Cicatriz de Arax
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Rocavarancolia Rol
59 participantes
- Rocavarancolia Rol
Cicatriz de Arax
03/08/11, 11:05 am
Recuerdo del primer mensaje :
La cicatriz de Arax atraviesa la ciudad de este a oeste. Es una fosa común repleta huesos entre los que se mueven unos enormes gusanos ciegos con bocas repletas de afilados colmillos.
A su largo se han instalado recientemente varios puentes colgantes de unos dos metros de ancho. Aunque se tambalean considerablemente la madera es firme y está en buenas condiciones, así como las cuerdas.
A su largo se han instalado recientemente varios puentes colgantes de unos dos metros de ancho. Aunque se tambalean considerablemente la madera es firme y está en buenas condiciones, así como las cuerdas.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Cicatriz de Arax
22/08/14, 01:32 am
Roaxen Tenvrai
El ulterano caminaba con cierta confianza. El xeno volador y el sentido comun fueron las herramientas que el grupo usó para guiar su camino a través de aquellos tortuosos callejones. Bastante cansado, Roaxen Tenvrai examinaba los edificios que, por bizarros que fueran, alguno se provaria un refugio útil, quizás hasta uno de los refugios que se podrian haber concedidos.
Con el grupo partido, se alegró de que ninguno decidiera hacerse el heroe. ¿Quien sabe? Quizás los otros xenos habian tenido una educación parecida a la hora de tratar con otros de su calaña, aun a pesar de su muy inferior intelecto. Lo que, sin duda, le chocó, fue que habia algunos xenos compatriotas que se habian dividido. Aun a pesar de ser extraños, le sorprendió la facilidad de estos a la hora de darles por muertos o no preocuparse.
Finalmente, dieron con la salida de aquel lugar. Este se abrió mostrandoles un espectaculo que se podria definir, como poco, como dantesco. Una gran herida cicatrizada en mitad de los bloques de edificios estrafalarios que, como un lienzo, estaba pintada del derramamiento de sangre y de la muerte a partes iguales. Su artista, por asi decirlo, hizo un trabajo algo apresurado, pero efectivo a ojos del genio tactico.
El unico problema que veia delante era que no parecia haber forma de sortear, ni un puente, ni un elevador, ni un servicio de transporte vaya. Estaban solos en aquella tarea. Quizás esta fuera la primera prueba para sobrevivir en aquella maldita ciudad. Vio bien las ordenes que se dieron a la criatura alada que les acompañaba. De nuevo, su habilidad para volar se mostraba, aun para mucha rabia del xolnita, útil. El capellán estaba deseando que la criatura empezase a causar problemas cuanto antes, para poder extender su opinion entorno a ella como una chispa entre la yesca.
El ulterano caminaba con cierta confianza. El xeno volador y el sentido comun fueron las herramientas que el grupo usó para guiar su camino a través de aquellos tortuosos callejones. Bastante cansado, Roaxen Tenvrai examinaba los edificios que, por bizarros que fueran, alguno se provaria un refugio útil, quizás hasta uno de los refugios que se podrian haber concedidos.
Con el grupo partido, se alegró de que ninguno decidiera hacerse el heroe. ¿Quien sabe? Quizás los otros xenos habian tenido una educación parecida a la hora de tratar con otros de su calaña, aun a pesar de su muy inferior intelecto. Lo que, sin duda, le chocó, fue que habia algunos xenos compatriotas que se habian dividido. Aun a pesar de ser extraños, le sorprendió la facilidad de estos a la hora de darles por muertos o no preocuparse.
Cogito Ergo Sum escribió:♚ Una temible cultura al odio y al desprecio del débil ya veo. Vaya sociedades más barbáricas.
Finalmente, dieron con la salida de aquel lugar. Este se abrió mostrandoles un espectaculo que se podria definir, como poco, como dantesco. Una gran herida cicatrizada en mitad de los bloques de edificios estrafalarios que, como un lienzo, estaba pintada del derramamiento de sangre y de la muerte a partes iguales. Su artista, por asi decirlo, hizo un trabajo algo apresurado, pero efectivo a ojos del genio tactico.
Cogito Ergo Sum escribió:♚ Hah. Parece que alguien ha adelantado el buen trabajo. Ya siento la galaxia más segura con esa pila de huesos más allá. Es, tan solo una pequeña esperanza, pero estaria muy a favor de que todos los xenos del universo se exterminaran los unos contra los otros. Ahorraria bastante en gastos militares al Imperio.
El unico problema que veia delante era que no parecia haber forma de sortear, ni un puente, ni un elevador, ni un servicio de transporte vaya. Estaban solos en aquella tarea. Quizás esta fuera la primera prueba para sobrevivir en aquella maldita ciudad. Vio bien las ordenes que se dieron a la criatura alada que les acompañaba. De nuevo, su habilidad para volar se mostraba, aun para mucha rabia del xolnita, útil. El capellán estaba deseando que la criatura empezase a causar problemas cuanto antes, para poder extender su opinion entorno a ella como una chispa entre la yesca.
- Shahrazad
Ficha de cosechado
Nombre: Vorela
Especie: Libense
Habilidades: Rapidez mental, astucia, nociones de lucha.
Re: Cicatriz de Arax
22/08/14, 04:29 am
No tuvo tiempo de prestarle atención a la conversación que mantenían todos los extraños presentes, cuando un bicho volador apareció sobre ellos. Se quedó bastante sorprendida al ver a un gato con aspecto humanoide subido a esa cosa. No podía quitarle la vista de encima. Una deidad subida en semejante cosa, no lo habría permitido de ningún modo.
Al lado le pareció ver una figura demacrada que hablaba de todo lo que ya sabía. La gata-humana habló luego, y Vorela guardó cada una de sus palabras en la mente. Habría comida y refugio, así que tendría que buscarlos cuanto antes, la gata había dicho que la noche es peligrosa, y no pensaba cuestionarla. El bicho se fue volando de nuevo, con esa genuina deidad encima, y la vio perderse en el horizonte. Casi a la vez, la gente empezó a moverse. Y no se pensaba quedar atrás de nuevo. Al dispersarse el grupo, pudo ver a una niña con un hocico similar al de un gato. Otro ser gatuno, tendría que ser cierto. No le faltó tiempo para seguirle allá donde fuese que iba. En un lugar extraño, cualquier símbolo de cercanía a ella sería una apuesta segura.
Se dirigían guiados por un lagarto volador, que parecía saber a dónde nos llevaba, callejeando por las ruinosas calles. Dio gracias de haber elegido para el viaje esas cómodas sandalias y no las plataformas que tenía pensado en un primer momento. Delante de ella iban en primer lugar, una chica de piel fascinantemente plateada, la chica-gato, un chico de pelo blanco , una chica corrientucha vestida de blanco,"¿cómo podía llevar un tono de color tan feo?." dos chicos de pelo dorado, uno con trenzas y otro sin, y un tipo muy raro con el pelo violeta. No tuvo tiempo de seguir pensando en cómo podría sacarles partido, cuando se encontró de bruces con un enorme corte que se extendía hasta donde se perdía la vista, lleno de huesos. Era horripilante.
Procuró no acercarse demasiado al borde, por lo que pudiera pasar, y vio apropiada la idea de mandar al reptil para cruzar. El chico de pelo corto se acercó a la niña-gato y al tipo de las trenzas para presentarse. No iba a ser ella menos, así que se unió al grupito, así sabría de donde venía la belleza de la niña-gato. -Devoss...- Lo dijo en voz muy baja para recordarlo correctamente. -Yo soy Vorela, hija de Reira, y vengo de Libo.- Miró atentamente a la niña gato, esperando una respuesta por su parte, y aguantando las ganas de tocarle el cabello o el hocico, podría ser una afrenta hacía esa criatura divina, y no quería tener a los grandes felinos en su contra.
Al lado le pareció ver una figura demacrada que hablaba de todo lo que ya sabía. La gata-humana habló luego, y Vorela guardó cada una de sus palabras en la mente. Habría comida y refugio, así que tendría que buscarlos cuanto antes, la gata había dicho que la noche es peligrosa, y no pensaba cuestionarla. El bicho se fue volando de nuevo, con esa genuina deidad encima, y la vio perderse en el horizonte. Casi a la vez, la gente empezó a moverse. Y no se pensaba quedar atrás de nuevo. Al dispersarse el grupo, pudo ver a una niña con un hocico similar al de un gato. Otro ser gatuno, tendría que ser cierto. No le faltó tiempo para seguirle allá donde fuese que iba. En un lugar extraño, cualquier símbolo de cercanía a ella sería una apuesta segura.
Se dirigían guiados por un lagarto volador, que parecía saber a dónde nos llevaba, callejeando por las ruinosas calles. Dio gracias de haber elegido para el viaje esas cómodas sandalias y no las plataformas que tenía pensado en un primer momento. Delante de ella iban en primer lugar, una chica de piel fascinantemente plateada, la chica-gato, un chico de pelo blanco , una chica corrientucha vestida de blanco,"¿cómo podía llevar un tono de color tan feo?." dos chicos de pelo dorado, uno con trenzas y otro sin, y un tipo muy raro con el pelo violeta. No tuvo tiempo de seguir pensando en cómo podría sacarles partido, cuando se encontró de bruces con un enorme corte que se extendía hasta donde se perdía la vista, lleno de huesos. Era horripilante.
