Torreón Maciel (Archivo IV)
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Red
23 participantes
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Torreón Maciel (Archivo IV)
10/09/12, 07:00 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El paseo terminó frente a un edificio de piedra azulada. En el pasado debía de haber tenido cuatro plantas, pero ahora, el edificio estaba coronado por el esqueleto de algún animal marino. El idrino se quedo mirando la estructura, bastante asombrado. Su mirada se posó en una de las cadenas rotas del puente levadizo, y supuso que si hacían de aquel lugar su refugio, habría que arreglarla de alguna manera. El norteño comprobó la estabilidad del puente, y lo atravesó a paso rápido, llegando hasta las puertas, que para su sorpresa, estaban entreabiertas.
Saren entró en el edificio el primero, y mientras recorría el corredor que daba a la planta baja observando las pintadas de los muros en silencio, sus compañeros entraron detrás de él, cerrando las puertas cuando el último miembro del grupo estuvo dentro. El idrino se encontró en una gran estancia que, debido al aire enrarecido y por la capa de polvo intacta, debía de llevar abandonada varias semanas. Una mesa grande, unas cuantas sillas, y varios sillones bastante raídos, eran el principal mobiliario de aquella planta. A un lado de la estancia había una cocina, con una pequeña encimera, un horno de leña, y varios fogones de hierro, ademas de unos armarios de madera, que supuso llenos de algunos cacharros y bastantes telarañas.
Saren dejo la cesta que llevaba en la encimera, y se encaminó a las escaleras, dispuesto a ver que había arriba. No tardó en recorrer las dos plantas superiores, bajando para informar que en la segunda había una especie de estudio con estanterías vacías y un cuarto con barreños de latón para asearse; y que en la tercera había varios cuartos comunales con unas cuantas camas de aspecto cochambroso. No había subido al piso ocupado por el gran esqueleto, pero informo de que había oído algún que otro aleteo a través del techo de la tercera planta. Había baúles y armarios en as habitaciones, pero no había mirado dentro. Un patio de suelo empedrado, en cuyo centro se alzaba la estatua de un pájaro negro con un gran reloj bastante raro a sus pies, completaba el edificio. En él, había un pozo y al fondo, varios retretes.
-Bueno, yo tengo bastante hambre, así que si adecentáis un poco esa mesa -dijo señalándola, tras informar de sus descubrimientos-, yo me pondré con la cena.
El norteño se acercó a la cocina y busco algo para encender la cocina. Encontró una pila bastante escueta, pero suficiente por el momento, de leños polvorientos, que cogió y colocó en el hueco de piedra bajo los fogones. El norteño sacó un poco de yesca, con la que prendió la madera, paradespués cerrar la pequeña puerta de hierro que protegía el fuego. Mientras la cocina se calentaba, Saren procedió a buscar varios cacharros adecuados para cocinar, y unos cuantos platos y cubiertos que dejo a mano para aquel que pusiera la mesa. Les quitó el polvo, y salió al patio a por un poco de agua.
Saren se quitó los mitones y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo, que colgó de un gancho en la pared, para cocinar mas cómodo. Se lavó las manos con un poco del agua que había traído y se arremangó la camisola oscura. Sacó algo de carne cruda y unas verduras de las cestas, y lo limpió todo con el agua del pozo que le quedaba, mientras ponía a calentar un par de cacerolas con un poco de la propia grasilla de la carne, esperando que se derritiera. Cuando tuvo los ingredientes listos, preparó un salteado con las verduras, mientras la carne se tostaba en dados con unas pocas hojas rojizas que había encontrado en la cesta. Apartó las cacerolas del fuego, antes de que la verdura se pasara y la carne se hiciera por el centro, y preparo esta última en una bandeja, para meter el recipiente en la pequeña cavidad al lado del fuego que hacia las veces de horno.
Unos minutos después saco la carne del horno y la puso junto con las verduras en una gran fuente, mientras un sabroso olor se extendía por el edificio. El exterior de la carne estaba algo mas churruscante por el asado. En bastante poco tiempo, Saren, haciendo gala de su talento para la cocina, había preparado un plato delicioso con un aroma casero, que algunos de sus compañeros desconocían, y que venía perfecto para reponer fuerzas. Unas piezas de fruta completaban el menú.
-La cena esta lista-anunció con una sonrisa, siempre le había gustado comer bien.
El paseo terminó frente a un edificio de piedra azulada. En el pasado debía de haber tenido cuatro plantas, pero ahora, el edificio estaba coronado por el esqueleto de algún animal marino. El idrino se quedo mirando la estructura, bastante asombrado. Su mirada se posó en una de las cadenas rotas del puente levadizo, y supuso que si hacían de aquel lugar su refugio, habría que arreglarla de alguna manera. El norteño comprobó la estabilidad del puente, y lo atravesó a paso rápido, llegando hasta las puertas, que para su sorpresa, estaban entreabiertas.
Saren entró en el edificio el primero, y mientras recorría el corredor que daba a la planta baja observando las pintadas de los muros en silencio, sus compañeros entraron detrás de él, cerrando las puertas cuando el último miembro del grupo estuvo dentro. El idrino se encontró en una gran estancia que, debido al aire enrarecido y por la capa de polvo intacta, debía de llevar abandonada varias semanas. Una mesa grande, unas cuantas sillas, y varios sillones bastante raídos, eran el principal mobiliario de aquella planta. A un lado de la estancia había una cocina, con una pequeña encimera, un horno de leña, y varios fogones de hierro, ademas de unos armarios de madera, que supuso llenos de algunos cacharros y bastantes telarañas.
Saren dejo la cesta que llevaba en la encimera, y se encaminó a las escaleras, dispuesto a ver que había arriba. No tardó en recorrer las dos plantas superiores, bajando para informar que en la segunda había una especie de estudio con estanterías vacías y un cuarto con barreños de latón para asearse; y que en la tercera había varios cuartos comunales con unas cuantas camas de aspecto cochambroso. No había subido al piso ocupado por el gran esqueleto, pero informo de que había oído algún que otro aleteo a través del techo de la tercera planta. Había baúles y armarios en as habitaciones, pero no había mirado dentro. Un patio de suelo empedrado, en cuyo centro se alzaba la estatua de un pájaro negro con un gran reloj bastante raro a sus pies, completaba el edificio. En él, había un pozo y al fondo, varios retretes.
-Bueno, yo tengo bastante hambre, así que si adecentáis un poco esa mesa -dijo señalándola, tras informar de sus descubrimientos-, yo me pondré con la cena.
El norteño se acercó a la cocina y busco algo para encender la cocina. Encontró una pila bastante escueta, pero suficiente por el momento, de leños polvorientos, que cogió y colocó en el hueco de piedra bajo los fogones. El norteño sacó un poco de yesca, con la que prendió la madera, paradespués cerrar la pequeña puerta de hierro que protegía el fuego. Mientras la cocina se calentaba, Saren procedió a buscar varios cacharros adecuados para cocinar, y unos cuantos platos y cubiertos que dejo a mano para aquel que pusiera la mesa. Les quitó el polvo, y salió al patio a por un poco de agua.
Saren se quitó los mitones y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo, que colgó de un gancho en la pared, para cocinar mas cómodo. Se lavó las manos con un poco del agua que había traído y se arremangó la camisola oscura. Sacó algo de carne cruda y unas verduras de las cestas, y lo limpió todo con el agua del pozo que le quedaba, mientras ponía a calentar un par de cacerolas con un poco de la propia grasilla de la carne, esperando que se derritiera. Cuando tuvo los ingredientes listos, preparó un salteado con las verduras, mientras la carne se tostaba en dados con unas pocas hojas rojizas que había encontrado en la cesta. Apartó las cacerolas del fuego, antes de que la verdura se pasara y la carne se hiciera por el centro, y preparo esta última en una bandeja, para meter el recipiente en la pequeña cavidad al lado del fuego que hacia las veces de horno.
Unos minutos después saco la carne del horno y la puso junto con las verduras en una gran fuente, mientras un sabroso olor se extendía por el edificio. El exterior de la carne estaba algo mas churruscante por el asado. En bastante poco tiempo, Saren, haciendo gala de su talento para la cocina, había preparado un plato delicioso con un aroma casero, que algunos de sus compañeros desconocían, y que venía perfecto para reponer fuerzas. Unas piezas de fruta completaban el menú.
-La cena esta lista-anunció con una sonrisa, siempre le había gustado comer bien.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 05:05 pm
Saren no se esperaba aquel ataque por parte de las stirges, lo que pilló totalmente desprevenido. El norteño se mordió la lengua al sentir el dolor punzante de los primeros picotazos, pero hizo acopió de todo su autocontrol y se obligó a no soltar al nublino, al que las aves parecían ignorar. En la postura en la que se encontraba le era imposible efectuar un hechizo de barrera, por lo que se vió obligado a sujetar a Wintel simplemente con su propio cuerpo para poder extender los brazos y efectuar el hechizo que le daría un respiro, pero Shiz se le adelantó. Cuando la vorágine de plumas negras se disipó en su mayoría, el norteño vio al lacustre en el inicio de las escaleras, preparando ya un hechizo que libraría a RR de las ratas que se estaban cebando con él. Parecía que todas las alimañas del torreón y alrededores se habían organizado para atacar todas a la vez, como si las molestias de la Luna no fueran suficiente.
El chico atendió a las palabras del lacustre mientras escupía alguna que otra pluma de stirge, asintiendo antes de que se marchara. La barrera parecía estar conteniendo a los condenados pajarracos, que luchaban por romperla y darle alcanza de nuevo. Saren las observó confundido, sin saber porque se comportaban asi, pero la actividad entorno al edificio captó toda su atención. Muchos colaspinas habían aparecido en las inmediaciones de Maciel, y desde aquella posición parecía que un pequeño ejército de alimañas asediaba el torreón.
-¡Reflejo! -maldijo, asegurandose a Wintel sobre los hombros y dirigiéndose a las escaleras-, ¿qué va a ser lo siguiente?. Bloquea las escaleras cuando me sigas, RR -le pidió sin esperar al pelirrojo, suponiendo que el foner sería lo bastante inteligente como para seguirle.
