Torreón Sendar
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Rocavarancolia Rol
15 participantes
- Rocavarancolia Rol
Torreón Sendar
19/09/12, 10:54 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Ya antes de la Batalla de Rocavarancolia éste era uno de los mayores torreones de la ciudad. Quedó destruido por un explosivo que le arrancó sus cuatro plantas superiores, dejando tan sólo dos, aunque más tarde se reformó convirtiéndose en un torreón de cuatro plantas. Su base es circular y está protegido por un foso frente a la puerta, mientras que en la parte trasera hay un risco de varios metros de profundidad.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
- Recetario integral de Persilia Sukaldaria:
- RECETARIO INTEGRAL DE PERSILIA SUKALDARIA
Libro de unas 150 páginas encuadernado en cuero. El título está escrito con letras cursivas y enrevesadas y un poco de relieve que ocupan toda la cubierta, donde no hay ninguna ilustración. En la parte trasera hay una sinopsis escrita en un recuadro decorado.
Sinopsis
¿Aburrido de cocinar siempre lo mismo? Adéntrate en mi recetario integral, donde he volcado años de experimentación combinando las delicias de todos los mundos conocidos. Entrantes, picoteo, postres y todo tipo de platos tradicionales con una vuelta de tuerca… ¡las mezclas de sabores nunca vistas conquistarán tu paladar y el de tus comensales!
Más de 100 increíbles recetas.
¡Incluye un anexo de venenos que se camuflarán perfectamente en tus platos y un grimorio de cocina con los hechizos imprescindibles para cualquier chef!
Anexo
LOS VENENOS MÁS DISCRETOS
Tanto si quieres provocar una diarrea como si tienes más interés en matar a comensales indeseados (…) este anexo imprescindible en cualquier recetario que se precie (…).
(La página está rota y, el resto de este anexo, arrancado).
GRIMORIO DE COCINA DE PERSILIA SUKALDARIA
Todo cocinero debe dominar estos hechizos, a los que he hecho referencia a lo largo del recetario. Descubre conmigo cómo realizarlos si todavía no los conocías.- Leyenda de colores y niveles:
- Mago
Brujo alto
Brujo bajo
• ¿Tienes carnes difíciles de cortar y despiezar? Prueba con el hechizo de corte.- Instrucciones:
- Corte: invoca un diminuto filo invisible de ondas que hace un corte en la superficie señalada. Hay muchas variaciones de este hechizo que, a altos niveles, permiten hacer cortes enormes o en profundidad. Un brujo bajo suele ser capaz de hacer rasguños en carne desprotegida o tallar madera. Un brujo medio podría cortar madera, arañar metal o hacer cortes superficiales en carne desprotegida. Mientras que un cosechado nivel mago podría hacer arañazos más profundos en el metal o tajos sobre carne.
Como hechizo físico que es, sus efectos dependen de la dureza y resistencia del material objetivo.
Lanzamiento a ojo, los gestos de la mano delimitando la dirección de los cortes. Conjuración rápida.
• ¡Con el hechizo de homogeneización no vuelvas a dejarte los brazos batiendo!- Instrucciones:
- Hechizo de homogeneización (*): hechizo que acelera la homogeneización de un líquido, suele aparecer un pequeño torbellino. En su defecto, implica que el líquido dé vueltas.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• No encontrarás nada más rápido para encender el fuego que esto: hechizo de invocar llamas.- Instrucciones:
- Invocar llamas (**): Un brujo bajo puede hacer algunos chispazos y llamas de vela (*). Un brujo alto puede invocar llamas ligeramente más grandes que las de vela que, si es hábil o controla bien el hechizo, puede manejar con las manos sin que le quemen (**). Un mago puede encender hogueras pequeñas en poco tiempo e invocar fuegos de antorcha (***).
Importante: Estas llamas no pueden arrojarse como proyectiles ya que necesitan sustentarse o bien en la magia de quien las invoca o bien en un combustible (madera, grasa...) y si se alejan demasiado del invocador y carecen de combustible, se apagan. Sin embargo pueden usarse como arma de corta distancia.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida.
• También es importante conocer estas soluciones para medir la temperatura, la concentración de sal, la presión dentro de la olla, la densidad de un líquido o el tiempo hasta que esté listo tu plato:- Instrucciones:
- Hechizos medidores de magnitudes sencillas: forman una pequeña esfera fantasma que cambia de color según la intensidad de la magnitud a medir. Son diferentes variedades de un mismo hechizo que permiten medir la temperatura, la presión, la densidad de un material, el tiempo (para lo que hacen falta conocimientos adicionales y nivel de brujo alto para configurar el medidor), o la concentración de un determinado soluto (posible a niveles a partir de brujo alto).
Si una esfera no está configurada, ésta tenderá a habituarse a la cantidad de magnitud a la que esté expuesta y la establecerá como su nuevo punto de equilibrio, asociándola con el color intermedio.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida-media.
• La solución más rápida para calentar o enfriar tus platos rápidamente es, sin duda, el hechizo térmico.- Instrucciones:
- Térmico: aumenta o disminuye notablemente la temperatura de un objeto de tamaño pequeño (*). Con práctica pueden limitarse esos cambios a una dirección controlada por el mago (chorros de calor, [**]). Puede anclarse a una sala concreta, creando una cámara frigorífica (***): no obstante es necesario repetir varias veces el hechizo si se quiere usar una habitación como congelador ya que este hechizo supone solamente un descenso térmico. Van de fuera a dentro.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida-media.
• ¿Quieres catar la comida solo con el aroma? ¿Estás en otra habitación y necesitas saber que no se te esté pasando la comida? El hechizo de amplificación sensorial del olfato es un aliado imprescindible.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial olfativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores nasales. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• O, si quieres disfrutar de la comida como nunca, prueba esta otra variante: el hechizo de amplificación sensorial del gusto.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial gustativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores del gusto. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• ¿Te ha quedado muy aguada la comida? ¿Has echado demasiada agua a esa sopa? No te preocupes, ¡hay solución! ¡El hechizo de drenaje!- Instrucciones:
- Hechizo de drenaje: deseca superficies húmedas, evaporándolas o más comúnmente trasladando dicha humedad a otro recipiente deseado succionándola. Es un hechizo simple en su formulación pero con amplia variabilidad de potencia: puede secar desde un dedal de agua a un lago según la energía que aportes. (disponible a cosechados hasta el límite de sus fuerzas).
Lanzamiento por área. Conjuración rápida.
• ¿El aspecto de tu comida no es el que esperabas? ¿Quieres un resultado digno de reyes? Emplata como un profesional con el moldeado de materia orgánica.- Instrucciones:
- Moldear materia orgánica (**): el hechizo reblandece la materia al contacto con la piel del usuario, dejándola así por un tiempo. Sin embargo no altera su naturaleza, lo que moldees seguirá siendo lo que era aunque cambie de forma.
Lanzamiento por contacto, a ojo en el caso de hechiceros más experimentados. Conjuración rápida-media.
• Si el anterior era una maravilla infravalorada, este es una verdadera joya infravalorada. ¡Olvídate de desastres y queda bien siempre con tus invitados con el Nudo de Cerática!- Instrucciones:
- Nudo de Cerática (*): ¿harto de que se le desmoronen los sándwiches de más de dos pisos? ¿Cansado de que, al cortar una tarta, la mitad de la nata que la rellena se salga por los lados? ¡No se preocupe más! El Nudo de Cerática tiene la solución. Con este simple hechizo, podrá hacer una hamburguesa de diez pisos, luego cortarla en rodajas perfectas, ¡y hacerse un bocadillo de hamburguesa! El Nudo de Cerática lo mantiene todo en su sitio perfectamente. ¿Los sanjacobos le estallan llenándole el plato de queso? ¿Teme morder un taco por miedo a llenarse el regazo de salsa picante? ¡Se acabó, gracias al Nudo de Cerática! ¡No me puedo creer que no sea una variación del hechizo tapón!
El Nudo de Cerática se anula al cortar rodajas o mordiscos lo suficientemente finos, o con los ácidos gástricos. Cuesta más cuanto más endeble, complejo y líquido sea su sándwich.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• ¿A tu comida le falta esa chispa de color que hace que se coma con los ojos? ¿O quieres darle un toque exótico? Si no tienes colorantes alimentarios a mano, el hechizo de cambio de color será tu mejor aliado.- Instrucciones:
- Cambio de color: hechizo que sirve para colorear materia. No se limita a aplicar una capa de color externa o modificar el color de la superficie, sino que cambia el propio color que posee un material, dejando una pequeña huella mágica reconocible mediante hechizos específicos. Se puede graduar: aplicar colores diferentes (en todos los sentidos), hacerlo uniforme, solo en cierta parte del material, etc.
- Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
- Los cosechados nivel mago pueden modificar completamente el tono (aunque todavía quedará algún matiz del antiguo). Con esfuerzo puede aprender a aplicar leves matices y gradaciones no muy extremas. Necesitan (*****) para objetos grandes.
- A partir del nivel moderado bajo se pueden aplicar colores y gradaciones sin límite en cualquier objeto, costando más energía y concentración cuanto mayor sea el tamaño de la cosa en cuestión y cuandos más colores y matices quieran usarse.
Lanzamiento a ojo. Conjuración media a larga (dependiendo de las cláusulas que tenga). - Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
• ¿Le falta aroma a tu plato? ¿O tienes algún ingrediente que ocultar a tus comensales? Mejora o altera las propiedades organolépticas de la comida con el hechizo de olor falso.- Instrucciones:
- Hechizo de olor falso (*): El hechicero que lo realice puede hacer que aquello que toque desprenda un olor que tiene que ser muy familiar para aquel que realiza el hechizo. El coste aumenta a medida que aumenta el área afectada por el hechizo. El olor se va de golpe a los tres días. Más convincente será el engaño cuanto con más detalle lo recuerde el mago, aunque hay que tener en cuenta que el olor resultante puede verse afectado por la subjetividad del que realice el hechizo, al basarse en sus recuerdos al fin y al cabo.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
• ¿Harto de que se te derramen líquidos en la cocina? Hechiza tus recipientes con la maravilla infravalorada que es el hechizo tapón.- Instrucciones:
- Hechizo tapón (*): hechizo que impide que un líquido se derrame de su recipiente.
Lanzamiento por área, aplicado generalmente a la boca del recipiente. Conjuración muy rápida.
• ¿Tienes las manos de mantequilla? Literal, o figuradamente. ¡Endurece tus tarros de cristal con la protección contra ruptura!- Instrucciones:
- Protección contra ruptura (**): aplicado a objetos frágiles, evita que se rompan con tanta facilidad. A más resistencia que se quiera incrementar y mayor la superficie del objeto encantado, más energía requiere.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración rápida-media.
• ¿Te has manchado cocinando? El hechizo de limpieza de ropas es la solución.- Instrucciones:
- Limpieza de ropas (**): elimina manchas, arrugas y limpia en general las prendas de ropa que desee el mago (es un agregado de varios hechizos unificados en uno solo).
Lanzamiento por anclaje. Conjuración muy rápida.
• O también, si sueles quemarte cocinando (a ti, o tus pertenencias), también tienes solución con el hechizo ignífugo.- Instrucciones:
- Hechizo ignífugo (**): encanta prendas de ropa, personas u objetos para que sean inmunes a fuego normal.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
- Grimorio para principiantes de Platero:
- Barrera de inercia:
- -Barrera de inercia: (***) de nombre engañoso (no es una barrera en absoluto) en el área delimitada impide que cualquier objeto o persona desprotegidos sean levantados del suelo, y que los atrae irremediablemente hacia el suelo si ya están en el aire. No obstante, también impide cualquier acción voluntaria que implique levantar ambos pies del suelo a la vez, como saltar o emprender el vuelo (se puede correr pero con más torpeza). Si se invoca mientras el objetivo está en el aire, al caer lo hará infaliblemente pies por delante.
Físico. Lanzamiento por área. No es inversible, lo que quiere decir que incluso el lanzador, si está en el área delimitada, se verá afectado. Conjuración media.
