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Rocavarancolia Rol
36 participantes
- Rocavarancolia Rol
Calles
11/05/14, 11:24 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Avenidas, plazas, callejas... Todo aquel barrio de Rocavarancolia de nombre y localización indeterminados.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Calles
06/06/16, 08:43 pm
Milo observó con curiosidad el baúl que había encontrado Rena y se asomó por encima de su hombro para ver mejor cuál era el contenido del mismo. En su interior encontraron unos cuantos libros, una capa algo raída y una bolsa de terciopelo que protegía unas baratijas y una caja lacada. Solo uno de los libros había sobrevivido al paso del tiempo y no estaba medio devorado por los bichos, pero el irrense centró primero su atención en las bagatelas sopesándolas entre los dedos con gesto ausente hasta que sus compañeros llamarón su atención sobre la casa cercana.
—Podemos llevarnos todo lo que parezca útil y ya decidimos en el torreón que hacemos con ello —sugirió en respuesta a la pregunta de Rox, cogiéndole la capa de las manos con una ligera sonrisa e improvisando un macuto con ella que llenó con todo lo que habían encontrado—. Así será más fácil transportarlo. —murmuró para sí, colgándose la bolsa a la espalda y uniéndose a los demás para cruzar la calle.
El norteño, acostumbrado a las frías temperaturas de su mundo, apenas acusó el descenso de temperatura, pero observó con atención los muros de las estructura apreciando su innegable solidez en medio de aquellas ruinas. El coreano les informó de que la puerta estaba trancada al cabo de unos instantes y aunque Zobriel había sugerido una buena forma de salvar este obstáculo, fue Adru la que se encargó de solventar el problema. La sinhadre, impulsiva como siempre, se lanzó contra la plancha de madera con el hombro por delante sin resultados aparentes. El golpetazo fue bastante sonoro, sin embargo.
—No creo que sea buena idea montar tanto… —empezó a decir el hacker con gesto preocupado mientras echaba un vistazo a los alrededores, lo que impidió que se diera cuenta a tiempo de las intenciones de la muchacha. El estruendo en está ocasión fue aún mayor y la puerta cedió frente al envite de la pelimorada.
Milo, sobresaltado, refrenó la sarta de maldiciones que pugnaban por escaparse de su boca y se acercó para asegurarse de que Adru no se había roto nada. A primera vista parecía estar todo en orden, lo que el chico agradeció en su fuero interno, pero estaba seguro de que la muchacha luciría una buena colección de moratones en unas cuantas horas. Sabiendo que no estaba herida lo más lógico era amonestar su comportamiento, pero el extraño fenómeno que se desató en el interior del edificio hizo que olvidara cualquier palabra de reprimenda que pudiera habérsele ocurrido.
—Si que nieva, si —murmuró el irrense en respuesta a las palabras de la sinhadre, extendiendo su brazo en un gesto reflejo para evitar que la muchacha se fuera contra el suelo de nuevo—. Ten cuidado, capitana, mantente alerta y no te separes de mí, ¿de acuerdo? —le pidió con una sonrisa, sacando la lengua para recoger un copo de nieve con la misma mientras se adentraban en aquel extraño lugar.
La primera planta estaba prácticamente vacía y no encontraron nada de utilidad, pero el poco tiempo que les llevó explorarla bastó para que la nieve les cubriera el pelo y los hombros.
—Echaba de menos esta sensación —rio para sí sin que, aparentemente, le afectara el descenso de temperatura—. ¿Habrá algo arriba o también lo habrán dejado limpio? —preguntó a nadie en particular mientras se frotaba el puente del hocico, echándole un vistazo a las escaleras antes de comprobar la firmeza de las mismas.
—Podemos llevarnos todo lo que parezca útil y ya decidimos en el torreón que hacemos con ello —sugirió en respuesta a la pregunta de Rox, cogiéndole la capa de las manos con una ligera sonrisa e improvisando un macuto con ella que llenó con todo lo que habían encontrado—. Así será más fácil transportarlo. —murmuró para sí, colgándose la bolsa a la espalda y uniéndose a los demás para cruzar la calle.
El norteño, acostumbrado a las frías temperaturas de su mundo, apenas acusó el descenso de temperatura, pero observó con atención los muros de las estructura apreciando su innegable solidez en medio de aquellas ruinas. El coreano les informó de que la puerta estaba trancada al cabo de unos instantes y aunque Zobriel había sugerido una buena forma de salvar este obstáculo, fue Adru la que se encargó de solventar el problema. La sinhadre, impulsiva como siempre, se lanzó contra la plancha de madera con el hombro por delante sin resultados aparentes. El golpetazo fue bastante sonoro, sin embargo.
—No creo que sea buena idea montar tanto… —empezó a decir el hacker con gesto preocupado mientras echaba un vistazo a los alrededores, lo que impidió que se diera cuenta a tiempo de las intenciones de la muchacha. El estruendo en está ocasión fue aún mayor y la puerta cedió frente al envite de la pelimorada.
Milo, sobresaltado, refrenó la sarta de maldiciones que pugnaban por escaparse de su boca y se acercó para asegurarse de que Adru no se había roto nada. A primera vista parecía estar todo en orden, lo que el chico agradeció en su fuero interno, pero estaba seguro de que la muchacha luciría una buena colección de moratones en unas cuantas horas. Sabiendo que no estaba herida lo más lógico era amonestar su comportamiento, pero el extraño fenómeno que se desató en el interior del edificio hizo que olvidara cualquier palabra de reprimenda que pudiera habérsele ocurrido.
—Si que nieva, si —murmuró el irrense en respuesta a las palabras de la sinhadre, extendiendo su brazo en un gesto reflejo para evitar que la muchacha se fuera contra el suelo de nuevo—. Ten cuidado, capitana, mantente alerta y no te separes de mí, ¿de acuerdo? —le pidió con una sonrisa, sacando la lengua para recoger un copo de nieve con la misma mientras se adentraban en aquel extraño lugar.
La primera planta estaba prácticamente vacía y no encontraron nada de utilidad, pero el poco tiempo que les llevó explorarla bastó para que la nieve les cubriera el pelo y los hombros.
—Echaba de menos esta sensación —rio para sí sin que, aparentemente, le afectara el descenso de temperatura—. ¿Habrá algo arriba o también lo habrán dejado limpio? —preguntó a nadie en particular mientras se frotaba el puente del hocico, echándole un vistazo a las escaleras antes de comprobar la firmeza de las mismas.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Calles
08/06/16, 11:22 am
No se sorprendió demasiado de que Adru la liara, aunque si que se asustó cuando provocó que lo que quedaba entero del edificio se derrumbara. La aparición de aquel papel en un idioma desconocido atrajo a Pam como abeja a la miel y se prometió echarle un amplio vistazo cuando volviera, tanto a este como a todos el resto de pequeños tesoros encontrados. <<Fui la primera en decir de entrar aquí>> no le importaba compartir, siempre que le dieran libertad para tomar algo si le era conveniente o útil.
La siguiente casa mencionada por Rena captó su atención y nada mas acercarse noto el frío calando su pequeño cuerpo, que de por si no estaba acostumbrado a este <<Que raro...no hace tanto frío cuando veníamos para acá>> pensó Pam confundida, observando la casa que había captado la atención del grupo.
-No creo que sea buena idea hac...da igual -murmuro Pam al ver a Adru lanzarse contra la puerta la primera vez, igual que si fuese un conejo astado en época de celo. La niña parecía arreglarlo todo por la fuerza bruta y aunque era un método útil, también era escandalosos y destructivo. <<Hasta que no convierta en escombros tres o cuatro casas mas no estará feliz>> pensó Pam negando levemente con la cabeza ante la falta de sutilezas. Desde luego intentar ser silenciosos con Adru en el grupo, era un caso imposible.
Pam pego un respingo, habiéndose distraído en observar la fachada superior de la casa, cuando Adru se lanzo de nuevo y el golpe fue estruendoso, mirando con ojos muy abiertos como había abierto la puerta, sacándola de los goznes. <<Y sigue viva y con todos los huesos en su lugar...¿de que esta hecha>> se pregunto con seriedad y obvia incredulidad mirando atentamente a Adru, inspeccionándola con suspicacia por un segundo. Sino fuera porque sabia que solo era carne y y hueso, igual que ella, diría que estaba cubierta del mismo material que cubría uno de los brazos de Rena y Milo.
