Torreón Letargo (Archivo V)
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Torreón Letargo (Archivo V)
05/08/13, 03:54 am
Recuerdo del primer mensaje :
Este torreón de cuatro plantas está completamente cubierto de enredaderas, por lo que en un inicio es un poco complicado encontrar la puerta, algo más pequeña que en los otros torreones. El puente levadizo suele estar bajado, y da a una franja de tierra que rodea la parte delantera del torreón. Los capullos de las flores, que solo se abren con la Luna Roja, despiden al anochecer una fragancia que atonta y adormece a quien la huele. En el patio tiene suelo de tierra y también está repleto de plantas, en su mayoría secas o raquíticas. En el centro hay una estatua de una ninfa atravesada por cientos de estacas.
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- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
27/08/14, 07:04 pm
Me froto con la palma de la mano la frente, el dolor es insoportable. De pequeña sufrí muchas migrañas pero ese problema ya estaba resuelto, no entiendo a que viene este dolor de cabeza. Creo que se debe a este caos, no suelo despertar todos los días en otro planeta a la Tierra. Ni siquiera sabía que podía despertar en otro planeta. >>Ilógico ¿Verdad?. <<
Me desprendo de mis pensamientos con la llamada de Devoss. >>¿Armas? ¿Aquí hay armas de fuego?. Dudo de que una bala pueda vencer a un escarabajo gigante. No entiende por qué nos dejan defendernos. ¿Acaso quieren que sobrevivamos o no las han dejado ellos?. Tampoco entiendo el entusiasmo de Devoss en sus palabras. Que ilusión. Buff<<.
Bajo siguiendo a Varsai y Sigrún, casi pierdo el equilibrio en las escaleras por culpa de mis “perfectas” sandalias. Ahora entiendo, un arma de fuego no puede derrotar a un escarabajo gigante pero...>>¿Por qué no una espada, o lanza o incluso un hacha?, esto es alucinante<<. Todo son armas de diferentes tipos de hoja, peso y longitud. Devoss está en medio portando una lanza a duras penas en su mano. >>Ni siquiera a dudado en cogerla, no ha pensado siquiera en si era una trampa. O al menos, no ha parecido pensarlo<<. Viendo que a él no le ha pasado nada intento coger una espada que hay a mí derecha, pero Varsai ofrece seguir limpiando. Cosa que me parece más aburrida pero útil. Tampoco sé si seguirla, si el grupo que va en busca de alimentos cogen armas, serán las mejores. No puedo permitirme eso, y menos que coja la mejor Roaxen. >>Ese arrogante...<<.
Pero me quedo sola, todos suben de nuevo a realizar su trabajo, y el pánico se apodera de mí una vez más, así que yo no me quedo atrás y ayudo a limpiar los cacharros de cocina. >>Yo no sé cocinar, todo lo hacía Imre<<. Me preguntan mi lugar de origen, es un momento incómodo y los chicos deciden hablar. No veo nada malo en hacerlo yo:
-Yo nací en Israel, pero de recién nacida mi familia y yo nos mudamos a España, un país de Europa que es una península. Yo vivía en Madrid, justo en la capital, nunca he salido de ahí así que no puedo contarte mucho más- intento forzar una sonrisa pero no lo consigo- solo...que hacía mucho calor.
Subo las escaleras y llego a una amplia habitación. Al principio pienso que es demasiada grande para dormir pero luego me entre el polvo logro diferenciar ocho camas. Algunas están en mal estado y compruebo que los armarios estén vacíos de ropa. Está mal, pero...se puede arreglar. La migraña me sacude con fuerza la cabeza y me doy contra la puerta del armario. >>Joder que pase ya<<. Me tumbo en una de las camas con cansancio y permanezco un rato arriba sin avisar al resto. Me gusta estar sola, y aparte si suben probablemente tendremos que limpiar. De modo que me tumbo cerrando los ojos, casi quedándome dormida. Pero es injusto, ellos deben saberlo.
-¡Chicos, aquí están las camas¡-paro después de toser polvo- prefiero limpiar esto que el resto de la casa. Creo que coincidimos en que como una buena cama no hay nada.
Por si acaso los espero en las escaleras y con muestra de afecto le pregunto a Varsai por qué usa la libreta. >>Quizás es esto lo que necesito, a Rocavarancolia, nunca había hablado tanto con otra gente y cuando lo había hecho no me correspondían. En fin, sigue siendo una ciudad horrorosa<<.
Me desprendo de mis pensamientos con la llamada de Devoss. >>¿Armas? ¿Aquí hay armas de fuego?. Dudo de que una bala pueda vencer a un escarabajo gigante. No entiende por qué nos dejan defendernos. ¿Acaso quieren que sobrevivamos o no las han dejado ellos?. Tampoco entiendo el entusiasmo de Devoss en sus palabras. Que ilusión. Buff<<.
Bajo siguiendo a Varsai y Sigrún, casi pierdo el equilibrio en las escaleras por culpa de mis “perfectas” sandalias. Ahora entiendo, un arma de fuego no puede derrotar a un escarabajo gigante pero...>>¿Por qué no una espada, o lanza o incluso un hacha?, esto es alucinante<<. Todo son armas de diferentes tipos de hoja, peso y longitud. Devoss está en medio portando una lanza a duras penas en su mano. >>Ni siquiera a dudado en cogerla, no ha pensado siquiera en si era una trampa. O al menos, no ha parecido pensarlo<<. Viendo que a él no le ha pasado nada intento coger una espada que hay a mí derecha, pero Varsai ofrece seguir limpiando. Cosa que me parece más aburrida pero útil. Tampoco sé si seguirla, si el grupo que va en busca de alimentos cogen armas, serán las mejores. No puedo permitirme eso, y menos que coja la mejor Roaxen. >>Ese arrogante...<<.
Pero me quedo sola, todos suben de nuevo a realizar su trabajo, y el pánico se apodera de mí una vez más, así que yo no me quedo atrás y ayudo a limpiar los cacharros de cocina. >>Yo no sé cocinar, todo lo hacía Imre<<. Me preguntan mi lugar de origen, es un momento incómodo y los chicos deciden hablar. No veo nada malo en hacerlo yo:
-Yo nací en Israel, pero de recién nacida mi familia y yo nos mudamos a España, un país de Europa que es una península. Yo vivía en Madrid, justo en la capital, nunca he salido de ahí así que no puedo contarte mucho más- intento forzar una sonrisa pero no lo consigo- solo...que hacía mucho calor.
Subo las escaleras y llego a una amplia habitación. Al principio pienso que es demasiada grande para dormir pero luego me entre el polvo logro diferenciar ocho camas. Algunas están en mal estado y compruebo que los armarios estén vacíos de ropa. Está mal, pero...se puede arreglar. La migraña me sacude con fuerza la cabeza y me doy contra la puerta del armario. >>Joder que pase ya<<. Me tumbo en una de las camas con cansancio y permanezco un rato arriba sin avisar al resto. Me gusta estar sola, y aparte si suben probablemente tendremos que limpiar. De modo que me tumbo cerrando los ojos, casi quedándome dormida. Pero es injusto, ellos deben saberlo.
-¡Chicos, aquí están las camas¡-paro después de toser polvo- prefiero limpiar esto que el resto de la casa. Creo que coincidimos en que como una buena cama no hay nada.
Por si acaso los espero en las escaleras y con muestra de afecto le pregunto a Varsai por qué usa la libreta. >>Quizás es esto lo que necesito, a Rocavarancolia, nunca había hablado tanto con otra gente y cuando lo había hecho no me correspondían. En fin, sigue siendo una ciudad horrorosa<<.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
27/08/14, 07:44 pm
Los demás no parecen tan ilusionados como yo y deciden ir para arriba para seguir limpiando, allí Varsai nos pregunta por nuestros hogares, yo le respondo amablemente de mi país:- Holanda es un buen lugar aunque prefiero Países Bajos, es el término correcto. Es un país también perteneciente de Europa, que como ha dicho Sigrún es un continente-.
Después de la respuesta, Ruth se va al piso de arriba, al rato nos llama diciendo que ha encontrado camas. Inmediatamente corro por las escaleras y voy buscando la voz de la chica, al encontrarla apoyo la lanza en la pared y prácticamente me tiro a la cama enfrente de la de Ruth-. Hogar dulce hogar, deberíamos elegir cama antes de que vengan los otros, yo me pido esta de aquí-. Señalo con tono alegre hacia una cama que está casi en la esquina. -Bueno, me voy-. Digo añadiendo una sonrisa a la chica israelita.
Al explorar un poco más encuentro una trampilla en el techo que abro fácilmente, da a una azotea en la que se ve toda la ciudad, las vistas son muy bonitas a pesar de la fealdad de Rocavarancolia, desde ahí no puedo ver al resto del grupo así que bajo y cierro la trampilla. No tengo ganas de informar a los demás de la azotea, ya lo haré cuando estemos todos juntos.
Si es que llegan todos...
Después de la respuesta, Ruth se va al piso de arriba, al rato nos llama diciendo que ha encontrado camas. Inmediatamente corro por las escaleras y voy buscando la voz de la chica, al encontrarla apoyo la lanza en la pared y prácticamente me tiro a la cama enfrente de la de Ruth-. Hogar dulce hogar, deberíamos elegir cama antes de que vengan los otros, yo me pido esta de aquí-. Señalo con tono alegre hacia una cama que está casi en la esquina. -Bueno, me voy-. Digo añadiendo una sonrisa a la chica israelita.
Al explorar un poco más encuentro una trampilla en el techo que abro fácilmente, da a una azotea en la que se ve toda la ciudad, las vistas son muy bonitas a pesar de la fealdad de Rocavarancolia, desde ahí no puedo ver al resto del grupo así que bajo y cierro la trampilla. No tengo ganas de informar a los demás de la azotea, ya lo haré cuando estemos todos juntos.
Si es que llegan todos...
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
29/08/14, 03:11 pm
Varsai escuchaba con tranquilidad lo que decían almacenando sus palabras, había cosas que no entendía pero que ya peguntaría en su momento. Sigrún le preguntó por su mundo y la niña pensó que se iba a eternizar si tenía que ponerlo todo por escrito.
"Mejor que sigamos limpiando y más tarde os escribo algo de mi ciudad."
Al poco Ruth los llama diciendo que hay camas y la niña sube a verlo, dos habitaciones y ocho camas en cada una. Por espacio iban a estar bien pero iban a tener que limpiarlo por que estaba hecho un asco.
"Soy muda de nacimiento.
¿Tú estás bien? No tienes buena cara"
No pasaron ni dos minutos cuando Varsai escuchó ruido abajo y unas voces que reconocía. La pequeña varmana bajó corriendo las escaleras y se plantó en la planta baja en tiempo récord esperando ver que todos estuvieran bien.
"Mejor que sigamos limpiando y más tarde os escribo algo de mi ciudad."
Al poco Ruth los llama diciendo que hay camas y la niña sube a verlo, dos habitaciones y ocho camas en cada una. Por espacio iban a estar bien pero iban a tener que limpiarlo por que estaba hecho un asco.
"Soy muda de nacimiento.
¿Tú estás bien? No tienes buena cara"
No pasaron ni dos minutos cuando Varsai escuchó ruido abajo y unas voces que reconocía. La pequeña varmana bajó corriendo las escaleras y se plantó en la planta baja en tiempo récord esperando ver que todos estuvieran bien.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
30/08/14, 12:33 am
Sekk no volvió a abrir la boca durante el camino de vuelta al torreón Letargo, pues seguía de mal humor y la migraña que le atormentaba desde que se despertara en las mazmorras no ayudaba. La actitud del xolnita no le gustaba nada y apenas había respondido con un bufido a sus palabras de agradecimiento, alargando sus pasos para no tener que conversar con él. Ya le había disgustado su comportamiento con Irianna en la cicatriz y la reprimenda que le había echado por simplemente preguntar su nombre, como si fuera una falta no saberlo e interesarse por conocerlo. Se le notaba a la legua lo que pensaba de los alienígenas y el intara intuía que iba a ser un dolor de cabeza constante el convivir con él.
