Salón del trono
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Rocavarancolia Rol
19 participantes
- Rocavarancolia Rol
Salón del trono
03/08/11, 01:07 am
Recuerdo del primer mensaje :
Una amplia sala con el centro ocupado por una gran mesa rectangular con una decaestrella en madera roja inscrita sobre madera más clara. Algunas paredes tienen tapices bien cuidados o armaduras limpias. El tradicional Trono Sagrado de Rocavarancolia preside la estancia.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Salón del trono
12/02/19, 03:48 am
Jack y Erika
Fue como salir de una ciénaga después de saltar desde gran altura. Desorientados, desubicados, confusos, asustados... En el caso de Jack, presa de una tristeza y angustia indescriptibles. Erika, en cambio, aún más confundida pero leyendo entre líneas antes de que les pusieran al día. Aun con la explicación, ninguno se lo creía. Pero no tenían tiempo que perder: el Cuchitril estaba protegido, nadie los había despertado y ellos podrían entrar y traerlos. Se centró en eso para intentar funcionar, literalmente.
Sin embargo, el vampiro corrió lleno de dudas. ¿Y si había oído sus gritos porque en sus sueños estaban en peligro? ¿Y si su pesadilla se hacía realidad ahora en esta nueva carrera? De esos pensamientos salían varios trenes "Ysi" sin destino, pero todos cargados de dinamita hasta arriba.
Pero todo eso dio igual en cuanto se abrieron paso en el Cuchitril y entre él, la bruja, y la magia de ambos y las burbujas de ella los fueron sacando. Respiraban, pero algo les estaba pasando al otro lado.
Cuando poco después vieron la amputación de Adara, en frío y grosero directo, a Jack a punto estuvo de darle un "infarto". Urgió al velador a que la sacase de ahí mientras Erika ayudaría en lo que fuera para su "herida" y atendería a Wen también. Los demás siguieron a las chicas. Al rubio se le escaparon las lágrimas, de pie frente a sus amigos. Estaban vivos, joder. Habían llegado a tiempo y estaban vivos. Pero ni siquiera quería saber si les habían salvado de algo, porque no quería ni pensar en qué embrollo se habrían visto envueltos. No sabía ni qué decirles, porque acababa de ver cómo su amiga perdía un brazo y él solo había creído verles morir, pero ellos... Intentó mantener la compostura y secarse la cara, porque tenía la cara roja de llorar por el susto y la alegría y no debía ser la mejor visión tras una pesadilla de verdad, ni tampoco quería que los desconocidos le vieran así. No dejaba de ser Rocavarancolia y tenían cosas que hacer, podría ponerse sentimental después, pensaba. Pero, maldita sea, sus amigos estaban vivos ¿y no le salían las palabras? ¿Qué iba a decirles, "menos mal que las cenizas que creí vuestras eran una pesadilla"? Apenas habían pasado unos minutos desde eso. Y si lo recordaba lo más mínimo le picaban los ojos.
Les sonrió lo mejor que pudo y esperó a que se recompusieran y pudieran explicarles. Debía ir a la Bodega cuanto antes, también, pues no había visto a sus empleados ni Elunin aún. Vio caras conocidas, sí, pero su atención estaba volcada en los Cuchitrileros.
Fue como salir de una ciénaga después de saltar desde gran altura. Desorientados, desubicados, confusos, asustados... En el caso de Jack, presa de una tristeza y angustia indescriptibles. Erika, en cambio, aún más confundida pero leyendo entre líneas antes de que les pusieran al día. Aun con la explicación, ninguno se lo creía. Pero no tenían tiempo que perder: el Cuchitril estaba protegido, nadie los había despertado y ellos podrían entrar y traerlos. Se centró en eso para intentar funcionar, literalmente.
Sin embargo, el vampiro corrió lleno de dudas. ¿Y si había oído sus gritos porque en sus sueños estaban en peligro? ¿Y si su pesadilla se hacía realidad ahora en esta nueva carrera? De esos pensamientos salían varios trenes "Ysi" sin destino, pero todos cargados de dinamita hasta arriba.
Pero todo eso dio igual en cuanto se abrieron paso en el Cuchitril y entre él, la bruja, y la magia de ambos y las burbujas de ella los fueron sacando. Respiraban, pero algo les estaba pasando al otro lado.
Cuando poco después vieron la amputación de Adara, en frío y grosero directo, a Jack a punto estuvo de darle un "infarto". Urgió al velador a que la sacase de ahí mientras Erika ayudaría en lo que fuera para su "herida" y atendería a Wen también. Los demás siguieron a las chicas. Al rubio se le escaparon las lágrimas, de pie frente a sus amigos. Estaban vivos, joder. Habían llegado a tiempo y estaban vivos. Pero ni siquiera quería saber si les habían salvado de algo, porque no quería ni pensar en qué embrollo se habrían visto envueltos. No sabía ni qué decirles, porque acababa de ver cómo su amiga perdía un brazo y él solo había creído verles morir, pero ellos... Intentó mantener la compostura y secarse la cara, porque tenía la cara roja de llorar por el susto y la alegría y no debía ser la mejor visión tras una pesadilla de verdad, ni tampoco quería que los desconocidos le vieran así. No dejaba de ser Rocavarancolia y tenían cosas que hacer, podría ponerse sentimental después, pensaba. Pero, maldita sea, sus amigos estaban vivos ¿y no le salían las palabras? ¿Qué iba a decirles, "menos mal que las cenizas que creí vuestras eran una pesadilla"? Apenas habían pasado unos minutos desde eso. Y si lo recordaba lo más mínimo le picaban los ojos.
Les sonrió lo mejor que pudo y esperó a que se recompusieran y pudieran explicarles. Debía ir a la Bodega cuanto antes, también, pues no había visto a sus empleados ni Elunin aún. Vio caras conocidas, sí, pero su atención estaba volcada en los Cuchitrileros.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Salón del trono
12/02/19, 05:09 pm
Eara estaba de pie sin saber dónde meterse. A su alrededor veía que había gente herida, más de lo que debería ser normal en aquellas circunstancias, y no acababa de entender qué clase de peligro corrían. Cuando la voz de Twix llamó su atención se giró, buscándola, y sonrió con alivio al verla sana y salva.
—¡Twix! —la llamó de vuelta sin pensar en que tal vez no debía usar ese nombre. Comenzó a caminar a grandes zancadas en su dirección hasta que se encontraton y recibió su abrazo, que le devolvió al momento. Ella misma no se podía quitar su pesadilla de la cabeza, aunque ahora fuese consciente de que no tenía sentido. Nadie se había ido a ningún lado, y no lo harían sin ella.
»Menos mal que estás bien —le dijo—. Parece que la situación es grave, estaba muy preocupada.
Cuando se separaron y la veela empezó a hacer preguntas, Eara miró alrededor de nuevo.
—Todavía no he visto a nadie más, podrían estar fuera ayudando o no estar aquí todavía. Como sea, espero que estén bien… —Su preocupación quedaba patente por el temblor de su voz—. Ayne se fue hace un momento a intentar ayudar a traer gente, así que no llevo mucho tiempo sola. ¿Qué vas a hacer tú?
—¡Twix! —la llamó de vuelta sin pensar en que tal vez no debía usar ese nombre. Comenzó a caminar a grandes zancadas en su dirección hasta que se encontraton y recibió su abrazo, que le devolvió al momento. Ella misma no se podía quitar su pesadilla de la cabeza, aunque ahora fuese consciente de que no tenía sentido. Nadie se había ido a ningún lado, y no lo harían sin ella.
»Menos mal que estás bien —le dijo—. Parece que la situación es grave, estaba muy preocupada.
Cuando se separaron y la veela empezó a hacer preguntas, Eara miró alrededor de nuevo.
—Todavía no he visto a nadie más, podrían estar fuera ayudando o no estar aquí todavía. Como sea, espero que estén bien… —Su preocupación quedaba patente por el temblor de su voz—. Ayne se fue hace un momento a intentar ayudar a traer gente, así que no llevo mucho tiempo sola. ¿Qué vas a hacer tú?
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Salón del trono
13/02/19, 03:23 pm
Krono Rádem
Estaba en un lugar que no había visto nunca, pero no le costó reconocerlo como parte del castillo tras incorporarse, frotarse los ojos y comprobar que podía moverse. Por supuesto así era, ya que habría sido completamente ilógico de otro modo. Su tic-tac también estaba allí, como siempre y como cabría esperar. No tendría sentido que no fuese así, pero durante el transcurso de aquella pesadilla se lo había creído. Había sido un sueño, un sueño muy real. El ingeniero no tenía duda de que la Torre había hecho aquello aunque desconocía los detalles. La criatura demiúrgica se le acercó mientras terminaba de recuperar la verticalidad y el kairós prestó toda su atención al mensaje. Observó a su alrededor buscando caras conocidas, pues pensaba ir en busca de sus amigos primero si es que todavía no habían sido recogidos. Antes de que pudiese siquiera terminar de examinar sus alrededores, la maga suprema del reino se acercó apresuradamente a él.