Su inspección no duro demasiado, pues algo se robo toda su atención, dejándola totalmente desconcertada al ver algo que era totalmente imposible. Y que a sus ojos solo tenia una explicación medianamente lógica para algo que no tenia nada de lógico: Magia.
Eso o que estaba volviéndose loca y confundía el polvo con nieve, cosa que Adru se encargo rápidamente de dejarle claro con sus palabras. Por primera vez, Pam sintió ganas de reírse, reírse en voz alta, por pura histeria e incredulidad ante la visión de lo que la magia podía hacer. La mona del queso entro en la casa mirando todo con ilusión, sintiendo el frío recorrer su cuerpo, olvidándose por un momento de donde estaba y lo que hacían allí, siendo por una vez una niña, para mirar hacia el techo y dejar aquella fría nieve caer sobre su rostro y hombros. Nieve...nieve de verdad, resultaba irónico que estuviera viéndola en un ciudad destruida. Algo tan bonito en un lugar así, y bajo techo, solo podía ser cosa de la magia.
-Esta helada -murmuro para si con un amago de sonrisa casi invisible que apenas duro unos segundos. Tomó entre sus manos un poco de la nieve que caía, sintiéndola frío al tacto. Se estremeció ligeramente por el frio, rompiéndose la pequeña burbuja ilusoria ante la visión de aquel lugar.
Pam se sintió estúpida, sacudiendo la cabeza y con ella la nieve que se había acumulado sobre ella y sus hombros.<< Centrate, vinisteis a buscar información, no puedes maravillarte con cualquier nimiedad>> se reprocho Pam por su acto infantil. Por suerte en la búsqueda por la primera planta no había nada digno de atención, salvo la nieve en si, cosa que le hizo sentir aliviada. Si hubiesen encontrado algo mientra ella estaba en su nube se habría sentido realmente mal, no le gustaba no estar atenta a su alrededor, ni tampoco que se le escapase información.
Se acerco a las escaleras, viendo a Milo probar su firmeza, siguiéndolo cuando comenzó a subir. Una inspección rápida basto para hacer evidente su estado, igual que la de abajo salvo por una única excepción, aquel cuarto de vistosas paredes que no parecía haber sido pisado, al contrario de los otros. <<Es tan obvio ¿porque no parece que nadie allá pasado por aquí en mucho tiempo?>> se pregunto Pam, vagando su ojos por las paredes hasta que aquel baúl de cristal entró en su campo visual.
-Que este lugar no fuese saqueado como todo lo demás, es raro- comento Pam indicando la habitación al completo- Menos con eso ahí tan visible -añadió señalando el baúl de cristal cuyo contenido era bastante evidente para cualquiera. Siendo así el hecho que todo estuviera intacto resultaba difícil de explicar y por tanto le hacia sentir suspicacia <<¿Una casa abandonada donde todo fue saqueado y solo una habitación no lo esta? Suena sospechoso, no es como si hubiera algo a la vista que proteja este cuarto de intrusos>> pensó Pam intrigada por aquello, mirando la habitación atentamente con un desconfianza innata ante la falta de información.
La siguiente casa mencionada por Rena captó su atención y nada mas acercarse noto el frío calando su pequeño cuerpo, que de por si no estaba acostumbrado a este <<Que raro...no hace tanto frío cuando veníamos para acá>> pensó Pam confundida, observando la casa que había captado la atención del grupo.
-No creo que sea buena idea hac...da igual -murmuro Pam al ver a Adru lanzarse contra la puerta la primera vez, igual que si fuese un conejo astado en época de celo. La niña parecía arreglarlo todo por la fuerza bruta y aunque era un método útil, también era escandalosos y destructivo. <<Hasta que no convierta en escombros tres o cuatro casas mas no estará feliz>> pensó Pam negando levemente con la cabeza ante la falta de sutilezas. Desde luego intentar ser silenciosos con Adru en el grupo, era un caso imposible.
Pam pego un respingo, habiéndose distraído en observar la fachada superior de la casa, cuando Adru se lanzo de nuevo y el golpe fue estruendoso, mirando con ojos muy abiertos como había abierto la puerta, sacándola de los goznes. <<Y sigue viva y con todos los huesos en su lugar...¿de que esta hecha>> se pregunto con seriedad y obvia incredulidad mirando atentamente a Adru, inspeccionándola con suspicacia por un segundo. Sino fuera porque sabia que solo era carne y y hueso, igual que ella, diría que estaba cubierta del mismo material que cubría uno de los brazos de Rena y Milo.
Su inspección no duro demasiado, pues algo se robo toda su atención, dejándola totalmente desconcertada al ver algo que era totalmente imposible. Y que a sus ojos solo tenia una explicación medianamente lógica para algo que no tenia nada de lógico: Magia.
Eso o que estaba volviéndose loca y confundía el polvo con nieve, cosa que Adru se encargo rápidamente de dejarle claro con sus palabras. Por primera vez, Pam sintió ganas de reírse, reírse en voz alta, por pura histeria e incredulidad ante la visión de lo que la magia podía hacer. La mona del queso entro en la casa mirando todo con ilusión, sintiendo el frío recorrer su cuerpo, olvidándose por un momento de donde estaba y lo que hacían allí, siendo por una vez una niña, para mirar hacia el techo y dejar aquella fría nieve caer sobre su rostro y hombros. Nieve...nieve de verdad, resultaba irónico que estuviera viéndola en un ciudad destruida. Algo tan bonito en un lugar así, y bajo techo, solo podía ser cosa de la magia.
-Esta helada -murmuro para si con un amago de sonrisa casi invisible que apenas duro unos segundos. Tomó entre sus manos un poco de la nieve que caía, sintiéndola frío al tacto. Se estremeció ligeramente por el frio, rompiéndose la pequeña burbuja ilusoria ante la visión de aquel lugar.
Pam se sintió estúpida, sacudiendo la cabeza y con ella la nieve que se había acumulado sobre ella y sus hombros.<< Centrate, vinisteis a buscar información, no puedes maravillarte con cualquier nimiedad>> se reprocho Pam por su acto infantil. Por suerte en la búsqueda por la primera planta no había nada digno de atención, salvo la nieve en si, cosa que le hizo sentir aliviada. Si hubiesen encontrado algo mientra ella estaba en su nube se habría sentido realmente mal, no le gustaba no estar atenta a su alrededor, ni tampoco que se le escapase información.
Se acerco a las escaleras, viendo a Milo probar su firmeza, siguiéndolo cuando comenzó a subir. Una inspección rápida basto para hacer evidente su estado, igual que la de abajo salvo por una única excepción, aquel cuarto de vistosas paredes que no parecía haber sido pisado, al contrario de los otros. <<Es tan obvio ¿porque no parece que nadie allá pasado por aquí en mucho tiempo?>> se pregunto Pam, vagando su ojos por las paredes hasta que aquel baúl de cristal entró en su campo visual.
-Que este lugar no fuese saqueado como todo lo demás, es raro- comento Pam indicando la habitación al completo- Menos con eso ahí tan visible -añadió señalando el baúl de cristal cuyo contenido era bastante evidente para cualquiera. Siendo así el hecho que todo estuviera intacto resultaba difícil de explicar y por tanto le hacia sentir suspicacia <<¿Una casa abandonada donde todo fue saqueado y solo una habitación no lo esta? Suena sospechoso, no es como si hubiera algo a la vista que proteja este cuarto de intrusos>> pensó Pam intrigada por aquello, mirando la habitación atentamente con un desconfianza innata ante la falta de información.
- InvitadoInvitado
Re: Calles
09/06/16, 02:02 am
El grupo no se lo pensó mucho antes de acercarse a la extraña casa. Rena se quedó atrás, terminando de revisar el baúl y comprobando los escombros. No se rezagó tampoco mucho tiempo, la casa despertaba poderosamente su curiosidad.
Llegó justo a tiempo para ver el segundo trompazo de Adru, que sirvió para echar la puerta abajo. Habría sido más sencillo si le hubiesen pedido su hacha, pero no iba a menospreciar el logro de la chiquilla.
-Bravo, eso es un trabajo bien hecho- dijo, medio en broma medio en serio, mientras aplaudía.
El interior de la casa estaba en bastante buen estado. En cuanto empezó a nevar Rena corrió dentro para comprobar de dónde salía la nieve. << Magia>> pensó ilusionada, y una sonrisa infantil se dibujó en su boca. A riesgo de ser imbécil sacó la lengua para atrapar un copo y saborearlo. Le avergonzaba decirlo en voz alta, pero era la primera vez que veía nieve en vivo. Se paseó por el piso embelesada. Acabó siguiendo al resto al piso de arriba, inspeccionando las paredes y suelos con interes, a pesar de ser evidente que estaban completamente desnudos.