Apartó aquellos pensamientos de su cabeza cuando avistó Letargo en la distancia y, en cuanto alcanzó la puerta, llamó a los que habían dejado cuidando el refugió para que les abrieran. Entró en cuanto le franquearon el paso, repasando la planta baja del edifico con una mirada y acercándose a la cocina para dejar las cestas con comida. El grupo que se había quedado había hecho un buen trabajo de limpieza, pero aún había cosas que hacer, y antes de echar una mano con el polvo y la mugre acumuladas, el intara decidió preparar la comida.
Alguien le señaló el patio cuando preguntó si había agua corriente y cargó con dos cubos llenos de vuelta a la cocina, y como ya habían dejado los utensilios limpios y colocados, no tuvo problemas para ponerse a trabajar. Antes siquiera de empezar a cocinar, Irianna le preguntó si necesitaba ayuda. Dos pares de manos eran mejor que uno, así que el intara la invitó a unirse, y tras una rápida discusión sobre el menú tras comprobar el contenido de las cestas, se pusieron manos a la obra.
Sekk se encargaría del primer plato mientras la idrina se ocupaba del segundo. Limpiaron y pelaron verdura en común y luego cada uno se centró en una tarea. El ulterano troceó la carne cruda y puso agua a calentar, preparando los ingredientes necesarios para hacer un estofado. La cocina estaba muy silenciosa, algo que se le antojaba extraño al chico al estar acostumbrado a los bulliciosos fogones en alta mar, pero la lacustre apenas había dicho nada desde que se asignaran las tareas.
—Oye, sobre lo que pasó en la avenida... —comenzó el chico, achacando el silencio de Irianna al tirón que había empleado para apartarla de la casa carnívora. No se le había pasado por alto la brusquedad con la que se había alejado de él, pero en su momento no le había dado importancia y a lo mejor la había ofendido—, tal vez fui un poco impulsivo. Siento mi brusquedad —se disculpó, visiblemente incómodo.
Apartó aquellos pensamientos de su cabeza cuando avistó Letargo en la distancia y, en cuanto alcanzó la puerta, llamó a los que habían dejado cuidando el refugió para que les abrieran. Entró en cuanto le franquearon el paso, repasando la planta baja del edifico con una mirada y acercándose a la cocina para dejar las cestas con comida. El grupo que se había quedado había hecho un buen trabajo de limpieza, pero aún había cosas que hacer, y antes de echar una mano con el polvo y la mugre acumuladas, el intara decidió preparar la comida.
Alguien le señaló el patio cuando preguntó si había agua corriente y cargó con dos cubos llenos de vuelta a la cocina, y como ya habían dejado los utensilios limpios y colocados, no tuvo problemas para ponerse a trabajar. Antes siquiera de empezar a cocinar, Irianna le preguntó si necesitaba ayuda. Dos pares de manos eran mejor que uno, así que el intara la invitó a unirse, y tras una rápida discusión sobre el menú tras comprobar el contenido de las cestas, se pusieron manos a la obra.
Sekk se encargaría del primer plato mientras la idrina se ocupaba del segundo. Limpiaron y pelaron verdura en común y luego cada uno se centró en una tarea. El ulterano troceó la carne cruda y puso agua a calentar, preparando los ingredientes necesarios para hacer un estofado. La cocina estaba muy silenciosa, algo que se le antojaba extraño al chico al estar acostumbrado a los bulliciosos fogones en alta mar, pero la lacustre apenas había dicho nada desde que se asignaran las tareas.
—Oye, sobre lo que pasó en la avenida... —comenzó el chico, achacando el silencio de Irianna al tirón que había empleado para apartarla de la casa carnívora. No se le había pasado por alto la brusquedad con la que se había alejado de él, pero en su momento no le había dado importancia y a lo mejor la había ofendido—, tal vez fui un poco impulsivo. Siento mi brusquedad —se disculpó, visiblemente incómodo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
30/08/14, 01:31 am
Se mantuvo silenciosa durante el camino y dejó que alguno de los que iban más desocupados llamase a la puerta del torreón. La chica con orejas puntiagudas y hocico los recibió en la puerta, por lo que aprovechó para preguntarle su nombre ya que aún no lo sabía y pudo constatar por fin, tras verla rebuscar en su cuaderno y mostrarle una palabra escrita en una de las páginas, que era muda. No obstante ello hacía que fuese más expresiva corporalmente y a Irianna le resultaba más fácil leerla. Era, en gran medida, un alivio el poder interpretar a alguien más adecuadamente del grupo.
Después de enterarse de lo que habían estado haciendo los demás mientras ellos iban a por la comida, la idrina no tardó en ofrecerse a ayudar a Sekkeh en la cocina. Todavía se sentía frustrada por lo sucedido con aquellos edificios trampa, por no hablar de Roaxen, y cocinar la ayudaría a distraer la mente de todo. Tras quitarse los guantes y dejarlos sobre el respaldo de una silla que los demás habían limpiado, ayudó a llevar agua a la cocina desde el pozo, tras preguntar si habían comprobado que no tuviese algún sabor raro.
—Por cierto… —llamó la atención de los que se habían quedado—. ¿Habéis encontrado alguna clase de mecanismo por alguna parte? Ese puente de fuera debería poder elevarse.
Se había fijado en las enormes cadenas metálicas cuyo otro extremo se perdía entre las enredaderas que cubrían el edificio. Preguntó a quien fuese si podía encargarse de buscar el mecanismo mientras cocinaban. Si no subían aquel puente no estarían haciendo uso de toda la protección que les brindaba aquella fortificación y la idrina no estaba muy convencida de que la puerta de madera frenase a criaturas como el escarabajo gigante que los había separado…
La voz del rubio la sacó de su ensimismamiento y la devolvió a una expresión más neutra ya que hasta ese momento se la había podido ver mordiéndose el labio inferior mientras trabajaba automáticamente. Había empezado a trocear y limpiar el pescado y hasta aquel momento tan solo había intercambiado palabra con el chico cuando tuvieron que ponerse de acuerdo sobre la comida. La idrina había procurado mantener cierta distancia entre Sekkeh y ella para trabajar en la encimera, aunque esperaba que lo achacase a la simple practicidad de disponer de más espacio para que cada uno hiciese lo suyo. La voz del chico cuando se dirigió a ella de pronto la sobresaltó, aunque no lo dejó traslucir, e Irianna se apartó el pelo de la oreja en el lado izquierdo. Probablemente el chico la había notado taciturna.
—Ah, no, era comprensible. No te tienes que disculpar —le aseguró. Por un momento pareció que no iba a añadir nada más, pero al cabo de unos instantes Irianna decidió continuar hablando—. Siento no estar resultando muy buena compañía, todavía no me puedo creer mi propia estupidez al dejarme engañar de esa manera —explicó a modo de excusa. No era mentira, aunque tampoco fuese toda la verdad. Se aseguró de que dicha eventualidad no se trasluciese en sus gestos—. Tú eres… eres de Ulterania también, ¿verdad? ¿Siempre os llamáis por los nombres al completo? No es una crítica o una queja —se apresuró a añadir. Por mucho que no le hubiesen gustado las formas del pelimorado, no quería ofender a otra persona. Mucho menos a una más agradable que Roaxen Tenvrai—. Simplemente no quiero meter la pata y en Idris la gente no suele utilizar nombres tan largos.
Después de enterarse de lo que habían estado haciendo los demás mientras ellos iban a por la comida, la idrina no tardó en ofrecerse a ayudar a Sekkeh en la cocina. Todavía se sentía frustrada por lo sucedido con aquellos edificios trampa, por no hablar de Roaxen, y cocinar la ayudaría a distraer la mente de todo. Tras quitarse los guantes y dejarlos sobre el respaldo de una silla que los demás habían limpiado, ayudó a llevar agua a la cocina desde el pozo, tras preguntar si habían comprobado que no tuviese algún sabor raro.
—Por cierto… —llamó la atención de los que se habían quedado—. ¿Habéis encontrado alguna clase de mecanismo por alguna parte? Ese puente de fuera debería poder elevarse.
Se había fijado en las enormes cadenas metálicas cuyo otro extremo se perdía entre las enredaderas que cubrían el edificio. Preguntó a quien fuese si podía encargarse de buscar el mecanismo mientras cocinaban. Si no subían aquel puente no estarían haciendo uso de toda la protección que les brindaba aquella fortificación y la idrina no estaba muy convencida de que la puerta de madera frenase a criaturas como el escarabajo gigante que los había separado…
La voz del rubio la sacó de su ensimismamiento y la devolvió a una expresión más neutra ya que hasta ese momento se la había podido ver mordiéndose el labio inferior mientras trabajaba automáticamente. Había empezado a trocear y limpiar el pescado y hasta aquel momento tan solo había intercambiado palabra con el chico cuando tuvieron que ponerse de acuerdo sobre la comida. La idrina había procurado mantener cierta distancia entre Sekkeh y ella para trabajar en la encimera, aunque esperaba que lo achacase a la simple practicidad de disponer de más espacio para que cada uno hiciese lo suyo. La voz del chico cuando se dirigió a ella de pronto la sobresaltó, aunque no lo dejó traslucir, e Irianna se apartó el pelo de la oreja en el lado izquierdo. Probablemente el chico la había notado taciturna.
—Ah, no, era comprensible. No te tienes que disculpar —le aseguró. Por un momento pareció que no iba a añadir nada más, pero al cabo de unos instantes Irianna decidió continuar hablando—. Siento no estar resultando muy buena compañía, todavía no me puedo creer mi propia estupidez al dejarme engañar de esa manera —explicó a modo de excusa. No era mentira, aunque tampoco fuese toda la verdad. Se aseguró de que dicha eventualidad no se trasluciese en sus gestos—. Tú eres… eres de Ulterania también, ¿verdad? ¿Siempre os llamáis por los nombres al completo? No es una crítica o una queja —se apresuró a añadir. Por mucho que no le hubiesen gustado las formas del pelimorado, no quería ofender a otra persona. Mucho menos a una más agradable que Roaxen Tenvrai—. Simplemente no quiero meter la pata y en Idris la gente no suele utilizar nombres tan largos.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
30/08/14, 02:53 am
Roaxen Tenvrai
El ulterano habia puesto pie tras el otro cargando con la pesada cesta. Casi cuando divisaron la calle que les llevaba al refugio, estaba jadeando. Jamás se habia tenido que mover tanto en un solo dia, y, sobretodo a pie. De tener una montura o algún tipo de transporte le habria sido más llevadero.
No entró inmediatamente en el torreón pues se quedó observando los alrededores. Dentro de si mismo se decia que era porque debia asegurar el perimetro, aunque fuera echando un vistazo por encima. Las localizaciones circundantes parecian deshabitadas. De caracteristica ruinosidad, el capellán sintió que deberia conseguir que, aunque fueran solo tres o cuatro personas, que le acompañasen a revisarlas de inmediato.
Sin embargo, no habia empezado muy bien con el grupo con el que le habia tocado sobrevivir. No solo la gran mayoria eran xenos apologistas del interespecismo, sino que además, para humillación del xolnita, le habian visto siendo poseido por la ira y el celo. Aquello de seguro les habria causado una impresión altamente equivocada de quien o que era. Pero, por otra parte, si llegasen a temerle o a evitarle, quizás se acercaria a algo que podria llegar a apreciar.
