Barrio de los Callejones sin Salida
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- Rocavarancolia Rol
Barrio de los Callejones sin Salida
03/08/11, 12:53 am
Recuerdo del primer mensaje :
En el lado más céntrico queda aún parte de este laberíntico montón de edificaciones sin orden aparente. Perderse es tan fácil como encontrarse alguna criatura hambrienta.
- Naeryan
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Re: Barrio de los Callejones sin Salida
30/06/13, 03:04 am
Un chispazo de nueva posesividad restalló en los turbios ojos verdes de Hyter. Por lo que a él respectaba aquéllas eran sus llamas.
-Vuelve a mí- le ordenó a la llama. Más restringida por una orden verbal que por el deseo mudo de Yrio, ésta volvió a pasar obedientemente al cuerpo del varmano. Volvió a girar en torno a su cuello, pero el piromante parecía impaciente y absorbió el lenguarazo de fuego para evitar que Yrio se lo quedara de nuevo. Pareció respirar el fuego en ese momento, y de su boca escapó un pequeño hilo de humo.
La impresionante explosión mágica que tuvo lugar en Rocavaragálago sacudió internamente a ambos piromantes, y Hyter siguió la dirección de aquel aviso con mirada críptica. En ese momento sucedió el temblor. El varmano convocó instintivamente un hechizo de levitación al momento y se elevó en el aire. Justo a tiempo, pues a un escaso metro o dos tras él se abrió una grieta que atravesaba la calle de parte a parte. De ella que empezó a escaparse prestamente un humo gris, junto al silbido característico de gases largo tiempo atrapados bajo tierra saliendo a ras de suelo.
Y no fue aquello lo único en escapar a la superficie, evidentemente. De la grieta empezaron a emerger manos huesudas que pugnaban por abrirse camino hacia el exterior, aferrándose a los bordes de la sima y unas a otras como en una oración grotesca hacia la Luna Roja. Entre el festival de extremidades no sólo se encuentran dedos humanos, sino garras de espolones lo suficientemente afilados como para partir en dos en muchas ocasiones las baldosas sobre las que están haciendo presión.
A medida que los propietarios de aquellas extremidades fueron trepando fuera del agujero empezaron a recortarse siluetas en el humo grisáceo.
Sus propietarios podrían definirse como una exitosa mezcla entre un hombre bestia y lo que probablemente habría sido un fénix, de no haber salido el experimento increíblemente mal. Algunos con una miríada de picos, otros poco más que torsos humanos rodeados de múltiples pares de alas, muchos moviéndose arácanidamente a endiablada velocidad con media docena de piernas humanas rematadas en espolones, chillan de dolor, de locura y finalmente de regocijo al localizar a Yrio.
Hyter se había elevado unos metros más en el aire, calibrando la situación desde arriba. Aunque no quitaba ojo de encima a las criaturas de abajo, algunas de las cuales estaban haciendo intentos de elevar el vuelo, su mirada se desviaba al horizonte, probablemente buscando otros focos donde se estuviera desatando el caos, o quizá otra cosa.
-Vuelve a mí- le ordenó a la llama. Más restringida por una orden verbal que por el deseo mudo de Yrio, ésta volvió a pasar obedientemente al cuerpo del varmano. Volvió a girar en torno a su cuello, pero el piromante parecía impaciente y absorbió el lenguarazo de fuego para evitar que Yrio se lo quedara de nuevo. Pareció respirar el fuego en ese momento, y de su boca escapó un pequeño hilo de humo.
La impresionante explosión mágica que tuvo lugar en Rocavaragálago sacudió internamente a ambos piromantes, y Hyter siguió la dirección de aquel aviso con mirada críptica. En ese momento sucedió el temblor. El varmano convocó instintivamente un hechizo de levitación al momento y se elevó en el aire. Justo a tiempo, pues a un escaso metro o dos tras él se abrió una grieta que atravesaba la calle de parte a parte. De ella que empezó a escaparse prestamente un humo gris, junto al silbido característico de gases largo tiempo atrapados bajo tierra saliendo a ras de suelo.
Y no fue aquello lo único en escapar a la superficie, evidentemente. De la grieta empezaron a emerger manos huesudas que pugnaban por abrirse camino hacia el exterior, aferrándose a los bordes de la sima y unas a otras como en una oración grotesca hacia la Luna Roja. Entre el festival de extremidades no sólo se encuentran dedos humanos, sino garras de espolones lo suficientemente afilados como para partir en dos en muchas ocasiones las baldosas sobre las que están haciendo presión.
A medida que los propietarios de aquellas extremidades fueron trepando fuera del agujero empezaron a recortarse siluetas en el humo grisáceo.
Sus propietarios podrían definirse como una exitosa mezcla entre un hombre bestia y lo que probablemente habría sido un fénix, de no haber salido el experimento increíblemente mal. Algunos con una miríada de picos, otros poco más que torsos humanos rodeados de múltiples pares de alas, muchos moviéndose arácanidamente a endiablada velocidad con media docena de piernas humanas rematadas en espolones, chillan de dolor, de locura y finalmente de regocijo al localizar a Yrio.
Hyter se había elevado unos metros más en el aire, calibrando la situación desde arriba. Aunque no quitaba ojo de encima a las criaturas de abajo, algunas de las cuales estaban haciendo intentos de elevar el vuelo, su mirada se desviaba al horizonte, probablemente buscando otros focos donde se estuviera desatando el caos, o quizá otra cosa.
- InvitadoInvitado
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
30/06/13, 03:41 pm
Yrio dio un respingo y el fuego que lo envolvía se consumió. Miró en la dirección de donde había venido la onda mágica y ladeó la cabeza. Debió imitar a Hyter y elevarse sobre el suelo, pero no lo hizo. Cuando todo empezó a temblar, simplemente saltó hacia atrás para esquivar la grieta, y retrocedió un par de pasos cuando las bestias empezaron a salir. Se echó a reir.
-Son feos de cojones- comentó para si mismo.
Cuando uno se le acercó demasiado usó un hechizo de impulso para alejarlo, y la criatura chocó con otras tantas que trataban de salir de la grita, y esto hizo mucha gracia a Yrio. Su ''brillante'' y ''lúcida'' mente razonó que esos gases debían prender maravillosamente, y tras alejarse de nuevo un poco más, invocó un hechizo de chispa.
-Son feos de cojones- comentó para si mismo.
Cuando uno se le acercó demasiado usó un hechizo de impulso para alejarlo, y la criatura chocó con otras tantas que trataban de salir de la grita, y esto hizo mucha gracia a Yrio. Su ''brillante'' y ''lúcida'' mente razonó que esos gases debían prender maravillosamente, y tras alejarse de nuevo un poco más, invocó un hechizo de chispa.
- Naeryan
Ficha de cosechado
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Re: Barrio de los Callejones sin Salida
03/07/13, 02:06 am
Hyter no tuvo tiempo de detener a Yrio. La chispa prendió como era de esperar en los gases inflamables que escapaban a la superficie. Prendió demasiado bien, de hecho, y una explosión hizo vibrar el suelo de la calle a la vez que la deflagración ensordeció momentáneamente a todos los presentes. Un pitido se instaló en los oídos (o sucedáneos) de todos ellos, tardando cerca de un minuto en hacerse soportable. Quien tuviese los ojos abiertos en ese momento también sufrió las consecuencias.
Algunos de los mutantes habían reventado directamente por la explosión, aunque la mayoría ya habían salido de la grieta, ansiosos por liberar al exterior el caos que imperaba en sus mentes. Las llamas residuales sí que habían alcanzado a un gran número de ellos, pero lamían sus pieles sin causarles apenas daño. Ni el sinhadre ni el varmano tenían por qué saberlo, pero era lógico que un híbrido de fénix no se quemase. Los que podían volar se abalanzaron sobre Hyter, y los que no hicieron lo propio con Yrio.
El varmano hizo uso de un hechizo de amplificación de voz para hacerse oír por encima de la sordera temporal que la explosión había dejado a ambos piromantes, no sin antes dirigirle una mirada de cólera por lo que consideraba una estupidez. Sin embargo ésta pronto desapareció ante alguna clase de estímulo no notable a simple vista. La violencia presente, al contrario que a Yrio, parecía haberle hecho volver en sus cabales. El comportamiento extraño que había provocado su transformación había desaparecido, y su antinatural calma parecía estar de vuelta aunque fuese superficialmente.
-Me largo- dijo con su sencillez habitual, aunque con una sequedad nueva en la voz-. Apáñatelas.
Emprendió el vuelo en dirección este. Los engendros voladores más persistentes le siguieron, y una serie de fogonazos en la distancia informaron a Yrio de que estaban siendo mantenidos a raya.
Algunos de los mutantes habían reventado directamente por la explosión, aunque la mayoría ya habían salido de la grieta, ansiosos por liberar al exterior el caos que imperaba en sus mentes. Las llamas residuales sí que habían alcanzado a un gran número de ellos, pero lamían sus pieles sin causarles apenas daño. Ni el sinhadre ni el varmano tenían por qué saberlo, pero era lógico que un híbrido de fénix no se quemase. Los que podían volar se abalanzaron sobre Hyter, y los que no hicieron lo propio con Yrio.
El varmano hizo uso de un hechizo de amplificación de voz para hacerse oír por encima de la sordera temporal que la explosión había dejado a ambos piromantes, no sin antes dirigirle una mirada de cólera por lo que consideraba una estupidez. Sin embargo ésta pronto desapareció ante alguna clase de estímulo no notable a simple vista. La violencia presente, al contrario que a Yrio, parecía haberle hecho volver en sus cabales. El comportamiento extraño que había provocado su transformación había desaparecido, y su antinatural calma parecía estar de vuelta aunque fuese superficialmente.