-¡Buah!
La habitación intacta le quitó el aliento. Pasó la mano por el mural inspeccionando la pintura.
-Podemos llevarnos las sábanas y mantas, están en mejor estado que las nuestras- propuso- Y lo que sea que haya ahí.
Si fuera sincera diría que le gustaría llevarse el cofre también. Era precioso, y como pudo comprobar al tocarlo, no estaba hecho de cristal ni de plástico como había pensado en un inicio, sino de hielo. ¿Cómo se mantenía intacto? Supuso que sería magia. Le dio un toque con la hoja del hacha al cerrojo para abrirlo y sacó uno de los frascos.
-A saber qué será esto...
Llegó justo a tiempo para ver el segundo trompazo de Adru, que sirvió para echar la puerta abajo. Habría sido más sencillo si le hubiesen pedido su hacha, pero no iba a menospreciar el logro de la chiquilla.
-Bravo, eso es un trabajo bien hecho- dijo, medio en broma medio en serio, mientras aplaudía.
El interior de la casa estaba en bastante buen estado. En cuanto empezó a nevar Rena corrió dentro para comprobar de dónde salía la nieve. << Magia>> pensó ilusionada, y una sonrisa infantil se dibujó en su boca. A riesgo de ser imbécil sacó la lengua para atrapar un copo y saborearlo. Le avergonzaba decirlo en voz alta, pero era la primera vez que veía nieve en vivo. Se paseó por el piso embelesada. Acabó siguiendo al resto al piso de arriba, inspeccionando las paredes y suelos con interes, a pesar de ser evidente que estaban completamente desnudos.
-¡Buah!
La habitación intacta le quitó el aliento. Pasó la mano por el mural inspeccionando la pintura.
-Podemos llevarnos las sábanas y mantas, están en mejor estado que las nuestras- propuso- Y lo que sea que haya ahí.
Si fuera sincera diría que le gustaría llevarse el cofre también. Era precioso, y como pudo comprobar al tocarlo, no estaba hecho de cristal ni de plástico como había pensado en un inicio, sino de hielo. ¿Cómo se mantenía intacto? Supuso que sería magia. Le dio un toque con la hoja del hacha al cerrojo para abrirlo y sacó uno de los frascos.
-A saber qué será esto...
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Calles
09/06/16, 06:02 pm
En cuanto el primer frasco abandonó su lugar de manos de Rena, el cofre comenzó a escupir vapor helado. Antaño, todo el grupo habría muerto congelado. Sin embargo, en aquel momento, el vaho gélido que emanaba del baul tan solo logró fluir con fuerza suficiente como para cubrir un puñado de centímetros del suelo y helar los pies a los cosechados. Dependiendo de su calzado y del tiempo que permanecieran en la habitación, el frio vaporoso tan solo empaparía sus zapatos o podría llegar a provocarles quemaduras más o menos graves.
Rena, además, sentiría la boca reseca y una sed reciente, pero muy acuciante, que le pediría beber del frasco que acababa de robar a un par de magos muertos tiempo ha.
Rena, además, sentiría la boca reseca y una sed reciente, pero muy acuciante, que le pediría beber del frasco que acababa de robar a un par de magos muertos tiempo ha.
- InvitadoInvitado
Re: Calles
11/06/16, 09:47 pm
-¡Joder!
Rena se incorporó lo más rápido que pudo cuando el cofre empezó a escupir vapor. Aún así, la niebla helada llegó a rozarle la parte baja de las espinillas y pudo sentir el pinchazo del frío adheriéndose a su piel. Se maldijo varias veces por haber sido descuidada, era lógico que una casa de magos tuviera protecciones mágicas además de un estúpido hechizo de nieve decorativa.
-¿Estais todos bien?- preguntó al grupo.
Y llegó la sed. No fue algo gradual, de pronto simplemente estaba ahí. Sentía la boca pastosa, y el frasco de su mano le llamaba poderosamente. Estaba claro que había algo raro. Le pidió a Milo la cantimplora y dió un trago largo.
-Será mejor que nos larguemos- dijo limpiándose el hocico con la manga de la chaqueta. Dudaba si debían llevarse los demás objetos del baúl o salir corriendo directamente. Sería tentar a la suerte, pero algo le decía que tendrían pocas oportunidades para encontrar un botín así. Dejaría que el resto decidiera.
Rena se incorporó lo más rápido que pudo cuando el cofre empezó a escupir vapor. Aún así, la niebla helada llegó a rozarle la parte baja de las espinillas y pudo sentir el pinchazo del frío adheriéndose a su piel. Se maldijo varias veces por haber sido descuidada, era lógico que una casa de magos tuviera protecciones mágicas además de un estúpido hechizo de nieve decorativa.
-¿Estais todos bien?- preguntó al grupo.
Y llegó la sed. No fue algo gradual, de pronto simplemente estaba ahí. Sentía la boca pastosa, y el frasco de su mano le llamaba poderosamente. Estaba claro que había algo raro. Le pidió a Milo la cantimplora y dió un trago largo.
-Será mejor que nos larguemos- dijo limpiándose el hocico con la manga de la chaqueta. Dudaba si debían llevarse los demás objetos del baúl o salir corriendo directamente. Sería tentar a la suerte, pero algo le decía que tendrían pocas oportunidades para encontrar un botín así. Dejaría que el resto decidiera.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Calles
12/06/16, 01:34 am
Por supuesto, no hizo falta ni aporrear con escombros o pedir el hacha de la irrense para abrir la puerta: ya estaba el cuerpo entero de Adru para eso. El coreano se mantuvo al margen, tapándose el rostro con resignación en lo que la edel dio la primera embestida, acompañado de una mueca de dolor en cuanto cayó con la puerta al suelo.
—Eh... Un problema menos. Mañana lo malo va a ser lo que te va a doler, capitana.
No entró hasta que escuchó a los primeros decir que nevaba. Incrédulo y creyendo haber oído mal, el joven se adentró en la casa para instantes después encontrarse conteniendo la respiración. Nunca había visto nevar; que para colmo lo estuviera viendo dentro de una casa le dejaba aún más de piedra. Estiró las manos y miró al techo, boquiabierto, esperando quizás encontrar algún conducto de ventilación que explicase eso, o que por el contrario, no fuera sino porexpan. Le podría dar igual lo demás, la nieve mágica ya le tenía engatusado.
—No puede ser verdad... —a pesar del frío que ya empezaba a congelarle el cuello, el medio australiano sonrió, maravillado. El vaho que soltaba y los primeros copos le hicieron gracia, pero en lo que se le hubieron acumulado encima comenzó a tiritar. Claro que prefería eso a una casa ardiendo, mas ese pensamiento no quitaba que se arrepintiese de no llevar la sudadera o la capa raída para echársela encima.
En un intento de no perder el calor, en lo que sus compañeros comprobaron que las escaleras eran seguras, Rox las subió prácticamente a saltos. Arriba se mantuvo dando pequeños botes y frotándose los brazos con ganas.
—¿No tenéis frío o qué? —comentó fuera de lugar, sorprendido de lo poco que parecía afectarle a los demás. Les siguió hasta la habitación aún a saltos, asintiendo rápidamente a la propuesta de llevarse las sábanas—. De no ser porque e-estarán congeladas me metía ahora mismo en la cama.
Atendiendo a la propuesta, así como para tener mejor visión del cofre mientras Rena lo abría, se acercó de un lado a la cama para tirar de las mantas. Como era de esperar estaban heladas al tacto, aunque el coreano logró contener la mayoría de quejidos cuando las palmas se le entumecieron. El susto que le provocó el vapor casi le hizo caer al suelo, mas la sujeción de las sábanas al colchón le sirvió para mantener el equilibrio, deshaciendo, eso sí, la cama en el proceso. Por la situación del cofre, el vapor tardó un poco más en llegar a donde él estaba, sin embargo eso no le evitó el pinchazo del frío. Si bien sus zapatos no se congelaron, por la parte baja de sus pantalones pudo notar como quemaba.
—S-Sí. —casi sin darse cuenta se había sentado al borde de la cama y había levantado los pies para alejarlos del suelo. Escrutó el cofre desde allí, con las manos haciendo una bola de la manta—. Esperad, ¿y nos vamos a dejar todo eso...?
—Eh... Un problema menos. Mañana lo malo va a ser lo que te va a doler, capitana.
