Burdel de Dama Espasmo (Archivo III)

Recuerdo del primer mensaje :

Despierto. Bajo demasido deprisa lss escaleras, tropiezo yantes de poder hacer nada estoy tirada en el suelo. Me levanto lo mas rapido que puedo y voy a la cocina.Saludo a Martalar y a Freejey y cojo una pieza de fruta, que como con voracidad.

Mucho ruido y gritos, era lo único que se podía oir. Abro los ojos y escucho un poco más, no era un sueño, de verdad había gritos. Me levanto de la cama rápidamente y me asomo a la pequeña ventana de la habitación. El resultado: Una manada de lobos que no venía con muy buenas intenciones.
Cierro la ventana, lo único en lo que puedo pensar es en coger tanto los cuchillos como el arco y bajar al salón. Me acerco a la cómoda y agarro los cuchillos con fuerza, estaba nerviosa y no quería que se resbalasen de las manos. Salgo corriendo de la habitación, había gente en el salón, pero por lo que oía los lobos no tardarían en entrar al burdel. Paso por el dojo y recojo el arco y el carcaj. Salgo de la habitación, intentado sujetar todo con las manos, no había parado siquiera para colocarme el carcaj en la espalda. Cuando bajo al salón la situación parece estresante, Jack, Kaila y Cain están intentado ahuyentar a los lobos que quieren entrar y que además lo están consiguiendo:
-¡¿Qué hago?!- Pregunto casi histérica. Atacar, eso estaba claro, no tendría ni que haber preguntado. Cojo una de las flechas del carcaj que pongo en el arco. No apunto a nada, me quedo mirando a ambos lados del salón.

Lo que no comprendo es por qué Estigma no reacciona...Pero no es momento de hacer preguntas, así que sigo a lo mío con el látigo. ¿Y si me subiese al tejado, ballesta en mano? Hum...Pero Cain me habla rápidamente y obedezco, casi sonrío cuando veo al lobo herido atacar a los suyos y formando una pelea. Asiento, pues estoy pensando en hacer lo mismo en otras zonas, de forma que se creen más peleas confusas entre ellos y nos den mucho más tiempo. Así que llego corriendo a los balcones de la fachada principal y por el camino veo pequeños focos de fuego, inmóviles, y a Kaila creándolos. Menos mal que no es un incendio, pero...
-¡Cuida que el fuego no se expanda!-grito
Llego a mi balcón y cargo otro de los virotes con esos extraños símbolos, apunto y disparo a uno que parece más grande que los demás. Pero empiezo a desesperarme, quizá por ser tan grande el veneno tarda más en hacer efecto, así que cargo y disparo de nuevo. <<Venga, maldito lobo>> Al fin, la bestia cede y babeante empieza a atacar a sus congéneres. Bien, dos zonas cubiertas. Ahora a los laterales. Vuelvo al salón y casi atropello a Erika, arco en mano.
-A los balcones, rápido. Y ni se te ocurra ponerte aún más en peligro, ¿me escuchas? Da un grito si te pasa algo y ten cuidado. ¡A los balcones!-acabo gritando, luego echo a correr hacia las plantas más altas, ballesta en mano.
Llego a los balcones de la fachada lateral izquierda y cargo otro virote hechizado, disparo y vuelvo a salir corriendo a la fachada contraria, haciendo lo mismo: provocar el caos entre los lobos. Una idea lleva tiempo madurando en mi mente, pero la descarto: tirarles carne envenenada. ¿Por qué la descarto? Porque no sé cuántos lobos puede haber en la ciudad y si el asedio va a seguir varias horas o días o si no podremos salir a por las cestas...¿Y a qué vino lo que le acabo de decir a Erika? Hay una razón oculta, pero ¡A las armas, atacan el refugio, cuando puedas hablar de esto en paz pensarás qué ha sucedido! ¡A las armas!

Intento controlar el fuego lo mejor que puedo, concentrándome en no liarla y haciendo caso omiso de todo hasta que llega Erika. Paro el hechizo, pues hay demasiada gente y algien puede acabar quemado. Y no es momento de que tengamos un acciente. Además las paredes son de madera, lo mismo quemo el burdes sin darme cuenta. Jack manda a Erika a los balcones a disparar y subo con ella.
-Erika, podríamos prenderle fuego a las flechas. Será más efectivo.- opino. Antes de que me diga que sí, ya le he prendido fuego a una. Espero a que dispare mientras pienso en encerrar a los lobos en una especie de circulo de fuego para que Erika ataque. Y si los lobos intentan salir, se quemarían. Pero es un poco difícil.Respiro hondo y hago el hechizo. Los sobos están rodeados por una anillo de fuego. Ahora necesito estar muy concentrada. No quiero incendiar el burdel.

