Torreón Letargo (Archivo III)
+20
Evanna
Xana
Muffie
Tak
Giniroryu
Leonart
Lops
Dal
Carmesí
Red
Reisha
Naeryan
Administración
LEC
Serokrai
Jack
Alicia
Yber
Poblo
Elliot
24 participantes
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Torreón Letargo (Archivo III)
09/09/12, 11:32 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Tras mucho andar, los chicos habían acabado dando con un enorme torreón de piedra cubierto casi completamente con enredaderas. Era el edificio mas aceptable que habían visto desde que habían llegado y, que tuviese algo vivo en él, les daba un poco de tranquilidad. Era lo unico verde que habían visto desde que llegaron a Rocavarancolia.
Empezaron a rodear el torreón y tardaron un buen rato en encontrar la puerta, puesto que la hiedra la había tapado casi completamente. Cuando consiguieron apartar las ramas, aun tuvieron que conseguir abrir aquel portón de madera vieja. Estaba atascada por lo que obviamente pudieron deducir que llevaba mucho tiempo sin usarse.
Cuando entraron se encontraron con una imagen que, a los ojos de Thras, era desoladora. Se encontraron con un enorme salón con una mesa y varias sillas. También había una especie de cocina con trastos tirados por medio y todo lleno de una gruesa capa de polvo. Thras avanzó en silencio y dejó la cesta sobre aquella mesa. - Pero... ¿megaseguro que queréis así como dormir aquí? - preguntó. No le gustaba. Estaba muy sucio, olía a polvo y a cerrado, era feo y estaba oscuro. No tenía nada de diseño... no le gustaba nada... pero le gustaba mas que las mazmorras o que las calles... o que aquellas casas con lengua.
-Tendremos que superllamar al servicio de limpiecy's para que hiperadecenten esto. - Dijo pasando un dedo por la mesa, dejando tras el un caminito y después sacudiéndose el polvo del dedo. Vio unas escaleras que subían y otras que bajaban, pero decidió no aventurarse solo... aun tenia demasiado reciente el discurso que le habían dado y la visión de aquellas casas.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
24/06/13, 02:53 am
Tap respondió a Seon con un movimiento negativo de cabeza ante la pregunta de la voz y, acto seguido agitó las orejas, agradecido ante la sugerencia de Seon de usar algo para escribir. <<Y luego los tontos son ellos... Menudo cardo soy>>. Se permitió insultarse antes de saltar al carboncillo, sobre la mesa. Intuyó que no pasaría nada si garabateaba en ella, por lo que enseguida intentó adaptarse al carboncillo. Pesaba poco y apenas le costó hacerlo rodar. <<Puedo hacerlo volar...>> se dijo pensando en lo que había hecho con el conejo y la silla. Se concentró y ocurrió sorprendentemente pronto. El tizón se zarandeó en el aire mientras Tap se hacía con él y, cuando por fin se sintió cómodo dentro, bajó hasta la superficie de la mesa y comenzó.
Tuvo que hacer varios intentos hasta que le salió la primera letra entendible, pero a partir de ahí (y a pesar de una caligrafía pésima), pudo completar su primer mensaje:
Y siguió escribiendo:
"Soy un poltergeis, no un conejo. Idiotas. Broma".
Ni siquiera supo si había escrito bien el nombre de su situación actual, pero tanto daba.
Tuvo que hacer varios intentos hasta que le salió la primera letra entendible, pero a partir de ahí (y a pesar de una caligrafía pésima), pudo completar su primer mensaje:
Y siguió escribiendo:
"Soy un poltergeis, no un conejo. Idiotas. Broma".
Ni siquiera supo si había escrito bien el nombre de su situación actual, pero tanto daba.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
24/06/13, 05:01 pm
<<Ay, olvidé que yo tampoco hacía magia en mi cosecha...>> recuerdo cuando me dice que, de igual forma, no ha podido nunca hacer magia. Pero es optimista y decide probarlo y comprobarlo haciendo levitar la petaca, a lo cual aplaudo sin dejar de sonreír.
-Bravo. Así que esa no es tu primera presa...-pienso en voz alta.
<<Qué rápido... Y qué diferente de cuando me transformé yo... ¿Y si les estamos dando demasiadas facilid... ¡Bah! Mejor así, que aprenda lo básico pronto y luego se apañe solo a que mate a alguien o muera por no saber algo>>
-Sobre el nombre... Muchos deciden cambiárselo ya que la Luna les cambia la vida... No es mi caso, no fui muy inventivo y no lo toqué.
Cuando vuelve de tirar el cadáver me quedo mirando a ambos y la conversación que tienen así como las extrañas cosas que el peluche empezó a hacer. Entonces se descubre que es "Tap", otro compañero de cosecha que se ha transformado en poltergeist. <<Posee objetos... Casi como Gael>> Seon se despide de Nia y entonces vuelve a dirigirse a mí, diciendo algo que, si no tenía ya el ánimo por las nubes, lo sube aún más. Y se merece una reverencia.
-Será un enorme honor y otro enorme placer verte en mis sueños, Seon.-luego miro al conejo.-Bienvenido, Tap. Tengo un amigo, Koval, cuya transformación le permite poseer cadáveres, quizá pueda ayudarte con algo.-y luego miro a Pablo.-Quisiera ir a buscar a Yrio y la otra terrícola, ¿vienes, y así sales a la Luna Roja? Luego volvemos todos, mis amigos me matarían si os secuestro y no llegan a conoceros.-añado riendo.
Al final se decide que tanto él como Stefan vienen así que salimos del torreón.
-Segunda lección: habilidades propias de la transformación. No sé en qué te puedes transformar tú, si en humo, niebla o polvo, todo es probar. Es la única diferencia que podemos tener, creo.
Dicho eso me deshago en humo y tras dar varias vueltas a su alrededor, vuelo hacia arriba, pasando con creces la altura del torreón, donde vuelvo a transformarme y en caída realizo un hechizo de levitación para quedarme arriba.
-¡En cuanto lo consigas, hay que rastrear a Yrio desde el suelo! ¡Si te equivocas de rastro te aviso, que desde aquí arriba le veré antes!-le grito entonces.
Luego, sin alejarme mucho en las direcciones que tomo, subo hasta ver toda la ciudad y cuando doy con nuestro objetivo, vuelvo a la altura de las almenas. En cuanto el chaval se ponga manos a la obra, de un modo u otro llegaremos a
Rocavaragálago.
-Bravo. Así que esa no es tu primera presa...-pienso en voz alta.
<<Qué rápido... Y qué diferente de cuando me transformé yo... ¿Y si les estamos dando demasiadas facilid... ¡Bah! Mejor así, que aprenda lo básico pronto y luego se apañe solo a que mate a alguien o muera por no saber algo>>
-Sobre el nombre... Muchos deciden cambiárselo ya que la Luna les cambia la vida... No es mi caso, no fui muy inventivo y no lo toqué.
Cuando vuelve de tirar el cadáver me quedo mirando a ambos y la conversación que tienen así como las extrañas cosas que el peluche empezó a hacer. Entonces se descubre que es "Tap", otro compañero de cosecha que se ha transformado en poltergeist. <<Posee objetos... Casi como Gael>> Seon se despide de Nia y entonces vuelve a dirigirse a mí, diciendo algo que, si no tenía ya el ánimo por las nubes, lo sube aún más. Y se merece una reverencia.
-Será un enorme honor y otro enorme placer verte en mis sueños, Seon.-luego miro al conejo.-Bienvenido, Tap. Tengo un amigo, Koval, cuya transformación le permite poseer cadáveres, quizá pueda ayudarte con algo.-y luego miro a Pablo.-Quisiera ir a buscar a Yrio y la otra terrícola, ¿vienes, y así sales a la Luna Roja? Luego volvemos todos, mis amigos me matarían si os secuestro y no llegan a conoceros.-añado riendo.
Al final se decide que tanto él como Stefan vienen así que salimos del torreón.
-Segunda lección: habilidades propias de la transformación. No sé en qué te puedes transformar tú, si en humo, niebla o polvo, todo es probar. Es la única diferencia que podemos tener, creo.
Dicho eso me deshago en humo y tras dar varias vueltas a su alrededor, vuelo hacia arriba, pasando con creces la altura del torreón, donde vuelvo a transformarme y en caída realizo un hechizo de levitación para quedarme arriba.
-¡En cuanto lo consigas, hay que rastrear a Yrio desde el suelo! ¡Si te equivocas de rastro te aviso, que desde aquí arriba le veré antes!-le grito entonces.
Luego, sin alejarme mucho en las direcciones que tomo, subo hasta ver toda la ciudad y cuando doy con nuestro objetivo, vuelvo a la altura de las almenas. En cuanto el chaval se ponga manos a la obra, de un modo u otro llegaremos a
Rocavaragálago.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
24/06/13, 07:06 pm
“Anda, así que posee objetos. Ya me parecía raro que se transformara en peluche y el otro en rizitos”
Escuché toda la conversación sin intervenir, tomando nota de todo lo que podía serme útil hasta que Jack vuelve a hablarme. “¿Erin e Yrio no están?” Con todo lo que estaba pasando no me había parado a pensar en quién faltaba y quién no en el torreón, pero me bastó un recuento rápido para saberlo. “Atol tampoco. Luego le buscaré a él si hace falta, pero primero los otros dos”
-Vale, te sigo- Stefan también decidió acompañarnos, así que los tres salimos del torreón.
A partir de aquí para mí todo fueron imprevistos uno detrás de otro. Así sin más me suelta que me puedo transformar en humo o en polvo. -Espera ¿qué? No me sueltes eso sin más explica algo. ¡Eh vuelve!- Pero transformado en humo salio volando, aunque volvió levitando tras lucirse un rato. Lo justo para decirme que me toca rastrear a Yrio. “Y cómo se supone que voy a hacer eso?” le habría dicho, pero ya se había ido de nuevo.
-Genial. ¿Y ahora qué? ¿Alguna idea Stefan?- Evidentemente no, así que me tocó ponerme a probar tonterías una tras otra cada una más ridícula que la anterior durante a saber cuánto tiempo, y al final, en un momento en el que ni lo estaba intentando, pasó por fin. Lástima que no pasara como yo esperaba.
De repente ya no tenía consciencia de mis extremidades, ni de mi cuerpo en general, pero mis sentidos seguían funcionando de alguna forma. Así descubrí que ahora todo parecía ser más alto, algo que no comprendí al principio, pero que entendí enseguida.
No me transformaba en humo, sino en polvo, y al hacerlo todo el polvo había caído al suelo formando un pequeño montoncito donde antes me encontraba de pie.
“Mira que bien, ahora estoy listo para que me barran. ¿Puedo moverme al menos no?”
Podía, o al menos conseguí arrastrarme más o menos por el suelo mientras seguía en forma de polvo. Luego decidí volver a mi forma original, para lo que tuve que estar otro buen rato probando cosas porque tampoco sabía como hacerlo.
A partir de aquí, conseguí pasar a polvo y viceversa de forma relativamente rápida en relativamente poco tiempo, si no contamos las horas que me había llevado la primera vez claro. Aun así hicieron falta bastantes intentos hasta que por fin logré alzar el vuelo.
Al principio todo fue bien, una experiencia nueva y genial. “Estoy volando, ¡de verdad vuelo!” Pero lo bueno nunca dura.
“Bien, adelante” y avancé en el aire cogiendo velocidad “Derecha” y efectivamente giré, pero no en la dirección deseada. “Mierda por ahí no, izquierda. ¡La otra izquierda!” Ni caso, volaba sin el menor control. “¿Eso es el cielo o el techo? ¿Dónde está la luna? ¿Podré usarla de referencia? ¡Joooder! ¿¡CÓMO COÑO SE PILOTA ESTO!?”