—Krono Rádem, teletranspórtate al interior de la Sede de los Taumaturgos y comieza a traer a los que se encuentran allí.
La maga suprema no dijo nada más, se dio la vuelta mientras enviaba un mensaje telepático a Cicatriz para explicarle que se encontraban cerca de una casa con seguridad fácilmente salvable por Ramas en la que había tres personas. A continuación su mirada se posó en un grupo de tres chicas y encaminó sus pasos hacia ellas.
Irianna
Se despertó gritando, pero enseguida se detuvo una vez consiguió enfocar su mirada y ver varias caras que, durante un instante, se habían girado hacia ella. Un asreniano de aspecto extraño se encontraba muy cerca de ella y le dedicó una breve mirada seria antes de simplemente darse la vuelta y acercarse a una persona tirada en el suelo. La idrina no sabía dónde se encontraba y el aturdimiento que sentía sumado a las imágenes de aquella pesadilla que todavía permanecían grabadas en su mente no la estaban ayudando. Se levantó notando el frío suelo en sus pies descalzos, pues iba vestida para dormir. No era extraño, teniendo en cuenta que lo último que recordaba antes de que se desatase aquel infierno en su mente era estar metida en su cama, pero empezaba a notar escalofríos. No tenía muy claro que el motivo fuese el contacto de su piel con el suelo, no obstante, pero de todos modos decidió lanzarse un hechizo de levitación y desplazarse a un par de centímetros por el aire. Mientras lo hacía se le acercó una criatura demiúrgica que reprodujo un mensaje.
La información era escasa, pero lo suficiente como para saber por qué estaba allí y que se suponía que debía hacer. La imagen de Veril todavía no quería abandonar sus pensamientos, pero apretó los dientes y suspiró tratando de centrarse. Fue entonces cuando una atracción familiar le hizo mirar en una dirección concreta, distinguiendo entonces la esbelta figura de dama Isis. Se apresuró en acercarse a ella, la primera persona conocida que había visto, y descubrió que además la acompañaba Eara.
—¿Os encontráis bien? ¿Habéis visto a los demás? —Preguntó apresuradamente.
No mucho después de haber iniciado conversación con sus amigas la voz de Gahna cerca de ellas llamó su atención al nombrar a alguien conocido. La maga le dio instrucciones al irrense, a quien vio asentir poco antes de desaparecer con su habilidad de teletransporte.
>>Igual debería ayudar a recuperar gente de los refugios… —dijo empezando a levitar en dirección a la salida. Una vez más, la voz de la hermana de dragones la detuvo.
—Nebulomante Irianna, espera. Tu dominio será más útil en las calles para cubrir terreno. En cuanto haya terminado el asunto que me ocupa en este momento me comunicaré contigo telepáticamente. Te voy a aplicar un sortilegio que me permitirá saber donde te encuentras en todo momento —le advirtió antes de llevarlo a cabo para evitar que se alarmase—. Dama Isis —se dirigió entonces a la veela—. Ayúdala, podréis traer a la gente más deprisa si sois dos. Y tú... —buscó algo en su bolsillo y se lo tendió a Eara—. Son talismanes que contienen varias cargas de hechizos de restauración. Ayuda al equipo médico. Puedes hablar con el brujo Enredo —señaló con un gesto que hizo aparecer una pequeña bola de luz sobre la cabeza de un humano que solo la sinhadre podría ver.
Después de eso Gahna volvió a alejarse, seguía dándoles instrucciones a los demás miembros del Consejo sin perder un segundo.
Estaba en un lugar que no había visto nunca, pero no le costó reconocerlo como parte del castillo tras incorporarse, frotarse los ojos y comprobar que podía moverse. Por supuesto así era, ya que habría sido completamente ilógico de otro modo. Su tic-tac también estaba allí, como siempre y como cabría esperar. No tendría sentido que no fuese así, pero durante el transcurso de aquella pesadilla se lo había creído. Había sido un sueño, un sueño muy real. El ingeniero no tenía duda de que la Torre había hecho aquello aunque desconocía los detalles. La criatura demiúrgica se le acercó mientras terminaba de recuperar la verticalidad y el kairós prestó toda su atención al mensaje. Observó a su alrededor buscando caras conocidas, pues pensaba ir en busca de sus amigos primero si es que todavía no habían sido recogidos. Antes de que pudiese siquiera terminar de examinar sus alrededores, la maga suprema del reino se acercó apresuradamente a él.
—Krono Rádem, teletranspórtate al interior de la Sede de los Taumaturgos y comieza a traer a los que se encuentran allí.
La maga suprema no dijo nada más, se dio la vuelta mientras enviaba un mensaje telepático a Cicatriz para explicarle que se encontraban cerca de una casa con seguridad fácilmente salvable por Ramas en la que había tres personas. A continuación su mirada se posó en un grupo de tres chicas y encaminó sus pasos hacia ellas.
Irianna
Se despertó gritando, pero enseguida se detuvo una vez consiguió enfocar su mirada y ver varias caras que, durante un instante, se habían girado hacia ella. Un asreniano de aspecto extraño se encontraba muy cerca de ella y le dedicó una breve mirada seria antes de simplemente darse la vuelta y acercarse a una persona tirada en el suelo. La idrina no sabía dónde se encontraba y el aturdimiento que sentía sumado a las imágenes de aquella pesadilla que todavía permanecían grabadas en su mente no la estaban ayudando. Se levantó notando el frío suelo en sus pies descalzos, pues iba vestida para dormir. No era extraño, teniendo en cuenta que lo último que recordaba antes de que se desatase aquel infierno en su mente era estar metida en su cama, pero empezaba a notar escalofríos. No tenía muy claro que el motivo fuese el contacto de su piel con el suelo, no obstante, pero de todos modos decidió lanzarse un hechizo de levitación y desplazarse a un par de centímetros por el aire. Mientras lo hacía se le acercó una criatura demiúrgica que reprodujo un mensaje.
La información era escasa, pero lo suficiente como para saber por qué estaba allí y que se suponía que debía hacer. La imagen de Veril todavía no quería abandonar sus pensamientos, pero apretó los dientes y suspiró tratando de centrarse. Fue entonces cuando una atracción familiar le hizo mirar en una dirección concreta, distinguiendo entonces la esbelta figura de dama Isis. Se apresuró en acercarse a ella, la primera persona conocida que había visto, y descubrió que además la acompañaba Eara.
—¿Os encontráis bien? ¿Habéis visto a los demás? —Preguntó apresuradamente.
No mucho después de haber iniciado conversación con sus amigas la voz de Gahna cerca de ellas llamó su atención al nombrar a alguien conocido. La maga le dio instrucciones al irrense, a quien vio asentir poco antes de desaparecer con su habilidad de teletransporte.
>>Igual debería ayudar a recuperar gente de los refugios… —dijo empezando a levitar en dirección a la salida. Una vez más, la voz de la hermana de dragones la detuvo.
—Nebulomante Irianna, espera. Tu dominio será más útil en las calles para cubrir terreno. En cuanto haya terminado el asunto que me ocupa en este momento me comunicaré contigo telepáticamente. Te voy a aplicar un sortilegio que me permitirá saber donde te encuentras en todo momento —le advirtió antes de llevarlo a cabo para evitar que se alarmase—. Dama Isis —se dirigió entonces a la veela—. Ayúdala, podréis traer a la gente más deprisa si sois dos. Y tú... —buscó algo en su bolsillo y se lo tendió a Eara—. Son talismanes que contienen varias cargas de hechizos de restauración. Ayuda al equipo médico. Puedes hablar con el brujo Enredo —señaló con un gesto que hizo aparecer una pequeña bola de luz sobre la cabeza de un humano que solo la sinhadre podría ver.
Después de eso Gahna volvió a alejarse, seguía dándoles instrucciones a los demás miembros del Consejo sin perder un segundo.
- InvitadoInvitado
Re: Salón del trono
14/02/19, 04:52 pm
Ayne se había ido hacía poco, seguramente para seguir las indicaciones del bichito mecánico, pero le daba un poco de cosa que hubiese dejado a Eara allí sola. Aunque la sinhadre le dijo que no había visto a nadie más del grupo Isis miró a su alrededor, en especial a las puertas y ventanas por donde no dejaban de entrar durmientes.
-No sé qué haré. Sé que debería ayudar pero…
De pronto entre el bullicio se oyó un grito y la veela se puso en guardia. Era Irianna, recién arrancada de su pesadilla. Le hizo señas cuando la vio que miraba en su dirección y en cuanto la tuvo cerca le dio un abrazo como había hecho con Eara.
-Menos mal que tú también estás bien, esto es una locura.
Dama Isis iba a proponer que, si tenían que salir a buscar gente, le diesen prioridad a sus amigos, cuando un miembro del Consejo se dirigió a ellas. Incluso en esa situación la veela no podía evitar preguntarse si alguna vez llegaría a vestirla, era una mujer con mucho porte a pesar de sus rasgos monstruosos. Le lanzó a Eara una mirada de preocupación pero asintió y accedió a ayudar a Irianna.