Cain vigila lo que hace Kaila para ayudar en caso de que el fuego se descontrole, y se concentra en arreglar la pared según los lobos van dañándola, pero no podrá resistir más así. Estaba agotado... y cada vez había más agujeros, cada vez constaba más repararlos. SE sentó en el suelo delante de uno de ellos, con la espalda contra la pared. Sintió un dolor como si le aplastasen los pulmones al notar como iban muriendo los lobos que trataban de cavar, pero no tardaron en buscar otro sitio <<Voy a tener que ir moviéndome por el torreón según lo hagan los lobos?>> Pero Caín no podía dividirse, por lo que uno acabó entrando, logrando hacer un agujero en la madera, y detrás otro, y otro, pero estaban fuera del alcance de la vista de Cain, y del estigma. Un grito desgarrador alertó a los demás. Habían atacado a alguien, y ese alguien había muerto. Los lobos habían entrado, pero Cain no podía moverse de sus sitio o entrarían también por la pared en la que estaban- Lobos!!- gritó, impotente. Estigma se revolvió, y se desprendió de la piel de Cain, creando una esfera de aire espeso a su alrededor.

Antes de irme, Kaila prende fuego a una de las flechas, le agradezco la ayuda, unas flechas impregnadas en fuego serán más dolorosas que unas normales. Antes de irme al balcón decido coger unos cuantos cristales por si acaso, yo también sabía el hechizo de las llamas y tal vez sería mejor unas cuantas flechas de fuego.
Cuando llego al balcón me fijo en que la puerta está cerrada, tal vez por precaución, tras varios intentos consigo abrirla. Ya dentro, me quedo cerca de los barrotes y observo la situación: Se había formado una pequeña pelea, eso los mantenía entretenidos aunque no iba a ser para siempre. Antes de que pueda darme cuenta, un anillo de fuego rodea a todos los lobos, que nada más darse cuenta empiezan a gruñir. Había sido una buena idea, ahora estaban encerrados y sería más fácil atacarlos.
Cojo el arco que ya tenía la flecha cargada, la cual había prendido de fuego Kaila. Intento fijar un objetivo concreto, uno de los lobos, el que estaba más cerca del fuego. Me concentro y suelto la flecha, que acaba clavada en la pata derecha del lobo. Había acertado, pero eso no era suficiente, me dispongo a cargar otra flecha cuando observo como los lobos poco a poco, consiguen adentrase en el burdel, <<¡Mierda, mierda mierda!>>, me pongo el carcaj en la espalda y me llevo el arco. Salgo del balcón, ya poco se podía hacer ahí afuera, los lobos estaban entrando. Me quedo cerca de las escaleras, en el primer piso todavía puedo ver a Cain y Kaila.

Sigo corriendo de balcón en balcón, alejándoles con el látigo y disparando virotes normales, hiriéndolos al menos. En una de las carreras veo el hechizo circular de Kaila y a Erika disparando flechas de fuego. Buena idea. Pero se me ocurre otra...¿Estarán así en el torreón o estarán comiendo tranquilamente, ajenos a esto? No importa ahora, cuando termine todo lo sabremos. En otra de las carreras veo a Cain apoyado en la pared, quizá así Estigma reaccione y defienda esa zona. Vuelvo a echar a correr escaleras arriba pero el grito del chico me congela. Lobos...Eso es obvio. Vuelvo a bajar y...
-Maldita sea la hora de los lobos...
De momento hay tres de esas criaturas en el edificio: la que haya hecho el agujero, la que esté provocando esos gritos y la que tengo delante. Venga, Jack, solo es un lobo. Recuerda cómo luchabas contra ellos y fíjate en que ahora tienes un escudo. Me encorvo tras el escudo y recojo la lanza del suelo, la que dejé antes. Si se me rompe, aún tengo la espada y el escudo sigue teniendo sus púas. Venga, lobito. Veo a Erika bajar y le hago un gesto con la lanza para que no se acerque.
-Hay varios por ahí, ten mucho cuidado.
Y me acerco a la criatura lentamente, pues es preferible que no me embista y me derribe. Lanza en ristre, sigo acercándome.
Lo malo es que el grito que se ha escuchado no me ha gustado nada. ¿Quién más estaba despierto? O peor aún...¿Y si al bajar de las plantas últimas me he dejado a un lobo en la de los dormitorios? Maldita sea... El lobo me gruñe y se me acerca, pero intentando rodearme. Como si no me los conociese yo a estas bestias, solo que esta es más grande. Intenta franquearme por la izquierda y le golpeo con el escudo en el morro, para después lanzar el brazo izquierdo hacia arriba y precipitar la lanza bajo el escudo a su cuello, en un movimiento rápido del que empieza a manar sangre. Oigo sus quejidos y repito esto varias veces, para luego correr hacia el agujero.
Apoyado sobre una rodilla, tapono el agujero con el escudo y la lanza lista para atacar en cuanto lo levante, a la usanza lacedemonia. No sé qué instrucción darle a Erika, pues como sea cierto que hay otros dentro...
-Erika, hay varios dentro todavía, coge mi espada y préndele fuego.-le digo rápidamente, mientras la suelto del cinturón y la dejo en el suelo.-El arco aquí dentro no sirve, usa la magia y la espada, ¡vamos!-le grito mientras resisto la embestida de uno de los lobos. A la próxima levantaré el escudo y le intentaré clavar la lanza. . .

