Torreón Maciel (Archivo IV)
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23 participantes
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Torreón Maciel (Archivo IV)
10/09/12, 07:00 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El paseo terminó frente a un edificio de piedra azulada. En el pasado debía de haber tenido cuatro plantas, pero ahora, el edificio estaba coronado por el esqueleto de algún animal marino. El idrino se quedo mirando la estructura, bastante asombrado. Su mirada se posó en una de las cadenas rotas del puente levadizo, y supuso que si hacían de aquel lugar su refugio, habría que arreglarla de alguna manera. El norteño comprobó la estabilidad del puente, y lo atravesó a paso rápido, llegando hasta las puertas, que para su sorpresa, estaban entreabiertas.
Saren entró en el edificio el primero, y mientras recorría el corredor que daba a la planta baja observando las pintadas de los muros en silencio, sus compañeros entraron detrás de él, cerrando las puertas cuando el último miembro del grupo estuvo dentro. El idrino se encontró en una gran estancia que, debido al aire enrarecido y por la capa de polvo intacta, debía de llevar abandonada varias semanas. Una mesa grande, unas cuantas sillas, y varios sillones bastante raídos, eran el principal mobiliario de aquella planta. A un lado de la estancia había una cocina, con una pequeña encimera, un horno de leña, y varios fogones de hierro, ademas de unos armarios de madera, que supuso llenos de algunos cacharros y bastantes telarañas.
Saren dejo la cesta que llevaba en la encimera, y se encaminó a las escaleras, dispuesto a ver que había arriba. No tardó en recorrer las dos plantas superiores, bajando para informar que en la segunda había una especie de estudio con estanterías vacías y un cuarto con barreños de latón para asearse; y que en la tercera había varios cuartos comunales con unas cuantas camas de aspecto cochambroso. No había subido al piso ocupado por el gran esqueleto, pero informo de que había oído algún que otro aleteo a través del techo de la tercera planta. Había baúles y armarios en as habitaciones, pero no había mirado dentro. Un patio de suelo empedrado, en cuyo centro se alzaba la estatua de un pájaro negro con un gran reloj bastante raro a sus pies, completaba el edificio. En él, había un pozo y al fondo, varios retretes.
-Bueno, yo tengo bastante hambre, así que si adecentáis un poco esa mesa -dijo señalándola, tras informar de sus descubrimientos-, yo me pondré con la cena.
El norteño se acercó a la cocina y busco algo para encender la cocina. Encontró una pila bastante escueta, pero suficiente por el momento, de leños polvorientos, que cogió y colocó en el hueco de piedra bajo los fogones. El norteño sacó un poco de yesca, con la que prendió la madera, paradespués cerrar la pequeña puerta de hierro que protegía el fuego. Mientras la cocina se calentaba, Saren procedió a buscar varios cacharros adecuados para cocinar, y unos cuantos platos y cubiertos que dejo a mano para aquel que pusiera la mesa. Les quitó el polvo, y salió al patio a por un poco de agua.
Saren se quitó los mitones y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo, que colgó de un gancho en la pared, para cocinar mas cómodo. Se lavó las manos con un poco del agua que había traído y se arremangó la camisola oscura. Sacó algo de carne cruda y unas verduras de las cestas, y lo limpió todo con el agua del pozo que le quedaba, mientras ponía a calentar un par de cacerolas con un poco de la propia grasilla de la carne, esperando que se derritiera. Cuando tuvo los ingredientes listos, preparó un salteado con las verduras, mientras la carne se tostaba en dados con unas pocas hojas rojizas que había encontrado en la cesta. Apartó las cacerolas del fuego, antes de que la verdura se pasara y la carne se hiciera por el centro, y preparo esta última en una bandeja, para meter el recipiente en la pequeña cavidad al lado del fuego que hacia las veces de horno.
Unos minutos después saco la carne del horno y la puso junto con las verduras en una gran fuente, mientras un sabroso olor se extendía por el edificio. El exterior de la carne estaba algo mas churruscante por el asado. En bastante poco tiempo, Saren, haciendo gala de su talento para la cocina, había preparado un plato delicioso con un aroma casero, que algunos de sus compañeros desconocían, y que venía perfecto para reponer fuerzas. Unas piezas de fruta completaban el menú.
-La cena esta lista-anunció con una sonrisa, siempre le había gustado comer bien.
El paseo terminó frente a un edificio de piedra azulada. En el pasado debía de haber tenido cuatro plantas, pero ahora, el edificio estaba coronado por el esqueleto de algún animal marino. El idrino se quedo mirando la estructura, bastante asombrado. Su mirada se posó en una de las cadenas rotas del puente levadizo, y supuso que si hacían de aquel lugar su refugio, habría que arreglarla de alguna manera. El norteño comprobó la estabilidad del puente, y lo atravesó a paso rápido, llegando hasta las puertas, que para su sorpresa, estaban entreabiertas.
Saren entró en el edificio el primero, y mientras recorría el corredor que daba a la planta baja observando las pintadas de los muros en silencio, sus compañeros entraron detrás de él, cerrando las puertas cuando el último miembro del grupo estuvo dentro. El idrino se encontró en una gran estancia que, debido al aire enrarecido y por la capa de polvo intacta, debía de llevar abandonada varias semanas. Una mesa grande, unas cuantas sillas, y varios sillones bastante raídos, eran el principal mobiliario de aquella planta. A un lado de la estancia había una cocina, con una pequeña encimera, un horno de leña, y varios fogones de hierro, ademas de unos armarios de madera, que supuso llenos de algunos cacharros y bastantes telarañas.
Saren dejo la cesta que llevaba en la encimera, y se encaminó a las escaleras, dispuesto a ver que había arriba. No tardó en recorrer las dos plantas superiores, bajando para informar que en la segunda había una especie de estudio con estanterías vacías y un cuarto con barreños de latón para asearse; y que en la tercera había varios cuartos comunales con unas cuantas camas de aspecto cochambroso. No había subido al piso ocupado por el gran esqueleto, pero informo de que había oído algún que otro aleteo a través del techo de la tercera planta. Había baúles y armarios en as habitaciones, pero no había mirado dentro. Un patio de suelo empedrado, en cuyo centro se alzaba la estatua de un pájaro negro con un gran reloj bastante raro a sus pies, completaba el edificio. En él, había un pozo y al fondo, varios retretes.
-Bueno, yo tengo bastante hambre, así que si adecentáis un poco esa mesa -dijo señalándola, tras informar de sus descubrimientos-, yo me pondré con la cena.
El norteño se acercó a la cocina y busco algo para encender la cocina. Encontró una pila bastante escueta, pero suficiente por el momento, de leños polvorientos, que cogió y colocó en el hueco de piedra bajo los fogones. El norteño sacó un poco de yesca, con la que prendió la madera, paradespués cerrar la pequeña puerta de hierro que protegía el fuego. Mientras la cocina se calentaba, Saren procedió a buscar varios cacharros adecuados para cocinar, y unos cuantos platos y cubiertos que dejo a mano para aquel que pusiera la mesa. Les quitó el polvo, y salió al patio a por un poco de agua.
Saren se quitó los mitones y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo, que colgó de un gancho en la pared, para cocinar mas cómodo. Se lavó las manos con un poco del agua que había traído y se arremangó la camisola oscura. Sacó algo de carne cruda y unas verduras de las cestas, y lo limpió todo con el agua del pozo que le quedaba, mientras ponía a calentar un par de cacerolas con un poco de la propia grasilla de la carne, esperando que se derritiera. Cuando tuvo los ingredientes listos, preparó un salteado con las verduras, mientras la carne se tostaba en dados con unas pocas hojas rojizas que había encontrado en la cesta. Apartó las cacerolas del fuego, antes de que la verdura se pasara y la carne se hiciera por el centro, y preparo esta última en una bandeja, para meter el recipiente en la pequeña cavidad al lado del fuego que hacia las veces de horno.
Unos minutos después saco la carne del horno y la puso junto con las verduras en una gran fuente, mientras un sabroso olor se extendía por el edificio. El exterior de la carne estaba algo mas churruscante por el asado. En bastante poco tiempo, Saren, haciendo gala de su talento para la cocina, había preparado un plato delicioso con un aroma casero, que algunos de sus compañeros desconocían, y que venía perfecto para reponer fuerzas. Unas piezas de fruta completaban el menú.
-La cena esta lista-anunció con una sonrisa, siempre le había gustado comer bien.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
18/05/13, 07:32 pm
Al poco de empezar a entrenar apareció Wintel en el patio. Su actitud me había sorprendido mucho tanto al ir con nosotros a por la comida como al suplicar a los otros cosechados las cestas. Sabía que a la vuelta había estado hablando, pero no había prestado atención, enfrascado en mis pensamientos contra los otros cosechados.
Pronto comenzó a hablarme por lo que paré de entrenar. «Empezamos bien», pensé al llamarme traidor. «No entiendo por qué me llama traidor, si mi familia es de las pocas que no ha apoyado nunca el proyecto de Varanublia...», pensé mientras lo miraba cautelosamente. Este fay era demasiado imprevisible, y por ello no estaba totalmente relajado mientras lo escuchaba.
—Vaya, gracias por el cumplido —dije al escuchar que ya no me consideraba el nublino más idiota de la ciudad. Ante la proposición de un trato, empecé a atenderle mejor, curioso por lo que iba a decir—. Cierto, ahora lo que importa es que todos sigamos vivos el mayor tiempo posible —asentí a sus palabras, alegre al ver que iba retomando su cordura, y más aun previendo que quizá así dejaría de fulminarme cada vez que me veía.
Cuando me atacó bruscamente con la lanza sólo tuve de un instante para echarme a un lado y evitar que me la clavara. «¡Podría haberme dado más tiempo!», pensé, aunque era evidente que un monstruo no iba avisarme. «Y, por las pintas, los otros cosechados menos», pensé con algo de ironía.