-Nos veremos aquí luego -le dijo, luego siguió a la nebulomante a la ventana más cercana.
-No sé qué haré. Sé que debería ayudar pero…
De pronto entre el bullicio se oyó un grito y la veela se puso en guardia. Era Irianna, recién arrancada de su pesadilla. Le hizo señas cuando la vio que miraba en su dirección y en cuanto la tuvo cerca le dio un abrazo como había hecho con Eara.
-Menos mal que tú también estás bien, esto es una locura.
Dama Isis iba a proponer que, si tenían que salir a buscar gente, le diesen prioridad a sus amigos, cuando un miembro del Consejo se dirigió a ellas. Incluso en esa situación la veela no podía evitar preguntarse si alguna vez llegaría a vestirla, era una mujer con mucho porte a pesar de sus rasgos monstruosos. Le lanzó a Eara una mirada de preocupación pero asintió y accedió a ayudar a Irianna.
-Nos veremos aquí luego -le dijo, luego siguió a la nebulomante a la ventana más cercana.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Salón del trono
14/02/19, 05:50 pm
Enredo murmuraba para sí mientras reconstruía la pierna de un durmiente. Parecía peor de lo que en realidad era, tenía el hueso destrozado, y en algunos puntos el fémur había atravesado la carne y estaba al aire. Se preguntó que rayos le había causado aquello.
Se había despertado en el castillo, en un lugar que al principio no reconoció pero luego se le hizo familiar. Escuchó la situación de parte de una criatura demiúrgica y cuando se estaba levantando Gahna se acercó a él para pedirle que ayudase al equipo médico. Enredo tardó apenas un par de minutos en ponerse a ayudar tras haberse despejado.
Recordaba su pesadilla con toda claridad pero apartó aquellos pensamientos. La situación era más que urgente, y el equipo médico apenas daba abasto. Sin dejarse llevar por el pánico rompió varias de las esferas que llevaba en el cinturón y las enredaderas crecieron aferrándose al cuerpo del humano. Una pena que no hubieran traído también su báculo, pero era lógico. Y el brujo no quería ni pensar en que tendría que restaurar las defensas de su casa cuando volviese.
Dejó al durmiente cuando la pierna ya estuvo bien y se movió al siguiente. Esta vez la sangre salía de los oídos, tras una revisión rápida no tenía más lesiones. No podía saber si tendría lesiones cerebrales hasta que se despertarse así que se dedicó a reconstruir los tímpanos del pobre desgraciado.
Mientras dirigió una mirada a Irdil que seguía dormido pero ileso. Esperaba que el velador se diese prisa en despertarlo, si la pesadilla del idrino era tan mala como la del brujo a Enredo no le cabía la menor duda de que se enfrentaba a un trasgo en sus sueños.
Se había despertado en el castillo, en un lugar que al principio no reconoció pero luego se le hizo familiar. Escuchó la situación de parte de una criatura demiúrgica y cuando se estaba levantando Gahna se acercó a él para pedirle que ayudase al equipo médico. Enredo tardó apenas un par de minutos en ponerse a ayudar tras haberse despejado.
Recordaba su pesadilla con toda claridad pero apartó aquellos pensamientos. La situación era más que urgente, y el equipo médico apenas daba abasto. Sin dejarse llevar por el pánico rompió varias de las esferas que llevaba en el cinturón y las enredaderas crecieron aferrándose al cuerpo del humano. Una pena que no hubieran traído también su báculo, pero era lógico. Y el brujo no quería ni pensar en que tendría que restaurar las defensas de su casa cuando volviese.
Dejó al durmiente cuando la pierna ya estuvo bien y se movió al siguiente. Esta vez la sangre salía de los oídos, tras una revisión rápida no tenía más lesiones. No podía saber si tendría lesiones cerebrales hasta que se despertarse así que se dedicó a reconstruir los tímpanos del pobre desgraciado.
Mientras dirigió una mirada a Irdil que seguía dormido pero ileso. Esperaba que el velador se diese prisa en despertarlo, si la pesadilla del idrino era tan mala como la del brujo a Enredo no le cabía la menor duda de que se enfrentaba a un trasgo en sus sueños.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Salón del trono
14/02/19, 07:12 pm
Eara volvió a suspirar aliviada al ver a Irianna acercarse a ellas mientras hablaban sobre qué haría la veela. Le hizo señas con la mano y cuando su amiga la abrazó también puso una mano en su hombro.
—Por la Gran Alma, como me alegro de que estés bien —murmuró. Cuando Irianna preguntó si habían visto a los demás, añadió—: No sabemos dónde están todavía, solo sé que Ayne ha salido a ayudar.
No tuvieron tiempo de continuar hablando cuando una miembro del consejo se les acercó. Eara tragó saliva inconscientemente, pero escuchó lo que venía a decirles sin apartar la mirada ni tratar de desaparecer de su vista. No había hecho nada por lo que debiera temerla, a fin de cuentas.
Sin duda, Gahna consiguió sorprenderla cuando se dirigió a ella para encomendarle una tarea. Casi estuvo a punto de mirar a su espalda para ver si hablaba con otra persona, pero los talismanes se los estaba tendiendo a ella. No sabía cómo, pero debía ser consciente de que no tenía esencia. Los aceptó con seriedad y asintió.
—De acuerdo. Gracias.
Eara no supo si la escuchó, pero en aquel momento no era importante. Se despidió de sus amigas con una mirada preocupada y un «tened mucho cuidado» y echó a andar a grandes zancadas hacia el brujo de las enredaderas.
—¡Enredo! —lo llamó cuando ya estaba cerca—. Me han mandado a ayudar. Me han dado estos hechizos de restauración y tengo algunos conocimientos de primeros auxilios. Dime en qué puedo ayudar y me pondré con ello.
Se había detenido a su lado y miraba con preocupación la herida que trataba en aquel momento. No quería distraerlo de su tarea, por lo que evitó añadir información innecesaria. Tal vez el brujo ya no la recordase, pero en aquellas circunstancias recordárselo era secundario.
—Por la Gran Alma, como me alegro de que estés bien —murmuró. Cuando Irianna preguntó si habían visto a los demás, añadió—: No sabemos dónde están todavía, solo sé que Ayne ha salido a ayudar.
No tuvieron tiempo de continuar hablando cuando una miembro del consejo se les acercó. Eara tragó saliva inconscientemente, pero escuchó lo que venía a decirles sin apartar la mirada ni tratar de desaparecer de su vista. No había hecho nada por lo que debiera temerla, a fin de cuentas.
Sin duda, Gahna consiguió sorprenderla cuando se dirigió a ella para encomendarle una tarea. Casi estuvo a punto de mirar a su espalda para ver si hablaba con otra persona, pero los talismanes se los estaba tendiendo a ella. No sabía cómo, pero debía ser consciente de que no tenía esencia. Los aceptó con seriedad y asintió.
—De acuerdo. Gracias.
Eara no supo si la escuchó, pero en aquel momento no era importante. Se despidió de sus amigas con una mirada preocupada y un «tened mucho cuidado» y echó a andar a grandes zancadas hacia el brujo de las enredaderas.
—¡Enredo! —lo llamó cuando ya estaba cerca—. Me han mandado a ayudar. Me han dado estos hechizos de restauración y tengo algunos conocimientos de primeros auxilios. Dime en qué puedo ayudar y me pondré con ello.
Se había detenido a su lado y miraba con preocupación la herida que trataba en aquel momento. No quería distraerlo de su tarea, por lo que evitó añadir información innecesaria. Tal vez el brujo ya no la recordase, pero en aquellas circunstancias recordárselo era secundario.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Salón del trono
14/02/19, 08:13 pm
—¡HIJO DE PUTA!
Grito sobre el Cuchitril ya en ruinas, en el Salón del Trono, tendida la dura piedra del aire, frente a un mercenario asreniano que…
No.
¿Pero… qué? ¿Có-cómo? Me tiendo de sopetón. Estoy rodeada de- de todos, muchos más de los que debieran, por todas partes, Wen a mi lado también-, Jack cerca, me mira-, como en shock, el asreniano sobre-, el consejo-. Claro, ella, lo dijo. No más que un sueño, ahora… Estoy… ¿A salvo?
Nada más que un sueño.
Me apoyo sobre la mano y rasco con mi índice distraída la dura piedra del suelo. La piedra no hace ruido contra mi uña, y caigo. El suelo está empapado, rojo contra mi mejilla. He perdido el equilibrio, he perdido… Pero era un sueño, pero no lo tengo… El brazo.
Una arcada. Estoy mareada, la sangre —mi sangre— se escapa, mucha. Mi pulso aumenta, lloro, otra arcada, esta vez no viene seca. Ahora duele, quiero gemir, pero en su ligar hipo, y con esta otra arcada, el vómito y las lágrimas se mezclan con la sangre, forman una extraña constelación. Tiemblo, hipo, vomito mi garganta arde mi mejilla templada todo borroso.
Ayuda.
