Cicatriz de Arax
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Rocavarancolia Rol
59 participantes
- Rocavarancolia Rol
Cicatriz de Arax
03/08/11, 11:05 am
Recuerdo del primer mensaje :
La cicatriz de Arax atraviesa la ciudad de este a oeste. Es una fosa común repleta huesos entre los que se mueven unos enormes gusanos ciegos con bocas repletas de afilados colmillos.
A su largo se han instalado recientemente varios puentes colgantes de unos dos metros de ancho. Aunque se tambalean considerablemente la madera es firme y está en buenas condiciones, así como las cuerdas.
A su largo se han instalado recientemente varios puentes colgantes de unos dos metros de ancho. Aunque se tambalean considerablemente la madera es firme y está en buenas condiciones, así como las cuerdas.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Cicatriz de Arax
25/08/14, 07:24 pm
Roaxen Tenvrai
Tras el casi accidente funesto de Sekkeh Reikayame, el capellán esbozó una sonrisa. Aunque no era porque su compatriota se habia puesto en peligro, sino porque se habia confirmado a si mismo que su instinto estaba en lo cierto con aquello.
-¿Veis? Os lo dije. Era una trampa.-se limitó a decir con una sonrisa presumida en su rostro.
Pero el humor de Roaxen Tenvrai tan solo se habia recuperado unos segundos como para desestabilizarse de nuevo. Principalmente, por la discusión de los xenos. Era exhasperante tener que tratar con tantos a la vez y de apariencias más horrendas uno detrás de otro.
La escritora expuso su opinion, en parte acertada, en parte no y falló al acordarse del nombre del capellán. Aquello le cogió desprevenido. ¿Quién seria tan insensato como para cometer semejante falta de respeto? No dejó que su celo aflorase y se limitó en contestar.
-Mi nombre es Roaxen Tenvrai, Irianna.-dijo en un principio.-Nosotros, los ulteranos, mostramos respeto a los demás acordandonos de sus nombres. Ya veo que no es algo universal.-se limitó a añadir. Queria enfadarse, pero no era el momento ni Irianna era la cabeza de turco que necesitaba. Las conversaciones y debate se siguieron sucediendo provocando todo tipo de expresiones que internó en su psique para no estallar y, entre ellas, encontró con quién soltar algo de humo.
-Mientras que estoy a favor de separar al grupo en dos para aumentar nuestras posibilidades de encontrar comida y refugio, desearia que tuvierais en cuenta lo siguiente: Si creeis que el refugio será un lugar seguro e inexpugnable, o que los cebaran como a bestias de corral con lo que hay en esos vehiculos siento informaros que estais siendo excesivamente ingenuos.-rompió a hablar de pronto.-Tenemos una misión y tan solo esta misión. Sobrevivir. Y dudo que las condiciones de las que hablais no se verian cumplidas tan solo porque es lo que el sentido común dicta.-se cruzó de brazos, antes de añadir algo más y dejar el asunto.-Os aconsejaria un pensamiento más crítico y realista. Quizás ni encontremos el refugio antes de cernirse el crepusculo sobre nosotros y es posible que la comida que llevan esas bañeras sea para toda una semana y por todo el metal del mundo, mocoso...-dijo hablando para el humano de pelo casi rapado y rubio.-...la comida es para quien la coja primero, bestia, persona o xeno.-terminó con un tono asqueado por la estupidez del chaval.
Suspirando con exhasperación, Roaxen Tenvrai se separó del grupo. Se sentia rodeado de imbéciles, de críos llorones que no habian abandonado el lecho ni sangrado nunca, lejos del hecho que por encima de todo, eran xenos asquerosos. Aunque quizas la estupidez de la mayoria estuviera nublando su juicio, el ulterano no tenia pensamientos positivos de ninguno de los presentes en aquel momento.
Finalmente, decidieron ir al refugio, aunque primero deberian de cruzar aquel sitio tan macabro. Para ello, se guiaron por encima de un edificio derruido que hacia las veces de puente. El capellán marchaba con paso prieto y sin detenerse, aunque regularmente vigilaba la retaguardia, solo por si acaso.
Sigue en Torreón Letargo.
Tras el casi accidente funesto de Sekkeh Reikayame, el capellán esbozó una sonrisa. Aunque no era porque su compatriota se habia puesto en peligro, sino porque se habia confirmado a si mismo que su instinto estaba en lo cierto con aquello.
-¿Veis? Os lo dije. Era una trampa.-se limitó a decir con una sonrisa presumida en su rostro.
Pero el humor de Roaxen Tenvrai tan solo se habia recuperado unos segundos como para desestabilizarse de nuevo. Principalmente, por la discusión de los xenos. Era exhasperante tener que tratar con tantos a la vez y de apariencias más horrendas uno detrás de otro.
La escritora expuso su opinion, en parte acertada, en parte no y falló al acordarse del nombre del capellán. Aquello le cogió desprevenido. ¿Quién seria tan insensato como para cometer semejante falta de respeto? No dejó que su celo aflorase y se limitó en contestar.
-Mi nombre es Roaxen Tenvrai, Irianna.-dijo en un principio.-Nosotros, los ulteranos, mostramos respeto a los demás acordandonos de sus nombres. Ya veo que no es algo universal.-se limitó a añadir. Queria enfadarse, pero no era el momento ni Irianna era la cabeza de turco que necesitaba. Las conversaciones y debate se siguieron sucediendo provocando todo tipo de expresiones que internó en su psique para no estallar y, entre ellas, encontró con quién soltar algo de humo.
-Mientras que estoy a favor de separar al grupo en dos para aumentar nuestras posibilidades de encontrar comida y refugio, desearia que tuvierais en cuenta lo siguiente: Si creeis que el refugio será un lugar seguro e inexpugnable, o que los cebaran como a bestias de corral con lo que hay en esos vehiculos siento informaros que estais siendo excesivamente ingenuos.-rompió a hablar de pronto.-Tenemos una misión y tan solo esta misión. Sobrevivir. Y dudo que las condiciones de las que hablais no se verian cumplidas tan solo porque es lo que el sentido común dicta.-se cruzó de brazos, antes de añadir algo más y dejar el asunto.-Os aconsejaria un pensamiento más crítico y realista. Quizás ni encontremos el refugio antes de cernirse el crepusculo sobre nosotros y es posible que la comida que llevan esas bañeras sea para toda una semana y por todo el metal del mundo, mocoso...-dijo hablando para el humano de pelo casi rapado y rubio.-...la comida es para quien la coja primero, bestia, persona o xeno.-terminó con un tono asqueado por la estupidez del chaval.
Suspirando con exhasperación, Roaxen Tenvrai se separó del grupo. Se sentia rodeado de imbéciles, de críos llorones que no habian abandonado el lecho ni sangrado nunca, lejos del hecho que por encima de todo, eran xenos asquerosos. Aunque quizas la estupidez de la mayoria estuviera nublando su juicio, el ulterano no tenia pensamientos positivos de ninguno de los presentes en aquel momento.
Cogito Ergo Sum escribió:♚ ¡Qué humillante!
Finalmente, decidieron ir al refugio, aunque primero deberian de cruzar aquel sitio tan macabro. Para ello, se guiaron por encima de un edificio derruido que hacia las veces de puente. El capellán marchaba con paso prieto y sin detenerse, aunque regularmente vigilaba la retaguardia, solo por si acaso.
Sigue en Torreón Letargo.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Cicatriz de Arax
29/09/14, 07:18 pm
Por suerte, pensó, no se perdieron... ¿O quizá sí? Habían recorrido casi al azar un buen número de calles hasta llegar a una zona más abierta -literalmente incluso- así que quizá sí se habían perdido. O quizá no. Se descubriría cuando decidieran retomar el camino de vuelta y supieran o no volver. Pero Tesón estaba convencido, no de que volverían, sino de que en caso de desaparecer todo el grupo, los del torreón ni se molestarían en salir. Es más, el mismo tampoco lo haría. Una cosa era ser un grupo grande y dividirse para buscar a otro grupo grande, y otra bien distinta era que un grupo pequeño (los que quedaban en el torreón) tuvieran que decidir si salir o no a buscar al resto de su grupo y, además, a los que fueron a buscar. Mejor no, si querían sobrevivir.
Volviendo a la ciudad, llegaron a una zona en la que una larga y amenazante brecha recorría las calles hasta donde su vista alcanzaba. De un lado a otro. ¿Qué habría pasado ahí, un terremoto quizá? Parecía lo más probable.
-Fin del camino para quien no vuele-masculló-. Había varios voladores en el grupo que se separó, ¿no? Si llegaron a esta zona... A saber si pudieron seguir adelante o se dieron la vuelta. Lo más seguro es que solo los voladores pudieran y se fueran por otro camino... ¿Ideas?
Volviendo a la ciudad, llegaron a una zona en la que una larga y amenazante brecha recorría las calles hasta donde su vista alcanzaba. De un lado a otro. ¿Qué habría pasado ahí, un terremoto quizá? Parecía lo más probable.
