Burdel de Dama Espasmo (Archivo III)

Recuerdo del primer mensaje :

Despierto. Bajo demasido deprisa lss escaleras, tropiezo yantes de poder hacer nada estoy tirada en el suelo. Me levanto lo mas rapido que puedo y voy a la cocina.Saludo a Martalar y a Freejey y cojo una pieza de fruta, que como con voracidad.

Se me cierran los ojos mientras Cain habla. Quiero decirle algo pero no puedo, estoy agotado. Me siento como en la pesadilla de ayer, tengo cosas que decir pero no puedo. Pero esta vez es por cansancio y por toda la tensión del momento. De pronto huele a comida, pero aún tengo el sabor de la manzana y solo miro lo que Cain ha preparado. Dije que nada de dormirse, cierto, pero estoy acostumbrado a dormir alerta y me permito un pequeño descanso, con la lanza cerca por si acaso.
-Avisadme...cuando me toque...¡Ni se os ocurra no avisarme!-digo de pronto, saliendo del sueño y luego vuelvo a cerrar los ojos.
Pero empiezo a revivir todo el día una y otra vez, sin poder dormirme ni descansar un poco al menos. Los ojos se me agitan bajo los párpados. Es demasiado real, tanto que tanteo con la mano en busca de mi arma pero rozo algo suave y cálido a lo que me aferro con fuerza. Me embargo de esa calidez y poco a poco voy venciendo a las imágenes que se suceden, pudiendo descansar al fin...

(la mano de Erika)

Cain prepara algo de comida, pero no tengo ganas de comer, todavía seguía asustada, tenía un nudo en el estómago y aunque el olor me hacia la boca agua, sabía que con un bocado ya tendría suficiente.
Apoyo la cabeza en el respaldo del diván y cierro los ojos. Oigo a Cain decir que se va a empapar la carne del lobo con arsénico y a empezar su turno de vigilancia. Yo sería la siguiente en vigilar.
Los demás no probamos la comida, Kaila sigue dormida y Jack también empieza a quedarse sopa, solo dice que le avisemos cuando le toque vigilar. Asiento con la cabeza y vuelvo a abrir los ojos, tanta tranquilidad me parecía hasta raro. Suspiro y subo las piernas al diván, intentaba no dormirme pero después de todo esto estaba un poco cansada, me incorporo para intentar comer algo cuando siento que algo aferra mi mano. Miro a ver que es y sonrío al descubrir que es la mano de Jack, al final se había quedado completamente dormido. Me echo hacia atrás y apoyo su cabeza en mi regazo, empiezo a acariciarle el pelo sin despegar mi mano de la suya.

Estigma llevaba siseando todo el rato, poniendo a los lobos, y a Cain de los nervios. No sabía qué estaba diciendo en sus murmullos, pero ni siquiera la música había logrado acallarlos. Había estado vigilando la posición de las estrellas para contrlar el tiempo, pero antes de irse debía hacer una cosa. Buscó un anillo con una gema azul y se lo puso, el anillo parpadeó varias veces. Vale, eso quería decir que podría hacer un hechizo... Cogió la tela manchada de sangre de Jack y la entremetió en la herida del lobo. Se colgó todos los amuletos cargados que encontró y pronunció el hechizo de levitación. Casi cae al vacío al lograr sacarlo por el balcón, por suerte los lobos no se dieron cuenta, o no quisieron dársela... Cain logró dejar el cuerpo a una buena distancia del burdel, pero no todo lo lejos que le habría gustado. Vio a los lobos acercarse atraídos por el olor a sangre y cómo devoraban a su compañero y con él el veneno... Cuando no pudo mirar más bajó a llamar a Erika para el siguiente turno. Estaba con Jack, que se había dormido, hizo una mueca, no quería interrumpir
-Esto... Erika, es tu turno para la guardia- informó en voz baja para no despertar a nadie.