- Campo de fuerza:
- -Campo de fuerza (** el espacio para una persona, una campana grande ***, el espacio equivalente a una habitación ****): en forma de media esfera (con una especificación puede formar una esfera completa) bloquea proyectiles de tamaño considerable como si éstos hubieran chocado ante una barrera invisible, en un radio variable según la destreza del mago.
Físico. Inversible. Lanzamiento por área. Conjuración rápida-media.
- Curación nívea:
- -Curación nívea: (****) (utilizable cerca de la Luna Roja). Combate venenos que cursan con fiebre y repara quemaduras; actúa a modo de incentivo para que el organismo siga funcionando y reparándose a sí mismo. Evita que la sangre se coagule y que los órganos se colapsen, además de ejercer un efecto refrescante sobre el organismo en general. No obstante no puede mantener indefinidamente con vida a un moribundo: el organismo depende cada vez más de ese impulso artificial y usarlo en demasía puede provocar que si se le deja a solas empeore considerablemente.
Lanzamiento por área: se hace un barrido con la mano que abarca al área quemada o a la persona envenenada. Es necesario que se aplique sucesivas veces y con regularidad, del mismo modo que se debe renovar una cataplasma o emplasto.
Conjuración media-larga.
- Desvío:
- -Desvío (**, pero variable a más según la potencia de lo desviado): Interfiere en la trayectoria de un hechizo que ya haya sido lanzado. Requiere gestos intuitivos para desviar el encantamiento en una dirección u otra. Siempre requiere menos energía que bloquearlo o disolverlo, pero también reflejos. Si el hechizo es demasiado potente, probablemente no se podrá desviar lo suficiente o hacerlo requerirá demasiada energía. (El coste orientativo indicado arriba es el que ofrecerán unos hechizos ofensivos de potencia moderada en términos de cosechado: se han obviado los más débiles porque normalmente ésos no suelen constituir una verdadera amenaza, y los que les sean lanzados con verdaderas intenciones de daño les costarán más) Si se desvía a demasiada poca distancia el coste será prácticamente el mismo que el de bloquearlo: si se hace a distancia cercana pero prudencial (la típica en duelos de magia) una unidad menos, si se tiene cuidado de poner distancia de unos cuantos metros llegará a dos unidades menos.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
- Hechizo de impacto:
- -Hechizo de impacto: potente golpe mágico que actúa como una bola de demolición (***). Puede gradarse hacia abajo para actuar a modo de empujón de moderado (*) a potente (**).
Lanzamiento por disparo de alcance largo. Conjuración media.
- Levitación:
- -Levitación: un hechizo exigente mentalmente, cansa más de lo acostumbrado. Cuando una persona levita lo más normal es caminar sobre el aire; uno puede dejarse arrastrar simplemente por el hechizo sin moverse, pero la sensación de indefensión es mayor.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.- Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Brujos altos: Un baúl con poca práctica, una persona (***) con práctica.
- Magos: Una persona con algo de práctica, objetos muy pesados (****)con mucha práctica.
Si el objeto que levantado es un puñado de botones (los cuales entran en la categoría de objeto ligero) contarían como un solo asterisco. Lo que cuesta más es la concentración necesaria para mantener tantos objetos distintos en el aire a la vez. - Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Parálisis:
- -Parálisis (***): envuelve al objetivo en un aura azulada al lanzarlo. Sus efectos duran cerca de una hora si se aplica a una única persona. Inmoviliza por completo, y su coste aumenta proporcionalmente a lo voluminoso del objetivo.
Lanzamiento por disparo de alcance corto, por contacto o por área a varios objetivos. Conjuración media.
- Traspaso de energía:
- -Traspaso de energía: no un hechizo en sí, aunque necesita de un chispazo de magia para arrancar. No obstante la energía puede tomarse de alguien no mágico (los efectos se detallan en el post de Sistema de magia). El proceso es perceptible para ambas partes y puede gradarse a voluntad: no obstante si el traspaso de energía es excesivo por parte de la parte emisora y ésta se desmaya o pierde el conocimiento, el enlace entre ambas personas se rompe y el traspaso se interrumpe. Es el mecanismo de funcionamiento de muchos amuletos.
Lanzamiento por contacto. Conjuración muy rápida.
Notas:
-Este grimorio también contiene varios de los hechizos que también venían en el libro de cocina (corte, térmico...).
-También pueden aprender de él cómo anclar hechizos.
-A lo largo de los meses se irán traduciendo más hechizos y añadiéndolos a esta lista.
- Ver mensajes archivados:
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Re: Torreón Sendar
11/06/23, 10:39 pm
Al final lo que había comenzado como una noche depresiva, no tardó en convertirse en un evento soportable gracias a la conversación formada entre los chicos. El inicio con Connor y la incorporación tan agradable de Rick y Nohlem a la charla consiguió que el joven se acabara relajando hasta el punto de lograr rascar algún minuto de sueño. En un constante duermevela donde el tiempo se volvía relativo, dejaba reposar la vista durante lapsos cortos, hasta que el más mínimo ruido le despertaba en una confusión palpable. No había sido su mejor noche, pero podría haber sido mucho peor.
Se había quedado dormido apoyado sobre la cama de Connor. Con ambos brazos cruzados y la cabeza descansando sobre ellos. No era la postura más cómoda, pero era la natural al haber caído rendido en mitad de la conversación. En cuanto el pelirrosa se incorporó, el mero movimiento del colchón sirvió para sacarle lentamente del trance conseguido.
Unos minutos más tarde estaba abriendo perezosamente los ojos, aturdido ante la luz que se filtraba por las ventanas. Era extraño tener que asumir que efectivamente, seguía ahí, rodeado de alienígenas y secuestrado en un paraje hostil. Hablando de, al incorporarse confirmó que el felino y él eran los últimos en despertarse.
¨Aprovecha tu que puedes¨ Pensó para sí viendo que al menos uno de ellos estaba descansando, y sin quererlo molestar se vistió en silencio. Aún se negaba a llevar los harapos insulsos del torreón, pero empezaba a plantearse usarlos de pijama por no desgastar la única ropa decente que tenía. Ya podía cuidar su único coletero y el calcetín de compresión o iba a estar realmente jodido. Una vez terminado fue a salir del cuarto, pero dudoso regreso sobre sus pasos y colocó de manera gentil una sábana sobre Nohlem. Procurando que se quedara tapado para que no cogiera frío. Siendo sinceros, había sido un día de mierda, no iba a ser quien molestara a aquellos que habían encontrado cierta paz.
Bajo un tanto atontado por las escaleras, desperezándose al llegar a la cocina. En el salón se estaban reuniendo ya algunos del grupo. Connor andaba despertando al medio lobo, Rick saludando y Kalna… El estar en un estado somnoliento le provocó cierta alarma al verla con un arma, recordando poco a poco que efectivamente tenían esas cosas en el nuevo hogar. No le agradaba mucho que la llevará por el sitio, y menos aún que estuviera manchando un salón que habían limpiado ellos el día anterior… pero contuvo un resoplido de exasperación y lo convirtió en una sonrisa mañanera de buen humor.
-¡Buenos días gente! Espero que hayáis podido descansar algo. -Su voz sonaba un tanto carrasposa al estar recién levantando aunque no lograba ensuciar el tono alegre. Era obvio viendo el rostro del resto que no había sido el caso, pero el intento de ser positivo estaba. Antes de ir a por uno de los cubos que había en la encimera decidió girarse una última vez hacía ellos. -Ah y Kalna porfa, cuando termines con eso, ¿Te importaría pasar la escoba?
Esperaba que después de la última charla estuviera menos reacia a colaborar, pero ante las dudas y faltando parte del grupo tampoco iba a insistir por ahora en aquello. Decidió hidratarse con uno de los cubos, dejándolo más accesible junto a varios vasos para que los que fueran llegando pudieran beber y con otro que encontró menos lleno acabo usándolo para asearse un mínimo. Limpiándose la cara y de paso despejándose ante el agua fría.
Cuando Damian aterrizó dando tumbos Ethan se estaba mojando el pelo para que rehacerse la coleta fuera tarea sencilla. Le llamaría por su nombre, queriendo captar su atención sin tener en su voz ni una pizca de autoridad. Irónicamente no estaba cabreado por su griterío mañanero, más bien le resultaba entrañable ver que los peques podían mantener una actitud tan brillante a pesar de lo desconcertante que era el ambiente. Si el rubio acababa por acercarse le dedicaría un rostro afable antes de pinzar su nariz y tirar ligeramente de ella, en lo que era un gesto divertido que bien podría dedicarle un hermano mayor. Los motivos reales tras aquella broma lejos de ser aquellos, buscaban comprobar si le seguía doliendo el golpetazo del día anterior. A sabiendas de que Damian tendría demasiado orgullo para confesar si era así, prefirió optar por el camino rápido y comprobarlo de una forma entretenida. Con suerte no había nada de lo que preocuparse.
Se había quedado dormido apoyado sobre la cama de Connor. Con ambos brazos cruzados y la cabeza descansando sobre ellos. No era la postura más cómoda, pero era la natural al haber caído rendido en mitad de la conversación. En cuanto el pelirrosa se incorporó, el mero movimiento del colchón sirvió para sacarle lentamente del trance conseguido.
Unos minutos más tarde estaba abriendo perezosamente los ojos, aturdido ante la luz que se filtraba por las ventanas. Era extraño tener que asumir que efectivamente, seguía ahí, rodeado de alienígenas y secuestrado en un paraje hostil. Hablando de, al incorporarse confirmó que el felino y él eran los últimos en despertarse.
¨Aprovecha tu que puedes¨ Pensó para sí viendo que al menos uno de ellos estaba descansando, y sin quererlo molestar se vistió en silencio. Aún se negaba a llevar los harapos insulsos del torreón, pero empezaba a plantearse usarlos de pijama por no desgastar la única ropa decente que tenía. Ya podía cuidar su único coletero y el calcetín de compresión o iba a estar realmente jodido. Una vez terminado fue a salir del cuarto, pero dudoso regreso sobre sus pasos y colocó de manera gentil una sábana sobre Nohlem. Procurando que se quedara tapado para que no cogiera frío. Siendo sinceros, había sido un día de mierda, no iba a ser quien molestara a aquellos que habían encontrado cierta paz.
Bajo un tanto atontado por las escaleras, desperezándose al llegar a la cocina. En el salón se estaban reuniendo ya algunos del grupo. Connor andaba despertando al medio lobo, Rick saludando y Kalna… El estar en un estado somnoliento le provocó cierta alarma al verla con un arma, recordando poco a poco que efectivamente tenían esas cosas en el nuevo hogar. No le agradaba mucho que la llevará por el sitio, y menos aún que estuviera manchando un salón que habían limpiado ellos el día anterior… pero contuvo un resoplido de exasperación y lo convirtió en una sonrisa mañanera de buen humor.
-¡Buenos días gente! Espero que hayáis podido descansar algo. -Su voz sonaba un tanto carrasposa al estar recién levantando aunque no lograba ensuciar el tono alegre. Era obvio viendo el rostro del resto que no había sido el caso, pero el intento de ser positivo estaba. Antes de ir a por uno de los cubos que había en la encimera decidió girarse una última vez hacía ellos. -Ah y Kalna porfa, cuando termines con eso, ¿Te importaría pasar la escoba?
Esperaba que después de la última charla estuviera menos reacia a colaborar, pero ante las dudas y faltando parte del grupo tampoco iba a insistir por ahora en aquello. Decidió hidratarse con uno de los cubos, dejándolo más accesible junto a varios vasos para que los que fueran llegando pudieran beber y con otro que encontró menos lleno acabo usándolo para asearse un mínimo. Limpiándose la cara y de paso despejándose ante el agua fría.