Grito sobre el Cuchitril ya en ruinas, en el Salón del Trono, tendida la dura piedra del aire, frente a un mercenario asreniano que…
No.
¿Pero… qué? ¿Có-cómo? Me tiendo de sopetón. Estoy rodeada de- de todos, muchos más de los que debieran, por todas partes, Wen a mi lado también-, Jack cerca, me mira-, como en shock, el asreniano sobre-, el consejo-. Claro, ella, lo dijo. No más que un sueño, ahora… Estoy… ¿A salvo?
Nada más que un sueño.
Me apoyo sobre la mano y rasco con mi índice distraída la dura piedra del suelo. La piedra no hace ruido contra mi uña, y caigo. El suelo está empapado, rojo contra mi mejilla. He perdido el equilibrio, he perdido… Pero era un sueño, pero no lo tengo… El brazo.
Una arcada. Estoy mareada, la sangre —mi sangre— se escapa, mucha. Mi pulso aumenta, lloro, otra arcada, esta vez no viene seca. Ahora duele, quiero gemir, pero en su ligar hipo, y con esta otra arcada, el vómito y las lágrimas se mezclan con la sangre, forman una extraña constelación. Tiemblo, hipo, vomito mi garganta arde mi mejilla templada todo borroso.
Ayuda.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Salón del trono
14/02/19, 09:11 pm
Enredo estaba terminando el hechizo cuando una voz lo sacó de sus pensamientos. Miró detrás de él y vio una sinhadre a la cual reconoció, pero no recordaba su nombre.
-Bien - dijo poniéndose en pie. La evaluó con la mirada y luego la pasó por los durmientes cercanos, ninguno parecía tener heridas.- Disculpa, no recuerdo tu nombre.
Miró los talismanes que llevaba la chica y le hizo un gesto para que lo siguiese. Pasaron al lado de un durmiente que le faltaba un trozo de carne en el brazo, como si hubiesen derramado ácido sobre él.
-Aplica la magia sobre este y yo iré a mirar si... - un grito no le dejó terminar la frase.- ¡VOY!
Llegó corriendo al lado de la ángel negro y se arrodilló a su lado.
-Dejadme espacio por favor - pidió a los que estaba alrededor.- Tengo que detener la hemorragia antes de que se desangre.
Trazó unos símbolos en el aire y sus manos empezaron a brillar con una luz azul. Puso sus manos sobre la herida y empezó a cerrarse ante sus ojos.
- Si las circunstancias fueran otras le pegaría el brazo. Suerte que es ángel negro - dijo mientras observaba la herida cerrarse.
Le hizo un gesto a la chica para que se acercase.
-¿Qué conocimientos tienes de magia? ¿Hasta dónde llegan los de primeros auxilios?
-Bien - dijo poniéndose en pie. La evaluó con la mirada y luego la pasó por los durmientes cercanos, ninguno parecía tener heridas.- Disculpa, no recuerdo tu nombre.
Miró los talismanes que llevaba la chica y le hizo un gesto para que lo siguiese. Pasaron al lado de un durmiente que le faltaba un trozo de carne en el brazo, como si hubiesen derramado ácido sobre él.
-Aplica la magia sobre este y yo iré a mirar si... - un grito no le dejó terminar la frase.- ¡VOY!
Llegó corriendo al lado de la ángel negro y se arrodilló a su lado.
-Dejadme espacio por favor - pidió a los que estaba alrededor.- Tengo que detener la hemorragia antes de que se desangre.
Trazó unos símbolos en el aire y sus manos empezaron a brillar con una luz azul. Puso sus manos sobre la herida y empezó a cerrarse ante sus ojos.
- Si las circunstancias fueran otras le pegaría el brazo. Suerte que es ángel negro - dijo mientras observaba la herida cerrarse.
Le hizo un gesto a la chica para que se acercase.
-¿Qué conocimientos tienes de magia? ¿Hasta dónde llegan los de primeros auxilios?
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Salón del trono
15/02/19, 01:23 am
Eara esperó a que se pusiese de pie, y cuando mencionó que no recordaba su nombre se presentó rápidamente.
—Eara —dijo, y lo siguió cuando se puso en marcha. No tardaron en encontrar a un herido y se arrodilló a su lado para aplicarle el hechizo tal y como le había mandado. Era una suerte que estudiase magia con Ayne de vez en cuando y, aunque no pudiese hacer más que hechizos simples, al menos entendiese cómo funcionaban las cosas.
El grito amenazó con descentrarla, pero no abandonó al herido ni buscó a dónde había ido Enredo hasta haber terminado. Cuando se levantó y se dirigió allí, reconoció a los de la Brecha y, en concreto, no pudo apartar la mirada de la sangre que rodeaba a la ángel negro. Apretó el paso, horrorizada, aunque supiera que su presencia allí no cambiaría nada. El brujo ya estaba encargándose de cerrar sus heridas.
Se inclinó sobre él cuando le hizo un gesto para que se acercase y respondió a su pregunta:
—Solo puedo hacer los hechizos más simples, y apenas unos pocos seguidos. Trabajé en una botica durante casi tres años, aunque lo que hacíamos era sobre todo vender hierbas.
El asreniano estaba despertando al resto, y Eara los miró de reojo para ver si también estaban heridos. Dama Diurna estaba allí, y se sintió aliviada al verla.
—¿Qué les puede haber pasado? —se preguntó, aunque en voz alta. El hecho de que la gente se estaba muriendo en sueños había calado por fin, pero seguía siendo difícil de digerir.
—Eara —dijo, y lo siguió cuando se puso en marcha. No tardaron en encontrar a un herido y se arrodilló a su lado para aplicarle el hechizo tal y como le había mandado. Era una suerte que estudiase magia con Ayne de vez en cuando y, aunque no pudiese hacer más que hechizos simples, al menos entendiese cómo funcionaban las cosas.
El grito amenazó con descentrarla, pero no abandonó al herido ni buscó a dónde había ido Enredo hasta haber terminado. Cuando se levantó y se dirigió allí, reconoció a los de la Brecha y, en concreto, no pudo apartar la mirada de la sangre que rodeaba a la ángel negro. Apretó el paso, horrorizada, aunque supiera que su presencia allí no cambiaría nada. El brujo ya estaba encargándose de cerrar sus heridas.
Se inclinó sobre él cuando le hizo un gesto para que se acercase y respondió a su pregunta:
—Solo puedo hacer los hechizos más simples, y apenas unos pocos seguidos. Trabajé en una botica durante casi tres años, aunque lo que hacíamos era sobre todo vender hierbas.
El asreniano estaba despertando al resto, y Eara los miró de reojo para ver si también estaban heridos. Dama Diurna estaba allí, y se sintió aliviada al verla.
—¿Qué les puede haber pasado? —se preguntó, aunque en voz alta. El hecho de que la gente se estaba muriendo en sueños había calado por fin, pero seguía siendo difícil de digerir.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Salón del trono
15/02/19, 05:04 pm
Wen, que estaba más que lista para pelear contra Ter-Watah, jadeó sorprendida y adolorida cuando su cuerpo cayó junto con la estructura del Cuchitril. La vouivre se encontraba intentando incorporarse entre los escombros para poder seguir con la pelea cuando vió al ulterano alanzarse sobre ella. "Este es el fin" pensó sin duda sabiendo que no había manera de librarse de aquello. No era lo suficientemente rápida como para evitar el hacha y no había manera de que el ataque no fuera mortal. La cara de la británica giró rápidamente buscando a Noel con la mirada queriendo que su imagen fuera lo último que viera con vida. Con un poco de suerte su muerte implicaría que ellos tuvieran la oportunidad de salir de aquella pesadilla y salvarse. Si era así, aquella sería una buena forma de morir.
De repente su cuerpo se convulsionó, se quedó inmóvil y el hacha de Ter-Watah pasó limpiamente por su cuello atravesándola. Wen, confusa, miró a Resizsan que comenzó a gritar. Una risa de alivio brotó de su boca seguida de una carcajada. Estaba viva y, dado el gran enfado del ranta al haber visto sus planes frustrados, también estaba despertando. Riéndose de histeria y alivio en la cara de Resizsan aún fue capaz de articular unas últimas palabras silenciosas en su dirección para su propio placer: "Yo gano".
Con un jadeo ahogado la vouivre despertó en la sala del trono. Ignorando aquellos que se movían y hablaban por la sala y a la sala en sí, Wen buscó frenéticamente a su al rededor a sus amigos. Con alivio y al borde de las lágrimas los encontró a todos a su alrededor despertando o siendo despertados en aquel momento y, una vez los identificó a todos, saltó sobre Adara alertada por la sangre y los sonidos de arcadas.
- ¡Adara! - gritó abrazándola por detrás para poder consolarla y ver lo que ocurría sobre su hombro sin molestar a aquel que la estaba curando-. Estas a salvo- comenzó a susurrarle al odio, tanto para la angel negro como para ella misma-. Estamos vivos. Todos estamos vivos- gimió lo último de forma angustiada, pero con desahogo, mirando por encima de su hombro para comprobar de nuevo que, efectivamente, todos estaban vivos y despiertos de nuevo. Wen recordaba perfectamente las palabras del ranta, grabadas a fuego en su mente, y sabía que aquello probablemente no había terminado ahí, pero acababa de salir de su peor pesadilla, casi morir inevitablemente y Adara acababa de perder un brazo.