—Bien, vamos —me puse en guardia con la espada, algo impaciente para empezar el combate—. Entrenemos.
Pronto comenzó a hablarme por lo que paré de entrenar. «Empezamos bien», pensé al llamarme traidor. «No entiendo por qué me llama traidor, si mi familia es de las pocas que no ha apoyado nunca el proyecto de Varanublia...», pensé mientras lo miraba cautelosamente. Este fay era demasiado imprevisible, y por ello no estaba totalmente relajado mientras lo escuchaba.
—Vaya, gracias por el cumplido —dije al escuchar que ya no me consideraba el nublino más idiota de la ciudad. Ante la proposición de un trato, empecé a atenderle mejor, curioso por lo que iba a decir—. Cierto, ahora lo que importa es que todos sigamos vivos el mayor tiempo posible —asentí a sus palabras, alegre al ver que iba retomando su cordura, y más aun previendo que quizá así dejaría de fulminarme cada vez que me veía.
Cuando me atacó bruscamente con la lanza sólo tuve de un instante para echarme a un lado y evitar que me la clavara. «¡Podría haberme dado más tiempo!», pensé, aunque era evidente que un monstruo no iba avisarme. «Y, por las pintas, los otros cosechados menos», pensé con algo de ironía.
—Bien, vamos —me puse en guardia con la espada, algo impaciente para empezar el combate—. Entrenemos.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
19/05/13, 02:29 am
Shizel había quedado inconsciente poco después de que sus compañeros hubiesen descubierto la masacre del piso inferior. Aquello había sucedido de madrugada, y ahora ya era pasada la hora de comer. El intervalo entre ambos momentos había sido una incógnita para el idrino, pues se lo había pasado durmiendo de principio a final. Su cuerpo le exigía descanso no sólo por el sobreesfuerzo de aquel día sino por el acumulado a lo largo de todos los demás.
Le pareció que apenas habían pasado unos minutos desde que se había desmayado de cansancio en el salón hasta cuando DL le despertó. Se removió bajo las mantas, refunfuñó alegando estar enfermo e incluso le mandó a por una taza de leche antes de darse cuenta de que el que le estaba despertando no era ningún criado, que él no estaba en casa, y que esa misma mañana había pasado algo terrible en el interior del torreón. Por eso el anuncio del foner de que traía malas noticias le pareció extrañamente redundante, teniendo en cuenta que era él quien había despertado a todo el mundo.
-Ya lo sé, YR está muerto...- murmuró desconcertado en respuesta al anuncio del foner, aún sin despejarse del todo. La pasividad efecto del cansancio que había sentido al ver el cadáver ya se le había pasado y los hechos no casaban bien en su cabeza, como piezas de dos rompecabezas distintos. No parecía posible que él estuviera haciendo algo tan cotidiano como levantarse de la cama, y que uno de sus compañeros estuviera pudriéndose en ese mismo momento. No era lógico.
Aún con esa extraña sensación rondándole la cabeza escuchó el relato de DL, sintiendo que se despejaba a medida que el foner iba hablando. No le gustó que hubiesen tirado el cadáver a la cicatriz; sentía que tratándolo como si no fuese más que un trozo de carne estuvieran dándole la razón a una ciudad que mataba gente como si fueran insectos. Las verdaderas malas noticias, sin embargo, hicieron que desviara su atención a otros asuntos.
-¿Qué?- el idrino no daba crédito a sus oídos-. ¿Que os quitaron las cestas, así, sin más?
"Era lo que nos faltaba a estas alturas", pensó incrédulo. "Un grupo de matones, y que esta gente que normalmente está tirándose los trastos a la cabeza se deje mangonear como si nada."
Escuchó el resto de la historia sintiendo cómo la sangre volvía a paso seguro a su cerebro, diciéndole que moviese el culo de la cama y empezase a hacer cosas. No podían venirse abajo, ahora menos que nunca. Si se debilitaba el grupo más de lo que ya estaba, serían barridos sin problemas por aquella camarilla con más humos que cerebro. Ya podrían desconfiar unos de otros y deprimirse una vez se hubiesen asegurado de que podrían mantener el estómago lleno.
Se incorporó y salió por fin de la cama con un ligero dolor de cabeza, tratando de poner en orden sus ideas. Lo primero era lo primero... Fuego, eso era. Había habido un fuego abajo, seguro que alguien había acabado quemándose.
-Debería revisar si el cordel sigue funcionando- murmuró para sí mismo-. ¿Timmy ha despertado y os ha dicho qué diablos pasó ahí abajo? ¿Hay gente herida? ¿Cuánta comida habéis traído? Y esa gente, ¿alguien sabe de qué agujero del suelo han salido?
Le pareció que apenas habían pasado unos minutos desde que se había desmayado de cansancio en el salón hasta cuando DL le despertó. Se removió bajo las mantas, refunfuñó alegando estar enfermo e incluso le mandó a por una taza de leche antes de darse cuenta de que el que le estaba despertando no era ningún criado, que él no estaba en casa, y que esa misma mañana había pasado algo terrible en el interior del torreón. Por eso el anuncio del foner de que traía malas noticias le pareció extrañamente redundante, teniendo en cuenta que era él quien había despertado a todo el mundo.
-Ya lo sé, YR está muerto...- murmuró desconcertado en respuesta al anuncio del foner, aún sin despejarse del todo. La pasividad efecto del cansancio que había sentido al ver el cadáver ya se le había pasado y los hechos no casaban bien en su cabeza, como piezas de dos rompecabezas distintos. No parecía posible que él estuviera haciendo algo tan cotidiano como levantarse de la cama, y que uno de sus compañeros estuviera pudriéndose en ese mismo momento. No era lógico.
Aún con esa extraña sensación rondándole la cabeza escuchó el relato de DL, sintiendo que se despejaba a medida que el foner iba hablando. No le gustó que hubiesen tirado el cadáver a la cicatriz; sentía que tratándolo como si no fuese más que un trozo de carne estuvieran dándole la razón a una ciudad que mataba gente como si fueran insectos. Las verdaderas malas noticias, sin embargo, hicieron que desviara su atención a otros asuntos.
-¿Qué?- el idrino no daba crédito a sus oídos-. ¿Que os quitaron las cestas, así, sin más?
"Era lo que nos faltaba a estas alturas", pensó incrédulo. "Un grupo de matones, y que esta gente que normalmente está tirándose los trastos a la cabeza se deje mangonear como si nada."
Escuchó el resto de la historia sintiendo cómo la sangre volvía a paso seguro a su cerebro, diciéndole que moviese el culo de la cama y empezase a hacer cosas. No podían venirse abajo, ahora menos que nunca. Si se debilitaba el grupo más de lo que ya estaba, serían barridos sin problemas por aquella camarilla con más humos que cerebro. Ya podrían desconfiar unos de otros y deprimirse una vez se hubiesen asegurado de que podrían mantener el estómago lleno.
Se incorporó y salió por fin de la cama con un ligero dolor de cabeza, tratando de poner en orden sus ideas. Lo primero era lo primero... Fuego, eso era. Había habido un fuego abajo, seguro que alguien había acabado quemándose.
-Debería revisar si el cordel sigue funcionando- murmuró para sí mismo-. ¿Timmy ha despertado y os ha dicho qué diablos pasó ahí abajo? ¿Hay gente herida? ¿Cuánta comida habéis traído? Y esa gente, ¿alguien sabe de qué agujero del suelo han salido?
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
19/05/13, 03:03 pm
El tened que explicarle todo lo que había ocurrido en ocas horas fue un poco largo que contar, mas valdría no haberse levantado ese día. Oh bueno,...hicieron bien en levantarse sino habrían quedado todos bien calentitos, pero aun así era una mierda de día. La consiguiente represalia de Shizel cuando le contó lo de sus amables vecinos no tardo en aparecer, cosa que comprendía, había sido inútiles por completo en esa situación y había sido humillante en todo sentido. Le había servido como lección desde luego pero eso no iba a quitarles el hambre.
-Algo así, yo hice un estúpido acto de intentar quitarle una de las cestas pero me derribaron, no se si eso cuenta como "no hacer nada", era mas que nosotros y no, no lo pongo como excusa barata solo digo la realidad -añadió ya que los tenia casi a fuego en su mente empezando a nombrarlos- No dijeron nombres pero eran un tipo grande y peludo, de ninguno de los mundos que hayamos conocido hasta ahora, una chica frivy a juzgar por como hablaba, un nublino, un varmano y una chica de piel casi morada, tampoco de ningún mundo que conozcamos -dijo nombrándolos uno a uno según recordaba sobre ellos, con son de molestia contra si mismo viendo al idrino levantarse y como comenzaba a preguntar sin parar confundiendo a DL que intento poner en orden las preguntas para responderlas mientras salían para ir al piso de abajo
-Deberías si, y no, Timmy no ha despertado aun, lo que si deberíamos ver es donde demonios tiene Timmy guardada su reserva de bombas porque probablemente fue eso la causa del fuego, mejor seria no dejárselas cerca- argumento por precaución si eso había pasado en plena noche mientras dormían a saber si no podría ser alguno de los demás en acabar de la forma en la que termino YR- El único herido es Timmy, los que salimos no fuimos heridos, bueno salvo en el orgullo y conseguimos trae una de las cestas, tendremos que adelantarnos mañana por ellas temprano o terminaremos muriéndonos de hambre y buscar una fuente de comida aparte mientras tanto- añadió mirando al idrino con cierta calma que apenas intentaba reunir porque en su mente el pensamiento negativista de que llegarían a las cestas al día siguiente y ya se las habrían llevado, dejándolos incluso firmita burlesca de regalo para cachondearse...toda esa imagen mental de lo que podría pasar estaba intentando carcomerle los nervios. Intento sacarse ese pensamiento de su mente para seguir hablando, no podía montarse escenas que no habían pasado, debía intentar centrarse en lo que tendrían que hacer todos
-No se, podríamos ir a la playa por cangrejos o tal vez habrá de estos también en el río ese que hay cercano donde cogimos a YR...aunque allí fue donde YR se quedo sin pierna, tal vez alguno vaya y se quede también sin pierna como ofrenda o algo así a cambio de comida -empezó a decir de forma un tanto fuera de lugar, osea ¿podría pasar no? con la mala suerte que tenían últimamente. DL frunció el ceño sintiendo como se estaba empezando a paranoiar solo y ver monstruos por todas partes, y eso no era bueno, lo que le faltaba era volverse loco perdido estando la situación como estaba. Serenidad. La falta de comida y el estrés de los últimos días le estaba pasando factura.- No hagas caso a lo ultimo que dije, muchas cosas en poco tiempo- dijo sacudiendo la cabeza, necesitaba pensar con claridad no podían estar quieto como si nada, las cesta no daba para tantos eso estaba clarisimo eran demasiados. No tenia claro si esos crustáceos también estarían ese canal de agua, pero si en la playa aquella había tal vez en el rió también y esperaba que no fuese tan malditamente complicados de pillar como los de la playa. Debían probar lo que fuera que tuvieran a mano.
