Torreón Maciel (Archivo IV)
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- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Torreón Maciel (Archivo IV)
10/09/12, 07:00 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El paseo terminó frente a un edificio de piedra azulada. En el pasado debía de haber tenido cuatro plantas, pero ahora, el edificio estaba coronado por el esqueleto de algún animal marino. El idrino se quedo mirando la estructura, bastante asombrado. Su mirada se posó en una de las cadenas rotas del puente levadizo, y supuso que si hacían de aquel lugar su refugio, habría que arreglarla de alguna manera. El norteño comprobó la estabilidad del puente, y lo atravesó a paso rápido, llegando hasta las puertas, que para su sorpresa, estaban entreabiertas.
Saren entró en el edificio el primero, y mientras recorría el corredor que daba a la planta baja observando las pintadas de los muros en silencio, sus compañeros entraron detrás de él, cerrando las puertas cuando el último miembro del grupo estuvo dentro. El idrino se encontró en una gran estancia que, debido al aire enrarecido y por la capa de polvo intacta, debía de llevar abandonada varias semanas. Una mesa grande, unas cuantas sillas, y varios sillones bastante raídos, eran el principal mobiliario de aquella planta. A un lado de la estancia había una cocina, con una pequeña encimera, un horno de leña, y varios fogones de hierro, ademas de unos armarios de madera, que supuso llenos de algunos cacharros y bastantes telarañas.
Saren dejo la cesta que llevaba en la encimera, y se encaminó a las escaleras, dispuesto a ver que había arriba. No tardó en recorrer las dos plantas superiores, bajando para informar que en la segunda había una especie de estudio con estanterías vacías y un cuarto con barreños de latón para asearse; y que en la tercera había varios cuartos comunales con unas cuantas camas de aspecto cochambroso. No había subido al piso ocupado por el gran esqueleto, pero informo de que había oído algún que otro aleteo a través del techo de la tercera planta. Había baúles y armarios en as habitaciones, pero no había mirado dentro. Un patio de suelo empedrado, en cuyo centro se alzaba la estatua de un pájaro negro con un gran reloj bastante raro a sus pies, completaba el edificio. En él, había un pozo y al fondo, varios retretes.
-Bueno, yo tengo bastante hambre, así que si adecentáis un poco esa mesa -dijo señalándola, tras informar de sus descubrimientos-, yo me pondré con la cena.
El norteño se acercó a la cocina y busco algo para encender la cocina. Encontró una pila bastante escueta, pero suficiente por el momento, de leños polvorientos, que cogió y colocó en el hueco de piedra bajo los fogones. El norteño sacó un poco de yesca, con la que prendió la madera, paradespués cerrar la pequeña puerta de hierro que protegía el fuego. Mientras la cocina se calentaba, Saren procedió a buscar varios cacharros adecuados para cocinar, y unos cuantos platos y cubiertos que dejo a mano para aquel que pusiera la mesa. Les quitó el polvo, y salió al patio a por un poco de agua.
Saren se quitó los mitones y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo, que colgó de un gancho en la pared, para cocinar mas cómodo. Se lavó las manos con un poco del agua que había traído y se arremangó la camisola oscura. Sacó algo de carne cruda y unas verduras de las cestas, y lo limpió todo con el agua del pozo que le quedaba, mientras ponía a calentar un par de cacerolas con un poco de la propia grasilla de la carne, esperando que se derritiera. Cuando tuvo los ingredientes listos, preparó un salteado con las verduras, mientras la carne se tostaba en dados con unas pocas hojas rojizas que había encontrado en la cesta. Apartó las cacerolas del fuego, antes de que la verdura se pasara y la carne se hiciera por el centro, y preparo esta última en una bandeja, para meter el recipiente en la pequeña cavidad al lado del fuego que hacia las veces de horno.
Unos minutos después saco la carne del horno y la puso junto con las verduras en una gran fuente, mientras un sabroso olor se extendía por el edificio. El exterior de la carne estaba algo mas churruscante por el asado. En bastante poco tiempo, Saren, haciendo gala de su talento para la cocina, había preparado un plato delicioso con un aroma casero, que algunos de sus compañeros desconocían, y que venía perfecto para reponer fuerzas. Unas piezas de fruta completaban el menú.
-La cena esta lista-anunció con una sonrisa, siempre le había gustado comer bien.
El paseo terminó frente a un edificio de piedra azulada. En el pasado debía de haber tenido cuatro plantas, pero ahora, el edificio estaba coronado por el esqueleto de algún animal marino. El idrino se quedo mirando la estructura, bastante asombrado. Su mirada se posó en una de las cadenas rotas del puente levadizo, y supuso que si hacían de aquel lugar su refugio, habría que arreglarla de alguna manera. El norteño comprobó la estabilidad del puente, y lo atravesó a paso rápido, llegando hasta las puertas, que para su sorpresa, estaban entreabiertas.
Saren entró en el edificio el primero, y mientras recorría el corredor que daba a la planta baja observando las pintadas de los muros en silencio, sus compañeros entraron detrás de él, cerrando las puertas cuando el último miembro del grupo estuvo dentro. El idrino se encontró en una gran estancia que, debido al aire enrarecido y por la capa de polvo intacta, debía de llevar abandonada varias semanas. Una mesa grande, unas cuantas sillas, y varios sillones bastante raídos, eran el principal mobiliario de aquella planta. A un lado de la estancia había una cocina, con una pequeña encimera, un horno de leña, y varios fogones de hierro, ademas de unos armarios de madera, que supuso llenos de algunos cacharros y bastantes telarañas.
Saren dejo la cesta que llevaba en la encimera, y se encaminó a las escaleras, dispuesto a ver que había arriba. No tardó en recorrer las dos plantas superiores, bajando para informar que en la segunda había una especie de estudio con estanterías vacías y un cuarto con barreños de latón para asearse; y que en la tercera había varios cuartos comunales con unas cuantas camas de aspecto cochambroso. No había subido al piso ocupado por el gran esqueleto, pero informo de que había oído algún que otro aleteo a través del techo de la tercera planta. Había baúles y armarios en as habitaciones, pero no había mirado dentro. Un patio de suelo empedrado, en cuyo centro se alzaba la estatua de un pájaro negro con un gran reloj bastante raro a sus pies, completaba el edificio. En él, había un pozo y al fondo, varios retretes.
-Bueno, yo tengo bastante hambre, así que si adecentáis un poco esa mesa -dijo señalándola, tras informar de sus descubrimientos-, yo me pondré con la cena.
El norteño se acercó a la cocina y busco algo para encender la cocina. Encontró una pila bastante escueta, pero suficiente por el momento, de leños polvorientos, que cogió y colocó en el hueco de piedra bajo los fogones. El norteño sacó un poco de yesca, con la que prendió la madera, paradespués cerrar la pequeña puerta de hierro que protegía el fuego. Mientras la cocina se calentaba, Saren procedió a buscar varios cacharros adecuados para cocinar, y unos cuantos platos y cubiertos que dejo a mano para aquel que pusiera la mesa. Les quitó el polvo, y salió al patio a por un poco de agua.
Saren se quitó los mitones y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo, que colgó de un gancho en la pared, para cocinar mas cómodo. Se lavó las manos con un poco del agua que había traído y se arremangó la camisola oscura. Sacó algo de carne cruda y unas verduras de las cestas, y lo limpió todo con el agua del pozo que le quedaba, mientras ponía a calentar un par de cacerolas con un poco de la propia grasilla de la carne, esperando que se derritiera. Cuando tuvo los ingredientes listos, preparó un salteado con las verduras, mientras la carne se tostaba en dados con unas pocas hojas rojizas que había encontrado en la cesta. Apartó las cacerolas del fuego, antes de que la verdura se pasara y la carne se hiciera por el centro, y preparo esta última en una bandeja, para meter el recipiente en la pequeña cavidad al lado del fuego que hacia las veces de horno.
Unos minutos después saco la carne del horno y la puso junto con las verduras en una gran fuente, mientras un sabroso olor se extendía por el edificio. El exterior de la carne estaba algo mas churruscante por el asado. En bastante poco tiempo, Saren, haciendo gala de su talento para la cocina, había preparado un plato delicioso con un aroma casero, que algunos de sus compañeros desconocían, y que venía perfecto para reponer fuerzas. Unas piezas de fruta completaban el menú.
-La cena esta lista-anunció con una sonrisa, siempre le había gustado comer bien.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
24/06/13, 11:46 am
Estaba estresandose por momentos, su propia transformación le agobiaba y aunque el cambio iba por buen camino seguía sin poder manejar los detalles tales como un rostro normal.Pudo escuchar a Branniel suplicando de esa manera, DL le miro con una expresión de pena, toda la posible que pudiera poner una cara de muñeco. Empezó a escuchar aullidos provenientes de lo alto del torreó, a saber quien los emitía, pero recordaba que Karime y Ariv seguían arriba así que tal vez alguna se había convertido ya y estaba aullando.
-No se si seras diferente, pero tal vez encontremos un modo de que no nos comas -comento DL observando al nublino que parecía tan horrorizado con que pudiera cometer aquello que en cierta forma era tranquilizador. "Al menos aun no parece un desquiciado como el que conocimos, algo es algo" pensó mientras la expresión artificial de DL pasaba a una de sorpresa tal difícil de describir al ver aparece una enorme moles de plumas, pico y garras de pájaro por la entrada del patio. DL a esas alturas no sabia si asustarse, sorprenderse, sufrir un ataque de risa histérica o mandar todo a la mierda, por suerte para el lo que aun no había sido eliminado era su innata curiosidad. Se metió un susto genuino cuando una voz empezó a sonar en su cabeza y por un momento sintió que se había vuelto irremediablemente loco ya pero el alivio que sintió al procesar que esa voz parecía ser de Saren y que provenía del pájaro aquel lo relajo en gran medida. "Vale, vale...calma no eres tu....no escuches voces en tu cerebro" Vio bajar desde lo alto del torreón a Ariv con una cola extra y unos grandes y brillantes ojos amarillos "Bueno ella parece no haber cambiado del todo, dentro de la anormalidad del torreón, se ve medio normal".
Lo siguiente que ocurrió fue ya la gota que rebaso el vaso, ya de por si eran muchos en mitad del salón cada uno mas raro que el anterior para que encima como si vinieran salidos de la nada aprecio un grupo bastante numerosos de...criaturas. DL a esas alturas se les quedo mirando con expresión indescifrable "Transformado supongo, como el tipo ese que se cargo al trasgo" intentaba pensar con cierta racionalidad, dentro lo caótico del momento y por puro instinto fue a coger su arma, no muy seguro de que esas criatura no fuesen atacarles. Intentar evaluar a tan nutrido grupo era complicado, el primero en hablar fue el chico de piel dorada y alas negras, de proporciones considerables, se presento ante la mirada escudriñadora de DL, no sonandole en lo mas mínimo la cosa que decía ser. Y como si el tipo aquel hubiese dado el disparo de salida, varios de los que venían con el comenzaron a hablar y realizar acciones varias de las que DL confundido y con los nervios a flor de piel intento captar. La cosa que de algún modo lograr calmar la neurosis en la que estaba siendo metido fue el hecho de que intentaran ayudar a Wintel con sus heridas y alimentar a Branniel para que no les atacase. Prestando mas atención a los que acompañaban a los que habían hablado, había un poco de todo, un tipo enorme con muchos ojos, una chica que parecía normal, otra con piel muerta y otras mas que se veía normal y que tenia un pañuelo cubriéndole la frente.
Se puso ciertamente tenso cuando ese chico que a primera vista parecía medio el normal de semejante grupo, se le acerco y hablo atrayendo su atención cuando dijo algo de "Cambiante ¿Eso soy yo?" pensó rápidamente el foner que miro a este abriendo enormemente los huecos que tenia por ojos. No le dio tiempo a preguntar cuando un chico que parecía un lagarto humanoide comenzó a hacer levitar cosas por el salón "¿Que mierdas hace?" pregunto DL con cierto arranque de desconfianza y curiosidad,d mas aun cuando levito una mes ay se la puso enfrente y esta de un momento a otro empezó a reflejarlo tras pronunciar este un hechizo.
Al principio no entendió para que necesitaba el reflejarse, hasta que pillo el motivo "Ah, ¡es cierto! ¡si me veo sera mas fácil arreglar los desperfectos! Bien, pongámonos a ello" pensó con un arranque de felicidad absoluta, con una sonrisa enorme que se veía bastante grotesca con esa cara de muñeco. Mientras veía su reflejo e intentaba arreglar lo que no había podido crear correctamente, presto atención a medias a lo que seguían hablando esos nuevos visitantes, escuchando la palabra "cambiante" en varias ocasiones y el nombre de un tal "Yip" y una tal "Mephis", cortesía del chico con alas de insecto, Vacuum había dicho que se llamaba, que atrajo la curiosidad de DL. "Mucha gente, muchos nombres " se repetía el foner mientras en su mente parecía grabarse a fuego con facilidad cada detalle del aspecto de otros junto con una 'etiquetita' con sus nombres al lado para identificarlos.
Escucho a Shizel como se dirigía a los transformados las preguntas que hizo también eran de su interés, ¿por que ahora? entre otras tantas que tenia y que esperaría un poco para formularlas, mientras con todo el alivio del mundo volvía a recuperar su rostro aunque con sutiles cambios imperceptibles, poniéndose a ello con los brazos los cuales le llevaron algo de tiempo volverlos normales consiguiéndolo finalmente con el añadido de unas uñas nuevas algo mas afiladas de lo normal. Las preguntas de aquel tipo que se deshacía prácticamente frente a sus ojos convertido en arena y con una criatura a su lado hecha del mismo material, que estuviera toda manchada de sangre no le espanto tanto como debería, menos al recordar que afuera debían seguir habiendo aquellas criaturas espinosas y que debieron de hacerse paso a la fuerza.
-No esta el salón como para recibir visitas, un pequeño desorden de convivencia, trasgos locos, tíos con ratas...esas cosas, lo normal -dijo con evidentes ironía recordando que la mayoría de los desperfectos habían sido realizados de algún modo por los mencionados y la otra mitad por ellos- Ehm todos mencionáis algo de ser cambiante y tal, pero no tengo ni puñetera idea de que es eso y habéis mencionado varias personas mas, me gustaría saber mas de ellas si es que son como yo -hablo rápidamente el foner, no podía dejar las cosas así tal vez no confiaba ciegamente en ellos pero cualquier información era valiosa para el. Si existían en la ciudad mas como el, necesitaba saberlo obtener esa información ahora era primordial, ya había notado que su control sobre la especie de hilos que lo componía era un desastre y eso lo hacia sentirse frágil. "Necesito ayuda, algunos consejos lo que sea, saber que soy con exactitud y que puedo hacer con este cuerpo"
-No se si seras diferente, pero tal vez encontremos un modo de que no nos comas -comento DL observando al nublino que parecía tan horrorizado con que pudiera cometer aquello que en cierta forma era tranquilizador. "Al menos aun no parece un desquiciado como el que conocimos, algo es algo" pensó mientras la expresión artificial de DL pasaba a una de sorpresa tal difícil de describir al ver aparece una enorme moles de plumas, pico y garras de pájaro por la entrada del patio. DL a esas alturas no sabia si asustarse, sorprenderse, sufrir un ataque de risa histérica o mandar todo a la mierda, por suerte para el lo que aun no había sido eliminado era su innata curiosidad. Se metió un susto genuino cuando una voz empezó a sonar en su cabeza y por un momento sintió que se había vuelto irremediablemente loco ya pero el alivio que sintió al procesar que esa voz parecía ser de Saren y que provenía del pájaro aquel lo relajo en gran medida. "Vale, vale...calma no eres tu....no escuches voces en tu cerebro" Vio bajar desde lo alto del torreón a Ariv con una cola extra y unos grandes y brillantes ojos amarillos "Bueno ella parece no haber cambiado del todo, dentro de la anormalidad del torreón, se ve medio normal".
