Barrio Quemado
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Barrio Quemado
02/08/11, 06:46 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Antes en llamas, ahora solo es un barrio de escombros y cenizas azotado eternamente por una molesta brisa que arrastra los gritos lastimeros de los que una vez sufrieron allí.
- InvitadoInvitado
Re: Barrio Quemado
30/10/11, 08:55 pm
Gighena miró sorprendida como Vacuum desciende y le da una cesta con comida. Por un instante no supo qué responder, incluso se le olvidó dar las gracias... Hurgó en la cesta y empezó a comer con ganas, desdeñando el vino, y sin agradarle demasiado el trozo de tarta <<Muy dulce...>> Se guardó algo de comida para más tarde, pues no sabe con seguridad cuándo tendrá la oportunidad de conseguir más.
-Aún...- dijo masticando todavía- aun no puedo creeme que hayas venido de nuevo...- se echó a reír. No entendía las razones del chico, no entendía por qué había venido a verla de nuevo- Eres idiota- esa era la única explicación lógica para ella
-Tú también eres idiota, Gighena
La trasgo le dió una patada a Vacuum, lanzándolo a él y a su fénix a varios metros de distancia del montículo de escombros, por lo que casi no tuvo tiempo de esquivar el golpe. Un relámpago verde cayó sobre ella con una fuerza aplastante, hundiéndola en la madera quemada, para luego volverla a sacar de otro golpe. Un niño de cabellos y piel verde con un cuerno en la frente le dedicó una mirada de desprecio con su único ojo.
-Ellos creyeron que serías más inteligente, que no volverías a este lugar después de que te encontrásemos aquí... Pero yo te conozco, Gighena, yo sé lo estúpida que eres y sabía que volverías... - se burló, y su voz infantil añadió dureza a tus palabras- Ahora voy a mandar tu sucio culo de hereje de vuelta a la base...
Aquél discurso le había dado tiempo a Gighena de desenrrollar la venda de su mano. Cinco cuchillas atravesaron el estómago del niño, obligándole a soltar a la trago
-¡¡Serás zorra!!- aulló llevándose las manos a la herida, manchando sus mangas de sangre.
Gighena le agarró de la cabeza con la garra que había surgido de su muñçon y hundió la cabeza del niño en el suelo.
-¡¡¡Corre!!!- le gritó a Vacuum- Antes de que vengan refuerzos, ¡¡sal de aquí!!
-Aún...- dijo masticando todavía- aun no puedo creeme que hayas venido de nuevo...- se echó a reír. No entendía las razones del chico, no entendía por qué había venido a verla de nuevo- Eres idiota- esa era la única explicación lógica para ella
-Tú también eres idiota, Gighena
La trasgo le dió una patada a Vacuum, lanzándolo a él y a su fénix a varios metros de distancia del montículo de escombros, por lo que casi no tuvo tiempo de esquivar el golpe. Un relámpago verde cayó sobre ella con una fuerza aplastante, hundiéndola en la madera quemada, para luego volverla a sacar de otro golpe. Un niño de cabellos y piel verde con un cuerno en la frente le dedicó una mirada de desprecio con su único ojo.
-Ellos creyeron que serías más inteligente, que no volverías a este lugar después de que te encontrásemos aquí... Pero yo te conozco, Gighena, yo sé lo estúpida que eres y sabía que volverías... - se burló, y su voz infantil añadió dureza a tus palabras- Ahora voy a mandar tu sucio culo de hereje de vuelta a la base...
Aquél discurso le había dado tiempo a Gighena de desenrrollar la venda de su mano. Cinco cuchillas atravesaron el estómago del niño, obligándole a soltar a la trago
-¡¡Serás zorra!!- aulló llevándose las manos a la herida, manchando sus mangas de sangre.
Gighena le agarró de la cabeza con la garra que había surgido de su muñçon y hundió la cabeza del niño en el suelo.
-¡¡¡Corre!!!- le gritó a Vacuum- Antes de que vengan refuerzos, ¡¡sal de aquí!!
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Barrio Quemado
30/10/11, 11:03 pm
Gighena parece sorprendida de verme, pero coge la cesta y empieza a comer con ganas, desecha algunos alimentos y reserva otro para luego. Me mira y dice algo terminando de masticar, se ríe y me llama idiota, la verdad es que tiene razón, solo a mi se me ocurren estas estupideces.
-Si, la verdad es que me lo llaman bastante -comento en voz alta- ... pero que le voy a hacer, es lo que me ha tocado -aclaro secundando su risa.
El silencio dura poco, una voz llama idiota a alguien, y esta vez no es a mi, si no a Gighena. Antes de que pueda reaccionar Gighena me propina una patada en el pecho que nos manda a Feliks y a mi a varios metro del montículo en el que estaba subido. Mi cuerpo impacta contra un pequeño muro que se cae sobre mi, cubriéndome con escombros carbonizados que se deshacen al estar deteriorados por el tiempo. Recojo a Feliks, que ha salido ileso del impacto, ya que lo cogí a tiempo y lo protegía a tiempo cubriéndole con mi cuerpo, me lo meto en la camisa y miro hacia lo alto del montículo del que he salido despedido, sin saber que pensar.
-¿Pero qué... ? -consigo articular antes de que la escena que se desarrolla ante mi me deje sin habla.
Gighena esta empotrada en la vida en la que estaba sentada, y un crío de unos doce años con la piel y pelo verdes, la desempotra tras presumiblemente haberla empotrado el. Le dice unas palabras que me hacen hervir la sangre, tras lo cual Gighena le atraviesa con las cuchillas que han salido del muñon de su brazo. Yo tanteo con la mano a mi alrededor, buscando mi espada, pero no la encuentro, se debe de haber caído junto a Gighena, después de que me diera el golpe. Sin embargo mi mano tropieza con el extremo de una viga ennegrecida. Tiro con fuerza, derrumbando lo que queda de la casita en la que estaba empotrada y me pongo en pie. Mis ojos se han puesto negros de ira, la furia que me inspira ese crío y la secta a la que pertenece es mu fuerte. Doy un par de pasos hacia ellos con la viga en alto, pero las palabras de Gighena me paran. ¿Qué escape?, eso es de cobardes, no pienso dejarla sola, pero mi anterior objetivo brilla en mi mente, recordándome lo que tenía pensado hacer. Hacerme mas fuerte, hacerme mas fuerte para poder ayudar a la gente, para poder afrontar situaciones como esta. No puedo enfrentarme a toda la secta en pleno, no aun... Miro a Gighena y proyecto mis pensamientos con fuerza hacia ella.
<<Volvere e intentare ayudarte, aun no soy lo suficientemente fuerte, pero cuando lo sea podrás contar conmigo... lo juro por mi espada -mis palabras están impregnadas de rabia contenida, de la impotencia que siento en estos momentos.>>
Alzo el vuelo tras lanzar el trozo de madera contra una casa cercana, descargando toda mi rabia. Me alejo de allí con celeridad, tratando de pensar en que algún día podre ayudarla, o al menos lo intentare con todas mis fuerzas. Mi espada queda atrás, junto a la chica, único símbolo de mi juramento.
Continúa en la Biblioteca Mágica.
-Si, la verdad es que me lo llaman bastante -comento en voz alta- ... pero que le voy a hacer, es lo que me ha tocado -aclaro secundando su risa.