-Me largo- dijo con su sencillez habitual, aunque con una sequedad nueva en la voz-. Apáñatelas.
Emprendió el vuelo en dirección este. Los engendros voladores más persistentes le siguieron, y una serie de fogonazos en la distancia informaron a Yrio de que estaban siendo mantenidos a raya.
- InvitadoInvitado
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
03/07/13, 02:40 am
Yrio salió volando y se dio de mala manera contra un muro. Se había tapado la cara con los brazos para protegerse, y aunque era inmune al fuego, eso no impidió que algunas lascas de huezo y piedra se le clavaran en la piel desnuda. Dolía, escocía, pero no le importaba lo más mínimo. Se echó a reir como un maníaco, y sin duda le habría gustado hacerlo otra vez.Tambien parecía haberse quedado sordo. Le pitaban fuertemente los oídos y le costó bastante comprender el mensaje de Hyter, pero cuando lo entendió se despidió de él con un gesto exagerado. Una de las quimeras se le echó encima.
Yrio la mandó volando de una patada, con un movimiento que había aprendido de Atol. Algunas bestias estaban en llamas, y eso le hizo bastante gracia. Le habría gustado ir a estrecharles la mano, como reconocimiento, pero incluso en su estado demente sabía que sería una gran estupidez. No sabía hacer detonaciones, pero los hechizos de impacto y los de impulso bien le sirvieron. Hacía que las criaturas chocasen contra muros, contra otras bestias, usaba hechizos de presión en sus cabezas hasta que estallaban de forma horrible, todo con una sonrisa en el rostro. Tan ensimismado estaba en su destrucción que no se fijó en que las criaturas lo estaban rodeando. Y tampoco de que había alguien más con él en aquel callejón.
Todo ocurrió muy repentinamente. Las quimeras pararon en seco, petrificándose, algunas en el aire, otras en el suelo. La grieta de la que salían estaba siendo cubierta por una masa viscosa y morada que impedái que saliesen más, al tiempo que se iba cerrando lentamente hasta que no fue más que una señal en el suelo. Yrio miró con incredulidad, incluso con indignación al repentino cambio de escena. Se acercó a uno de los seres petrificados y le dio unos golpecitos.
-¡Estúpidos e inútiles cosechados! Tenía que ser hoy precisamente, de todas las noches de Luna tenían que elegir precisamente esta para intentar destruir la ciudad.- se oyó la voz rugiente y enfurecida de una mujer.
-Ya no son cosechados- la corrigió otra voz, polvorienta y rasgada- El rey no pondrá ninguna objeción a que los mates a todos, y personalmente yo lo haría.
El viejo recaudador estaba evaluando los daños provocados por el terremoto, y ya de paso por el desmadre de los recién transformados. No le gustaba lo más mínimo lo que estaba viendo, y solo pensar en lo que les costaría le hacía rechinar los dientes.
Yrio pudo notar las miradas iracundas de los dos adultos sobre él, y en un instante su sonrisa se borró por completo y se encogió en el sitio. Gahna, la mujer dragón, iba apagando las llamas con gestos suaves y perezosos según iban avanzando hacia él, mientras Garoni apuntaba datos y cifras que solo él comprendía en una tablilla.
-Tú, pequeña desgracia andante
Gahna fue a coger a Yrio por las orejas pero recordó que los sinhadres no tenían orejas y rectificó el movimiento en el de una sonora colleja.
-¡Ay! ¿Pero qué he...?
-¿Pero qué has hecho? Prender medio barrio desde Rocavaragálago hasta aquí. Tú y el otro orejudo nos estáis trayendo de cabeza esta noche.
-Pobre de él cuando Sepalian lo encuentre...- apuntó Garoni
Yrio fue pasando la mirada de un consejero al otro, asustado y confundido. No sabía de dónde había salido esa gente ni quiénes eran, pero empezaba a comprender cuánto la había cagado, y cuando le dijeron que iban a llevárselo al castillo se le cayó el alma a los pies, y a punto estuvo de echarse a llorar.
Yrio la mandó volando de una patada, con un movimiento que había aprendido de Atol. Algunas bestias estaban en llamas, y eso le hizo bastante gracia. Le habría gustado ir a estrecharles la mano, como reconocimiento, pero incluso en su estado demente sabía que sería una gran estupidez. No sabía hacer detonaciones, pero los hechizos de impacto y los de impulso bien le sirvieron. Hacía que las criaturas chocasen contra muros, contra otras bestias, usaba hechizos de presión en sus cabezas hasta que estallaban de forma horrible, todo con una sonrisa en el rostro. Tan ensimismado estaba en su destrucción que no se fijó en que las criaturas lo estaban rodeando. Y tampoco de que había alguien más con él en aquel callejón.
Todo ocurrió muy repentinamente. Las quimeras pararon en seco, petrificándose, algunas en el aire, otras en el suelo. La grieta de la que salían estaba siendo cubierta por una masa viscosa y morada que impedái que saliesen más, al tiempo que se iba cerrando lentamente hasta que no fue más que una señal en el suelo. Yrio miró con incredulidad, incluso con indignación al repentino cambio de escena. Se acercó a uno de los seres petrificados y le dio unos golpecitos.
-¡Estúpidos e inútiles cosechados! Tenía que ser hoy precisamente, de todas las noches de Luna tenían que elegir precisamente esta para intentar destruir la ciudad.- se oyó la voz rugiente y enfurecida de una mujer.
-Ya no son cosechados- la corrigió otra voz, polvorienta y rasgada- El rey no pondrá ninguna objeción a que los mates a todos, y personalmente yo lo haría.
El viejo recaudador estaba evaluando los daños provocados por el terremoto, y ya de paso por el desmadre de los recién transformados. No le gustaba lo más mínimo lo que estaba viendo, y solo pensar en lo que les costaría le hacía rechinar los dientes.
Yrio pudo notar las miradas iracundas de los dos adultos sobre él, y en un instante su sonrisa se borró por completo y se encogió en el sitio. Gahna, la mujer dragón, iba apagando las llamas con gestos suaves y perezosos según iban avanzando hacia él, mientras Garoni apuntaba datos y cifras que solo él comprendía en una tablilla.
-Tú, pequeña desgracia andante
Gahna fue a coger a Yrio por las orejas pero recordó que los sinhadres no tenían orejas y rectificó el movimiento en el de una sonora colleja.
-¡Ay! ¿Pero qué he...?
-¿Pero qué has hecho? Prender medio barrio desde Rocavaragálago hasta aquí. Tú y el otro orejudo nos estáis trayendo de cabeza esta noche.
-Pobre de él cuando Sepalian lo encuentre...- apuntó Garoni
Yrio fue pasando la mirada de un consejero al otro, asustado y confundido. No sabía de dónde había salido esa gente ni quiénes eran, pero empezaba a comprender cuánto la había cagado, y cuando le dijeron que iban a llevárselo al castillo se le cayó el alma a los pies, y a punto estuvo de echarse a llorar.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
11/07/13, 10:34 pm
Tap enseguida se arrepintió de haber salido tan rápido, sin buscar un mapa primero o algo. Había pasado varias veces por una plaza llena de estatuas de piedra que, desde su perspectiva, estaban esculpidas al detalle, y había tenido que salir huyendo de nuevo, tras dar con una torre en ruinas llena de pájaros-felinos. De camino a la dichosa sede, había cruzado ya un río y la famosa grieta repleta de huesos. De hecho, se había hecho ahí con una nueva daga, oxidada y fea siendo justos con su aspecto, por si las moscas o los gigantes turbios. La Flora sabría que mierda podría encontrarse ahora por las calles, más allá de los obvios cadáveres que inundaban la ciudad.
Sus blandos pasos le acabaron perdiendo del todo en una zona llena de panales que parecían haber sido cagados aleatoriamente, en lugar de haber sido construidos usando el escaso don de la inteligencia que pululaba a ratos por la sesera rocavarancolesa. <<Debo de ser el único con dos dedos de frente en este avispero... No podían hacer calles rectas, no. Estúpidos gigantes>>. El conejo pateó un cadáver y siguió caminando, cada vez más perdido. Y más seguro de estar viendo de forma cíclica los mismos panales ruinosos una y otra vez.
Al final, rendido ante su falta de orientación, decidió hacer uso de la cera que había robado pagando. Por cada calle que pasaba iba haciendo líneas rojas por el suelo, asegurándose de que no desandaba o repetía camino al más puro estilo de los gigantes.
Y aún así, todavía tardaría en dar con la sede.
Sus blandos pasos le acabaron perdiendo del todo en una zona llena de panales que parecían haber sido cagados aleatoriamente, en lugar de haber sido construidos usando el escaso don de la inteligencia que pululaba a ratos por la sesera rocavarancolesa. <<Debo de ser el único con dos dedos de frente en este avispero... No podían hacer calles rectas, no. Estúpidos gigantes>>. El conejo pateó un cadáver y siguió caminando, cada vez más perdido. Y más seguro de estar viendo de forma cíclica los mismos panales ruinosos una y otra vez.
Al final, rendido ante su falta de orientación, decidió hacer uso de la cera que había robado pagando. Por cada calle que pasaba iba haciendo líneas rojas por el suelo, asegurándose de que no desandaba o repetía camino al más puro estilo de los gigantes.
Y aún así, todavía tardaría en dar con la sede.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
05/08/13, 06:07 pm
Lara contempló con admiración (y cierta envidia) tanto el vuelo de Talento como la escalada y el planeo posterior de Xalkoth. Daría lo que fuera por poder volar como ellos y no descartaba agarrarlos por la espalda un día y obligarles a pasearla por el aire. <<Tendré que adelgazar primero...>> se dijo, esta vez sí. <<Bueno, he hecho cosas peores que respetar una dieta>>. Siguiendo las indicaciones del bicho, Lara hizo gestos a los seres de la plaza y volvió a usar su silbato para que la siguieran los más rezagados.