Lo siguiente que ocurrió fue ya la gota que rebaso el vaso, ya de por si eran muchos en mitad del salón cada uno mas raro que el anterior para que encima como si vinieran salidos de la nada aprecio un grupo bastante numerosos de...criaturas. DL a esas alturas se les quedo mirando con expresión indescifrable "Transformado supongo, como el tipo ese que se cargo al trasgo" intentaba pensar con cierta racionalidad, dentro lo caótico del momento y por puro instinto fue a coger su arma, no muy seguro de que esas criatura no fuesen atacarles. Intentar evaluar a tan nutrido grupo era complicado, el primero en hablar fue el chico de piel dorada y alas negras, de proporciones considerables, se presento ante la mirada escudriñadora de DL, no sonandole en lo mas mínimo la cosa que decía ser. Y como si el tipo aquel hubiese dado el disparo de salida, varios de los que venían con el comenzaron a hablar y realizar acciones varias de las que DL confundido y con los nervios a flor de piel intento captar. La cosa que de algún modo lograr calmar la neurosis en la que estaba siendo metido fue el hecho de que intentaran ayudar a Wintel con sus heridas y alimentar a Branniel para que no les atacase. Prestando mas atención a los que acompañaban a los que habían hablado, había un poco de todo, un tipo enorme con muchos ojos, una chica que parecía normal, otra con piel muerta y otras mas que se veía normal y que tenia un pañuelo cubriéndole la frente.
Se puso ciertamente tenso cuando ese chico que a primera vista parecía medio el normal de semejante grupo, se le acerco y hablo atrayendo su atención cuando dijo algo de "Cambiante ¿Eso soy yo?" pensó rápidamente el foner que miro a este abriendo enormemente los huecos que tenia por ojos. No le dio tiempo a preguntar cuando un chico que parecía un lagarto humanoide comenzó a hacer levitar cosas por el salón "¿Que mierdas hace?" pregunto DL con cierto arranque de desconfianza y curiosidad,d mas aun cuando levito una mes ay se la puso enfrente y esta de un momento a otro empezó a reflejarlo tras pronunciar este un hechizo.
Al principio no entendió para que necesitaba el reflejarse, hasta que pillo el motivo "Ah, ¡es cierto! ¡si me veo sera mas fácil arreglar los desperfectos! Bien, pongámonos a ello" pensó con un arranque de felicidad absoluta, con una sonrisa enorme que se veía bastante grotesca con esa cara de muñeco. Mientras veía su reflejo e intentaba arreglar lo que no había podido crear correctamente, presto atención a medias a lo que seguían hablando esos nuevos visitantes, escuchando la palabra "cambiante" en varias ocasiones y el nombre de un tal "Yip" y una tal "Mephis", cortesía del chico con alas de insecto, Vacuum había dicho que se llamaba, que atrajo la curiosidad de DL. "Mucha gente, muchos nombres " se repetía el foner mientras en su mente parecía grabarse a fuego con facilidad cada detalle del aspecto de otros junto con una 'etiquetita' con sus nombres al lado para identificarlos.
Escucho a Shizel como se dirigía a los transformados las preguntas que hizo también eran de su interés, ¿por que ahora? entre otras tantas que tenia y que esperaría un poco para formularlas, mientras con todo el alivio del mundo volvía a recuperar su rostro aunque con sutiles cambios imperceptibles, poniéndose a ello con los brazos los cuales le llevaron algo de tiempo volverlos normales consiguiéndolo finalmente con el añadido de unas uñas nuevas algo mas afiladas de lo normal. Las preguntas de aquel tipo que se deshacía prácticamente frente a sus ojos convertido en arena y con una criatura a su lado hecha del mismo material, que estuviera toda manchada de sangre no le espanto tanto como debería, menos al recordar que afuera debían seguir habiendo aquellas criaturas espinosas y que debieron de hacerse paso a la fuerza.
-No esta el salón como para recibir visitas, un pequeño desorden de convivencia, trasgos locos, tíos con ratas...esas cosas, lo normal -dijo con evidentes ironía recordando que la mayoría de los desperfectos habían sido realizados de algún modo por los mencionados y la otra mitad por ellos- Ehm todos mencionáis algo de ser cambiante y tal, pero no tengo ni puñetera idea de que es eso y habéis mencionado varias personas mas, me gustaría saber mas de ellas si es que son como yo -hablo rápidamente el foner, no podía dejar las cosas así tal vez no confiaba ciegamente en ellos pero cualquier información era valiosa para el. Si existían en la ciudad mas como el, necesitaba saberlo obtener esa información ahora era primordial, ya había notado que su control sobre la especie de hilos que lo componía era un desastre y eso lo hacia sentirse frágil. "Necesito ayuda, algunos consejos lo que sea, saber que soy con exactitud y que puedo hacer con este cuerpo"
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
24/06/13, 01:03 pm
Olí a los transformados antes de que entrasen por la puerta, prácticamente a la vez que los sintió Shizel. Desde mi posición no podía verlos del todo bien, pero el hambre que sufría me impedía asombrarme del todo de los aspectos que tenían los desconocidos. Uno de los recién conocidos, alguien con plumas en vez de pelo, alas y cola, dijo que podía ayudarme trayendo alimañas. Lo miré agradecido, deseando poder comer algo que me quitase el hambre (y que no trayese problemas morales al comerlo). Mis nuevos apetitos me comenzaban a enloquecer y sentía que el hechizo comenzaba a desaparecer. Si no comía algo, pronto me lanzaría contra mis amigos.
Por suerte, uno del grupo salió fuera a por algo que comiese mientras otro se dedicaba a recoger cosas de cada uno de nosotros. Comparado con el dolor que había pasado esa noche, la molestia de sentir un pelo arrancado no era nada. De todas maneras en ese momento entró el que había salido, que tenía la piel oscura, los ojos completamente verdes y alas de mariposa. Traía un par de alimañas agarradas de la cola y las dejó frente a mí casi a la vez que el hechizo iba terminando. Intenté controlarme unos segundos para no hacer pensar al otro que me lanzaba contra él (o, más bien, para darle tiempo a que retrocediese un poco antes de soltar mis instintos), pero al final, hambriento, me lancé con avidez sobre las dos alimañas.
No presté más atención que a devorar aquellos cuerpos, ignorando las presentaciones y palabras del resto de transformados, aunque sí que escuché el discurso de Saren, al menos en parte. Una parte de mí se sorprendía de la voracidad con la que estaba comiendo los cadáveres, como si fuesen la comida más deliciosa del mundo, pero al menos esto podía aceptarlo. Eran unos simples cuerpos de alimañas, no de personas, así que al menos era una buena mejoría sobre lo que me había dicho el monstruo. «Quien sabe, quizás se ha equivocado y tan solo tengo que comer carne cruda». Me levanté cuando el hombre de arena hablaba con unas compañeras, aunque no le prestaba mucha atención. No había dejado casi nada de las alimañas, pero, a pesar de eso, el hambre no había desaparecido del todo. «Por lo menos ya no es tan grande, puedo controlarlo», pensé, comenzando a prestar atención al que estaba hablando. «Podría vivir así a partir de ahora. No tengo por qué comer personas, me valen las alimañas»
—Si te vale, yo ya sé que soy un trasgo —le dije al hombre de arena cuando mencionó que sólo sabía qué eran DL y Wintel—. Por desgracia, ya hemos tenido historias con trasgos —gruñí—. Por cierto, Saren, gracias por hacerte más entretenida la comida con tu monólogo —le dije al idrino al recordar su discurso, sonriendo de forma un tanto maniática.
Presté más atención al grupo, fijándome en dos detalles especiales. Dos nublinas, más bien, aunque una tenía un aspecto un poco curioso. Me sentí avergonzado de mi comida, deseando de que mis congéneres no supiesen en qué monstruo me había convertido. Limpiándome rápidamente la sangre que me chorreaba desde la boca, me refugié en un rincón, pero por desgracia parecía que aquella noche las cosas no me iban a salir como yo quería. Además de tropezar un par de veces con la cola, en ese momento descubrí el origen de los aullidos que había escuchado por la noche al aparecer Ka (la única que quedaba) por las escaleras, convertida en una loba. En cuanto me vio comenzó a gruñirme, quizás recordando el encuentro con el trasgo que se comió a Marina. Temiendo que me atacase me puse en posición defensiva. Puede que fuese un monstruo, pero ahora que había descubierto que podía aplacar el hambre sin comer personas no pensaba dejar que una loba me dañase.
Por suerte, uno del grupo salió fuera a por algo que comiese mientras otro se dedicaba a recoger cosas de cada uno de nosotros. Comparado con el dolor que había pasado esa noche, la molestia de sentir un pelo arrancado no era nada. De todas maneras en ese momento entró el que había salido, que tenía la piel oscura, los ojos completamente verdes y alas de mariposa. Traía un par de alimañas agarradas de la cola y las dejó frente a mí casi a la vez que el hechizo iba terminando. Intenté controlarme unos segundos para no hacer pensar al otro que me lanzaba contra él (o, más bien, para darle tiempo a que retrocediese un poco antes de soltar mis instintos), pero al final, hambriento, me lancé con avidez sobre las dos alimañas.
No presté más atención que a devorar aquellos cuerpos, ignorando las presentaciones y palabras del resto de transformados, aunque sí que escuché el discurso de Saren, al menos en parte. Una parte de mí se sorprendía de la voracidad con la que estaba comiendo los cadáveres, como si fuesen la comida más deliciosa del mundo, pero al menos esto podía aceptarlo. Eran unos simples cuerpos de alimañas, no de personas, así que al menos era una buena mejoría sobre lo que me había dicho el monstruo. «Quien sabe, quizás se ha equivocado y tan solo tengo que comer carne cruda». Me levanté cuando el hombre de arena hablaba con unas compañeras, aunque no le prestaba mucha atención. No había dejado casi nada de las alimañas, pero, a pesar de eso, el hambre no había desaparecido del todo. «Por lo menos ya no es tan grande, puedo controlarlo», pensé, comenzando a prestar atención al que estaba hablando. «Podría vivir así a partir de ahora. No tengo por qué comer personas, me valen las alimañas»
—Si te vale, yo ya sé que soy un trasgo —le dije al hombre de arena cuando mencionó que sólo sabía qué eran DL y Wintel—. Por desgracia, ya hemos tenido historias con trasgos —gruñí—. Por cierto, Saren, gracias por hacerte más entretenida la comida con tu monólogo —le dije al idrino al recordar su discurso, sonriendo de forma un tanto maniática.
Presté más atención al grupo, fijándome en dos detalles especiales. Dos nublinas, más bien, aunque una tenía un aspecto un poco curioso. Me sentí avergonzado de mi comida, deseando de que mis congéneres no supiesen en qué monstruo me había convertido. Limpiándome rápidamente la sangre que me chorreaba desde la boca, me refugié en un rincón, pero por desgracia parecía que aquella noche las cosas no me iban a salir como yo quería. Además de tropezar un par de veces con la cola, en ese momento descubrí el origen de los aullidos que había escuchado por la noche al aparecer Ka (la única que quedaba) por las escaleras, convertida en una loba. En cuanto me vio comenzó a gruñirme, quizás recordando el encuentro con el trasgo que se comió a Marina. Temiendo que me atacase me puse en posición defensiva. Puede que fuese un monstruo, pero ahora que había descubierto que podía aplacar el hambre sin comer personas no pensaba dejar que una loba me dañase.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
24/06/13, 01:46 pm
Karime
Karime no entendía nada de lo que ocurría a su alrededor. Mientras ella no dejaba de encorvarse cada vez más y más, y no dejaba de sentir como le crecía pelo por todo el cuerpo de forma uniforme; su habitación, la misma que compartía con Ariv y había compartido también con Alder, en ese momento se estaba llenando de fantasmas, que iban apareciendo uno detrás de otro. Todo bañado por la ardiente luz de la Luna Roja. Hipnotizaba por su esplendor, que la atraía de forma desmedida, olvidó todo lo que ocurría a su alrededor y aulló a ella arrastrada por su magia. Cuando quiso darse cuenta, su boca se había prolongado hasta convertirse en un hocico, peludo como el resto de su cuerpo, sus orejas se desplazaban hacia la cúspide de su cabeza, sus manos y pies se estaban volviendo garras, y sus uñas estaban creciendo y cambiando de forma, todo esto acompañado por un picor por todo el cuerpo, intensificado en las zonas clave y especialmente molesto en la rabadilla, donde parecía estarle creciendo un miembro más.
Karime, más animal que líbense, sintió de repente la instintiva necesidad de proteger a Ariv como si fuera su cría y quiso interponerse entre esta y los fantasmas, pero cuando se disponía a gruñirles estos desaparecieron ante una orden directa de la sinhadre. La loba, con todavía algo de forma humanoide, siguió a la niña escaleras abajo, haciendo algunos sonidos de lastima al no haber podido ser ella la que defendiera a su amiga.
Ya completamente a cuatro patas y con pocas zonas de su cuerpo reconocibles como libenses, llegó al salón donde la escena que se encontró no ayudó demasiado a sus nervios. La loba que en otro tiempo fue Karime, al ver al trasgo, no dudó en ponerse ante él con una pose defensiva y comenzó a gruñirle y enseñarle los dientes, crecidos y afilados recientemente. Se veía en ella una clara intención de querer atacarlo, y así hubiera sido si, en el momento del salto, no hubiera sufrido nuevos cambios. El vello facial y de las manos comenzó a desaparecerle, al igual que el hocico se le iba achatando y su cuerpo iba recuperando algo de su posición erguida. De su antigua forma ya solo conservaba la posición de las orejas y los cambios que estas habían sufrido, las garras y la cola.
- ¿Branniel? - preguntó confundida la medio loba, luchando internamente para no atacar al nublino, ya que su parte líbense lo evitaba al reconocerlo como compañero y su parte animal le incitaba a hacerlo al reconocerlo como el ser que le había hecho perder un ojo y había matado a un miembro de su manada.- ¡Aléjate! - le alertó, consciente por un momento del peligro que corrían ambos si el instinto de la loba ganaba a la razón de la líbense y terminaba atacando a su compañero.
La líbense se retiró con pasos cortos hacia detrás, en un intento de alejarse lo máximo de su compañero, cuando vio al resto, a los que identificó de malas maneras. Lo que antes había dejado en el sofá como DL deshuesado, en ese momento se había transformado en una versión de él mismo, más femenino, pero sin dejarse de ver como un varón. Shiz sin había sufrido cambio alguno si se pasaba por alto que se encontraba completamente cubierto de escarcha y Wintel había sido fusionado con sus queridas estirges convirtiéndose en un aguilucho de plumas blancas. Parecido a este último, pero de plumaje oscuro y considerablemente más grande, vio a un ave gigante que ocupaba casi todo el espacio. Por un momento, la loba en la que se estaba volviendo a transformar Karime fue a gruñirle, pero su olfato, más desarrollado en esa forma, lo reconoció como Saren y enseguida se calmó.
