Palacete
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Rocavarancolia Rol
29 participantes
- Rocavarancolia Rol
Palacete
03/08/11, 01:04 am
Recuerdo del primer mensaje :
Hecho en piedra gris, con forma de U, coronado por una cúpula de cristales negros y esmeralda bajo la cual hay un ventanal ovalado. Se entra por una escalinata de azulejos a un recibidor circular con dos grandes escaleras a ambos lados. Sobre este, se encuentran las habitaciones, flotando a distintas alturas.
- Descripción más detallada sacada de la saga:
- Exterior:
- El palacete se encontraba en mitad de una avenida, frente a una larga línea de casonas macizas, con tejados a dos aguas invadidos de gárgolas. Era la única construcción situada a ese lado de la avenida, pero llenaba el espacio con más rotundidad que la treintena de edificios que se desplegaban frente a ella.
Era de piedra gris, con forma de «U» redondeada, y había algo en sus ángulos y en su disposición sobre el terreno que tranquilizaba, que hacía pensar que no todo en aquella ciudad era horror. Lo que más llamaba la atención era la gigantesca cúpula que coronaba su centro: una maravillosa construcción de cristales negros y esmeralda. Bajo ella, en mitad de la fachada, se abría un gran ventanal ovalado rodeado de decenas de ventanas tan estrechas que parecían arañazos en el muro.
El patio era un sinuoso entramado de senderos que se desplegaba entre lo que una vez debieron de ser parcelas ajardinadas, pero que ahora no eran más que solares de tierra reseca. Se dirigieron hacia la escalinata de azulejos negros y verdes que conducía al portón de entrada, observando con cautela las ventanas que salpicaban los muros del palacete. Tras el enorme ventanal que ocupaba el centro sólo se veía oscuridad.
- Recibidor:
- Lo primero que vieron fue una densa zona de tinieblas, una cortina de oscuridad que precedía a un gran recibidor, iluminado por una delicada luz verde.
Se reunieron todos alrededor de Rachel en el último tramo de escaleras. El aire que se respiraba ante la puerta era de una pureza increíble, en nada se parecía a la peste rancia de los lugares cerrados que estaban acostumbrados a encontrar.
Fueron a parar a un amplio recibidor circular, de suelo y paredes de piedra gris. El techo, en cambio, era una pesada amalgama de grandes planchas de hierro que no encajaba con el resto del palacio; la sensación que provocaba aquel entramado era de asfixia, como si en cualquier momento fuera a caer y aplastarlos.
Dos grandes escaleras se disponían a ambos lados del recibidor, del mismo azulejo negro y verde que la escalinata de la entrada. Desde donde se encontraban, esas escaleras gemelas parecían hundirse como cuchillos en el techo enrejado, en una perspectiva extraña y forzada. No habían dado ni dos pasos fuera de la zona de sombras cuando se detuvieron todos casi al mismo tiempo, mirando hacia arriba, sorprendidos, boquiabiertos.
Lo que habían tomado como techo no era tal. Al salir de las sombras su perspectiva había cambiado y ahora podían ver el palacete tal y como realmente era. Las planchas que en un primer momento había creído colocadas en un mismo plano estaban suspendidas en realidad a distintas alturas por todo el palacio. Retrocedió un paso para regresar a la zona
de tinieblas y las planchas desordenadas volvieron a equilibrarse, formando un techo sin fisuras
aparentes que no era más que una ilusión óptica: si entrecerraba los ojos podía ver que las planchas flotaban en diferentes planos.
El palacete constaba de una sola planta, una planta vasta y asombrosa en la que flotaban
decenas de estancias de todos los tamaños y formas. La única semejanza entre ellas eran sus bases, de idéntico hierro forjado. La mayor de todas ocupaba tres pisos de altura y medía más de doscientos metros de largo, mientras que las más pequeñas eran meros soportes para adornos y estatuas. La mayoría ni siquiera tenía paredes.
Las escaleras no se hundían en ese falso techo como habían creído, sino que se prolongaban
curvándose en el vacío, hasta perderse en la movediza niebla esmeralda que copaba las alturas. Del tallo principal de cada escalera brotaban decenas de nuevos tramos que se dividían a su vez en más ramales de ajedrezado negro y esmeralda, retorciéndose en el aire hasta aterrizar en los bordes de las habitaciones flotantes. Aquel despliegue de habitaciones y escalinatas producía una prodigiosa sensación de armonía; era como si el mundo entero se hubiera vuelto liviano de pronto, como si la realidad, la propia existencia, fueran menos pesadas y opresivas entre aquellas paredes.
- Ascenso y ejemplos de habitaciones:
- Tomaron la escalinata de la izquierda. El tramo principal no tardaba en dividirse en tres grandes ramales. El de la derecha bajaba en una pronunciada curva antes de dividirse en otros dos tramos de escalera retorcida. A medida que avanzaban por aquella colosal montaña rusa pudieron contemplar un sinfín de habitaciones y salas. Vieron dormitorios de ensueño; salas de recreo con divanes de terciopelo, escabeles de cristal y columpios colgantes; zonas de paseo con fuentes y bancos de hierro…
La perspectiva resultaba engañosa allí arriba; prácticamente cambiaba a cada paso que daban, convirtiendo el palacete en un espacio en constante mutación. Una estancia vista desde arriba era diferente por completo contemplada desde abajo o desde un lateral. Todo fluctuaba, fluía. Era un enloquecido juego de perspectivas y arquitectura. Una sala observada desde una escalera parecía una selva rebosante de vegetación al quedar semioculta por los helechos que colgaban de las plataformas vecinas, para luego, desde arriba, convertirse en un elegante dormitorio. Desde otra curva de la escalera, esa misma habitación parecía vacía.
Rachel los guió hasta la estancia central del palacio, la única completamente cerrada con muros.(...) En el suelo, ante ellos, había aparecido un diminuto chispazo, una salpicadura brillante que se proyectó despacio hacia arriba, convirtiéndose en una creciente columna de luz que no se detuvo hasta alcanzar el techo, situado a gran altura. Un poco más adelante, una nueva columna tomó forma, de igual modo que la primera. Poco a poco, aquí y allá, se fueron formando más y más columnas. La luz que irradiaban iluminó la gran estancia, transformando la negrura en claridad.
—Es una sala de baile —murmuró Madeleine con admiración.
Mistral asintió, aunque sabía que aquel lugar era mucho más que eso. En aquella sala se habían
celebrado todo tipo de eventos: desde torneos de piromantes hasta conciertos de las fabulosas aves cantoras de Alarán, pasando por duelos de hechiceros y bodas reales. Se contaba que, en una ocasión, allí dentro se había sacrificado un dragón albino para mayor gloria del reino.
Los muchachos bajaron las escaleras que llevaban al suelo espejado de la sala. En el muro que
quedaba a su derecha se encontraba el gigantesco ventanal que habían visto desde fuera. El tercio inferior del mismo estaba cubierto por cortinajes negros, corridos en su mayoría, mientras que en la zona alta dos grandes cortinas verdes se abrían a izquierda y derecha.
En el extremo opuesto a la entrada se levantaba un pequeño escenario ocupado por varias estatuas metálicas. Se trataba de una orquesta compuesta por siete músicos tan extravagantes como los instrumentos que se disponían a tocar.
Un engendro con aire de rata humanoide empuñaba entre sus zarpas dos varillas que parecía a punto de estrellar contra el tambor agujereado que tenía delante. Entre los músicos había un ser casi humano, con la piel de un intenso negro y un magnífico par de alas rojas plegadas a su espalda. Aquella criatura sujetaba en una mano un violín abombado mientras en la otra empuñaba una varilla recubierta de protuberancias. Del costado de todas las estatuas surgía una mariposa metálica: una llave con la que darles cuerda.
Después de abandonar la sala de baile, fueron de plataforma en plataforma, siempre con Rachel a la cabeza. Casi tan sorprendente como el mismo palacio era el estado en el que éste se encontraba. Apenas había polvo y suciedad y aunque algunas habitaciones parecían vaciadas a conciencia, la mayor parte estaba en perfectas condiciones, como si los habitantes del lugar se hubieran marchado un instante antes de llegar ellos.
A media tarde hicieron un descanso para merendar. Se sentaron en los bancos de madera que
rodeaban un pequeño estanque. Apenas hablaron. Aquel lugar inducía al silencio, a la ensoñación.
