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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Luna Alta
02/08/11, 06:35 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Barrio cercano a Rocavaragálago. Es una de las zonas de Rocavarancolia donde las calles están en mejor estado, generalmente con un aspecto casi lujoso. La mayoría de casas son grandes y están bien decoradas, en no pocos casos dignas de llamarse palacios, con pocas viviendas que sigan en ruinas. Cerca del centro del barrio se encuentra el famoso Palacete.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Luna Alta
18/02/21, 02:00 pm
El silencio duró lo que tardó Alec en romperlo. Casi como una burla a sus palabras el siguiente sonido que llegó a sus oídos fue el estruendo de la cesta impactando contra su cuerpo, ruido al que Kahlo reaccionó cerrando fuertemente los ojos, abandonando sus rezos. No quería ver, y menos aún entre los gritos. Se sentía como una niña esperanzada porque sus monstruos se esfumaran después de desearlo mucho, sin embargo Setenta y siete no desaparecería.
El grito de Reina le hizo abrir los ojos pero no reaccionó en el momento, ni siquiera cuando vio que Alec estaba mucho mejor de lo que se había imaginado. Se quedó congelada unos valiosos segundos en los que el resto hacía magia mientras ella, la más capacitada, solo se ensuciaba la espalda de tanto presionarla contra la pared. Pero no quería morirse, y si lo hacía al menos que fuera rápido. Saltó hacia el resto con las ideas a mil por hora, conjurando en voz más alta de lo normal para no pensar en otra cosa. Estar en primera línea era justo lo contrario a lo que quería, pero se pegó a aquellos que estaban delante para que el campo de fuerza que irguiese cubriese a todos cuantos fuera posible. El cuerpo le temblaba y el peso de un hechizo tan bastó le drenaba las energías, pero a pesar de que casi pierde el hilo y sus palabras flaquearon al ver a Setenta y siete no se detuvo hasta que la burbuja se alzó entre ellos.
El grito de Reina le hizo abrir los ojos pero no reaccionó en el momento, ni siquiera cuando vio que Alec estaba mucho mejor de lo que se había imaginado. Se quedó congelada unos valiosos segundos en los que el resto hacía magia mientras ella, la más capacitada, solo se ensuciaba la espalda de tanto presionarla contra la pared. Pero no quería morirse, y si lo hacía al menos que fuera rápido. Saltó hacia el resto con las ideas a mil por hora, conjurando en voz más alta de lo normal para no pensar en otra cosa. Estar en primera línea era justo lo contrario a lo que quería, pero se pegó a aquellos que estaban delante para que el campo de fuerza que irguiese cubriese a todos cuantos fuera posible. El cuerpo le temblaba y el peso de un hechizo tan bastó le drenaba las energías, pero a pesar de que casi pierde el hilo y sus palabras flaquearon al ver a Setenta y siete no se detuvo hasta que la burbuja se alzó entre ellos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Luna Alta
18/02/21, 07:26 pm
Bajó la guardia, no previó el posible ataque del lagarto levitante: lanzamiento de cesta. Pero claro, nadie podría haber previsto aquello, no era solo un desperdicio de comida si no que además había tantas variables para el impacto de aquella arma improvisada que bien podría haber sido un lanzamiento imposible.
Claramente no lo fue y el impacto en medio de la espalda de Alec lo tiró al suelo golpeándose la cabeza fuertemente. Se hizo un gran brecha en la frente que de inmediato empezó a sangrar volviendo roja su visión. Se quedó sin aliento por el impacto, el martillo se le cayó de las manos aterrizando a unos metros y los brazos se le llenaron de cortes al intentar en vano levantarse por su cuenta.
Pese a todo tras el golpe que se dio en la cabeza el escocés apenas sintió el resto de cosas. Le llegaban gritos a sus oídos pero los oía tan de fondo que bien podrían haber estado a kilómetros. Vio formas borrosas entre la niebla roja que envolvía su visión y de inmediato el olor a hierro que normalmente acompañaba al joven se mezcló con el de la sangre fresca recién derramada.
Apenas tardó unos segundos en recuperarse del impacto y la caída pero parecieron siglos. Sintió una picazón en la frente y al levantar la vista consiguió enfocar a Luci frente a sí. Pronto el olor a hierro se unió al de la plata vieja que caracterizaba la magia. Aceptó la ayuda de Kolja para levantarse y no pudo evitar fijarse en que casi todos estaban allí, intentando protegerlo. La emoción embargó a Alec pero ya habría tiempo de agradecimientos una vez estuvieran todos a salvo.
-Vámonos, vámonos - apremió al resto una vez se hubo puesto en pie. En ese momento no notaba dolor, tenía la adrenalina tan disparada que tendría que estar en mucho peor estado para evitar que corriera por su vida.- Tenemos que llegar al torreón y alejarnos de ese monstruo.
Claramente no lo fue y el impacto en medio de la espalda de Alec lo tiró al suelo golpeándose la cabeza fuertemente. Se hizo un gran brecha en la frente que de inmediato empezó a sangrar volviendo roja su visión. Se quedó sin aliento por el impacto, el martillo se le cayó de las manos aterrizando a unos metros y los brazos se le llenaron de cortes al intentar en vano levantarse por su cuenta.
Pese a todo tras el golpe que se dio en la cabeza el escocés apenas sintió el resto de cosas. Le llegaban gritos a sus oídos pero los oía tan de fondo que bien podrían haber estado a kilómetros. Vio formas borrosas entre la niebla roja que envolvía su visión y de inmediato el olor a hierro que normalmente acompañaba al joven se mezcló con el de la sangre fresca recién derramada.
Apenas tardó unos segundos en recuperarse del impacto y la caída pero parecieron siglos. Sintió una picazón en la frente y al levantar la vista consiguió enfocar a Luci frente a sí. Pronto el olor a hierro se unió al de la plata vieja que caracterizaba la magia. Aceptó la ayuda de Kolja para levantarse y no pudo evitar fijarse en que casi todos estaban allí, intentando protegerlo. La emoción embargó a Alec pero ya habría tiempo de agradecimientos una vez estuvieran todos a salvo.
-Vámonos, vámonos - apremió al resto una vez se hubo puesto en pie. En ese momento no notaba dolor, tenía la adrenalina tan disparada que tendría que estar en mucho peor estado para evitar que corriera por su vida.- Tenemos que llegar al torreón y alejarnos de ese monstruo.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Luna Alta
18/02/21, 09:08 pm
El terror que su mera visión provocaba entre los otros cosechados era, para Setenta y siete, como probar la más deliciosa ambrosía. No obstante, no se detiene en paladear el momento. El lagarto sigue hacia el grupo cada vez más numeroso que cubre a Alec.
Los hechizos no logran quitarle la lanza, pero lo distraen lo suficiente para que el hechizo de impacto de Chromsa lo desestabilice. Setenta y siete cae y, aunque logra mantener la vertical, le cuesta. El asesino se da cuenta del hechizo que lanza Kahlo y le mira con rabia, pero antes de que pueda hacer algo alguien le distrae.