Karime se estaba volviendo loca, su instinto le obligaba a atacar al trasgo y su razón le recordaba que era Branniel, su compañero. La medio loba medio líbense sacudía la cabeza y gruñía en un intento de aplacar la locura que estaba viviendo. En esas estaba cuando se percató del grupo que había aparecido por la puerta. No fue con su ojo con lo que los atisbó, en cuya visión se había interpuesto un entramado de venas negras, sino con el oído y con el olfato, que parecían haberse desarrollado satisfactoriamente gracias a su condición loba. Su olor desconocido volvió a ponerla en alerta y se interpuso entre sus compañeros y el nuevo grupo con intención de proteger a su manada.
Wednesday
Wen había disfrutado el día de lluvia como una niña y deseaba que llegara la Luna Roja con todas sus ganas, no solo para disfrutar de los cambios climáticos que esta traía, sino también para hacerlo de la salida de la Luna en sí, cosa que, por culpa de su dolorosa transformación, no había podido hacer en la suya. La luna no se hizo de rogar. El día señalado apareció redonda y maravillosa sobre el cielo rocavarancoles, Wen no recordaba espectáculo y belleza igual. Su luz la atraía como pocas cosas y, aunque también quería ir a conocer a los nuevos transformados, deseaba ir a disfrutarla junto a la catedral gigante. “Se lo propondré a Noel un día de estos. No va a desaparecer tan rápidamente.” Se dijo, mientras ponía rumbo a Maciel, el torreón elegido como primero para la excursión.
Cuando entraron a Maciel el grupo al completo, en lo primero en lo que se fijó fue en su primer hogar en Rocavarancolia. Excepto por el destrozo del salón, no parecía haber cambiado demasiado desde su estancia en él el año anterior, aunque estaba considerablemente más limpio.
- Kae, Matt, mirad lo que estos desalmados han hecho con nuestro torreón. - se quejó la británica sarcásticamente.- Se ve que les dio envidia que en la cosecha de Gael, Adara y Vacuum una ballena hubiera destrozado el piso superior y ellos no quisieron ser menos. Pues que sepáis que os habéis quedado cortos. - ante el comentario de Matt rió.- ¿Tu habitación? Siento lastima por quien le tocara la mía. La sangre de Dys y de Res nunca salió del todo de las paredes. - bromeó con palpable humor negro. Con el tiempo, había aprendido a tomarse las muertes no recientes con humor negro o acabaría volviéndose loca en la ciudad.- Por cierto, yo soy dama Diurna, bruja maldita.
Al fijarse en los nuevos transformados le llamó la atención la variedad e intentó reconocer todas las que podía.
- Un nuevo Cail, aunque parece de mejor humor. - comenzó a enumerar.- Mephis en foner. Espero que la transformación no implique también su prepotencia. Una mezcla entre dama Circe y Cain, ¿qué pasa? ¿a Maciel le ha dado por convertirse en el nuevo burdel? - terminó diciendo, pues no reconocía las de los dos idrinos ni la del otro nublino, ni siquiera la de la sinhadre.
Cuando la loba comenzó a gruñirles y enseñarles los dientes, Wen la miró con una sonrisa y comenzó a tejer entre sus dedos un hechizo para que se tranquilizara y pudiera pensar con tranquilidad.
- Dama Circe me habló de su transformación. Es difícil la lucha entre el instinto y la razón. - explicó.- No le he hecho nada malo, solo la he tranquilizado para que pueda pensar bien.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
24/06/13, 05:43 pm
Desde el día de la lluvia, Kaethe había estado esperando la Luna Roja como si fuese cosechada otra vez. Deseaba que aquel astro rojo iluminase el cielo y el tiempo se le pasó más rápido de lo que había esperado. Pero esta vez no iba a transformarse, ni a morirse en mitad del patio de Maciel de nuevo. Este año iría a ver a los cosechados que se habían transformado con la salida de la Luna. <<¿Habrá algún ghoul está cosecha?>>, se preguntaba, observando el ceilo cada vez más cubierto de estrellas.
Así llegó el día en el que la Luna Roja iluminó la ciudad con el tan característico tono carmesí y se dirigieron a Maciel junto con los del cuchitril. El viaje fue algo accidentado por culpa de las alimañas que interrumpían su tranquilo paseo que acabó convertido en una carnicería. La ghoul acabó con el kimono rosa “ligeramente” manchado de sangre por el bajo. Además, había aprovechado para comer algún que otro pedazo de carne de los animales muertos. Había aceptado su transformación desde casi el principio, lo que hacía que no tuviese reparos en comer carne de muertos. Era consciente de que la carne de animales no era igual que la de humanos, y esta última sí que hacía que no se pudriese tan rápido.
Llegaron a Maciel para ver una escena que Kaethe calificó de desastrosa. El salón estaba hecho un desastre, la bilis negra que salía de las manos del trasgo manchaba el suelo y todos parecían revolucionados. <<¿Nosotros estábamos así de mal el día de la Luna?>>, pensó, mirando al cambiante que intentaba recomponer su cuerpo mirándose en una mesa que Giz había convertido en un espejo.
-Ya veis, no podemos confiar en que cuiden ni un poquito nuestro antiguo hogar. A la mínima lo destrozan –bromeó, siguiéndoles el rollo a sus compañeros. En ese momento se dio cuenta de que no se había presentado aún, por lo que se insultó mentalmente por olvidadiza y sonrió. –Y yo soy Sobras, ghoul.
Miró a los recién transformados intentando averiguar en qué se habían transformado. Las transformaciones del trasgo y del cambiante eran obvias. La de la licántropa también estaba clara, pero las demás no supo reconocerlas. Rió al oír a Wen decir que Maciel era el nuevo burdel, sin poder evitarlo. –Qué va, les falta un vampiro troll –se había acostumbrado a oír el vocablo y aunque creyó haberlo usado bien esperaba no haberle metido una patada al diccionario terrícola. Decidió obviarse a sí misma y a Wen, a esta última por miedo a cagarla diciendo su verdadera transformación.
Así llegó el día en el que la Luna Roja iluminó la ciudad con el tan característico tono carmesí y se dirigieron a Maciel junto con los del cuchitril. El viaje fue algo accidentado por culpa de las alimañas que interrumpían su tranquilo paseo que acabó convertido en una carnicería. La ghoul acabó con el kimono rosa “ligeramente” manchado de sangre por el bajo. Además, había aprovechado para comer algún que otro pedazo de carne de los animales muertos. Había aceptado su transformación desde casi el principio, lo que hacía que no tuviese reparos en comer carne de muertos. Era consciente de que la carne de animales no era igual que la de humanos, y esta última sí que hacía que no se pudriese tan rápido.
Llegaron a Maciel para ver una escena que Kaethe calificó de desastrosa. El salón estaba hecho un desastre, la bilis negra que salía de las manos del trasgo manchaba el suelo y todos parecían revolucionados. <<¿Nosotros estábamos así de mal el día de la Luna?>>, pensó, mirando al cambiante que intentaba recomponer su cuerpo mirándose en una mesa que Giz había convertido en un espejo.
-Ya veis, no podemos confiar en que cuiden ni un poquito nuestro antiguo hogar. A la mínima lo destrozan –bromeó, siguiéndoles el rollo a sus compañeros. En ese momento se dio cuenta de que no se había presentado aún, por lo que se insultó mentalmente por olvidadiza y sonrió. –Y yo soy Sobras, ghoul.
Miró a los recién transformados intentando averiguar en qué se habían transformado. Las transformaciones del trasgo y del cambiante eran obvias. La de la licántropa también estaba clara, pero las demás no supo reconocerlas. Rió al oír a Wen decir que Maciel era el nuevo burdel, sin poder evitarlo. –Qué va, les falta un vampiro troll –se había acostumbrado a oír el vocablo y aunque creyó haberlo usado bien esperaba no haberle metido una patada al diccionario terrícola. Decidió obviarse a sí misma y a Wen, a esta última por miedo a cagarla diciendo su verdadera transformación.
- Carmesí
Ficha de cosechado
Nombre: Lemus
Especie: Humano
Habilidades: Oído músical, carisma y valor
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
24/06/13, 05:50 pm
Todo comenzó a ser muy confuso. Había monstruos por todo el salón. Uno de ellos que parecía ser un amasijo de hilos que decía ser DL se acercó a mí y pareció conjugar magia sobre mí. Sentí un leve cosquilleo y disminución del dolor en la espalda.
“NOOO ¡! -Grité nervioso apartándolo de un empujón desequilibrándome y cayendo en el suelo, donde me encogí lastimeramente- ahora estoy maldito… maldito…-comencé a murmurar completamente ido-“
Me había transformado en un monstruo, pero debía ser un error… ¡!yo no había caído en el embrujo de la maldita magia!!. El salón cada vez fue a peor; voces desconocidas, voces en mi cabeza que hablaba de pollos, gruñidos…
“Arpía” escuché varias veces en voces desconocidas haciendo referencia a mí, con que eso era yo ahora… un monstruo llamado arpía… seguía en el suelo encogido en posición fetal hasta que sentí de nuevo aquel cosquilleo y el bienestar que producía.
“NOOOO!! GROAAAK – me revolví en el suelo, lanzando varias patadas, ahora mas bien garrazos, instintivamente a aquel ser de plumas negras que conjuraba magia sobre mí- ¡! DEJAA DE CONDENARME CON TU MALDITA MAGIA ¡! GROAAK – grité desquiciado, lanzando garrazos intentándome incorporarme penosamente – GROAAAAAK ¡ – grazné aterrorizado al ver que al retroceder choqué con una aberración que parecía ser de arena, lanzándole las garras para apartarlo de mí-“
Debía salir de allí y encontrar al responsable de este error, yo no debía ser un monstruo…
“NOOO ¡! -Grité nervioso apartándolo de un empujón desequilibrándome y cayendo en el suelo, donde me encogí lastimeramente- ahora estoy maldito… maldito…-comencé a murmurar completamente ido-“
Me había transformado en un monstruo, pero debía ser un error… ¡!yo no había caído en el embrujo de la maldita magia!!. El salón cada vez fue a peor; voces desconocidas, voces en mi cabeza que hablaba de pollos, gruñidos…
“Arpía” escuché varias veces en voces desconocidas haciendo referencia a mí, con que eso era yo ahora… un monstruo llamado arpía… seguía en el suelo encogido en posición fetal hasta que sentí de nuevo aquel cosquilleo y el bienestar que producía.
“NOOOO!! GROAAAK – me revolví en el suelo, lanzando varias patadas, ahora mas bien garrazos, instintivamente a aquel ser de plumas negras que conjuraba magia sobre mí- ¡! DEJAA DE CONDENARME CON TU MALDITA MAGIA ¡! GROAAK – grité desquiciado, lanzando garrazos intentándome incorporarme penosamente – GROAAAAAK ¡ – grazné aterrorizado al ver que al retroceder choqué con una aberración que parecía ser de arena, lanzándole las garras para apartarlo de mí-“
Debía salir de allí y encontrar al responsable de este error, yo no debía ser un monstruo…
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
24/06/13, 06:41 pm
Noel observó unos instantes como Giz correteaba de un lado a otro recogiendo toda muestra que se le ponía delante y meneó la cabeza con jocosa desaprobación.
-El Capitán Lagartijo no descansa en su cruzada contra el estancamiento de las especies ni en la noche de la Luna.
Mientras varios de sus amigos se ocupaban de ayudar al cambiante y Vac adoptó su sugerencia de ir a buscar las alimañas para el trasgo, de pronto el draco se paró al escuchar telepatía en su mente. Estaba acostumbrado a ella porque el hado la usaba de vez en cuando y de las veces que había hablado con Elliot, así que no se sorprendió mucho al oír la voz del pájaro gigante, que se presentó como Saren e hizo varios comentarios creyendo que no podían oírle. Noel se echó a reír y después de que el idrino que se había presentado como Shizel le hablase, el sueco se dirigió al enorme pájaro.
-Ser dios es aburrido, la gente espera que hagas cosas por ellos. En cambio si eres un monstruo esperan justo lo contrario, los prejuicios pueden ser hasta divertidos -comentó sonriendo maliciosamente.
El idrino refrigerador les hizo unas preguntas a continuación que hicieron sonreír a Noel en su interior, imaginando qué pasaría si les dijesen que habían apostado con sus vidas. Dirigió su mirada hacia Shizel con la intención de responderle, mientras todavía terminaba de curar a la arpía.
-Mostrarse directamente es arriesgarse a intervenir y nuestra curiosidad no llega a tanto como para arriesgarnos a que Su Majestad el Rey -como siempre que lo decía, pronunció el título con un tono medio burlesco- decida que tiene más derechos sobre nuestras cabezas que nosotros mismos. Pero nosotros no hace tanto que pasamos por vuestra misma situación y vivíamos aquí, en este torreón o en Letargo.
>>A parte de los que ya hemos dicho, me temo que no tenemos ni idea de en qué os habéis transformado los demás, pero seguro que en la biblioteca encontráis información. Si alguno quiere venir cuando salgamos hacia Letargo le recomiendo nuestra compañía, por una vez podemos hacer una excepción y trabajar sin cobrar -bromeó con una leve carcajada-. Como dices, fuera está la cosa muy revuelta. La Luna parece haber alterado todo más de lo normal en esta ocasión... -finalizó su explicación con aire pensativo, recordando que en los años anteriores no había visto tal despliegue de agresividad por parte de toda Rocavarancolia.
Mientras tanto, otra recién transformada había bajado y Noel enseguida recordó que tenía que tratarse de la libense ya que era la única otra chica que habían visto en Maciel aquel día. Su aparición le recordó ineludiblemente a la noche de su propia transformación, pues la chica había corrido la misma suerte que la ahora llamada dama Circe y estaba oscilando constantemente entre su forma original y la de loba.
Escuchó los comentarios de Matt, Kaethe y Wen y se rió brevemente cuando estas últimas comentaron sobre como el torreón parecía una imitación del burdel.
-Si se trata de imitar, los cambiantes saben mucho de eso, tal vez su presencia tenga algo que ver... -comenzó a decir con una sonrisa divertida.
Pero se interrumpió antes de seguir hablando, ya que el nublino al que acababa de curar pareció enloquecer de pronto.
Los ojos del draco se contrajeron y su expresión cambió radicalmente cuando la arpía comenzó a darle patadas y a gritar incoherencias. En un instante y casi sin pensar, invocó su hacha a través del hechizo de anclaje tatuado en su brazo y, mientras el nublino trataba de incorporarse todavía intentando atacarle, lo levantó sin dificultad cogiéndolo de la nuca y colocó el arma frente a su cara. Al cabo de unos segundos en los que el silencio había inundado la sala, Noel se dio cuenta de que había respondido con agresividad instintiva. Bajó el hacha y la desinvocó, obligándose a tranquilizarse.
-Curiosa forma la de vuestro compañero de agradecer que lo ayuden -esbozó una sonrisa burlona mientras dejaba a la arpía en el suelo tratando de evitar ser tan brusco como lo había sido-. Aunque me sorprende escuchar algo así de boca de un nublino, pero yo no te estoy "condenando", arpía. Si quieres poner una reclamación a la Luna ya puedes ingeniártelas para realizar un viaje espacial.
El sueco intentó suavizar la situación todo lo que pudo dando a entender que no pensaba hacerle nada al nublino, alejándose unos pasos de él, pero tampoco se arrepentía de lo que había sucedido. De todos modos había actuado con algo más de agresividad de lo habitual y se cuestionó si las bestias serían realmente las únicas afectadas de aquella manera por la Luna.