Procuró no acercarse demasiado al borde, por lo que pudiera pasar, y vio apropiada la idea de mandar al reptil para cruzar. El chico de pelo corto se acercó a la niña-gato y al tipo de las trenzas para presentarse. No iba a ser ella menos, así que se unió al grupito, así sabría de donde venía la belleza de la niña-gato. -Devoss...- Lo dijo en voz muy baja para recordarlo correctamente. -Yo soy Vorela, hija de Reira, y vengo de Libo.- Miró atentamente a la niña gato, esperando una respuesta por su parte, y aguantando las ganas de tocarle el cabello o el hocico, podría ser una afrenta hacía esa criatura divina, y no quería tener a los grandes felinos en su contra.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Cicatriz de Arax
23/08/14, 06:39 pm
En cuanto dejaron atrás aquel laberinto de callejones, otro obstáculo se abrió frente a ellos. Una grieta que, presumiblemente, partía la ciudad en dos les impedía avanzar, y el contenido de la misma resultaba perturbador. Una riada de osamentas cubría el fondo de aquella fosa descomunal, lo que hacía imposible la tarea de deducir su profundidad. Sekk era incapaz de imaginar quién o que había abierto semejante cicatriz en la tierra, pero prefería no llegar a averiguarlo.
La niña con orejas picudas se le acercó y se quedó a su alrededor, atrayendo con su presencia a otros dos alienígenas. Al intara le incomodaba esa atención repentina, pero mantuvo la compostura y memorizó los nombres de sus nuevos compañeros por educación.
—Yo soy Sekkeh Reikayame, y vengo de Ulterania —volvió a presentarse. El ulterano se alejó del corrillo con un par de pasos en cuanto vio la oportunidad, acercándose entonces al borde de la grieta para echar un vistazo.
No tenía miedo a las alturas y su sentido del equilibrio era bastante decente a pesar del síndrome de desembarco, pero con uno de sus pies rozando el corte a pico que se precipitaba sobre aquel mar de huesos la valentía de cualquiera se encogía un poco. Volvió a terreno seguro y escuchó las pregunta de Rasqa con atención. La chica plateada le había pedido que buscara un refugio, pero el parqio no tenía ni idea de que buscar y había vuelto para pedir indicaciones.
—El pájaro dijo que había avistado un edificio alto que no estaba en ruinas —le informó en voz alta, adelantándose a las palabras de los demás—. Busca algo similar… cualquier cosa alta que sea distinta a los montones de escombros que nos rodean —resumió a grandes rasgos.
Cuando el lagarto alzó el vuelo de nuevo, Sekk empezó a buscar una forma de sortear aquel abismo. En la distancia creyó ver un edificio derrumbado sobre la cicatriz, pero no estaba seguro del todo. Lo más sensato era acercarse para comprobarlo.
La niña con orejas picudas se le acercó y se quedó a su alrededor, atrayendo con su presencia a otros dos alienígenas. Al intara le incomodaba esa atención repentina, pero mantuvo la compostura y memorizó los nombres de sus nuevos compañeros por educación.
—Yo soy Sekkeh Reikayame, y vengo de Ulterania —volvió a presentarse. El ulterano se alejó del corrillo con un par de pasos en cuanto vio la oportunidad, acercándose entonces al borde de la grieta para echar un vistazo.
No tenía miedo a las alturas y su sentido del equilibrio era bastante decente a pesar del síndrome de desembarco, pero con uno de sus pies rozando el corte a pico que se precipitaba sobre aquel mar de huesos la valentía de cualquiera se encogía un poco. Volvió a terreno seguro y escuchó las pregunta de Rasqa con atención. La chica plateada le había pedido que buscara un refugio, pero el parqio no tenía ni idea de que buscar y había vuelto para pedir indicaciones.
—El pájaro dijo que había avistado un edificio alto que no estaba en ruinas —le informó en voz alta, adelantándose a las palabras de los demás—. Busca algo similar… cualquier cosa alta que sea distinta a los montones de escombros que nos rodean —resumió a grandes rasgos.
Cuando el lagarto alzó el vuelo de nuevo, Sekk empezó a buscar una forma de sortear aquel abismo. En la distancia creyó ver un edificio derrumbado sobre la cicatriz, pero no estaba seguro del todo. Lo más sensato era acercarse para comprobarlo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Cicatriz de Arax
23/08/14, 07:53 pm
Se aseguró de memorizar el nombre del reptil volador igual que había hecho con el de la chica marioneta. Rasqa enseguida accedió a su petición, aunque el pequeño volvió al poco preguntando lo que la idrina ya había temido. Esbozó una leve sonrisa ante el comportamiento del reptil, ya que denotaba cierta impulsividad y mientras pensaba cómo sería la mejor forma de describírselo, el rubio con trenzas en el pelo se le adelantó.
Irianna había prestado atención a las presentaciones de los demás, fijándose en que otra de las que había acabado en aquel grupo y que se presentó como Vorela tampoco llevaba mucha ropa encima, lo que le llevó a Irianna a preguntarse si aquella otra mujer tan alta que la había asaltado pertenecería a su mismo mundo y en este fuese normal la ligereza de ropa.
La idrina, no obstante, no llegó a decir su nombre, pues casi todos parecían haberse congregado alrededor del que se presentó como Sekkeh Reikayame y, a excepción de Kimbra que continuaba a su lado y aquel chico tan pálido, nadie más pareció tener interés por dirigirse a ella. De todos modos la chica morena le preguntó por su nombre para que se lo confirmase y probablemente Irianna se hubiese sentido más confusa por la formulación de aquella pregunta de no ser porque recordaba lo que Kimbra había dicho cuando se presentó.
—Sí, me llamo Irianna y vengo de Idris —le confirmó. Supuso que de este modo también se enterarían el resto de su nombre. Puede que no se hubiesen dirigido a ella, pero necesitarían saberlo—. ¿En tu sociedad elegís vosotros mismos los nombres o algo por el estilo? —Se interesó—. A propósito… ¿Cómo te llamas tú? —añadió tras unos segundos de duda para el chico pálido. No sería de muy buena educación no incluirlo en la conversación ya que se encontraba cerca de ellas y todo el mundo se estaba presentando.
Fue mientras esperaban la respuesta de Rasqa que oyeron aquella voz que anunciaba cosas espantosas como si se tratase de delicias. El asombro inicial por ver lo que a todas luces parecía una bañera surcando el aire, capitaneada por una criatura que sin duda recordaba a un espantapájaros y que era el dueño de la penetrante voz, fue sustituido por el desagrado al darse cuenta de que aquello era lo que se suponía que llevaba su comida.
—¿Pancreas de salamandra en sus propios jugos? —repitió lo último que había anunciado aquel ser sin alzar demasiado la voz y componiendo una ligera mueca de desagrado—. Será alguna clase de juego de palabras o una comparación retorcida, espero —musitó sin demasiado convencimiento.
Dos de aquellas bañeras pasaron por encima de sus cabezas y una de ellas atravesó la grieta sin detenerse, perdiéndose en la distancia. La segunda, no obstante, comenzó a descender. Por un momento Irianna pensó que les dejarían la comida justo donde se encontraban, pero aquella primera impresión enseguida se probó errónea mientras observaba, con cierto pasmo, como esta aterrizaba directamente sobre la abertura y caía sobre la montaña de escombros y esqueletos, totalmente fuera de su alcance.
—Estupendo —ironizó mientras se acercaba de nuevo al borde de la grieta para observar la comida que acababan de perder—. Tendremos que buscar la otra, pero al menos creo que eso podría significar que hay un refugio en aquella dirección —teorizó no demasiado convencida. Al fin y al cabo aquella la habían dejado caer sin más en un lugar inaccesible. ¿O tal vez no lo era tanto?, pensó de pronto—. Rasqa, ¿te ves capaz de descender ahí abajo y ver si puedes recoger algo de comida? No tienes que hacerlo si te da miedo —le tranquilizó—. Todavía tenemos otra posibilidad y no creo que nadie te culpe si no te apetece bajar.
A continuación dirigió una mirada fugaz a varios de los presentes más cercanos para, por si alguno decidía contrariarla en aquello, tener una réplica preparada.
Irianna había prestado atención a las presentaciones de los demás, fijándose en que otra de las que había acabado en aquel grupo y que se presentó como Vorela tampoco llevaba mucha ropa encima, lo que le llevó a Irianna a preguntarse si aquella otra mujer tan alta que la había asaltado pertenecería a su mismo mundo y en este fuese normal la ligereza de ropa.
La idrina, no obstante, no llegó a decir su nombre, pues casi todos parecían haberse congregado alrededor del que se presentó como Sekkeh Reikayame y, a excepción de Kimbra que continuaba a su lado y aquel chico tan pálido, nadie más pareció tener interés por dirigirse a ella. De todos modos la chica morena le preguntó por su nombre para que se lo confirmase y probablemente Irianna se hubiese sentido más confusa por la formulación de aquella pregunta de no ser porque recordaba lo que Kimbra había dicho cuando se presentó.
—Sí, me llamo Irianna y vengo de Idris —le confirmó. Supuso que de este modo también se enterarían el resto de su nombre. Puede que no se hubiesen dirigido a ella, pero necesitarían saberlo—. ¿En tu sociedad elegís vosotros mismos los nombres o algo por el estilo? —Se interesó—. A propósito… ¿Cómo te llamas tú? —añadió tras unos segundos de duda para el chico pálido. No sería de muy buena educación no incluirlo en la conversación ya que se encontraba cerca de ellas y todo el mundo se estaba presentando.