A pesar de todo, vuelvo a revivir el conflicto con los lobos, pero de forma cada vez más borrosa hasta que en sueños, el burdel tiembla y caigo al suelo...Una de las bestias se me sube encima pero no puedo moverme, nada. Solo esperar...Hasta que empieza a...¿Acariciarme el pelo? ¿Qué diantre? Voy saliendo del sueño, aunque me cuesta y consigo abrir los ojos. Suspiro al ver la cara de Erika, al sentir cómo me acaricia... Así que no había cogido la lanza sino su mano...¿Cómo se lo explico?
-Er...ho...hola...-murmuro, nervioso, sin saber qué decir. Recurro al sueño y sigo.-He soñado contigo, pero eras un lobo que me acariciaba el pelo...Te prefiero así.-acabo sonriendo, aunque no puedo evitar ponerme un poco colorado pero poco debido al cansancio. No sé qué decir, pero no quiero que se levante ni que se detenga. ¿Por qué estoy pensando esto? ¿Qué me pasa? ¿Por qué diantre me gusta estar así, con ella, y me molesta verla con Skull y ponerme borde con ambos? ¿Por qué? No lo sé...Pienso con los ojos cerrados.
-No sé qué me pasa...No sé por qué me pongo tan borde cuando está Skull cerca, no sé por qué te miré el otro día aunque rehice la máscara, no sé por qué te he cogido la mano y no sé por qué no quiero que dejes de acariciarme...-digo en voz alta.-Y no sé por qué estoy diciendo esto...
Y justo aparece Cain, ha terminado su turno. ¿Me habrá escuchado? No sé, pero estoy más rojo que antes, aunque muy calmado. Maldita sea tu estampa, Jack...

Jack se despierta, se queda en la misma posición que antes, no se mueve. Al principio parece sorprendido, tal vez no esperaba encontrarme acariciándole el pelo o simplemente no quería coger mi mano. Me quedo callada, sin decir nada, tampoco podía explicar porque había puesto su cabeza sobre mi regazo y había empezado a acariciarle...No sé, con Jack era diferente, le tenía mucho cariño y esas cosas sentía que con él eran diferentes. Intento decir algo, pero es él que empieza a hablar. A medida que habla se va poniendo colorado, pero yo también noto como mis mejillas enrojecen poco a poco, cuando termina me quedo en blanco, ¿Qué podía decir?, ¿Qué le había cogido mucho cariño?, ¿Qué cuando se iba del burdel durante muchos días le echaba de menos?, sí, sería lo mejor, ya era hora de abrirse y hablar. Pero llega Cain y la cosa se corta, me daba un poco de vergüenza hablar de esto delante de él. Me levanto del diván y me quedo de cuclillas, mirando de frente a Jack:
-Yo no sé por qué te echo de menos cuando a veces no estas, ni sé por qué es al que tengo más cariño en toda esta ciudad y tampoco sé por qué me gustaría quedarme aquí más tiempo contigo.- Cuando acabo sonrío. Ahora me sentía mejor, había soltado todo lo que le quería decir, aunque no puedo evitar ponerme algo roja.
Me levanto del suelo y con un saludo a Cain, me dirijo al balcón. La guardia me despejaría un poco de lo que acababa de pasar.

Pero, cosa imprevista e inesperada, Erika antes de irse se acuclilla frente a mí y me quedo pasmado ante lo que me dice y cómo lo dice. ¿Va en serio? Estúpido, claro que sí. Estaba roja como yo y ha sonreído...aunque ya se ha ido a hacer la guardia sigo viendo mentalmente esa sonrisa, grabada en mi retina. Me asalta un temor y miro hacia la pared como intentando ver el balcón de la guardia, pero recuerdo a Estigma y me tranquilizo un poco, aunque no me sentiré tranquilo del todo hasta verla de nuevo, no sé por qué, pero lo sé...Vuelvo a cerrar los ojos, pronto me tocará a mí la guardia y ay del lobo que se acerque...¿Qué será de nosotros si no se van mañana o pasado? No podremos ir a por comida...¿Y qué habrá sido del torreón? ¿Estarán como nosotros? ¿Vendrán de visita mañana, ignorantes de los lobos? Como sea, espero que sigan vivos...Se está yendo al traste la idea de sobrevivir antes de la Luna...Y más con este torrente de sentimientos escondidos...No debí haberme quitado la máscara, pero me siento bien y me gusta...Maldito seas, Jack...Maldita sea...No podría haber tenido yo una vida normal, no, diantre...Ya no puedo dormirme, vuelvo a tener hambre y me siento en el diván, para luego comer un poco de la carne que preparó Cain hace horas. Necesito comer para aguantar media noche vigilando. O lo que haga falta, que Estigma le quita energía a Cain...