Bajo las escaleras con cierta dificultad, luchando contra un Wintel que se retorcía de dolor, dificultándole el paso, por lo que tardó casi veinte minutos en alcanzar el salón. La escena que se encontró allí le dejó nuevamente paralizado, superado por lo que veía. DL, o lo que creía que era DL, se había convertido en una especie de muñeco hecho enteramente de hilos, lo que le daba un aspecto ciertamente extraño, y aquella cosa pugnaba por moverse de forma coordinada. Bran se retorcía entre gritos mas allá, manchando el suelo con aquella sustancia que le salía de las manos, y no supo decir si era la luz, pero al norteño le pareció que todo su cuerpo parecía crecer de tamaño. Shiz, a su vez, estaba junto al sofá, cubierto de escarcha, y aparentemente no se podía mover. No había lenguaje corporal que el norteño pudiera leer, pero solo tuvo que mirarle a los ojo para saber que estaba aterrorizado.
-Reflejo, reflejo, reflejo -empezó a mascullar, tendiendo a Wintel en el sofá-. ¡Condenado Reflejo! -casi grito, empezando a agobiarse de verdad.
El chico procedió a aplicar un hechizo de anestesia sobre el nublino postrado, pero no le salió. Saren probó una y otra vez, pero no lo conseguía, e incluso cambio de objetivo acercándose a Bran y a Shiz, entonando distintos hechizos de curación y calor, pero no obtuvo resultados. El norteño no sabía si era culpa de su estado alterado o había algo mas, pero necesitaba otra solución.
-Voy a por agua -le dijo a Shiz mirándole a los ojos-, tal vez si la caliento en la cocina pueda derretir esta capa de escarcha. No tardare -aseguró, antes de salir al patio como una exhalación.
Hasta aquel momento no había prestado demasiada atención a sus heridas, pero las garras y los picos de las stirges le habían dejado una bonita colección de heridas que habían ido dejando un reguero de gotas carmesíes por todo el torreón. Mientras sacaba un cubo de agua del pozo empezó a notar el escozor bajo su piel de plumas, y tratando de distraer su mente se preguntó donde estarían el resto de sus compañeros. La luz roja del gran astro que pendía del cielo le daba un tinte irreal al patio que le rodeaba, y las sombras de las vertebras que sembraban el patio se el antojaron al norteño inquietantes.
El chico atendió a las palabras del lacustre mientras escupía alguna que otra pluma de stirge, asintiendo antes de que se marchara. La barrera parecía estar conteniendo a los condenados pajarracos, que luchaban por romperla y darle alcanza de nuevo. Saren las observó confundido, sin saber porque se comportaban asi, pero la actividad entorno al edificio captó toda su atención. Muchos colaspinas habían aparecido en las inmediaciones de Maciel, y desde aquella posición parecía que un pequeño ejército de alimañas asediaba el torreón.
-¡Reflejo! -maldijo, asegurandose a Wintel sobre los hombros y dirigiéndose a las escaleras-, ¿qué va a ser lo siguiente?. Bloquea las escaleras cuando me sigas, RR -le pidió sin esperar al pelirrojo, suponiendo que el foner sería lo bastante inteligente como para seguirle.
Bajo las escaleras con cierta dificultad, luchando contra un Wintel que se retorcía de dolor, dificultándole el paso, por lo que tardó casi veinte minutos en alcanzar el salón. La escena que se encontró allí le dejó nuevamente paralizado, superado por lo que veía. DL, o lo que creía que era DL, se había convertido en una especie de muñeco hecho enteramente de hilos, lo que le daba un aspecto ciertamente extraño, y aquella cosa pugnaba por moverse de forma coordinada. Bran se retorcía entre gritos mas allá, manchando el suelo con aquella sustancia que le salía de las manos, y no supo decir si era la luz, pero al norteño le pareció que todo su cuerpo parecía crecer de tamaño. Shiz, a su vez, estaba junto al sofá, cubierto de escarcha, y aparentemente no se podía mover. No había lenguaje corporal que el norteño pudiera leer, pero solo tuvo que mirarle a los ojo para saber que estaba aterrorizado.
-Reflejo, reflejo, reflejo -empezó a mascullar, tendiendo a Wintel en el sofá-. ¡Condenado Reflejo! -casi grito, empezando a agobiarse de verdad.
El chico procedió a aplicar un hechizo de anestesia sobre el nublino postrado, pero no le salió. Saren probó una y otra vez, pero no lo conseguía, e incluso cambio de objetivo acercándose a Bran y a Shiz, entonando distintos hechizos de curación y calor, pero no obtuvo resultados. El norteño no sabía si era culpa de su estado alterado o había algo mas, pero necesitaba otra solución.
-Voy a por agua -le dijo a Shiz mirándole a los ojos-, tal vez si la caliento en la cocina pueda derretir esta capa de escarcha. No tardare -aseguró, antes de salir al patio como una exhalación.
Hasta aquel momento no había prestado demasiada atención a sus heridas, pero las garras y los picos de las stirges le habían dejado una bonita colección de heridas que habían ido dejando un reguero de gotas carmesíes por todo el torreón. Mientras sacaba un cubo de agua del pozo empezó a notar el escozor bajo su piel de plumas, y tratando de distraer su mente se preguntó donde estarían el resto de sus compañeros. La luz roja del gran astro que pendía del cielo le daba un tinte irreal al patio que le rodeaba, y las sombras de las vertebras que sembraban el patio se el antojaron al norteño inquietantes.
- Carmesí
Ficha de cosechado
Nombre: Lemus
Especie: Humano
Habilidades: Oído músical, carisma y valor
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 06:25 pm
El dolor era tan intenso que no me permitía abrir los ojos, escuché voces familiares una de ellas parecía la de Saren, el cual parecía querer ayudarme. Era consciente de que alguien me llevaba y que al cabo del rato me soltó en otro lugar.
Escuchaba otros gritos, voces y ruidos. Caí al suelo de donde estuviera y pude ver de reojo que me encontraba en el salón, posiblemente alguien me había dejado en el sofá. El dolor fue disminuyendo y convirtiéndose mas bien en un escozor, me mire los brazos y vi como de mi piel comenzaba a brotar una especie de plumón de color blanco. Forzosamente me incorpore y de rodillas sobre el suelo y empecé saborear sangre en la boca acompañado de un dolor agudo en esta. Los dientes se me estaban desprendiendo, me llevé la mano a la boca. Notaba como si temblara o palpitara intensamente. Al notar todos los dientes suelto en la boca, opte por dejarlos caer al suelo en vez de tragarlos. Los escupí y escuché como sonaron al chocar contra el suelo de piedra acompañados de hilos de sangre espesa. Sentía que me asfixiaba que cada vez me costaba mas respirar como si tuviera la nariz taponada. Mi boca y mi nariz parecía estar creciendo hacia delante causando cientos de crujidos en los huesos de mi cara. También sentía como se me entumecían los pies causándome también bastante dolor, aun así nada comparado con el dolor y quemazón que sentía en mi espalda que cada vez era mas intenso, como si, fuese lo que fuera, lo que tuviera ahí dentro intentando salir iba a hacerlo en cualquier momento.
“AAAAHGGG ¡! –comencé a gritar de nuevo al sentir el dolor en la espalda- AAAAGGGGgggg – se ahogaban mis gritos por un momento quedando en un gorgoteo sordo mientras estiraba mi cuello hacia arriba como si aullara de dolor, terminándome de crecer el gran pico de buitre en medio de mi cara- GROOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAKK!!! – Resurgió de repente un fuerte graznido de mi garganta, a la vez que la piel de mi espalda se desgarró abriéndose paso tras ella de golpe a un par de grandes alas blancas teñidas de sangre, abriéndose esplendorosamente tras mí llevandose por medio varios objetos tirandolos al suelo-“
El dolor parecía ir disminuyendo progresivamente, solo sentía escozor por todo el cuerpo. Intenté levantarme pero descubrí que me era casi imposible ponerme en pie porque sentía algo raro en los pies. Al mirar descubrí un par de grandes garras rapaces con largas garras curvas, al igual que la parte de mi tibia hasta la rodilla eran escamosa y fina recordando también al de un ave rapaz.
Como pude anduve por el suelo, sentía el peso de las alas y al no poder pisar como antes parecía resbalarme en cada paso. Así fui de resbalón a trompicón acompañado de un desagradable sonido de las garras contra el suelo a sujetarme a la pared como pude y por un momento me di cuenta en el caos que estaba sumido el torreón. Pero no podía parar de pensar… en que me habida convertido en un monstruo… quedándome en shock sin poder hacer nada…
Escuchaba otros gritos, voces y ruidos. Caí al suelo de donde estuviera y pude ver de reojo que me encontraba en el salón, posiblemente alguien me había dejado en el sofá. El dolor fue disminuyendo y convirtiéndose mas bien en un escozor, me mire los brazos y vi como de mi piel comenzaba a brotar una especie de plumón de color blanco. Forzosamente me incorpore y de rodillas sobre el suelo y empecé saborear sangre en la boca acompañado de un dolor agudo en esta. Los dientes se me estaban desprendiendo, me llevé la mano a la boca. Notaba como si temblara o palpitara intensamente. Al notar todos los dientes suelto en la boca, opte por dejarlos caer al suelo en vez de tragarlos. Los escupí y escuché como sonaron al chocar contra el suelo de piedra acompañados de hilos de sangre espesa. Sentía que me asfixiaba que cada vez me costaba mas respirar como si tuviera la nariz taponada. Mi boca y mi nariz parecía estar creciendo hacia delante causando cientos de crujidos en los huesos de mi cara. También sentía como se me entumecían los pies causándome también bastante dolor, aun así nada comparado con el dolor y quemazón que sentía en mi espalda que cada vez era mas intenso, como si, fuese lo que fuera, lo que tuviera ahí dentro intentando salir iba a hacerlo en cualquier momento.
“AAAAHGGG ¡! –comencé a gritar de nuevo al sentir el dolor en la espalda- AAAAGGGGgggg – se ahogaban mis gritos por un momento quedando en un gorgoteo sordo mientras estiraba mi cuello hacia arriba como si aullara de dolor, terminándome de crecer el gran pico de buitre en medio de mi cara- GROOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAKK!!! – Resurgió de repente un fuerte graznido de mi garganta, a la vez que la piel de mi espalda se desgarró abriéndose paso tras ella de golpe a un par de grandes alas blancas teñidas de sangre, abriéndose esplendorosamente tras mí llevandose por medio varios objetos tirandolos al suelo-“
El dolor parecía ir disminuyendo progresivamente, solo sentía escozor por todo el cuerpo. Intenté levantarme pero descubrí que me era casi imposible ponerme en pie porque sentía algo raro en los pies. Al mirar descubrí un par de grandes garras rapaces con largas garras curvas, al igual que la parte de mi tibia hasta la rodilla eran escamosa y fina recordando también al de un ave rapaz.