Al poco tiempo de ponerse otra vez en marcha descubrieron una gran sala repleta de estanterías vacías. El cambiante deambuló entre ellas igual que todos, aun sabiendo que no iban a encontrar nada allí. Ese lugar había sido una importante biblioteca mágica, pero hacía tiempo que los pocos libros que no se habían llevado los magos de los mundos vinculados habían sido trasladados al castillo.
Otro ramal los condujo a una plataforma de paredes listadas en las que se desplegaban más de una veintena de grandes armarios, con espejos de marco de plata en cada puerta. Rachel se apresuró a abrir el más cercano y su contenido la hizo jadear emocionada. El armario estaba repleto de vestidos, a cada cual más espléndido.
- InvitadoInvitado
Re: Palacete
11/04/20, 09:15 pm
Luci se llevó ambas manos a la boca cuando vio aparecer a Kradko con el ramillete. Justo así era como se ponían las cosas feas en el cuento que había mencionado. Lethe regañó a la niña bicho en un tono tan severo que Luci se encogió un poquito en el sitio aunque la cosa no fuera con él. Cuando Lethe se alejó Luci se acercó a Kradko para susurrarle:
-Tienes que tener más cuidado. No podemos ir haciendo cosas por impulso, es peligroso.
Luci accedió a contarles el cuento de La dama de la rosa cuando volvieran al torreón, y agradeció que fueran los demás los que propusieran explorar otras habitaciones. Se apuntó rápidamente al grupo de los dormitorios y allí fue con Alec y Kahlo, sin esconder en ningún momento su emoción como hacía esta última. La primera habitación que miraron tenía la puerta entreabierta y los muebles demasiado blancos. Era el blanco de los carros de su padre, el limpio y puro, no el sucio amarillento de la ropa del torreón o el poroso de los huesos secados al sol. Era hermoso. El espejo fue lo que le hizo decidirse. Empujó la puerta con cuidado, pidiendo permiso a pesar de que claramente allí no había nadie. En cuanto pisó la alfombra mullida se apresuró a quitarse las botas para sentirla.
-¡Es muy suave! -exclamó. En unos pocos lavados su pijama había perdido su esponjosidad característica y echaba de menos el tacto de algo que no fuera áspero. Correteó por la alfombra hasta ponerse delante del espejo y allí se quedo mirándose, más feo de lo que había estado en su vida. Tuvo que obligarse a centrar su atención en algo más agradable, como los muebles. Había una cómoda, un tocador, una otomana enorme y un ropero con la llavecita colgando de la cerradura -No creo que nadie se enfade si cotilleamos un poco, ¿no? -aventuró, dándole un toquecito al borlón de la llave. Si nadie se lo impedía, abriría el ropero.
Luci soltó un jadeo cuando vio el contenido. El interior del mueble olía a lavanda, y todo en él era una explosión de colores y texturas. Había varios vestidos, túnicas, camisas y una casaca. El pelirrosa chilló antes de abalanzarse a abrazar el primer vestido que le llamó la atención. Más le valía que no hubiese ningún monstruo en el armario.
-Tienes que tener más cuidado. No podemos ir haciendo cosas por impulso, es peligroso.
Luci accedió a contarles el cuento de La dama de la rosa cuando volvieran al torreón, y agradeció que fueran los demás los que propusieran explorar otras habitaciones. Se apuntó rápidamente al grupo de los dormitorios y allí fue con Alec y Kahlo, sin esconder en ningún momento su emoción como hacía esta última. La primera habitación que miraron tenía la puerta entreabierta y los muebles demasiado blancos. Era el blanco de los carros de su padre, el limpio y puro, no el sucio amarillento de la ropa del torreón o el poroso de los huesos secados al sol. Era hermoso. El espejo fue lo que le hizo decidirse. Empujó la puerta con cuidado, pidiendo permiso a pesar de que claramente allí no había nadie. En cuanto pisó la alfombra mullida se apresuró a quitarse las botas para sentirla.
-¡Es muy suave! -exclamó. En unos pocos lavados su pijama había perdido su esponjosidad característica y echaba de menos el tacto de algo que no fuera áspero. Correteó por la alfombra hasta ponerse delante del espejo y allí se quedo mirándose, más feo de lo que había estado en su vida. Tuvo que obligarse a centrar su atención en algo más agradable, como los muebles. Había una cómoda, un tocador, una otomana enorme y un ropero con la llavecita colgando de la cerradura -No creo que nadie se enfade si cotilleamos un poco, ¿no? -aventuró, dándole un toquecito al borlón de la llave. Si nadie se lo impedía, abriría el ropero.
Luci soltó un jadeo cuando vio el contenido. El interior del mueble olía a lavanda, y todo en él era una explosión de colores y texturas. Había varios vestidos, túnicas, camisas y una casaca. El pelirrosa chilló antes de abalanzarse a abrazar el primer vestido que le llamó la atención. Más le valía que no hubiese ningún monstruo en el armario.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Palacete
11/04/20, 09:25 pm
Alec sonrió con ironía a Kolja cuando dijo lo de no ofenderse. No había pulido el escudo para él así que...
Empezó a bajar las escaleras y miró en el interior de la habitación que querían mirar Luci y Kahlo. Parecía segura. Se adentró y observó las reacciones de ambos, disfrutando más de su felicidad que de la sala en sí. Sólo por aquellas sonrisas ya valía la pena haber entrado.
-Me alegro de que os guste este sitio - dijo sentándose en la otomana y sonriéndoles con amabilidad.- Mientras no rompamos nada estoy seguro de que estaremos bien.
Se tumbó en el mueble disfrutando de lo cómo que era. Ojalá fuesen así las camas del torreón. El chillido de Luci al abrir el ropero le hizo reírse con ganas.
Empezó a bajar las escaleras y miró en el interior de la habitación que querían mirar Luci y Kahlo. Parecía segura. Se adentró y observó las reacciones de ambos, disfrutando más de su felicidad que de la sala en sí. Sólo por aquellas sonrisas ya valía la pena haber entrado.
-Me alegro de que os guste este sitio - dijo sentándose en la otomana y sonriéndoles con amabilidad.- Mientras no rompamos nada estoy seguro de que estaremos bien.
Se tumbó en el mueble disfrutando de lo cómo que era. Ojalá fuesen así las camas del torreón. El chillido de Luci al abrir el ropero le hizo reírse con ganas.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Palacete
12/04/20, 12:03 pm
Aquella pequeña casi dejó caer las flores del susto. La regañina que acababa de experimentar acabó de un plumazo con toda su emoción. La clinger no se esperaba que las flores fueran a gustar a todos, pero tampoco le parecía haber hecho algo tan malo. Kradko se encogió y bajó un poco las antenas instintivamente, un gesto que Lethe entendería como arrepentimiento.
—Vale… —Fue todo lo que respondió en un tono suave.
Estaba un poco molesta por una reacción que le parecía un tanto exagerada, pero también asustada por la misma. Intentó evitar a la enderth en la posterior división, pero pronto vio claro que esta iba a ir con ella tomara la decisión que tomara. Kradko suponía el por qué, lo había experimentado otras veces después de hacer alguna trastada. Decidió, siguiendo el consejo de Luci, que aquella vez se lo pensaría dos o tres veces antes de actuar. Aquella no iba a ser una tarea sencilla para ella.
Bajó las escaleras en silencio acompañada de Chromsa, Kolja y Lethe. Dejó que los demás se fijaran en las habitaciones que se cruzaban mientras que ella intentaba recuperarse de aquel momento incómodo. Durante un momento estaba tan distraída que siguió andando, aunque el resto se habían quedado quietos. Volvió atrás al oír un toque de atención y se asomó a ver el interior de un cuarto bien extraño para ella. Por las palabras de Chromsa, le pareció que aquello era el “baño” que tanto buscaba el mamífero gigantón. Nada que ver con el que tenían en el torreón, por eso, pero tampoco entendía por qué era aquel mejor.
—Vale… —Fue todo lo que respondió en un tono suave.
Estaba un poco molesta por una reacción que le parecía un tanto exagerada, pero también asustada por la misma. Intentó evitar a la enderth en la posterior división, pero pronto vio claro que esta iba a ir con ella tomara la decisión que tomara. Kradko suponía el por qué, lo había experimentado otras veces después de hacer alguna trastada. Decidió, siguiendo el consejo de Luci, que aquella vez se lo pensaría dos o tres veces antes de actuar. Aquella no iba a ser una tarea sencilla para ella.