Se notaba a la legua que la ordesa estaba entusiasmada, a pesar de la preocupación que empezaba a acumular por sus pequeños. Entre otras cosas, se veía su ilusión en el hecho de que no iba caminando, sino dando saltitos alternando los pies, y agitaba la cola de un lado a otro, en lugar de llevarla recogida bajo la falda. Pero cómo no iba a estar emocionada, con semejante partida por delante. Lo que no era normal era exponer los miedos al público de la manera en la que lo hacían los otros. <<Los ciudadanos que nos ven se reirán de nosotros si damos imagen de ser unos cagaos de la vida>> supo internamente.
Tras girar un par de calles, Lara se dio cuenta de que la arquitectura era casi más caótica que en su propio pueblo. Sostenía la teoría de que los albañiles habían echado droga en el cemento y lo habían probado antes de ponerse a pegar ladrillos y, lo cierto, es que para la zona por la que iban ahora, la teoría casaba igual o mejor que en su propia casa. Eso la hacía sentir cómoda de alguna manera. Sin embargo, las calles cada vez más laberínticas la hicieron frenar en seco y girarse en busca del pájaro y el bicho.
-Estaría bien que alguno de vosotros echara un vistazo desde arriba-comentó-. O que alguien nos guiara hacia la torre desde lo alto-dejó caer, haciendo gala de su sutileza y refiriéndose en exclusiva a Talento, que era quien volaba.
<<Cuando sea una afín de renombre, pienso patentar mapas-guía, que te vayan explicando qué camino seguir. No sé como nadie en su sano juicio no ha decidido hacerlo ya...>>. Negó con la cabeza y esperó con cierta paciencia, mientras aprovechaba para admirar el paisaje de ruinas aleatorias que tenía frente a ella.
Se notaba a la legua que la ordesa estaba entusiasmada, a pesar de la preocupación que empezaba a acumular por sus pequeños. Entre otras cosas, se veía su ilusión en el hecho de que no iba caminando, sino dando saltitos alternando los pies, y agitaba la cola de un lado a otro, en lugar de llevarla recogida bajo la falda. Pero cómo no iba a estar emocionada, con semejante partida por delante. Lo que no era normal era exponer los miedos al público de la manera en la que lo hacían los otros. <<Los ciudadanos que nos ven se reirán de nosotros si damos imagen de ser unos cagaos de la vida>> supo internamente.
Tras girar un par de calles, Lara se dio cuenta de que la arquitectura era casi más caótica que en su propio pueblo. Sostenía la teoría de que los albañiles habían echado droga en el cemento y lo habían probado antes de ponerse a pegar ladrillos y, lo cierto, es que para la zona por la que iban ahora, la teoría casaba igual o mejor que en su propia casa. Eso la hacía sentir cómoda de alguna manera. Sin embargo, las calles cada vez más laberínticas la hicieron frenar en seco y girarse en busca del pájaro y el bicho.
-Estaría bien que alguno de vosotros echara un vistazo desde arriba-comentó-. O que alguien nos guiara hacia la torre desde lo alto-dejó caer, haciendo gala de su sutileza y refiriéndose en exclusiva a Talento, que era quien volaba.
<<Cuando sea una afín de renombre, pienso patentar mapas-guía, que te vayan explicando qué camino seguir. No sé como nadie en su sano juicio no ha decidido hacerlo ya...>>. Negó con la cabeza y esperó con cierta paciencia, mientras aprovechaba para admirar el paisaje de ruinas aleatorias que tenía frente a ella.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
05/08/13, 06:53 pm
Lejos estaba Lara de saber que su primera experiencia insólita en aquel nuevo terreno de roleo estaba a escasos segundos de sucederle. En uno de sus saltitos la ordesa pisó una baldosa a primera vista idéntica a los demás, a excepción de unas discretas marcas casi imperceptibles que existían por una buena razón. Dicha baldosa escondía un mecanismo mágico que se puso inmediatamente en marcha.
Uno de los muros intactos de aquella calle se deslizó subrepticiamente a lo ancho de ésta, convirtiendo lo que antes era una esquina en una calle recta y separando a aquellos que habían torcido por el ya inexistente desvío de los que no. Todo el proceso transcurrió en tan completo silencio que ninguno de los integrantes de los dos grupos se dio cuenta de la anomalía, tanto los adelantados como los que se habían quedado atrás.
Uno de los muros intactos de aquella calle se deslizó subrepticiamente a lo ancho de ésta, convirtiendo lo que antes era una esquina en una calle recta y separando a aquellos que habían torcido por el ya inexistente desvío de los que no. Todo el proceso transcurrió en tan completo silencio que ninguno de los integrantes de los dos grupos se dio cuenta de la anomalía, tanto los adelantados como los que se habían quedado atrás.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Matt
Ficha de cosechado
Nombre: Matthew Lowell/Korasihanna Sebrhon
Especie: Humano/ Daeliciana
Habilidades: Agilidad, velocidad mental y nociones de supervivencia.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
05/08/13, 07:40 pm
La gran mayoría de los presentes me dice su nombre e intento recordarlos a todos. Mientras hablan parece ser que una de las chicas que no es una chica tal y como yo las conozco decide ponerse en marcha por lo que el grupo la sigue dejándome un poco atrás por lo que echo un vistazo rápido hacia donde han desaparecido el chico con su serpiente y la mujer felina preguntándome cual puede ser mi futuro en esta ciudad.
Siguiendo los pasos de Lara y del grupo llegamos a una zona llena de edificios, algunos derruidos y otros en no muy buen estado. -Este lugar no me parece muy adecuado para que nadie pueda vivir aquí.¿Donde esta la gente?¿Y el color?- Digo para mi misma mirando un edificio que tenia un enorme boquete donde debería haber una puerta.
Mientras miro la estructura mi cabeza choca algo blando lo que hace que rápidamente me ponga tensa y me aleje tres pasos atrás hasta ver que lo blando contra lo que he impactado es el pelo pelirrojo de una de las chicas que se hace llamar Surásara. -Disculpa que me haya topado contigo. No iba atenta a mis pasos discúlpame- Digo apartándome de ella. "Creo que es hora de ir conociendo a estos extraños seres. Ella parece ser algo mas útil de los que estamos rezagados."
-¿Tu nombre era Susásara verdad?- Digo poniéndome a su derecha. -¿Puedo saber algo mas de ti Susásara? ¿De donde vienes y a que te te dedicabas por poner un ejemplo?- Digo con una media sonrisa intentando que la chica me cuente cosas interesantes sobre su vida.
Al parecer la chica pelirroja pechugona es algo en el ejercito de su mundo por lo que con mi mejor cara inocente le pregunto de manera franca. -¿Y es cómodo ser soldado con esos pechos tan abundantes? Yo con mi pecho a veces me cuesta moverme por sitios estrechos.-
Mientras caminamos las dos alzo la vista para buscar a la otra chica daeliciana y al localizarla la señalo y le hablo a Susára sobre ella.-¿Qué te parece esa chica? Es una daeliciana como yo pero le noto algo extraño. Algo raro. No se muy bien decir el que. Sera que la veo algo insegura.- Tras formularle la pregunta a la chica pelirroja llamo la atención a la chica de mi mundo dulcemente. -Perdona ¿Lheian?.¿Puedo hacerte un par de preguntas?- Le digo mientras le hago una seña con la mano para que se acerque.
-¿Qué podrías contarnos de ti querida? Si no te es difícil hablar de ti misma. Me gustaría saber mas cosas de ti como daelicianas que somos.- Le digo entrelazando su brazo con el mio.
Siguiendo los pasos de Lara y del grupo llegamos a una zona llena de edificios, algunos derruidos y otros en no muy buen estado. -Este lugar no me parece muy adecuado para que nadie pueda vivir aquí.¿Donde esta la gente?¿Y el color?- Digo para mi misma mirando un edificio que tenia un enorme boquete donde debería haber una puerta.
Mientras miro la estructura mi cabeza choca algo blando lo que hace que rápidamente me ponga tensa y me aleje tres pasos atrás hasta ver que lo blando contra lo que he impactado es el pelo pelirrojo de una de las chicas que se hace llamar Surásara. -Disculpa que me haya topado contigo. No iba atenta a mis pasos discúlpame- Digo apartándome de ella. "Creo que es hora de ir conociendo a estos extraños seres. Ella parece ser algo mas útil de los que estamos rezagados."
-¿Tu nombre era Susásara verdad?- Digo poniéndome a su derecha. -¿Puedo saber algo mas de ti Susásara? ¿De donde vienes y a que te te dedicabas por poner un ejemplo?- Digo con una media sonrisa intentando que la chica me cuente cosas interesantes sobre su vida.
Al parecer la chica pelirroja pechugona es algo en el ejercito de su mundo por lo que con mi mejor cara inocente le pregunto de manera franca. -¿Y es cómodo ser soldado con esos pechos tan abundantes? Yo con mi pecho a veces me cuesta moverme por sitios estrechos.-
Mientras caminamos las dos alzo la vista para buscar a la otra chica daeliciana y al localizarla la señalo y le hablo a Susára sobre ella.-¿Qué te parece esa chica? Es una daeliciana como yo pero le noto algo extraño. Algo raro. No se muy bien decir el que. Sera que la veo algo insegura.- Tras formularle la pregunta a la chica pelirroja llamo la atención a la chica de mi mundo dulcemente. -Perdona ¿Lheian?.¿Puedo hacerte un par de preguntas?- Le digo mientras le hago una seña con la mano para que se acerque.
-¿Qué podrías contarnos de ti querida? Si no te es difícil hablar de ti misma. Me gustaría saber mas cosas de ti como daelicianas que somos.- Le digo entrelazando su brazo con el mio.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
05/08/13, 08:40 pm
El pájaro de nombre Talento se ofreció a mirar por el cielo, le dije que no hacia falta con una sonrisa, que lo único que teníamos que hacer era seguir a la masa.