No habia sentido en postergarlo más. El capellán se adentró más allá del torreón custodiado por las enredaderas y, no importaba como de bien se hubiese preparado mentalmente para el interior de semejante tugurio, era incapaz de hacerse a la idea de vivir ahí.
Le dio una arcada al comprobar una acumulación de suciedad en una esquina. Se tapó la boca con su pañuelo y su rostro se retorció con asco. No lo podia aguantar. Cogió una de las escobas que habian dejado de ser usadas con una expresión de asco.
Y, a continuación, se sometió a la brutal tortura de repasar el torreón. Una tarea que tomó completamente por su cuenta y que no terminó hasta darse por satisfecho. Con esta tarea tambien, aprovechó para darse un garbeo por el torreón. Supuso que era seguro puesto que otros ya lo habian recorrido todo tiempo atrás y de momento no habia visto mancha de sangre o oido grito alguno.
Ya que sus movimientos eran muy fuertes a la hora de barrer, el ulterano acabó notablemente más cansado de lo que ya estaba, jadeando, se tiró sobre uno de los sillones. A sus ojos, aquel sillón descosido y lleno de ácaros seria el último sitio en el que querria reposar hasta recobrar fuerzas, pero su extenuación llegaba hasta tal límite que no tenia ni ganas de pensar la cantidad de insectos que tendria que limpiar de su cabellera, porque, de hacerlo, vomitaria.
Sin embargo, cuando aterrizó en el sillón, no pudo ponerse cómodo. La cabeza retumbó dentro del casco cuando esta se estrelló contra el respaldo del mismo. El ulterano se llevó las manos al casco y, débilmente, intentó quitarselo a la fuerza. Resultó una acción en vano, pues ni estando a plenas fuerzas podria haberselo sacado de la cabeza así como así, sin contar que probablemente, se haria daño de lograrlo.
-XV-7, ¿me recibes? ¿XV-7?-repitió, pulsando el comunicador, sin ningun resultado. Removerlo digitalmente estaba fuera de la cuestión, entonces.
Asi que bajó a la armeria, el sitio en el que habia estado más tiempo inspeccionando. Miró con incredulidad la oferta de armas que les daban. Y no podia evitar sentirse insultado.
Cogió de la armeria varias cosas. Una lanza, un sable de hierro, una bolsita con pernos y una ballesta, junto con tres cuchillos de diferente tamaño que iba a necesitar para desarmar el casco.
Subió las escaleras cargado. Le dolian los brazos, de cargar con la cesta y de barrer y bien parecia que todo lo que traia consigo iba a ser reclamado por la gravedad y el propio xolnita iba a caer escaleras abajo con ello, pero la suerte quiso que el capellán no flaquease y empujase todo aquel equipo.
Lo primero que hizo nada más sentarse al sillón, fue comprobar la ballesta. La tensó con la manivela y comprobó el cordatil cargante. Tras verlo todo en regla, colocó un perno en ella y entonces suspiró, sintiendose más seguro. No era como una pistola para defensa personal, pero contar con ella sin duda daba algún tipo de seguridad que recomfortaba al ulterano. Dejó el sable y la lanza en el sofá contiguo y dejó la ballesta reposando en el reposabrazos del sillón, donde el capellán tendria fácil acceso para cogerla en caso de necesitarlo y, entonces, cogiendo los tres tipos diferentes de cuchillo, procedió a desarmar el casco pieza por pieza, quitando toda la parte bucal primero, mientras dejaba las piezas entre sus piernas ya avanzaba liberando su craneo del roto casco.
No fue hasta veinte minutos después que pudo liberar la cabeza, habiendo separado la linea mandibular del mismo, pudo extraerlo simplemente tirando hacia ariba. Cuando lo hizo, liberó toda su melena que al instante se estiró, como hacen las personas recien levantadas y comenzó a operar con ella, para asegurarse de que no habia sido dañada en todo el proceso. El xolnita entonces, pasó a adecentarse, pues estaba sudado y ligeramente despeinado. Cuando se sintió más agusto, removió la última pieza, la pieza auditiva y, finalmente, pudo respirar con tranquilidad.
El ulterano habia puesto pie tras el otro cargando con la pesada cesta. Casi cuando divisaron la calle que les llevaba al refugio, estaba jadeando. Jamás se habia tenido que mover tanto en un solo dia, y, sobretodo a pie. De tener una montura o algún tipo de transporte le habria sido más llevadero.
No entró inmediatamente en el torreón pues se quedó observando los alrededores. Dentro de si mismo se decia que era porque debia asegurar el perimetro, aunque fuera echando un vistazo por encima. Las localizaciones circundantes parecian deshabitadas. De caracteristica ruinosidad, el capellán sintió que deberia conseguir que, aunque fueran solo tres o cuatro personas, que le acompañasen a revisarlas de inmediato.
Sin embargo, no habia empezado muy bien con el grupo con el que le habia tocado sobrevivir. No solo la gran mayoria eran xenos apologistas del interespecismo, sino que además, para humillación del xolnita, le habian visto siendo poseido por la ira y el celo. Aquello de seguro les habria causado una impresión altamente equivocada de quien o que era. Pero, por otra parte, si llegasen a temerle o a evitarle, quizás se acercaria a algo que podria llegar a apreciar.
No habia sentido en postergarlo más. El capellán se adentró más allá del torreón custodiado por las enredaderas y, no importaba como de bien se hubiese preparado mentalmente para el interior de semejante tugurio, era incapaz de hacerse a la idea de vivir ahí.
Cogito Ergo Sum escribió:♚ ¡Polvo! ¡Suciedad! ¡Acaros! ¡Residuos! ¡Germenes! ¡Si bien la ciudad intenta asesinarnos con el uso de bestias, tambien hace uso de una pobre alimentación y una pésima higiene!
Le dio una arcada al comprobar una acumulación de suciedad en una esquina. Se tapó la boca con su pañuelo y su rostro se retorció con asco. No lo podia aguantar. Cogió una de las escobas que habian dejado de ser usadas con una expresión de asco.
Cogito Ergo Sum escribió:♚ ¡Esto no es una escoba! ¡Es un palitroque con cerdas al final! ¡Qué verguenza! ¿¡Y que pasa con esta limpieza tan pésima!? ¡Vagos redomados! ¡Haciendo las cosas a medias!
Y, a continuación, se sometió a la brutal tortura de repasar el torreón. Una tarea que tomó completamente por su cuenta y que no terminó hasta darse por satisfecho. Con esta tarea tambien, aprovechó para darse un garbeo por el torreón. Supuso que era seguro puesto que otros ya lo habian recorrido todo tiempo atrás y de momento no habia visto mancha de sangre o oido grito alguno.
Ya que sus movimientos eran muy fuertes a la hora de barrer, el ulterano acabó notablemente más cansado de lo que ya estaba, jadeando, se tiró sobre uno de los sillones. A sus ojos, aquel sillón descosido y lleno de ácaros seria el último sitio en el que querria reposar hasta recobrar fuerzas, pero su extenuación llegaba hasta tal límite que no tenia ni ganas de pensar la cantidad de insectos que tendria que limpiar de su cabellera, porque, de hacerlo, vomitaria.
Sin embargo, cuando aterrizó en el sillón, no pudo ponerse cómodo. La cabeza retumbó dentro del casco cuando esta se estrelló contra el respaldo del mismo. El ulterano se llevó las manos al casco y, débilmente, intentó quitarselo a la fuerza. Resultó una acción en vano, pues ni estando a plenas fuerzas podria haberselo sacado de la cabeza así como así, sin contar que probablemente, se haria daño de lograrlo.
-XV-7, ¿me recibes? ¿XV-7?-repitió, pulsando el comunicador, sin ningun resultado. Removerlo digitalmente estaba fuera de la cuestión, entonces.
Asi que bajó a la armeria, el sitio en el que habia estado más tiempo inspeccionando. Miró con incredulidad la oferta de armas que les daban. Y no podia evitar sentirse insultado.
Cogito Ergo Sum escribió:♚ ¿Es esto una armeria o un museo de restos prehistoricos? No veo ningun arma de fuego y el arma más compleja que puede apreciarse es una simple ballesta. Esto no podria defendernos ni aunque fuesemos los Primeros de Ul. ¡Pelear con nuestros puños seria más efectivo! ¡Vaya desastre! ¡Qué desgracia!
Cogió de la armeria varias cosas. Una lanza, un sable de hierro, una bolsita con pernos y una ballesta, junto con tres cuchillos de diferente tamaño que iba a necesitar para desarmar el casco.
Subió las escaleras cargado. Le dolian los brazos, de cargar con la cesta y de barrer y bien parecia que todo lo que traia consigo iba a ser reclamado por la gravedad y el propio xolnita iba a caer escaleras abajo con ello, pero la suerte quiso que el capellán no flaquease y empujase todo aquel equipo.
Lo primero que hizo nada más sentarse al sillón, fue comprobar la ballesta. La tensó con la manivela y comprobó el cordatil cargante. Tras verlo todo en regla, colocó un perno en ella y entonces suspiró, sintiendose más seguro. No era como una pistola para defensa personal, pero contar con ella sin duda daba algún tipo de seguridad que recomfortaba al ulterano. Dejó el sable y la lanza en el sofá contiguo y dejó la ballesta reposando en el reposabrazos del sillón, donde el capellán tendria fácil acceso para cogerla en caso de necesitarlo y, entonces, cogiendo los tres tipos diferentes de cuchillo, procedió a desarmar el casco pieza por pieza, quitando toda la parte bucal primero, mientras dejaba las piezas entre sus piernas ya avanzaba liberando su craneo del roto casco.
No fue hasta veinte minutos después que pudo liberar la cabeza, habiendo separado la linea mandibular del mismo, pudo extraerlo simplemente tirando hacia ariba. Cuando lo hizo, liberó toda su melena que al instante se estiró, como hacen las personas recien levantadas y comenzó a operar con ella, para asegurarse de que no habia sido dañada en todo el proceso. El xolnita entonces, pasó a adecentarse, pues estaba sudado y ligeramente despeinado. Cuando se sintió más agusto, removió la última pieza, la pieza auditiva y, finalmente, pudo respirar con tranquilidad.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Personajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
30/08/14, 05:34 pm
Después del descubrimiento de las camas se oyeron ruidos abajo, eran los demás vivitos y coleando y con comida normal....a pesar de las que decía el espantapájaros... Irianna y Sekk se pusieron a hacer la comida, iba a decir mi hallazgo sobre las armas cuando Roaxen también las encontró, hablando de el, prefiero no decirle nada para no romper el momento especial que hay ahora mismo sobre el tema de la comida y eso.
Roaxen se pone con varias armas a intentar quitarse el casco, mejor que se lo quite. >>No deja de recordarme a Lord Vader<<
Me acerco rápidamente a Irianna y Sekk y les pregunto amablemente:-¿Que hay en el menú chicos? Ah, por cierto, he encontrado armas, las podríamos ver después de comer todos juntos si eso, no son lo bastante fuertes para cargarnos esta ciudad pero si para sobrevivir lo justo.
Se que les puedo parecer precipitado, pero quiero hacerme rápidamente amistades, no quiero vivir el tiempo en el que haya que estar aquí sin hablarle a nadie.
Por otra parte, debo de pensar que a lo mejor no llego a verlos al final del año, o incluso ellos me pueden perder a mí, pero hacer amistades es inevitable, debemos sobrevivir, juntos, unidos, si no lo hacemos Rocavarancolia nos comerá vivos y nunca podremos ver a nuestras familias, pero lo peor de todo será que si morimos, el gótico del monstruo volador tendrá razón sobre de que somos comida para la ciudad de los monstruos...