El silencio dura poco, una voz llama idiota a alguien, y esta vez no es a mi, si no a Gighena. Antes de que pueda reaccionar Gighena me propina una patada en el pecho que nos manda a Feliks y a mi a varios metro del montículo en el que estaba subido. Mi cuerpo impacta contra un pequeño muro que se cae sobre mi, cubriéndome con escombros carbonizados que se deshacen al estar deteriorados por el tiempo. Recojo a Feliks, que ha salido ileso del impacto, ya que lo cogí a tiempo y lo protegía a tiempo cubriéndole con mi cuerpo, me lo meto en la camisa y miro hacia lo alto del montículo del que he salido despedido, sin saber que pensar.
-¿Pero qué... ? -consigo articular antes de que la escena que se desarrolla ante mi me deje sin habla.
Gighena esta empotrada en la vida en la que estaba sentada, y un crío de unos doce años con la piel y pelo verdes, la desempotra tras presumiblemente haberla empotrado el. Le dice unas palabras que me hacen hervir la sangre, tras lo cual Gighena le atraviesa con las cuchillas que han salido del muñon de su brazo. Yo tanteo con la mano a mi alrededor, buscando mi espada, pero no la encuentro, se debe de haber caído junto a Gighena, después de que me diera el golpe. Sin embargo mi mano tropieza con el extremo de una viga ennegrecida. Tiro con fuerza, derrumbando lo que queda de la casita en la que estaba empotrada y me pongo en pie. Mis ojos se han puesto negros de ira, la furia que me inspira ese crío y la secta a la que pertenece es mu fuerte. Doy un par de pasos hacia ellos con la viga en alto, pero las palabras de Gighena me paran. ¿Qué escape?, eso es de cobardes, no pienso dejarla sola, pero mi anterior objetivo brilla en mi mente, recordándome lo que tenía pensado hacer. Hacerme mas fuerte, hacerme mas fuerte para poder ayudar a la gente, para poder afrontar situaciones como esta. No puedo enfrentarme a toda la secta en pleno, no aun... Miro a Gighena y proyecto mis pensamientos con fuerza hacia ella.
<<Volvere e intentare ayudarte, aun no soy lo suficientemente fuerte, pero cuando lo sea podrás contar conmigo... lo juro por mi espada -mis palabras están impregnadas de rabia contenida, de la impotencia que siento en estos momentos.>>
Alzo el vuelo tras lanzar el trozo de madera contra una casa cercana, descargando toda mi rabia. Me alejo de allí con celeridad, tratando de pensar en que algún día podre ayudarla, o al menos lo intentare con todas mis fuerzas. Mi espada queda atrás, junto a la chica, único símbolo de mi juramento.
Continúa en la Biblioteca Mágica.
- InvitadoInvitado
Re: Barrio Quemado
31/10/11, 01:00 am
Justo cuando Vacuum se marcha, el chico se libera y sus mangas se desgarran al paso de unas monstruosas garras, tan grandes que parecía imposible que aquél escuálido chiquillo pudiese manejarlas con esa facilidad. Con el golpe, el vendaje que cubría la mitad de su cara se desprendió, dejando a la vista una raja supurante y emponzoñada. Aquella raja no era ni más ni menos que una boca, y lo que supuraba era bilis negra. La bilis bajaba por el rostro del niño, contraido en una mueca de pura ira
-Maldita...- rugió- Te mataré ¡¡¡¡VOY A MATARTE!!!!
Gighena trató de parar el golpe pero su effuerzo fue en vano. Llevaba muchos días huyendo, muchos días durmiendo mal, alerta las veinticuatro horas por miedo a que la atrapasen. Estaba cansada, demasiado cansada para soportar un asalto con el Nº3. Salió despedida, no a mucha distancia, pues se estampó contra un muro cercano. Con las cuchillas de una mano el niño la inmovilizó, y Gighena se dió cuenta de que todo había terminado...
-Me rindo- dijo con voz ronca y una sonrisa triste- Vosotros ganáis. No pienso seguir corriendo, no pienso huir más... llevadme donde sea, no voy a resistirme...
-¿Estás de coña?- dijo el chico de pronto con una sonrisa macabra- No pienso llevarte de vuelta. Dije que te mataría, y eso haré. Aquí y ahora.
Alzó la otra mano y Gighena cerró los ojos esperando el golpe. Se maldijo mil veces por su estupidez, por ser incapaz de seguir luchando, por no haberle dado las gracias siquiera a aquél chico... Pero el golpe no llegó.
El otro hado había detenido al Nº3 poniendo dos cristales rojos a ambos lados de su cabeza; la descarga resultante le había dejado iconsciente. Cogió al niño en brazos y le tendió su mano larga y huesuda a Gighena. Durante un segundo, ella dudó. No podría vencer a un sacerdote, pero sí a un simple adepto. Como si leyese sus pensamientos, el adepto señaló un ojo de cristal que flotaba sobre sus cabezas. Nihil vigilaba. No tenía otra opción....
Emprendió el camino de vuelta al ''templo'' junto a los demás, pero antes de marcharse, cogió la espada del chico que estaba tirada en el suelo, deshizo el nudo que cerraba los hilos de su barriga y la boca se trahó la espada entera, poniéndola a buen recaudo.
-Maldita...- rugió- Te mataré ¡¡¡¡VOY A MATARTE!!!!
Gighena trató de parar el golpe pero su effuerzo fue en vano. Llevaba muchos días huyendo, muchos días durmiendo mal, alerta las veinticuatro horas por miedo a que la atrapasen. Estaba cansada, demasiado cansada para soportar un asalto con el Nº3. Salió despedida, no a mucha distancia, pues se estampó contra un muro cercano. Con las cuchillas de una mano el niño la inmovilizó, y Gighena se dió cuenta de que todo había terminado...
-Me rindo- dijo con voz ronca y una sonrisa triste- Vosotros ganáis. No pienso seguir corriendo, no pienso huir más... llevadme donde sea, no voy a resistirme...
-¿Estás de coña?- dijo el chico de pronto con una sonrisa macabra- No pienso llevarte de vuelta. Dije que te mataría, y eso haré. Aquí y ahora.
Alzó la otra mano y Gighena cerró los ojos esperando el golpe. Se maldijo mil veces por su estupidez, por ser incapaz de seguir luchando, por no haberle dado las gracias siquiera a aquél chico... Pero el golpe no llegó.
El otro hado había detenido al Nº3 poniendo dos cristales rojos a ambos lados de su cabeza; la descarga resultante le había dejado iconsciente. Cogió al niño en brazos y le tendió su mano larga y huesuda a Gighena. Durante un segundo, ella dudó. No podría vencer a un sacerdote, pero sí a un simple adepto. Como si leyese sus pensamientos, el adepto señaló un ojo de cristal que flotaba sobre sus cabezas. Nihil vigilaba. No tenía otra opción....
Emprendió el camino de vuelta al ''templo'' junto a los demás, pero antes de marcharse, cogió la espada del chico que estaba tirada en el suelo, deshizo el nudo que cerraba los hilos de su barriga y la boca se trahó la espada entera, poniéndola a buen recaudo.
