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Torreón Letargo (Archivo II)

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Rocavarancolia Rol
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Caillech
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Caillech
Caillech

Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)
Personajes : Caillech: Suele tener mal caracter y un humor peor, normalmente a causa del hambre que la irrita. Es muy impulsiba y a veces se deja de llevar por sus impulsos sin pensar. Aun así si consigues su amistad la tendrás para siempre, cosa que pocos son los afortunados que logran.
Alexandra: es una buena amiga, siempre que puedas tratar con su gran pereza y su extraña fascinación hacia la sangre.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Torreón Letargo (Archivo II)

09/11/11, 08:05 pm
Recuerdo del primer mensaje :

Oía pasos detras de mi, pero en ningún momento miré atras para comprobar si eran los humanos o el ser quien me perseguía. Tampoco me quité la mano de la nariz, el intenso hedor me habría frenado al instante. Hacer cualquiera de las dos cosas solo haría que perdiera unos valiosos segundos que podrían ser la diferencia entre mi vida o mi muerte a manos de aquel apestoso ser. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal. Solo la imagen de él comiendo mi cuerpo inerte me ponía enferma. Esa era, en definitiva, la peor final para alguien como yo, terminar anclada a alguien como eso. No había ni peor muerte ni peor destino, estaba segura. Era un destino que no le esperaba ni a mi peor enemigo, ni siquiera a un Ranta.

Mientras corría más de una vez maldecí a mi suerte. No podía haber sido un ser que no poseyera olor, no debía ser el engendro que peor olía de toda la ciudad quien nos debía de perseguir. Las estrellas no debían de estar muy contentas conmigo para hacerme tal cosa. Ciertamente, no era de su agrado. Eso era algo que había descubierto hace mucho tiempo, el mismo día que me expulsaron de la tribu por un crimen que no era mío.

A mitad del recorrido mis pulmones empezaron a pedirme más aire de la que le facilitaba por la mordaza que tenía por mano alrededor de ellos. Debía encontrar un lugar pronto donde el aire fuera minimamente respirable o perder al engendro de vista, sino no sabía lo que podría llegar a pasar. Y lo cierto era que prefería no pensar en ello. Esas imagenes o pensamientos no me ayudarían en nada a salir de esta. No me servían de nada más que para ponerme peor y como tal los expulsé de mi mente, encerrándolos bajo llabe en algún rincón oscuro de la que no pudiera salir.

Nadie puede describir, entonces, mi dicha y alegría cuando vi como se alzaba una torre no a muchos metros de mí. ¡Si!, grité para mis adentros, esa debía ser la otra torre de la que nos habían hablado aquella pareja, la torre que nos mantendría a salvo. Debía llegar allí a toda costa, no podría aguantar mucho más de la forma que estaba.

Reuní todas las fuerzas que aún tenía y los empleé para alargar aún más las zancadas. Mientras más cerca veía la torre más esfuerzo hacía yo para acortar aún más la distancia hasta que desapareció dicha distancia. Entré como una exalación, de la misma forma que había entrado en la otra torre, aunque esta vez no me impulsaba el enfado sino las ganas de sobrevivir. Nada más transpasar el umbral di una gran bocanada de aire mientras me quitaba la mano de la cara.

- Si, esto es otra cosa - dije mientras me hacía con cuanto aire podía almacenar mis pulmones, parecía que quisiera succionarlo. Ciertamente, no deseaba pasar por aquella esperiencia jamás. Ya podía aprender muchas cosas que no pensaba pasar por semejante dolor sensorial nuevamente. - Por, Nasandra, esto duele... - me doilían la nariz. Me volvía a llevar las manos a esta con la esperanza de que así disminuyese el dolor punzante. Hasta ahora no me había permitido sentir nada, pero en estos momentos me venía la factura por haber pasado tanto tiempo con aquel ser de olor tan penetrante.

_________________________________________

Al principio lloré,
pero tiempo después
el hambre y el dolor me hizo cambiar
teniendo que matar y de carne alimentar.

Si tu olor golpea mi nariz, siento tu carne
y así el hambre aflora.
No, nolo puedo evitar, no creas que esta mal
es que yo soy asi
pues el pasado he de olvidar

Invitado
Invitado

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

23/11/11, 09:35 pm
Mánia temblaba. Temblaba de miedo por encontrarse en aquella horrenda ciudad, por haber aceptado aquel estúpido trato, aquel absurdo ofrecimiento, la promesa de algo, algo más allá de los muros del castillo... Pero sobretodo temblaba de frío. ¿Cómo no se le había ocurrido llevarse algo de abrigo? ¿Acaso no sabía de sobra el tiempo horrible que hacía fuera de la residencia de Madre? Era cierto que en aquella extraña ciudad no hacía ni la mitad de frío que en las calles de Libo, aún así la ropa que llevaba era ínfima y todavía era demasiado joven como para mantenerse insensible ante él...

Sentada contra la pared de un extraño torreón, Mánia se miró los pies. Sus elegantes zapatillas de oro estaban destrozadas y llenas de tierra, no era el calzado adecuado para andar por una ciudad en ruinas... Recordó sus botas de cuero que en ese momento estarían descansando en el fondo de su armario... << ¿O tal vez ya no existan más?>> Movió los pies ligeramente, lo suficiente para hacer tintinear los cascabeles con forma de calavera que llevaba en los tobillos. Sonrió, y muy lentamente se abrazó las rodillas y ocultó la cara en estas. Y empezó a llorar bajito.
-Quiero volver a casa- gimió, de forma tan débil que ni ella misma pudo escucharse.- Quiero mi cama, quiero mis abrigos de piel y quiero volver con Madre- fue subiendo un poco el tono, pero con miedo de que alguien la oyera, de que algo la oyera. Su maquillaje corrió por sus mejillas como lágrimas de sangre- Perdóneme, Madre, yo no sabía que iba a pasar esto. Quiero volver. Quiero volver a casa...

La brisa le revolvía le cabello negro y los jirones de la finísima tela transparente que antes formaba sus mangas y su falda. Una de las cadenas de sus braguitas se había roto, pero sus garras de oro y sus tres calaveras rojas se habían mantenido impertérritas a las carreras y tropezones de la niña. Las calaveras rojas que velaban por la alta nobleza.
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

25/11/11, 07:47 pm
Cai nos guía por un enrevesado camino de calles y plazoletas. En un principio parece que está tomando las direcciones al azar, pero yo mismo sé que no, se mueve por el olor y tiene el camino más que aprendido. Pronto cruzamos una enorme cicatriz repleta de huesos y un horroroso hedor a muerte y putrefacción hasta que finalmente llegamos a lo que parece ser la famosa torre. Es una edificación más o menos de igual tamaño al antiguo torreón en el que estamos, pero el hecho de que esté cubierto de enredaderas y no tenga un boquete en la planta superior me hace verlo quizá algo más seguro. Con forme mi vista baja hasta los cimientos del torreón me fijo en que hay algún ser menudo dando tiritones. Por su aspecto desvalido no parece una amenaza y me acerco hacia él sin pararme a preguntar al resto. Pronto descubro que el ser es hembra, pues tiene los bultos carnosos del pecho al descubierto, y la causa de los tiritones es su falta de ropa, pues las prendas que lleva además de ser pocas, parecen de algún tipo de metal, como el hierro, con un color dorado, y no deben de dar calor en absoluto.

