Fase 2, Ronda 3: Shizel vs Noel

Shizel descartó inmediatamente cualquier táctica basada en hacerse el despistado sobre su escudo en cuanto anunciaron el nombre de su oponente por el altavoz. Porque el rival al que se enfrentaba había estado presente cuando había comprobado por primera vez cómo funcionaba.

"De todos los duelistas de Rocavarancolia que me podían haber tocado", se quejó mentalmente mientras salía a la arena.
-Ahora me arrepiento de no haberme quedado a mirar vuestras prácticas en la bahía- reconoció con una sonrisa cuando saludó a Noel-. Buena suerte.

Pasó el lapso restante hasta que sonó el gong calibrando a su oponente, analizando la mejor manera de sacarle partido al combate. Cuando éste dio inicio no perdió el tiempo y fue directo al grano: su movimiento de apertura vino en forma de un cántico de orden a cuyo comando los pedruscos del anfiteatro fueron moviéndose en dirección al draco, algunos para golpearle y otros para apilarse en torno a él en forma de muro. Había elegido eso en lugar de encadenar sortilegios de levitación porque le permitía interrumpirlo en el mismo momento en que lo decidiera, sin dejar ningún hechizo a medias, además de costarle menos concentración.

Primero había sido Giz y ahora el skrýmir. Noel empezaba a pensar que estaba destinado a enfrentarse a todos los contrincantes con habilidades que le proporcionaban alguna ventaja mágica en aquella categoría. Al menos conocía en qué consistía la de Shizel y no le cogería por sorpresa.

—Si te consuela, de mí no creo que fueses a sacar demasiada información. Las auténticas prácticas mágicas no las llevo a cabo precisamente allí —respondió devolviéndole una sonrisa divertida—. Buena suerte a ti también.

En cuanto vio que las piedras empezaban a moverse comandadas por el cántico de orden del idrino, lo primero que hizo fue conjurar un campo de fuerza respaldado que aguantase los golpes de las primeras pedradas inevitables. Su siguiente paso lo decidió en cuanto vio que las rocas no solo iban dirigidas a darle a él sino que también las estaba apilando a su alrededor.

El draco conjuró una malla ácida que se aseguró de dirigir por encima de toda piedra que se estuviese moviendo a su alcance. En cuanto Shizel detuviese aquella ofensiva, conjuraría su primer escudo mágico, respaldándolo si le daba tiempo.

Shizel tenía claro que le convenía el combate cercano y fue acortando distancias con Noel mientras éste estaba ocupado repeliendo las rocas. En cuanto vio que convocaba una malla ácida supo que no podía exprimir más la jugada, de modo que dejó de canturrear. El draco se había parapetado tras sendas defensas, y eso siempre constituía un inicio difícil.

Alzó el escudo mientras empezaba a conjurar. "A ver qué me devuelves."
El idrino no iba a perder el tiempo esta vez, y tampoco a empezar flojito. Mientras le durase la cobertura aprovecharía el tiempo para embestir frontalmente las defensas de su oponente.

Había aprendido el lanzazo mágico por desconfianza, al ver que todos sus conocidos empezaban a practicarlo para el torneo. Sin embargo justamente por eso le parecía muy genérico y no le gustaba usarlo, pero dado que las primeras arremetidas iban a ser de desgaste no importaba realmente qué hechizo usara. Cuando el primero hizo saltar chispas de la protección mágica de Noel fue preparando el terreno para enlazar un segundo.

Al ver que Shizel comenzaba a formar su escudo y se dirigía hacia él, Noel optó por conjurar un escudo mágico sin reforzar, con el único fin de que aguantase un primer envite. El campo de fuerza había resistido a duras penas los primeros golpes de las rocas antes de que pudiera deshacerse de ellas, pero tampoco pretendía que aquel le durase mucho más. Por eso dedicó el tiempo que el idrino invirtió en el lanzazo para anclarse defensas sobre sí mismo, empezando por las mágicas.

Su escudo mágico inicial estalló ante el impacto del lanzazo y poco antes había comenzado a conjurar el draco un nuevo sortilegio. No mucho antes de que el skýmir finalizase su segundo ataque, el sueco erigió una barrera mística que devolveria el hechizo con la potencia aumentada. <<Vamos a jugar a tu juego>>.