Un buen rato llevábamos ya caminando cuando me detuve a mirar un edificio derruido en aquella especie de laberinto, sentí un golpe en la espalda, me gire y vi a la segunda chica de piel morada, se disculpo por haber chocado conmigo.
-No te preocupes, no es necesario que te disculpes, no debería haberme parado de sopetón,- empezó a preguntar de donde era y a que me dedicaba, le expliqué un poco de que iba la cosa, y cuando me pregunto acerca de si los pechos no me molestaban me empece a reír de buen humor. Me agradaba la gente que decía las cosas tal cual,- No, no me molestan, te explico, cuando hago entrenamientos o estoy de misión los sujeto con vendas, así no me molestan.- Me pregunto que me parecía la otra chica de su mundo,- Pues no sé que decirte la verdad, es decir, no la conozco lo suficiente para hacerme una opinión de la chica, y yo no le veo nada raro, quizás sea por que yo no soy de tu mundo y no sé ver las diferencias.
Cuando la chica llamo a la otra daeliciana yo me moví hasta la parte de delante y entablé conversación con ellos.
-Oye, ¿tienes frío?,- le dije a la chica que se había caído a la fuente.- ¿Alice no?, lo digo por que estas mojada y no hace una temperatura precisamente muy alta. Si tuviese una camiseta de recambio te la prestaba, pero lo único que tengo es un espejito y un peine,- dije para todos,- debería haber sido un poco mas previsora, en el ejercito nos enseñan a llevar siempre cosas esenciales, pero trataba de no hacer mucho caso a esas lecciones,- completé riéndome.
Un buen rato llevábamos ya caminando cuando me detuve a mirar un edificio derruido en aquella especie de laberinto, sentí un golpe en la espalda, me gire y vi a la segunda chica de piel morada, se disculpo por haber chocado conmigo.
-No te preocupes, no es necesario que te disculpes, no debería haberme parado de sopetón,- empezó a preguntar de donde era y a que me dedicaba, le expliqué un poco de que iba la cosa, y cuando me pregunto acerca de si los pechos no me molestaban me empece a reír de buen humor. Me agradaba la gente que decía las cosas tal cual,- No, no me molestan, te explico, cuando hago entrenamientos o estoy de misión los sujeto con vendas, así no me molestan.- Me pregunto que me parecía la otra chica de su mundo,- Pues no sé que decirte la verdad, es decir, no la conozco lo suficiente para hacerme una opinión de la chica, y yo no le veo nada raro, quizás sea por que yo no soy de tu mundo y no sé ver las diferencias.
Cuando la chica llamo a la otra daeliciana yo me moví hasta la parte de delante y entablé conversación con ellos.
-Oye, ¿tienes frío?,- le dije a la chica que se había caído a la fuente.- ¿Alice no?, lo digo por que estas mojada y no hace una temperatura precisamente muy alta. Si tuviese una camiseta de recambio te la prestaba, pero lo único que tengo es un espejito y un peine,- dije para todos,- debería haber sido un poco mas previsora, en el ejercito nos enseñan a llevar siempre cosas esenciales, pero trataba de no hacer mucho caso a esas lecciones,- completé riéndome.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
05/08/13, 09:53 pm
Una voz sacó a Keiria de sus divagaciones mentales, devolviéndola bruscamente a la realidad y haciéndola olvidar por unos instantes que estaba tratando de escoger una buena ruta para encontrar un refugio. El discurso repentino de Archi la dejó confusa por unos instantes, pero al darse cuenta de que estaba respondiendo a la pregunta que le había formulado antes de la aparición de la serpiente mecánica, la pelirroja le dedicó toda su atención, dejando a un lado la imperante necesidad de ponerse en movimiento. Al parecer los irrenses tenían una especie de órgano bioeléctrico en la nunca, y esa era la fuente de energía que accionaba sus miembros metálicos. La ulterana solo podía imaginar la infinidad de aplicaciones que suponía aquella batería orgánica, y solo podía soñar con todo lo que ella haría si dispusiese de una.
Su entusiasmo empezaba a batallar contra la desilusión cuando un sonoro pitido interrumpió al biomecánico, dejando su explicación a la mitad. El muchacho se alejó con la promesa de que concluiría la "lección" en otro momento y la ulterana centró su atención en la pequeña ordesa, que les instaba a ponerse en marcha. Fue entonces cuando recordó que ella ya estaba tratando de decidirse por una dirección, pero se había entretenido. Se dio una palmada en la frente acusando a su propia estupidez y se acercó un poco a los demás, aprovechando la oportunidad que le ofrecían de moverse en grupo. El bicho que hacía llamarse Xalkoth había trepado hasta un edificio y había indicado una dirección, y hacia allí se encamino aquella variopinta piña de gente. Keiria mantuvo un paso rápido, distanciada levemente de sus compañeros y a la altura de la pequeña mamá. Mientras se internaban en aquellas callejas laberínticas, la pelirroja no pudo evitar fijarse en el marsupio de la muchacha, preguntándose como se encontrarían sus pequeños.
En un momento dado la ordesa se detuvo y sugirió que el bicho o el ave reptiliana echaran un vistazo para saber que dirección debían de tomar. Mientras esperaban una respuesta por parte de los aludidos, la ulterana se dirigió a la pequeña.
-Se te nota entusiasmada por estar aquí, ¿ya sabes que nos vamos a encontrar? -le preguntó con una leve sonrisa-. Personalmente creo que la ciudad de maravillas que nos han prometido dista bastante de lo que nos rodea, al menos en el factor arquitectónico -comentó, pero fue a lo que realmente le preocupaba-, en cualquier caso... ¿tus pequeños están bien? -empezaba a hacer frío, y aunque debían de estar bastante protegidos en la bolsa de su madre, seguían siendo unas crías.
En ese momento Keiria se percató de que el grupo había reducido considerablemente su número y se empezó a aponer nerviosa.
Su entusiasmo empezaba a batallar contra la desilusión cuando un sonoro pitido interrumpió al biomecánico, dejando su explicación a la mitad. El muchacho se alejó con la promesa de que concluiría la "lección" en otro momento y la ulterana centró su atención en la pequeña ordesa, que les instaba a ponerse en marcha. Fue entonces cuando recordó que ella ya estaba tratando de decidirse por una dirección, pero se había entretenido. Se dio una palmada en la frente acusando a su propia estupidez y se acercó un poco a los demás, aprovechando la oportunidad que le ofrecían de moverse en grupo. El bicho que hacía llamarse Xalkoth había trepado hasta un edificio y había indicado una dirección, y hacia allí se encamino aquella variopinta piña de gente. Keiria mantuvo un paso rápido, distanciada levemente de sus compañeros y a la altura de la pequeña mamá. Mientras se internaban en aquellas callejas laberínticas, la pelirroja no pudo evitar fijarse en el marsupio de la muchacha, preguntándose como se encontrarían sus pequeños.
En un momento dado la ordesa se detuvo y sugirió que el bicho o el ave reptiliana echaran un vistazo para saber que dirección debían de tomar. Mientras esperaban una respuesta por parte de los aludidos, la ulterana se dirigió a la pequeña.
-Se te nota entusiasmada por estar aquí, ¿ya sabes que nos vamos a encontrar? -le preguntó con una leve sonrisa-. Personalmente creo que la ciudad de maravillas que nos han prometido dista bastante de lo que nos rodea, al menos en el factor arquitectónico -comentó, pero fue a lo que realmente le preocupaba-, en cualquier caso... ¿tus pequeños están bien? -empezaba a hacer frío, y aunque debían de estar bastante protegidos en la bolsa de su madre, seguían siendo unas crías.
En ese momento Keiria se percató de que el grupo había reducido considerablemente su número y se empezó a aponer nerviosa.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
05/08/13, 10:30 pm
Llegaron finalmente unos amplios callejones laberínticos y que estaba rodeados de casa semi derruidas de aspecto cochambroso. "Nada aquí mantiene una pizca de vida, ¿donde han ido todos los colores de este lugar? Ni siquiera hay un aire dulce y suave, sino que todo lo que nos rodea huele mal y se ve ruinoso. Sino fuese porque todo tiempo un tono opaco y oscuro y no blanco, diría que esta ciudad entera esta sufriendo una lenta muerte" pensaba incomodo, semi abrazándose a si mismo y notando como a pesar de la cantidad de casas que había alrededor no parecía haber ni un alma aparte de ellos. "¿Tal vez este lugar se trata de alguna ciudad abandonada? Si lo es, no me extrañaría en lo mas mínimo, es muy triste"
Mientras iban a avanzando intento prestar un poco de atención a sus acompañantes, solo había tenido mas trato con Shaco pero dado que por el momento iban a tener que permanecer juntos, no le vendría mal saber un poco mas de todos aquellos compañeros de extraños lugares, sin perder de vista a Shaco en ningún momento sintiendo por el momento fuera de lugar con los demás. Por un segundo le pareció que le mencionaban así que atendió a la conversación de la otra daeliciana que había aparecido en el lugar desde hace un rato, a la que no había prestado atención en un comienzo con todo el shock del discurso, pero que ahora al verla le causaba cierta incomodidad. "¿Por que hay otra Daeliciana en este lugar? Pensaba que solo estaría yo...esa mujer me mintió, todo lo que dijo era un absurda mentira" pensó en verdad frustrándose por que todo lo que había pensado era real fuese un engaño. Tardo un par de segundos en darse cuenta que la otra daeliciana le hablaba, tras haber estado charlando con Surasara, de la que había captado parte de la conversación aunque sin entenderla del todo.