-¿Estás bien, chica?-le pregunto al tiempo que me quito el poncho y se lo ofrezco. En ningún momento me he parado a pensar que mi simple aspecto pudiera asustarla o nada por el estilo. Desde que en el Maciel la gente había empezado a quitarle importancia a esa parte, yo me había ido olvidando también. Quizá no debería haberlo hecho. Me aparto un poco de ella tras colocar el poncho a su lado-. Perdona si te he resultado un poco brusco. Mi nombre es Giz-me presento-y vine aquí por petición de un tipo ahumado. Al igual que tú, supongo-le explico, esperando que entienda el idioma-. ¿Cómo te llamas, chica?
Invitado
Invitado

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

25/11/11, 10:08 pm
Mania alzó la cabeza bruscamente, tanto que se mareó ligeramente. Tras un prolongado momento de absoluta confusión, vio que ante ella había un grupo de personas... No, no eran personas en absoluto. Un hombre realmente feo le estaba hablando, no podía distinguirlo bien pues sus ojos estaban hinchados y empañados por las lágrimas y la cabeza le dolía a horrores, pero indudablemente era un hombre, el fuerte rechazo que sentía en ese momento se lo indicaba... Mánia ni siquiera se molestó en escuchar lo que él le decía, ni el tono amable con que se lo decía. Cambió su rostro a una mueca, enseñando los dientes a modo de advertencia e imitando el bufido de un gato. No era raro que los andróginos de Libo imitasen muchas veces la conducta de los felinos. Trató de alejarse, pero el muro a su espalda se lo impedía... estaba totalmente acorralada por aquel ser y el terror poco a poco se fue apoderando de ella. ¡Para colmo la estaba tocando! ¡Aquel hombre repugnante la había tocado! O eso le había parecido, pero lo cierto era que la hipotermia, la falta de comida y agua y el extraño olor de las enredaderas del torreón entre las que se había refugiado para pasar la noche habían hecho mella en ella. No le dedicó la más mínima atención al poncho que el lagarto le había ofrecido, de hecho ni lo vio, le soltó un zarpazo a su agresor imaginario con la intención de alcanzarle con sus ya de por sí afiladas uñas, pero olvidandose totalmente de las garras de oro que adornaban sus manos y que llegaron si problema al pecho de Giz a pesar de la distancia entre los dos. Por suerte para él, Mánia no tenía fuerzas suficientes, por lo que el zarpazo apenas rasgó la dura capa de escamas de la que el chico estaba provisto. Desequilibrada por su propio arranque de rabia, Mania cayó hacia adelante, desplomándose contra el suelo y se quedó allí, inconsciente, pero aún tiritando de frío y de miedo.
Alicia

Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

25/11/11, 10:47 pm
Alicia apenas dijo nada más antes de marcharse del torreón. Ni siquiera contestó a Mark, que le había pedido con preocupación que no echase las cosas a suertes, y que pensase por ella misma.
«La vida es azar, Mark. ¿Que quieres que te diga? Cuando cualquier opción es buena o mala, ¿qué importa una moneda al aire?».
Guiados por Caillech atravesaron de nuevo la fosa de esqueletos, y llegaron al otro torreón. Este tenía enredaderas, y aquello le hacía sentir mejor. Eran solo unas plantuchas, pero al menos eran vegetación. En el suelo había una persona... no, una chica. Una chica que temblaba y estaba casi desnuda. Pero llena de adornos y con zapatos de oro. Parecía oro al menos. ¿pero por qué estaba así? Giz se acercó a ella con absoluta naturalidad. Alicia estaba también acostumbrada al lagarto, y se olvidaba de que una vez, sintió miedo solo de verle. Lo recordó justo después de que él cayera en la cuenta y se apartara. Y a pesar de la amabilidad de Giz, la chica no pareció reaccionar, excepto para mirar con los ojos desefoncados, aterrorizada y lanzar un zarpazo que le dio sin fuerzas en el pecho al reptil. Llevaba garras tambien doradas en las manos, que arañaron las escamas de Giz. Era como cuando un animal se siente acorralado y ataca. Como un gatito pequeño. Y el gatito se desplomó hacia delante, temblando sin cesar.
- Giz, aparta. - dijo, aunque ella misma le apartó sin muchas contemplaciones, Incorporó a la pobre niña con las manos, y le coló el vestido blanco que llevaba a cuestas por la cabeza, sin quitarle nada de sus adornos, para no perder tiempo – y porque no hubiese sabido –. Cualquier capa de ropa le vendría bien ahora. Luego cogió el poncho azul de Giz y se lo pasó también por encima.
Repitió lo que su madre había hecho alguna vez con ella de pequeña cuando tenía frío. Y le dio con las manos de las palmas por el cuerpo en suaves y rápidos circulos, para activar la circulación y darle calorcito. Aún preocupada, se quitó el jersey, quedandose en camiseta, y le añadió otra capa a la niña. No era ninguna clase de instinto maternal, porque Alicia no era de esas. Tal vez lo hizo porque la niña le recordara a un gato. O porque simplemente le pareció lo correcto. Quizás tuviera otro motivo, pero no dejó que Giz se acercará para ayudarle, ni siquiera Noel o Cail. Y levantó como pudo a la chica, y la arrastró al interior del torreón, con sus compañeros al lado.
Invitado
Invitado