Como pude anduve por el suelo, sentía el peso de las alas y al no poder pisar como antes parecía resbalarme en cada paso. Así fui de resbalón a trompicón acompañado de un desagradable sonido de las garras contra el suelo a sujetarme a la pared como pude y por un momento me di cuenta en el caos que estaba sumido el torreón. Pero no podía parar de pensar… en que me habida convertido en un monstruo… quedándome en shock sin poder hacer nada…
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 06:35 pm
-Hooola
Una criatura apareció frente a los ojos de Branniel. Tenía aspecto femenino, de piel olivácea y con cuerpo de puma de seis patas de cintura para abajo. Tenía el cabello largo y sucio de color castaño oscuro, y unos penetrantes ojos verdes. Miraba a Branniel fijamente, echada en el suelo y con la cabeza a la misma altura que el nublino.
-Menuda fiesta teneis montada
Nadie en el torreón, salvo Branniel, podía verla.
Una criatura apareció frente a los ojos de Branniel. Tenía aspecto femenino, de piel olivácea y con cuerpo de puma de seis patas de cintura para abajo. Tenía el cabello largo y sucio de color castaño oscuro, y unos penetrantes ojos verdes. Miraba a Branniel fijamente, echada en el suelo y con la cabeza a la misma altura que el nublino.
-Menuda fiesta teneis montada
Nadie en el torreón, salvo Branniel, podía verla.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 07:21 pm
Junto al dolor que me provocaban mis huesos y músculos, además de las extrañas, molestas y dolorosas presiones en los ojos, en la parte baja de la espalda y en la cabeza, aparecieron ahora dos sensaciones nuevas. Por una parte, sentí una sensación extraña en la nariz, como si estuviese moviéndose como le daba la gana, y por otra, sentí dolorosos pinchazos en la boca. Presioné con la lengua y me di cuenta que eran unos nuevos dientes bastante afilados, que salían detrás de los que ya tenía. «Por favor, maldita sea, que dejen de aparecer nuevas molestias, nuevos dolores ni nuevas torturas».
Cuando volví a sentir un nuevo empujón en los huesos y músculos bajó Saren con Wintel. Un pinchazo anormalmente fuerte en la espalda me hizo volver a gritar a la vez que el idrino intentaba curarnos a todos, sin ningún éxito. La presión en la cabeza también aumentó y, por un momento, sentí que iba a estallar. Mientras, la risa de la mujer seguía sonando como si nadie estuviese gritando en todo el torreón. «¡Maldita sea, deja de reírte y haz que pare este dolor!». Fue ese momento el que Wintel decidió que era bueno para empezar a graznar.
—¡MALDITO FUY, DEJA DE HACER EL GILIPOLLAS Y PONTE A AYUDAR SI TIENES TIEMPO PARA GRAZNAR!
Un nuevo empujón vino simutáneamente de mis huesos, cabeza y espalda, a la vez que me aparecía un repentino dolor en la barriga. Grité cuando todos los dolores de la transformación alcanzaron el mayor punto desde que había comenzado y, a la vez, sentí un súbito desgarro tanto en la cabeza como en la parte baja de la espalda. Un instante después, todos los dolores descendieron bruscamente hasta casi desaparecer.
Temblando y respirando entrecortadamente, me puse en pie lentamente, mientras me fijaba en los cambios de mi cuerpo. Era más grande y musculoso, mi mandíbula había crecido, tenía una segunda fila de dientes bastante afilados, mis ojos eran más pequeños y mi nariz se había convertido, más bien, en un hocico. Me fijé en que mi piel tenía otro color, un poco más morado, aunque no demasiado. Al tocar en la frente y girar la vista hacia atrás me di cuenta de qué era lo que me había molestado en la cabeza y la espalda. «¿Tengo cola? ¿Y cuernos?». Tenía cuatro cuernos en la cabeza, agrupados en dos a un lado y dos al otro, y una cola que se dividía en dos, rematadas con puntas de flechas. Justo en ese momento apareció lo último que deseaba ver.
—¡TÚ! —bramé, temblando de rabia, al ver aparecer a la criatura que me había devorado en mi sueño—. ¡Tú has sido la que me has hecho esto! ¡Quítame estos "añadidos" que me has dejado! —el hambré me asaltó en ese momento, haciendo que soltase un quejido. Olfatee un poco al oler alguna comida tan buena que, indudablemente, tenía que estar deliciosa. «¿Qué es lo que huele tan bien? Recuerda lejanamente al pollo...». La criatura decidió bromear sobre la "fiesta" que había en el salón en ese momento, por lo que la fulminé con la mirada—. Que gracia me hace. Por cierto, estaría bien que me dijeses cómo dejar de manchar el torreón con baba negra. O mejor, que me quitases las manos estas que no me hacen ni caso. Porque que yo recuerde la cosa era convertirse en dioses, no en monstruos con la habilidad especial de pasar hambre
Cuando volví a sentir un nuevo empujón en los huesos y músculos bajó Saren con Wintel. Un pinchazo anormalmente fuerte en la espalda me hizo volver a gritar a la vez que el idrino intentaba curarnos a todos, sin ningún éxito. La presión en la cabeza también aumentó y, por un momento, sentí que iba a estallar. Mientras, la risa de la mujer seguía sonando como si nadie estuviese gritando en todo el torreón. «¡Maldita sea, deja de reírte y haz que pare este dolor!». Fue ese momento el que Wintel decidió que era bueno para empezar a graznar.
—¡MALDITO FUY, DEJA DE HACER EL GILIPOLLAS Y PONTE A AYUDAR SI TIENES TIEMPO PARA GRAZNAR!
Un nuevo empujón vino simutáneamente de mis huesos, cabeza y espalda, a la vez que me aparecía un repentino dolor en la barriga. Grité cuando todos los dolores de la transformación alcanzaron el mayor punto desde que había comenzado y, a la vez, sentí un súbito desgarro tanto en la cabeza como en la parte baja de la espalda. Un instante después, todos los dolores descendieron bruscamente hasta casi desaparecer.
Temblando y respirando entrecortadamente, me puse en pie lentamente, mientras me fijaba en los cambios de mi cuerpo. Era más grande y musculoso, mi mandíbula había crecido, tenía una segunda fila de dientes bastante afilados, mis ojos eran más pequeños y mi nariz se había convertido, más bien, en un hocico. Me fijé en que mi piel tenía otro color, un poco más morado, aunque no demasiado. Al tocar en la frente y girar la vista hacia atrás me di cuenta de qué era lo que me había molestado en la cabeza y la espalda. «¿Tengo cola? ¿Y cuernos?». Tenía cuatro cuernos en la cabeza, agrupados en dos a un lado y dos al otro, y una cola que se dividía en dos, rematadas con puntas de flechas. Justo en ese momento apareció lo último que deseaba ver.
—¡TÚ! —bramé, temblando de rabia, al ver aparecer a la criatura que me había devorado en mi sueño—. ¡Tú has sido la que me has hecho esto! ¡Quítame estos "añadidos" que me has dejado! —el hambré me asaltó en ese momento, haciendo que soltase un quejido. Olfatee un poco al oler alguna comida tan buena que, indudablemente, tenía que estar deliciosa. «¿Qué es lo que huele tan bien? Recuerda lejanamente al pollo...». La criatura decidió bromear sobre la "fiesta" que había en el salón en ese momento, por lo que la fulminé con la mirada—. Que gracia me hace. Por cierto, estaría bien que me dijeses cómo dejar de manchar el torreón con baba negra. O mejor, que me quitases las manos estas que no me hacen ni caso. Porque que yo recuerde la cosa era convertirse en dioses, no en monstruos con la habilidad especial de pasar hambre
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 08:06 pm
Todos lo que ocurrió a su alrededor podía tacharse de locura, de un locura terrible , llena de gritos, dolor, músculos destrozándose y miembros nuevos saliendo de la carne. DL no podía evitar como asombro como lo gritos de Wintel aumentaban de volumen, como dos enormes alas salían de su espalda salpicando sangre por todos lados, esas patas extrañas acabadas en garras y ese...ese pico. "¿Pero...que cojones es eso?" se pregunto al ver como el nublino aprecia haberse convertido en una especie de pajarraco gigante con forma homanoide aun. Su sorpresa y no pudo parar se allí al ver frente a sus ojos una pesadilla cumpliéndose, allí retorciéndose entre dolores inimaginables con todo su cuerpo sufriendo una horrible transformación se encontraba Branniel adquiriendo poco a poco un aspecto que le recordaba por momentos mas y mas a aquel trasgo que había acabado con la vida de Marina. "Es... ¡es un trasgo! ¡No jodas!" Por un momento la imagen de Marina siendo asesinada por aquella bestia nublaron sus sentidos endureciendo las facciones en ese extraño cuerpo que ahora era propio. "No, no...es Branniel ¿y que hace hablando solo?" dijo al ver al nublino discutir con la nada "No, mierda se volvió loco...¡nos va a matar!" pensaba un histérico DL que durante ese tiempo había conseguido recuperar la coordinaicon de aquel nuevo cuerpo adquirido y había conseguido crea "No, no tengo que avisarles, ayudar a Wintel, sacar a Shizel de aquí...¿donde cojones están todos los demás?" se repetía una y otra vez en una crisis nerviosa mientras se levantaba de sofá bamboleándose como un muñeco de trapo al viento, en un intento de mantener el equilibrio hasta conseguir cierto control de sus extremidades "A ver, es tu cuerpo tus brazos, tus piernas, tu columna, tu cabeza, es tuyo...no piense que son hilos, son tus miembros" Con cierta dificultad consiguió mantener el equilibrio dando algunos pasos sin caerse cogiéndole el truco, mientras intentaba que esa cosa que tenia por boca se moviera como el quería, costandole controlar uno segundos mas los hilos que formaba el orificio de su boca para hablar, saliendo poco a poco cada vez mas natural como si su cuerpo o alma o lo que fuera empezase a adaptarse a ese cuerpo, asustandolo bastante.