Bajó las escaleras en silencio acompañada de Chromsa, Kolja y Lethe. Dejó que los demás se fijaran en las habitaciones que se cruzaban mientras que ella intentaba recuperarse de aquel momento incómodo. Durante un momento estaba tan distraída que siguió andando, aunque el resto se habían quedado quietos. Volvió atrás al oír un toque de atención y se asomó a ver el interior de un cuarto bien extraño para ella. Por las palabras de Chromsa, le pareció que aquello era el “baño” que tanto buscaba el mamífero gigantón. Nada que ver con el que tenían en el torreón, por eso, pero tampoco entendía por qué era aquel mejor.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Palacete
12/04/20, 01:31 pm
Estaba claro que Kradko quería evitarla, pero no se lo iba a permitir: aquella niña necesitaba supervisión de alguien responsable, eso estaba claro, y al intentar irse con Chromsa y Kolja no había nadie en ese grupo que cualificase como tal. Si pensaba que por ir con ellos la disuadiría de mantener la vigilancia sobre ella es que era una clinger muy ingenua. A pesar de ello Lethe confiaba en que tenía la capacidad suficiente para darse cuenta de que necesitaba reflexionar antes de hacer las cosas… pero quería asegurarse.
Al igual que Kradko, no obstante, ella tampoco entendía la diferencia entre aquel "baño" y el del torreón más allá del tamaño y la decoración. Aunque había notado que a los mamíferos les encantaba la decoración que no servía a ningún propósito, quizás fuese eso. Igualmente decidió entrar, no podía negar que llamase su atención aquella piedra tan extraña. Tocó las paredes lisas con cautela. Estaba extremadamente pulida, tanto que ya casi ni parecía piedra. Al menos podía entender el porqué de hacer algo así: podía evitar accidentes con las paredes. A continuación se fijó en un fregadero de aspecto algo extraño que había allí, aunque lo que más le llamó la atención fueron el par de tijeras encima del mismo. Las cogió casi sin pensar.
—Son algo pequeñas, pero ojalá tuviéramos unas en el torreón… —Con cautela dio un par de cortes en el aire—. Ah, no penséis que estoy planteándome si llevárnoslas ni mucho menos.
La aclaración iba, sobre todo, para la clinger.
Al igual que Kradko, no obstante, ella tampoco entendía la diferencia entre aquel "baño" y el del torreón más allá del tamaño y la decoración. Aunque había notado que a los mamíferos les encantaba la decoración que no servía a ningún propósito, quizás fuese eso. Igualmente decidió entrar, no podía negar que llamase su atención aquella piedra tan extraña. Tocó las paredes lisas con cautela. Estaba extremadamente pulida, tanto que ya casi ni parecía piedra. Al menos podía entender el porqué de hacer algo así: podía evitar accidentes con las paredes. A continuación se fijó en un fregadero de aspecto algo extraño que había allí, aunque lo que más le llamó la atención fueron el par de tijeras encima del mismo. Las cogió casi sin pensar.
—Son algo pequeñas, pero ojalá tuviéramos unas en el torreón… —Con cautela dio un par de cortes en el aire—. Ah, no penséis que estoy planteándome si llevárnoslas ni mucho menos.
La aclaración iba, sobre todo, para la clinger.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Palacete
12/04/20, 03:41 pm
Kahlo esperó a que Luci llamase y entrase primero, impaciente, y al pasar ella sintió que el corazón le iba a estallar. En ese cuarto se sentía bien. Era lo más parecido a volver a casa que había sentido desde que les secuestraron. La varmana aparcó sus modales y refinamientos a un lado, incapaz de contenerse más, quitándose los zapatos igual que hizo Luci para pisar la alfombra e incluso dar pequeños saltitos sobre esta para sentir lo mullida que era bajo sus pies. Rio, rio como no había reido hasta entonces, permitiéndose tener 16 años y sonreír sin importarle que dejasen de verla como a una señorita refinada. Ni siquiera la expresión risueña de una versión suya mucho más demacrada y mal vestida de lo que nunca habría permitido en su hogar, reflejada en el inmenso espejo, cortaría como se sentía. Se quedó mirándose lo justo, pasó los dedos por su pelo desde la nuca hasta arriba, escondió unos mechones tras las orejas y listo. No sentía tener que mejorar nada más. Quería multiplicarse para verlo todo, abrir todos los cajones del tocador y la cómoda o sentarse en la otomana, mas se decantó por la elección de Luci. Al igual que él inspiró aire tan fuerte que emitió un sonido hasta cómico, llevándose a posteriori las manos a la boca. Por poco y no chilla también.
Las manos de la varmana bailaron al son con sus ojos, tocando texturas y deleitándose con las formas y colores de las prendas. No solo eran vestidos, había chaquetas, trajes, zapatos, tacones y botas, así como sombreros en la estantería superior. Kahlo, sintiéndolo mucho por el dueño de todo aquello, se puso de puntillas para alcanzar y hacerse con una boina negra que no dudó en ponerse, sacó dos preciosos vestidos de cena, una larguísima falda negra y una camisa blanca con adornos dorados y vino tinto. Corrió cargada con ellos hasta donde estaba Alec para estirarlos sobre el mueble y verlos mejor, poniéndose antes las gafas.
—Me los quiero probar... —añadió por lo bajo mordiéndose el labio, con felicidad nada contenida. Alzó la vista para mirar al chico, con más decisión—. ¡¿Me los puedo probar?!
Las manos de la varmana bailaron al son con sus ojos, tocando texturas y deleitándose con las formas y colores de las prendas. No solo eran vestidos, había chaquetas, trajes, zapatos, tacones y botas, así como sombreros en la estantería superior. Kahlo, sintiéndolo mucho por el dueño de todo aquello, se puso de puntillas para alcanzar y hacerse con una boina negra que no dudó en ponerse, sacó dos preciosos vestidos de cena, una larguísima falda negra y una camisa blanca con adornos dorados y vino tinto. Corrió cargada con ellos hasta donde estaba Alec para estirarlos sobre el mueble y verlos mejor, poniéndose antes las gafas.
—Me los quiero probar... —añadió por lo bajo mordiéndose el labio, con felicidad nada contenida. Alzó la vista para mirar al chico, con más decisión—. ¡¿Me los puedo probar?!
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia.
Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Palacete
12/04/20, 04:45 pm
Kolja puso los ojos ante el comentario de Kahlo, pero no dijo nada, estaba cansado de peleas, la verdad. Incluso se alegró de que la pájaro fuese la que le echase la bronca a la niña bicho, el desde luego no estaba de humor. Aceptaron la idea de dividirse en grupos y mientras Kahlo, Luci y Alec iban a mirarse algunas habitaciones, Lethe, Kradko y Chromsa se sumaron a el para buscar un baño. Los dos grupos bajaron por las mismas escaleras, aunque el primero se metió en una habitación poco después.
Tan solo unos momentos más tarde, Chromsa llamó su atención señalando que había encontrado algo. Kolja subió un par de peldaños, hasta donde estaba el chico nutria y se asomó por la puerta. Era exactamente lo que estaban buscando, un baño. Era enorme, todas las paredes y el suelo eran de mármol blanco, casi hacía daño a la vista, tenía un lavamanos, una bañera enorme y un arco dorado en la pared opuesta a la bañera.
El vikingo se acercó a la bañera y abrió el grifo de la derecha. El agua empezó a salir y no necesitó poner la mano debajo para saber que estaba caliente, pues al chocar contra el fondo de la bañera empezó a evaporar. Abrió también el grifo de la izquierda, para contrastar y le puso el tapón a la bañera. Estaba deseando sumergirse, se quedó embobado mirando como se iba llenando de aguan y metió un dedo para probar la temperatura, estaba perfecta.
Las palabras de Lethe le despertaron de nuevo, girandose para ver que había encontrado. la vio delante del lavamanos, con unas pequeñas tijeras, cerrándolas y abriéndolas.
-¡Genial! Esas tijeras me vienen genial para arreglarme la barba. Voy a informar al resto de que hemos encontrado un baño, Alec seguro que también quiere arreglarse la barba.
Diciendo esto, salió del baño y subió hasta donde había visto entrar al otro grupo. La puerta estaba abierta y Kolja se quedó un segundo bajo el marco, admirando la habitación. Kahlo justo había expresado su deseo de probarse las ropas del armario, que no veía desde su posición.
-Igual prefieres esperar un segundo antes de eso Kahlo- intervino. Cuando se hubieron girado hacia el, procedió a aclararse.
-Hemos encontrado un baño y la bañera tiene agua caliente. Estoy llenándola ahora mismo, por si quereis que nos turnemos para bañarnos. Y Alec, Lethe a encontrado unas pequeñas tijeras con las que podemos arreglarnos la barba, por si te interesa- mientras hablaba tuvo una idea, que rápidamente quiso compartir.