Si salía bien, el lanzazo rebotaría contra ella y después contra el escudo del idrino, para regresar una vez más contra la barrera, que se desmoronaría entonces. Si el primer golpe no le rompía su reflector, el segundo lo haría. En ese tiempo reforzaría sus defensas.

La recarga que notó cuando Noel erigió una nueva barrera fue destacable, y eso hizo sospechar a Shizel que la cosa tenía truco. Retrocedió unos pasos para ver venir cualquier cosa rara, y pudo comprobar en toda su gloria el efecto de la barrera mística.

No le convenía enzarzarse en un juego de rebotes sin que él dictase las condiciones. No valía la pena rebotarlo ni a mitad de potencia, así que ante la muda pregunta de su organismo Shizel templó su escudo para que se limitase a bloquear el hechizo, para evitar fragilizarlo de más.

Maldijo internamente. No se había esperado un conjuro así de alguien con una transformación más orientada a lo físico.
"Muy bien." Que no se dijera de él que no era versátil. Podía utilizar su escudo no sólo para defenderse sino para atacar.

Desde su nueva posición disparó un hechizo de impacto, y devolverlo duplicado sorbió las últimas energías de la barrera mística al tiempo que se lo devolvía. Shizel esperaba mano por delante para recibir el relevo, y volvió a duplicarlo una vez rozó su escudo. El embrujo cuadruplicado cargó a toda máquina contra Noel.

Shizel tenía muy asimilado el tiempo que ganaba al no tener que conjurar escudos y había aprendido a aprovecharlo. Empezó inmediatamente a conjurar en cuanto vio que el rebote salía bien.

Noel no conocía los pormenores de la transformación del idrino y por tanto no sabía que podía elegir bloquear el hechizo. No obstante, aprovechó el momento para reforzar sus defensas, al tiempo que oía como Shizel conjuraba un hechizo de impacto. El draco no se había quedado quieto, precisamente para eso había estado abandonando sus barreras fijas y se había anclado las protecciones directamente sobre la piel.

El skrýmir conservaba el escudo, por lo que ahora corría el riesgo de que le diese con él ya que la barrera mística caería con el siguiente impacto. Es por ello que el sueco conjuró un hechizo de impulso sobre sí mismo, que sería más rápido que la intangibilidad y menos arriesgado que el desvío para apartarse de la que se le venía encima. Mientras tanto, el campo de fuerza que había abandonado estalló con violencia ante el tremendo impacto del hechizo cuadruplicado. Había abierto las alas para no perder el equilibrio con la inercia del hechizo y tan pronto fue capaz de apuntar correctamente, lanzó su siguiente hechizo.

Uno bastante extraño, pues lo que hizo fue aplicar sobre la parte de sus alas que tenía nás a mano un hechizo de atracción con el que delimitó un área de esta para que se soltasen varias de sus plumas de esa zona. No podía usarlas de forma natural, pero si empleaba magia tan solo estaría utilizando los recursos a mano, aunque estos viniesen de su propio cuerpo. No se molestó en recoger las plumas con la mano y, tan pronto se despredieron, lanzó sobre ellas una combinación de levitación e impulso.

Acto seguido las dirigió contra el skrýmir, quien no contaba con una barrera física. Por mucho que reflejase magia, no podía reflejar su uso sobre un objeto externo.

A su escudo le quedaba un envite como mucho y Shizel lo sabía. Lo que había empezado a conjurar inmediatamente después de hacer rebotar el hechizo de impacto era un campo de fuerza doble (no muy fuerte, ya que ante las prisas había dado primacía a la diversidad antes que a la potencia) tras el que refugiarse cuando éste cayera. Logró terminarlo por ese escaso margen de anticipación, y éste se desplegó frente a él justo a tiempo de cortar la embestida de la mayoría de las plumas de Noel, aunque algunas habían sido lo bastante rápidas para llegar a colarse y se le clavaron, a pesar de la magra protección de la capa de hielo, en los antebrazos que había interpuesto por instinto.