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25/11/11, 11:27 pm
Mánia se revolvió. Alguien la estaba abrazando y por un instante creyó que se trataba de aquel hombre horrible, pero un repentino calor y un perfume femenino la tranquilizaron al instante. Era una chica la que la tenía en sus brazos por lo que se calmó y dejó y la frotara para darle calor. Aquellas caricias le recordaron a Madre y a sus mimos, pero inmediatamente la imagen del contrato la arrastró a la realidad. No estaba con Madre. Abrió los ojos y miró asustada a la persona que la sostenía, una chica ciertamente, con el cabello rubio y los ojos... ¿marrones? << Una chica de campo>> pensó << ¿Pero por qué esos ojos tan feos?>> Frunció el ceño, jamás había visto unos ojos de un color como ese... Pero esa chica le había salvado del hombre así que no le dio mayor importancia, además le había puesto ropa de abrigo. Mania olisqueó la ropa nueva que llevaba encima e hizo una mueca de desagrado, un fuerte olor a arena lo llenaba todo... a arena y a sequedad. Se desembarazó de nuevo de toda la ropa como si le picase horriblemente y lanzó el poncho, quedándose con las otras dos prendas. La inspeccionó con sumo cuidado y finalmente se quedó con el jersey que le iba algo ancho y dejaba al aire sus blancas piernas y sus clavículas perforadas.
-Ten -le dijo a Alicia devolviéndole el vestido y olvidándose por completo del poncho, que seguía en el suelo. - Soy Mánia, y tengo hambre ¿Tienes comida?- no preguntó por el nombre de la chica y tampoco parecía importarle, su única preocupación del momento eran los rugidos de su estómago y su sed.
Miró a su alrededor, estaban en la planta baja del torreón, plagada de muebles demasiado bien ordenados. Mánia se quitó las zapatillas y andó descalza por el lugar con ellas en la mano, el suelo estaba frío, y tenía los pies tan entumecidos que ni siquiera los sentía, pero no le importó, su curiosidad era mayor que el frío el hambre y el cansancio; acababa de descubrir un torreón enorme para explorar. Sus ojos violeta se iluminaron y en poco tiempo estuvo correteando de un lado para otro
- ¿Qué es este lugar? ¿Vive aquí alguien? ¿Hay tesoros? ¿Y la comida? -preguntó mientras registraba uno a uno los cajones de una cómoda. Entonces descubrió la cocina. Corrió a pegarse al horno en busca de calor, pero este estaba apagado. - Enciéndelo- ordenó imperiosa al primero que pasó por su lado. Ni por un momento se había parado a pensar en que allí nadie la consideraba un ser sagrado, para ella no había entre los presentes ni una sola persona que pudiese estar por encima o al mismo nivel que ella, ni siquiera había prestado atención a los lagartos, pues su línea de pensamiento había tomado tantos caminos distintos en tan poco tiempo que rápidamente se había olvidado de ellos.
Giniroryu
Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Personajes :
Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
Lethe: Horus, enderth.
Rägjynn: mjörní.
Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.


Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.

Armas :
Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
Irianna: arco y estoque.
Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
Lethe: arco y lanza.
Rägjynn: jō.
Naeleth: arco, sai y báculo.


Status : Gin: do the windy thing.

Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

26/11/11, 12:44 am
Seguimos a Cai por el entresijo de calles hasta llegar al torreón. Por el camino cogimos parte de la comida de la bañera, dejando suficiente para los que se quedaban en el otro torreón. Mañana tendríamos que observar hacia donde se dirigían las otras bañeras, esta nos quedaba ya muy lejos de nuestro nuevo refugio y además lo justo era que se la quedaran los demás. Nuestro nuevo hogar era muy parecido al otro torreón pero por algún motivo me gustaba más. Quizás fuese porque estaba cubierto de enredaderas o simplemente alguna preferencia sin sentido.
Nada más llegar a la puerta del torreón lo primero que nos llamó la atención fue, sin duda, que alguien ya se encontraba allí. Una chica... con unas pintas bastante extrañas, porque parecía más o menos de mi edad pero iba muy maquillada y vestida de una forma... casi desnuda, de hecho. No pude evitar desviar la mirada avergonzado al ver que no llevaba nada cubriendo sus pechos. Giz, en cambio, no tiene ningún problema con ello y le ofrece ayuda. Claro, él no es humano... Le habló con amabilidad pero la extraña chica se puso en actitud defensiva -parecía una especie de gato asustado- y no dejó que se le acercase. Bueno, ella era humana y Giz un lagarto, nosotros habíamos sentido miedo al verlos por primera vez; sin embargo, hubo algo en su actitud que me hizo pensar que no se trataba de eso, o al menos no sólo eso. Entonces Alicia intervino y le ofreció su ropa para abrigarla. Desechó sin contemplaciones el poncho que le había ofrecido Giz y se puso uno de los jerseys de Alicia. A ella sí le dejó ayudarla. Bien, al menos ahora tenía un poco más de ropa, eso lo hacía todo más facil...
Tan pronto entramos en el torreón la extraña chica se descalzó y comenzó a hacer preguntas. Preguntó por la comida sin hacer caso de ninguno de nosotros, ni siquiera de Alicia. Entró en la cocina, que se encontraba orientada más o menos al mismo lado que en el otro torreón. La seguimos aún bastante atónitos por su comportamiento y cuando pasé por su lado me pidió que encendiese el horno. O más bien me lo ordenó. Fruncí el ceño por el hecho de que una niña desconocida me diese órdenes sin ni siquiera haberse presentado. Aunque algo me decía que no iba a atender a razones así que me encogí de hombros y saqué la caja de cerillas de mi bolsillo.
-Tenemos que comer todos de cualquier forma, pero ser educados no hace daño a nadie -comento de forma general más que dirigiéndome a la niña-. Sin duda el señor conde podría extenderse largo y tendido acerca de esto...
Encendí un fósforo y comencé a intentar prender los restos de leña que había en la cocina.


Última edición por Giniroryu el 26/11/11, 01:53 am, editado 1 vez
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Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