Cuando Damian aterrizó dando tumbos Ethan se estaba mojando el pelo para que rehacerse la coleta fuera tarea sencilla. Le llamaría por su nombre, queriendo captar su atención sin tener en su voz ni una pizca de autoridad. Irónicamente no estaba cabreado por su griterío mañanero, más bien le resultaba entrañable ver que los peques podían mantener una actitud tan brillante a pesar de lo desconcertante que era el ambiente. Si el rubio acababa por acercarse le dedicaría un rostro afable antes de pinzar su nariz y tirar ligeramente de ella, en lo que era un gesto divertido que bien podría dedicarle un hermano mayor. Los motivos reales tras aquella broma lejos de ser aquellos, buscaban comprobar si le seguía doliendo el golpetazo del día anterior. A sabiendas de que Damian tendría demasiado orgullo para confesar si era así, prefirió optar por el camino rápido y comprobarlo de una forma entretenida. Con suerte no había nada de lo que preocuparse.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Torreón Sendar
12/06/23, 12:54 am
La noche fue la mar de tranquila para Damián. La cama era cómoda y era para él solo, durmiendo al lado de su amigo Rag. Si bien estaba un pelín nervioso por la presencia de Aniol, el sueño que arrastraba lo hicieron estar un poco más manso de lo habitual, finalizando en él estando acurrucado entre sábanas y descansando plácidamente. Desde que su madre estuvo ingresada, el italiano adquirió la costumbre de abrazarse a algo, en este caso a las propias sábanas y ahí estuvo, quieto, haciendo apenas el ruido de su respiración suave mientras recargaba energías.
Durmió como un rey, levantándose al notar la luz del día y estirando sus extremidades. Frotó sus ojos, mirando a los de su habitación mientras bostezaba con la boca abierta de par en par. Se rascó la nuca, bajando del camastro y poniendo de nuevo las botas enormes en sus pies. Eso era lo único que conservaba del conjunto anterior, reemplazado pero una camiseta de manga larga y amplio cuello, y pantalones de tela. El conjunto le quedaba, era de su talla y estaba muy contento con tener ropa para él, vaya lujo.
Bajó las escaleras con brío, dibujando una sonrisa cada vez más amplia conforme bajaba. Escuchaba unos sonidos metálicos procedentes de abajo pero eso no lo perturbaba en lo absoluto, asomando su pequeño cuerpo y pelo despeinado, ahora bastante más sedoso que el día anterior, y acumuló aire en sus pulmones.
—¡BUENOS DIAS POR LA MAÑANA! —anunció con un griterío digno de un gallo, comenzando a hacer uso de toda la energía que acumuló durmiendo como un bebé—. ¿¡Vamos ya a por la comida!? ¡Me muero de hambre!
Con la mano en su tripa y una risilla de buen humor se dio cuenta de que Ethan lo estaba llamando. Entrañado al principio, fue dándose cuenta de que no parecía algo grave por si tono de voz. Se acercó curioso adonde estaba el chico cuando notó un agarre traicionero en la punta de su nariz. El italiano manifestó un bote del susto, entrecerrando los ojos.
—Aaayayay, ¿que haces? —se apartó un poco, agarrando su nariz y arrugando un poco la cara—. Ahh.. ahh... ¡¡¡AAATCHOOOOO!!! —tremendo estornudo le salió, por frotarse de más sus conductos nasales. Toda su esponja de pelo se movió en armonía por ello, levantando su cabezón al recuperarse del retroceso. Meneando la cara para espabilar del mareo de estornudar tan fuerte, volvió a mirar a Ethan, extrañado pero con un tono risueño—. No es de quitar y poner, me hiciste cosquillas cabrón —esa situación se le hizo divertida, riendo un poco al final.
Durmió como un rey, levantándose al notar la luz del día y estirando sus extremidades. Frotó sus ojos, mirando a los de su habitación mientras bostezaba con la boca abierta de par en par. Se rascó la nuca, bajando del camastro y poniendo de nuevo las botas enormes en sus pies. Eso era lo único que conservaba del conjunto anterior, reemplazado pero una camiseta de manga larga y amplio cuello, y pantalones de tela. El conjunto le quedaba, era de su talla y estaba muy contento con tener ropa para él, vaya lujo.
Bajó las escaleras con brío, dibujando una sonrisa cada vez más amplia conforme bajaba. Escuchaba unos sonidos metálicos procedentes de abajo pero eso no lo perturbaba en lo absoluto, asomando su pequeño cuerpo y pelo despeinado, ahora bastante más sedoso que el día anterior, y acumuló aire en sus pulmones.
—¡BUENOS DIAS POR LA MAÑANA! —anunció con un griterío digno de un gallo, comenzando a hacer uso de toda la energía que acumuló durmiendo como un bebé—. ¿¡Vamos ya a por la comida!? ¡Me muero de hambre!
Con la mano en su tripa y una risilla de buen humor se dio cuenta de que Ethan lo estaba llamando. Entrañado al principio, fue dándose cuenta de que no parecía algo grave por si tono de voz. Se acercó curioso adonde estaba el chico cuando notó un agarre traicionero en la punta de su nariz. El italiano manifestó un bote del susto, entrecerrando los ojos.
—Aaayayay, ¿que haces? —se apartó un poco, agarrando su nariz y arrugando un poco la cara—. Ahh.. ahh... ¡¡¡AAATCHOOOOO!!! —tremendo estornudo le salió, por frotarse de más sus conductos nasales. Toda su esponja de pelo se movió en armonía por ello, levantando su cabezón al recuperarse del retroceso. Meneando la cara para espabilar del mareo de estornudar tan fuerte, volvió a mirar a Ethan, extrañado pero con un tono risueño—. No es de quitar y poner, me hiciste cosquillas cabrón —esa situación se le hizo divertida, riendo un poco al final.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torreón Sendar
12/06/23, 07:40 pm
Nohlem, que después de cumplir 6 años no había tenido que compartir cuarto con nadie, no se imaginó compartiendo uno con otros tres chicos tan adultos como él. Al menos… no de una forma tan triste, y desde luego no en aquellas condiciones. Ni tan solo si fueran varmanos… Pero era mejor eso que la fría soledad de una habitación demasiado vacía en una torre destartalada a años luz de su hogar. La charla que tuvieron le ayudó a distraerse, pero no a olvidar dónde y con qué seres estaba. Si acaso se hizo más tangible. Todo el miedo acumulado le impidió dormir en un principio, algo que no le había pasado en la vida, y como tampoco quería faltarle el respeto a Connor, Ethan y Rick mientras estuvieran conversando el varmano se llevó a sus límites. Al final el sueño fue superior a sus fuerzas y cayó rendido sin darse cuenta por lo menos un par de horas, en la misma pose en la que había quedado sentado, de brazos cruzados y escurrido entre la almohada y la pared. Al sentir que algo rozaba contra su cuerpo el sueño profundo pasó a ser duermevela, aún lo suficientemente agradable como para despertarle pero de alguna forma más consciente.
Y tan consciente que fue cuando unos gritos terminaron de rematarlo. Justo cuando el calor de la manta que alguien le había puesto le estaba devolviendo a un plano mejor, Nohlem dio un respingo, pensó unos insultos demasiados fuertes para su status y abrió los ojos tan de golpe que le dolió hasta el blanco de los mismos. No se había quedado dormido en jardín, ni en el diván del cuarto de invitados después de comer, estaba de vuelta en el cuchitril de piedra y aún llevaba los zapatos puestos y la ropa de ayer. Al principio le costó reconocer el lugar, pues había cambiado bastante respecto a la nula iluminación que había tenido horas antes y encima estaba solo, pero las voces que daba Damian eran una buena pista a que no, no estaba teniendo un sueño dentro de otro sueño. Se incorporó un poco, haciendo caer la manta sobre sus piernas, se pinzó el morro con un gruñido y cerró los ojos unos segundos a ver si así dejaban de dolerle. Genial, porque también le dolían el cuello y la mitad de la espalda. Se sentía entre agradecido y condenado. Agradecido por el gesto de que alguien le abrigara y condenado por, bueno, absolutamente todo lo demás. Encima ahora sí que picaban el hambre y el cambio de temperatura.
Sacó los pies de la cama y dudó en si quedarse ahí. Ahora que había pasado el enano escaleras abajo… quien sabe, si creían que seguía dormido quizás le dejaban en paz.
Ah no, bien pensado no quería eso. ¿Y si se iban todos y le dejaban ahí abandonado?
Con la cabeza peor que los platillos de una batería a la que han golpeado demasiado fuerte, Nohlem echó un vistazo a su reloj. Ni de coña eran las 5:48 de la tarde. Posiblemente no hubiera forma de conseguir una referencia exacta de la hora de aquel lugar, así que por tener una aproximación le dio la vuelta a las manecillas hasta que dieron las 8 de la mañana. Después se levantó, dejó la manta hecha un gurruño detrás suya sin caer en que ahí no había un servicio que fuese a encargarse de doblarla después, y se recolocó los tirantes sobre los hombros. Se había dejado la chaqueta, el chaleco y la corbata en el otro cuarto, que bien pensado no es que se los fuera a poner ahora, pero tampoco pensaba dejarlos ahí sin más. Entre gruñidos y mientras se peinaba volvió la otra habitación, recogió sus cosas y las dejó en el nuevo. Bien, oficialmente volvía a darle miedo dormir solo. Al buscar sus gafas en el bolsillo del pantalón (a lo mejor había suerte y le ayudaban con el dolor de cabeza) dio con el panfleto de carreras de osogrifo que había llenado de notas que ya no comprendía. Que irónico que hace apenas un día su mayor preocupación había sido que su madre encontrase aquello.
La bajada no fue mejor que el despertar. La imagen de Kalna afilando una condenada espada le espabiló al punto de no retorno, ese en el que a pesar de estar agotado sería incapaz de volver a dormirse por los nervios. No porque Kalna le diera miedo en sí (que un poco), sino por el frío recordatorio de que había armas blancas al alcance de cualquiera una planta más abajo. Había sobrevivido una noche sin puñaladas, a ver si podían ser dos…
—Buenos… —empezó en voz alta, mas le salió tan grave y oxidada, tocada tras la noche, que tuvo que carraspear para corregirla—. Buenos días —repitió, esta vez más normal.
Le dedicó una sonrisa cansada y penosa a los allí presentes y, tras un escrutinio rápido, se acercó a los vasos de agua para servirse uno. Ya que no podía ni comer ni lavarse los dientes como una persona normal al menos se llenaría el buche de agua. Quiso hacer algún comentario ácido sobre la suave y melodiosa voz de Damian, pero ya estaba de pie y ni lanzar al enano contra el abismo de huesos iba a remediarlo.
—¿Lleváis mucho despiertos? —preguntó—. Tú ya sé que no —le sonrió “divertido” a Damian. Suerte que no eran varmanos. Cualquiera en su mundo habría reconocido que, por el nulo grosor de sus pupilas, su sonrisa tenía la sinceridad de un mentiroso.
Y tan consciente que fue cuando unos gritos terminaron de rematarlo. Justo cuando el calor de la manta que alguien le había puesto le estaba devolviendo a un plano mejor, Nohlem dio un respingo, pensó unos insultos demasiados fuertes para su status y abrió los ojos tan de golpe que le dolió hasta el blanco de los mismos. No se había quedado dormido en jardín, ni en el diván del cuarto de invitados después de comer, estaba de vuelta en el cuchitril de piedra y aún llevaba los zapatos puestos y la ropa de ayer. Al principio le costó reconocer el lugar, pues había cambiado bastante respecto a la nula iluminación que había tenido horas antes y encima estaba solo, pero las voces que daba Damian eran una buena pista a que no, no estaba teniendo un sueño dentro de otro sueño. Se incorporó un poco, haciendo caer la manta sobre sus piernas, se pinzó el morro con un gruñido y cerró los ojos unos segundos a ver si así dejaban de dolerle. Genial, porque también le dolían el cuello y la mitad de la espalda. Se sentía entre agradecido y condenado. Agradecido por el gesto de que alguien le abrigara y condenado por, bueno, absolutamente todo lo demás. Encima ahora sí que picaban el hambre y el cambio de temperatura.
Sacó los pies de la cama y dudó en si quedarse ahí. Ahora que había pasado el enano escaleras abajo… quien sabe, si creían que seguía dormido quizás le dejaban en paz.
Ah no, bien pensado no quería eso. ¿Y si se iban todos y le dejaban ahí abandonado?