- alpeca
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Barrio Quemado
01/11/11, 12:13 pm
Entro en este extraño barrio y me quedo observando las casas, la mayor parte derruidas o medio en ruinas, quemadas...me pregunto qué pasó aquí...
Hace mucho tiempo que no veo a nadie, a excepción del chico de la sede, que se fue antes de poder hablar...me pregunto dónde estará la gente.
Hace mucho tiempo que no veo a nadie, a excepción del chico de la sede, que se fue antes de poder hablar...me pregunto dónde estará la gente.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Barrio Quemado
01/11/11, 12:18 pm
No me gusta este sitio. Los edificios reducidos a escombros y ceniza, como si hubiese habido un incendio. Una parte de mi me dice que me largue de aquí, tal vez por mi miedo irracional al fuego descontrolado. Pero una pequeña parte me dice que explore este barrio... Me quedo inmóvil, sintiendo como una brisa juguetea con mi cabello y trae a mis oídos gritos. Instintivamente me doy la vuelta. No parece haber nadie...¿Entonces de dónde vienen los gritos? Este sitio sigue sin gustarme. Continuo andando un poco, y me encuentro con un chico... Me recuerda a Aníbal...
-¡Hola! -le saludo- ¿Qué tal?
-¡Hola! -le saludo- ¿Qué tal?
- alpeca
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Barrio Quemado
01/11/11, 12:22 pm
Suspiro. Parece que allí tampoco hay nadie...justo cuando me giro para irme, una voz me llama. Me giro y veo a una chica...es...
-¡Kaila!
Sonrio.
-Cuanto tiempo...bueno, mejor dicho cuanto tiempo hace que no veo a nadie...
Veo que está algo incómoda en este sitio.
-Sí, a mi tampoco me gusta este lugar...mejor nos vamos.
Salimos del barrio.
(SIGUE EN LA TABERNA DEL MAGO TUERTO)
-¡Kaila!
Sonrio.
-Cuanto tiempo...bueno, mejor dicho cuanto tiempo hace que no veo a nadie...
Veo que está algo incómoda en este sitio.
-Sí, a mi tampoco me gusta este lugar...mejor nos vamos.
Salimos del barrio.
(SIGUE EN LA TABERNA DEL MAGO TUERTO)
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Barrio Quemado
01/11/11, 12:29 pm
Mis sospechas confirmadas. Es Aníbal.
-Sí, bueno,es que durmiendo no socializas demasiado -bromeo
Se da cuenta de que en este sitio estoy incómoda, y me siento mejor cuando dice que a él tampoco le gusta, al saber que no soy tan miedosa.
-Sí. Vayámonos de aquí ya, por favor. -pido.
Salimos del barrio, yo estoy mucho mejor fuera de él, y me animo bastante.
(Continúal en la Taberna del Mago Tuerto)
-Sí, bueno,es que durmiendo no socializas demasiado -bromeo
Se da cuenta de que en este sitio estoy incómoda, y me siento mejor cuando dice que a él tampoco le gusta, al saber que no soy tan miedosa.
-Sí. Vayámonos de aquí ya, por favor. -pido.
Salimos del barrio, yo estoy mucho mejor fuera de él, y me animo bastante.
(Continúal en la Taberna del Mago Tuerto)
- InvitadoInvitado
Re: Barrio Quemado
23/11/11, 07:12 pm
Cain llegó caminando por el aire y permaneció suspendido sobre el barrio hecho cenizas, dejando que la brisa moviese su túnica al son de los aullidos lastimeros. No sabía por dónde empezar a buscar, ni siquiera qué estaba buscando exactamente. Oro, indudablemente, ¿pero cómo? No iba a encontrar oro tan fácilmente, al alcance de su mano, pues posiblemente los ladrones ya hubiesen dado buena cuenta de él... Bajó al suelo como si lo hiciese por una escalera invisible y caminó por las calles ennegrecidas y desiertas. Las cenizas bailaban bajo sus pies y su mirada vagaba por las casas derruidas y calcinadas en busca de cualquier brillo... cualquier destello. Vagó durante horas hasta llegar a las casas más grandes, las que mejor aguantaban a pesar de las calamidades que habían pasado. Cain empezó a rebiscar entre la madera quemada, removiendo las piedras y escombros tratando de encontrar algun objeto reconocible. Cuando ya oscurecía, se sentó en un saliente y se masajeó las sienes. Tenía las manos llenas de hollín y pequeños arañazos de mover piedras, se las limpió en los pantalones y le dio un puntapié a un trozo de pared... y vio algo brillar. Era un dorado sucio y requemado, pero dorado al fin y al cabo, Cain se apresuró a coger la piedra y la inspeccionó; era oro. Oro fundido por el fuego y adherido a la piedra, pero oro al fin y al cabo. Cain se guardó el trozo y buscó por los alrededores, apenas pudo encontrar algunos restos más, pero eran suficientes, era un comienzo... Los guardó todos en su bolsa valiéndose de un hechizo para aligerarlos y se elevó en el aire alejándose del penoso barrio.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
- Yler
Ficha de cosechado
Nombre: YR
Especie:
Habilidades: Nociones de lucha, rapidez mental, tecnicas de superviviencia.
Re: Barrio Quemado
08/09/12, 04:06 pm
Los rastros de lo que parecía ser una rata de tamaño aceptable fue lo primero que encontré en mi búsqueda de una presa. comencé a seguir sus rastros no sin cierta dificultad, una cuidad hecha casi completamente de roca no es un buen lugar para dejar marcas. Camine a paso lento por entre las torcidas callejuelas de Rocavarancolia, leyendo con cada vez más claridad los rastros del roedor, a juzgar por la cantidad, yo diría que me estaba acercando a un pequeño nido de esas pequeñas alimañas, lo cual podía significar que no pasaría hambre el día de hoy.
Lo primero que llamo mi atención fue el sonido distinta de un grito arrastrado por la brisa, algo tan lejano y débil que dude si de verdad lo había escuchado o solo había sido mi imaginación. Algo en mi interior me dijo que aquello era cierto, que la cuidad estaba por mostrarme una de sus tantas facetas que yo desconocía.
Me rebatí en mi interior entre la idea de ir a investigar y de alejarme lo más posible. Por desgracia para mi, aun no veía de primera mano los horrores de aquella cuidad, y la curiosidad pudo más que mi instinto de supervivencia.
Finalmente mis pasos me llevaron hasta el origen de aquel sonido, bajo mis pies había ceniza y escombros, era un barrio completo que estaba acabado por el fuego, todo parecía recientemente quemado, como si el fuego hubiese desaparecido solo unos instantes antes de mi llegada, pero sabía que no podía ser así, pues el lugar estaba frío ya. La primera impresión era de que aquello había sido un incendio y ya, pero había algo en el lugar que decía lo contrario, no sabría distinguir que cosa, ni por que lo creía, pero estaba seguro que en aquel lugar se había consumado más sufrimiento del que un incendio común podía causar. Como si fuese una confirmación de mis pensamientos, un lastimero grito llego desde la distancia, tan lejano como el primero pero sin duda real, casi pude sentir el dolor de su propietario el momento de lanzarlo, ¿Que clase de crueldad podría haberse cometido en este lugar para que las victimas siguieran gritando incluso después de muertas?
