Barrio de los Callejones sin Salida
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51 participantes
- Rocavarancolia Rol
Barrio de los Callejones sin Salida
03/08/11, 12:53 am
Recuerdo del primer mensaje :
En el lado más céntrico queda aún parte de este laberíntico montón de edificaciones sin orden aparente. Perderse es tan fácil como encontrarse alguna criatura hambrienta.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
20/08/14, 01:55 am
Uno de las aves vuela por encima de todos y fija su vista a lo lejos, nos indica que ha visto unos de esos lugares que al parecer nos dan protección, refugios. Comenzamos a caminar, yo con precaución y sin poder quitarme la imagen de esa bestia con alas sobrevolando nuestras cabezas. >>Todavía no me lo puedo creer, es impensable<<. Todavía no proceso todo esto, y el dolor de cabeza no desaparece.
Permanezco entre Samika y el chico que se fuma el cigarro, sin estar más cerca de uno que de otro y sin abrir la boca para absolutamente nada, ya tengo suficiente con tener que estar aquí como para tener una conversación con desconocidos, también sé que tarde o temprano deberé de hacerlo y salir de mi timidez, pero solo para sobrevivir y nada más.
Me aparto el pelo ya seco del chapuzón en esa fuente extraña hacia el lado derecho, dejándolo caer sobre un hombro para quitarme la calor que tengo encima. Un olor me desconcierta, parece que todos lo han notado.>> Al menos no estoy loca, de momento.<<. Es una extraña sensación a podrido, apenas puedo reprimir mis ganas de vomitar pero lo consigo cerrando los puños y respirando hondo. Me alerta un sonido que me hace girarme con velocidad hacia mi espalda, una gran bola de peste, mierda y todo lo que pueda provocar mal olor en esta ciudad rueda hacia nosotros. Me da tiempo a apartarme dando unos pasos atrás, lo he conseguido esquivar pero no debería alegrarme tanto. A lo lejos hay un...>>¡¿Dios mío, es eso un..Escarabajo gigante?¡, ¡Mi mayor pasión, los bichos grandes, parece que este lugar está preparado para todo. Y encima es ilógico, es al revés que en la Tierra, aquí los insectos son los que aplastan a los humanos.<<. Pego un grito atroz de horror y luego digo:
-¡Corred¡.
No veo a Samika ni tampoco al otro chico, ni siquiera me fijo por donde voy, solo me preocupo en correr sin parar de pensar en que puede seguirme aún detrás, no voy a dejar que esa cosa me alcance , solo me da tiempo a ver como el chico que indicaba que nos acercáramos a la fuente y la de piel plateada se chocan bruscamente y van al suelo. >>Lo que nos faltaba, encima no hay mejor momento para caerse<<. Tampoco me preocupo mucho, se incorporan y también huyen.
Cuando por fin creemos dejar a esa alimaña atrás caigo en que la mitad del grupo ha desaparecido, no sé donde andan y tampoco recuerdo en el momento de la separación, pero eso no importa. Un nuevo problema nos invade a los diez que estamos reunidos. Estamos totalmente perdidos, >>Osea ya lo estábamos, pero aún más todavía<<. El que va de morado es el que se da cuenta el primero, una vez informada yo también lo noto, es como si pareciese magia. El rubio propone distinguir el camino o algo parecido. >>¿A lo Hansel y Gretel?, no creo que funcione, pero es lo mejor que tenemos hasta ahora ¿No?<<. No digo nada y me acerco a la chica que espié en las mazmorras, la que no hablaba. Lo hago casi sin que me note, intentando leer lo que ha escrito en su libreta. >>Yo que sé, no sé ni cual es el último cruce<<. No iba a responder pero no puedo resistirme a sus ojos de niña, esa inocencia al mirar al bicho ese que vuela...
-No lo sé, quizás deberíamos quedarnos parados, a observar nuestra situación y pensar algún plan.-Hablo mirándola aunque alzo la voz un poco para que me escuchen todos.- Cualquier cosa es mejor que dar tumbos por aquí sin rumbo alguno.
>>Ten fe Ruth, pronto encontrarás el refugio, quizás no de inmediato, pero pronto.<<. Ahora mismo consolarme a mí misma, es lo mejor que sé hacer.
Permanezco entre Samika y el chico que se fuma el cigarro, sin estar más cerca de uno que de otro y sin abrir la boca para absolutamente nada, ya tengo suficiente con tener que estar aquí como para tener una conversación con desconocidos, también sé que tarde o temprano deberé de hacerlo y salir de mi timidez, pero solo para sobrevivir y nada más.
Me aparto el pelo ya seco del chapuzón en esa fuente extraña hacia el lado derecho, dejándolo caer sobre un hombro para quitarme la calor que tengo encima. Un olor me desconcierta, parece que todos lo han notado.>> Al menos no estoy loca, de momento.<<. Es una extraña sensación a podrido, apenas puedo reprimir mis ganas de vomitar pero lo consigo cerrando los puños y respirando hondo. Me alerta un sonido que me hace girarme con velocidad hacia mi espalda, una gran bola de peste, mierda y todo lo que pueda provocar mal olor en esta ciudad rueda hacia nosotros. Me da tiempo a apartarme dando unos pasos atrás, lo he conseguido esquivar pero no debería alegrarme tanto. A lo lejos hay un...>>¡¿Dios mío, es eso un..Escarabajo gigante?¡, ¡Mi mayor pasión, los bichos grandes, parece que este lugar está preparado para todo. Y encima es ilógico, es al revés que en la Tierra, aquí los insectos son los que aplastan a los humanos.<<. Pego un grito atroz de horror y luego digo:
-¡Corred¡.
No veo a Samika ni tampoco al otro chico, ni siquiera me fijo por donde voy, solo me preocupo en correr sin parar de pensar en que puede seguirme aún detrás, no voy a dejar que esa cosa me alcance , solo me da tiempo a ver como el chico que indicaba que nos acercáramos a la fuente y la de piel plateada se chocan bruscamente y van al suelo. >>Lo que nos faltaba, encima no hay mejor momento para caerse<<. Tampoco me preocupo mucho, se incorporan y también huyen.
Cuando por fin creemos dejar a esa alimaña atrás caigo en que la mitad del grupo ha desaparecido, no sé donde andan y tampoco recuerdo en el momento de la separación, pero eso no importa. Un nuevo problema nos invade a los diez que estamos reunidos. Estamos totalmente perdidos, >>Osea ya lo estábamos, pero aún más todavía<<. El que va de morado es el que se da cuenta el primero, una vez informada yo también lo noto, es como si pareciese magia. El rubio propone distinguir el camino o algo parecido. >>¿A lo Hansel y Gretel?, no creo que funcione, pero es lo mejor que tenemos hasta ahora ¿No?<<. No digo nada y me acerco a la chica que espié en las mazmorras, la que no hablaba. Lo hago casi sin que me note, intentando leer lo que ha escrito en su libreta. >>Yo que sé, no sé ni cual es el último cruce<<. No iba a responder pero no puedo resistirme a sus ojos de niña, esa inocencia al mirar al bicho ese que vuela...