Aquello serían pensamientos de otro momento.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Salón del trono
15/02/19, 07:51 pm
Cayeron. Su cuerpo impactó violentamente contra el suelo, levantando una nube de polvo que le impidió ver correctamente lo que estaba sucediendo hasta que era demasiado tarde.
—¡¡No!!
Gritó en vano, igual que lo fue su intento por levantarse. El mundo comenzó a moverse muy lentamente. El hacha de Ter-Watah estaba a escasos centímetros de hacer realidad su mayor temor. No pensó en lo irónico que resultaba que fuese a ocurrir en un sueño, como tantas otras veces. Porque aquella era diferente. Sentía que todo su ser iba a estallar, obligado a contemplar impotente aquella escena. Hasta que de pronto Wen comenzó a desaparecer y los gritos de Resizsan, lo último que iba a pronunciar jamás devolvió todo a su cauce. Apenas prestó atención a las palabras del ranta, aunque las escuchó y más tarde podría recordarlas, sin dejar de clavar la mirada en el lugar donde antes había estado la vouivre, a punto de ser asesinada. El draco alargó un brazo como intentando darle la mano a alguien que no estaba allí y todo comenzó a desvanecerse a su alrededor.
Se incorporó de golpe cuando abrió los ojos, tambaleándose al hacerlo y su visión llenándose de ruido por la brusquedad. Apenas fue consciente de que había estado tirado en un suelo frío, su rostro y pecho en contacto con este, hacía escasos segundos. Vio de refilón una figura asreniana flotando cerca de él, pero no le prestó atención. No le importó donde se encontraba ni el hecho de que parecía haber un montón de gente reunida. Al igual que la vouivre lo primero que hizo fue buscarlos a todos con la mirada. Estaban despiertos y, tal y como ella había dicho, vivos. Pero no se podía permitir suspirar de alivio, pues enseguida comprobó que no habían salido totalmente ilesos. El cuerpo le dolía, probablemente por aquella caída a plomo justo antes de despertar. El condenado asesino no mentía: habrían muerto de verdad si no les hubiesen sacado de aquella pesadilla. Pero la peor parte se la había llevado Adara. Acudió junto a ella y el resto, que se reunían en torno a la ángel negro y se acuclilló a su lado.
—Mierda… —musitó apretando los dientes.
Por suerte había personas atendiéndola, porque el sueco tardaría todavía un rato en hacer algo más que temblar ligeramente y mantenerse cerca de los suyos.
Al cabo de unos instantes acabó reconociendo a quienes la atendía al escuchar una voz que le resultaba vagamente familiar. Aquella sinhadre era amiga de Irianna.
—Qué no nos ha pasado, más bien. Joder… —Respondió más bien para sí dejando escapar un suspiro irritado.
Fue entonces, cuando por fin comenzaba a ubicarse y examinar con mayor detenimiento el estado de todos, dándose cuenta también de la presencia de Jack, que se les acercó aquella criatura demiúrgica. Ellos podían entender con bastante precisión qué significaba aquel mensaje y quedaba claro que se esperaba que hicieran.
Su vista se posó en el fuego fatuo, no obstante, ya que había visto el estado en el que se encontraba justo antes de que el comunicado le interrumpiera.
—Gael también está herido —señaló—. Supongo que deberíamos dejarlos en vuestras manos y los demás salir a recoger gente… —Se incorporó, no sin cierta dificultad y chistó por dos motivos: quería quedarse con Adara y fue consciente por primera vez de que tan solo llevaba puestos los pantalones de dormir.
Tras activar la runa y encontrarse vestido se acercó al vampiro, que no parecía tener muy buena cara, y le puso una mano sobre el hombro.
>>¿Te encuentras bien? ¿Y Erika?
Antes de que el alemán pudiese responder, Gahna se había acercado al grupo y comenzó a hablar.
—Para vosotros tengo un encargo concreto, mercenarios de la Brecha. Me consta que tenéis acceso libre al burdel de dama Espasmo, ¿no es así? —No esperó a recibir respuesta y siguió hablando— Los que os encontréis en condiciones sacad a las personas que se encuentren dentro, de este modos nos ahorraremos perder el tiempo rompiendo la seguridad. Después de eso podréis ayudar en donde consideréis oportuno.
—¡¡No!!
Gritó en vano, igual que lo fue su intento por levantarse. El mundo comenzó a moverse muy lentamente. El hacha de Ter-Watah estaba a escasos centímetros de hacer realidad su mayor temor. No pensó en lo irónico que resultaba que fuese a ocurrir en un sueño, como tantas otras veces. Porque aquella era diferente. Sentía que todo su ser iba a estallar, obligado a contemplar impotente aquella escena. Hasta que de pronto Wen comenzó a desaparecer y los gritos de Resizsan, lo último que iba a pronunciar jamás devolvió todo a su cauce. Apenas prestó atención a las palabras del ranta, aunque las escuchó y más tarde podría recordarlas, sin dejar de clavar la mirada en el lugar donde antes había estado la vouivre, a punto de ser asesinada. El draco alargó un brazo como intentando darle la mano a alguien que no estaba allí y todo comenzó a desvanecerse a su alrededor.
Se incorporó de golpe cuando abrió los ojos, tambaleándose al hacerlo y su visión llenándose de ruido por la brusquedad. Apenas fue consciente de que había estado tirado en un suelo frío, su rostro y pecho en contacto con este, hacía escasos segundos. Vio de refilón una figura asreniana flotando cerca de él, pero no le prestó atención. No le importó donde se encontraba ni el hecho de que parecía haber un montón de gente reunida. Al igual que la vouivre lo primero que hizo fue buscarlos a todos con la mirada. Estaban despiertos y, tal y como ella había dicho, vivos. Pero no se podía permitir suspirar de alivio, pues enseguida comprobó que no habían salido totalmente ilesos. El cuerpo le dolía, probablemente por aquella caída a plomo justo antes de despertar. El condenado asesino no mentía: habrían muerto de verdad si no les hubiesen sacado de aquella pesadilla. Pero la peor parte se la había llevado Adara. Acudió junto a ella y el resto, que se reunían en torno a la ángel negro y se acuclilló a su lado.
—Mierda… —musitó apretando los dientes.
Por suerte había personas atendiéndola, porque el sueco tardaría todavía un rato en hacer algo más que temblar ligeramente y mantenerse cerca de los suyos.
Al cabo de unos instantes acabó reconociendo a quienes la atendía al escuchar una voz que le resultaba vagamente familiar. Aquella sinhadre era amiga de Irianna.
—Qué no nos ha pasado, más bien. Joder… —Respondió más bien para sí dejando escapar un suspiro irritado.
Fue entonces, cuando por fin comenzaba a ubicarse y examinar con mayor detenimiento el estado de todos, dándose cuenta también de la presencia de Jack, que se les acercó aquella criatura demiúrgica. Ellos podían entender con bastante precisión qué significaba aquel mensaje y quedaba claro que se esperaba que hicieran.
Su vista se posó en el fuego fatuo, no obstante, ya que había visto el estado en el que se encontraba justo antes de que el comunicado le interrumpiera.
—Gael también está herido —señaló—. Supongo que deberíamos dejarlos en vuestras manos y los demás salir a recoger gente… —Se incorporó, no sin cierta dificultad y chistó por dos motivos: quería quedarse con Adara y fue consciente por primera vez de que tan solo llevaba puestos los pantalones de dormir.
Tras activar la runa y encontrarse vestido se acercó al vampiro, que no parecía tener muy buena cara, y le puso una mano sobre el hombro.
>>¿Te encuentras bien? ¿Y Erika?
Antes de que el alemán pudiese responder, Gahna se había acercado al grupo y comenzó a hablar.
—Para vosotros tengo un encargo concreto, mercenarios de la Brecha. Me consta que tenéis acceso libre al burdel de dama Espasmo, ¿no es así? —No esperó a recibir respuesta y siguió hablando— Los que os encontréis en condiciones sacad a las personas que se encuentren dentro, de este modos nos ahorraremos perder el tiempo rompiendo la seguridad. Después de eso podréis ayudar en donde consideréis oportuno.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Salón del trono
15/02/19, 09:58 pm
-¿Tienes algún conocimiento de alquimia? - Le preguntó por toda respuesta mientras seguía curando el brazo de la ángel negro.- No dependes de la magia para conseguir grandes cosas, quizá deberías pensártelo.
-Imagina tu peor pesadilla. Añádele ser mercenario y que haya gente que te quiera matar y no creo que esté yo muy desencaminado - comentó haciendo pesquisas.
Terminó de curar el brazo y se irguió. El brujo sentía la sangre que empapaba sus ropas, y la olía. Por suerte había pasado la etapa de las arcadas hacía ya mucho.