-Oid ¿Que os parece si nos damos todos un baño y luego nos probamos las ropas? Podemos montar una especie de desfile o algo. ¿Igual tu podrías echarme una mano, Luci? Yo no tengo ni idea de moda o estilo.
Tan solo unos momentos más tarde, Chromsa llamó su atención señalando que había encontrado algo. Kolja subió un par de peldaños, hasta donde estaba el chico nutria y se asomó por la puerta. Era exactamente lo que estaban buscando, un baño. Era enorme, todas las paredes y el suelo eran de mármol blanco, casi hacía daño a la vista, tenía un lavamanos, una bañera enorme y un arco dorado en la pared opuesta a la bañera.
El vikingo se acercó a la bañera y abrió el grifo de la derecha. El agua empezó a salir y no necesitó poner la mano debajo para saber que estaba caliente, pues al chocar contra el fondo de la bañera empezó a evaporar. Abrió también el grifo de la izquierda, para contrastar y le puso el tapón a la bañera. Estaba deseando sumergirse, se quedó embobado mirando como se iba llenando de aguan y metió un dedo para probar la temperatura, estaba perfecta.
Las palabras de Lethe le despertaron de nuevo, girandose para ver que había encontrado. la vio delante del lavamanos, con unas pequeñas tijeras, cerrándolas y abriéndolas.
-¡Genial! Esas tijeras me vienen genial para arreglarme la barba. Voy a informar al resto de que hemos encontrado un baño, Alec seguro que también quiere arreglarse la barba.
Diciendo esto, salió del baño y subió hasta donde había visto entrar al otro grupo. La puerta estaba abierta y Kolja se quedó un segundo bajo el marco, admirando la habitación. Kahlo justo había expresado su deseo de probarse las ropas del armario, que no veía desde su posición.
-Igual prefieres esperar un segundo antes de eso Kahlo- intervino. Cuando se hubieron girado hacia el, procedió a aclararse.
-Hemos encontrado un baño y la bañera tiene agua caliente. Estoy llenándola ahora mismo, por si quereis que nos turnemos para bañarnos. Y Alec, Lethe a encontrado unas pequeñas tijeras con las que podemos arreglarnos la barba, por si te interesa- mientras hablaba tuvo una idea, que rápidamente quiso compartir.
-Oid ¿Que os parece si nos damos todos un baño y luego nos probamos las ropas? Podemos montar una especie de desfile o algo. ¿Igual tu podrías echarme una mano, Luci? Yo no tengo ni idea de moda o estilo.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Palacete
12/04/20, 11:57 pm
Espero a que el resto se acercara para abrir del todo la puerta. De hecho, esperó a que entraran para hacerlo él mientras cerraba la puerta. Kolja se había adelantado hasta el fondo de la habitación, colocándose al lado de la bañera, mientras que Lethe y Kradko no se habían alejado tanto. Chromsa simplemente se limitó a observar la habitación sin entrar mucho en ella todavía. Tenía que admitir que aquello era precioso, aunque no entendía bien por qué molestarse en tanto lujo en una sala donde uno iba o a asearse o a hacer sus necesidades. -(Supongo que simplemente porque pueden permitírselo)- pensó.
Mientras se adentraba un poco en la habitación, se fijó en que Lethe había cogido algo y se acercó para saber el qué. Resultaron ser unas tijeras un tanto pequeñas que aclaró que no iba a llevarse. -(Bueno, es normal. Ya nos hemos llevado bastante y, además, unas tijeras sí podrían echarse más en falta que unas flores)- pensó.
Las palabras de ella llamaron la atención de Kolja, que se acercó también. Se le veía bastante entusiasmado con ellas, hasta el punto de que quería arreglarse la barba allí mismo. Incluso salió para avisar a Alec por si necesitaba arreglársela al igual que él. El ochrorio no solía tardar mucho en recortarse los bigotes cuando le habían crecido (y por suerte aun no los tenía muy largos), pero los pocos pelos que tenía no podían compararse con las barbas de los dos terrestres.
Se estaba empezando a preguntar cuánto tardarían en los arreglos cuando se fijó en la bañera. Le había parecido escuchar algo en la dirección en la que estaba Kolja cuando entró, pero no le dio importancia en un primer momento. Pero le había parecido ver algo, por lo que Chromsa se acercó a comprobar si era lo que pensaba. En efecto, el terrestre la había llenado de agua. Aquello le extrañó en gran medida y una idea empezó a surgirle: -(¿No estará pensando en...?- En un primer momento pensó que bromeaba con lo de asearse, pero iba totalmente en serio.
Chromsa se giró en dirección a Lethe y Kradko y dijo con un poco de indignación: -Oye, se que no parece que haya nadie y nos hemos tomado un par de libertades, ¿pero Kolja no se está pasando un poco? Quiero decir, no creo que sea muy correcto bañarse ni en un lugar ni una situación como ésta.-
Mientras se adentraba un poco en la habitación, se fijó en que Lethe había cogido algo y se acercó para saber el qué. Resultaron ser unas tijeras un tanto pequeñas que aclaró que no iba a llevarse. -(Bueno, es normal. Ya nos hemos llevado bastante y, además, unas tijeras sí podrían echarse más en falta que unas flores)- pensó.
Las palabras de ella llamaron la atención de Kolja, que se acercó también. Se le veía bastante entusiasmado con ellas, hasta el punto de que quería arreglarse la barba allí mismo. Incluso salió para avisar a Alec por si necesitaba arreglársela al igual que él. El ochrorio no solía tardar mucho en recortarse los bigotes cuando le habían crecido (y por suerte aun no los tenía muy largos), pero los pocos pelos que tenía no podían compararse con las barbas de los dos terrestres.
Se estaba empezando a preguntar cuánto tardarían en los arreglos cuando se fijó en la bañera. Le había parecido escuchar algo en la dirección en la que estaba Kolja cuando entró, pero no le dio importancia en un primer momento. Pero le había parecido ver algo, por lo que Chromsa se acercó a comprobar si era lo que pensaba. En efecto, el terrestre la había llenado de agua. Aquello le extrañó en gran medida y una idea empezó a surgirle: -(¿No estará pensando en...?- En un primer momento pensó que bromeaba con lo de asearse, pero iba totalmente en serio.
Chromsa se giró en dirección a Lethe y Kradko y dijo con un poco de indignación: -Oye, se que no parece que haya nadie y nos hemos tomado un par de libertades, ¿pero Kolja no se está pasando un poco? Quiero decir, no creo que sea muy correcto bañarse ni en un lugar ni una situación como ésta.-
- InvitadoInvitado
Re: Palacete
13/04/20, 12:36 am
Luci no preguntó si podía probarse el vestido del que se había enamorado, en cuanto Alec dijo que no había problema mientras no rompiesen nada el daeliciano empezó a desvestirse. No tenía ningún pudor, estaba en un vestidor y estaba con gente de confianza, además llevaba ropa interior: unos pololos de un blanco amarillento. Dejó su ropa cuidadosamente sobre un burro que había junto al ropero y se puso el vestido con el doble de delicadeza. Era un vestido de gasa azul celeste sin mangas, con escote trasparente y falda corta y pomposa. El corpiño tenía flores rosas bordadas. Se ató la cinta del corpiño sin problemas y en cuanto estuvo vestido se puso a bailar sobre la alfombra para probar el vuelo de la falda. Sobre el tocador había un cepillo y un pasador con flores de cristal, así que ahí fue Luci a ver si podía improvisarse un recogido.
-¡Es un conjunto muy bonito! -le dijo a Kahlo. -Alec, deberías mirar algo que te guste.
Kolja se asomó para informarles de que había encontrado el baño que buscaba y propuso que se dieran un baño. Luci, aun con toda la ilusión que le había darse un baño en condiciones en un lugar tan maravilloso como aquél, tenía ciertas dudas. Explorar, probarse ropa, era una cosa, les daba cierto margen de reacción en caso de que los dueños del lugar apareciesen, pero que los pillasen in fraganti desnudos y mojados no era la mejor de las situaciones.
-Hmmm creo que tardaríamos mucho, parece un poco arriesgado -dijo, algo inseguro. Kolja era de los mayores y ya le había reñido ese día por querer arriesgarse así que su propuesta no terminaba de encajarle. -Si habéis sudado y teneis miedo de ensuciar la ropa a lo mejor podéis lavaros con paños húmedos, sería más rápido, ¡y luego yo podría elegirte un modelito, Kolja!. -respondió entusiasmado. Él aún estaba limpio, era el principio del día y no había sudado mucho incluso con la carrera para huir del monstruo.