Supe en mi interior que lo que conocía como crueldad en F.O.N.E.R.A no se parecía a lo que conocería como crueldad aquí, un nuevo mundo, un nuevo concepto de crueldad.
Lo primero que llamo mi atención fue el sonido distinta de un grito arrastrado por la brisa, algo tan lejano y débil que dude si de verdad lo había escuchado o solo había sido mi imaginación. Algo en mi interior me dijo que aquello era cierto, que la cuidad estaba por mostrarme una de sus tantas facetas que yo desconocía.
Me rebatí en mi interior entre la idea de ir a investigar y de alejarme lo más posible. Por desgracia para mi, aun no veía de primera mano los horrores de aquella cuidad, y la curiosidad pudo más que mi instinto de supervivencia.
Finalmente mis pasos me llevaron hasta el origen de aquel sonido, bajo mis pies había ceniza y escombros, era un barrio completo que estaba acabado por el fuego, todo parecía recientemente quemado, como si el fuego hubiese desaparecido solo unos instantes antes de mi llegada, pero sabía que no podía ser así, pues el lugar estaba frío ya. La primera impresión era de que aquello había sido un incendio y ya, pero había algo en el lugar que decía lo contrario, no sabría distinguir que cosa, ni por que lo creía, pero estaba seguro que en aquel lugar se había consumado más sufrimiento del que un incendio común podía causar. Como si fuese una confirmación de mis pensamientos, un lastimero grito llego desde la distancia, tan lejano como el primero pero sin duda real, casi pude sentir el dolor de su propietario el momento de lanzarlo, ¿Que clase de crueldad podría haberse cometido en este lugar para que las victimas siguieran gritando incluso después de muertas?
Supe en mi interior que lo que conocía como crueldad en F.O.N.E.R.A no se parecía a lo que conocería como crueldad aquí, un nuevo mundo, un nuevo concepto de crueldad.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Barrio Quemado
09/09/12, 05:03 pm
Los gritos seguían oyéndose, transcritos de mil lenguas diferentes a la única universal: la del dolor. Unas veces de agonía, otros suplicando piedad, era imposible saber si se alejaban, cada vez estaban más cerca o la agonía de los condenados permanecía exactamente allí donde había sucedido.
Entre la monotonía que había empezado a instalarse un nuevo lamento sorprendió a YR. No era más aterrador, ni helaba más la sangre que cualquiera de los otros; tampoco reflejaba más dolor ni rabia.
La diferencia estribaba en que se hallaba demasiado cerca.
En el espacio justo a espaldas del cosechado que antes no había estado ocupado más que por aire ahora se encontraba una inmensa silueta de color rojo translúcido; sus rasgos estaban deformados en una mueca estática de ira. Sus manos terminaban en dedos extremadamente largos y delgados; casi puro hueso y con uñas afiladas como bisturís. Flotaba a dos palmos por encima del suelo.
Lo que llamaba más la atención más que sus rasgos, sin embargo, era que al contrario que el común de los fantasmas no se podía ver el paisaje tras él a través de su cuerpo. Lo único translúcido era su piel: entre la translúcida película roja que le hacía las veces de ésta era posible ver todos y cada uno de sus órganos: mutando, degenerando, disfrutando con siniestro placer del poder cobrar vida propia ahora que el cuerpo estaba muerto. Aquello parecía causar un dolor indecible al fantasma, que bramó de dolor e ira.
Con un aullido estremecedor el espectro amagó un zarpazo directamente a la cara del cosechado.
Entre la monotonía que había empezado a instalarse un nuevo lamento sorprendió a YR. No era más aterrador, ni helaba más la sangre que cualquiera de los otros; tampoco reflejaba más dolor ni rabia.
La diferencia estribaba en que se hallaba demasiado cerca.
En el espacio justo a espaldas del cosechado que antes no había estado ocupado más que por aire ahora se encontraba una inmensa silueta de color rojo translúcido; sus rasgos estaban deformados en una mueca estática de ira. Sus manos terminaban en dedos extremadamente largos y delgados; casi puro hueso y con uñas afiladas como bisturís. Flotaba a dos palmos por encima del suelo.
Lo que llamaba más la atención más que sus rasgos, sin embargo, era que al contrario que el común de los fantasmas no se podía ver el paisaje tras él a través de su cuerpo. Lo único translúcido era su piel: entre la translúcida película roja que le hacía las veces de ésta era posible ver todos y cada uno de sus órganos: mutando, degenerando, disfrutando con siniestro placer del poder cobrar vida propia ahora que el cuerpo estaba muerto. Aquello parecía causar un dolor indecible al fantasma, que bramó de dolor e ira.
Con un aullido estremecedor el espectro amagó un zarpazo directamente a la cara del cosechado.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Yler
Ficha de cosechado
Nombre: YR
Especie:
Habilidades: Nociones de lucha, rapidez mental, tecnicas de superviviencia.
Re: Barrio Quemado
09/09/12, 05:43 pm
Los gritos me ponían los pelos de punta, no por que me causaran miedo, sino que por que casi podía sentir el dolor que los había llevado a aquella interminable agonía. La razón por la que no tenia miedo es que en F.O.N.E.R.A había aprendido a temer de una manera practica, temía a los insectos más grandes que yo, los animales con rasgos de depredadores, a las enfermedades y a las heridas infectadas, temía a todo aquello que podría matarme, y los sonidos no caían en aquella categoría, pero aquello no evito que me sobresaltara al escuchar un nuevo grito, no muy diferente al resto, pero si desde un lugar distinto. Lo gritos de agonía hasta el momento eran casi susurro traídos por le viento desde un mundo lejano, mundos tan distantes como del que nos habían traído a todos, pero este no, este venia desde mi espalda, un poco a la derecha.
De un salto me puse en frente a la criatura, de todos sus rasgos, el primero que me llamo la atención fueron sus garras, supongo que mi mente estaba acostumbrada a registrar los peligros antes que cualquier otra cosa. Solo gracias a eso alcance a saltar a un lado a tiempo para evitar que aquellas afiladas cuchillas que tenia por garras me rebanaran en pedazos. Para sobrevivir di un salto a la izquierda y rodé por el piso para ponerme fuera de su alcance, sentí un dolor punzante en el hombro, me lo había torcido contra el suelo al caer, tendría que ver la gravedad del asunto luego.
Solo una vez que me encontraba suficientemente apartado para que no me alcanzara con sus garras tuve tiempo de contemplar lo que se encontraba frente a mi, el espectro, a falta de una palabra mejor, era traslucido hasta cierto punto, dejando ver sus entrañas en constante cambio, pero no fue aquel grotesco espectáculo lo que me enfrió la sangre, sino gesto de dolor que llevaba su rostro, una expresión tan intensa de sufrimiento que sentí que solo una parte de lo que el soportaba seria suficiente para enloquecerme. Mas no pude quedarme pasmado demasiado tiempo con aquella certeza, pues la criatura no dudo y lanzarse a mi encuentro nuevamente, si no hacía algo pronto acabaría muerto, rebanado por sus afiladas garras.
Lo único que tenia para defenderme era la roca que aun empuñaba desde hace rato, tenia un lado con filo, pero no era ni por lejos suficiente para hacerle frente al filo de sus garas. Decidí que la roca no seria efectiva a esta distancia y que no tenía ninguna intención de quedar más cerca de esa cosa. Obligue a mi mente a apartar el miedo y pensar con claridad, por suerte la experiencia me había enseñado a pensar rápidamente incluso en situaciones de peligro. Tome un puñado de cenizas del piso, eran finas como polvo, y se la lance directo a los ojos al mismo tiempo que me ponía en pie.