No entró hasta que escuchó a los primeros decir que nevaba. Incrédulo y creyendo haber oído mal, el joven se adentró en la casa para instantes después encontrarse conteniendo la respiración. Nunca había visto nevar; que para colmo lo estuviera viendo dentro de una casa le dejaba aún más de piedra. Estiró las manos y miró al techo, boquiabierto, esperando quizás encontrar algún conducto de ventilación que explicase eso, o que por el contrario, no fuera sino porexpan. Le podría dar igual lo demás, la nieve mágica ya le tenía engatusado.
—No puede ser verdad... —a pesar del frío que ya empezaba a congelarle el cuello, el medio australiano sonrió, maravillado. El vaho que soltaba y los primeros copos le hicieron gracia, pero en lo que se le hubieron acumulado encima comenzó a tiritar. Claro que prefería eso a una casa ardiendo, mas ese pensamiento no quitaba que se arrepintiese de no llevar la sudadera o la capa raída para echársela encima.
En un intento de no perder el calor, en lo que sus compañeros comprobaron que las escaleras eran seguras, Rox las subió prácticamente a saltos. Arriba se mantuvo dando pequeños botes y frotándose los brazos con ganas.
—¿No tenéis frío o qué? —comentó fuera de lugar, sorprendido de lo poco que parecía afectarle a los demás. Les siguió hasta la habitación aún a saltos, asintiendo rápidamente a la propuesta de llevarse las sábanas—. De no ser porque e-estarán congeladas me metía ahora mismo en la cama.
Atendiendo a la propuesta, así como para tener mejor visión del cofre mientras Rena lo abría, se acercó de un lado a la cama para tirar de las mantas. Como era de esperar estaban heladas al tacto, aunque el coreano logró contener la mayoría de quejidos cuando las palmas se le entumecieron. El susto que le provocó el vapor casi le hizo caer al suelo, mas la sujeción de las sábanas al colchón le sirvió para mantener el equilibrio, deshaciendo, eso sí, la cama en el proceso. Por la situación del cofre, el vapor tardó un poco más en llegar a donde él estaba, sin embargo eso no le evitó el pinchazo del frío. Si bien sus zapatos no se congelaron, por la parte baja de sus pantalones pudo notar como quemaba.
—S-Sí. —casi sin darse cuenta se había sentado al borde de la cama y había levantado los pies para alejarlos del suelo. Escrutó el cofre desde allí, con las manos haciendo una bola de la manta—. Esperad, ¿y nos vamos a dejar todo eso...?
- ♪♫♬:
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Calles
14/06/16, 06:50 pm
Zob ya no pensaba discutir consigo mismo sobre como hacia las cosas Adru, incluso desde cierta parte de su cabeza le parecía tan simple que era lógico. Aun así dio unos cuantos pasos al costado antes de que la puerta cediera y diera paso a la maravilla. Su imaginación o su temor no habían jugado con él, la casa estaba helada, pero la nieve era ya demasiado. Dejó de lado su modalidad de protector y se acercó detrás de los demás para ver el espectáculo. Los copos de nieve se creaban de una nada visible, como pequeñas e imperceptibles explosiones de frio en el aire y comenzaban a caer sin apuro.
Las posibilidades de lo que habría en esa casa eran infinitas, y aunque estaba disfrutando como un enano de aquella aventura, el nublino no se adentró mucho. Esperaba que no hubiese problemas con los dueños o alguien de la ciudad más adelante, pero si podían llevarse algunas cosas con ellos sería mucho más de lo esperado aquel día. << Y no hay que olvidar los regalos>> pensó.
La bruma que salió del baúl lo cogió tan desprevenido como a todos, trastabillando hacia atrás logro apoyarse en el marco de la puerta al tiempo que sentía la gélida aura de aquella trampa. Termino golpeándose al caer hacia atrás, ya fuera de la casa, pero se levantó sin quejarse para ver si todos estaban bien. Una vez más había subestimado a sus compañeros, algunos estaban aun dentro pero en lugares más o menos seguros. Incluso la pregunta de Rox sonaba más como algo que Zob quiera decir pero no le nacía.
- Primero… primero pensemos como saldrán de allí – dijo mirando a ambos lados de la calle, esperaba que no viniera nadie más – y mientras salen, pueden pillar algo. ¿Y si rompemos ese cofre?
Lo último lo dijo mirando a Rena y Milo alternativamente. Algo dentro de él le decía que si miraba a Adru, esta saldría corriendo a cargarse el baúl a golpes. Si no podía ayudarlos directamente al menos trataría de evitar más problemas.
Las posibilidades de lo que habría en esa casa eran infinitas, y aunque estaba disfrutando como un enano de aquella aventura, el nublino no se adentró mucho. Esperaba que no hubiese problemas con los dueños o alguien de la ciudad más adelante, pero si podían llevarse algunas cosas con ellos sería mucho más de lo esperado aquel día. << Y no hay que olvidar los regalos>> pensó.
La bruma que salió del baúl lo cogió tan desprevenido como a todos, trastabillando hacia atrás logro apoyarse en el marco de la puerta al tiempo que sentía la gélida aura de aquella trampa. Termino golpeándose al caer hacia atrás, ya fuera de la casa, pero se levantó sin quejarse para ver si todos estaban bien. Una vez más había subestimado a sus compañeros, algunos estaban aun dentro pero en lugares más o menos seguros. Incluso la pregunta de Rox sonaba más como algo que Zob quiera decir pero no le nacía.
- Primero… primero pensemos como saldrán de allí – dijo mirando a ambos lados de la calle, esperaba que no viniera nadie más – y mientras salen, pueden pillar algo. ¿Y si rompemos ese cofre?
Lo último lo dijo mirando a Rena y Milo alternativamente. Algo dentro de él le decía que si miraba a Adru, esta saldría corriendo a cargarse el baúl a golpes. Si no podía ayudarlos directamente al menos trataría de evitar más problemas.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Calles
19/06/16, 01:52 am
Adrune dedicó varias reverencias a Rena ante su felicitación y después se cuadró ante las palabras de Milo y le respondió efusivamente mientras correteaba a su alrededor.
—A la orden, yo cubriré tu retaguardia —le contestó interpretando su petición a su manera.
La edeel comenzó a otear como si estuviese en un descampado y no en el interior de una casa, cumpliendo la orden de no alejarse del irrense… o más bien regresando a su lado tras haber echado a andar compulsivamente en una dirección aleatoria. O eso hizo durante los dos primeros minutos, antes de empezar a amontonar nieve con la intención de hacer un muñeco sin éxito alguno: su parte clara era quien se había llevado todo el talento como escultor.
Cejó por completo en su empeño al ver que todo el mundo subía, no queriendo perderse lo que pudiera haber en el piso superior, por lo que terminó de deshacer el montón de nieve amorfo que había reunido y se apresuró a seguir los pasos de Rox, adelantándole en el último tramo de la escalera.
—Tengo los pies algo fríos pero no es para tanto —anunció alegremente en respuesta al humano.
Su interés pasó entonces a la irrense cuando esta abrió un cofre con pinta de tener un tesoro dentro y sacó un frasco. Además de eso, el cofre comenzó a soltar vapor, por lo que los hechos daban la razón a la idea que se había empezado a formar en la hiperactiva cabeza de la sinhadre.
>>Igual es una poción mág… ¡Uah!
La sinhadre soltó una exclamación no de miedo si no de dolor en cuanto el vaho gélido comenzó a dañar sus pies descalzos.
—¡Quema! —Se quejó mientras trataba de subirse a un mueble para evitar aquella magia maligna, pues ahora no tenía alguna duda de que tenía que tratarse de un maleficio colocado por las sombras asesinas. Acabó lanzándose sobre la misma cama en la que se había sentado Rox, mientras componía muecas de dolor que enseguida trató de ocultar en cuanto su mirada se cruzó con la del coreano.
Todo el mundo hablaba de irse de allí, aunque al menos le alegró saber que no querían irse sin el botín.
—¡Yo me encargo de… ay!
Su instinto había hablado por ella ante la propuesta de Zobriel, pero en cuanto hizo un movimiento brusco y sus pies rozaron la ropa de cama tuvo que replantearse sus acciones por una vez. No había permanecido demasiado tiempo tocando el suelo, pero ya presentaba alguna quemadura en ambos pies y el dolor al apoyarlos era considerable.
—A la orden, yo cubriré tu retaguardia —le contestó interpretando su petición a su manera.