-El Capitán Lagartijo no descansa en su cruzada contra el estancamiento de las especies ni en la noche de la Luna.
Mientras varios de sus amigos se ocupaban de ayudar al cambiante y Vac adoptó su sugerencia de ir a buscar las alimañas para el trasgo, de pronto el draco se paró al escuchar telepatía en su mente. Estaba acostumbrado a ella porque el hado la usaba de vez en cuando y de las veces que había hablado con Elliot, así que no se sorprendió mucho al oír la voz del pájaro gigante, que se presentó como Saren e hizo varios comentarios creyendo que no podían oírle. Noel se echó a reír y después de que el idrino que se había presentado como Shizel le hablase, el sueco se dirigió al enorme pájaro.
-Ser dios es aburrido, la gente espera que hagas cosas por ellos. En cambio si eres un monstruo esperan justo lo contrario, los prejuicios pueden ser hasta divertidos -comentó sonriendo maliciosamente.
El idrino refrigerador les hizo unas preguntas a continuación que hicieron sonreír a Noel en su interior, imaginando qué pasaría si les dijesen que habían apostado con sus vidas. Dirigió su mirada hacia Shizel con la intención de responderle, mientras todavía terminaba de curar a la arpía.
-Mostrarse directamente es arriesgarse a intervenir y nuestra curiosidad no llega a tanto como para arriesgarnos a que Su Majestad el Rey -como siempre que lo decía, pronunció el título con un tono medio burlesco- decida que tiene más derechos sobre nuestras cabezas que nosotros mismos. Pero nosotros no hace tanto que pasamos por vuestra misma situación y vivíamos aquí, en este torreón o en Letargo.
>>A parte de los que ya hemos dicho, me temo que no tenemos ni idea de en qué os habéis transformado los demás, pero seguro que en la biblioteca encontráis información. Si alguno quiere venir cuando salgamos hacia Letargo le recomiendo nuestra compañía, por una vez podemos hacer una excepción y trabajar sin cobrar -bromeó con una leve carcajada-. Como dices, fuera está la cosa muy revuelta. La Luna parece haber alterado todo más de lo normal en esta ocasión... -finalizó su explicación con aire pensativo, recordando que en los años anteriores no había visto tal despliegue de agresividad por parte de toda Rocavarancolia.
Mientras tanto, otra recién transformada había bajado y Noel enseguida recordó que tenía que tratarse de la libense ya que era la única otra chica que habían visto en Maciel aquel día. Su aparición le recordó ineludiblemente a la noche de su propia transformación, pues la chica había corrido la misma suerte que la ahora llamada dama Circe y estaba oscilando constantemente entre su forma original y la de loba.
Escuchó los comentarios de Matt, Kaethe y Wen y se rió brevemente cuando estas últimas comentaron sobre como el torreón parecía una imitación del burdel.
-Si se trata de imitar, los cambiantes saben mucho de eso, tal vez su presencia tenga algo que ver... -comenzó a decir con una sonrisa divertida.
Pero se interrumpió antes de seguir hablando, ya que el nublino al que acababa de curar pareció enloquecer de pronto.
Los ojos del draco se contrajeron y su expresión cambió radicalmente cuando la arpía comenzó a darle patadas y a gritar incoherencias. En un instante y casi sin pensar, invocó su hacha a través del hechizo de anclaje tatuado en su brazo y, mientras el nublino trataba de incorporarse todavía intentando atacarle, lo levantó sin dificultad cogiéndolo de la nuca y colocó el arma frente a su cara. Al cabo de unos segundos en los que el silencio había inundado la sala, Noel se dio cuenta de que había respondido con agresividad instintiva. Bajó el hacha y la desinvocó, obligándose a tranquilizarse.
-Curiosa forma la de vuestro compañero de agradecer que lo ayuden -esbozó una sonrisa burlona mientras dejaba a la arpía en el suelo tratando de evitar ser tan brusco como lo había sido-. Aunque me sorprende escuchar algo así de boca de un nublino, pero yo no te estoy "condenando", arpía. Si quieres poner una reclamación a la Luna ya puedes ingeniártelas para realizar un viaje espacial.
El sueco intentó suavizar la situación todo lo que pudo dando a entender que no pensaba hacerle nada al nublino, alejándose unos pasos de él, pero tampoco se arrepentía de lo que había sucedido. De todos modos había actuado con algo más de agresividad de lo habitual y se cuestionó si las bestias serían realmente las únicas afectadas de aquella manera por la Luna.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
24/06/13, 07:45 pm
Saren parpadeó confuso cuando sus compañeros y los extraños invitados se dirigieron a él, dando a entender que el habían escuchado de alguna forma. El norteño no sabía como aquello era posible, pero dedujo que tenía que haber sido algo mental, porque él no había emitido ningun sonido por su boca. Aliviado por poder comunicarse de alguna forma con los demás el chico rió mentalmente ante la pulla de Shiz y el comentario del que se llamaba Noel, además de asentir hacia Bran cuando le agradeció el amenizarle la comida. El norteño observó la escena que se desarrollaba ante él sin intervenir, en completo silencio, valorando las distintas reacciones de sus compañeros y tensándose levemente cuando K bajó en su nueva forma, que al parecer se iba alternando con la antigua, y se encaró a Bran. La situación pareció contenerse, pero seguía siendo bastante tensa.
-"El deprobable estado de esta planta se lo podéis agradecer al pequeño psicópata irlandés, la trampa mortal en la que se ha convertido uno de los cuartos de la tercera planta, por el contrario, es cosa del pelirrojo de las ratas. Ninguno de los dos esta presente, son buenos escaqueando responsabilidades" -dijo distraidamente ante los comentarios sobre el torreón.
La escena que ocurrió a continuación entre Wintel y el draco de Estínfalo si que alarmo a Saren, que volvió a alzar su hacha de forma inconsciente. No tardó en relajarse al ver como Noel cambiaba de postura, y en cierto modo no se extraño de su reacción. El nublino había reaccionado violentamente ante la ayuda del draco, continuando con aquella manía sulla de que la magia estaba maldita, por lo que el tal Noel simplemente se había defendido, de una forma bastante agresiva, pero en parte justificada. El idrino procuró apartar aquellos pensamientos de su mente y cuando sugirieron si querían acompañarles para obtener información, accedió de buena gana.
-"Yo voy, me caéis bien, y es mejor ir acompañado -comentó, agarrando su hacha con el pico, no estaba dispuesto a dejarla atrás-. Tal vez esto sea reversible, no me convence la idea de pasearme por ahí como un pollo sobrehormonado todo el tiempo. Shiz, si no quieres no vengas, estos caballeros parece que no saben que eres, pero yo estoy seguro que te has trasformado en "Polo de pijo", mas "ricos" que los de limón sin lugar a dudas; ¿para que ir hasta la biblioteca si te puedo ahorrar el paseo yo?" -dijo en tono jocoso, en respuesta a la pulla de antes. Bromear con el lacustre era refrescante, nunca mejor dicho.
Vac rió con ganas ante el discurso del enorme ave, que al parecer no era consciente de que todos podían oirle. Aquel cachorro tenía un buen sentido del humor, y el hado estaba seguro de que si le conocía mas a fondo le caería bien. La reacción de Noel al estallido de la arpía fue realmente justificada, e incluso el griego se tensó, dispuesto a lanzarse a por el nublino, pero se relajó rápidamente, consciente de que la Luna le estaba alterando demasiado. Se abstuvo de contestar a la mayoría de las preguntas, aunque si que se dirigió al cambiante.
-Si, son cambiantes como tu, pero no te preocupes, si sobrevives lo suficiente no tardaras en conocerlos, muchacho -dijo con una sonrisa y un leve guiño.
En ese momento un pequeño diablillo se posó en el hombro del griego y le dijo algo al oído, tras lo cual se esfumó. Traía un mensaje de Cain, y al parecer tenía que ir urgentemente al burdel, ¿habría pasado algo?. El gesto del griego se ensombreció ligeramente, y se dirigió a sus amigos para decírselo.
-Al parecer tengo que volver al burdel de inmediato, algo urgente, aunque no se los detalles -les dijo rápidamente-. Tratare de unirme a vosotros mas tarde, aunque no se cuanto voy a tardar -masculló, para después salir por la puerta y alzar el vuelo con celeridad.
No sabía que podía ser aquel asunto tan urgente, pero por el tono del mensaje dedujo que tenía que ser importante. La visión del trasgo de Ewa le había alterado de nuevo, y ahora que no estaba rodeado de sus compañeros se permitió el lujo de maldecir, sin saber que hacer con Gighena.
Continúa en el Burdel de Dama Espasmo.
-"El deprobable estado de esta planta se lo podéis agradecer al pequeño psicópata irlandés, la trampa mortal en la que se ha convertido uno de los cuartos de la tercera planta, por el contrario, es cosa del pelirrojo de las ratas. Ninguno de los dos esta presente, son buenos escaqueando responsabilidades" -dijo distraidamente ante los comentarios sobre el torreón.
La escena que ocurrió a continuación entre Wintel y el draco de Estínfalo si que alarmo a Saren, que volvió a alzar su hacha de forma inconsciente. No tardó en relajarse al ver como Noel cambiaba de postura, y en cierto modo no se extraño de su reacción. El nublino había reaccionado violentamente ante la ayuda del draco, continuando con aquella manía sulla de que la magia estaba maldita, por lo que el tal Noel simplemente se había defendido, de una forma bastante agresiva, pero en parte justificada. El idrino procuró apartar aquellos pensamientos de su mente y cuando sugirieron si querían acompañarles para obtener información, accedió de buena gana.
-"Yo voy, me caéis bien, y es mejor ir acompañado -comentó, agarrando su hacha con el pico, no estaba dispuesto a dejarla atrás-. Tal vez esto sea reversible, no me convence la idea de pasearme por ahí como un pollo sobrehormonado todo el tiempo. Shiz, si no quieres no vengas, estos caballeros parece que no saben que eres, pero yo estoy seguro que te has trasformado en "Polo de pijo", mas "ricos" que los de limón sin lugar a dudas; ¿para que ir hasta la biblioteca si te puedo ahorrar el paseo yo?" -dijo en tono jocoso, en respuesta a la pulla de antes. Bromear con el lacustre era refrescante, nunca mejor dicho.
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Vac rió con ganas ante el discurso del enorme ave, que al parecer no era consciente de que todos podían oirle. Aquel cachorro tenía un buen sentido del humor, y el hado estaba seguro de que si le conocía mas a fondo le caería bien. La reacción de Noel al estallido de la arpía fue realmente justificada, e incluso el griego se tensó, dispuesto a lanzarse a por el nublino, pero se relajó rápidamente, consciente de que la Luna le estaba alterando demasiado. Se abstuvo de contestar a la mayoría de las preguntas, aunque si que se dirigió al cambiante.
-Si, son cambiantes como tu, pero no te preocupes, si sobrevives lo suficiente no tardaras en conocerlos, muchacho -dijo con una sonrisa y un leve guiño.
En ese momento un pequeño diablillo se posó en el hombro del griego y le dijo algo al oído, tras lo cual se esfumó. Traía un mensaje de Cain, y al parecer tenía que ir urgentemente al burdel, ¿habría pasado algo?. El gesto del griego se ensombreció ligeramente, y se dirigió a sus amigos para decírselo.
-Al parecer tengo que volver al burdel de inmediato, algo urgente, aunque no se los detalles -les dijo rápidamente-. Tratare de unirme a vosotros mas tarde, aunque no se cuanto voy a tardar -masculló, para después salir por la puerta y alzar el vuelo con celeridad.
No sabía que podía ser aquel asunto tan urgente, pero por el tono del mensaje dedujo que tenía que ser importante. La visión del trasgo de Ewa le había alterado de nuevo, y ahora que no estaba rodeado de sus compañeros se permitió el lujo de maldecir, sin saber que hacer con Gighena.
Continúa en el Burdel de Dama Espasmo.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Personajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
24/06/13, 09:02 pm
Curiosamente, hoy estoy muy tranquila. Raro, raro, todos estos días estuve más alterada que de costumbre deseando que llegara la Luna Roja, pero ahora… O igual no es tan raro. Es como… una vez me contó un conocido de España sobre la emoción que siente uno por un viaje que llevaba mucho tiempo esperando, pero al llegar el día deja de sentir esto y la sustituye una calma casi absoluta. Es curioso, nunca me había pasado, pero podría ser consecuencia del tiempo que ya llevo en la ciudad. No he visto tantas lunas, sí las suficientes como para saber cómo es la ciudad en estos días. Respiro hondo y observo mi destino desde el aire.
Torreón Maciel, ya hemos llegado. Hay que ver, está en el mismo estado de siempre. Toca descender, o eso o entro por las ventanas al edificio. Adentro, justo detrás de Vacuum… ¿he dicho en el mismo estado de siempre? ¡No podías estar más equivocada, ángel negro! En fin, veamos… menuda variedad, la leche. Pero primero toca presentarse, sí.
—Encantada de veros, nuevos habitantes de esta ciudad. —Pues sí, más allá de cualquier papel firmado con sangre, es esta transformación la que les da definitivamente el estatus de ciudadanos de Rocavarancolia—. Mi nombre es Adara, antigua terrícola y actualmente ángel negro. —Más allá del hecho de ofrecer ayuda, me gusta ver a los nuevos transformados. ¿Es posible que me aburra dentro de unos años? Es posible, pero por ahora es interesante.
Es curioso que mi mirada se sienta atraída hacia el trasgo, cuando ya he visto otros, pero este no es como los demás… ¿una variedad que no conozco de la transformación? Mmm… Espera, no, no es eso; Ewa. No me parece mal lo que propone Noel, pero yo no me inmiscuiría más en el porvenir de este chico… incluso por sus compañeros. Ahora es incumbencia de la secta, no nuestra. La criatura en que se ha transformado uno de los chicos nublinos la reconocería hasta en la tierra: una arpía. Leí sobre las propiedades de esta criatura en Rocavarancolia y es muy curiosa, sus habilidades proféticas son una verdadera rareza. Y un cambiante, eso me recuerda a Yip, el loco del faro… que menciona Gael. Él le conocía mejor, supongo, pero yo pude verlo en mi tiempo como cosechada de la ciudad. En cuanto a los demás… mmm… No, definitivamente no logro reconocerlas. Espera, ¿qué digo? Está claro que ella es una licántropo… ¿o tal vez una loba a medio transformar? Algo así. ¿Le falta un ojo? ¿Cuál de los cosechados debe ser? Así como está ahora, me resulta imposible reconocerla, pero es innegable la lucha entre instinto y razón que menciona Wen, la tensión en su mente debe ser muy delicada. En fin, nada por lo que no hayamos pasado todos.
Dejo hablar a Noel, que parece que le ha dado por el “modo tutorial”. A mí los negocios, a él los servicios gratuitos y la socialización. Bueno, realmente no es así, pero ha sido una idea divertida. ¿Qué hace la arpía? ¡Noel! Mierda, puede tirar por los aires toda la imagen de buena intención con la que hemos venido. Baja el hacha, joder. Que nadie mueva un dedo, por favor, pero por si acaso estoy a punto para lanzarme hacia quien haga falta. Vamos, vamos, baja el hacha. Uff, por fin… Maldito seas, draco, no me metas estos sustos. Qué alivio… pero te podrías haber cargado toda buena relación con los nuevos transformados, ¿sabes?