"La cuidad me esta probando", Me dije a mi mismo, y apreté los dientes, aun recordando las palabras de la licantropa, mi unica misión eran sobrevivir, y eso haría, costase lo que costase.
Sin detenerme a ver si mi estrategia había surtido efecto, di media vuelta y me lance a correr lo más rápido posible, si había logrado cegarla eso me daría unos segundos de ventaja, si no, solo podría confiar en mi velocidad. Llevaba la roca tan duramente empuñada que sentí una gota de sangre corriendo por mi muñeca.
De un salto me puse en frente a la criatura, de todos sus rasgos, el primero que me llamo la atención fueron sus garras, supongo que mi mente estaba acostumbrada a registrar los peligros antes que cualquier otra cosa. Solo gracias a eso alcance a saltar a un lado a tiempo para evitar que aquellas afiladas cuchillas que tenia por garras me rebanaran en pedazos. Para sobrevivir di un salto a la izquierda y rodé por el piso para ponerme fuera de su alcance, sentí un dolor punzante en el hombro, me lo había torcido contra el suelo al caer, tendría que ver la gravedad del asunto luego.
Solo una vez que me encontraba suficientemente apartado para que no me alcanzara con sus garras tuve tiempo de contemplar lo que se encontraba frente a mi, el espectro, a falta de una palabra mejor, era traslucido hasta cierto punto, dejando ver sus entrañas en constante cambio, pero no fue aquel grotesco espectáculo lo que me enfrió la sangre, sino gesto de dolor que llevaba su rostro, una expresión tan intensa de sufrimiento que sentí que solo una parte de lo que el soportaba seria suficiente para enloquecerme. Mas no pude quedarme pasmado demasiado tiempo con aquella certeza, pues la criatura no dudo y lanzarse a mi encuentro nuevamente, si no hacía algo pronto acabaría muerto, rebanado por sus afiladas garras.
Lo único que tenia para defenderme era la roca que aun empuñaba desde hace rato, tenia un lado con filo, pero no era ni por lejos suficiente para hacerle frente al filo de sus garas. Decidí que la roca no seria efectiva a esta distancia y que no tenía ninguna intención de quedar más cerca de esa cosa. Obligue a mi mente a apartar el miedo y pensar con claridad, por suerte la experiencia me había enseñado a pensar rápidamente incluso en situaciones de peligro. Tome un puñado de cenizas del piso, eran finas como polvo, y se la lance directo a los ojos al mismo tiempo que me ponía en pie.
"La cuidad me esta probando", Me dije a mi mismo, y apreté los dientes, aun recordando las palabras de la licantropa, mi unica misión eran sobrevivir, y eso haría, costase lo que costase.
Sin detenerme a ver si mi estrategia había surtido efecto, di media vuelta y me lance a correr lo más rápido posible, si había logrado cegarla eso me daría unos segundos de ventaja, si no, solo podría confiar en mi velocidad. Llevaba la roca tan duramente empuñada que sentí una gota de sangre corriendo por mi muñeca.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Barrio Quemado
09/09/12, 10:50 pm
El espectro atravesó las cenizas como si se tratasen de humo. Aullando fantasmagóricamente se abalanzó sobre YR, traspasándole en el proceso. Sus garras inmateriales alcanzaron de lleno el rostro del foner sin dejar marca alguna, pero la sensación que invadió las entrañas del cosechado fue extremadamente desagradable.
Dolor, náuseas, taquicardia, mareo, sudor frío; todo aquello le golpeó con la fuerza de la maza, como si el espectro le hubiese leído el pensamiento respecto a que nunca llegaría a sentir ni una décima de su sufrimiento, y estuviera dispuesto a hacérsela probar de todas formas.
Con aquel aullido enloquecedor sonando ininterrumpidamente el espectro volvió a abalanzarse sobre él. Sus dedos largos y huesudos luchaban por abrirse camino en la garganta del foner, enviándole nuevas olas de aquella desagradable sensación en intervalos tan breves como un segundo; si persistían podía llegar a causarle un desmayo. No le dejaría ninguna marca física, pero parecía dispuesto a perseguirle hasta los confines de Rocavarancolia si fuese necesario.
Dolor, náuseas, taquicardia, mareo, sudor frío; todo aquello le golpeó con la fuerza de la maza, como si el espectro le hubiese leído el pensamiento respecto a que nunca llegaría a sentir ni una décima de su sufrimiento, y estuviera dispuesto a hacérsela probar de todas formas.
Con aquel aullido enloquecedor sonando ininterrumpidamente el espectro volvió a abalanzarse sobre él. Sus dedos largos y huesudos luchaban por abrirse camino en la garganta del foner, enviándole nuevas olas de aquella desagradable sensación en intervalos tan breves como un segundo; si persistían podía llegar a causarle un desmayo. No le dejaría ninguna marca física, pero parecía dispuesto a perseguirle hasta los confines de Rocavarancolia si fuese necesario.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Yler
Ficha de cosechado
Nombre: YR
Especie:
Habilidades: Nociones de lucha, rapidez mental, tecnicas de superviviencia.
Re: Barrio Quemado
10/09/12, 03:19 am
La estrategia no había surtido efecto, el espectro me alcanzo en cuestión de segundos y antes de que pudiese reacción sus garras me atravesaron. Por un instante, la milésima de segundo antes de que sus garras me tocaras pero luego de saber que no tenia ya ninguna posibilidad de esquivarlo, pensé que moriría y el terror se apodero de mi, mas antes de poder asimilar la extraña sensación de saberme muerto, el dolor de los cortes que esperaba fue reemplazado por un malestar muy distinto.
Me gustaría decir que fue bueno no saberme cortado, que me alegra que las garras de la criatura no desgarraran mi piel ni expusieran mis entrañas, pero la verdad es que incluso hubiese preferido el dolor físico que horrible sensación que es espectro me trajo. Por un instante, mientras su ataque estuvo en contacto conmigo sentí tal malestar que desee que acabara de una vez y poder morir rápido, para cuando las garras habían salido de mi interior sentí mi cuerpo agarrotado, estaba empapado de sudor frió y el mundo entero lucía gris y opaco. Antes de poder recuperarme de aquella extraña sensación, un nuevo zarpazo lleno mi mundo de dolor, para luego ser acompañado de otros...
- NOOOOOOOO... - Grite con toda la fuerza que mis pulmones permitían mientras me desplomaba sobre el suelo, temblando, la criatura no pareció creer que era suficiente pues continuo con sus ataques - Por favor, detente, por favor... solo... solo termina ya... por favor... matame...¡MATAMEEEE! - Mis ojos se llenaron de lagrimas mientras el dolor de aquel extraño ser se transfería a mi con cada nuevo ataque, las sensaciones no hacían sino empeorar. Pronto ya ni siquiera habían pensamientos racionales en mi cabeza, solo había espacio para el dolor, las ideas se fragmentaron en cientos de cristales rotos y solo supe gritar hasta que mi garganta tuvo el sabor metálico de la sangre.