-Por fin puedo controlar esta cosa mas o menos -se escucho su propia voz sintiendo como menos agradecido de tener al fin cierto control de los hilos moviéndose por la habitación tras notar que al menos ya se mantenía en pie adecuadamente, aunque fuese una imagen bastante fuera de lugar ver una especie de muñeco de vudú tamaño humano andando y hablando- Branniel,....estas hablando solo- murmuro el foner al verlo encolerizado hablando a la nada sin dejar de emitir esa mezcla negra por sus manos ahora adornadas con dos bocas. Temiendo que pudiera darle un repentino ataque de agresividad y atacarlos, ya había visto lo que una de esas criaturas podía hacer, fue rápidamente donde Wintel que era el en peor estado estaba ignorando las posibles quejas de este le lanzo un hechizo de curación para cerrar las heridas de sus espalda abiertas por las salidas de las alas- ¡Hey, los que estáis arriba bajad de un puñetera vez, tenemos un buen lío aquí abajo! - grito llamando a los que aun se encontraban arriba esperando que estos pudieran moverse para bajar por si mismos, la situación era tan caótica aun con todos hecho mierda tras transformarse que aun no podía pensar con claridad y recapacitar en el hecho obvio que esa transformación suya no era para nada normal. Aquel cuerpo era algo difícil de utilizar y por sobretodo no se sentía cómodo en lo mas minio al ver su cuerpo e aquella forma "Mierda, quiero mi cuerpo" se repitió maldiciendo el hecho de que la luna le hubiera hecho aquello.
Los hilos comenzaron a moverse enrollándose y creando formas sobre su su propia "piel" por llamar de algún modo ala capa de hilos superficial que lo cubría, adquiriendo un tono claro y mas físico, como el de la carne. DL vio con sorpresa como si los hilos iban a adquiriendo forma cada vez mas humana mas el, pero supo que algo había fallado cuando sintió los brazos en unas posturas extrañas, mas largo de los normal y con dedos mas chiquitos y deformes. De cintura para abajo seguían viéndose los hilos dando una imagen bastante grotesca. "¿Que pasa ahora? No mas" Asustado por todo aquello, se toco el rostro notar que su cara entera estaba completamente fuera de lugar, como si un niño hubiese querido cambiar la disposición de la boca, ojos y nariz de lugar. Ahora era un puñetero monigote humanoide con el rostro al revés y brazos deformes con medio cuerpo de muñeco- Genial....- se dijo con sarcasmo al punto de la histeria y de un enorme ataque de nervios mientras se cagaba en todo.
-Por fin puedo controlar esta cosa mas o menos -se escucho su propia voz sintiendo como menos agradecido de tener al fin cierto control de los hilos moviéndose por la habitación tras notar que al menos ya se mantenía en pie adecuadamente, aunque fuese una imagen bastante fuera de lugar ver una especie de muñeco de vudú tamaño humano andando y hablando- Branniel,....estas hablando solo- murmuro el foner al verlo encolerizado hablando a la nada sin dejar de emitir esa mezcla negra por sus manos ahora adornadas con dos bocas. Temiendo que pudiera darle un repentino ataque de agresividad y atacarlos, ya había visto lo que una de esas criaturas podía hacer, fue rápidamente donde Wintel que era el en peor estado estaba ignorando las posibles quejas de este le lanzo un hechizo de curación para cerrar las heridas de sus espalda abiertas por las salidas de las alas- ¡Hey, los que estáis arriba bajad de un puñetera vez, tenemos un buen lío aquí abajo! - grito llamando a los que aun se encontraban arriba esperando que estos pudieran moverse para bajar por si mismos, la situación era tan caótica aun con todos hecho mierda tras transformarse que aun no podía pensar con claridad y recapacitar en el hecho obvio que esa transformación suya no era para nada normal. Aquel cuerpo era algo difícil de utilizar y por sobretodo no se sentía cómodo en lo mas minio al ver su cuerpo e aquella forma "Mierda, quiero mi cuerpo" se repitió maldiciendo el hecho de que la luna le hubiera hecho aquello.
Los hilos comenzaron a moverse enrollándose y creando formas sobre su su propia "piel" por llamar de algún modo ala capa de hilos superficial que lo cubría, adquiriendo un tono claro y mas físico, como el de la carne. DL vio con sorpresa como si los hilos iban a adquiriendo forma cada vez mas humana mas el, pero supo que algo había fallado cuando sintió los brazos en unas posturas extrañas, mas largo de los normal y con dedos mas chiquitos y deformes. De cintura para abajo seguían viéndose los hilos dando una imagen bastante grotesca. "¿Que pasa ahora? No mas" Asustado por todo aquello, se toco el rostro notar que su cara entera estaba completamente fuera de lugar, como si un niño hubiese querido cambiar la disposición de la boca, ojos y nariz de lugar. Ahora era un puñetero monigote humanoide con el rostro al revés y brazos deformes con medio cuerpo de muñeco- Genial....- se dijo con sarcasmo al punto de la histeria y de un enorme ataque de nervios mientras se cagaba en todo.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 08:41 pm
-No quieeeero, no quieeeero, lo hecho hecho está y no se puede cambiar, y aunque se pudiera no lo haría porque no quieeeero
Ewa canturreaba rodando por el suelo, moviendo sus patas de puma de forma desacompasada, como si intentase bailar pero se le diese muy mal. Volvió a erguirse, poniendose en pie sobre sus patas traseras y apoyándose en Banniel para no caerse.
-Oh, eres muy alto. Y más alto que serás. Que lindo niñito, vas a traerme muchas cosas ricas. Y yo te llevaré cosas ricas, y divertidas, y colores, y oh... ¿por qué huele a pollo?
Se bajó de Branniel y olisqueó el aire. Se volvió a subir en él, enrollándose en su cuerpo como una serpiente y olisqueó otra vez.
Ewa canturreaba rodando por el suelo, moviendo sus patas de puma de forma desacompasada, como si intentase bailar pero se le diese muy mal. Volvió a erguirse, poniendose en pie sobre sus patas traseras y apoyándose en Banniel para no caerse.
-Oh, eres muy alto. Y más alto que serás. Que lindo niñito, vas a traerme muchas cosas ricas. Y yo te llevaré cosas ricas, y divertidas, y colores, y oh... ¿por qué huele a pollo?
Se bajó de Branniel y olisqueó el aire. Se volvió a subir en él, enrollándose en su cuerpo como una serpiente y olisqueó otra vez.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 08:59 pm
La respuesta de la mujer monstruosa a mis exigencias me dejaron clavado en el sitio. Observé cómo rodaba-bailaba de forma caótica cuando un nuevo pinchazo en los huesos y músculos me molestó unos momentos. «¿Y se supone que esta loca tiene el poder de hacer lo que sea que haya hecho?». No podía dejar de sorprenderme esto, su único poder parecía ser hacer cosas sin sentidos. «Como arruinar MI transformación». Cuando se apoyó en mí sólo pude cerrar los puños para evitar arrancarle la cabeza, cosa que cada vez tenía más ganas de hacer.
—No me toques, maldita loca —gruñí, esperando que me hiciera alguna caso. «¿Cosas ricas, pero de qué cojones está hablando? ¿Oh, también ella nota el olor a pollo?». Suspiré de frustración y hambre. Cuando se enroscó en torno mía, sin poder spoportarlo más, la empujé al suelo.
—¡Si no vas a deshacer esto, por lo menos haz algo útil! ¡Como decirme la forma de controlar esta saliva negra de mis manos! ¡O decirme por qué me he transformado en cosa hambrienta, una transformación muy divina y poderosa, por cierto! ¡O decirme qué cojones soy!
—No me toques, maldita loca —gruñí, esperando que me hiciera alguna caso. «¿Cosas ricas, pero de qué cojones está hablando? ¿Oh, también ella nota el olor a pollo?». Suspiré de frustración y hambre. Cuando se enroscó en torno mía, sin poder spoportarlo más, la empujé al suelo.
—¡Si no vas a deshacer esto, por lo menos haz algo útil! ¡Como decirme la forma de controlar esta saliva negra de mis manos! ¡O decirme por qué me he transformado en cosa hambrienta, una transformación muy divina y poderosa, por cierto! ¡O decirme qué cojones soy!
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 09:46 pm
Ewa esquivó el empujón de Branniel con gracia, cambiando de forma a la de una naga con cuatro brazos. Siguió enrollado en el cuerpo del nublino y miró sus manos como quien inspecciona un grano.
-No sé- respondió con sinceridad- Suele parar solo, a los dos días o así, o puede que no, o puede que sí. O puede que supures bilis negra por todos los poros hasta el día de tu muerte- Le dedicó una gran sonrisa- Pero ya te lo dirán.
Empezó a dar palmaditas en las manos pringosas de Branniel y cuando preguntó su transformación aplaudió emocionada con sus cuatro brazos.
-¡Comes personas!- le explicó, como si eso lo zanjase todo.- Comes personas como el que se comió a tu amiguita Marina
-No sé- respondió con sinceridad- Suele parar solo, a los dos días o así, o puede que no, o puede que sí. O puede que supures bilis negra por todos los poros hasta el día de tu muerte- Le dedicó una gran sonrisa- Pero ya te lo dirán.
Empezó a dar palmaditas en las manos pringosas de Branniel y cuando preguntó su transformación aplaudió emocionada con sus cuatro brazos.
-¡Comes personas!- le explicó, como si eso lo zanjase todo.- Comes personas como el que se comió a tu amiguita Marina
- Xana
Ficha de cosechado
Nombre: Ariv
Especie: Sinhadre
Habilidades: Memoria, reflejos, orientación.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 09:55 pm
El chico fantasma lanzó un hechizo vigorizante sobre Ariv, lo cual la calmó de inmediato. No obstante, le seguían picando los ojos, aunque menos, y el dolor tampoco se iba. Willi volvió a intentarlo, pero parecía que no funcionaba como tenía que funcionar. Lo único que podía hacer ella en ese momento era agradecérselo, así que le dirigió un débil “gracias”.
En ese momento, llegó Karime. Ariv se volvió hacia ella para comprobar que se encontraba bien. Caminaba encorvada y le había salido pelo en las manos y los brazos. Creía haber oído su nombre, pero la voz de la libense emitía gruñidos que apenas podía entender. Quiso incorporarse, pero no podía estar sentada, así que desistió.
—¡K! —la llamó, preocupada. Karime, dentro de lo que cabe, parecía estar bien—. ¿Cómo te encuentras? ¿Y los demás? ¿Están todos bien?
Mientras le hacía preguntas a su amiga, llegaron a la habitación un par de fantasmas más. Uno de ellos, una chica, se limitó a preguntar qué estaba haciendo allí, pero el otro, una especie de mono vestido de una forma un tanto extraña, se dedicó a amenazarlas. Dijo que le dieran sus nombres, y aquello no le sonó bien a Ariv. No obstante, aunque pretendía sonar poderoso, a la niña le dio más bien lástima. Si hubiera tenido fuerzas, le habría dedicado una mirada amenazante.
De pronto, su cuarto se había llenado de fantasmas. En ese momento le resultaban molestos. Si no podían hacer nada por ella, prefería quedarse sola con Karime y sus otros compañeros, de los que creía oír gritos en la planta baja.