-No lo sé, quizás deberíamos quedarnos parados, a observar nuestra situación y pensar algún plan.-Hablo mirándola aunque alzo la voz un poco para que me escuchen todos.- Cualquier cosa es mejor que dar tumbos por aquí sin rumbo alguno.
>>Ten fe Ruth, pronto encontrarás el refugio, quizás no de inmediato, pero pronto.<<. Ahora mismo consolarme a mí misma, es lo mejor que sé hacer.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
20/08/14, 02:17 am
Kimbra oyó los pasos acelerados de alguien acercándose a ella, se dio la vuelta para encontrarse con la chica de piel plateada arrugando la nariz y una bola de asquerosidad acercándose a ellas. La chica tiró de ella para que saliera de la trayectoria de la bola y ambas comenzaron a correr. No sería agradable que la bola impactara contra cualquiera de ellos, incluso podría causar algún accidente que incluyera heridos, por lo que la engendro vigiló mientras corría por si tenía que apartar del camino de la bola a alguien como había hecho la chica plateada, cuyo nombre recordaba como Irianna.
Cuando Irianna paró a remangarse la falda, Kimbra se preguntó el por qué de aquella de vestimenta. Aquella elección de atuendo era del todo inútil para moverse con facilidad y correr, como en aquella situación, y, puesto que lo más lógico en el caso de querer las piernas cubiertas por completo era la elección de pantalones o de faldas con rajas a los lados, a Kimbra le confundió. Aunque no era algo extraño, la vestimenta de los nuevos compañeros de Kimbra resultaba confusa para la engendro, sobre todo lo que el chico de pelo morado llevaba en la cara. ¿Sería un adorno excesivo o formaría parte de su fisionomía? Kimbra no podía ni pretendía preguntárselo, al menos no por el momento, y se limitó a ayudar a Irianna a levantarse, ya que había caído junto al chico del adorno facial excesivo, y a seguir al grupo corriendo.
En cierto punto el grupo se paró. EL número se había reducido visiblemente a la mitad y la engendro sospechó que el resto había sido perseguido por aquel extraño insecto gigante. “¿Sería comestible? ¿Habría que usar de cebo algún tipo de putrefacción o el alimento normal serviría?” se preguntó mientras el resto hablaba entre sí intentando deducir dónde se hallaban y cómo salir de ahí. Kimbra observó curiosa a los hablantes sin entender su punto. ¿Por qué huir de un lugar que no conocen para entrar a otro que tampoco conocen? ¿Por qué salir del resguardo de aquellas montañas para entrar en un territorio posiblemente peligroso?
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
20/08/14, 02:33 pm
—No sé, ¿sí? —con el tiempo todo podía ocurrir, según el parqio, y Varsai parecía simpática. Todavía no entendía por qué morros la hembra tan solo escribía. <<¿Se habrá tragado su propia lengua?>>. Ni siquiera sabía si era posible. En un intento estúpido de comprobarlo, Rasqa abrió la boca y giró la lengua hacia atrás. Solo se hizo daño y acabó tosiendo. <<Pues se la habrán comido>>. Decidió. Porque no era normal no hablar.
No tuvo mucho tiempo más para pensar, pues pronto un olor nauseabundo le pegó en las fosas nasales. Rasqa compuso una mueca de asco y giró la cabeza para buscar el origen de aquel hedor, para ver enseguida una bola gigante conducida por un insecto gigante. Era la primera vez que veía uno de tal tamaño y le pareció mucho menos gracioso que los que perseguía por los prados de la isla central. El parqio se impulsó con las alas y alzó el vuelo siguiendo a Sekkeh y al del caparazón, cuyo nombre casi había olvidado del todo.
—¡Vuela con las piernas, Varsai! —fue todo lo que supo decirle para que corriera.
El dragoncillo se alzó en el aire para asegurarse de que la bola que fue tras ellos no pudiera darle de ninguna manera y, aunque no aminoró la marcha en ningún momento, tampoco aceleró, asegurándose de permanecer todo el tiempo entre la multitud. No tardó en darse cuenta de que se habían dividido. <<Podría ir a buscarlos...>> se dijo brevemente. Era demasiado peligroso para que lo considerara de verdad. <<Lo mismo se los han comido ya>> pensó ligeramente preocupado. Apenas conocía a los bípedos, por lo que tampoco les había cogido un cariño más fuerte que el ciclo natural de las cosas. Al fin y al cabo, los insectos gigantes eran un animal más y necesitaban comer.
Se había quedado con un grupo extraño: varias hembras (suponía que lo eran, pero no estaba seguro) y otros tantos machos, Sekkeh y Temprai entre ellos. Cada cual era más raro que el anterior y Rasqa hizo todo lo que pudo por quedarse con sus caras, su número y a ser posible sus nombres. <<Los necesitaré si conviviré con ellos>>. Aunque todavía no tenía claro que eso fuera a suceder, le parecía la opción más sensata después de ver semejante bicho. Por eso mismo, Rasqa no había hecho el esfuerzo de sobrevolar la zona y se había quedado volando a la altura de la mayoría de las cabezas bípedas. Como para él todas aquellas cuevas artificiales eran iguales desde esa altitud, no se llegó a percatar de que se habían perdido hasta que el de la concha se lo advirtió.
Sekk le sugirió que les sobrevolara para hacer de guía y Rasqa asintió enérgico al ulterno, agitando las alas con fuerza para alzarse. Estaba acostumbrado a hacer eso con los rebaños de prácticas, por lo que no le supondría ningún esfuerzo hacerles ese favor. Desde lo alto, las cuevas se veían con formas muy complicadas de poner en palabras para el parqio. <<Normal que se pierdan... Esto parece hecho para eso>>. Estaba convencido de ello.
—¡Cuando me digais! —Rasqa estaba listo para hacer lo poco que sabía hacer bien.
No tuvo mucho tiempo más para pensar, pues pronto un olor nauseabundo le pegó en las fosas nasales. Rasqa compuso una mueca de asco y giró la cabeza para buscar el origen de aquel hedor, para ver enseguida una bola gigante conducida por un insecto gigante. Era la primera vez que veía uno de tal tamaño y le pareció mucho menos gracioso que los que perseguía por los prados de la isla central. El parqio se impulsó con las alas y alzó el vuelo siguiendo a Sekkeh y al del caparazón, cuyo nombre casi había olvidado del todo.
—¡Vuela con las piernas, Varsai! —fue todo lo que supo decirle para que corriera.
El dragoncillo se alzó en el aire para asegurarse de que la bola que fue tras ellos no pudiera darle de ninguna manera y, aunque no aminoró la marcha en ningún momento, tampoco aceleró, asegurándose de permanecer todo el tiempo entre la multitud. No tardó en darse cuenta de que se habían dividido. <<Podría ir a buscarlos...>> se dijo brevemente. Era demasiado peligroso para que lo considerara de verdad. <<Lo mismo se los han comido ya>> pensó ligeramente preocupado. Apenas conocía a los bípedos, por lo que tampoco les había cogido un cariño más fuerte que el ciclo natural de las cosas. Al fin y al cabo, los insectos gigantes eran un animal más y necesitaban comer.