Sabía que gritar en un lugar así era una pésima idea, podía llamar la atención de cualquier tipo de criaturas, pero nada importaban las criaturas en ese momento, incluso habría agradecido que algo llegara y acabara conmigo con tal de evitar aquel terrible dolor, pero, cuando sentí que todo se volvía negro a mi alrededor y que el olvido comenzaba a envolverme, algo cambio. "Solo deben sobrevivir", palabras tan simples que probablemente, para todos los demás presentes en la plaza fueron la parte menos importante del discurso, pero que para mi habían significado muchísimo más. Tenia una misión, una misión entregada por extraños y sin un fin que pudiese entender, pero una una misión al fin, un significado, una meta, había pasado mis días sin ello, sobreviviendo solo por el hecho de vivir, días iguales sin un final que pudiese esperar, pero ahora era distinta, debía esperar la luna roja, algo ocurriría cuando ella llegara, algo cambiaría, finalmente, en mi vida.
, no sabía que, pero algo en mi me decía que seria importante, un "Milagro", como dijo la licantropa.
Me puse de pie obligando a mi cuerpo a dejar de temblar, mis músculos estaban agarrotados y había apretado con tanta fuerza los dientes que tenia sangre en la boca. El dolor del hombro era solo un lejano murmullo al lado de las sensaciones transferidas por el espectro, pero me aferre a el como puse, sabiendo que ese si era un dolor que venia de mi propio cuerpo, un dolo mio y no ajeno. Gracias a eso pude recuperar el control de mis extremidades, me puse en pie como puse y comencé a correr, corrí sin rumbo fijo, apenas mirando por donde avanzaba, el mundo era un borrón a mi alrededor.
No sabía cuanto tiempo pensaba perseguirme aquella extraña criatura, pero antes de que me diera cuenta ya no estaba sobre cenizas y escombros, había salido del barrio en Quemado, estaba ahora en otra parte de aquella misteriosa cuidad.
Sigue en Ruinas de Margalar
Me gustaría decir que fue bueno no saberme cortado, que me alegra que las garras de la criatura no desgarraran mi piel ni expusieran mis entrañas, pero la verdad es que incluso hubiese preferido el dolor físico que horrible sensación que es espectro me trajo. Por un instante, mientras su ataque estuvo en contacto conmigo sentí tal malestar que desee que acabara de una vez y poder morir rápido, para cuando las garras habían salido de mi interior sentí mi cuerpo agarrotado, estaba empapado de sudor frió y el mundo entero lucía gris y opaco. Antes de poder recuperarme de aquella extraña sensación, un nuevo zarpazo lleno mi mundo de dolor, para luego ser acompañado de otros...
- NOOOOOOOO... - Grite con toda la fuerza que mis pulmones permitían mientras me desplomaba sobre el suelo, temblando, la criatura no pareció creer que era suficiente pues continuo con sus ataques - Por favor, detente, por favor... solo... solo termina ya... por favor... matame...¡MATAMEEEE! - Mis ojos se llenaron de lagrimas mientras el dolor de aquel extraño ser se transfería a mi con cada nuevo ataque, las sensaciones no hacían sino empeorar. Pronto ya ni siquiera habían pensamientos racionales en mi cabeza, solo había espacio para el dolor, las ideas se fragmentaron en cientos de cristales rotos y solo supe gritar hasta que mi garganta tuvo el sabor metálico de la sangre.
Sabía que gritar en un lugar así era una pésima idea, podía llamar la atención de cualquier tipo de criaturas, pero nada importaban las criaturas en ese momento, incluso habría agradecido que algo llegara y acabara conmigo con tal de evitar aquel terrible dolor, pero, cuando sentí que todo se volvía negro a mi alrededor y que el olvido comenzaba a envolverme, algo cambio. "Solo deben sobrevivir", palabras tan simples que probablemente, para todos los demás presentes en la plaza fueron la parte menos importante del discurso, pero que para mi habían significado muchísimo más. Tenia una misión, una misión entregada por extraños y sin un fin que pudiese entender, pero una una misión al fin, un significado, una meta, había pasado mis días sin ello, sobreviviendo solo por el hecho de vivir, días iguales sin un final que pudiese esperar, pero ahora era distinta, debía esperar la luna roja, algo ocurriría cuando ella llegara, algo cambiaría, finalmente, en mi vida.
, no sabía que, pero algo en mi me decía que seria importante, un "Milagro", como dijo la licantropa.
Me puse de pie obligando a mi cuerpo a dejar de temblar, mis músculos estaban agarrotados y había apretado con tanta fuerza los dientes que tenia sangre en la boca. El dolor del hombro era solo un lejano murmullo al lado de las sensaciones transferidas por el espectro, pero me aferre a el como puse, sabiendo que ese si era un dolor que venia de mi propio cuerpo, un dolo mio y no ajeno. Gracias a eso pude recuperar el control de mis extremidades, me puse en pie como puse y comencé a correr, corrí sin rumbo fijo, apenas mirando por donde avanzaba, el mundo era un borrón a mi alrededor.
No sabía cuanto tiempo pensaba perseguirme aquella extraña criatura, pero antes de que me diera cuenta ya no estaba sobre cenizas y escombros, había salido del barrio en Quemado, estaba ahora en otra parte de aquella misteriosa cuidad.
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- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Barrio Quemado
20/06/13, 04:39 am
Noel alzaba la cabeza insintivamente al escuchar los constantes quejidos lastimeros que el viento arrastraba permanentemente en aquel ruinoso barrio. Su mirada estaba fija en ninguna parte, como si intentase discernir entre la constante llovizna la manifestación visible de los gritos que ahora se habían convertido en un incesante sonsonete entremezclado con el silbar del viento y el golpeteo de la lluvia. Tras internarse unos cuantos pasos, sin mirar atrás en ningún momento, se detuvo de repente, con la cabeza todavía ligeramente inclinada hacia arriba y la expresión abstraída que había hecho omnipresencia en él durante los últimos minutos.
Calma. Esa era la palabra que acudía a la mente del draco si le pidiesen que describiese la sensación que le producía aquel lugar. Probablemente una calma enfermiza y terrible para cualquiera, salvo para un draco de estínfalo. El sonido de los pasos a su espalda le hicieron reaccionar y lo devolvieron a la realidad durante un instante. Momento que aprovechó para darse la vuelta y mirar a Gael, Tania y Vac.
-Volved sin mí. No me esperéis -dijo en un tono de voz que no admitía réplica tras unos breves segundos de silencio antes de volver a girarse para seguir internándose en el barrio, perdiéndose entre los escombros.
Calma. Esa era la palabra que acudía a la mente del draco si le pidiesen que describiese la sensación que le producía aquel lugar. Probablemente una calma enfermiza y terrible para cualquiera, salvo para un draco de estínfalo. El sonido de los pasos a su espalda le hicieron reaccionar y lo devolvieron a la realidad durante un instante. Momento que aprovechó para darse la vuelta y mirar a Gael, Tania y Vac.