Shizel siseó de dolor. No podía curarse con el escudo activo, pero dejó que eso alimentara su mala leche. Cortó el aire con una serie de movimientos y entre sus dedos pronto chisporroteó la inercia de un hechizo de racha de viento. El movimiento direccionante del final lo desvió no hacia Noel sino hacia su mano opuesta primero.

El hechizo rebotó de nuevo contra su escudo y salió duplicado contra Noel con el objetivo de desequilibrarle e impedirle mover los brazos con soltura a causa de la violencia del viento. La capa de hielo estalló en mil pedazos: el skrýmir había elegido un hechizo poco complejo a propósito, ya que prefería sacrificar lo que quedaba del escudo en una ofensiva que arriesgarse a quedar fuera de combate por depender en exceso de él.

Shizel era consciente de la ventaja que suponía haber podido regenerar parte de su magia durante el combate y pretendía arrastrar al draco a una guerra de desgaste. Aprovechó para curarse, expulsando las plumas clavadas al cerrarse su piel, mientras vigilaba el siguiente movimiento de Noel.

En cuanto le vio conjurar una racha de viento, el draco decidió cual sería su próximo movimiento. Especialmente al ver que el skrýmir rompía su propio escudo, ya que podría aprovechar el mismo hechizo para dos cosas. El draco conjuró un simple hechizo térmico, dirigiéndolo en chorros de calor a alta temperatura hacia las ráfagas de viento que se dirigían hacia él. No pudo evitar recibir parte de la fuerza del viento mientras trataba de mantenerse firme en el sitio cubriéndose con las alas y afianzando su posición sobre la arena, enterrando ligeramente las botas en la misma. Pero al cabo de unos instantes, el viento comenzó a subir debido a su mayor temperatura respecto al aire que ya se encontraba en el ambiente y las ráfagas dejaron de soplar a su altura.

En ese momento, mientras se acercaba a Shizel, comenzó a dirigir los chorros de calor hacia el propio idrino. Con las características de su transformación el calor tenía que, como mínimo, resultarle una molestia añadida o al menos eso era lo que el draco deducía conociendo algunas de sus característiacas y comparando su caso con el de Gael. Si tenía alguna oportunidad, conjuraría un hechizo de llama sobre la piel ya caliente del idrino. En caso de no disponer de esta, efectuaría otro movimiento diferente en función de si el skrýmir lograba o no levantar un nuevo escudo.

Noel se acercó a él y Shizel retrocedió a la par dentro del campo de fuerza; ya no le convenía tanto el combate cercano como antes. Notó que la parte física de su barrera se carcomía a velocidad vertiginosa y en cuanto ésta se desgastó pudo notar inmediatamente en el ambiente por qué.
"Si no intentan fuego eligen calor", se quejó mentalmente. "¿Me has visto tú a mí intentar cortarte las alas?"

No había esperado causar daño real con la racha de viento: solamente que fuese lo bastante intensa para comprarle algunos segundos de reacción. Éstos le permitieron preparar con tiempo el sortilegio de intangibilidad en cuanto vio que algo raro le pasaba a su barrera física, y permitió impertérrito que los chorros de calor le atravesaran.
No salió aún del perímetro de lo que quedaba de la parte mágica del campo, y contraatacó con una bola de luz que encadenaría con otra si le daba tiempo. El draco había conjurado nuevas defensas. "Te las tiraré todas abajo", pensó el idrino con determinación. Estaba siendo un combate intenso y Shizel se estaba entusiasmando. Pensaba obligarle a desviar o bloquear todas las ofensivas que pudiera para continuar con la estrategia de desgaste.

En cuanto Shizel se hizo intangible, Noel pasó a configurar otra táctica diferente. Dejó que su escudo mágico reforzado absorbiese el impacto de la bola de luz y mientras tanto se había acercado a la posición del skrýmir conjurando un escudo mágico respaldado cuya mayor parte se encontraba bajo la arena y tan solo la parte superior sobresalía, cubriendo al skrýmir.

