Fase 1, Ronda 6: Matt vs Per

La megafonía anuncia mi turno por lo que aprieto los dientes mientras saco los cinco kilos de arena que puedo llevar al combate. Cuando me digeron que no podria usar a mis figiras me decepcioné un poco pero al ver la arena del suelo respiro un poco mas relajado. Dejo mi bolsa sin fondo a mis amigos y me encamino al ruedo con la esfera girando a mi alrededor.

Cuando llego a la zona de combate respiro hondo quitándome las chanclas para sentir la arena mientras paso lentamente hasta la mitad de la zona para saludar al brujo novato. -Hola novato. Te recuerdo de Serpentaria.- Digo esbozando una sonrisa. -Sin rencores pase lo que pase. ¿De acuerdo?- Mientras hago tiempo intento que la arena a mi alrededor comience a arremolinarse pero parece ser que no esta por la labor de hacerme caso. Me giro para alejarme del novato mientras gruño por lo bajo al no ser capaz de co trolar la arena del suelo. "¿Y ahora que coño hago? Venga Matt tienes cinco kilos de arena, algun juguete se puede hacer."

Mientras me alejo el gong resuena dando por iniciado el combate por lo que me giro rápidamemte para conjurar una barrera mágica y otra física para intentar protegerme. Mientras que voy terminando los hechizos la bola de arena sigue pululando a mi alrededor tranquilamente. "Necesito ver que sabes hacer... mejor dejarte que intentes hacer el primer movimiento" Pienso mirando los movimientos del brujo a la espera de acelerar mi cuerpo para esquivar lo que utilice en cuanto fuese necesario

Observo curioso como el brujo da ordenes a sus bloques de madera mientras acaricio mi bola al pasar por delante mía. Al fin Per parece dispuesto a atacar por lo que girando un poco la cabeza hago restallar mis cervicales para aliviar una parte de la tensión acumulada.

El chico parece conjurar un hechizo de impacto por lo que dejo que lance su ofensiva. Cuando el brujo termina de recitar el conjuro noto como mi cuerpo se acelera mientras el mundo a mi alrededor se ralentiza. Mientras me encuentro fuera de fase puedo observar la escena analizando un poco a mi contrincante mientras me desplazo a la izquierda para esquivar el hechizo del chico.

Al volver mi cuerpo a la normalidad siento una pequeña punzada en mi sien. Tantas horas practicando estos trucos estoy ya medio acostumbrado a sentir esto por lo que no le doy mucha importancia mientras veo como el suelo donde me encontraba se levanta dejando un pequeño socabón.

Sorprendido asiento y chasqueo los dedos haciendo que la esfera se detenga en el aire partíendose en dos nuevas esferas que comienzan a dar pequeños espasmos erraticos en el aire saliendo de su superficie lisa cuatro pares de protuberancias formando lentamente la silueta de dos arañas gemelas que caen a plomo en el suelo salvando rápidamente la distancia entre mi antigua posición y la actual.

Sonriendo al ver a mis dos nuevas compañeras señalo con la cabeza al brujo y sus maderas -Vamos a ver cuan duras teneis las patas señoritas. Haced que Sandy se sienta orgullosa de que su arena valga para algo.- Al terminar de hablar ambas arañas salen disparadas hacia las maderas del chico con la intención de destrozarlas tanto con las patas como a base de clavar sus colmillos mientras yo comienzo a tejer un lanzazo de mágia en dirección al chico preguntándome como utilizará su dominio.

El combate que acababa de iniciarse había animado al poltergeist. Los recuerdos que tenía de los sendarios eran amargos, no por ellos en sí, sino por lo que pasó estando con ellos; pero los que tenía de Matt rezumaban un odio demasiado reciente como para ignorarlo. Tap había vuelto a levitar y mandaba sus particulares mensajes de apoyo al nublino de los maderos:

—¡Crújele la cara al grumoso, Per!—recordaba su nombre gracias al megáfono que lo había anunciado— ¡Métele un madero por la boca y clavale un par de estacas en los ojos!—daba igual que nada de esto llegara a ocurrir. Lo feliz que era Tap recreando aquella imagen mental del brujo bastaba.

Dama Liviana ocupaba un asiento, pero aquella túnica ocupaba los dos laterales. Cintas blancas ondeaban sobre la cara de una nublina sentada junto a la bruja, quien de vez en cuando se las quitaba para poder ver bien el combate.
Dama Liviana no parecía preocupada por el bienestar de su acompañante. Entre que estaba distraída jugueteando con un frasco de algo que parecía agua, las extrañas estrategias de los brujos y los gritos de los sendarios y el poltergeist.
-Tiene un dominio muy curioso, Per -comentó, más bien para su propio cuello que para nadie en general. Distraídamente, colocó el frasco frente a su ojo derecho. El mundo era igual a través del Elixir Número 55 de Cuatro Gotas y Tres Gotas.
Se giró hacia los sendarios como gira un precipitado grumoso dentro de un tubo de ensayo cuando le has dado (flojamente) media vuelta.
-El semibrujo es poderoso, espero que vuestro compañero tenga algún verdadero as en la manga -comentó.

A Tap le sorprendió que lo llamaran y, en otras circunstancias no se habría acercado, pero Vava estaba allí. Y no es que tuviera mucha esperanza en él como repoblador modelo, pues solía juntarse con gigantes, pero no dejaba de ser de su altura por eso. Se acercó al grupo y echó un vistazo a la torre de armadillos con incredulidad. Tenía cierta gracia, eso se lo concedía.