La edeel comenzó a otear como si estuviese en un descampado y no en el interior de una casa, cumpliendo la orden de no alejarse del irrense… o más bien regresando a su lado tras haber echado a andar compulsivamente en una dirección aleatoria. O eso hizo durante los dos primeros minutos, antes de empezar a amontonar nieve con la intención de hacer un muñeco sin éxito alguno: su parte clara era quien se había llevado todo el talento como escultor.
Cejó por completo en su empeño al ver que todo el mundo subía, no queriendo perderse lo que pudiera haber en el piso superior, por lo que terminó de deshacer el montón de nieve amorfo que había reunido y se apresuró a seguir los pasos de Rox, adelantándole en el último tramo de la escalera.
—Tengo los pies algo fríos pero no es para tanto —anunció alegremente en respuesta al humano.
Su interés pasó entonces a la irrense cuando esta abrió un cofre con pinta de tener un tesoro dentro y sacó un frasco. Además de eso, el cofre comenzó a soltar vapor, por lo que los hechos daban la razón a la idea que se había empezado a formar en la hiperactiva cabeza de la sinhadre.
>>Igual es una poción mág… ¡Uah!
La sinhadre soltó una exclamación no de miedo si no de dolor en cuanto el vaho gélido comenzó a dañar sus pies descalzos.
—¡Quema! —Se quejó mientras trataba de subirse a un mueble para evitar aquella magia maligna, pues ahora no tenía alguna duda de que tenía que tratarse de un maleficio colocado por las sombras asesinas. Acabó lanzándose sobre la misma cama en la que se había sentado Rox, mientras componía muecas de dolor que enseguida trató de ocultar en cuanto su mirada se cruzó con la del coreano.
Todo el mundo hablaba de irse de allí, aunque al menos le alegró saber que no querían irse sin el botín.
—¡Yo me encargo de… ay!
Su instinto había hablado por ella ante la propuesta de Zobriel, pero en cuanto hizo un movimiento brusco y sus pies rozaron la ropa de cama tuvo que replantearse sus acciones por una vez. No había permanecido demasiado tiempo tocando el suelo, pero ya presentaba alguna quemadura en ambos pies y el dolor al apoyarlos era considerable.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Calles
23/06/16, 04:59 pm
La planta superior estaba en un estado similar a la inferior: seguía nevando y las habitaciones estaban vacías. La excepción confirma la norma, sin embargo, y en su exploración dieron con un cuarto que, contra todo pronóstico, no había sido saqueado. Milo permaneció en la puerta mientras sus compañeros revisaban el dormitorio, aún distraído con aquella extraña nevada mágica, pero cuando Rena abrió el baúl de hielo se acercó a echar un vistazo movido por la curiosidad. El repentino vaho gélido que surgió del interior del cofre cuando la irrense retiró una botella le sobresaltó tanto como a los demás, pero a pesar de estar cerca del mismo, sus botas le protegieron de posibles quemaduras y quedaron cubiertas de escarcha.
—¿Estás tú bien? —preguntó el hacker en respuesta a la pregunta de su compatriota—. Eras la que más cerca estaba del cofre. —comentó, tendiéndole su cantimplora cuando se la pidió.
En ese momento se percató de que Adru se había lastimado los pies al activarse aquella trampa, pues aunque estaba a cierta distancia iba descalza y nada la había protegido de la bruma. Milo se acercó a echar un vistazo ignorando la conversación y, cuando la pelimorada trató de levantarse, torció el gesto al ver las quemaduras. No eran demasiado graves, pero no era recomendable que volviera andando, así que se ofreció a cargar con ella y le tendió el petate improvisado a Rox.
—Hay que tratar esas heridas cuanto antes, capitana, porque si no se pueden infectar y entonces sí que serán graves de verdad —le aclaró, esbozando una sonrisa e indicándole que se encaramara a su espalda—. Lo ideal sería aplicarles algún tipo de pomada, pero dudo que haya algo de eso en el torreón… —murmuró para sí, acercándose a la puerta de la habitación cuando Adru estuvo bien sujeta.
Esperó a que los demás estuvieran listos y, aunque no se opuso directamente a que saquearan el cofre de hielo, se aseguró de dejar clara su postura al respecto. No creía que fuera una buena idea, pues podía haber otras trampas listas para activarse, y después de decir esto se mantuvo a la espera. Si decidían sacar alguna otra cosa daría un paso atrás y saldría al pasillo por precaución.
—¿Estás tú bien? —preguntó el hacker en respuesta a la pregunta de su compatriota—. Eras la que más cerca estaba del cofre. —comentó, tendiéndole su cantimplora cuando se la pidió.
En ese momento se percató de que Adru se había lastimado los pies al activarse aquella trampa, pues aunque estaba a cierta distancia iba descalza y nada la había protegido de la bruma. Milo se acercó a echar un vistazo ignorando la conversación y, cuando la pelimorada trató de levantarse, torció el gesto al ver las quemaduras. No eran demasiado graves, pero no era recomendable que volviera andando, así que se ofreció a cargar con ella y le tendió el petate improvisado a Rox.
—Hay que tratar esas heridas cuanto antes, capitana, porque si no se pueden infectar y entonces sí que serán graves de verdad —le aclaró, esbozando una sonrisa e indicándole que se encaramara a su espalda—. Lo ideal sería aplicarles algún tipo de pomada, pero dudo que haya algo de eso en el torreón… —murmuró para sí, acercándose a la puerta de la habitación cuando Adru estuvo bien sujeta.
Esperó a que los demás estuvieran listos y, aunque no se opuso directamente a que saquearan el cofre de hielo, se aseguró de dejar clara su postura al respecto. No creía que fuera una buena idea, pues podía haber otras trampas listas para activarse, y después de decir esto se mantuvo a la espera. Si decidían sacar alguna otra cosa daría un paso atrás y saldría al pasillo por precaución.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Calles
23/06/16, 06:55 pm
La recomendación de Rena de llevarse las sabanas y mantas encanto a Pam. Ropa limpia y buen estado, sonaba genial y seguramente encontrara algunas cosillas mas en el cuarto, aparte de aquel cofre que aunque atraía poderosamente su atención también le provocaba cierto espeto que no lograba definir.
La mona del queso entro en el cuarto, acercándose mas a la cama que al cofre, para sentir bajo su mano al tela del colchón. Llegó a ver como Rena saco aquella botellita con extrañas palabras en su etiqueta y como de pronto, el vapor salio y el hielo empezó a cubrir parte del suelo. La mona del queso se sobresalto, alejándose de golpe hasta la pared, el frió apenas rozando la punta de sus dedos cubiertos en calcetines antes de que lograra alejarse. Y a pesar de la gordura de la tela y que aquel frió solo le rozo unos segundos, los dedos dolían igual que si hubiese andando sobre brasas.
-Auch...-murmuro por lo bajo, sentándose en la cama, junto al cabezal, no se atrevió a quitarse los calcetines, no si la opción era andar descalza por un suelo congelado. Al menos la tela protegía algo mas. La incredulidad aun estaba haciendo mella en Pam, que apenas si presto atención a Adru también sobre la cama, no hasta que soltó un pequeño grito de dolor cuando intento acercarse a aquel cofre, pese a la clara advertencia de aquel frío en el suelo y que empezaba a llenar el ambiente. << Esto es magia, pura magia y si ha pasado eso por coge esa botellita que ni sabemos que contiene ¿que pasara si cogemos o demas? >> no sabia si deseaba averiguarlo, muy a pesar de que la intriga de esos objetos atraía tanto su atención. Era la primera vez en esa ciudad que obtenían una pista de algo, aunque no supieran de que exactamente, así que su deseo de conocer le hacía negarse a abandonar todo allí sin mas...no al menos sin echarle un vistazo mas de cerca.
-Si queremos coger lo que hay ahí dentro, hay que echar algo en el suelo, mientras eso se empapa y congela nuestro pies no lo harén, solo hay que ser rápido en sacar lo que queda dentro y alejarse rápido- comento Pam dando una posible opcion mientras se tiraba de la cama cuidando de que sus dedos no rozaran mucho el suelo. No era un dolor que le hiciera rabiar, pero si era desagradable de sentir, las heridas en los pies no eran cosa rara para ella de todos modos.
Vio a Milo con intenciones de salir cargando a Adru. La mona del queso miro el cofre, era algo grande para ella y para tomar lo que había en el interior tendría que acercarse mas de la cuenta y no podría apartarse rápido antes acabar cubierta por el vapor. Bufo levemente, su estatura siendo un impedimento, solo quedaba ver si alguien se arriesgaba.