-Fin del camino para quien no vuele-masculló-. Había varios voladores en el grupo que se separó, ¿no? Si llegaron a esta zona... A saber si pudieron seguir adelante o se dieron la vuelta. Lo más seguro es que solo los voladores pudieran y se fueran por otro camino... ¿Ideas?
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Cicatriz de Arax
29/09/14, 07:53 pm
Sin ningún otro plan mejor optaron por avanzar a ciegas, esperando con suerte estar recorriendo el mismo camino que el día anterior recorrieran los otros y dar con ellos. Sin embargo lo que encontraron fue algo totalmente diferente.
Tras avanzar por calles de distintos tamaños, en un momento dado el camino se ensanchó, dejando a la vista una enorme grieta que recorría todo de lado a lado. No podía verla en su totalidad, pero Kirés tenía la sospecha de que, vistas sus proporciones, probablemente dividiría gran parte de la ciudad en dos, o incluso toda. Aun así lo más sorprendente de aquella grieta no era la grieta en sí, sino su contenido: Huesos, cientos, miles o incluso más llenaban su interior. Los había de todas las formas y tamaños, algunos propios de seres humanoides, y otros tan extraños que resultaba completamente imposible imaginarse a qué podrían haber pertenecido.
Pero en cualquier caso era muy improbableque los otros hubieran seguido aquella ruta. No era muy acogedora que se pudiera decir, y si entonces estaban huyendo tampoco habían tenido tiempo de pararse y buscar un modo de cruzar. En otras palabras, habían perdido cualquier posibilidad de rastrearlos. –Yo tampoco creo que cruzaran esto, y teniendo en cuenta que hemos avanzado siguiendo corazonadas y no verdaderas pistas es posible que ni llegaran a ver la grieta y nosotros nos hayamos metido por donde no es. –Se calló un momento pensativo, y luego negó con la cabeza para sí mismo. –No. Es imposible que podamos encontrarlos así, de modo que lo único que podemos hacer es intentar adelantarnos y averiguar a dónde podrían haber ido.
El enderth barajó la situación colocándose en el lugar del otro grupo, pensando en qué habría hecho él en su situación, y entonces se acordó de las mazmorras. –Claro. Antes o después han tenido que buscar algún lugar donde pasar la noche, y aparte del torreón el único edificio medianamente en condiciones que hemos encontrado es en el que nos despertamos el primer día. ¿Probamos allí?
Tras avanzar por calles de distintos tamaños, en un momento dado el camino se ensanchó, dejando a la vista una enorme grieta que recorría todo de lado a lado. No podía verla en su totalidad, pero Kirés tenía la sospecha de que, vistas sus proporciones, probablemente dividiría gran parte de la ciudad en dos, o incluso toda. Aun así lo más sorprendente de aquella grieta no era la grieta en sí, sino su contenido: Huesos, cientos, miles o incluso más llenaban su interior. Los había de todas las formas y tamaños, algunos propios de seres humanoides, y otros tan extraños que resultaba completamente imposible imaginarse a qué podrían haber pertenecido.
Pero en cualquier caso era muy improbableque los otros hubieran seguido aquella ruta. No era muy acogedora que se pudiera decir, y si entonces estaban huyendo tampoco habían tenido tiempo de pararse y buscar un modo de cruzar. En otras palabras, habían perdido cualquier posibilidad de rastrearlos. –Yo tampoco creo que cruzaran esto, y teniendo en cuenta que hemos avanzado siguiendo corazonadas y no verdaderas pistas es posible que ni llegaran a ver la grieta y nosotros nos hayamos metido por donde no es. –Se calló un momento pensativo, y luego negó con la cabeza para sí mismo. –No. Es imposible que podamos encontrarlos así, de modo que lo único que podemos hacer es intentar adelantarnos y averiguar a dónde podrían haber ido.
El enderth barajó la situación colocándose en el lugar del otro grupo, pensando en qué habría hecho él en su situación, y entonces se acordó de las mazmorras. –Claro. Antes o después han tenido que buscar algún lugar donde pasar la noche, y aparte del torreón el único edificio medianamente en condiciones que hemos encontrado es en el que nos despertamos el primer día. ¿Probamos allí?
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Cicatriz de Arax
29/09/14, 08:08 pm
Ante ellos se abría una brecha en la tierra, algo a medio camino entre lo natural y lo antinatural. Aunque pareciese provocada por un seísmo, solamente las casas que se habían levantado más cerca de la grieta estaban ahora convertidas en escombros. No había mucha piedra sobre piedra en los alrededores, pero más allá, la ciudad seguía como si aquel desastre no tuviera nada que ver con ella. Unos pocos pasos más cerca, también pudieron descubrir el río de huesos. La estremecedora imagen recordaba a una fosa común tremendamente saturada, y probablemente improvisada «si abandonaron a estos aquí sin echarles siquiera tierra por encima…». Los huesos, renegridos y desgastados, tenían como compañeras armas y armaduras. «Sí, debió oler a rayos la ciudad entera».
―Desde luego no se cayeron ahí dentro ―respondió a Tesón cuando empezó a hablar, acercándose al borde lo justo y necesario. Desde allí podía apreciar bien cómo se perdía hacia ambos lados de la ciudad. No les valía la pena buscar algún modo de cruzar, lo más probable era que si el grupo había llegado hasta allí, hubiera buscado otra ruta, caminando en paralelo a la grieta o regresando atrás―. Es muy probable que hayan llegado hasta aquí ―contradijo a Kirés―. Si corrían con tantas ganas como nosotros, yendo en línea recta se llega aquí. Cuando corríamos el grupo estaba bastante separado y doblando una esquina prácticamente asegurabas el quedarte solo. ―«Al menos eso era lo que tenía claro mientras corríamos»―. De todas formas es indiferente, es lo que has dicho, va a ser muy difícil encontrarlos. Volvamos allí, tampoco podemos hacer mucho más.
Sigue en las Mazmorras de la Cosecha.
―Desde luego no se cayeron ahí dentro ―respondió a Tesón cuando empezó a hablar, acercándose al borde lo justo y necesario. Desde allí podía apreciar bien cómo se perdía hacia ambos lados de la ciudad. No les valía la pena buscar algún modo de cruzar, lo más probable era que si el grupo había llegado hasta allí, hubiera buscado otra ruta, caminando en paralelo a la grieta o regresando atrás―. Es muy probable que hayan llegado hasta aquí ―contradijo a Kirés―. Si corrían con tantas ganas como nosotros, yendo en línea recta se llega aquí. Cuando corríamos el grupo estaba bastante separado y doblando una esquina prácticamente asegurabas el quedarte solo. ―«Al menos eso era lo que tenía claro mientras corríamos»―. De todas formas es indiferente, es lo que has dicho, va a ser muy difícil encontrarlos. Volvamos allí, tampoco podemos hacer mucho más.
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- Daninokuni
Ficha de cosechado
Nombre: Ziack
Especie: Enderth
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia - Instinto animal - Planificación
Re: Cicatriz de Arax
27/10/14, 05:43 pm
Cada paso que daba era una tortura para Ziack. El frío le corroía los huesos de tal manera que casi había olvidado cuánta hambre tenía, pero esta le afectaba a la energía.
No tardaría en desmayarse.
Al salir del Barrio de los Callejones sin salida, el enderth se topó con algo más allá de su imaginación. Había vigilado los alrededos con cautela, pero a partir de ese momento, prestaría mucha más atención.
Ante él se encontraba una enorme franja que se extendía allá donde alcanzaba su vista, y que contenía huesos de criaturas muertas.
Horrorizado, Ziack se apresuró a salir del lugar, donde además comenzaba a sentir una fuerte sensación de peligro.
Se apresuró lo más rápido que podían sus destrozadas piernas a unas calles cercanas a un torreón cubierto de enredaderas.
Sigue en Calles
No tardaría en desmayarse.
Al salir del Barrio de los Callejones sin salida, el enderth se topó con algo más allá de su imaginación. Había vigilado los alrededos con cautela, pero a partir de ese momento, prestaría mucha más atención.
Ante él se encontraba una enorme franja que se extendía allá donde alcanzaba su vista, y que contenía huesos de criaturas muertas.
Horrorizado, Ziack se apresuró a salir del lugar, donde además comenzaba a sentir una fuerte sensación de peligro.
Se apresuró lo más rápido que podían sus destrozadas piernas a unas calles cercanas a un torreón cubierto de enredaderas.
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- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Cicatriz de Arax
02/11/14, 12:32 pm
En qué momento dejó de tomarse en serio los gritos que le rodeaba, a saber. Mientras buscaba una salida al barrio de las casas convertidas en cenizas no tuvo mejor idea que ponerse a gritar él también. Los llantos sonaban lastimeros y los gritos desgarradores, pero los suyos eran más como un constante "Aaaaaaaah", "Oooooooh" sin expresión alguna, como si se estuviera burlando de los que murieron ahí. Por no decir que de vez en cuando también gritaba cosas sin sentido para ver como sonaban en su nuevo idioma, tales como "¡¡LA VACA HACE MUU!!".