Recordó su sueño. La situación que estaba viviendo se parecía a la pesadilla, salvo por la presencia de un edeel. Allí no había ninguno. En ese momento, le había dicho que los fantasmas harían lo que ella quisiera, que la obedecerían. Tal vez sucediera lo mismo en la realidad. A lo mejor su pesadilla había sido un presagio.
Se percató de que Willi no dejaba de mirarla a los ojos, como hipnotizado. Dado que lo único que quería es que se marcharan, de momento, decidió pedírselo. A lo mejor tenía suerte y le hacían caso, como había ocurrido en su sueño.
—Por favor —le dijo al muchacho—. Por favor, marchaos.
Le pareció oír que DL pedía que bajaran. Esperaba poder hacerlo. Tenía la sensación de que la situación abajo era peor de la que tenían allí, en el cuarto.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 10:27 pm
Por desgracia, la mujer pudo esquivar el empujón transformándose en otra cosa, aunque su apariencia era algo más reconocible. Me desesperé ante sus palabras de que no podía hacer nada por la producción de ese líquido (que al parecer se llamaba bilis) y comencé a temblar de rabia al ver cómo se lo tomaba todo a cachondeo justo cuando volví a sentir pinchazos en los huesos y los músculos, además del hambre que me atormentaba.
Cuando me dijo mi transformación sentí cómo se me iba toda la sangre de la cara. Comencé a negar con la cabeza, mientras recordaba el relato de DL acerca de la salida. «Nonononono, no puedo ser un... Trasgo. De ninguna de las maneras, ¡No puedo, joder!». Y sin embargo, tenía sentido. Los nuevos dientes, para cortar carne cruda, el hocico desarrollado, para oler a mis presas, la mandíbula... Me tapé la cara con las manos, desesperado, imaginando que era yo, y no el trasgo desconocido, el que se comía a Marina. Sentí que una parte de mí se relamía al imaginarse el sabor de la carne de la varmana y me desperé más, incapaz de aceptar eso. «No puede ser, no puedo ser una criatura tan horrible. ¡Maldita sea, yo no soy así! ¡Yo no soy un monstruo!», me repetí con desesperación, incapaz de apartar las palabras de la mujer, y recordando el sueño que me había provocado.
«"¿Pero qué clase de monstruo se come a otra persona?" "¿Cómo es posible que alguien se coma a otra persona? ¿Cómo?" "Yo no me convertiré en eso, yo jamás haré daño a los demas con mi transformación, y mucho menos me comeré a nadie. No"». Estas frases se repetían en mi cabeza, recordando perfectamente la pesadilla y cómo me había sentido al ver a mis compañeros cocinados. Recordando el aspecto de DL me relamí, casi inconscientemente. «¿"Qué clase de monstruo se come a una persona"? Pues uno tan horrible como tú», me dije con desprecio. Incapaz de aceptar esto, me di la vuelta, mirando con desesperación a DL y a Wintel. «Se supone que iba a ser un dios, no un monstruo», me dije.
—¡DL, dile a esta cosa la verdad! ¡Dile que no soy un monstruo, que no como personas, que...! —en ese momento volví a sentir el mordisco del hambre al oler otra vez el olor a pollo. Mi boca comenzó a salivar, y me fijé por primera vez en Wintel, mirándolo, en parte desesperado, y en parte con ansias, hambriento. Me horroricé al darme cuenta de lo que pensaba y di un paso para atrás, pero sin borrar completamente el hambre de mi mirada. «Debo controlarme, debo controlarme. ¡Maldita sea, son tus amigos, joder, no tu comida!». No obstante, por mucho que me repitiese estas palabras, ni mi mente ni mi estómago opinaban lo mismo. En estos momentos, estaba hambriento. Y ellos no eran mis amigos, eran mi presa.
Cuando me dijo mi transformación sentí cómo se me iba toda la sangre de la cara. Comencé a negar con la cabeza, mientras recordaba el relato de DL acerca de la salida. «Nonononono, no puedo ser un... Trasgo. De ninguna de las maneras, ¡No puedo, joder!». Y sin embargo, tenía sentido. Los nuevos dientes, para cortar carne cruda, el hocico desarrollado, para oler a mis presas, la mandíbula... Me tapé la cara con las manos, desesperado, imaginando que era yo, y no el trasgo desconocido, el que se comía a Marina. Sentí que una parte de mí se relamía al imaginarse el sabor de la carne de la varmana y me desperé más, incapaz de aceptar eso. «No puede ser, no puedo ser una criatura tan horrible. ¡Maldita sea, yo no soy así! ¡Yo no soy un monstruo!», me repetí con desesperación, incapaz de apartar las palabras de la mujer, y recordando el sueño que me había provocado.
«"¿Pero qué clase de monstruo se come a otra persona?" "¿Cómo es posible que alguien se coma a otra persona? ¿Cómo?" "Yo no me convertiré en eso, yo jamás haré daño a los demas con mi transformación, y mucho menos me comeré a nadie. No"». Estas frases se repetían en mi cabeza, recordando perfectamente la pesadilla y cómo me había sentido al ver a mis compañeros cocinados. Recordando el aspecto de DL me relamí, casi inconscientemente. «¿"Qué clase de monstruo se come a una persona"? Pues uno tan horrible como tú», me dije con desprecio. Incapaz de aceptar esto, me di la vuelta, mirando con desesperación a DL y a Wintel. «Se supone que iba a ser un dios, no un monstruo», me dije.
—¡DL, dile a esta cosa la verdad! ¡Dile que no soy un monstruo, que no como personas, que...! —en ese momento volví a sentir el mordisco del hambre al oler otra vez el olor a pollo. Mi boca comenzó a salivar, y me fijé por primera vez en Wintel, mirándolo, en parte desesperado, y en parte con ansias, hambriento. Me horroricé al darme cuenta de lo que pensaba y di un paso para atrás, pero sin borrar completamente el hambre de mi mirada. «Debo controlarme, debo controlarme. ¡Maldita sea, son tus amigos, joder, no tu comida!». No obstante, por mucho que me repitiese estas palabras, ni mi mente ni mi estómago opinaban lo mismo. En estos momentos, estaba hambriento. Y ellos no eran mis amigos, eran mi presa.
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 11:29 pm
RR sintió como las pequeñas alimañas trepaban y absorbían su cuerpo, como si una manta de pelo, garras dientes y chillidos fuera cubriendo toda su anatomía, agarrándose. El miedo y la aprehensión del foner fue tornando poco a poco en un éxtasis igual de potente, como si la convulsión psicológica que le producían fuera destiñéndose para convertirse en puro entusiasmo. Algo comenzaba a cambiar en el interior del muchacho, y ese giro comenzaba a dar frutos palpables más allá de lo puramente abstracto. En un proceso de velocidad vertiginosa, se percató de que los chillidos de los roedores se iban volviendo inteligibles. No hablaban, sino que RR entendía su jerga no verbal.
En un principio aquel cambio interior tan veloz y brusco le produzco vértigo, pero se podía acostumbrar con facilidad. Notaba como su energía, sus capacidades, iban aumentando. Se sentía más despierto, más consciente de cuanto le rodeaba, más inquieto, más vigilante. Era capaz de notar como la presencia de aquellos seres a su alrededor lo llenaba de energía…
Pero las medidas de Shizel lo sacaron de golpe de aquel pequeño éxtasis, y aquello le obligó a volver a la realidad.
-¡No no no no No NO! ¡No las alejes!- gritó mientras se deshacía de los efectos de aquel sortilegio, frustrado por verse privado de los eufóricos efectos de una potente droga.- ¡VOLVED!
Y, como movidas por un resorte, los roedores obedecieron, rodeando al foner y observándolo con sus ojitos expectantes.
El, entre tanto, no cabía en sí de asombro. Aquella pequeña escena había transcurrido en mitad del mare mágnum de caos que reinaba en el torreón. Todo el mundo gritaba o huía en medio del caos de mutaciones y delirios. Su mente, acelerada como si estuviera siendo carburada por una inyección de ácido, comenzó a trabajar. Había escuchado sandeces de lunas y magia varia durante todos aquellos meses, y parecía que realmente aquellas divagaciones proféticas tenían una base real. No hacía falta estar muy atento a lo que ocurría a su alrededor para comprender que todo aquello tenía cierta base real. Y también era claro que aquello que le estaba sucediendo era parte de aquel extraño proceso. Si así era, estaba más que agradecido porque no le salieran gónadas en sitios inesperados o que el cerebro se le saliera por las orejas ni nada por el estilo. Sus compañeros no habían tenido demasiada suerte al respecto.
Decidió descender, resguardarse en una zona más pequeña y fácil de defender y, de paso, hacer unas pequeñas pruebas.
-Seguidme.- ordenó a los roedores, girando rápidamente su rostro para poder observarlos por encima del hombro.
Mientras se asombraba al respecto de la obediencia de las pequeñas criaturas, el foner continuó recapacitando con respecto a lo que sucedía a su alrededor. Si las cosas eran como se las habían pintado todo aquel tiempo, ningún dolor de sus compañeros era reversible ni él tenía medios a su alcance para ayudarles a superarlo. Así que decidió salir a profundizar con respecto a su transformación. Si alguien quería salir de aquel torreón, sólo él podía facilitar el camino hacia la calle por medios no violentos.
Descendió a mayor velocidad de lo habitual por las escaleras hasta llegar al salón y a la puerta principal, dónde se armó de valor y de todas sus armas de fuego. Era evidente que, si aquello fallaba, estaría en un buen lío.
Abrió el portón y encaró a las bestias que circundaban la edificación, con apariencia claramente amenazadora.
-¡Abrid paso!
Y ante su atónita mirada, los roedores comenzaron a dejarle camino libre. Una sonrisa nerviosa se dibujó en rostro de RR mientras que su mente comenzaba a sacar conclusiones para poder trabajar a partir de ellos.
-Oh, no me jodas. Me pregunto si esto funcionaría con Schrarng…-comentó para si el foner, permitiéndose deleitarse unos instantes con las posibilidades.
Otra cosa a tratar era aquella energía que parecía hormiguear por todo su cuerpo, vigorizándolo. Si era lo que creía que era…
Pero sólo había una forma de comprobarlo.
RR había probado contadas veces el hechizo de levitación, y era consciente de sus limitaciones con respecto al resto de compañeros. O al menos, de aquellas a las que había estado sujeto hasta entonces. Decidió, pues, hacer una prueba práctica sobre si mismo, intentando levantar su peso en los aires.