26/11/11, 01:45 am
Pero Mánia no había escuchado una sola palabra de lo que el chico le había dicho pues, incapaz de esperar siquiera el poco tiempo que tardó el horno en encenderse, se perdió escaleras arriba, ansiosa por explorar el torreón. Por el camino descubrió las cestas de comida y rebuscó en una de ellas algo para saciar su hambre. No había nada adecuado a su exquisito paladar, aun así eligió un trozo de carne en salazón no demasiado grande y se lo comió en pequeños bocados con una delicadeza asombrosa, sin mancharse lo más mínimo. Cuando llegó a la primera planta fue revisando las habitaciones. Tenían bañera, se asomó y buscó un grifo pero no había ninguno. Frunció el ceño y buscó agua corriente por toda la habitación ¿De dónde iban a sacar el agua? En la otra habitación había una mesa y un círculo raro dibujado en el suelo. Mánia dio varias vueltas alrededor de él preguntándose quién podría haberlo dibujado... Subió otro piso y encontró una enorme habitación llena de camas y baúles. Saltó feliz sobre una y se dejó caer sentada al notar que no tenía muelles que chirriasen, pues el colchón era de paja y el somier de madera. Rodó por el colchón y prnto percibió un olor... era muy suave y no demasiado reciente, pero podía distinguirlo a la perfección, y sabía que no pertenecía a una sola persona. Parecían... ¿tres? mezclados y entremezclados, y sabía que uno de ellos era de una mujer. Mánia sonrió imáginándose la situación, y riendo fue saltando de cama en cama hasta uno de los baúles. ¡Ropa! Fue lo que encontró dentro. Al menos fue lo que encontró dentro que llamó su atención; ropa tosca, ancha, prendas viejas, pero tambien algunos vestidos bonitos, muy pocos, y lencería fina. Mánia se apropió de la lencería rápidamente, pronto necesitaría una muda limpia y no pensaba usar aquella ropa tosca y fea; una de las normas principales del castillo era estar siempre presentable para Madre, y aunque ya no estaba en el castillo ni estaba Madre cerca no pensaba incumplir esa norma. Encontró un par de braquitas blancas con un encaje muy sencillo, eran bonitas, pero el blanco era un color vulgar para alguien como ella << Para la chica de campo, ella también tendrá que cambiarse...>> Añadió las braquitas y el sujetador a juego al montóncito de ropa que ya había reunido y siguió rebuscando entre la ropa hasta dar con un kimono verde... Mánia dejó escapar un quejido lastimoso al ver el estropicio que habían hecho con esa prenda; tenía un desgarrón enorme y estaba manchad de sangre, pero comprobó que aún podía ponérselo << Mañana diré que lo laven..>> pensó al probárselo por encima de la ropa. Recogió su pequeño botín y se fue hacia una de las camas dispuesta a quitar el colchón y llevárselo escaleras abajo, pero con todas las cosas que llevaba en las manos no pudo tirar de él, por lo que se rindió apenas al segundo intento. Cuando se disponía a irse tropezó con algo; una sudadera negra bastante grande (en comparación con Mánia) y con el interior forrado de plumón negro. Mánia hundió la cara en las suaves plumas y reconoció el olor que antes había detectado en uno de los colchones. Era de hombre, pero le daba igual, olía bien... Se quitó el jersey de Alicia y se puso la sudadera, le iba tan grande que le llegaba a medio muslo y de sus manos tan solo se distinguía la punta de sus garras de oro. Con una sonrisa radiante, bajó las escaleras dando saltitos y tarareando, feliz de su descubrimiento. Se fue directamente hacia Alicia y le devolvió el jersey, con el añadido del conjunto de lencería
-Tu también necesitas una muda. Hay más arriba- informó.
Luego se fue a la cocina, comprobando para su felicidad que el horno estaba encendido, así que arrastró un sillón hasta que estuvo bien cerca del calor del horno, escondió bien su botín bajo el cojín y estuvo un rato entretenida quitándose las joyas hasta quedarse únicamente con sus piercings, algunos de los cuales no se podían quitar, y sus braguitas rojas, ocultas bajo la sudadera. Cuando acabó de ponerse cómoda se hizo una bola metiendo las piernas, las manos y la cabeza dentro de la sudadera, y se acurrucó en el sillón de tal forma que solo podía distinguirse una bolita negra. Allí dentro estaba calentita, y el suave tacto de las plumas pronto le recordó lo cansada que estaba. Su hiperactividad anterior no había sido más que un síntoma del sueño y un mecanismo natural contra el frío.
Se escuchó un ''buenas noches'' desde las profundidades de su improvisada madriguera y después nada, salvo un suave ronroneo y el subir y bajar de su respiración.
Alicia
Alicia

Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos

Personajes :
  • Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
  • Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
  • Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
  • Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.


Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

26/11/11, 04:19 pm
Alicia observó asombrada el comportamiento de la niña, que tan pronto como se deshizo medianamente del frío, comenzó a actuar de manera hiperactiva y a dar ordenes. Era evidente que estaba acostumbrada a darlas y a que fuesen acatadas. Sólo por esto, Alicia se lo dejó pasar. Pero no movió ni un músculo para complacer a Mánia, como la propia niña se presentó; si alguna vez había sido importante, o había disfrutado de lujos, aquello había terminado con su llegada a Rocavarancolia. Noel si sacó las cerillas y se fue a preparar una hoguera, hablando con su habitual sentido del humor sobre los modales.
«Las cerillas... ¿cuantas cerillas hay en una caja? ¿hasta cuando nos durarán?» pensó. Y luego le salió una sonrisa al recordar que la primera noche que habían pasado allí, también se habían llevado las cerillas, y una vez más, acababan de dejar sin fuego al otro torreón. Curiosamente, aquello esta vez no le preocupó gran cosa, porque en seguida saltó de un pensamiento a otro, y se pusó a pensar en la comida. También tenía hambre, pero no quiso colaborar con la preparación del alimento y decidió practicar un poco antes del desayuno. A parte de los cristales, se había querido llevar al menos, una daga, una espada y un arco, para seguir practicando por su cuenta. Aunque había decidido que en las visitas que hicieran, también sacaría tiempo para practicar con Vlad, estaba bastante obsesionada con mejorar en el tema de la autodefensa. Durante los combates podía sacar todo lo que normalmente se esforzaba en retraer. Y la promesa que se había hecho a sí misma de sobrevivir... tenía que cumplirla.
Mientras recogía el arco y las flechas del suelo, Mánia, que ni siquiera había esperado a ver si le obedecían o no y se había marchado a explorar el edificio, regresó vestida con una gran sudadera negra en vez del jersey morado de Alicia, que le devolvió junto a un conjunto de ropa interior.
No sabía como se las apañaba la pequeña para sorprenderla cada vez que hablaba. Aceptó atónita la ofrenda y vio que la niña corría hacía donde el horno ya estaba encendido. Agarrando el arco, subió por las escaleras del torreón para dejar aquella ropa en algún lado concreto, y de paso, echar un vistazo a la ropa de la que hablaba. Había un dormitorio, con camas preparadas y todo. Aquello le hizo tan estúpidamente feliz (a pesar de ser colchones de paja), que olvidó totalmente su entrenamiento, la ropa y a la recién llegada. Llevaba tres noches durmiendo fatal, acurrucada en algún lugar incómodo y teniendo pesadillas. Se tumbó en la primera, con la intención de probarla, de sentir eso que sientes recién levantada un día de invierno, abrigada por mil edredones. La comodidad de una cama. No era lo mismo, claro, pero incluso agarró inconscientemente una manta que estaba por allí. Al principio solo estaba sentada sobre el colchón, que era más agradable de lo que había imaginado – o quizás era eso de que a buen hambre no hay pan duro – y de alguna forma, acabó dormida sobre la cama.
Despertó sin haber estado mucho tiempo con los ojos cerrados, pero con mayor sensación de descanso. Luego se sobresaltó. ¿Que hacía dormida? ¿no iba sólo a dejar la ropa en el piso de arriba? ¿y el desayuno? Se puso su jersey morado de nuevo (ya se cambiaría más tarde) y se fue directa a las escaleras. Cuando bajó, los otros habían comido ya, y el sol estaba algo más alto en el cielo.