Fue mientras esperaban la respuesta de Rasqa que oyeron aquella voz que anunciaba cosas espantosas como si se tratase de delicias. El asombro inicial por ver lo que a todas luces parecía una bañera surcando el aire, capitaneada por una criatura que sin duda recordaba a un espantapájaros y que era el dueño de la penetrante voz, fue sustituido por el desagrado al darse cuenta de que aquello era lo que se suponía que llevaba su comida.
—¿Pancreas de salamandra en sus propios jugos? —repitió lo último que había anunciado aquel ser sin alzar demasiado la voz y componiendo una ligera mueca de desagrado—. Será alguna clase de juego de palabras o una comparación retorcida, espero —musitó sin demasiado convencimiento.
Dos de aquellas bañeras pasaron por encima de sus cabezas y una de ellas atravesó la grieta sin detenerse, perdiéndose en la distancia. La segunda, no obstante, comenzó a descender. Por un momento Irianna pensó que les dejarían la comida justo donde se encontraban, pero aquella primera impresión enseguida se probó errónea mientras observaba, con cierto pasmo, como esta aterrizaba directamente sobre la abertura y caía sobre la montaña de escombros y esqueletos, totalmente fuera de su alcance.
—Estupendo —ironizó mientras se acercaba de nuevo al borde de la grieta para observar la comida que acababan de perder—. Tendremos que buscar la otra, pero al menos creo que eso podría significar que hay un refugio en aquella dirección —teorizó no demasiado convencida. Al fin y al cabo aquella la habían dejado caer sin más en un lugar inaccesible. ¿O tal vez no lo era tanto?, pensó de pronto—. Rasqa, ¿te ves capaz de descender ahí abajo y ver si puedes recoger algo de comida? No tienes que hacerlo si te da miedo —le tranquilizó—. Todavía tenemos otra posibilidad y no creo que nadie te culpe si no te apetece bajar.
A continuación dirigió una mirada fugaz a varios de los presentes más cercanos para, por si alguno decidía contrariarla en aquello, tener una réplica preparada.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Cicatriz de Arax
23/08/14, 08:44 pm
Varsai observó como el parqio volvía a pedir más indicaciones y sonrió por su despiste. En el fondo se estaba muriendo de envidia hacia Rasqa, envidiaba su forma de echar a volar despegándose del suelo como si fuese ingrávido, la niña habría dado cualquier cosa por poder hacer lo mismo que él y surcar el cielo con total libertad. Pero era algo imposible así que se contentaría con interrogar al parqio sobre lo que se sentía para saciar su curiosidad.
Se hallaba en esos pensamientos cuando una voz a sus espaldas la sobresaltó visiblemente, no había oído al humano aproximarse. El chico se presentó y automáticamente otra chica bastante singular se presentó también. La varmana ladeó ligeramente la cabeza tratando de entender por qué la chica sólo había mencionado a su madre. <<Quizá su padre no esté vivo y no tenga hermanos>>. Con esa posibilidad en la cabeza escribió:
"Me llamo Varsai, soy hija de Areko y Astana, y hermana de Gralo y Nete.
Procedo de la capital Balera de Varmania"
La niña volvió a escribir, quería averiguar algo de la chica. No sabía qué era eso que tenía por la cara.
"¿Qué son esas cosas que tienes en la cara? ¿Puedo tocar?"
Una voz parecida a una cancioncilla la interrumpió y la niña miró hacia el lugar del que procedía. Con la boca semiabierta observó la bañera bajar a dejar algo en el río de huesos. Si lo que decía el ser que la pilotaba era cierto la niña no tenía muy claro si lo comería, aunque si tenía que ser honesta con ella misma tenía tanta hambre que se comería un osogrifo entero.
Se hallaba en esos pensamientos cuando una voz a sus espaldas la sobresaltó visiblemente, no había oído al humano aproximarse. El chico se presentó y automáticamente otra chica bastante singular se presentó también. La varmana ladeó ligeramente la cabeza tratando de entender por qué la chica sólo había mencionado a su madre. <<Quizá su padre no esté vivo y no tenga hermanos>>. Con esa posibilidad en la cabeza escribió:
"Me llamo Varsai, soy hija de Areko y Astana, y hermana de Gralo y Nete.
Procedo de la capital Balera de Varmania"
La niña volvió a escribir, quería averiguar algo de la chica. No sabía qué era eso que tenía por la cara.
"¿Qué son esas cosas que tienes en la cara? ¿Puedo tocar?"
Una voz parecida a una cancioncilla la interrumpió y la niña miró hacia el lugar del que procedía. Con la boca semiabierta observó la bañera bajar a dejar algo en el río de huesos. Si lo que decía el ser que la pilotaba era cierto la niña no tenía muy claro si lo comería, aunque si tenía que ser honesta con ella misma tenía tanta hambre que se comería un osogrifo entero.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Cicatriz de Arax
24/08/14, 01:18 am
Roaxen Tenvrai
Parecia ser que algunos se habian detenido a charlar. Aquello, aunque irritó en parte al Capellán, no se ganó ninguna reprimenda. Aun tenian que encontrar el dichoso refugio. Se alegraba que el sentido común prevaleciera y que los que no se sentian repugnados por el lagarto alado le dieran las ordenes pertinentes para que se mostrara útil.
Y, finalmente, escucharon la voces de aquellos que guardan los campos, los espantapajaros. Era literalmente, un espantapajaro. Si acaso, bizarro, no tenia ni punto de comparación el vehiculo que montaba o lo que pregonaba que traia.
-Puede que sea una trampa.-remarcó en un tono medio, sin dirigirlo a nadie, a modo de objeccion ante seguirle la pista. Todo aquello se le antojaba demasiado bizarro. De los tres vehiculos que asemejaban bañeras, dos se alejaron y uno permaneció, volcando sus contenidos al interior de aquella grieta, junto a las enormes pilas de innumerables huesos.
-¡Perros sarnosos!-bramó con un bufido.-ES una trampa. Este lugar apesta a muerte, a un campo de batalla teñido con la sangre de los dueños de los huesos que veis. Esto me da mala espina.- Se giró hacia el lagarto alado y le examinó durante unos instantes. Deseaba a la criatura muerta, pero por otra parte, su utilidad se mostraba sin parangón hasta ahora.
Quizás hubiera permanecido inseguro de tomar un bando en aquel ofrecimiento, pero no fue hasta que captó la mirada de la idrina, buscando a alguien quien la rebatiese, que formó una sonrisa complaciente en el capellán y voceó su opinión.
-Es mi creencia que..-rompió a decir, con una pausa algo teatral.-...convendria tener unos recursos básicos, algo con lo que podamos cargar, en este caso víveres. Son un recurso inigualable y justo lo que necesitamos. No tenemos garantizado que en el refugio haya comida o que si quiera encontraremos el refugio para cuando caiga el alba.-
Se hundió de hombros.
-¿Quién sabe cada cuanto llegaran estas... bañeras con su supuesta comida? Nadie. A lo mejor esa comida hasta está planeada que se racione entre unos pocos afortunados.-pausó de nuevo y esbozó una sonrisa incluso más complacida. Ladeando la cabeza miró a la idrina unos instantes antes de volver a afrontar al lagarto alado.-Es altamente probable que la comida sea un recurso muy escaso en esta ciudad, deduciendolo en base a que la propia ciudad que nos encierra con abominaciones de diferentes tamaños y formas.-dijo esta vez hacia el grupo. Poco sabian estos que se referia a ellos y no al escarabajo gigante que, por otra parte, le habia hecho la vida notablemente más fácil.-Pero claro...-fue cerrando, con un suspiro.-Es tuya la decisión, criatura Rasqa.-le dijo al lagarto volador con una sonrisa que se hacia pasar por benevola.-De ti depende que consigamos esta comida o que nos arriesguemos a buscar otras bañeras por esta ciudad llena de horrores.-
Finalmente, se cruzó de brazos a esperar la respuesta, mientras enfocaba de reojo a la idrina, buscando su reacción. Horas más tarde se criticaria duramente por disfrutar tanto sembrando discordia con aquello pues, al fin de al cabo, eran xenos y eso no suponia reto alguno.
Parecia ser que algunos se habian detenido a charlar. Aquello, aunque irritó en parte al Capellán, no se ganó ninguna reprimenda. Aun tenian que encontrar el dichoso refugio. Se alegraba que el sentido común prevaleciera y que los que no se sentian repugnados por el lagarto alado le dieran las ordenes pertinentes para que se mostrara útil.
Y, finalmente, escucharon la voces de aquellos que guardan los campos, los espantapajaros. Era literalmente, un espantapajaro. Si acaso, bizarro, no tenia ni punto de comparación el vehiculo que montaba o lo que pregonaba que traia.
-Puede que sea una trampa.-remarcó en un tono medio, sin dirigirlo a nadie, a modo de objeccion ante seguirle la pista. Todo aquello se le antojaba demasiado bizarro. De los tres vehiculos que asemejaban bañeras, dos se alejaron y uno permaneció, volcando sus contenidos al interior de aquella grieta, junto a las enormes pilas de innumerables huesos.
-¡Perros sarnosos!-bramó con un bufido.-ES una trampa. Este lugar apesta a muerte, a un campo de batalla teñido con la sangre de los dueños de los huesos que veis. Esto me da mala espina.- Se giró hacia el lagarto alado y le examinó durante unos instantes. Deseaba a la criatura muerta, pero por otra parte, su utilidad se mostraba sin parangón hasta ahora.
Cogito Ergo Sum escribió:♚ ¡Herejia! ¿Pero en que estoy pensando? ¡El perdonar a un xeno, a uno que pinta como un animal no más, es el primer paso hacia el camino del hereje sin redención!