Jace quería creer que no estaba viviendo todo aquello, y pensar que era broma era mucho más simple que aceptar que todo era cierto. Pero en lo más profundo de su consciencia, tenía muy claro que por mucho que anduviese, lo que se encontraría más adelante no iba a ser ningún plató de televisión, ni una ciudad decorada con escenarios de Hollywood o una pancarta gigante que pusiese "¡En tu cara, era una broma! Has ganado 10.000 dólares por las molestias", pero era lo único que le animaba a continuar.
Estaba a punto de gritar que el pollito hace pío-pío cuando los gritos cesaron. No es que se detuvieran de golpe, sino mas bien como si alguien le hubiera bajado el volumen al mundo. El paisaje a su alrededor se abrió en una extensión inmensa, dando un escenario que le recordó al Cañón de Colorado, pero el doble de gris y siniestro, como si le hubiese caído encima una bomba nuclear. Efectivamente, era un abismo, pero no era ni la mitad de bonito que el que se había imaginado.
Se tumbó en el suelo para asomarse, asegurándose así de que no se caería al dar un paso en falso. No le importaba ensuciarse la ropa, era preferible a abrirse la crisma.
Lo que vio abajo le hizo gritar, y esta vez de verdad.
Era un cementerio desordenado. Montones y montones de huesos que simulaban un río, tan destrozados algunos que parecían rocas a simple vista. Por instinto, se aferró con fuerza al suelo con ambas manos, echándose hacia atrás.
Por su mente pasaban mil cosas a la vez. Eso no era un decorado, era real. La descripción de que aquello parecía sacado de un Silent Hill se quedaba corta. Era mil veces peor.
Se levantó despacio, echando el cuerpo hacia atrás para alejarse todo lo posible del borde. Tras haber visto eso, no quería volver al barrio de los gritos ni aunque le pagaran todo el dinero del presidente de los Estados Unidos. No muy lejos de donde se encontraba había un largo trozo de madera malamente colocado que cruzaba toda la cicatriz. Parecía ir a romperse por la mitad en lo que tuviese más de 60 kilos encima, y al moreno le hacía de todo menos ilusión tener que cruzar.
Podía quedarse allí para siempre, pero tenía demasiada hambre. La opción de volver sobre sus pasos quedaba descartada, y cruzar...
«Bueno, ¿qué más da?»
Apretó ambos puños y sacó pecho para sentirse un macho valiente, golpeando con suavidad la madera para asegurarse de que era estable.
No lo era.
Dio el primer paso, el segundo, y tras un rato se vio en la mitad de la estructura. Intentaba no mirar abajo, lo cual era difícil cuando quería mirar por donde pisaba. Una rama resbaló y cayó tras lo que fue una eternidad hasta el montón de huesos, y Jace casi rompe a llorar como un bebé al ver lo que ocurrió. Un gusano blanco, gigante, salió para devorar la ramita que había caído. No debió gustarle, porque mostró los horripilantes colmillos que tenía, como si fuera una sanguijuela, y la escupió. No lo pensó dos veces y aceleró el paso, sin parar hasta llegar al otro lado. En lugar de detenerse a mirar atrás siguió corriendo como alma que lleva el diablo.
Sigue en: Calles
Jace quería creer que no estaba viviendo todo aquello, y pensar que era broma era mucho más simple que aceptar que todo era cierto. Pero en lo más profundo de su consciencia, tenía muy claro que por mucho que anduviese, lo que se encontraría más adelante no iba a ser ningún plató de televisión, ni una ciudad decorada con escenarios de Hollywood o una pancarta gigante que pusiese "¡En tu cara, era una broma! Has ganado 10.000 dólares por las molestias", pero era lo único que le animaba a continuar.
Estaba a punto de gritar que el pollito hace pío-pío cuando los gritos cesaron. No es que se detuvieran de golpe, sino mas bien como si alguien le hubiera bajado el volumen al mundo. El paisaje a su alrededor se abrió en una extensión inmensa, dando un escenario que le recordó al Cañón de Colorado, pero el doble de gris y siniestro, como si le hubiese caído encima una bomba nuclear. Efectivamente, era un abismo, pero no era ni la mitad de bonito que el que se había imaginado.
Se tumbó en el suelo para asomarse, asegurándose así de que no se caería al dar un paso en falso. No le importaba ensuciarse la ropa, era preferible a abrirse la crisma.
Lo que vio abajo le hizo gritar, y esta vez de verdad.
Era un cementerio desordenado. Montones y montones de huesos que simulaban un río, tan destrozados algunos que parecían rocas a simple vista. Por instinto, se aferró con fuerza al suelo con ambas manos, echándose hacia atrás.
Por su mente pasaban mil cosas a la vez. Eso no era un decorado, era real. La descripción de que aquello parecía sacado de un Silent Hill se quedaba corta. Era mil veces peor.
Se levantó despacio, echando el cuerpo hacia atrás para alejarse todo lo posible del borde. Tras haber visto eso, no quería volver al barrio de los gritos ni aunque le pagaran todo el dinero del presidente de los Estados Unidos. No muy lejos de donde se encontraba había un largo trozo de madera malamente colocado que cruzaba toda la cicatriz. Parecía ir a romperse por la mitad en lo que tuviese más de 60 kilos encima, y al moreno le hacía de todo menos ilusión tener que cruzar.
Podía quedarse allí para siempre, pero tenía demasiada hambre. La opción de volver sobre sus pasos quedaba descartada, y cruzar...
«Bueno, ¿qué más da?»
Apretó ambos puños y sacó pecho para sentirse un macho valiente, golpeando con suavidad la madera para asegurarse de que era estable.
No lo era.
Dio el primer paso, el segundo, y tras un rato se vio en la mitad de la estructura. Intentaba no mirar abajo, lo cual era difícil cuando quería mirar por donde pisaba. Una rama resbaló y cayó tras lo que fue una eternidad hasta el montón de huesos, y Jace casi rompe a llorar como un bebé al ver lo que ocurrió. Un gusano blanco, gigante, salió para devorar la ramita que había caído. No debió gustarle, porque mostró los horripilantes colmillos que tenía, como si fuera una sanguijuela, y la escupió. No lo pensó dos veces y aceleró el paso, sin parar hasta llegar al otro lado. En lugar de detenerse a mirar atrás siguió corriendo como alma que lleva el diablo.
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- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Cicatriz de Arax
03/02/15, 02:14 am
Desde luego que no había sido el tipo de encuentro que a Jace le habría gustado tener.
El encuentro con Maciel había terminado de forma catastrófica, y no podía culparlos de que quisieran echarlos cuanto antes de su torreón. Estaba avergonzado, enfadado y sobre todo preocupado. Al ver las lágrimas (si es que aquello podía ser llamado así) de Armonía, no había podido callarse un chillido digno de una mandrágora, y se sentía ridícilo por haberlo hecho. Si en algún momento se había puesto serio, aquello ensuciaba su historial de forma patética.
No iba a decirlo en voz alta, pero no se sentía agusto con que los de Maciel se quedasen con su libro. Sabía que serían sensatos y que no lo dañarían, pero ¿y si caía en manos de Tesón, o peor aún, de Armonía? ¿Y si aquellas lágrimas marrones eran contagiosas y volvían loco al resto, y destrozaban el libro como gesto rabia? No quería averiguar tras aquello que le podía pasar a él si no entregaba el bendito libro en perfectas condiciones.
«Joder macho. Te estás emparanoiando demasiado.»
Jace se obligó a sí mismo a centrarse. Iba de los primeros en la marcha, solo por detrás de aquellos que portaban el libro de mapas sobrante. No podía quitarle ojo de encima a Irianna, Varsai y Sekkeh, y pensar en el mal estado en el que los había visto solo conseguía hacerle sentir peor. Se habría quedado sin un buen trozo de camisa, pero al menos había sido por una buena causa. Con suerte y todo, cuando al intera se le curase la herida, podría pedirle a alguien que le cosiera de vuelta aquel cacho de tela perdido, aunque estuviera lleno de sangre. Seguía siendo su ropa, y teniendo en cuenta que aquella prenda se la había regalado su novia ―y posible ex-novia ahora― no quería perderla tan fácilmente.
Pronto empezó a reconocer, para su propio asombro, algunas de las calles de Rocavarancolia a pesar de que había estado allí hacía ya semanas y solo una vez.
Resultaba difícil no recordar lo que había delante suya.
―Oh. De puta madre. De vuelta en mi sitio favorito.
Un escalofrío le recorrió la columna vertebral al ver aparecer la cicatriz de Arax delante suya, y cómo la había cruzado casi entre lágrimas tiempo atrás. Como sospechaba, el tronco por el que había cruzado no seguía allí, e igualmente, ese sitio era lo suficientemente grande como para que este estuviera en la otra punta del acantilado.
Se adelantó al resto del grupo para asomarse a los bordes, con sumo cuidado y distancia. Había picado a Roaxen, y no quería que este le empujase hasta el precipicio. Al principio le costó ver lo que buscaba, pero al rato terminó divisando los gusanos devoralotodo que ya había visto antes. Eso, sumado a la reciente imagen de los gusanos estallando en las lágrimas de la roquense, producían a Jace unas inmensas ganas de vomitar.
―¿Podemos rodear esta cosa? No me apetecen más experiencias con gusanitos hasta dentro de cuatro meses. Gracias.―señaló hacia el mar de huesos con una cara que habría resultado hasta cómica de no estar viviendo una especie de película de terror constante.