-Supongo que no tiene importancia que me preguntes- respondió con un tono suave y claro, aunque resultandole un tanto incomodo cuando se agarro a su brazo tentando en soltarse bruscamente, cosa que no hizo por suerte. No podía dejarse llevar por la timidez de Dhelian- Como ya bien sabes, me pusieron el nombre de Lhelian, habiendo nacido y vivido toda mi vida en la Ciudad del Mar, En la actualidad tengo 10 años tras haberlos cumplido un par de meses antes de que esa mujer nos trajera -respondió amenamente sonriendo con calma observando a la chica, debía tener mayor edad que la suya"Posiblemente ya este incluso en la edad de casamiento, ¿Que es lo que la habrá hecho decidir el venir a este lugar? ¿Con que promesas, como yo, fue engañada?" se pregunto Dhelian observándola mientras iban andando en aquellos laberínticos callejones bajo el refugio de aquellas inquietantes casas- Y cuéntame tu ahora un poco de ti Korasihanna, al parecer somos los únicos Daelicianos de este grupo, no estaría mal saber un poco mas de la otra - respondió con cierta curiosidad, el tenia claro porque había decidido ir a aquel lugar, aunque no fuese como hubiese imaginado en lo mas mínimo, y pensaba que estaría solo. Encontrarse a la Korasihanna allí había sido una sorpresa y por el momento, le resultaba incomodo, pero dado que solo eran ellas dos pensaba podrían sobrellevarlo un tiempo, aunque esperaba que fuese corto. Sus ojos se pasearon por el grupo, tras haberse dado cuenta que había perdido momentáneamente de vista el característico cabello naranja de Shaco, sorprendiéndole un poco al no verlo. "Que extraño es todo esto, hasta hace algunos momentos estaba aun aquí andando delante de mio" pensó con confusión, mirando tras el por si se había rezagado, pero ni rastro...es mas...no era el único que faltaba.
- Oídme un momento, me acabo de dar cuenta de algo importante- hablo suave pero intentando llamar la atención de sus acompañantes, no sabia como, ni cuando ni porque, pero se habían separado o rezagado o algo de algunos de los demás, por que allí no estaban- Algunos de los miembros que conformaban el grupo no están aquí y recuerdo que algunos iban por delante de los que estamos ahora, o eso me parece recordar...¿tal vez nos hemos rezagado separándonos así del resto?- pregunto preocupada, no era muy difícil notar que faltaban, mas siendo que las personas que se habían desaparecido como si nada, eran precisamente algunos de los que mas destacaban entre tanto ser extraño- No entiendo como es posible, estábamos avanzando junto a unos pasos de los que iban delante- añadió en un tono suave aunque algo acelerado, recordando sin poder evitarlo las palabras anteriores de las personas del discurso "Esta ciudad es triste y deprimente, sin vida, tal vez intenta robarnos las nuestras para que ella pueda vivir" pensó empezando a inquietarse sacudiendo la cabeza y golpeando con sus cabellos rojizos el rostro intentando sacar eso de su mente siendo traicionado por su propia imaginación.
Mientras iban a avanzando intento prestar un poco de atención a sus acompañantes, solo había tenido mas trato con Shaco pero dado que por el momento iban a tener que permanecer juntos, no le vendría mal saber un poco mas de todos aquellos compañeros de extraños lugares, sin perder de vista a Shaco en ningún momento sintiendo por el momento fuera de lugar con los demás. Por un segundo le pareció que le mencionaban así que atendió a la conversación de la otra daeliciana que había aparecido en el lugar desde hace un rato, a la que no había prestado atención en un comienzo con todo el shock del discurso, pero que ahora al verla le causaba cierta incomodidad. "¿Por que hay otra Daeliciana en este lugar? Pensaba que solo estaría yo...esa mujer me mintió, todo lo que dijo era un absurda mentira" pensó en verdad frustrándose por que todo lo que había pensado era real fuese un engaño. Tardo un par de segundos en darse cuenta que la otra daeliciana le hablaba, tras haber estado charlando con Surasara, de la que había captado parte de la conversación aunque sin entenderla del todo.
-Supongo que no tiene importancia que me preguntes- respondió con un tono suave y claro, aunque resultandole un tanto incomodo cuando se agarro a su brazo tentando en soltarse bruscamente, cosa que no hizo por suerte. No podía dejarse llevar por la timidez de Dhelian- Como ya bien sabes, me pusieron el nombre de Lhelian, habiendo nacido y vivido toda mi vida en la Ciudad del Mar, En la actualidad tengo 10 años tras haberlos cumplido un par de meses antes de que esa mujer nos trajera -respondió amenamente sonriendo con calma observando a la chica, debía tener mayor edad que la suya"Posiblemente ya este incluso en la edad de casamiento, ¿Que es lo que la habrá hecho decidir el venir a este lugar? ¿Con que promesas, como yo, fue engañada?" se pregunto Dhelian observándola mientras iban andando en aquellos laberínticos callejones bajo el refugio de aquellas inquietantes casas- Y cuéntame tu ahora un poco de ti Korasihanna, al parecer somos los únicos Daelicianos de este grupo, no estaría mal saber un poco mas de la otra - respondió con cierta curiosidad, el tenia claro porque había decidido ir a aquel lugar, aunque no fuese como hubiese imaginado en lo mas mínimo, y pensaba que estaría solo. Encontrarse a la Korasihanna allí había sido una sorpresa y por el momento, le resultaba incomodo, pero dado que solo eran ellas dos pensaba podrían sobrellevarlo un tiempo, aunque esperaba que fuese corto. Sus ojos se pasearon por el grupo, tras haberse dado cuenta que había perdido momentáneamente de vista el característico cabello naranja de Shaco, sorprendiéndole un poco al no verlo. "Que extraño es todo esto, hasta hace algunos momentos estaba aun aquí andando delante de mio" pensó con confusión, mirando tras el por si se había rezagado, pero ni rastro...es mas...no era el único que faltaba.
- Oídme un momento, me acabo de dar cuenta de algo importante- hablo suave pero intentando llamar la atención de sus acompañantes, no sabia como, ni cuando ni porque, pero se habían separado o rezagado o algo de algunos de los demás, por que allí no estaban- Algunos de los miembros que conformaban el grupo no están aquí y recuerdo que algunos iban por delante de los que estamos ahora, o eso me parece recordar...¿tal vez nos hemos rezagado separándonos así del resto?- pregunto preocupada, no era muy difícil notar que faltaban, mas siendo que las personas que se habían desaparecido como si nada, eran precisamente algunos de los que mas destacaban entre tanto ser extraño- No entiendo como es posible, estábamos avanzando junto a unos pasos de los que iban delante- añadió en un tono suave aunque algo acelerado, recordando sin poder evitarlo las palabras anteriores de las personas del discurso "Esta ciudad es triste y deprimente, sin vida, tal vez intenta robarnos las nuestras para que ella pueda vivir" pensó empezando a inquietarse sacudiendo la cabeza y golpeando con sus cabellos rojizos el rostro intentando sacar eso de su mente siendo traicionado por su propia imaginación.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
05/08/13, 10:38 pm
Archime alzó la vista hacia Cío cuando este se acercó, llamándole por un nombre que él no había expuesto como posibilidad, por lo que se vio en la obligación de suponer que la memoria del otro irrense le había fallado a la hora de intentar acordarse de aquel detalle. No se lo reprochaba ni tampoco había burla alguna en aquel pensamiento, simplemente era un hecho.
-Tal vez te resulte más cómodo como parece ser el caso de otros el acortar mi nombre en Archi -sugirió manteniendo unos segundos el contacto visual antes de desviar la mirada hacia un lado-. Te informo de haber incurrido en un error en la morfología de "Archime", comprensible dadas las circunstancias pero no deja de ser equivocado -hizo una pausa durante la cual continuó dándole vueltas al asunto hasta que su mente volvió a analizar las palabras de Cío y se dio cuenta de que probablemente el chico podría tener cierta preferencia por debatir la cuestión propuesta de un modo que denotaba molestia, puede que incluso enfado-. En cuanto a la situación en la que nos encontramos, he observado que la omisión de detalles no es exactamente la misma para todas las especies procedentes de diferentes mundos, si bien ha habido una manifestación presumiblemente unánime acerca del desconocimiento sobre la peligrosidad que entraña la ciudad. Si bien la existencia de la magia me parece irrefutable hasta el momento, no parece que la finalidad ulterior sea su aprendizaje. Han hablado de un satélite, mención aparentemente ilógica pero es por ello que debemos suponer que puede tratarse de un aspecto de importancia -continuó mientras volvía a mirar hacia el cielo, como esperando ver dicha luna que habían mencionado los rocavarancoleses en su discurso.
Finalmente el grupo decidió ponerse en marcha y el biomecánico no puso objeción alguna a encontrar aquel supuesto refugio. Si los había dejado a su suerte era una acción perfectamente lógica el pertrecharse e instalarse en una edificación habilitada para tal fin. Siguió de cerca a Lara 37 y Xalkoth, quienes parecían tener una capacidad de iniciativa destacable en aquel tipo de situaciones, pero asegurándose en todo momento que no perdía de vista a las personas con las que todavía tenía algo pendiente como eran Ippon, Cío, Keiriarei e incluso lanzaba alguna que otra mirada al roedor cuyo nombre se vio obligado a reducir a Yrfy por el momento tomando ejemplo de otros.
Cuando llevaban un rato caminando, el programador -no dejando en ningún momento de hacer fotos a cada cosa que llamaba su atención- ya estaba jadeando del esfuerzo que le suponía moverse por un terreno como aquel. Es por ello que, centrado en mantener un ritmo medianamente aceptable, no se dio cuenta hasta un rato después de que ya no se divisaba a una gran parte del grupo. Comprobó, con cierta urgencia, si los antes mencionados seguían a la vista y se sintió aliviado al verlos a casi todos. Pero Yrfy faltaba y algo se revolvió en su interior que le instaba a buscarle para volver a preguntarle su nombre. Sin embargo, la lógica le decía que alejarse por su cuenta sería una grave negligencia, encontrándose en un lugar totalmente desconocido y potencialmente peligroso, y tuvo que calmarse afirmándose que aquella cuestión no era tan importante como las demás. Por suerte ellos seguían allí.