Cuando me quiero dar cuenta ya ha pasado mi turno de hacer guardia. Por suerte, los lobos no se han acercado al burdel, eso me dejaba más tranquila. Ahora le tocaba a Jack, cosa que me hacía preocuparme por si acaso ocurría algo.
Salgo del balcón y vuelvo de nuevo al salón, todavía seguían despiertos:
-Te toca a ti Jack.- Se levanta del diván y antes de salir me acerco y le susurro.- Ten cuidado, ¿Vale?
Después, me tumbo en un diván, quería descansar un poco y si podía dormir hasta la próxima guardia mejor que mejor:
-Voy a echar una cabezadita, cuando me vuelva a tocar, me avisáis.- Les digo a ambos. A continuación cierro los ojos y me abrazo a uno de los cojines. No tardo mucho en quedarme dormida, solo espero a que los chicos me avisen para hacer de nuevo guardia.

Pensando en todo, medio dormido, medio consciente, aún con el recuerdo de la sonrisa, espero mi turno. Se me pasan las horas volando y suspiro aliviado antes de levantarme cuando escucho a Erika. antes de irme del todo me giro y sonrío
-Lo tendré. Que descanses.
Después recojo mi espada y lanza y subo al Balcón del centinela, me siento en la silla y recargo la ballesta. No pienso dormirme, no podré mientras vea a los lobos cerca y Erika siga durmiendo. De ningún modo. Pero nada de hacer estupideces como disparar a las bestias o atraerlas de alguna manera suicida. Pero la pregunta continúa en mi cabeza...¿Qué será de nosotros mañana? ¿Qué...? Basta. Hoy es ahora, ahora eres vigilante. Vigila y mañana será otro día. Quizá mañana salga la Luna y los lobos se conviertan en la presa, pienso sonriente...

Despierto en el diván del salón. La cabeza me da vueltas, pero ya no estoy cansada. Me siento, recordando lo que pasó ayer. Espero que los lobos se fueran por la noche, pero es muy improbable, por no decir imposible. Si siguen sitiando el Burdel durante días no podremos coger las cestas y moriremos de hambre, si los lobos no nos matan antes. Aunque tal vez pueda traer alguna cesta usando el hechizo de levitación. Sí, sería posible. Pero tendría que racionar la magia, pues habría que ahuyentar a los lobos también. Hablando de los lobos, ¿habrán atacado los demás torreones? En caso afirmativo, ¿estarán bien? Bueno, espero que nadie muriese en los torreones si les atacaron. Y ojalá los demás estén bien. Poco a poco, la cabeza deja de darme vueltas y empiezo a encontrarme mejor.

<<Y ahí estaba yo, en medio de las escaleras, pasando la hoja de la espada por las llamas que había invocado hace apenas unos segundos. Sostengo la espada con las dos manos y la dejo en alto, había oído algo de que algunos lobos habían entrado. Entonces un oigo un gruñido muy cerca, demasiado. Me doy la vuelta y contemplo a la bestia que se encontraba frente a mi, enseñando los dientes manchados de sangre, rugiendo, en posición, listo para atacar. Intento pedir ayuda, pero no puedo hablar, a nadie le da tiempo a reaccionar y el lobo se abalanza sobre mi...>>
Abro los ojos de golpe...Había sido una pesadilla, mi mente jugaba con mis recuerdos. Miro a mi alrededor para comprobar que todo está en orden y en efecto, había sido una noche tranquila. Miro el diván sobre el que está tumbado el cuerpo de Kaila, ya estaba despierta:
-Buenos días, ¿Estás ya mejor?- La comida de anoche sigue encima de la mesa, intacta. También me fijo en que Jack no está, ¿Seguiría haciendo guardia?, si es así, tendría que descansar. Me disculpo y voy al balcón. En efecto, Jack seguía allí. Me acerco por detrás y le rodeo con los brazos:
-¡Ey!, deberías descansar no has dormido nada de nada.

