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Rocavarancolia Rol
36 participantes
- Rocavarancolia Rol
Calles
11/05/14, 11:24 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Avenidas, plazas, callejas... Todo aquel barrio de Rocavarancolia de nombre y localización indeterminados.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Calles
13/05/16, 11:40 pm
No conocían mucho de la zona, salvo aquellas por las que llegaron aquella primer día al cruzar aquella cicatriz llena de huesos y los callejones aquel daba a al nido de las ratas con púas. Había bastantes casas en un estado deplorable por las cercanías, a varias le faltaban las ventanas y parecían abandonadas desde hacia bastante tiempo.
Pam se mantuvo junto al grueso del grupo viendo las casas que iba n encotnrandose intentando tal vez encontrar una que llamara su atención, o mínimo que no pareciera que iba a caerseles encima en cuanto entraran. También se sentía desconfiada, había salido con muchas ganas en investigar y curiosear un poco, pero era incapaz de olvidar el detalle claro que existía magia en aquella ciudad y para ella la magia podría hacer cualquier cosa por absurda que fuera, como por ejemplo que un trozo de mole de piedra y madera le salieran piernas y comenzara a perseguirlos. Era absurdo, pero era magia ¿no?. <<Debemos confiar en que la suerte nos guíe por un camino donde no tengamos que correr>> pensó Pam mientras miraba alrededor, finalmente se dirigió al grupo que siendo mas altos que ellos tenían una mayor visión periférica.
-Desde aquí todas parecen hechas un asco ¿probamos al entrar a una al azar?- pregunto Pam mirándolos fijamente. El azar podía ser un movimiento peligrosos en esos momentos, con resultados de 50:50 si estabas en un buen día y sin tener en cuenta elementos añadidos. Pero en aquella situación, sin información alguna cualquier jugada podía ser arriesgada, menos sino sabían si aquellas edificaciones contenían algún elemento peligroso, no le apetecía encontrarse con algo igual o peor a las capuchas roja o a las rata espinas acechando desde los huecos de la casa.
Pam sacudió la cabeza <<Ya, fuera malos pensamientos que atraen a la mala suerte, si algo parece, que aparezca, ya buscaremos la forma de deshacernos de lo que sea >> pensó decidida, viendo un edificio que atrajo su atención. No tenia nada en especial, pero al menos no parecía fuese a derrumbarse en cualquier momento y se veía de un mayor tamaño. No esperaba encontrar un milagro allí dentro, peor le bastaría con algún material que pudiera serle de utilidad, cualquier cosa, algún metal, madera, cuerda, telas...cualquier cosa con un poco de mano e imaginación podía ser útil. Ademas, aun recordaba haberle prometido a Eitne que si encontraba algo para decorar también le daría, así que también era una buena oportunidad.
-Probemos allí, nunca hemos ido por esta zona de todos modos -dijo Pam apuntando a la casa, mirándolos a ver que opinaban al respecto. No era buena orientándose en aquel lugar, pero aun podía ver el torreón a cierta distancia, apenas un trozo de este por encima de los tejados lo cual era tranquilizador.
Pam se mantuvo junto al grueso del grupo viendo las casas que iba n encotnrandose intentando tal vez encontrar una que llamara su atención, o mínimo que no pareciera que iba a caerseles encima en cuanto entraran. También se sentía desconfiada, había salido con muchas ganas en investigar y curiosear un poco, pero era incapaz de olvidar el detalle claro que existía magia en aquella ciudad y para ella la magia podría hacer cualquier cosa por absurda que fuera, como por ejemplo que un trozo de mole de piedra y madera le salieran piernas y comenzara a perseguirlos. Era absurdo, pero era magia ¿no?. <<Debemos confiar en que la suerte nos guíe por un camino donde no tengamos que correr>> pensó Pam mientras miraba alrededor, finalmente se dirigió al grupo que siendo mas altos que ellos tenían una mayor visión periférica.
-Desde aquí todas parecen hechas un asco ¿probamos al entrar a una al azar?- pregunto Pam mirándolos fijamente. El azar podía ser un movimiento peligrosos en esos momentos, con resultados de 50:50 si estabas en un buen día y sin tener en cuenta elementos añadidos. Pero en aquella situación, sin información alguna cualquier jugada podía ser arriesgada, menos sino sabían si aquellas edificaciones contenían algún elemento peligroso, no le apetecía encontrarse con algo igual o peor a las capuchas roja o a las rata espinas acechando desde los huecos de la casa.
Pam sacudió la cabeza <<Ya, fuera malos pensamientos que atraen a la mala suerte, si algo parece, que aparezca, ya buscaremos la forma de deshacernos de lo que sea >> pensó decidida, viendo un edificio que atrajo su atención. No tenia nada en especial, pero al menos no parecía fuese a derrumbarse en cualquier momento y se veía de un mayor tamaño. No esperaba encontrar un milagro allí dentro, peor le bastaría con algún material que pudiera serle de utilidad, cualquier cosa, algún metal, madera, cuerda, telas...cualquier cosa con un poco de mano e imaginación podía ser útil. Ademas, aun recordaba haberle prometido a Eitne que si encontraba algo para decorar también le daría, así que también era una buena oportunidad.
-Probemos allí, nunca hemos ido por esta zona de todos modos -dijo Pam apuntando a la casa, mirándolos a ver que opinaban al respecto. No era buena orientándose en aquel lugar, pero aun podía ver el torreón a cierta distancia, apenas un trozo de este por encima de los tejados lo cual era tranquilizador.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Re: Calles
15/05/16, 08:39 pm
Zob había seguido a sus compañeros, tratándose de ubicar en la mitad del grupo. Antes de salir se sorprendió al saber que Adru tenia 14 años, hubiese jurado que era mayor que el mismo. - Yo tengo solo 16, así que no soy tan viejo – Había alcanzado a decir antes de desviar la mirada del asreniano, no es que el fuese ya muy mayor pero de todas maneras prefirió no comentar más.
Una vez afuera con todos, el pequeño nublino estaba entre nervioso y emocionado. La ciudad se le antojaba más gris y lúgubre de lo que recordaba. Era la primera vez que salía del torreón y la tensión de su cuerpo hacia que mirara para todo lado esperando cualquier cosa ya. Muy dentro de él imaginaba encontrarse con pobladores del lugar, dioses voladores, pero también sabía que cualquier otra cosa podría salir a su encuentro.
Se había agenciado un arco pequeño del torreón, el mismo con el que había practicado. El carjac era el problema, y aunque lo arrastraba en algunos momentos debido al tamaño, se las había arreglado para moverse al ritmo de los demás.
La arquitectura de la ciudad era para el sorprendente, incluso en el estado ruinoso que se encontraba. Tal vez incluso por eso le parecía tan adecuado. Cuando Pam se detuvo, tomo conciencia de que sus compañeros estaban también explorando esa zona por vez primera. El viento frio de la ciudad acompaño a todos mientras Zob empezaba a ver alrededor.
- Parece tan mala como cualquier otra, y quizá menos sucia de lo que parece…creo – no quería sonar pesimista, pero vamos, que decir “buena” no paso por su cabeza. Saco una flecha para tenerla lista y dejo el carjac en el suelo al tiempo que preguntaba. - Yo estoy a favor de empezar por aquí.
Su primera aventura en aquella ciudad estaba comenzando mucho menos épicamente de lo que alguna vez imaginó, y en realidad era un alivio que pasara así y no tener que enfrentarse a ningún dios (o demonio). Zobriel se quedó esperando, solo esperando a la reacción de todos mientras sostenía la flecha en su mano. Se demostraría a sí mismo, y al recuerdo del hombre vendado volador, que no era una carga en aquella ciudad.
Una vez afuera con todos, el pequeño nublino estaba entre nervioso y emocionado. La ciudad se le antojaba más gris y lúgubre de lo que recordaba. Era la primera vez que salía del torreón y la tensión de su cuerpo hacia que mirara para todo lado esperando cualquier cosa ya. Muy dentro de él imaginaba encontrarse con pobladores del lugar, dioses voladores, pero también sabía que cualquier otra cosa podría salir a su encuentro.
Se había agenciado un arco pequeño del torreón, el mismo con el que había practicado. El carjac era el problema, y aunque lo arrastraba en algunos momentos debido al tamaño, se las había arreglado para moverse al ritmo de los demás.