Quizás hubiera permanecido inseguro de tomar un bando en aquel ofrecimiento, pero no fue hasta que captó la mirada de la idrina, buscando a alguien quien la rebatiese, que formó una sonrisa complaciente en el capellán y voceó su opinión.
-Es mi creencia que..-rompió a decir, con una pausa algo teatral.-...convendria tener unos recursos básicos, algo con lo que podamos cargar, en este caso víveres. Son un recurso inigualable y justo lo que necesitamos. No tenemos garantizado que en el refugio haya comida o que si quiera encontraremos el refugio para cuando caiga el alba.-
Se hundió de hombros.
-¿Quién sabe cada cuanto llegaran estas... bañeras con su supuesta comida? Nadie. A lo mejor esa comida hasta está planeada que se racione entre unos pocos afortunados.-pausó de nuevo y esbozó una sonrisa incluso más complacida. Ladeando la cabeza miró a la idrina unos instantes antes de volver a afrontar al lagarto alado.-Es altamente probable que la comida sea un recurso muy escaso en esta ciudad, deduciendolo en base a que la propia ciudad que nos encierra con abominaciones de diferentes tamaños y formas.-dijo esta vez hacia el grupo. Poco sabian estos que se referia a ellos y no al escarabajo gigante que, por otra parte, le habia hecho la vida notablemente más fácil.-Pero claro...-fue cerrando, con un suspiro.-Es tuya la decisión, criatura Rasqa.-le dijo al lagarto volador con una sonrisa que se hacia pasar por benevola.-De ti depende que consigamos esta comida o que nos arriesguemos a buscar otras bañeras por esta ciudad llena de horrores.-
Finalmente, se cruzó de brazos a esperar la respuesta, mientras enfocaba de reojo a la idrina, buscando su reacción. Horas más tarde se criticaria duramente por disfrutar tanto sembrando discordia con aquello pues, al fin de al cabo, eran xenos y eso no suponia reto alguno.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Cicatriz de Arax
24/08/14, 06:33 am
Apenas había dado dos pasos cuando unas voces se oyeron en la distancia, avisando de que llevaban consigo “manjares” de dudosa procedencia. Surcando el cielo en bañeras voladoras los dichosos espantapájaros de los que habían hablado los consejeros cantaban a los cuatro vientos las viandas que transportaban para los cosechados. Con el ceño fruncido Sekk fue testigo de como un tercio de las provisiones acaban en el fondo de la cicatriz, y al mismo tiempo que estas tocaban el fondo, el ulterano creyó ver por el rabillo del ojo como algunos de los huesos se estremecían.
El intara no se fiaba un pelo de todo aquello, y mientras la idrina y el xolnita discutían sobre lo que debía o no hacer Rasqa, él se acercó a una pila de escombros y se hizo con una roca grande, del tamaño de su torso. Sin aparente esfuerzo la alzó en el aire y la acercó al borde de la grieta, arrojándola con fuerza hacia el centro de la misma. La gravedad la reclamó rápidamente y golpeó el mar de osamentas con un ruido seco de huesos partidos. El efecto fue casi inmediato y en un segundo se desató la violencia bajo la piedra. Un enorme gusano de color blanquecino apareció con la boca por delante junto al lugar de impacto, buscando con hambre aquello que había perturbado la quietud del osario, pero al no encontrar nada volvió a desaparecer, ocultándose de la vista con eficiencia.
Aquel engendro no era el único que habitaba la cicatriz, pues se habían podido percibir más temblores en la distancia, pero el rubio no creyó necesario comentarlo en voz alta. Todos debían de haberse percatado.
—Irianna tiene razón —dijo, secundando las palabras de la idrina mientras se dirigía al parqio. Había escuchado el nombre de la muchacha y lo había memorizado en su momento—, estas en tu derecho de no querer acercarte a esas cestas. Sabiendo además lo que pulula allí abajo sería una completa locura, te tragarían de un solo bocado —comentó con una sonrisa apagada—. Deberíamos centrar nuestros esfuerzos en alcanzar la otra bañera antes de que cualquier alimento que pueda transportar termine en otro condenado agujero, no quedan muchas horas de luz.
Sekk se pondría en marcha por su cuenta si hacía falta, pues aunque lo que los espantapájaros habían anunciado no sonaba muy apetitoso, cualquier cosa era mejor que nada y el hambre empezaba a apretar. Lo importante era sobrevivir, la calidad de la comida era lo de menos.
El intara no se fiaba un pelo de todo aquello, y mientras la idrina y el xolnita discutían sobre lo que debía o no hacer Rasqa, él se acercó a una pila de escombros y se hizo con una roca grande, del tamaño de su torso. Sin aparente esfuerzo la alzó en el aire y la acercó al borde de la grieta, arrojándola con fuerza hacia el centro de la misma. La gravedad la reclamó rápidamente y golpeó el mar de osamentas con un ruido seco de huesos partidos. El efecto fue casi inmediato y en un segundo se desató la violencia bajo la piedra. Un enorme gusano de color blanquecino apareció con la boca por delante junto al lugar de impacto, buscando con hambre aquello que había perturbado la quietud del osario, pero al no encontrar nada volvió a desaparecer, ocultándose de la vista con eficiencia.
Aquel engendro no era el único que habitaba la cicatriz, pues se habían podido percibir más temblores en la distancia, pero el rubio no creyó necesario comentarlo en voz alta. Todos debían de haberse percatado.
—Irianna tiene razón —dijo, secundando las palabras de la idrina mientras se dirigía al parqio. Había escuchado el nombre de la muchacha y lo había memorizado en su momento—, estas en tu derecho de no querer acercarte a esas cestas. Sabiendo además lo que pulula allí abajo sería una completa locura, te tragarían de un solo bocado —comentó con una sonrisa apagada—. Deberíamos centrar nuestros esfuerzos en alcanzar la otra bañera antes de que cualquier alimento que pueda transportar termine en otro condenado agujero, no quedan muchas horas de luz.
Sekk se pondría en marcha por su cuenta si hacía falta, pues aunque lo que los espantapájaros habían anunciado no sonaba muy apetitoso, cualquier cosa era mejor que nada y el hambre empezaba a apretar. Lo importante era sobrevivir, la calidad de la comida era lo de menos.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Cicatriz de Arax
24/08/14, 05:06 pm
>>Jolines ya lo que nos faltaba, ahora entiendo lo del espantapájaros que nos da comida, supongo que se referían a eso<<. Son unas bañeras voladoras con un tío muy raro en cada una de ellas, dos se pierden en la lejanía y la tercera aterriza justo abajo en el barranco. Gritan cosas asquerosas, como ratas, vértebras de ballena etc. >>No pienso comerme esas atrocidades. >>Es de locos<<. Aunque intento apartar el hambre de mis pensamientos me es imposible no escuchar mi gran crujir de tripas. Es bestial. >>Espero que no se hayan dado cuenta, Dios mío que vergüenza<<
Sugieren que de nuevo Rasqa, el bicho volador. Sea el que baje para capturar comida y así tener provisiones, no lo veo mala idea hasta que el rubio de las trenzas, Sekk, tira una piedra al fondo y sale un gusano blanco hambriento en busca de comida. Aunque luego se sumerja en la arena ya estoy no estoy tranquila. Yo desde luego si fuera Rasqa no lo haría. Entiendo que quieran comer esas porquerías, a lo mejor a ellos les gustan, pero...>>¿Y si hay más gusanos allí abajo ? ¿O esto es una trampa para que piquemos en el anzuelo y luego matarnos?<<. Se me ocurren infinitas posibilidades que no quiero ni nombrar en mi mente. Todo es tan confuso.... El problema es que carecemos de información. >>Eso es lo que necesitamos, ¡Información¡<<.
Apoyo la teoría de Sekk, la comida es esencial, pero prefiero un lugar seguro primero, es más importante. Ante la posibilidad de que alguien se una a los pensamientos del de las trenzas digo en alto pero con verdadera vergüenza:
-Escuchadme, ¿No es mejor buscar un lugar seguro primero?, es decir- ahora les miro a los ojos a todos, con decisión continúo- ¿Qué preferís? ¿Ir a buscar las otras bañeras ante el peligro de encontrarnos otro monstruo o dormir en algún lugar seguro?. Eso claro, si lo encontramos primero.
Sea lo que sea hay que hacerlo pronto, no podemos permanecer aquí mucho tiempo, no es un lugar muy tranquilizador. >>Demasiadas cuestiones, mi cabeza va a estallar.<<
Sugieren que de nuevo Rasqa, el bicho volador. Sea el que baje para capturar comida y así tener provisiones, no lo veo mala idea hasta que el rubio de las trenzas, Sekk, tira una piedra al fondo y sale un gusano blanco hambriento en busca de comida. Aunque luego se sumerja en la arena ya estoy no estoy tranquila. Yo desde luego si fuera Rasqa no lo haría. Entiendo que quieran comer esas porquerías, a lo mejor a ellos les gustan, pero...>>¿Y si hay más gusanos allí abajo ? ¿O esto es una trampa para que piquemos en el anzuelo y luego matarnos?<<. Se me ocurren infinitas posibilidades que no quiero ni nombrar en mi mente. Todo es tan confuso.... El problema es que carecemos de información. >>Eso es lo que necesitamos, ¡Información¡<<.
Apoyo la teoría de Sekk, la comida es esencial, pero prefiero un lugar seguro primero, es más importante. Ante la posibilidad de que alguien se una a los pensamientos del de las trenzas digo en alto pero con verdadera vergüenza:
-Escuchadme, ¿No es mejor buscar un lugar seguro primero?, es decir- ahora les miro a los ojos a todos, con decisión continúo- ¿Qué preferís? ¿Ir a buscar las otras bañeras ante el peligro de encontrarnos otro monstruo o dormir en algún lugar seguro?. Eso claro, si lo encontramos primero.
