Ruinas de Margalar

Llego y parece que estamos a salvo...¿lo parece?
-¡Joder!
Me duele la piel...me duele...miro a Abi y veo que se le deshace la ropa, pero antes de poder sentirme avergonzado, veo...
-¡La piel! ¡Se nos deshace!
Echamos a correr hacia el baño. Llegamos a la vez y saco un cubo, que lleno de agua. La tiro por encima de Abi y repiro la operación conmigo.

Después del baño le hago meterse dentro de la ducha conmigo y pongo el chorro de agua bien fría. Poco a poco se me pasa el escozor y me recuesto contra la pared mojada. Ni le miro, estoy entre avergonzada y rabiosa por lo de los bichos.

Estamos los dos en el baño. Poco a poco, nos deshacemos de esta sustancia que nos corroe la piel. Cierro los ojos y agradezco la rapidez con que hemos actuado. A saber que nos hubiese pasado...
Abro los ojos y me doy cuenta de algo...¡los do estamos desnudos!
-Em...-me sonrojo. Me he quedado sin nada que decir...Aparto mi mirada de ciertas zonas de su cuerpo.

La temperatura de la habitación comienza a subir, así que medio cubriéndome recojo mi otra ropa, que aún a pesar de estar mojada es mi ropa y seguro que no se deshace. Me pongo la parte de arriba pero pronto se me vuelve a mojar y medio se me transparenta. Me siento en el suelo de la ducha y me tapo como puedo con ella.
- Qué situación... lo siento, la culpa es mía - digo más colorada que un tomate.

Trago saliva. No sé dónde está mi otra ropa...así que me cubro como puedo con mis manos.
-No...no tienes porqué disculparte de nada...-logro decir. Veo que se tapa con su otra ropa, pero se le transparenta...me pongo aún más rojo si cabe. Nunca he estado en una situación así y me quedo clavado en el sitio, sin poder mover un músculo. Trato de salir del baño, pero mis piernas no me responden. Y así me quedo: desnudo y quieto enfrente de Abi.
"Pero, ¿qué te pasa estúpido? Muévete, imbécil!" me digo a mi mismo.

Una sonrisa tonta se me pinta en la cara y le miro de reojo.
- Tienes buen cuerpo - dejo caer el comentario.
Tras estirar a más no poder mi camiseta de tirantes fijo que de eso no se recupera, salí.
Regresé con la bolsa de la ropa, no sabría como calificar la situación.
Así que opté por las miradas de reojo y pensé en aprovecharme un poco.
- ¿Quieres la ropa? - le dije al lado de la puerta - aquí la tienes.

Trago saliva.
-Em...vale...
Sin dejar de taparme con una mano, salgo lentamente del baño y me acerco a Abi. Trato de mirar sólo a la bolsa, pero me es imposible. Voy mirando de reojo su cuerpo.
Me voy moviendo con mucha dificultad por las quemaduras. Alargo la mano hacia la bolsa.

Evito reirme para no ponerle más nervioso. Pero no me corto en las miradas y veo como no encuentra nada en la bolsa. Así que saco una camiseta que veo de su talla y se la ofrezco mientras pienso: Vaya, qué raro... estoy sin bragas y él decide vestirse
Levanto una ceja disimuladamente y le vuelvo a ofrecer la camiseta.
- No sé si habrá ropa interior... -comento.

Trago saliva de nuevo. No caigo en lo que quiere decir su comentario hasta que...oh, vaya.
-Va...vale...
Mis ojos se van cada dos por tres..."ahi". Noto que algo se me "levanta" poco a poco. Me giro con brusquedad y suelto un grito ahogado por culpa de las quemaduras.
-Abi...¿no hay ropa interior? ¿Seguro?-pregunto con la voz entrecortada.
Giro levemente mi cabeza aunque mi consciente no ha dado la orden. No puedo evitarlo...

- No recuerdo haber metido ropa interior en las bolsas - le digo - aparte ¿para qué la necesitas? Mientras haya un pantalón... A no ser que te moleste que vaya sin bragas - añado mirandole a los ojos buscando algún atisbo de negación que no encuentro.
Me miro los brazos y los tengo algo quemados. Me fijo en Aníbal está casi igual.
- No quiero volver a ése barrio - digo mientras me apoyo en la pared - aunque ahora ya no tengo ganas de entrenar...

-No...no me molesta...es decir, si...o...-¿por qué no puedo dar una respuesta coherente?
Me pongo la camisa. Respiro hondo para calmarme y me giro. No funciona, sigo estando como un tomate.
-Ya...yo tampoco quiero volver allí...-digo.

Me sonrío al ver que el comentario le ha puesto nervioso.
- A mi no me importa que vayas sin boxers ... - comento - no me estoy fijando en eso - digo mientras le miro a la cara - o sí.
Rebusco entre la mochila.
- Mira unos pantalones de mi talla - digo - pero no hay bragas ni sujetadores... espera.
Me pongo detrás de él y me comienzo a poner los pantalones mientras que me pego a su espalda para que no me vea desnuda.

Asiento con brusquedad y hago una mueca de dolor. Malditas quemaduras...
Se pone a mi espalda y se pega a mi para ponerse los pantalones. Contengo la respiración cuando me dice que quizá se está fijando en...en...bueno, en "eso".
-No...no hay ropa interior...vaya...vaya...

Me pego más por detrás y agarro una camiseta de la bolsa. Me cambio mi camiseta y salgo de la habitación en busca del libro. Dándole un momento para vestirse, ya le he incomodado bastante, por ahora. Lo encuentro encima de la mesa de la cocina y lo llevo de vuelta al baño.
- Aquí, podríamos encontrar algo contra las quemaduras - digo - algún tipo de hierba o algo que esté en el río y nos calme un poco - añado mientras me miro el froto y suspiro.

Me visto y abi se va. Suspiro y me calmo. Vuelve al rato con el libro que traje.
-Sí...tienes razón...
Lo cojo y lo abro. Abi y jo juntamos las cabezas para mirarlo.

- Aquí pone que hay que taparlas con compresas frías... que la grasa animal protege... remedios caseros... mmm... tomate, manzana, zanahoria, aloe... lavanda - leo en alto.
Me acerco hasta las cestas y saco algo de fruta y un poco de carne, a ésta última le quito la grasa. Después cojo trapos y los meto en agua fría.