-Antes de que os vayáis quiero haceros un chequeo rápido - dijo volviéndose hacia los mercenarios.- No me sentiría bien dejándoos marchar pudiendo tener algo no visible.
-Imagina tu peor pesadilla. Añádele ser mercenario y que haya gente que te quiera matar y no creo que esté yo muy desencaminado - comentó haciendo pesquisas.
Terminó de curar el brazo y se irguió. El brujo sentía la sangre que empapaba sus ropas, y la olía. Por suerte había pasado la etapa de las arcadas hacía ya mucho.
-Antes de que os vayáis quiero haceros un chequeo rápido - dijo volviéndose hacia los mercenarios.- No me sentiría bien dejándoos marchar pudiendo tener algo no visible.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Salón del trono
16/02/19, 12:24 am
Todo se estaba yendo al garete. El hechizo de Gael no había funcionado, ni siquiera alcanzó a Silencio a pesar de haber cubierto un área muy amplia. Era como si los de Gar pudiesen ir siempre varios pasos por delante, sin importar lo que se propusiesen. Tras eso escuchó el derrumbe del cuchitril y, sabiendo que los demás debían de seguir dentro y a saber en qué condiciones, se asustó aún más. Más de lo que se había asustado nunca, ya que, aquella vez, era evidente que iban a morir.
No pudo bloquear el mensaje telepático de la bruja, tampoco. No sabía por qué, pero no era capaz. Le daba igual lo que tuviera que decir, solo la quería muerta, tan muerta como se suponía que estaba. Pero le costaba pensar con claridad y empezó a dibujar un lanzazo mágico, a la desesperada. ¿Sería capaz de mermar sus defensas, siquiera?
Él no había sido el único en dedicarse a conjurar, y sus protecciones estaban considerablemente más dañadas. Estaba acostumbrado a tener hechizos de reserva en las quimeras y era frustrante no disponer de aquella ayuda. Vio la saeta volar hacia él sin posibilidad de esquivarla por completo, y sus defensas se quebraron con el embite permitiendo que se clavara en su hombro. El fuego fatuo gritó, y su hechizo se vio interrumpido. Volvería a empezar con la mano opuesta. Tenía que hacerlo. Tenía que hacer algo.
Pero entonces el entorno empezó a desvanecerse, y con ello su atacante. El fuego fatuo sintió que se ahogaba, y frío. Creyó que lo habían alcanzado con un segundo embrujo y se estaba muriendo, pero no era así. Una sala iluminada y ruidosa lo recibió poco después, tan real como lo que acababa de vivir, pero de manera diferente. Se acababa de despertar, y el dolor había regresado con él a la realidad. Se llevó la mano al hombro con un gruñido, notando cómo manaba sangre de ella y apagaba el fuego a su paso. «Mierda. Mierda mierda mierda». No supo hasta que se incorporó que no era el único allí. De hecho, no faltaba nadie. Todos estaban bien, pero heridos. La sangre de Adara fue la que más llamó su atención. Reconoció a Enredo tratándola y agradeció la suerte que habían tenido aun sin entender lo que sucedía.
—¿Qué demonios acaba de pasar? ¡Joder! —Temblaba. Se acercó más a sus compañeros y se permitió respirar profundamente durante un momento. Había sido un sueño, ahora estaba seguro. Pero no uno normal, eso era evidente. A su alrededor tenía mas pruebas de ello: todo el mundo dormía, y estaban en el castillo, ni más ni menos. El mensaje grabado que reprodujeron para ellos no podía tranquilizarlo precisamente.
Cuando la criatura demiúrgica se fue y Noel hizo notar su herida, Gael se apretó el hombro con más fuerza.
—No es nada, puedo apañármelas yo —dijo. Resultaba más alarmante la pérdida de sangre de Adara, aunque la suya también manaba rítmicamente y eso lo preocupaba. Se apresuró a conjurar un hechizo de restauración, pero aunque cortase la hemorragia ya había perdido bastante sangre. Escuchó las instrucciones de Gahna y le dolió estar demasiado mareado en ese momento para ayudar.
»En cuanto descanse un poco echo una mano, ¿vale? —Estaba desesperado. Había sido un inútil en aquel sueño y estaba siendo un inútil en aquel momento. Cerró los puños con fuerza. Había cometido muchos errores de los que aprender, pero solo era capaz de sentirse culpable en ese momento. Se preguntó si los demás creían que les había abandonado, pero tuvo que apartar ese pensamiento para ser capaz de ponerse en marcha.
Eara no podía quitar los ojos de encima a la ángel negro mientras veía a dama Diurna preocuparse por ella. Por sus miradas sabía que habían vivido una pesadilla mucho peor que la de ella. Mil veces más peligrosa. ¿Qué habría pasado si ella hubiese soñado que la atacaban monstruos o transformados? No quería ni pensarlo.
—No la he estudiado —respondió a Enredo ante su pregunta y, cuando este y Noel respondieron a la que se le había escapado a ella, solo pudo reaccionar con un escalofrío.
Enredo pidió hacer un chequeo a los que se marchaban para seguir las instrucciones de Gahna, así que Eara se acercó aún más a los heridos que se quedaban atrás.
—¿Necesitáis algo?
Koval, que examinaba la herida de la ángel negro, levantó la mirada. Parecía enfadado, y pensó que era culpa suya por interrumpirle, pero no tardó en suavizar su expresión.
—¿Tienes agua a mano? ¿Algo de beber?
—Dadme un momento, creo que están trayendo. —Eara se dio cuenta enseguida de lo esencial que era llevar agua con ella. Los heridos estaban perdiendo sangre y necesitaban reponer líquidos. Se perdió a paso ligero entre la gente y buscó uno de los lugares donde los criados del castillo estaban dejando cosas que podían hacer falta, como utensilios de primeros auxilios y jarras de agua. Se hizo con una jarra y unas gasas y volvió junto a los de la Brecha. Notó que la sangre de la ropa del fuego fatuo y la ángel negro había desaparecido, pero no tenían mucho mejor aspecto por ello. Se agachó y les tendió el agua.
—Aquí tenéis.
—Gracias, y perdona. Habría ido yo mismo si supiese donde estaba.
Eara negó con la cabeza.
—Estoy bien, es la forma en que puedo ayudar.
Koval se lo agradeció con una sonrisa carente de alegría.
No pudo bloquear el mensaje telepático de la bruja, tampoco. No sabía por qué, pero no era capaz. Le daba igual lo que tuviera que decir, solo la quería muerta, tan muerta como se suponía que estaba. Pero le costaba pensar con claridad y empezó a dibujar un lanzazo mágico, a la desesperada. ¿Sería capaz de mermar sus defensas, siquiera?
Él no había sido el único en dedicarse a conjurar, y sus protecciones estaban considerablemente más dañadas. Estaba acostumbrado a tener hechizos de reserva en las quimeras y era frustrante no disponer de aquella ayuda. Vio la saeta volar hacia él sin posibilidad de esquivarla por completo, y sus defensas se quebraron con el embite permitiendo que se clavara en su hombro. El fuego fatuo gritó, y su hechizo se vio interrumpido. Volvería a empezar con la mano opuesta. Tenía que hacerlo. Tenía que hacer algo.
Pero entonces el entorno empezó a desvanecerse, y con ello su atacante. El fuego fatuo sintió que se ahogaba, y frío. Creyó que lo habían alcanzado con un segundo embrujo y se estaba muriendo, pero no era así. Una sala iluminada y ruidosa lo recibió poco después, tan real como lo que acababa de vivir, pero de manera diferente. Se acababa de despertar, y el dolor había regresado con él a la realidad. Se llevó la mano al hombro con un gruñido, notando cómo manaba sangre de ella y apagaba el fuego a su paso. «Mierda. Mierda mierda mierda». No supo hasta que se incorporó que no era el único allí. De hecho, no faltaba nadie. Todos estaban bien, pero heridos. La sangre de Adara fue la que más llamó su atención. Reconoció a Enredo tratándola y agradeció la suerte que habían tenido aun sin entender lo que sucedía.
—¿Qué demonios acaba de pasar? ¡Joder! —Temblaba. Se acercó más a sus compañeros y se permitió respirar profundamente durante un momento. Había sido un sueño, ahora estaba seguro. Pero no uno normal, eso era evidente. A su alrededor tenía mas pruebas de ello: todo el mundo dormía, y estaban en el castillo, ni más ni menos. El mensaje grabado que reprodujeron para ellos no podía tranquilizarlo precisamente.
Cuando la criatura demiúrgica se fue y Noel hizo notar su herida, Gael se apretó el hombro con más fuerza.
—No es nada, puedo apañármelas yo —dijo. Resultaba más alarmante la pérdida de sangre de Adara, aunque la suya también manaba rítmicamente y eso lo preocupaba. Se apresuró a conjurar un hechizo de restauración, pero aunque cortase la hemorragia ya había perdido bastante sangre. Escuchó las instrucciones de Gahna y le dolió estar demasiado mareado en ese momento para ayudar.