Qirra ha seguido a Kradko y mira con miedo e ira a Setenta y Siete. La parqia apenas piensa cuando empieza a tirarle cosas, ajena al hechizo que justo en ese momento termina Kahlo.
—¡Eh, tú, sesos de oveja!
El kievek escucha el grito y esquiva el golpe. Al fijarse en la clinger y la parqia sonríe con voracidad. Y todos los cosechados, hasta el último de ellos, siente la fría premonición de lo que está a punto de suceder.
Setenta y siete se agacha y coge un pedrusco del suelo. Parece que lo hace a cámara lenta, pero en realidad es endiabladamente rápido. Luego lo lanza hacia la parqia con tanta potencia como precisión.
El sonido de la cabeza de Qirra al estallar resuena en todo el lugar.
Y, justo en ese momento, la lanza de Lethe se cierne sobre él. El kievek apenas la esquiva: una herida aparece en su flanco, pero su mano agarra con firmeza la lanza y se la adueña.
Los hechizos no logran quitarle la lanza, pero lo distraen lo suficiente para que el hechizo de impacto de Chromsa lo desestabilice. Setenta y siete cae y, aunque logra mantener la vertical, le cuesta. El asesino se da cuenta del hechizo que lanza Kahlo y le mira con rabia, pero antes de que pueda hacer algo alguien le distrae.
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Qirra ha seguido a Kradko y mira con miedo e ira a Setenta y Siete. La parqia apenas piensa cuando empieza a tirarle cosas, ajena al hechizo que justo en ese momento termina Kahlo.
—¡Eh, tú, sesos de oveja!
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El kievek escucha el grito y esquiva el golpe. Al fijarse en la clinger y la parqia sonríe con voracidad. Y todos los cosechados, hasta el último de ellos, siente la fría premonición de lo que está a punto de suceder.
Setenta y siete se agacha y coge un pedrusco del suelo. Parece que lo hace a cámara lenta, pero en realidad es endiabladamente rápido. Luego lo lanza hacia la parqia con tanta potencia como precisión.
El sonido de la cabeza de Qirra al estallar resuena en todo el lugar.
Y, justo en ese momento, la lanza de Lethe se cierne sobre él. El kievek apenas la esquiva: una herida aparece en su flanco, pero su mano agarra con firmeza la lanza y se la adueña.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Luna Alta
18/02/21, 11:28 pm
Adam, con la mirada enfocadísima en Setenta y siete, se percató de que la mayoría lo acompañaron a socorrer a Alec. Sin darse la vuelta escucho que estaba Luci, curando a Alec, y su maestro quien le estuvo indicando lo que iba a hacer, además de unas instrucciones que no él ayudaron a calmar sus nervios.
Asintiendo se dispuso a guardar la espada en su funda pero del miedo acumulado no atinaba a encajar la espada ahí dentro, siendo al tercer intento cuando la tiró al suelo atacado de los nervios haciendo un ruido metálico. Como si esperara el choque de un toro, Adam sujetó el escudo con sus dos manos apretando los dientes y no atreviéndose a mirar al frente por el pánico solo escuchando a otros lanzar hechizos. Alec parecía haberse recuperado y justo cuando estuvo por mirarlo la pequeña Qirra gritó.
El ruso alzó el cuello para ver a Quirra junto con Kradko en el lateral de un edificio, a través de un campo de fuerza cuyo origen procesó que era Kahlo. ¿Qué hacían ahí? Sorprendido, reunió valor para mirar a Setenta y siete. Tuvo el peor de sus presentimientos cuando fue testigo de esa maldita sonrisa, el maldito lo estaba disfrutando. Con el corazón a mil y los sudores fríos observó que el kievek se agacho. Agarró una piedra.
Pasó tan rápido que tuvo que pasar un segundo para que Adam procesara esa terrible imagen y un horrible, un sonido pesadillesco que esperaba que jamás oiría en su vida hasta ese momento.
Adam palideció. El hecho de que esa pequeña criatura muriese de esa forma tan brutal le recordó la muerte. Parecía una tontería pero el ruso de verdad que se olvidó de todos los peligros de Rocavarancolia, llegando todo eso de golpe. Después llegó la culpa. Si hubiese sido medianamente consciente de esa muerte venidera en forma de lagarto monstruoso nunca ofrecería ir al palacete.
Otro más murió por su culpa.
La lanza de Lethe hirió al asesino, pero Adam tardó un par de segundos en darse cuenta. No tuvo tiempo para pensar nada ni de arrepentirse de nada. Debían correr por sus vidas.
—¡¡CORRED!! ¡¡CORRED!! —su desesperado grito no solo desgarró su garganta, también era desgarrador por sí solo. Con el escudo agarrado y mientras gritaba imploraba a todos por huir, girando su cuerpo en mitad de su carrera más desesperada. No se fijó en nadie, ni siquiera en su recién descubierto amor, solo se centró en sí mismo por salvarse y el pánico de verdad fue auténtico. No iba a mirar atrás, sentía que si lo hacía vería de cerca su probable muerte.
Asintiendo se dispuso a guardar la espada en su funda pero del miedo acumulado no atinaba a encajar la espada ahí dentro, siendo al tercer intento cuando la tiró al suelo atacado de los nervios haciendo un ruido metálico. Como si esperara el choque de un toro, Adam sujetó el escudo con sus dos manos apretando los dientes y no atreviéndose a mirar al frente por el pánico solo escuchando a otros lanzar hechizos. Alec parecía haberse recuperado y justo cuando estuvo por mirarlo la pequeña Qirra gritó.
El ruso alzó el cuello para ver a Quirra junto con Kradko en el lateral de un edificio, a través de un campo de fuerza cuyo origen procesó que era Kahlo. ¿Qué hacían ahí? Sorprendido, reunió valor para mirar a Setenta y siete. Tuvo el peor de sus presentimientos cuando fue testigo de esa maldita sonrisa, el maldito lo estaba disfrutando. Con el corazón a mil y los sudores fríos observó que el kievek se agacho. Agarró una piedra.
Pasó tan rápido que tuvo que pasar un segundo para que Adam procesara esa terrible imagen y un horrible, un sonido pesadillesco que esperaba que jamás oiría en su vida hasta ese momento.
Adam palideció. El hecho de que esa pequeña criatura muriese de esa forma tan brutal le recordó la muerte. Parecía una tontería pero el ruso de verdad que se olvidó de todos los peligros de Rocavarancolia, llegando todo eso de golpe. Después llegó la culpa. Si hubiese sido medianamente consciente de esa muerte venidera en forma de lagarto monstruoso nunca ofrecería ir al palacete.
Otro más murió por su culpa.
La lanza de Lethe hirió al asesino, pero Adam tardó un par de segundos en darse cuenta. No tuvo tiempo para pensar nada ni de arrepentirse de nada. Debían correr por sus vidas.