Con la cabeza peor que los platillos de una batería a la que han golpeado demasiado fuerte, Nohlem echó un vistazo a su reloj. Ni de coña eran las 5:48 de la tarde. Posiblemente no hubiera forma de conseguir una referencia exacta de la hora de aquel lugar, así que por tener una aproximación le dio la vuelta a las manecillas hasta que dieron las 8 de la mañana. Después se levantó, dejó la manta hecha un gurruño detrás suya sin caer en que ahí no había un servicio que fuese a encargarse de doblarla después, y se recolocó los tirantes sobre los hombros. Se había dejado la chaqueta, el chaleco y la corbata en el otro cuarto, que bien pensado no es que se los fuera a poner ahora, pero tampoco pensaba dejarlos ahí sin más. Entre gruñidos y mientras se peinaba volvió la otra habitación, recogió sus cosas y las dejó en el nuevo. Bien, oficialmente volvía a darle miedo dormir solo. Al buscar sus gafas en el bolsillo del pantalón (a lo mejor había suerte y le ayudaban con el dolor de cabeza) dio con el panfleto de carreras de osogrifo que había llenado de notas que ya no comprendía. Que irónico que hace apenas un día su mayor preocupación había sido que su madre encontrase aquello.
La bajada no fue mejor que el despertar. La imagen de Kalna afilando una condenada espada le espabiló al punto de no retorno, ese en el que a pesar de estar agotado sería incapaz de volver a dormirse por los nervios. No porque Kalna le diera miedo en sí (que un poco), sino por el frío recordatorio de que había armas blancas al alcance de cualquiera una planta más abajo. Había sobrevivido una noche sin puñaladas, a ver si podían ser dos…
—Buenos… —empezó en voz alta, mas le salió tan grave y oxidada, tocada tras la noche, que tuvo que carraspear para corregirla—. Buenos días —repitió, esta vez más normal.
Le dedicó una sonrisa cansada y penosa a los allí presentes y, tras un escrutinio rápido, se acercó a los vasos de agua para servirse uno. Ya que no podía ni comer ni lavarse los dientes como una persona normal al menos se llenaría el buche de agua. Quiso hacer algún comentario ácido sobre la suave y melodiosa voz de Damian, pero ya estaba de pie y ni lanzar al enano contra el abismo de huesos iba a remediarlo.
—¿Lleváis mucho despiertos? —preguntó—. Tú ya sé que no —le sonrió “divertido” a Damian. Suerte que no eran varmanos. Cualquiera en su mundo habría reconocido que, por el nulo grosor de sus pupilas, su sonrisa tenía la sinceridad de un mentiroso.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Sendar
13/06/23, 09:39 am
Le repobladore era incapaz de determinar o recordar cuántas veces se había despertado esa noche. Quizás si volvía a dormirse de verdad volvería a despertar en su propio mundo, pensaba todas esas veces, pero sin éxito. De madrugada había asomado la cabeza un par de veces pero solo conseguía desubicarse debido a la oscuridad de la habitación y las diferentes respiraciones que le rodeaban. Ese grupo de Gigantes Amables habían sido una especie de milagro en la historia de les repobladores, igual que quienes habían apagado los incendios, y se habían portado excepcionalmente bien con Tawar. Sin embargo, y a pesar de ello, no se reconocía allí con elles. No quería estar allí. No tenía sentido que estuviera allí, les Gigantes tenían muchas más opciones de ayudar a la Flora que elle misme. No quería salir de su escondite en el trapo, ya que era lo más cercano a un poncho de hojas y tela que podía tener allí.
Allí, allí, allí. Rocavarancolia solo tenía de familiar las primeras cuatro letras, mientras que lo demás no significaba nada para elle ni le traía consuelo alguno. Pero, ¿qué había allí para elle?
La roca fría le trajo una serie de gritos de otra parte del torreón que le despertaron de nuevo, y una vez más se ajustó el trapo en torno a su cuerpo, cogiendo cachos de la tela con sus cuatro manos. La cola era lo único que asomaba por fuera, pero estaba todo lo quieta posible para no llamar la atención. Las voces se sucedían y la gente iba despertando a su alrededor y a diferentes alturas, no reconocía aún la estructura del torreón. Al final, acabó asomando la cabeza. Quería seguir durmiendo, pero no allí con tanto jaleo. Así que se incorporó con lentitud, lo más en silencio posible. La mesita de noche apenas crujía bajo su peso mientras caminaba hacia el borde. El suelo de roca fría recibió sus pies sin problema, el salto apenas un brinco. Arrastraba tras de sí el trapo, y con este se fue hasta la abertura más cercana en las paredes grises. Necesitaba ver el sol.
Se escabulló hacia allí, pues, y luego trepó con rapidez hasta la tronera. El sol le esperaba al otro lado de la roca fría, asomando entre los edificios, sí, pero se llevó un disgusto en cuanto asumió lo que significaban esas tonalidades de gris que lo cubrían todo hasta donde le alcanzaba la vista. Se sentó con las piernas colgando y suspiró. Se había envuelto con el trapo para que el frío no se agarrara a su cuerpo, y gran parte de este colgaba por el interior, visible desde el dormitorio.
—Todo es de roca, apenas hay árboles sueltos o secos aquí y allá... Flora, ¿qué hago aquí? ¿Qué esperas que aprenda en este cementerio de piedra para poder ayudarte? Ni siquiera huele a... Nada, solo polvo.
Se quedaría ahí un rato, al menos hasta que escuchara despertar a más de sus voces favoritas o le viera alguien. O hasta que se hubieran ido a explorar, quizás, pues no quería ninguna excusa para pisar el exterior. Bastante sobrecogedor le resultaba desde allí, a salvo en las alturas, como para arriesgarse a perderse entre Gigantes, depredadores y paredes grises por doquier.
Allí, allí, allí. Rocavarancolia solo tenía de familiar las primeras cuatro letras, mientras que lo demás no significaba nada para elle ni le traía consuelo alguno. Pero, ¿qué había allí para elle?
La roca fría le trajo una serie de gritos de otra parte del torreón que le despertaron de nuevo, y una vez más se ajustó el trapo en torno a su cuerpo, cogiendo cachos de la tela con sus cuatro manos. La cola era lo único que asomaba por fuera, pero estaba todo lo quieta posible para no llamar la atención. Las voces se sucedían y la gente iba despertando a su alrededor y a diferentes alturas, no reconocía aún la estructura del torreón. Al final, acabó asomando la cabeza. Quería seguir durmiendo, pero no allí con tanto jaleo. Así que se incorporó con lentitud, lo más en silencio posible. La mesita de noche apenas crujía bajo su peso mientras caminaba hacia el borde. El suelo de roca fría recibió sus pies sin problema, el salto apenas un brinco. Arrastraba tras de sí el trapo, y con este se fue hasta la abertura más cercana en las paredes grises. Necesitaba ver el sol.
Se escabulló hacia allí, pues, y luego trepó con rapidez hasta la tronera. El sol le esperaba al otro lado de la roca fría, asomando entre los edificios, sí, pero se llevó un disgusto en cuanto asumió lo que significaban esas tonalidades de gris que lo cubrían todo hasta donde le alcanzaba la vista. Se sentó con las piernas colgando y suspiró. Se había envuelto con el trapo para que el frío no se agarrara a su cuerpo, y gran parte de este colgaba por el interior, visible desde el dormitorio.
—Todo es de roca, apenas hay árboles sueltos o secos aquí y allá... Flora, ¿qué hago aquí? ¿Qué esperas que aprenda en este cementerio de piedra para poder ayudarte? Ni siquiera huele a... Nada, solo polvo.
Se quedaría ahí un rato, al menos hasta que escuchara despertar a más de sus voces favoritas o le viera alguien. O hasta que se hubieran ido a explorar, quizás, pues no quería ninguna excusa para pisar el exterior. Bastante sobrecogedor le resultaba desde allí, a salvo en las alturas, como para arriesgarse a perderse entre Gigantes, depredadores y paredes grises por doquier.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Sendar
13/06/23, 04:19 pm
Apenas había pegado ojo, y no estaba realmente durmiendo cuando el griterío de Damian escaleras abajo le hizo abrir un ojo, pero sí estaba en un estado de reposo bastante agradable que de buen grado habría conservado un poco más. Gruñó en bajito, estirándose con cuidado bajo las mantas, hasta que notó los pinchazos en las articulaciones de los brazos y las piernas y volvió a encogerse. Ojalá pudiese quedarse en cama todo el día, pero estaba fuera de cuestión.
Airi se incorporó despacio, recordando de golpe dónde estaba, quiénes habían dormido en aquella habitación, el día anterior... Le había dado vueltas a lo largo de toda la noche, pero por un momento, tras tanto agotamiento, se había logrado transportar a un sitio más agradable. Ahora tocaba volver a la realidad.
Sentada en la cama se tanteó el pelo, apartando los mechones que le tapaban la cara. Por las mañanas su pelo siempre era un nido de vincos, o eso solía decirle Lihkos, así que trató de dar una mejor imagen a sus nuevos compañeros estirando hacia atrás el pelo todo lo posible y atándolo con su coletero de tela en una bola de rizos descolocados. Era lo más elaborado que iba a hacerse esa mañana, con los brazos tan molidos como los tenía.
Se incorporó y empezó a andar hacia el pasillo cojeando, tratando de no molestar a quienes siguiesen durmiendo, aunque dudaba que con los gritos de Damian quedase alguien. Le parecía oír voces en el salón comunal del piso de abajo, así que el niño no había sido el primero en despertarse. Al ver el trapo que colgaba de la tronera, sin embargo, se detuvo. No recordaba que estuviese allí el día anterior. Al fijarse, se dio cuenta de que era Tawar mirando por la ventana. Se acercó a elle y observó también la ciudad muerta que se extendía más allá durante un segundo. Podía reconocer los colores del amanecer muy diluidos entre las nubes, pero todo en aquella ciudad era más apagado y carente de vida.
—Buenos días. ¿No habrás dormido aquí, no? —le preguntó al repobladore. En ningún momento le había oído cambiar de sitio.
Airi se incorporó despacio, recordando de golpe dónde estaba, quiénes habían dormido en aquella habitación, el día anterior... Le había dado vueltas a lo largo de toda la noche, pero por un momento, tras tanto agotamiento, se había logrado transportar a un sitio más agradable. Ahora tocaba volver a la realidad.
Sentada en la cama se tanteó el pelo, apartando los mechones que le tapaban la cara. Por las mañanas su pelo siempre era un nido de vincos, o eso solía decirle Lihkos, así que trató de dar una mejor imagen a sus nuevos compañeros estirando hacia atrás el pelo todo lo posible y atándolo con su coletero de tela en una bola de rizos descolocados. Era lo más elaborado que iba a hacerse esa mañana, con los brazos tan molidos como los tenía.
Se incorporó y empezó a andar hacia el pasillo cojeando, tratando de no molestar a quienes siguiesen durmiendo, aunque dudaba que con los gritos de Damian quedase alguien. Le parecía oír voces en el salón comunal del piso de abajo, así que el niño no había sido el primero en despertarse. Al ver el trapo que colgaba de la tronera, sin embargo, se detuvo. No recordaba que estuviese allí el día anterior. Al fijarse, se dio cuenta de que era Tawar mirando por la ventana. Se acercó a elle y observó también la ciudad muerta que se extendía más allá durante un segundo. Podía reconocer los colores del amanecer muy diluidos entre las nubes, pero todo en aquella ciudad era más apagado y carente de vida.
—Buenos días. ¿No habrás dormido aquí, no? —le preguntó al repobladore. En ningún momento le había oído cambiar de sitio.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Sendar
13/06/23, 05:21 pm
Colmillo había pasado la noche hablando con Kalna e intentando enlazar cada uno de sus comportamientos con los de alguno de sus familiares en un intento de sentirse menos solo y perdido, pero si bien había mucho de Susi en Kalna, esto no le estaba haciendo sentir tan bien como esperaba, sino que le estaba haciendo echar más de menos a su hermana mayor. A pesar de eso, el vittya quiso retener a la libense para que no se fuera a su habitación y no le dejara solo, pero incluso si se habían llevado bien durante la conversación, no tenían la confianza suficiente como para que el zawodny le pidiera algo como eso.
Una vez se quedó solo, Colmillo calibró la opción de buscar una habitación en la que poder dormir o incluso ver si podía acoplarse a alguna de las ya ocupadas para no hacerlo solo, pero la idea de entrar sin permiso le hizo la misma gracia que la de dormir solo, que era ninguna, por lo que finalmente sacó sus tabas y se puso a juguetear con ellas pensando en si ahora que estaba en otro mundo sería capaz de leer algo en ellas que fuera medianamente decente.