Mantengo el anillo de fuego, funciona a la perfección. Erika clava la flecha impregnada en fuego en la pierna de uno de los lobos. Cuando empiezan a entrar en el Burdel me pogo nerviosa, a sí que intento centrarme en el anillo de fuego que rodea a los lobos para que no desaparezca. Cada vez estoy más nerviosa, y al final el anillo de fuego desaparece. <<¡Mierda! ¡Mierda, mierda, mierda, mierda!>>, pienso. Recito el hechizo de parálisis y lo uso contra uno de los lobos. Funciona. Jack sale y se pone a luchar con una lanza y un escudo. Le manda a Erika que luche con la espada y que le prenda fuego. Yo continúo usando el hechizo de parálisis con todos los lobos que puedo. Intento mantenerles paralizados el máximo tiempo posible para que los demás puedan matarles. Miro a Caín apoyado contra una pared, posiblemente tapando un agujero y sigo a lo mío. Hay que evitar que los lobos no maten a nosotros.

Recojo la espada que me tiende Jack. Prenderle fuego, vale. Cojo algunos cristales y recuerdo aquella vez en la que Kaila y yo invocamos las llamas, no fue difícil, sólo tenía que recordar el hechizo. La espada pesaba, casi que era mejor sujetarla con las dos manos. Cierro los ojos y empiezo a pronunciar las palabras del hechizo, intento que sea con una buena pronunciación, cuando acabo de recitar, una pequeña llama aparece en mi mano izquierda, no había sido tan difícil. Sujeto la espada con una mano y paso toda la hoja por la llama, cuando termino, cojo la espada ya con las dos manos, con cuidado de no quemarme. Miro a mi alrededor, todos estaban intentando bloquear las entradas y paralizar a los lobos. Oigo un gruñido cerca, cuando me doy la vuelta veo a uno de los lobos, preparado para atacar. Doy pequeños pasos marcha atrás con la espalda en alto, alerta, no apartaba los ojos de la bestia:
-Chicos...hay un pequeño problema.- Casi susurro, mi voz tiembla.

Atravieso algo con la lanza y vuelvo a bajar el escudo rápidamente, bloqueando de nuevo el agujero. Kaila está con su magia y Erika se va con mi espada, pero escucho un gruñido y a Erika murmurando algo que no me gusta nada...Pero no puedo abandonar mi posición. Si ya es malo un lobo dentro, dejar esto abierto...
-¡Kaila! ¡Baja aquí y defiende el agujero!
Cuando la chica baja, corro a donde está Erika y me pongo delante de ella
-Vea a ayudar a Kaila con el agujero, yo me encargo de este. ¡Vete!
Como antes, encorvado tras el escudo, me enfrento a la criatura. Y al parecer alguien ha muerto, uno pelirojo, creo que no he hablado mucho o casi nada con él. Pero no importa ahora. Lo importante es que este lobo no tenga más cadáveres a sus pies. Aunque podríamos usar a ese como distracción envenenada...No me agrada pensar esto, pues la idea no le va a gustar a los demás...Pero el lobo me embiste en el escudo y me golpeo la espalda con la pared del pasillo. Perfecto. La pared no va a ceder, yo tampoco. ¿Cómo vas a morderme, lobo, si estoy tras esto y no dejas de empujar? Lanza un zarpazo pero resbala en la superficie cóncava del escudo. Flexiono las rodillas y tomo impulso para empujarle cuando vuelve a embestirme, chocando contra su morro y lanzando el escudo hacia arriba seguido de la lanza hacia su peludo cuello. Pero solo le roza sin ser muy grave. Me mira a los ojos gruñendo y recula, para luego usar solo las zarpas contra mí, sin acercarse demasiado. Si va a resultar que es inteligente y todo el lobo...Así que me toca a mí acercarme, siempre cubierto tras el escudo y lanzando mi arma hacia delante, da igual dónde le dé. Se va debilitando pero a medida que aumentan sus heridas aumenta su furia y se vuelve aún más agresivo. Pero cede ante su rabia y vuelve a embestirme sin estar frente a frente por completo, hacia mi flanco izquierdo. Le bloqueo con el escudo y la lanza se le clava en el costado, bastante profunda. La bestia se debate furiosa y tira de mí, con el arma aún incrustada. Pero las púas le están destrozando la herida y sangra a borbotones a cada tirón. Consigo extraer la lanza y el lobo cae al suelo, con la herida abierta de una forma horrorosa, intentando levantarse mientras gime de dolor. Le miro asqueado y lo remato con un tajo en el cuello. Me acerco temblando al cadáver del chico y le miro, con la idea de antes rondándome la cabeza. Tengo que calmarme. El lobo ha fracasado al enfurecerse, si no me calmo y tengo la mente fría para seguir defendiendo el refugio, cometeré algún error como la bestia.