-Esos cosechados no tengo idea de donde salieron pero quien sabe sino se están quedando en algún edificio cercano o en otro torreón, si es que hay mas, no lo se, lo que si es probable es que haya mas. Dudo mucho que salieran todos por comida dejando sin vigilancia el lugar donde se estén quedando -añadió mientras pensaba en estos, muchos pensamientos e ideas venían sobre ese grupo confundiendolo y mareandolo entre ellas un detalle que no le había dado importancia al comienzo pero que tenia y bastante- Y otra cosa, el peludito tiene que saber un mínimo de lucha como K o puede que menos y en los que vimos, mínimo uno sabe magia- añadió recordando detalles importantes de ese encuentro tan molesto pero que al menos les había dado información valiosa si sabían usarla adecuadamente.
-Algo así, yo hice un estúpido acto de intentar quitarle una de las cestas pero me derribaron, no se si eso cuenta como "no hacer nada", era mas que nosotros y no, no lo pongo como excusa barata solo digo la realidad -añadió ya que los tenia casi a fuego en su mente empezando a nombrarlos- No dijeron nombres pero eran un tipo grande y peludo, de ninguno de los mundos que hayamos conocido hasta ahora, una chica frivy a juzgar por como hablaba, un nublino, un varmano y una chica de piel casi morada, tampoco de ningún mundo que conozcamos -dijo nombrándolos uno a uno según recordaba sobre ellos, con son de molestia contra si mismo viendo al idrino levantarse y como comenzaba a preguntar sin parar confundiendo a DL que intento poner en orden las preguntas para responderlas mientras salían para ir al piso de abajo
-Deberías si, y no, Timmy no ha despertado aun, lo que si deberíamos ver es donde demonios tiene Timmy guardada su reserva de bombas porque probablemente fue eso la causa del fuego, mejor seria no dejárselas cerca- argumento por precaución si eso había pasado en plena noche mientras dormían a saber si no podría ser alguno de los demás en acabar de la forma en la que termino YR- El único herido es Timmy, los que salimos no fuimos heridos, bueno salvo en el orgullo y conseguimos trae una de las cestas, tendremos que adelantarnos mañana por ellas temprano o terminaremos muriéndonos de hambre y buscar una fuente de comida aparte mientras tanto- añadió mirando al idrino con cierta calma que apenas intentaba reunir porque en su mente el pensamiento negativista de que llegarían a las cestas al día siguiente y ya se las habrían llevado, dejándolos incluso firmita burlesca de regalo para cachondearse...toda esa imagen mental de lo que podría pasar estaba intentando carcomerle los nervios. Intento sacarse ese pensamiento de su mente para seguir hablando, no podía montarse escenas que no habían pasado, debía intentar centrarse en lo que tendrían que hacer todos
-No se, podríamos ir a la playa por cangrejos o tal vez habrá de estos también en el río ese que hay cercano donde cogimos a YR...aunque allí fue donde YR se quedo sin pierna, tal vez alguno vaya y se quede también sin pierna como ofrenda o algo así a cambio de comida -empezó a decir de forma un tanto fuera de lugar, osea ¿podría pasar no? con la mala suerte que tenían últimamente. DL frunció el ceño sintiendo como se estaba empezando a paranoiar solo y ver monstruos por todas partes, y eso no era bueno, lo que le faltaba era volverse loco perdido estando la situación como estaba. Serenidad. La falta de comida y el estrés de los últimos días le estaba pasando factura.- No hagas caso a lo ultimo que dije, muchas cosas en poco tiempo- dijo sacudiendo la cabeza, necesitaba pensar con claridad no podían estar quieto como si nada, las cesta no daba para tantos eso estaba clarisimo eran demasiados. No tenia claro si esos crustáceos también estarían ese canal de agua, pero si en la playa aquella había tal vez en el rió también y esperaba que no fuese tan malditamente complicados de pillar como los de la playa. Debían probar lo que fuera que tuvieran a mano.
-Esos cosechados no tengo idea de donde salieron pero quien sabe sino se están quedando en algún edificio cercano o en otro torreón, si es que hay mas, no lo se, lo que si es probable es que haya mas. Dudo mucho que salieran todos por comida dejando sin vigilancia el lugar donde se estén quedando -añadió mientras pensaba en estos, muchos pensamientos e ideas venían sobre ese grupo confundiendolo y mareandolo entre ellas un detalle que no le había dado importancia al comienzo pero que tenia y bastante- Y otra cosa, el peludito tiene que saber un mínimo de lucha como K o puede que menos y en los que vimos, mínimo uno sabe magia- añadió recordando detalles importantes de ese encuentro tan molesto pero que al menos les había dado información valiosa si sabían usarla adecuadamente.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
19/05/13, 11:08 pm
Mientras bajaba las escaleras lleno de actividad, Shizel siguió escuchando el relato de DL aunque sólo se quedó a medias con todo: su mente bullía con datos nuevos y cosas que hacer. Luego le pediría de nuevo los detalles al foner, los apuntaría y les daría vueltas con tranquilidad.
Primero fue a comprobar el estado de Timmy, y un vistazo le bastó para saber que de momento él no podía hacer nada al respecto. El libro de curación que había consultado en su momento en la biblioteca era muy específico acerca de que los hechizos sanadores no eran comodines: había que encontrar el adecuado para cada cosa. Y de apuntes sobre quemaduras tenían cero a la izquierda.
Había uno o dos compañeros vigilándole, y levantaron la mirada expectantes cuando él se acercó a examinar al convaleciente. Al idrino le habría gustado decir algo tranquilizador y lleno de seguridad como "está estable" o "tiene fiebre, eso es buena señal", pero Shizel no sabía nada de medicina más allá de recitar hechizos. Se sintió impotente en ese momento, y no pudo hacer nada más que salir del cuarto sin decir nada.
Al bajar vio que el salón estaba mucho más limpio que anteriormente. Sus compañeros habían sacado los restos de muebles quemados y dejado los que se podían salvar; ahora la estancia presentaba un aspecto desoladoramente vacío. Las ventanas estaban abiertas por lo que afortunadamente el olor a quemado se había disipado. Fue entonces cuando DL mencionó el tema de las bombas de Timmy, y Shizel también se acordó del explosivo de cerámica que casi le había saltado un ojo la primera semana. No había tratado con bombas en su vida, pero hasta para un profano en la materia como él era evidente que el foco del incendio no había sido el fogón, donde habría sido lógico de tratarse de un accidente.
"Esto no me gusta nada..."
El dolor de cabeza, más fruto de un empacho mental que de verdadero malestar físico, se convirtió en un molesto zumbido que no le dejaba pensar.
-Vayamos por partes- le dijo a DL un poco aturdido, también para aclararse las ideas en voz alta-. Timmy tiene pinta de seguir inconsciente durante un tiempo más, y si tienes razón y el incendio es culpa suya, un misterio menos. Pero hasta que se despierte no podemos estar seguros de nada, así que aparquemos eso de momento- se le coló en la voz un matiz de abierta frustración. Más les valía aprovechar el tiempo mientras tanto; una vocecilla en su cabeza le susurraba a Shizel que a menos que las cosas empezasen a apuntar en otra dirección puede que tuvieran que vigilarlo como a RR, o algo peor.
Se llevó la mano al mentón, poniendo en orden sus pensamientos. Casi sin darse cuenta empezó a dar vueltas por el salón recogiendo apuntes y cosas según se le iban ocurriendo.
-El asunto de las cestas no nos corre prisa ahora mismo, porque respecto a las de hoy ya no podemos hacer nada- dijo mientras localizaba los esquemas que quería llevarse-. Tenemos tiempo para planear cuándo saldremos y con quién. De todas formas lo más urgente ahora mismo es ver si podemos encontrar otra fuente de comida.
"Hemos sido descuidados con eso", pensó frustrado. Se habían limitado a recibir la comida que los rocavarancoleses les daban como si no fueran más que perrillos amaestrados. Incluso a él, quien había dado la comida por sentada toda su vida, le dolía aquello.
Estuvo de acuerdo con las propuestas de DL, aunque torció el gesto al ver cómo empezaba a montarse historias él solo.
-No seas angustias, por favor- le pidió frunciendo el ceño-. Ya está la moral lo bastante baja.
Asintó en silencio ante la posterior disculpa del foner y lo dejó correr. Habían pasado demasiadas cosas y DL había estado presente en todas, era normal que estuviese estresado.
Tras recoger unas cuantas cosas que le harían falta en el piso de arriba anunció en voz alta, para que los del patio por la ventana abierta también pudieran oírle:
-Vamos al río. Si alguno sabe pescar y no quiere que le rujan las tripas por la noche será más que bienvenido.