También Xalkoth, Lara 37, sobre la cual ahora se preguntaba qué la había impulsado a llevarse con ella a su camada al escuchar la conversación que mantenía con Keiriarei, un alienígena de la misma especie que Aeris cuyo nombre no sabía y el otro que había dicho llamarse Shaco se encontraban en un rango aceptable. El resto había desaparecido por completo. A Archime le inquietó más el no haberse dado cuenta que del hecho de que hubieran desaparecido de buenas a primeras.
-Tal vez te resulte más cómodo como parece ser el caso de otros el acortar mi nombre en Archi -sugirió manteniendo unos segundos el contacto visual antes de desviar la mirada hacia un lado-. Te informo de haber incurrido en un error en la morfología de "Archime", comprensible dadas las circunstancias pero no deja de ser equivocado -hizo una pausa durante la cual continuó dándole vueltas al asunto hasta que su mente volvió a analizar las palabras de Cío y se dio cuenta de que probablemente el chico podría tener cierta preferencia por debatir la cuestión propuesta de un modo que denotaba molestia, puede que incluso enfado-. En cuanto a la situación en la que nos encontramos, he observado que la omisión de detalles no es exactamente la misma para todas las especies procedentes de diferentes mundos, si bien ha habido una manifestación presumiblemente unánime acerca del desconocimiento sobre la peligrosidad que entraña la ciudad. Si bien la existencia de la magia me parece irrefutable hasta el momento, no parece que la finalidad ulterior sea su aprendizaje. Han hablado de un satélite, mención aparentemente ilógica pero es por ello que debemos suponer que puede tratarse de un aspecto de importancia -continuó mientras volvía a mirar hacia el cielo, como esperando ver dicha luna que habían mencionado los rocavarancoleses en su discurso.
Finalmente el grupo decidió ponerse en marcha y el biomecánico no puso objeción alguna a encontrar aquel supuesto refugio. Si los había dejado a su suerte era una acción perfectamente lógica el pertrecharse e instalarse en una edificación habilitada para tal fin. Siguió de cerca a Lara 37 y Xalkoth, quienes parecían tener una capacidad de iniciativa destacable en aquel tipo de situaciones, pero asegurándose en todo momento que no perdía de vista a las personas con las que todavía tenía algo pendiente como eran Ippon, Cío, Keiriarei e incluso lanzaba alguna que otra mirada al roedor cuyo nombre se vio obligado a reducir a Yrfy por el momento tomando ejemplo de otros.
Cuando llevaban un rato caminando, el programador -no dejando en ningún momento de hacer fotos a cada cosa que llamaba su atención- ya estaba jadeando del esfuerzo que le suponía moverse por un terreno como aquel. Es por ello que, centrado en mantener un ritmo medianamente aceptable, no se dio cuenta hasta un rato después de que ya no se divisaba a una gran parte del grupo. Comprobó, con cierta urgencia, si los antes mencionados seguían a la vista y se sintió aliviado al verlos a casi todos. Pero Yrfy faltaba y algo se revolvió en su interior que le instaba a buscarle para volver a preguntarle su nombre. Sin embargo, la lógica le decía que alejarse por su cuenta sería una grave negligencia, encontrándose en un lugar totalmente desconocido y potencialmente peligroso, y tuvo que calmarse afirmándose que aquella cuestión no era tan importante como las demás. Por suerte ellos seguían allí.
También Xalkoth, Lara 37, sobre la cual ahora se preguntaba qué la había impulsado a llevarse con ella a su camada al escuchar la conversación que mantenía con Keiriarei, un alienígena de la misma especie que Aeris cuyo nombre no sabía y el otro que había dicho llamarse Shaco se encontraban en un rango aceptable. El resto había desaparecido por completo. A Archime le inquietó más el no haberse dado cuenta que del hecho de que hubieran desaparecido de buenas a primeras.
- alpeca
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
05/08/13, 10:59 pm
Surásara declina mi oferta, pero aun así alzo el vuelo, aunque sin alejarme del grupo. Necesito estirar mis alas, que se me atrofian.
Parece que somos un grupo bastante nutrido, cosa que me gusta, ya que aún tengo presente las palabras del macho de la serpiente sobre los peligros. Si hay alguien (o algo) por ahí vigilándonos, le será más difícil pillarnos desprevenidos si vamos muchos. Por ello me permito relajarme un poco y ponerme a pensar en las voces de los que ahora son mis compañeros. La mayoría de las voces son aceptables, con excepciones como la de la del insecto o la del roedor que habla rápido, que no me gustan lo más mínimo.
Doy un par de vueltas en el aire y bajo al suelo otra vez. No quiero arriesgarme a perderme, este sitio es muy lioso. Acabo de nuevo junto a Surásara, que está hablando con una de las hembras de color morado. Mencionan algo de “pechos abundantes que no dejan moverse por espacios estrechos”, y las miro, confundido por la palabra. Me dirijo a Surásara con curiosidad.
-¿Pechos? ¿Qué es eso? Supongo que si no dejan moverse por espacios estrechos os referís a eso.-señalo las protuberancias que tiene-. Pero, ¿qué utilidad tienen? ¿Solo os molestan?
La hembra morada llama a la otra hembra que se le parece, la que tiene por deseo Lheian. Caigo en que no recuerdo el deseo de la hembra que ha llamado a Lhelian.
-Disculpa, ¿podrías repetirme tu deseo? Que antes no lo he oído bien.
Parece que somos un grupo bastante nutrido, cosa que me gusta, ya que aún tengo presente las palabras del macho de la serpiente sobre los peligros. Si hay alguien (o algo) por ahí vigilándonos, le será más difícil pillarnos desprevenidos si vamos muchos. Por ello me permito relajarme un poco y ponerme a pensar en las voces de los que ahora son mis compañeros. La mayoría de las voces son aceptables, con excepciones como la de la del insecto o la del roedor que habla rápido, que no me gustan lo más mínimo.
Doy un par de vueltas en el aire y bajo al suelo otra vez. No quiero arriesgarme a perderme, este sitio es muy lioso. Acabo de nuevo junto a Surásara, que está hablando con una de las hembras de color morado. Mencionan algo de “pechos abundantes que no dejan moverse por espacios estrechos”, y las miro, confundido por la palabra. Me dirijo a Surásara con curiosidad.
-¿Pechos? ¿Qué es eso? Supongo que si no dejan moverse por espacios estrechos os referís a eso.-señalo las protuberancias que tiene-. Pero, ¿qué utilidad tienen? ¿Solo os molestan?
La hembra morada llama a la otra hembra que se le parece, la que tiene por deseo Lheian. Caigo en que no recuerdo el deseo de la hembra que ha llamado a Lhelian.
-Disculpa, ¿podrías repetirme tu deseo? Que antes no lo he oído bien.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
05/08/13, 11:35 pm
El biomecánico no parecía alterado en absoluto por la situación. Su prioridad era, ante todo, corregirle en su equivocación, y Cío lo apremió con la mirada, cansado de tantas palabrejas. De hecho, cuando empezó a responder por fin a su pregunta, le estaba escuchando, pero para cuando terminó de hablar se dio cuenta de que se había quedado en blanco, y en su cabeza solo retumbaban palabras como «ulterior» y algo de un satélite. «Gente de colores, peluda, alada, insectos gigantes, un roedor con un transtorno grave de lenguaje… y cómo no, el único biomecánico de mi mundo tiene que ser un chalado».
—Eso parece —contestó, pasándose una mano por el pelo y dándole la espalda a aquel excéntrico. «¿Qué voy a hacer ahora?».
Su preocupación era real. Estaba solo en un lugar donde no tenía acceso a repuestos ni materiales, con dos brazos mecánicos, y se suponía que aquello era un juego de supervivencia. Encima, tampoco entendía lo que decía su ordenador. «¿Qué clase de dioses son estos? ¿Toda esa magia les sirve solo para burlarse de los que están por debajo de ellos?».
El grupo comenzó a ponerse en marcha, guiado por la criatura bajita y parlanchina. Realmente para él solo había una opción, y era pegarse al biomecánico chalado. A pesar de todo parecía eficiente, y aunque se demostrase lo contrario era el único que tenía a mano. Lo alcanzó y caminó unos pasos por detrás, escuchando las conversaciones a su alrededor. Muchos no parecían siquiera preocupados por las palabras de los dioses «No será tanto como dicen, entonces. Me pregunto qué contarán en sus mundos sobre la cosecha». Le sorprendió descubrir que la peluda tenía una camada de crías consigo, gracias al comentario de una pelirroja que había visto antes de refilón. Se preguntó cuántas tendría, pero también por qué no las había dejado al cuidado de otros en su mundo. A su alrededor todos empezaron a mirar nerviosos a los lados, y cuando se volvió se dio cuenta de que habían perdido de vista a buena parte del grupo de la plaza. «¿Habrá que volver a ver dónde se han metido?» se preguntó, sin llegar a decirlo en voz alta. Personalmente le daba igual si se habían quedado o tomado un camino diferente, pero le inquietaba la posibilidad de que se hubieran evaporado sin más o algo peor.
—Eso parece —contestó, pasándose una mano por el pelo y dándole la espalda a aquel excéntrico. «¿Qué voy a hacer ahora?».