—No soy fan de animar gigantes—les comentó al llegar como si los conociera de toda la vida. El torneo (y ver a gigantes que odiaba recibiéndo golpes) sacaba su cara más amable—, pero el mojón de arena es un cardo y se merece perder—volvió la vista a la arena justo a tiempo para gritar—. ¡Eso es! ¡Espachurra esas arañas!

Sonrio al ver como el chico intenta cubrirse moldeando la madera y como mi hechizo parece hacer mella en su defensa. Frunzo el ceño al ver como mis arañas quedan espachurradas tras el segundo muro de madera por lo que decido intentar sacar al chico de su muralla. Los gritos de animo de sus compañeros no son muy productivos para mí pero no es algo de lo que me preocupe ahora mismo.

Tras notar como mis arañas son reducidas a arena maldigo entre dientes y lanzo mi segunda ofensiva. Avanzo hacia las maderas conjurando un segundo lanzazo mágico para terminar de desbaratar su defensa tejiendo después una malla ácida que envuelve la primera capa de madera. Al acercarme un poco mas lanzo a la malla un refuerzo mientras respiro hondo intentando que la arena aprisionada dentro de las capas empuje desde el interior para destrozar su segunda linea defensiva.

"Si no sales por tu cuenta voy a tener que sacarte yo" pienso mientras escucho el crujir de laadera por el desgaste de la malla y la presión interior.

El nivel que había estado viendo en el Torneo había acabado por demostrarme la excelente idea que había sido no apuntarme, aunque debía reconocer que los combates me estaban entreteniendo bastante. Estaba por irme, dado que mis mayores intereses estaban en el combate mágicos y y la lucha con armas, pero decidí quedarme también al siguiente para observar cómo mezclaban los distintos contendientes todas las formas de lucha posibles.

Mi interés aumentó exponencialmente cuando nombraron a los participantes. Uno de los dos me sonaba algo de la noche de la Luna Roja y alguna visita a Serpentaria, pero el otro era conocido... Demasiado conocido, diría el que había sido antes de la Luna. Sin embargo, el tiempo y la vida postluna habían acabado por mitigar enormemente cualquier circunstancia de la criba. Después de todo lo que había pasado, lo que hicieron los sendarios no era nada.

Una voz me dejó congelado en la grada, obligándome a aferrarme con toda mi fuerza al borde para no caerme de la impresión. El sueño con Seon me había ayudado a reflexionar, cierto, pero todo lo que conllevaba la vampira seguía siendo un tema espinoso en el mejor de los casos. No pude evitar que se me colasen unos retazos de recuerdos antes de obligar a la caja que contenía todo lo que había pasado antes de ser un trasgo a cerrarse con siete llaves. Intenté volver a centrarme en la lucha, pero fue imposible por completo.

No iba a intentar engañarme a mí mismo fingiendo que comprobar la supervivencia de Dahannei había supuesto un enorme alivio. Al fin y al cabo, compartir un sueño con alguien (y más aún: recuerdos y sensaciones) no era algo muy común, amén de que había algún que otro paralelismo entre ambos. Si me lo proponía (cosa, que evidentemente, no hacía) podía recordar a la perfección la mareante sensación de mezclas de identidades que había experimentado cuando formé parte de la tarta de Ewa. De hecho, si no me lo proponía también podía recordar aquello a la perfección.

Volví a clavar mis ojos en Dahannei, preguntándome si algo parecido le había pasado a ella. ¿Había descubierto algo? ¿Cuánto? ¿Se lo había contado a sus compañeros? ¿Qué había provocado ese sueño compartido? Sabía que, en mi caso, el regalo había provenido de Ewa, pero hasta donde sabía ella no pertenecía a la secta. ¿Entonces qué...?

Me encontré a la daeliciana mirando hacia mí con unos ojos en los que vi el reconocimiento. Esa vista me dividió: por un lado, la curiosidad me carcomía, pero por otro no estaba seguro de si abordar a la vampira era una buena idea. Finalmente le hice un gesto con un significado evidente: "reunámonos después del combate". Tras esto volví a desviar la vista hacia los contendientes de la arena, ya sin prestar ninguna clase de atención a ambos transformados.

—¿Por qué hay tanto ánimo para el contrincante de Matt? Tios, no vamos a dejar tirado a nuestro saco de arena, ¿no? —preguntó Gael a sus compañeros. Había un grupito que armaba mucho barullo, y si fuese él quien estuviese en la arena se sentiría un tanto amargado—. ¡Adelante, Matt! ¡Ya queda poco! ¡Usa ataque arena! —Se giró hacia Noel y se echó a reir. Fuera de las bromas, siguió animando a Matt durante toda la pelea.

Noel respondió con una sonrisa jocosa el comentario de Gael antes de volver su atención al combate.
—Tiene suerte que dejó de ser de tipo normal después de la primera generación. ¡Saco de arena, aprovecha que puedes tocar madera para no perder contra un novato! —gritó a continuación en tono sarcástico.
No se podía decir que no estuviese animando a su manera, a pesar de que en un principio no había planeado hacerlo. Pero aquel grupo era muy ruidoso y entre ellos y Tap el brujo tan solo estaba recibiendo comentarios negativos.