Mientras hacía tiempo para que alguno de sus compañeros se preparase comprobó el perímetro del cordel de alarma. Como esperaba, estaba intacto.
Sigue en el Río.
Primero fue a comprobar el estado de Timmy, y un vistazo le bastó para saber que de momento él no podía hacer nada al respecto. El libro de curación que había consultado en su momento en la biblioteca era muy específico acerca de que los hechizos sanadores no eran comodines: había que encontrar el adecuado para cada cosa. Y de apuntes sobre quemaduras tenían cero a la izquierda.
Había uno o dos compañeros vigilándole, y levantaron la mirada expectantes cuando él se acercó a examinar al convaleciente. Al idrino le habría gustado decir algo tranquilizador y lleno de seguridad como "está estable" o "tiene fiebre, eso es buena señal", pero Shizel no sabía nada de medicina más allá de recitar hechizos. Se sintió impotente en ese momento, y no pudo hacer nada más que salir del cuarto sin decir nada.
Al bajar vio que el salón estaba mucho más limpio que anteriormente. Sus compañeros habían sacado los restos de muebles quemados y dejado los que se podían salvar; ahora la estancia presentaba un aspecto desoladoramente vacío. Las ventanas estaban abiertas por lo que afortunadamente el olor a quemado se había disipado. Fue entonces cuando DL mencionó el tema de las bombas de Timmy, y Shizel también se acordó del explosivo de cerámica que casi le había saltado un ojo la primera semana. No había tratado con bombas en su vida, pero hasta para un profano en la materia como él era evidente que el foco del incendio no había sido el fogón, donde habría sido lógico de tratarse de un accidente.
"Esto no me gusta nada..."
El dolor de cabeza, más fruto de un empacho mental que de verdadero malestar físico, se convirtió en un molesto zumbido que no le dejaba pensar.
-Vayamos por partes- le dijo a DL un poco aturdido, también para aclararse las ideas en voz alta-. Timmy tiene pinta de seguir inconsciente durante un tiempo más, y si tienes razón y el incendio es culpa suya, un misterio menos. Pero hasta que se despierte no podemos estar seguros de nada, así que aparquemos eso de momento- se le coló en la voz un matiz de abierta frustración. Más les valía aprovechar el tiempo mientras tanto; una vocecilla en su cabeza le susurraba a Shizel que a menos que las cosas empezasen a apuntar en otra dirección puede que tuvieran que vigilarlo como a RR, o algo peor.
Se llevó la mano al mentón, poniendo en orden sus pensamientos. Casi sin darse cuenta empezó a dar vueltas por el salón recogiendo apuntes y cosas según se le iban ocurriendo.
-El asunto de las cestas no nos corre prisa ahora mismo, porque respecto a las de hoy ya no podemos hacer nada- dijo mientras localizaba los esquemas que quería llevarse-. Tenemos tiempo para planear cuándo saldremos y con quién. De todas formas lo más urgente ahora mismo es ver si podemos encontrar otra fuente de comida.
"Hemos sido descuidados con eso", pensó frustrado. Se habían limitado a recibir la comida que los rocavarancoleses les daban como si no fueran más que perrillos amaestrados. Incluso a él, quien había dado la comida por sentada toda su vida, le dolía aquello.
Estuvo de acuerdo con las propuestas de DL, aunque torció el gesto al ver cómo empezaba a montarse historias él solo.
-No seas angustias, por favor- le pidió frunciendo el ceño-. Ya está la moral lo bastante baja.
Asintó en silencio ante la posterior disculpa del foner y lo dejó correr. Habían pasado demasiadas cosas y DL había estado presente en todas, era normal que estuviese estresado.
Tras recoger unas cuantas cosas que le harían falta en el piso de arriba anunció en voz alta, para que los del patio por la ventana abierta también pudieran oírle:
-Vamos al río. Si alguno sabe pescar y no quiere que le rujan las tripas por la noche será más que bienvenido.
Mientras hacía tiempo para que alguno de sus compañeros se preparase comprobó el perímetro del cordel de alarma. Como esperaba, estaba intacto.
Sigue en el Río.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
19/05/13, 11:38 pm
Definitivamente la uncia forma de sobrevivir era organizarse, nunca mejor dicho y como bien dijo Shizel la prioridad ahora era buscar comida. Por eso el que este propusiera ir ya por ella, solo provoco que DL asintiera y se alejara de este para ir por agua al pozo y beber un poco comiéndose una de las frutas que llevaba en el saquito, pues llevaba sin comer casi dos días, sin contar que lo poco que había comido había sido vomitado, estaba desde luego hambriento como el que mas.Iba terminar a ese paso como Wintel, famélico. Se aseguro de llevar todas las armas y de recordar los dichosos hechizos que se sabia por mera precaución ya, antes de seguir a Shizel hacia a algún lugar donde conseguir comida, esperando no tener la mala suerte de toparse de nuevo con los cosechados esos.
Sigue en el Río.
Sigue en el Río.
- Carmesí
Ficha de cosechado
Nombre: Lemus
Especie: Humano
Habilidades: Oído músical, carisma y valor
Personajes : Norou, Wintelgy y Lemus
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
20/05/13, 12:00 am
No llevábamos mucho tiempo entrenando pero había sido intenso, además que era la primera vez que probaba la lanza contra otra persona armada, cuando escuche a Shizel.
“ ¡¡ehhh!! – exclamé parando como pude una estocada que me sorprendio al quedarme ensimismado por un momento al escuchar a Shizel- ¿Es que no has escuchado a Shizel? ¡! Dice que hay un rio!! y nosotros peleándonos con esos estúpidos por esas cestas –terminé diciendo haciendo gestos de mofa al cielo con la esperanza que llegarán a aquellos saqueadores- Yo voy ¿Os enseñan a pescar allí en las ciudades, traidor? ¿Te vienes o te quedas?- le dije antes de salir corriendo detrás de Shizel y Dl-“
Sigue en el Rio.
“ ¡¡ehhh!! – exclamé parando como pude una estocada que me sorprendio al quedarme ensimismado por un momento al escuchar a Shizel- ¿Es que no has escuchado a Shizel? ¡! Dice que hay un rio!! y nosotros peleándonos con esos estúpidos por esas cestas –terminé diciendo haciendo gestos de mofa al cielo con la esperanza que llegarán a aquellos saqueadores- Yo voy ¿Os enseñan a pescar allí en las ciudades, traidor? ¿Te vienes o te quedas?- le dije antes de salir corriendo detrás de Shizel y Dl-“
Sigue en el Rio.
-Tsuki Tsuki Tsuki♥♫♪-
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
20/05/13, 01:09 am
El entrenamiento duró un rato, durante el cual puse toda mi atención en el arma y en Wintel. El ejercicio me ayudó a concentrarme y a olvidar tanto el horror de YR y el incendio como el orgullo herido por aquellos extraños cosechados. «Ahora que lo pienso, deberíamos intentar averiguar el nombre de esos cosechados y la localización de su torreón», pensé. «Especialmente la localización, eso nos proporcionaría una ventaja indudable».
Al ver una fisura en la defensa de Wintel, intenté meter por allí la espada, aunque en el último instante el fay logró pararme.
—Lo siento, pero no creo que un monstruo o uno de esos cosechados se preocupe por si estás distraido o no —le dije, sonriendo socarrón. Escuché lo que me dijo y empecé a prestar atención a las palabras de Shizel, curioso. «¿Un río, eh? Quizás al final no tengamos que pasar tanta hambre», pensé, con un moderado optimismo —. Voy a ir con vosotros —aunque pescar no era de las actividades que mejor se me daba, alguna vez lo había hecho en Nubla con un éxito relativamente moderado.
—Ey, ey, ¿de dónde has sacado eso de ciudad? —pregunté a Wintel—. Una cosa es venerar Rocavarancolia y otra esa patética réplica de Varanublia —dije medio en broma—. Mi familia tiene tierras en el ecuador, nos dedicamos al pastoreo de linacs. No se me da muy bien, pero tengo mis conocimientos de pesca. Vamos —tras esto, fui detrás de Shiz, DL y Wintel y partimos hacia el río.
Sigue en el Río.
Al ver una fisura en la defensa de Wintel, intenté meter por allí la espada, aunque en el último instante el fay logró pararme.
—Lo siento, pero no creo que un monstruo o uno de esos cosechados se preocupe por si estás distraido o no —le dije, sonriendo socarrón. Escuché lo que me dijo y empecé a prestar atención a las palabras de Shizel, curioso. «¿Un río, eh? Quizás al final no tengamos que pasar tanta hambre», pensé, con un moderado optimismo —. Voy a ir con vosotros —aunque pescar no era de las actividades que mejor se me daba, alguna vez lo había hecho en Nubla con un éxito relativamente moderado.
—Ey, ey, ¿de dónde has sacado eso de ciudad? —pregunté a Wintel—. Una cosa es venerar Rocavarancolia y otra esa patética réplica de Varanublia —dije medio en broma—. Mi familia tiene tierras en el ecuador, nos dedicamos al pastoreo de linacs. No se me da muy bien, pero tengo mis conocimientos de pesca. Vamos —tras esto, fui detrás de Shiz, DL y Wintel y partimos hacia el río.
Sigue en el Río.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
28/05/13, 08:15 pm
Karime se dispuso a cargar con el cadáver del foner, pero Saren se lo impidió. La líbense odiaba que no le permitieran hacer lo que a ella se le antojara, pero en ese momento no veía la necesidad de exigir nada. Si iba era para evitar pensar en el sueño, podía hacerlo llevando el cadáver o concentrándose en el camino para detectar presencias ajenas, por lo que su discusión con Saren fue corta.