Su preocupación era real. Estaba solo en un lugar donde no tenía acceso a repuestos ni materiales, con dos brazos mecánicos, y se suponía que aquello era un juego de supervivencia. Encima, tampoco entendía lo que decía su ordenador. «¿Qué clase de dioses son estos? ¿Toda esa magia les sirve solo para burlarse de los que están por debajo de ellos?».
El grupo comenzó a ponerse en marcha, guiado por la criatura bajita y parlanchina. Realmente para él solo había una opción, y era pegarse al biomecánico chalado. A pesar de todo parecía eficiente, y aunque se demostrase lo contrario era el único que tenía a mano. Lo alcanzó y caminó unos pasos por detrás, escuchando las conversaciones a su alrededor. Muchos no parecían siquiera preocupados por las palabras de los dioses «No será tanto como dicen, entonces. Me pregunto qué contarán en sus mundos sobre la cosecha». Le sorprendió descubrir que la peluda tenía una camada de crías consigo, gracias al comentario de una pelirroja que había visto antes de refilón. Se preguntó cuántas tendría, pero también por qué no las había dejado al cuidado de otros en su mundo. A su alrededor todos empezaron a mirar nerviosos a los lados, y cuando se volvió se dio cuenta de que habían perdido de vista a buena parte del grupo de la plaza. «¿Habrá que volver a ver dónde se han metido?» se preguntó, sin llegar a decirlo en voz alta. Personalmente le daba igual si se habían quedado o tomado un camino diferente, pero le inquietaba la posibilidad de que se hubieran evaporado sin más o algo peor.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
06/08/13, 12:17 am
No tardamos en poner rumbo a un torreón que había visto Xalkoth al convertirse por poco tiempo en un mono alpinista. Acabamos metiéndonos en una especie de laberinto caótico, que más que tener un plano planificado parecía que había aparecido de tirar ruinas al azar por toda la zona. Empezaba a sentir algo de calor así que me quede un poco atrás para quitarme la sudadera. No pude evitar soltar una carcajada al escuchar la pregunta de Kora a Surasára, divertido ante la duda de la chica morada (y ante los pocos pelos en la lengua que tenía). Me adelanté, prestando algo de atención a las charlas que había en ese momento. Escuché un poco a medias lo que dijo la pelirroja a Alice, así que, dándome una colleja mentalmente por ser tan descuidado, me adelanté con la sudadera. Vi algo extrañado que la australiana estaba arrastrando al chico-nutria gigante que se llamaba Ozznosequé como si fuera un niño, aunque preferí no decir nada al darme cuenta de que el hombre parecía haberse tomado suficiente droga como para meter en coma a mi barrio entero.
—Oye, si quieres puedes ponerte esto hasta encontrar algo de ropa —no dio tiempo a ninguna respuesta porque en ese momento habló Lhelian. Miré alrededor varias con el ceño fruncido al ver que tenía razón. Faltaban la atractiva chica del parche, la canguro-chica-mujer-loquesea que me había encontrado en las mazmorras y el bicho acosador, además de otros. Por desgracia, la rata con máscara de gas que hablaba sin respirar no se había perdido por el camino—. Pues es cierto, ha desaparecido la mitad... ¿Dónde carajo se ha metido tanta gente sin hacer ruido?
—Oye, si quieres puedes ponerte esto hasta encontrar algo de ropa —no dio tiempo a ninguna respuesta porque en ese momento habló Lhelian. Miré alrededor varias con el ceño fruncido al ver que tenía razón. Faltaban la atractiva chica del parche, la canguro-chica-mujer-loquesea que me había encontrado en las mazmorras y el bicho acosador, además de otros. Por desgracia, la rata con máscara de gas que hablaba sin respirar no se había perdido por el camino—. Pues es cierto, ha desaparecido la mitad... ¿Dónde carajo se ha metido tanta gente sin hacer ruido?
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
06/08/13, 12:45 am
El joven ruso reposó su cabeza sobre sus brazos extendidos sobre su nuca. Y entonces, frunció el ceño. Intentó hacer memoria, recordar a la niña que habia quedado a la fuente. Intentó recordar, futilmente, donde habia ido a parar entonces. Aunque tuviera una buena memoria, la entrada de los dos líderes de gimnasio le habia distraido por completo. Se sintio preocupado, casi cerca de la angustia, al pensar que se podia haber perdido por cualquier parte. Sacudió la cabeza hacia los lados, intentando borrar la impresentable idea de su mente.
>> Para empezar, solo la conozco de hoy. No se porque me estoy sulfurando tanto por una cría que acabo de conocer. Soy idiota o algo.
>> Te guusssssssssssssssstaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
- Risas -
>> ... No. Solo...bah... es inutil intentar hablar con vosotros.
Ignoró las plegarias con tono falso de Aluqa mientras aumentaba el ritmo de su paso hasta casi emprender una carrera para llegar al frente del grupo. Una vez ahí, se dio la vuelta y comenzó a andar de espaldas mientras encaraba a todo el grupo, cargado de caras largas. Sonrio con sinceridad y comenzó a hablarles a todos.
-¡Bueno chicos! ¡Se que me he presentado antes y todo, pero quisiera explicaros una cosa, ya que parece que vamos a trotar juntos un rato!-
A continuación juntó las palmas de sus manos e inclinó su torso a modo de respeto como se hacia en oriente y, alzando las manos por encima de su cabeza, como si fuera una plegaria a algun dios, se disculpo.
-¡Lo siento! ¡Soy terrible para los nombres! ¡Me cuesta un montón aprenderlos! Soy muy duro de mollera...-dijo con honestidad para despues golpearse suavemente en la sien.
-Me he quedado con algunos nombres... o eso creo...- A continuación comenzó a señalar a algunos del grupo, mientras decia el nombre que mejor le sonase.-Tú, el japo, solo por eso, ya te llamas Yoshi... y...Lara Croft (versión Animal Crossing).-señaló a la ordense, susurrando eso último. En ese momento no pudo evitar la tentación de elevar la voz en el cielo para gritar "PUTO TOM NOOK", en otro de sus característicos gritos-K...k-k...k... K-Karmen Electra...-señaló a la ulterana. La confianza fue disminuyendo a medida que veia en sus rostros como se habia equivocado. Señaló a continuación al clinger e hizo un notorio esfuerzo para recordar cual era su nombre.-¿Xs...xs...Xsauron?-dijo con una voz débil. Entonces se dio cuenta que le faltaban aún los irrenses y soltó un suspiro de exasperación mientras se quedaba sin ideas. Señaló a los dos irrenses, completamente desesperado, sudando gotas gordas.-¡¡EDOWARUDO ERURICU!!-exclamó en lo que parecia ser un grito desgarrador de alguien que se moria. Puso los ojos en blanco y finalmente se dio por vencido.
-¿Podriais repetirlos una vez más?-su tono de voz era triste y apagado, como el de alguien que habia perdido toda esperanza en la vida.
Cuando lo repitieron para él parecio versele de mejor humor. Habia repetido los nombres varias veces para grabarselos en la memoria a medida que se los recordaban. A continuación se señaló a si mismo.
-¡Yo soy Shaco! Ah espera... que el que tiene problemas de memoria soy yo... Me he debido dejar llevar por la conversacion ya que todos estabais presentandoos de nuevo.-soltó a continuación una risilla nerviosa.
Finalmente, cansado de andar de espaldas, recuperó el sentido de caminar de los demas con un saltito exagerado y, andando entre las losas del camino, siguio hablando.
-Espero que de verdad se nos planteen grandes retos de ahora en adelante. El modo fácil no está hecho para mi.-y añadio una risilla que tenia un pequeño parecido con la risa de un mono.- Me muero de ganas de ver con mis propios ojos lo que es la magia.-dijo con un tono soñador.
>> Una presentación perfecta. Unos heart points medios más que decentes. Sabia que jugar a ser el personaje despistado pero de buen corazón colaria. Heh. ¬¬
>> A veces, te tengo mucho miedo mi queridisimo y joven ahijado...
>>Una plebeya como tu, nunca podria entender los designios de un dios.
>>Sigue contandote eso, cariño.
>> Egotástico. Si habeis terminado ya de lanzaros indirectas, ¿podriamos mirar al frente? Estamos apunto de tropezar con un pedrusco.
El joven ruso se apartó de un salto demasiado tarde, tropezando en mitad del aire y manoteando en este, para evitar caer de morros contra el suelo. Solo justo en el último momento logró apoyar la palma de la mano en el duro y polvoriento suelo y transformar la caida en una voltereta algo aparatosa, como la que habia hecho, minutos antes, en la plaza. Se levantó y se barrio el polvo de las manos.
- Soy muy ágil.-terminó explicando, aunque nadie le habia preguntado.-Una vez mate a un dragón con estas mismas manos.-contó, orgulloso mientras descansaba una de ellas en uno de sus flexionados biceps. No parecia haber mucho músculo en él que pudiera respaldar esa última frase.
>> Para empezar, solo la conozco de hoy. No se porque me estoy sulfurando tanto por una cría que acabo de conocer. Soy idiota o algo.
>> Te guusssssssssssssssstaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
- Risas -
>> ... No. Solo...bah... es inutil intentar hablar con vosotros.
Ignoró las plegarias con tono falso de Aluqa mientras aumentaba el ritmo de su paso hasta casi emprender una carrera para llegar al frente del grupo. Una vez ahí, se dio la vuelta y comenzó a andar de espaldas mientras encaraba a todo el grupo, cargado de caras largas. Sonrio con sinceridad y comenzó a hablarles a todos.
-¡Bueno chicos! ¡Se que me he presentado antes y todo, pero quisiera explicaros una cosa, ya que parece que vamos a trotar juntos un rato!-
A continuación juntó las palmas de sus manos e inclinó su torso a modo de respeto como se hacia en oriente y, alzando las manos por encima de su cabeza, como si fuera una plegaria a algun dios, se disculpo.