Se había quedado con un grupo extraño: varias hembras (suponía que lo eran, pero no estaba seguro) y otros tantos machos, Sekkeh y Temprai entre ellos. Cada cual era más raro que el anterior y Rasqa hizo todo lo que pudo por quedarse con sus caras, su número y a ser posible sus nombres. <<Los necesitaré si conviviré con ellos>>. Aunque todavía no tenía claro que eso fuera a suceder, le parecía la opción más sensata después de ver semejante bicho. Por eso mismo, Rasqa no había hecho el esfuerzo de sobrevolar la zona y se había quedado volando a la altura de la mayoría de las cabezas bípedas. Como para él todas aquellas cuevas artificiales eran iguales desde esa altitud, no se llegó a percatar de que se habían perdido hasta que el de la concha se lo advirtió.
Sekk le sugirió que les sobrevolara para hacer de guía y Rasqa asintió enérgico al ulterno, agitando las alas con fuerza para alzarse. Estaba acostumbrado a hacer eso con los rebaños de prácticas, por lo que no le supondría ningún esfuerzo hacerles ese favor. Desde lo alto, las cuevas se veían con formas muy complicadas de poner en palabras para el parqio. <<Normal que se pierdan... Esto parece hecho para eso>>. Estaba convencido de ello.
—¡Cuando me digais! —Rasqa estaba listo para hacer lo poco que sabía hacer bien.
- Aliera W
Ficha de cosechado
Nombre: Sigrún
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, orientación y resistencia
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
20/08/14, 05:11 pm
Mientras se apartaba un poco de la ciega vestida de azul, vio aparecer otro pájaro gigante, que los miraba con desconcierto . Sigrún no tuvo tiempo de examinarla mucho. Primero llegó el olor, un olor fétido que le hizo arrugar la nariz, y después vio una bola gigante marrón y nauseabunda. Pero detrás de la bola apareció un escarabajo pelotero… con sed de sangre.
Sigrún retrocedió por puro instinto. Vio por el rabillo del ojo que la gatita se quedaba asombrada mirándolo, pero al final la cría reaccionó y hecho a correr. No tardó en imitarla.
No se fijó en los compañeros que también seguían al de morado, él sólo estaba pendiente del que llevaba el casco y nada más. Por suerte, siempre le había gustado correr y tenía bastante resistencia.
Tanto tiempo después que empezaban a arderle los pulmones, el de morado de nombre larguísimo se detuvo y dijo lo que algunos ya estaban pensando… se habían perdido y estaban dando vueltas. <<Estúpido. ¿Quién le ha mandado a éste dirigir nada?>>.
La mascota se ofreció a sobrevolar la zona para encontrar la salida. Instintivamente, Sigrún buscó al vikingo que, evidentemente, no era el dueño del lagarto, sino que éste era un participante más. Y, para su disgusto, había tomado el mismo camino. Se apoyó en una pared para recuperar el aliento. Los del otro grupo, perseguidos por el escarabajo, habían desaparecido. Tampoco le importó. Los tres pajarracos, Miss Modelito, el pelanas... no iba a echarlos de menos, desde luego. Y, como ya no tenía que matarlos sino simplemente sobrevivir, que se matasen entre ellos.
Sigrún retrocedió por puro instinto. Vio por el rabillo del ojo que la gatita se quedaba asombrada mirándolo, pero al final la cría reaccionó y hecho a correr. No tardó en imitarla.
No se fijó en los compañeros que también seguían al de morado, él sólo estaba pendiente del que llevaba el casco y nada más. Por suerte, siempre le había gustado correr y tenía bastante resistencia.
Tanto tiempo después que empezaban a arderle los pulmones, el de morado de nombre larguísimo se detuvo y dijo lo que algunos ya estaban pensando… se habían perdido y estaban dando vueltas. <<Estúpido. ¿Quién le ha mandado a éste dirigir nada?>>.
La mascota se ofreció a sobrevolar la zona para encontrar la salida. Instintivamente, Sigrún buscó al vikingo que, evidentemente, no era el dueño del lagarto, sino que éste era un participante más. Y, para su disgusto, había tomado el mismo camino. Se apoyó en una pared para recuperar el aliento. Los del otro grupo, perseguidos por el escarabajo, habían desaparecido. Tampoco le importó. Los tres pajarracos, Miss Modelito, el pelanas... no iba a echarlos de menos, desde luego. Y, como ya no tenía que matarlos sino simplemente sobrevivir, que se matasen entre ellos.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
20/08/14, 11:27 pm
En cuanto aquel penetrante olor inundó sus fosas nasales, Sekk giró la cabeza buscando el origen de dicha peste. Solo necesito un segundo para asimilar la enorme bola de excrementos que se les venía encima y a su monstruoso propietario, el mismo intervalo de tiempo que tardó en dar media vuelta y echar a correr como si le persiguieran los demonios. No frenó ni un ápice y no se paró a esperar a nadie, motivo por el cual avanzó en cabeza por aquella red de callejones sin preocuparse por la dirección. Solamente quería poner toda la distancia posible entre aquel engendro y su persona, y para cuando por fin se paró creía haberlo hecho.
El ulterano se apoyó en una pared para recuperar el aliento, momento que aprovechó para echar un vistazo a las personas que le había seguido. Eran más o menos la mitad del grupo que había abandonado la fuente, y el intara no acertaba a imaginar que le podía haber sucedido al resto. Tampoco estaba dispuesto regresar en su busca. Escuchó en silencio las palabras de sus compañeros sin participar en la conversación, pues prefería mantener vigiladas las inmediaciones mientras su respiración recuperaba un ritmo más normal, pero el comentario de su compatriota le hizo poner los ojos en blanco. Si creía de verdad que habían estado avanzando continuamente en la misma dirección, el xolnita tenía un sentido de la orientación pésimo.
Las evoluciones de Rasqa en el aire le dieron una idea y, llamando la atención del parqio, el chico le hizo una petición.
—¿Podrías sobrevolar la zona y guiar nuestros pasos? —preguntó, cambiando el peso de un pie al otro mientras se preparaba para echar a andar de nuevo— Es preciso que salgamos a una zona más abierta —añadió, más para sí que para el lagarto. Si permanecían más tiempo en aquellas callejuelas tan estrechas y el escarabajo gigante aparecía de nuevo, no tendrían forma de esquivar su acometida.
En cuanto Rasqa accedió, Sekk se puso en marcha avanzando a velocidad constante pero sin ser imprudente. Comprobaba cada esquina antes de doblarla y seguía las instrucciones que les iba dando el parqio al pie de la letra, atravesando aquel laberinto en dirección norte. Se mantuvo igual de silencioso que hasta el momento y no respiró tranquilo hasta que las calles empezaron a ensancharse. Estaban cerca de la salida.
Continúa en la Cicatriz de Arax.
El ulterano se apoyó en una pared para recuperar el aliento, momento que aprovechó para echar un vistazo a las personas que le había seguido. Eran más o menos la mitad del grupo que había abandonado la fuente, y el intara no acertaba a imaginar que le podía haber sucedido al resto. Tampoco estaba dispuesto regresar en su busca. Escuchó en silencio las palabras de sus compañeros sin participar en la conversación, pues prefería mantener vigiladas las inmediaciones mientras su respiración recuperaba un ritmo más normal, pero el comentario de su compatriota le hizo poner los ojos en blanco. Si creía de verdad que habían estado avanzando continuamente en la misma dirección, el xolnita tenía un sentido de la orientación pésimo.