Durante el camino, Karime se mantuvo más alerta de lo normal, intentando detectar cualquier movimiento fuera de lo normal, casi suplicando con la mirada que a su paso saliera algún bicho que matar, pero sus suplicas no fueron escuchadas y el camino se sucedió sin nada destacable. Siempre que no se tomara en cuenta el silencio casi antinatural de la líbense. Al llegar a la cicatriz, Karime ignoró deliberadamente a Saren mientras le hacía sus comprobaciones al cadáver de YR, y se sentó en el borde de la cicatriz con las piernas colgando y observando todos los huesos que se sucedían en su interior. “Y pensar que ayer mismo pasé por aquí ilusionada por las aventuras…” pensó mirando fijamente el fondo lleno de huesos. Ya no sentía su sangre hervir como cada vez que pasaba por el lugar, en lugar de eso solo había vacio, un incomodo vacio y una semilla de furia. “No tendría que haber dejado que vendieran a Ilol” pensó de repente, como si esa fuera la causa y solución de sus recientemente adquiridos traumas. Y, de hecho, así lo creía. Si no hubiera permitido que su madre vendiera a Ilol a la reina, él podría haberle acompañado a Rocavarancolia, no habría visto esa visión ni habría tenido ese sueño, porque él estaría ahí, donde ella pudiera protegerlo.
De repente se dió cuenta de que Saren estaba hurgando en el cadáver de YR y que de ahí sacaba algo metálico. No sabía lo que era, pero el idrino parecía por fin dispuesto a tirar el cuerpo al foso. La líbense se levantó mientras Saren murmuraba algo y terminaba con el trabajo que habían ido a hacer. La líbense dejó adelantarse un poco a Saren y miró de nuevo el fondo de la cicatriz y como uno de los tres gusanos que había aparecido había devorado el cadáver de un solo bocado.
- Qué los Grandes Felinos y las Antiguas Reinas te tengan en su gloria.- murmuró antes de seguir al idrino para volver de nuevo al torreón.
Al llegar al torreón, entró sin mirar a nadie y se fue directamente al patio, donde comenzó a entrenarse más duramente de lo que lo hacía antes, si cabía dicha posibilidad. Hacía ejercicio, tiraba con el arco flecha tras flecha con movimientos rápidos y mecánicos como si estuviera programada para ello, movía incansablemente sus espadas gemelas rápida y fluidamente, como si interpretara una danza. Y en ningún momento dejó de moverse. Y en ningún momento dejó de repetir una tras otra todas las clases que había dado en la academia en Libo.
Sudaba, jadeaba y, podría decirse que, a pesar de que era líbense, sentía el entumecimiento de sus músculos y algún que otro pinchazo por el sobresfuerzo. Indudablemente estaba agotada. Y, aun así, no cejaba en su empeño y siguió machacándose incansablemente hasta que un súbito golpe de calor asfixiante que le hizo soltar las espadas de golpe y caer de rodillas al suelo respirando a grandes bocanadas y agarrándose del cuello como en su despertar de aquella misma mañana. “A quién quiero engañar. El hecho de que pudiera estar aquí conmigo no quita para que soñara con que lo mataba.” Se dijo y, en ese momento, todo calló sobre ella: el estrés, la tensión, el dolor,… pero, sobre todo, la furia. Furia por no haber podido mantenerlo a su lado, por olvidarse de su vida ahí tan fácilmente, por alabar a Marina por parecerse a una diosa cuando estaba claro que no tenía nada ella, porque ella misma había dado muerte a un niño inocente como era su hermano aunque fuera de forma inconsciente… y por tantas otras cosas. Y, en ese momento, de rodillas en el suelo, agotada, dolorida y hambrienta, Karime se echó a llorar. No era un llanto ruidoso y desesperado, era silencioso, casi mudo, con pequeños hipidos de vez en cuando y ríos de lágrimas por sus mejillas. La líbense tenía muchas razones por las que llorar, pero solo lo hacía por una, por la única por la que había sido capaz de llorar desde que tenía memoria: por frustración. Le frustraba enormemente no poder hacer nada para olvidar la cara de Ilol pidiéndole practicas de arco de última hora para impresionar a Lah, la imagen borrosa de la última vez que había visto a Lima desdibujándose en su mente, la pesadilla… Cuando Ilol tenía pesadillas se iba a dormir con ella a su cama, incluso había habido una vez en la que había echado a un amante de su cama y su casa para acoger a Ilol en ella. “¿Quién me va a abrazar a mí para superar la pesadilla?” se dijo y deseó poder estrechar entre sus brazos a su hermanito. Nadie estaría para ella, nadie le iba a besar las rozaduras de las rodillas como hacía su padre cuando se caía. En Rocavarancolia, ella era su propio apoyo y su misión era demostrarle a la ciudad que con eso era capaz de sobrevivir. Unas horas después, mientras en mitad de su baño veía reflejados en el agua sus enrojecidos ojos, decidió plantarle cara a la ciudad. Y como premio, quizás, pudiera volver a Libo y reencontrarse con Ilol.
- Dama Elfica
Ficha de cosechado
Nombre: Marina Nara
Especie: Varmana Balera
Habilidades: velocidad natatoria,velocidad,imaginación,
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
28/05/13, 09:08 pm
<<Vamos a limpiar un poco... >> Dijo Marina sin muchas ganas ni conviccion .La mayoria estaban fuera en el río, pero ella se quedo con ese chico, Aleksei a ayudar a limpiar. PErop habia a alguien que no podia dejar de mirar. A Karime. No lo soportaba. Desde que era pequeña, no soportaba ver a la gente sufrir. A la gente cercana. Y al final se decidió. - Esperame un momento Aleksei- En otra ocasion habria pensado que parecia un acto de vagancia, pero ahora le daba igual.
Fuer hacia el baño, aunque le costo un poco encotrarlo. Llamo a la puera - Hola Karime....¿estas bien.? - Y espero respuesta
Fuer hacia el baño, aunque le costo un poco encotrarlo. Llamo a la puera - Hola Karime....¿estas bien.? - Y espero respuesta
"Siempre recordamos mejor lo que nunca sucedio...."
- Spoiler:
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
29/05/13, 07:18 pm
Después del improvisado entierro, K y Saren regresaron al torreón, envueltos en el mismo silencio en el que habían ido hasta la cicatriz. El norteño no iba pensando en nada en especial, y cuando llegaron al torreón, se unió a las tareas de limpieza, que ya estaban bastante adelantadas. Ya estaba casi todo en orden cuando los que habían ido a por las cestas regresaron, y las noticias que traían crisparon los nervios de Saren. Mientras sus compañeros relataban su encuentro con aquellos cosechados, el idrino apretaba el mango de la escoba con fuerza, casi a punto de partirlo, los nudillos blanquecinos. Si el hubiera estado allí les hubiera hecho tragarse las risas, y posiblemente habría acabado mal parado, pero al menos se habría desahogado.
No se unió al grupo que se fue al rió a pescar algo, y se dedicó por su parte a hurgar en el montón de restos del incendio, buscando algo aprovechable. La planta baja no tardó en quedarse vacía, y el norteño frustrado pudo desquitarse en paz, pateando los restos de una silla hasta hacerlos astillas. No sabía que podía hacer, y a pesar de trataba de idear algo para devolvérsela a aquellos ladrones no lograba pensar con claridad, demasiado cegado por el enfado. Decidió centrarse en algo que hacer para despejar su cabeza, así que se entregó a la tarea de rescatar algún mueble de aquel montón de restos chamuscados. Después de hurgar un rato, Saren encontró el tablero de la mesa principal, en la que se comía y se solía estudiar. Se podía decir que estaba en buenas condiciones, si se obviaba algún reborde ennegrecido y el hecho de que las cuatro patas habían desaparecido, seguramente arrancadas por la explosión. Una leve grieta recorría parte de la superficie del tablero, y el norteño se dio cuenta de que si no le ponía solución, no importaría si le ponía patas, se partiría en cuanto el peso fuera levemente excesivo.
Tras un rato de búsqueda mas, termino de reunir unos cuantos restos y dejándolo todo en el centro de la estancia bajó a las mazmorras en busca de herramientas. No había mucho donde elegir, pero se hizo con un martillo, una lija y un pequeño serrucho algo oxidado. Cuando regresó al salón Saren se dedicó a buscar clavos aprovechables en el montón de restos, sirviéndose del martillo para extraerlos de la madera. Una vez tuvo suficientes, volvió a donde había dejado el tablero y procedió a arreglar la mesa. Recuperó la estabilidad de la estructura del tablero clavando un par de tablas finas en la parte de abajo de este, asegurándose de que el refuerzo aguantaría el peso extra y evitaría que el tablero quebrara. En cuanto soluciono ese asunto, extrajo los restos astillados de las viejas patas del tablero, limpiando los huecos con la lija y dejándolos listos para las nuevas patas. Las patas las fabricó a partir de unos maderos cilíndricos, que cortó en cuatro piezas de misma altura. Con el tablero dado la vuelta sobre el suelo, procedió a colocar las cuatro patas y las aseguró con varias puntas, dándola la vuelta y comprobando su estabilidad. El resultado no estaba mal, pero necesitaba un acabado, así que se paso la siguiente hora lijando las imperfecciones de la madera, eliminando las astillas y suavizando la textura de la grieta. Cuando acabó casi parecía una nueva mesa, y satisfecho con el trabajo se dispuso a limpiar el serrín y las virutas de madera.
Mientras estaba trabajando había tenido la mente ocupada, y apenas había pensado en los sucedido en los callejones, pero con la mente desocupada el asunto volvía a rondar su mente. La diferencia era que ahora estaba calmado, y podía pensar con mas claridad. Cuando todo estuvo limpio, acercó la única silla que había sobrevivido al incendio a la mesa y se sentó tras recoger unos papeles en blanco y algo con lo que escribir. También había dejado en la mesa los libros de los que disponían, priorizando el de magia y el de runas, ademas del libro que contenía un mapa esquemático de la ciudad. Con todo eso y una jarra de agua, el norteño se puso a trabajar, dejando su abrigo colgado en el respaldo de la silla y jugando con el mechero entre las manos, en un gesto de concentración que se había vuelto habitual en él.