Sea lo que sea hay que hacerlo pronto, no podemos permanecer aquí mucho tiempo, no es un lugar muy tranquilizador. >>Demasiadas cuestiones, mi cabeza va a estallar.<<
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Cicatriz de Arax
24/08/14, 05:32 pm
Justo cuando me presento lo hace el chico rubio, Sekk, y una voz a mi espalda dice su nombre, Vorela y el de su madre, en cuanto a la felina empieza a escribir el suyo en un cuaderno y me hace sospechar que es muda ¿sino que sentido tendría? Por lo visto también dice el nombre de sus padres ¿que mas da? Al fin y al cabo sus familiares no están aquí, será una costumbre de su mundo...
El dragoncito hizo preguntas de lo que tenía que buscar que fueron respondidas por Sekk. De repente, escucho una voz que canta varias frases hablando de mierda como si fuera comida y opinan de que el dragoncillo ,Rasqa, baje abajo y coja la comida que hay en la bañera ¿voladora? Y sino se atreve a bajar la grieta siempre podemos coger la otra que la ha atravesado.
Personalmente bajaría abajo si tuviera alas, claro está, pero Sekk tira una piedra al fondo esquelético y me hace cambiar de idea, de las “profundidades” sale un gusano enorme.-Joder no bajes ahí Rasqa-. Digo con tono serio y a la vez asustado. Ruth opina que lo mejor es buscar un refugio, por una parte la apoyo, es comprensible pero por otra parte tengo unas ganas de comer horrendamente.
Pese a todo esto levanto la mano como si esto fuera una asamblea.-Estoy de acuerdo, prefiero encontrar la comida cuando nos hayamos instalado en algún lugar, nos quedaremos aquí un año ¿no? La comida de las bañeras no se acabará, vendrá más y no creo que los bichos nos la roben-.
El dragoncito hizo preguntas de lo que tenía que buscar que fueron respondidas por Sekk. De repente, escucho una voz que canta varias frases hablando de mierda como si fuera comida y opinan de que el dragoncillo ,Rasqa, baje abajo y coja la comida que hay en la bañera ¿voladora? Y sino se atreve a bajar la grieta siempre podemos coger la otra que la ha atravesado.
Personalmente bajaría abajo si tuviera alas, claro está, pero Sekk tira una piedra al fondo esquelético y me hace cambiar de idea, de las “profundidades” sale un gusano enorme.-Joder no bajes ahí Rasqa-. Digo con tono serio y a la vez asustado. Ruth opina que lo mejor es buscar un refugio, por una parte la apoyo, es comprensible pero por otra parte tengo unas ganas de comer horrendamente.
Pese a todo esto levanto la mano como si esto fuera una asamblea.-Estoy de acuerdo, prefiero encontrar la comida cuando nos hayamos instalado en algún lugar, nos quedaremos aquí un año ¿no? La comida de las bañeras no se acabará, vendrá más y no creo que los bichos nos la roben-.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Cicatriz de Arax
24/08/14, 08:00 pm
Kimbra escuchó las presentaciones del resto de integrantes del grupo, las cuales la dejaron bastante confusa. La engendro no entendía por qué aportaban información tan innecesaria como el nombre del planeta del que provenían, ya que a Kimbra con saber que no era el suyo le valía, pues no iba a reconocer el nombre de ningún otro. Aunque ciertamente lo que más le extrañó fue que una de las chicas se identificara como “hija de Reira”. Kimbra no sabía que era ser hija de Reira y pensó que quizás se trataba de su ocupación o una forma de nombrar a la ciudad a la que servía. También sospechó que se trataría de algo propio de ese planeta llamado Libo del que decía proceder, puesto que ningún otro se había presentado de la misma manera. Aunque quizás aquello llamado “reikayame” que había nombrado el chico del pelo trenzado se tratara de algo similar.
Kimbra miró confundida a Irianna cuando esta le preguntó si acaso en su sociedad elegían su nombre. La engendro no conocía otra manera de adquirir letras para ser llamada a no ser que se fuera un animal y la muchacha no tenía pinta de serlo.
- Al seguir la senda marcada por Lakra se te da la oportunidad de sustituir tu numeración por un conjunto de letras escogidas del abecedario o una unión de palabras -explicó lo más claramente que pudo, puesto que nunca creyó que tuviera que explicar algo como aquello-. Dada tu pregunta, deduzco que en tu mundo no se da de esta manera. ¿Cómo adquirís entonces vuestros nombres?
En aquel momento, se oyó una voz que venía del cielo. Aquel artilugio volador era similar a un estanque hecho con un lay extraño y capitaneado por un ser que la engendro no había visto en su vida y que tampoco se parecía a sus nuevos compañeros. “¿A qué mundo pertenecerá este extraño ser? ¿Será también un individuo en busca de conocimiento? ¿O por el contrario pertenecerá a este extraño mundo?” Al no contar con gran similitud con los dos jinetes que les habían hablado, Kimbra se preguntó si acaso en aquel mundo habitarían más de tres razas diferentes. Por lo que decía, la engendro sospechó que se trataban de los prometidos espantapájaros, ya que iban cantando el nombre de lo que debían ser los alimentos, aunque Kimbra necesitó de las palabras de sus compañeros para confirmar esto.
Aun con toda la información que estaba recabada, no acababa de comprender la situación. Por lo que sabía le habían desprovisto de sus armas y a cambio le aportaban alimento para subsistir. ¿Acaso no confiaban en su capacidad para alimentarse por sus propios medios? ¿Creerían que su habilidad de caza era pobre? “Quizás las bestias comestibles en este territorio son escasas o inexistentes y los poseedores del conocimiento desean que nos concentremos en la búsqueda de este sin distracciones tales como podría ser en estas circunstancias la caza o la recolección.”
Kimbra observó con curiosidad como el chico del pelo trenzado tiraba una piedra al rio de huesos y como de estos salía un gran gusano alterado de alguna manera por el ruido. Como con el bicho que les había perseguido, Kimbra se preguntó si sería comestible. Por mucho que le hubieran desprovisto de sus armas y le aportaran alimento la engendro seguía analizando las posibles piezas de caza con las que se encontraba. Como bien había dicho el chico del pelo morado la comida aportada quizás debía racionarse y Kimbra prefería saber con qué bestias podía encontrarse en aquel territorio para cuando se hiciera con un arco y pudiera hacer su trabajo.
Kimbra miró extrañada a sus compañeros. Muchos de ellos proponían la búsqueda del prometido refugio, confiando ciegamente que una vez en él se encontrarían a salvo. Ella sabía que lo mejor que podían hacer era encontrar armas, puesto que una vez armados tendrías seguridad, alimento y refugio asegurados, pero por lo visto aquellos seres tenían otras prioridades, otra lógica y otra forma de proceder.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Aliera W
Ficha de cosechado
Nombre: Sigrún
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, orientación y resistenciaPersonajes : Sigrún
Re: Cicatriz de Arax
25/08/14, 01:14 am
Sigrún trató de memorizar el nombre de la plateada, el cual no debería resultarle difícil de memorizar. Además, sabía por experiencia que a los demás les gustaba que se supiesen su nombre… Irianna. No tenía una pronunciación difícil, y sonaba musical.
Irianna le preguntó su nombre y, justo cuando abría la boca para contestar, unas voces que anunciaban una comida para nada suculenta le interrumpieron. Se trataba de los famosos espantapájaros. Uno de ellos aterrizó en medio de la grieta, y le propusieron al lagarto que bajase a buscar la comida, pero el vikingo tiró una piedra al fondo y salió un asqueroso gusano blanco creyendo que se trataba de comida. Sigrún se alejó de la grieta instintivamente. Nunca le habían gustado los gusanos de seda y ahí tenía la demostración de su desconfianza.
El surfero propuso ir en busca de los otros espantapájaros montados en bañeras, pero la virgen Fátima intervino alegando que era más importante encontrar un refugio en el que pasar la noche, siendo apoyado por el querubín de fútbol.
El vikingo (¿cómo había dicho que se llamaba?) parecía dispuesto a ir en busca de los otros espantapájaros, solo. Al joven albino le parecía bien que se buscase la muerte yendo solo, pero después de la demostración de la roca le había quedado claro que era indudablemente fuerte y desconfiado. No le gustaba la idea, pero no debían dejar que se fuera. Carraspeó para llamar la atención.
―En mi opinión, creo que ambos llevan parte de razón, pero no creo que una cosa quite necesariamente a la otra. Podríamos empezar buscando refugio, que es lo más acuciante, y después algunos de nosotros seguir a los espantapájaros. O tal vez dividirnos en dos grupos de…―hizo un rápido recuento― cinco, unos que busquen el refugio y otros la comida, tal vez el…―se contuvo a tiempo de decir <<el lagarto>>, pero no tenía ni idea de cómo se llamaba. Por suerte, el futbolero le recordó su nombre― Rasca podría comunicar a ambos grupos. Pero, en cualquier caso, yo no me iría solo. Juntos tenemos más posibilidades contra los monstruos, a pesar de que ninguno llevamos armas, creo. ―Se calló unos instantes y añadió, más bajo―. Por cierto, me llamo Sigrún.