Última edición por Alicia el 27/11/11, 01:30 pm, editado 2 veces
Caillech
Caillech

Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)
Personajes : Caillech: Suele tener mal caracter y un humor peor, normalmente a causa del hambre que la irrita. Es muy impulsiba y a veces se deja de llevar por sus impulsos sin pensar. Aun así si consigues su amistad la tendrás para siempre, cosa que pocos son los afortunados que logran.
Alexandra: es una buena amiga, siempre que puedas tratar con su gran pereza y su extraña fascinación hacia la sangre.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

26/11/11, 05:07 pm
Los llevé al Torreón que habíamos encontrado con bastante facilidad. Solo había necesitado encontrar mi propio olor y perseguirlo mientras iba memorizando los olores de otros sitios por los que pasábamos, por si alguna vez debíamos encontrarlos por el motivo que fuese. Nunca se sabe. Mientras abría la marcha más de una vez les miré a mis compañeros para saber si aún me seguían, no fuera que perdiese a uno de ellos y rompiese tan fácilmente mi palabra. Podía ser muchas cosas, pero mentirosa no era una de ellas. Además, mientras miraba hacia ellos también vi el gesto de Giz, quien se encontraba un tanto perdido. Normal, todos estos lugares y olores eran nuevos para él, esta mezcla sensorial no era fácil de ver en nuestro mundo. Por otra parte estaba el hecho que yo había podido caminar/correr antes por aquí, de modo que me era más familiar.

Pasamos cada uno de los sitios por las que pasamos el día anterior, hasta de esa maldita cicatriz del suelo. Debía encontrar otra forma de pasar para la próxima vez, esta impresión de estar suspendida en el aire no era de mi agrado, en lo absoluto. No me importaría no pasar por aquí y dar un rodeo más grande para darle un rodeo a la cicatriz. Aunque si no tuviese un final o estuviese demasiado lejos sería un problema o nos traería problemas. Estar tanto tiempo fuera era como decir a gritos: "Monstruos venid aquí y comednos". No, debía pensar en lo mejor para la supervivencia, que en estos momentos era olvidar mis reparos y miedos para traspasar ese puente infernal.

Por fortuna nada malo pasó allí ni a lo largo del camino hacia la torre. No hubo ni engendro ni extraños incidentes.

- Hemos llegado bien no hemos encontrado nada extrañ... - ¿Qué era eso? Para mi sorpresa me encontré que había una especie de... ¿humana? Pese a que a diferencia de ellos no llevaba nada encima para taparse, cosa que incomodó a Noel cuando llegó por algo que a mi me pareció tan superficial pero que entre ellos no debería ser normal, y además estaba temblando de frío. ¿Y esas uñas largas y negras? ¿Qué era lo que llevaba encima o lo que tenía en la cara? ¿Qué tipo de humano era ese? Ciertamente era muy desconcertante, aunque coincidía alguno rasgos humanos en ella, porque era una hembra teniendo en cuenta los pechos, había algo que no encajaba, pero no sabía el qué.

Detrás de mi entró Giz quien intentó ayudar a la niña, calentarla, consolarla. Lo que siempre intentaba hacer. ¿Por qué no había hecho yo lo mismo en el instante que vi a la pequeña temblando de frío y lloriqueando por su madre? Ya sabéis que soy desconfiada y había algo en esa humana que me hacía desconfiar o mantenerme alejado hasta saber más de ella. Esa técnica siempre me había servido y no pensaba darle la espalda a esa costumbre que me había mantenido con vida por más tiempo del que debería haber pasado. Y, lo cierto es que, me alegré de no haber hecho lo que hizo por la reacción que tuvo con Giz, bufándole y dándole golpecitos como una loca antes de desplomarse. Si había sido así con él, quien era el más amable y con menos pinta amenazadora de los dos Asrenianos que nos encontrábamos aquí, no quería pensar lo que hubiera hecho o como habría reaccionado de haberme acercado yo. Por fortuna, no iba a averiguarlo, pues me mantendría aparte mientras supiese que iba mal con aquella humana, yo no sentía esos sentimientos maternales como los de Alicia quien fue en socorro de la extraña humana.

Oí como la humana le pedía comida. Dejé mis cosas en el suelo y meti mi mano en la mochila para sacar la carne que había traido para tenderselo a Noel.

- Preparale algo a la pequeña, le ayudará a entrar en calor algo de comida, yo no tengo hambre - me limité a decir sin apartar los ojos de la pequeña, aun queriendo saber lo que no encajaba en ella, antes de salir al patio después de quitarme la capa y llevar conmigo mi pequeño arsenal de armas para entrenar.

Allí estaba Alicia también, parecía que había dejado a la pequeña... ¿como había dicho que se llamaba?... ah, si, Mánia. Parecía que había dejado a la pequeña Mánia para entrenar un poco, algo que me gustó. Admiré su determinación por mejorar, algo que se podía atisbar en su mirada. Yo no sería menos. Saqué una lanza parecida a la que había empleado Sezk y empecé a averiguar por mi cuenta como se debía de utilizar. Así podría ser capaz de averiguar como hacer frente a alguien con esa arma, quitárselo en medio de un confrontamieto y utilizarlo contra él/ella/ello.

Y así me vieron los otros con una lanza en la mano luchando con todas mis fuerzas contra un Sezk imaginario, esquivándolo y asestándole golpes con aquella arma. Era una buena forma de prepararme para nuestro siguiente combate. En la cual nadie interferiría y él moriría. Sezk era un peligro para mi vida, mientras que él respirase no habría paz, no habría descanso. Debía convertirme en alguien poderosa, no solo para sobrevivir hasta la Luna Roja, sino también para superarlo a él, a la fuerza que le daba la locura.

Iba a vivir, costase lo que costase yo viviría. Podían apostar por ello...

_________________________________________

Al principio lloré,
pero tiempo después
el hambre y el dolor me hizo cambiar
teniendo que matar y de carne alimentar.

Si tu olor golpea mi nariz, siento tu carne
y así el hambre aflora.
No, nolo puedo evitar, no creas que esta mal
es que yo soy asi
pues el pasado he de olvidar
Yber
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.

Personajes :
Dirke/Ramas.
Giz.
Tap/Malahierba.
Lara 37/Saria Omen.
Rasqa: parqio transformado en moloch.
Eitne.


Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

26/11/11, 05:44 pm
La actitud de la chica nueva me hace sonreír. Se parece mucho a los humanos, pero no sabría decir si era exactamente una de ellos. Además, sus comportamientos eran más parecidos a los de un animalillo. Me llevo la mano al pecho, donde apenas había conseguido arañarme las escamas, no porque me haya dolido ni nada, sino porque debería haberme dado cuenta de que la chica no sabría de nuestra existencia. << Será mejor que de momento no me acerque a ella... >> No me gustaría acabar de rematarla del susto, pues parecía encontrarse débil << ¿Se habrá pasado todos estos días perdida en mitad de la ciudad? >>.