Las evoluciones de Rasqa en el aire le dieron una idea y, llamando la atención del parqio, el chico le hizo una petición.
—¿Podrías sobrevolar la zona y guiar nuestros pasos? —preguntó, cambiando el peso de un pie al otro mientras se preparaba para echar a andar de nuevo— Es preciso que salgamos a una zona más abierta —añadió, más para sí que para el lagarto. Si permanecían más tiempo en aquellas callejuelas tan estrechas y el escarabajo gigante aparecía de nuevo, no tendrían forma de esquivar su acometida.
En cuanto Rasqa accedió, Sekk se puso en marcha avanzando a velocidad constante pero sin ser imprudente. Comprobaba cada esquina antes de doblarla y seguía las instrucciones que les iba dando el parqio al pie de la letra, atravesando aquel laberinto en dirección norte. Se mantuvo igual de silencioso que hasta el momento y no respiró tranquilo hasta que las calles empezaron a ensancharse. Estaban cerca de la salida.
Continúa en la Cicatriz de Arax.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
21/08/14, 03:23 pm
Roaxen no solo no aceptó su ayuda, sino que se limitó a dedicarle una mirada silenciosa través de su máscara que la idrina sostuvo con cierto desdén en su expresión al no obtener ninguna otra reacción por su parte. Era cierto que había sido culpa suya, pero desde luego ella tampoco había pedido tener que mantener tanto contacto físico involuntario con un desconocido, mucho menos le apetecía realmente darle la mano y lo había hecho de todos modos por pura educación, cosa que de la que al parecer carecía el pelimorado.
Dejó correr el asunto y se limitó a avanzar con el grupo sin separarse demasiado de la chica marioneta.
—Por cierto, ¿cuál es tu nombre? Si te tengo que volver a advertir de algún peligro no sabré como hacerlo —le dijo tras caminar unos cuantos pasos esbozando una leve sonrisa.
No pudo conversar mucho con ella, no obstante, pues al cabo de un tiempo el enmascarado se dio cuenta de lo que venía siendo evidente desde hacía un rato: se habían perdido. Irianna dejó escapar una exhalación leve mientras se detenían. No le extrañaba que estuviesen perdidos: aquellas calles eran endemoniadamente enrevesadas y parecían todas iguales. Por suerte, al rubio se le ocurrió la opción más razonable y la chica observó como el reptil volador sobrevolaba la zona, esperando que les explicase lo que veía. Gracias a sus indicaciones lograron encontrar una salida de aquella encrucijada, aunque Irianna estaba bastante segura de que la zona circundante que se intuía en la distancia no era la misma en la que se habían separado del resto.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
Dejó correr el asunto y se limitó a avanzar con el grupo sin separarse demasiado de la chica marioneta.
—Por cierto, ¿cuál es tu nombre? Si te tengo que volver a advertir de algún peligro no sabré como hacerlo —le dijo tras caminar unos cuantos pasos esbozando una leve sonrisa.
No pudo conversar mucho con ella, no obstante, pues al cabo de un tiempo el enmascarado se dio cuenta de lo que venía siendo evidente desde hacía un rato: se habían perdido. Irianna dejó escapar una exhalación leve mientras se detenían. No le extrañaba que estuviesen perdidos: aquellas calles eran endemoniadamente enrevesadas y parecían todas iguales. Por suerte, al rubio se le ocurrió la opción más razonable y la chica observó como el reptil volador sobrevolaba la zona, esperando que les explicase lo que veía. Gracias a sus indicaciones lograron encontrar una salida de aquella encrucijada, aunque Irianna estaba bastante segura de que la zona circundante que se intuía en la distancia no era la misma en la que se habían separado del resto.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
26/08/14, 09:48 pm
Tesón salió mosqueado por varios motivos. Primero, ¿acaso se suponía que esa porquería que habían oído eran sus provisiones? ¿Pero qué comida podía ser esa? ¿Acaso los demás del grupo comían esas cosas? Segundo, estaba claro que debían seguir a la bañera, pero eso implicaba volver a salir a la ciudad, y ya se habían topado antes con una de las bestias así que ¿qué les aseguraba que no volvería a suceder? Tercero, habían tenido que armarse. No sabía manejar nada de lo que allí veía, ni tan siquiera ponerles nombre. Así que se decantó por lo más familiar: cuchillos. Además, preguntó a Kirés para qué servían esas tapas de madera tan extrañas y la respuesta le convenció. Ah, sí, cabe destacar que durante la limpieza los demás miembros del grupo fueron expresando en voz alta sus "nombres", que debían ser como ellos llamaban a sus deseos. No sabía qué significaban, lo cual le mosqueaba también —cuarto— ya que algunos deseos podían encerrar un mal significado que por la diferencia de idioma no podría comprender. Quinto, estaba claro que había más magia en aquella ciudad tan extraña, ya que la bañera "volaba".
Y sexto... Se acabarían perdiendo en ese entramado de calles en ruinas si Armonía o Kirés no echaban a volar para guiarles. También les acompañaba uno de esos extraños, denominado Lemus, pero no le vio ningún uso más que como cebo.
—Ya no veo la bañera...—masculló, preocupado.
Y sexto... Se acabarían perdiendo en ese entramado de calles en ruinas si Armonía o Kirés no echaban a volar para guiarles. También les acompañaba uno de esos extraños, denominado Lemus, pero no le vio ningún uso más que como cebo.
—Ya no veo la bañera...—masculló, preocupado.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
26/08/14, 10:26 pm
Al principio seguir a aquella cosa voladora no fue particularmente problemático, pero llegó un momento en el que la distribución de edificios y calles comenzó a cambiar de forma errática, y poco a poco aparecieron cada vez más rutas que no tenían ningún sentido y que desembocaban a callejones sin salida. Ante el peligro de perder la pista de la comida, tanto Kirés como uno de las otras dos aves se pusieron de acuerdo en seguir al supuesto espantapájaros desde arriba, turnándose entre alzar el vuelo por parte de la que podía volar y trepar hasta las azoteas para localizar el vehículo flotante cuando le tocaba al propio Kirés.
Entre todos al final conseguimos localizarlo detenido, justo a tiempo de ver como unas cestas terminaban de ser descargadas. Cuando la última de estas estuvo en el suelo, la bañera y su capitán se marcharon de nuevo, dando el tiempo necesario a Kirés para ver con detalle qué tipo de criatura era el llamado “espantapájaros” –La verdad, cuando dijeron espantapájaros yo me imaginaba algo más… ¿espantoso? En fin, esas cestas parece que tienen comida, echemos un vistazo.
No fue capaz de encontrar ningún alimento de su mundo, pero soltó un suspiro de alivio al ver que el contenido estaba en mucho mejor estado del que la voz había prometido. “¿Qué sentido tiene ofrecer algo podrido como bueno de todos modos?” Le llamaron la atención unas frutas que eran de un tamaño increíblemente pequeño, y que más tarde descubriría que se llamaban manzanas.
Solo quedaba organizarse para coger todo lo que pudieran y regresar al refugio.
