su alrededor, el bullir de su sangre, el latido de su propio corazón. Y, sin saber por qué, le parecía algo magnífico. Magnífico y deslumbrante. Abrió los brazos, dejándose empapar, en un sentido más metafórico que real. No sólo se empapaba de la lluvia y las pavesas le rodeaban, también dejó que el maremágnum de emociones y sensaciones nuevas le calara, ocupara todo su interior, hasta el último rincón de su ser.
Un temblor hizo que cayera al suelo, justo frente al reloj que tanto le había llegado a obsesionar. La Luna Roja y la estrella de diez puntas coincidían, al fin. Mientras el nuevo demiurgo lo observaba algo sonó dentro del mismo. Y entonces, ante sus ojos, la Luna Roja comenzó a moverse. Ahora era su incansable compañer,a la estrella de diez puntas, la que esperaría en lo alto del reloj.
—N-nunca le haría daño. ¿Qué clase de monstruo crees que soy? —protestó, con los labios fruncidos y los ojos brillantes. Se lo acercó a los ojos y sonrió al verle tan de cercaSe lo quedaría y lo cuidaría. Estaba seguro de que pasado unos días, cuando descubriera qué era, tendría muchas más cosas que preguntar a la demiurga.
Una vez dama Puntada se fue se abstrajo de la conversación del grupo. Miraba hacia fuera, hacia la lluvia de pavesas, la tormenta y la luz carmesí que bañaba el mundo. Giró brevemente la cabeza hacia Saren cuando explicó que él y Twix serían los más poderosos del torreón, y se preguntó si aquello tendría que ver con lo que experimentaba. De alguna manera se sentía renacido, nuevo en un mundo que también acababa de venir al mundo. Y sabía que era falso, pero de alguna manera creía ser capaz de arrancar las montañas de sus raíces, de volar hasta la mismísima Luna Roja y traerla entera a Rocavarancolia.
Echó a andar hacia el patio, casi en éxtasis. Como era natural la tormenta le dejó calado en pocos segundos, pero le daba igual. Volvía a llorar, ahora de puro gozo. Sentía la vida a su alrededor, el bullir de su sangre, el latido de su propio corazón. Y, sin saber por qué, le parecía algo magnífico. Magnífico y deslumbrante. Abrió los brazos, dejándose empapar, en un sentido más metafórico que real. No sólo se empapaba de la lluvia y las pavesas le rodeaban, también dejó que el maremágnum de emociones y sensaciones nuevas le calara, ocupara todo su interior, hasta el último rincón de su ser.
Un temblor hizo que cayera al suelo, justo frente al reloj que tanto le había llegado a obsesionar. La Luna Roja y la estrella de diez puntas coincidían, al fin. Mientras el nuevo demiurgo lo observaba algo sonó dentro del mismo. Y entonces, ante sus ojos, la Luna Roja comenzó a moverse. Ahora era su incansable compañer,a la estrella de diez puntas, la que esperaría en lo alto del reloj.
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