-Como sea, llevémonos esto- dijo señalando las sabanas de la cama, tirando de ellas para poder así llevárselas.
La mona del queso entro en el cuarto, acercándose mas a la cama que al cofre, para sentir bajo su mano al tela del colchón. Llegó a ver como Rena saco aquella botellita con extrañas palabras en su etiqueta y como de pronto, el vapor salio y el hielo empezó a cubrir parte del suelo. La mona del queso se sobresalto, alejándose de golpe hasta la pared, el frió apenas rozando la punta de sus dedos cubiertos en calcetines antes de que lograra alejarse. Y a pesar de la gordura de la tela y que aquel frió solo le rozo unos segundos, los dedos dolían igual que si hubiese andando sobre brasas.
-Auch...-murmuro por lo bajo, sentándose en la cama, junto al cabezal, no se atrevió a quitarse los calcetines, no si la opción era andar descalza por un suelo congelado. Al menos la tela protegía algo mas. La incredulidad aun estaba haciendo mella en Pam, que apenas si presto atención a Adru también sobre la cama, no hasta que soltó un pequeño grito de dolor cuando intento acercarse a aquel cofre, pese a la clara advertencia de aquel frío en el suelo y que empezaba a llenar el ambiente. << Esto es magia, pura magia y si ha pasado eso por coge esa botellita que ni sabemos que contiene ¿que pasara si cogemos o demas? >> no sabia si deseaba averiguarlo, muy a pesar de que la intriga de esos objetos atraía tanto su atención. Era la primera vez en esa ciudad que obtenían una pista de algo, aunque no supieran de que exactamente, así que su deseo de conocer le hacía negarse a abandonar todo allí sin mas...no al menos sin echarle un vistazo mas de cerca.
-Si queremos coger lo que hay ahí dentro, hay que echar algo en el suelo, mientras eso se empapa y congela nuestro pies no lo harén, solo hay que ser rápido en sacar lo que queda dentro y alejarse rápido- comento Pam dando una posible opcion mientras se tiraba de la cama cuidando de que sus dedos no rozaran mucho el suelo. No era un dolor que le hiciera rabiar, pero si era desagradable de sentir, las heridas en los pies no eran cosa rara para ella de todos modos.
Vio a Milo con intenciones de salir cargando a Adru. La mona del queso miro el cofre, era algo grande para ella y para tomar lo que había en el interior tendría que acercarse mas de la cuenta y no podría apartarse rápido antes acabar cubierta por el vapor. Bufo levemente, su estatura siendo un impedimento, solo quedaba ver si alguien se arriesgaba.
-Como sea, llevémonos esto- dijo señalando las sabanas de la cama, tirando de ellas para poder así llevárselas.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Calles
25/06/16, 03:16 pm
A pesar del ajetreo, no pasó por alto la expresión de dolor de Adrune en lo que esta aterrizó en la cama. Rox por el contrario, no ocultó su preocupación, y en lo que la sinhadre se intentó poner de pie de nuevo, el coreano la sujetó de un brazo para sentarla de nuevo en la cama lo antes posible.
—Madre mía Adru, si lo raro es que andando descalza no se te hubiesen congelado los pies antes... —soltó un suspiro, agarrando el macuto en lo que el irrense se lo ofreció.
No le quitó los ojos de encima a la menor hasta que estuvo sobre Milo, rezando por que no se le fuese a caer un dedo como en las películas. Atendió a la mona del queso, sin evitar fruncir el ceño en su ademán de llevarse las sábanas a pesar de estar herida también por el frío. El coreano se puso en pie para facilitarle la tarea y ayudar, dejando el saco con las cosas en el suelo mientras tanto.
—Espera, ya me encargo yo. Pelusa, ¿por qué no vas con ellos? —le ofreció las sábanas ya dobladas para que le fuese más fácil llevarlas, señalando con la cabeza a Adru, Milo y la puerta—. Con esos calcetines se te tiene que haber colado todo el frío. Será mejor que vayáis saliendo ya.
Recogió el petate y se sentó en la cama de nuevo para ponerse mejor los ruedos de los pantalones, considerando una idea a parte de la de Pam. No quería dejar el botín a pesar de las advertencias del irrense.
—Ey, ¿y sí...? —se echó sobre la cama bocabajo, apoyándose sobre los codos para asomarse desde ahí y ver el cofre—. Puedo intentar abrirlo desde aquí y coger las cosas que hay dentro. Parece que el humo ese solo va hacia el suelo, así que si me las apaño para abrir y sacarlo todo desde arriba no debería de haber problemas. Eso sí, tendríais que apartaros.
Se colocó al borde del mueble, estirando los brazos hasta el cofre desde el sitio para ver que tan rápido podía hacerlo. En lo que comprobó que no había problema alguno con la distancia, esperó a que el resto hubiese salido al pasillo, o en su defecto, se mantuviesen a una distancia prudente. El frío le estaba paralizado las extremidades, pero la tensión de tener que maniobrar rápido hacía que eso poco le importase.
Abrió el cofre, tratando de mantener la tapa en equilibrio para que no se le cerrase con las manos dentro. De forma algo tosca al tener que hacer esfuerzo para mover los dedos, agarró todos los objetos haciendo piña de ellos y los sacó deprisa. Si por suerte no se le caía ninguno, cerraría el cofre de un empujón.
—Madre mía Adru, si lo raro es que andando descalza no se te hubiesen congelado los pies antes... —soltó un suspiro, agarrando el macuto en lo que el irrense se lo ofreció.
No le quitó los ojos de encima a la menor hasta que estuvo sobre Milo, rezando por que no se le fuese a caer un dedo como en las películas. Atendió a la mona del queso, sin evitar fruncir el ceño en su ademán de llevarse las sábanas a pesar de estar herida también por el frío. El coreano se puso en pie para facilitarle la tarea y ayudar, dejando el saco con las cosas en el suelo mientras tanto.
—Espera, ya me encargo yo. Pelusa, ¿por qué no vas con ellos? —le ofreció las sábanas ya dobladas para que le fuese más fácil llevarlas, señalando con la cabeza a Adru, Milo y la puerta—. Con esos calcetines se te tiene que haber colado todo el frío. Será mejor que vayáis saliendo ya.
Recogió el petate y se sentó en la cama de nuevo para ponerse mejor los ruedos de los pantalones, considerando una idea a parte de la de Pam. No quería dejar el botín a pesar de las advertencias del irrense.
—Ey, ¿y sí...? —se echó sobre la cama bocabajo, apoyándose sobre los codos para asomarse desde ahí y ver el cofre—. Puedo intentar abrirlo desde aquí y coger las cosas que hay dentro. Parece que el humo ese solo va hacia el suelo, así que si me las apaño para abrir y sacarlo todo desde arriba no debería de haber problemas. Eso sí, tendríais que apartaros.
Se colocó al borde del mueble, estirando los brazos hasta el cofre desde el sitio para ver que tan rápido podía hacerlo. En lo que comprobó que no había problema alguno con la distancia, esperó a que el resto hubiese salido al pasillo, o en su defecto, se mantuviesen a una distancia prudente. El frío le estaba paralizado las extremidades, pero la tensión de tener que maniobrar rápido hacía que eso poco le importase.
Abrió el cofre, tratando de mantener la tapa en equilibrio para que no se le cerrase con las manos dentro. De forma algo tosca al tener que hacer esfuerzo para mover los dedos, agarró todos los objetos haciendo piña de ellos y los sacó deprisa. Si por suerte no se le caía ninguno, cerraría el cofre de un empujón.
- ♪♫♬:
- InvitadoInvitado
Re: Calles
29/06/16, 12:48 am
Rena se subió los calcetines todo lo que pudo para intentar cubrir la zona quemada por el frío. Se había alejado de la niebla todo lo posible, así que tampoco tenía ninguna lesión grave. Bufó al ver que sus compañeros estaban bastante decididos a seguir sacando cosas del dichoso cofre.
-Vale, vale, pero no quiero quedarme fuera mirando.
Se encaramó a la cama, todo lo cerca que pudo de Rox pero dejándole el espacio suficiente para no ser un estorbo. Empuñaba el escudo para, en caso de ser necesario, cubrir a su compañero con él y salir corriendo. Observó en tensión como el humano maniobraba, reprimiendo la tentación de mirar en todas direcciones para comprobar la posición del resto.
-Vale, vale, pero no quiero quedarme fuera mirando.