Fiándose de su memoria y ayudándose del mapa de la ciudad, trazó un plano bastante fiable de la zona de los callejones en la que las bañeras voladoras dejaban las cestas de comida, la misma zona donde los otros cosechados habían robado y humillado a sus compañeros. En otra hoja hizo una lista de los otros cosechados, añadiendo todos los detalles sobre ellos que recordaba de la historia que le habían contado DL y los demás. No había mucho, pero trato de no dejarse nada, incluso había un par de nombres. Mientras Saren trabajaba, innumerables planes se formaban en su cabeza, al mismo ritmo que los descartaba sin haberlos terminado de perfilar, valorando todos los puntos. Hizo varias listas sobre posibles trampas y los puntos mas favorables de la zona para colocarlas, tratando de cubrir todos los frentes, tratando aquellos callejones como si fueran una zona de guerra. Su imaginación era uno de sus puntos fuertes, y no le falló a la hora de idear distintas trampas. Algunas solo estaban hechas para inutilizar a una o varias personas, pero había otras diseñadas para matar de forma dolorosa.
Tras unas horas la superficie de la mesa estaba parcialmente cubierta por hojas de listas y planos, con bocetos de trampas y planes de ataque. Los libros estaban esparcidos, y los dedos de Saren estaban manchados de carboncillo, pero no parecía darse cuenta, demasiado ensimismado en su trabajo. Aun faltaban detalles, y el chico necesitaba otro punto de vista, pero algo empezaba a tomar forma en su cabeza. Dio un trago de agua y se apartó el pelo de los ojos, encendiendo una vela e iluminando la mesa, con el atardecer empezaba a decaer la luz. Sentado ante la mesa, con la camisa arremangada hasta los codos, los dedos manchados y la atención enfrascada en su trabajo, casi parecía estar estudiando para un examen. El susurro del suave roce del papel que inundaba la estancia solo era interrumpido por el tamborileo de los dedos del norteño sobre la superficie de la mesa, los únicos sonidos que se oían en la planta baja del torreón.
No se unió al grupo que se fue al rió a pescar algo, y se dedicó por su parte a hurgar en el montón de restos del incendio, buscando algo aprovechable. La planta baja no tardó en quedarse vacía, y el norteño frustrado pudo desquitarse en paz, pateando los restos de una silla hasta hacerlos astillas. No sabía que podía hacer, y a pesar de trataba de idear algo para devolvérsela a aquellos ladrones no lograba pensar con claridad, demasiado cegado por el enfado. Decidió centrarse en algo que hacer para despejar su cabeza, así que se entregó a la tarea de rescatar algún mueble de aquel montón de restos chamuscados. Después de hurgar un rato, Saren encontró el tablero de la mesa principal, en la que se comía y se solía estudiar. Se podía decir que estaba en buenas condiciones, si se obviaba algún reborde ennegrecido y el hecho de que las cuatro patas habían desaparecido, seguramente arrancadas por la explosión. Una leve grieta recorría parte de la superficie del tablero, y el norteño se dio cuenta de que si no le ponía solución, no importaría si le ponía patas, se partiría en cuanto el peso fuera levemente excesivo.
Tras un rato de búsqueda mas, termino de reunir unos cuantos restos y dejándolo todo en el centro de la estancia bajó a las mazmorras en busca de herramientas. No había mucho donde elegir, pero se hizo con un martillo, una lija y un pequeño serrucho algo oxidado. Cuando regresó al salón Saren se dedicó a buscar clavos aprovechables en el montón de restos, sirviéndose del martillo para extraerlos de la madera. Una vez tuvo suficientes, volvió a donde había dejado el tablero y procedió a arreglar la mesa. Recuperó la estabilidad de la estructura del tablero clavando un par de tablas finas en la parte de abajo de este, asegurándose de que el refuerzo aguantaría el peso extra y evitaría que el tablero quebrara. En cuanto soluciono ese asunto, extrajo los restos astillados de las viejas patas del tablero, limpiando los huecos con la lija y dejándolos listos para las nuevas patas. Las patas las fabricó a partir de unos maderos cilíndricos, que cortó en cuatro piezas de misma altura. Con el tablero dado la vuelta sobre el suelo, procedió a colocar las cuatro patas y las aseguró con varias puntas, dándola la vuelta y comprobando su estabilidad. El resultado no estaba mal, pero necesitaba un acabado, así que se paso la siguiente hora lijando las imperfecciones de la madera, eliminando las astillas y suavizando la textura de la grieta. Cuando acabó casi parecía una nueva mesa, y satisfecho con el trabajo se dispuso a limpiar el serrín y las virutas de madera.
Mientras estaba trabajando había tenido la mente ocupada, y apenas había pensado en los sucedido en los callejones, pero con la mente desocupada el asunto volvía a rondar su mente. La diferencia era que ahora estaba calmado, y podía pensar con mas claridad. Cuando todo estuvo limpio, acercó la única silla que había sobrevivido al incendio a la mesa y se sentó tras recoger unos papeles en blanco y algo con lo que escribir. También había dejado en la mesa los libros de los que disponían, priorizando el de magia y el de runas, ademas del libro que contenía un mapa esquemático de la ciudad. Con todo eso y una jarra de agua, el norteño se puso a trabajar, dejando su abrigo colgado en el respaldo de la silla y jugando con el mechero entre las manos, en un gesto de concentración que se había vuelto habitual en él.
Fiándose de su memoria y ayudándose del mapa de la ciudad, trazó un plano bastante fiable de la zona de los callejones en la que las bañeras voladoras dejaban las cestas de comida, la misma zona donde los otros cosechados habían robado y humillado a sus compañeros. En otra hoja hizo una lista de los otros cosechados, añadiendo todos los detalles sobre ellos que recordaba de la historia que le habían contado DL y los demás. No había mucho, pero trato de no dejarse nada, incluso había un par de nombres. Mientras Saren trabajaba, innumerables planes se formaban en su cabeza, al mismo ritmo que los descartaba sin haberlos terminado de perfilar, valorando todos los puntos. Hizo varias listas sobre posibles trampas y los puntos mas favorables de la zona para colocarlas, tratando de cubrir todos los frentes, tratando aquellos callejones como si fueran una zona de guerra. Su imaginación era uno de sus puntos fuertes, y no le falló a la hora de idear distintas trampas. Algunas solo estaban hechas para inutilizar a una o varias personas, pero había otras diseñadas para matar de forma dolorosa.
Tras unas horas la superficie de la mesa estaba parcialmente cubierta por hojas de listas y planos, con bocetos de trampas y planes de ataque. Los libros estaban esparcidos, y los dedos de Saren estaban manchados de carboncillo, pero no parecía darse cuenta, demasiado ensimismado en su trabajo. Aun faltaban detalles, y el chico necesitaba otro punto de vista, pero algo empezaba a tomar forma en su cabeza. Dio un trago de agua y se apartó el pelo de los ojos, encendiendo una vela e iluminando la mesa, con el atardecer empezaba a decaer la luz. Sentado ante la mesa, con la camisa arremangada hasta los codos, los dedos manchados y la atención enfrascada en su trabajo, casi parecía estar estudiando para un examen. El susurro del suave roce del papel que inundaba la estancia solo era interrumpido por el tamborileo de los dedos del norteño sobre la superficie de la mesa, los únicos sonidos que se oían en la planta baja del torreón.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
29/05/13, 08:59 pm
Shizel no se había resistido a un último capricho antes de llegar a Maciel, y había sido el de subirse al sofá flotante. Efectivamente se había hecho un hueco entre los escombros que habían cargado en el tresillo y con la dignidad de un rey en su trono había impulsado su asiento flotante a lo largo de las calles de Rocavarancolia. Así pretendía hacer su entrada en el interior del torreón, de hecho, pero recordó justo a tiempo que tendría que poner el sofá en vertical para que cupiese por la puerta. Por esa razón una vez frente al puente levadizo tuvo que bajarse de su palanquín improvisado con cara de vinagre.
En cuanto Aleksei les abrió Shizel pasó al interior del salón y dejó caer aliviado todo lo que había traído levitando por el camino. Aunque sólo era un objeto, había sido mucho peso añadido y eso había minado visiblemente sus energías.
Hizo una mueca en cuanto vio que Saren estaba trabajando en una mesa que había obviamente reparado; el idrino era una presencia tan silenciosa en ese momento que no se había dado cuenta.
-Lo siento- se disculpó refiriéndose al ruido que había hecho al liberar la carga. En ese momento pasó Aleksei por el salón y Shizel le pidió que le trajese unos talismanes. Prefería no abusar demasiado de sus propias fuerzas en ese momento o no haría nada en condiciones. Los hechizos de moldeado eran costosos...
Mientras esperaba buscó con la mirada los puntos de la infraestructura que parecían más inestables, evaluando dónde sería seguro aplicar hechizos de abrasión para librarse de las partes inservibles. No obstante se decidió primero por arreglar la cocina, a la cual el calor no le había sentado nada bien y había dejado con una funcionalidad muy reducida.
"Todo en el supuesto de que mañana lleguemos a tiempo y sin incidentes. Si somos algo, es optimistas..."
-Saren, ¿cuando puedas me echas una mano? No sé dónde tienen que ir los encendedores estos- por lo que a él respectaba el funcionamiento de una cocina era cosa de brujería. Con "encendedores" se refería a los puntales donde iba la yesca, y al entramado del fogón en general. Shizel se giró a medias hacia el idrino con curiosidad al oír su respuesta-.¿Puedo preguntar en qué estás tan concentrado, ya de paso?
En cuanto Aleksei les abrió Shizel pasó al interior del salón y dejó caer aliviado todo lo que había traído levitando por el camino. Aunque sólo era un objeto, había sido mucho peso añadido y eso había minado visiblemente sus energías.
