Fase 2, Ronda 4: Giz vs Melodes

Giz se alegró de que la esfera de contención le hubiera pillado dentro de las defensas de Melodes y con la red de relámpagos activa. Savaguardado por las protecciones de su enemigo, el goliat deshizo su intangibilidad mientras la red erosionaba aquella burbuja. Era débil, por lo que una bola de luz a bocajarro bastó para acabar de romperla. El asreniano puso pies en tierra firme y se aseguró de no cometer el mismo fallo que Melodes. Conjuró un campo de fuerza mágico qe lo envolviera por completo, englobando la defensa extra que le había robado al soñador.

Según lo que percibiera con la gola acerca de las defensas de Melodes, Giz utilizaría un hechizo de impacto a máxima potencia o un lanzazo mágico. La idea era atacar al flanco mágico que tuviera desprotegido o, encaso de llegar tarde para causar daños, tratar de minar las defensas que tuviera más bajas.

Giz optó por el lanzazo para romper su propia barrera mística, dejando que golpeara sus defensas delanteras. Se alegraba de no haberla reforzado. Cuando vio venir la llamarada, tejió un hechizo disipador para agotarla antes de que los daños fueran irreversibles, dejándola a un toque de romperse, y acto seguido trazó en el aire el círculo que levantaría una barrera de inercia alrededor de Melodes y su campo de fuerza.

Tras fijar al soñador en el suelo, conjuraría una variante de la red de relámpagos plata para alfombrar el suelo, abarcando la misma zona que la barrera de inercia, para cobrarse daños tanto si Melodes permanecía en la barrera como si trataba de atravesar el suelo con intangibilidad.

—¡Dulces sueños, Giz! ¡Dale dulces sueños! —animaba a su amigo. Seguro que iba a ser una pelea dura, y haber intercambiado unas pocas palabras con el soñador no quitaba que animase al goliat con todas sus fuerzas—. ¡Que no sueñe con ganar! —Después se giró hacia sus amigos—. Hay que admitirlo, el torneo estimula nuestro “centro elaborador de chistes malos”, y esto es así. —Aunque dicho en tono de disculpa, no se arrepentía de nada.

—En realidad todo este torneo se ha organizado con el único propósito de que aumentemos nuestro repertorio de chistes malos y comentarios descarados porque esa es lo que verdaderamente se valora en esta ciudad y no esas chorradas sobre la esencia y no sé qué de conquistas de las que tanto se cacarean algunos —le respondió a Gael a modo de aprobación a su comentario—. ¡Giz, no te duermas, no entres en su territorio! ¡Haz que se dé de bruces contra la realidad! —exclamó inmediatamente después de ser testigo de cómo el asreniano conjuraba una barrera de inercia.



Si el hecho de que su intención de levitar fuera frustrada contrarió al soñador, el siguiente movimiento de su oponente logró hacer que maldijese mentalmente. No era una maldición dirigida hacia el asreniano, ni siquiera caiga en la vulgaridad, pero no dejaba de ser una maldición. Sin protección mágica todavía, Melodes volvió a recibir los calambrazos de aquellas molestas descargas. Si se movía solo conseguiría desplazarse a trompicones mientras era un blanco fácil para el goliat, por lo que su opción estuvo clara desde el principio. Además, con ello lograría librarse también de la barrera de inercia.

El soñador conjuró un hechizo de dispersión debidamente reforzado que cubrió sus alrededores desvaneciendo la hechicería que allí se había anclado. La temperatura en el ruedo se vio aumentada drásticamente en un instante debido a la gran cantidad de energía mágica que había tenido que disipar. Lo siguiente que hizo fue conjurar un sortilegio de aturdimiento con el fin de quebrar definitivamente el escudo mágico. Si el goliat se dedicaba a reconstruír sus defensas, él se anclaría una barrera mágica entonces. Sino ya vería como respondería a su siguiente ofensiva.

El goliat chasqueó los labios con desagrado al ver sus dos hechizos dispersarse, pero agradeció en silencio la recarga que le suponía aquel gasto mágico de Melodes. Acto seguido repitió la barrera de inercia, ampliando el perímetro esta vez, y sonrió al brujo casi con insolencia.

Lo siguiente que hizo fue abarcar el suelo dentro de aquel círculo con un hechizo térmico para hacer que quemara y se dispuso a disparar un hechizo destructivo reforzado contra el campo de fuerza. Giz ya se había convencido de que iba a salir de aquel combate más seco que un verano en Asrena, pero le iba a demostrar a Melodes por qué había hecho bien en contratarles hacía unos meses.

Giz todavia tenía las defensas físicas intactas, por lo que dejó que los dos primeros hechizos de impacto fueran amortiguados por ellas, rompiéndolas, antes de levantar un campo de fuerza convencional en esta ocasión. Aprovechando la ausencia de barreras físicas, Giz lanzó un hechizo de aroma falso, recreando alrededor de Melodes el olor intenso del alcohol desinfectante con el fin de que el picor en la nariz le interrumpiera, y trató de encadenar tantos hechizos de impacto como le fueran posibles, imitando al soñador.