Se encaramó a la cama, todo lo cerca que pudo de Rox pero dejándole el espacio suficiente para no ser un estorbo. Empuñaba el escudo para, en caso de ser necesario, cubrir a su compañero con él y salir corriendo. Observó en tensión como el humano maniobraba, reprimiendo la tentación de mirar en todas direcciones para comprobar la posición del resto.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Calles
29/06/16, 07:01 am
Zob desecho la idea de ir por los escombros. Tomaría demasiado tiempo y no era como si él fuese muy apto para esos trabajos tan rápidamente como necesitaban. Además Rox se había puesto en acción y, aunque no podía ser capaz de imaginar las cosas malas (o buenas) que pudiera resultar de eso, se acercó a la puerta lo más que pudo. El aura gélida que emanaba la bruma aún estaba ahí lista para morder, pero el nublino estaba listo en tención absoluta. No tenía idea de que más podría salir de ese baúl pero el humano ya había tocado el contenido y todos estaban expectantes.
- Lo que sea que quieran llevarse, láncenlo, y si algo no sirve pues traten de pasar pisando sobre eso.
Se apoyó en el marco de la puerta, tratando de apresurarlos, y extendió la mano. El frio era casi palpable para él y hecho por suelo sus ganas de dar un paso más para facilitar las cosas. Busco algo que lanzar al suelo para apoyarse pero no había nada cerca así que solo movió el brazo para alentar a sus compañeros, después de todo no era prudente quedarse ahí sin saber que trampas pudieran activarse.
- Empecemos con las sabanas, y tal vez podamos atender a nuestra capitana antes de continuar con la parte de arriba. – esto último lo dijo casi con un suspiro de alivio. No parecían haberse activado ninguna trampa más y esperaba que así se quedara.
- Lo que sea que quieran llevarse, láncenlo, y si algo no sirve pues traten de pasar pisando sobre eso.
Se apoyó en el marco de la puerta, tratando de apresurarlos, y extendió la mano. El frio era casi palpable para él y hecho por suelo sus ganas de dar un paso más para facilitar las cosas. Busco algo que lanzar al suelo para apoyarse pero no había nada cerca así que solo movió el brazo para alentar a sus compañeros, después de todo no era prudente quedarse ahí sin saber que trampas pudieran activarse.
- Empecemos con las sabanas, y tal vez podamos atender a nuestra capitana antes de continuar con la parte de arriba. – esto último lo dijo casi con un suspiro de alivio. No parecían haberse activado ninguna trampa más y esperaba que así se quedara.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Calles
29/06/16, 05:07 pm
Rox no sabía lo afortunado que era: en tiempos mejores su elección le habría traído la muerte una, dos e incluso tres veces; pero en aquel momento apenas sentiría un ligero cosquilleo al sacar las cosas. El humano acababa de activar todas las trampas que aún quedaban. Lo primero que sentiría sería, al igual que Rena, un pinchazo de sed. Sin embargo, en su caso iría acompañado de un hambre acuciante y un olor agradable que emanaba la caja de madera que acababa de agenciarse y le invitaba a comer.
En el interior de la caja, encontraría un total de 10 bayas blancas perfectamente conservadas.
A pesar de lo que pudo parecer a simple vista, Rena no había logrado calmar su sed. El agua de la cantimplora había servido de placebo durante unos minutos, pero la necesidad de beber volvió a la irrense con más fuerza que antes. En esta ocasión, además, sintió específicamente que el contenido del frasco que había rescatado de las era justo lo que necesitaba su garganta.
Rena y Rox podrían aguantar sus nuevas necesidades hasta abandonar la habitación, pero no durante mucho tiempo más.
Por otro lado, Drusar también se vio castigado por la casa. Al ser de sangre fría, el asreniano acabó con los pies completamente entumecidos y se encontraba ligeramente mareado. Necesitaría ayuda para bajar.
Finalmente, de todos ellos, solo los más observadores se percatarían de lo siguiente: algo agitaba levemente las ramas del bosque dibujado en la pared.
En el interior de la caja, encontraría un total de 10 bayas blancas perfectamente conservadas.
A pesar de lo que pudo parecer a simple vista, Rena no había logrado calmar su sed. El agua de la cantimplora había servido de placebo durante unos minutos, pero la necesidad de beber volvió a la irrense con más fuerza que antes. En esta ocasión, además, sintió específicamente que el contenido del frasco que había rescatado de las era justo lo que necesitaba su garganta.
Rena y Rox podrían aguantar sus nuevas necesidades hasta abandonar la habitación, pero no durante mucho tiempo más.
Por otro lado, Drusar también se vio castigado por la casa. Al ser de sangre fría, el asreniano acabó con los pies completamente entumecidos y se encontraba ligeramente mareado. Necesitaría ayuda para bajar.
Finalmente, de todos ellos, solo los más observadores se percatarían de lo siguiente: algo agitaba levemente las ramas del bosque dibujado en la pared.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Calles
02/07/16, 02:57 am
Salieron al exterior y el lagarto no pudo evitar inspirar profundamente, en parte porque le gustaba el aire limpio y en parte porque estaba asustado. Estaban en Rocavarancolia y lo más importante, estaban fuera al peligro de esos bichos con púas. Sin embargo se sentía en cierta manera protegido, al fin y al cabo no estaba solo. Agarró el mango del cuchillo con fuerza, provocando que le dolieran los escamosos dedos mientras chasqueaba la lengua arrepintiéndose un poco de querer explorar.
La mayoría de las casas que se encontraron eran muy parecidas, todas hechas de piedra y medio destruidas. <<¿Qué es lo que pasó aquí?>> Se preguntó el asreniano curioso. Parecía como si alguien hubiera sacudido la ciudad con furia. <<Lástima que los monstruos no murieran como las casas>> . Al poco de caminar entraron en un barrio con mejor aspecto, ya que al menos se sostenían en pie, aunque desde luego no eran perfectas ni mucho menos.
Empezó a mover la cola de forma nerviosa, a la vez que entraban en el edificio. Ninguno de sus compañeros lograría notarlo, pero el corazón de Drusar estaba a cien, palpitando como si estuviera en medio de una carrera de caballos. Un sonoro estruendo le sacó de sus pensamientos, provocando que el lagarto le dirigiera a Adru una mirada incontenida de frialdad. <<¿Esta niña no sabe quedarse quieta?>> Cuando empezó a notar que el pulso iba tomando buen ritmo se concentró en lo que la niña había descubierto.
La mayoría eran baratijas, sin embargo una era un libro sobre cuentos y otra una extraña caja de la que salía música. No era un buen botín para el peligro que estaban corriendo al no estar en el torreón. Rena divisó una casa bastante completa, con conchas muy llamativas y decidieron adentrarse en ella. A decir verdad ese edificio era un gran contraste al lado del resto, casi como si la hubieran construido hace poco. Cuando se acercaron más descubrieron que la puerta estaba cerrada, problema que fue solucionado rápidamente con los fuerte empujones de Adru.
Lo primero que sintió fue frío, algo que solo sucedía en Asrena por las noches. Pero lo más sorprendente fue que nevara dentro. Drusar puso una expresión de asombro mientras ponía la mano boca arriba, sintiendo el tacto gélido de la nieve. Esta no tardó en cubrirle el cuerpo notando como le calaba los huesos y obligándose a apartarla de si mismo constantemente. La primera planta estaba vacía, por lo que subieron a la segunda. Donde si había cosas interesantes.
En la habitación había un cofre de hielo. <<¿Que es esta cosa?>> Se preguntó el lagarto a la vez que tocaba la escarcha y lamía el agua de su mano. Rena abrió uno de los frascos guardados en el cofre y al instante la nieve ascendió cubriéndoles los pies. El frío invadió su cuerpo, pero antes lo hizo el dolor. Quemaba. Drusar emitió un grito de dolor y saltó por instinto. <<¿Cómo puede quemar algo frío?>> Fue dando pasos grandes hasta subirse a la cama, dónde se analizó los pies con una mueca de asombro y dolor por sus heridas. Sin embargo por lo que sintió miedo no fue por el acuciante ardor de antes, sino porque se le habían entumecido los pies y no los notaba.
-Creo que deberíamos irnos... No siento los pies...-Aconsejó haciendo el ademán de levantarse, sin embargo tuvo que sentarse de nuevo debido al intenso mareo que había notado. -No me encuentro muy bien, y no creo que sea el momento de coger esas cosas. Por si no lo has notado algunos tenemos buenas quemaduras-. Le dijo a Rox alterado. Al ver que sus compañeros se alejaban del vaho peligroso Drusar hizo un esfuerzo y se levantó. Para caerse en seguida al suelo nevado y sentir un punzante ardor en el hombro derecho. -¡Ayudadme!-Exclamó con expresión de dolor y enfado en el rostro.