»En cuanto descanse un poco echo una mano, ¿vale? —Estaba desesperado. Había sido un inútil en aquel sueño y estaba siendo un inútil en aquel momento. Cerró los puños con fuerza. Había cometido muchos errores de los que aprender, pero solo era capaz de sentirse culpable en ese momento. Se preguntó si los demás creían que les había abandonado, pero tuvo que apartar ese pensamiento para ser capaz de ponerse en marcha.
Eara no podía quitar los ojos de encima a la ángel negro mientras veía a dama Diurna preocuparse por ella. Por sus miradas sabía que habían vivido una pesadilla mucho peor que la de ella. Mil veces más peligrosa. ¿Qué habría pasado si ella hubiese soñado que la atacaban monstruos o transformados? No quería ni pensarlo.
—No la he estudiado —respondió a Enredo ante su pregunta y, cuando este y Noel respondieron a la que se le había escapado a ella, solo pudo reaccionar con un escalofrío.
Enredo pidió hacer un chequeo a los que se marchaban para seguir las instrucciones de Gahna, así que Eara se acercó aún más a los heridos que se quedaban atrás.
—¿Necesitáis algo?
Koval, que examinaba la herida de la ángel negro, levantó la mirada. Parecía enfadado, y pensó que era culpa suya por interrumpirle, pero no tardó en suavizar su expresión.
—¿Tienes agua a mano? ¿Algo de beber?
—Dadme un momento, creo que están trayendo. —Eara se dio cuenta enseguida de lo esencial que era llevar agua con ella. Los heridos estaban perdiendo sangre y necesitaban reponer líquidos. Se perdió a paso ligero entre la gente y buscó uno de los lugares donde los criados del castillo estaban dejando cosas que podían hacer falta, como utensilios de primeros auxilios y jarras de agua. Se hizo con una jarra y unas gasas y volvió junto a los de la Brecha. Notó que la sangre de la ropa del fuego fatuo y la ángel negro había desaparecido, pero no tenían mucho mejor aspecto por ello. Se agachó y les tendió el agua.
—Aquí tenéis.
—Gracias, y perdona. Habría ido yo mismo si supiese donde estaba.
Eara negó con la cabeza.
—Estoy bien, es la forma en que puedo ayudar.
Koval se lo agradeció con una sonrisa carente de alegría.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Salón del trono
18/02/19, 06:53 pm
Jack
Heridos, desorientados, asustados... Habían luchado contra alguien, estaba claro, y habían aguantado hasta despertarles, mientras que él había soñado con que su propia inutilidad les mataba. ¡Cómo no! ¿Se podía ser tan egocéntrico y tan inútil a la vez? Haberlos salvado, seguramente literalmente, no salvaba su cabeza del abismo en el que se encontraba su concepto de sí mismo.
Pero estaban vivos. Heridos pero nada irreparable. Y por eso pudo sonreír a medias a su amigo.
—Erika está ayudando a los que se despierten heridos. Y yo... ya nos contaremos, pero me alegro de haber llegado a tiempo —suspiró.
Necesitaba ponerse en marcha o empezaría otra vez a emocionarse. No hacía ni dos horas de haberles visto calcinados, ¿qué esperaba? «No soy quien peor lo ha pasado pero aun así soy incapaz de controlar mis emociones. ¡Bravo!»
—He de ir a la Bodega y nos veremos más tarde o mientras vayamos trayendo a gente.
Atol
El helión cumplía las órdenes con determinación y rapidez, preocupado por los durmientes a los que traía al Castillo. Al principio se lo tomó con cierto humor por lo curioso de la situación, pero después se indignó con su propia estupidez: por muy chistoso que podiera sonar el rescatar a gente dormida, o la fantasía de ir levitando a diez rocavarancoleses con sus uñas y hacer malabares, no dejaban de estar dentro de una pesadilla mortal. No tenía ni pizca de gracia. Y no necesitó ver las heridas que aparecían en sus cuerpos para convencerse de ello.
Por otro lado, con cada ida y venida iba saludando a quien conociera y veía cómo la ciudad se estaba volcando en despertar a sus vecinos. Para ser una ciudad de monstruos y esperpentos, había un algo en aquello que le emocionaba y reforzaba su identidad rocavarancolesa. Orgullo de soldado, pero orgullo al fin y al cabo.
Volvió a ver a Ramas, también, entrando y saliendo, y en una de esas le dijo:
—¡Cuando terminemos con esto, te haré unos patines, que he visto que no tienes los tuyos!
Heridos, desorientados, asustados... Habían luchado contra alguien, estaba claro, y habían aguantado hasta despertarles, mientras que él había soñado con que su propia inutilidad les mataba. ¡Cómo no! ¿Se podía ser tan egocéntrico y tan inútil a la vez? Haberlos salvado, seguramente literalmente, no salvaba su cabeza del abismo en el que se encontraba su concepto de sí mismo.
Pero estaban vivos. Heridos pero nada irreparable. Y por eso pudo sonreír a medias a su amigo.
—Erika está ayudando a los que se despierten heridos. Y yo... ya nos contaremos, pero me alegro de haber llegado a tiempo —suspiró.
Necesitaba ponerse en marcha o empezaría otra vez a emocionarse. No hacía ni dos horas de haberles visto calcinados, ¿qué esperaba? «No soy quien peor lo ha pasado pero aun así soy incapaz de controlar mis emociones. ¡Bravo!»
—He de ir a la Bodega y nos veremos más tarde o mientras vayamos trayendo a gente.
Atol
El helión cumplía las órdenes con determinación y rapidez, preocupado por los durmientes a los que traía al Castillo. Al principio se lo tomó con cierto humor por lo curioso de la situación, pero después se indignó con su propia estupidez: por muy chistoso que podiera sonar el rescatar a gente dormida, o la fantasía de ir levitando a diez rocavarancoleses con sus uñas y hacer malabares, no dejaban de estar dentro de una pesadilla mortal. No tenía ni pizca de gracia. Y no necesitó ver las heridas que aparecían en sus cuerpos para convencerse de ello.
Por otro lado, con cada ida y venida iba saludando a quien conociera y veía cómo la ciudad se estaba volcando en despertar a sus vecinos. Para ser una ciudad de monstruos y esperpentos, había un algo en aquello que le emocionaba y reforzaba su identidad rocavarancolesa. Orgullo de soldado, pero orgullo al fin y al cabo.
Volvió a ver a Ramas, también, entrando y saliendo, y en una de esas le dijo:
—¡Cuando terminemos con esto, te haré unos patines, que he visto que no tienes los tuyos!
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Salón del trono
20/02/19, 11:06 pm
Giz se sentía desesperanzado, el mundo a su alrededor había perdido matices con su gola inutilizada y el sentimiento de inferioridad le impedía tomar buenas decisiones. En un intento de sobrevivir, no sabía cómo, había vuelto a alzar sus defensas; solo para ver cómo el goliat rival se reía de él y derrumbaba el suelo a sus pies. Trató de gritar, pero el aire abandonó sus pulmones y cayó más allá del cuchitril y de aquel sueño infecto.
El frio y la dureza del suelo en el que estaba recostado fue lo primero que sintió. Acto seguido abrió los ojos y se incorporó tan rápido que se golpeó con la cara de un asreniano. Durante unos segundos creyó que todavía dormía y que un nasher fantasmagórico se abalanzaba sobre él, pero el entendimiento llegó tan pronto como miró a su alrededor. Nasher seguía muerto y él seguía vivo. Sentado en el suelo del salón del trono junto a media ciudad.
La gente iba y venía, pero Giz solo tuvo ojos para sus amigos. Wen, Noel, Gael… El goliat parecía calmarse cuando vio la sangre y la alarma volvió de nuevo a su cuerpo. Se levantó de un salto y se acercó hasta Adara a tiempo de ver que ya la habían atendido. Había perdido un brazo (algo mucho más grave si no pudiera crecerle de nuevo), pero su amiga seguía viva. Tuvo que contener una risotada histérica y respirar hondo antes de poder hablar.
—Gracias a Nassandra, suerte que seguimos vivos…
Y como si no se lo creyera del todo, abrió la gola: los rescoldos de todos los hechizos a su alrededor llegaron al instante y fueron un bálsamo para el goliat. No había energía dañina para su gorguera, toda la magia que intuía en el entorno servía para sanar y proteger. El sentimiento era reconfortante, tan acostumbrado como estaba a los hechizos más dañinos, como un caramelo de limón y menta.
Sabiendo que todos estaban bien, Giz se detuvo para dar las gracias a Enredo y Eara y se dejó chequear por el brujo de las enredaderas. No le quitaba el ojo de encima al asreniano que los había despertado, que iba y venía a veces a pie y a veces flotando. Su pelo se ondulaba como si se moviera bajo el agua. Mucho más despierto, esta vez sí reconoció qué clase de criatura era. Aquel ciudadano saldría del salón del trono con mucha, mucha más magia de la que sin duda sabría manejar.