Sin previo aviso todo el polvo se condensó y aparecí con mi forma humana en pleno vuelo. “¡Mierda! ¿Cuando he...? ¿y por qué ese edificio se acerca tan depris...”
El batacazo tuvo que ser espectacular. Por suerte para mí, me estrellé contra una ventana y no la pared, evitando así que acabara espachurrado como un mosquito en un parabrisas. Aun así no iba a salir ileso ni mucho menos. Atravesé el cristal a toda velocidad y me estampé contra el interior de la casa aplastando una mesa y un par de sillas por el camino. La conmoción del impacto me duró un rato, y cuando por fin logré incorporarme me di cuenta del dolor. Tenía clavada unas cuantas astillas por todo el cuerpo, y algunas eran lo bastante grandes como para que me llevara un susto. “Mierda, esto duele. Bueno, al menos ahora puedo hacer magia, a ver si recuerdo algún hechizo de curación decente”
Fui agarrando las astillas y tirando para sacarlas, preparando mentalmente un hechizo de curación básica para lanzarlo a medida que fueran saliendo. Nunca llegue a hacerlo, porque a medida que las fui sacando pude ver que las heridas empezaban a regenerarse solas. “Vaya... Esto es... ¡genial!”
Me quité de encima los escombros que quedaban, me puse de pie y me asomé por la ventana que acababa de atravesar. La escalera que bajaba estaba taponada por todo tipo de cosas, así que la única forma de salir era volar otra vez.
¿Conseguí hacerlo sin pegarme otra leche? No. Pero al menos esta vez el golpe me lo llevé transformado en polvo, y que la cosa no fue tan grave, salvo porque quedé disperso por todas partes. En ese momento apareció Jack de nuevo avisándome de lo que podía pasar si me dispersaba demasiado, y me echó una mano para recomponerme. Luego volvió a irse.
A partir de ahí todo fue mas o menos igual. Vuelos en los que acababa siempre pegándomela contra algún sitio, mientras trataba de usar el olfato para detectar cualquier rastro, aunque tampoco es que destacara en eso tampoco, y tuve que corregir el rumbo varias veces cuando Jack me lo dijo. Creo que no hubo un solo edificio contra el que no me choqué aquel día.
Sigue en Rocavaragálago.
Escuché toda la conversación sin intervenir, tomando nota de todo lo que podía serme útil hasta que Jack vuelve a hablarme. “¿Erin e Yrio no están?” Con todo lo que estaba pasando no me había parado a pensar en quién faltaba y quién no en el torreón, pero me bastó un recuento rápido para saberlo. “Atol tampoco. Luego le buscaré a él si hace falta, pero primero los otros dos”
-Vale, te sigo- Stefan también decidió acompañarnos, así que los tres salimos del torreón.
A partir de aquí para mí todo fueron imprevistos uno detrás de otro. Así sin más me suelta que me puedo transformar en humo o en polvo. -Espera ¿qué? No me sueltes eso sin más explica algo. ¡Eh vuelve!- Pero transformado en humo salio volando, aunque volvió levitando tras lucirse un rato. Lo justo para decirme que me toca rastrear a Yrio. “Y cómo se supone que voy a hacer eso?” le habría dicho, pero ya se había ido de nuevo.
-Genial. ¿Y ahora qué? ¿Alguna idea Stefan?- Evidentemente no, así que me tocó ponerme a probar tonterías una tras otra cada una más ridícula que la anterior durante a saber cuánto tiempo, y al final, en un momento en el que ni lo estaba intentando, pasó por fin. Lástima que no pasara como yo esperaba.
De repente ya no tenía consciencia de mis extremidades, ni de mi cuerpo en general, pero mis sentidos seguían funcionando de alguna forma. Así descubrí que ahora todo parecía ser más alto, algo que no comprendí al principio, pero que entendí enseguida.
No me transformaba en humo, sino en polvo, y al hacerlo todo el polvo había caído al suelo formando un pequeño montoncito donde antes me encontraba de pie.
“Mira que bien, ahora estoy listo para que me barran. ¿Puedo moverme al menos no?”
Podía, o al menos conseguí arrastrarme más o menos por el suelo mientras seguía en forma de polvo. Luego decidí volver a mi forma original, para lo que tuve que estar otro buen rato probando cosas porque tampoco sabía como hacerlo.
A partir de aquí, conseguí pasar a polvo y viceversa de forma relativamente rápida en relativamente poco tiempo, si no contamos las horas que me había llevado la primera vez claro. Aun así hicieron falta bastantes intentos hasta que por fin logré alzar el vuelo.
Al principio todo fue bien, una experiencia nueva y genial. “Estoy volando, ¡de verdad vuelo!” Pero lo bueno nunca dura.
“Bien, adelante” y avancé en el aire cogiendo velocidad “Derecha” y efectivamente giré, pero no en la dirección deseada. “Mierda por ahí no, izquierda. ¡La otra izquierda!” Ni caso, volaba sin el menor control. “¿Eso es el cielo o el techo? ¿Dónde está la luna? ¿Podré usarla de referencia? ¡Joooder! ¿¡CÓMO COÑO SE PILOTA ESTO!?”
Sin previo aviso todo el polvo se condensó y aparecí con mi forma humana en pleno vuelo. “¡Mierda! ¿Cuando he...? ¿y por qué ese edificio se acerca tan depris...”
El batacazo tuvo que ser espectacular. Por suerte para mí, me estrellé contra una ventana y no la pared, evitando así que acabara espachurrado como un mosquito en un parabrisas. Aun así no iba a salir ileso ni mucho menos. Atravesé el cristal a toda velocidad y me estampé contra el interior de la casa aplastando una mesa y un par de sillas por el camino. La conmoción del impacto me duró un rato, y cuando por fin logré incorporarme me di cuenta del dolor. Tenía clavada unas cuantas astillas por todo el cuerpo, y algunas eran lo bastante grandes como para que me llevara un susto. “Mierda, esto duele. Bueno, al menos ahora puedo hacer magia, a ver si recuerdo algún hechizo de curación decente”
Fui agarrando las astillas y tirando para sacarlas, preparando mentalmente un hechizo de curación básica para lanzarlo a medida que fueran saliendo. Nunca llegue a hacerlo, porque a medida que las fui sacando pude ver que las heridas empezaban a regenerarse solas. “Vaya... Esto es... ¡genial!”
Me quité de encima los escombros que quedaban, me puse de pie y me asomé por la ventana que acababa de atravesar. La escalera que bajaba estaba taponada por todo tipo de cosas, así que la única forma de salir era volar otra vez.
¿Conseguí hacerlo sin pegarme otra leche? No. Pero al menos esta vez el golpe me lo llevé transformado en polvo, y que la cosa no fue tan grave, salvo porque quedé disperso por todas partes. En ese momento apareció Jack de nuevo avisándome de lo que podía pasar si me dispersaba demasiado, y me echó una mano para recomponerme. Luego volvió a irse.
A partir de ahí todo fue mas o menos igual. Vuelos en los que acababa siempre pegándomela contra algún sitio, mientras trataba de usar el olfato para detectar cualquier rastro, aunque tampoco es que destacara en eso tampoco, y tuve que corregir el rumbo varias veces cuando Jack me lo dijo. Creo que no hubo un solo edificio contra el que no me choqué aquel día.
Sigue en Rocavaragálago.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
24/06/13, 08:36 pm
En el patio practiqué con algunas órdenes básicas hacia las enredaderas, hasta que en mi cerebro entró la maravillosa idea de ver que pasaría si atacaban.
-Latiguea,- ordené señalando a una de ella, y vaya que si latigueó, el latigazo que me llevé fue de órdago,- Ay joder, a mí no,- se quedó quieta, como si ella no hubiese hecho nada,- Tú no te libras, veamos..... un castigo.... ya sé, enróllate sobre ti misma y espero que te duela,- dije enfadado, consciente de que no le dolería, pero así me sentía más a gusto, vi como la planta en cuestión se enrollaba y me metí en el torreón.
Los vi a todos mirando cómo un carboncillo escribía sobre la mesa y leí lo que ponía.
-Espera, ¿Tap es ahora un poltergeist?, ¿un espíritu travieso?, la verdad es que le pega, ¿y no puede hablar?,- <<Eso es una mejoría>>,- Bueno, no pasa nada, todo se andará.
Jack decide salir a por Yrio y Pablo se apunta, yo que aún no había salido de allí también decido acompañarlos, pero antes agarro el libro de hechizos y mi espada, por si acaso. Fuera Jack le hace a Pablo una demostración de la conversión en humo y le dice que lo haga. Pablo se pone a intentarlo y la primera vez que lo veo me entra la risa.
-No sé si haciendo fuerza te convertirás en súper saiyan o te volverás a cagar encima,- le digo entre risas, risas que se me van pasando mientras pasa el tiempo, al final acabo ojeando el libro de hechizos hasta que por fin veo como Pablo cae convertido en polvo,- Genial, ¿voy a por la escoba y el recogedor?,- digo con algo de sarcasmo, por fin se transformó de vuelta en humano,- Parece que ya lo dominas, así que antes de que te vayas....,- y le arranco unos pelos,- lo siento, pero si os pierdo tendré que hacer un hechizo de rastreo y sólo sirve con algo vuestro.
Por fin nos ponemos en marcha, ellos dos volando y yo tras ellos corriendo, <<Menos mal que después de estos meses tengo mejor fondo físico, si no los iba a seguir su padre>>.
Parecía que Pablo llevaba mejor lo de volar, hasta que se empezó a estampar contra toda casa y edificio que hubiera. <<Vaya, vuela tan bien como disparaba el arco>>.
Sigue en Rocavaragálago.
-Latiguea,- ordené señalando a una de ella, y vaya que si latigueó, el latigazo que me llevé fue de órdago,- Ay joder, a mí no,- se quedó quieta, como si ella no hubiese hecho nada,- Tú no te libras, veamos..... un castigo.... ya sé, enróllate sobre ti misma y espero que te duela,- dije enfadado, consciente de que no le dolería, pero así me sentía más a gusto, vi como la planta en cuestión se enrollaba y me metí en el torreón.
Los vi a todos mirando cómo un carboncillo escribía sobre la mesa y leí lo que ponía.
-Espera, ¿Tap es ahora un poltergeist?, ¿un espíritu travieso?, la verdad es que le pega, ¿y no puede hablar?,- <<Eso es una mejoría>>,- Bueno, no pasa nada, todo se andará.
Jack decide salir a por Yrio y Pablo se apunta, yo que aún no había salido de allí también decido acompañarlos, pero antes agarro el libro de hechizos y mi espada, por si acaso. Fuera Jack le hace a Pablo una demostración de la conversión en humo y le dice que lo haga. Pablo se pone a intentarlo y la primera vez que lo veo me entra la risa.
-No sé si haciendo fuerza te convertirás en súper saiyan o te volverás a cagar encima,- le digo entre risas, risas que se me van pasando mientras pasa el tiempo, al final acabo ojeando el libro de hechizos hasta que por fin veo como Pablo cae convertido en polvo,- Genial, ¿voy a por la escoba y el recogedor?,- digo con algo de sarcasmo, por fin se transformó de vuelta en humano,- Parece que ya lo dominas, así que antes de que te vayas....,- y le arranco unos pelos,- lo siento, pero si os pierdo tendré que hacer un hechizo de rastreo y sólo sirve con algo vuestro.
Por fin nos ponemos en marcha, ellos dos volando y yo tras ellos corriendo, <<Menos mal que después de estos meses tengo mejor fondo físico, si no los iba a seguir su padre>>.
Parecía que Pablo llevaba mejor lo de volar, hasta que se empezó a estampar contra toda casa y edificio que hubiera. <<Vaya, vuela tan bien como disparaba el arco>>.
Sigue en Rocavaragálago.
- Serokrai
Ficha de cosechado
Nombre: Serokrai
Especie: Ulterano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad y nociones de lucha (especialista en lucha con armas a dos manos, especialmente guadañas y similares).