Y no piesno darle esa satisfacción a la ciudad de “los portentos y milagros”...
Roaxen se pone con varias armas a intentar quitarse el casco, mejor que se lo quite. >>No deja de recordarme a Lord Vader<<
Me acerco rápidamente a Irianna y Sekk y les pregunto amablemente:-¿Que hay en el menú chicos? Ah, por cierto, he encontrado armas, las podríamos ver después de comer todos juntos si eso, no son lo bastante fuertes para cargarnos esta ciudad pero si para sobrevivir lo justo.
Se que les puedo parecer precipitado, pero quiero hacerme rápidamente amistades, no quiero vivir el tiempo en el que haya que estar aquí sin hablarle a nadie.
Por otra parte, debo de pensar que a lo mejor no llego a verlos al final del año, o incluso ellos me pueden perder a mí, pero hacer amistades es inevitable, debemos sobrevivir, juntos, unidos, si no lo hacemos Rocavarancolia nos comerá vivos y nunca podremos ver a nuestras familias, pero lo peor de todo será que si morimos, el gótico del monstruo volador tendrá razón sobre de que somos comida para la ciudad de los monstruos...
Y no piesno darle esa satisfacción a la ciudad de “los portentos y milagros”...
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
30/08/14, 07:08 pm
Es muda. Creo que una de las mayores putadas es nacer así o usando bastón como Samika... .
-Estoy bien gracias. Suele ocurrirme a menudo- miento.
Le dedico una pequeña mirada confortadora y vuelvo a la habitación donde deberemos dormir. Una vez observado todo el cuarto empiezo con la limpieza a fondo.
Lo primero es lo primero. Cojo varios grandes hedredones y con dificultad consigo transportarlos hacia abajo. Me asomo al patio y justo allí los sacudo con fuerza forzando mis débiles brazos. Comienzo a sudar pero eso es lo de menos, el trabajo es sagrado para mí, no voy a dormir con esto en este lamentable estado. La nube de polvo que se levanta es increíble, me pican hasta los ojos y toso por enésima vez. Así poco a poco barro el suelo y las camas empiezan a estar limpias. Con una palangana llena de agua de un pozo, y unos trapos más o menos sucios limpio las paredes. Una vez acabado suspiro satisfecha. Está más o menos ordenado. Incluso he colocado el baúl de ropa que me encontré antes al lado de las camas, por sio alguien quiere cambiarse antes de dormir. >>Ya está<<.
En una de mis bajadas veo que el grupo ya ha llegado, con cada uno que me cruzo les dirijo un rostro que hasta nunca antes había expresado, agradecimiento. >>Gracias a mí podrán dormir un poco más en condiciones, pero gracias a ellos yo tendré algo en el estómago con lo que poder irme a la cama<<. Escucho frases sueltas y entre ellas la del puente que ha sugerido Irianna.
Antes creí ver un hueco en las escaleras al bajar a la sala de armas >>¿Y si...?<<. Mis dudas se confirman, al descender varios escalones introduzco la mano y tiro con fuerzas de una palanca un poco atrancada. >>Vaya, está muy dura, pero no es un problema para Súper Ruth<<
Lo agarro con las dos manos, pongo pose inclinada y con los dientes apretados empiezo a tirar con bruteza. >>Se resiste<<. Unos movimientos bruscos más y... .
Un crujido ruge desde fuera, ahora mismo es música para mis oídos. Me asomo y efectivamente el puente está alzado. >>Así nos encontramos muy seguros, no creo que del todo, pero al menos la sensación de protección en el grupo debe de haber aumentado<<.
-Hecho- digo rápido al pasar por la cocina a Irianna, que justo ahora se encuentra cocinando.
Es solo oler lo que están preparando y se me abre el apetito. >>Espero que las ratas no huelan así de bien<<.
Roaxen Tenvrai parece cansado, con armas de la armería se deja el rostro al descubierto. Me hecho hacia atrás instintivamente. >>Podría ser peor<<. Pero él me verá igual a mí, es solo acostumbrarme a los “no humanos”. Igual le ha desgastado el llevar las cestas.
Sigilosa pero rápida me sitúo a su lado y robo el sable con un movimiento de manos fugaz. >>Pesa bastante o soy muy floja<<. Mis brazos tiemblan al sujetarlo, lo agarro del mango con firmeza para no mostrar debilidad. No con él.
-Hola, Roaxen Tenvrai- digo apartándome el flequillo del ojo derecho- No tienes buena cara, arriba hay camas- finalizo bastante seca.
Continúo tras cruzar las piernas.
-Deberías haberte esperado un poco, así habríais tenido esta monada para defenderos en caso de peligro- le regaño con tono un poco borde pero sincero por que realmente hubiese sido desastroso una muerte, luego agito el sable y se lo coloco en las piernas- Aquí tienes realismo.
Apoyo mi cabeza en mi mano que a la vez está encima de mi rodilla. Con los ojos cerrados pregunto:
-¿Crees que volveremos a casa?.
No espero que me responda, aunque la frase haya sido dirigida a él, también me lo hago a mí misma. La cosa es que no soy capaz de encontrar una solución a todo esto. Los de la Tierra ni si les pasaría por la cabeza que Rocavarancolia existe, y en caso de saberlo, librarían una guerra. Una guerra que en lo más fondo de mi ser no creo que ganáramos. Es mejor así.
Deslizo el colgante entre mis dedos, y le saco un poco de brillo con uno de los trapos utilizados anteriormente. >>Mamá...<<.
-Estoy bien gracias. Suele ocurrirme a menudo- miento.
Le dedico una pequeña mirada confortadora y vuelvo a la habitación donde deberemos dormir. Una vez observado todo el cuarto empiezo con la limpieza a fondo.
Lo primero es lo primero. Cojo varios grandes hedredones y con dificultad consigo transportarlos hacia abajo. Me asomo al patio y justo allí los sacudo con fuerza forzando mis débiles brazos. Comienzo a sudar pero eso es lo de menos, el trabajo es sagrado para mí, no voy a dormir con esto en este lamentable estado. La nube de polvo que se levanta es increíble, me pican hasta los ojos y toso por enésima vez. Así poco a poco barro el suelo y las camas empiezan a estar limpias. Con una palangana llena de agua de un pozo, y unos trapos más o menos sucios limpio las paredes. Una vez acabado suspiro satisfecha. Está más o menos ordenado. Incluso he colocado el baúl de ropa que me encontré antes al lado de las camas, por sio alguien quiere cambiarse antes de dormir. >>Ya está<<.
En una de mis bajadas veo que el grupo ya ha llegado, con cada uno que me cruzo les dirijo un rostro que hasta nunca antes había expresado, agradecimiento. >>Gracias a mí podrán dormir un poco más en condiciones, pero gracias a ellos yo tendré algo en el estómago con lo que poder irme a la cama<<. Escucho frases sueltas y entre ellas la del puente que ha sugerido Irianna.
Antes creí ver un hueco en las escaleras al bajar a la sala de armas >>¿Y si...?<<. Mis dudas se confirman, al descender varios escalones introduzco la mano y tiro con fuerzas de una palanca un poco atrancada. >>Vaya, está muy dura, pero no es un problema para Súper Ruth<<
Lo agarro con las dos manos, pongo pose inclinada y con los dientes apretados empiezo a tirar con bruteza. >>Se resiste<<. Unos movimientos bruscos más y... .
Un crujido ruge desde fuera, ahora mismo es música para mis oídos. Me asomo y efectivamente el puente está alzado. >>Así nos encontramos muy seguros, no creo que del todo, pero al menos la sensación de protección en el grupo debe de haber aumentado<<.
-Hecho- digo rápido al pasar por la cocina a Irianna, que justo ahora se encuentra cocinando.
Es solo oler lo que están preparando y se me abre el apetito. >>Espero que las ratas no huelan así de bien<<.
Roaxen Tenvrai parece cansado, con armas de la armería se deja el rostro al descubierto. Me hecho hacia atrás instintivamente. >>Podría ser peor<<. Pero él me verá igual a mí, es solo acostumbrarme a los “no humanos”. Igual le ha desgastado el llevar las cestas.
Sigilosa pero rápida me sitúo a su lado y robo el sable con un movimiento de manos fugaz. >>Pesa bastante o soy muy floja<<. Mis brazos tiemblan al sujetarlo, lo agarro del mango con firmeza para no mostrar debilidad. No con él.
-Hola, Roaxen Tenvrai- digo apartándome el flequillo del ojo derecho- No tienes buena cara, arriba hay camas- finalizo bastante seca.
Continúo tras cruzar las piernas.
-Deberías haberte esperado un poco, así habríais tenido esta monada para defenderos en caso de peligro- le regaño con tono un poco borde pero sincero por que realmente hubiese sido desastroso una muerte, luego agito el sable y se lo coloco en las piernas- Aquí tienes realismo.
Apoyo mi cabeza en mi mano que a la vez está encima de mi rodilla. Con los ojos cerrados pregunto:
-¿Crees que volveremos a casa?.
No espero que me responda, aunque la frase haya sido dirigida a él, también me lo hago a mí misma. La cosa es que no soy capaz de encontrar una solución a todo esto. Los de la Tierra ni si les pasaría por la cabeza que Rocavarancolia existe, y en caso de saberlo, librarían una guerra. Una guerra que en lo más fondo de mi ser no creo que ganáramos. Es mejor así.
Deslizo el colgante entre mis dedos, y le saco un poco de brillo con uno de los trapos utilizados anteriormente. >>Mamá...<<.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
30/08/14, 09:13 pm
—Cualquiera se habría dejado engañar, eran ilusiones bastante convincentes —comentó, quitándole importancia mientras removía el estofado. Lo tapó para que no se escapara el calor y se acercó a la silla de la que colgaba su casaca, revolviendo en sus bolsillo hasta encontrar el cabo con el que practicaba nudos. Con el entre las manos se apoyó en la encimera y continuó escuchando a la idrina, permitiéndose una media sonrisa cuando se apresuró a indicar que no pretendía ofenderle.
Era normal sentir curiosidad por las costumbres de otro mundo, o al menos para la gente común. Roxen Tenvrai no era un individuo al que se pudiese clasificar como corriente y, entre otras cosas, era bastante intolerante, por eso había reaccionado así. A Sekk no le suponía mucho esfuerzo explicarle lo que significaban los nombres para los ulteranos y así lo hizo.
—Si, también vengo de Ulterania, y es cierto que allí se le da mucha importancia a los nombres. Cuando nacemos nuestros padres nos dan un nombre, pero en el ponen todas sus esperanzas sobre nosotros, tienen un significado —empezó—. Una traducción aproximada del mío sería “Viento Furioso de la Ciudad Marina”, y con el mis padres querían que llegara a ser alguien importante en mi hogar... —aclaró pensativo—. Deformar el nombre de una persona es un insulto muy grave en mi mundo, aunque con gente muy cercana se tiende a acortar, lo que demuestra confianza. De todos modos es algo complicado para alguien que no es ulterano, pretender que vosotros sepáis estas cosas es dar mucho por sentado, y la reacción de Roaxen Tenvrai a tu pregunta estuvo fuera de lugar si me lo preguntas a mi —opinó—. No me vas a ofender tan fácilmente con tus preguntas, no soy como mi compatriota... aunque también es cierto que soy distinto al ulterano común —se permitió añadir con una sonrisa apagada, rascándose el mentón con aire distraído—. Me va a resultar raro al principio, pero creo que podéis llamarme Sekkeh a secas si mi nombre completo se os atraganta. Si tenéis mi permiso no se puede calificar de ofensa, supongo, no estamos en Ulterania a fin de cuentas.