La arquitectura de la ciudad era para el sorprendente, incluso en el estado ruinoso que se encontraba. Tal vez incluso por eso le parecía tan adecuado. Cuando Pam se detuvo, tomo conciencia de que sus compañeros estaban también explorando esa zona por vez primera. El viento frio de la ciudad acompaño a todos mientras Zob empezaba a ver alrededor.
- Parece tan mala como cualquier otra, y quizá menos sucia de lo que parece…creo – no quería sonar pesimista, pero vamos, que decir “buena” no paso por su cabeza. Saco una flecha para tenerla lista y dejo el carjac en el suelo al tiempo que preguntaba. - Yo estoy a favor de empezar por aquí.
Su primera aventura en aquella ciudad estaba comenzando mucho menos épicamente de lo que alguna vez imaginó, y en realidad era un alivio que pasara así y no tener que enfrentarse a ningún dios (o demonio). Zobriel se quedó esperando, solo esperando a la reacción de todos mientras sostenía la flecha en su mano. Se demostraría a sí mismo, y al recuerdo del hombre vendado volador, que no era una carga en aquella ciudad.
- InvitadoInvitado
Re: Calles
15/05/16, 10:09 pm
Salió un grupo bastante nutrido. A Rena le resultó raro que la cumpleañera prefiriera quedarse en el torreón, pero tanto mejor. A cambio tenían a Adru terremoto que, aunque no parecía ser la persona más responsable del mundo, le preocupaba muchísimo menos. De hecho, una vez superado el miedo inicial de todas las salidas, se puso a seguirle el juego con sus payasadas y a imitarla en algunas cosas hasta la primera llamada de atención de alguno de los del grupo.
La mayoría de las casas que se fueron encontrando estaban tan hechas polvo que no merecía la pena ni escarbar en los escombros. Más adelante dieron con un barrio en mejor estado, deshabitado, lúgubre y gris como el resto de la ciudad.
-Yo casi preferiría levantar pedruscos antes de meternos en una casa que se nos puede caer encima.- comentó Rena dándole una patada a una piedrecita. Se acercó al dintel de la puerta de entrada y le echó un vistazo a las vigas. No parecían estar podridas, pero la arquitectura le resultaba tan anticuada y endeble que no se fiaba un pelo.
La mayoría de las casas que se fueron encontrando estaban tan hechas polvo que no merecía la pena ni escarbar en los escombros. Más adelante dieron con un barrio en mejor estado, deshabitado, lúgubre y gris como el resto de la ciudad.
-Yo casi preferiría levantar pedruscos antes de meternos en una casa que se nos puede caer encima.- comentó Rena dándole una patada a una piedrecita. Se acercó al dintel de la puerta de entrada y le echó un vistazo a las vigas. No parecían estar podridas, pero la arquitectura le resultaba tan anticuada y endeble que no se fiaba un pelo.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Calles
17/05/16, 11:11 am
Rox estaba cada vez más familiarizado a las salidas, mas solo a aquellas que fuesen por la ruta de siempre. Aunque los días consecuentes tras el encuentro con los “dementores” le hubiesen mellado el valor, el coreano se había obligado a salir a lo largo de la semana para enfrentarse al miedo. Al estar fuera de su recorrido cotidiano, las cosas cambiaban.
Además, que fuesen tantos en el grupo le provocaba dos reacciones distintas: por un lado seguridad, ya que cuantos más fueran más podrían cubrirse las espaldas, y por otro lado el miedo a que llamasen la atención de alguna bestia.
Se mantuvo alerta en todo momento, analizando cada esquina por la que pasaban. Aunque sonase positivo o se entretuviese con sus compañeros, lo cierto es que tenía el estómago encogido y el cuerpo cargado por la tensión. Las casas destrozadas a su alrededor llamaban su interés, haciendo que se preguntase que le había pasado a la ciudad para terminar en ese estado o como habría sido antes de ser más que meros escombros. Varias tenían la entrada completamente destruida, por lo que era imposible entrar en ellas, mas eso no impedía que el coreano mirase desde lejos por las ventanas.
Detuvo el paso en lo que Pam y Zobriel comenzaron a hablar, echando un largo vistazo a la casa en cuestión. No quería entrar, pero es cierto que se veía en mejor estado que el resto y con suerte dentro hubiera algo que les resultase útil.
—Si te digo la verdad yo también lo prefiero.—respondió a Rena, acercándose por igual a la entrada. Puso una mano sobre la puerta, cuya madera estaba tan emblandecida por los años como las puertas de las mazmorras donde despertaron, días atrás. A penas hizo fuerza, pero el toque fue suficiente para que esta se entreabriese con un crujido. Por instinto dio un pasó atrás para, segundos después, asomarse con cautela y hablar un poco más bajo—. ¿Lo intentamos? Un vistazo rápido. De todas formas, las otras casas tampoco es que estén para tirar cohetes… Si queréis algunos se pueden quedar en la entrada a vigilar, aunque lo suyo sería no separarnos.
Además, que fuesen tantos en el grupo le provocaba dos reacciones distintas: por un lado seguridad, ya que cuantos más fueran más podrían cubrirse las espaldas, y por otro lado el miedo a que llamasen la atención de alguna bestia.
Se mantuvo alerta en todo momento, analizando cada esquina por la que pasaban. Aunque sonase positivo o se entretuviese con sus compañeros, lo cierto es que tenía el estómago encogido y el cuerpo cargado por la tensión. Las casas destrozadas a su alrededor llamaban su interés, haciendo que se preguntase que le había pasado a la ciudad para terminar en ese estado o como habría sido antes de ser más que meros escombros. Varias tenían la entrada completamente destruida, por lo que era imposible entrar en ellas, mas eso no impedía que el coreano mirase desde lejos por las ventanas.
Detuvo el paso en lo que Pam y Zobriel comenzaron a hablar, echando un largo vistazo a la casa en cuestión. No quería entrar, pero es cierto que se veía en mejor estado que el resto y con suerte dentro hubiera algo que les resultase útil.
—Si te digo la verdad yo también lo prefiero.—respondió a Rena, acercándose por igual a la entrada. Puso una mano sobre la puerta, cuya madera estaba tan emblandecida por los años como las puertas de las mazmorras donde despertaron, días atrás. A penas hizo fuerza, pero el toque fue suficiente para que esta se entreabriese con un crujido. Por instinto dio un pasó atrás para, segundos después, asomarse con cautela y hablar un poco más bajo—. ¿Lo intentamos? Un vistazo rápido. De todas formas, las otras casas tampoco es que estén para tirar cohetes… Si queréis algunos se pueden quedar en la entrada a vigilar, aunque lo suyo sería no separarnos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Calles
22/05/16, 02:44 am
Adru encabezaba el grupo todo el tiempo salvo que alguien no pusiese mucho empeño en adelantarla, simplemente porque su ritmo era siempre acelerado. Esgrimía una de sus espadas, aunque enfundada, mientras con la otra mano oteaba en la distancia atenta a cualquier visión de las sombras que habían atacado a sus compañeros. Al ver que Rena le seguía el juego, la sinhadre comenzó a realizar “reportes periódicos” que incluían frases como “todo despejado”, “manteneos alerta, soldados” y alguna que otra payasada que podría haber acabado con la edeel en el suelo en más de una ocasión. Cuando Pelusa se decidió a entrar en una de las casa, la sinhadre la siguió con la espada enfundada sobre el hombro mientras tarareaba alguna de las melodías que tocaba su madre. Se detuvo en seco, pensativa ante las palabras de la irrense y el humano y dirigió su mirada oscura hacia los alrededores.
No muy lejos de su posición, cerca de la entrada de la casa, una parte del techo se encontraba agrietada, casi partida, y a medio desmoronar soportando el peso de algo. Antes de que nadie pudiese prevenirlo, la sinhadre estiró su espada hacia el derrumbamiento en potencia, con la lengua medio fuera y cara de concentración.
—Si esto aguanta…
No le dio tiempo a añadir nada más, pues bastó un toque con el arma para que aquella sección del techo cediese finalmente a su destino y una pila de escombros comenzase a caer por el agujero que se acababa de formar, levantando mucho polvo. La edeel había dado un salto hacia atrás a tiempo para evitar recibir ninguna pedrada en la cabeza, y comenzó a estornudar mientras se llenaba de polvo y piedrecillas saltaban en todas las direcciones, provocándole varios arañazos.
Cuando creía que el jaleo había terminado, la edeel ya se había acercado a la abertura… Para ser sorprendida nuevamente por la caída de un mueble, que provocó que trastabillase hacia atrás y se cayese de culo para evitar ser aplastada por aquella cómoda cuyos cajones saltaron al suelo inmediatamente. Mientras caía, Adrune había visto algo salir volando directamente de uno de los cajones y, sin más dilación ni prestarle más atención al incidente, salió disparada en la dirección que creía que había caído el objeto.