Entre todos al final conseguimos localizarlo detenido, justo a tiempo de ver como unas cestas terminaban de ser descargadas. Cuando la última de estas estuvo en el suelo, la bañera y su capitán se marcharon de nuevo, dando el tiempo necesario a Kirés para ver con detalle qué tipo de criatura era el llamado “espantapájaros” –La verdad, cuando dijeron espantapájaros yo me imaginaba algo más… ¿espantoso? En fin, esas cestas parece que tienen comida, echemos un vistazo.
No fue capaz de encontrar ningún alimento de su mundo, pero soltó un suspiro de alivio al ver que el contenido estaba en mucho mejor estado del que la voz había prometido. “¿Qué sentido tiene ofrecer algo podrido como bueno de todos modos?” Le llamaron la atención unas frutas que eran de un tamaño increíblemente pequeño, y que más tarde descubriría que se llamaban manzanas.
Solo quedaba organizarse para coger todo lo que pudieran y regresar al refugio.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
27/08/14, 08:54 pm
Había llegado al refugio a la carrera, sin preocuparse de si lo que les perseguía había derjado de seguirles o no. Una vez allí, e ignorando cualquier queja sobre lo sucio que estuviera el lugar, se dirigió al único ser de su especia que había visto. Su voz le resultaba algo desagradable, aunque había oído otras mucho peores en su mundo.—Mi deseo es Armonía y pertenezco al gremio de los Músicos en Hielo-en-el-Norte —contestó, con algo de orgullo en su voz, aunque intentando sonar amable; quería caerle bien al único roquense que había en el grupo —Gracias. Sí, estoy bien...¿Tú lo estás?
Se presentó al resto, cuyos deseos (o como ellos lo llamaban, "nombres") le sonaban desconocidos y sin significado. Y aquello le incordiaba, pues quería saber que significaban. Kirés le instó a que bajara a la armería a coger un arma y acabó optando por coger un arma igual a la de este, auqneu fuese solo porque era bastante ligera y podría volar con ella sin dificultad. No tenía ni idea de como se usaba; lo suyo era la música, no las armas. El principio del camino fue andando, meditando sobre lo que llevaban las bañeras según el espantapájaros. No le parecía demasiado coherente. Poco a poco las calles comenzaron a resultar demasiado parecidas para guiarse bien por el suelo, y decidió turnarse con Kirés para volar y buscar una ruta hacia la bañera voladora sin tener que perderse.
Observó el interior de las cestas con curiosidad, viendo que era mucho mejor de lo que anunciaba el espantapájaros. Cogió una de las cestas para llevarla al refugio, mientras el resto se organizaba.
Se presentó al resto, cuyos deseos (o como ellos lo llamaban, "nombres") le sonaban desconocidos y sin significado. Y aquello le incordiaba, pues quería saber que significaban. Kirés le instó a que bajara a la armería a coger un arma y acabó optando por coger un arma igual a la de este, auqneu fuese solo porque era bastante ligera y podría volar con ella sin dificultad. No tenía ni idea de como se usaba; lo suyo era la música, no las armas. El principio del camino fue andando, meditando sobre lo que llevaban las bañeras según el espantapájaros. No le parecía demasiado coherente. Poco a poco las calles comenzaron a resultar demasiado parecidas para guiarse bien por el suelo, y decidió turnarse con Kirés para volar y buscar una ruta hacia la bañera voladora sin tener que perderse.
Observó el interior de las cestas con curiosidad, viendo que era mucho mejor de lo que anunciaba el espantapájaros. Cogió una de las cestas para llevarla al refugio, mientras el resto se organizaba.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
29/08/14, 12:31 am
Para infinito alivio del roquense, tanto Armonía como Kirés —en orden de cercanía emocional— fueron bastante eficaces en la búsqueda de la maldita comida. Cuando llegaron, Tesón no podía creer que esa criatura de paja y madera pudiera ser denominada "espantapájaros". Lo que sin duda tampoco creía era que ese fuera su deseo real y, por descontado, que "pájaros" se refiriera a ellos tres. No podía haber criatura racional que creyera que esa criatura parlante pudiera espantar a una simple cría de cualquier ave.
Pero lo importante era el contenido de la bañera: cestas cargadas de comida. O de lo que parecía comida. Había tanto productos de su tierra como otras cosas que no había visto nunca. Más aún importante era el hecho de que estuvieran en buen estado y no como el espantajo había ido pregonando. Pero si había algo que sí era de vital importancia, era volver. Así que agarró una de las cestas y miró a los demás.
—Es menester que volvamos cuanto antes por motivos que huelga mencionar.
Sigue en el Torreón Maciel
Pero lo importante era el contenido de la bañera: cestas cargadas de comida. O de lo que parecía comida. Había tanto productos de su tierra como otras cosas que no había visto nunca. Más aún importante era el hecho de que estuvieran en buen estado y no como el espantajo había ido pregonando. Pero si había algo que sí era de vital importancia, era volver. Así que agarró una de las cestas y miró a los demás.
—Es menester que volvamos cuanto antes por motivos que huelga mencionar.
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No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Carmesí
Ficha de cosechado
Nombre: Lemus
Especie: Humano
Habilidades: Oído músical, carisma y valorPersonajes : Norou, Wintelgy y Lemus
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
29/08/14, 04:01 pm
Lemus no dudó en ofrecerse para ir a por la comida pero no si antes armarse en la armería del sótano con una espada larga y un escudo redondo mediano, no tenia ni idea de como usar algo así pero seguro que era mejor que nada.
Kires parecía de una especie distinta a la de los otros dos y parecía un tipo enrollado. En cambio el tal Tesón parecía siempre enfadado como un viejo cascarrabias, además de que hablaba raro como Armonía, aunque ésta parecía mucho más amable.
No pudo evitar reírse de las palaras de Kires.
“De donde yo vengo los espantapájaros son muñecos de paja con forma humana que se colocan en los huertos para asustar a los pájaros y no se coman los frutos –le explicó a Kires riendo- claro que los pájaros de la tierra no son como vosotros…y los espantapajaros no hablan, ni pilotan jodidas bañeras voladoras...-dijo nostálgico-“
Las cestas resultaron estar llena de comida y para nada parecía ser esas cosas que aseguraba el espantapájaros.
“¡Sera maricón! ¡Nos la ha jugado ese espantapollas de mierda! ¿Dónde esta mi rata? ¿y mis excrementos? –dijo bromeando al cielo alzando el puño en dirección a donde desapareció la bañera - bueno, bueno… tendremos que conformarnos con esto- dijo asistiendo con la cabeza al grupo para luego colgándose el escudo con una correa en la espalda y coger una cesta- Pues sí, será lo mejor mi amigo emplumado- contestó a Tesón- Quiero comer lo antes posible, tengo puta hambre..- dijo empezando la marcha de vuelta para el refugio- …tanta hambre que podría comerme una vaca, ¿Hay vacas en vuestro mundo?...“
Sigue en Torreón Maciel.
Kires parecía de una especie distinta a la de los otros dos y parecía un tipo enrollado. En cambio el tal Tesón parecía siempre enfadado como un viejo cascarrabias, además de que hablaba raro como Armonía, aunque ésta parecía mucho más amable.
No pudo evitar reírse de las palaras de Kires.