Toda la noche transcurre en calma, estoy agotado pero la visión de los lobos irrumpiendo en el edificio y los aullidos que de vez en cuando daban, me mantiene despierto, aunque no puedo evitar dar breves cabezadas...

La luz del nuevo día me deslumbra y entonces me cubro con las manos, pero también cierro los ojos, la molestia es demasiado. Pero así no me dormiré y si se acercan, les escucharé al menos. Tengo la mano sobre la ballesta, lista para la acción. Escucho voces en el salón, ya están despertando, aunque no sé quién es todavía. Una sonrisa asoma cuando una voz destaca y oigo unos pasos a mi espalda. Me abraza por detrás y cruzo mis brazos sobre mi para cogerle los suyos y respondo, sin moverme:
-Buenos días. Luego me echaré una siesta.-pero no me gusta hablar sin mirar a la cara, así que sin romper el abrazo me giro y siempre sonriente, pregunto.-¿Qué tal has dormido?

Miro a lo lejos, ya no se veía rastro alguno de los lobos, pero no podíamos bajar la guardia, a saber si tenían prevista otra visita:
-Bien, aunque podrías haberme despertado, me hubiera quedado contigo.- Paso mis brazos por detrás de su cuello, podría acostumbrarme a esto.- ¿Ha pasado algo esta noche?- Suelo tener un sueño profundo y no me entero de nada de lo que pasa a mi alrededor. Pero, ¿Qué tal estarían todos los demás?, quiero decir, los chicos de los otros torreones, hasta ahora solo me había preocupado por el burdel, pero los lobos podrían haber llegado hasta los torreones. La duda me inquieta, solo espero que todos estén bien.
Me quedo mirando a Jack, ahora sólo quería pensar en este momento, en nada más. Ya me comería la cabeza más tarde.

Cain se levantó con una canción bastante animada lo que le hizo sobresaltarse y mirar confundido a su alrededor. Estaba en el salón, en un puf, Kaila dormía no muy lejos pero ni rastro de los demás. Subió corriendo al piso superior para mirar por los balcones y comprobó que de los lobos solo quedaban cadáveres, tanto suyos como de las criaturas que se habían cruzado en su camino. Subió al balcón más alto, hasta donde alcanzaba su vista no se veía un solo lobo, al menos con vida... Pensó en Letargo, ¿estarían todos bien? Sabía que los lobos les habían atacado también... se sentía culpable por haberles dejado solos, pero no quería ni imaginar lo que habría pasado si... Sacudió la cabeza, no podía imaginarse lo peor, tenía que creer que estaban bien, todos bien, al fin y al cabo ellos vivían en un torreón fortificado <<Tienen mejores defensas, seguro que están mejor que nosotros...>> Buscó el anillo azul en su bolsillo y se lo puso. La gema parpadeó un par de veces y se apagó, Cain suspiró y se sentó dandole la espalda a los barrotes del balcón. Açun no podía hacer ningún hechizo complicado, y tampoco podía arriesgarse a dejar el burdel ¿y si volvían los lobos? Quería ver a Vacuum... y a Elliot... quería verles, quería saber si de verdad estaban bien... Apoyó la cabeza sobre sus rodillas <<Aún no me puedo mover de aquí, todavía no...>>