-Volved sin mí. No me esperéis -dijo en un tono de voz que no admitía réplica tras unos breves segundos de silencio antes de volver a girarse para seguir internándose en el barrio, perdiéndose entre los escombros.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Barrio Quemado
20/06/13, 05:23 am
Vac se acordaba bien del barrio, de hecho todavía había averiguado más sobre ello. Pensó en preguntarle más detalles al respecto, aunque el nombre era revelador, pero Noel avanzaba sin esperarlos hacia donde parecía estar la fuente de sonido. No reconoció la zona en cuanto llegaron, pero sí el sonido que emitía aquel barrio destrozado. Seguramente en la anterior ocasión llegaron por otro lugar, pero tampoco tenía muchos recuerdos de la zona. La había estado evitando inconscientemente aun sin recordarla, pensó. Los gritos, aunque fuesen ecos traídos por el viento, amortiguados ahora por el repiqueteo de la lluvia, reververaban contando que habían sido reales. Era imposible no incomodarse al oirlo, pero quedó claro que ese no era el caso de Noel. El fuego fatuo se paró donde los edificios todavía estaban en pie y vio como su amigo se internaba más en el barrio, hasta que se volvió y los mandó regresar. Asintió en silencio y le vio perderse entre los escombros renegridos. Nadie hizo ademán de seguirle.
-Este sitio me pone los pelos de punta -murmuró dándole la espalda al barrio. La lluvia no amainaba y cada vez había más charcos en el empedrado. Empezó a saltar de uno en otro dando largas zancadas de forma distraída. Se les había hecho bastante tarde durante aquel paseo, y hasta acabó soltando algún que otro bostezo-. Cuando llegue voy a tomarme algo caliente delante de la chimenea. No es lo mismo si no acabas de cambiarte la ropa mojada y aún te pinga el pelo, pero qué le vamos a hacer -comentó en algún momento por sacar alguna conversación. A nadie le hacía mucha gracia que Noel se quedase solo atrás, pero no iban a convencerle de lo contrario. En vez de preguntar por el barrio como tenía pensado, acabó sacando temas de conversación triviales.
Sigue en el Cuchitril.
-Este sitio me pone los pelos de punta -murmuró dándole la espalda al barrio. La lluvia no amainaba y cada vez había más charcos en el empedrado. Empezó a saltar de uno en otro dando largas zancadas de forma distraída. Se les había hecho bastante tarde durante aquel paseo, y hasta acabó soltando algún que otro bostezo-. Cuando llegue voy a tomarme algo caliente delante de la chimenea. No es lo mismo si no acabas de cambiarte la ropa mojada y aún te pinga el pelo, pero qué le vamos a hacer -comentó en algún momento por sacar alguna conversación. A nadie le hacía mucha gracia que Noel se quedase solo atrás, pero no iban a convencerle de lo contrario. En vez de preguntar por el barrio como tenía pensado, acabó sacando temas de conversación triviales.
Sigue en el Cuchitril.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Barrio Quemado
20/06/13, 09:15 pm
No se giró para ver como se iban pero el draco supo que poco tiempo después de pedirlo se había quedado completamente solo. Caminó bajo el torrente incesante de lluvia internándose en el barrio, atravesando los ennegrecidos escombros que eran toda la evidencia que quedaba de los edificios que alguna vez hubo. Noel caminaba con lentitud mientras dejaba que los gritos que arrastraba el viento empapasen sus oídos tanto como la lluvia empapaba todo lo demás. Ya no podía calarse más, el agua resbalaba sobre su ropa completamente empapada. No prestaba atención con la mirada a nada en concreto, no había nada que ver en aquella desolación que dejaba patente el horror que alguna vez hubo. No lo necesitaba.
Se detuvo automáticamente cuando se hartó de caminar. No lo hizo por ningún motivo en especial, simplemente sus piernas decideron dejar de moverse. Permaneció unos instantes, tal vez unos segundos o quizás minutos enteros en la misma posición, con la cabeza alzada ligeramente hacia el cielo y la mirada perdida, tan sólo parpadeando de vez en cuando debido a las gotas de agua que discurrían desde su flequillo. Algo se agitó en su interior transcurrido ese tiempo, como tratando de advertirle de que tal vez debería volver. Pero él no quería. Las precipitaciones, el ambiente húmedo, los lamentos en el aire... Se sentía demasiado bien en aquel momento y lugar, como si la lluvia pudiera arrastar consigo todas sus preocupaciones.
Se sentó apoyado en un trozo de pared que había quedado lo suficiente en pie como para servirle de respaldo, en un punto donde el viento jugaba en su favor para hacerle llegar los constantes gritos de desesperación que habían pertenecido a aquellos que sufrieron un tormento tal que no se había borrado ni siquiera después de su desaparición. No le importó en aquel instante lo que había ocurrido en aquel lugar ni pensó en la horripilancia que sin duda había impregnado el barrio. Tan sólo disfrutaba de la tranquilidad, del placer enfermizo que le atraía y le impedía levantarse dejando atrás aquella comodidad.
Porque era muy cómodo. Los gritos no provenían de ninguna garganta, no había nadie sufriendo delante suya al que observar con sádica satisfacción que pudiera provocarle algún remordimiento más tarde. Era muy cómodo permanecer allí y escuchar, abandonarse a un placer que tan sólo él podía comprender y olvidarse de todas las preocupaciones que día tras día lo asaltaban. En aquel instante no importaban los dilemas morales, ni los remordimientos, tampoco la fragilidad de la confianza en sí mismo que se había obligado a imponerse.
Eran tan sencillo, tan tentador... Cerró los ojos, no supo cuando. Tampoco sabía cuánto tiempo había pasado, la noción del tiempo completamente perdida y carente de significado para él. Se sumió en un sueño en el que la lluvia estaba tan presente como en la realidad. La ciudad sumergida en un constante diluvio que no tenía fin. Cuervos negros que imitaban gritos de desesperación surcaban el cielo en bandadas. Unas figuras en la distancia más reconocibles cada vez que se acercaban lo observaban y le decían algo que no podía oír, los gritos acaparaban toda su atención. Las figuras se volvieron cada vez más reconocibles hasta que una de ellas extendió su mano hacia él, que se hallaba muy lejos, y distinguió por primera vez lo que decían.
"Vuelve".
Aquella palabra resonó en su cabeza mientras abría los ojos con dificultad. Todavía llovía, pero el sol ya se encontraba en el cielo. El draco parpadeó un par de veces y comenzó a incorporarse desde su posición. Se había quedado profundamente dormido sin ni siquiera darse cuenta y había dejado de apoyarse en la pared durante su sueño. Se encontraba tirado en el suelo al lado de esta, con el brazo que había quedado atrapado bajo su cabeza dolorido y entumecido. Algunos rastros de suciedad se le habían pegado en su ropa, su piel y sus plumas aunque no le prestó atención. Observó varias de sus plumas esparcidas a su alrededor, alguna incluso se le había clavado en los brazos y se las arrancó sin miramientos mientras se levantaba. Un tenue reguero de sangre al que no hizo caso discurría a lo largo de una de sus extremidades, tiñendo ligeramente las plumas duras del antebrazo. Observó confundido la claridad del día. No sabía cuántas horas había pasado allí, pero por la posición del sol dedujo que el mediodía no estaba demasiado lejos. La palabra volvió a acudir a su mente y recordó.