Cuando aquello dio resultado, el foner comenzó a reír de forma histérica y cuanto menos inquietante. Aquello tenía muchas consecuencias…
Pero en aquel momento, la paranoia vigente en el interior del muchacho volvió ha hacerse oír con fuerzas redobladas. Todos los presentes comenzaban a mutar y a adquirir nuevas habilidades. Posiblemente también todos los habitantes de Letargo. La totalidad de los cosechados estaban sufriendo los efectos de la metamorfosis de la Luna Roja. Y eso también incluía a los sendarios. Pero aquello no era un problema en aquellos momentos: RR estaba provisto ahora de miles de pares de diminutos ojos y oídos en toda la ciudad, así como de otros tantos millares de garras y dientes, y pretendía dar buena cuenta de ellos.
Volviéndose hacia las ratas, grandes y pequeñas, agachándose para acariciarlas y atraerlas hacia sí, el foner comenzó a susurrarles.
-Venid, amigas, acercaos. Se de un lugar dónde ninguna pasará hambre esta noche…
Y, sin más dilación, comenzó a guiarlas hacia su destino.
Sigue en el Torreón Sendar.
En un principio aquel cambio interior tan veloz y brusco le produzco vértigo, pero se podía acostumbrar con facilidad. Notaba como su energía, sus capacidades, iban aumentando. Se sentía más despierto, más consciente de cuanto le rodeaba, más inquieto, más vigilante. Era capaz de notar como la presencia de aquellos seres a su alrededor lo llenaba de energía…
Pero las medidas de Shizel lo sacaron de golpe de aquel pequeño éxtasis, y aquello le obligó a volver a la realidad.
-¡No no no no No NO! ¡No las alejes!- gritó mientras se deshacía de los efectos de aquel sortilegio, frustrado por verse privado de los eufóricos efectos de una potente droga.- ¡VOLVED!
Y, como movidas por un resorte, los roedores obedecieron, rodeando al foner y observándolo con sus ojitos expectantes.
El, entre tanto, no cabía en sí de asombro. Aquella pequeña escena había transcurrido en mitad del mare mágnum de caos que reinaba en el torreón. Todo el mundo gritaba o huía en medio del caos de mutaciones y delirios. Su mente, acelerada como si estuviera siendo carburada por una inyección de ácido, comenzó a trabajar. Había escuchado sandeces de lunas y magia varia durante todos aquellos meses, y parecía que realmente aquellas divagaciones proféticas tenían una base real. No hacía falta estar muy atento a lo que ocurría a su alrededor para comprender que todo aquello tenía cierta base real. Y también era claro que aquello que le estaba sucediendo era parte de aquel extraño proceso. Si así era, estaba más que agradecido porque no le salieran gónadas en sitios inesperados o que el cerebro se le saliera por las orejas ni nada por el estilo. Sus compañeros no habían tenido demasiada suerte al respecto.
Decidió descender, resguardarse en una zona más pequeña y fácil de defender y, de paso, hacer unas pequeñas pruebas.
-Seguidme.- ordenó a los roedores, girando rápidamente su rostro para poder observarlos por encima del hombro.
Mientras se asombraba al respecto de la obediencia de las pequeñas criaturas, el foner continuó recapacitando con respecto a lo que sucedía a su alrededor. Si las cosas eran como se las habían pintado todo aquel tiempo, ningún dolor de sus compañeros era reversible ni él tenía medios a su alcance para ayudarles a superarlo. Así que decidió salir a profundizar con respecto a su transformación. Si alguien quería salir de aquel torreón, sólo él podía facilitar el camino hacia la calle por medios no violentos.
Descendió a mayor velocidad de lo habitual por las escaleras hasta llegar al salón y a la puerta principal, dónde se armó de valor y de todas sus armas de fuego. Era evidente que, si aquello fallaba, estaría en un buen lío.
Abrió el portón y encaró a las bestias que circundaban la edificación, con apariencia claramente amenazadora.
-¡Abrid paso!
Y ante su atónita mirada, los roedores comenzaron a dejarle camino libre. Una sonrisa nerviosa se dibujó en rostro de RR mientras que su mente comenzaba a sacar conclusiones para poder trabajar a partir de ellos.
-Oh, no me jodas. Me pregunto si esto funcionaría con Schrarng…-comentó para si el foner, permitiéndose deleitarse unos instantes con las posibilidades.
Otra cosa a tratar era aquella energía que parecía hormiguear por todo su cuerpo, vigorizándolo. Si era lo que creía que era…
Pero sólo había una forma de comprobarlo.
RR había probado contadas veces el hechizo de levitación, y era consciente de sus limitaciones con respecto al resto de compañeros. O al menos, de aquellas a las que había estado sujeto hasta entonces. Decidió, pues, hacer una prueba práctica sobre si mismo, intentando levantar su peso en los aires.
Cuando aquello dio resultado, el foner comenzó a reír de forma histérica y cuanto menos inquietante. Aquello tenía muchas consecuencias…
Pero en aquel momento, la paranoia vigente en el interior del muchacho volvió ha hacerse oír con fuerzas redobladas. Todos los presentes comenzaban a mutar y a adquirir nuevas habilidades. Posiblemente también todos los habitantes de Letargo. La totalidad de los cosechados estaban sufriendo los efectos de la metamorfosis de la Luna Roja. Y eso también incluía a los sendarios. Pero aquello no era un problema en aquellos momentos: RR estaba provisto ahora de miles de pares de diminutos ojos y oídos en toda la ciudad, así como de otros tantos millares de garras y dientes, y pretendía dar buena cuenta de ellos.
Volviéndose hacia las ratas, grandes y pequeñas, agachándose para acariciarlas y atraerlas hacia sí, el foner comenzó a susurrarles.
-Venid, amigas, acercaos. Se de un lugar dónde ninguna pasará hambre esta noche…
Y, sin más dilación, comenzó a guiarlas hacia su destino.
Sigue en el Torreón Sendar.
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
22/06/13, 11:48 pm
Ewa hizo un puchero de indignación. Le había ofendido profundamente porque la transformación de Branniel era una de sus preferidas. Mientras el chico seguía delirando, ella desapareció tan repentinamente como había aparecido.
Los gritos continuaban, pero unos en concreto habían cesado hacía rato... La puerta de una de las letrinas salió disparada de sus goznes y se hizo añicos contra la estirge de piedra. Una criatura inmensa emergió del estrecho cubículo de madera olfateando el aire con su hocico chato. Su presa se marchaba. La Luna Roja había recompensado el sufrimiento de Aleksei durante la criba con poder y fuerza para llevar a cabo su venganza. Aquella noche el pelirrojo caería. Soltó un rugido aterrador y emprendió su persecución.
Sigue en el Torreón Sendar.
Los gritos continuaban, pero unos en concreto habían cesado hacía rato... La puerta de una de las letrinas salió disparada de sus goznes y se hizo añicos contra la estirge de piedra. Una criatura inmensa emergió del estrecho cubículo de madera olfateando el aire con su hocico chato. Su presa se marchaba. La Luna Roja había recompensado el sufrimiento de Aleksei durante la criba con poder y fuerza para llevar a cabo su venganza. Aquella noche el pelirrojo caería. Soltó un rugido aterrador y emprendió su persecución.
Sigue en el Torreón Sendar.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
23/06/13, 02:00 am
Ante las palabras de Ariv los fantasmas callaron de repente. La varmana que había estado observando a la sinhadre con una sonrisa de oreja a oreja con las manos bajo la barbilla mientras canturreaba en voz baja, cambió su expresión por una inquisitiva. El mono dejó de repetir insistentemente que le dieran sus nombres y soltó un chillido extraño, como turbado por algo.
Willi, por su parte, entrecerró los ojos. Por algún motivo se sentía con ganas de hacer caso a Ariv e irse de allí. Al cabo de unos segundos tomó una decisión.
-Venga, vámonos -les indicó a los otros dos -no molestéis a Ariv.
La varmana dejó salir un leve suspiro y salió sin más por la ventana. El mono permaneció inmóvil en el sitio durante unos insantes.
-Dadme vuestros... Da igual, ya volveré.
El chico se despidió con una sonrisa mientras seguía el camino apresurado que había tomado el fantasma del simio.
Willi, por su parte, entrecerró los ojos. Por algún motivo se sentía con ganas de hacer caso a Ariv e irse de allí. Al cabo de unos segundos tomó una decisión.
-Venga, vámonos -les indicó a los otros dos -no molestéis a Ariv.
La varmana dejó salir un leve suspiro y salió sin más por la ventana. El mono permaneció inmóvil en el sitio durante unos insantes.
-Dadme vuestros... Da igual, ya volveré.
El chico se despidió con una sonrisa mientras seguía el camino apresurado que había tomado el fantasma del simio.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
23/06/13, 03:32 am
Shizel había asistido desde su inmovilidad a todo lo que sucedía en el salón. Su cerebro había chillado y suplicado a lo que fuera que estuviera pasando que le dejase salir y hacer algo, cualquier cosa, porque dentro de aquella prisión que no era tal estaba empezando a ahogarse. La capa de escarcha acabó por cubrirle los párpados obligándole a cerrarlos, pero sus sentidos seguían en funcionamiento.
Sin embargo con el pasar del tiempo tanto los sonidos de fuera como la marabunta que tenía lugar en su propia mente se fueron reduciendo a un leve runrún, a un rumor que no había desaparecido pero que podía ignorar con facilidad para centrarse en otras cosas más importantes.
En su cabeza se instaló un placentero silencio que le permitía analizar lo que ocurría a su alrededor con calma, y el miedo, el desconcierto y la preocupación por sus compañeros se aquietaron poco a poco. Shizel estaba invadido por una tranquilidad extraña, como si de alguna manera todo aquello fuese natural, controlable. Quiso liberarse, y algo en el fondo de su mente le susurró que podía.
Abrió los párpados, y la capa de hielo estalló en pedazos.
Shizel se levantó con lentitud, saboreando las nuevas sensaciones que le ofrecía su cuerpo. De su piel se desprendían volutas de vapor de agua sublimado, y sentía pequeños cristales de escarcha volviéndose a formar sobre la piel, pero ahora ya no le molestaban. Debería estar al borde de la hipotermia, pero no sentía frío alguno. De hecho, de alguna manera instintiva notaba el calor a su alrededor huyendo al contacto con los alrededores de su piel. Y en mitad de toda aquella locura que le rodeaba se sentía más lúcido y más vivo de lo que lo que se había sentido nunca.