—¡Aja! —Exclamó triunfante al ver asomar el trozo de pergamino que no había ido más lejos debido a que se había quedado atrapado bajo el cajón.
La edeel levantó el cajón y sacó el pergamino. Le sopló la suciedad, lo que provocó que volviese a estornudar y observó entrecerrando los ojos y ladeando la cabeza lo que tenía toda la pinta de ser un galimatías sin sentido, lleno de letras que no entendía y símbolos extraños.
>>He encontrado una pista, tenemos que descifrarla —concluyó al cabo de unos instantes, extendiendo el pergamino en dirección hacia sus compañeros con una gran sonrisa en el rostro.
No muy lejos de su posición, cerca de la entrada de la casa, una parte del techo se encontraba agrietada, casi partida, y a medio desmoronar soportando el peso de algo. Antes de que nadie pudiese prevenirlo, la sinhadre estiró su espada hacia el derrumbamiento en potencia, con la lengua medio fuera y cara de concentración.
—Si esto aguanta…
No le dio tiempo a añadir nada más, pues bastó un toque con el arma para que aquella sección del techo cediese finalmente a su destino y una pila de escombros comenzase a caer por el agujero que se acababa de formar, levantando mucho polvo. La edeel había dado un salto hacia atrás a tiempo para evitar recibir ninguna pedrada en la cabeza, y comenzó a estornudar mientras se llenaba de polvo y piedrecillas saltaban en todas las direcciones, provocándole varios arañazos.
Cuando creía que el jaleo había terminado, la edeel ya se había acercado a la abertura… Para ser sorprendida nuevamente por la caída de un mueble, que provocó que trastabillase hacia atrás y se cayese de culo para evitar ser aplastada por aquella cómoda cuyos cajones saltaron al suelo inmediatamente. Mientras caía, Adrune había visto algo salir volando directamente de uno de los cajones y, sin más dilación ni prestarle más atención al incidente, salió disparada en la dirección que creía que había caído el objeto.
—¡Aja! —Exclamó triunfante al ver asomar el trozo de pergamino que no había ido más lejos debido a que se había quedado atrapado bajo el cajón.
La edeel levantó el cajón y sacó el pergamino. Le sopló la suciedad, lo que provocó que volviese a estornudar y observó entrecerrando los ojos y ladeando la cabeza lo que tenía toda la pinta de ser un galimatías sin sentido, lleno de letras que no entendía y símbolos extraños.
>>He encontrado una pista, tenemos que descifrarla —concluyó al cabo de unos instantes, extendiendo el pergamino en dirección hacia sus compañeros con una gran sonrisa en el rostro.
- InvitadoInvitado
Re: Calles
25/05/16, 01:36 am
-¡La madre que te parió!
Rena saltó en el sitio de forma instintiva. El sonido de escombros cayendo le ponía los pelos de punta. No le dio tiempo a preguntarle a la cría si estaba bien, en cuanto se disipó el humo corrió hacia el boquete y se llevaron un segundo susto.
-A ti no te funcionan muy bien los engranajes, ¿verdad?- preguntó Rena enfadada, dándose golpecitos en la sien con el dedo.-¿Qué es eso?
La sinhadre había cogido algo de entre los escombros, un trozo de ¿papel? No estaba escrito en un idioma que comprendiese, pero igualmente se le contagió la curiosidad.
-Ey... si hay más de estos por aquí a lo mejor podemos descubrir algo.- comentó entre dientes. Miró alrededor, no quería meterse en otra casa, era peligroso, pero si se habían derrumbado otros edificios de la misma forma seguro que podrían encontrar más muebles u objetos entre los escombros.
Rena buscó un montón lo bastante voluminoso y empezó a mover piedras. << A ver si hay suerte>>
Rena saltó en el sitio de forma instintiva. El sonido de escombros cayendo le ponía los pelos de punta. No le dio tiempo a preguntarle a la cría si estaba bien, en cuanto se disipó el humo corrió hacia el boquete y se llevaron un segundo susto.
-A ti no te funcionan muy bien los engranajes, ¿verdad?- preguntó Rena enfadada, dándose golpecitos en la sien con el dedo.-¿Qué es eso?
La sinhadre había cogido algo de entre los escombros, un trozo de ¿papel? No estaba escrito en un idioma que comprendiese, pero igualmente se le contagió la curiosidad.
-Ey... si hay más de estos por aquí a lo mejor podemos descubrir algo.- comentó entre dientes. Miró alrededor, no quería meterse en otra casa, era peligroso, pero si se habían derrumbado otros edificios de la misma forma seguro que podrían encontrar más muebles u objetos entre los escombros.
Rena buscó un montón lo bastante voluminoso y empezó a mover piedras. << A ver si hay suerte>>
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Calles
25/05/16, 10:42 pm
En cuanto terminó de desayunar el irrense subió a prepararse para la salida, poniéndose una chaqueta fina por si acaso le hacía falta y armándose con su espada corta a la espalda y un cuchillo que se colgó del cinto. No esperaba tener que utilizar las armas, pues no iban demasiado lejos, pero más valía prevenir que curar, y la sombra de los moretones que aún conservaba le habían convertido en alguien muy previsor. Se reunió con sus compañeros en la puerta y se pusieron en marcha sin más dilación eligiendo una dirección un tanto al azar, nerviosos ante la novedad de la exploración.
Durante el trayecto Milo tuvo un ojo puesto en Adru a pesar de que su compatriota estaba con ella y, a pesar de ello, también se mantuvo alerta oteando los alrededores. Aquella excursión no asustaba al norteño a pesar del encontronazo que habían tenido Rox y él con los encapuchados hacia una semana, pero prefería evitar posibles sorpresas desagradables manteniéndose en guardia.
—Parece un lugar tan bueno como otro cualquiera. —opinó con tranquilidad cuando se detuvieron frente a una casa ruinosa. El estruendo que provocó Adru en ese momento, sin embargo, casi le provoca un infarto.
Milo se recriminó el haber dejado de prestarle atención a la sinhadre y se acercó al lugar del derrumbamiento, pero por suerte la muchacha estaba ilesa. Rena ya le estaba recriminando su actitud temeraria, pero el descubrimiento de su alocada compañera atrajo las miradas del grupo y se impuso la curiosidad. Era un trozo de pergamino lleno de caracteres y símbolos extraños, incomprensibles a primera vista, pero tal vez resultaran de utilidad.
—Te echo una mano, Rena. —le dijo a su compatriota, acercándose a ella y empezando a mover piedras.
Durante el trayecto Milo tuvo un ojo puesto en Adru a pesar de que su compatriota estaba con ella y, a pesar de ello, también se mantuvo alerta oteando los alrededores. Aquella excursión no asustaba al norteño a pesar del encontronazo que habían tenido Rox y él con los encapuchados hacia una semana, pero prefería evitar posibles sorpresas desagradables manteniéndose en guardia.
—Parece un lugar tan bueno como otro cualquiera. —opinó con tranquilidad cuando se detuvieron frente a una casa ruinosa. El estruendo que provocó Adru en ese momento, sin embargo, casi le provoca un infarto.
Milo se recriminó el haber dejado de prestarle atención a la sinhadre y se acercó al lugar del derrumbamiento, pero por suerte la muchacha estaba ilesa. Rena ya le estaba recriminando su actitud temeraria, pero el descubrimiento de su alocada compañera atrajo las miradas del grupo y se impuso la curiosidad. Era un trozo de pergamino lleno de caracteres y símbolos extraños, incomprensibles a primera vista, pero tal vez resultaran de utilidad.
—Te echo una mano, Rena. —le dijo a su compatriota, acercándose a ella y empezando a mover piedras.
- InvitadoInvitado
Re: Calles
26/05/16, 03:59 am
-Bien, gracias- respondió Rena a Milo.
Con su ayuda fue mucho más facil mover las primeras piedras, más grandes. No dieron con mucho; muebles astillados, jirones de tela que posiblemente fueron ropa en el pasado, un zapato de piel roja. En un hueco entre los escombros Rena encontró un baúl.
-¡Eh, mirad esto!- llamó.
La piel que lo forraba se había desgarrado y tenía un buen boquete en una esquina. Lo terminó de abrir de un hachazo. Sacaron libros, de los cuales solo era legible uno, pues los bichos habían dado cuenta de ellos.