Irianna le preguntó su nombre y, justo cuando abría la boca para contestar, unas voces que anunciaban una comida para nada suculenta le interrumpieron. Se trataba de los famosos espantapájaros. Uno de ellos aterrizó en medio de la grieta, y le propusieron al lagarto que bajase a buscar la comida, pero el vikingo tiró una piedra al fondo y salió un asqueroso gusano blanco creyendo que se trataba de comida. Sigrún se alejó de la grieta instintivamente. Nunca le habían gustado los gusanos de seda y ahí tenía la demostración de su desconfianza.
El surfero propuso ir en busca de los otros espantapájaros montados en bañeras, pero la virgen Fátima intervino alegando que era más importante encontrar un refugio en el que pasar la noche, siendo apoyado por el querubín de fútbol.
El vikingo (¿cómo había dicho que se llamaba?) parecía dispuesto a ir en busca de los otros espantapájaros, solo. Al joven albino le parecía bien que se buscase la muerte yendo solo, pero después de la demostración de la roca le había quedado claro que era indudablemente fuerte y desconfiado. No le gustaba la idea, pero no debían dejar que se fuera. Carraspeó para llamar la atención.
―En mi opinión, creo que ambos llevan parte de razón, pero no creo que una cosa quite necesariamente a la otra. Podríamos empezar buscando refugio, que es lo más acuciante, y después algunos de nosotros seguir a los espantapájaros. O tal vez dividirnos en dos grupos de…―hizo un rápido recuento― cinco, unos que busquen el refugio y otros la comida, tal vez el…―se contuvo a tiempo de decir <<el lagarto>>, pero no tenía ni idea de cómo se llamaba. Por suerte, el futbolero le recordó su nombre― Rasca podría comunicar a ambos grupos. Pero, en cualquier caso, yo no me iría solo. Juntos tenemos más posibilidades contra los monstruos, a pesar de que ninguno llevamos armas, creo. ―Se calló unos instantes y añadió, más bajo―. Por cierto, me llamo Sigrún.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Cicatriz de Arax
25/08/14, 06:45 pm
El discurso de Roaxen, aunque bajo toda la palabrería podía encontrar algunos puntos que no le parecían demasiado descabellados, se le presentó claramente como un intento de coaccionar a Rasqa a tomar la decisión más peligrosa apelando a su conciencia y por ello la idrina dedicó una fugaz mirada en la que dejó traslucir por un breve instante su desdén, corrigiendo su expresión casi al instante. Todavía no estaba segura de cuáles eran las intenciones del ulterano tras aquellos discursos grandilocuentes y la máscara no ayudaba a comprenderlas mejor.
La acción de Sekkeh, no obstante, la previno de añadir nada al respecto e Irianna casi lo agradeció, pues no tenía claro si debía acusar o no a Roaxen de un intento de condicionar la decisión del reptil. Sus palabras habían sido bastante claras a pesar de todo, pero la idrina no creía prudente mantener una discusión en un lugar donde podía aparecer un escarabajo gigante en cualquier momento.
Así pues, escuchó a continuación los aportes de los demás a aquel primer dilema que se les presentaba. Algunas de las opiniones de aquellos niños que parecían proceder del mismo mundo le resultaron demasiado optimistas en algunos puntos, en aquellos que discrepaban con las partes del discurso de Roaxen en las que había coincidido más o menos. Le llamó la atención también la primera aportación de Sigrún a la conversación, pues Irianna detectó una vacilación al final de su intervención que no tenía muy claro cómo debía interpretar. <<¿Inseguridad? ¿Pero por qué?>>. No lo sabía y tampoco sabía si a lo mejor habían sido imaginaciones suyas, en cualquier caso decidió no darle mayor importancia porque en ese momento primaba el decidir cómo proceder.
—Estoy de acuerdo con encontrar primero el refugio, pero propongo dividirnos en cuanto sepamos dónde está quienes estén dispuestos a ir en busca de la comida. Creo el punto de vista de Roaxen Ten… —se giró hacia el ulterano, vacilando—. Lo siento, no recuerdo el nombre completo, ¿cómo deberíamos llamarte?
La reprimenda que recibió a cambio de una pregunta tan corriente como aquella la cogió desprevenida. Irianna tuvo que obligarse a mantener la compostura, aunque dedicó un vistazo a los que se hallaban a su alrededor tratando de comprobar si se encontraban igual de estupefactos que ella. Entre todas las cosas que Roaxen podría haberla llamado, había sido precisamente irrespetuosa, cuando había puesto cuidado en todo momento por no ofender a nadie. Si bien era de suponer que se trataba de algo cultural… ¿Cómo iba a esperar que el resto recordasen un nombre tan largo –porque la primera vez que se presentó Irianna estaba segura de que había dicho más cosas y por eso no lo pudo retener en su memoria- que no habían oído en su vida porque provenía de un idioma alienígena? Todo ello se lo guardó para sí misma la idrina, pues al contrario que su interlocutor no pretendía mostrar abiertamente lo que pensaba sobre él. Porque Roaxen Tenvrai cada vez le desagradaba más.
—En Idris, en cambio, mostramos respeto a los demás evitando condicionarlos para que hagan lo que queramos. Se llama manipulación y cuando es muy obvia resulta muy ofensivo.
Irianna empleó un tono moderado, enunciando la frase como si simplemente estuviese añadiendo información y no refiriéndose a un hecho concreto. De ese modo Roaxen no tendría por qué sentirse aludido y si lo hacía era únicamente su problema. Por ello la idrina no esperaba una réplica a aquello, no creía que al ulterano le conviniese tirar de aquel hilo.
—Como iba diciendo… Creo que deberíamos ponernos en el peor de los casos, aunque suene pesimista. Imaginad que este es todo el suministro de alimentos que nos dan en una semana entera, en ningún momento han dicho con qué periodicidad la van a suministrar. Y yo no contaría con que los animales salvajes no se la coman o no la destrocen de un día para otro. Me parece que es de sentido común pensarlo, —dijo en un tono que de ninguna manera se podría interpretar como autosuficiencia o desprestigio hacia aquellos que habían opinado diferente— pero si queréis una prueba observad a esos gusanos gigantes de ahí abajo.
Mientras el resto hablaba, la chica había observado el fondo de la grieta dirigiéndole alguna que otra mirada de vez en cuando y en aquel momento aquellas desagradables criaturas ya habían alcanzado las cestas que contenían sus supuestas provisiones y reptaban por encima de ellas. Pronto desaparecerían de la vista bajo sus viscosos cuerpos blanquecinos.
Una vez se hubiesen puesto en marcha, Irianna continuaría caminando al lado de Kimbra y se dirigiría a ella.
—Lo siento, antes se interrumpió nuestra conversación. Nuestros nombres los eligen nuestros padres, porque en caso contrario no podrían llamarnos de ninguna manera mientras no creciésemos lo suficiente como para ser capaces de tomar una decisión como esa. No sé si he entendido demasiado de lo que has dicho… ¿Os asignan un número al nacer? <<Qué impersonal…>> Pero tal vez sea mejor continuar con esta conversación en cuanto estemos asentados. Está claro que venimos de culturas muy diferentes.
A Irianna le interesaban genuinamente todas aquellas diferencias culturales; ya no solo por mera curiosidad o afán de conocimiento, sino porque eran una fuente de inspiración demasiado valiosa como para desperdiciarla.
La acción de Sekkeh, no obstante, la previno de añadir nada al respecto e Irianna casi lo agradeció, pues no tenía claro si debía acusar o no a Roaxen de un intento de condicionar la decisión del reptil. Sus palabras habían sido bastante claras a pesar de todo, pero la idrina no creía prudente mantener una discusión en un lugar donde podía aparecer un escarabajo gigante en cualquier momento.
Así pues, escuchó a continuación los aportes de los demás a aquel primer dilema que se les presentaba. Algunas de las opiniones de aquellos niños que parecían proceder del mismo mundo le resultaron demasiado optimistas en algunos puntos, en aquellos que discrepaban con las partes del discurso de Roaxen en las que había coincidido más o menos. Le llamó la atención también la primera aportación de Sigrún a la conversación, pues Irianna detectó una vacilación al final de su intervención que no tenía muy claro cómo debía interpretar. <<¿Inseguridad? ¿Pero por qué?>>. No lo sabía y tampoco sabía si a lo mejor habían sido imaginaciones suyas, en cualquier caso decidió no darle mayor importancia porque en ese momento primaba el decidir cómo proceder.
—Estoy de acuerdo con encontrar primero el refugio, pero propongo dividirnos en cuanto sepamos dónde está quienes estén dispuestos a ir en busca de la comida. Creo el punto de vista de Roaxen Ten… —se giró hacia el ulterano, vacilando—. Lo siento, no recuerdo el nombre completo, ¿cómo deberíamos llamarte?
La reprimenda que recibió a cambio de una pregunta tan corriente como aquella la cogió desprevenida. Irianna tuvo que obligarse a mantener la compostura, aunque dedicó un vistazo a los que se hallaban a su alrededor tratando de comprobar si se encontraban igual de estupefactos que ella. Entre todas las cosas que Roaxen podría haberla llamado, había sido precisamente irrespetuosa, cuando había puesto cuidado en todo momento por no ofender a nadie. Si bien era de suponer que se trataba de algo cultural… ¿Cómo iba a esperar que el resto recordasen un nombre tan largo –porque la primera vez que se presentó Irianna estaba segura de que había dicho más cosas y por eso no lo pudo retener en su memoria- que no habían oído en su vida porque provenía de un idioma alienígena? Todo ello se lo guardó para sí misma la idrina, pues al contrario que su interlocutor no pretendía mostrar abiertamente lo que pensaba sobre él. Porque Roaxen Tenvrai cada vez le desagradaba más.