Sigo su mirada y vuelvo a pensar en el torreón, en Vacuum, la peliroja y los demás. Ni rastro de los lobos en los alrededores, ¿se habrán vuelto a su territorio? ¿Habrán cambiado de objetivo? No lo sé...Y no puedo saberlo por mucho que me pregunte y piense. Pero sus brazos en torno a mi cuello me sacan de pensamientos que no merecen la pena ser pensados y la miro, para responder:
-Todos teníamos que descansar, vosotros tres los que más, por la magia básicamente. Y esta noche...Nada, no se acercaban, al final se rindieron y ya ves, solo quedan algunos cadáveres y los demás se han largado...Pero los demás chavales de la ciudad viven en torreones, si les han atacado les habrá resultado mucho más sencillo defenderse. No hay que preocuparse, ya veremos si están bien o no...Lo que me importa ahora es que el burdel sigue entero y que ambos, tú y yo, estamos bien. Suficiente.-acabo sonriendo pero un bostezo repentino destroza la sonrisa y me tapo la boca torpemente.-Ay...ahora me da sueño...Me echaré un ratillo, muy poco. Despertadme si ocurre algo, lo que sea...¿Buenas noches?-acabo riendo y antes de soltar el abrazo me acerco a su rostro, pero el cansancio me puede y casi le doy un cabezazo torpe, así que la suelto y vuelvo a los divanes donde me tumbo. Aunque Morfeo está agotado como yo, al final nos abrazamos y consigo dormirme...

Avanzo por el aire siempre fijándome en si veo lobos por algún lado, pero todo parece tranquilo. Desde que diviso el burdel lo miro fijamente, y al principio me alivia no ver lobos a su alrededor. Sin embargo, todavía hay marcas de que allí tuvo lugar una invasión parecida a la de nuestro torreón, e intento apresurarme más, en vano.
Al acercarme más veo que hay gente en los balcones, y agito el brazo en el que no llevo el libro. En el balcón más alto veo a Cain, pero está de espaldas. Lo llamo en voz alta para que se gire y empiezo a descender hasta aterrizar a su lado.
-Hola -me quedo un minuto atascado, sin saber qué decir- ¿estáis todos... cómo están las cosa por aquí? -Me muerdo el labio inferior un momento, después añado-: Vacuum y Elliot están bien. Pero hemos... hemos perdido a uno. ¿Crees que volverán? -Miro al horizonte con desconfianza, entre los edificios-. ¿Habrán ido también al lugar donde están los demás, los del otro torreón?

Cain ve una sombra a su espalda y se gira bruscamente. Allí estaba Gael, de pie, en el aire... No le había oído llegar. Le dio un abrazo y lo dejó en el suelo del balcón, feliz de que estuviese bien, de que todos estuviesen bien.
-Me alegro de verte- le dice, sonriendo, pero su sonrisa se apaga cuando menciona al muerto- Sí, nosotros también... Lo lobos... atacaron de pronto, empezaron a agujerear las paredes, no dábamos a bastos- se estremeció al recordar la impotencia que había sentido al no poder hacer nada para ayudar- Pero no hemos vuelto a ver lobos en toda la mañana, ¿has visto alguno de camino?- preguntó, luego se le ocurrió que lo mejor sería avisar a los demás cuanto antes- Ven, vamos adentro para que los demás sepan que estáis bien- guió a Gael por las escaleras y gritó llamando a los demás- Gente! Ha venido Gael desde Letargo!!

Bien, los lobos se habían rendido una buena noticia, pero teníamos que pensar también en el estado de los demás torreones, ya se les haría una visita para ver que tal estaban...Jack me mira, yo sonrío y él bosteza, ya era hora de darse una siesta. Antes de irse, se inclina hacia mi, le siento tan cerca, pararía este momento ahora mismo, me quedo quieta esperando un posible beso, pero lo único que consigo es que casi me de un cabezazo. Deshace el abrazo, está demasiado cansado y ya no puede mantenerse en pie, otra vez será. Entro detrás de él en el salón y me siento en un puff. Cain se había ido, pero Kaila seguía tumbada, despierta. Me acerco a ella para intentar retomar la conversación de antes pero llega Cain con Gael a su espalda. Saludo a ambos con la mano, al parecer los de Letargo estaban bien, aunque, ¿A que ha venido Gael?, ¿Y los demás?