“De donde yo vengo los espantapájaros son muñecos de paja con forma humana que se colocan en los huertos para asustar a los pájaros y no se coman los frutos –le explicó a Kires riendo- claro que los pájaros de la tierra no son como vosotros…y los espantapajaros no hablan, ni pilotan jodidas bañeras voladoras...-dijo nostálgico-“
Las cestas resultaron estar llena de comida y para nada parecía ser esas cosas que aseguraba el espantapájaros.
“¡Sera maricón! ¡Nos la ha jugado ese espantapollas de mierda! ¿Dónde esta mi rata? ¿y mis excrementos? –dijo bromeando al cielo alzando el puño en dirección a donde desapareció la bañera - bueno, bueno… tendremos que conformarnos con esto- dijo asistiendo con la cabeza al grupo para luego colgándose el escudo con una correa en la espalda y coger una cesta- Pues sí, será lo mejor mi amigo emplumado- contestó a Tesón- Quiero comer lo antes posible, tengo puta hambre..- dijo empezando la marcha de vuelta para el refugio- …tanta hambre que podría comerme una vaca, ¿Hay vacas en vuestro mundo?...“
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-Tsuki Tsuki Tsuki♥♫♪-
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
25/09/14, 08:20 pm
A Kirés le habría gustado decir que encontrar el lugar donde los dos grupos se habían separado había sido sencillo, pero si lo hiciera estaría mintiendo descaradamente. Aquel lugar era un entramado de calles y direcciones que no tenían ningún sentido, y tan pronto como parecía que se encontraban yendo por la dirección correcta acababa siendo justo lo contrario. Además la otra vez el grupo había pasado corriendo a la desesperada, de modo que tampoco era tan fácil como hacer memoria y desandar los pasos del día anterior.
Al final entre todos, y más tarde que pronto, lograron localizar el lugar donde aquel insecto gigante les había atacado. “Por fín. Y pensar que todo lo que llevamos hecho hasta ahora ha sido solo lo fácil…” Lo que todos sabían pero nadie decía era que, aparte de la dirección por la que el otro grupo había huido, no tenían ninguna otra pista ni medio con el que seguirles la pista. El propio Enderth era cazador, pero una cosa era seguir el rastro de una presa en su terreno, y otra muy diferente el hacerlo en una ciudad. Aquí el suelo de piedra era demasiado duro para dejar huellas, y no había vegetación alguna en la que buscar marcas de que alguien ha pasado cerca. Para rematar la faena el lugar estaba en ruinas, así que cualquier elemento frágil o que se pudiera mover no habría forma de saber si se había desplazado o roto por acción de alguien o simplemente porque hace tantos días acabó derrumbándose el edificio de enfrente. A pesar de todo, el ave aun así decidió intentarlo. Se agachó en varios sitios y escudriño la zona, pero finalmente negó con la cabeza y se giró hacia el resto.
–Nada, me es imposible encontrar rastro alguno. Lo único que se me ocurre es avanzar en la dirección por la que creamos que han podido ir y probar suerte. ¿Alguna otra idea?
Al final entre todos, y más tarde que pronto, lograron localizar el lugar donde aquel insecto gigante les había atacado. “Por fín. Y pensar que todo lo que llevamos hecho hasta ahora ha sido solo lo fácil…” Lo que todos sabían pero nadie decía era que, aparte de la dirección por la que el otro grupo había huido, no tenían ninguna otra pista ni medio con el que seguirles la pista. El propio Enderth era cazador, pero una cosa era seguir el rastro de una presa en su terreno, y otra muy diferente el hacerlo en una ciudad. Aquí el suelo de piedra era demasiado duro para dejar huellas, y no había vegetación alguna en la que buscar marcas de que alguien ha pasado cerca. Para rematar la faena el lugar estaba en ruinas, así que cualquier elemento frágil o que se pudiera mover no habría forma de saber si se había desplazado o roto por acción de alguien o simplemente porque hace tantos días acabó derrumbándose el edificio de enfrente. A pesar de todo, el ave aun así decidió intentarlo. Se agachó en varios sitios y escudriño la zona, pero finalmente negó con la cabeza y se giró hacia el resto.
–Nada, me es imposible encontrar rastro alguno. Lo único que se me ocurre es avanzar en la dirección por la que creamos que han podido ir y probar suerte. ¿Alguna otra idea?
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
26/09/14, 12:31 am
Al final, el propio Ayne decidió salir. Que los acompañase el cazador y que durante la noche no se hubiera acercado ninguna alimaña más al torreón habían ayudado a que tuviese una pizca de confianza en salir por la puerta. Sin embargo, le dijo a Eara que ella se quedase. Sabía que no podía garantizar la integridad de ambos allí afuera y lo mejor era que no se pusiera en peligro. Sin nada mejor que hacer, la aurva continuaría con las labores de limpieza pendientes.
El sinhadre bajó a la armería dubitativo, pero el peso de la mayoría de armas las hacía más inútiles que útiles, ya que la mejor opción solía ser huir. Cogió una daga, solo por lo que pudiera pasar, y se unió al grupo de expedición cuando abandonaron el refugio.
Estaba más que aburrido de dar vueltas cuando llegaron a los callejones donde habían conocido al insecto. Se alegraba de que, al menos, no se hubieran topado ningún peligro, pero ahora sí se encontraban en una zona probablemente frecuentada por aquel monstruo, y les convenía andar con pies de plomo.
―Ninguna. Si tuviésemos magia como nos prometieron podríamos hacer un milagro, pero no es el caso ―respondió a Kirés con una media sonrisa y encogiéndose de hombros―. Por mí hagamos eso, seguir caminando por ahí. ―Señaló la calle en la que los habían perdido―. Dentro de unos límites seguros. No me gustaría nada no encontrar después el camino de vuelta.
Como no hubo oposición a la propuesta del enderth, continuaron caminando sin tomar desvíos ni entrar en calles pequeñas. Con el oído atento, también.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
El sinhadre bajó a la armería dubitativo, pero el peso de la mayoría de armas las hacía más inútiles que útiles, ya que la mejor opción solía ser huir. Cogió una daga, solo por lo que pudiera pasar, y se unió al grupo de expedición cuando abandonaron el refugio.
Estaba más que aburrido de dar vueltas cuando llegaron a los callejones donde habían conocido al insecto. Se alegraba de que, al menos, no se hubieran topado ningún peligro, pero ahora sí se encontraban en una zona probablemente frecuentada por aquel monstruo, y les convenía andar con pies de plomo.
―Ninguna. Si tuviésemos magia como nos prometieron podríamos hacer un milagro, pero no es el caso ―respondió a Kirés con una media sonrisa y encogiéndose de hombros―. Por mí hagamos eso, seguir caminando por ahí. ―Señaló la calle en la que los habían perdido―. Dentro de unos límites seguros. No me gustaría nada no encontrar después el camino de vuelta.
Como no hubo oposición a la propuesta del enderth, continuaron caminando sin tomar desvíos ni entrar en calles pequeñas. Con el oído atento, también.
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- Daninokuni
Ficha de cosechado
Nombre: Ziack
Especie: Enderth
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia - Instinto animal - Planificación
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
24/10/14, 09:33 pm
Tras abandonar la Plaza de la Fuente, Ziack se encontró de repente caminando por unos callejones extraños que formaban una especie de laberinto.