-Cuentos... tradicionales de... ¿Rocavarancolia?- leyó Rena, frunciendo el ceño.
También había una capa raída, una bolsa de terciopelo con un guardapelo, un par de pendientes y una cadena oxidada y una cajita de madera lacada. Cuando la irrense abrió la caja sonaron varias notas desafinadas, y una figura traslúcida dió varios pasos sobre un espejo oval.
-Bua, ¿qué es esto?
Al mirar la caja a la luz para inspeccionarla mejor se fijó en una única casa de dos pisos que emergía entre los escombros. No sabía cómo no había reparado en ella antes, pues tenía conchas de colores en la fachada.
-Ey, esa casa parece bastante entera.- comentó, señalándola.
Con su ayuda fue mucho más facil mover las primeras piedras, más grandes. No dieron con mucho; muebles astillados, jirones de tela que posiblemente fueron ropa en el pasado, un zapato de piel roja. En un hueco entre los escombros Rena encontró un baúl.
-¡Eh, mirad esto!- llamó.
La piel que lo forraba se había desgarrado y tenía un buen boquete en una esquina. Lo terminó de abrir de un hachazo. Sacaron libros, de los cuales solo era legible uno, pues los bichos habían dado cuenta de ellos.
-Cuentos... tradicionales de... ¿Rocavarancolia?- leyó Rena, frunciendo el ceño.
También había una capa raída, una bolsa de terciopelo con un guardapelo, un par de pendientes y una cadena oxidada y una cajita de madera lacada. Cuando la irrense abrió la caja sonaron varias notas desafinadas, y una figura traslúcida dió varios pasos sobre un espejo oval.
-Bua, ¿qué es esto?
Al mirar la caja a la luz para inspeccionarla mejor se fijó en una única casa de dos pisos que emergía entre los escombros. No sabía cómo no había reparado en ella antes, pues tenía conchas de colores en la fachada.
-Ey, esa casa parece bastante entera.- comentó, señalándola.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Calles
26/05/16, 04:34 am
Detrás de la casa que les señalaba Rena había una pequeña historia. Lo primero que notarían al acercarse era cierta frialdad envolviendo el edificio con su abrazo invernal. Vestigios de magia antigua yacían moribundos, anclados a su estructura, y su huella era tan potente aún que, para poder entrar, les sería necesario tirar la puerta de madera. Al cruzar el arco de la puerta notarían unas suaves cosquillas e, inmediatamente, se pondría a nevar en el interior, naciendo los copos por medios mágicos a ras del techo.
La planta baja estaba completamente vacía, más allá de la escasa compañía que hacían varios muebles rotos, algún cubierto mohoso o un par de cucarachas. El primer piso sería un calco del primero, salvo por el cadáver de una rata en el pasillo y un dormitorio que parecía haber sido obviado tras numerosos saqueos. Sus anteriores dueños habían hecho todo lo posible por mantenerlo oculto, pero la magia que lo escondía se había desvanecido hacía poco tiempo, debido al abandono del lugar.
Lo más llamativo a primera vista de la habitación era la decoración de sus paredes, en las cuales habían recreado un paisaje boscoso invernal: bosques montañosos tapizados en blanco. Lo siguiente que encontrarían sería una cama de matrimonio alta, con un colchón grueso y mantas blancas, empolvadas; y a sus piés, un cofre enorme tallado en hielo. A través de él, a pesar de la refracción de la luz, podrían distinguir el contenido: una cajita de madera con adornos de metal, un par de frasquitos etiquetados en un idioma extraño y un par de anillos.
La planta baja estaba completamente vacía, más allá de la escasa compañía que hacían varios muebles rotos, algún cubierto mohoso o un par de cucarachas. El primer piso sería un calco del primero, salvo por el cadáver de una rata en el pasillo y un dormitorio que parecía haber sido obviado tras numerosos saqueos. Sus anteriores dueños habían hecho todo lo posible por mantenerlo oculto, pero la magia que lo escondía se había desvanecido hacía poco tiempo, debido al abandono del lugar.
Lo más llamativo a primera vista de la habitación era la decoración de sus paredes, en las cuales habían recreado un paisaje boscoso invernal: bosques montañosos tapizados en blanco. Lo siguiente que encontrarían sería una cama de matrimonio alta, con un colchón grueso y mantas blancas, empolvadas; y a sus piés, un cofre enorme tallado en hielo. A través de él, a pesar de la refracción de la luz, podrían distinguir el contenido: una cajita de madera con adornos de metal, un par de frasquitos etiquetados en un idioma extraño y un par de anillos.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Calles
30/05/16, 02:53 pm
Era de esperar que las intenciones de Adru no podían acabar bien. No prestó atención a la sinhadre al tener la atención aún puesta en el interior de la casa, por lo que el desprendimiento, junto con el ruido que este hizo, casi le saca el corazón por la boca.
Se echó hacia atrás mientras Rena maldecía y él mismo lo hacía para sus adentros, dando pequeños saltos aún en el sitio, agitado.
—Por todos los santos ¡avisad antes de matarme por favor! —hablaba deprisa, con la única intención de descargar la tensión que tenía. Al intentar tomar aire para calmarse lo único que pudo respirar fue polvo, provocándole un torpe ataque de tos—. A-Al menos... Eso nos podría haber caído encima, o...
Como si la casa le hubiera oído, meros segundos después un mueble cayó a los pies de la menor, sacándole a Rox otra lista de maldiciones de menor rango a toda prisa dirigidas al cielo.
Se acercó con cautela a los escombros, observando lo que quedaba de casa con más atención que los trozos de papel y otros trastos que hubieran caído o encontrado. No quería llevarse otro susto, e incluso cuando Rena les avisó del baúl al australiano se le seguía yendo la mirada a los cimientos cada poco. El contenido de este, sin embargo, si logró atraparle más. Cogió la capa para echarle un vistazo, y aunque el resto de cosas no tuviesen mucho valor en su situación (exceptuando quizás el libro), le ilusionaba el botín.
—¿Nos lo llevamos todo? Nime va a saltar con tantos cachivaches.— comentó con una sonrisa mientras le daba vueltas a la capa para ver los desperfectos. El sonido de la cajita de música le provocó un escalofrío, haciéndole levantar la vista a donde Rena indicaba. Miró al resto del grupo, esperando que pensasen lo mismo que él—. ¡Bueno! ¿Alguien se apunta?
Señaló hacia la casa con un gesto de cabeza antes de adelantarse a la entrada. Notó el descenso de temperatura, pero lo achacó a su poca costumbre al clima de la ciudad en vez de considerar que fuese el aura del edificio. Tal como hizo con la anterior, tocó la puerta antes de nada, con la diferencia de que esta no se movió ni un ápice. Empujó con más fuerza, pero no dio resultado.
—Pues sí que está muy entera, sí. Y además cerrada a cal y canto. —alzó la vista para ver con detenimiento el resto de la fachada, sin encontrar grietas notables de las que preocuparse u otra forma de colarse dentro—. Si empujamos todos quizás podamos entrar...
Se echó hacia atrás mientras Rena maldecía y él mismo lo hacía para sus adentros, dando pequeños saltos aún en el sitio, agitado.
—Por todos los santos ¡avisad antes de matarme por favor! —hablaba deprisa, con la única intención de descargar la tensión que tenía. Al intentar tomar aire para calmarse lo único que pudo respirar fue polvo, provocándole un torpe ataque de tos—. A-Al menos... Eso nos podría haber caído encima, o...
Como si la casa le hubiera oído, meros segundos después un mueble cayó a los pies de la menor, sacándole a Rox otra lista de maldiciones de menor rango a toda prisa dirigidas al cielo.
Se acercó con cautela a los escombros, observando lo que quedaba de casa con más atención que los trozos de papel y otros trastos que hubieran caído o encontrado. No quería llevarse otro susto, e incluso cuando Rena les avisó del baúl al australiano se le seguía yendo la mirada a los cimientos cada poco. El contenido de este, sin embargo, si logró atraparle más. Cogió la capa para echarle un vistazo, y aunque el resto de cosas no tuviesen mucho valor en su situación (exceptuando quizás el libro), le ilusionaba el botín.
—¿Nos lo llevamos todo? Nime va a saltar con tantos cachivaches.— comentó con una sonrisa mientras le daba vueltas a la capa para ver los desperfectos. El sonido de la cajita de música le provocó un escalofrío, haciéndole levantar la vista a donde Rena indicaba. Miró al resto del grupo, esperando que pensasen lo mismo que él—. ¡Bueno! ¿Alguien se apunta?