—¡¡CORRED!! ¡¡CORRED!! —su desesperado grito no solo desgarró su garganta, también era desgarrador por sí solo. Con el escudo agarrado y mientras gritaba imploraba a todos por huir, girando su cuerpo en mitad de su carrera más desesperada. No se fijó en nadie, ni siquiera en su recién descubierto amor, solo se centró en sí mismo por salvarse y el pánico de verdad fue auténtico. No iba a mirar atrás, sentía que si lo hacía vería de cerca su probable muerte.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Luna Alta
19/02/21, 02:39 pm
Reina
Un grito precede al otro y la gente monta el pánico. Los que pueden usar magia lo hacen, los que no, intentan hacerse útiles. Recogiendo a los heridos y comenzando a correr, la nipona fue testigo de cómo aquel monstruo se agachó a una velocidad supra-natural y recogió una piedra que entonces lanzó hacia los niños. Instintivamente, Reina se recogió a cubierto, su mente disparada de adrenalina, procesó lo que estaba pasando con soberana rapidez. El sonido de sesos y hueso rotos en aquella pequeña criatura apenas dio sonido familiar, pero verla colapsar, sangre y la rotundez de aquello, no cabía duda en su mente: Estaba muerta.
Peligro y la sangre al arder, la retirada dada y los niños replegándose presas del pánico, el lloro, el dolor y la adrenalina. En mitad de la tormenta la nipona apretó la mandíbula disparó una vez más con el aín del plexo solar, estirada, batiendose en la retirada, aquel disparo seria más salvaje y menos compuesto. Un tiro en movimiento, no recogido dentro dentro del Dō.
Un grito precede al otro y la gente monta el pánico. Los que pueden usar magia lo hacen, los que no, intentan hacerse útiles. Recogiendo a los heridos y comenzando a correr, la nipona fue testigo de cómo aquel monstruo se agachó a una velocidad supra-natural y recogió una piedra que entonces lanzó hacia los niños. Instintivamente, Reina se recogió a cubierto, su mente disparada de adrenalina, procesó lo que estaba pasando con soberana rapidez. El sonido de sesos y hueso rotos en aquella pequeña criatura apenas dio sonido familiar, pero verla colapsar, sangre y la rotundez de aquello, no cabía duda en su mente: Estaba muerta.
Peligro y la sangre al arder, la retirada dada y los niños replegándose presas del pánico, el lloro, el dolor y la adrenalina. En mitad de la tormenta la nipona apretó la mandíbula disparó una vez más con el aín del plexo solar, estirada, batiendose en la retirada, aquel disparo seria más salvaje y menos compuesto. Un tiro en movimiento, no recogido dentro dentro del Dō.
- InvitadoInvitado
Re: Luna Alta
21/02/21, 05:35 pm
Luci estaba tan concentrado en su tarea que apenas era consciente de sus alrededores. El resto del grupo se había movilizado para cubrirles y eso le daba cierta seguridad. Podía dedicarse a curar a Alec y luego a correr, simple y sencillo. << Estaremos en el torreón en nada de tiempo lejos del lagarto asesino>> pensaba para consolarse.
El sonido de la piedra impactando en la cabeza de Qirra resonó en su propio cráneo. Dejó el hechizo para mirar en su dirección y pudo ver el pequeño cuerpo caer como a cámara lenta. No hubo grito. No hubo más expresión en su rostro que el más absoluto desconcierto. ¿Qué acababa de pasar? ¿Qué estaba ocurriendo? No podía ser, era imposible. Qirra no podía estar muerta.
El grupo se dispersó en desbandada, pero Luci no podía moverse del sitio. Estaba clavado en la misma posición en el suelo, sin color, mirando al lugar del cielo en donde minutos antes había estado planeando Qirra, con los ojos secos de llanto y las palabras atascadas en la garganta. Y si nadie lo movía se quedaría allí, ajeno a la llegada del monstruo.
El sonido de la piedra impactando en la cabeza de Qirra resonó en su propio cráneo. Dejó el hechizo para mirar en su dirección y pudo ver el pequeño cuerpo caer como a cámara lenta. No hubo grito. No hubo más expresión en su rostro que el más absoluto desconcierto. ¿Qué acababa de pasar? ¿Qué estaba ocurriendo? No podía ser, era imposible. Qirra no podía estar muerta.
El grupo se dispersó en desbandada, pero Luci no podía moverse del sitio. Estaba clavado en la misma posición en el suelo, sin color, mirando al lugar del cielo en donde minutos antes había estado planeando Qirra, con los ojos secos de llanto y las palabras atascadas en la garganta. Y si nadie lo movía se quedaría allí, ajeno a la llegada del monstruo.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Luna Alta
21/02/21, 09:00 pm
Amira no podía evitar sentirse inútil mientras sus compañeros lanzaban todo tipo de magia, por lo que simplemente se limitó a coger la espada que Adam había tirado y a ponerse en posición defensiva, tratando al menos de parecer que estaba haciendo algo útil. Ella llevaba su propia espada, pero si salía corriendo tendría que tirarla y perder un arma era mejor que perder dos. Estaba concentrada en mantener una respiración acompasada cuando oyó una voz conocida de una procedencia de la que no se esperaba.
Y luego ocurrió todo, como a cámara lenta, como si el mundo se burlase de ella porque no podía hacer nada para evitarlo. Setenta y siete cogiendo la piedra, la sonrisa. «No. No, no… ¡NO!», chilló en su cabeza, sin ser capaz de verbalizarlo mientras veía la cabeza de Qirra estallar con aquel desagradable sonido. Cuando había soñado con el lagarto, había pensado que valdría con encerrarlo, que todo el mundo merecía la oportunidad de la reinserción. Pero después de saber que había intentado esclavizar a los macialeros, de que había matado a uno de ellos y de haber visto como mataba a una niña delante de sus ojos Amira solo quería verle muerto. Era la única justicia que merecía.
—¡MALDITO BASTARDO HIJO DE UNA HIENA! —le chilló, con la sangre ardiéndole en las venas y aferrándose a la espada como si fuera lo único tangible que había en el mundo—¡Kradko....! —llamó a gritos, buscándola con la mirada sin llegar a encontrarla. No estaba dentro de la barrera, y aquello la ponía en lo peor. Los gritos de Adam pidiéndoles correr resonaban en sus oídos, pero no podía seguirle. No sin saber dónde estaba Kradko, no sin asegurarse de que no estuviera en peligro.
Y luego ocurrió todo, como a cámara lenta, como si el mundo se burlase de ella porque no podía hacer nada para evitarlo. Setenta y siete cogiendo la piedra, la sonrisa. «No. No, no… ¡NO!», chilló en su cabeza, sin ser capaz de verbalizarlo mientras veía la cabeza de Qirra estallar con aquel desagradable sonido. Cuando había soñado con el lagarto, había pensado que valdría con encerrarlo, que todo el mundo merecía la oportunidad de la reinserción. Pero después de saber que había intentado esclavizar a los macialeros, de que había matado a uno de ellos y de haber visto como mataba a una niña delante de sus ojos Amira solo quería verle muerto. Era la única justicia que merecía.