Totalmente de acuerdo con Vac, y parece que la gran ave telepática nos apoya. Bien, bien… pero no sé qué deberíamos hacer con el trasgo. ¿Y si nos quiere acompañar? Siendo cruel, creo que lo mejor para estar todos seguros sería dejarlo solo y que lo encontraran así los de la secta, pero como tengan un mínimo apego con él no van a querer separarse de él y con razón. Maldición. No me gustaría verme envuelta con problemas de la secta de Ewa, más allá del trabajo que tenemos entre manos. En fin… ahora mismo no le veo más remedio: si quiere acompañarnos a la biblioteca que venga, igual no es tan malo al final tenerlo cerca. Si hace falta y no tengo más remedio, está claro de qué lado me pondría…
- Xana
Ficha de cosechado
Nombre: Ariv
Especie: Sinhadre
Habilidades: Memoria, reflejos, orientación.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
24/06/13, 10:03 pm
Cuando Ariv llegó al salón, no pudo evitar sorprenderse, aunque intuía un poco el panorama que se iba a encontrar. Allí estaban sus amigos, pero habían cambiado, al igual que ella y K. Los miró a todos. Era evidente que muchos lo habían pasado mal durante su transformación. Le costó reconocer a algunos incluso.
«¿Qué nos han hecho?», fue lo primero que se le pasó por la cabeza. «¿En qué nos hemos convertido?».
No sabía si la respuesta le gustaba. Pero estaban vivos, a ella le habían dado una segunda oportunidad, y eso era lo único importante.
Sintió que K bajaba tras ella. La chica, al ver a Bran, se puso nerviosa, como si pretendiera atacarlo. Ariv le hizo un gesto para que se tranquilizara, aunque su amiga lo consiguió poco después… A pesar de que fuera algo momentáneo. Parecía que la transformación de la libense le daría más de un quebradero de cabeza. Se prometió a sí misma que la ayudaría en lo que pudiera, aunque no sabía si podría hacer mucho.
Poco después, otros transformados llegaron al torreón. Eran cosechados de años anteriores que ya llevaban tiempo viviendo en la ciudad. La niña retrocedió un paso al verlos allí, todos juntos, saludando y presentándose como si nada. Se recordó a sí misma que ella, en ese momento, se había convertido en una de ellos, quisiera o no, así que se obligó a tranquilizarse. De todos modos, no parecían traer malas intenciones. Una vez superado el temor inicial, incluso tuvo que reconocer que algunos le caían simpáticos, especialmente después de ver que intentaban ayudar a sus compañeros como podían. Se permitió sonreír al escuchar los comentarios que hacían respecto del torreón. Que estaba descuidado, decían. Si supieran… Si supieran lo que había sucedido allí de verdad…
Hubo tan sólo un momento de inquietud. Cuando Wintel se puso nervioso por su presencia y la ayuda que intentaban brindarle, uno de ellos, el que se había presentado como Noel, sacó un hacha y lo amenazó, pero por suerte no ocurrió nada más. Ariv suspiró, aliviada. En el caso de que quisieran hacerles daño, no tendrían ninguna oportunidad contra ellos, que ya controlaban sus transformaciones y tenían experiencia.
En cuanto les ofrecieron su compañía para llevarlos hasta la biblioteca, ella no se lo pensó dos veces. Sus visitantes no parecían reconocer su transformación —al contrario de lo que había pasado con DL, por ejemplo—, y necesitaba saber en qué se había convertido. De ese modo, podría habituarse a esa nueva Ariv que la Luna Roja había hecho aparecer.
—Yo… yo también voy con vosotros. Tal vez allí encuentre algo —dijo.
Siguió mirándolos con curiosidad. Aún no podía creerse muchas de las cosas que habían sucedido en las últimas horas. Se imaginó a sí misma al cabo de los años, visitando su antiguo torreón ante la atónita mirada de unos recién transformados, y no pudo evitar encontrar divertida la idea.
- Carmesí
Ficha de cosechado
Nombre: Lemus
Especie: Humano
Habilidades: Oído músical, carisma y valor
Personajes : Norou, Wintelgy y Lemus
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
24/06/13, 11:14 pm
De repente aquel ser con alas pareció crecer de tamaño, sacando un hacha de la nada me agarró con la mano libre levantándome y me puso el filo a escasos milímetro de la cara.
Luego sentí algo que no podría explicar. El tiempo pareció pararse y el sonido se fue apagando poco a poco. Mi vista se centro en el hacha, se centro tanto que el hacha pareció agrandarse de tal manera que podía ver las muescas en el metal, cada vez más grandes incluso podría entrar en ellas. En una lasca microscópica de una muesca pude ver reflejado algo, imágenes en movimiento. Sentí un vértigo terrible como si cayera en aquella imagen, introduciéndome en ella.
Parecía estar corriendo a toda velocidad por las ruinas de la ciudad y pude ver como a mi izquierda y a mi derecha iban corriendo dos lobos enormes. Miré hacia abajo y vi dos enormes zarpas, yo también era uno de ellos. Intente parar o moverme en otra dirección pero no podía, mi cuerpo se movía sin control. Después de llegar a un risco, donde se podía avistar la ciudad en ruina de fondo, los dos lobos aullaron fuertemente. Yo también incline la cabeza y lo hice de forma atroz, el aullido me ensordeció. El cielo estaba encapotado por numerosas nubes de color rosas y se abrieron dando paso a una gran luna de color rojo sangre, la reconocí era la luna de los malditos… de refilón vi a un pájaro y bruscamente fui proyectado hacia él, sintiendo un vertido exagerado. Ahora me encontraba en medio del cielo, eclipsado por aquella maldita luna. Creo que ahora Yo era aquel pájaro e inevitablemente me adentre en una de las nubes rosas sintiendo una asfixia mortal quedando suspendido un momento en el aire para luego caer libremente dando vueltas sobre si mismo en picado. Todo daba vueltas y más vueltas hasta que choqué con una cristalera, haciéndola añicos, me estampé en un duro suelo enlozado emitiendo un ruido muy desagradable. Ahora estaba en una estancia muy lujosa donde había un extraño trono con un ser en llamas que comenzó a reírse con una maquiavélica risa que retumbaba en toda la sala. La imagen se fue centrando en su boca, y cada vez más cerca como si la boca de aquel ser fuese a comerme. Del interior de su boca comenzaron a salir unas especies de carros de maderas ruidosos ardiendo conducidos por esqueletos moviendo su cabeza de adelante atrás, frenéticamente, al son del ruido que traían consigo. De la dentadura de aquel ser en llamas crecieron unos colmillos terroríficos y las fauces se cerraron, todo se quedo a oscuras.
Escuché como el crujir de una puerta al abrirse y una luz segadora creció en el horizonte dejándome ciego por un momento, sentí como mis ojos lloraban pero una vez más no podía controlarme. Sentí una vez más que no era mi cuerpo, si no en el de otra persona. Me encontraba en una playa con el mar revuelto en el horizonte, detrás mía escuché un sonido espeluznante, como el sonido de unas fauces desgarrando y masticando carne.
Aunque no quería mi cuerpo se giró lentamente y vi como en una habitación, llena de animales de peluches juguetes de niño chico, en una esquina había una bestia enorme con un rabo de reptil. La criatura se giro bruscamente, mirándome. Tenía una faz terrible con una gran boca horripilante llenas de dientes torcidos y ensangrentados. En la mano sujetaba una especie de pollo vestido de bebé medio devorado, la criatura emitió un rugido que retumbo fuertemente en la habitación. Me giré rápidamente en la dirección contraria a aquella cosa y me encontré con que miraba un espejo de mano en el que Yo no salía reflejado. Parecía un humano que poco a poco fue transformándose en una mujer con una mirada atroz y con cuernos. El espejo comenzó a desquebrajarse sonando como un lago helado rompiéndose poco a poco, los trozos del espejo comenzaron a flotar lentamente hacia arriba y al seguirlo con la mirada vi un basto cielo azul. Volví a sentir un gran vértigo y comencé a caer hacia el cielo, al igual que los cristales y otras muchas cosas. Entre ellas el torreón Maciel con todos aquellos huesos gigantes, los peluches, los carros ardiendo, podía ver en definitiva como toda la ciudad en ruinas caía hacia el cielo ladrillo por ladrillo y farola por farola. Todo fue cayendo cada vez más rápido y más rápido hasta que todo se volvió un borrón, que fue aclarando para volver al salón de Maciel.
Sentí como estaba sujetado en algo cálido… y peludo… estaba sujetado en un gran lobo negro… estaba mareado… me había vuelto loco….después de todo lo ocurrido no me alarmé por el lobo y veía como todos me miraban extrañados.
(Cuando Noel soltó a Wintel, este dio varios traspiés hacia atrás, agarrándose en karime para no caer, con la cara desencajada. Estuvo ido con los ojos abiertos de par en par y sin expresión durante unos minutos para luego volver en si dando una bocanada de aire)
“¿….Qué… ha …pasado…? –pregunté completamente ajeno a todo lo anterior y como si me hubiera acabado de despertar después de una noche de fiesta- ¿Karime…? –pregunté, al comprobar que aquel lobo enorme le faltaba el ojo izquierdo, con el mismo tono-“
Luego sentí algo que no podría explicar. El tiempo pareció pararse y el sonido se fue apagando poco a poco. Mi vista se centro en el hacha, se centro tanto que el hacha pareció agrandarse de tal manera que podía ver las muescas en el metal, cada vez más grandes incluso podría entrar en ellas. En una lasca microscópica de una muesca pude ver reflejado algo, imágenes en movimiento. Sentí un vértigo terrible como si cayera en aquella imagen, introduciéndome en ella.
Parecía estar corriendo a toda velocidad por las ruinas de la ciudad y pude ver como a mi izquierda y a mi derecha iban corriendo dos lobos enormes. Miré hacia abajo y vi dos enormes zarpas, yo también era uno de ellos. Intente parar o moverme en otra dirección pero no podía, mi cuerpo se movía sin control. Después de llegar a un risco, donde se podía avistar la ciudad en ruina de fondo, los dos lobos aullaron fuertemente. Yo también incline la cabeza y lo hice de forma atroz, el aullido me ensordeció. El cielo estaba encapotado por numerosas nubes de color rosas y se abrieron dando paso a una gran luna de color rojo sangre, la reconocí era la luna de los malditos… de refilón vi a un pájaro y bruscamente fui proyectado hacia él, sintiendo un vertido exagerado. Ahora me encontraba en medio del cielo, eclipsado por aquella maldita luna. Creo que ahora Yo era aquel pájaro e inevitablemente me adentre en una de las nubes rosas sintiendo una asfixia mortal quedando suspendido un momento en el aire para luego caer libremente dando vueltas sobre si mismo en picado. Todo daba vueltas y más vueltas hasta que choqué con una cristalera, haciéndola añicos, me estampé en un duro suelo enlozado emitiendo un ruido muy desagradable. Ahora estaba en una estancia muy lujosa donde había un extraño trono con un ser en llamas que comenzó a reírse con una maquiavélica risa que retumbaba en toda la sala. La imagen se fue centrando en su boca, y cada vez más cerca como si la boca de aquel ser fuese a comerme. Del interior de su boca comenzaron a salir unas especies de carros de maderas ruidosos ardiendo conducidos por esqueletos moviendo su cabeza de adelante atrás, frenéticamente, al son del ruido que traían consigo. De la dentadura de aquel ser en llamas crecieron unos colmillos terroríficos y las fauces se cerraron, todo se quedo a oscuras.
Escuché como el crujir de una puerta al abrirse y una luz segadora creció en el horizonte dejándome ciego por un momento, sentí como mis ojos lloraban pero una vez más no podía controlarme. Sentí una vez más que no era mi cuerpo, si no en el de otra persona. Me encontraba en una playa con el mar revuelto en el horizonte, detrás mía escuché un sonido espeluznante, como el sonido de unas fauces desgarrando y masticando carne.
Aunque no quería mi cuerpo se giró lentamente y vi como en una habitación, llena de animales de peluches juguetes de niño chico, en una esquina había una bestia enorme con un rabo de reptil. La criatura se giro bruscamente, mirándome. Tenía una faz terrible con una gran boca horripilante llenas de dientes torcidos y ensangrentados. En la mano sujetaba una especie de pollo vestido de bebé medio devorado, la criatura emitió un rugido que retumbo fuertemente en la habitación. Me giré rápidamente en la dirección contraria a aquella cosa y me encontré con que miraba un espejo de mano en el que Yo no salía reflejado. Parecía un humano que poco a poco fue transformándose en una mujer con una mirada atroz y con cuernos. El espejo comenzó a desquebrajarse sonando como un lago helado rompiéndose poco a poco, los trozos del espejo comenzaron a flotar lentamente hacia arriba y al seguirlo con la mirada vi un basto cielo azul. Volví a sentir un gran vértigo y comencé a caer hacia el cielo, al igual que los cristales y otras muchas cosas. Entre ellas el torreón Maciel con todos aquellos huesos gigantes, los peluches, los carros ardiendo, podía ver en definitiva como toda la ciudad en ruinas caía hacia el cielo ladrillo por ladrillo y farola por farola. Todo fue cayendo cada vez más rápido y más rápido hasta que todo se volvió un borrón, que fue aclarando para volver al salón de Maciel.
Sentí como estaba sujetado en algo cálido… y peludo… estaba sujetado en un gran lobo negro… estaba mareado… me había vuelto loco….después de todo lo ocurrido no me alarmé por el lobo y veía como todos me miraban extrañados.
(Cuando Noel soltó a Wintel, este dio varios traspiés hacia atrás, agarrándose en karime para no caer, con la cara desencajada. Estuvo ido con los ojos abiertos de par en par y sin expresión durante unos minutos para luego volver en si dando una bocanada de aire)
“¿….Qué… ha …pasado…? –pregunté completamente ajeno a todo lo anterior y como si me hubiera acabado de despertar después de una noche de fiesta- ¿Karime…? –pregunté, al comprobar que aquel lobo enorme le faltaba el ojo izquierdo, con el mismo tono-“
-Tsuki Tsuki Tsuki♥♫♪-
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
24/06/13, 11:39 pm
-El torreón no estaba como los chorros del oro precisamente cuando llegamos- replicó Shizel con sarcasmo ante los comentarios de los recién llegados, recordando los primeros días cuando apenas hicieron otra cosa que limpiar.
Le molestaba un poco aquella actitud. Aunque nada más llegar había definido Maciel como "un torreón roñoso que se cae a pedazos" y se quejaba de las instalaciones del edificio siempre que podía, meses de fortificarlo y de simplemente vivir en su interior le habían hecho desarrollar una especie de actitud posesiva con lo que al fin y al cabo se había convertido en su casa. No le gustaba oír comentarios de otra gente como si les perteneciese aún.
Miró con cierto distanciamiento la voracidad de Branniel. Era evidente que algunas transformaciones exigían un precio para poder sobrellevarlas con tranquilidad. Él no sentía ninguna necesidad en especial, y se alegró de ello.
Se alegró aún más cuando vio entrar a Karime, o a lo que suponía que era Karime. ¿La Luna regalaba dones a algunos y a otros los hacía bestias?
Quiso acercarse a ella, pero bajó la mano que había alargado a medio camino. Por todo lo que sabía, él podía no oler a nada a causa del hielo. ¿Le atacaría entonces la loba si no le reconocía?
Se sintió un poco más reconfortado cuando la semiloba se interpuso entre ellos y los transformados, como habría hecho probablemente en forma humana. A cierto nivel, aún seguía siendo Karime.