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
24/06/13, 09:24 pm
Me despierto del sueño gritando con todas mis fuerzas. Estoy sudando y me duele todo el cuerpo, como si el sueño hubiera sido real. Me miro los brazos y veo que mis músculos están creciendo. Una nueva oleada de dolor me recorre y nuevos gritos brotan de mi garganta. Gritos de ira.
Tengo los recuerdos del sueño fijos en mi cabeza. Cada frase, cada gesto, cada punzada de dolor. Mi ira aumenta cuando recuerdo a mi maestro, mi propio tío, condenándome y dando la orden de mutilarme.
Sin darme cuenta me he puesto de pie y destrozado mi cama a golpes. No tarda en llegar Atol, alarmado por mis gritos. Me giro hacia él, temblando de ira. Me mira con preocupación y yo le devuelvo una mirada de ira. Todos ellos tienen la culpa. Si no fueran tan incompetentes no me juzgarían a mi por sus descuidos. Ellos son los culpables de sus actos, no yo. Y merecen morir.
Antes de haber terminado mi razonamiento ya le estaba lanzando una de las camas, que el libense esquivo por los pelos. Un instante después otra cama más volaba hacia él, aunque evitó el golpe otra vez. En ese momento reaccionó y me paralizó con un hechizo. Usando otro de levitación me bajo a las mazmorras y me encerró, dejándome solo en la celda.
Pasaba el tiempo y mi ira aumentaba más y más, no solo hacia Atol, si no hacia todo. Quería destruir. Necesitaba destruir. Y entonces la puerta se abrió y entro ella. Era la chica que me había hablado en la calle de las casas carnívoras, la que levitaba. Note que el hechizo desparalizante estaba desapareciendo y me forcé a moverme. Al tercer intento mi brazo respondió con un pequeño gesto. Pero la joven lanzo una botella contra la pared de la celda y el vapor que surgió de ella me termino de adormecer el cuerpo. Entonces la chica entro en la celda y me inyecto un liquido en el brazo. También me dijo algo, aunque no la escuche. Solo podía pensar en golpearla. Se fue a toda prisa y volvía quedarme solo. Pronto entendí porque se fue tan rápido. Mi cuerpo se estaba liberando de su pócima. Unos instantes después me podía mover con total libertad. Grite, medio de ira, medio de jubilo. Luego destroce la mazmorra.
Arranque la puerta de cuajo y la lance con furia. Abrí varios boquetes en las paredes y resquebraje el suelo con mis patadas.
Mi cuerpo echaba humo y notaba mi sangre hervir. Con un nuevo grito avance hacia la salida de la mazmorra. Al agarrar el pomo de la puerta este comenzó a echar humo. Tire con fuerza y arranque la puerta de su marco. La eche a un lado y me dispuse a subir las escaleras, dispuesto a destruir el torreón entero. Comencé a subir las escaleras, pero a cada escalón que subía mi ira se iba desvaneciendo poco a poco. Para cuando llegue al salón no me acordaba de porque me había enfurecido, ni de lo que había sucedido en los últimos minutos.
- ¿Qué ha pasado? – Me pregunte en voz alta. Entonces me fije en Seon y repetí mi pregunta.- ¿Qué ha pasado? No me acuerdo de nada…
Tengo los recuerdos del sueño fijos en mi cabeza. Cada frase, cada gesto, cada punzada de dolor. Mi ira aumenta cuando recuerdo a mi maestro, mi propio tío, condenándome y dando la orden de mutilarme.
Sin darme cuenta me he puesto de pie y destrozado mi cama a golpes. No tarda en llegar Atol, alarmado por mis gritos. Me giro hacia él, temblando de ira. Me mira con preocupación y yo le devuelvo una mirada de ira. Todos ellos tienen la culpa. Si no fueran tan incompetentes no me juzgarían a mi por sus descuidos. Ellos son los culpables de sus actos, no yo. Y merecen morir.
Antes de haber terminado mi razonamiento ya le estaba lanzando una de las camas, que el libense esquivo por los pelos. Un instante después otra cama más volaba hacia él, aunque evitó el golpe otra vez. En ese momento reaccionó y me paralizó con un hechizo. Usando otro de levitación me bajo a las mazmorras y me encerró, dejándome solo en la celda.
Pasaba el tiempo y mi ira aumentaba más y más, no solo hacia Atol, si no hacia todo. Quería destruir. Necesitaba destruir. Y entonces la puerta se abrió y entro ella. Era la chica que me había hablado en la calle de las casas carnívoras, la que levitaba. Note que el hechizo desparalizante estaba desapareciendo y me forcé a moverme. Al tercer intento mi brazo respondió con un pequeño gesto. Pero la joven lanzo una botella contra la pared de la celda y el vapor que surgió de ella me termino de adormecer el cuerpo. Entonces la chica entro en la celda y me inyecto un liquido en el brazo. También me dijo algo, aunque no la escuche. Solo podía pensar en golpearla. Se fue a toda prisa y volvía quedarme solo. Pronto entendí porque se fue tan rápido. Mi cuerpo se estaba liberando de su pócima. Unos instantes después me podía mover con total libertad. Grite, medio de ira, medio de jubilo. Luego destroce la mazmorra.
Arranque la puerta de cuajo y la lance con furia. Abrí varios boquetes en las paredes y resquebraje el suelo con mis patadas.
Mi cuerpo echaba humo y notaba mi sangre hervir. Con un nuevo grito avance hacia la salida de la mazmorra. Al agarrar el pomo de la puerta este comenzó a echar humo. Tire con fuerza y arranque la puerta de su marco. La eche a un lado y me dispuse a subir las escaleras, dispuesto a destruir el torreón entero. Comencé a subir las escaleras, pero a cada escalón que subía mi ira se iba desvaneciendo poco a poco. Para cuando llegue al salón no me acordaba de porque me había enfurecido, ni de lo que había sucedido en los últimos minutos.
- ¿Qué ha pasado? – Me pregunte en voz alta. Entonces me fije en Seon y repetí mi pregunta.- ¿Qué ha pasado? No me acuerdo de nada…
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
24/06/13, 11:11 pm
Una idea rápida nació en el repoblador de dentro del tizón, que enseguida salió flotando dando tumbos escaleras arriba. La sensación de ir volando le hizo sentir nostalgia y le recordó buenos tiempos en el bosque, sobre su avispa o simplemente saltando de rama en rama. Su vuelo estaba muy lejos de ser perfecto, de hecho parecía que alguno de sus compañeros estuviera haciendo levitar el carbonzillo bajo el efecto de alguna droga; pero Tap lo estaba disfrutando como nunca. La clave de esto radicaba en que, por una vez, nadie lo llevaba. Salvo él mismo. La nostalgia enseguida dio paso a algo parecido a una alegría extraña y nueva para el repoblador. La luna no le había hecho crecer, lo había dejado igual de pequeño; incluso parecía más insignificante. Y, aún así, Tap se sentía gigante.
Entró en la habitación del segundo piso. Pudo ver a Alder tapada del todo dentro de una cama, pero su atención se desvió enseguida a otra cosa: los baules. Hizo descender su tizón lo más lenta y firmemente que pudo y, una vez que estuvo en el suelo, saltó al arcón más cercano. Tuvo que hacer fuerza para conseguir abrirlo, pero una vez lo consiguió, empezó a saltar eufórico de una prenda a otra, procurando no olvidarse de ni una sola. Cada salto le sentaba como una caricia de energía y, quizá por eso mismo, tardó tanto en frenarse dentro de una de las prendas. Cuando por fin se decidió, una camisa vieja y descolorida emergió del baúl. No era de las más bonitas, pero era de una tela liviana y tenía un bolsillo bastante útil. Tap la abandonó momentáneamente, poseyó el carbonzillo, lo metió dentro del bolsillo, y saltó de nuevo a la prenda vieja.
Esta vez le costó más levantarse en el aire y no rozaba el suelo por escasos centímetros, pero para el repoblador era igual de divertido. Justo cuando estaba apunto de salir, se quedó flotando, con la vista (Y los botones) apuntando hacia Alder. No pudo evitar sentir cierta empatía hacia ella. Por lo poco que había podido escuchar, Tap intuía que todos sus compañeros habían cambiado con la Luna. Pero verla allí, lejos de su otra parte y hecha un guiñapo bajo las sábanas, le valió para imaginar que a lo mejor ella no había tenido tanta suerte. <<Pobre...>>. Tap sabía lo que era no estar a la altura, había cargado con ello durante toda la cosecha, hasta hoy... Y sintió cierto remordimiento por estar disfrutándolo.
Hizo chocar la camisa contra la cabecera de la cama varias veces, esperando que los botones hicieran el ruido suficiente y después pasó al tizón para escribir por las paredes:
Tras un par de tachones y borrones para ocultar sus fallos, Tap acabó el mensaje para la sinhadre y volvió flotando hasta el salón con la camisa puesta. Allí se encontró al gigante al cuadrado que era Serok, a quien saludó agitando la manga en el aire. <<Qué será él...>>.
Entró en la habitación del segundo piso. Pudo ver a Alder tapada del todo dentro de una cama, pero su atención se desvió enseguida a otra cosa: los baules. Hizo descender su tizón lo más lenta y firmemente que pudo y, una vez que estuvo en el suelo, saltó al arcón más cercano. Tuvo que hacer fuerza para conseguir abrirlo, pero una vez lo consiguió, empezó a saltar eufórico de una prenda a otra, procurando no olvidarse de ni una sola. Cada salto le sentaba como una caricia de energía y, quizá por eso mismo, tardó tanto en frenarse dentro de una de las prendas. Cuando por fin se decidió, una camisa vieja y descolorida emergió del baúl. No era de las más bonitas, pero era de una tela liviana y tenía un bolsillo bastante útil. Tap la abandonó momentáneamente, poseyó el carbonzillo, lo metió dentro del bolsillo, y saltó de nuevo a la prenda vieja.
Esta vez le costó más levantarse en el aire y no rozaba el suelo por escasos centímetros, pero para el repoblador era igual de divertido. Justo cuando estaba apunto de salir, se quedó flotando, con la vista (Y los botones) apuntando hacia Alder. No pudo evitar sentir cierta empatía hacia ella. Por lo poco que había podido escuchar, Tap intuía que todos sus compañeros habían cambiado con la Luna. Pero verla allí, lejos de su otra parte y hecha un guiñapo bajo las sábanas, le valió para imaginar que a lo mejor ella no había tenido tanta suerte. <<Pobre...>>. Tap sabía lo que era no estar a la altura, había cargado con ello durante toda la cosecha, hasta hoy... Y sintió cierto remordimiento por estar disfrutándolo.
Hizo chocar la camisa contra la cabecera de la cama varias veces, esperando que los botones hicieran el ruido suficiente y después pasó al tizón para escribir por las paredes:
Tras un par de tachones y borrones para ocultar sus fallos, Tap acabó el mensaje para la sinhadre y volvió flotando hasta el salón con la camisa puesta. Allí se encontró al gigante al cuadrado que era Serok, a quien saludó agitando la manga en el aire. <<Qué será él...>>.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
25/06/13, 02:30 am
Alder se había metido en la primera cama que había encontrado, en el dormitorio ahora vacío, y se habia cubierto con la sabana al completo, tapándose la cara y reduciendo su visión a una extraña blancura. Al principio estaba rabiosa, pero el tiempo fue aplacandolo hasta dejarlo en esa incomodidad propia de un niño enfadado que empieza a aburrirse del rincón al que se ha exiliado pero es demasiado orgulloso y quiere dejar constancia de lo muy molesto que esta. Tenía un gusto extraño y amargo en la boca. Después de todo el caos, parecía que no le quedaran razones para estar enfadada en ese momento, especialmente porque parte de ella parecía demasiado feliz, y sin embargo no podía evitar ese malestar. Todo estaba descolocado, excepto ella, y eso hacía que estuviera aun más apartada de la situación. Y mientras, nadie le había dejado un puñetero segundo de descanso, luces. La gente entraba y salía de allí como quien no quiere la cosa. A darles la bienvenida. ¿En que había cambiado ella? En nada. "Puede que "mi dominio" sea la mala leche. Hola amigos, soy Alder, su nueva encantadora vecina que les tirará una mesa a la cabeza". Sonrió a pesar de todo.