Lo siguiente de lo que fue consciente fue de los gritos y gemidos de pánico. Insultos, amenazas y lanzadas a voces en todas las direcciones ocupaban su mente entremezclándose con lamentos y llantos que le resultaron familiares, pero no llegó a reconocer. Y sobre todas esos gritos, su nombre. Su nombre llamado por cientos de voces y de cientos de maneras. Con ira, en súplica, con cariño, con horror,... Un coro de sonidos discordantes que le enterraba en angustia y miedo.
Y luego un terremoto. Y su nombre de nuevo.
“¡Espabila, Eschezeniak, cojones!”
-¡JODER! -exclamó dando un bote en el sitio y sintiéndose mareado al momento por la falta de sueño y el rápido movimiento-. ¿¡PERO QUÉ POLLAS!? ¿¡QUÉ COÑO QUIERES, CRON…!?
Y entonces se dio cuenta. No estaba en casa. No estaba durmiendo despatarrado en su catre junto a su sobrino y el resto de su familia, no. Estaba en aquel sitio de nombre complicado al que la supuesta Matka le había llevado, rodeado de todos aquellos extraños sin pelo. Por un instante, deseó no haber despertado.
-Connor -se corrigió reconociendo al chico de pelo rosa y luego, todavía con la vista algo borrosa por el sueño, miró a su alrededor.
Reconoció también a Kalna cerca con una espada en las manos y lo que se veía como una piedra de afilar, lo que pasó por encima de su cerebro dormido con una facilidad que más tarde le sorprendería, y a Rick, que entró saludando con simpatía. Colmillo se frotó los ojos con las manos intentando espabilarse, consciente de que aunque en algún momento debió quedarse dormido, no debía haber pasado mucho tiempo desde entonces. Al levantar su mano derecha, descubrió que todavía tenía sus tabas agarradas fuertemente en ella y las volvió a meter en su riñonera con un resoplido.
-Estar despierto no es mejor -murmuró cuando Connor le dijo que había estado teniendo una pesadilla mientras se frotaba de nuevo los ojos y toda la cara esta vez con las manos libres.
El vittya agradeció la aparición de Ethan y su saludo alegre, porque su comentario había sido más cenizo y malhumorado de lo que le hubiera gustado mostrar y, realmente, si lo pensaba bien no era ni siquiera cierto.
-No creo que ninguno hayamos descansado una mierda -se quejó mientras se levantaba para estirarse porque aunque no era capaz de reconocer si los rostros de sus compañeros indicaban de alguna manera cansancio o no, sí podía ver eso en su lenguaje corporal. Al momento, lo que parecía una estampida de rogis encolerizados bajó a la carrera por las escaleras y comenzó a saludar gritando-. Aunque parece que algunos sí. Joder, ni un puto segundo de descanso -se quejó de nuevo en voz baja mientras se agarraba la cabeza por el dolor provocado por los gritos.
Colmillo se sintió abrumado y asfixiado por todo, por lo que no perdió el tiempo en encaminarse a la puerta del patio, saludando con un movimiento de cabeza distraído a Nohlem cuando apareció por las escaleras. Una vez fuera, sintió que de alguna manera podía respirar de nuevo y tras algunas inspiraciones profundas se sintió por fin más calmado y despierto.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Sendar
13/06/23, 06:54 pm
Al igual que muchos de sus compañeros, Rägjynn tampoco había podido conciliar el sueño hasta muy cerca del amanecer, y este fue un descanso muy pobre que de poco o nada le ayudaría para afrontar el nuevo día. Lo único positivo de la brevedad de este fue que no le dio tiempo a soñar, o probablemente habría tenido pesadillas de un tema específico y recurrente. Pero, también como le había sucedido a varios, el despertarse entre gritos tampoco mejoraba precisamente la situación. Se sobresaltó en el camastro, incorporándose tan de repente que su visión se volvió borrosa y le sobrevino un mareo durante varios segundos, haciéndole disociar por completo de su entorno. La extraña sensación de irrealidad comenzó a disiparse lentamente, con el sentimiento de desorientación que acompañaba a esta y le llevó un rato registrar finalmente dónde se encontraba.
En una de las camas de al lado ya no había nadie: estaba bastante seguro de que Damian había dormido ahí y que los gritos que había oído eran suyos, ahora que era capaz de empezar a razonar. Se frotó los ojos, en este caso para despejar su agotada visión pero no pudiendo evitar comprobar sus garras obsesivamente en busca de rastros de sangre. Era absurdo porque no es que estuviese notando ningún líquido en la zona, pero aquel gesto iba a repetirse muy a menudo, tuviera algún fundamento o no.
Le dolían los ojos, la cabeza, el entumecimiento que había sentido la mañana anterior al despertarse en aquella celda ruinosa le estaba pasando todavía más factura después de haberse pasado el día limpiando… Estaba hecho un completo desastre. Al oír la voz de Airi, aunque también tardó en registrarla y reconocerla, fue cuando se dio cuenta de que los demás sí que seguían en el dormitorio. Comenzó a levantarse de la cama, tratando de tener más cuidado en no hacer movimientos bruscos esa vez y emitió un bostezo bastante sonoro.
—Perdón… Buenos días —dijo mirando hacia los presentes—. O espero que sean mejores para vosotros.
Se acercó a la ventana donde se encontraba subide Tawar y Airi hablando con elle a su lado, preguntándose si estaban mirando algo en concreto.
Su vista se posó entonces en Aniol, quien estaba terminando de cambiarse de ropa. Decidió acercarse una vez hubiese terminado al haber visto su rostro. Parecía… alicaído. No es que fuese algo extraño, en realidad, y a lo mejor solo se debía a que acababa de despertarse por culpa de los gritos, pero aun así no pudo evitar preocuparse un poco por su actitud taciturna.
>>Buenos días, Aniol. ¿Has conseguido dormir? —tanteó con suavidad.
En una de las camas de al lado ya no había nadie: estaba bastante seguro de que Damian había dormido ahí y que los gritos que había oído eran suyos, ahora que era capaz de empezar a razonar. Se frotó los ojos, en este caso para despejar su agotada visión pero no pudiendo evitar comprobar sus garras obsesivamente en busca de rastros de sangre. Era absurdo porque no es que estuviese notando ningún líquido en la zona, pero aquel gesto iba a repetirse muy a menudo, tuviera algún fundamento o no.
Le dolían los ojos, la cabeza, el entumecimiento que había sentido la mañana anterior al despertarse en aquella celda ruinosa le estaba pasando todavía más factura después de haberse pasado el día limpiando… Estaba hecho un completo desastre. Al oír la voz de Airi, aunque también tardó en registrarla y reconocerla, fue cuando se dio cuenta de que los demás sí que seguían en el dormitorio. Comenzó a levantarse de la cama, tratando de tener más cuidado en no hacer movimientos bruscos esa vez y emitió un bostezo bastante sonoro.
—Perdón… Buenos días —dijo mirando hacia los presentes—. O espero que sean mejores para vosotros.
Se acercó a la ventana donde se encontraba subide Tawar y Airi hablando con elle a su lado, preguntándose si estaban mirando algo en concreto.
Su vista se posó entonces en Aniol, quien estaba terminando de cambiarse de ropa. Decidió acercarse una vez hubiese terminado al haber visto su rostro. Parecía… alicaído. No es que fuese algo extraño, en realidad, y a lo mejor solo se debía a que acababa de despertarse por culpa de los gritos, pero aun así no pudo evitar preocuparse un poco por su actitud taciturna.
>>Buenos días, Aniol. ¿Has conseguido dormir? —tanteó con suavidad.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Sendar
13/06/23, 09:19 pm
Aniol se despertó pálido y con la frente perlada de sudor. Estaba teniendo un sueño precioso en el que comía churritos de chocolate y su familia le prestaba mimos y cuidados cuando Damian comenzó a gritar como un becerro y lo devolvió a la triste realidad.
Se encontraba en un mundo desconocido. Y solo.
El pequeño se tapó las orejas en un gesto inutil, e incluso escondió la cabeza bajo la almohada. Pero era imposible volver a conciliar el sueño así que terminó por enderezarse en el filo de la cama con mirada ausente. Suspiró con pesadez, preso de un agotamiento irascible, y se abrazó a sí mismo.
Luego se resignó a bajar, arrastrando los pies hasta un baúl y pillando lo primero que viera. Se quedó dormido con el mono de reno así que encima lo había arrugado, por lo que lo doblaría rigurosamente como su padre le había enseñado y escogería ropa nueva. Aquello tampoco fue positivo pues la mayoría de los tejidos estaban raídos y los colores eran aburridos y sosos muy lejos del rojo brillante de las golosinas o del verde esmeralda de las joyas de su madre. Tuvo que conformarse con un jersey naranja de cuello alto con un agujero en los bajos y unos pantalones grandes con dos parches mal cosidos en las rodillas.
¿Dónde estaba? ¿No es lo que había pedido, un mundo de magia y criaturas mágicas? ¿Por qué entonces estaba aterrado? ¿Dónde estaban sus padres?
Miró de reojo a Tawar, y pensó con tristeza que en aquel momento ni siquiera le parecía el hada más maravilloso del mundo. Era como si su periodo de sueño hubiera reiniciado su cabeza y ahora fuera consciente de que había sacrificado a su familia para perseguir sus sueños. Pero es que sus sueños también eran el hijo del carnicero, y reír con sus vecinas las cotillas, y montar su propia chocolatería al lado de la de sus padres para no echarles mucho de menos.
Ahora les echaba muchísimo. Los había echado en falta desde que se perdió en el bosque a la sombra de la noche. ¿Sería uno de esos niños de las noticias? ¿Sus padres estarían llorando en televisión con uno de sus peluches favoritos en pantalla? Pensó en Nelka… justo ahora que deseaba marcharse y estudiar fuera cogía él y hacía una tontería. Jamás podría abandonar el pueblecito sin encontrarle.
Entonces Räg le habló y Aniol se giró hacia él sin decir nada y con los ojos humedecidos. Su rostro de lagarto le volvió a impresionar por unos segundos. Pero ni siquiera había escuchado su pregunta, le había llegado como un eco distante.
—Yo… necesito un… peine… Räg —era cierto, su melena destartalada y oscura lucía ahora como un caos tormentoso, ojalá tuviera un coletero tan bonito como el de Airi—. Mis hermanas… mis hermanas siempre… —el pequeño comenzó a temblar y su respiración se hizo rápida y urgente como a quien estaba a punto de darle un ataque de ansiedad, posiblemente ese era su caso. Tosió, con la boca seca y empalagosa y notando como se mareaba un poquito al haberse levantado tan de repente sin ningún tipo de comida en su estómago—. Mis hermanas siempre me peinaban antes de ir al cole… y yo… —sollozó, sin importarle quien estuviera presente. Lloró con las manos en la cara y sin querer hacer mucho ruido. Luego dio varios pasos en su dirección y enterró la cara en el abdomen del mjorní. Su voz sonaría amortiguada—. ¡Quiero irme a casa! Deben estar muy preocupados por mí… Quiero irme a casa y que ME PEINEN —se abrazó a él, como si fuera un faro de esperanza. Pero dudaba que hubiera nada que pudiera calmar su llanto esmorecido, ni siquiera Ethan, su ángel de la guarda.
Guardó la grulla en uno de sus bolsillos, ahora estaba un poco mojada.
Pero es que dentro de él llovía.
Se encontraba en un mundo desconocido. Y solo.
El pequeño se tapó las orejas en un gesto inutil, e incluso escondió la cabeza bajo la almohada. Pero era imposible volver a conciliar el sueño así que terminó por enderezarse en el filo de la cama con mirada ausente. Suspiró con pesadez, preso de un agotamiento irascible, y se abrazó a sí mismo.