—¡MALDITO BASTARDO HIJO DE UNA HIENA! —le chilló, con la sangre ardiéndole en las venas y aferrándose a la espada como si fuera lo único tangible que había en el mundo—¡Kradko....! —llamó a gritos, buscándola con la mirada sin llegar a encontrarla. No estaba dentro de la barrera, y aquello la ponía en lo peor. Los gritos de Adam pidiéndoles correr resonaban en sus oídos, pero no podía seguirle. No sin saber dónde estaba Kradko, no sin asegurarse de que no estuviera en peligro.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
Re: Luna Alta
21/02/21, 09:47 pm
No tenía que funcionar, solo era para que ganaran tiempo y poder marcharse. Alyssa no pedía mucho con su hechizo, con su plan. Sabía que no era buena en lo que estaba intentando pero ni siquiera logró alcanzar las más bajas de sus expectativas.
Cuando el sonido del impacto llegó a sus oídos, la griega no quiso asumir lo peor de primeras como antes. Lo había hecho con Alec antes y estaba bien. Quirra también podía estar bien ¿verdad? Todavía podía sacarla Kradko de ahí, pero…
No era lo mismo, la parquia no se movía, y no volvería a hacerlo.
Por un instante piensa en kradko, sola y en más peligro que el resto, pero sus ojos acaban posándose en Setenta y siete, ahora con dos lanzas en vez de una. Era como si la ciudad se estuviera riendo de ella. ¿No tenías un maravilloso plan de distracción con una lanza? pues ahora tiene dos. ¿Sigues confiando en tus posibilidades, niña estúpida?
La sangre que empezaba a salir del reptil, junto con la sonrisa de su cara, solo sirven para acrecentar el terror que en esos momentos sobreescribe cualquier emoción de tristeza o sorpresa por lo que acababa de pasar, dejándola solo con miedo, pánico…
Iban a matarla. Tenía que salir de allí o iba a morir.
Echó a correr, aparentemente con el resto del grupo, pero nada más lejos de la realidad. Corría para salvarse a sí misma, en aquel momento nada ni nadie estaba en su cabeza y habría seguido sola hasta el torreón si el resto no estuviera casualmente haciendo lo mismo.
Más adelante, cuando el pánico inicial ya hubiera pasado, sería consciente de que había abandonado a la clinger a su suerte, a sabiendas de que podría morir. Sería el primer arrepentimiento de los muchos que estaban todavía por venir.
Sigue en el Barrio Derruido.
Cuando el sonido del impacto llegó a sus oídos, la griega no quiso asumir lo peor de primeras como antes. Lo había hecho con Alec antes y estaba bien. Quirra también podía estar bien ¿verdad? Todavía podía sacarla Kradko de ahí, pero…
No era lo mismo, la parquia no se movía, y no volvería a hacerlo.
Por un instante piensa en kradko, sola y en más peligro que el resto, pero sus ojos acaban posándose en Setenta y siete, ahora con dos lanzas en vez de una. Era como si la ciudad se estuviera riendo de ella. ¿No tenías un maravilloso plan de distracción con una lanza? pues ahora tiene dos. ¿Sigues confiando en tus posibilidades, niña estúpida?
La sangre que empezaba a salir del reptil, junto con la sonrisa de su cara, solo sirven para acrecentar el terror que en esos momentos sobreescribe cualquier emoción de tristeza o sorpresa por lo que acababa de pasar, dejándola solo con miedo, pánico…
Iban a matarla. Tenía que salir de allí o iba a morir.
Echó a correr, aparentemente con el resto del grupo, pero nada más lejos de la realidad. Corría para salvarse a sí misma, en aquel momento nada ni nadie estaba en su cabeza y habría seguido sola hasta el torreón si el resto no estuviera casualmente haciendo lo mismo.
Más adelante, cuando el pánico inicial ya hubiera pasado, sería consciente de que había abandonado a la clinger a su suerte, a sabiendas de que podría morir. Sería el primer arrepentimiento de los muchos que estaban todavía por venir.
Sigue en el Barrio Derruido.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Luna Alta
22/02/21, 07:12 pm
Para suerte de todos (al menos en ese momento), los hechizos de todos molestaron a Setenta y Siete lo suficiente para que el hechizo del ochrorio le impactara de lleno. No lo derribó todo lo que le hubiera gustado, pero al menos fue lo suficiente para que Kahlo terminara de protegerlos con la barrera. Lo habían conseguido, había salido bien. Ahora ya solo quedaba correr hacia el torreón y tenían ventaja.
En otro mundo tal vez hubiera terminado bien, pero estaban en la cruda Rocavarancolia. La voz de Qirra le llamó la atención y miró en su dirección. La pequeña lagarta se había escabullido sin que nadie se diera cuenta y estaba haciendo una temeridad. Un sudor frío y muchos nervios recorrieron el cuerpo de Chromsa, más aun cuando miro al resto del grupo y notó que no solo ella había desaparecido sino también Kradko. La visión de Chromsa, depende de cómo se mire, fue una bendición o una maldición para lo que estaba a punto de suceder. Buscó con la mirada rápidamente a la clinger y quiso ubicarla al lado de Qirra. Por el rabillo del ojo pudo observar a Setenta y Siete coger algo del suelo y tirarlo en dirección a las dos.
Y entonces sonó algo. Algo que podría aparecer en una pesadilla y que nunca había escuchado nunca (ni quería volver a hacerlo). Aparte de eso no vio nada extraño aparte de que la mancha que consideraba que era la pequeña lagarta estaba en el suelo. Se hizo el silencio absoluto durante unos segundos y luego hubo gritos: Adam pidiendo la retirada y Amira insultándo al monstruo. -¿Qué... Qué acaba de pasar?- dijo un par de veces tan bajo que nadie podría haberlo oído. Estaba temblando, estaba sudando mucho y se encontraba muy confuso. Al menos eso quería pensar él, que no sabía que había ocurrido y que a pesar de la vista borrosa no entendía lo que había pasado con Qirra. Simplemente estaría herida, sí. Debía ser eso...
Empezó a correr siguiendo a Adam y, con lágrimas a punto de salir de los ojos, preguntó: -¿¡Qué le ha pasado a Qirra!? ¡Decidme que está bien y que viene corriendo con Kradko, por favor! ¡Por favor!-
En otro mundo tal vez hubiera terminado bien, pero estaban en la cruda Rocavarancolia. La voz de Qirra le llamó la atención y miró en su dirección. La pequeña lagarta se había escabullido sin que nadie se diera cuenta y estaba haciendo una temeridad. Un sudor frío y muchos nervios recorrieron el cuerpo de Chromsa, más aun cuando miro al resto del grupo y notó que no solo ella había desaparecido sino también Kradko. La visión de Chromsa, depende de cómo se mire, fue una bendición o una maldición para lo que estaba a punto de suceder. Buscó con la mirada rápidamente a la clinger y quiso ubicarla al lado de Qirra. Por el rabillo del ojo pudo observar a Setenta y Siete coger algo del suelo y tirarlo en dirección a las dos.