Hizo una mueca en cuanto vio que Saren estaba trabajando en una mesa que había obviamente reparado; el idrino era una presencia tan silenciosa en ese momento que no se había dado cuenta.
-Lo siento- se disculpó refiriéndose al ruido que había hecho al liberar la carga. En ese momento pasó Aleksei por el salón y Shizel le pidió que le trajese unos talismanes. Prefería no abusar demasiado de sus propias fuerzas en ese momento o no haría nada en condiciones. Los hechizos de moldeado eran costosos...
Mientras esperaba buscó con la mirada los puntos de la infraestructura que parecían más inestables, evaluando dónde sería seguro aplicar hechizos de abrasión para librarse de las partes inservibles. No obstante se decidió primero por arreglar la cocina, a la cual el calor no le había sentado nada bien y había dejado con una funcionalidad muy reducida.
"Todo en el supuesto de que mañana lleguemos a tiempo y sin incidentes. Si somos algo, es optimistas..."
-Saren, ¿cuando puedas me echas una mano? No sé dónde tienen que ir los encendedores estos- por lo que a él respectaba el funcionamiento de una cocina era cosa de brujería. Con "encendedores" se refería a los puntales donde iba la yesca, y al entramado del fogón en general. Shizel se giró a medias hacia el idrino con curiosidad al oír su respuesta-.¿Puedo preguntar en qué estás tan concentrado, ya de paso?
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
29/05/13, 09:36 pm
Cuando Shiz se disculpó por el ruido que acababa de hacer al llegar, Saren apenas se percató, enfrascado como estaba en su trabajo. Cuando sus compañeros habían entrado por la puerta un leve gesto de saludo en su dirección había sido la única señal que indicaba que se había enterado. No llevaban sus compañeros mucho rato en el torreón cuando Shiz lo llamó desde la cocina. Estuvo a punto de ingorarle completamente, pero decidió que sería bueno apartar unos minutos de su mente aquella suerte de plan de guerra y se puso en pié, asegurándose de que nadie estaba cerca con intención de tocar los papeles.
-Ya voy -le dijo a Shiz mientras se encaminaba hacia la cocina.
Una vez en ella colocó los fogones con rapidez, de forma mecánica, poniendo cada cosa en su sitio sin fijarse demasiado. Después de cocinar tanto tiempo allí, se podía decir que se sabía la colocación de aquella estancia casi de memoria. En apenas unos minutos estuvo todo listo, y cuando termino se quedó cayado un instante, con la sensación de que Shiz le había preguntado algo. Por la mirada de expectación del lacustre dedujo que si, y le extraño no haberse enterado.
-¿Me repites la pregunta? -le pregunto algo avergonzado-, creo que me he ensimismado.
El chico se la volvió a repetir y el norteño miro hacia el salón, donde los papeles seguían cubriendo la mesa.
-Eso -dijo mas para si mas que para Shiz-, bueno, creo que es algo así como un plan -le aclaró al lacustre-, o pretende serlo.
Sin decir mas volvió a la mesa, suponiendo que el idrino iría tras él. Cuando llegó allí no se sentó, y procedió a extender los planos, os bocetos y las listas a la vista del lacustre, comentandole ciertos detalles de las distintas callejuelas y las trampas que había ideado. También le enseño la información que había reunido del relato de DL sobre su encontronazo con los otros cosechados. El plan no estaba acabado, y apenas estaba esbozado, pero empezaba a tomar forma en su cabeza.
-¿Qué opinas? -se interesó, no le había dado detalles del plan, pero el material estaba a la vista.
-Ya voy -le dijo a Shiz mientras se encaminaba hacia la cocina.
Una vez en ella colocó los fogones con rapidez, de forma mecánica, poniendo cada cosa en su sitio sin fijarse demasiado. Después de cocinar tanto tiempo allí, se podía decir que se sabía la colocación de aquella estancia casi de memoria. En apenas unos minutos estuvo todo listo, y cuando termino se quedó cayado un instante, con la sensación de que Shiz le había preguntado algo. Por la mirada de expectación del lacustre dedujo que si, y le extraño no haberse enterado.
-¿Me repites la pregunta? -le pregunto algo avergonzado-, creo que me he ensimismado.
El chico se la volvió a repetir y el norteño miro hacia el salón, donde los papeles seguían cubriendo la mesa.
-Eso -dijo mas para si mas que para Shiz-, bueno, creo que es algo así como un plan -le aclaró al lacustre-, o pretende serlo.
Sin decir mas volvió a la mesa, suponiendo que el idrino iría tras él. Cuando llegó allí no se sentó, y procedió a extender los planos, os bocetos y las listas a la vista del lacustre, comentandole ciertos detalles de las distintas callejuelas y las trampas que había ideado. También le enseño la información que había reunido del relato de DL sobre su encontronazo con los otros cosechados. El plan no estaba acabado, y apenas estaba esbozado, pero empezaba a tomar forma en su cabeza.
-¿Qué opinas? -se interesó, no le había dado detalles del plan, pero el material estaba a la vista.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
30/05/13, 12:18 am
Cuando legaron por fin de su salida, DL dejo la bolsa con la comida cerca de la cocina ya que era mejor no meterla hasta que esta estuviera un poco mas decente sino quería terminar comiendo peces con trozos de roca. Había sido un día realmente largo, les había pasado de todo, por su mente solo pasaban el ducharse y dormir, ni hambre tenia en esos momentos. Algo que ya se le empezaba a hacer costumbre, al día siguiente se levantaría con un hombre animal pero por ahora le era soportable con lo que había rapiñado de la cesta cuando la trajo rato antes.
Había gastado mucha magia ese día y se sentía bastante cansado, por ello el subir cubos del pozo a la bañera lo hizo de forma mecánica, a esas alturas le daba igual bañarse con agua fría, solo quería quitarse la suciedad acumulada de encima. DL noto que el baño aprecia haber sido usado no mucho rato antes, cosa a la que no le dio muchas vueltas mientras se desvestía y bañaba al tiempo que lavaba la dichosa ropa que tenia un mejunje de arena de rió, hollín y polvo de los muebles de las casa que habían saqueado. DL estuvo lo necesario para quitarse todo eso de encima saliendo antes de convertido en un cubo de hielo humano, diciéndolo exageradamente, se seco y vistió con ropa limpia y mas o menos decente, recogió la ropa mojada para llevársela al cuarto tras exprimirla y dejándola secar.
A partir no fue mucho, fue tumbarse en la cama y quedarse dormir tras algunos minutos de pensamientos inconexos donde reunía toda la información acaecida ese día.
Había gastado mucha magia ese día y se sentía bastante cansado, por ello el subir cubos del pozo a la bañera lo hizo de forma mecánica, a esas alturas le daba igual bañarse con agua fría, solo quería quitarse la suciedad acumulada de encima. DL noto que el baño aprecia haber sido usado no mucho rato antes, cosa a la que no le dio muchas vueltas mientras se desvestía y bañaba al tiempo que lavaba la dichosa ropa que tenia un mejunje de arena de rió, hollín y polvo de los muebles de las casa que habían saqueado. DL estuvo lo necesario para quitarse todo eso de encima saliendo antes de convertido en un cubo de hielo humano, diciéndolo exageradamente, se seco y vistió con ropa limpia y mas o menos decente, recogió la ropa mojada para llevársela al cuarto tras exprimirla y dejándola secar.
A partir no fue mucho, fue tumbarse en la cama y quedarse dormir tras algunos minutos de pensamientos inconexos donde reunía toda la información acaecida ese día.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
30/05/13, 02:31 am
Una vez hubieron terminado de moldear el fogón hasta que volvió a adoptar su forma original (más o menos) Shizel se disponía a hacer lo mismo con los daños más graves de las paredes cuando Saren le ofreció echar un vistazo a lo que estaba haciendo. Curioso, el idrino dejó a un lado las reparaciones de momento.
Le sorprendió ver que el norteño había estado tomando apuntes de la misma manera en que lo había hecho él. Sin embargo una mirada en profundidad a éstos acompañada de las explicaciones de Saren le hicieron darse cuenta inmediatamente de una diferencia sustancial.
Los planes que Shizel había estado haciendo incluían probar una serie de alternativas más bien destinadas a cubrirse las espaldas. Los de Saren pasaban directamente a la ofensiva, y una ofensiva bastante letal en muchos casos. Darse cuenta de ello hizo que se le instalara una repentina gelidez en el cuerpo y en el cerebro, una calma extraña.
Era normal, suponía. La planta inferior del torreón prácticamente explotaba, y el mismo día les robaban las cestas. Shizel no sabía si darse con un canto en los dientes por que las paranoias de algunos no estuvieran dirigidas en exclusiva hacia sus propios compañeros, pero ante la mención de algunas trampas letales Shizel estuvo en un par de ocasiones a punto de espetarle al norteño "¡¿Pero tú dónde tienes la cabeza?!"
Se pasó una mano por la frente, en una mezcla de facepalm y gesto de cansancio por todo lo que había ocurrido ese día. Dejó que pasaron unos segundos de silencio antes de hablar, y los aprovechó para moverse a uno de los puntales que habían quedado más dañados y lentamente empezar a repararlo con yeso de los escombros.
-Por favor, dime que esto es un plan de reserva. Que no piensas poner esto en práctica en cuanto amanezca o algo así.
Le sorprendió ver que el norteño había estado tomando apuntes de la misma manera en que lo había hecho él. Sin embargo una mirada en profundidad a éstos acompañada de las explicaciones de Saren le hicieron darse cuenta inmediatamente de una diferencia sustancial.
Los planes que Shizel había estado haciendo incluían probar una serie de alternativas más bien destinadas a cubrirse las espaldas. Los de Saren pasaban directamente a la ofensiva, y una ofensiva bastante letal en muchos casos. Darse cuenta de ello hizo que se le instalara una repentina gelidez en el cuerpo y en el cerebro, una calma extraña.