Luego se resignó a bajar, arrastrando los pies hasta un baúl y pillando lo primero que viera. Se quedó dormido con el mono de reno así que encima lo había arrugado, por lo que lo doblaría rigurosamente como su padre le había enseñado y escogería ropa nueva. Aquello tampoco fue positivo pues la mayoría de los tejidos estaban raídos y los colores eran aburridos y sosos muy lejos del rojo brillante de las golosinas o del verde esmeralda de las joyas de su madre. Tuvo que conformarse con un jersey naranja de cuello alto con un agujero en los bajos y unos pantalones grandes con dos parches mal cosidos en las rodillas.
¿Dónde estaba? ¿No es lo que había pedido, un mundo de magia y criaturas mágicas? ¿Por qué entonces estaba aterrado? ¿Dónde estaban sus padres?
Miró de reojo a Tawar, y pensó con tristeza que en aquel momento ni siquiera le parecía el hada más maravilloso del mundo. Era como si su periodo de sueño hubiera reiniciado su cabeza y ahora fuera consciente de que había sacrificado a su familia para perseguir sus sueños. Pero es que sus sueños también eran el hijo del carnicero, y reír con sus vecinas las cotillas, y montar su propia chocolatería al lado de la de sus padres para no echarles mucho de menos.
Ahora les echaba muchísimo. Los había echado en falta desde que se perdió en el bosque a la sombra de la noche. ¿Sería uno de esos niños de las noticias? ¿Sus padres estarían llorando en televisión con uno de sus peluches favoritos en pantalla? Pensó en Nelka… justo ahora que deseaba marcharse y estudiar fuera cogía él y hacía una tontería. Jamás podría abandonar el pueblecito sin encontrarle.
Entonces Räg le habló y Aniol se giró hacia él sin decir nada y con los ojos humedecidos. Su rostro de lagarto le volvió a impresionar por unos segundos. Pero ni siquiera había escuchado su pregunta, le había llegado como un eco distante.
—Yo… necesito un… peine… Räg —era cierto, su melena destartalada y oscura lucía ahora como un caos tormentoso, ojalá tuviera un coletero tan bonito como el de Airi—. Mis hermanas… mis hermanas siempre… —el pequeño comenzó a temblar y su respiración se hizo rápida y urgente como a quien estaba a punto de darle un ataque de ansiedad, posiblemente ese era su caso. Tosió, con la boca seca y empalagosa y notando como se mareaba un poquito al haberse levantado tan de repente sin ningún tipo de comida en su estómago—. Mis hermanas siempre me peinaban antes de ir al cole… y yo… —sollozó, sin importarle quien estuviera presente. Lloró con las manos en la cara y sin querer hacer mucho ruido. Luego dio varios pasos en su dirección y enterró la cara en el abdomen del mjorní. Su voz sonaría amortiguada—. ¡Quiero irme a casa! Deben estar muy preocupados por mí… Quiero irme a casa y que ME PEINEN —se abrazó a él, como si fuera un faro de esperanza. Pero dudaba que hubiera nada que pudiera calmar su llanto esmorecido, ni siquiera Ethan, su ángel de la guarda.
Guardó la grulla en uno de sus bolsillos, ahora estaba un poco mojada.
Pero es que dentro de él llovía.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Sendar
14/06/23, 07:10 pm
Le repobladore estaba perdide en sus pensamientos y por un momento no reconoció la voz de quien le hablaba a su espalda. Se giró despacio, más por apatía que por miedo a resbalar, y se fijó entonces en que era Airi. Eso le sacó una tímida sonrisa.
—Ay, no, no te preocupes. Estuve intentando dormir allí —señaló la mesita un poco más allá—, pero no he conseguido descansar casi nada —se lamentó y bajó la cabeza, pero se esforzó para mirarle de nuevo—. ¿Y tú? ¿Dormiste bien?
¿Habría hecho ruido y le habría despertado al trepar por la pared? ¿Habría despertado también a...? El resto también estaban ya en pie, por lo que veía pese a que no se había dado cuenta antes, y temía haber interrumpido su descanso, pero enseguida se dio cuenta de que tenían suficiente con sus propias cabezas. Räg parecía alicaído y Aniol estaba... ¿raro? Oh, no. No, no, no estaba raro; estaba pasándolo muy mal. No le escuchaba muy bien, apretado como estaba contra el mjörní, pero quería ayudarle sin agobiarle. No sabía qué hacer, la verdad.
—Airi, Aniol. ¿Nos acercamos? —preguntó a le sanaí, algo ansiose. Su propia congoja por la ciudad podía quedar en un segundo plano.
—Ay, no, no te preocupes. Estuve intentando dormir allí —señaló la mesita un poco más allá—, pero no he conseguido descansar casi nada —se lamentó y bajó la cabeza, pero se esforzó para mirarle de nuevo—. ¿Y tú? ¿Dormiste bien?
¿Habría hecho ruido y le habría despertado al trepar por la pared? ¿Habría despertado también a...? El resto también estaban ya en pie, por lo que veía pese a que no se había dado cuenta antes, y temía haber interrumpido su descanso, pero enseguida se dio cuenta de que tenían suficiente con sus propias cabezas. Räg parecía alicaído y Aniol estaba... ¿raro? Oh, no. No, no, no estaba raro; estaba pasándolo muy mal. No le escuchaba muy bien, apretado como estaba contra el mjörní, pero quería ayudarle sin agobiarle. No sabía qué hacer, la verdad.
—Airi, Aniol. ¿Nos acercamos? —preguntó a le sanaí, algo ansiose. Su propia congoja por la ciudad podía quedar en un segundo plano.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Trish
Ficha de cosechado
Nombre: Serena
Especie: Humana
Habilidades: Astucia, agilidad y habilidad manualPersonajes : Serena: humana (1,60 cm)
Unidades mágicas : 5/5
Re: Torreón Sendar
14/06/23, 08:51 pm
Aquella había sido sin duda una de las peores noches de su vida. Había perdido la cuenta del número de veces que se había despertado en mitad de la noche, sobresaltándose sobre el colchón con el corazón a punto de explotar. Y ahora que por fin había conseguido conciliar el sueño, las voces que llegaban desde el salón retumbaban en su cabeza, sin dejarle otra opción que abandonar la idea de continuar durmiendo. Se incorporó con cuidado y tanteó el suelo con el pie herido, suspirando de alivio al notar que la herida había mejorado más de lo que podía imaginar. De momento tendría que seguir teniendo cuidado, pero al menos ya no necesitaría ayuda para caminar.
Cuando salió de la habitación y observó el grupo que se había reunido en el salón, no pudo evitar arrugar el entrecejo al escuchar los gritos de Damian. Aunque no era el único que se comunicaba a voces, sin tener en cuenta que había gente durmiendo en esas habitaciones.
— Por lo que veo habéis decidido que es hora de levantarse —gruñó sin dirigirse a nadie en concreto—. Aunque igual tiene razón y deberíamos pensar en salir a buscar esa bañera.
Serena odiaba tener que darle la razón al crío, pero se le estaba haciendo la boca agua pensando en una taza de chocolate caliente y un buen desayuno. Estaba segura de que en aquella bañera no encontraría nada parecido, pero seguir otro día sin comida no era una idea mucho mejor.
Observó el rostro de sus compañeros; saltaba a la vista que ninguno había pasado una buena noche. Pensó entonces en las pintas que ella misma tendría y trató de alisarse la ropa con movimientos torpes. No le importaba en absoluto su imagen, pero había salido al salón tal y como se había levantado y no le sentaría mal asearse un poco. Fue al levantar la vista de nuevo cuando reparó en Rick y sintió que dos de las piezas del puzzle que había empezado a montar la noche anterior encajaban en cuestión de segundos. ¿Cómo no se había dado cuenta hasta ahora? En su cabeza comenzaron a flotar las imágenes del chico escribiendo en una libreta y escuchando atentamente cada conversación. «¡Pues claro! Es él quien está examinándonos. Seguro que está apuntando todas nuestras debilidades para saber cómo matarnos a cada uno.» Se acercó hasta el sofá y permaneció al lado de Rick con los brazos cruzados, tanto por el enfado como para disimular el temblor de sus manos tras los nervios que el hallazgo le había producido.
—Oye, tú —trató de que su enfado fuera evidente a pesar de estar susurrando para que nadie más pudiera escuchar la conversación. Estaba bastante segura de su descubrimiento, pero tampoco quería que nadie se enterara hasta tenerlo completamente claro—. ¿Creías que nadie iba a darse cuenta? Sé lo que estás haciendo aquí y lo que escribes en esa libreta, así que cuando no nos escuchen me vas a contar todo lo que está pasando.
Cuando salió de la habitación y observó el grupo que se había reunido en el salón, no pudo evitar arrugar el entrecejo al escuchar los gritos de Damian. Aunque no era el único que se comunicaba a voces, sin tener en cuenta que había gente durmiendo en esas habitaciones.
— Por lo que veo habéis decidido que es hora de levantarse —gruñó sin dirigirse a nadie en concreto—. Aunque igual tiene razón y deberíamos pensar en salir a buscar esa bañera.
Serena odiaba tener que darle la razón al crío, pero se le estaba haciendo la boca agua pensando en una taza de chocolate caliente y un buen desayuno. Estaba segura de que en aquella bañera no encontraría nada parecido, pero seguir otro día sin comida no era una idea mucho mejor.
Observó el rostro de sus compañeros; saltaba a la vista que ninguno había pasado una buena noche. Pensó entonces en las pintas que ella misma tendría y trató de alisarse la ropa con movimientos torpes. No le importaba en absoluto su imagen, pero había salido al salón tal y como se había levantado y no le sentaría mal asearse un poco. Fue al levantar la vista de nuevo cuando reparó en Rick y sintió que dos de las piezas del puzzle que había empezado a montar la noche anterior encajaban en cuestión de segundos. ¿Cómo no se había dado cuenta hasta ahora? En su cabeza comenzaron a flotar las imágenes del chico escribiendo en una libreta y escuchando atentamente cada conversación. «¡Pues claro! Es él quien está examinándonos. Seguro que está apuntando todas nuestras debilidades para saber cómo matarnos a cada uno.» Se acercó hasta el sofá y permaneció al lado de Rick con los brazos cruzados, tanto por el enfado como para disimular el temblor de sus manos tras los nervios que el hallazgo le había producido.
—Oye, tú —trató de que su enfado fuera evidente a pesar de estar susurrando para que nadie más pudiera escuchar la conversación. Estaba bastante segura de su descubrimiento, pero tampoco quería que nadie se enterara hasta tenerlo completamente claro—. ¿Creías que nadie iba a darse cuenta? Sé lo que estás haciendo aquí y lo que escribes en esa libreta, así que cuando no nos escuchen me vas a contar todo lo que está pasando.
No existen los finales felices; son espejismos. No te cuentan que siempre, al final, todos mueren.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
14/06/23, 08:56 pm
Rägjynn se levantó mientras hablaba con Tawar, y fue entonces cuando se dio cuenta de que Aniol se cambiaba de ropa en silencio al otro lado de la habitación.
—Buenos días —le respondió al mjörní, dedicándole una mirada de comprensión ante su comentario. También miró a Aniol para incluirlo en el saludo, pero este tenía la mirada gacha.
Le preocupó ver así al niño, pero Tawar se había girado para responderle y Airi miró en la dirección que este le señalaba.
—¿En la mesa? ¿No prefieres una cama? Está más blanda. No es que a mí me sirviese tampoco de mucho —bromeó, imaginándose las ojeras que debía tener—, pero a lo mejor habrías dormido mejor si…
Le sanaí se detuvo al escuchar los sollozos de Aniol. Giró la cabeza y la lástima se filtró en su expresión sin que pudiese hacer nada. No quería ver al niño así. Pero era una reacción lógica, el caso atípico era el de Damian. Por todos los Espíritus, si elle pudiera permitírselo también se echaría a llorar allí mismo.
—Vamos —le respondió en voz baja a Tawar, y le ofreció sus manos por si quería llegar más rápido junto al niño, sin tener que arrastrar el trapo con el que se tapaba.
Cuando estuvo al lado de Rägjynn y Aniol le dedicó una mirada preocupada al primero y después puso una mano con mucha suavidad sobre el hombro de Aniol. En aquel momento la preocupación casi le hacía olvidar el dolor del hambre y de sus articulaciones.