Notó un leve repiqueteo contra la cama, como si hubiera algo. Apartó la sabana lo justo para sacar los ojos y lo que vio le hizo saltar fuera de la cama. Una blusa flotando, sin nadie cerca. Luego pensó que era Seon gastandole una broma y se sintió más estúpida que nunca por haberse asustado de un hechizo de levitación. Clavó una mirada en la entrada del dormitorio, con los labios apretados en una línea. Pero nadie apareció para recibir su "ja, ja, muy gracioso". En cambio un carboncillo le escribió en la pared. Alder miró con escepticismo la escena y no supo si reirse ante lo de animate y baja.
- Material de escritura y blusa me parece que gana a todas las demás transformaciones.- dijo con una sonrisa burlona. No estaba dispuesta a estar de buen humor tan pronto. El gesto casi tierno de Tap, sin embargo, la forzó a a asentir más relajada.- Como sea.
Si tenía suerte, no tendría que enfrentarse a la posibilidad de ver a Jack más tranquila y tener que decidir si sentirse avergonzada de su simpatía anterior. Por cuestión de la pérdida de nervios, claro, porque aunque no lo odiaba (en contra de lo que parecían pensar), si que lo quería lejos y al margen de ella. De hecho, limitaría su relación con él a saludos y despedidas forzosas. Saber eso también ayudó a que su regreso al salón fuera un poco menos tenso.
Notó un leve repiqueteo contra la cama, como si hubiera algo. Apartó la sabana lo justo para sacar los ojos y lo que vio le hizo saltar fuera de la cama. Una blusa flotando, sin nadie cerca. Luego pensó que era Seon gastandole una broma y se sintió más estúpida que nunca por haberse asustado de un hechizo de levitación. Clavó una mirada en la entrada del dormitorio, con los labios apretados en una línea. Pero nadie apareció para recibir su "ja, ja, muy gracioso". En cambio un carboncillo le escribió en la pared. Alder miró con escepticismo la escena y no supo si reirse ante lo de animate y baja.
- Material de escritura y blusa me parece que gana a todas las demás transformaciones.- dijo con una sonrisa burlona. No estaba dispuesta a estar de buen humor tan pronto. El gesto casi tierno de Tap, sin embargo, la forzó a a asentir más relajada.- Como sea.
Si tenía suerte, no tendría que enfrentarse a la posibilidad de ver a Jack más tranquila y tener que decidir si sentirse avergonzada de su simpatía anterior. Por cuestión de la pérdida de nervios, claro, porque aunque no lo odiaba (en contra de lo que parecían pensar), si que lo quería lejos y al margen de ella. De hecho, limitaría su relación con él a saludos y despedidas forzosas. Saber eso también ayudó a que su regreso al salón fuera un poco menos tenso.
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Re: Torreón Letargo (Archivo III)
25/06/13, 07:09 pm
El viaje de vuelta fue tan accidentado como el de ida. Golpeándome con todo lo que me saliera al paso. Había dudado al principio cuando Yrio enloqueció y Jack nos dijo que nos marcháramos, pero al final había decidido que mejor no jugar con fuego y había hecho caso.
Por fin, tras darme más golpes de los que podía recordar vislumbré Letargo. Ya solo quedaba un trayecto en linea recta y habría llegado, algo que no tendría que resultarme muy difícil, pero calculé mal el impulso y me encontré acercándome a demasiada velocidad. “Oh no, no. Nononono! Que alguien abra la puerta. ¡Que me la pegoooo!”
Por muchas súplicas mentales que hice, la puerta permaneció cerrada a cal y canto, y mi viaje acabó con un impacto directo contra esta, haciéndola retumbar a la vez que una explosión de polvo la envolvía.
Reconstruirme me llevó un rato, lo suficiente como para que Stefan y Erin, que habían ido andando, me dieran alcance y llamaran.
-¡Auch! tengo que practicar más los aterrizajes-
Por fin, tras darme más golpes de los que podía recordar vislumbré Letargo. Ya solo quedaba un trayecto en linea recta y habría llegado, algo que no tendría que resultarme muy difícil, pero calculé mal el impulso y me encontré acercándome a demasiada velocidad. “Oh no, no. Nononono! Que alguien abra la puerta. ¡Que me la pegoooo!”
Por muchas súplicas mentales que hice, la puerta permaneció cerrada a cal y canto, y mi viaje acabó con un impacto directo contra esta, haciéndola retumbar a la vez que una explosión de polvo la envolvía.
Reconstruirme me llevó un rato, lo suficiente como para que Stefan y Erin, que habían ido andando, me dieran alcance y llamaran.
-¡Auch! tengo que practicar más los aterrizajes-
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
25/06/13, 09:19 pm
Después de andar llegamos al torreón, justo a tiempo para ver como Pablo se estampa contra la puerta.
-Si, definitivamente has de mejorar los aterrizajes, o vas a comer mas polvo del que ya traigas,- le digo con una sonrisa.
Nos abren y ni me fijo en quien fue, poso el libro sobre la mesa del comedor y salgo al patio dispuesto a hacer unas pruebas con las enredaderas.
Miro el plantel y veo la que mande enrollarse que aun esta así, niego con la cabeza y le digo:
-Ya puedes desenrollarte,- dicho y hecho la planta se desenreda con facilidad,- Bien, quiero probar una cosilla con vosotras,- y volviéndome hacia la estatua,- Agarrad,- en menos de dos segundos sentí como las plantas comenzaban a envolverme,- Parad,- se quedaron quietas, solté un suspiro a medias entre la exasperación y el cansancio,- Soltadme,- ordene con voz firme, parecía que tendría que darles ordenes mas completas, que no bastaba con hacer lo que yo quisiera, si no lo que ellas interpretaran,- Atrapad la estatua, pero no la destrocéis,- en el momento en que complete la orden la enredaderas pasaron a mis lados sin tocarme para enredar la estatua. Era un espectáculo, eso desde luego, las deje allí unos segundos y luego las mande retirarse, me acerque y comprobé los daños en la estatua. Nulos.
De pronto quise probar una locura, si funcionaba ya no me quedaría duda alguna. Me acerque a la pared y señale dos plantas.
-Llevadme a la azotea del torreón y depositadme suavemente sobre el,- las dos plantas que señale se enrollaron sobre mi cintura y me subieron lentamente,- Deprisa,- la velocidad aumento y me dejaron donde les habia pedido. Era hora de la ultima locura con aquellas plantas, me parapete al borde y dije en voz alta para que las plantas me escuchasen,- Cogedme cuando este en el aire, envolvedme entre vosotras y protegedme del golpe,- y salte. Que maravilla el aire en la cara, veía el suelo mas cerca, pero cuando iba por la mitad las enredaderas comenzaron a rodearme, y tras un tirón bastante fuerte aunque no del todo doloroso acabe metido en una especie de capullo de plantas, a salvo de todo.- Dejadme en el suelo con suavidad,- cumplieron,- Bien, creo que por esto os habéis ganado una recompensa,- me fui al pozo y saque un cubo de agua, el cual fui distribuyendo entre las plantas.
Pensativo acerca del nombre se me vino como un inspiración divina.
-A partir de ahora todos me conocerán como Enredo,- dije en voz baja, deje el cubo apartado y volví mi mirada al sur, seguía sintiendo aquella molestia,- Antes de que acabe la noche iré a ver que es, pero de momento tengo cosas que hacer,- les dije a las enredaderas y entre al torreón a contarles a todos la noticia del nombre y las buenas nuevas.
-Si, definitivamente has de mejorar los aterrizajes, o vas a comer mas polvo del que ya traigas,- le digo con una sonrisa.
Nos abren y ni me fijo en quien fue, poso el libro sobre la mesa del comedor y salgo al patio dispuesto a hacer unas pruebas con las enredaderas.
Miro el plantel y veo la que mande enrollarse que aun esta así, niego con la cabeza y le digo:
-Ya puedes desenrollarte,- dicho y hecho la planta se desenreda con facilidad,- Bien, quiero probar una cosilla con vosotras,- y volviéndome hacia la estatua,- Agarrad,- en menos de dos segundos sentí como las plantas comenzaban a envolverme,- Parad,- se quedaron quietas, solté un suspiro a medias entre la exasperación y el cansancio,- Soltadme,- ordene con voz firme, parecía que tendría que darles ordenes mas completas, que no bastaba con hacer lo que yo quisiera, si no lo que ellas interpretaran,- Atrapad la estatua, pero no la destrocéis,- en el momento en que complete la orden la enredaderas pasaron a mis lados sin tocarme para enredar la estatua. Era un espectáculo, eso desde luego, las deje allí unos segundos y luego las mande retirarse, me acerque y comprobé los daños en la estatua. Nulos.
De pronto quise probar una locura, si funcionaba ya no me quedaría duda alguna. Me acerque a la pared y señale dos plantas.
-Llevadme a la azotea del torreón y depositadme suavemente sobre el,- las dos plantas que señale se enrollaron sobre mi cintura y me subieron lentamente,- Deprisa,- la velocidad aumento y me dejaron donde les habia pedido. Era hora de la ultima locura con aquellas plantas, me parapete al borde y dije en voz alta para que las plantas me escuchasen,- Cogedme cuando este en el aire, envolvedme entre vosotras y protegedme del golpe,- y salte. Que maravilla el aire en la cara, veía el suelo mas cerca, pero cuando iba por la mitad las enredaderas comenzaron a rodearme, y tras un tirón bastante fuerte aunque no del todo doloroso acabe metido en una especie de capullo de plantas, a salvo de todo.- Dejadme en el suelo con suavidad,- cumplieron,- Bien, creo que por esto os habéis ganado una recompensa,- me fui al pozo y saque un cubo de agua, el cual fui distribuyendo entre las plantas.
Pensativo acerca del nombre se me vino como un inspiración divina.
-A partir de ahora todos me conocerán como Enredo,- dije en voz baja, deje el cubo apartado y volví mi mirada al sur, seguía sintiendo aquella molestia,- Antes de que acabe la noche iré a ver que es, pero de momento tengo cosas que hacer,- les dije a las enredaderas y entre al torreón a contarles a todos la noticia del nombre y las buenas nuevas.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
25/06/13, 11:14 pm
Al final el bibliotecario no me dejó llevarme ninguno de los libros hasta que devolviera el que cogí hace tantos meses, y mira que le insistí en que era aprendiz de bibliotecario... Bah. Esperaba que el torreón hubiera vuelto a la normalidad, es decir, que estuvieran mis compañeros y nadie más. Pero seguía preocupado por Serok, ¿habría logrado salir? <<Y en caso afirmativo, ¿habría herido a los demás? Pero no sería culpa mía, ya les avisé, ¿no? Que se apañen, peores cosas habrá en la ciudad>>
Así, pensando, llego al torreón con energías renovadas, quizá por el rato descansando o quizá por la Luna, aunque creo que esto último ejerce una mayor influencia... No sé, es raro, pero estoy como más activo que una noche normal, <<No por nada nos transforma...>> Bueno, pues ahí está el torreón, con dos individuos a punto de cruzar el puente <<Erin y Stefan... Sigue faltando el loco de Yrio>> y de pronto escucho un golpe contra la puerta cerrada. <<Pero si no hay...>> Y de la nada aparece Pablo. <<No era mentira... ¿Para qué demonios le querría la otra? Ah, sí, vampiro o algo así... ¿Entonces también aparece y desaparece como el otro? Hay que joderse... Y encima con la puntería que tiene... Vaya fracaso>>
-¡Hey, esperadme, malditos!-exclamo antes de correr hasta ponerme a su altura.-Ya sé lo que soy, al parecer puedo almacenar hechizos en estas pedazo de uñas y recargo mi magia durante el día... ¿Y vosotros? Del torpe ya sé: vampiro torpe.-añado riendo.