Antes de que Shizel pudiese terminar su segundo sortilegio, el draco se apresuró a delimitar una zona bajo los pies del idrino que abarcaba poco más que su propio cuerpo y en ella utilizó un hechizo de inyección debidamente potenciado para crear un agujero que mediría algo más de dos metros de altitud y que contenía el escudo mágico que, lógicamente, estaba revertido. El objetivo era obligarle al idrino a deshacer la intangibilidad si quería salir del agujero sin perder mucho tiempo tirando la barrera abajo; aunque si optaba por aquella opción sin modificar sus condiciones actuales, el sueco se aseguraría de acosarlo con ataques mágicos como lanzazos o bolas de luz.

Si deshacía la intangibilidad, intentase o no salir mediante el uso de levitación pero levantando además su reflector, Noel utilizaría su propio hechizo de intangibilidad. Tan solo sobre su gabardina, no obstante, con el fin de quitársela como debía hacer normalmente si no quería desnudarse por completo para deshacerse de una única prenda. Pensaba arrojarla en llamas sobre el idrino y, si la situación lo propiciaba, le lanzaría un hechizo de impacto ya que si se encontraba cubierto no podría rebotar ningún hechizo.

No obstante, al oír como Shizel conjuraba un hechizo de desvío que impactó contra el escudo mágico, Noel se vio obligado a modificar su estrategia. Lo primero que hizo fue recomponer los daños de la barrera, para después esperar unos segundos prudenciales por si el idrino decidía deshacer su intangibilidad, pero practicó la misma sobre su gabardina de todas formas en ese tiempo para quitarsela. Y tras ello, su siguiente movimiento fue conjurar una barrera de inercia, ya no podría salir con levitación de allí. Hizo levitar entonces su prenda y le prendió fuego mágico para a continuación dejarla caer al agujero de forma rápida con la ayuda de la inercia.

"No tengo por qué salir de aquí", pensó Shizel al verse en un agujero. No pensaba alzar el escudo indiscriminadamente, y si se quedaba en la hendidura no ofrecía un blanco innecesario que podría forzarle a defenderse antes de tiempo.

La niebla mágica acudió a sus ojos para no perderse ningún movimiento de su rival, y la siguiente jugada del skrýmir quedó determinada en cuanto vio que Noel empezaba a hostigarle a base de magia. Usando aquella visibilidad ampliada para calcular bien el tiempo, usó hechizos de desvío para que lo que el draco le enviaba golpease la barrera que le aprisionaba desde dentro. No le importaba en qué parte de ésta impactaran, ya que su objetivo no era devolverlos a ningún punto en concreto, de modo que la tarea le requería menos precisión.

Desvió eficientemente el primer lanzazo que le llegó, pero Noel debió haberse dado cuenta de su táctica porque no le llegó ninguno más. Shizel decidió mantener su posición ya que obligaría al draco a cambiar de estrategia: si se mantenía intangible no podía alcanzarle con nada físico, y si le enviaba balizas mágicas el skrýmir podría usarlas para destrozar el campo mágico que el propio sueco había levantado. No se inmutó, por tanto, cuando notó que su cárcel improvisada se reforzaba. "Envíame lo que quieras", le desafió mentalmente.

Utilizó el tiempo que le dejó Noel para anclarse una defensa mágica reforzada a ras de piel. Con el ojo puesto en su oponente gracias a la niebla pudo ver que tendría que tendría que salir del suelo por un lateral, aunque no calculó bien el apartarse de la chaqueta en llamas ya que no había contado con la mayor rapidez al caer que le confería la barrera de inercia. La protección que llevaba puesta bloqueó los daños antes de que pudiese moldear una de las paredes del agujero para que la cubriese, pero Shizel se hartó finalmente.

Iba a necesitar fuerza bruta para salir de allí, de modo que convocó un lanzazo que potenció a conciencia. Podía permitirse el gasto ya que no corría el riesgo de fallar, y dado que quedaba poco tiempo de combate. Finalmente dibujó el semicírculo de compleción con una mano y apuntó con la otra hacia arriba. El trallazo hizo añicos el escudo mágico, que el contacto con las llamas mágicas de la chaqueta había minado parcialmente.

Libre ahora para salir de los límites de la barrera de inercia, Shizel tomó aire y se internó por una pared lateral del agujero. Emergió del subsuelo a escasa distancia de Noel.