La cocina fue invadida en ese momento, primero por la humana llamada Ruth y luego por el chico del mismo mundo llamado Devoss. Sekk se ocupó del estofado mientras la muchacha le daba un mensaje a Irianna, pero prestó atención a las palabras del muchacho cuando mencionó la armería. Aquello aumentaba sus posibilidades de supervivencia, era cierto, pero había que llenar el estómago primero.
—De primero hay estofado caliente y de segundo pescado a la plancha con guarnición —le respondió al holandés—, un menú adecuado para recuperar fuerzas. Vendrán bien para acabar las tareas de limpieza del torreón, ¿no crees? —comentó con amabilidad—. ¿Podrías ir poniendo la mesa?
Era normal sentir curiosidad por las costumbres de otro mundo, o al menos para la gente común. Roxen Tenvrai no era un individuo al que se pudiese clasificar como corriente y, entre otras cosas, era bastante intolerante, por eso había reaccionado así. A Sekk no le suponía mucho esfuerzo explicarle lo que significaban los nombres para los ulteranos y así lo hizo.
—Si, también vengo de Ulterania, y es cierto que allí se le da mucha importancia a los nombres. Cuando nacemos nuestros padres nos dan un nombre, pero en el ponen todas sus esperanzas sobre nosotros, tienen un significado —empezó—. Una traducción aproximada del mío sería “Viento Furioso de la Ciudad Marina”, y con el mis padres querían que llegara a ser alguien importante en mi hogar... —aclaró pensativo—. Deformar el nombre de una persona es un insulto muy grave en mi mundo, aunque con gente muy cercana se tiende a acortar, lo que demuestra confianza. De todos modos es algo complicado para alguien que no es ulterano, pretender que vosotros sepáis estas cosas es dar mucho por sentado, y la reacción de Roaxen Tenvrai a tu pregunta estuvo fuera de lugar si me lo preguntas a mi —opinó—. No me vas a ofender tan fácilmente con tus preguntas, no soy como mi compatriota... aunque también es cierto que soy distinto al ulterano común —se permitió añadir con una sonrisa apagada, rascándose el mentón con aire distraído—. Me va a resultar raro al principio, pero creo que podéis llamarme Sekkeh a secas si mi nombre completo se os atraganta. Si tenéis mi permiso no se puede calificar de ofensa, supongo, no estamos en Ulterania a fin de cuentas.
La cocina fue invadida en ese momento, primero por la humana llamada Ruth y luego por el chico del mismo mundo llamado Devoss. Sekk se ocupó del estofado mientras la muchacha le daba un mensaje a Irianna, pero prestó atención a las palabras del muchacho cuando mencionó la armería. Aquello aumentaba sus posibilidades de supervivencia, era cierto, pero había que llenar el estómago primero.
—De primero hay estofado caliente y de segundo pescado a la plancha con guarnición —le respondió al holandés—, un menú adecuado para recuperar fuerzas. Vendrán bien para acabar las tareas de limpieza del torreón, ¿no crees? —comentó con amabilidad—. ¿Podrías ir poniendo la mesa?
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
30/08/14, 11:27 pm
Roaxen Tenvrai
El capellán notó el intento de sigilo de la humana al poco y todo su cuerpo se tensó al instante. Erizandose, su pelo recorrió lenta y cautelosamente el camino hasta alcanzar la ballesta. Dos mechones sujetaban el mango mientras que un tercero el gatillo. Por su parte, el ulterano tenia ambas manos reposando en sus piernas, plácidamente sentado. En sus ojos no podia adivinarse emoción alguna, pero por dentro estaba muy alarmado. Lo suficientemente alarmado como para disparar ahí mismo a la humana.
No estaba teniendo el mejor de sus dias, sin duda.
Escuchó lo que la humana tenia que decirle. ¿Es que pensaba que iba a cometer la imprudencia de acostarse al lado de los que potencialmente podrian intentar asesinarle en sueños? No, el capellán bien lo sabia. Lo único que le permitiria dormir por las noches seria una serie de defensas y trampas que él mismo debia instalar entorno a su lugar de reposo. Y aún así no las tenia todas consigo.
Y aun así la humana siguió hablando. Quizás porque no notase que su pelo estaba dispuesto a accionar el gatillo en cualquier momento y arrebatarle la vida. Eso le llevó a pensar que, quizás, todos, el intara mismo incluido, tenian una barbara tradicion por mutilar e inutilizar su pelo. Casi le hacian parecer a él el raro del grupo. Y aquella sensación no le gustaba. Él era quien era justo. Él era quien hablaba con la palabra sabia. Él era superior.
La pregunta de la humana le pilló algo desprevenido. Bufó internamente. A cada palabra sospechaba otra trampa. No queria confiar en nadie ni tenia intención de hacerlo pronto. Miró el sable en su regazo y entonces miró a la humana una última vez. Y, finalmente, contestó.
-Tengo intención de sobrevivir y de, eventualmente, volver a mi hogar.-contestó en un principio.-Y haré todo lo que esté en mi mano para lograrlo.-añadió, sin emoción.
Era, en parte, una amenaza velada. Todavia sostenia la ballesta apuntandola. Aflojó su pinza sobre el gatillo, liberandolo, pero no terminó de soltar la ballesta. Cogió el sable con una mano y lo examinó, como preambulo de sus palabras.
-Y tú si quieres tambien volver a tus seres queridos harias bien de escuchar mis consejos. No me creo en posesión de la verdad absoluta, pero se bastantes cosas sobre movilizar y dirigir a gente y pienso dar todo de mí para hacer que el grupo prospere.-comentó sin más.
¿Era aquello contemplación por la humana? Ni lo llegó a pensar así. Era una manera de recuperar el terreno, de plantar semillas que germinarian con el tiempo de la que seria su mayor baza a la hora de sobrevivir en aquella ciudad que no era otra cosa salvo meter en cintura a aquella panda de debiluchos xenoides.
No fue sino entonces cuando parte del jaleo de la cocina salió al salón. El capellán ladeó levemente la cabeza al reconocer a Irianna. Todavia le molestaban los colores muy claros o la luz, por haberse retirado el casco hacia tan poco. Recogió la ballesta y el sable, pero dejó la lanza sobre el sofá, pues era algo para después. Echandose la ballesta a la espalda y enfundando el sable en su faja, se levantó. Arreglandose el pelo con algo de parsimonia, usando los dedos como peine, se dirigió hacia la idrina. Le picaban los ojos. Llevaba más de dos dias con aquellas lentillas, aun bien preparadas para aguantar durante horas, llegar a ponerselas durante tanto tiempo acabarian irrando los ojos de todas formas. Muy formalmente, se llevó un puño al corazón e hizo una pequeña reverencia con la cabeza, una formalidad respetuosa, más que una forma de añadir a lo que iba a decir.
-Irianna, siento que he de disculparme.-dijo en un principio.-Mis acciones de cuando estabamos fuera no han sido del todo consecuentes conrespecto a las condiciones en las que nos encontramos. He de demostrar más paciencia a la hora de tratar con los demás y es un grave error por mi parte asumir que compartamos si quiera algo de cultura, tradición o costumbres, reglas y leyes tan solo en base de porque podamos comunicarnos. Y, por ello, me disculpo de nuevo.-
Alzó una ceja entonces, como si lo que hubiera dicho antes le hubiera costado enormemente, transformandose en una cuesta arriba y, como una montaña rusa, ahora tocaba el excitante descenso, la parte que de verdad le importaba al ulterano dejar claro.
-Sin embargo, quisiera dejar claro una explicación de porque es de vital importancia que tanto tú como los demás os refirais a mi persona con el debido apelativo.-se aclaró la voz. Cambió de postura, doblando los brazos por detrás, abrazandose los codos.-De vuelta en ulterania, los nombres cargan una voluntad específica y es el mismo nombre quien lleva a una primera impresión clara de la persona, es decir, se puede resumir muy bien a un individuo en base a su nombre. El mio, Roaxen Tenvrai, carga con la voluntad que dice "Demonio Quien Se Esconde Tras El Cielo Verdadero", por adaptarlo de alguna manera a este burdo lenguaje impuesto por las artes oscuras de esta ciudad.-comentó, con un cierto toque de ira asomandose en su voz, pero volviendo entonces a la actualidad.-No puedo garantizaros cuales son las raices, sufijos y prefijos del mismo, pues dicho conocimiento ha desaparecido gracias, de nuevo, a la fuente, pero estoy seguro que cualquier acortación, desvinculación, errata, malpronunciación o situación en la cual mi apelativo se vea alterado acabe profanando el significado original de este y, en mi caso, es doblemente peligroso debido a que parte de mi nombre significa "Demonio". Entonces no seria solo una falta de respeto, sino además un insulto.-
Dejó colgando los brazos de su costado cuando dio por terminada su peorata.
-Espero que esto aclare cosas y que podamos trabajar juntos en un futuro para poder sobrevivir en este inhospito lugar.-
Vaciló entonces, pues fue a estrecharle la mano, pero dudó al instante al ver que iba con las manos desnudas. Queria mostrarse asertivo, pero no queria acabar contagiado de nada y el factor de que tuviese las manos desnudos aumentaba el peligro exponencialmente. Sin embargo, no se notó duda en su movimiento, pues no se detuvo y terminó de hablar con una reverencia igual que con la que habia empezado.
El capellán notó el intento de sigilo de la humana al poco y todo su cuerpo se tensó al instante. Erizandose, su pelo recorrió lenta y cautelosamente el camino hasta alcanzar la ballesta. Dos mechones sujetaban el mango mientras que un tercero el gatillo. Por su parte, el ulterano tenia ambas manos reposando en sus piernas, plácidamente sentado. En sus ojos no podia adivinarse emoción alguna, pero por dentro estaba muy alarmado. Lo suficientemente alarmado como para disparar ahí mismo a la humana.
No estaba teniendo el mejor de sus dias, sin duda.
Escuchó lo que la humana tenia que decirle. ¿Es que pensaba que iba a cometer la imprudencia de acostarse al lado de los que potencialmente podrian intentar asesinarle en sueños? No, el capellán bien lo sabia. Lo único que le permitiria dormir por las noches seria una serie de defensas y trampas que él mismo debia instalar entorno a su lugar de reposo. Y aún así no las tenia todas consigo.
Y aun así la humana siguió hablando. Quizás porque no notase que su pelo estaba dispuesto a accionar el gatillo en cualquier momento y arrebatarle la vida. Eso le llevó a pensar que, quizás, todos, el intara mismo incluido, tenian una barbara tradicion por mutilar e inutilizar su pelo. Casi le hacian parecer a él el raro del grupo. Y aquella sensación no le gustaba. Él era quien era justo. Él era quien hablaba con la palabra sabia. Él era superior.
La pregunta de la humana le pilló algo desprevenido. Bufó internamente. A cada palabra sospechaba otra trampa. No queria confiar en nadie ni tenia intención de hacerlo pronto. Miró el sable en su regazo y entonces miró a la humana una última vez. Y, finalmente, contestó.
-Tengo intención de sobrevivir y de, eventualmente, volver a mi hogar.-contestó en un principio.-Y haré todo lo que esté en mi mano para lograrlo.-añadió, sin emoción.
Era, en parte, una amenaza velada. Todavia sostenia la ballesta apuntandola. Aflojó su pinza sobre el gatillo, liberandolo, pero no terminó de soltar la ballesta. Cogió el sable con una mano y lo examinó, como preambulo de sus palabras.
-Y tú si quieres tambien volver a tus seres queridos harias bien de escuchar mis consejos. No me creo en posesión de la verdad absoluta, pero se bastantes cosas sobre movilizar y dirigir a gente y pienso dar todo de mí para hacer que el grupo prospere.-comentó sin más.