-¡Es un conjunto muy bonito! -le dijo a Kahlo. -Alec, deberías mirar algo que te guste.
Kolja se asomó para informarles de que había encontrado el baño que buscaba y propuso que se dieran un baño. Luci, aun con toda la ilusión que le había darse un baño en condiciones en un lugar tan maravilloso como aquél, tenía ciertas dudas. Explorar, probarse ropa, era una cosa, les daba cierto margen de reacción en caso de que los dueños del lugar apareciesen, pero que los pillasen in fraganti desnudos y mojados no era la mejor de las situaciones.
-Hmmm creo que tardaríamos mucho, parece un poco arriesgado -dijo, algo inseguro. Kolja era de los mayores y ya le había reñido ese día por querer arriesgarse así que su propuesta no terminaba de encajarle. -Si habéis sudado y teneis miedo de ensuciar la ropa a lo mejor podéis lavaros con paños húmedos, sería más rápido, ¡y luego yo podría elegirte un modelito, Kolja!. -respondió entusiasmado. Él aún estaba limpio, era el principio del día y no había sudado mucho incluso con la carrera para huir del monstruo.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Palacete
13/04/20, 12:48 pm
Alec se medio incorporó cuando Kahlo llevó la ropa hasta donde estaba él, dejándole espacio para dejar la ropa.
-Kahlo, tienes una risa preciosa. Deberías reír más - la animó con una sonrisa. El escocés contempló los vestidos y las ganas de la chica de probárselos, cosa que Luci parecía ya estar haciendo.- Adelante, no creo que pase nada por que os pongáis algo de ropa. Prometo que no voy a mirar.
>>Te queda bien ese vestido, Luci. Estás muy mono - la felicidad de ambos era muy contagiosa y cuando el chico sugirió que debería buscar algo para ponerse lanzó una sonrisa compungida.- Seguramente algo que me guste de ese armario sea algo que no me quede muy bien, ¿por qué no eliges tú algo por mí? - dijo dispuesto a ponerse cualquier cosa que el niño eligiese para hacerlo feliz.
Llegó Kolja y lo que dijo lo tentó mucho. Darse un baño caliente, recortarse la barba con unas tijeras... pero Luci consiguió devolverlo a Rocavarancolia.
-No creo que sea buena idea, Kolja. Aunque por desgracia suena genial. Si algo nos viene a perseguir prefiero correr sin temer por mi desnudez o resbalarme con suelo mojado. Gracias por avisar de todas formas - le dijo son una sonrisa de disculpa.
-Kahlo, tienes una risa preciosa. Deberías reír más - la animó con una sonrisa. El escocés contempló los vestidos y las ganas de la chica de probárselos, cosa que Luci parecía ya estar haciendo.- Adelante, no creo que pase nada por que os pongáis algo de ropa. Prometo que no voy a mirar.
>>Te queda bien ese vestido, Luci. Estás muy mono - la felicidad de ambos era muy contagiosa y cuando el chico sugirió que debería buscar algo para ponerse lanzó una sonrisa compungida.- Seguramente algo que me guste de ese armario sea algo que no me quede muy bien, ¿por qué no eliges tú algo por mí? - dijo dispuesto a ponerse cualquier cosa que el niño eligiese para hacerlo feliz.
Llegó Kolja y lo que dijo lo tentó mucho. Darse un baño caliente, recortarse la barba con unas tijeras... pero Luci consiguió devolverlo a Rocavarancolia.
-No creo que sea buena idea, Kolja. Aunque por desgracia suena genial. Si algo nos viene a perseguir prefiero correr sin temer por mi desnudez o resbalarme con suelo mojado. Gracias por avisar de todas formas - le dijo son una sonrisa de disculpa.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Palacete
13/04/20, 01:00 pm
Ante el entusiasmo de Kolja por aquellas tijeras se encogió de hombros y las dejó en su sitio por si el humano quería utilizarlas. Lo que no le resultó ya tan indiferente fue su otra intención. Suspiró. El humano había demostrado que a veces podía pensar con el cerebro, pero parecía que no podía hacerlo siempre. Se limitó a darse la vuelta y pretendía permanecer en las escaleras hasta que los demás decidiesen si les parecía lógico o no aquella nueva estupidez. Chromsa se acercó a Kradko y ella, no obstante, al parecer con inquietud al respecto. La enderth lo miró fijamente según hablaba. El ochrorio no había demostrado ser el más prudente de todos ellos a pesar de que le había dado una impresión distinta en un principio, y sobre todo había tenido la tendencia de seguir a Kolja sin cuestionárselo, pero allí estaba, llevándole la contraria de nuevo. Finalmente se encogió de hombros.
—Creo que es evidente lo que opino al respecto, pero no parece que la razón y la lógica sean demasiado bienvenidas entre algunos mamíferos, por lo que yo simplemente me quedaré por aquí y esperaré a que todo el mundo decida irse.
A pesar de lo que decía, se sintió terriblemente aliviada al comprobar que no solo Chromsa, también Luci y Alec estaban en contra de la idea de Kolja. Tal vez hubiera esperanza para los mamíferos después de todo.
—Creo que es evidente lo que opino al respecto, pero no parece que la razón y la lógica sean demasiado bienvenidas entre algunos mamíferos, por lo que yo simplemente me quedaré por aquí y esperaré a que todo el mundo decida irse.
A pesar de lo que decía, se sintió terriblemente aliviada al comprobar que no solo Chromsa, también Luci y Alec estaban en contra de la idea de Kolja. Tal vez hubiera esperanza para los mamíferos después de todo.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Palacete
13/04/20, 02:36 pm
Kradko escuchó la propuesta de Kolja, a su parecer extraña. Podía entender por qué necesitaba las tijeras, al fin y al cabo «debe ser muy incómodo llevar todos esos pelos en la cara». Lo que aún no podía entender es por qué tanta necesidad por bañarse. Y no solo por los mamíferos, es que todos menos ella lo hacían. Intentarlo no resultaría en una experiencia muy agradable para ella… podría hasta morir ahogada. Y, para ser sinceros, tampoco es que Kradko entendiera muy bien sobre higiene personal. No había mudado su caparazón en semanas. Como mínimo.
Otra cosa que no comprendía muy bien era la necesidad por estar siempre vestidos. «Hace frío, así que necesito la capa», pensó con el pragmatismo característico de los clinger. Si no fuera por esa circunstancia climatológica, no llevaría encima ni siquiera la capa. Pero hasta ella deducía que suponía bastante más que eso para los mamíferos. Lo veían como algo… estético. Y oh, sin duda los colores de esas prendas le parecían bonitos, pero no veía por qué aquello era tan importante.
—¿Qué hay de malo en correr desnudo? —preguntó en general, aunque se refería al comentario de Alec.
Otra cosa que no comprendía muy bien era la necesidad por estar siempre vestidos. «Hace frío, así que necesito la capa», pensó con el pragmatismo característico de los clinger. Si no fuera por esa circunstancia climatológica, no llevaría encima ni siquiera la capa. Pero hasta ella deducía que suponía bastante más que eso para los mamíferos. Lo veían como algo… estético. Y oh, sin duda los colores de esas prendas le parecían bonitos, pero no veía por qué aquello era tan importante.
—¿Qué hay de malo en correr desnudo? —preguntó en general, aunque se refería al comentario de Alec.
- Birdo
Ficha de cosechado
Nombre: Qirra
Especie: Parqia
Habilidades: Habilidad manual, Inmutabilidad, Imaginación.