El encuentro con Maciel había terminado de forma catastrófica, y no podía culparlos de que quisieran echarlos cuanto antes de su torreón. Estaba avergonzado, enfadado y sobre todo preocupado. Al ver las lágrimas (si es que aquello podía ser llamado así) de Armonía, no había podido callarse un chillido digno de una mandrágora, y se sentía ridícilo por haberlo hecho. Si en algún momento se había puesto serio, aquello ensuciaba su historial de forma patética.
No iba a decirlo en voz alta, pero no se sentía agusto con que los de Maciel se quedasen con su libro. Sabía que serían sensatos y que no lo dañarían, pero ¿y si caía en manos de Tesón, o peor aún, de Armonía? ¿Y si aquellas lágrimas marrones eran contagiosas y volvían loco al resto, y destrozaban el libro como gesto rabia? No quería averiguar tras aquello que le podía pasar a él si no entregaba el bendito libro en perfectas condiciones.
«Joder macho. Te estás emparanoiando demasiado.»
Jace se obligó a sí mismo a centrarse. Iba de los primeros en la marcha, solo por detrás de aquellos que portaban el libro de mapas sobrante. No podía quitarle ojo de encima a Irianna, Varsai y Sekkeh, y pensar en el mal estado en el que los había visto solo conseguía hacerle sentir peor. Se habría quedado sin un buen trozo de camisa, pero al menos había sido por una buena causa. Con suerte y todo, cuando al intera se le curase la herida, podría pedirle a alguien que le cosiera de vuelta aquel cacho de tela perdido, aunque estuviera lleno de sangre. Seguía siendo su ropa, y teniendo en cuenta que aquella prenda se la había regalado su novia ―y posible ex-novia ahora― no quería perderla tan fácilmente.
Pronto empezó a reconocer, para su propio asombro, algunas de las calles de Rocavarancolia a pesar de que había estado allí hacía ya semanas y solo una vez.
Resultaba difícil no recordar lo que había delante suya.
―Oh. De puta madre. De vuelta en mi sitio favorito.
Un escalofrío le recorrió la columna vertebral al ver aparecer la cicatriz de Arax delante suya, y cómo la había cruzado casi entre lágrimas tiempo atrás. Como sospechaba, el tronco por el que había cruzado no seguía allí, e igualmente, ese sitio era lo suficientemente grande como para que este estuviera en la otra punta del acantilado.
Se adelantó al resto del grupo para asomarse a los bordes, con sumo cuidado y distancia. Había picado a Roaxen, y no quería que este le empujase hasta el precipicio. Al principio le costó ver lo que buscaba, pero al rato terminó divisando los gusanos devoralotodo que ya había visto antes. Eso, sumado a la reciente imagen de los gusanos estallando en las lágrimas de la roquense, producían a Jace unas inmensas ganas de vomitar.
―¿Podemos rodear esta cosa? No me apetecen más experiencias con gusanitos hasta dentro de cuatro meses. Gracias.―señaló hacia el mar de huesos con una cara que habría resultado hasta cómica de no estar viviendo una especie de película de terror constante.
- ♪♫♬:
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Cicatriz de Arax
03/02/15, 07:48 pm
Estoy...sorprendido. Empezé a quedarme en estado de shock desde que Roaxen disparó hasta cuando nos echaron amablemente. Tanto es así que hasta se me había olvidado que estaba enfadado, de que la maldita pajarraco había intentado atacar a Varsai.
Solo logre decirles un simple adios, espero que nos encontremos otra vez, con algo más de suerte.
Caminamos de vuelta al torreón y volvemos al punto donde estaban los gusanos. Me rio ante los comentarios de Jace, aunque no digo nada más, todo lo que ha ocurrido me ha pasado factura. ¿Cómo pueden pasar estas cosas, cuando debemos estar unidos?
Suspiro fuertemente en señal de agotamiento, estrés y de enfado, que ha vuelto otra vez como un boomerang. Me encantaría volver y decirle de todo al pájaro deforme, aunque se que ya no tendría sentido.
Los observo a todos y cada uno de ellos. Serán mis compañeros durante un puñetero año. Y en realidad no es que me lleve mal con ellos, pero aun así daría lo que fuera por volver a mi hogar.
Lo echo de menos todo, el esperar a que mi padre volviera de la guerra....Y ahora soy yo el que está lejos, quizá demasiado. Incluso echo de menos las aburridas clases de natación de mi madre, el agua cristalina... Todo está tan lejos ya, como si fuera otra vida, otra persona. Pensar en estas cosas no solo me pone triste, me enfada, pero lo que mas me enfada es ….
¿Cómo pude aceptar venir a este lugar de mierda? ¿De verdad no me di cuenta en el momento de que si te visita un desconocido, y te invita a un sitio debe ser malo?
Sin siquiera quererlo mis ojos derraman dos lágrimas, fugazmente me doy la vuelta para que no me vean llorar. No voy a permitir que me vean como frágil, quiero parecer fuerte y decidido como ellos. Y si eso implica desaparecer cada vez que llore, eso haré.
Me acerco a Varsai y le digo:-¿Estas bien? Se que no hemos hablado mucho, pero creo que no esta mal preguntártelo-. Le digo sonriendo, aún con los ojos un poco rojos de haber llorado antes.
>> Sere gilipollas....<<.
Solo logre decirles un simple adios, espero que nos encontremos otra vez, con algo más de suerte.
Caminamos de vuelta al torreón y volvemos al punto donde estaban los gusanos. Me rio ante los comentarios de Jace, aunque no digo nada más, todo lo que ha ocurrido me ha pasado factura. ¿Cómo pueden pasar estas cosas, cuando debemos estar unidos?
Suspiro fuertemente en señal de agotamiento, estrés y de enfado, que ha vuelto otra vez como un boomerang. Me encantaría volver y decirle de todo al pájaro deforme, aunque se que ya no tendría sentido.
Los observo a todos y cada uno de ellos. Serán mis compañeros durante un puñetero año. Y en realidad no es que me lleve mal con ellos, pero aun así daría lo que fuera por volver a mi hogar.
Lo echo de menos todo, el esperar a que mi padre volviera de la guerra....Y ahora soy yo el que está lejos, quizá demasiado. Incluso echo de menos las aburridas clases de natación de mi madre, el agua cristalina... Todo está tan lejos ya, como si fuera otra vida, otra persona. Pensar en estas cosas no solo me pone triste, me enfada, pero lo que mas me enfada es ….
¿Cómo pude aceptar venir a este lugar de mierda? ¿De verdad no me di cuenta en el momento de que si te visita un desconocido, y te invita a un sitio debe ser malo?
Sin siquiera quererlo mis ojos derraman dos lágrimas, fugazmente me doy la vuelta para que no me vean llorar. No voy a permitir que me vean como frágil, quiero parecer fuerte y decidido como ellos. Y si eso implica desaparecer cada vez que llore, eso haré.
Me acerco a Varsai y le digo:-¿Estas bien? Se que no hemos hablado mucho, pero creo que no esta mal preguntártelo-. Le digo sonriendo, aún con los ojos un poco rojos de haber llorado antes.
>> Sere gilipollas....<<.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Cicatriz de Arax
04/02/15, 02:02 am
Sekk caminaba distraído, cerca de la cabeza del grupo, y apenas prestaba atención a las indicaciones de Irianna, que era la que llevaba el mapa. Con la mirada ligeramente enturbiada se dejaba guiar por los demás, caminando por inercia, sus pensamientos muy lejos de allí. De vez en cuando su coordinación le jugaba una mala pasada y trastabillaba un poco, pero lograba reponerse de inmediato e ignoraba la situación. Solo necesitaba descansar un poco, y podría hacerlo una vez llegaran a Letargo.
La visita a Maciel le había dejado un mal sabor de boca, pero aunque lamentaba algunas de sus acciones no se arrepentía de haber defendido a su grupo, y menos cuando todo aquello lo había empezado aquella loca con alas. Si no hubieran actuado con la suficiente rapidez tal vez Varsai no estaría viva, y pensar en eso hacía que su malhumor emergiera de nuevo. Se obligó a pensar en otra cosa, sin embargo, y con un ligero suspiro volvió a prestar atención a lo que tenía alrededor.
La Cicatriz de Arax, o así la denominaba el atlas de la idrina, les cortaba el paso de nuevo, mostrandoles el osario que contenía en todo su esplendor. El intara agradecía que fuera un mar de huesos pelados, de todos modos, pues si hubiera sido una pila de cadáveres frescos el olor habría resultado insoportable.
—Anímate —le dijo a Jace, acercándose al humano y palmeando su espalda con el brazo sano—, hasta donde yo se esos bichos no pueden volar, y son tan grandes que dudo seriamente que el salto de altura sea su punto fuerte —comentó, riendo con ligereza. Cuanto antes dejarán en el pasado lo sucedido en Maciel mejor, y el humor era un método tan bueno como otro cualquiera—. Rodear este abismo nos llevaría demasiado tiempo, y no se tu, pero yo me muero por llegar a esa torre llena de plantas, compañero. Hay un paso seguro no muy lejos de aquí —le informó.