Señaló hacia la casa con un gesto de cabeza antes de adelantarse a la entrada. Notó el descenso de temperatura, pero lo achacó a su poca costumbre al clima de la ciudad en vez de considerar que fuese el aura del edificio. Tal como hizo con la anterior, tocó la puerta antes de nada, con la diferencia de que esta no se movió ni un ápice. Empujó con más fuerza, pero no dio resultado.
—Pues sí que está muy entera, sí. Y además cerrada a cal y canto. —alzó la vista para ver con detenimiento el resto de la fachada, sin encontrar grietas notables de las que preocuparse u otra forma de colarse dentro—. Si empujamos todos quizás podamos entrar...
- ♪♫♬:
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Calles
31/05/16, 08:14 pm
Bueno, aun con la mejor de las previsiones, Adru era simplemente imprevisible. Zob dejó caer el arco y se acercó de un salto para ayudar, pequeño como era no podía hacer mucho pero de todas maneras se acercó. Milo se había adelantado, así que levanto su arco y se puso a mirar a ambos lados de la calle. El estruendo bien podría haber atraído algo o molestado a los habitantes cercanos. <<Tonto, no dejes de cubrirlos>> – pensó recriminándose a sí mismo.
Aunque se obligaba de cierto modo a estar precavido, la colección de cosas que encontraban entre los escombros atraía su vista a cada segundo. Dejo la decisión de que llevar en manos de sus compañeros, mientras él se acuclillaba en medio de la calle al costado de las flechas caídas. Descubrir cosas de aquella ciudad era muy emocionante para el pequeño nublino. Por eso cuando Rena señalo aquella casa, cargo su carcaj, asintió con la cabeza a la pregunta de Rox y allí se encamino.
Sintió el aura fría de la casa, pero no lo asocio de ningún modo al edificio. No empujo la puerta, pero confió en la apreciación del humano. La idea de Rox no era mala, de ningún modo, pero Zobriel mismo no pensaba que su ayuda empujando fuera muy útil. Después de todo en comparación con Adru, sus dos años más no se reflejaban en su cuerpo.
- ¿Y si usamos aquellos escombros? – dijo señalando con la cabeza a la casa que acababan de tirar entre todos. - Ya no creo que sirvan para nada más. Además… – se pasó la mano por el cabello - no todos serviríamos para empujar la puerta.
Se quedó con una media sonrisa en su rostro como tratando de disculparse, allí en medio de la calle, mientras descuidadamente se frotaba con el brazo libre a causa del frio y de la emoción por las cosas simples que pasaban y las cosas que no tenía idea que podrían ocurrir.
Aunque se obligaba de cierto modo a estar precavido, la colección de cosas que encontraban entre los escombros atraía su vista a cada segundo. Dejo la decisión de que llevar en manos de sus compañeros, mientras él se acuclillaba en medio de la calle al costado de las flechas caídas. Descubrir cosas de aquella ciudad era muy emocionante para el pequeño nublino. Por eso cuando Rena señalo aquella casa, cargo su carcaj, asintió con la cabeza a la pregunta de Rox y allí se encamino.
Sintió el aura fría de la casa, pero no lo asocio de ningún modo al edificio. No empujo la puerta, pero confió en la apreciación del humano. La idea de Rox no era mala, de ningún modo, pero Zobriel mismo no pensaba que su ayuda empujando fuera muy útil. Después de todo en comparación con Adru, sus dos años más no se reflejaban en su cuerpo.
- ¿Y si usamos aquellos escombros? – dijo señalando con la cabeza a la casa que acababan de tirar entre todos. - Ya no creo que sirvan para nada más. Además… – se pasó la mano por el cabello - no todos serviríamos para empujar la puerta.
Se quedó con una media sonrisa en su rostro como tratando de disculparse, allí en medio de la calle, mientras descuidadamente se frotaba con el brazo libre a causa del frio y de la emoción por las cosas simples que pasaban y las cosas que no tenía idea que podrían ocurrir.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Calles
04/06/16, 08:04 pm
La cara con la que recibió la bronca de Rena fue casi de desconcierto, pues no estaba segura de haber comprendido a qué se refería la irrense con que “no le funcionaban bien los engranajes”, pero volvió a iluminársele la expresión cuando preguntó por el pergamino misterioso que había encontrado.
—No se entiende nada, ¡tienen que ser pistas! —exclamó con convencimiento mostrándole a Rena los extraños símbolos, o más bien agitando el pergamino delante de su hocico, aunque ella misma no habría sabido decir de qué se suponía que eran pistas.
A continuación ayudó a mover escombros, pero no encontró nada más interesante salvo alguna rata que, por supuesto, intentó cazar sin éxito pues no había forma de seguirles la pista a aquellos escurridizos roedores que se conocían los rincones entre las ruinas a la perfección. Por ello volvió a prestar su atención a la irrense cuando descubrió varios objetos, entre ellos un libro que se encontraba escrito en aquel idioma que había sustituido al sinhadre en su cabeza y por tanto se podía leer.
—¿Me lo prestarás, Rena? ¡Seguro que puedo entretener a Neil y a Nime y a Eitne con esto antes de dormir!
Todavía se encontraba curioseando los objetos raros que había descubierto la irrense cuando la propia Rena señaló una casa cercana que parecía en mejor estado. La edeel le confirmó a Rox que se apuntaba y siguió al grupo, o más bien el grupo acabó siguiéndola a ella mientras se dirigía hacia el lugar corriendo alocadamente y deteniéndose cerca de la puerta al notar el cambio de temperatura.
—Esta casa está fría —afirmó mientras le daba unos toquecitos con la palma a la pared.
Tras observar los intentos del coreano por empujar la puerta, sin éxito, y el comentario al respecto de Zobriel, Adrune se plantó delante del robusto trozo de madera que les impedía el paso al interior y, antes de que nadie pudiera detenerla, cargó contra ella haciendo fuerza con uno de sus hombros. El resultado que obtuvo fue, además del dolor que ignoró por completo, que la puerta temblase ligeramente pero sin ceder todavía.
>>Vaya, no ha funcionado.
La sinhadre se apartó y caminó dándose toquecitos en la cara sin alejarse demasiado, tratando de aparentar que se había rendido, porque estaba segura de que Rena pretendería impedirle hacer lo que iba a hacer. Con los brazos estirados hacia atrás y las manos enlazadas en su espalda, se alejó un poco más de la puerta antes de dar media vuelta sobre un solo pie y comenzar a cargar una vez más sin previo aviso, esta vez poniendo todavía más empeño. El torrente Adrune atravesó los pocos metros que le separaban de la puerta que se negaba a abrirse haciendo esta vez uso de todas sus fuerzas y el golpetazo que siguió no tardó en resonar en los alrededores: la puerta había cedido por completo, tras haberse debilitado con el primer empujón, y la sinhadre cayó de bruces sobre ella cuando se desprendió por completo de sus goznes.
Ignorando el dolor procedente de varios lugares de su cuerpo, donde sin duda le aparecería algún que otro moretón, Adrune siguió tirada en el suelo observando el interior de la casa mientras dejaba escapar una risilla por la extraña sensación que había sentido. No le prestó mucha atención, no obstante, porque inmediatamente sucedió algo inesperado que le hizo levantarse torpemente y casi resbalando sobre la superficie de madera, logrando mantener el equilibrio de forma totalmente distraída mientras observaba el fenómeno que se desplegaba delante ella. Sabía que fuera no había una sola nube, pero aun así no pudo evitar echar un vistazo rápido inclinando su cuerpo hacia atrás para comprobar con sus propios ojos que el tiempo seguía exactamente igual. Desde esa postura incómoda y con riesgo de volver a acabar en el suelo, observó a sus compañeros que desde su punto de vista tenían una perspectiva particular y afirmó con expresión de sorpresa:
—En esta casa nieva.
Alzó entonces el brazo para señalar el interior y perdería definitivamente el equilibro acabando nuevamente en el suelo salvo que alguien lo evitase a tiempo.
—No se entiende nada, ¡tienen que ser pistas! —exclamó con convencimiento mostrándole a Rena los extraños símbolos, o más bien agitando el pergamino delante de su hocico, aunque ella misma no habría sabido decir de qué se suponía que eran pistas.