Se adentró en ellos en una búsqueda desesperada de alimento, a sabiendo de que los callejones eran un lugar donde cualquier cosa podía esconderse con facilidad: Acechar entre las sombras, caer desde los tejados o las ventanas, o simplemente embestir por una calle demasiado estrecha para la evasión. Ziack era consciente de ello pero no podía sino seguir caminando por el lugar más cercano, a la espera de alimento o cualquier prenda o manto con el que cubrirse y evitar el insoportable frío que le estaba helando sus huesos.
Las energías iban mermando y cada paso que daba era una tortura. Intentó resistir con todas sus fuerzas, luchando con los deseos de caer al suelo, cerrar los ojos y decir adiós a la vida, pero haber podido beber agua en la fuente le había dado esperanzas de encontrar otro tipo de suministros.
La falta de energía hizo que su permanente vigilia se convirtiera en un juego de sombras, en el que los depredadores aparecían ante sus ojos incluso cuando no existían en realidad. Prueba de ello es que los depredadores que veía de reojo eran ejemplares de las criaturas más agresivas de Dryfus.
Finalmente, Ziack logró salir de ese horrible callejón. La amplitud del nuevo terreno le hizo sobrecogerse. Ahora que los edificios no perturbaban su visión, podía ver cuánto camino le quedaba por recorrer hasta la siguiente esquina, hacia la siguiente posibilidad de encontrar algo bueno. La energía se estaba agotando, no tardaría en caer de una vez por todas, después de luchar contra la muerte tanto tiempo.
Armado con sus últimas fuerzas, el enderth logró dar unos pocos pasos más...
Sigue en la Cicatriz de Arax
Se adentró en ellos en una búsqueda desesperada de alimento, a sabiendo de que los callejones eran un lugar donde cualquier cosa podía esconderse con facilidad: Acechar entre las sombras, caer desde los tejados o las ventanas, o simplemente embestir por una calle demasiado estrecha para la evasión. Ziack era consciente de ello pero no podía sino seguir caminando por el lugar más cercano, a la espera de alimento o cualquier prenda o manto con el que cubrirse y evitar el insoportable frío que le estaba helando sus huesos.
Las energías iban mermando y cada paso que daba era una tortura. Intentó resistir con todas sus fuerzas, luchando con los deseos de caer al suelo, cerrar los ojos y decir adiós a la vida, pero haber podido beber agua en la fuente le había dado esperanzas de encontrar otro tipo de suministros.
La falta de energía hizo que su permanente vigilia se convirtiera en un juego de sombras, en el que los depredadores aparecían ante sus ojos incluso cuando no existían en realidad. Prueba de ello es que los depredadores que veía de reojo eran ejemplares de las criaturas más agresivas de Dryfus.
Finalmente, Ziack logró salir de ese horrible callejón. La amplitud del nuevo terreno le hizo sobrecogerse. Ahora que los edificios no perturbaban su visión, podía ver cuánto camino le quedaba por recorrer hasta la siguiente esquina, hacia la siguiente posibilidad de encontrar algo bueno. La energía se estaba agotando, no tardaría en caer de una vez por todas, después de luchar contra la muerte tanto tiempo.
Armado con sus últimas fuerzas, el enderth logró dar unos pocos pasos más...
Sigue en la Cicatriz de Arax
- Merodeador
Ficha de cosechado
Nombre: Nadzieja Sikorski.
Especie: Humana.
Habilidades: Resistencia, oído musical e imaginación.
Personajes :- ● Ergot: -Véspido Soldado Repobladoril-
● Nadzieja: -Escoria Cosechada HomoSapiens-
Status : Las dudas son como los muertos, siempre acaban saliendo a flote.
Humor : Epístola de San Pablo a los adefesios: "Sois feos de cojones."
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
30/10/14, 02:08 am
Seguir a la voz predicadora de alimentos al principio fue fácil para el humano y el pequeño repoblador que le hacía función de corona. Pero cuanto más se aproximaban más complicado se hacía seguirla. Con cada metro de separación que ponían entre la plaza y ellos, mayores dificultades encontraban para continuar en línea recta, y pronto su carrera se fue apaciguando hasta que finalmente se resignaron a andar, viendo sus pasos truncados por el paisaje urbano que les ofrecía Rocavarancolia. En su camino se interponían callejones sin salida, giros, edificios colocados sin ton ni son, paredes, montículos de ruinas y escombros de tamaños diversos, esquinas, y la extraña sensación de no estar solo. Las callejuelas que conformaban esta mole de piedra eran incoherentes y caóticas, creando en mitad de la ciudad un laberinto que nada tenía que envidiar al de David Bowie.
Caminaron desorientados con la única referencia de los cánticos pregoneros que recitaban cosas como: “Empanada de cola de escorpión.”, “Ratas confitadas.” o “Excrementos de ayer recién horneados.”. Este último no estaba dispuesto a probarlo el pequeño ser verde, pero no dijo nada porque tal vez a su acompañante si le gustaba aunque se dijo así mismo que le recomendaría no hacerlo si llegaba a darse el caso, a sus ojos lo excrementos solo cumplían una función: abono para las plantas.
El repoblador estaba considerando seriamente el comerse “las verduras en podredumbre” cuando la voz calló sumiéndoles en el silencio más absoluto. Entonces una sombra les sobrevoló y sobre sus cabezas divisaron una bañera voladora, aunque a los ojos del repoblador era un trozo de metal tallado y con patas de garra, en todo caso no vio al espantapájaros que volaba ni las velas de ropas mugrientas.
Casi por instinto y sin mediar palabra tomaron la dirección contraria al extraño medio de transporte, solo un giro en la siguiente esquina y se encontraron con la comida “prometida”. Pero al igual que Abraham al llegar a Canaán se encontraron con algo mucho mejor de lo esperado.
Allí en medio de una calle, apiladas cuidadosamente se encontraban varias cestas y su contenido no eran las guarrerías que habían escuchado antes, no, dentro había un surtido de los alimentos más diversos y coloridos. Pero el nativo del “macetero” solo tenía ojos para los vegetales: frutas, verduras, bayas, hierbas, hojas gruesas,… De la impresión se resbalo hasta el suelo y a pesar de que le dolió el golpe contra la piedra, se recompuso con una velocidad sobre-repobladora, se abalanzo sobre la comida sin esperar la reacción de su compañero de infortunio y sin saber que pronto serían más de dos.
Pero los que se aproximaban ¿serán amigos o enemigos?
Caminaron desorientados con la única referencia de los cánticos pregoneros que recitaban cosas como: “Empanada de cola de escorpión.”, “Ratas confitadas.” o “Excrementos de ayer recién horneados.”. Este último no estaba dispuesto a probarlo el pequeño ser verde, pero no dijo nada porque tal vez a su acompañante si le gustaba aunque se dijo así mismo que le recomendaría no hacerlo si llegaba a darse el caso, a sus ojos lo excrementos solo cumplían una función: abono para las plantas.
El repoblador estaba considerando seriamente el comerse “las verduras en podredumbre” cuando la voz calló sumiéndoles en el silencio más absoluto. Entonces una sombra les sobrevoló y sobre sus cabezas divisaron una bañera voladora, aunque a los ojos del repoblador era un trozo de metal tallado y con patas de garra, en todo caso no vio al espantapájaros que volaba ni las velas de ropas mugrientas.