Al final el humano estuvo de acuerdo y, sin más dilación, se pusieron de nuevo en marcha. El edificio que se había derrumbado sobre la grieta seguía en el mismo sitio, ofreciéndoles un puente firme, y Sekk empezó a cruzar justo delante del americano.
—Oye Jace —llamó su atención a mitad de camino, sin dejar de andar—, gracias por los primeros auxilios —le agradeció, sonriendo sin girar la cabeza. A Kimbra también tenía que darle las gracias por sus atenciones, pero lo haría una vez hubieran llegado a casa.
La visita a Maciel le había dejado un mal sabor de boca, pero aunque lamentaba algunas de sus acciones no se arrepentía de haber defendido a su grupo, y menos cuando todo aquello lo había empezado aquella loca con alas. Si no hubieran actuado con la suficiente rapidez tal vez Varsai no estaría viva, y pensar en eso hacía que su malhumor emergiera de nuevo. Se obligó a pensar en otra cosa, sin embargo, y con un ligero suspiro volvió a prestar atención a lo que tenía alrededor.
La Cicatriz de Arax, o así la denominaba el atlas de la idrina, les cortaba el paso de nuevo, mostrandoles el osario que contenía en todo su esplendor. El intara agradecía que fuera un mar de huesos pelados, de todos modos, pues si hubiera sido una pila de cadáveres frescos el olor habría resultado insoportable.
—Anímate —le dijo a Jace, acercándose al humano y palmeando su espalda con el brazo sano—, hasta donde yo se esos bichos no pueden volar, y son tan grandes que dudo seriamente que el salto de altura sea su punto fuerte —comentó, riendo con ligereza. Cuanto antes dejarán en el pasado lo sucedido en Maciel mejor, y el humor era un método tan bueno como otro cualquiera—. Rodear este abismo nos llevaría demasiado tiempo, y no se tu, pero yo me muero por llegar a esa torre llena de plantas, compañero. Hay un paso seguro no muy lejos de aquí —le informó.
Al final el humano estuvo de acuerdo y, sin más dilación, se pusieron de nuevo en marcha. El edificio que se había derrumbado sobre la grieta seguía en el mismo sitio, ofreciéndoles un puente firme, y Sekk empezó a cruzar justo delante del americano.
—Oye Jace —llamó su atención a mitad de camino, sin dejar de andar—, gracias por los primeros auxilios —le agradeció, sonriendo sin girar la cabeza. A Kimbra también tenía que darle las gracias por sus atenciones, pero lo haría una vez hubieran llegado a casa.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Cicatriz de Arax
04/02/15, 02:09 am
Irianna se obligó a prestar atención al mapa y a ser quien principalmente se encargase de dar las indicaciones, exactamente igual que a la ida, con la intención de no continuar con lo que ella calificaba su “comportamiento lamentable”. Todo el camino hasta la cicatriz lo hizo manteniéndose siempre en la cabeza del grupo pero no delante del todo, junto a Kimbra y Varsai y únicamente hablando cuando tenía que dar indicaciones. Los ánimos generalizados, de todas formas, no le exigieron otra cosa durante el trayecto y la idrina se permitió el fugaz pensamiento de que era un alivio que ninguno disimulase que no estaba el horno para bollos, ya que ella no se sentía capaz de otra cosa en aquellos instantes.
La inevitable parada en lo que ahora sabían que se conocía como Cicatriz de Arax llegó de improviso para la lacustre, quien había caminado desde la salida del barrio laberíntico por completa inercia, ya que aquel tramo no requería de indicaciones. Cuando Devoss se acercó para hablar con Varsai, la idrina se alejó unos pasos con la excusa de prestar atención a la conversación entre Jace y Sekkeh. Recordaba a los gusanos que mencionó el primero y prefirió no asomarse al borde para mirarlos, aunque probablemente lo hubiera hecho en cualquier otra ocasión. El intara le replicó al humano antes de que ella pudiera llegar a articular palabra, aunque vio necesario hacer una apreciación para que al menos supieran que seguía atenta al grupo como probablemente esperasen, por ello y manteniendo bajo control el ligero temblor que amenazaba con sacudirla por el hecho de tener que acercarse precisamente a aquellos dos, mostró el mapa al estadounidense y recorrió con el dedo la línea irregular que representaba a la grieta que tenían delante.
—Es inviable rodearla teniendo en cuenta que Sekkeh Reikayame está herido, debemos llegar cuanto antes.
Ni siquiera prestó demasiada atención al hecho de que la petición de Jace resultaba incluso desconsiderada, pues estaba segura de que incluso con su capacidad limitada para interpretar el lenguaje corporal cualquiera podría ver los tambaleos del ulterano, a la par que innecesariamente sincera para sus estándares. La lacustre empezaba a pensar que el comportamiento de la mayoría de sus compañeros se asemejaba más al de la sociedad norteña idrina que a la suya propia. Solo en parte, no obstante, ya que estaba claro que no eran completamente sinceros. La idrina no tenía muy claro si aquel punto intermedio podría ser lo que ella habría querido para sí misma, pero de todas formas ni siquiera era el momento de planteárselo. No así, ni allí.
La idrina cruzó por el paso sobre la Cicatriz de las primeras y sin mirar hacia abajo en ningún momento. No habían sido precisamente los parásitos la principal causa de su estado, pero ello tampoco quería decir que Jace no tuviese parte de razón al afirmar que lo último que apetecía ver eran más gusanos. Lo peor de ver Letargo en la distancia, tras el alivio inicial, fue recordar que tendría que cocinar. Con Sekkeh.
Sigue en el Torreón Letargo.
La inevitable parada en lo que ahora sabían que se conocía como Cicatriz de Arax llegó de improviso para la lacustre, quien había caminado desde la salida del barrio laberíntico por completa inercia, ya que aquel tramo no requería de indicaciones. Cuando Devoss se acercó para hablar con Varsai, la idrina se alejó unos pasos con la excusa de prestar atención a la conversación entre Jace y Sekkeh. Recordaba a los gusanos que mencionó el primero y prefirió no asomarse al borde para mirarlos, aunque probablemente lo hubiera hecho en cualquier otra ocasión. El intara le replicó al humano antes de que ella pudiera llegar a articular palabra, aunque vio necesario hacer una apreciación para que al menos supieran que seguía atenta al grupo como probablemente esperasen, por ello y manteniendo bajo control el ligero temblor que amenazaba con sacudirla por el hecho de tener que acercarse precisamente a aquellos dos, mostró el mapa al estadounidense y recorrió con el dedo la línea irregular que representaba a la grieta que tenían delante.
—Es inviable rodearla teniendo en cuenta que Sekkeh Reikayame está herido, debemos llegar cuanto antes.
Ni siquiera prestó demasiada atención al hecho de que la petición de Jace resultaba incluso desconsiderada, pues estaba segura de que incluso con su capacidad limitada para interpretar el lenguaje corporal cualquiera podría ver los tambaleos del ulterano, a la par que innecesariamente sincera para sus estándares. La lacustre empezaba a pensar que el comportamiento de la mayoría de sus compañeros se asemejaba más al de la sociedad norteña idrina que a la suya propia. Solo en parte, no obstante, ya que estaba claro que no eran completamente sinceros. La idrina no tenía muy claro si aquel punto intermedio podría ser lo que ella habría querido para sí misma, pero de todas formas ni siquiera era el momento de planteárselo. No así, ni allí.
La idrina cruzó por el paso sobre la Cicatriz de las primeras y sin mirar hacia abajo en ningún momento. No habían sido precisamente los parásitos la principal causa de su estado, pero ello tampoco quería decir que Jace no tuviese parte de razón al afirmar que lo último que apetecía ver eran más gusanos. Lo peor de ver Letargo en la distancia, tras el alivio inicial, fue recordar que tendría que cocinar. Con Sekkeh.
Sigue en el Torreón Letargo.
- InvitadoInvitado
Re: Cicatriz de Arax
18/02/15, 07:30 pm
Twixy's caminaba pegada a Samika. Ya que Lemus se había quedado en el torreón para vigilar al dúo emplumado y ayudar a Eara, ella era la encargada de velar por la humana, o al menos servir como sus ojos. Por suerte o por desgracia para Samika, Twixy's no era una persona callada, y le fue describiendo todo lo que veía, añadiendo su propia valoración personal. La ciudad era fea, y pensaba asegurarse de transmitir correctamente su fealdad a la ciega.
-...Y ahí superhay otro pedrusco aburrido, posiblemente parte de una estatua hortera que te rompes, y una casa cutre, cutre pero cutre de la total, oye, ¿quién megadiseña estas cosas?
El grupo se detuvo ante una gran brecha, y empezó a caminar paralelo a ella en busca de un lugar donde cruzar. Por supuesto, algunos ya habían visto antes la cicatriz de Arax, pero nadie había hablado a Twixy's de ella. Sujetando a Samika, se acercó un poco al borde para mirar al interior del río de huesos. Arrugó la nariz.
-Superdesearía ser ciega ahora, Sami, cariño. Esto es como lo más asqueroso de la total.