Vuelvo al sitio donde dejó tirado mi poncho y me lo vuelvo a poner, recuperando con él la poca dignidad que me había quedado después de haber obviado mi aspecto. << ¿Y así es como pretendo conseguir lo mejor para el grupo? >> Niego con la cabeza y me dirijo de nuevo al interior. Allí me encuentro a la chica escondida casi por completo en una prenda de ropa para humanos. Está sentada sobre un sillón mullido que debe de haber colocado aposta. Frente a ella hay una especie de aparato que emite calor. No es lo mismo que salir y ponerte al sol, pero es agradable ver que hay artefactos capaces de producir calor artificial aquí dentro. Eso nos podrá servir a Cai y a mí.

Mientras le doy vueltas a la idea de explorar el sitio, me llama la atención poderosamente el olor a tierra y posiblemente a algún tipo de plantas que desconozco, e inmediatamente pongo la idea de explorar a la práctica. Sigo el rastro hasta dar con un patio de tierra lleno de plantas de varias formas y tamaños. << Increíble... >> El desierto era un lugar no muy dado a lugares así, salvo en los oasis, y aquí parecen crecer con facilidad << Tal vez pueda cuidarlas... >>. Lo único negativo de esto es que la vegetación hacía parecer aún más chico el patio, pero no es más que una cuestión visual. Entonces caigo en cuatro losas de piedra con inscripciones, me acerco y leo lo que parecen ser unos nombres. Me agacho, cojo un pequeño puñado de tierra y la huelo. Ya no tengo ninguna duda de lo que hay bajo el suelo y la idea me horroriza y me impresiona a partes iguales. << Estoy pisando sobre cadáveres >> y lo peor es que por las losas con los nombres, parece algún tipo de costumbre común... << ¿No se los comen? >> Supongo que no creerán en Nassandra, ya que ni siquiera se puede ver desde aquí, y desvío mi atención a la estatua central. Tiene forma de algún tipo de ser humanoide que, para variar, también desconozco y está atravesada por gruesas estacas de madera.

Tras eso vuelvo al torreón y subo hasta las plantas más altas. Descubro varias habitaciones con camas mullidas, de esas que tanto les gustan a los blanditos, y algún que otro mueble de madera con ropa, toda humana. un sótano con una armería menos variada en comparación a la del Maciel. Sin embargo en una de ellas encuentro varios cristales como el de Alicia. Cojo uno y bajo con él hasta el patio. Me siento a la sombra de la estatua y comienzo a hacer girar el cristal entre mis manos, como si eso me fuera a dar la fórmula para encenderlo.

_________________________________________

No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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27/11/11, 01:23 pm
Mánia se despertó bien entrada la tarde o eso le pareció por la luz verdosa que entraba en el torreón. Sacó las piernas y la cabeza del cálido interior de la sudadera y se estiró hasta que sus huesos crujieron, permaneciendo estirada en el sillón unos minutos, mirando al techo. A Mánia le gustaba dormir, le encantaba dormir, podía pasar perfectamente días enteros durmiendo, pero algo en aquel lugar le impedía conciliar el sueño durante demasiado tiempo... Era la aventura. La posibilidad de tantos sitios para explorar y tantas cosas que descubrir; en ese momento se encontraba en un torreón y aún no conocía cada rincón, cada escondite, cada piedra y cada mota de polvo. Mánia quería verlo todo.

Saltó del sillón y los cascabeles de sus tobillos tintinearon. La andrógina dió un par de vueltas, saltando para hacerlos sonar más alto, y con el movimiento las cadenas negras de sus braguitas se unieron al concierto. Mánia se levantó la sudadera y las observó con atención, luego subió un poco más para descubrir sus blancos pechos y el lugar de donde debería pender la calavera roja que Madre le había regalado como símbolo de protección... Volvió al sillón y rebuscó bajo los cojines la pieza de oro que le sujetaba el pecho, de donde colgaba la cadena negra que sujetaba la calavera, la arrancó y luego arrancó las cadenitas negras de sus braguitas. Su intención era unirlas y hacerse un colgante, para poder llevar el regalo de Madre a todas partes, en aquella ciudad no podía ir vestida como en casa, hacía demasiado frío, pero Mánia necesitaba seguir siendo una andrógina de Libo, necesitaba seguir manteniendo su porte, su apariencia, la estética que le había inculcado su ama; necesitaba sentirse cerca de casa. Sin embargo Mánia no tenía demasiada habilidad manual, y no fue capaz de unir las cadenas como quería, se quedó mirando la calavera n sus delicadas manos, envuelta en cadenas y cuentas negras, y a punto estuvo de echarse a llorar... Al final envolvió su pequeño tesoro en una tela y lo escondió con las demás cosas, buscando cualquier otra seña de identidad además de sus tobilleras. Sacó su tocado ceremonial, formado por dos pares de orejas adornadas con pendientes hechas de oro macizo y cromadas con los colores oficiales de la nobleza. Separó ambos pares de orejas y se quedó con el primero, más grande y de colores más puros; dorado, rojo y negro. Se lo puso como si fuesen sus propias orejas y salió al patio con una profunda expresión de tristeza. El peso del oro en su cabeza la reconfortó.
Los ojos de Mánia se abrieron como platos cuando vió toda la vegetación que llenaba cada rincón del patio. Ni siquiera se fijó en lo descuidado que estaba todo, todas aquellas plantas juntas... << Es como una maceta gigante....>> Y es que Mánia, en los últimos años, las únicas plantas que había visto habían sido las de las macetas del castillo. Un escalofrío de emoción le recorrió todo el cuerpo y una sonrisa maravillada había empezado a formarse en su rostro. Sintió eln impulso de correr, de revolcarse en la tierra que notaba bajo los pies descalzos, caliente por el Sol, de inspeccionar y oler todas y cada una de las plantas... Pero debía mantener la compostura. Era una andrógina entre gentes de campo y debía comportarse como la criatura sagrada que era... además había hombres cerca y ella jamás se rebajaría ante ningún hombre. Se contentó con pasear grácilmente entre las plantas, moviéndose con la elegancia de un gato permitiéndose expresiones de fascinación y grititos de sorpresa cuando nadie la veía o la oía, cuando alguna rama le hacía cosquillas o un grillo despistado decidía saltarle encima. Se puso a perseguir al grillo a una distancia prudente, debatiendo en su cabeza si debía atraparlo y luego soltarlo, arrancarle las patitas una a una o simplemente aplastarlo. Iba descartando esa idea última con una mueca de asco cuando se dió cuenta de que estaba peligrosamente cerca de... No sabía lo que era, pero era enorme, feo y escamoso, con el pecho plano y... ¿cola? Mánia se escondió tras un arbusto y observó al ser que parecía jugar a las peleas, inmediatamente recordó al otro ser que había confundido con un simple hombre... ¿qué eran esas cosas? Enseñó los dientes de forma amenazadora a pesar de que desde allí no podían verla y se fue acercando sigilosamente para tener mejor vision del ser escamoso. Fue entonces cuando se dió cuenta; los movimientos, el porte, la particular agresividad y un suave perfume inconfundible al olfato de cualquier habitante de Libo... Aquél ser era una hembra. << ¿Cómo puede? ¡Es imposible!>> Mánia no podía creer que algo como aquello pudiese ser una hembra, pero lo era, y no solo eso; era una hembra guerrera, y Mánia debía respetarla como le habían enseñado, pues las guerreras eran las que traían la gloria al reino. Por muy distinta que fuese su apariencia no dejaba de ser lo que era, y si cumplía su función no iba a ser ella la que se interpusiera en su camino. Respiró hondo recuperando la compostura tras la revelación y salió de su escondite, quitándose las hojas del pelo. Pasó junto a Caillech y la saludó con una sonrisa cordial ladeando ligeramente la cabeza, no estaba segura de que la hubiese visto, pero ese era el protocolo... << Ahora el otro...>>
Volvió a esconderse observando al otro ser escamoso, mucho más pequeño pero igualmente horrible, y olfateó el aire que venía de su dirección. Este era un hombre sin duda. Volvió a desnudar los dientes pero algo en las manos del ser llamó su atención, un destello. Tenía algún tipo de gema en las manos, y brillaba, y el ser lo movía al sol arrancándole más y más destellos que bailaban a los ojos de Mánia. Y ahí fue cuando su porte y compostura se fueron al trase. Salió como un rayo de su escondite y se encaramó al lugar en el que estaba el ser escamoso, quedando en equlibrio sobre el pedestal, asomada al hombro del lagarto. Miró el cristal, miró al lagarto por el rabillo del ojo frunciendo el ceño, y le arrancó el cristal de las manos con tal ímpetu que se cortó. El corte no fue lo bastante profundo como para que Mánia lo notara, pero sí para hacerle sangrar. Mientras huía con su botín, el cristal se encendió, y Mánia quedó clavada en el sitio mirandolo.
-Brilla- dijo en un tono tan dulce como infantil, alzándolo sobre su cabeza- Es bonito...- << Y es mío...>>
Alicia
Alicia

Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos

Personajes :
  • Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
  • Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
  • Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
  • Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.


Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

27/11/11, 01:47 pm
Alicia mordisqueó un poco de pan preguntándose por las bañeras, y su próxima aparición. Y si el resto del grupo se decidiría al fin a ir a explorar el otro edificio. Salió fuera, y vio un jardín. Antes no había dado gran importancia a las enredaderas del torreón. Ella habia crecido entre el verde exuberante de los bosques de Dinamarca, aquello solo era una pequeñisima porción de la vida a la que había estado acostumbrada. Pero comenzó a plantearse que tendría que darle más importancia a la vegetación de su nuevo hogar. Quizás fuera la única de la ciudad. Al menos no había visto ni rastro de ella hasta entonces. Con nuevos ojos, miro las plantas de aquel jardín, como un oasis en la tierra de pesadilla a la que había llegado. Que poquito le había parecido en su primera impresión. De alguna manera, pudo sentir tristeza y felicidad a la vez. Aunque más tristeza que otra cosa. Fue un momento. En el que se le oscurecieron los ojos y acarició distraída la hoja de una planta. Luego sacudió la cabeza. Mánia caminaba entre las plantas con gran compostura, pero sus ojos brillaban de la emoción. La chica tenía pircings en el labio, y ya se había fijado cuando la encontró que llevaba pendientes en otros muchos sitios. ¿pero de donde salía aquella chica? En cualquier caso, a Alicia le recordaba a un gatito, y le divertía su manera de ser.
Alicia esbozó una sonrisa y con un humor menos cenizo se acercó a donde Cail practicaba con la lanza. Agarró el arco y sacó una flecha. Tensó la cuerda como recordaba haber visto a Vlad hacerlo. La mano derecha hasta la oreja, la flecha entre el indice y el corazón. El brazo izquierdo recto y sosteniendo el arco. Apuntó a un lugar concreto de la pared. No había puesto diana, pero ella sabía exactamente que punto se había fijado como meta. Disparó, y falló estrepitosamente.
No bajó el brazo y sacó otra flecha. Falló. Su irritación iba en aumento. Comenzó a notar un hormigueo en los músculos del brazo que sostenía el arco, pero no lo bajó.
Disparó siete flechas más hasta que no pudo seguir sosteniendo el brazo en alto, porque era lenta preparándose para el tiro, y eso le pasaba factura.


Última edición por Alicia el 27/11/11, 02:02 pm, editado 2 veces
Alicia
Alicia

Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :
  • Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
  • Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
  • Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
  • Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.


Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

27/11/11, 01:53 pm
1-25 acierta
26-100 falla
(tiene mala puntería)
Rocavarancolia Rol
Rocavarancolia Rol

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

27/11/11, 01:53 pm
El miembro 'Alicia' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio

'Dado de 100 caras' : 92, 20, 98, 35, 13, 89, 53
Caillech
Caillech

Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)

Personajes : Caillech: Suele tener mal caracter y un humor peor, normalmente a causa del hambre que la irrita. Es muy impulsiba y a veces se deja de llevar por sus impulsos sin pensar. Aun así si consigues su amistad la tendrás para siempre, cosa que pocos son los afortunados que logran.
Alexandra: es una buena amiga, siempre que puedas tratar con su gran pereza y su extraña fascinación hacia la sangre.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

27/11/11, 03:24 pm
No sabría decir cuanto tiempo estuve entrenando con la lanza, como siempre me solía ocurrir cuando me enfrascaba en alguna nueva empresa que me había impuesto yo misma había perdido el santo al cielo. Sin apenas detener mis movimientos miré al cielo para verificar a que hora del día nos encontrábamos. Por Nasandra, el sol se encontraba en lo alto, ¿tanto tiempo había estado ensimismada entrenando? A mi me habían parecido apenas unos minutos, a lo sumo unas pocas horas, pero no tanto. Bueno, por lo menos había aprendido unas cuantas cosas sobre el manejo de esta arma. No era aún una experta, no me engañaba pensando que con un día de entrenamiento con un arma hasta entonces desconocida para mi lograría ser capaz de vencer a Vlad por ejemplo, quien parecía haber crecido con algunos maestros a su lado, los cuales le enseñaron bastante bien.