Se notaba henchido de poder: con una sangre nueva y vibrante circulando por sus venas a una velocidad vertiginosa, y que sin embargo no eliminaba aquella maravillosa claridad de su mente. No pudo evitar esbozar una media sonrisa desdeñosa. ¿De aquello había estado asustado toda la cosecha?
-Silencio- su voz sonaba desapasionada, pero se oyó por toda la sala-. Caballeros, esto es la Luna Roja. Levantemos por hoy la veda de protección mutua, porque ha quedado claro que esta noche todo el mundo va por su cuenta- dijo con un deje de diversión. Se preguntó vagamente si aquello sería solo cosa de la locura de la Luna o si Maciel como grupo acababa de romperse de una vez por todas. Empujó ese pensamiento al fondo de su mente con mayor facilidad de lo que debería.
Recorrió con una breve mirada azul la habitación frente a él, incluyendo la puerta destrozada por Aleksei. Redujo a porciones el problema que tenía frente a sí para resolverlo con mayor facilidad.
Contempló con velado interés los cambios que estaba atravesando DL. Seguía sin dolerle nada aparentemente, pero se preguntó si la transformación estaría saliendo mal y a eso se debieran las deformaciones.
-Es obvio que estos cambios eran inevitables desde el principio. Ha sido estúpido por mi parte tratar de revertirlos con magia de poco nivel- dijo con cierta desidia.
-¿Comes gente, dices? ¿Estás seguro?- dijo a continuación, e hizo una mueca entre la lástima y la disculpa. Estaba seguro de que Branniel ya se lo esperaba, pero eso no le impidió trenzar un hechizo de inmovilización y aplicárselo con un gélido toque en el hombro al nublino. Le permitiría hablar en caso de que necesitase algo, pero en vista de sus futuros apetitos Shizel dudaba mucho de que alguien dudase en quitarse de en medio para cuando el embrujo remitiera.
La ventana frente a él le mostraba que el asedio de colaespinas había desaparecido, presumiblemente siguiendo a RR. Shizel se imaginaba perfectamente a dónde había ido el pelirrojo, pero no veía ningún motivo ni para seguirle ni para tratar de detenerlo. Lo único que le importaba en ese momento era que el camino había quedado despejado.
La Luna era hermosa, y le estaba pidiendo que saliese afuera en busca de algo, pero no podía precisar el qué.
Sin embargo con el pasar del tiempo tanto los sonidos de fuera como la marabunta que tenía lugar en su propia mente se fueron reduciendo a un leve runrún, a un rumor que no había desaparecido pero que podía ignorar con facilidad para centrarse en otras cosas más importantes.
En su cabeza se instaló un placentero silencio que le permitía analizar lo que ocurría a su alrededor con calma, y el miedo, el desconcierto y la preocupación por sus compañeros se aquietaron poco a poco. Shizel estaba invadido por una tranquilidad extraña, como si de alguna manera todo aquello fuese natural, controlable. Quiso liberarse, y algo en el fondo de su mente le susurró que podía.
Abrió los párpados, y la capa de hielo estalló en pedazos.
Shizel se levantó con lentitud, saboreando las nuevas sensaciones que le ofrecía su cuerpo. De su piel se desprendían volutas de vapor de agua sublimado, y sentía pequeños cristales de escarcha volviéndose a formar sobre la piel, pero ahora ya no le molestaban. Debería estar al borde de la hipotermia, pero no sentía frío alguno. De hecho, de alguna manera instintiva notaba el calor a su alrededor huyendo al contacto con los alrededores de su piel. Y en mitad de toda aquella locura que le rodeaba se sentía más lúcido y más vivo de lo que lo que se había sentido nunca.
Se notaba henchido de poder: con una sangre nueva y vibrante circulando por sus venas a una velocidad vertiginosa, y que sin embargo no eliminaba aquella maravillosa claridad de su mente. No pudo evitar esbozar una media sonrisa desdeñosa. ¿De aquello había estado asustado toda la cosecha?
-Silencio- su voz sonaba desapasionada, pero se oyó por toda la sala-. Caballeros, esto es la Luna Roja. Levantemos por hoy la veda de protección mutua, porque ha quedado claro que esta noche todo el mundo va por su cuenta- dijo con un deje de diversión. Se preguntó vagamente si aquello sería solo cosa de la locura de la Luna o si Maciel como grupo acababa de romperse de una vez por todas. Empujó ese pensamiento al fondo de su mente con mayor facilidad de lo que debería.
Recorrió con una breve mirada azul la habitación frente a él, incluyendo la puerta destrozada por Aleksei. Redujo a porciones el problema que tenía frente a sí para resolverlo con mayor facilidad.
Contempló con velado interés los cambios que estaba atravesando DL. Seguía sin dolerle nada aparentemente, pero se preguntó si la transformación estaría saliendo mal y a eso se debieran las deformaciones.
-Es obvio que estos cambios eran inevitables desde el principio. Ha sido estúpido por mi parte tratar de revertirlos con magia de poco nivel- dijo con cierta desidia.
-¿Comes gente, dices? ¿Estás seguro?- dijo a continuación, e hizo una mueca entre la lástima y la disculpa. Estaba seguro de que Branniel ya se lo esperaba, pero eso no le impidió trenzar un hechizo de inmovilización y aplicárselo con un gélido toque en el hombro al nublino. Le permitiría hablar en caso de que necesitase algo, pero en vista de sus futuros apetitos Shizel dudaba mucho de que alguien dudase en quitarse de en medio para cuando el embrujo remitiera.
La ventana frente a él le mostraba que el asedio de colaespinas había desaparecido, presumiblemente siguiendo a RR. Shizel se imaginaba perfectamente a dónde había ido el pelirrojo, pero no veía ningún motivo ni para seguirle ni para tratar de detenerlo. Lo único que le importaba en ese momento era que el camino había quedado despejado.
La Luna era hermosa, y le estaba pidiendo que saliese afuera en busca de algo, pero no podía precisar el qué.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
23/06/13, 05:46 pm
Todo aquello era una autentica locura y DL mientras cerraba lo posible las heridas de la espalda de Wintel vitando que este se moviera y le entrara un ataque por estar usando magia sobre el, vio como una cadena de escenas fueron ocurriendo en pocos minutos. RR bajando del ultimo piso del torreón seguido por una horda de ratas, otro tanta cantidad de ratas mutantes con pinchos esperándolo afuera, seguido de un trasgo furioso que reventó la puerta y salio corriendo tras de el, que no podía ser otro mas que Aleksei. Los ojos posicionados de forma extraña en esa cabeza que había creado se abrieron de par en par ante todo aquello. Estaban todos allí unos retorciéndose de dolor, otros paranoicos y hablando solo, otro congelado en mitad de la sala, aunque ya estuviera recuperando y al imbécil de RR no se le ocurría otra cosa que irse de juerga con ratas y un trasgo detrás.
-Eso, iros dejando esto hecho una mierda...¿sabéis que?, !que os joda una hembra de blatta! - exclamo con enojo cuando los vio irse dejando solo desastre a sus paso levantándose rápidamente de al lado de Wintel para ir a cerrar el portón no fuesen a entrar aquellas criaturas de fuera, que era lo que les faltaba, viendo como Shizel empezaba a recuperarse al fin, con esa capa de escarcha cubriéndole y soltando ese vapor de agua por todo su cuerpo, debido probablemente a las bajas temperaturas en las que debía estar. Los gritos de Branniel no dejaban de escucharse pidiéndole que le dijera que no se comería a ninguno de ellos, siendo callados por Shizel que no tardo en inmovilizarlo con un hechizo, cosa que le recordó a DL la vez que se enfrento contra el que mato a Marina- No va a funcionar mucho tiempo, los trasgos parecen ser resistentes a la magia -añadió DL cansado sentándose en el sofá a duras penas mientas intentaba recuperar de nuevo su forma, si había conseguido crear brazos y cara medianamente debía poder hacer de algún modo que aquellos estúpidos hilos que lo conformaban tuviesen un aspecto mas humanoide y normal. "Vayamos por partes... pies, piernas, tronco, brazos y cabeza, venga, es ir paso por paso hasta que puedas hacerlo con cierta naturalidad...respira hondo y ponte a ello" se decía intentando convencerse de que eso era posible, no sabia como y porque esos hilos eran modificables para crear carne, músculos y huesos como si fuese algo normal, pero por el momento no iba a darle muchas vueltas, ya cuando estuviera mas calmado y en un cuerpo conocido investigaría. Intento concentrarse en como se recordaba el mismo empezando por las piernas, para ya luego conforme saliera todo bien, ir subiendo. Esa transformación debía valer para algo, porque el imaginarse estar por toda la eternidad siendo un muñeco de hilo le ponía de los nervios.
-Mierda es difícil...-se quejo cuando consiguió hacer correctamente las piernas ni muy gordas ni muy delgadas que ni siquiera podía ponerse en pie y tras haber tenido que reordenar los hilos que estaba aprendiendo a controlar para que no quedasen las piernas cojas al acaba runa mas larga que la otra, era un proceso lento pero le aliviaba enormemente que mientras realizaba el cambio por todo su cuerpo, estuviera mas o menos cogiéndole el truco a ese cuerpo de hilos, cosa que lo hacia sentir un poco mejor "Bien, si, al menos puedo manejar esto, venga DL no eres un muñeco, eres un foner...tienes carne, piel, huesos, no hilos" se repetía a si mismo intentando no olvidar ese hecho porque ese cuerpo, tan sin expresión, sin características identificativas quitaba toda su identidad al completo y eso le asustaba por completo que en algún momento pudiese olvidarse de quien era.
-Eso, iros dejando esto hecho una mierda...¿sabéis que?, !que os joda una hembra de blatta! - exclamo con enojo cuando los vio irse dejando solo desastre a sus paso levantándose rápidamente de al lado de Wintel para ir a cerrar el portón no fuesen a entrar aquellas criaturas de fuera, que era lo que les faltaba, viendo como Shizel empezaba a recuperarse al fin, con esa capa de escarcha cubriéndole y soltando ese vapor de agua por todo su cuerpo, debido probablemente a las bajas temperaturas en las que debía estar. Los gritos de Branniel no dejaban de escucharse pidiéndole que le dijera que no se comería a ninguno de ellos, siendo callados por Shizel que no tardo en inmovilizarlo con un hechizo, cosa que le recordó a DL la vez que se enfrento contra el que mato a Marina- No va a funcionar mucho tiempo, los trasgos parecen ser resistentes a la magia -añadió DL cansado sentándose en el sofá a duras penas mientas intentaba recuperar de nuevo su forma, si había conseguido crear brazos y cara medianamente debía poder hacer de algún modo que aquellos estúpidos hilos que lo conformaban tuviesen un aspecto mas humanoide y normal. "Vayamos por partes... pies, piernas, tronco, brazos y cabeza, venga, es ir paso por paso hasta que puedas hacerlo con cierta naturalidad...respira hondo y ponte a ello" se decía intentando convencerse de que eso era posible, no sabia como y porque esos hilos eran modificables para crear carne, músculos y huesos como si fuese algo normal, pero por el momento no iba a darle muchas vueltas, ya cuando estuviera mas calmado y en un cuerpo conocido investigaría. Intento concentrarse en como se recordaba el mismo empezando por las piernas, para ya luego conforme saliera todo bien, ir subiendo. Esa transformación debía valer para algo, porque el imaginarse estar por toda la eternidad siendo un muñeco de hilo le ponía de los nervios.