—En Idris, en cambio, mostramos respeto a los demás evitando condicionarlos para que hagan lo que queramos. Se llama manipulación y cuando es muy obvia resulta muy ofensivo.
Irianna empleó un tono moderado, enunciando la frase como si simplemente estuviese añadiendo información y no refiriéndose a un hecho concreto. De ese modo Roaxen no tendría por qué sentirse aludido y si lo hacía era únicamente su problema. Por ello la idrina no esperaba una réplica a aquello, no creía que al ulterano le conviniese tirar de aquel hilo.
—Como iba diciendo… Creo que deberíamos ponernos en el peor de los casos, aunque suene pesimista. Imaginad que este es todo el suministro de alimentos que nos dan en una semana entera, en ningún momento han dicho con qué periodicidad la van a suministrar. Y yo no contaría con que los animales salvajes no se la coman o no la destrocen de un día para otro. Me parece que es de sentido común pensarlo, —dijo en un tono que de ninguna manera se podría interpretar como autosuficiencia o desprestigio hacia aquellos que habían opinado diferente— pero si queréis una prueba observad a esos gusanos gigantes de ahí abajo.
Mientras el resto hablaba, la chica había observado el fondo de la grieta dirigiéndole alguna que otra mirada de vez en cuando y en aquel momento aquellas desagradables criaturas ya habían alcanzado las cestas que contenían sus supuestas provisiones y reptaban por encima de ellas. Pronto desaparecerían de la vista bajo sus viscosos cuerpos blanquecinos.
Una vez se hubiesen puesto en marcha, Irianna continuaría caminando al lado de Kimbra y se dirigiría a ella.
—Lo siento, antes se interrumpió nuestra conversación. Nuestros nombres los eligen nuestros padres, porque en caso contrario no podrían llamarnos de ninguna manera mientras no creciésemos lo suficiente como para ser capaces de tomar una decisión como esa. No sé si he entendido demasiado de lo que has dicho… ¿Os asignan un número al nacer? <<Qué impersonal…>> Pero tal vez sea mejor continuar con esta conversación en cuanto estemos asentados. Está claro que venimos de culturas muy diferentes.
A Irianna le interesaban genuinamente todas aquellas diferencias culturales; ya no solo por mera curiosidad o afán de conocimiento, sino porque eran una fuente de inspiración demasiado valiosa como para desperdiciarla.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Cicatriz de Arax
25/08/14, 07:24 pm
Roaxen Tenvrai
Tras el casi accidente funesto de Sekkeh Reikayame, el capellán esbozó una sonrisa. Aunque no era porque su compatriota se habia puesto en peligro, sino porque se habia confirmado a si mismo que su instinto estaba en lo cierto con aquello.
-¿Veis? Os lo dije. Era una trampa.-se limitó a decir con una sonrisa presumida en su rostro.
Pero el humor de Roaxen Tenvrai tan solo se habia recuperado unos segundos como para desestabilizarse de nuevo. Principalmente, por la discusión de los xenos. Era exhasperante tener que tratar con tantos a la vez y de apariencias más horrendas uno detrás de otro.
La escritora expuso su opinion, en parte acertada, en parte no y falló al acordarse del nombre del capellán. Aquello le cogió desprevenido. ¿Quién seria tan insensato como para cometer semejante falta de respeto? No dejó que su celo aflorase y se limitó en contestar.
-Mi nombre es Roaxen Tenvrai, Irianna.-dijo en un principio.-Nosotros, los ulteranos, mostramos respeto a los demás acordandonos de sus nombres. Ya veo que no es algo universal.-se limitó a añadir. Queria enfadarse, pero no era el momento ni Irianna era la cabeza de turco que necesitaba. Las conversaciones y debate se siguieron sucediendo provocando todo tipo de expresiones que internó en su psique para no estallar y, entre ellas, encontró con quién soltar algo de humo.
-Mientras que estoy a favor de separar al grupo en dos para aumentar nuestras posibilidades de encontrar comida y refugio, desearia que tuvierais en cuenta lo siguiente: Si creeis que el refugio será un lugar seguro e inexpugnable, o que los cebaran como a bestias de corral con lo que hay en esos vehiculos siento informaros que estais siendo excesivamente ingenuos.-rompió a hablar de pronto.-Tenemos una misión y tan solo esta misión. Sobrevivir. Y dudo que las condiciones de las que hablais no se verian cumplidas tan solo porque es lo que el sentido común dicta.-se cruzó de brazos, antes de añadir algo más y dejar el asunto.-Os aconsejaria un pensamiento más crítico y realista. Quizás ni encontremos el refugio antes de cernirse el crepusculo sobre nosotros y es posible que la comida que llevan esas bañeras sea para toda una semana y por todo el metal del mundo, mocoso...-dijo hablando para el humano de pelo casi rapado y rubio.-...la comida es para quien la coja primero, bestia, persona o xeno.-terminó con un tono asqueado por la estupidez del chaval.
Suspirando con exhasperación, Roaxen Tenvrai se separó del grupo. Se sentia rodeado de imbéciles, de críos llorones que no habian abandonado el lecho ni sangrado nunca, lejos del hecho que por encima de todo, eran xenos asquerosos. Aunque quizas la estupidez de la mayoria estuviera nublando su juicio, el ulterano no tenia pensamientos positivos de ninguno de los presentes en aquel momento.
Finalmente, decidieron ir al refugio, aunque primero deberian de cruzar aquel sitio tan macabro. Para ello, se guiaron por encima de un edificio derruido que hacia las veces de puente. El capellán marchaba con paso prieto y sin detenerse, aunque regularmente vigilaba la retaguardia, solo por si acaso.
Sigue en Torreón Letargo.
Tras el casi accidente funesto de Sekkeh Reikayame, el capellán esbozó una sonrisa. Aunque no era porque su compatriota se habia puesto en peligro, sino porque se habia confirmado a si mismo que su instinto estaba en lo cierto con aquello.
-¿Veis? Os lo dije. Era una trampa.-se limitó a decir con una sonrisa presumida en su rostro.
Pero el humor de Roaxen Tenvrai tan solo se habia recuperado unos segundos como para desestabilizarse de nuevo. Principalmente, por la discusión de los xenos. Era exhasperante tener que tratar con tantos a la vez y de apariencias más horrendas uno detrás de otro.
La escritora expuso su opinion, en parte acertada, en parte no y falló al acordarse del nombre del capellán. Aquello le cogió desprevenido. ¿Quién seria tan insensato como para cometer semejante falta de respeto? No dejó que su celo aflorase y se limitó en contestar.
-Mi nombre es Roaxen Tenvrai, Irianna.-dijo en un principio.-Nosotros, los ulteranos, mostramos respeto a los demás acordandonos de sus nombres. Ya veo que no es algo universal.-se limitó a añadir. Queria enfadarse, pero no era el momento ni Irianna era la cabeza de turco que necesitaba. Las conversaciones y debate se siguieron sucediendo provocando todo tipo de expresiones que internó en su psique para no estallar y, entre ellas, encontró con quién soltar algo de humo.
-Mientras que estoy a favor de separar al grupo en dos para aumentar nuestras posibilidades de encontrar comida y refugio, desearia que tuvierais en cuenta lo siguiente: Si creeis que el refugio será un lugar seguro e inexpugnable, o que los cebaran como a bestias de corral con lo que hay en esos vehiculos siento informaros que estais siendo excesivamente ingenuos.-rompió a hablar de pronto.-Tenemos una misión y tan solo esta misión. Sobrevivir. Y dudo que las condiciones de las que hablais no se verian cumplidas tan solo porque es lo que el sentido común dicta.-se cruzó de brazos, antes de añadir algo más y dejar el asunto.-Os aconsejaria un pensamiento más crítico y realista. Quizás ni encontremos el refugio antes de cernirse el crepusculo sobre nosotros y es posible que la comida que llevan esas bañeras sea para toda una semana y por todo el metal del mundo, mocoso...-dijo hablando para el humano de pelo casi rapado y rubio.-...la comida es para quien la coja primero, bestia, persona o xeno.-terminó con un tono asqueado por la estupidez del chaval.
Suspirando con exhasperación, Roaxen Tenvrai se separó del grupo. Se sentia rodeado de imbéciles, de críos llorones que no habian abandonado el lecho ni sangrado nunca, lejos del hecho que por encima de todo, eran xenos asquerosos. Aunque quizas la estupidez de la mayoria estuviera nublando su juicio, el ulterano no tenia pensamientos positivos de ninguno de los presentes en aquel momento.
Cogito Ergo Sum escribió:♚ ¡Qué humillante!
Finalmente, decidieron ir al refugio, aunque primero deberian de cruzar aquel sitio tan macabro. Para ello, se guiaron por encima de un edificio derruido que hacia las veces de puente. El capellán marchaba con paso prieto y sin detenerse, aunque regularmente vigilaba la retaguardia, solo por si acaso.
Sigue en Torreón Letargo.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Cicatriz de Arax
29/09/14, 07:18 pm
Por suerte, pensó, no se perdieron... ¿O quizá sí? Habían recorrido casi al azar un buen número de calles hasta llegar a una zona más abierta -literalmente incluso- así que quizá sí se habían perdido. O quizá no. Se descubriría cuando decidieran retomar el camino de vuelta y supieran o no volver. Pero Tesón estaba convencido, no de que volverían, sino de que en caso de desaparecer todo el grupo, los del torreón ni se molestarían en salir. Es más, el mismo tampoco lo haría. Una cosa era ser un grupo grande y dividirse para buscar a otro grupo grande, y otra bien distinta era que un grupo pequeño (los que quedaban en el torreón) tuvieran que decidir si salir o no a buscar al resto de su grupo y, además, a los que fueron a buscar. Mejor no, si querían sobrevivir.