Por fin vuelvo a entrar y descubro que Alder ha vuelto al salón, y no solo ella sino un Serok totalmente cambiado.
-¿Estáis todos bien? Eso parece... Serok... Antes te descontrolaste, chaval, no iría desventurado si te dijera que parecías querer matarme. Seas lo que seas, cuidado.
Y de imprevisto algo me cubre la cabeza, metálico y frío. Antes de que pueda quejarme escucho a Seon riéndose y cojo la olla estupefacto. La chica me cuenta que es Tap <<¿Posee objetos?>>
-Será bromista... Esto por todas las amenazas de olla y los encierros, ¿eh?-digo riendo.-¿Y puedes poseer cualquier objeto y manejarlo a tu antojo? Qué de posibilidades, oye.-y cuando Stefan nos cuenta lo del nombre, comento en voz alta.-Yo quizá haga lo mismo... Ya no soy el libense que era, si me denomino libense es únicamente por ser de allí porque lo que es la religión... No. No sé lo que haré... Bah, ya veré.-<<Volveré a la Biblioteca en otro momento a investigar sobre nombres de otros mundos...>>
Después les cuento lo de mi transformación y que planeo visitar sus mundos en un futuro muy próximo tras sentarme en uno de los sofás. Sólo entonces me doy cuenta de que me dejé las botas en la biblioteca <<¿En serio? Bueno, total, ya no me servían... Pero eran mis botas... Bah, ya estaban hechas polvo>>
Así, pensando, llego al torreón con energías renovadas, quizá por el rato descansando o quizá por la Luna, aunque creo que esto último ejerce una mayor influencia... No sé, es raro, pero estoy como más activo que una noche normal, <<No por nada nos transforma...>> Bueno, pues ahí está el torreón, con dos individuos a punto de cruzar el puente <<Erin y Stefan... Sigue faltando el loco de Yrio>> y de pronto escucho un golpe contra la puerta cerrada. <<Pero si no hay...>> Y de la nada aparece Pablo. <<No era mentira... ¿Para qué demonios le querría la otra? Ah, sí, vampiro o algo así... ¿Entonces también aparece y desaparece como el otro? Hay que joderse... Y encima con la puntería que tiene... Vaya fracaso>>
-¡Hey, esperadme, malditos!-exclamo antes de correr hasta ponerme a su altura.-Ya sé lo que soy, al parecer puedo almacenar hechizos en estas pedazo de uñas y recargo mi magia durante el día... ¿Y vosotros? Del torpe ya sé: vampiro torpe.-añado riendo.
Por fin vuelvo a entrar y descubro que Alder ha vuelto al salón, y no solo ella sino un Serok totalmente cambiado.
-¿Estáis todos bien? Eso parece... Serok... Antes te descontrolaste, chaval, no iría desventurado si te dijera que parecías querer matarme. Seas lo que seas, cuidado.
Y de imprevisto algo me cubre la cabeza, metálico y frío. Antes de que pueda quejarme escucho a Seon riéndose y cojo la olla estupefacto. La chica me cuenta que es Tap <<¿Posee objetos?>>
-Será bromista... Esto por todas las amenazas de olla y los encierros, ¿eh?-digo riendo.-¿Y puedes poseer cualquier objeto y manejarlo a tu antojo? Qué de posibilidades, oye.-y cuando Stefan nos cuenta lo del nombre, comento en voz alta.-Yo quizá haga lo mismo... Ya no soy el libense que era, si me denomino libense es únicamente por ser de allí porque lo que es la religión... No. No sé lo que haré... Bah, ya veré.-<<Volveré a la Biblioteca en otro momento a investigar sobre nombres de otros mundos...>>
Después les cuento lo de mi transformación y que planeo visitar sus mundos en un futuro muy próximo tras sentarme en uno de los sofás. Sólo entonces me doy cuenta de que me dejé las botas en la biblioteca <<¿En serio? Bueno, total, ya no me servían... Pero eran mis botas... Bah, ya estaban hechas polvo>>
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
26/06/13, 12:42 am
Erin
La vuelta de la catedral roja a Letargo se le pasó rápido a la canadiense, que iba golpeteando las cadenas cada cierto tiempo y riéndose de los continuos choques de Pablo. –Hasta Edward Cullen es un vampiro más decente que tú, Pablo –rió después de un golpe bastante cómico de este. Además, le fue dando vueltas a lo que podía ser, dado que Jack había pasado completamente de ella. <<¿Y yo qué coño soy? ¿Magneto? Porque no le veo otra explicación a mi nuevo gusto por el metal>>, intentó buscarle una parte graciosa al hecho de no haber cambiado físicamente en nada salvo en estar un poco más rígida. Cuando habían dicho que se iba a transformar esperaba que le creciese cola, alas o algún elemento fuera de lo común en los humanos. <<Hasta las transformaciones sufren recortes…. ¿Tan mal está la economía?>>
Llamaron a la puerta del torreón cuando un Atol descalzo y con unas uñas enormes apareció junto a ellos. Rió sobre lo del vampiro torpe, pero no tenía ni idea de que contestarle sin decir algo tan absurdo como “persona que vibra cuando golpea metal”. A parte de ser absurdo, estaba harta de explicarlo y por toda contestación le pegó un golpe al metal, volviendo a vibrar ella. –Soy lo que acabas de ver, sea lo que sea. –dijo entrando al torreón, para sentarse en el suelo y ver el espectáculo que Tap hizo con la olla y la explicación de Seon. –¿Tap es un poltergeist? ¡Que alguien llame a los cazafantasmas! –comentó, aunque casi nadie fuese a pillar la referencia por ser de otros mundos. Con suerte lo haría Pablo, ya que Stefan no podría oírle desde el patio. <<Jo, no sé lo que soy y nadie entiende mis chistes>>, se dijo, algo harta de que nadie pillase sus bromas nunca.
Stefan no tardó en entrar al salón y decir que se llamaría Enredo. Bufó, algo frustrada. Ella quería cambiarse el nombre y no tenía ideas. Ni siquiera sabía lo que era, por lo que podría esperar a saberlo a cambiarse el nombre. Le empezó a dar vueltas a qué podría ser de nuevo, golpeando el metal una y otra vez y vibrando cada vez que lo hacía. De pronto llamaron a la puerta y Erin se levantó del suelo y la abrió, para encontrarse con ciertos personajes que ya conocía y otros a los que no había visto en su vida. Se quedó en silencio unos segundos antes de dirigirse al chico de alas negras. –Te has perdido los gritos, chico-pájaro –sonrió, recordando que la última vez había pedido gritos-. Pero no te interesarían, no nos hemos intentado matar unos a otros –puso los ojos en blanco.
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Kaethe
Tras la visita a Maciel, se dirigieron a Letargo. Nia se había unido al grupo y los chicos se iban yendo del torreón. El pájaro telepático le había hecho reír levemente con sus monólogos, aunque lo que le hacía gracia realmente era que no pareciese darse cuenta de que los demás podían oírle. <<Pobrecito, ojalá se dé cuenta de que pueden oírle antes de que critique a alguien>>, había pensado. El camino a Letargo fue también accidentado y alguna que otra alimaña interrumpió su camino nuevamente. <<Mira que están pesadas últimamente>>, se dijo viendo que su kimono acabaría más rojo que rosa, aunque de momento sólo estuviese manchado de cintura para abajo.
Acompañaron a la biblioteca a los nuevos que habían querido ir. Uno de ellos era el chico alado que parecía haberse dado cuenta de que podían oírle. El edificio caía cerca de su destino real, por lo que enseguida llegaron al torreón, donde una chica de piel clara para ser humana y profundas ojeras les abrió la puerta con la euforia que le otorgaba la Luna en la cara, aunque con un deje que connotaba frustración. Pasaron al interior en cuanto este les dejó, antes de dirigirse a Noel. LA chica en cuestión golpeaba unas cadenas metálicas y vibraba cada vez que lo hacía. <<¿Bruja de las vibraciones? ¿Del metal, tal vez?>> , se preguntó, bastante insegura. No reconocía ninguna trasformación salvo la del Vampiro, debido a los ojos rojos. –Buenas noches, hijos de la Luna –empezó, sonriendo, en un todo casi maternal- Bienvenidos a Rocavarancolia -<<Ahora de verdad>>, completó mentalmente-. Soy Sobras, ghoul. –después de presentarse se quedó al margen de la conversación, enredando con su pelo, intentando sin éxito ocultar su timidez. Aún no sabía ni como había llegado a hablar la primera con gente recién conocida, pero ya no había vuelta atrás.
-Yo no soy quien era antes, por lo que mi nombre terrícola no le usaré más. Aún no tengo nombre, pero cuando sepa qué soy elegiré uno –dijo la chica de pelo negro, aunque Kaethe se acercó al vampiro y la ignoró deliberadamente. –Tú eres un vampiro, como Jack. Deberías pedirle ayuda si no quieres atacar a tus amigos –le dijo, aunque al verle lleno de sangre se hizo a la idea de que tal vez no era tan loco como para aquello y había salido a cazar. <<Qué rápido aprenden estos cosechados>>, pensó negando lentamente con la cabeza, como decepcionada. ¿Cuál era la gracia de ayudarles si sabían controlar sus trasformaciones tan rápido? Después de aquella pequeña conversación, volvió a perderse en su mundo de pensamientos, intentando no destacar demasiado.
La vuelta de la catedral roja a Letargo se le pasó rápido a la canadiense, que iba golpeteando las cadenas cada cierto tiempo y riéndose de los continuos choques de Pablo. –Hasta Edward Cullen es un vampiro más decente que tú, Pablo –rió después de un golpe bastante cómico de este. Además, le fue dando vueltas a lo que podía ser, dado que Jack había pasado completamente de ella. <<¿Y yo qué coño soy? ¿Magneto? Porque no le veo otra explicación a mi nuevo gusto por el metal>>, intentó buscarle una parte graciosa al hecho de no haber cambiado físicamente en nada salvo en estar un poco más rígida. Cuando habían dicho que se iba a transformar esperaba que le creciese cola, alas o algún elemento fuera de lo común en los humanos. <<Hasta las transformaciones sufren recortes…. ¿Tan mal está la economía?>>
Llamaron a la puerta del torreón cuando un Atol descalzo y con unas uñas enormes apareció junto a ellos. Rió sobre lo del vampiro torpe, pero no tenía ni idea de que contestarle sin decir algo tan absurdo como “persona que vibra cuando golpea metal”. A parte de ser absurdo, estaba harta de explicarlo y por toda contestación le pegó un golpe al metal, volviendo a vibrar ella. –Soy lo que acabas de ver, sea lo que sea. –dijo entrando al torreón, para sentarse en el suelo y ver el espectáculo que Tap hizo con la olla y la explicación de Seon. –¿Tap es un poltergeist? ¡Que alguien llame a los cazafantasmas! –comentó, aunque casi nadie fuese a pillar la referencia por ser de otros mundos. Con suerte lo haría Pablo, ya que Stefan no podría oírle desde el patio. <<Jo, no sé lo que soy y nadie entiende mis chistes>>, se dijo, algo harta de que nadie pillase sus bromas nunca.