A continuación ayudó a mover escombros, pero no encontró nada más interesante salvo alguna rata que, por supuesto, intentó cazar sin éxito pues no había forma de seguirles la pista a aquellos escurridizos roedores que se conocían los rincones entre las ruinas a la perfección. Por ello volvió a prestar su atención a la irrense cuando descubrió varios objetos, entre ellos un libro que se encontraba escrito en aquel idioma que había sustituido al sinhadre en su cabeza y por tanto se podía leer.
—¿Me lo prestarás, Rena? ¡Seguro que puedo entretener a Neil y a Nime y a Eitne con esto antes de dormir!
Todavía se encontraba curioseando los objetos raros que había descubierto la irrense cuando la propia Rena señaló una casa cercana que parecía en mejor estado. La edeel le confirmó a Rox que se apuntaba y siguió al grupo, o más bien el grupo acabó siguiéndola a ella mientras se dirigía hacia el lugar corriendo alocadamente y deteniéndose cerca de la puerta al notar el cambio de temperatura.
—Esta casa está fría —afirmó mientras le daba unos toquecitos con la palma a la pared.
Tras observar los intentos del coreano por empujar la puerta, sin éxito, y el comentario al respecto de Zobriel, Adrune se plantó delante del robusto trozo de madera que les impedía el paso al interior y, antes de que nadie pudiera detenerla, cargó contra ella haciendo fuerza con uno de sus hombros. El resultado que obtuvo fue, además del dolor que ignoró por completo, que la puerta temblase ligeramente pero sin ceder todavía.
>>Vaya, no ha funcionado.
La sinhadre se apartó y caminó dándose toquecitos en la cara sin alejarse demasiado, tratando de aparentar que se había rendido, porque estaba segura de que Rena pretendería impedirle hacer lo que iba a hacer. Con los brazos estirados hacia atrás y las manos enlazadas en su espalda, se alejó un poco más de la puerta antes de dar media vuelta sobre un solo pie y comenzar a cargar una vez más sin previo aviso, esta vez poniendo todavía más empeño. El torrente Adrune atravesó los pocos metros que le separaban de la puerta que se negaba a abrirse haciendo esta vez uso de todas sus fuerzas y el golpetazo que siguió no tardó en resonar en los alrededores: la puerta había cedido por completo, tras haberse debilitado con el primer empujón, y la sinhadre cayó de bruces sobre ella cuando se desprendió por completo de sus goznes.
Ignorando el dolor procedente de varios lugares de su cuerpo, donde sin duda le aparecería algún que otro moretón, Adrune siguió tirada en el suelo observando el interior de la casa mientras dejaba escapar una risilla por la extraña sensación que había sentido. No le prestó mucha atención, no obstante, porque inmediatamente sucedió algo inesperado que le hizo levantarse torpemente y casi resbalando sobre la superficie de madera, logrando mantener el equilibrio de forma totalmente distraída mientras observaba el fenómeno que se desplegaba delante ella. Sabía que fuera no había una sola nube, pero aun así no pudo evitar echar un vistazo rápido inclinando su cuerpo hacia atrás para comprobar con sus propios ojos que el tiempo seguía exactamente igual. Desde esa postura incómoda y con riesgo de volver a acabar en el suelo, observó a sus compañeros que desde su punto de vista tenían una perspectiva particular y afirmó con expresión de sorpresa:
—En esta casa nieva.
Alzó entonces el brazo para señalar el interior y perdería definitivamente el equilibro acabando nuevamente en el suelo salvo que alguien lo evitase a tiempo.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Calles
06/06/16, 08:43 pm
Milo observó con curiosidad el baúl que había encontrado Rena y se asomó por encima de su hombro para ver mejor cuál era el contenido del mismo. En su interior encontraron unos cuantos libros, una capa algo raída y una bolsa de terciopelo que protegía unas baratijas y una caja lacada. Solo uno de los libros había sobrevivido al paso del tiempo y no estaba medio devorado por los bichos, pero el irrense centró primero su atención en las bagatelas sopesándolas entre los dedos con gesto ausente hasta que sus compañeros llamarón su atención sobre la casa cercana.
—Podemos llevarnos todo lo que parezca útil y ya decidimos en el torreón que hacemos con ello —sugirió en respuesta a la pregunta de Rox, cogiéndole la capa de las manos con una ligera sonrisa e improvisando un macuto con ella que llenó con todo lo que habían encontrado—. Así será más fácil transportarlo. —murmuró para sí, colgándose la bolsa a la espalda y uniéndose a los demás para cruzar la calle.
El norteño, acostumbrado a las frías temperaturas de su mundo, apenas acusó el descenso de temperatura, pero observó con atención los muros de las estructura apreciando su innegable solidez en medio de aquellas ruinas. El coreano les informó de que la puerta estaba trancada al cabo de unos instantes y aunque Zobriel había sugerido una buena forma de salvar este obstáculo, fue Adru la que se encargó de solventar el problema. La sinhadre, impulsiva como siempre, se lanzó contra la plancha de madera con el hombro por delante sin resultados aparentes. El golpetazo fue bastante sonoro, sin embargo.
—No creo que sea buena idea montar tanto… —empezó a decir el hacker con gesto preocupado mientras echaba un vistazo a los alrededores, lo que impidió que se diera cuenta a tiempo de las intenciones de la muchacha. El estruendo en está ocasión fue aún mayor y la puerta cedió frente al envite de la pelimorada.
Milo, sobresaltado, refrenó la sarta de maldiciones que pugnaban por escaparse de su boca y se acercó para asegurarse de que Adru no se había roto nada. A primera vista parecía estar todo en orden, lo que el chico agradeció en su fuero interno, pero estaba seguro de que la muchacha luciría una buena colección de moratones en unas cuantas horas. Sabiendo que no estaba herida lo más lógico era amonestar su comportamiento, pero el extraño fenómeno que se desató en el interior del edificio hizo que olvidara cualquier palabra de reprimenda que pudiera habérsele ocurrido.
—Si que nieva, si —murmuró el irrense en respuesta a las palabras de la sinhadre, extendiendo su brazo en un gesto reflejo para evitar que la muchacha se fuera contra el suelo de nuevo—. Ten cuidado, capitana, mantente alerta y no te separes de mí, ¿de acuerdo? —le pidió con una sonrisa, sacando la lengua para recoger un copo de nieve con la misma mientras se adentraban en aquel extraño lugar.
La primera planta estaba prácticamente vacía y no encontraron nada de utilidad, pero el poco tiempo que les llevó explorarla bastó para que la nieve les cubriera el pelo y los hombros.
—Echaba de menos esta sensación —rio para sí sin que, aparentemente, le afectara el descenso de temperatura—. ¿Habrá algo arriba o también lo habrán dejado limpio? —preguntó a nadie en particular mientras se frotaba el puente del hocico, echándole un vistazo a las escaleras antes de comprobar la firmeza de las mismas.
—Podemos llevarnos todo lo que parezca útil y ya decidimos en el torreón que hacemos con ello —sugirió en respuesta a la pregunta de Rox, cogiéndole la capa de las manos con una ligera sonrisa e improvisando un macuto con ella que llenó con todo lo que habían encontrado—. Así será más fácil transportarlo. —murmuró para sí, colgándose la bolsa a la espalda y uniéndose a los demás para cruzar la calle.
El norteño, acostumbrado a las frías temperaturas de su mundo, apenas acusó el descenso de temperatura, pero observó con atención los muros de las estructura apreciando su innegable solidez en medio de aquellas ruinas. El coreano les informó de que la puerta estaba trancada al cabo de unos instantes y aunque Zobriel había sugerido una buena forma de salvar este obstáculo, fue Adru la que se encargó de solventar el problema. La sinhadre, impulsiva como siempre, se lanzó contra la plancha de madera con el hombro por delante sin resultados aparentes. El golpetazo fue bastante sonoro, sin embargo.
—No creo que sea buena idea montar tanto… —empezó a decir el hacker con gesto preocupado mientras echaba un vistazo a los alrededores, lo que impidió que se diera cuenta a tiempo de las intenciones de la muchacha. El estruendo en está ocasión fue aún mayor y la puerta cedió frente al envite de la pelimorada.
Milo, sobresaltado, refrenó la sarta de maldiciones que pugnaban por escaparse de su boca y se acercó para asegurarse de que Adru no se había roto nada. A primera vista parecía estar todo en orden, lo que el chico agradeció en su fuero interno, pero estaba seguro de que la muchacha luciría una buena colección de moratones en unas cuantas horas. Sabiendo que no estaba herida lo más lógico era amonestar su comportamiento, pero el extraño fenómeno que se desató en el interior del edificio hizo que olvidara cualquier palabra de reprimenda que pudiera habérsele ocurrido.