Personajes : oof
oof
● Qirra: Parqia azulita con piedrecitas.
oof
Status : Feels bad man.
oof
Humor : Dorime
oof
Re: Palacete
13/04/20, 04:53 pm
oofCuando vió que el grupo subía las escaleras, los siguió sin pensarlo dos veces. Aún estaba cansada, pero no entraba en sus planes quedarse sola cerca de la puerta después de lo que había pasado.
oof
oofCuando llegaron al invernadero le sorprendió encontrar tal cantidad de vegetación en el interior de aquel edificio. Estuvo tonteando con las plantas, mirándolas desde arriba y desde abajo. Era posible que hubiese llegado a probar una hoja, tras lo cual la habría escupido por ser extremadamente amarga y se habría arrepentido de su decisión, aunque también era posible que aquella hoja ya tuviese un hueco con la forma exacta de su mandíbula antes de que ella llegase.
oof
oofTras esto, acabó siguiendo a Luci, Kahlo y Alec escaleras arriba cuando Kolja propuso que se separasen para explorar el lugar. Llegaron a una habitación que pareció agradar enormemente a sus compañeros exploradores. Había ropa guardada, ropa bonita y de colores. Luci no se lo pensó dos veces antes de probarse alguna prenda. Qirra no tenía claro para qué servía la ropa, pero tenía curiosidad por ella, así que se puso a trastear en algún cajón en busca de algo que ponerse. Quizá así descubriría el por qué de llevar ropa. Mientras tenía la cabeza metida en un cajón, Kolja apareció por la puerta para comunicarles el descubrimiento del otro grupo, un baño con agua caliente. No estaba especialmente interesada en darse un baño, y menos aún con agua caliente, así que no prestó mucha atención al vikingo. Lo que sí le sorprendió fue la negativa por parte de Luci. Al igual que Kradko, Qirra tampoco tenía claro cuál era el problema de correr desnudo, aunque podía llegar a entender lo de resbalarse con el agua. El suelo que pisaban era especialmente resbaladizo. Cuando sacó la cabeza del cajón para escuchar la conversación, llevaba puesto un bombín pequeñito un poco ladeado, aunque no era completamente consciente de ello. El sombrero era totalmente negro y contrastaba con el tono claro de sus escamas. A la pregunta de Kradko sobre correr desnudos, Qirra añadió:
—¿Para qué sirve la ropa?
oof
oofCuando llegaron al invernadero le sorprendió encontrar tal cantidad de vegetación en el interior de aquel edificio. Estuvo tonteando con las plantas, mirándolas desde arriba y desde abajo. Era posible que hubiese llegado a probar una hoja, tras lo cual la habría escupido por ser extremadamente amarga y se habría arrepentido de su decisión, aunque también era posible que aquella hoja ya tuviese un hueco con la forma exacta de su mandíbula antes de que ella llegase.
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oofTras esto, acabó siguiendo a Luci, Kahlo y Alec escaleras arriba cuando Kolja propuso que se separasen para explorar el lugar. Llegaron a una habitación que pareció agradar enormemente a sus compañeros exploradores. Había ropa guardada, ropa bonita y de colores. Luci no se lo pensó dos veces antes de probarse alguna prenda. Qirra no tenía claro para qué servía la ropa, pero tenía curiosidad por ella, así que se puso a trastear en algún cajón en busca de algo que ponerse. Quizá así descubriría el por qué de llevar ropa. Mientras tenía la cabeza metida en un cajón, Kolja apareció por la puerta para comunicarles el descubrimiento del otro grupo, un baño con agua caliente. No estaba especialmente interesada en darse un baño, y menos aún con agua caliente, así que no prestó mucha atención al vikingo. Lo que sí le sorprendió fue la negativa por parte de Luci. Al igual que Kradko, Qirra tampoco tenía claro cuál era el problema de correr desnudo, aunque podía llegar a entender lo de resbalarse con el agua. El suelo que pisaban era especialmente resbaladizo. Cuando sacó la cabeza del cajón para escuchar la conversación, llevaba puesto un bombín pequeñito un poco ladeado, aunque no era completamente consciente de ello. El sombrero era totalmente negro y contrastaba con el tono claro de sus escamas. A la pregunta de Kradko sobre correr desnudos, Qirra añadió:
—¿Para qué sirve la ropa?
upper secret oof
secret oof
Embeces la bida no es como keremos
secret oof
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Palacete
13/04/20, 06:58 pm
Kahlo sonrió un poco, algo incómoda por el cumplido de Alec. Era algo que había oído de tantos hombres en contextos similares en su vida que casi arruga la nariz. Aún así procuró que el corte no se notase. Tampoco le importó que Luci se cambiase ahí mismo, aunque sí que le subió el pudor por imaginarse haciéndolo ella misma. Sin embargo, descubrió pronto que no tendría porqué: había un biombo de telas blancas plegado en una esquina discreta y a Kahlo se le iluminaron los ojos al verlo, yendo sin dilación a estirarlo.
—¿Verdad que sí? —respondió al pelirrosa, volviendo a por su ropa—. El tuyo...
Se calló, analizándole en silencio unos segundos, concretamente al conjunto. Era... demasiado. Quizás para una obra de teatro o ballet estuviera bien, y desde luego que era de un acabado exquisito, pero demasiado revelador para lo que la granta acostumbraba. No quería herir a Luci de ninguna manera, así que se tragó todo su alarme, opiniones tiquismiquis y prejuicios al hablar, sonriendo:
—Te queda precioso.
Iba a darle la razón y motivar a Alec para que buscase algo de su agrado, pero justo entonces entró Kolja. Suerte para ella que el resto habló antes, había desconectado tantísimo que de no ser porque le refrescaron la memoria de donde se encontraban que habría dicho que sí de cabeza. Se escondió tras el biombo, avergonzada por lo que podría haber pasado y la ilusión tonta que le acababan de disipar, procediendo a cambiarse en silencio. Se había bañado esa misma mañana, pero no era lo mismo hacerlo en el torreón que en una bañera de verdad. Y gracias a los santos estaba ese biombo ahí, sino literalmente todo el grupo la habría visto en paños menores. Las preguntas (en su opinión) tontas de Kradko y Qirra le hicieron rodar los ojos, pero tampoco esperaba que dos criaturas como ellas lo entendieran. No respondería de primeras, consciente de la bordería que podía soltar en caliente.
Kahlo salió, luciendo un elegante vestido de noche de color azul oscuro, de mangas largas abombadas transparentes y cuello y talle alto. De la cintura para abajo tenía flores estampadas, de tonos cálidos pero sobrios, a juego con la tela base. Naranja, ocre, blanco, turquesa oscuro y un azul más brillante como contraste. A diferencia del de Luci, el suyo llegaba hasta los tobillos. Al verse en el espejo su sonrisa se extendió al punto en el que le dolió la cara. Dio un par de vueltas sobre sí misma, incapaz de apartar la mirada del reflejo por como ondeaba el vuelo. Le quedaba un poco grande, pero no era nada que no se pudiera reajustar con unas puntadas. Tenía ganas de coger a Luci y a Alec de las manos y dar saltitos.
—¡Sirve para esto! —respondió, ahora sí, de buen humor, dando una última vueltecita. Luego se acercó a Qirra, emitiendo una pequeña carcajada al verla con sombrero. Se agachó para colocárselo mejor—. Sirve para sentirte bien, para expresarte, para taparte y verte elegante, para calentarte o protegerte. Sirve para muchas cosas. Y aunque no nos bañemos, ¿no queréis probaros algo? —preguntó en general.
—¿Verdad que sí? —respondió al pelirrosa, volviendo a por su ropa—. El tuyo...
Se calló, analizándole en silencio unos segundos, concretamente al conjunto. Era... demasiado. Quizás para una obra de teatro o ballet estuviera bien, y desde luego que era de un acabado exquisito, pero demasiado revelador para lo que la granta acostumbraba. No quería herir a Luci de ninguna manera, así que se tragó todo su alarme, opiniones tiquismiquis y prejuicios al hablar, sonriendo:
—Te queda precioso.
Iba a darle la razón y motivar a Alec para que buscase algo de su agrado, pero justo entonces entró Kolja. Suerte para ella que el resto habló antes, había desconectado tantísimo que de no ser porque le refrescaron la memoria de donde se encontraban que habría dicho que sí de cabeza. Se escondió tras el biombo, avergonzada por lo que podría haber pasado y la ilusión tonta que le acababan de disipar, procediendo a cambiarse en silencio. Se había bañado esa misma mañana, pero no era lo mismo hacerlo en el torreón que en una bañera de verdad. Y gracias a los santos estaba ese biombo ahí, sino literalmente todo el grupo la habría visto en paños menores. Las preguntas (en su opinión) tontas de Kradko y Qirra le hicieron rodar los ojos, pero tampoco esperaba que dos criaturas como ellas lo entendieran. No respondería de primeras, consciente de la bordería que podía soltar en caliente.
