Ruinas de Margalar

Asiento con brusquedad y hago una mueca de dolor. Malditas quemaduras...
Se pone a mi espalda y se pega a mi para ponerse los pantalones. Contengo la respiración cuando me dice que quizá se está fijando en...en...bueno, en "eso".
-No...no hay ropa interior...vaya...vaya...

Me pego más por detrás y agarro una camiseta de la bolsa. Me cambio mi camiseta y salgo de la habitación en busca del libro. Dándole un momento para vestirse, ya le he incomodado bastante, por ahora. Lo encuentro encima de la mesa de la cocina y lo llevo de vuelta al baño.
- Aquí, podríamos encontrar algo contra las quemaduras - digo - algún tipo de hierba o algo que esté en el río y nos calme un poco - añado mientras me miro el froto y suspiro.

Me visto y abi se va. Suspiro y me calmo. Vuelve al rato con el libro que traje.
-Sí...tienes razón...
Lo cojo y lo abro. Abi y jo juntamos las cabezas para mirarlo.

- Aquí pone que hay que taparlas con compresas frías... que la grasa animal protege... remedios caseros... mmm... tomate, manzana, zanahoria, aloe... lavanda - leo en alto.
Me acerco hasta las cestas y saco algo de fruta y un poco de carne, a ésta última le quito la grasa. Después cojo trapos y los meto en agua fría.

Mientras Abi enfria algo de fruta y grasa, yo sigo buscando más remedios en el libro. Aunque encuentro algunos remedios a enfermedades, nada de lo que buscamos se encuentra ahi.

Hecho una mirada de reojo al libro mientras sigo paso tras paso como curar las quemaduras y las ampollas. Y lo trato en el brazo de Aníbal con todo lo que tengo a mi disposición.
-¿Qué tal, más tranquilo? - le pregunto con doble sentido mientras miro como ha quedado mi vendaje.

La miro de reojo.
-Sí...ahora no tengo motivos para ponerme nervioso...-digo. Esbozo una sonrisa.
Me trata las heridas.
-Gracias, Abi. Mucho mejor.-digo, agradecido.
Examino sus heridas. Repito la operación que ha hecho conmigo y le vendo lo mejor que puedo las zonas más afectadas.
-¿Qué? ¿Mejor?-pregunto.

- Sí - le digo más animada - escocían... - lo dejo correr.
Me quedo un momento pensativa mientras me cruzo los brazos por debajo del pecho.
- ¿Y por qué ibas a estar nervioso? - pregunto.

La miro a los ojos.
-Pues...porque tenia a una chica preciosa desnuda enfrente mio.-suelto de un tirón. Me arrepiento al instante de haber sido tan directo-. Por...por eso...

Me río ante su comentario.
- Yo no me puse muy nerviosa... a veces me pasa... ¿sabes? actúo sin pensar - respondo - quizás por eso me paseé por ahí solo con la camiseta, si llego a pensarlo no lo hago.
- Oh, sí.
Me echo el pelo hacia atrás.
- No me ha disgustado el baño conjunto, tal vez algún día podamos repetir y se te pase el nerviosismo, ¿vale? - digo intentando ponerle nervioso mientras me apoyo en la mesa.

La miro y sonrio.
-Si quieres...-vuelvo a sonrojarme.
Pienso en lo que me dice. Igual no se pone nerviosa porque ha pasado casi toda su vida sola...no sabe lo que puede pasar...muevo la cabeza para espantar estos pensamientos. Decido que es hora de ahondar en su vida.
-Oye, tú...en la Tierra...¿tenias pareja?-pregunto.

- No, he llegado a tenre muchos amigos si me daba por salir de paseo por la noche, pero nunca he tenido novio - dije pensándolo - aparte al rato de estar conmigo, los espantaba... ni lo preguntes - sonreí.
Lo miro de vuelta.
- ¿Y tú? - le pregunto picarona - alguna que haya observado... hmmm ¿que te haya visto atractivo? - solté evitando reirme.

Me río.
-No, nunca he tenido novia...
La miro, sorprendido.
-¿Los espantabas? ¿Y eso?-la miro con ojos brillantes-. A mi no me has espantado aún, Abi...si quieres que te diga la verdad...yo...-respiro hondo antes de decir lo siguiente. Lo he metido en la conversación de un modo muy torpe, pero me da igual. Tengo que decirselo cuanto antes. Esta ciudad puede quitarme la oportunidad-. Yo te quiero, Abi...

- No soy una chica de compañía - le dije - aparte que cuando notaban... digamoslo, inferioridad acababan por salir por patas. No estoy acostumbrada a relaciones, a veces sin quererlo soy muy liberal cuando debería ser vergonzosa. En fin...
Le devuelvo una mirada profunda ante sus palabras, ahora la que se ha quedado cortada soy yo.
- Me conoces de unos días... - le dije - ¿y ya me quieres? Quizás debieras de tener más momentos de nerviosismo conmigo para saber si me quieres o me necesitas o algo...

La miro y niego con la cabeza.
-Me habia enamorado en la tierra (aunque no fue reciproco)...y no era nada parecido a lo que siento ahora...Abi, estoy seguro. No importan cuantos "momentos de nerviosismo" pasen...estoy totalmente convencido de que te necesito...

Me quedo tremendamente pensativa ante lo que me ha dicho, no me lo esparaba y no estoy preparada para contestarle. Simplemente no puedo.
- No sé que decir... - le dije - tal vez te sientas decepcionado conmigo según pase el tiempo... no te puedo asegurar que sepa corresponderte... yo solo siento deseo, Aníbal... al menos en el baño, lo he sentido. Pero no sé si algo más, no lo he sentido nunca...