¿Era aquello contemplación por la humana? Ni lo llegó a pensar así. Era una manera de recuperar el terreno, de plantar semillas que germinarian con el tiempo de la que seria su mayor baza a la hora de sobrevivir en aquella ciudad que no era otra cosa salvo meter en cintura a aquella panda de debiluchos xenoides.
No fue sino entonces cuando parte del jaleo de la cocina salió al salón. El capellán ladeó levemente la cabeza al reconocer a Irianna. Todavia le molestaban los colores muy claros o la luz, por haberse retirado el casco hacia tan poco. Recogió la ballesta y el sable, pero dejó la lanza sobre el sofá, pues era algo para después. Echandose la ballesta a la espalda y enfundando el sable en su faja, se levantó. Arreglandose el pelo con algo de parsimonia, usando los dedos como peine, se dirigió hacia la idrina. Le picaban los ojos. Llevaba más de dos dias con aquellas lentillas, aun bien preparadas para aguantar durante horas, llegar a ponerselas durante tanto tiempo acabarian irrando los ojos de todas formas. Muy formalmente, se llevó un puño al corazón e hizo una pequeña reverencia con la cabeza, una formalidad respetuosa, más que una forma de añadir a lo que iba a decir.
-Irianna, siento que he de disculparme.-dijo en un principio.-Mis acciones de cuando estabamos fuera no han sido del todo consecuentes conrespecto a las condiciones en las que nos encontramos. He de demostrar más paciencia a la hora de tratar con los demás y es un grave error por mi parte asumir que compartamos si quiera algo de cultura, tradición o costumbres, reglas y leyes tan solo en base de porque podamos comunicarnos. Y, por ello, me disculpo de nuevo.-
Alzó una ceja entonces, como si lo que hubiera dicho antes le hubiera costado enormemente, transformandose en una cuesta arriba y, como una montaña rusa, ahora tocaba el excitante descenso, la parte que de verdad le importaba al ulterano dejar claro.
-Sin embargo, quisiera dejar claro una explicación de porque es de vital importancia que tanto tú como los demás os refirais a mi persona con el debido apelativo.-se aclaró la voz. Cambió de postura, doblando los brazos por detrás, abrazandose los codos.-De vuelta en ulterania, los nombres cargan una voluntad específica y es el mismo nombre quien lleva a una primera impresión clara de la persona, es decir, se puede resumir muy bien a un individuo en base a su nombre. El mio, Roaxen Tenvrai, carga con la voluntad que dice "Demonio Quien Se Esconde Tras El Cielo Verdadero", por adaptarlo de alguna manera a este burdo lenguaje impuesto por las artes oscuras de esta ciudad.-comentó, con un cierto toque de ira asomandose en su voz, pero volviendo entonces a la actualidad.-No puedo garantizaros cuales son las raices, sufijos y prefijos del mismo, pues dicho conocimiento ha desaparecido gracias, de nuevo, a la fuente, pero estoy seguro que cualquier acortación, desvinculación, errata, malpronunciación o situación en la cual mi apelativo se vea alterado acabe profanando el significado original de este y, en mi caso, es doblemente peligroso debido a que parte de mi nombre significa "Demonio". Entonces no seria solo una falta de respeto, sino además un insulto.-
Dejó colgando los brazos de su costado cuando dio por terminada su peorata.
-Espero que esto aclare cosas y que podamos trabajar juntos en un futuro para poder sobrevivir en este inhospito lugar.-
Vaciló entonces, pues fue a estrecharle la mano, pero dudó al instante al ver que iba con las manos desnudas. Queria mostrarse asertivo, pero no queria acabar contagiado de nada y el factor de que tuviese las manos desnudos aumentaba el peligro exponencialmente. Sin embargo, no se notó duda en su movimiento, pues no se detuvo y terminó de hablar con una reverencia igual que con la que habia empezado.
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べ は づ す
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
30/08/14, 11:57 pm
Irianna no dijo en voz alta que al parecer solo ella se había dejado engañar, aunque no tenía claro cómo se podía calificar la reacción de Roaxen ante las visiones. Por el rabillo del ojo vio pasar al mencionado cargando con algo, pero decidió continuar con su tarea e ignorar al otro ulterano mientras troceaba aquel pescado de fuerte color rojo que Sekkeh había reconocido como propio de su mundo y solo porque el chico le había asegurado que era perfectamente comestible. Sintió curiosidad por la fauna de su planeta, pero aquella pregunta tendría que guardársela para otro momento. Atendió a la explicación acerca de la importancia de los nombres en Ulterania y negó levemente con la cabeza cuando Sekkeh terminó de hablar.
—No tengo ningún problema en recordar tu nombre completo —le aseguró. No añadió nada más al respecto pues el pelimorado se encontraba más cerca de lo que le gustaría—. En Idris, aunque solo en la sociedad en la que vivía, también se le da mucha importancia a los nombres, aunque no tanta ni en ese sentido. Pero siempre se busca que cada nombre sea único debido a que se considera que cada persona es un fragmento del Reflejo, el Otro Mundo que se supone que es el mundo verdadero. Yo no creo demasiado en esas teorías anticuadas, pero no deja de ser una historia interesante…
El estruendo de la cadena del puente siendo recogida y la posterior llegada de aquella niña del vestido blanco interrumpió la conversación. Irianna agradeció a Ruth, pues aprovechó para preguntarle su nombre, que hubiera encontrado el mecanismo y le preguntó dónde estaba para tener conocimiento de ello. A aquella interrupción la siguió la del que tenía toda la pinta de pertencer a su misma especie, aunque en este caso la idrina dejó que fuese Sekkeh quien se encargase de hablar con él.
No tuvo mucho tiempo de pensar en el acto inconsciente que había supuesto el hablar con Ruth pero no con aquel chico, cuando oyó la voz de la primera en el salón. Se giró para observar la escena, que no auguraba nada bueno y se alarmó ante la imprudencia de la niña. Mientras se acercaba pudo ver por primera vez la cara de Roaxen Tenvrai, preguntándose si todos los ulteranos tendrían los ojos del mismo color que su pelo fugazmente antes de fijarse precisamente en este último, pues en aquel momento llamaba mucho más la atención que cualquier rasgo. Si no fuera porque se encontraba donde se encontraba, con un grupo de alienígenas, no habría dado crédito a lo que veía. El ulterano manejaba la ballesta con el pelo. Aunque tampoco tuvo demasiado espacio para sorprenderse, pues el hecho en sí de que estuviese manejando un arma era bastante más acuciante en aquel instante.
Por suerte el ulterano apartó las armas, pero la chica continuó acercándose, ya que no podía simplemente darse la vuelta y de todos modos vio necesario intervenir, cosa que haría en cuanto Roaxen Tenvrai finalizase con su ración de omnipresente pedantería. O eso pretendía, ya que el ulterano la sorprendió dirigiéndose entonces a ella, nada menos que disculpándose. Su forma de expresarse distaba de encerrar la misma cordialidad que pretendía transmitir, así como parte de su lenguaje corporal que ahora que se había quitado la máscara podía leer mejor, pero desde luego no pretendía desechar una disculpa.
—Acepto las disculpas y descuida, no volveré a olvidarme de tu nombre. Tal y como le expliqué a Sekkeh Reikayame hace un momento, en la sociedad de la que vengo también se le confiere importancia al nombre que se elige cuando naces, pero no es ninguna ofensa olvidar el de alguien a quien acabas de conocer.
Si Roaxen era reticente a estrecharle la mano por causa de la fobia que no podía imaginar que tenía, ella también lo era debido a la suya propia. No obstante, nada dejó traslucir mientras extendía y estrechaba la mano del ulterano con suavidad pero firmeza, aunque mantuvo el contacto lo mínimo posible.
—Parece que esta forma de saludarse sí la comparten nuestros respectivos mundos —dijo tratando de ser amable para no estropear aquella especie de reconciliación—. Pero creo que podría ser muy peligroso empuñar un arma aquí dentro —añadió de forma casi casual.
No obstante, no era el ulterano el único que merecía que le hiciesen aquella advertencia, por lo que a continuación se dirigió hacia la chica de tal modo que podría parecer incluso que en todo momento se había referido a su acción.
—Ten cuidado, Ruth. —. Una vez más, había un significado subyacente bajo aquella advertencia—. Es especialmente peligroso jugar con un arma si no sabes utilizarla.
E, inmediatamente después, Irianna se giró con intención de regresar sobre sus pasos.
—No tengo ningún problema en recordar tu nombre completo —le aseguró. No añadió nada más al respecto pues el pelimorado se encontraba más cerca de lo que le gustaría—. En Idris, aunque solo en la sociedad en la que vivía, también se le da mucha importancia a los nombres, aunque no tanta ni en ese sentido. Pero siempre se busca que cada nombre sea único debido a que se considera que cada persona es un fragmento del Reflejo, el Otro Mundo que se supone que es el mundo verdadero. Yo no creo demasiado en esas teorías anticuadas, pero no deja de ser una historia interesante…
El estruendo de la cadena del puente siendo recogida y la posterior llegada de aquella niña del vestido blanco interrumpió la conversación. Irianna agradeció a Ruth, pues aprovechó para preguntarle su nombre, que hubiera encontrado el mecanismo y le preguntó dónde estaba para tener conocimiento de ello. A aquella interrupción la siguió la del que tenía toda la pinta de pertencer a su misma especie, aunque en este caso la idrina dejó que fuese Sekkeh quien se encargase de hablar con él.
No tuvo mucho tiempo de pensar en el acto inconsciente que había supuesto el hablar con Ruth pero no con aquel chico, cuando oyó la voz de la primera en el salón. Se giró para observar la escena, que no auguraba nada bueno y se alarmó ante la imprudencia de la niña. Mientras se acercaba pudo ver por primera vez la cara de Roaxen Tenvrai, preguntándose si todos los ulteranos tendrían los ojos del mismo color que su pelo fugazmente antes de fijarse precisamente en este último, pues en aquel momento llamaba mucho más la atención que cualquier rasgo. Si no fuera porque se encontraba donde se encontraba, con un grupo de alienígenas, no habría dado crédito a lo que veía. El ulterano manejaba la ballesta con el pelo. Aunque tampoco tuvo demasiado espacio para sorprenderse, pues el hecho en sí de que estuviese manejando un arma era bastante más acuciante en aquel instante.
Por suerte el ulterano apartó las armas, pero la chica continuó acercándose, ya que no podía simplemente darse la vuelta y de todos modos vio necesario intervenir, cosa que haría en cuanto Roaxen Tenvrai finalizase con su ración de omnipresente pedantería. O eso pretendía, ya que el ulterano la sorprendió dirigiéndose entonces a ella, nada menos que disculpándose. Su forma de expresarse distaba de encerrar la misma cordialidad que pretendía transmitir, así como parte de su lenguaje corporal que ahora que se había quitado la máscara podía leer mejor, pero desde luego no pretendía desechar una disculpa.
—Acepto las disculpas y descuida, no volveré a olvidarme de tu nombre. Tal y como le expliqué a Sekkeh Reikayame hace un momento, en la sociedad de la que vengo también se le confiere importancia al nombre que se elige cuando naces, pero no es ninguna ofensa olvidar el de alguien a quien acabas de conocer.
Si Roaxen era reticente a estrecharle la mano por causa de la fobia que no podía imaginar que tenía, ella también lo era debido a la suya propia. No obstante, nada dejó traslucir mientras extendía y estrechaba la mano del ulterano con suavidad pero firmeza, aunque mantuvo el contacto lo mínimo posible.