Algo en su interior hizo que se alejase todo lo posible para dejar de ver los huesos, pero tenía la impresión de tener el olor a descomposición metido en las fosas nasales. Se le había formado un nudo en el estómago, y no acertaba a decir por qué. La visión de la cicatriz la había trastocado. Permaneció en silencio el resto del camino, hablando solo cuando la humana le pedía que le describiese algo.
Sigue en la biblioteca mágica.
-...Y ahí superhay otro pedrusco aburrido, posiblemente parte de una estatua hortera que te rompes, y una casa cutre, cutre pero cutre de la total, oye, ¿quién megadiseña estas cosas?
El grupo se detuvo ante una gran brecha, y empezó a caminar paralelo a ella en busca de un lugar donde cruzar. Por supuesto, algunos ya habían visto antes la cicatriz de Arax, pero nadie había hablado a Twixy's de ella. Sujetando a Samika, se acercó un poco al borde para mirar al interior del río de huesos. Arrugó la nariz.
-Superdesearía ser ciega ahora, Sami, cariño. Esto es como lo más asqueroso de la total.
Algo en su interior hizo que se alejase todo lo posible para dejar de ver los huesos, pero tenía la impresión de tener el olor a descomposición metido en las fosas nasales. Se le había formado un nudo en el estómago, y no acertaba a decir por qué. La visión de la cicatriz la había trastocado. Permaneció en silencio el resto del camino, hablando solo cuando la humana le pedía que le describiese algo.
Sigue en la biblioteca mágica.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Cicatriz de Arax
18/02/15, 08:30 pm
No dudo e apuntarse a la salida en esa ocasión, tal vez no sirviese de mucha ayuda en la biblioteca pero una persona mas implicaba un libro mas. Por ello tras desayunar subió a vestirse, colocándose unos vaqueros unas botas y una blusa que dejaba su estomago al aire. Tras eso recogió sus armas que siempre mantenía junto a su cama, sujetándose el escudo en el brazo y colocándose las dagas en la cintura, tomando su inseparable bastón. Con todo eso se reunión con el grupo que saldría, mientras se ataba el cabello en un trenza para mayor comodidad. El hecho de que Lemus decidiera quedarse fue inicialmente un pequeño problema para Samika, pero al notar que Twixy's tomaba el relevo de una forma mucho mas abierta.
El hecho de que la chica no parase de hablar durante el trayecto no supuso ni un agobio un problema para Samika, mas bien al contrario, el que describiera todo lo que encontraban entre quejas y reproches le daba una clara visión de lo que le rodeaba y que hasta el momento había estado limitado por su visión. Sabia que la ciudad estaba echa un autentico desastre pero la descripción de Twixy's le daba una imagen realmente deplorable de una ciudad semiderruida y abandonada, con peligros que podían surgir de cualquier esquina. Y aunque escucho atentamente las palabras de Twixy's y hizo alguna preguntas sobre lo que se iban encontrando, no dejo de estar atenta a cada paso que daba, siempre con su bastón por delante dibujando una linea imaginaria del camino que seguían. Al fin de cuentas formaban un grupo y el resto tenia una mapa, pero ello se sentía mas tranquila si a su vez dibujaba un mapa del trayecto en su cabeza a falta de poder ver el original.
Pronto llegaron al lugar que aparentemente separaba dos lados de la ciudad y cuya imagen para Samika era poco mas de un agujero, de longitud y profundidad desconocida para el alcance d su visión, que solo le entregaba la imagen de una poza negra.
-Creo que yo también empiezo a agradecer el tener mala visión, me estoy ahorrando bastante traumas -respondió Samika a Twixy's cuando llegaron a lo que parecía un puente que atravesaba aquella fosa, aunque uno en apariencia poco digno de confianza, al menos por lo poco que podía ver de este. No tenia necesidad de ver nada para saber que lo que había ahí abajo no era algo bueno, el olor se lo decía claramente y también el sonido apenas perceptible que podía escuchar de vez en cuando, y que sino fuera por su agudizada audición pasaría bastante desapercibido para ella. Aun así no era claramente identificado, tan solo escuchaba de vez en cuando el sonido de algo pesado deslizándose y crujidos de algo rompiéndose y astillándose, como pasaba cuando rompías un palito o el hueso de un pollo. Y eso ponía el vello de punta- O tal vez no..., creo que escuchar que algo se mueve ahí abajo y no saber que es, ni poder verlo, me resulta aun mas inquietante- murmuro un poco inquieta intentando no mirar hacia el agujero negro a pocos pies.
Para ello puso su total atención en cada paso fijándose únicamente en los maderos que pisaba tras asegurarse con su bastón que este no se rompería. No miro a los lados, intentando así evitar que el miedo a la oscuridad mas alla de sus pies pudiera tragarla, olvidándose de cualquier sonido que llegara de allí abajo y que pudiera incomodarla aun mas. Ni siquiera era miedo a las alturas como tal era únicamente el hecho de que lo único que había real bajo sus pies era aquel trozo de madera y que todos lo demás era simple negrura, tanto sobre su cabeza como por debajo de ella.
Aun así consiguió llego al otro lado sin vacilación y problema teniendo que recuperar un poco el aliento tras la impresión "No sera igual a la vuelta, ya viste que puedes atravesar bien el puente, así que calma. Que tu no puedas verlo no significa que no este ahí, hay suelo bajo tus pies, tal vez cierta distancia pero lo hay" se repitió cogiendo todo el aire que pudo y echándolo despacio, dándose palmaditas en ambas mejillas hasta ponérselas bien coloradas, volviendo a la realidad. Se había asustado por nada.
-Disculpad si asuste a alguien -añadió con una sonrisa, sintiéndose mucho mejor al poder pisar suelo firme y visible-¿Queda mucho para llegar a la biblioteca?- pregunto a aquella persona que llevaba el mapa y que no estaba segura de quien era mientras esperaba que todo el mundo pudiera cruzar el puente para seguir su camino, preguntándole a Twixy's de vez en cuando sobre lo que iban encontrándose.
Biblioteca Mágica
El hecho de que la chica no parase de hablar durante el trayecto no supuso ni un agobio un problema para Samika, mas bien al contrario, el que describiera todo lo que encontraban entre quejas y reproches le daba una clara visión de lo que le rodeaba y que hasta el momento había estado limitado por su visión. Sabia que la ciudad estaba echa un autentico desastre pero la descripción de Twixy's le daba una imagen realmente deplorable de una ciudad semiderruida y abandonada, con peligros que podían surgir de cualquier esquina. Y aunque escucho atentamente las palabras de Twixy's y hizo alguna preguntas sobre lo que se iban encontrando, no dejo de estar atenta a cada paso que daba, siempre con su bastón por delante dibujando una linea imaginaria del camino que seguían. Al fin de cuentas formaban un grupo y el resto tenia una mapa, pero ello se sentía mas tranquila si a su vez dibujaba un mapa del trayecto en su cabeza a falta de poder ver el original.
Pronto llegaron al lugar que aparentemente separaba dos lados de la ciudad y cuya imagen para Samika era poco mas de un agujero, de longitud y profundidad desconocida para el alcance d su visión, que solo le entregaba la imagen de una poza negra.
-Creo que yo también empiezo a agradecer el tener mala visión, me estoy ahorrando bastante traumas -respondió Samika a Twixy's cuando llegaron a lo que parecía un puente que atravesaba aquella fosa, aunque uno en apariencia poco digno de confianza, al menos por lo poco que podía ver de este. No tenia necesidad de ver nada para saber que lo que había ahí abajo no era algo bueno, el olor se lo decía claramente y también el sonido apenas perceptible que podía escuchar de vez en cuando, y que sino fuera por su agudizada audición pasaría bastante desapercibido para ella. Aun así no era claramente identificado, tan solo escuchaba de vez en cuando el sonido de algo pesado deslizándose y crujidos de algo rompiéndose y astillándose, como pasaba cuando rompías un palito o el hueso de un pollo. Y eso ponía el vello de punta- O tal vez no..., creo que escuchar que algo se mueve ahí abajo y no saber que es, ni poder verlo, me resulta aun mas inquietante- murmuro un poco inquieta intentando no mirar hacia el agujero negro a pocos pies.
Para ello puso su total atención en cada paso fijándose únicamente en los maderos que pisaba tras asegurarse con su bastón que este no se rompería. No miro a los lados, intentando así evitar que el miedo a la oscuridad mas alla de sus pies pudiera tragarla, olvidándose de cualquier sonido que llegara de allí abajo y que pudiera incomodarla aun mas. Ni siquiera era miedo a las alturas como tal era únicamente el hecho de que lo único que había real bajo sus pies era aquel trozo de madera y que todos lo demás era simple negrura, tanto sobre su cabeza como por debajo de ella.
Aun así consiguió llego al otro lado sin vacilación y problema teniendo que recuperar un poco el aliento tras la impresión "No sera igual a la vuelta, ya viste que puedes atravesar bien el puente, así que calma. Que tu no puedas verlo no significa que no este ahí, hay suelo bajo tus pies, tal vez cierta distancia pero lo hay" se repitió cogiendo todo el aire que pudo y echándolo despacio, dándose palmaditas en ambas mejillas hasta ponérselas bien coloradas, volviendo a la realidad. Se había asustado por nada.