Stefan no tardó en entrar al salón y decir que se llamaría Enredo. Bufó, algo frustrada. Ella quería cambiarse el nombre y no tenía ideas. Ni siquiera sabía lo que era, por lo que podría esperar a saberlo a cambiarse el nombre. Le empezó a dar vueltas a qué podría ser de nuevo, golpeando el metal una y otra vez y vibrando cada vez que lo hacía. De pronto llamaron a la puerta y Erin se levantó del suelo y la abrió, para encontrarse con ciertos personajes que ya conocía y otros a los que no había visto en su vida. Se quedó en silencio unos segundos antes de dirigirse al chico de alas negras. –Te has perdido los gritos, chico-pájaro –sonrió, recordando que la última vez había pedido gritos-. Pero no te interesarían, no nos hemos intentado matar unos a otros –puso los ojos en blanco.
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Kaethe
Tras la visita a Maciel, se dirigieron a Letargo. Nia se había unido al grupo y los chicos se iban yendo del torreón. El pájaro telepático le había hecho reír levemente con sus monólogos, aunque lo que le hacía gracia realmente era que no pareciese darse cuenta de que los demás podían oírle. <<Pobrecito, ojalá se dé cuenta de que pueden oírle antes de que critique a alguien>>, había pensado. El camino a Letargo fue también accidentado y alguna que otra alimaña interrumpió su camino nuevamente. <<Mira que están pesadas últimamente>>, se dijo viendo que su kimono acabaría más rojo que rosa, aunque de momento sólo estuviese manchado de cintura para abajo.
Acompañaron a la biblioteca a los nuevos que habían querido ir. Uno de ellos era el chico alado que parecía haberse dado cuenta de que podían oírle. El edificio caía cerca de su destino real, por lo que enseguida llegaron al torreón, donde una chica de piel clara para ser humana y profundas ojeras les abrió la puerta con la euforia que le otorgaba la Luna en la cara, aunque con un deje que connotaba frustración. Pasaron al interior en cuanto este les dejó, antes de dirigirse a Noel. LA chica en cuestión golpeaba unas cadenas metálicas y vibraba cada vez que lo hacía. <<¿Bruja de las vibraciones? ¿Del metal, tal vez?>> , se preguntó, bastante insegura. No reconocía ninguna trasformación salvo la del Vampiro, debido a los ojos rojos. –Buenas noches, hijos de la Luna –empezó, sonriendo, en un todo casi maternal- Bienvenidos a Rocavarancolia -<<Ahora de verdad>>, completó mentalmente-. Soy Sobras, ghoul. –después de presentarse se quedó al margen de la conversación, enredando con su pelo, intentando sin éxito ocultar su timidez. Aún no sabía ni como había llegado a hablar la primera con gente recién conocida, pero ya no había vuelta atrás.
-Yo no soy quien era antes, por lo que mi nombre terrícola no le usaré más. Aún no tengo nombre, pero cuando sepa qué soy elegiré uno –dijo la chica de pelo negro, aunque Kaethe se acercó al vampiro y la ignoró deliberadamente. –Tú eres un vampiro, como Jack. Deberías pedirle ayuda si no quieres atacar a tus amigos –le dijo, aunque al verle lleno de sangre se hizo a la idea de que tal vez no era tan loco como para aquello y había salido a cazar. <<Qué rápido aprenden estos cosechados>>, pensó negando lentamente con la cabeza, como decepcionada. ¿Cuál era la gracia de ayudarles si sabían controlar sus trasformaciones tan rápido? Después de aquella pequeña conversación, volvió a perderse en su mundo de pensamientos, intentando no destacar demasiado.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
26/06/13, 02:15 am
El portón de Letargo estaba cerrado a diferencia de Maciel, así que decidieron llamar a la puerta. Por lo menos no podrían decir que habían irrumpido sin más. La chica con gafas que le había hablado en la avenida fue quien abrió la puerta y no tardó en dirigirse a él. Dejó que Kaethe se presentara, sorprendido de que decidiera tomar la iniciativa y luego le respondió a la humana, quien no había cambiado su aspecto y por lo que dedujo que se habría transformado en una bruja.
-¿Aquí también llegué tarde? -preguntó retóricamente fingiendo fastidio-. Pero lo de mataros unos a otros era un simple ejemplo probabilístico, hubiera estado bien haber llegado un poco antes -añadió con cierto tono siniestro-. Aunque deduzco por lo que dices que no debéis de necesitar demasiada ayuda ya.
Mientras tanto la chica les había dejado pasar y se dirigieron al salón del torreón. Noel casi sintió como si estuviera reviviendo experiencias pasadas. Hacía mucho tiempo que no pisaba aquel suelo y numerosas escenas de su criba le asaltaron mientras entraba. Casi se podía ver a sí mismo de humano tirado en medio de las escaleras, o recién transformado siendo ayudado a bajar por las mismas por Jack y el cadáver que vestía Gael en ese mismo momento. Su transformación había sido bastante accidentada en general y casi podía imaginarse diciendo: "y me caí aquí, ahí y allí. Ah, y también allí".
En el salón estaban reunidos una buena cantidad de los ex-cosechados al igual que había sucedido en Maciel; y si bien en este último destacaban los numerosos cambios físicos en los muchachos, allí casi todos estaban igual o muy parecidos a cuando los habían visto en las otras dos ocasiones, siendo igualmente reconocibles los que no. Se fijó en todos ellos y le llamó la atención el chico humano mayor que se había transformado en un vampiro. El hecho de que estuviese tan tranquilo en medio de sus compañeros evidenciaba que ya había saciado buena parte de su sed y el draco estaba casi seguro de que se debía a que había recibido ayuda de Jack.
-Parece que hoy llegamos tarde a todas partes. No parecen necesitar mucha ayuda, al menos ya no sangran ni gritan de dolor -<<lástima>>-. Creo que algunos nos recordaréis como "los monstruos de la avenida" o incluso tal vez con apelativos que denotan todavía más la buena impresión que al parecer os causamos, pero sabed que no pretendemos haceros daño sino al contrario.
<<Salvo si me tocáis las narices como la arpía, no me hago responsable de lo que pase entonces>>, hizo una pausa para sonreír maliciosamente para sus adentros.
>>Para que vuestra compañera deje de llamarme chico-pájaro, me presentaré. Soy Noel, draco de estínfalo.
Mientras hablaba había captado con su oído unos constantes sonidos de diferente índole que, cuando se fijó en la sala, vio que procedían de distintos objetos del salón que parecían moverse solos aleatoriamente.
-¿Tenéis un poltergeist en el torreón? -bromeó sin poder imaginarse que efectivamente había dado en el clavo.
-¿Aquí también llegué tarde? -preguntó retóricamente fingiendo fastidio-. Pero lo de mataros unos a otros era un simple ejemplo probabilístico, hubiera estado bien haber llegado un poco antes -añadió con cierto tono siniestro-. Aunque deduzco por lo que dices que no debéis de necesitar demasiada ayuda ya.
Mientras tanto la chica les había dejado pasar y se dirigieron al salón del torreón. Noel casi sintió como si estuviera reviviendo experiencias pasadas. Hacía mucho tiempo que no pisaba aquel suelo y numerosas escenas de su criba le asaltaron mientras entraba. Casi se podía ver a sí mismo de humano tirado en medio de las escaleras, o recién transformado siendo ayudado a bajar por las mismas por Jack y el cadáver que vestía Gael en ese mismo momento. Su transformación había sido bastante accidentada en general y casi podía imaginarse diciendo: "y me caí aquí, ahí y allí. Ah, y también allí".
En el salón estaban reunidos una buena cantidad de los ex-cosechados al igual que había sucedido en Maciel; y si bien en este último destacaban los numerosos cambios físicos en los muchachos, allí casi todos estaban igual o muy parecidos a cuando los habían visto en las otras dos ocasiones, siendo igualmente reconocibles los que no. Se fijó en todos ellos y le llamó la atención el chico humano mayor que se había transformado en un vampiro. El hecho de que estuviese tan tranquilo en medio de sus compañeros evidenciaba que ya había saciado buena parte de su sed y el draco estaba casi seguro de que se debía a que había recibido ayuda de Jack.
-Parece que hoy llegamos tarde a todas partes. No parecen necesitar mucha ayuda, al menos ya no sangran ni gritan de dolor -<<lástima>>-. Creo que algunos nos recordaréis como "los monstruos de la avenida" o incluso tal vez con apelativos que denotan todavía más la buena impresión que al parecer os causamos, pero sabed que no pretendemos haceros daño sino al contrario.
<<Salvo si me tocáis las narices como la arpía, no me hago responsable de lo que pase entonces>>, hizo una pausa para sonreír maliciosamente para sus adentros.
>>Para que vuestra compañera deje de llamarme chico-pájaro, me presentaré. Soy Noel, draco de estínfalo.
Mientras hablaba había captado con su oído unos constantes sonidos de diferente índole que, cuando se fijó en la sala, vio que procedían de distintos objetos del salón que parecían moverse solos aleatoriamente.
-¿Tenéis un poltergeist en el torreón? -bromeó sin poder imaginarse que efectivamente había dado en el clavo.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
26/06/13, 04:18 am
Solo hicieron un pequeño desvío para acompañar a los macieleros hasta la puerta de la biblioteca, y allí se separaron de ellos. Definitivamente de todos los que habían conocido aquellos dos eran los que mejor le habían caído, pero sabía que no podía juzgar a ninguno esa noche. Esperaba volver a encontrarse con todos tarde o temprano y conocerlos en mejores condiciones. En Letargo había un buen grupo reunido, por suerte. Ya se temía que al igual que sus compañeros del sur se hubieran desperdigado por la ciudad. El lugar le trajo instantáneamente muchos recuerdos, no en vano había vivido allí una época imborrable de su vida. «Siempre que vengo no puedo evitar pensar en qué diría Elliot por cómo tienen el torreón o por ser "inquilinos no deseados" o algo así» pensó de buen humor. Echaba de menos algunas cosas de aquellos tiempos... antes de que muchos amigos murieran, antes de que Elliot cambiara tanto. Le gustaría, si podía, salir al patio a ver cómo estaba el antiguo huerto de Vac y visitar las tumbas que hacía ya tanto que no veía.
Sorprendentemente Kae fue de las primeras en presentarse después de que les permitieran la entrada. «La tenía por muy tímida pero a este paso me van a dejar atrás todos». Y sin esperar tanto como en el torreón anterior se decidió a presentarse enseguida. Los cambios que tenía ante sí eran considerablemente menos traumáticos que en el anterior, muchos conservaban su aspecto o tenían pocos cambios, y el vampiro parecía haberse alimentado y mantener sus instintos a raya. Lo más curioso fue ver que había muebles que se movían, y por un momento se preguntó si no los habrían encantado como los de Serpentaria. Fue Noel el más rápido en preguntar acerca de aquello, y por medio de un carboncillo la presencia que fuera le dibujó en la pared un "SÍ".
-¿Eh? -se le escapó al leerlo. A su lado oyó como Giz decía que había un cosechado en el carboncillo.
Cuando encontró el momento para presentarse repitió más o menos lo que había hecho en Maciel.
-Con este aspecto no me reconoceréis, pero también estaba aquel día que nos encontramos. Espero que el repoblador no se asuste como la última vez. -De nuevo apareció ante el cadáver y de nuevo se agenció la mayoría de su ropa. Mientras hacía eso, le pareció que Giz aprovechaba el momento para murmurar un hechizo por lo bajo, y de hecho poco después se estaba guardando una muestra nueva «me da que eso era un pelo y venía del libense». Al primero al que miró ya con sus propios ojos fue al chico que se había empeñado en tocarlo-. Espero que no sigas insistiendo en probar cúanto quemo. Bueno, me hago llamar Koval y soy un fuego fatuo. Igual que hace el poltergeist mi cuerpo sive para poseer cosas... materia muerta en mi caso.