El chico envuelto en llamas que salió por sorpresa de lo que ahora identificó como un cadáver, y que dijo llamarse Koval, le produjo un recelo instintivo. Ante su proximidad Shizel sintió que los cristales más superficiales amenazaban con licuarse, y cambió discretamente de posición en consecuencia. No se sentía cómodo con el repentino aumento de la temperatura.
El numerito de Wintel tuvo lugar tan rápidamente que Shizel no tuvo tiempo ni de exasperarse, y su cuerpo actuó solo cuando Noel amenazó al nublino con el hacha. Se puso a la defensiva automáticamente, y notó que algo le sucedía a ras de piel. No le prestó atención en ese momento y fue a trenzar un hechizo ofensivo, pero al ver que el draco recuperaba el control de la situación apenas lo dejó pulsar entre sus dedos unos segundos antes de dejarlo desvanecerse. Al mismo tiempo un sonido cristalino estalló en el salón.
Se dio cuenta de que la capa de escarcha a su alrededor se había solidificado ante su estado de alerta haciéndole parecer una estatua de hielo, y el chasquido que había sonado había sido el que había producido al romperse. Los pedazos de hielo cayeron al suelo con un tintineo agudo.
-Perdón- murmuró un poco perplejo ante los que volvieron la mirada-. Al menos no me he roto entero.
Las respuestas del draco a sus preguntas habían dejado tras ellas una resolución extraña. Todo era nuevo y había mucha información que asimilar, y Shizel se estaba dejando guiar por su instinto aquella noche.
-Te tomo la palabra, Saren- dijo a continuación, de un humor inmejorable. Lo que había dicho a sus compañeros antes era cierto: presentía que mientras durase aquella noche tomarían caminos separados-. Hace una noche demasiado bonita como para pasársela encerrado, y la biblioteca no se va a ninguna parte. No, gracias, voy a dar una vuelta- abrió el ventanal frente a sí y una vaharada de aire fresco le dio la bienvenida-, y os invito a todos a hacer lo mismo.
Cuando dijo eso miró con especial hincapié a Branniel, justo antes de salir por la ventana de un salto y emprender el vuelo hacia las alturas de Rocavarancolia. Si de verdad el trasgo no quería hacer daño a nadie, alejarse lo máximo posible de cualquier ser conocido era lo más seguro. Era cierto que fuera todo era un caos, pero dada la falta de dificultad con la que aquellos intrusos habían irrumpido en su refugio, el caos podía llegar a ellos con la misma facilidad.
]Sigue en Altabajatorre.
Le molestaba un poco aquella actitud. Aunque nada más llegar había definido Maciel como "un torreón roñoso que se cae a pedazos" y se quejaba de las instalaciones del edificio siempre que podía, meses de fortificarlo y de simplemente vivir en su interior le habían hecho desarrollar una especie de actitud posesiva con lo que al fin y al cabo se había convertido en su casa. No le gustaba oír comentarios de otra gente como si les perteneciese aún.
Miró con cierto distanciamiento la voracidad de Branniel. Era evidente que algunas transformaciones exigían un precio para poder sobrellevarlas con tranquilidad. Él no sentía ninguna necesidad en especial, y se alegró de ello.
Se alegró aún más cuando vio entrar a Karime, o a lo que suponía que era Karime. ¿La Luna regalaba dones a algunos y a otros los hacía bestias?
Quiso acercarse a ella, pero bajó la mano que había alargado a medio camino. Por todo lo que sabía, él podía no oler a nada a causa del hielo. ¿Le atacaría entonces la loba si no le reconocía?
Se sintió un poco más reconfortado cuando la semiloba se interpuso entre ellos y los transformados, como habría hecho probablemente en forma humana. A cierto nivel, aún seguía siendo Karime.
El chico envuelto en llamas que salió por sorpresa de lo que ahora identificó como un cadáver, y que dijo llamarse Koval, le produjo un recelo instintivo. Ante su proximidad Shizel sintió que los cristales más superficiales amenazaban con licuarse, y cambió discretamente de posición en consecuencia. No se sentía cómodo con el repentino aumento de la temperatura.
El numerito de Wintel tuvo lugar tan rápidamente que Shizel no tuvo tiempo ni de exasperarse, y su cuerpo actuó solo cuando Noel amenazó al nublino con el hacha. Se puso a la defensiva automáticamente, y notó que algo le sucedía a ras de piel. No le prestó atención en ese momento y fue a trenzar un hechizo ofensivo, pero al ver que el draco recuperaba el control de la situación apenas lo dejó pulsar entre sus dedos unos segundos antes de dejarlo desvanecerse. Al mismo tiempo un sonido cristalino estalló en el salón.
Se dio cuenta de que la capa de escarcha a su alrededor se había solidificado ante su estado de alerta haciéndole parecer una estatua de hielo, y el chasquido que había sonado había sido el que había producido al romperse. Los pedazos de hielo cayeron al suelo con un tintineo agudo.
-Perdón- murmuró un poco perplejo ante los que volvieron la mirada-. Al menos no me he roto entero.
Las respuestas del draco a sus preguntas habían dejado tras ellas una resolución extraña. Todo era nuevo y había mucha información que asimilar, y Shizel se estaba dejando guiar por su instinto aquella noche.
-Te tomo la palabra, Saren- dijo a continuación, de un humor inmejorable. Lo que había dicho a sus compañeros antes era cierto: presentía que mientras durase aquella noche tomarían caminos separados-. Hace una noche demasiado bonita como para pasársela encerrado, y la biblioteca no se va a ninguna parte. No, gracias, voy a dar una vuelta- abrió el ventanal frente a sí y una vaharada de aire fresco le dio la bienvenida-, y os invito a todos a hacer lo mismo.
Cuando dijo eso miró con especial hincapié a Branniel, justo antes de salir por la ventana de un salto y emprender el vuelo hacia las alturas de Rocavarancolia. Si de verdad el trasgo no quería hacer daño a nadie, alejarse lo máximo posible de cualquier ser conocido era lo más seguro. Era cierto que fuera todo era un caos, pero dada la falta de dificultad con la que aquellos intrusos habían irrumpido en su refugio, el caos podía llegar a ellos con la misma facilidad.
]Sigue en Altabajatorre.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
24/06/13, 11:53 pm
Como me temía, Ka recordaba el encuentro que había tenido con el trasgo hacía un par de meses. Durante unos momentos pareció que íbamos a pelear ahí en medio, y una parte de mí incluso lo deseaba, pero la loba se transformó en parte en su antigua yo y me dijo que me alejara. La miré irritado, pensando que más bien tendría que ser ella que se alejase de mí. «Yo no soy quien ha estado a punto de atacar a un compañero al verlo». A pesar de ello, di unos cuantos pasos atrás, más para evitar la visión de las nublinas que por otra cosa. Mientras, la libense también se alejó, además de que fue ayudada por unas de las "invitadas".
Observé desde un rincón la reacción de Wintel y del que se había presentado como Noel. Estuve tentado de saltar y darle una lección de cordialidad al fuy, pero ya se encargó el draco de dársela. «Maldito desagradecido, encima de que te curan y te limpian respondes así. ¿Es que ni la Luna es capaz de curar esa locura que tienes?» Intentando relajar el ambiente, el transformado propuso que fuésemos a la biblioteca, aunque decidí rápidamente que no haría ese viaje. Ya sabía bastante más de los trasgos de lo que deseaba.
No me había dado cuenta de que el lugar donde me había quedado estaba peligrosamente cerca de Saren. Mientras la conversación avanzaba y el ambiente se relajaba, el poco hambre que había aplacado volvió casi sin darme cuenta, probablemente provocado por el olor de tanta gente reunida, y especialmente por la cercanía del idrino norteño. El olor era completamente maravilloso, y no tardé mucho en imaginar el delicioso sabor que tendría esa carne, además de lo que me alimentaría al ser una criatura tan grande. Me relamí solo de pensar en el tacto y sabor de esa carne, en lo magníficamente que me sentiría al cortarla, despedarla y devorarla, en... «¡¿Pero qué estoy haciendo?!» Di medio paso atrás, asustado y asqueado de lo que había estado a punto de hacer. ¿Cómo podía haber llegado tan lejos al pensar en comerme a alguien cuando solo hacía unos minutos que había comido? Las palabras de Shizel me devolvieron a la realidad, y noté en ellas un consejo. «Vete antes de que les hagas daño». Durante unos instantes me quedé mirando la puerta por donde había salido Shizel, asqueado de mí mismo y de mis pensamientos acerca de comerme al idrino.
Finalmente salí corriendo del torreón, sin fijarme en nada más que en escapar de un lugar donde todos los olores me hablaban de comida, no de amigos.
Sigue en el Barrio de los Callejones Sin Salida.
Observé desde un rincón la reacción de Wintel y del que se había presentado como Noel. Estuve tentado de saltar y darle una lección de cordialidad al fuy, pero ya se encargó el draco de dársela. «Maldito desagradecido, encima de que te curan y te limpian respondes así. ¿Es que ni la Luna es capaz de curar esa locura que tienes?» Intentando relajar el ambiente, el transformado propuso que fuésemos a la biblioteca, aunque decidí rápidamente que no haría ese viaje. Ya sabía bastante más de los trasgos de lo que deseaba.
No me había dado cuenta de que el lugar donde me había quedado estaba peligrosamente cerca de Saren. Mientras la conversación avanzaba y el ambiente se relajaba, el poco hambre que había aplacado volvió casi sin darme cuenta, probablemente provocado por el olor de tanta gente reunida, y especialmente por la cercanía del idrino norteño. El olor era completamente maravilloso, y no tardé mucho en imaginar el delicioso sabor que tendría esa carne, además de lo que me alimentaría al ser una criatura tan grande. Me relamí solo de pensar en el tacto y sabor de esa carne, en lo magníficamente que me sentiría al cortarla, despedarla y devorarla, en... «¡¿Pero qué estoy haciendo?!» Di medio paso atrás, asustado y asqueado de lo que había estado a punto de hacer. ¿Cómo podía haber llegado tan lejos al pensar en comerme a alguien cuando solo hacía unos minutos que había comido? Las palabras de Shizel me devolvieron a la realidad, y noté en ellas un consejo. «Vete antes de que les hagas daño». Durante unos instantes me quedé mirando la puerta por donde había salido Shizel, asqueado de mí mismo y de mis pensamientos acerca de comerme al idrino.
Finalmente salí corriendo del torreón, sin fijarme en nada más que en escapar de un lugar donde todos los olores me hablaban de comida, no de amigos.
Sigue en el Barrio de los Callejones Sin Salida.
- Matt
Ficha de cosechado
Nombre: Matthew Lowell/Korasihanna Sebrhon
Especie: Humano/ Daeliciana
Habilidades: Agilidad, velocidad mental y nociones de supervivencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
25/06/13, 12:56 am
Mientras sigo en la silla puedo ver como Giz se dedica a sacar botes de la bolsa y almacenar muestras. "¿Pero de donde mierda saca tanto espacio?" Me pregunto observando como saca bote tras bote de esa bolsa de donde no podría extraer tanto utensilio. "Interesante. Luego le preguntaré mas tranquilamente."
Mientras pienso en mis tonterías la criatura blanca alada recula y se choca contra mi lobo de arena dándole un zarpazo que de no ser por mi velocidad de reacción le hubiese echo una bonita sonrisa a mi criatura. Lo alejo haciendo que de un salto atrás mientras suelto una carcajada de sorpresa. -Traaaaanquilidad señor pollo.- Me dispongo a decirle cuatro cosas a la supuesta arpía cuando he de callarme al momento al contemplar lo tensa que se ha vuelto la escena. Noel ha respondido al arrebato cogiendo al muchacho por el cuello mientras le hace un amago de afeitarle el pico de un hachazo."Esto se puede poner feo."
Me dispongo a intervenir cuando Noel suelta al chico que se tambalea hasta llegar a una nueva chica que no había visto hasta entonces. "Ains... Que lo ha dejao mu mal.. Mu tocaao.. Que esta como Santa Teresa de Jesús." Pienso mientras veo a la arpía absorta en su congoja. La nueva aparición me extraña un poco al reconocerla como una especie de niña lobo. Me alegro bastante por la idea de conocer otra transformación cuando un crujido a mi derecha me hace girarme.
El chico de escarcha se ha solidificado en hielo pero este se comienza a quebrar rápidamente."¿Brujo de hielo?" Pienso mientras le veo desaparecer por una de las ventanas tras despedirse. El trasgo de las manos supurantes parece decidir que ya no aguanta mas nuestra presencia puesto que sale del torreón a toda prisa sin mediar palabra. "¿Qué le ocurrirá?¿Cual será su transformación en realidad?" Divago mientras intento recordar alguna transformación con esas características pero no encuentro nada en mi memoria.
Tras un momento vuelvo a escuchar el gruñido de la niña lobo por lo que me fijo en ella y doy un par de palmadas. -¡Mira hijo!- Le digo a mi lobo mientras lo acerco a mí. -¡Ve a saludar a tu prima!- Tras decirle esto hago que el lobo se ponga en camino dirección a la los transformados mientras me levanto de mi silla dirigiéndome hacia la chica y el perdido del chico de plumas blancas.
-No nos toméis como una amenaza. Soy Matt y vivo en la torre Serp...- No me da tiempo a acabar la frase por que cuando el lobo se acerca lo suficiente a la pareja la niña lobo le propina un zarpazo que hace que la criatura ruede por el suelo perdiendo la mitad de su cabeza que se encuentra bajo las zarpas de la licantropa. -¡Oye!- - Digo acercándome rápido a mi bestia que se levanta sin cabeza. -Eso no se hace.-
Le digo algo molesto pero al momento sonrío y recapacito. "Matt esto es mucho para ellos. No se puedes tomar en cuenta....Por hoy se lo dejaré pasar." Pienso mientras niego con la cabeza y calmo mi tono de voz acercándome a ella. -No tienes que tener miedo. Como ya he dicho.- Hago una pausa y subo mi mano hasta estar cerca del hombro de la chica. -No venimos a haceros ningún daño.- Alzo la mano en dirección a su garra y los grumos de arena comienzan a trepar por el hueco de sus dedos volviendo a la figura para formar de nuevo la cabeza. -Con tu permiso.- Les digo con una sonrisa en la cara intentando parecer lo mas buena persona posible. Mientras toda la arena se termina de retirar.
Tras recomponerse la figura hago que se espolvoreé como si se estuviese quitando agua después de un chapuzón.
Mientras pienso en mis tonterías la criatura blanca alada recula y se choca contra mi lobo de arena dándole un zarpazo que de no ser por mi velocidad de reacción le hubiese echo una bonita sonrisa a mi criatura. Lo alejo haciendo que de un salto atrás mientras suelto una carcajada de sorpresa. -Traaaaanquilidad señor pollo.- Me dispongo a decirle cuatro cosas a la supuesta arpía cuando he de callarme al momento al contemplar lo tensa que se ha vuelto la escena. Noel ha respondido al arrebato cogiendo al muchacho por el cuello mientras le hace un amago de afeitarle el pico de un hachazo."Esto se puede poner feo."
Me dispongo a intervenir cuando Noel suelta al chico que se tambalea hasta llegar a una nueva chica que no había visto hasta entonces. "Ains... Que lo ha dejao mu mal.. Mu tocaao.. Que esta como Santa Teresa de Jesús." Pienso mientras veo a la arpía absorta en su congoja. La nueva aparición me extraña un poco al reconocerla como una especie de niña lobo. Me alegro bastante por la idea de conocer otra transformación cuando un crujido a mi derecha me hace girarme.