-Mierda es difícil...-se quejo cuando consiguió hacer correctamente las piernas ni muy gordas ni muy delgadas que ni siquiera podía ponerse en pie y tras haber tenido que reordenar los hilos que estaba aprendiendo a controlar para que no quedasen las piernas cojas al acaba runa mas larga que la otra, era un proceso lento pero le aliviaba enormemente que mientras realizaba el cambio por todo su cuerpo, estuviera mas o menos cogiéndole el truco a ese cuerpo de hilos, cosa que lo hacia sentir un poco mejor "Bien, si, al menos puedo manejar esto, venga DL no eres un muñeco, eres un foner...tienes carne, piel, huesos, no hilos" se repetía a si mismo intentando no olvidar ese hecho porque ese cuerpo, tan sin expresión, sin características identificativas quitaba toda su identidad al completo y eso le asustaba por completo que en algún momento pudiese olvidarse de quien era.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
23/06/13, 10:54 pm
Saren ya había sacado un cubo de agua que había dejado junto a él, pero pensó en sacar otro por si acaso. En ello estaba cuando la puerta de uno de los retretes salió despedida con fuerza, produciendo un gran estruendo. Lo que salió del pequeño cubículo casi parecía demasiado grande para haber estado dentro, y si no lo hubiera identificado como Aleksei se habría indignado de que semejante engendro utilizara los baños sin permiso. Estaba apunto de replicarle que se suponía que estaba haciendo en vez de ayudar, cuando el ser soltó un tremendo rugido. El cuerpo del norteño vibró, y sus dientes entrechocaron ante la potencia de aquel aullido, un aullido que anunciaba poder en estado puro. El idrino se puso en guardia, llevando la mano hasta su hacha y blandiéndola ante él, dispuesto a cortarle algo mas que el pelo al humano si se le ocurría la genial idea de lanzarse a por él, pero parecía que Aleksei tenía otra cosa en mente, y después de olfatear el aire salió corriendo en pos de otra presa, aullando como un condenado.
Saren observó confuso como el ser que hasta hacía poco se había dedicado a barrer el torreón desaparecía de su vista, pero su confusión aumento cuando su hacha cayó de su manos. El idrino se las miro confundido, observando como iban desapareciendo bajo aquella capa de plumas, que había acelerado repentinamente su aparición. El cuerpo del chico cambio rápidamente, sin dolor, pero radicalmente, y en apenas unos segundos perdió todo rastro de su anterior forma. Sus brazos se trasformaron en dos grandes alas, y sus piernas se convirtieron en unas grandes garras de pájaro; su cara y su cabello desaparecieron bajo las plumas, siendo sustituida la boca por un poderoso pico de color gris. Comenzó a crecer a un ritmo acelerado, y en apenas unos segundos alcanzó el tamaño de un caballo grande. Estaba cubierto de un plumaje de color negro azulado.
-¿Pero qué.. ? -empezó a decir en voz alta, pero la frase termino convirtiéndose en el grito de un ave rapaz de considerables dimensiones.
Saren casi perdió el equilibrio al sujetar su nuevo peso sobre aquellas patas, y tuvo que aletear de forma bastante ridícula para recuperar la vertical. Había sido todo muy rápido, y apenas le había dado tiempo a alterarse, pero ahora había cambiado de forma, y el idirno no sabía si aquello era reversible. Empezó moverse nervioso, alternando todo su peso de una pata a otra, y todas sus plumas se erizaron, mientras el chico trataba de hablar, abriendo mucho el pico. Ninguna palabra surgió de su garganta, solo aquellos gritos rapaces, lo que hizo parecer que el torreón estaba siendo sobrevolado por numerosas águilas.
<<Maldición, tengo que ayudar a mis compañeros -se dijo mentalmente, agradecido de que su mente aun siguiera siendo idrina-, ellos sabrán revertir esto -trato de autoconvencerse>>. El norteño sujeto el asa del cubo lleno de agua con el pico y lo alzó, aun bastante inseguro con la forma de mover aquel nuevo cuerpo, pero tras un par de intentos, acertó a cordinar su nuevas patas y se encaminó hacia la puerta. Tenía la sensación de que cualquiera que lo viera pensaría que era bastante ridículo, pero por suerte nadie le observaba, y cuando llegó a la puerta empujó con la cabeza, entrando con ciertas dificultades al salón. Su cuerpo apenas entraba por el dintel, y en cuanto estuvo dentro y miro alrededor la estancia se le antojó angustiosamente pequeña, como si estuviera en una jaula.
-"Mierda, mierda, mierda -trato de maldecir, olvidándose de que ya no podía hablar y sin percatarse de que estaba proyectando su voz en la mente de los presentes-, este sitio es demasiado estrecho" -continúo, dejando el cubo en el suelo con cuidado mientras sus plumas se erizaban de nuevo, dirigiendo angustiosas miradas a aquellas paredes.
Saren observó confuso como el ser que hasta hacía poco se había dedicado a barrer el torreón desaparecía de su vista, pero su confusión aumento cuando su hacha cayó de su manos. El idrino se las miro confundido, observando como iban desapareciendo bajo aquella capa de plumas, que había acelerado repentinamente su aparición. El cuerpo del chico cambio rápidamente, sin dolor, pero radicalmente, y en apenas unos segundos perdió todo rastro de su anterior forma. Sus brazos se trasformaron en dos grandes alas, y sus piernas se convirtieron en unas grandes garras de pájaro; su cara y su cabello desaparecieron bajo las plumas, siendo sustituida la boca por un poderoso pico de color gris. Comenzó a crecer a un ritmo acelerado, y en apenas unos segundos alcanzó el tamaño de un caballo grande. Estaba cubierto de un plumaje de color negro azulado.
-¿Pero qué.. ? -empezó a decir en voz alta, pero la frase termino convirtiéndose en el grito de un ave rapaz de considerables dimensiones.
Saren casi perdió el equilibrio al sujetar su nuevo peso sobre aquellas patas, y tuvo que aletear de forma bastante ridícula para recuperar la vertical. Había sido todo muy rápido, y apenas le había dado tiempo a alterarse, pero ahora había cambiado de forma, y el idirno no sabía si aquello era reversible. Empezó moverse nervioso, alternando todo su peso de una pata a otra, y todas sus plumas se erizaron, mientras el chico trataba de hablar, abriendo mucho el pico. Ninguna palabra surgió de su garganta, solo aquellos gritos rapaces, lo que hizo parecer que el torreón estaba siendo sobrevolado por numerosas águilas.
<<Maldición, tengo que ayudar a mis compañeros -se dijo mentalmente, agradecido de que su mente aun siguiera siendo idrina-, ellos sabrán revertir esto -trato de autoconvencerse>>. El norteño sujeto el asa del cubo lleno de agua con el pico y lo alzó, aun bastante inseguro con la forma de mover aquel nuevo cuerpo, pero tras un par de intentos, acertó a cordinar su nuevas patas y se encaminó hacia la puerta. Tenía la sensación de que cualquiera que lo viera pensaría que era bastante ridículo, pero por suerte nadie le observaba, y cuando llegó a la puerta empujó con la cabeza, entrando con ciertas dificultades al salón. Su cuerpo apenas entraba por el dintel, y en cuanto estuvo dentro y miro alrededor la estancia se le antojó angustiosamente pequeña, como si estuviera en una jaula.
-"Mierda, mierda, mierda -trato de maldecir, olvidándose de que ya no podía hablar y sin percatarse de que estaba proyectando su voz en la mente de los presentes-, este sitio es demasiado estrecho" -continúo, dejando el cubo en el suelo con cuidado mientras sus plumas se erizaban de nuevo, dirigiendo angustiosas miradas a aquellas paredes.
- Xana
Ficha de cosechado
Nombre: Ariv
Especie: Sinhadre
Habilidades: Memoria, reflejos, orientación.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
23/06/13, 10:57 pm
Los fantasmas se marcharon después de oír la petición de Ariv. Willi le sonrió antes de irse, y ella le devolvió la sonrisa, agradecida. Prefería estar sola con sus compañeros que rodeada de espectros a los que no conocía. Así que tenía razón: cumplían sus órdenes. Si eso era así de verdad y no una simple coincidencia, entonces le podría ser útil en el futuro, aunque aún no sabía de qué forma.
Poco a poco, el dolor fue remitiendo. Los ojos dejaron de picarle también, y exhaló un suspiro de alivio. Parecía que lo peor había pasado ya. Se alegraba por ello. Se preguntó también qué habría sucedido con sus compañeros.
Decidió que ya era hora de salir de su cuarto, puesto que se encontraba mejor, para ver qué había sido de los demás. Fue entonces cuando, al intentar ponerse de pie, se dio cuenta de la razón del dolor que había sentido: le había salido una larga cola a rayas. Por un momento, no pudo creérselo. Cerró los ojos y los volvió a abrir. Bueno, habría que aprender a vivir con ella. De momento, sólo le parecía un estorbo. Lo comprobó cuando se levantó. Tal vez, cuando consiguiera controlarse, dejaría de ser una molestia. Bufó.
Se miró las manos. Las puntas de sus dedos se habían oscurecido. Se preguntó qué le habría pasado en los ojos, pero allí no había nada donde mirarse. Ya lo descubriría más tarde. De todos modos, se sentía extraña, como si estuviera viviendo en el cuerpo de otra persona. La Ariv que había sido se había quedado atrás, ya para siempre.
Se volvió hacia K. No quiso preguntarle nada.
—Oye… Gracias por venir —dijo a media voz. Realmente agradecía que su amiga hubiera estado con ella—. Ahora, vamos… vamos abajo. Estoy preocupada.
Y comenzó a bajar las escaleras, maldiciendo de vez en cuando porque, aunque lo intentaba, aún no estaba habituada a tener cola.
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