Y entonces sonó algo. Algo que podría aparecer en una pesadilla y que nunca había escuchado nunca (ni quería volver a hacerlo). Aparte de eso no vio nada extraño aparte de que la mancha que consideraba que era la pequeña lagarta estaba en el suelo. Se hizo el silencio absoluto durante unos segundos y luego hubo gritos: Adam pidiendo la retirada y Amira insultándo al monstruo. -¿Qué... Qué acaba de pasar?- dijo un par de veces tan bajo que nadie podría haberlo oído. Estaba temblando, estaba sudando mucho y se encontraba muy confuso. Al menos eso quería pensar él, que no sabía que había ocurrido y que a pesar de la vista borrosa no entendía lo que había pasado con Qirra. Simplemente estaría herida, sí. Debía ser eso...
Empezó a correr siguiendo a Adam y, con lágrimas a punto de salir de los ojos, preguntó: -¿¡Qué le ha pasado a Qirra!? ¡Decidme que está bien y que viene corriendo con Kradko, por favor! ¡Por favor!-
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia. Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Luna Alta
23/02/21, 02:12 pm
En cuanto Luci termina la curación ayuda a Alec a levantarse, no sin al mismo tiempo poner cara de "¿que coños estás haciendo?" cuando ve a Adam tirar su espada al suelo. Pero no tiene mucho tiempo para concentrarse en ello, al escuchar entonces a Qirra insultando a 77 desde su flanco. Lo que pasó a continuación nunca podrá olvidarlo, ver a 77 descender, coger esa piedra y lanzarla contra la dragoncilla, con aquella aura de satisfacción cuando la piedra choca contra el cráneo de la dragona, el sonido del hueso al romperse, el cuerpo inerte de la curiosa dragoncilla tirado en el suelo, la lanza de Lethe causándole una herida al jodido camaleón antropomórfico asesino, asesino de su amiga, de su compañera con la que tanto había trabajado asaltando las bañeras. Todo pasó tan rápido, pero al mismo tiempo tan lento...
En aquel momento algo dentro de Kolja se rompió . Realmente nunca había peleado para dañar a otro, para el siempre había sido un deporte, un pasatiempo entretenido, una manera de demostrar su valía. Pero en aquel momento quiso sangre, quiso ver al maldito lagarto tirado en el suelo ahogándose en su propio jugo vital, con su flecha sobresaliendo de su cuello, y simplemente mirar, acercarse y mirarlo desde arriba, que la última cosa que viese fuese la cara de aquel que le había matado, el que le estaba dejando sufrir en vez de darle una muerte rápida. Lo deseaba con todas sus fuerzas.
Se soltó de Alec, sin decir ni una sola palabra todavía, consciente de que Alyssa había salido corriendo, de que su alumno seguramente no tardaría en seguirla, de que Luci se había quedado paralizado, de los gritos de Chromsa preguntando que le había pasado a la dragona, de los de Amira diciéndole a Kradko que saliese de allí. Era consciente de todo ello, pero no le importaba, en aquel momento solo había una cosa importante, matar al puto lagarto que había asesinado a su amiga, que les había atacado sin ningún motivo en absoluto.
Con movimientos autómatas, ensayados durante meses, años, agarró su arco y sacó una flecha del carcaj. La colocó en la cuerda, tensó, apuntó al pecho del monstruo y la dejó volar, otra vez lo mismo, y una vez más, con la técnica de todas aquellas mañanas y tardes de entrenamiento soltó las tres flechas en tres respiros, en seis latidos de su corazón, que ya no latía contra su pecho, sino que había recuperado un ritmo normal. Era como si estuviese cazando un ciervo en una de las acampadas con su padre y sus hermanos, sin sentimientos, sin remordimientos, solo había que matarlo, solo era un animal agresivo que había que sacrificar.
Tras los tres disparos bajó su arco, respiró dos veces, sacó otra flecha del carcaj y la colocó en la cuerda, sin tensarlo, esperando a ver que hacía aquella cosa, eso, a ver donde habían acertado sus flechas, a ver si salía huyendo y le ofrecía un blanco perfecto en su espalda.
En aquel momento algo dentro de Kolja se rompió . Realmente nunca había peleado para dañar a otro, para el siempre había sido un deporte, un pasatiempo entretenido, una manera de demostrar su valía. Pero en aquel momento quiso sangre, quiso ver al maldito lagarto tirado en el suelo ahogándose en su propio jugo vital, con su flecha sobresaliendo de su cuello, y simplemente mirar, acercarse y mirarlo desde arriba, que la última cosa que viese fuese la cara de aquel que le había matado, el que le estaba dejando sufrir en vez de darle una muerte rápida. Lo deseaba con todas sus fuerzas.
Se soltó de Alec, sin decir ni una sola palabra todavía, consciente de que Alyssa había salido corriendo, de que su alumno seguramente no tardaría en seguirla, de que Luci se había quedado paralizado, de los gritos de Chromsa preguntando que le había pasado a la dragona, de los de Amira diciéndole a Kradko que saliese de allí. Era consciente de todo ello, pero no le importaba, en aquel momento solo había una cosa importante, matar al puto lagarto que había asesinado a su amiga, que les había atacado sin ningún motivo en absoluto.
Con movimientos autómatas, ensayados durante meses, años, agarró su arco y sacó una flecha del carcaj. La colocó en la cuerda, tensó, apuntó al pecho del monstruo y la dejó volar, otra vez lo mismo, y una vez más, con la técnica de todas aquellas mañanas y tardes de entrenamiento soltó las tres flechas en tres respiros, en seis latidos de su corazón, que ya no latía contra su pecho, sino que había recuperado un ritmo normal. Era como si estuviese cazando un ciervo en una de las acampadas con su padre y sus hermanos, sin sentimientos, sin remordimientos, solo había que matarlo, solo era un animal agresivo que había que sacrificar.
Tras los tres disparos bajó su arco, respiró dos veces, sacó otra flecha del carcaj y la colocó en la cuerda, sin tensarlo, esperando a ver que hacía aquella cosa, eso, a ver donde habían acertado sus flechas, a ver si salía huyendo y le ofrecía un blanco perfecto en su espalda.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Luna Alta
24/02/21, 11:20 pm
El proyectil le hizo estallar la cabeza en un suspiro. No hubo cámara lenta sobre el proyectil, no hubo un gesto por impedir la desgracia y que fracasara por unos centímetros. En un instante había pasado de intentar maldecir a Qirra, a la que ni oyó acercarse, a ver saltar sangre, escamas y pedazos de materia variopinta. Algunos hasta le alcanzaron cuando cayó al suelo. Aunque ya se estaba arrepintiendo de ello, no podía apartar la vista del cadáver reventado que se deslizaba lentamente por el tejado. Como si le estuvieran pasando una brocha, en el tejado se iba dibujando una pincelada de sangre.