Sigo paralizando lobos, hasta que Jack me dice que vigile el agujero. Bajo corriendo y lanzo llamas a traves del agujero, haciendo que los lobos no se acerquen. Miro hacia arriba un poco para ver al chico luchando con uno de los lobos. Erika baja también.
-Erika, lanza llamas a traves del agujero, asi los lobos no se acercaran.- digo.
Sigo lanzando llamas, haciendo que los lobos retrocedan. Jack sigue luchando con el animal, hasta que lo mata.
-Jack, ¿todo bien por ahí arriba?- le prgunto, un poco nerviosa y preocupada.

Me quedo al lado de Kaila, mientras ella lanza llamas, yo pronuncio el hechizo y al igual que ella, mando las llamas a través del agujero.
Presto atención a la pregunta de Kaila, ahora no podía girarme para ver que tal iba Jack, pero solo espero que haya podido con el lobo. Miro a Cain, que sigue intentando tapar los otros agujeros, ¿¡Cuántos malditos lobos quedaban?! Kaila estaba haciendo muchos hechizos y eso iba a agotarla muy rápidamente, entonces tengo una idea:
-Kaila he tenido una idea, pero no sé si funcionara. Verás, lo primero que tendrías que hacer es prender de fuego las flechas que hay en mi carcaj, a continuación invocar el hechizo de levitación, no se si podrás hacer levitar todas las flechas, pero si lo consigues, podrás crear una especie de lluvia de flechas ardientes. Si quieres puedes subir a uno de los balcones para poder tener más fijo el objetivo, pero si lo haces, ten cuidado, por favor.

Respirando ya más calmadamente, me empiezo a percatar de varios zarpazos en los hombros y brazos, las zonas más desprotegidas del escudo. Ya me curaré luego, de momento no me duelen ni molestan, pero cuando se me baje la adrenalina y pase la tensión, vaya que si dolerán...Vuelvo con los demás y miro con detenimiento la situación. Lo cierto es que la idea de Erika podría cuajar.
-Apartad, el agujero es mío. Ejecutad el plan ese.-digo en un tono imperativo
Vuelvo a colocar el escudo en el agujero y me cubro detrás, lanza en ristre. Sigo manchado de sangre y quizá eso enfurece a los lobos, pues embisten con fuerza. Cuando noto sus zarpas intentando empujarme, levanto un poco el escudo y les corto con la hoja de la lanza, sonriendo cuando les escucho gemir y apartarse.
-Haced lo que vayáis a hacer, pero rápido. Y arriba hay un cadáver de lobo y otro de un chico. Usadlos para distraer a los lobos de fuera del burdel. Ya está muerto. No le molestará y nos será útil. ¡Hacedlo!-grito a las chicas, pues sé que ni querrán hacerlo ni les será fácil hacerlo...Y Cain sigue apoyándose en diferentes puntos de la pared. ¿Dónde diantre está Estigma?