Wen. Tenía que hablar con ella y disculparse por no haber aparecido en toda la noche. Dedicó unos breves segundos más a escuchar los gritos antes de alzar el vuelo bruscamente, todo lo buscamente que su cuerpo le permitió. Voló bajo la lluvia en dirección al burdel todavía ligeramente conmocionado por el paso del tiempo que para él había sido como un hueco vacío en su existencia. Y sin embargo se sentía bien, se sentía a gusto y despejado. Y disfrutó del viento, aunque libre de gritos, que agitaba su empapado plumaje y sus ropas durante el vuelo.
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
Se detuvo automáticamente cuando se hartó de caminar. No lo hizo por ningún motivo en especial, simplemente sus piernas decideron dejar de moverse. Permaneció unos instantes, tal vez unos segundos o quizás minutos enteros en la misma posición, con la cabeza alzada ligeramente hacia el cielo y la mirada perdida, tan sólo parpadeando de vez en cuando debido a las gotas de agua que discurrían desde su flequillo. Algo se agitó en su interior transcurrido ese tiempo, como tratando de advertirle de que tal vez debería volver. Pero él no quería. Las precipitaciones, el ambiente húmedo, los lamentos en el aire... Se sentía demasiado bien en aquel momento y lugar, como si la lluvia pudiera arrastar consigo todas sus preocupaciones.
Se sentó apoyado en un trozo de pared que había quedado lo suficiente en pie como para servirle de respaldo, en un punto donde el viento jugaba en su favor para hacerle llegar los constantes gritos de desesperación que habían pertenecido a aquellos que sufrieron un tormento tal que no se había borrado ni siquiera después de su desaparición. No le importó en aquel instante lo que había ocurrido en aquel lugar ni pensó en la horripilancia que sin duda había impregnado el barrio. Tan sólo disfrutaba de la tranquilidad, del placer enfermizo que le atraía y le impedía levantarse dejando atrás aquella comodidad.
Porque era muy cómodo. Los gritos no provenían de ninguna garganta, no había nadie sufriendo delante suya al que observar con sádica satisfacción que pudiera provocarle algún remordimiento más tarde. Era muy cómodo permanecer allí y escuchar, abandonarse a un placer que tan sólo él podía comprender y olvidarse de todas las preocupaciones que día tras día lo asaltaban. En aquel instante no importaban los dilemas morales, ni los remordimientos, tampoco la fragilidad de la confianza en sí mismo que se había obligado a imponerse.
Eran tan sencillo, tan tentador... Cerró los ojos, no supo cuando. Tampoco sabía cuánto tiempo había pasado, la noción del tiempo completamente perdida y carente de significado para él. Se sumió en un sueño en el que la lluvia estaba tan presente como en la realidad. La ciudad sumergida en un constante diluvio que no tenía fin. Cuervos negros que imitaban gritos de desesperación surcaban el cielo en bandadas. Unas figuras en la distancia más reconocibles cada vez que se acercaban lo observaban y le decían algo que no podía oír, los gritos acaparaban toda su atención. Las figuras se volvieron cada vez más reconocibles hasta que una de ellas extendió su mano hacia él, que se hallaba muy lejos, y distinguió por primera vez lo que decían.
"Vuelve".
Aquella palabra resonó en su cabeza mientras abría los ojos con dificultad. Todavía llovía, pero el sol ya se encontraba en el cielo. El draco parpadeó un par de veces y comenzó a incorporarse desde su posición. Se había quedado profundamente dormido sin ni siquiera darse cuenta y había dejado de apoyarse en la pared durante su sueño. Se encontraba tirado en el suelo al lado de esta, con el brazo que había quedado atrapado bajo su cabeza dolorido y entumecido. Algunos rastros de suciedad se le habían pegado en su ropa, su piel y sus plumas aunque no le prestó atención. Observó varias de sus plumas esparcidas a su alrededor, alguna incluso se le había clavado en los brazos y se las arrancó sin miramientos mientras se levantaba. Un tenue reguero de sangre al que no hizo caso discurría a lo largo de una de sus extremidades, tiñendo ligeramente las plumas duras del antebrazo. Observó confundido la claridad del día. No sabía cuántas horas había pasado allí, pero por la posición del sol dedujo que el mediodía no estaba demasiado lejos. La palabra volvió a acudir a su mente y recordó.
Wen. Tenía que hablar con ella y disculparse por no haber aparecido en toda la noche. Dedicó unos breves segundos más a escuchar los gritos antes de alzar el vuelo bruscamente, todo lo buscamente que su cuerpo le permitió. Voló bajo la lluvia en dirección al burdel todavía ligeramente conmocionado por el paso del tiempo que para él había sido como un hueco vacío en su existencia. Y sin embargo se sentía bien, se sentía a gusto y despejado. Y disfrutó del viento, aunque libre de gritos, que agitaba su empapado plumaje y sus ropas durante el vuelo.
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Barrio Quemado
14/09/13, 02:58 pm
Todo lo que retumbaba por el Barrio quemado eran los acordes de la música, con tal potencia y poderío que ahogaba incluso cualquier intento de comunicación que estableciesen los recién llegados. Predominaba el sonido de un instrumento de viento, fuese el que fuese, mientras que los demás parecían actuar como acompañamiento. El sonido de aquel imaginario sucedáneo de la flauta era increíblemente dulce.
Los dos que estaban en los tejados oían la melodía un poco más débilmente, lo que daba a entender que fuese cual fuese la fuente del sonido, ésta se hallaba a ras de suelo.
A medida que se fueron adentrando en el barrio el volumen de la música aumentó hasta hacerse casi insoportable. Si alguien intentó hablar o incluso gritar por el camino, no se le oyó.
"Alguien le está dando demasiada caña a los altavoces", pensó Taro. Con el ceño fruncido trasteó con una ruedecilla de su mp3 hasta que ésta llegó a un mínimo, activando el modo de ruido blanco. Éste creaba un minúsculo campo insonorizador en torno a sus tímpanos, de modo que en cuanto se puso los auriculares su expresión se relajó.
Se encontraban en una intersección del barrio que conducía a tres lugares posibles: un jardín marchito, una mansión derruida y un pabellón de cristal que parecía ahogar la luz en vez de filtrarla. Taro se paró ahí y se encogió de hombros ostensiblemente ante sus compañeros como parco sustitutivo a "¿Ahora qué, por dónde queréis tirar?"
Los dos que estaban en los tejados oían la melodía un poco más débilmente, lo que daba a entender que fuese cual fuese la fuente del sonido, ésta se hallaba a ras de suelo.
-
A medida que se fueron adentrando en el barrio el volumen de la música aumentó hasta hacerse casi insoportable. Si alguien intentó hablar o incluso gritar por el camino, no se le oyó.
"Alguien le está dando demasiada caña a los altavoces", pensó Taro. Con el ceño fruncido trasteó con una ruedecilla de su mp3 hasta que ésta llegó a un mínimo, activando el modo de ruido blanco. Éste creaba un minúsculo campo insonorizador en torno a sus tímpanos, de modo que en cuanto se puso los auriculares su expresión se relajó.
Se encontraban en una intersección del barrio que conducía a tres lugares posibles: un jardín marchito, una mansión derruida y un pabellón de cristal que parecía ahogar la luz en vez de filtrarla. Taro se paró ahí y se encogió de hombros ostensiblemente ante sus compañeros como parco sustitutivo a "¿Ahora qué, por dónde queréis tirar?"
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
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