El chico de escarcha se ha solidificado en hielo pero este se comienza a quebrar rápidamente."¿Brujo de hielo?" Pienso mientras le veo desaparecer por una de las ventanas tras despedirse. El trasgo de las manos supurantes parece decidir que ya no aguanta mas nuestra presencia puesto que sale del torreón a toda prisa sin mediar palabra. "¿Qué le ocurrirá?¿Cual será su transformación en realidad?" Divago mientras intento recordar alguna transformación con esas características pero no encuentro nada en mi memoria.
Tras un momento vuelvo a escuchar el gruñido de la niña lobo por lo que me fijo en ella y doy un par de palmadas. -¡Mira hijo!- Le digo a mi lobo mientras lo acerco a mí. -¡Ve a saludar a tu prima!- Tras decirle esto hago que el lobo se ponga en camino dirección a la los transformados mientras me levanto de mi silla dirigiéndome hacia la chica y el perdido del chico de plumas blancas.
-No nos toméis como una amenaza. Soy Matt y vivo en la torre Serp...- No me da tiempo a acabar la frase por que cuando el lobo se acerca lo suficiente a la pareja la niña lobo le propina un zarpazo que hace que la criatura ruede por el suelo perdiendo la mitad de su cabeza que se encuentra bajo las zarpas de la licantropa. -¡Oye!- - Digo acercándome rápido a mi bestia que se levanta sin cabeza. -Eso no se hace.-
Le digo algo molesto pero al momento sonrío y recapacito. "Matt esto es mucho para ellos. No se puedes tomar en cuenta....Por hoy se lo dejaré pasar." Pienso mientras niego con la cabeza y calmo mi tono de voz acercándome a ella. -No tienes que tener miedo. Como ya he dicho.- Hago una pausa y subo mi mano hasta estar cerca del hombro de la chica. -No venimos a haceros ningún daño.- Alzo la mano en dirección a su garra y los grumos de arena comienzan a trepar por el hueco de sus dedos volviendo a la figura para formar de nuevo la cabeza. -Con tu permiso.- Les digo con una sonrisa en la cara intentando parecer lo mas buena persona posible. Mientras toda la arena se termina de retirar.
Tras recomponerse la figura hago que se espolvoreé como si se estuviese quitando agua después de un chapuzón.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
25/06/13, 01:48 am
El torreón pasaba poco a poco a ser mas un psiquiátrico, DL ya para esos entonces estaba mas que perdido viendo como las situaciones se sucedían como escenas ajenas. La aparición de Karime y sus gruñidos amenazantes primero a Branniel y luego a los recién llegados, mientras su aspecto iba variando del de una loba al de una humana "Tienes todo mi respeto K, que se bien lo difícil que es coger tu forma" pensó recordando lo que le había costado y sonriendo con ironía. Vio por el rabillo del ojo al tal Vacuum irse del torreón con bastante prisa, poco antes su atención tuviera que irse hacía Wintel, que comenzó a meterle patadas al draco que respondió de forma agresiva y amenazante, sobresaltando un tanto a DL, que no tuvo tiempo siquiera de ponerse ala defensiva cuando ya este se había alejado, daba igual que estuviera convertido su negación ala magia no iba a cambiar, ahora menos que nunca tras convertirse en lo que el consideraba un monstruo.
-Deja de intentar suicidarte, solo intentaba curarte, maldita sea. Entiéndelo ya Wintel...da igual si usas magia o no, la luna afecta a todos -le dijo empezando a cansarse que no pudiese aceptar la ayuda que le prestaban. Suspirando profundamente agobiado por la multitud y queriendo respirar un poco de aire fresco, siempre había sido el primero que decía de no salir nunca solo pero en esos momentos realmente le apetecía. "Ademas ya no somos cosechados" pensó viendo pequeñas porciones de la piel helada y humeante de Shizel cayendo con un repiqueteo en el suelo, que fueron recogidas rápidamente por el chico reptil. Tras eso el idrino se marcho sin esperar a nadie y dirigiéndole unas significativas palabras a Branniel que apenas unos segundos después salio corriendo fuera del torreón. "Tal vez es lo mejor, el no quiere dañarnos, pero es evidente que no puede contener su hambre...esperemos que pueda alimentarse lo suficiente sin dañar a ningún amigo antes de que pueda volver" pensó el foner sin intenciones de frenarlo.
Y ya para rematar todo el asunto y terminar por ponerle los pelos, o hilos de punta al foner, el chico que antes le había hablado salio repentinamente del cuerpo le metió un susto al foner que no se lo esperaba y que ya de por si tenia los nervios algo descompuestos aunque no lo pareciera, sintiendo su pobre corazón casi pararse por el repentino acto. La explicación de que se llamaba Koval y que era un fuego fatuo que poseía cadáveres no le aligero la sorpresa del todo "¡¿Es una llama con patas que habla y posee cdaveres!? Y yo que pensaba que era raro" Pensó sorprendido alejándose sutilmente de este, instintivamente no porque temiera que pudiera hacerle algo pero no sabia hasta que punto esos hilos que eran su cuerpo real ahora eran inflamables o si siquiera era hilos de verdad- Joder, que susto me has metido...igual, mm encantado- dijo rápidamente el foner intentando ser ducado dentro de lo posible, que sentía como toda la calma conseguida iba evaporándose ligeramente, muchas cosas en apenas horas para alguien como el que procesaba todo lo que oía, escuchaba y veía mil veces.
La presión, la desesperación y el agobio incrementaron en el cuerpo de DL cuando vio ese pequeño enfrentamiento entre la libense a medio convertir en loba y el chico de arena. Demasiada información, demasiada gente en ese pequeño espacio y aunque apenas era imperceptible en el por todo el estrés sufrido durante esa noche, algo lo invitaba salir de los muros del torreón, que en esos momentos empezaba sentir como si fuese una prisión.
-Como casi todos vais a ir ala biblioteca y como parece obvio que todos se van yendo, voy a darme una vuelta -comento el foner mirando a sus compañeros de torreón y luego a los transformados con atención- Gracias por la información, cuando pueda buscare a esos cambiantes que mencionasteis- observo ala libense en aquella forma y le sonrió un poco- Karime, sal...eres una loba ahora, debes correr, recorrer la ciudad, no estar encerrada entre los muros del torreón, creo que eso te hará sentirte mucho mejor con tu nueva apariencia- añadido intentando ayudar a la libense, antes de irse del torreón, no aguantaba mucho mas ahí dentro, necesitaba despejarse un poco y pensar en lo que haría a partir de ahora. Ya no era un cosechado, era alguien mas de aquella ciudad de maldiciones y maravillas, de monstruos y el ahora era uno de esos mismos monstruos. Observo sus manos aquellas que había creado de los hilos que lo conformaban "Cambiante...pude recuperar mi cuerpo de algún modo aunque se siente algo diferente, ¿pero solo puedo hacer esto? ¿cuales son los limites de esta tranformacion con la que me ha maldecido la luna? Se que hay cambiantes ahora, pero...eso tendrá que esperar, quiero averiguar algunas cosas por mi mismo primero" con eso en mente salio del torreón con un un lugar en especial en mente.
Sigue en la Plaza del Estandarte
-Deja de intentar suicidarte, solo intentaba curarte, maldita sea. Entiéndelo ya Wintel...da igual si usas magia o no, la luna afecta a todos -le dijo empezando a cansarse que no pudiese aceptar la ayuda que le prestaban. Suspirando profundamente agobiado por la multitud y queriendo respirar un poco de aire fresco, siempre había sido el primero que decía de no salir nunca solo pero en esos momentos realmente le apetecía. "Ademas ya no somos cosechados" pensó viendo pequeñas porciones de la piel helada y humeante de Shizel cayendo con un repiqueteo en el suelo, que fueron recogidas rápidamente por el chico reptil. Tras eso el idrino se marcho sin esperar a nadie y dirigiéndole unas significativas palabras a Branniel que apenas unos segundos después salio corriendo fuera del torreón. "Tal vez es lo mejor, el no quiere dañarnos, pero es evidente que no puede contener su hambre...esperemos que pueda alimentarse lo suficiente sin dañar a ningún amigo antes de que pueda volver" pensó el foner sin intenciones de frenarlo.
Y ya para rematar todo el asunto y terminar por ponerle los pelos, o hilos de punta al foner, el chico que antes le había hablado salio repentinamente del cuerpo le metió un susto al foner que no se lo esperaba y que ya de por si tenia los nervios algo descompuestos aunque no lo pareciera, sintiendo su pobre corazón casi pararse por el repentino acto. La explicación de que se llamaba Koval y que era un fuego fatuo que poseía cadáveres no le aligero la sorpresa del todo "¡¿Es una llama con patas que habla y posee cdaveres!? Y yo que pensaba que era raro" Pensó sorprendido alejándose sutilmente de este, instintivamente no porque temiera que pudiera hacerle algo pero no sabia hasta que punto esos hilos que eran su cuerpo real ahora eran inflamables o si siquiera era hilos de verdad- Joder, que susto me has metido...igual, mm encantado- dijo rápidamente el foner intentando ser ducado dentro de lo posible, que sentía como toda la calma conseguida iba evaporándose ligeramente, muchas cosas en apenas horas para alguien como el que procesaba todo lo que oía, escuchaba y veía mil veces.
La presión, la desesperación y el agobio incrementaron en el cuerpo de DL cuando vio ese pequeño enfrentamiento entre la libense a medio convertir en loba y el chico de arena. Demasiada información, demasiada gente en ese pequeño espacio y aunque apenas era imperceptible en el por todo el estrés sufrido durante esa noche, algo lo invitaba salir de los muros del torreón, que en esos momentos empezaba sentir como si fuese una prisión.
-Como casi todos vais a ir ala biblioteca y como parece obvio que todos se van yendo, voy a darme una vuelta -comento el foner mirando a sus compañeros de torreón y luego a los transformados con atención- Gracias por la información, cuando pueda buscare a esos cambiantes que mencionasteis- observo ala libense en aquella forma y le sonrió un poco- Karime, sal...eres una loba ahora, debes correr, recorrer la ciudad, no estar encerrada entre los muros del torreón, creo que eso te hará sentirte mucho mejor con tu nueva apariencia- añadido intentando ayudar a la libense, antes de irse del torreón, no aguantaba mucho mas ahí dentro, necesitaba despejarse un poco y pensar en lo que haría a partir de ahora. Ya no era un cosechado, era alguien mas de aquella ciudad de maldiciones y maravillas, de monstruos y el ahora era uno de esos mismos monstruos. Observo sus manos aquellas que había creado de los hilos que lo conformaban "Cambiante...pude recuperar mi cuerpo de algún modo aunque se siente algo diferente, ¿pero solo puedo hacer esto? ¿cuales son los limites de esta tranformacion con la que me ha maldecido la luna? Se que hay cambiantes ahora, pero...eso tendrá que esperar, quiero averiguar algunas cosas por mi mismo primero" con eso en mente salio del torreón con un un lugar en especial en mente.
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Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
25/06/13, 03:08 am
Toima y Tania
Siguiendo al grupo de cuchitrileros y los demás, se encontraron de nuevo con las revolucionadas alimañas de la ciudad. Igual que la última vez, Toima descargó parte de su estrés con los desgraciados bichos que intentaban atacarles, presos de algun tipo de rabia. El crujir sus cuellos y cortar sus diminutas cabezas fue tan solo una medida temporal, pues el ulterano estaba de muy mal humor y no dudaba un instante en dejarlo claro para el resto del grupo.
No entendia, porque deberian ir a ayudar a los cosechados en ese momento. Claro, estarán en su momento de mayor necesidad y la prohibición de no intervenir era levantada, pero tan solo por eso, no significaba que debian ir en su rescate como hermanas de la caridad. A Toima no le gustaba la idea de cambiar pañales a críos y, aunque transformados de anteriores cosechas le ayudaron a él en su momento, seguia sin ser capaz de entender porque iban. Pisando fuerte, llegó Maciel. No tenia buen recuerdos del lugar, pero tampoco eran precisamente malos. Recordó como forzó la puerta para entrar y como se apresuró en coger toda la comida que encontró y entonces el conde le disparó en el sitio. Una sonrisa cargada de nostalgia cruzó su arrugado rostro. Pero duró bien poco a la vista del primer cosechado.
-Genial...-dijo con sarna.
Mientras los demás avanzaron y se presentaron, curioseando en que se habian trasnformado, Toima se mantuvo al margen, en una esquina, analizándolo todo con sus ojos. No le gustaban. No le gustaban un pelo. Un cambiante, bien conocidos por ser traicioneros que se transformaban en sus victimas tras apuñalarlas por la espalda. Un trasgo, que tampoco le traia buenos recuerdos, solo que este parecia haberse fugado de algun laboratorio clandestino. Casi podia vislumbrar la imagen de giz soltando a seres como ese mientras reia como un maniaco. Una especie de ¿mujer? ¿Era una mujer o tan solo un felpudo que gruñia? No lo tenia muy claro pero no parecia muy contenta de verles. Otro crío parecia estar bastante agusto recien salido de un congelador, pero no parecia muy amenazador asi que no le dedicó mucho más a analizarle. Un pajarraco se retorcia en el suelo. Llego a ponerse bastante violento y un cuchillo apareció entre los nudillos de Toima antes de que ni si quiera lo pensara. Noel llegó a reducirlo con cariño y amor de draco de estinfalo y Toima no tuvo que preocuparse más, pero aun así, conservó el cuchillo a mano.
Por supuesto. No nos olvidemos del otro pajaro. Del tamaño de un autobus, serviria para alimentar a ocho personas en una buena parrillada. Algo le decia que era más de lo que sus ojos captaban. Su mirada lo decia. Quizás los demás no se fijaran en los pequeños detalles, pero Toima habia adquirido la paranoica costumbre de hacerlo.
Estuvo apunto de saltar cuando escuchó una voz ajena en su cabeza. Desenfundó el cuchillo y miró en todas direcciones, intentando encontrar la fuente. Finalmente la identificaron como la voz del enorme pajaro oscuro que habia en la sala y Toima deseó no haberse levantado aquel día. Ahora se veria forzado a escuchar a uno de los criajos, quisiera él o no. Se acercó a la puerta y la dejó abierta, permitiendo al aire pasara para que le golpeara el rostro. Aunque más lejos, estuvo antento a cada movimiento de cada cosechado en la sala.
Tania por su parte, habia permanecido entre los cuchitrileros y habia observado a cada uno de los cosechados con una mezcla de curiosidad y de intimidación. Solia pasarle con gente desconocida, especialmente si eran monstruos desconocidos. Escuchó sus palabras y pudo apreciar que estaban muy desorientados. ¿Habia sido así en las respectivas cosechas de los demás? No pudo evitar sentir un escalofrio cuando los ojos del trasgo se posaron en ella, aunque solo fuera por un momentó. Dudó si preguntarle algo, porque se habian posado en Kaethe tambien, pero vio que el chico no habia hecho mucho por iniciar una conversación y que finalmente, habia decidido marcharse, sin decir una sola palabra. ¿Podria ser, que fuera un nublino como ellas? Uno de los ojos de Toima cambió su trayectoria al descubrir a un objeto volando en su dirección. Toima hablo en dirección a los cuchitrileros, con algo de desgana, para informarles de su identidad.