Kahlo salió, luciendo un elegante vestido de noche de color azul oscuro, de mangas largas abombadas transparentes y cuello y talle alto. De la cintura para abajo tenía flores estampadas, de tonos cálidos pero sobrios, a juego con la tela base. Naranja, ocre, blanco, turquesa oscuro y un azul más brillante como contraste. A diferencia del de Luci, el suyo llegaba hasta los tobillos. Al verse en el espejo su sonrisa se extendió al punto en el que le dolió la cara. Dio un par de vueltas sobre sí misma, incapaz de apartar la mirada del reflejo por como ondeaba el vuelo. Le quedaba un poco grande, pero no era nada que no se pudiera reajustar con unas puntadas. Tenía ganas de coger a Luci y a Alec de las manos y dar saltitos.
—¡Sirve para esto! —respondió, ahora sí, de buen humor, dando una última vueltecita. Luego se acercó a Qirra, emitiendo una pequeña carcajada al verla con sombrero. Se agachó para colocárselo mejor—. Sirve para sentirte bien, para expresarte, para taparte y verte elegante, para calentarte o protegerte. Sirve para muchas cosas. Y aunque no nos bañemos, ¿no queréis probaros algo? —preguntó en general.
- ♪♫♬:
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia. Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Palacete
13/04/20, 09:42 pm
Kolja negó con la cabeza ante las palabras de Luci.
-No es por estar o no sudado, es más bien por el hecho de poder darse un baño de verdad, con agua caliente y que salga de un grifo- explicó.
Lo que si le hizo pensárselo dos veces, salir de aquella especie de sueño en el que le había transportado el descubrir la bañera, fueron las palabras de Alec. Tenía toda la razón, aunque lo deseaba con ganas, no era una decisión inteligente darse un baño en aquel lugar, podía ser incluso peligroso.
-Supongo que tienes razón Alec, no es el lugar ni el momento- admitió.
Por lo que todavía podía emocionarse era por las tijeras que había encontrado Lethe, así que dándole las gracias a Luci por aceptar buscarle un modelito le pidió que le diese un momento para arreglarse la barba primero y se dirigió de vuelta al baño.
Como todos le habían seguido a la habitación, el baño estaba otra vez vacío. Con un suspiro de pesar, se remangó una manga y metió la mano en el agua templada para quitar el tapón y vaciar la bañera. Las tijeras estaban al lado del lavamanos y con un gesto casi reverencial, Kolja las cogió y se miro en el espejo.
No estaba tan mal como podría haber pensado, pero algunos pelos rebeldes salían de la barba como escarpias, así que con paciencia, Kolja fue recortando poco a poco hasta que consiguió devolverla a como había estado el día que llegó a Rocavarancolia. Husmeando un poco, incluso logró encontrar un peine de púas muy juntas con el que se la peino y repeino. Una vez hubo acabado, cogió los anillos y fue poniéndoselos en sendas trencitas bajo su barbilla. Mucho más contento ahora que tenía la barba bien cuidada, volvió a la habitación con el resto para ponerse en manos de Luci.
-No es por estar o no sudado, es más bien por el hecho de poder darse un baño de verdad, con agua caliente y que salga de un grifo- explicó.
Lo que si le hizo pensárselo dos veces, salir de aquella especie de sueño en el que le había transportado el descubrir la bañera, fueron las palabras de Alec. Tenía toda la razón, aunque lo deseaba con ganas, no era una decisión inteligente darse un baño en aquel lugar, podía ser incluso peligroso.
-Supongo que tienes razón Alec, no es el lugar ni el momento- admitió.
Por lo que todavía podía emocionarse era por las tijeras que había encontrado Lethe, así que dándole las gracias a Luci por aceptar buscarle un modelito le pidió que le diese un momento para arreglarse la barba primero y se dirigió de vuelta al baño.
Como todos le habían seguido a la habitación, el baño estaba otra vez vacío. Con un suspiro de pesar, se remangó una manga y metió la mano en el agua templada para quitar el tapón y vaciar la bañera. Las tijeras estaban al lado del lavamanos y con un gesto casi reverencial, Kolja las cogió y se miro en el espejo.
No estaba tan mal como podría haber pensado, pero algunos pelos rebeldes salían de la barba como escarpias, así que con paciencia, Kolja fue recortando poco a poco hasta que consiguió devolverla a como había estado el día que llegó a Rocavarancolia. Husmeando un poco, incluso logró encontrar un peine de púas muy juntas con el que se la peino y repeino. Una vez hubo acabado, cogió los anillos y fue poniéndoselos en sendas trencitas bajo su barbilla. Mucho más contento ahora que tenía la barba bien cuidada, volvió a la habitación con el resto para ponerse en manos de Luci.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- InvitadoInvitado
Re: Palacete
15/04/20, 05:46 pm
La idea del baño quedó descartada, así que Luci pudo centrarse en empaparse bien de los cumplidos que recibía. El vestido era muy cómodo y le gustaba el efecto de la falda cada vez que se movía, deseaba poder llevárselo al torreón, aunque con el jabón malo y el agua de pozo seguro que acabaría estropeándose. Kahlo se vistió tras un biombo y en cuanto salió Luci soltó un chillido ilusionado.
-¡Te queda perfecto! ¡Estás preciosa! ¿Vas a ponerte algún complemento? -preguntó señalando el tocador con todos los cajones abiertos.
A Qirra y Kradko se les escapaba el uso de la ropa. En cierto modo Luci lo comprendía por su fisionomía y los climas en los que vivían, aunque se le escapaba el porqué no usaban adornos por lo menos.
-Nosotros no tenemos caparazón ni plumas ni escamas -le dijo a Kradko -Además, la ropa es divertida. Puedes expresarte con ella, puedes usar un montón de texturas agradables y colores… ¿Por qué no te pruebas algo?
Qirra estaba sorprentemente adorable con el bombín y Luci se lo dijo. Le buscó una pluma grande de color magenta para añadirle y una capa con forro de raso con la que dudaba pudiese andar muy bien pero como no iban a ir a ningún sitio daba igual. Ya que se lo habían pedido, también eligió algo para Alec y Kolja. Al pelirrojo le dio una chaqueta verde con bordado de espiga en las solapas y al rubio una casaca roja larga hasta los pies. No se le pasó que Kolja se había arreglado la barba; podría mejorar pero estaba mucho mejor así. Mientras buscaba algún adorno que darle a los chicos en la cómoda encontró una pajarita que no dudó en ofrecerle a Lethe, que no iba a poder librarse de la improvisada fiesta de disfraces.
-¡Te queda perfecto! ¡Estás preciosa! ¿Vas a ponerte algún complemento? -preguntó señalando el tocador con todos los cajones abiertos.
A Qirra y Kradko se les escapaba el uso de la ropa. En cierto modo Luci lo comprendía por su fisionomía y los climas en los que vivían, aunque se le escapaba el porqué no usaban adornos por lo menos.
-Nosotros no tenemos caparazón ni plumas ni escamas -le dijo a Kradko -Además, la ropa es divertida. Puedes expresarte con ella, puedes usar un montón de texturas agradables y colores… ¿Por qué no te pruebas algo?
Qirra estaba sorprentemente adorable con el bombín y Luci se lo dijo. Le buscó una pluma grande de color magenta para añadirle y una capa con forro de raso con la que dudaba pudiese andar muy bien pero como no iban a ir a ningún sitio daba igual. Ya que se lo habían pedido, también eligió algo para Alec y Kolja. Al pelirrojo le dio una chaqueta verde con bordado de espiga en las solapas y al rubio una casaca roja larga hasta los pies. No se le pasó que Kolja se había arreglado la barba; podría mejorar pero estaba mucho mejor así. Mientras buscaba algún adorno que darle a los chicos en la cómoda encontró una pajarita que no dudó en ofrecerle a Lethe, que no iba a poder librarse de la improvisada fiesta de disfraces.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Palacete
16/04/20, 02:02 am
La respuesta que esperaba es la que llegó, desde luego. Lethe dejó entrever lo que pensaba y eso confirmaba que el ochrorio no estaba exagerando con lo que pensaba hacer el terrestre. -Está bien. Voy a buscarlo, a ver si le puedo hacer entender eso.- dijo mientras salía de la habitación.