-¡Lo siento! ¡Soy terrible para los nombres! ¡Me cuesta un montón aprenderlos! Soy muy duro de mollera...-dijo con honestidad para despues golpearse suavemente en la sien.
-Me he quedado con algunos nombres... o eso creo...- A continuación comenzó a señalar a algunos del grupo, mientras decia el nombre que mejor le sonase.-Tú, el japo, solo por eso, ya te llamas Yoshi... y...Lara Croft (versión Animal Crossing).-señaló a la ordense, susurrando eso último. En ese momento no pudo evitar la tentación de elevar la voz en el cielo para gritar "PUTO TOM NOOK", en otro de sus característicos gritos-K...k-k...k... K-Karmen Electra...-señaló a la ulterana. La confianza fue disminuyendo a medida que veia en sus rostros como se habia equivocado. Señaló a continuación al clinger e hizo un notorio esfuerzo para recordar cual era su nombre.-¿Xs...xs...Xsauron?-dijo con una voz débil. Entonces se dio cuenta que le faltaban aún los irrenses y soltó un suspiro de exasperación mientras se quedaba sin ideas. Señaló a los dos irrenses, completamente desesperado, sudando gotas gordas.-¡¡EDOWARUDO ERURICU!!-exclamó en lo que parecia ser un grito desgarrador de alguien que se moria. Puso los ojos en blanco y finalmente se dio por vencido.
-¿Podriais repetirlos una vez más?-su tono de voz era triste y apagado, como el de alguien que habia perdido toda esperanza en la vida.
Cuando lo repitieron para él parecio versele de mejor humor. Habia repetido los nombres varias veces para grabarselos en la memoria a medida que se los recordaban. A continuación se señaló a si mismo.
-¡Yo soy Shaco! Ah espera... que el que tiene problemas de memoria soy yo... Me he debido dejar llevar por la conversacion ya que todos estabais presentandoos de nuevo.-soltó a continuación una risilla nerviosa.
Finalmente, cansado de andar de espaldas, recuperó el sentido de caminar de los demas con un saltito exagerado y, andando entre las losas del camino, siguio hablando.
-Espero que de verdad se nos planteen grandes retos de ahora en adelante. El modo fácil no está hecho para mi.-y añadio una risilla que tenia un pequeño parecido con la risa de un mono.- Me muero de ganas de ver con mis propios ojos lo que es la magia.-dijo con un tono soñador.
>> Una presentación perfecta. Unos heart points medios más que decentes. Sabia que jugar a ser el personaje despistado pero de buen corazón colaria. Heh. ¬¬
>> A veces, te tengo mucho miedo mi queridisimo y joven ahijado...
>>Una plebeya como tu, nunca podria entender los designios de un dios.
>>Sigue contandote eso, cariño.
>> Egotástico. Si habeis terminado ya de lanzaros indirectas, ¿podriamos mirar al frente? Estamos apunto de tropezar con un pedrusco.
El joven ruso se apartó de un salto demasiado tarde, tropezando en mitad del aire y manoteando en este, para evitar caer de morros contra el suelo. Solo justo en el último momento logró apoyar la palma de la mano en el duro y polvoriento suelo y transformar la caida en una voltereta algo aparatosa, como la que habia hecho, minutos antes, en la plaza. Se levantó y se barrio el polvo de las manos.
- Soy muy ágil.-terminó explicando, aunque nadie le habia preguntado.-Una vez mate a un dragón con estas mismas manos.-contó, orgulloso mientras descansaba una de ellas en uno de sus flexionados biceps. No parecia haber mucho músculo en él que pudiera respaldar esa última frase.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
06/08/13, 12:55 am
Xalkoth seguramente habría pasado totalmente de lo que dijera la rata con mascarilla, pero se había acercado para hablarle a él directamente así que, por formalidad más que nada, decidió prestarle atención.
Se arrepintió casi al instante de haberlo hecho. Tener que escuchar al roedor hablar era un autentico dolor, y estaba claro que no iba a hacerlo más despacio, aun así fue capaz de entender la mayor parte de lo que decía, aunque no todo.
Le hizo gracia la sarta de tonterías que le fue diciendo. Le recordaba a los niños clinger que intentaban hacerse los importantes o destacar entre los demás en un intento de disimular lo mal que hacían los ejercicios de los adiestramientos. “Cierto. Puede que sea un niño. No se mucho de su especie la verdad”
Cuando terminó de hablar Xalkoth tuvo que contener las ganas de reírse en su cara. Si de verdad era un niño acabaría llorando y berreando si veía que no le tomaba en serio, y eso sería molesto. Xalkoth no era ningún criador.
-Te llamaré como quiera mientras no haya una razón lógica por la que deba perder tiempo inútilmente en usar tu nombre completo. Y no, no me parece complejo, me parece estúpido, que es distinto. No hay necesidad de meterle tantas sílabas a un nombre, eso lleva a perder demasiado tiempo en pronunciarlo y por ende a que te maten si necesitan advertirte de algo con rapidez-
La conversación alcanzó la cima de lo ridículo cuando por fin explico lo que eran los esclavos. “No puedo creer que una raza inteligente pueda ser tan estúpida como para hacer cosas así”
Pero se equivocaba. La cima en realidad la alcanzó cuando, así porque sí, le dijo que ahora el clinger debía servirle. Xalkoth no pudo contenerse más y se echó a reír a carcajadas.
-Jajajaj... ¿en serio? Tan inútiles sois algunos que necesitáis usar a otros para que trabajen en vuestro lugar? Por favor...- Logró articular entre carcajada y carcajada.
-¿Llevarte dices?- Dijo cuando se le pasó el ataque de risa -No soy ningún vehiculo. He señalado la dirección en la que se encontraba hace nada ¿no? Si no eres capaz de averiguar en que dirección está con eso pues sigue al grupo. Ya van todos para allí. Ni que fuera tan difícil-
Suficiente. Había malgastado ya demasiado tiempo con el roedor. Ahora tan solo había que moverse. El torreón no estaba muy lejos así que no deberían tardar demasiado en llegar.
-Que sentido de la orientación más deficiente. ¿Cómo ha logrado sobrevivir tanto tiempo?- Terminó por decir, más para si mismo que para la rata ya que siguió avanzando sin esperar respuesta.
No hubo mucho que destacar del viaje, aparte de que en un momento dado la pastora sugirió que buscáramos orientación desde sitios altos. “¿Lara 37 era? Otro complicándose con los nombres. Lara mejor”
-No creo que sea necesario de momento. No estamos lejos, pero si veo que tardamos mucho pues subo otra vez-
Luego el naranjito a punto estuvo de comerse el suelo, evitándolo de una forma un tanto peculiar a ojos del clinger.
-No, no lo eres. Alquien ágil habría esquivado el pedrusco-
En ningún momento se se dio cuenta de que faltaba la mitad del grupo.
Se arrepintió casi al instante de haberlo hecho. Tener que escuchar al roedor hablar era un autentico dolor, y estaba claro que no iba a hacerlo más despacio, aun así fue capaz de entender la mayor parte de lo que decía, aunque no todo.
Le hizo gracia la sarta de tonterías que le fue diciendo. Le recordaba a los niños clinger que intentaban hacerse los importantes o destacar entre los demás en un intento de disimular lo mal que hacían los ejercicios de los adiestramientos. “Cierto. Puede que sea un niño. No se mucho de su especie la verdad”
Cuando terminó de hablar Xalkoth tuvo que contener las ganas de reírse en su cara. Si de verdad era un niño acabaría llorando y berreando si veía que no le tomaba en serio, y eso sería molesto. Xalkoth no era ningún criador.
-Te llamaré como quiera mientras no haya una razón lógica por la que deba perder tiempo inútilmente en usar tu nombre completo. Y no, no me parece complejo, me parece estúpido, que es distinto. No hay necesidad de meterle tantas sílabas a un nombre, eso lleva a perder demasiado tiempo en pronunciarlo y por ende a que te maten si necesitan advertirte de algo con rapidez-
La conversación alcanzó la cima de lo ridículo cuando por fin explico lo que eran los esclavos. “No puedo creer que una raza inteligente pueda ser tan estúpida como para hacer cosas así”
Pero se equivocaba. La cima en realidad la alcanzó cuando, así porque sí, le dijo que ahora el clinger debía servirle. Xalkoth no pudo contenerse más y se echó a reír a carcajadas.
-Jajajaj... ¿en serio? Tan inútiles sois algunos que necesitáis usar a otros para que trabajen en vuestro lugar? Por favor...- Logró articular entre carcajada y carcajada.
-¿Llevarte dices?- Dijo cuando se le pasó el ataque de risa -No soy ningún vehiculo. He señalado la dirección en la que se encontraba hace nada ¿no? Si no eres capaz de averiguar en que dirección está con eso pues sigue al grupo. Ya van todos para allí. Ni que fuera tan difícil-
Suficiente. Había malgastado ya demasiado tiempo con el roedor. Ahora tan solo había que moverse. El torreón no estaba muy lejos así que no deberían tardar demasiado en llegar.
-Que sentido de la orientación más deficiente. ¿Cómo ha logrado sobrevivir tanto tiempo?- Terminó por decir, más para si mismo que para la rata ya que siguió avanzando sin esperar respuesta.
No hubo mucho que destacar del viaje, aparte de que en un momento dado la pastora sugirió que buscáramos orientación desde sitios altos. “¿Lara 37 era? Otro complicándose con los nombres. Lara mejor”
-No creo que sea necesario de momento. No estamos lejos, pero si veo que tardamos mucho pues subo otra vez-
Luego el naranjito a punto estuvo de comerse el suelo, evitándolo de una forma un tanto peculiar a ojos del clinger.
-No, no lo eres. Alquien ágil habría esquivado el pedrusco-
En ningún momento se se dio cuenta de que faltaba la mitad del grupo.
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