-La niña bruja esta viniendo hacia aquí.-
Nia
Nia tardó poco en llegar al otro torreón. El baul con el que cargaba era bastante pesado, pero por suerte, solo le quedaba una parada. Encontró en la puerta al albino que la habia visto venir hace tiempo. Reasegurando el peso del baúl sobre su espalda, saludó al ulterano que simplemente soltó un gruñido en respuesta y entró en Maciel. Para sorpresa de la niña, estaban ahí el resto de cuchitrileros más otros conocidos.
-Vaya... Pensaba que yo habia venido pronto, pero hasta en letargo se me han escapado algunos.-
Miró por encima de estos y se fijó en los recién transformados. Sus caras de incentidumbre y duda la colmaron de pena pero no dejó que esto se notara. Al menos los letarguinos no parecian tan desolados. Puso su fachada de nuevo, como solia hacer, antes de dirigirse a los recien transformados, acercandose a ellos.
-¿Alguno de vosotros está herido? ¿Estais todos bien?-
Siguiendo al grupo de cuchitrileros y los demás, se encontraron de nuevo con las revolucionadas alimañas de la ciudad. Igual que la última vez, Toima descargó parte de su estrés con los desgraciados bichos que intentaban atacarles, presos de algun tipo de rabia. El crujir sus cuellos y cortar sus diminutas cabezas fue tan solo una medida temporal, pues el ulterano estaba de muy mal humor y no dudaba un instante en dejarlo claro para el resto del grupo.
No entendia, porque deberian ir a ayudar a los cosechados en ese momento. Claro, estarán en su momento de mayor necesidad y la prohibición de no intervenir era levantada, pero tan solo por eso, no significaba que debian ir en su rescate como hermanas de la caridad. A Toima no le gustaba la idea de cambiar pañales a críos y, aunque transformados de anteriores cosechas le ayudaron a él en su momento, seguia sin ser capaz de entender porque iban. Pisando fuerte, llegó Maciel. No tenia buen recuerdos del lugar, pero tampoco eran precisamente malos. Recordó como forzó la puerta para entrar y como se apresuró en coger toda la comida que encontró y entonces el conde le disparó en el sitio. Una sonrisa cargada de nostalgia cruzó su arrugado rostro. Pero duró bien poco a la vista del primer cosechado.
-Genial...-dijo con sarna.
Mientras los demás avanzaron y se presentaron, curioseando en que se habian trasnformado, Toima se mantuvo al margen, en una esquina, analizándolo todo con sus ojos. No le gustaban. No le gustaban un pelo. Un cambiante, bien conocidos por ser traicioneros que se transformaban en sus victimas tras apuñalarlas por la espalda. Un trasgo, que tampoco le traia buenos recuerdos, solo que este parecia haberse fugado de algun laboratorio clandestino. Casi podia vislumbrar la imagen de giz soltando a seres como ese mientras reia como un maniaco. Una especie de ¿mujer? ¿Era una mujer o tan solo un felpudo que gruñia? No lo tenia muy claro pero no parecia muy contenta de verles. Otro crío parecia estar bastante agusto recien salido de un congelador, pero no parecia muy amenazador asi que no le dedicó mucho más a analizarle. Un pajarraco se retorcia en el suelo. Llego a ponerse bastante violento y un cuchillo apareció entre los nudillos de Toima antes de que ni si quiera lo pensara. Noel llegó a reducirlo con cariño y amor de draco de estinfalo y Toima no tuvo que preocuparse más, pero aun así, conservó el cuchillo a mano.
Por supuesto. No nos olvidemos del otro pajaro. Del tamaño de un autobus, serviria para alimentar a ocho personas en una buena parrillada. Algo le decia que era más de lo que sus ojos captaban. Su mirada lo decia. Quizás los demás no se fijaran en los pequeños detalles, pero Toima habia adquirido la paranoica costumbre de hacerlo.
Estuvo apunto de saltar cuando escuchó una voz ajena en su cabeza. Desenfundó el cuchillo y miró en todas direcciones, intentando encontrar la fuente. Finalmente la identificaron como la voz del enorme pajaro oscuro que habia en la sala y Toima deseó no haberse levantado aquel día. Ahora se veria forzado a escuchar a uno de los criajos, quisiera él o no. Se acercó a la puerta y la dejó abierta, permitiendo al aire pasara para que le golpeara el rostro. Aunque más lejos, estuvo antento a cada movimiento de cada cosechado en la sala.
Tania por su parte, habia permanecido entre los cuchitrileros y habia observado a cada uno de los cosechados con una mezcla de curiosidad y de intimidación. Solia pasarle con gente desconocida, especialmente si eran monstruos desconocidos. Escuchó sus palabras y pudo apreciar que estaban muy desorientados. ¿Habia sido así en las respectivas cosechas de los demás? No pudo evitar sentir un escalofrio cuando los ojos del trasgo se posaron en ella, aunque solo fuera por un momentó. Dudó si preguntarle algo, porque se habian posado en Kaethe tambien, pero vio que el chico no habia hecho mucho por iniciar una conversación y que finalmente, habia decidido marcharse, sin decir una sola palabra. ¿Podria ser, que fuera un nublino como ellas? Uno de los ojos de Toima cambió su trayectoria al descubrir a un objeto volando en su dirección. Toima hablo en dirección a los cuchitrileros, con algo de desgana, para informarles de su identidad.
-La niña bruja esta viniendo hacia aquí.-
Nia
Nia tardó poco en llegar al otro torreón. El baul con el que cargaba era bastante pesado, pero por suerte, solo le quedaba una parada. Encontró en la puerta al albino que la habia visto venir hace tiempo. Reasegurando el peso del baúl sobre su espalda, saludó al ulterano que simplemente soltó un gruñido en respuesta y entró en Maciel. Para sorpresa de la niña, estaban ahí el resto de cuchitrileros más otros conocidos.
-Vaya... Pensaba que yo habia venido pronto, pero hasta en letargo se me han escapado algunos.-
Miró por encima de estos y se fijó en los recién transformados. Sus caras de incentidumbre y duda la colmaron de pena pero no dejó que esto se notara. Al menos los letarguinos no parecian tan desolados. Puso su fachada de nuevo, como solia hacer, antes de dirigirse a los recien transformados, acercandose a ellos.
-¿Alguno de vosotros está herido? ¿Estais todos bien?-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
25/06/13, 05:42 am
Karime
Karime sintió un alivio inmediato cuando la chica morena, una de las que parecía más normal, le lanzó lo que parecía un hechizo. Su mente pareció aclararse y pudo recapacitar y pensar en lo que estaba haciendo y en lo que ocurría. La ansiada y esperada Luna Roja había salido y ellos se habían transformado en bestias y seres con distintas habilidades. Karime se sintió abrumada de repente por las percepciones que le llegaban de sus cinco sentidos desarrollados recientemente y su cabeza comenzó a alborotarse de nuevo ante tanta información. También se percató de su incapacidad para mantener o parar alguno de los cambios que se estaban efectuando en su cuerpo. “Voy a estar eternamente siendo medioloba mediolibense sin ser nunca ninguna de las dos cosas.” Se dijo. Los cambios físicos en si no la molestaban de sobremanera, podía adaptarse a su nueva percepción de los sentidos y se sentía con más fuerza, además que el pelo, las garras, el hocico, las orejas y la cola le gustaban, le hacían sentir libre y salvaje. Pero los psicológicos, esa terrible lucha interna que no dejaba de sufrir entre su lógica y sus instintos eran algo que deseaba dominar.
A pesar de que se encontraba aun en continuo cambio, aunque gracias al hechizo y a su mente más aclarada el proceso de cambio parecía ralentizarse; su mente seguía enviándole ordenes que se contradecían y que no podía asimilar con facilidad. Con toda esa confusión en su cabeza y ya sin que esta la dominara, no parecía darse cuenta de lo que ocurría, aunque, al mismo tiempo, lo percibía todo a través de su olfato y su oído. De repente, vio como a su lado uno de los que habían aparecido amenazaba a Wintel con un hacha. La líbense no había reaccionado rápido y cuando llegó a ellos el draco ya había soltado a su amigo. Aun así, la líbense se interpuso entre ambos, sin dejar de enseñarle los dientes y gruñirle al draco y pegándose a Wintel en ademan de cubrirlo y protegerlo. Giró a cabeza para comprobar que el nublino se encontrara bien, cuando este se agarró a ella en un intento de encontrar la estabilidad luego de trastabillar. Karime aguantó a Wintel para que no cayera y luego lo recostó en el suelo. Quiso contestarle que había estado en una especie de trance, pero ya había comprobado que de su boca solo parecían salir gruñidos inconexos.
Karime, que parecía que por fin iba a acabar su transformación en loba ya que solo le faltaba, esa vez, que sus patas delanteras se acortaran, se topó con una mole de arena en forma de congénere que avanzaba hacia ella. La líbense, que no confiaba en las buenas intenciones del ser y que no iba a permitir que se le acercara más de lo debido, lanzó su zarpa contra la cabeza del animal, llevándose la cabeza consigo, y enseñó los dientes amenazadoramente al que parecía su creador, que intentó tranquilizarla con palabras. “Necesito salir. Correr, saltar, liberar el instinto, aullar a la luna. Tengo que salir.” Se dijo, al darse cuenta que esa sería la mejor solución. A pesar de todo el alboroto, sus compañeros no parecían necesitar su ayuda y ella necesitaba liberarse. Cuando ya se disponía a salir, DL le habló con una sonrisa y, aunque dijo lo que ella ya pensaba, agradeció su consideración y, al no poder hacerlo verbalmente, decidió hacerlo al estilo líbense mezclado con el lobuno y puso sus dos patas delanteras sobre los hombros del foner para darle un pequeño mordisco en el moflete, para luego, siendo a veces líbense, otras loba y casi siempre ambas cosas, salir aullando del torreón, guiada por el resplandor de la luna hacia su representación en la tierra, la catedral roja.
Sigue en Rocavaragálago.
Wednesday
La vouivre vio aliviada como la loba se calmaba y se desentendió para centrarse en otro recién transformado, que en ese momento insultaba a Noel por haberle curado. No le sorprendió la reacción de Noel, pero si le asustó en cierta manera ya que ni quería que el draco se metiera en una pelea con un neófito ni que los nuevos pensaran que ellos venían buscando pelea. Cuando el draco soltó a la arpía, Wen le agarró del brazo acariciándoselo levemente en un intento de relajarle y, luego de eso, permaneció al margen de todo, recordando su vida en el torreón y, sobre todo, el día de su dolorosa transformación.
Al rato, llegó Nia cargaba de un baúl con claras intenciones de cuidar con sus productos de los nuevos transformados. En seguida el grupo decidió seguir su camino hacia Letargo, llevándose consigo dos transformados nuevos que parecían querer información sobre en lo que se habían transformado y Wen no dudó en seguirlos.
Sigue en el Torreón Letargo.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
25/06/13, 06:53 pm
El ambiente era tenso, pero no se podía esperar otra cosa tampoco. Por suerte entre las bromas del pájaro enorme y los de la cosecha anterior el ambiente pareció relajarse un poco, al menos hasta la curación del chico arpía. Todos se prepararon para saltar por un momento, en el que Gael no pudo evitar pensar un tanto irritado en lo exagerado e injustificado de la reacción de aquel personaje. «¿Qué mosca le ha picado a este? Encima está en desventaja y ataca igual sin pensar». Fue una suerte que las cosas pudieran volver a la normalidad después de aquello. El ave oscura y la chica con cola incluso aceptaron su compañía hasta la biblioteca. Sintiéndose ya un poco más confiado y siendo el único sin presentar, aprovechó como pudo la conversación para hacerlo.
-Antes de que os asustéis por el camino si veis que se levantan los bichos muertos tendré que presentarme de verdad –dijo con una media sonrisa. Apareció justo delante del cadáver que ocupaba, usurpándole la ropa a excepción de la interior-. Soy Koval, un fuego fatuo, y básicamente eso es lo que hago, poseer muertos.
Observó con curiosidad, pero sin pretender incomodar, las reacciones de los chicos al verle. Más de uno pareció un tanto inquieto, y eso le divertía.
Cuando volvió al cuerpo del chico, invocando de nuevo la ropa con la runa de este, Vac estaba recibiendo un aviso de que volviera al burdel. Se preocupó, pero se dio cuenta de que ni Wen ni Kaethe estaban incluidas, así que seguramente no era ningún problema con el burdel, sino cualquier asunto del hado. No fue el único en irse porque después, poco a poco, los antiguos cosechados se fueron marchando cada uno por sus motivos. No era una buena noche para andar por ahí solos y recién transformados, pero a esas alturas ya tenían que saber de sobra cómo cuidarse. Además que el trasgo y la loba se fueran casi le alivió. El trasgo por lo evidente, y la loba… sabía cómo era aquella transformación, recordaba a Jau retorciéndose entre dos formas, casi queriendo atacarlos a Nia y a él. No se fiaba de ella hasta que estuviese completamente transformada.
Precisamente la náyade fue la siguiente en llegar, encontrándose un torreón vacío y nada que hacer.
-Mala suerte, salieron en desbandada al vernos llegar –bromeó.
No tardaron en ir hacia la biblioteca como habían dicho, solo dejando atrás a Nia con la arpía que Gael no pudo evitar calificar de loco. Ya en la calle le dio un leve codazo a Noel y le dedicó una rápida mirada significativa.
-A propósito de vuestros compañeros… ¿esos a los que conocimos son todos los que sois en este torreón? –comenzó a decir.
Sigue en la Biblioteca Mágica.
-Antes de que os asustéis por el camino si veis que se levantan los bichos muertos tendré que presentarme de verdad –dijo con una media sonrisa. Apareció justo delante del cadáver que ocupaba, usurpándole la ropa a excepción de la interior-. Soy Koval, un fuego fatuo, y básicamente eso es lo que hago, poseer muertos.
Observó con curiosidad, pero sin pretender incomodar, las reacciones de los chicos al verle. Más de uno pareció un tanto inquieto, y eso le divertía.
Cuando volvió al cuerpo del chico, invocando de nuevo la ropa con la runa de este, Vac estaba recibiendo un aviso de que volviera al burdel. Se preocupó, pero se dio cuenta de que ni Wen ni Kaethe estaban incluidas, así que seguramente no era ningún problema con el burdel, sino cualquier asunto del hado. No fue el único en irse porque después, poco a poco, los antiguos cosechados se fueron marchando cada uno por sus motivos. No era una buena noche para andar por ahí solos y recién transformados, pero a esas alturas ya tenían que saber de sobra cómo cuidarse. Además que el trasgo y la loba se fueran casi le alivió. El trasgo por lo evidente, y la loba… sabía cómo era aquella transformación, recordaba a Jau retorciéndose entre dos formas, casi queriendo atacarlos a Nia y a él. No se fiaba de ella hasta que estuviese completamente transformada.
Precisamente la náyade fue la siguiente en llegar, encontrándose un torreón vacío y nada que hacer.
-Mala suerte, salieron en desbandada al vernos llegar –bromeó.
No tardaron en ir hacia la biblioteca como habían dicho, solo dejando atrás a Nia con la arpía que Gael no pudo evitar calificar de loco. Ya en la calle le dio un leve codazo a Noel y le dedicó una rápida mirada significativa.
-A propósito de vuestros compañeros… ¿esos a los que conocimos son todos los que sois en este torreón? –comenzó a decir.
Sigue en la Biblioteca Mágica.
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