Ya fuera bajó un poco más las escaleras hasta que estuvo enfrente de la habitación en la que vio entrar al otro grupo. Además, se confirmaba que no se estaba equivocando porque la puerta no estaba cerrada del todo. Chromsa se preparó mentalmente lo que iba a decir durante unos instantes y, decidido, entró en la habitación. -Kolja, quería hablarte de tu idea de...- No pudo terminar la frase. El ochrorio, si bien después se pudo fijar en lo elegante que era la sala, no pudo evitar centrar su atención en sus compañeros, en concreto en Kahlo. A ojos de él, el vestido le quedaba de maravilla, realzando más aún la elegancia que solía tener. Lo único que pudo decir fue un tanto tímido: -Estás preciosa, Kahlo.- Notó también que se había sonrojado un poco. Rápidamente, mientras rompía ese trance inicial mirando al resto, añadió: -Tú también estás muy guapo Luci.-
Chromsa se limitó a quedarse allí sin sacar el tema por el que había entrado, principalmente porque ya el resto se estaba encargando de hacer entrar en razón a Kolja. Le agradaba saber que todos pensaban lo mismo. Más tarde tanto Kradko como una elegante Qirra (no pudo evitar sonreir al ver a la lagarta con un bombín) hicieron dos comentarios bastante interesantes a los que junto al resto puso su parte: -Es eso, la ropa la utilizamos como protección contra el frío como función más básica, aunque como han dicho Kahlo y Luci puede ser mucho más. Prácticamente la ropa de cada uno es una seña de identidad al igual que su personalidad, por ejemplo.-
Entonces se propuso que todos se probaran algo de ropa. El ochrorio estaba muy aferrado a sus ropajes, aunque la idea de verse tan elegante le atraía mucho. Un tanto tímido dijo: Bueno, podría probarme algo. Aunque si no es molestia necesitaría consejo... No se me da muy bien combinar ropa.- Esperó entonces mientras que al resto les iban dando trajes y complementos para ponerse. Desde luego, en aquel momento parecían todos los dueños de aquel lugar llevando aquellas prendas tan lujosas.
Ya fuera bajó un poco más las escaleras hasta que estuvo enfrente de la habitación en la que vio entrar al otro grupo. Además, se confirmaba que no se estaba equivocando porque la puerta no estaba cerrada del todo. Chromsa se preparó mentalmente lo que iba a decir durante unos instantes y, decidido, entró en la habitación. -Kolja, quería hablarte de tu idea de...- No pudo terminar la frase. El ochrorio, si bien después se pudo fijar en lo elegante que era la sala, no pudo evitar centrar su atención en sus compañeros, en concreto en Kahlo. A ojos de él, el vestido le quedaba de maravilla, realzando más aún la elegancia que solía tener. Lo único que pudo decir fue un tanto tímido: -Estás preciosa, Kahlo.- Notó también que se había sonrojado un poco. Rápidamente, mientras rompía ese trance inicial mirando al resto, añadió: -Tú también estás muy guapo Luci.-
Chromsa se limitó a quedarse allí sin sacar el tema por el que había entrado, principalmente porque ya el resto se estaba encargando de hacer entrar en razón a Kolja. Le agradaba saber que todos pensaban lo mismo. Más tarde tanto Kradko como una elegante Qirra (no pudo evitar sonreir al ver a la lagarta con un bombín) hicieron dos comentarios bastante interesantes a los que junto al resto puso su parte: -Es eso, la ropa la utilizamos como protección contra el frío como función más básica, aunque como han dicho Kahlo y Luci puede ser mucho más. Prácticamente la ropa de cada uno es una seña de identidad al igual que su personalidad, por ejemplo.-
Entonces se propuso que todos se probaran algo de ropa. El ochrorio estaba muy aferrado a sus ropajes, aunque la idea de verse tan elegante le atraía mucho. Un tanto tímido dijo: Bueno, podría probarme algo. Aunque si no es molestia necesitaría consejo... No se me da muy bien combinar ropa.- Esperó entonces mientras que al resto les iban dando trajes y complementos para ponerse. Desde luego, en aquel momento parecían todos los dueños de aquel lugar llevando aquellas prendas tan lujosas.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Palacete
17/04/20, 09:28 pm
Kahlo agarró la falda de su vestido e hizo una reverencia casi perfecta cuando recibió los cumplidos de Luci y Chromsa. Casi, porque no había tanta seriedad en sus gestos ni la necesidad de que su pose fuera formal y calculada. No estaba delante del alcalde de la ciudad, ni delante de los empleados de sus padres ni de ningún empresario rico, estaba delante de un puñado de seres de otros mundos en un palacio deshabitado. Había recuperado parte del amor propio que la ciudad le había arrebatado y solo quería pasar un buen rato, no le importaba demostrar lo feliz que se sentía.
—Agradecida me hallo por tan lindas palabras —respondió todo lo fina que pudo para luego delatarse con una risita. ¿Por qué ser tan pomposa le resultaba tan divertido de repente? Los ojos le brillaron por la propuesta del daeliciano—. ¡Claro! Y no solo eso... ¿Qué tal si tú te encargas de la ropa y yo de los complementos? Vais a quedar dignos de enmarcar.
Le daban igual sus discrepancias de estilo con Luci, la ropa era tan bonita que difícilmente le haría llevarse las manos a la cabeza una elección cuestionable. Mientras no sacasen lencería ni mezclasen rosa con rojo...
Kahlo por su parte rebuscó en los cajones del tocador. No solo encontró joyas y accesorios, sino que dio con peines, pinzas, cintas, espejos de mano, pintauñas e incluso maquillaje. Todo estaba nuevo, como de exposición, lo cual le extrañó sobremanera. Las plantas estaban cuidadas, todo estaba limpio y las camas hechas, si de verdad vivía alguien ahí, ¿por qué había cosas sin usar? Tras unos segundos de duda se arriesgó a estrenarlo. La granta se puso algo de colorete y tapó pequeñas imperfecciones con base y polvos, usando el maquillaje de manera que no se notase que había sido usado. No tocó los pintalabios, porque a parte de ser más evidentes le daba bastante más grima. Si Luci quería le peinaría y maquillaría ella misma, sino dejaría que lo hiciera él. Y por supuesto, se encargó de seleccionar los accesorios que más pegaban con las ropas de sus compañeros, desplegando las posibilidades sobre el mueble para dejarles elegir: sombreros, corbatas, pajaritas, broches, pulseras, pendientes y anillos. Kahlo les daría minidiscursos sobre las prendas que había elegido y su opinión en cuales veía mejor. Suerte para todos que no había ninguna piedra roja incrustada en ellas.
Le costaría quitarse el vestido y la boina, dejar el hermoso colgante a juego que había elegido y no llevarse más que un puñado de hojas de crasa, pero bajo la promesa de volver la varmana se sentía un poco más fuerte. Y era esa fuerza junto con el dulce recuerdo de aquel día lo que la animaría todo el camino de vuelta.
—Agradecida me hallo por tan lindas palabras —respondió todo lo fina que pudo para luego delatarse con una risita. ¿Por qué ser tan pomposa le resultaba tan divertido de repente? Los ojos le brillaron por la propuesta del daeliciano—. ¡Claro! Y no solo eso... ¿Qué tal si tú te encargas de la ropa y yo de los complementos? Vais a quedar dignos de enmarcar.
Le daban igual sus discrepancias de estilo con Luci, la ropa era tan bonita que difícilmente le haría llevarse las manos a la cabeza una elección cuestionable. Mientras no sacasen lencería ni mezclasen rosa con rojo...
Kahlo por su parte rebuscó en los cajones del tocador. No solo encontró joyas y accesorios, sino que dio con peines, pinzas, cintas, espejos de mano, pintauñas e incluso maquillaje. Todo estaba nuevo, como de exposición, lo cual le extrañó sobremanera. Las plantas estaban cuidadas, todo estaba limpio y las camas hechas, si de verdad vivía alguien ahí, ¿por qué había cosas sin usar? Tras unos segundos de duda se arriesgó a estrenarlo. La granta se puso algo de colorete y tapó pequeñas imperfecciones con base y polvos, usando el maquillaje de manera que no se notase que había sido usado. No tocó los pintalabios, porque a parte de ser más evidentes le daba bastante más grima. Si Luci quería le peinaría y maquillaría ella misma, sino dejaría que lo hiciera él. Y por supuesto, se encargó de seleccionar los accesorios que más pegaban con las ropas de sus compañeros, desplegando las posibilidades sobre el mueble para dejarles elegir: sombreros, corbatas, pajaritas, broches, pulseras, pendientes y anillos. Kahlo les daría minidiscursos sobre las prendas que había elegido y su opinión en cuales veía mejor. Suerte para todos que no había ninguna piedra roja incrustada en ellas.
Le costaría quitarse el vestido y la boina, dejar el hermoso colgante a juego que había elegido y no llevarse más que un puñado de hojas de crasa, pero bajo la promesa de volver la varmana se sentía un poco más fuerte. Y era esa fuerza junto con el dulce recuerdo de aquel día lo que la animaría todo el camino de vuelta.
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