Erika me dice algo que me cansará menos. Impregnar en fuego todas las flechas y lanzarlas a la vez. Es una gran idea. Jack baja y nos dice que lo hagamos. Cojo el carjaj de Erika y me dispongo a subir cuando el chico dice que usemos los cadáveres del chico y del lobo para distraer a los animales. Voy a replicar, pero nos grita que lo hagamos. No va a ser agradable. Subo arriba y cojo el cuerpo del chico. Entro en un balcón, seguida de Erika. Ella hace un anillo de fuego alrededor de los lobos. Seguidamente, yo hago que el cadáver levite hasta el anillos y lo dejo caer. Los lobos se lanzan a por él. Mientras, yo voy impregnando defuego las flechas con ayuda de Erika. Usando el hachizo de levitación, hago que las flechas vuelen en dirección a los lovos y una lluvia de flechas cae sobre los animales, hiriendo a algunos. Estoy cansada, he hecho bastantes hechizos seguidos y el amuleto se ha descargado. Me cuelgo del cuello otro amuleto por si acaso hay que hacer más magia.

Kaila coge el carcaj y antes de ponernos en marcha Jack nos ordena que cojamos también el cuerpo del cadáver. Al principio no me hace mucha gracia, no quería manipular el cuerpo, pero bueno esto era necesario para sobrevivir. Ayudo a Kaila a subir el cuerpo, pero antes echo un vistazo a Jack, estaba lleno de heridas, pero no se quejaba, me daba rabia dejarle solo.
Aparto la mirada y subimos hacia al balcón, allí dejamos el cuerpo con cuidado en el suelo, miro el panorama. Los pocos lobos que quedan intentan entrar como sea, algunos gruñen sin parar, uno de ellos alza la vista y nos observa, nos enseña los dientes y empieza a gruñir de una forma espantosa. Antes de que los demás fijen la vista en nosotras creo un anillo de fuego que les rodea por completo, mientras, Kaila hace levitar el cuerpo del cadáver y lo transporta al centro del anillo. Los lobos no tardan en atacarle, observo como arrancan sus extremidades, como la sangre empieza a brotar a borbotones, entonces, una lluvia de flechas se abalanza contra ellos:
-¿Alguna idea más?-Empiezo a cerrar el anillo poco a poco, los lobos intentan echarse atrás, pero ninguno puede escapar.- ¿Quemarles sería una buena solución? Porque si unes tus llamas con las mías podríamos quemarles vivos.

Sigo resistiendo en el agujero, sin ceder un ápice de terreno ante sus embestidas y zarpazos, hiriendo de vez en cuando a alguno. Veo lo que hacen a través de lo poco que queda sin cubrir del agujero y sonrío cuando varios lobos ansiosos se tiran dentro del círculo de llamas y se pelean con los de dentro en pos de conseguir algo de carne. Retiro la mirada y sigo resistiendo, repartiendo lanzazos de vez en cuando. Los pocos que quedan frente a la fachada se centran en mí, quizá huelan la sangre de mis heridas. Pero algunos al parecer han rodeado el edificio de nuevo y Cain corre hacia la pared que están excarvando, haciéndoles retroceder con Estigma. Las chicas logran matar a varios y herir a muchos con las flechas y pienso qué hacer a continuación, pues la magia no es ilimitada.
-¿Cómo andáis de fuerzas?-grito a las chicas
Puedo ver que van cerrando el anillo con los lobos dentro y vuelvo a gritar
-¡Calcinadlos!
¿Y si hiciesen una línea de fuego delante del burdel? Si la hacen lo bastante alta y poderosa, los que pasen estarán heridos y será más fácil eliminarlos.
-¡Tengo una idea! ¡Levantad una pared de llamas unos metros por delante del burdel, para que no puedan acercarse sin ser heridos!-vuelvo a gritar mientras un lobo me responde chocando de frente contra el escudo. Algo caliente me salpica. En efecto, la estúpida criatura se ha debido clavar una de las púas del escudo. Gimiendo retrocede y recompongo la defensa...

-Necesitaremos la magia para rehacer las defensas- dijo Cain, jadeando. Había dejado que Estigma drenase todo su poder mágico a cambio de un trato- Dejadme... - caminó torpemente hacia la fachada, pálido y puso ambas manos en la pared. Se oyó un estruendo, como un golpe y la pared vibró. Los lobos salieron despedidos lejos dle burdel. Cain repitió esto con cada pared, agrandando poco a poco el radio de influencia. Realmente no los estaba matando, salvo los que ya tenían sus hocicos metidos en el burdel, pero los alejaba que era lo que querían realmente. Fuera se oían los aullidos lastimeros y los quejidos de los lobos. Los que estaban en el círculo de fuego no podían moverse, uno de ellos reculó involuntariamente y cayó en las llamas, calcinándose. Cain se desplomó en el suelo, pero logró arrastrarse a un puff en el salón- Arreglad los agujeros- pidió- Yo los mantengo lejos...