-Disculpad si asuste a alguien -añadió con una sonrisa, sintiéndose mucho mejor al poder pisar suelo firme y visible-¿Queda mucho para llegar a la biblioteca?- pregunto a aquella persona que llevaba el mapa y que no estaba segura de quien era mientras esperaba que todo el mundo pudiera cruzar el puente para seguir su camino, preguntándole a Twixy's de vez en cuando sobre lo que iban encontrándose.
Biblioteca Mágica
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Cicatriz de Arax
19/02/15, 01:51 am
A Arik le habían advertido lo que iba a ver, pero se quedó mirandolo igualmente. Entre el marfil y el blanco, las armaduras parecían los reflejos plateados del sol a media tarde. Había calaveras casi animales y rostros huecos con cuernos retorcidos. Había huesos muy pequeños y otros demasiado grandes. Los cientos de esqueletos, con el metal, formaban un río profundo de cuerpos extraños y oxido y armas que lo tenían fascinado.
- A mi me parece bonito- dijo con sinceridad, no demasiado alto. Fue el último en cruzar.
Sigue en la biblioteca mágica.
- A mi me parece bonito- dijo con sinceridad, no demasiado alto. Fue el último en cruzar.
Sigue en la biblioteca mágica.
-
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Cicatriz de Arax
19/02/15, 08:06 pm
El aviso de Ayne lo puso sobre guardia, pero más que mitigar la conmoción que le había supuesto el descubrimiento de la Cicatriz sólo adelantó parte del horror y la sorpresa. «Que demonios...». Jamás había visto una muestra tan brutal de aniquilación. El pasado de Carabás no era precisamente la máxima muestra del pacifismo y la convivencia en armonía, pero nunca había visto nada semajante a aquello.
Tragó con dificultad, observando que la larguísima fosa común abarcaba, a ambos lados, más de lo que conseguía abarcar la vista. Vio que los numerosos esqueletos llevaban un sinfín de armas y su mente, entretenida con aquel funesto descubrimiento, comenzó a montar teorías. Aquello ponía fin al misterio de por qué Rocavarancolia estaba de aquella manera: la ciudad había sido destruida por una guerra. Y, juzgando aquella terrible brecha, la magia había tenido un papel muy importante en aquel exterminio. No estaba de acuerdo con Twix, eso sí. Si había algo malo prefería verlo por desagradable que fuera, para así estar avisado.
«¿Pero quién los mató? ¿Y por...? No, el por qué es evidente» se dijo, con un regusto amargo. Las armaduras y las armas que se veían no dejaban mucho lugar a la imaginación. Allí había habido alguna clase de guerra, y Rocavarancolia, fiel a la feroz e inhumana imagen que transmitía, había hecho aquello para vencer. ¿Pero quienes eran habían sido los integrantes de aquel ejército aniquilado? ¿Por qué había habido una guerra? ¿Qué hechizo se había usado? ¿Y quién lo había ejecutado? Un escalofrío lo recordó, tanto de ira como de pena. Ira por el repugnante ser capaz de acometer tal matanza, pena por las personas asesinadas de tal forma.
—A mí me parece turbador —masculló tras Arik—. Me pregunto quién...
Dejó la frase en el aire, en buena medida porque su buena memoria rescató algo para él. Recordaba el mapa, y si bien en el mismo no aparecía aquella fosa común estaba bastante seguro de que la orientación que seguía: del mar a las montañas. Y recordaba perfectamente la edificación que había en las montañas. «El castillo, esto se tuvo que lanzar desde el castillo. Estoy seguro». Como siempre que hacía algún razonamiento que consideraba correcto tuvo que reprimir una sonrisa. Aunque las circunstancias obligaban a que hubiera más bien poco humor.
«Pero eso no responde a qué era este ejército. Guerras, guerras... ¿Guerra de invasión? ¿Alguna otra ciudad de este mundo intentaba conquistar Rocavarancolia?». Las guerras entre ciudades-Estado no eran desconocidas en Carabás, aunque por suerte habían pasado a la historia. Aun así la posibilidad era ciertamente grande. Aunque otra idea comenzó a abrirse paso en su mente, una más inquietante que una simple guerra entre potencias enemigas. «Y si... ¿Y si fue una guerra civil? Tiene sentido. Un gobierno déspota y enfermo, probablemente dictatorial, los ciudadanos se levantan, consiguen controlar la ciudad, se organizan para ir a tomar el Castillo y su gobierno entonces aprovecha para, para...» un escalofrío le recorrió la espina dorsal. Sólo había indicios circunstanciales, pero aquello explicaba el hecho de que, hasta el momento, sólo hubieran conocido a aquellos dos seres de la plaza (más sus respectivos cosechadores). No había más rocavarancolenses porque sencillamente no existían.
«Pero eso no explica qué pintamos en todo esto». Intentó unir ambas historias (la que acababa de teorizar sobre la historia de Rocavarancolia y la que había hipotetizado sobre el funcionamiento de su estancia allí), pero no encontraba el punto de unión. Había algo que le faltaba, alguna información que no conocía. Eso le ponía nervioso, cuanto más imprevisible fuera todo más probabilidades había de que alguien muriese, idea que le asfixiaba y le dejaba el corazón apretado en un puño. Hal tenía la firme convicción de que el desconocimiento era descontrol, y de que el descontrol significaba peligro. Y el peligro, en el universo en general y en Rocavarancolia en particular, era mortal.
Sigue en la biblioteca mágica.
Tragó con dificultad, observando que la larguísima fosa común abarcaba, a ambos lados, más de lo que conseguía abarcar la vista. Vio que los numerosos esqueletos llevaban un sinfín de armas y su mente, entretenida con aquel funesto descubrimiento, comenzó a montar teorías. Aquello ponía fin al misterio de por qué Rocavarancolia estaba de aquella manera: la ciudad había sido destruida por una guerra. Y, juzgando aquella terrible brecha, la magia había tenido un papel muy importante en aquel exterminio. No estaba de acuerdo con Twix, eso sí. Si había algo malo prefería verlo por desagradable que fuera, para así estar avisado.
«¿Pero quién los mató? ¿Y por...? No, el por qué es evidente» se dijo, con un regusto amargo. Las armaduras y las armas que se veían no dejaban mucho lugar a la imaginación. Allí había habido alguna clase de guerra, y Rocavarancolia, fiel a la feroz e inhumana imagen que transmitía, había hecho aquello para vencer. ¿Pero quienes eran habían sido los integrantes de aquel ejército aniquilado? ¿Por qué había habido una guerra? ¿Qué hechizo se había usado? ¿Y quién lo había ejecutado? Un escalofrío lo recordó, tanto de ira como de pena. Ira por el repugnante ser capaz de acometer tal matanza, pena por las personas asesinadas de tal forma.
—A mí me parece turbador —masculló tras Arik—. Me pregunto quién...
Dejó la frase en el aire, en buena medida porque su buena memoria rescató algo para él. Recordaba el mapa, y si bien en el mismo no aparecía aquella fosa común estaba bastante seguro de que la orientación que seguía: del mar a las montañas. Y recordaba perfectamente la edificación que había en las montañas. «El castillo, esto se tuvo que lanzar desde el castillo. Estoy seguro». Como siempre que hacía algún razonamiento que consideraba correcto tuvo que reprimir una sonrisa. Aunque las circunstancias obligaban a que hubiera más bien poco humor.
«Pero eso no responde a qué era este ejército. Guerras, guerras... ¿Guerra de invasión? ¿Alguna otra ciudad de este mundo intentaba conquistar Rocavarancolia?». Las guerras entre ciudades-Estado no eran desconocidas en Carabás, aunque por suerte habían pasado a la historia. Aun así la posibilidad era ciertamente grande. Aunque otra idea comenzó a abrirse paso en su mente, una más inquietante que una simple guerra entre potencias enemigas. «Y si... ¿Y si fue una guerra civil? Tiene sentido. Un gobierno déspota y enfermo, probablemente dictatorial, los ciudadanos se levantan, consiguen controlar la ciudad, se organizan para ir a tomar el Castillo y su gobierno entonces aprovecha para, para...» un escalofrío le recorrió la espina dorsal. Sólo había indicios circunstanciales, pero aquello explicaba el hecho de que, hasta el momento, sólo hubieran conocido a aquellos dos seres de la plaza (más sus respectivos cosechadores). No había más rocavarancolenses porque sencillamente no existían.
«Pero eso no explica qué pintamos en todo esto». Intentó unir ambas historias (la que acababa de teorizar sobre la historia de Rocavarancolia y la que había hipotetizado sobre el funcionamiento de su estancia allí), pero no encontraba el punto de unión. Había algo que le faltaba, alguna información que no conocía. Eso le ponía nervioso, cuanto más imprevisible fuera todo más probabilidades había de que alguien muriese, idea que le asfixiaba y le dejaba el corazón apretado en un puño. Hal tenía la firme convicción de que el desconocimiento era descontrol, y de que el descontrol significaba peligro. Y el peligro, en el universo en general y en Rocavarancolia en particular, era mortal.