Volviendo a la ciudad, llegaron a una zona en la que una larga y amenazante brecha recorría las calles hasta donde su vista alcanzaba. De un lado a otro. ¿Qué habría pasado ahí, un terremoto quizá? Parecía lo más probable.
-Fin del camino para quien no vuele-masculló-. Había varios voladores en el grupo que se separó, ¿no? Si llegaron a esta zona... A saber si pudieron seguir adelante o se dieron la vuelta. Lo más seguro es que solo los voladores pudieran y se fueran por otro camino... ¿Ideas?
Volviendo a la ciudad, llegaron a una zona en la que una larga y amenazante brecha recorría las calles hasta donde su vista alcanzaba. De un lado a otro. ¿Qué habría pasado ahí, un terremoto quizá? Parecía lo más probable.
-Fin del camino para quien no vuele-masculló-. Había varios voladores en el grupo que se separó, ¿no? Si llegaron a esta zona... A saber si pudieron seguir adelante o se dieron la vuelta. Lo más seguro es que solo los voladores pudieran y se fueran por otro camino... ¿Ideas?
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
Re: Cicatriz de Arax
29/09/14, 07:53 pm
Sin ningún otro plan mejor optaron por avanzar a ciegas, esperando con suerte estar recorriendo el mismo camino que el día anterior recorrieran los otros y dar con ellos. Sin embargo lo que encontraron fue algo totalmente diferente.
Tras avanzar por calles de distintos tamaños, en un momento dado el camino se ensanchó, dejando a la vista una enorme grieta que recorría todo de lado a lado. No podía verla en su totalidad, pero Kirés tenía la sospecha de que, vistas sus proporciones, probablemente dividiría gran parte de la ciudad en dos, o incluso toda. Aun así lo más sorprendente de aquella grieta no era la grieta en sí, sino su contenido: Huesos, cientos, miles o incluso más llenaban su interior. Los había de todas las formas y tamaños, algunos propios de seres humanoides, y otros tan extraños que resultaba completamente imposible imaginarse a qué podrían haber pertenecido.
Pero en cualquier caso era muy improbableque los otros hubieran seguido aquella ruta. No era muy acogedora que se pudiera decir, y si entonces estaban huyendo tampoco habían tenido tiempo de pararse y buscar un modo de cruzar. En otras palabras, habían perdido cualquier posibilidad de rastrearlos. –Yo tampoco creo que cruzaran esto, y teniendo en cuenta que hemos avanzado siguiendo corazonadas y no verdaderas pistas es posible que ni llegaran a ver la grieta y nosotros nos hayamos metido por donde no es. –Se calló un momento pensativo, y luego negó con la cabeza para sí mismo. –No. Es imposible que podamos encontrarlos así, de modo que lo único que podemos hacer es intentar adelantarnos y averiguar a dónde podrían haber ido.
El enderth barajó la situación colocándose en el lugar del otro grupo, pensando en qué habría hecho él en su situación, y entonces se acordó de las mazmorras. –Claro. Antes o después han tenido que buscar algún lugar donde pasar la noche, y aparte del torreón el único edificio medianamente en condiciones que hemos encontrado es en el que nos despertamos el primer día. ¿Probamos allí?
Tras avanzar por calles de distintos tamaños, en un momento dado el camino se ensanchó, dejando a la vista una enorme grieta que recorría todo de lado a lado. No podía verla en su totalidad, pero Kirés tenía la sospecha de que, vistas sus proporciones, probablemente dividiría gran parte de la ciudad en dos, o incluso toda. Aun así lo más sorprendente de aquella grieta no era la grieta en sí, sino su contenido: Huesos, cientos, miles o incluso más llenaban su interior. Los había de todas las formas y tamaños, algunos propios de seres humanoides, y otros tan extraños que resultaba completamente imposible imaginarse a qué podrían haber pertenecido.
Pero en cualquier caso era muy improbableque los otros hubieran seguido aquella ruta. No era muy acogedora que se pudiera decir, y si entonces estaban huyendo tampoco habían tenido tiempo de pararse y buscar un modo de cruzar. En otras palabras, habían perdido cualquier posibilidad de rastrearlos. –Yo tampoco creo que cruzaran esto, y teniendo en cuenta que hemos avanzado siguiendo corazonadas y no verdaderas pistas es posible que ni llegaran a ver la grieta y nosotros nos hayamos metido por donde no es. –Se calló un momento pensativo, y luego negó con la cabeza para sí mismo. –No. Es imposible que podamos encontrarlos así, de modo que lo único que podemos hacer es intentar adelantarnos y averiguar a dónde podrían haber ido.
El enderth barajó la situación colocándose en el lugar del otro grupo, pensando en qué habría hecho él en su situación, y entonces se acordó de las mazmorras. –Claro. Antes o después han tenido que buscar algún lugar donde pasar la noche, y aparte del torreón el único edificio medianamente en condiciones que hemos encontrado es en el que nos despertamos el primer día. ¿Probamos allí?
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Cicatriz de Arax
29/09/14, 08:08 pm
Ante ellos se abría una brecha en la tierra, algo a medio camino entre lo natural y lo antinatural. Aunque pareciese provocada por un seísmo, solamente las casas que se habían levantado más cerca de la grieta estaban ahora convertidas en escombros. No había mucha piedra sobre piedra en los alrededores, pero más allá, la ciudad seguía como si aquel desastre no tuviera nada que ver con ella. Unos pocos pasos más cerca, también pudieron descubrir el río de huesos. La estremecedora imagen recordaba a una fosa común tremendamente saturada, y probablemente improvisada «si abandonaron a estos aquí sin echarles siquiera tierra por encima…». Los huesos, renegridos y desgastados, tenían como compañeras armas y armaduras. «Sí, debió oler a rayos la ciudad entera».
―Desde luego no se cayeron ahí dentro ―respondió a Tesón cuando empezó a hablar, acercándose al borde lo justo y necesario. Desde allí podía apreciar bien cómo se perdía hacia ambos lados de la ciudad. No les valía la pena buscar algún modo de cruzar, lo más probable era que si el grupo había llegado hasta allí, hubiera buscado otra ruta, caminando en paralelo a la grieta o regresando atrás―. Es muy probable que hayan llegado hasta aquí ―contradijo a Kirés―. Si corrían con tantas ganas como nosotros, yendo en línea recta se llega aquí. Cuando corríamos el grupo estaba bastante separado y doblando una esquina prácticamente asegurabas el quedarte solo. ―«Al menos eso era lo que tenía claro mientras corríamos»―. De todas formas es indiferente, es lo que has dicho, va a ser muy difícil encontrarlos. Volvamos allí, tampoco podemos hacer mucho más.
Sigue en las Mazmorras de la Cosecha.
―Desde luego no se cayeron ahí dentro ―respondió a Tesón cuando empezó a hablar, acercándose al borde lo justo y necesario. Desde allí podía apreciar bien cómo se perdía hacia ambos lados de la ciudad. No les valía la pena buscar algún modo de cruzar, lo más probable era que si el grupo había llegado hasta allí, hubiera buscado otra ruta, caminando en paralelo a la grieta o regresando atrás―. Es muy probable que hayan llegado hasta aquí ―contradijo a Kirés―. Si corrían con tantas ganas como nosotros, yendo en línea recta se llega aquí. Cuando corríamos el grupo estaba bastante separado y doblando una esquina prácticamente asegurabas el quedarte solo. ―«Al menos eso era lo que tenía claro mientras corríamos»―. De todas formas es indiferente, es lo que has dicho, va a ser muy difícil encontrarlos. Volvamos allí, tampoco podemos hacer mucho más.
Sigue en las Mazmorras de la Cosecha.
- Daninokuni
Ficha de cosechado
Nombre: Ziack
Especie: Enderth
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia - Instinto animal - Planificación
Re: Cicatriz de Arax
27/10/14, 05:43 pm
Cada paso que daba era una tortura para Ziack. El frío le corroía los huesos de tal manera que casi había olvidado cuánta hambre tenía, pero esta le afectaba a la energía.
No tardaría en desmayarse.
Al salir del Barrio de los Callejones sin salida, el enderth se topó con algo más allá de su imaginación. Había vigilado los alrededos con cautela, pero a partir de ese momento, prestaría mucha más atención.
Ante él se encontraba una enorme franja que se extendía allá donde alcanzaba su vista, y que contenía huesos de criaturas muertas.
Horrorizado, Ziack se apresuró a salir del lugar, donde además comenzaba a sentir una fuerte sensación de peligro.
Se apresuró lo más rápido que podían sus destrozadas piernas a unas calles cercanas a un torreón cubierto de enredaderas.
Sigue en Calles
No tardaría en desmayarse.
Al salir del Barrio de los Callejones sin salida, el enderth se topó con algo más allá de su imaginación. Había vigilado los alrededos con cautela, pero a partir de ese momento, prestaría mucha más atención.
Ante él se encontraba una enorme franja que se extendía allá donde alcanzaba su vista, y que contenía huesos de criaturas muertas.
Horrorizado, Ziack se apresuró a salir del lugar, donde además comenzaba a sentir una fuerte sensación de peligro.
Se apresuró lo más rápido que podían sus destrozadas piernas a unas calles cercanas a un torreón cubierto de enredaderas.
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