Una brisa llegó a mi mientras atravesaba el corazón de Sezk tras apuñalarle en el hombro derecho, desarmándolo. Instintibamente olfateé el aire. Era una constumbre que había cogido tras los años que había pasado en el desierto sola. Solía olfatear mis alrededores constantemente en busca de alguna amenaza o para reconocer el terreno en busca de alimentos y agua. Así descubría algo de lo que no me había percatado por culpa de mis ansias para mejorar en el manejo de las armas, había plantas, muchas plantas. Eso me sorprendió, ¿cómo podía haber plantas sin un oasis alrededor? Estúpida, me dije, esto no es Asrena, es Rocavarancolia, un planeta completamente diferente, con reglas completamente diferente y con personas y lugares completamente diferentes.

Pero no era lo único que se encontraba por allí. Mánia. Supe que era ella antes de que saliese de los arbustos en los que se escondía mientras me espiaba. Ella no era como los humanos, ni su comportamiento ni siquiera su olor coincidían. Además, estaba su notable aversión a mi raza o eso creía yo hasta entonces, que no odiaba o temía por nuestro aspect... ¿Había sido eso una sonrisa? Fruncí el ceño extrañada. Esa niña era de lo más extraña. En un momento se encontraba intentando atacar a Giz y al siguiente me sonreía con... ¿respeto? No llegaba a comprender la mente de aqulla pequeña, juro que no lo hacía.

Entonces vi como se acercaba a mi compañero Asreniano, quien se encontraba con una de aquellas misteriosas piedras que parecían poder brillar aunque aún no lo supieramos como. De repente, la pequeña Mánia, quien había estado embelesada con la piedra, se lo arrebató de las manos cortándose. Pude ver como, al contacto de su sangre brillaba. Aquella extraña hembra había descubierto el secreto de activar aquellas piedras, la sangre, eso era lo que le daba vida.

Pensativa me quedé, dejando atras el entrenamiento, mirando como la pequeña salía corriendo con la piedra mientras me situaba al lado de Giz.

- Esa hembra no coincidirá con algunos de los patrones humanos, pero ciertamente nos ha ayudado a descubrir algo que podría sernos de utilidad - en ese momento miré hacia él apartando la vista de la pequeña para hacerle la pregunta que se me había ocurrido en aquellos momentos - ¿Te apetece hacer un poco de investigación? Yo he acabado de entrenar por ahora y podríamos emplearlo para saber para qué sirven estas extrañas piedras. Me vendría bien un par de ojos más para ello, ¿vienes?

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Al principio lloré,
pero tiempo después
el hambre y el dolor me hizo cambiar
teniendo que matar y de carne alimentar.

Si tu olor golpea mi nariz, siento tu carne
y así el hambre aflora.
No, nolo puedo evitar, no creas que esta mal
es que yo soy asi
pues el pasado he de olvidar
Yber
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.

Personajes :
Dirke/Ramas.
Giz.
Tap/Malahierba.
Lara 37/Saria Omen.
Rasqa: parqio transformado en moloch.
Eitne.


Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.

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27/11/11, 04:22 pm
Si no fuera porque el olor a perfume de la muchacha me advirtió de su proximidad, no habría caído en la cuenta de su llegada, pues llevaba bastante tiempo examinando el cristal, como hipnotizado. Sin embargo, no reacciono a tiempo para evitar que Mania me quite el cristal. Me levanto entre sorprendido y enfadado para reprenderle esa actitud, pero observo como el cristal brilla en sus manos, y creo oler el por qué. La chica se ha hecho un corte pequeño y ni puedo ver la sangre, pero el olor es inconfundible. << Ya no tendré que sumergir uno en agua o cortarme para averiguar cual de las dos encendió el cristal de Alicia >> Pienso divertido mientras miro emocionado el cristal. Ya se me ha pasado el cabreo momentáneo por la actitud de la muchacha nueva. Aunque cuanto más la veo, más me recuerda a un animalillo por su forma de moverse y actuar.

Justo cuando pienso en pedirle a Mania que me preste de nuevo el cristal, aparece Caillech y me sugiere ir a investigar el uso de los cristales. Tal vez sea lo mejor, porque la chica no parece dispuesta a soltar el cristal por las buenas. Asiento a la proposición de Cai sonriente.
-A mí no me apetece entrenar siquiera-desde mi entrenamiento con Alicia me quedó patente que no era lo mío-, así que perfecto-le digo-. Además ayer encontré una habitación con bastantes de estos. Podríamos empezar por allí.

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No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
Alicia
Alicia

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Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :
  • Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
  • Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
  • Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
  • Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.


Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 3 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

27/11/11, 04:58 pm
Solo acertó dos de los siguientes siete tiros. Intentó fijarse en qué había cambiado de un tiro a otro, si había movido el arco de alguna manera, si había tensado la cuerda de esta otra... pero no sacó nada en claro. Justo cuando bajaba los brazos, sintiendolos de plomo, Mánia arrancó de las manos de Giz el cristal que había estado mirando recostado . Como un gato que sigue la luz de una linterna. La cara perpleja del lagarto, junto con la escena en conjunto, hizo reir a Alicia. Era la primera vez que reía desde que había llegado. Y se sintió recofortada.
Pero el cristal brillaba entre los dedos de la pequeña. ¿se habría cortado y era la sangre? ¿o el contacto con la piel...? no, no podía ser con solo tocarlo, porque cuando lo recogió del suelo...
Sangre, entonces.
Cail propuso a Giz investigar, y este aceptó.
¿Pero que vamos a sacar en claro de esto?, pensó, Si de verdad es la sangre.. eso es todo lo que vamos a poder saber. ¿su utilidad es algo tan tonto como encenderse? Imposible. Para eso solo tendrían que encender un fuego, no necesitarían cortarse cada vez que quisieran una linterna. ¿entonces qué? Lo que necesito es un libro, un texto, ¡algo! yo sola solo puedo hacer teorías y más teorías. Me falta información. El cristal de ayer ya está apagado. ¿son de un solo uso? ¿solo duran un rato? Eso no hace más que darme la razón. Encenderse no puede ser la finalidad de este cristal. Entonces....entonces... es un síntoma? Pero ¿un síntoma de qué?
- Escuchad. Noel habló de un edificio por aquí cerca. Quiero ir. Tengo algo que buscar.... que no creo que esté aquí, si es como el otro torreón. Algún libro. Y si no es eso... bueno, cualquier cosa que encontremos puede venirnos bien, y a la vuelta, las bañeras ya habrán pasado, y podemos ir por comida. Ayer con el tema de explorar el torreón se nos pasó el día.


Última edición por Alicia el 28/11/11, 03:51 pm, editado 1 vez
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