—Encontraremos la manera de volver, seguro —dijo, sin que permearan en su voz las dudas que plagaban sus pensamientos—. Mientras tanto, nosotros podemos ser tu tribu… tu familia, si tú quieres.
Airi estaba pensando que había visto algún peine en el baño cuando asearon a Damian, y tal vez debería ir a buscarlo, pero el problema real del niño no era arreglarse el pelo, así que no se movería de allí hasta que Aniol diese señales de calmarse. No creía que le pudiesen consolar fácilmente, actuar como su tribu no le devolvería a sus seres queridos, ni aliviaría la angustia que estos estarían sintiendo. Era exactamente lo que Airi no se había podido quitar de la cabeza en toda la noche.
—Buenos días —le respondió al mjörní, dedicándole una mirada de comprensión ante su comentario. También miró a Aniol para incluirlo en el saludo, pero este tenía la mirada gacha.
Le preocupó ver así al niño, pero Tawar se había girado para responderle y Airi miró en la dirección que este le señalaba.
—¿En la mesa? ¿No prefieres una cama? Está más blanda. No es que a mí me sirviese tampoco de mucho —bromeó, imaginándose las ojeras que debía tener—, pero a lo mejor habrías dormido mejor si…
Le sanaí se detuvo al escuchar los sollozos de Aniol. Giró la cabeza y la lástima se filtró en su expresión sin que pudiese hacer nada. No quería ver al niño así. Pero era una reacción lógica, el caso atípico era el de Damian. Por todos los Espíritus, si elle pudiera permitírselo también se echaría a llorar allí mismo.
—Vamos —le respondió en voz baja a Tawar, y le ofreció sus manos por si quería llegar más rápido junto al niño, sin tener que arrastrar el trapo con el que se tapaba.
Cuando estuvo al lado de Rägjynn y Aniol le dedicó una mirada preocupada al primero y después puso una mano con mucha suavidad sobre el hombro de Aniol. En aquel momento la preocupación casi le hacía olvidar el dolor del hambre y de sus articulaciones.
—Encontraremos la manera de volver, seguro —dijo, sin que permearan en su voz las dudas que plagaban sus pensamientos—. Mientras tanto, nosotros podemos ser tu tribu… tu familia, si tú quieres.
Airi estaba pensando que había visto algún peine en el baño cuando asearon a Damian, y tal vez debería ir a buscarlo, pero el problema real del niño no era arreglarse el pelo, así que no se movería de allí hasta que Aniol diese señales de calmarse. No creía que le pudiesen consolar fácilmente, actuar como su tribu no le devolvería a sus seres queridos, ni aliviaría la angustia que estos estarían sintiendo. Era exactamente lo que Airi no se había podido quitar de la cabeza en toda la noche.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Sendar
14/06/23, 10:52 pm
Se sintió tremendamente confuso con las palabras de Aniol. Hasta la noche anterior ni siquiera hubiera sabido de qué hablaba, pero habían utilizado uno de esos peines para cepillar el pelo de Damian. Eran distintos de los cepillos que se usaban con algunos animales mamíferos y que Räg realmente solo había visto en las ferias, pero tenía sentido que existiese algo así dado que ellos tenían pelo.
Después creyó empezar a entender. El niño parecía estar recordando un acto cotidiano que llevaba a cabo con su familia, a quien sin duda echaba mucho de menos. Cuando lo vio empezar a derramar lágrimas, el mjörní ya había hecho un gesto de acercarse a él y para cuando lo tenía pegado a su cuerpo, lo abrazó con firmeza, notando como sus ojos también se humedecían. Rägjynn también echaba de menos el Templo y sobre todo a sus amigos, y a algunos de los Sacerdotes. No hubiese empezado a llorar por ello en otras circunstancias, pero la empatía que estaba sintiendo por Aniol sumada al contacto de este le hizo imposible la tarea de no pensar demasiado en ello y algunas lágrimas silenciosas también corrieron por sus mejillas.
En esa ocasión no comprobó si había sangre, ni siquiera estaba pensando en eso, y una de sus manos fue a parar a la cabeza de Aniol, la cual acarició muy despacio.
Mientras intentaba deshacer el nudo en su garganta para poder ofrecerle alguna palabra de consuelo se habían acercado Airi y Tawar, y mentalmente se sintió muy agradecido por lo que dijo le chique, pues estaba seguro de que a él en ese momento no le iban a salir más que balbuceos sin intervención externa.
—Sí —quiso añadir de todas formas, buscando reforzar el sentimiento—. Aunque no podamos llevarte de vuelta ahora mismo, haremos todo lo posible para que no te sientas solo. Eso… Eso te lo puedo prometer.
Consiguió contener las siguientes lágrimas con un ligero temblor y haciendo acopio de fuerza de voluntad. Que le repobladore y Airi se hubiesen acercado, a él ya le estaba ayudando y esperaba que también a Aniol.
Después creyó empezar a entender. El niño parecía estar recordando un acto cotidiano que llevaba a cabo con su familia, a quien sin duda echaba mucho de menos. Cuando lo vio empezar a derramar lágrimas, el mjörní ya había hecho un gesto de acercarse a él y para cuando lo tenía pegado a su cuerpo, lo abrazó con firmeza, notando como sus ojos también se humedecían. Rägjynn también echaba de menos el Templo y sobre todo a sus amigos, y a algunos de los Sacerdotes. No hubiese empezado a llorar por ello en otras circunstancias, pero la empatía que estaba sintiendo por Aniol sumada al contacto de este le hizo imposible la tarea de no pensar demasiado en ello y algunas lágrimas silenciosas también corrieron por sus mejillas.
En esa ocasión no comprobó si había sangre, ni siquiera estaba pensando en eso, y una de sus manos fue a parar a la cabeza de Aniol, la cual acarició muy despacio.
Mientras intentaba deshacer el nudo en su garganta para poder ofrecerle alguna palabra de consuelo se habían acercado Airi y Tawar, y mentalmente se sintió muy agradecido por lo que dijo le chique, pues estaba seguro de que a él en ese momento no le iban a salir más que balbuceos sin intervención externa.
—Sí —quiso añadir de todas formas, buscando reforzar el sentimiento—. Aunque no podamos llevarte de vuelta ahora mismo, haremos todo lo posible para que no te sientas solo. Eso… Eso te lo puedo prometer.
Consiguió contener las siguientes lágrimas con un ligero temblor y haciendo acopio de fuerza de voluntad. Que le repobladore y Airi se hubiesen acercado, a él ya le estaba ayudando y esperaba que también a Aniol.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Sendar
15/06/23, 03:24 pm
Aniol cerró los ojos con delicadeza, dejándose llevar por las caricias suaves que Rag le hacía en el pelo. En uno de esos movimientos su expresión facial se relajó un poco, permitiendo que sendas lágrimas se derramaran por su rostro. Si permanecía así, con aquel nudo en la garganta pero completamente quieto… casi parecía que su madre le consolaba de un mal sueño.
Su llanto persistió como una tormenta testaruda pero llegados a un punto sintió la mano de Airi en su hombro y el niño, con toda la pena que le rodeaba, se aferró a sus palabras como a un clavo ardiente.
Se dio la vuelta con lentitud, percatándose de que Tawar también estaba ahí, y miró al sanaí entre gimoteos y mocos. Sin embargo, una sombra de desconcierto eclipsaba ahora su dolor, y este nuevo sentimiento se hizo evidente al notar que ya no se sentía tan solo.
—¿Una… tribu? —exigió saber, al tiempo que se limpiaba la cara con el dorso de la mano. Ni siquiera los conocía desde hacía más de veinticuatro horas, pero necesitaba sentirse parte de algo. Y eso era justo lo que le estaban ofreciendo. Quizá ellos también se sintieran solos y abandonados. Al fin y al cabo, no era el único que tenía familia.
Sus brazos seguían rodeando al mjorní pero su cuello estaba girado hacia Airi. Para Aniol era como si resplandeciera, como un segundo ángel de la guarda. Todas las criaturas mágicas le trataban muy bien aunque no lo mereciera por haber abandonado a su gente.
—¿Hay… que hacer… algún ritual para ser parte de una tribu? ¿Alguna promesa?... —pero se interrumpió así mismo, pues al cruzar mirada con Räg descubrió que este también había estado llorando. Para el polaco fue una punzada en el vientre—. Oh… no… lo siento… te he puesto triste y ahora… tú también estás llorando —evidenció con algunos sorbos de la nariz. Aniol volvió a pegar la cabeza en el tronco del reptil, pero esta vez lo hizo con dulzura, pretendiendo devolverle el gesto.
¿Así que eso significaba ser familia de gente que no te había parido?
—Si estamos tristes… podemos… podemos contárnoslo entre… nosotros… —diría para los cuatro en un intento repentino de establecer una primera norma para lo que sería su nuevo clan.
Su llanto persistió como una tormenta testaruda pero llegados a un punto sintió la mano de Airi en su hombro y el niño, con toda la pena que le rodeaba, se aferró a sus palabras como a un clavo ardiente.
Se dio la vuelta con lentitud, percatándose de que Tawar también estaba ahí, y miró al sanaí entre gimoteos y mocos. Sin embargo, una sombra de desconcierto eclipsaba ahora su dolor, y este nuevo sentimiento se hizo evidente al notar que ya no se sentía tan solo.
—¿Una… tribu? —exigió saber, al tiempo que se limpiaba la cara con el dorso de la mano. Ni siquiera los conocía desde hacía más de veinticuatro horas, pero necesitaba sentirse parte de algo. Y eso era justo lo que le estaban ofreciendo. Quizá ellos también se sintieran solos y abandonados. Al fin y al cabo, no era el único que tenía familia.
Sus brazos seguían rodeando al mjorní pero su cuello estaba girado hacia Airi. Para Aniol era como si resplandeciera, como un segundo ángel de la guarda. Todas las criaturas mágicas le trataban muy bien aunque no lo mereciera por haber abandonado a su gente.
—¿Hay… que hacer… algún ritual para ser parte de una tribu? ¿Alguna promesa?... —pero se interrumpió así mismo, pues al cruzar mirada con Räg descubrió que este también había estado llorando. Para el polaco fue una punzada en el vientre—. Oh… no… lo siento… te he puesto triste y ahora… tú también estás llorando —evidenció con algunos sorbos de la nariz. Aniol volvió a pegar la cabeza en el tronco del reptil, pero esta vez lo hizo con dulzura, pretendiendo devolverle el gesto.
¿Así que eso significaba ser familia de gente que no te había parido?
—Si estamos tristes… podemos… podemos contárnoslo entre… nosotros… —diría para los cuatro en un intento repentino de establecer una primera norma para lo que sería su nuevo clan.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Sendar
15/06/23, 09:00 pm
Le Gigante Airi comprendió a la perfección la urgencia y fue con elle hasta los otros dos. Aguardó en la mano de le sanaí mientras escuchaba la conversación con cautela; aún se estaba recuperando de su propio shock al ver la ciudad bajo el amanecer. Estaba claro que el joven echaba de menos a su familia, y seguramente antes se estaba refiriendo a una de sus rutinas con ellos. Igual que las rutinas mañaneras de Tawar con sus congéneres, solo que menos monótono... «Este año se nos va a hacer duro, pero les jóvenes lo van a tener más complicado» se lamentó mentalmente. Sin embargo, entre Räg y Airi le sacaron una sonrisa. Aprovechó el cambio de color del ambiente para saltar desde su acompañante hasta el hombro de Aniol. Se apoyó en el cuello del chico con las manos de un costado y le acarició un poco para aliviarle un poco más. Se habían emocionado y Tawar no podía disimularlo tampoco. Carraspeó antes de hablar, ya que podría considerarse "experte en tribus" por venir de una, pero sobre todo para poder sorberse la emoción y hablar sin que le temblara la voz... con éxito a medias.
—Para..., ay, para ser de la tribu solo tenemos que apoyarnos y cuidarnos entre todes, joven Gigante, y yo también quiero ser de la tuya —le dijo entonces—. Y de la vuestra —añadió, mirando a Airi y dándole un toquecito cariñoso a Räg—. Pero sí que podríamos hacer algún ritual... ¿qué crees que harían las hadas?