Oía los gritos de sus compañeros, algunos incluso dirigidos a ella, pero su cerebro no podía procesarlos. En algún momento el cadáver empezó a rodar. Justo antes de precipitarse por el callejón, aquello que en algún momento fue Qirra rozó su mano. Como si quisiera decirle adiós. En ese momento se percató de que su situación estaba comprometida, de que estaba en peligro. Y de que su amiga había muerto. Agachó la cabeza antes de que el asesino tuviera la idea de ir a por ella y en un mismo movimiento saltó al edificio de enfrente y se metió por una ventana. No tenía dirección ni plan algunos. Solo terror. Corrió hacia la ventana opuesta y se dispuso a saltar al tejado del edificio de enfrente. Y así seguiría. Solo quería salir de allí. Tenía que salir de ahí.
Sigue en Barrio Derruido.
Oía los gritos de sus compañeros, algunos incluso dirigidos a ella, pero su cerebro no podía procesarlos. En algún momento el cadáver empezó a rodar. Justo antes de precipitarse por el callejón, aquello que en algún momento fue Qirra rozó su mano. Como si quisiera decirle adiós. En ese momento se percató de que su situación estaba comprometida, de que estaba en peligro. Y de que su amiga había muerto. Agachó la cabeza antes de que el asesino tuviera la idea de ir a por ella y en un mismo movimiento saltó al edificio de enfrente y se metió por una ventana. No tenía dirección ni plan algunos. Solo terror. Corrió hacia la ventana opuesta y se dispuso a saltar al tejado del edificio de enfrente. Y así seguiría. Solo quería salir de allí. Tenía que salir de ahí.
Sigue en Barrio Derruido.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Luna Alta
25/02/21, 11:40 am
Todo sucedía muy rápido a su alrededor y estaba siendo solo marginalmente consciente de lo que hacían sus compañeros. Esto era así porque por suerte nadie estaba tomando decisiones estúpidas o temerarias y ella podía centrarse en intentar acercar lo más rápido posible su arma a Setenta y siete. No tenía ni idea de cuánto se equivocaba y con qué brutalidad iba a ser contradicha en el instante en el que tenía al reptil al alcance de su lanza.
—¡Qirra, NO!
Demasiado tarde. Demasiado tarde para darse cuenta de que no estaban todos amparados bajo el escudo de Kahlo. Demasiado tarde para salir de él y sacar a la parqia del peligro. Demasiado tarde para que nadie actuase, porque el lagarto psicópata no iba a perder ni un solo instante. Y demasiado tarde para conseguir nada con su fútil intento.
Ni siquiera se dio cuenta de que había logrado herir al reptil, ni realmente le hubiese importado demasiado. Tampoco se dio cuenta del momento exacto en el que perdió el control del hechizo, tal vez fuese justo al mismo tiempo que supo lo que iba a suceder.
El impacto resonó en la calle en lo que pareció un instante eterno. Lethe, paralizada, se esforzaba por asimilar lo que estaba escuchando. No le era algo totalmente ajeno, aunque nunca lo había tenido que escuchar tan de cerca… Ni le había revuelto todas sus entrañas como lo estaba haciendo en ese instante. Era el sonido de la muerte.
Los gritos de sus amigos empezaron a dejar de ser ruido de fondo y finalmente la hicieron reaccionar. Un pensamiento la había asaltado y miró frenéticamente a su alrededor: Kradko no estaba allí.
—¡Por todos los…! ¡Kradko! ¿Dónde estás?
Llamando a la clinger a gritos, con clara desesperación en su tono, la enderth abandonó la seguridad del escudo. Ya había fallado en proteger a una de las pequeñas y eso la estaba mortificando, pero el peso de la culpa iba a tener que esperar antes de inmovilizarla. Solo tenía en mente una única cosa en ese momento: no podía dejar que Kradko corriese la misma suerte.
—¡Qirra, NO!
Demasiado tarde. Demasiado tarde para darse cuenta de que no estaban todos amparados bajo el escudo de Kahlo. Demasiado tarde para salir de él y sacar a la parqia del peligro. Demasiado tarde para que nadie actuase, porque el lagarto psicópata no iba a perder ni un solo instante. Y demasiado tarde para conseguir nada con su fútil intento.
Ni siquiera se dio cuenta de que había logrado herir al reptil, ni realmente le hubiese importado demasiado. Tampoco se dio cuenta del momento exacto en el que perdió el control del hechizo, tal vez fuese justo al mismo tiempo que supo lo que iba a suceder.
El impacto resonó en la calle en lo que pareció un instante eterno. Lethe, paralizada, se esforzaba por asimilar lo que estaba escuchando. No le era algo totalmente ajeno, aunque nunca lo había tenido que escuchar tan de cerca… Ni le había revuelto todas sus entrañas como lo estaba haciendo en ese instante. Era el sonido de la muerte.
Los gritos de sus amigos empezaron a dejar de ser ruido de fondo y finalmente la hicieron reaccionar. Un pensamiento la había asaltado y miró frenéticamente a su alrededor: Kradko no estaba allí.
—¡Por todos los…! ¡Kradko! ¿Dónde estás?
Llamando a la clinger a gritos, con clara desesperación en su tono, la enderth abandonó la seguridad del escudo. Ya había fallado en proteger a una de las pequeñas y eso la estaba mortificando, pero el peso de la culpa iba a tener que esperar antes de inmovilizarla. Solo tenía en mente una única cosa en ese momento: no podía dejar que Kradko corriese la misma suerte.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Luna Alta
25/02/21, 12:12 pm
Durante unos minúsculos instantes en el rostro de Kahlo se vislumbra una pizca de esperanza y orgullo, sensaciones que se pierden al ser intimidada por el odio del lagarto. Aseguró su posición dando un paso atrás, dispuesta a conjurar algo ofensivo por encima de sus miedos cuando Qirra atrajo toda la atención. No sabía en qué momento se había separado, no había tenido tiempo de fijarse, pero quiso gritarle que se apartase. Sin embargo la tensión de lo inevitable le provocó la mutis.
Todo pasó sin remedio. El grotesco ruido la hizo palidecer tanto como la visión, la cual le hizo apartar el rostro bajo ambas manos con un quejido lastimoso. La piedra había caído con la fuerza de un meteorito sobre la pequeña reptil, y aunque la granta mirase a otro lado la imagen ya estaba grabada a fuego en sus retinas. Los gritos solo provocaron que temblase de forma más violenta, pues reafirmaban que todo lo sucedido era real. Quienes pudieron echaron a correr inmediatamente, pero ella se quedó en el sitio con náuseas, un nudo en la garganta y la inminente sensación de ir a desmayarse. Si seguía aferrándose a su estoque era por no ofrecerle más armas a aquel monstruo. No importaba la magia si él también podía hacerla, y seguramente mejor que ella. Con el cuerpo al límite y gracias al sonido de las flechas Kahlo consiguió dar media vuelta. Los primeros pasos le costaron un mundo, pero tras ellos la adrenalina hizo todo lo demás ayudándola a huir, tirando de Luci en el proceso en acto reflejo. Sus zancadas eran torpes y menos rápidas de lo que hubiera deseado, pero se movía.
Lo peor de todo es que algo en sus entrañas le susurraba que, puestos a perder a alguien, solo se trataba de Qirra, que la pérdida no era tan grave. Y con los ojos cargados de lágrimas que no eran de pena o rabia, corrió por su vida. El horror y la ira que le había dedicado Setenta y siete era lo que la ayudaba a no mirar atrás.