La mayoría de las casas que se encontraron eran muy parecidas, todas hechas de piedra y medio destruidas. <<¿Qué es lo que pasó aquí?>> Se preguntó el asreniano curioso. Parecía como si alguien hubiera sacudido la ciudad con furia. <<Lástima que los monstruos no murieran como las casas>> . Al poco de caminar entraron en un barrio con mejor aspecto, ya que al menos se sostenían en pie, aunque desde luego no eran perfectas ni mucho menos.
Empezó a mover la cola de forma nerviosa, a la vez que entraban en el edificio. Ninguno de sus compañeros lograría notarlo, pero el corazón de Drusar estaba a cien, palpitando como si estuviera en medio de una carrera de caballos. Un sonoro estruendo le sacó de sus pensamientos, provocando que el lagarto le dirigiera a Adru una mirada incontenida de frialdad. <<¿Esta niña no sabe quedarse quieta?>> Cuando empezó a notar que el pulso iba tomando buen ritmo se concentró en lo que la niña había descubierto.
La mayoría eran baratijas, sin embargo una era un libro sobre cuentos y otra una extraña caja de la que salía música. No era un buen botín para el peligro que estaban corriendo al no estar en el torreón. Rena divisó una casa bastante completa, con conchas muy llamativas y decidieron adentrarse en ella. A decir verdad ese edificio era un gran contraste al lado del resto, casi como si la hubieran construido hace poco. Cuando se acercaron más descubrieron que la puerta estaba cerrada, problema que fue solucionado rápidamente con los fuerte empujones de Adru.
Lo primero que sintió fue frío, algo que solo sucedía en Asrena por las noches. Pero lo más sorprendente fue que nevara dentro. Drusar puso una expresión de asombro mientras ponía la mano boca arriba, sintiendo el tacto gélido de la nieve. Esta no tardó en cubrirle el cuerpo notando como le calaba los huesos y obligándose a apartarla de si mismo constantemente. La primera planta estaba vacía, por lo que subieron a la segunda. Donde si había cosas interesantes.
En la habitación había un cofre de hielo. <<¿Que es esta cosa?>> Se preguntó el lagarto a la vez que tocaba la escarcha y lamía el agua de su mano. Rena abrió uno de los frascos guardados en el cofre y al instante la nieve ascendió cubriéndoles los pies. El frío invadió su cuerpo, pero antes lo hizo el dolor. Quemaba. Drusar emitió un grito de dolor y saltó por instinto. <<¿Cómo puede quemar algo frío?>> Fue dando pasos grandes hasta subirse a la cama, dónde se analizó los pies con una mueca de asombro y dolor por sus heridas. Sin embargo por lo que sintió miedo no fue por el acuciante ardor de antes, sino porque se le habían entumecido los pies y no los notaba.
-Creo que deberíamos irnos... No siento los pies...-Aconsejó haciendo el ademán de levantarse, sin embargo tuvo que sentarse de nuevo debido al intenso mareo que había notado. -No me encuentro muy bien, y no creo que sea el momento de coger esas cosas. Por si no lo has notado algunos tenemos buenas quemaduras-. Le dijo a Rox alterado. Al ver que sus compañeros se alejaban del vaho peligroso Drusar hizo un esfuerzo y se levantó. Para caerse en seguida al suelo nevado y sentir un punzante ardor en el hombro derecho. -¡Ayudadme!-Exclamó con expresión de dolor y enfado en el rostro.
- InvitadoInvitado
Re: Calles
02/07/16, 10:27 pm
No ocurrió nada, o esa era la impresión que tenía. Rox sacó todas las cosas que quedaban en el baúl mientras Rena clavaba en él su mirada, tensa y alerta. Se relajó, solo un poco, cuando vió que estaban más o menos a salvo. Pero entonces volvió la sed. Había estado sosteniendo con fuerza el frasquito de cristal con la mano derecha, como un amuleto, y los pensamientos que se le vinieron a la cabeza le confirmaron que la sed que tenía era causada, muy posiblemente, por el puñetero frasco. Lo soltó sobre el colchón como si quemara y se limpió la palma de la mano en el pantalón.
-NOP- dijo bajándose de la cama.- No, no, no. Ese chisme me está haciendo algo, yo no lo toco. Ni de coña.
Se fue alejando de la cama, del cofre y de todo su contenido sin darle la espalda, visiblemente nerviosa.
Drusar tampoco parecía estar en su mejor momento, y en cuanto pidió ayuda lo levantó en brazos para sacarlo de la habitación.
-NOP- dijo bajándose de la cama.- No, no, no. Ese chisme me está haciendo algo, yo no lo toco. Ni de coña.
Se fue alejando de la cama, del cofre y de todo su contenido sin darle la espalda, visiblemente nerviosa.
Drusar tampoco parecía estar en su mejor momento, y en cuanto pidió ayuda lo levantó en brazos para sacarlo de la habitación.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Calles
03/07/16, 10:30 pm
Milo observó la escena en silencio, torciendo apenas el gesto cuando sus compañeros insistieron en sacar el contenido del cofre para llevárselo al torreón. Notaba a Adru inquieta por los movimientos que hacía a su espalda, pero preocupado como estaba por el resto del grupo apenas le prestó atención y se limitó a apretarle ligeramente las piernas para tranquilizarla. No tenía ningún problema con que se llevaran la ropa de cama, pero le parecía una estupidez tentar a la suerte por segunda vez con lo que fuera que contenía el baúl de hielo, y que antepusieran las posibilidad de encontrar algo útil a su seguridad de forma tan deliberada le molestaba.
—No creo que… —intentó intervenir de nuevo, pero un movimiento en la periferia de su visión le distrajo de sus palabras.
Años de fugitivo le habían enseñado a mantener una atención constante y en cierta forma involuntaria en todo lo que le rodeaba, pues de ello dependía su libertad en Irraria, y cuando algo se salía de lo normal en el marco que era la realidad a su alrededor sus alarmas se disparaban. Para el irrense un movimiento furtivo en medio de una multitud no se diferenciaba demasiado de uno fuera de lugar en una imagen pintada, por eso detectó como las ramas del bosque se empezaban a agitar casi de inmediato, y lo absurdo de dicho suceso le dejó pasmado durante unos instantes. Fueron las palabras de Rena las que le sacaron de su estupor, y al ver que su compatriota ayudaba a un indispuesto Drusar a levantarse el norteño se percató por fin de la gravedad de la situación.
Rox seguía sobre la cama, ajeno a lo que fuera que estaba a punto de salir de la pared, y por como sus demás compañeros seguían pendientes del australiano el hacker estaba seguro de que tampoco se habían percatado de dicho detalle.
—Rox, deja el baúl y ven con nosotros ya —masculló en un tono de voz apremiante—. Tenemos que irnos de aquí antes de que salga algo de esa pared. —agregó con urgencia, señalando al bosque pintado que se seguía agitando.
—No creo que… —intentó intervenir de nuevo, pero un movimiento en la periferia de su visión le distrajo de sus palabras.
Años de fugitivo le habían enseñado a mantener una atención constante y en cierta forma involuntaria en todo lo que le rodeaba, pues de ello dependía su libertad en Irraria, y cuando algo se salía de lo normal en el marco que era la realidad a su alrededor sus alarmas se disparaban. Para el irrense un movimiento furtivo en medio de una multitud no se diferenciaba demasiado de uno fuera de lugar en una imagen pintada, por eso detectó como las ramas del bosque se empezaban a agitar casi de inmediato, y lo absurdo de dicho suceso le dejó pasmado durante unos instantes. Fueron las palabras de Rena las que le sacaron de su estupor, y al ver que su compatriota ayudaba a un indispuesto Drusar a levantarse el norteño se percató por fin de la gravedad de la situación.
Rox seguía sobre la cama, ajeno a lo que fuera que estaba a punto de salir de la pared, y por como sus demás compañeros seguían pendientes del australiano el hacker estaba seguro de que tampoco se habían percatado de dicho detalle.
—Rox, deja el baúl y ven con nosotros ya —masculló en un tono de voz apremiante—. Tenemos que irnos de aquí antes de que salga algo de esa pared. —agregó con urgencia, señalando al bosque pintado que se seguía agitando.
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