Entre la gente que había tumbada, por desgracia, había más de un charco de sangre. Fue entonces cuando una cabeza sin dueño llamó su atención. Reconocía su rostro por un encontronazo que le dejó tiritando durante la cosecha y no se podía decir que sintiera pena por él. Al contrario.
—Mira, Noel —dijo, no muy alto. Había cierta burla en su tono, quizás amplificada por la sensación de seguridad, tras despertar de la pesadilla—. ¿Crees que estará feo si le quitamos el cuerno?
Era broma, aunque solo a medias. No creía que fuese el momento idóneo, pero si Noel accedía a colaborar en aquella travesura, nadie se la merecería más que ese unicornio. No todos los muertos se merecían el mismo respeto y, sin duda, Rutilante se encontraba muy, pero que muy abajo en la escala.
Dirke se encontraba exultantemente feliz, por extraño que pudiera parecer. A pesar del caos inicial y de las bajas, la respuesta del Consejo y del resto de ciudadanos había sido ejemplar. Al hombre árbol le alegraba sentirse útil, pero sobre todo, sentirse parte de una cadena de trabajo tan bien ensamblada en tan poco tiempo. Había incluso cierto orgullo, una pizca, por saberse de los primeros en acudir.
El saludo de Atol lo sacó de sus pensamientos y no dudó en responderle:
—Te tomo la palabra, Atol. —Se rio y miró hacia abajo, hacia sus propios pies, como si acabara de ser consciente de aquella ausencia—. No recuerdo qué hice con ellos... —añadió para sí mismo.
Se encogió de hombros y se alejó de Atol sacudiendo la mano a modo de despedida. Detrás de él flotaba una tabla de surf con otro cuerpo dormido y tenía que ayudar a colocarlo. Como cada vez que volvía al salón, le dedicó unas palabras de ánimo a Granta (que sin duda era el héroe del día) y se fue corriendo, en busca de más víctimas de la pesadilla.
El frio y la dureza del suelo en el que estaba recostado fue lo primero que sintió. Acto seguido abrió los ojos y se incorporó tan rápido que se golpeó con la cara de un asreniano. Durante unos segundos creyó que todavía dormía y que un nasher fantasmagórico se abalanzaba sobre él, pero el entendimiento llegó tan pronto como miró a su alrededor. Nasher seguía muerto y él seguía vivo. Sentado en el suelo del salón del trono junto a media ciudad.
La gente iba y venía, pero Giz solo tuvo ojos para sus amigos. Wen, Noel, Gael… El goliat parecía calmarse cuando vio la sangre y la alarma volvió de nuevo a su cuerpo. Se levantó de un salto y se acercó hasta Adara a tiempo de ver que ya la habían atendido. Había perdido un brazo (algo mucho más grave si no pudiera crecerle de nuevo), pero su amiga seguía viva. Tuvo que contener una risotada histérica y respirar hondo antes de poder hablar.
—Gracias a Nassandra, suerte que seguimos vivos…
Y como si no se lo creyera del todo, abrió la gola: los rescoldos de todos los hechizos a su alrededor llegaron al instante y fueron un bálsamo para el goliat. No había energía dañina para su gorguera, toda la magia que intuía en el entorno servía para sanar y proteger. El sentimiento era reconfortante, tan acostumbrado como estaba a los hechizos más dañinos, como un caramelo de limón y menta.
Sabiendo que todos estaban bien, Giz se detuvo para dar las gracias a Enredo y Eara y se dejó chequear por el brujo de las enredaderas. No le quitaba el ojo de encima al asreniano que los había despertado, que iba y venía a veces a pie y a veces flotando. Su pelo se ondulaba como si se moviera bajo el agua. Mucho más despierto, esta vez sí reconoció qué clase de criatura era. Aquel ciudadano saldría del salón del trono con mucha, mucha más magia de la que sin duda sabría manejar.
Entre la gente que había tumbada, por desgracia, había más de un charco de sangre. Fue entonces cuando una cabeza sin dueño llamó su atención. Reconocía su rostro por un encontronazo que le dejó tiritando durante la cosecha y no se podía decir que sintiera pena por él. Al contrario.
—Mira, Noel —dijo, no muy alto. Había cierta burla en su tono, quizás amplificada por la sensación de seguridad, tras despertar de la pesadilla—. ¿Crees que estará feo si le quitamos el cuerno?
Era broma, aunque solo a medias. No creía que fuese el momento idóneo, pero si Noel accedía a colaborar en aquella travesura, nadie se la merecería más que ese unicornio. No todos los muertos se merecían el mismo respeto y, sin duda, Rutilante se encontraba muy, pero que muy abajo en la escala.
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Dirke se encontraba exultantemente feliz, por extraño que pudiera parecer. A pesar del caos inicial y de las bajas, la respuesta del Consejo y del resto de ciudadanos había sido ejemplar. Al hombre árbol le alegraba sentirse útil, pero sobre todo, sentirse parte de una cadena de trabajo tan bien ensamblada en tan poco tiempo. Había incluso cierto orgullo, una pizca, por saberse de los primeros en acudir.
El saludo de Atol lo sacó de sus pensamientos y no dudó en responderle:
—Te tomo la palabra, Atol. —Se rio y miró hacia abajo, hacia sus propios pies, como si acabara de ser consciente de aquella ausencia—. No recuerdo qué hice con ellos... —añadió para sí mismo.
Se encogió de hombros y se alejó de Atol sacudiendo la mano a modo de despedida. Detrás de él flotaba una tabla de surf con otro cuerpo dormido y tenía que ayudar a colocarlo. Como cada vez que volvía al salón, le dedicó unas palabras de ánimo a Granta (que sin duda era el héroe del día) y se fue corriendo, en busca de más víctimas de la pesadilla.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- InvitadoInvitado
Re: Salón del trono
23/02/19, 12:37 am
Nihil vio como el último hilo dorado se desvanecía y guardó el pergamino del hechizo de localización en su escote. Ya había roto todos los contratos que había hecho Corann, esperaba que fuese suficiente para ayudar a Melodes.
El cuerpo del soñador reposaba separado del resto, custodiado por Siloco. Doce Punto dormía a su lado. La súcubo los había puesto así para que el velador no los despertase por equivocación pero que pudiesen actuar rápido en caso de ver que sufrían daño. Aun con todo eso cabía la posibilidad de que murieran en el sueño de todas formas.
-Ya se han roto todos los pactos -anunció a la hechicera real. La mujer se limitó a asentir.
Volvió junto a su maestro y los dos durmientes. Siloco la miró con sus grandes ojos grises. Parecía preocupado.
-¿Vas a entrar ya?
-Sí. Donna y Quinto están despiertos, se están ocupando de controlar a los adeptos, y yo soy la única que puede entrar y salir del sueño, es mejor que vaya a ayudarles.
Siloco hizo una mueca infantil que dejaba claro que no estaba conforme, pero aun así se hizo a un lado para dejarle espacio. Nihil dio un salto grácil y se sumergió en la cabeza del soñador.
El cuerpo del soñador reposaba separado del resto, custodiado por Siloco. Doce Punto dormía a su lado. La súcubo los había puesto así para que el velador no los despertase por equivocación pero que pudiesen actuar rápido en caso de ver que sufrían daño. Aun con todo eso cabía la posibilidad de que murieran en el sueño de todas formas.
-Ya se han roto todos los pactos -anunció a la hechicera real. La mujer se limitó a asentir.
Volvió junto a su maestro y los dos durmientes. Siloco la miró con sus grandes ojos grises. Parecía preocupado.
-¿Vas a entrar ya?
-Sí. Donna y Quinto están despiertos, se están ocupando de controlar a los adeptos, y yo soy la única que puede entrar y salir del sueño, es mejor que vaya a ayudarles.
Siloco hizo una mueca infantil que dejaba claro que no estaba conforme, pero aun así se hizo a un lado para dejarle espacio. Nihil dio un salto grácil y se sumergió en la cabeza del soñador.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Salón del trono
23/02/19, 01:51 am
Wen solo se percató de su desnudez parcial cuando vio como Noel activaba la runa para vestirse. Ella, al igual que el draco, no dormía con mucha ropa, pero al menos llevaba una ancha camiseta que cubría lo suficiente como para que no se viera nada, pero ciertamente no era algo apropiado para llevar en la situación en la que estaban, así que no tardó en imitar a su pareja y activar su runa también.
Una vez se aseguró que Adara estaba siendo sanada y se recuperaría, la vouivre se levantó cuando vio a Gahna acercarse, todavía bastante afectada por todo lo sucedido, pero ansiosa por alguna noticia sobre lo que estaba ocurriendo. Para su decepción, la maga no traía noticias, pero si un encargo. Al oir sus palabras y entender lo que suponían se giró rápidamente hacia Noel.
- Kae- dijo algo asustada. Resizsan había estado en su sueño, en el de ellos, pero nada le aseguraba que no hubiera estado también en el de su amiga. Cierto era que el ranta la quería a ella muerta principalmente, pero sabía cómo hacerle daño y no le extrañaría que lo hubiera hecho como plan de respaldo por si algo no salía como él quería.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
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