Todo pasó sin remedio. El grotesco ruido la hizo palidecer tanto como la visión, la cual le hizo apartar el rostro bajo ambas manos con un quejido lastimoso. La piedra había caído con la fuerza de un meteorito sobre la pequeña reptil, y aunque la granta mirase a otro lado la imagen ya estaba grabada a fuego en sus retinas. Los gritos solo provocaron que temblase de forma más violenta, pues reafirmaban que todo lo sucedido era real. Quienes pudieron echaron a correr inmediatamente, pero ella se quedó en el sitio con náuseas, un nudo en la garganta y la inminente sensación de ir a desmayarse. Si seguía aferrándose a su estoque era por no ofrecerle más armas a aquel monstruo. No importaba la magia si él también podía hacerla, y seguramente mejor que ella. Con el cuerpo al límite y gracias al sonido de las flechas Kahlo consiguió dar media vuelta. Los primeros pasos le costaron un mundo, pero tras ellos la adrenalina hizo todo lo demás ayudándola a huir, tirando de Luci en el proceso en acto reflejo. Sus zancadas eran torpes y menos rápidas de lo que hubiera deseado, pero se movía.
Lo peor de todo es que algo en sus entrañas le susurraba que, puestos a perder a alguien, solo se trataba de Qirra, que la pérdida no era tan grave. Y con los ojos cargados de lágrimas que no eran de pena o rabia, corrió por su vida. El horror y la ira que le había dedicado Setenta y siete era lo que la ayudaba a no mirar atrás.
- ♪♫♬:
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Luna Alta
27/02/21, 12:25 am
A Alec no le dio tiempo a hacer mucho antes de oír un sonido que se grabaría por siempre en su cabeza. La muerte no le era ajena, en la granja había tenido que sacrificar animales para poder comer, era su medio de vida. La sangre tampoco le era extraña pero ver como el cuerpo sin vida de la pequeña dragona se deslizaba irremediablemente por el tejado hasta caer a plomo, dejando un rastro de sangre tras ella... era más de lo que el escocés podía aguantar.
Dolorido, ensangrentado y rabioso fue consciente a duras penas de como el resto salían corriendo en desbandada. Quiso unirse a los gritos de ira del resto de sus compañeros, quiso ser capaz de hacer algo, lo que fuese, habría vendido su alma al mismo diablo si Setenta y siete hubiese caído muerto en ese momento. Por desgracia eso no iba a suceder por arte de magia.
Tragando todo el dolor y enterrándolo en una fosa tan poco profunda que no tardaría en abrirse paso a la superficie el joven comenzó moverse. Aferró el hombro de Kolja, se puso delante de él y mirándolo a los ojos con una expresión que no engañaba a nadie le dijo:
-Vámonos, no podemos hacer nada - la voz se le entrecortaba al hablar.- No quiero perder otro amigo.
Sí, amigos. Después de tantos meses conviviendo juntos en un mismo lugar era inevitable que Alec los considerase así a todos. A pesar de los roces, o quizá gracias a ellos, el escocés quería a todos los del torreón y no deseaba ver a ninguno más muerto.
El resto buscaba a Kradko y Alec comprendió que la clinger no estaba allí con ellos.
-¡Lethe! Kradko sabe cuidar de sí misma - le dijo a la enderth.- Seguro que cuando lleguemos al torreón ya está allí esperándonos, pero tenemos que irnos.
Dolorido, ensangrentado y rabioso fue consciente a duras penas de como el resto salían corriendo en desbandada. Quiso unirse a los gritos de ira del resto de sus compañeros, quiso ser capaz de hacer algo, lo que fuese, habría vendido su alma al mismo diablo si Setenta y siete hubiese caído muerto en ese momento. Por desgracia eso no iba a suceder por arte de magia.
Tragando todo el dolor y enterrándolo en una fosa tan poco profunda que no tardaría en abrirse paso a la superficie el joven comenzó moverse. Aferró el hombro de Kolja, se puso delante de él y mirándolo a los ojos con una expresión que no engañaba a nadie le dijo:
-Vámonos, no podemos hacer nada - la voz se le entrecortaba al hablar.- No quiero perder otro amigo.
Sí, amigos. Después de tantos meses conviviendo juntos en un mismo lugar era inevitable que Alec los considerase así a todos. A pesar de los roces, o quizá gracias a ellos, el escocés quería a todos los del torreón y no deseaba ver a ninguno más muerto.
El resto buscaba a Kradko y Alec comprendió que la clinger no estaba allí con ellos.
-¡Lethe! Kradko sabe cuidar de sí misma - le dijo a la enderth.- Seguro que cuando lleguemos al torreón ya está allí esperándonos, pero tenemos que irnos.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Luna Alta
27/02/21, 04:10 pm
Cuando el grueso del grupo empezó a huir Setenta y Siete se hizo a un lado y arrojó su lanza hacia ellos, casi sin mirar. El arma hendió el aire y se clavó en el brazo de Kahlo. Luego cayó al suelo, aumentando todavía más el destrozo a su paso.
Setenta y Siete esquivó la flecha de Reina, pero no les persiguió. Su mirada se posó sobre los tres que habían quedado protegidos por el maldito campo de fuerza. Si quería perseguir a los otros debía matarlos primero.
Descargó un golpe contra el campo, y a la vez esquivó la primera de las flechas de Kolja. Gruñó al humano, y se preparó para dar otro golpe al esquivar la segunda flecha. El campo mágico cayó con su tercera embestida, a la vez que la tercera flecha se clavaba en sus tripas.
El alarido de Setenta y Siete resonó en toda la calle, teñido de dolor y rabia. Dio un paso amenazador hacia Alec, Kolja y Amira. En sus ojos se veía la ardiente satisfacción que le embargaba cuando estaba decidido a matar.
[NOTA GMIL: Kahlo puede perder el brazo como consecuencia de la herida o no, según prefiera Kanon]
Setenta y Siete esquivó la flecha de Reina, pero no les persiguió. Su mirada se posó sobre los tres que habían quedado protegidos por el maldito campo de fuerza. Si quería perseguir a los otros debía matarlos primero.
Descargó un golpe contra el campo, y a la vez esquivó la primera de las flechas de Kolja. Gruñó al humano, y se preparó para dar otro golpe al esquivar la segunda flecha. El campo mágico cayó con su tercera embestida, a la vez que la tercera flecha se clavaba en sus tripas.
El alarido de Setenta y Siete resonó en toda la calle, teñido de dolor y rabia. Dio un paso amenazador hacia Alec, Kolja y Amira. En sus ojos se veía la ardiente satisfacción que le embargaba cuando estaba decidido a matar.