—Parece que esta forma de saludarse sí la comparten nuestros respectivos mundos —dijo tratando de ser amable para no estropear aquella especie de reconciliación—. Pero creo que podría ser muy peligroso empuñar un arma aquí dentro —añadió de forma casi casual.
No obstante, no era el ulterano el único que merecía que le hiciesen aquella advertencia, por lo que a continuación se dirigió hacia la chica de tal modo que podría parecer incluso que en todo momento se había referido a su acción.
—Ten cuidado, Ruth. —. Una vez más, había un significado subyacente bajo aquella advertencia—. Es especialmente peligroso jugar con un arma si no sabes utilizarla.
E, inmediatamente después, Irianna se giró con intención de regresar sobre sus pasos.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
31/08/14, 10:42 pm
En ese instante Irianna se acerca a Ruth y a Roaen y esta habla con él, yo me dispongo a buscar algún mantel y cubiertos, no estoy atento a la conversación que este mantiene con Irianna, ya que me concentro más en la tarea de que comamos adecuadamente.
Tanteo rápidamente todos y cada uno de los cajones hasta encontrar con un mantel demasiado grande y viejo, así que solo lo tengo que poner en la mesa y también los cubiertos que Varsai ha lavando.
Miro mi obra mientras a la vez observo a cada uno de los presentes para ver si tienen heridas, no parece, mejor, no sería bueno que tuviéramos a alguien muerto el primer día, si esto pasara tendríamos menos posibilidades de sobrevivir además de una profunda pena hacia ese desgraciado o desgraciada.
No quiero ni pensar en las atrocidades que habrá allí fuera a parte del escarabajo. Me dirijo hacia Sekk y le digo amablemente( me cae bien): -Ya terminé, ah, en el piso de arriba hay una azotea, desde allí podríamos vigilar los terrenos, aunque no sé si con refugio se refiere a protegernos también de monstruos voladores.- Digo sin olvidarme de terminar con una sonrisa dirigida a él y a Irianna.
Tanteo rápidamente todos y cada uno de los cajones hasta encontrar con un mantel demasiado grande y viejo, así que solo lo tengo que poner en la mesa y también los cubiertos que Varsai ha lavando.
Miro mi obra mientras a la vez observo a cada uno de los presentes para ver si tienen heridas, no parece, mejor, no sería bueno que tuviéramos a alguien muerto el primer día, si esto pasara tendríamos menos posibilidades de sobrevivir además de una profunda pena hacia ese desgraciado o desgraciada.
No quiero ni pensar en las atrocidades que habrá allí fuera a parte del escarabajo. Me dirijo hacia Sekk y le digo amablemente( me cae bien): -Ya terminé, ah, en el piso de arriba hay una azotea, desde allí podríamos vigilar los terrenos, aunque no sé si con refugio se refiere a protegernos también de monstruos voladores.- Digo sin olvidarme de terminar con una sonrisa dirigida a él y a Irianna.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
31/08/14, 11:24 pm
La niña se pone contenta al ver que el resto están perfectamente, les echa un rápido vistazo a las cestas y se tranquiliza cuando no observa nada que no sea comestible. Por suerte para ella tanto el chico rubio como la chica de pelo blanco se ponen a preparar la comida. La idrina le pide su nombre y la varmana hace un par de aspavientos con los brazos mientras busca el cuaderno, pasa las páginas rápido y le señala su nombre mientras sonríe.
Pronto hay más calma y la niña se sienta en un sillón para tomarse un pequeño descanso mientras la comida se prepara. Rebusca entre su abrigo y da con sus cosas en los bolsillos, la visión de su cuaderno de dibujo y el pequeño maletín de colores la anima y le arranca una sonrisa. Lo abre y comprueba que cada cosa esté en su sitio, también abre el cuaderno y pasa las páginas viendo los dibujos que tiene. Uno de Gralo dormido en el sofá del salón, otro de su ciudad hecho desde un punto alto, una cascada en el bosque y por supuesto el valle que pintó el día que se fue de Varmania.
Dio marcha atrás y volvió al dibujo de su hermano y quiso que estuviera en aquel momento junto a ella para poder abrazarla como tantas veces había hecho.
Pronto Varsai se distrajo otra vez cuando se puso a buscar en el último bolsillo y sacó su flauta, la niña se quedó contemplando el instrumento preguntándose si al resto les molestaría la música, más tarde les preguntaría si le dejarían tocar de vez en cuando.
Pronto hay más calma y la niña se sienta en un sillón para tomarse un pequeño descanso mientras la comida se prepara. Rebusca entre su abrigo y da con sus cosas en los bolsillos, la visión de su cuaderno de dibujo y el pequeño maletín de colores la anima y le arranca una sonrisa. Lo abre y comprueba que cada cosa esté en su sitio, también abre el cuaderno y pasa las páginas viendo los dibujos que tiene. Uno de Gralo dormido en el sofá del salón, otro de su ciudad hecho desde un punto alto, una cascada en el bosque y por supuesto el valle que pintó el día que se fue de Varmania.
Dio marcha atrás y volvió al dibujo de su hermano y quiso que estuviera en aquel momento junto a ella para poder abrazarla como tantas veces había hecho.
Pronto Varsai se distrajo otra vez cuando se puso a buscar en el último bolsillo y sacó su flauta, la niña se quedó contemplando el instrumento preguntándose si al resto les molestaría la música, más tarde les preguntaría si le dejarían tocar de vez en cuando.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Aliera W
Ficha de cosechado
Nombre: Sigrún
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, orientación y resistenciaPersonajes : Sigrún
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
01/09/14, 12:26 am
Sigrún se levantó en cuanto apareció el resto del grupo, al completo. Y con comida, que era lo que a él le interesaba. El vikingo, de cuyo nombre aún no estaba seguro, e Irianna se pusieron a cocinar y él no tardó en acercarse a curiosear; era bastante sibarita con la comida además de escrupuloso, y quería asegurarse de que sabían lo que hacían. Al oír que hablaban escuchó sin demasiado interés, pero eso le permitió averiguar el nombre del surfero y que en su mundo los nombres se pronunciaban completos, lo cual le hizo pensar. Había pensado en burlarse del nombre del bomboncito cambiándolo levemente, pero no le interesaba hacer enemigos tan rápido... ya pensaría en ello. En cualquier caso, a Sekkeh Reikayame le llamaría tal cual, al menos hasta que pudiese juzgarlo mejor. No era el rescatador de damiselas que había creído en la fuente.
Ver la comida lo alivió. Si sabía la mitad de bien de lo que prometía, por él podían cocinar ellos. Al ver que el rubiales comenzaba a poner la mesa, él dudó, pues por sabía que los vagos no solían caer bien y no quería que sus compañeros le considerasen así, por lo que comenzó a deambular por el lugar. Llegó a la estancia principal a tiempo de oír a Irianna advertir a la israelí, lo cual le extrañó, pero como no había visto la conversación entre Roaxen y Ruth, no pudo opinar. Finalmente, y sin saber qué hacer, salió al patio después de recoger sus gafas y se apoyó en el pozo, percibiendo que habían subido el puente levadizo, lo cual le tranquilizó. Entre eso y las armas, se sentía más seguro.
Ver la comida lo alivió. Si sabía la mitad de bien de lo que prometía, por él podían cocinar ellos. Al ver que el rubiales comenzaba a poner la mesa, él dudó, pues por sabía que los vagos no solían caer bien y no quería que sus compañeros le considerasen así, por lo que comenzó a deambular por el lugar. Llegó a la estancia principal a tiempo de oír a Irianna advertir a la israelí, lo cual le extrañó, pero como no había visto la conversación entre Roaxen y Ruth, no pudo opinar. Finalmente, y sin saber qué hacer, salió al patio después de recoger sus gafas y se apoyó en el pozo, percibiendo que habían subido el puente levadizo, lo cual le tranquilizó. Entre eso y las armas, se sentía más seguro.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
01/09/14, 01:52 pm
Se pone muy tenso, sus facciones son rígidas y su expresión nula. Me sorprende que conteste, aunque se nota que se lo ha pensado, pero por lo menos no me ha evitado. Tiene intenciones de sobrevivir y regresar a su planeta. >>¿Hará lo necesario para volver?, incluso...¿Sacrificarnos?, no creo que sus niveles de crueldad lleguen a ese extremo. Espero, o me veré obligada a ser yo la que hará todo por llegar a Madrid, todo.<<.
Un pequeño clic suena. Mis ojos se desvían hacia la ballesta que controla su... >>¿Pelo?, ¿Pero qué es eso?, tiene control sobre su cabellera. Sería fascinante si no fuese por que me estaba apuntando, ¿Por coger su sable?. ¿También se considera una falta de respeto?. En fin, al menos lo ha soltado que es lo importante<<.
No le comento nada al respecto, solo me quedo un poco impresionada observando el arma, y no escucho el principio de su última frase. Solo que no dice la verdad absoluta. >>Desde luego, por fin coincidimos en algo, je.<<. Lo último sí que me agrada. >>El grupo es fuerte y si nos ayudamos los unos a los otros puede que sobrevivamos, no todos pero la mayoría, puede.<<
-Es cuestión de cooperar- susurro para mis adentros.
Sus acciones van mejorando por momentos. Ahora se disculpa ante Irianna que a su vez me advierte sobre jugar con armas. Sé con seguridad que lleva doble sentido, asiento sin más, sin querer darle más importancia de la que tiene al asunto. Respecto a las armas yo también necesitaré algunas. Devoss tenía antes una lanza, y Roaxen un sable y una ballestas. Ya escogeré. Ahora no es el momento.
Para hacer tiempo mientras el holandés prepara la mesa y la comida se hace salgo al patio teniendo que abrir un gran portón. Me quito las sandalias para no desgastarlas tan rápido y me siento acomodándome el vestido para que no se me ensucie. Hecho la cabeza hacia atrás en contacto con la fría pared. Cierro los ojos y encojo las rodillas llevándomelas al pecho. Permanezco así largo rato, hasta que el dolor de cabeza disminuye poco a poco desapareciendo por completo. >>Estoy muy a gusto así<<.
Pero un escalofrío me recorre por la espalda al ver tumbas mal construidas a menos de cinco metros de mí. >>Dios santo, aquí ha muerto gente de verdad.<<. Horrorizada pero con curiosidad gateo hasta la más cercana bordeándola e intentando mirar si pone nombre. >>Si lo indica no lo veo, será que estoy cegata, o muy cansada como para ponerme a buscar ahora, y además mi estómago me apremia.<<. Me da por girar la cabeza a la izquierda y le veo. Es él islandés, >>¿Llevaba hay un buen rato o acaba de llegar?, lo desconozco<<. No ha parecido fijarse en las tumbas, está más concentrado en ese extraño pozo que está ahí. >>Otra cosa más que añadir a la lista de misterios del patio de este torreón, junto con la mujer que está atravesada por estacas.<<.
No me gusta ni un pelo el lugar, aunque por muy bonito que lo decoren todo lo odiaré. >>No quiero ser engañada nunca más, ni tampoco que otro extraño algún día se acerque curioso a mi tumba. Nunca<<.
Un pequeño clic suena. Mis ojos se desvían hacia la ballesta que controla su... >>¿Pelo?, ¿Pero qué es eso?, tiene control sobre su cabellera. Sería fascinante si no fuese por que me estaba apuntando, ¿Por coger su sable?. ¿También se considera una falta de respeto?. En fin, al menos lo ha soltado que es lo importante<<.
No le comento nada al respecto, solo me quedo un poco impresionada observando el arma, y no escucho el principio de su última frase. Solo que no dice la verdad absoluta. >>Desde luego, por fin coincidimos en algo, je.<<. Lo último sí que me agrada. >>El grupo es fuerte y si nos ayudamos los unos a los otros puede que sobrevivamos, no todos pero la mayoría, puede.<<
-Es cuestión de cooperar- susurro para mis adentros.