Era normal, suponía. La planta inferior del torreón prácticamente explotaba, y el mismo día les robaban las cestas. Shizel no sabía si darse con un canto en los dientes por que las paranoias de algunos no estuvieran dirigidas en exclusiva hacia sus propios compañeros, pero ante la mención de algunas trampas letales Shizel estuvo en un par de ocasiones a punto de espetarle al norteño "¡¿Pero tú dónde tienes la cabeza?!"
Se pasó una mano por la frente, en una mezcla de facepalm y gesto de cansancio por todo lo que había ocurrido ese día. Dejó que pasaron unos segundos de silencio antes de hablar, y los aprovechó para moverse a uno de los puntales que habían quedado más dañados y lentamente empezar a repararlo con yeso de los escombros.
-Por favor, dime que esto es un plan de reserva. Que no piensas poner esto en práctica en cuanto amanezca o algo así.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
30/05/13, 07:33 pm
Llegamos a Maciel cuando quedaba poco tiempo para el atardecer. Había sido un día muy ajetreado, por lo que dejé cansinamente una bolsa con cangrejos al lado de la de DL. "Parece increíble que todo, desde el incendio hasta la búsqueda de muebles, haya sucedido el mismo día". Toda la actividad me había dado hambre y un cansancio acumulado bastante apreciable, con lo que no veía el momento de cenar e irme a dormir.
Después de que la cocina estuviese arreglada cogí algunos cangrejos de mi bolsa y comencé a cocinarlos. Aunque no había conseguido tantos cangrejos como DL, había conseguido una cantidad apreciable para haber haber perdido tanto tiempo intentando pescar con la espada.
Una vez terminé de cenar fui a la habitación. Estaba exhausto después del día de hoy, y mientras me metía en la cama pensé que indudablemente las cosas tendrían que cambiar si no queríamos que los ahora conocidos sendarios nos quitasen toda la comida. «Vale que con el río podamos sobrevivir hasta la luna, pero si han sobrevivido hasta ahora comiendo otras cosas que no vengan a robarnos la comida» pensé molesto.
Lo último que escuché antes de dormirme fue una risa femenina, que achaqué a alguna de las chicas del torreón.
Después de que la cocina estuviese arreglada cogí algunos cangrejos de mi bolsa y comencé a cocinarlos. Aunque no había conseguido tantos cangrejos como DL, había conseguido una cantidad apreciable para haber haber perdido tanto tiempo intentando pescar con la espada.
Una vez terminé de cenar fui a la habitación. Estaba exhausto después del día de hoy, y mientras me metía en la cama pensé que indudablemente las cosas tendrían que cambiar si no queríamos que los ahora conocidos sendarios nos quitasen toda la comida. «Vale que con el río podamos sobrevivir hasta la luna, pero si han sobrevivido hasta ahora comiendo otras cosas que no vengan a robarnos la comida» pensé molesto.
Lo último que escuché antes de dormirme fue una risa femenina, que achaqué a alguna de las chicas del torreón.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
30/05/13, 10:51 pm
Saren rió con ganas cuando escucho las palabras de Shiz. Hacia tiempo que no reía de forma sincera, y de alguna forma ese acto le limpio por dentro, eliminando la mayor parte de sus preocupaciones y el mal humor de los últimos días. Cuando se calmó un poco, fue capaz de contestar a Shiz, aunque aun le costaba respirar un poco, y conservaba una amplia sonrisa en el rostro. Había notado como el lacustre barajaba la idea de que estuviera loco al ver algunos de los bocetos que había sobre la mesa, y podía entenderlo, pero le hacía mucha gracia que en cierto modo no fuera mas directo en sus opiniones.
-Deberías decir mas lo que piensas -le dijo entre risas-, supongo que has perdido práctica a la hora de jugar a ese juego vuestro del continente, porque se te ve el plumero, compañero -aclaró-. A pesar de lo que ves aquí puedo asegurarte que no soy un genocida en potencia -empezó a explicarse, tratando de no ceder a de nuevo a la risa-, pero soy realista -añadió, algo mas serio.
Se cruzó de brazos y ordeno sus ideas, tratando de explicarle al lacustre lo que quería decir.
-Tengo en cuenta todos los factores Shiz, los buenos y los malos -dijo-, y es cierto que muchas de las trampas son mortales, pero mas de la mitad simplemente inutilizarían a una o varias personas. Lo único que he hecho a sido anticiparme, porque si tratamos de contenerlos es posible que nos ataquen ellos a su vez, y si eso pasa habrá que defenderse. No estoy diciendo que sean malas personas, quizás simplemente sean unos idiotas, pero si algo es seguro es que no todas las personas son buenas, y fiarse de unos desconocidos no es inteligente. Puede que hable por hablar ya que este grupo no esta precisamente cohesionado -insinuó, haciendo una referencia velada al incidente de esa mañana, una referencia que Shiz apreciaría simplemente por ser idrino-, pero es lo que nos ha tocado, y antes de afrontar problemas internos, tenemos que resolver los externos.
Hizo una pausa para dejar al lacustre pensar en lo que le había dicho, y luego continuó.
-Realmente estaría encantado de no volver a verlos, ¿sabes? -comentó mirando los papeles que cubrían la mesa-, no estoy seguro del todo de que podamos hacerles frente en caso de que haya mas desacuerdos, ya que no sabemos si son mas. Es cierto que tenemos magia, ¿pero es suficiente?. Tu eres el que mayor afinidad tiene con ella en todo el torreón y Ariv y yo nos defendemos bastante bien, pero los demás o no tienen o simplemente se cansan rápido; y en cuanto a combate... en fin, decir que falta práctica es quedarse corto en muchos casos. Hemos perdido al pelirrojo drogadicto, y el otro pelirrojo esta fuera de combate, si a eso le sumas el peliblanco chamuscado las cuentas no salen positivas para nosotros y este nuevo grupo de cosechados suponen demasiadas incógnitas como para arriesgarse. He valorado la tercera ruta de las bañeras voladoras, la que acaba sobre la cicatriz -dijo señalando el mapa-, y pienso que no sería mala idea probar suerte, aunque hay muchas posibilidades de que también estén controladas por los otros.
-Deberías decir mas lo que piensas -le dijo entre risas-, supongo que has perdido práctica a la hora de jugar a ese juego vuestro del continente, porque se te ve el plumero, compañero -aclaró-. A pesar de lo que ves aquí puedo asegurarte que no soy un genocida en potencia -empezó a explicarse, tratando de no ceder a de nuevo a la risa-, pero soy realista -añadió, algo mas serio.
Se cruzó de brazos y ordeno sus ideas, tratando de explicarle al lacustre lo que quería decir.
-Tengo en cuenta todos los factores Shiz, los buenos y los malos -dijo-, y es cierto que muchas de las trampas son mortales, pero mas de la mitad simplemente inutilizarían a una o varias personas. Lo único que he hecho a sido anticiparme, porque si tratamos de contenerlos es posible que nos ataquen ellos a su vez, y si eso pasa habrá que defenderse. No estoy diciendo que sean malas personas, quizás simplemente sean unos idiotas, pero si algo es seguro es que no todas las personas son buenas, y fiarse de unos desconocidos no es inteligente. Puede que hable por hablar ya que este grupo no esta precisamente cohesionado -insinuó, haciendo una referencia velada al incidente de esa mañana, una referencia que Shiz apreciaría simplemente por ser idrino-, pero es lo que nos ha tocado, y antes de afrontar problemas internos, tenemos que resolver los externos.
Hizo una pausa para dejar al lacustre pensar en lo que le había dicho, y luego continuó.
-Realmente estaría encantado de no volver a verlos, ¿sabes? -comentó mirando los papeles que cubrían la mesa-, no estoy seguro del todo de que podamos hacerles frente en caso de que haya mas desacuerdos, ya que no sabemos si son mas. Es cierto que tenemos magia, ¿pero es suficiente?. Tu eres el que mayor afinidad tiene con ella en todo el torreón y Ariv y yo nos defendemos bastante bien, pero los demás o no tienen o simplemente se cansan rápido; y en cuanto a combate... en fin, decir que falta práctica es quedarse corto en muchos casos. Hemos perdido al pelirrojo drogadicto, y el otro pelirrojo esta fuera de combate, si a eso le sumas el peliblanco chamuscado las cuentas no salen positivas para nosotros y este nuevo grupo de cosechados suponen demasiadas incógnitas como para arriesgarse. He valorado la tercera ruta de las bañeras voladoras, la que acaba sobre la cicatriz -dijo señalando el mapa-, y pienso que no sería mala idea probar suerte, aunque hay muchas posibilidades de que también estén controladas por los otros.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
31/05/13, 06:12 pm
Cuando Karime oyó el sonido de la puerta y la voz que venía del otro lado, resopló con fastidio. Había concluido que Marina tenía de diosa lo que ella de hombre, por lo que ya no debía afectarle ni su presencia ni su voz de esa manera, pero sabía que le costaría dejar de reaccionar como lo hacía ante ella. “Ignorarla, que se dé por aludida y que se aleje de mi esa impostora.” Pensó con una rabia nueva que enseguida redujo respirando hondo. “No gastes tu energía en personas que no valen la pena.” Se dijo finalmente, antes de salir del baño, coger su ropa, abrir la puerta de golpe y salir dando pisotones fuertes al suelo, dejando claro que no le agradaba nada la presencia de la varmana e ignorándola. Al llegar a las escaleras, oyó como en la planta baja Shizel y Saren hablaban, logrando identificar un atisbo de su conversación que la confundió y potenció su curiosidad. Por lo visto, durante su derrumbe emocional habían pasado cosas interesantes en la ciudad, cosas que ella se había perdido. Se maldijo mil veces internamente y bajó a la sala dejándose ver por fin.
- A ver, chicos, informadme, ¿qué es eso de unos desconocidos a los que vamos a atacar y por qué no he sido informada al instante?- preguntó con una sonrisa relativamente bien fingida y con su humor habitual.
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