[NOTA GMIL: Kahlo puede perder el brazo como consecuencia de la herida o no, según prefiera Kanon]
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Luna Alta
27/02/21, 11:16 pm
Un segundo. Solo un segundo duró el sonido del viento roto antes de que llegase el fuego y el impulso. Por debajo de su hombro derecho, en diagonal desde fuera hacia dentro, el acero atravesó piel, cortó músculos y rasgó hueso, provocando que sus tendones fallaran y soltara inmediatamente el estoque. Kahlo abrió la boca pero de ella no salió ningún sonido, solo una exhalación sin aliento. La lanza se clavó en la tierra en un visto y no visto, llevándosela con ella y astillando el hueso en el impacto. Como si hubiera sido picada por mil avispas sus ojos se cerraron ante el dolor, tan radical que censuraba cualquier otra sensación que le hubiera podido causar la caida.
Lo peor vino segundos después. La constancia y la agudeza del dolor era tal que el grito que profirió se le quedó corto. Gritó hasta que sus pulmones se quedaron sin aire, hasta que su voz no fue más que un lamento. Su mano izquierda arañó el suelo antes de tapar la herida torpemente.
¿Era un castigo por menospreciar la muerte de Qirra? ¿Pensarían sus compañeros lo mismo si ella moría?
Todo el rechazo que había sentido alguna vez hacia su familia se esfumó. Ojalá pudiera estar en casa otra vez. Quiso llamar sus nombres, a sus padres, a su hermano, pedir perdón por irse y no aceptar su estúpida y acomodada vida, pero de su garganta solo salieron ruidos ahogados.
Lo peor vino segundos después. La constancia y la agudeza del dolor era tal que el grito que profirió se le quedó corto. Gritó hasta que sus pulmones se quedaron sin aire, hasta que su voz no fue más que un lamento. Su mano izquierda arañó el suelo antes de tapar la herida torpemente.
¿Era un castigo por menospreciar la muerte de Qirra? ¿Pensarían sus compañeros lo mismo si ella moría?
Todo el rechazo que había sentido alguna vez hacia su familia se esfumó. Ojalá pudiera estar en casa otra vez. Quiso llamar sus nombres, a sus padres, a su hermano, pedir perdón por irse y no aceptar su estúpida y acomodada vida, pero de su garganta solo salieron ruidos ahogados.
- ♪♫♬:
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Luna Alta
28/02/21, 11:11 pm
Mientras corría literalmente por vivir, algunos se unieron a lo que algunos llamarían una cobarde acción. En lo mas profundo de su ser quería volver, solo volver, aunque fuese solo pero los que le siguieron hizo que se diese cuenta de que no estaba solo en todo ese caos. Los ojos se le humedecieron cuando Chromsa preguntó al borde de las lágrimas acerca de Qirra, sin saber si debía responder a esa pregunta. Apretó los dientes de rabia por haber enmudecido ante la pregunta, ni siquiera atreviéndose a mirarlo por temor de que su mirada ya cubierta de las primeras lágrimas respondiese a ello.
El sonido de un silbido en el aire se coló en mitad del desastre, acompañado de otro sonido que no quería oír. Notó desde el rabillo por un instante caer a Kahlo. La miró presa del pánico, más preocupado que nunca por la granta. Tuvo que parar de correr cuando la lanza que la atravesó se incrustó en el suelo, llevándola por delante en el proceso.
—Kahlo… —llegó a soltar con un hilo de voz mientras temblaba más que nunca, antes de que la mujer gato soltase el peor grito de dolor que jamás escuchó. El ruso al borde del llanto y con las mejillas empapadas no sabía que diantres hacer, quedándose con sus agitada mano libre alzada y observando la horrible herida. Si no hacía nada Kahlo podría morir desangrada pero, ¿qué podía hacer? ¿Magia? No sabía hacer curar a nadie con hechizos ni tampoco tenía un dominio completo de sus limitadas y recién descubiertas capacidades.
Mientras su mirada desesperada por pedir ayuda sin palabras cruzaba uno por uno a quienes rodeaban a la herida, escuchó el fuerte alarido de aquel malnacido. Ese grito lo asustó, encogiéndose del miedo. Adam miró a los demás percatándose de la situación, lograron herirlo. ¿Por qué él no estaba ahí, ayudando? Entrenó todos estos meses para un peligro como el que está enfrentando ahora mismo pero allí estaba, sin espada y encogido del pavor a perder su vida pero sin preocuparse por los demás. Otra vez le dio rechazo a ayudar al herido por no tocarlo, pero recogió el estoque del suelo y se decidió a proteger a Kahlo de Setenta y siete con su vida si hiciese falta mientras sus compañeros actuaban para ayudarla.
—¡Que alguien la ayude, por favor! ¡Yo os protegeré! —soltó con los dientes apretados, implorando que sus miedos no sobrepasasen a su cada vez más grande deseo de proteger a todos sus amigos, aunque fuese con el estoque con el que está poco familiarizado en su uso. Tenía miedo, pero enfocó todo el odio de su ser en su mirada a Setenta y siete, el desgraciado que mató a Qirra y se atrevió a lastimar a Alec y dañar gravemente a Kahlo.
El sonido de un silbido en el aire se coló en mitad del desastre, acompañado de otro sonido que no quería oír. Notó desde el rabillo por un instante caer a Kahlo. La miró presa del pánico, más preocupado que nunca por la granta. Tuvo que parar de correr cuando la lanza que la atravesó se incrustó en el suelo, llevándola por delante en el proceso.
—Kahlo… —llegó a soltar con un hilo de voz mientras temblaba más que nunca, antes de que la mujer gato soltase el peor grito de dolor que jamás escuchó. El ruso al borde del llanto y con las mejillas empapadas no sabía que diantres hacer, quedándose con sus agitada mano libre alzada y observando la horrible herida. Si no hacía nada Kahlo podría morir desangrada pero, ¿qué podía hacer? ¿Magia? No sabía hacer curar a nadie con hechizos ni tampoco tenía un dominio completo de sus limitadas y recién descubiertas capacidades.
Mientras su mirada desesperada por pedir ayuda sin palabras cruzaba uno por uno a quienes rodeaban a la herida, escuchó el fuerte alarido de aquel malnacido. Ese grito lo asustó, encogiéndose del miedo. Adam miró a los demás percatándose de la situación, lograron herirlo. ¿Por qué él no estaba ahí, ayudando? Entrenó todos estos meses para un peligro como el que está enfrentando ahora mismo pero allí estaba, sin espada y encogido del pavor a perder su vida pero sin preocuparse por los demás. Otra vez le dio rechazo a ayudar al herido por no tocarlo, pero recogió el estoque del suelo y se decidió a proteger a Kahlo de Setenta y siete con su vida si hiciese falta mientras sus compañeros actuaban para ayudarla.
—¡Que alguien la ayude, por favor! ¡Yo os protegeré! —soltó con los dientes apretados, implorando que sus miedos no sobrepasasen a su cada vez más grande deseo de proteger a todos sus amigos, aunque fuese con el estoque con el que está poco familiarizado en su uso. Tenía miedo, pero enfocó todo el odio de su ser en su mirada a Setenta y siete, el desgraciado que mató a Qirra y se atrevió a lastimar a Alec y dañar gravemente a Kahlo.
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