Sus acciones van mejorando por momentos. Ahora se disculpa ante Irianna que a su vez me advierte sobre jugar con armas. Sé con seguridad que lleva doble sentido, asiento sin más, sin querer darle más importancia de la que tiene al asunto. Respecto a las armas yo también necesitaré algunas. Devoss tenía antes una lanza, y Roaxen un sable y una ballestas. Ya escogeré. Ahora no es el momento.
Para hacer tiempo mientras el holandés prepara la mesa y la comida se hace salgo al patio teniendo que abrir un gran portón. Me quito las sandalias para no desgastarlas tan rápido y me siento acomodándome el vestido para que no se me ensucie. Hecho la cabeza hacia atrás en contacto con la fría pared. Cierro los ojos y encojo las rodillas llevándomelas al pecho. Permanezco así largo rato, hasta que el dolor de cabeza disminuye poco a poco desapareciendo por completo. >>Estoy muy a gusto así<<.
Pero un escalofrío me recorre por la espalda al ver tumbas mal construidas a menos de cinco metros de mí. >>Dios santo, aquí ha muerto gente de verdad.<<. Horrorizada pero con curiosidad gateo hasta la más cercana bordeándola e intentando mirar si pone nombre. >>Si lo indica no lo veo, será que estoy cegata, o muy cansada como para ponerme a buscar ahora, y además mi estómago me apremia.<<. Me da por girar la cabeza a la izquierda y le veo. Es él islandés, >>¿Llevaba hay un buen rato o acaba de llegar?, lo desconozco<<. No ha parecido fijarse en las tumbas, está más concentrado en ese extraño pozo que está ahí. >>Otra cosa más que añadir a la lista de misterios del patio de este torreón, junto con la mujer que está atravesada por estacas.<<.
No me gusta ni un pelo el lugar, aunque por muy bonito que lo decoren todo lo odiaré. >>No quiero ser engañada nunca más, ni tampoco que otro extraño algún día se acerque curioso a mi tumba. Nunca<<.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
04/09/14, 04:56 pm
Kimbra volvió al refugio en silencio, reflexionando sobre lo sucedido. Todavía no entendía por qué aquellas cuevas llamadas casas tendrían la necesidad de comer, pero eran tantas las cosas que la confundían en aquel lugar que pensar en una más solo hacía que le doliera la cabeza.
Una vez llegaron al refugio, Kimbra se dedicó a obsérvalo más atentamente de lo que podía haber hecho al principio. La cueva a la que habían llamado edificio estaba camuflada por enredaderas y poseía un huerto en su parte trasera visiblemente desatendido. Kimbra pensó que si se hacía con algunas semillas quizás pudiera ponerlo de nuevo en funcionamiento. “No hay rebaño, pero hay huerto, es mi responsabilidad cuidarlo, es a lo que me dedico.” Se dijo, contenta en cierta manera porque en aquel conjunto de situaciones y elementos confusos hubiera algo conocido para ella.
El interior de aquel refugio era otro cantar. La estancia era similar de paredes, techo y suelo a la estancia en la que se había despertado aquella mañana, pero los objetos que la poblaban volvieron a encender la confusión de la engendro. Había una mesa, bancos excesivamente acolchados, sucesiones de bancos estrechos colocados unos encima de otros, una mesa de cocina de extrañas formas y más de esas pendientes con salientes y entrantes de formas regulares. Kimbra ardía en deseos de saber la utilidad y el nombre de aquellos elementos, pero prefirió esperar a que Irianna se acercara a reanudar su conversación pendiente, como bien había prometido con anterioridad.
Mientras, la engendro se decidió a explorar el edificio puesto que le resultaba del todo curioso que aquella cueva tuviera varios niveles conectados entre sí. En la parte superior encontró otra estancia con algún objeto extraño, que reconoció de inmediato como aquel artefacto volador que les trajo el alimento y Kimbra se preguntó si aquel sería un medio de transporte habitual en la ciudad, cómo se pondría en funcionamiento y cómo podrían sacarlo de ahí puesto que la abertura en la pared no era lo suficientemente amplia. Pensó en la posibilidad de bajar aquel medio de transporte a las estancias inferiores, pero entonces se planteó por qué los anteriores habitantes de aquel refugio habrían subido el artefacto ahí mostrando un comportamiento carente de utilidad. Kimbra decidió guardar aquella información y duda en su mente para consultarla más tarde con la idrina y siguió con su exploración. El resto de estancias tanto en aquella cueva como en las superiores estaban repletas de extraños troncos de madera de formas regulares y aquellas pacas de lana compactas similares a la paca sobre la que se había despertado.
Una vez completada la exploración, volvió al nivel en el que se encontraba el grueso del grupo, dando con Irianna y el chico del pelo trenzado en la cocina. Kimbra los observó apoyada en una pared. Estaban cocinando. Por la ventana no entraba la claridad de la media mañana por lo que la engendro se preguntó por los inusuales horarios de alimentación que estos seres tendrían, por los métodos de preparación que llevarían a cabo y por si podría alimentarse junto a ellos. Cabía la posibilidad de que su dieta fuera distinta a la suya, por lo que ella tendría que alimentarse a parte. Kimbra se preguntó si sería capaz de cocinar para un número menor a diez personas.
Inmediatamente después de la sutil llegada de la Hija de Lunas, hizo aparición en la cocina uno de los chicos, cuyo nombre desconocía, e indicó que había dado con armas y, por lo tanto, pensó Kimbra, con la herrería. La engendro se dispuso a salir en busca de aquella estancia cuando se encontró con una escena que le desagradó. Una de las chicas había robado el arma del tal Roaxen, acto que se le antojó irresponsable y temeraria, pues no parecía conocer el alcance de la fuerza de su contrincante, ya que toda sustracción de un objeto propio era un delito grave, además de impensable. La chica parecía regocijarse en su acto y Kimbra esperó pacientemente a que Roaxen le rebanara la cabeza como cabría esperar. A la engendro se le había enseñado que aquel comportamiento era despreciable, carente de la valentía racial Kievek y solo achacable a los indignos Lynokek. Pero la cabeza de la niña no rodó por el suelo y, aunque Roaxen sostenía un arma de mecanismo y funcionamiento desconocido para ella con el pelo, hecho que volvió a sorprenderla, no hubo ataque ni reclamación. Kimbra enseguida se percató de lo erróneo de su razonamiento. Ninguno de ellos era Kievek ni parecía valorar la propiedad privada de la manera krabelinense.
Kimbra reanudó su camino hacia los niveles inferiores del refugio, donde debería estar la herrería, mientras pensaba que no tenía que haberle sorprendido tanto ni la reacción al robo ni que pudiera hacer uso de su pelo como una extremidad más, pues el dragón en miniatura contaba con alas, al igual que los seres que había visto antes de que el grupo se dividiera. Posiblemente, todos aquellos seres escondían extremidades o habilidades desconocidas para ella.
No tardó en dar con la herrería, la cual le pareció, cuanto menos, pobre. El material era defectuoso o de mala manufactura y no parecía que hubiera herramientas para fabricar armas en toda la estancia, por lo que aunque alguno de ellos conociera el arte de la herrería no les sería posible producir más y mejores instrumentos. Muchas de las armas eran desconocidas para ella, por lo que se limitó a apropiarse del mejor arco que encontró, con un carcaj lleno de flechas a juego, y uno de los machetes más manejables. Kimbra ni siquiera miró el resto de armas, pues no pretendía usar armamento desconocido sin un entrenamiento previo. A Kimbra le resultó extraño tener que utilizar armas que no habían sido fabricadas para ella exclusivamente, puesto que hacía tiempo que había dejado de ser una recién nacida y aquellas armas, claramente, eran comunes de entrenamiento.
Volvió a la cocina sin dejarse notar, con su sus dos nuevas armas a la espalda y se quedó mirando a los que ahí se reunían. Todo era nuevo y diferente para ella, mientras que, según parecía, la mayoría del grupo que se habían reunido estaba familiarizado con la casi el total de los elementos de aquel lugar. Aquella situación resultaba ciertamente frustrante.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
06/09/14, 10:56 pm
Sekk asintió hacia Irianna cuando afirmó que los detalles que había compartido sobre la sociedad idrina eran una historia interesante, dándole la razón sin añadir nada más. Continuó atendiendo la comida mientras Devoss ponía la mesa y la lacustre se acercaba al salón, donde la humana y Roaxen estaban teniendo unas palabras. La acción de la chica del camisón había sido imprudente a ojos del intara, coger el arma de otra persona sin permiso era de muy mal gusto, y buscarle las cosquillas al xolnita era bastante estúpido . El ulterano no sabía como funcionaban las cosas en otros planetas, pero las acciones de algunos de sus compañeros se le antojaban simple falta de sentido común. Iba a ser un año muy largo.
La situación pareció solventarse bastante bien, pues todo quedó dicho en palabras y, con la intervención de la idrina, el ambiente se terminó de suavizar. Para sorpresa de Sekk, aunque se aseguro de no reflejarlo en su rostro, el capellán se disculpó con Irianna por su reacción fuera de lugar y le explicó con más detalle lo que él ya le había contado. En ese punto dejó de prestar atención y se centró en terminar de cocinar, apagando el fuego y dejando que el estofado reposara un poco antes de servirlo. Aún quedaba de preparar el pescado, que ya estaba troceado, pero Irianna no tardó en volver y se puso a trabajar, por lo Sekk decidió comprobar el resto de provisiones. Quedaba bastante comida, pero si las bañeras no aparecían con asiduidad habría que empezar a racionar la comida. Esperaría a mañana para comentarlo con los demás.
Cuando la comida estuvo lista, el ulterano llamó a todos a la mesa, alzando la voz pero cuidándose de no gritar demasiado. Él empezó a comer en silencio, con gesto distante, y apenas participó en la conversación general. En cuanto terminó recogió su plato y volvió a la cocina, empezando a limpiar lo que habían ensuciado para pasar después a terminar la limpieza general del torreón. Sekk tenía ganas de subir al tejado del que les había hablado Devoss, pero lo primero era lo primero, y cuanto antes adecentaran aquel lugar, antes podrían descansar a gusto.
La situación pareció solventarse bastante bien, pues todo quedó dicho en palabras y, con la intervención de la idrina, el ambiente se terminó de suavizar. Para sorpresa de Sekk, aunque se aseguro de no reflejarlo en su rostro, el capellán se disculpó con Irianna por su reacción fuera de lugar y le explicó con más detalle lo que él ya le había contado. En ese punto dejó de prestar atención y se centró en terminar de cocinar, apagando el fuego y dejando que el estofado reposara un poco antes de servirlo. Aún quedaba de preparar el pescado, que ya estaba troceado, pero Irianna no tardó en volver y se puso a trabajar, por lo Sekk decidió comprobar el resto de provisiones. Quedaba bastante comida, pero si las bañeras no aparecían con asiduidad habría que empezar a racionar la comida. Esperaría a mañana para comentarlo con los demás.
Cuando la comida estuvo lista, el ulterano llamó a todos a la mesa, alzando la voz pero cuidándose de no gritar demasiado. Él empezó a comer en silencio, con gesto distante, y apenas participó en la conversación general. En cuanto terminó recogió su plato y volvió a la cocina, empezando a limpiar lo que habían ensuciado para pasar después a terminar la limpieza general del torreón. Sekk tenía ganas de subir al tejado del que les había hablado Devoss, pero lo primero era lo primero, y cuanto antes adecentaran aquel lugar, antes podrían descansar a gusto.
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