—Si que nieva, si —murmuró el irrense en respuesta a las palabras de la sinhadre, extendiendo su brazo en un gesto reflejo para evitar que la muchacha se fuera contra el suelo de nuevo—. Ten cuidado, capitana, mantente alerta y no te separes de mí, ¿de acuerdo? —le pidió con una sonrisa, sacando la lengua para recoger un copo de nieve con la misma mientras se adentraban en aquel extraño lugar.
La primera planta estaba prácticamente vacía y no encontraron nada de utilidad, pero el poco tiempo que les llevó explorarla bastó para que la nieve les cubriera el pelo y los hombros.
—Echaba de menos esta sensación —rio para sí sin que, aparentemente, le afectara el descenso de temperatura—. ¿Habrá algo arriba o también lo habrán dejado limpio? —preguntó a nadie en particular mientras se frotaba el puente del hocico, echándole un vistazo a las escaleras antes de comprobar la firmeza de las mismas.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Calles
08/06/16, 11:22 am
No se sorprendió demasiado de que Adru la liara, aunque si que se asustó cuando provocó que lo que quedaba entero del edificio se derrumbara. La aparición de aquel papel en un idioma desconocido atrajo a Pam como abeja a la miel y se prometió echarle un amplio vistazo cuando volviera, tanto a este como a todos el resto de pequeños tesoros encontrados. <<Fui la primera en decir de entrar aquí>> no le importaba compartir, siempre que le dieran libertad para tomar algo si le era conveniente o útil.
La siguiente casa mencionada por Rena captó su atención y nada mas acercarse noto el frío calando su pequeño cuerpo, que de por si no estaba acostumbrado a este <<Que raro...no hace tanto frío cuando veníamos para acá>> pensó Pam confundida, observando la casa que había captado la atención del grupo.
-No creo que sea buena idea hac...da igual -murmuro Pam al ver a Adru lanzarse contra la puerta la primera vez, igual que si fuese un conejo astado en época de celo. La niña parecía arreglarlo todo por la fuerza bruta y aunque era un método útil, también era escandalosos y destructivo. <<Hasta que no convierta en escombros tres o cuatro casas mas no estará feliz>> pensó Pam negando levemente con la cabeza ante la falta de sutilezas. Desde luego intentar ser silenciosos con Adru en el grupo, era un caso imposible.
Pam pego un respingo, habiéndose distraído en observar la fachada superior de la casa, cuando Adru se lanzo de nuevo y el golpe fue estruendoso, mirando con ojos muy abiertos como había abierto la puerta, sacándola de los goznes. <<Y sigue viva y con todos los huesos en su lugar...¿de que esta hecha>> se pregunto con seriedad y obvia incredulidad mirando atentamente a Adru, inspeccionándola con suspicacia por un segundo. Sino fuera porque sabia que solo era carne y y hueso, igual que ella, diría que estaba cubierta del mismo material que cubría uno de los brazos de Rena y Milo.
Su inspección no duro demasiado, pues algo se robo toda su atención, dejándola totalmente desconcertada al ver algo que era totalmente imposible. Y que a sus ojos solo tenia una explicación medianamente lógica para algo que no tenia nada de lógico: Magia.
Eso o que estaba volviéndose loca y confundía el polvo con nieve, cosa que Adru se encargo rápidamente de dejarle claro con sus palabras. Por primera vez, Pam sintió ganas de reírse, reírse en voz alta, por pura histeria e incredulidad ante la visión de lo que la magia podía hacer. La mona del queso entro en la casa mirando todo con ilusión, sintiendo el frío recorrer su cuerpo, olvidándose por un momento de donde estaba y lo que hacían allí, siendo por una vez una niña, para mirar hacia el techo y dejar aquella fría nieve caer sobre su rostro y hombros. Nieve...nieve de verdad, resultaba irónico que estuviera viéndola en un ciudad destruida. Algo tan bonito en un lugar así, y bajo techo, solo podía ser cosa de la magia.
-Esta helada -murmuro para si con un amago de sonrisa casi invisible que apenas duro unos segundos. Tomó entre sus manos un poco de la nieve que caía, sintiéndola frío al tacto. Se estremeció ligeramente por el frio, rompiéndose la pequeña burbuja ilusoria ante la visión de aquel lugar.
Pam se sintió estúpida, sacudiendo la cabeza y con ella la nieve que se había acumulado sobre ella y sus hombros.<< Centrate, vinisteis a buscar información, no puedes maravillarte con cualquier nimiedad>> se reprocho Pam por su acto infantil. Por suerte en la búsqueda por la primera planta no había nada digno de atención, salvo la nieve en si, cosa que le hizo sentir aliviada. Si hubiesen encontrado algo mientra ella estaba en su nube se habría sentido realmente mal, no le gustaba no estar atenta a su alrededor, ni tampoco que se le escapase información.
Se acerco a las escaleras, viendo a Milo probar su firmeza, siguiéndolo cuando comenzó a subir. Una inspección rápida basto para hacer evidente su estado, igual que la de abajo salvo por una única excepción, aquel cuarto de vistosas paredes que no parecía haber sido pisado, al contrario de los otros. <<Es tan obvio ¿porque no parece que nadie allá pasado por aquí en mucho tiempo?>> se pregunto Pam, vagando su ojos por las paredes hasta que aquel baúl de cristal entró en su campo visual.
-Que este lugar no fuese saqueado como todo lo demás, es raro- comento Pam indicando la habitación al completo- Menos con eso ahí tan visible -añadió señalando el baúl de cristal cuyo contenido era bastante evidente para cualquiera. Siendo así el hecho que todo estuviera intacto resultaba difícil de explicar y por tanto le hacia sentir suspicacia <<¿Una casa abandonada donde todo fue saqueado y solo una habitación no lo esta? Suena sospechoso, no es como si hubiera algo a la vista que proteja este cuarto de intrusos>> pensó Pam intrigada por aquello, mirando la habitación atentamente con un desconfianza innata ante la falta de información.
La siguiente casa mencionada por Rena captó su atención y nada mas acercarse noto el frío calando su pequeño cuerpo, que de por si no estaba acostumbrado a este <<Que raro...no hace tanto frío cuando veníamos para acá>> pensó Pam confundida, observando la casa que había captado la atención del grupo.
-No creo que sea buena idea hac...da igual -murmuro Pam al ver a Adru lanzarse contra la puerta la primera vez, igual que si fuese un conejo astado en época de celo. La niña parecía arreglarlo todo por la fuerza bruta y aunque era un método útil, también era escandalosos y destructivo. <<Hasta que no convierta en escombros tres o cuatro casas mas no estará feliz>> pensó Pam negando levemente con la cabeza ante la falta de sutilezas. Desde luego intentar ser silenciosos con Adru en el grupo, era un caso imposible.
Pam pego un respingo, habiéndose distraído en observar la fachada superior de la casa, cuando Adru se lanzo de nuevo y el golpe fue estruendoso, mirando con ojos muy abiertos como había abierto la puerta, sacándola de los goznes. <<Y sigue viva y con todos los huesos en su lugar...¿de que esta hecha>> se pregunto con seriedad y obvia incredulidad mirando atentamente a Adru, inspeccionándola con suspicacia por un segundo. Sino fuera porque sabia que solo era carne y y hueso, igual que ella, diría que estaba cubierta del mismo material que cubría uno de los brazos de Rena y Milo.
Su inspección no duro demasiado, pues algo se robo toda su atención, dejándola totalmente desconcertada al ver algo que era totalmente imposible. Y que a sus ojos solo tenia una explicación medianamente lógica para algo que no tenia nada de lógico: Magia.
Eso o que estaba volviéndose loca y confundía el polvo con nieve, cosa que Adru se encargo rápidamente de dejarle claro con sus palabras. Por primera vez, Pam sintió ganas de reírse, reírse en voz alta, por pura histeria e incredulidad ante la visión de lo que la magia podía hacer. La mona del queso entro en la casa mirando todo con ilusión, sintiendo el frío recorrer su cuerpo, olvidándose por un momento de donde estaba y lo que hacían allí, siendo por una vez una niña, para mirar hacia el techo y dejar aquella fría nieve caer sobre su rostro y hombros. Nieve...nieve de verdad, resultaba irónico que estuviera viéndola en un ciudad destruida. Algo tan bonito en un lugar así, y bajo techo, solo podía ser cosa de la magia.