No tardó en volver al interior del cadáver. Dentro del torreón no había riesgo de lluvia ni estaba incómodo, pero en parte se sentía más protegido y, por encima de todo, le sabía mal tener un muerto en paños menores tirado en el salón. Al levantarse del suelo se le bajó la cremallera de la chaqueta hasta el ombligo y se la ajustó de nuevo, metiendo el pequeño espejo que llevaba al cuello por dentro.
Sorprendentemente Kae fue de las primeras en presentarse después de que les permitieran la entrada. «La tenía por muy tímida pero a este paso me van a dejar atrás todos». Y sin esperar tanto como en el torreón anterior se decidió a presentarse enseguida. Los cambios que tenía ante sí eran considerablemente menos traumáticos que en el anterior, muchos conservaban su aspecto o tenían pocos cambios, y el vampiro parecía haberse alimentado y mantener sus instintos a raya. Lo más curioso fue ver que había muebles que se movían, y por un momento se preguntó si no los habrían encantado como los de Serpentaria. Fue Noel el más rápido en preguntar acerca de aquello, y por medio de un carboncillo la presencia que fuera le dibujó en la pared un "SÍ".
-¿Eh? -se le escapó al leerlo. A su lado oyó como Giz decía que había un cosechado en el carboncillo.
Cuando encontró el momento para presentarse repitió más o menos lo que había hecho en Maciel.
-Con este aspecto no me reconoceréis, pero también estaba aquel día que nos encontramos. Espero que el repoblador no se asuste como la última vez. -De nuevo apareció ante el cadáver y de nuevo se agenció la mayoría de su ropa. Mientras hacía eso, le pareció que Giz aprovechaba el momento para murmurar un hechizo por lo bajo, y de hecho poco después se estaba guardando una muestra nueva «me da que eso era un pelo y venía del libense». Al primero al que miró ya con sus propios ojos fue al chico que se había empeñado en tocarlo-. Espero que no sigas insistiendo en probar cúanto quemo. Bueno, me hago llamar Koval y soy un fuego fatuo. Igual que hace el poltergeist mi cuerpo sive para poseer cosas... materia muerta en mi caso.
No tardó en volver al interior del cadáver. Dentro del torreón no había riesgo de lluvia ni estaba incómodo, pero en parte se sentía más protegido y, por encima de todo, le sabía mal tener un muerto en paños menores tirado en el salón. Al levantarse del suelo se le bajó la cremallera de la chaqueta hasta el ombligo y se la ajustó de nuevo, metiendo el pequeño espejo que llevaba al cuello por dentro.
- Matt
Ficha de cosechado
Nombre: Matthew Lowell/Korasihanna Sebrhon
Especie: Humano/ Daeliciana
Habilidades: Agilidad, velocidad mental y nociones de supervivencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
26/06/13, 06:10 am
Tras recomponer el lobo del todo lo acerco de nuevo a mi lado y me pongo con los chicos mientras los nuevos transformados terminan de decidir que hacer con sus vidas. En ese momento Nia llega cargada con un maletón a la espalda y ofrece su ayuda a los cosechados. Tras un momento decidimos ponernos en marcha a dejar a los nuevos en la biblioteca para continuar con nuestro tour de visitas hacia Letargo.
Por el camino puedo ver a criaturas luchando entre ellas y para variar alguna que otra había sido tan insensata de tomarnos como blanco de sus ataques. Los enfrentamientos no duran mucho ya sea por que Toima las espachurra o como que Noel las hace trizas con el hacha. Yo mientras prefiero mancharme menos las manos y a base de hechizos de impulso y alguna que otra refriega con mis muñecos resuelvo el camino hasta dejar a los nuevos a buen recaudo.
Me despido de los nuevos recordando les que si quieren hay habitaciones libres en Serpentaria pero que intenten contactar conmigo antes de entrar por su cuenta si no querían pasarlo un poco mal. Debería haberles dicho que lo mas probable es que en el momento que pusiesen una pata en el umbral podríamos comer pollo tres semanas pero preferí no asustarles demasiado.
Nos pusimos en camino hacia Letargo cuando a mitad de la travesía Noel me advierte que seria conveniente que dejase ahora al margen a mis muñecos por que por lo visto unas creaciones mías intentaron merendarselos. -¿Enserio?- Pregunto extrañado- Os puedo prometer que yo no he soltado ninguna criatura en la ciudad.- Hago una pausa y me pongo con los brazos cruzados. -Y mucho menos mandarlas a acabar con cosechados. Tengo algo de apego a tener la cabeza en su lugar.- Digo intentando parecer lo mas franco posible. -¿Qué ocurrió exactamente?- Pregunto mientras continuo andando con mi búho en el hombro y mi lobo delante de la comitiva.
Los chicos me comentan la historia y yo no puedo hacer otra cosa mas que tener los ojos abiertos como platos. -¿De verdad me estáis diciendo que mis primeras criaturas llegaron a la ciudad? ¡Pero si las perdí en el desierto!-La imagen de los lobos alejándose entre las dunas me inunda la mente mientras que no puedo evitar soltar una carcajada y preguntar cual padre orgulloso. -¿Y como los visteis? ¡Qué crakcs!- Digo poniéndome las manos sobre la cabeza y caminando con aire despreocupado. -Creo que se merecen una disculpa.- Digo tras terminar de escuchar los testimonios de los chicos.
Cruzamos varias calles hasta llegar al torreon Letargo que, al contrario que Maciel, parecía estar en mejores condiciones. "Vaya... Por lo que parece Maciel es el lado pobre de los cosechados... Estos por lo menos tienen puertas que funcionan." Pienso mientras observo la entrada desde lejos. -Lo siento chicos pero ya habéis oído.- Les digo a las figuras que me miran fijamente. -Adentro.- Digo abriendo los brazos y chasqueando los dedos en ambas. La figura de mi hombro de descompone en un pequeño torrente de arena que se mete por la manga derecha adhiriéndose a la cintura y el lobo que se encontraba sentado enfrente mía alza el cuello como si aullase sin producir ningún sonido explotando en una nube de arena que entra por mi manga izquierda acoplándose a todo el cuerpo. -Listo- Digo chocando los guantes como si me limpiase las manos tras jugar con la arena en la playa y poniéndome la capucha para ocultar mi cara.
Entramos en el torreón y aquí la estampa que se presenta es completamente distinta a la que vi en Maciel. Los transformados tienen formas algo mas normales pero no me da tiempo a observarlos a todos por que me quedo absorto mirando los fenómenos paranormales de la sala. Cuando los chicos comienzan a presentarse y a comentar cosas yo sigo flipandolo con la cacerola voladora. Intento atender a lo que dicen pero en ese momento un carboncillo asciende y dibuja la palabra "SI" en respuesta a Noel."
"Puedo ver un vampiro...intuir un poltergaist.... y las demás parecen demasiado normales a diferencia del bicho con garras y uñas brillantes sentado en un sofá." Pienso mientras observo a los congregados en la sala. Tras esperar a que él que se estaba presentado terminase comencé a hablar yo.
-Bueno. Yo me llamo Matt y soy una mezcla extraña entre espectro de arena y brujo de arena.- Digo quitándome la capucha mostrando mi rostro y levantando el brazo en modo de saludo. "Se me hace tan raro estar sin ninguna partícula por ahí pululando." Me digo mientras me coloco bien los guantes.
Por el camino puedo ver a criaturas luchando entre ellas y para variar alguna que otra había sido tan insensata de tomarnos como blanco de sus ataques. Los enfrentamientos no duran mucho ya sea por que Toima las espachurra o como que Noel las hace trizas con el hacha. Yo mientras prefiero mancharme menos las manos y a base de hechizos de impulso y alguna que otra refriega con mis muñecos resuelvo el camino hasta dejar a los nuevos a buen recaudo.
Me despido de los nuevos recordando les que si quieren hay habitaciones libres en Serpentaria pero que intenten contactar conmigo antes de entrar por su cuenta si no querían pasarlo un poco mal. Debería haberles dicho que lo mas probable es que en el momento que pusiesen una pata en el umbral podríamos comer pollo tres semanas pero preferí no asustarles demasiado.
Nos pusimos en camino hacia Letargo cuando a mitad de la travesía Noel me advierte que seria conveniente que dejase ahora al margen a mis muñecos por que por lo visto unas creaciones mías intentaron merendarselos. -¿Enserio?- Pregunto extrañado- Os puedo prometer que yo no he soltado ninguna criatura en la ciudad.- Hago una pausa y me pongo con los brazos cruzados. -Y mucho menos mandarlas a acabar con cosechados. Tengo algo de apego a tener la cabeza en su lugar.- Digo intentando parecer lo mas franco posible. -¿Qué ocurrió exactamente?- Pregunto mientras continuo andando con mi búho en el hombro y mi lobo delante de la comitiva.
Los chicos me comentan la historia y yo no puedo hacer otra cosa mas que tener los ojos abiertos como platos. -¿De verdad me estáis diciendo que mis primeras criaturas llegaron a la ciudad? ¡Pero si las perdí en el desierto!-La imagen de los lobos alejándose entre las dunas me inunda la mente mientras que no puedo evitar soltar una carcajada y preguntar cual padre orgulloso. -¿Y como los visteis? ¡Qué crakcs!- Digo poniéndome las manos sobre la cabeza y caminando con aire despreocupado. -Creo que se merecen una disculpa.- Digo tras terminar de escuchar los testimonios de los chicos.
Cruzamos varias calles hasta llegar al torreon Letargo que, al contrario que Maciel, parecía estar en mejores condiciones. "Vaya... Por lo que parece Maciel es el lado pobre de los cosechados... Estos por lo menos tienen puertas que funcionan." Pienso mientras observo la entrada desde lejos. -Lo siento chicos pero ya habéis oído.- Les digo a las figuras que me miran fijamente. -Adentro.- Digo abriendo los brazos y chasqueando los dedos en ambas. La figura de mi hombro de descompone en un pequeño torrente de arena que se mete por la manga derecha adhiriéndose a la cintura y el lobo que se encontraba sentado enfrente mía alza el cuello como si aullase sin producir ningún sonido explotando en una nube de arena que entra por mi manga izquierda acoplándose a todo el cuerpo. -Listo- Digo chocando los guantes como si me limpiase las manos tras jugar con la arena en la playa y poniéndome la capucha para ocultar mi cara.
Entramos en el torreón y aquí la estampa que se presenta es completamente distinta a la que vi en Maciel. Los transformados tienen formas algo mas normales pero no me da tiempo a observarlos a todos por que me quedo absorto mirando los fenómenos paranormales de la sala. Cuando los chicos comienzan a presentarse y a comentar cosas yo sigo flipandolo con la cacerola voladora. Intento atender a lo que dicen pero en ese momento un carboncillo asciende y dibuja la palabra "SI" en respuesta a Noel."
"Puedo ver un vampiro...intuir un poltergaist.... y las demás parecen demasiado normales a diferencia del bicho con garras y uñas brillantes sentado en un sofá." Pienso mientras observo a los congregados en la sala. Tras esperar a que él que se estaba presentado terminase comencé a hablar yo.
-Bueno. Yo me llamo Matt y soy una mezcla extraña entre espectro de arena y brujo de arena.- Digo quitándome la capucha mostrando mi rostro y levantando el brazo en modo de saludo. "Se me hace tan raro estar sin ninguna partícula por ahí pululando." Me digo mientras me coloco bien los guantes.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
26/06/13, 11:57 am
Seon no supo que contestar a la confusa pregunta de Sero.
- Estuve dormida gran parte del tiempo.- se disculpó. Atol se lo aclaró por ella, y mientras lo hacía, Seon dio un corto paso hacia atrás mientras miraba con cierta preocupación los nuevos cambios físicos del ulterano, como si hasta ese momento no se hubiera dado cuenta. A su lado Alder se limitó a hacer una mueca. A los recién llegados tampoco les hizo mucho caso. Estaba demasiado harta del caos como para conmocionarse mucho y no parecía querer sorprenderse ni asustarse mas de lo necesario. Al menos, su cosechador no había vuelto y ella agradecía la paz. Se limitó a tomar unos segundos para evaluar con seriedad los ojos de Pablo, que estaba vivo, "sí, por qué no. Lo siguiente será que Sero lleve vestido y hable con dulzura, puestos a violar leyes de la naturaleza..." intentando decidir que significaba aquel cambio a rojo.