Sigue en la biblioteca mágica.
- Shiogen
Ficha de cosechado
Nombre: Emmit
Especie: Humano
Habilidades: Planificación, habilidad mental, imaginación.
Re: Cicatriz de Arax
21/02/15, 05:34 pm
Salir del Torreón siempre lo asustaba y como era de costumbre el miedo lo volvía pensativo, silencioso. Tomó la posición final, necesitaba espacio para pensar.
Como siempre se fue maravillando de aquella ciudad destruida, por más que solo veían escombros, en el fondo como si aún quisiera rectificar su antiguo esplendor, los destrozos sugerían que antes la opulencia y el buen gusto gobernaban las calles derruidas.
Sin ningún contratiempo llegaron a la famosa antes un rió de huesos, la cicatriz de Arax se llamaba según el mapa que los de Letargo les habían enseñado. Aquel espectáculo lo dejo sin aliento, era la confirmación de los horrores que Rocavarancolia tenia por ofrecer.
Cruzaron aquella gigantesca fosa común y por fin divisaron la biblioteca.
Sigue en Biblioteca Mágica
Como siempre se fue maravillando de aquella ciudad destruida, por más que solo veían escombros, en el fondo como si aún quisiera rectificar su antiguo esplendor, los destrozos sugerían que antes la opulencia y el buen gusto gobernaban las calles derruidas.
Sin ningún contratiempo llegaron a la famosa antes un rió de huesos, la cicatriz de Arax se llamaba según el mapa que los de Letargo les habían enseñado. Aquel espectáculo lo dejo sin aliento, era la confirmación de los horrores que Rocavarancolia tenia por ofrecer.
Cruzaron aquella gigantesca fosa común y por fin divisaron la biblioteca.
Sigue en Biblioteca Mágica
Re: Cicatriz de Arax
25/04/15, 12:59 am
Nadie habló por el camino, fue un viaje frio y lento. LLevar el cadáver húmedo de Tesón no era algo agradable: pesaba, estaba mojado y olía. Habían apartado a las estigres pero no sin poder impedir que le alcanzaran con el pico un par de veces, de modo que al goteo del agua se le añadía el de un poco de sangre en mal estado. Cuando llegaron a la cicatriz no hubo ceremonias ni palabras, más bien prisas. Kirés tomó la iniciativa y rápidamente tiró el cadáver a la fosa. Ahora solo quedaba que el tiempo, la descomposición y las alimañas hicieran su trabajo… o eso creía.
Apenas el cuerpo golpeó el suelo toda la superficie de huesos empezó a removerse, y en un abrir y cerrar de ojos varios gusanos de proporciones considerablemente mayores a las que le gustaría, peor menores a las de los que había escuchado en dryfus se abalanzaron sobre el mismo. En poco tiempo no quedaba nada de lo que habían sido los restos del roquense, pero los sonidos fueron autoexplicativos, y el enderth añadió aquella experiencia a la lista de peligros de aquella ciudad.
–Vámonos. Podemos discutir lo que hemos visto en el torreón.
Apenas el cuerpo golpeó el suelo toda la superficie de huesos empezó a removerse, y en un abrir y cerrar de ojos varios gusanos de proporciones considerablemente mayores a las que le gustaría, peor menores a las de los que había escuchado en dryfus se abalanzaron sobre el mismo. En poco tiempo no quedaba nada de lo que habían sido los restos del roquense, pero los sonidos fueron autoexplicativos, y el enderth añadió aquella experiencia a la lista de peligros de aquella ciudad.
–Vámonos. Podemos discutir lo que hemos visto en el torreón.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Cicatriz de Arax
25/04/15, 01:41 am
El ofrecerse a ir con Kires era por simple egoísmo y sentirse un poco mejor consigo misma. Ya que no había podido hacer nada por salvar al roquense mínimo acompañarlo en su....bueno en lo que harían con su cuerpo. Ademas muy pocos estuvieron dispuestos a acompañar a Kires y no podían dejarlo solo, no querían que otro mas se les muriera, no de nuevo. Aparte de ella, que se aseguro de prepararse con sus dagas y escudo antes de saliera así como su inseparable bastón, también se unieron Lemus y Ayne, encaminándose en un incomodo y tenso silencio por un camino que Samika no tuvo necesidad de que le indicaran. Lo recordaba vagamente en su mapa mental, a pesar de haberlo hecho una sola vez.
Era prácticamente el mismo camino a tomar para ir a Letargo, con la excepción de que no llegarían al torreón vecino. La certeza de lo que harían con el cuerpo del roquense llego a ella como el golpe de un mazo y se tuvo que forzar a pensar que aquello solo era un cuerpo y que lo importante de este ya no estaba. Aquel cuerpo que Kires cargaba, con ocasional ayuda de Lemus, ya no era el de Tesón, sino tan solo un cascaron vacío.
Aun así cuando llegaron a la cicatriz su estomago se contrajo, no podía ver el fondo así que para ella era igual que lanzar aquel cuerpo al fondo de un abismo negro. Que la total negrura se lo tragara. Y cuando el cuerpo fue lanzado y escuchó aquel ruido proviniendo de aquella brecha en al tierra, Samika deseo que aquel abismo fuese realmente eso. Porque no verlo solo le daba imagines cada vez mas inquietantes en su cabeza, imágenes del cuerpo de roquense siendo mordido, desgarrado ¿que había ahí abajo? No lo sabia y no estaba del todo segura si quería saberlo, no al menos en ese momento. Las nauseas le atormentaron de nuevo pero pudo soportarlo, alejándose de la cicatriz, tomó y expulsó el aire de sus pulmones de forma acompasada y lenta alejando de ella los nervios y el ataque de pánico que empezaba a sentir. Logro calmarse tras un par de minutos y se sintió verdaderamente estúpida por su reacción, a pesar de que debía ser una reacción normal para cualquier humana normal en una situación así.
-Hay algo que abajo que creo debo agradecer no poder ver -murmuro Samika con una media sonrisa forzada, sin ánimos ni alegría. Ese día estaba siendo demasiado largo para ella. Y la cosa es que no estaba segura de si quería que fuera de noche para dormir, no creía que fuese a tener un tranquilo sueño- Supongo ya me enterare cuando lleguemos que es lo que hay. Volvamos ya, este ha sido un día de mierda - añadió agradeciendo enormemente tener a Lemus allí, ya que con este avanzar implicaba no tener que esforzarse demasiado y era un apoyo necesario para ella en esos momentos. Odiaba enormemente tener que depender de alguien, mas en una situación como aquella donde estaba en zona de peligro, pero se sentía cansada psicologicamente. Solo quería llegar rápido al torreón y descansar un poco su cabeza de todo aquello. No creía que fuese a olvidar rápidamente a pesar de todo.
Era prácticamente el mismo camino a tomar para ir a Letargo, con la excepción de que no llegarían al torreón vecino. La certeza de lo que harían con el cuerpo del roquense llego a ella como el golpe de un mazo y se tuvo que forzar a pensar que aquello solo era un cuerpo y que lo importante de este ya no estaba. Aquel cuerpo que Kires cargaba, con ocasional ayuda de Lemus, ya no era el de Tesón, sino tan solo un cascaron vacío.
Aun así cuando llegaron a la cicatriz su estomago se contrajo, no podía ver el fondo así que para ella era igual que lanzar aquel cuerpo al fondo de un abismo negro. Que la total negrura se lo tragara. Y cuando el cuerpo fue lanzado y escuchó aquel ruido proviniendo de aquella brecha en al tierra, Samika deseo que aquel abismo fuese realmente eso. Porque no verlo solo le daba imagines cada vez mas inquietantes en su cabeza, imágenes del cuerpo de roquense siendo mordido, desgarrado ¿que había ahí abajo? No lo sabia y no estaba del todo segura si quería saberlo, no al menos en ese momento. Las nauseas le atormentaron de nuevo pero pudo soportarlo, alejándose de la cicatriz, tomó y expulsó el aire de sus pulmones de forma acompasada y lenta alejando de ella los nervios y el ataque de pánico que empezaba a sentir. Logro calmarse tras un par de minutos y se sintió verdaderamente estúpida por su reacción, a pesar de que debía ser una reacción normal para cualquier humana normal en una situación así.
-Hay algo que abajo que creo debo agradecer no poder ver -murmuro Samika con una media sonrisa forzada, sin ánimos ni alegría. Ese día estaba siendo demasiado largo para ella. Y la cosa es que no estaba segura de si quería que fuera de noche para dormir, no creía que fuese a tener un tranquilo sueño- Supongo ya me enterare cuando lleguemos que es lo que hay. Volvamos ya, este ha sido un día de mierda - añadió agradeciendo enormemente tener a Lemus allí, ya que con este avanzar implicaba no tener que esforzarse demasiado y era un apoyo necesario para ella en esos momentos. Odiaba enormemente tener que depender de alguien, mas en una situación como aquella donde estaba en zona de peligro, pero se sentía cansada psicologicamente. Solo quería llegar rápido al torreón y descansar un poco su cabeza de todo aquello. No creía que fuese a olvidar rápidamente a pesar de todo.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
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