Casi por instinto y sin mediar palabra tomaron la dirección contraria al extraño medio de transporte, solo un giro en la siguiente esquina y se encontraron con la comida “prometida”. Pero al igual que Abraham al llegar a Canaán se encontraron con algo mucho mejor de lo esperado.
Allí en medio de una calle, apiladas cuidadosamente se encontraban varias cestas y su contenido no eran las guarrerías que habían escuchado antes, no, dentro había un surtido de los alimentos más diversos y coloridos. Pero el nativo del “macetero” solo tenía ojos para los vegetales: frutas, verduras, bayas, hierbas, hojas gruesas,… De la impresión se resbalo hasta el suelo y a pesar de que le dolió el golpe contra la piedra, se recompuso con una velocidad sobre-repobladora, se abalanzo sobre la comida sin esperar la reacción de su compañero de infortunio y sin saber que pronto serían más de dos.
Pero los que se aproximaban ¿serán amigos o enemigos?
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
01/11/14, 02:39 am
Como en la ocasión anterior, Kirés lideró al grupo y, igual que antes, llegaron a salvo a la zona de las cestas, precedidos por la chirriante voz del maldito espantapájaros. Esto sumaba puntos de confianza para su compañero, de lo cual se alegraba Tesón, pero este pensamiento quedó nublado cuando descubrieron que no eran los únicos que habían llegado allí. Un humano macho difícilmente reconocible desde aquella distancia.
Kirés se adelantó al grupo y se acercó al otro, a una distancia tan prudencial como suicida a ojos del roquense. No solo se acercó sino que dio un par de vueltas alrededor y, finalmente, declaró en voz alta que no eran los del otro grupo. ¿Entonces? ¿Ciudadanos? ¿Alguien que pudiera rob... Espera. ¿Eran? ¿Acaso había alguien más? Se tragó su cobardía y se acercó lo suficiente como para ver que, en efecto, había otra criatura viva... aunque era una muy extraña.
—¿Quiénes sois? ¿Y qué es... eso? —inquirió sin más, señalando a la criatura más pequeña.
Kirés se adelantó al grupo y se acercó al otro, a una distancia tan prudencial como suicida a ojos del roquense. No solo se acercó sino que dio un par de vueltas alrededor y, finalmente, declaró en voz alta que no eran los del otro grupo. ¿Entonces? ¿Ciudadanos? ¿Alguien que pudiera rob... Espera. ¿Eran? ¿Acaso había alguien más? Se tragó su cobardía y se acercó lo suficiente como para ver que, en efecto, había otra criatura viva... aunque era una muy extraña.
—¿Quiénes sois? ¿Y qué es... eso? —inquirió sin más, señalando a la criatura más pequeña.
No Hope. No Dreams. No Love.
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- Shiogen
Ficha de cosechado
Nombre: Emmit
Especie: Humano
Habilidades: Planificación, habilidad mental, imaginación.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
01/11/14, 03:39 pm
La voz que prometía los "exóticos" manjares seguía sonando en aquel laberinto de callejones, pero desde hacia algún momento Emmit consideraba que contrario a guiarlos, lo que estaba haciendo era desorientarlos aun más.
En medio de la nada, la voz prometió intestinos recientes, con voz de asco Emmit manifestó en voz alta no querer comer nada de lo que le ofrecieran. En respuesta su compañero solamente le dio una palmadita en la cabeza.
Tratando de orientarse decidieron por alejarse de la voz, corriendo con la fortuna de dar con las cestas casi al instante.
Al contrario de lo que se ofrecía el contenido de las cestas era algo de envidiar, carne en conserva, verduras, frutas, vitaminas, plantas, hierbas, y un sin fin de alimentos desconocidos reposaban a la espera de que alguien hambriento los tomara.
Su compañero también estaba muy emocionado y antes de que Emmit se acercara a la comida, el repoblador se cayó de su posición, pero sin inmutarse corrió hacia la comida que los esperaba.
____________________________________________________________________
Estaban tan embelesado por la comida que no se percató que su compañero de nuevo estaba en su cabeza y le daba golpes tratando de mostrarle algo.
Cuando reacciono se encontró casi de frente con una criatura alada, que con cautela mantenía la distancia. su primer impulso fue huir, pero al notar que su compañero se mantenía firme en su posición decidió ser valiente.
La criatura era algo desconocido, pero ese color tan perfecto lo convertía en algo majestuoso, además la tranquilidad en sus ojos en ningún momento mostró signo de hostilidad, solo de una prudente precaución.
Tras el había un grupo de más criaturas, solo distinguió bien a otra de color rojo, estaba tan embelesado admirando al ser alado que lo tomo por sorpresa cuando este hablo.
—¿Quiénes sois? ¿Y qué es... eso? —Preguntó, refiriéndose al pequeño repoblador.
Antes de que Emmit pudiera responder, sintió como su compañero le tiraba del cabello, al parecer le molestaba ser tratado de eso.
-No somos enemigos, y por favor no te refieras a mi compañero como eso, al parecer lo ofende-
-Me llamo Emmit, soy un humano, ahora ¿me harías el favor de explicar donde estamos y que debemos de esperar de este extraño mundo?
En medio de la nada, la voz prometió intestinos recientes, con voz de asco Emmit manifestó en voz alta no querer comer nada de lo que le ofrecieran. En respuesta su compañero solamente le dio una palmadita en la cabeza.
Tratando de orientarse decidieron por alejarse de la voz, corriendo con la fortuna de dar con las cestas casi al instante.
Al contrario de lo que se ofrecía el contenido de las cestas era algo de envidiar, carne en conserva, verduras, frutas, vitaminas, plantas, hierbas, y un sin fin de alimentos desconocidos reposaban a la espera de que alguien hambriento los tomara.
Su compañero también estaba muy emocionado y antes de que Emmit se acercara a la comida, el repoblador se cayó de su posición, pero sin inmutarse corrió hacia la comida que los esperaba.
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Estaban tan embelesado por la comida que no se percató que su compañero de nuevo estaba en su cabeza y le daba golpes tratando de mostrarle algo.
Cuando reacciono se encontró casi de frente con una criatura alada, que con cautela mantenía la distancia. su primer impulso fue huir, pero al notar que su compañero se mantenía firme en su posición decidió ser valiente.
La criatura era algo desconocido, pero ese color tan perfecto lo convertía en algo majestuoso, además la tranquilidad en sus ojos en ningún momento mostró signo de hostilidad, solo de una prudente precaución.
Tras el había un grupo de más criaturas, solo distinguió bien a otra de color rojo, estaba tan embelesado admirando al ser alado que lo tomo por sorpresa cuando este hablo.
—¿Quiénes sois? ¿Y qué es... eso? —Preguntó, refiriéndose al pequeño repoblador.
Antes de que Emmit pudiera responder, sintió como su compañero le tiraba del cabello, al parecer le molestaba ser tratado de eso.
-No somos enemigos, y por favor no te refieras a mi compañero como eso, al parecer lo ofende-
-Me llamo Emmit, soy un humano, ahora ¿me harías el favor de explicar donde estamos y que debemos de esperar de este extraño mundo?
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