Mas o menos entonces llamaron a la puerta. Seon, que estaba riendose por una broma de Tap a Atol, se giró hacia los recien llegados con una sonrisa. Las dos chicas los miraron diferente. Su pareja estaba tensa y entrecerró los ojos al enterarse de que eran los de la avenida, anécdota que en su momento no le hizo ni pizca de gracia. Apretó un poco la boca y se forzó a relajarse. Tenían un aspecto intimidante en su mayoría, pero afirmaban no buscar pelea y ella no quería amenazar con mesas voladoras a todos los que decidiesen pasarse a saludar. Estos al menos no hablaban de ellas como si fuesen de su propiedad. Seon no estaba intimidada en absoluto. Pegó un pequeño respingo cuando alguien salió del niño que brillaba, igual que su pareja, pero luego decidió que le resultaba muy curioso. Su cara era una silueta blanqueada, y muchos rasgos se le hacían difusos. Parecía una persona envuelta en luz de día, dolía un poco mirarlo durante mucho rato. Sin embargo regreso a su otro cuerpo. La chica se presentó con un "yo soy Seon" tan simpático y relajado que Alder quiso golpearse la frente contra algo. Una cosa era no ser hostil y otra distinta ignorar que tenían un lagarto gigante, un mastodonte cubierto de ojos, un mediopollo de dos metros y otras cosas con pinta de ser letales si se lo proponían.
"Bueno venga, suicidemonos todos juntos."
- Alder.- se presentó. No era entusiasta, pero no sonó antipática.
- Estuve dormida gran parte del tiempo.- se disculpó. Atol se lo aclaró por ella, y mientras lo hacía, Seon dio un corto paso hacia atrás mientras miraba con cierta preocupación los nuevos cambios físicos del ulterano, como si hasta ese momento no se hubiera dado cuenta. A su lado Alder se limitó a hacer una mueca. A los recién llegados tampoco les hizo mucho caso. Estaba demasiado harta del caos como para conmocionarse mucho y no parecía querer sorprenderse ni asustarse mas de lo necesario. Al menos, su cosechador no había vuelto y ella agradecía la paz. Se limitó a tomar unos segundos para evaluar con seriedad los ojos de Pablo, que estaba vivo, "sí, por qué no. Lo siguiente será que Sero lleve vestido y hable con dulzura, puestos a violar leyes de la naturaleza..." intentando decidir que significaba aquel cambio a rojo.
Mas o menos entonces llamaron a la puerta. Seon, que estaba riendose por una broma de Tap a Atol, se giró hacia los recien llegados con una sonrisa. Las dos chicas los miraron diferente. Su pareja estaba tensa y entrecerró los ojos al enterarse de que eran los de la avenida, anécdota que en su momento no le hizo ni pizca de gracia. Apretó un poco la boca y se forzó a relajarse. Tenían un aspecto intimidante en su mayoría, pero afirmaban no buscar pelea y ella no quería amenazar con mesas voladoras a todos los que decidiesen pasarse a saludar. Estos al menos no hablaban de ellas como si fuesen de su propiedad. Seon no estaba intimidada en absoluto. Pegó un pequeño respingo cuando alguien salió del niño que brillaba, igual que su pareja, pero luego decidió que le resultaba muy curioso. Su cara era una silueta blanqueada, y muchos rasgos se le hacían difusos. Parecía una persona envuelta en luz de día, dolía un poco mirarlo durante mucho rato. Sin embargo regreso a su otro cuerpo. La chica se presentó con un "yo soy Seon" tan simpático y relajado que Alder quiso golpearse la frente contra algo. Una cosa era no ser hostil y otra distinta ignorar que tenían un lagarto gigante, un mastodonte cubierto de ojos, un mediopollo de dos metros y otras cosas con pinta de ser letales si se lo proponían.
"Bueno venga, suicidemonos todos juntos."
- Alder.- se presentó. No era entusiasta, pero no sonó antipática.
-
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
26/06/13, 12:51 pm
De nuevo en Letargo. Tres años hace ya desde que pude contemplar por última vez mi figura humana: pálida, sin alas ni pedrería incrustada por todo mi cuerpo… Realmente los cambios no fueron tantos, pero los pocos resultaron un contraste abrumador. Aunque más allá del físico, el verdadero cambio, tan lento, tan natural, que podría pasar desapercibido… dentro, mi forma de pensar y de ver esta ciudad, a la que ahora considero mi hogar como nunca pude llamar a otro lugar. Ya llegué aquí sin ningún lazo a la Tierra, como si fuera un viaje más, otra residencia de unos meses, tal vez unos años… Giros que toma la vida, nunca creí que me podría sentir pertenecer a algún lugar.
—Aléjense del televisor, amigos, igual este también puede abducir gente. —Sí, como el de la película homónima—. Por cierto, soy Adara, antigua humana y ahora ángel negro. Un gran placer que nos volvamos a conocer, nuevos bendecidos por la luna. —Y una reverencia teatral que me marco. ¡Qué divertido!
Esto es curioso: hay muchos transformados de aspecto humanoide, algunos incluso reconocibles del todo por nuestro encontronazo con ellos, pero… distintos en cierta medida. El chico del pelo ondulado podría ser un brujo, se le ve algo… cambiado, uno de esos cambios físicos vagos, a veces indefinibles, que pueden caracterizar a aquel que tiene dominio sobre alguna entidad. Alder y Seon —tengo que acordarme de todos los nombres—, no parecen denotar una transformación a primera vista, así que igual se inclinan más por el poder mágico. También la otra chica, la sin nombre. ¿Quién sabe? Pero reconozco al otro, sí.
—¡Conozco lo que eres: un helión! —Interesante criatura, me llamó la atención por su capacidad de almacenar hechizos en las uñas. Por sus características, me recuerda a una especie de berserker centrado en los hechizos ofensivos. ¡Muy interesante!— Oh, ¿ya lo sabías? Perfecto. —Y hablando de berserkers… menudo gigantón tenemos por aquí, ¿debe ser uno de ellos? En todo caso, está claro que se trata de un guerrero puro y duro, probablemente sin capacidad mágica.
*********
¡Qué interesantes son los nuevos transformados! Está claro quién es un vampiro, sin duda, y eso… ¿poltergeist, decís? Podría ser cierto, no se me ocurre otra cosa.—Aléjense del televisor, amigos, igual este también puede abducir gente. —Sí, como el de la película homónima—. Por cierto, soy Adara, antigua humana y ahora ángel negro. Un gran placer que nos volvamos a conocer, nuevos bendecidos por la luna. —Y una reverencia teatral que me marco. ¡Qué divertido!
Esto es curioso: hay muchos transformados de aspecto humanoide, algunos incluso reconocibles del todo por nuestro encontronazo con ellos, pero… distintos en cierta medida. El chico del pelo ondulado podría ser un brujo, se le ve algo… cambiado, uno de esos cambios físicos vagos, a veces indefinibles, que pueden caracterizar a aquel que tiene dominio sobre alguna entidad. Alder y Seon —tengo que acordarme de todos los nombres—, no parecen denotar una transformación a primera vista, así que igual se inclinan más por el poder mágico. También la otra chica, la sin nombre. ¿Quién sabe? Pero reconozco al otro, sí.
—¡Conozco lo que eres: un helión! —Interesante criatura, me llamó la atención por su capacidad de almacenar hechizos en las uñas. Por sus características, me recuerda a una especie de berserker centrado en los hechizos ofensivos. ¡Muy interesante!— Oh, ¿ya lo sabías? Perfecto. —Y hablando de berserkers… menudo gigantón tenemos por aquí, ¿debe ser uno de ellos? En todo caso, está claro que se trata de un guerrero puro y duro, probablemente sin capacidad mágica.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo III)
26/06/13, 01:38 pm
Entre al salón y anuncie mi nuevo nombre, me fije en que Atol estaba con una olla en la cabeza y me empece a reír.
-Vaya, veo que Tap por fin se ha vengado,- dije entre risas,- y veo que has vuelto Atol, ¿tu búsqueda ha dado sus frutos?,- explica lo que es y le doy la enhorabuena por saberlo,- Y veo que Serok ha salido de su encierro.
En ese momento tocan a la puerta y Erin abre, aparecen los transformados que vimos en la avenida con alguno mas, aquella mole mastodóntica llena de ojos no la recordaba al menos.
-Bienvenidos a nuestra humilde morada, aunque no es nuestra claro,- les dije con una sonrisa,- Os ofrecería algo de beber, pero no creo que quede Syv,- dije apesadumbrado,- Oh, que descortés por mi parte no haberme presentado, mi nombre es Enredo, brujo de las enredaderas. Mi nombre humano ya poco importa.
Me fijo en como el chico en llamas sale de uno de los cuerpos, de pronto la percusión que estaba teniendo lugar en el torreón por parte de Tap se detiene. <<¿Aún le tiene miedo al fuego?>>.
El fuego fatuo se presenta como Koval y se dirige a mi.
-Jajajajaajaja, no te preocupes, sigo curioso, pero no te tocare. Seguro que el tacto en invierno es agradable, aunque... ¿Acaso aquí hay invierno?,- digo sarcásticamente.
Un chico se quita la capucha anunciando que el es brujo de la arena, en ese momento me pongo alerta, <<Alguien que podría enseñarme como controlar esto mejor, pero ¿querrá hacerlo?, bueno, no pierdo nada por intentarlo>>.
-Matt,- digo dirigiéndome a el,- ¿crees que podrías enseñarme algunas cosas sobre el dominio? Aun ando un poco perdido con esto, y tu ayuda seria inestimablemente valiosa.- cruce los dedos y espere para ver la respuesta del brujo.
-Vaya, veo que Tap por fin se ha vengado,- dije entre risas,- y veo que has vuelto Atol, ¿tu búsqueda ha dado sus frutos?,- explica lo que es y le doy la enhorabuena por saberlo,- Y veo que Serok ha salido de su encierro.
En ese momento tocan a la puerta y Erin abre, aparecen los transformados que vimos en la avenida con alguno mas, aquella mole mastodóntica llena de ojos no la recordaba al menos.
-Bienvenidos a nuestra humilde morada, aunque no es nuestra claro,- les dije con una sonrisa,- Os ofrecería algo de beber, pero no creo que quede Syv,- dije apesadumbrado,- Oh, que descortés por mi parte no haberme presentado, mi nombre es Enredo, brujo de las enredaderas. Mi nombre humano ya poco importa.
Me fijo en como el chico en llamas sale de uno de los cuerpos, de pronto la percusión que estaba teniendo lugar en el torreón por parte de Tap se detiene. <<¿Aún le tiene miedo al fuego?>>.
El fuego fatuo se presenta como Koval y se dirige a mi.
-Jajajajaajaja, no te preocupes, sigo curioso, pero no te tocare. Seguro que el tacto en invierno es agradable, aunque... ¿Acaso aquí hay invierno?,- digo sarcásticamente.
Un chico se quita la capucha anunciando que el es brujo de la arena, en ese momento me pongo alerta, <<Alguien que podría enseñarme como controlar esto mejor, pero ¿querrá hacerlo?, bueno, no pierdo nada por intentarlo>>.
-Matt,- digo dirigiéndome a el,- ¿crees que podrías enseñarme algunas cosas sobre el dominio? Aun ando un poco perdido con esto, y tu ayuda seria inestimablemente valiosa.- cruce los dedos y espere para ver la respuesta del brujo.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
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