Lo último, por descontado, era para salir del embrollo y darle algo interesante en lo que pensar, pero también era cierto que podían, en efecto, hacer alguna especie de ritual, inventado o extraído de alguna tradición de sus mundos, ya fuera en serio o por mero pasatiempo, con tal de unir lazos y pasar tiempo en grupo. Le caían muy bien estos Gigantes, y nunca se habría imaginado emocionándose tanto por verles así. Quería explorar eso y conocerles mejor, definitivamente.
—Para..., ay, para ser de la tribu solo tenemos que apoyarnos y cuidarnos entre todes, joven Gigante, y yo también quiero ser de la tuya —le dijo entonces—. Y de la vuestra —añadió, mirando a Airi y dándole un toquecito cariñoso a Räg—. Pero sí que podríamos hacer algún ritual... ¿qué crees que harían las hadas?
Lo último, por descontado, era para salir del embrollo y darle algo interesante en lo que pensar, pero también era cierto que podían, en efecto, hacer alguna especie de ritual, inventado o extraído de alguna tradición de sus mundos, ya fuera en serio o por mero pasatiempo, con tal de unir lazos y pasar tiempo en grupo. Le caían muy bien estos Gigantes, y nunca se habría imaginado emocionándose tanto por verles así. Quería explorar eso y conocerles mejor, definitivamente.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
16/06/23, 12:52 am
Airi se percató de que Rägjynn también estaba muy afectado, y le dedicó una mirada preocupada, buscando que sus ojos le confirmasen si necesitaba ayuda o podía con la situación. Esperaba poder interpretarlo bien, al menos, ya que sus rasgos eran tan diferentes.
Aniol se giró entonces hacia Airi, y tuvo que centrar su atención de nuevo en el niño. Su cara estaba hecha un cisco, pero eso solo incrementó la angustia que sentía. Airi no habría sabido qué decirle de inmediato, pero el abrazo y las disculpas a Rägjynn ganaron un poco de tiempo para pensar, y Tawar le dio una muy buena respuesta al niño tras eso. Le sanaí le dedicó una amplia sonrisa al repobladore y, por un momento, le dieron ganas de fundirse en un abrazo con los tres. Pero apenas los conocía y dudaba si era lo correcto. A diferencia de Aniol, elle ya no era une niñe, simplemente se sentía perdide y necesitaba una tribu a la que aferrarse de forma parecida a Aniol, aunque no quisiese admitirlo.
—Supongo que el único ritual que necesitamos es prometer cuidar unos de otros —dijo tras Tawar, con la voz ligeramente tomada. No podía ver tantas lágrimas sin que se le humedeciesen los ojos también—. ¿Cómo hacéis promesas en los sitios de donde venís? —preguntó, pasándose la manga de la camiseta con rapidez por los ojos. Cada uno era de un lugar, quizá lo mejor era que hiciesen la promesa al modo que dictase Aniol.
Aniol se giró entonces hacia Airi, y tuvo que centrar su atención de nuevo en el niño. Su cara estaba hecha un cisco, pero eso solo incrementó la angustia que sentía. Airi no habría sabido qué decirle de inmediato, pero el abrazo y las disculpas a Rägjynn ganaron un poco de tiempo para pensar, y Tawar le dio una muy buena respuesta al niño tras eso. Le sanaí le dedicó una amplia sonrisa al repobladore y, por un momento, le dieron ganas de fundirse en un abrazo con los tres. Pero apenas los conocía y dudaba si era lo correcto. A diferencia de Aniol, elle ya no era une niñe, simplemente se sentía perdide y necesitaba una tribu a la que aferrarse de forma parecida a Aniol, aunque no quisiese admitirlo.
—Supongo que el único ritual que necesitamos es prometer cuidar unos de otros —dijo tras Tawar, con la voz ligeramente tomada. No podía ver tantas lágrimas sin que se le humedeciesen los ojos también—. ¿Cómo hacéis promesas en los sitios de donde venís? —preguntó, pasándose la manga de la camiseta con rapidez por los ojos. Cada uno era de un lugar, quizá lo mejor era que hiciesen la promesa al modo que dictase Aniol.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Sendar
16/06/23, 01:18 pm
Räg se esforzó por contener las lágrimas y se las secó rápidamente, negando con la cabeza ante la disculpa de Aniol.
—No te tienes que disculpar. Llorar es necesario cuando hace falta —le dijo, y volvió a posar su mano sobre el niño cuando este nuevamente le abrazó como antes, pero visiblemente más calmado.
Tawar también reforzó la idea que había planteado Airi, y no podía estar más de acuerdo con lo que añadió le chique al respecto. A Aniol parecía gustarle mucho la idea, por lo que sonrió ante sus palabras.
—Claro que sí: no dudes en hablar con nosotros si te sientes mal por el motivo que sea —le aseguró. Si el niño no quería, no rompería el contacto con él: aunque dejasen de abrazarse seguiría poniendo una mano sobre sus hombros.
A continuación pensó durante un instante la pregunta de Airi. Conocía alguna que otra expresión que se empleaba para hacer promesas, aunque los mjörnís confiaban en que estas se cumplirían sin necesidad de hacerlo y no eran más que una forma de imprimir un énfasis a dichas promesas cuando alguien lo deseaba.
—Pues… En Mjörne solemos decir algo como, por ejemplo… “La Sanación será testigo de que esta promesa se cumplirá”. Al mismo tiempo que se hace la promesa, se quiere dar a entender que si tu conducta es buena y ayudas a los demás, todo el mundo tendrá buena salud o siempre sanará si lo necesita.
Volvió a pensar un poco, y se disculpó quedamente con Aniol porque tenía que apartarse de él para realizar un gesto. Rägjynn chocó su puño derecho con su palma izquierda mientras hacía una leve reverencia.
>>Este gesto lo utilizamos en las clases de artes marciales y es un saludo, pero también simboliza el equilibrio entre el cuerpo y la mente, y por tanto la sanación.
Un humano que conociese sobre artes marciales podría reconocer el gesto, pues era muy similar tanto en ejecución como concepto al ejecutado por los mjörnís. Algunas cosas parecían trascender, de alguna manera inexplicable, las vastas diferencias a lo largo del cosmos.
—No te tienes que disculpar. Llorar es necesario cuando hace falta —le dijo, y volvió a posar su mano sobre el niño cuando este nuevamente le abrazó como antes, pero visiblemente más calmado.
Tawar también reforzó la idea que había planteado Airi, y no podía estar más de acuerdo con lo que añadió le chique al respecto. A Aniol parecía gustarle mucho la idea, por lo que sonrió ante sus palabras.
—Claro que sí: no dudes en hablar con nosotros si te sientes mal por el motivo que sea —le aseguró. Si el niño no quería, no rompería el contacto con él: aunque dejasen de abrazarse seguiría poniendo una mano sobre sus hombros.
A continuación pensó durante un instante la pregunta de Airi. Conocía alguna que otra expresión que se empleaba para hacer promesas, aunque los mjörnís confiaban en que estas se cumplirían sin necesidad de hacerlo y no eran más que una forma de imprimir un énfasis a dichas promesas cuando alguien lo deseaba.
—Pues… En Mjörne solemos decir algo como, por ejemplo… “La Sanación será testigo de que esta promesa se cumplirá”. Al mismo tiempo que se hace la promesa, se quiere dar a entender que si tu conducta es buena y ayudas a los demás, todo el mundo tendrá buena salud o siempre sanará si lo necesita.
Volvió a pensar un poco, y se disculpó quedamente con Aniol porque tenía que apartarse de él para realizar un gesto. Rägjynn chocó su puño derecho con su palma izquierda mientras hacía una leve reverencia.
>>Este gesto lo utilizamos en las clases de artes marciales y es un saludo, pero también simboliza el equilibrio entre el cuerpo y la mente, y por tanto la sanación.
Un humano que conociese sobre artes marciales podría reconocer el gesto, pues era muy similar tanto en ejecución como concepto al ejecutado por los mjörnís. Algunas cosas parecían trascender, de alguna manera inexplicable, las vastas diferencias a lo largo del cosmos.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Sendar
16/06/23, 03:47 pm
Räg le excusó, justo como lo habrían hecho sus padres. Su madre en una ocasión le había dicho que intentar no llorar era como parar una riada con una presa de madera. La corriente iba a destrozarla de todos modos, solo que si ponías esa barrera tan débil… podían saltar astillas y entonces hacerte daño de verdad. Aniol siempre había seguido ese consejo, y no lamentaba llorar en realidad, pero sí que por causa de esto todos estuvieran más tristes que antes. Al menos le había servido para sentir una conexión especial con los presentes.
El pequeño movió la cabeza un poco debido a las cosquillas que le producía el contacto de Tawar en su cuello. Aquello le arrancó una sonrisa más animada.
—¿Las hadas…? —carraspeó con la voz aún poco tomada—. ¡Las hadas seguro que intercambiarían vestidos de hojas y florecillas en el pelo para hacer alguna promesa! Es una lástima que no haya flores aquí.. me encantaría regalarte una —en la cabeza del niño le repobladore debía de vivir en una muy grande, como un capullo que se abre todas las mañanas extendiendo sus pétalos hacia afuera.
—En mi mundo se hacen muchas promesas diferentes —le respondió a Airi, sin percatarse de que el chique se había pasado la manga de la camiseta de manera fugaz por los ojos—. A mí me gusta la del dedito, los unes así —le dijo al sanaí, uniendo el dedo meñique de la mano izquierda con el de la derecha—. Y ya se supone que no puedes romperla.
Cuando el mjorní explicó su parte los ojos miel del polaco se abrieron mucho, asombrado como estaba. Ese movimiento le recordaba a… ¿Karate, Callate? ¿Se decía así? Era un deporte que practicaba Nelka hacía unos años.
—¿Eres un sensei? —preguntó ladeando la cabeza, no estaba seguro de entender el significado de equilibrio entre cuerpo y mente, pero le parecía algo bonito así que Aniol también tomó distancia del reptil para repetir el gesto y firmar un pacto que los unía con hilos invisibles. Chocó su puño derecho con la palma izquierda, y habló con cierta solemnidad impropia en él—. “La sanación será testigo de que esta promesa se cumplirá”... —después se quedó mirando a los demás con expectación y parpadeando mucho.
Vaya, ahora se sentía más calentito. Le habían encendido la chimenea de su pecho. Aunque no se olvidaba de Ethan. Le faltaba su presencia para sentir que estaban todos los de su tribu.
El pequeño movió la cabeza un poco debido a las cosquillas que le producía el contacto de Tawar en su cuello. Aquello le arrancó una sonrisa más animada.
—¿Las hadas…? —carraspeó con la voz aún poco tomada—. ¡Las hadas seguro que intercambiarían vestidos de hojas y florecillas en el pelo para hacer alguna promesa! Es una lástima que no haya flores aquí.. me encantaría regalarte una —en la cabeza del niño le repobladore debía de vivir en una muy grande, como un capullo que se abre todas las mañanas extendiendo sus pétalos hacia afuera.
—En mi mundo se hacen muchas promesas diferentes —le respondió a Airi, sin percatarse de que el chique se había pasado la manga de la camiseta de manera fugaz por los ojos—. A mí me gusta la del dedito, los unes así —le dijo al sanaí, uniendo el dedo meñique de la mano izquierda con el de la derecha—. Y ya se supone que no puedes romperla.
Cuando el mjorní explicó su parte los ojos miel del polaco se abrieron mucho, asombrado como estaba. Ese movimiento le recordaba a… ¿Karate, Callate? ¿Se decía así? Era un deporte que practicaba Nelka hacía unos años.
—¿Eres un sensei? —preguntó ladeando la cabeza, no estaba seguro de entender el significado de equilibrio entre cuerpo y mente, pero le parecía algo bonito así que Aniol también tomó distancia del reptil para repetir el gesto y firmar un pacto que los unía con hilos invisibles. Chocó su puño derecho con la palma izquierda, y habló con cierta solemnidad impropia en él—. “La sanación será testigo de que esta promesa se cumplirá”... —después se quedó mirando a los demás con expectación y parpadeando mucho.
Vaya, ahora se sentía más calentito. Le habían encendido la chimenea de su pecho. Aunque no se olvidaba de Ethan. Le faltaba su presencia para sentir que estaban todos los de su tribu.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
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