-Esta helada -murmuro para si con un amago de sonrisa casi invisible que apenas duro unos segundos. Tomó entre sus manos un poco de la nieve que caía, sintiéndola frío al tacto. Se estremeció ligeramente por el frio, rompiéndose la pequeña burbuja ilusoria ante la visión de aquel lugar.
Pam se sintió estúpida, sacudiendo la cabeza y con ella la nieve que se había acumulado sobre ella y sus hombros.<< Centrate, vinisteis a buscar información, no puedes maravillarte con cualquier nimiedad>> se reprocho Pam por su acto infantil. Por suerte en la búsqueda por la primera planta no había nada digno de atención, salvo la nieve en si, cosa que le hizo sentir aliviada. Si hubiesen encontrado algo mientra ella estaba en su nube se habría sentido realmente mal, no le gustaba no estar atenta a su alrededor, ni tampoco que se le escapase información.
Se acerco a las escaleras, viendo a Milo probar su firmeza, siguiéndolo cuando comenzó a subir. Una inspección rápida basto para hacer evidente su estado, igual que la de abajo salvo por una única excepción, aquel cuarto de vistosas paredes que no parecía haber sido pisado, al contrario de los otros. <<Es tan obvio ¿porque no parece que nadie allá pasado por aquí en mucho tiempo?>> se pregunto Pam, vagando su ojos por las paredes hasta que aquel baúl de cristal entró en su campo visual.
-Que este lugar no fuese saqueado como todo lo demás, es raro- comento Pam indicando la habitación al completo- Menos con eso ahí tan visible -añadió señalando el baúl de cristal cuyo contenido era bastante evidente para cualquiera. Siendo así el hecho que todo estuviera intacto resultaba difícil de explicar y por tanto le hacia sentir suspicacia <<¿Una casa abandonada donde todo fue saqueado y solo una habitación no lo esta? Suena sospechoso, no es como si hubiera algo a la vista que proteja este cuarto de intrusos>> pensó Pam intrigada por aquello, mirando la habitación atentamente con un desconfianza innata ante la falta de información.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- InvitadoInvitado
Re: Calles
09/06/16, 02:02 am
El grupo no se lo pensó mucho antes de acercarse a la extraña casa. Rena se quedó atrás, terminando de revisar el baúl y comprobando los escombros. No se rezagó tampoco mucho tiempo, la casa despertaba poderosamente su curiosidad.
Llegó justo a tiempo para ver el segundo trompazo de Adru, que sirvió para echar la puerta abajo. Habría sido más sencillo si le hubiesen pedido su hacha, pero no iba a menospreciar el logro de la chiquilla.
-Bravo, eso es un trabajo bien hecho- dijo, medio en broma medio en serio, mientras aplaudía.
El interior de la casa estaba en bastante buen estado. En cuanto empezó a nevar Rena corrió dentro para comprobar de dónde salía la nieve. << Magia>> pensó ilusionada, y una sonrisa infantil se dibujó en su boca. A riesgo de ser imbécil sacó la lengua para atrapar un copo y saborearlo. Le avergonzaba decirlo en voz alta, pero era la primera vez que veía nieve en vivo. Se paseó por el piso embelesada. Acabó siguiendo al resto al piso de arriba, inspeccionando las paredes y suelos con interes, a pesar de ser evidente que estaban completamente desnudos.
-¡Buah!
La habitación intacta le quitó el aliento. Pasó la mano por el mural inspeccionando la pintura.
-Podemos llevarnos las sábanas y mantas, están en mejor estado que las nuestras- propuso- Y lo que sea que haya ahí.
Si fuera sincera diría que le gustaría llevarse el cofre también. Era precioso, y como pudo comprobar al tocarlo, no estaba hecho de cristal ni de plástico como había pensado en un inicio, sino de hielo. ¿Cómo se mantenía intacto? Supuso que sería magia. Le dio un toque con la hoja del hacha al cerrojo para abrirlo y sacó uno de los frascos.
-A saber qué será esto...
Llegó justo a tiempo para ver el segundo trompazo de Adru, que sirvió para echar la puerta abajo. Habría sido más sencillo si le hubiesen pedido su hacha, pero no iba a menospreciar el logro de la chiquilla.
-Bravo, eso es un trabajo bien hecho- dijo, medio en broma medio en serio, mientras aplaudía.
El interior de la casa estaba en bastante buen estado. En cuanto empezó a nevar Rena corrió dentro para comprobar de dónde salía la nieve. << Magia>> pensó ilusionada, y una sonrisa infantil se dibujó en su boca. A riesgo de ser imbécil sacó la lengua para atrapar un copo y saborearlo. Le avergonzaba decirlo en voz alta, pero era la primera vez que veía nieve en vivo. Se paseó por el piso embelesada. Acabó siguiendo al resto al piso de arriba, inspeccionando las paredes y suelos con interes, a pesar de ser evidente que estaban completamente desnudos.
-¡Buah!
La habitación intacta le quitó el aliento. Pasó la mano por el mural inspeccionando la pintura.
-Podemos llevarnos las sábanas y mantas, están en mejor estado que las nuestras- propuso- Y lo que sea que haya ahí.
Si fuera sincera diría que le gustaría llevarse el cofre también. Era precioso, y como pudo comprobar al tocarlo, no estaba hecho de cristal ni de plástico como había pensado en un inicio, sino de hielo. ¿Cómo se mantenía intacto? Supuso que sería magia. Le dio un toque con la hoja del hacha al cerrojo para abrirlo y sacó uno de los frascos.
-A saber qué será esto...
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Calles
09/06/16, 06:02 pm
En cuanto el primer frasco abandonó su lugar de manos de Rena, el cofre comenzó a escupir vapor helado. Antaño, todo el grupo habría muerto congelado. Sin embargo, en aquel momento, el vaho gélido que emanaba del baul tan solo logró fluir con fuerza suficiente como para cubrir un puñado de centímetros del suelo y helar los pies a los cosechados. Dependiendo de su calzado y del tiempo que permanecieran en la habitación, el frio vaporoso tan solo empaparía sus zapatos o podría llegar a provocarles quemaduras más o menos graves.
Rena, además, sentiría la boca reseca y una sed reciente, pero muy acuciante, que le pediría beber del frasco que acababa de robar a un par de magos muertos tiempo ha.
Rena, además, sentiría la boca reseca y una sed reciente, pero muy acuciante, que le pediría beber del frasco que acababa de robar a un par de magos muertos tiempo ha.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- InvitadoInvitado
Re: Calles
11/06/16, 09:47 pm
-¡Joder!
Rena se incorporó lo más rápido que pudo cuando el cofre empezó a escupir vapor. Aún así, la niebla helada llegó a rozarle la parte baja de las espinillas y pudo sentir el pinchazo del frío adheriéndose a su piel. Se maldijo varias veces por haber sido descuidada, era lógico que una casa de magos tuviera protecciones mágicas además de un estúpido hechizo de nieve decorativa.
-¿Estais todos bien?- preguntó al grupo.
Y llegó la sed. No fue algo gradual, de pronto simplemente estaba ahí. Sentía la boca pastosa, y el frasco de su mano le llamaba poderosamente. Estaba claro que había algo raro. Le pidió a Milo la cantimplora y dió un trago largo.
-Será mejor que nos larguemos- dijo limpiándose el hocico con la manga de la chaqueta. Dudaba si debían llevarse los demás objetos del baúl o salir corriendo directamente. Sería tentar a la suerte, pero algo le decía que tendrían pocas oportunidades para encontrar un botín así. Dejaría que el resto decidiera.
Rena se incorporó lo más rápido que pudo cuando el cofre empezó a escupir vapor. Aún así, la niebla helada llegó a rozarle la parte baja de las espinillas y pudo sentir el pinchazo del frío adheriéndose a su piel. Se maldijo varias veces por haber sido descuidada, era lógico que una casa de magos tuviera protecciones mágicas además de un estúpido hechizo de nieve decorativa.
-¿Estais todos bien?- preguntó al grupo.
Y llegó la sed. No fue algo gradual, de pronto simplemente estaba ahí. Sentía la boca pastosa, y el frasco de su mano le llamaba poderosamente. Estaba claro que había algo raro. Le pidió a Milo la cantimplora y dió un trago largo.
-Será mejor que nos larguemos- dijo limpiándose el hocico con la manga de la chaqueta. Dudaba si debían llevarse los demás objetos del baúl o salir corriendo directamente. Sería tentar a la suerte, pero algo le decía que tendrían pocas oportunidades para encontrar un botín así. Dejaría que el resto decidiera.
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